Psicologia IV (1)

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UAPA TEMA Unidad III-IV ASIGNATURA Psicología PRESENTADO POR KARLA CABRERA 15-6000 FACILITADORA LIC. Ilusión Garcia

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TAREA DE PSICOLOGIA IV

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UAPA

TEMA Unidad III-IV

ASIGNATURAPsicología

PRESENTADO PORKARLA CABRERA 15-6000

FACILITADORA

LIC. Ilusión Garcia

Noviembre del 2015

Santiago, Rep. Dom.1-Elaboración de un collage

a) Órganos sensoriales

Los órganos sensoriales forman parte del sistema sensorial y son órganos que

son sensibles a varios tipos de energía existentes en el medio externo e interno, y la

transforman en impulsos nerviosos que se transmiten al cerebro donde son interpretados

para obtener información del entorno y generar una respuesta adecuada. Hay órganos

sensoriales externos que obtienen información del mundo exterior, como la lengua,

la piel, la nariz, los ojos, el oído, etc. Al mismo tiempo, los seres vivos necesitan recibir

información del funcionamiento de los órganos internos para propiciar el estado de

equilibrio indispensable; la "homeostasis".

Los ojos reciben y transforman energía en forma de luz. Los oídos captan y perciben

energía en forma de sonido. La piel es sensible a la energía que llega alcuerpo mediante

la temperatura, la presión y el contacto. Las reacciones químicas que se producen en la

lengua y en la nariz provocan a su vez reacciones eléctricas que finalmente se traducen

en gusto y olfato.

b) Formas de percepción

Hay dos factores que influyen en la percepción:

Las señales externas (estímulos); el interés de los estímulos externos sobre el desarrollo

perceptivo, surgió durante los comienzos del desarrollo de la psicología de la Gestalt.

Los Gestaltistas se dieron cuenta de que los estímulos permitían el inicio de algo más

que la simple sensación. Establecieron que la totalidad de una situación de estímulo era

más que la suma de sus partes por separado.

Señales internas (factores personales), cómo la persona atiende a los estímulos poniendo

un mínimo de atención al estímulo para que se de la percepción a través de los procesos

cognoscitivos; por ejemplo, la motivación, la experiencia pasada o las expectativas en

un momento dado, pueden actuar como señales internas.

c) Elementos 

Las sensaciones presentes: son los elementos conscientes que captamos al instante

(forma, color, sabor, dimensión, distancias, etc.

Las experiencias pasadas: son las sensaciones captadas anteriormente. (sabor, olor,

suavidad, etc)

La atención: es el interés que se pone ante el objeto a percibir, así: una naranja, un

paisaje, una mujer, un objeto de interés, etc.

d) Factores.

Visuales: Para distinguir objetos, formas y colores.

Casi el 10% de la población sufre visión defectuosa de los colores. Aunque tales

personas se les conoce comúnmente como ciegas para los colores, muy pocas de ellas

son incapaces de ver algún color. La mayoría son insensibles a diferencias entre rojo y

verde. Las imágenes ligeramente diferentes en cada uno de los dos ojos son combinadas

para formar una percepción en tres dimensiones. Cuando las dos imágenes son muy

diferentes, hay la percepción de rivalidad entre las dos imágenes.

Auditivas: para identificar variados sonidos

El oído se divide en oído externo, medio y oído interno. Cuando oímos, el sonido

atraviesa el canal auditivo y hace vibrar el tímpano. Los huesos adheridos al tímpano

retransmiten esta vibración a través del oído medio hacia la cóclea del oído interno.

Táctiles: para determinar las cualidades externas de los objetos (liso, rugoso, frío, etc).

El sentido del tacto es en realidad varios sentidos juntos, la piel no es uniformemente

sensible, pero asemeja un mosaico de diferentes dibujos para cada uno de los conjuntos

cutáneos de sentidos: tacto, dolor, calor y frío.

Gustativas: para diferenciar los diversos sabores (amargo, dulce, ácido, putrefacto).

Olfativas: para diferenciar olores (agradables, desagradables).

Cinestésicas: se forman sobre la percepción sensorial de posición, movimiento y

ubicación de las diferentes partes del cuerpo en el espacio (dedos, muñeca de la mano,

miembros superiores e inferiores (cabeza, tronco, columna vertebral).

El sentido cinestésico nos permite realizar complicadas actividades que requieren

delicados movimientos musculares y juzgar la posición de las partes del cuerpo.

1. Realiza un informe integrando los siguientes aspectos:

A) Estados de conciencia.

ESTADOS DE CONCIENCIA

"Por lo general, creemos que la conciencia es la percepción sensorial de las escenas,

sonidos y olores que están cerca de nosotros. Pero nuestra conciencia incluye muchas

más percepciones. Cualquier persona que mire dentro de sí misma se volverá consciente

de, primero, cierto número de sensaciones corporales. Notará el ritmo de la respiración

y los latidos del corazón, sentirá movimientos del estómago, la saliva en la boca, la

textura y el peso de las ropas, pequeños dolores, picores e, incluso quizás, dolores

pasajeros. Además de estas sensaciones físicas, la persona, con la introspección, se

vuelve consciente de emociones vagas - corrientes de placer, irritación o de

aburrimiento. Y, según su estado emocional, una persona puede ser consciente, perfecta

o vagamente, del paso del tiempo, del futuro, de su propia mortalidad, de la continuidad

de su conciencia y de la individualidad imprescindible de su yo consciente.

Aunque les es difícil a los individuos describir su propia conciencia con cierto grado de

precisión, la sensación del propio ser está, sin embargo, animada de una sensación

cálida, de inmediatez y de riqueza. Esta percepción de uno mismo, compleja y a

menudo intensa, es particularmente evidente en los estados de plenitud emocional,

como cuando se hace el amor o cuando se siente una pena muy grande. Sin embargo,

está siempre presente, hasta cierto punto, en los momentos más corrientes e incluso más

aburridos de nuestra vida. Hace poco tiempo que la psicología desarrolla métodos para

observar y registrar estos aspectos de la conciencia. Nos basamos todavía, en gran parte,

en descripciones verbales, complementadas con registros relativamente sencillos de la

frecuencia cardiaca, la respiración, las secreciones glandulares y la actividad eléctrica

global del cerebro.

El nivel corriente de la conciencia es el del pensamiento consciente. Una persona

siempre está pensando, incluso aunque esté sentada tranquilamente, en un estado

introspectivo. Las ideas, aunque sean triviales, pasan continuamente por su conciencia.

Además, la mayor parte del pensamiento normal, va acompañado por reacciones en el

comportamiento - generalmente, cada vez que una persona piensa, la lengua y los

músculos de la garganta hacen pequeños movimientos -. Si no se está pensando

activamente, se está probablemente soñando. Una persona normal tiene al día,

aproximadamente, 200 sueños diurnos

Por consiguiente, la conciencia es la suma de todo lo que uno puede descubrir acerca de

una experiencia propia en un momento dado. Naturalmente, existen muchas más cosas

en una persona aparte de su conciencia inmediata. Tiene también muchos recuerdos -

que están inconscientes, a menos que se les llame mediante una asociación o

intencionadamente - así como muchas motivaciones y proyectos inconscientes.

Conjuntamente, estos factores constituyen la identidad de una persona como un ser

psicológico."

B) Diferentes tipos de drogas y sus efectos. Existen varios tipos de drogas y es

necesario destacar entre el uso de sustancias químicas con fines médicos y el abuso en

su consumo, con fines adictivos. Hay diferentes tipos de drogas y aunque sus efectos

pueden Variar, el daño integral siempre es el mismo.

Hay drogas legales y socialmente admitidas y promovidas y otras ilegales.

Entre las legales están el tabaco, el café, las bebidas alcohólicas, los solventes

industriales y los fármacos . Entre las ilegales están la mariguana, la cocaína, la

heroína, las anfetaminas, etc.

Según los efectos en el organismo, las sustancias adictivas pueden ser estimulantes,

depresivas, narcóticas o alucinógenas.

Entre las principales drogas estimulantes están la: cocaína, las anfetaminas, las ,

y otras que, ya sean inhaladas, fumadas o inyectadas, producen incremento en la

alerta, excitación, euforia, aumento del pulso cardíaco y la presión sanguínea,

insomnio e inapetencia.

Las sustancias depresivas, como los barbitúricos, las benzodiacepinas, el alcohol y

las methaqualona, provocan dificultad al hablar, desorientación, tambaleo al

caminar y embriaguez.

Los narcóticos son utilizados en la medicina, entre ellos están el opio, la morfina,

la codeína, la heroína, la metadona y otros más y entre sus efectos, están la euforia,

el mareo, la disminución del ritmo respiratorio y las náuseas.

Los alucinógenos son sustancias que producen espejismos, alucinaciones,

percepciones alteradas del cuerpo y de la realidad y mucha excitación emocional.

Entre los más utilizados están el LSD, los hongos, la mezcalina, el peyote y otros

más.

Otro tipo de sustancias adictivas son, Como la marihuana o el hashish, que

ocasionan euforia, desinhibición, incremento los cánnabis del apetito, deterioro de

la memoria y de la atención.

Éxtasis

El éxtasis se suele elaborar en laboratorios clandestinos de algunos países europeos.

Normalmente se vende en pastillas que tienen dibujados diversos logotipos o diseños.

En ocasiones las pastillas de éxtasis pueden contener otras drogas y sustancias.

Efectos – El éxtasis puede hacer que te sientas más alerta y sintonizado con el ambiente.

Te sientes feliz y tranquilo, con una sensación de cariño hacia otras personas. Los

sonidos, colores y emociones son más intensos. Tienes más energía, lo que te permite

bailar durante períodos más largos de tiempo.

Efectos secundarios – Tu temperatura corporal, tensión arterial y ritmo cardíaco

aumentan. Otros efectos físicos incluyen dolores musculares, náuseas, agarrotamiento

de la mandíbula y rechinar de dientes. Puedes experimentar sudor profuso, temblores y

palpitaciones. Puedes sentirte deshidratado, confuso y cansado.

Riesgos – La mayoría de las drogas legales se prueban primero en animales, pero los

consumidores de éxtasis son los conejillos de indias. Las investigaciones muestran que

los consumidores habituales de fin de semana experimentan una ‘crisis’ a mitad de

semana, que los deja muy cansados y deprimidos, a menudo durante días. Pasarán años

antes de que conozcamos los efectos a largo plazo, pero algunos consumidores pueden

correr el riesgo de desarrollar problemas de salud mental posteriormente en su vida. Las

muertes por éxtasis son bastante raras, pero pueden ser debidas a insolaciones, infartos o

crisis de asma.

Heroína

La heroína se elabora a partir de la morfina, una de las drogas que procede de la

adormidera del opio. Se consume inyectándose o fumándose, lo que se llama ‘cazar al

dragón’.

Efectos – La inyección de heroína produce una ráfaga rápida de excitación seguida de

una sensación de paz como en un sueño. Te sientes cariñoso, relajado y somnoliento.

Los dolores, la agresión y la libido se ven reducidos.

Efectos secundarios – Entre los efectos secundarios de la heroína y otros opiatos (como

la morfina y la metadona) se encuentran el estreñimiento y el debilitamiento de la

respiración. Sin embargo, la mayoría de los peligros que acarrea la heroína provienen de

la sobredosis o la inyección de la droga.

Riesgos – Lo que se vende en la calle, como la heroína, a menudo contiene otras

sustancias, como el azúcar, la harina, los polvos de talco y otras drogas. Estas sustancias

pueden parecer inofensivas, pero pueden provocar lesiones enormes en el cuerpo, como

coágulos de sangre, abscesos y gangrena, si se inyectan. El SIDA y la hepatitis B y C se

pueden contagiar si se comparten las agujas. Consumir heroína de forma frecuente

puede crear adicción, en especial si se inyecta la droga.

Cocaína

La cocaína es un polvo blanco que se elabora a partir de las hojas de la coca, una planta

que crece principalmente en Suramérica. Se suele consumir inhalando el polvo a través

de la nariz. El ‘crack’ no es una droga distinta, sino que es una forma más adictiva de la

cocaína. El crack, también llamado ‘roca’, ‘piedra’ o ‘base libre’ se suele fumar. La

cocaína a veces se inyecta o se come.

Efectos – La cocaína es un potente estimulante. Te hace sentir más alerta y activo a la

vez que reduce tu hambre y sed. Sus efectos pueden durar hasta 20 minutos después de

cada toma. Fumar cocaína de crack ofrece un subidón más corto, pero más intenso.

Efectos secundarios – Debido a sus potentes efectos, los consumidores de cocaína con

frecuencia desean tomar más. Las dosis grandes pueden hacerte sentir fatigado, ansioso

y deprimido, además de agresivo en ocasiones.

C) Los sueños, sus significados.

Freud mantiene que todos los sueños representan la realización de un deseo por parte

del soñador, incluso los sueños tipo pesadilla. Hay sueños negativos de deseos, donde lo

que aparece es el incumplimiento de un deseo. Para esto se dan varias explicaciones,

entre las cuales está la satisfacción de una tendencia masoquista. No obstante sigue en

pie la conclusión general de Freud: los sueños son realizaciones disfrazadas de deseos

reprimidos. Según su teoría, la "censura" de los sueños produce una distorsión de su

contenido. Así que lo que puede parecer ser un conjunto de imágenes sonadas sin

sentido puede, a través del análisis y del método "descifrador", ser demostrado ser un

conjunto de ideas coherentes. Freud propone que al valor del análisis de los sueños se

radica en la revelación de la actividad subconsciente de la mente.

La teoría de interpretación de los sueños de Freud representa las primeras teorías de este

con relación a la naturaleza de la psicología de sueños inconscientes, la importancia de

las experiencias de la infancia, el lenguaje Para que el impulso eléctrico se transmita, los

iones positivos de sodio que están presentes fuera de la neurona en estado de descanso,

traspasan la membrana celular. Al interior de la neurona, la carga eléctrica es negativa.

Cuando los iones positivos de sodio ingresan a la neurona, cambian la carga interna de

negativa a positiva. En la medida que el impulso avanza por la membrana, su interior

recobra la carga negativa. De esta forma, el impulso va pasando desde una neurona a

otra.

En el caso de los impulsos que llevan una orden del cerebro a algún músculo, el proceso

es el siguiente: tras viajar por muchísimas neuronas, el impulso llega al último botón

sináptico cercano a las fibras musculares; entonces, un neurotransmisor químico viaja (o

salta) a través del surco sináptico -espacio entre las terminaciones nerviosas y las

células musculares- y estimula a las fibras musculares para que se contraigan.

El punto en que un estímulo ocasiona la transmisión de un impulso eléctrico se

denomina umbral. Si el estímulo es demasiado débil o se encuentra por debajo del

umbral, produce una breve respuesta local, pero si alcanza el umbral, el impulso viaja a

lo largo del axón con una velocidad variable. Es más lento cuando las fibras están frías -

como cuando se aplica hielo para la inflamación-, cuando las neuronas tienen diámetros

pequeños o cuando no tienen mielina.

La vaina de mielina está formada por las células de Schwann, ubicadas en el axón; en

su interior contiene una sustancia blanca y grasa que ayuda a aislar y proteger a los

axones, y que, además, aumenta la velocidad de la transmisión de los impulsos

nerviosos.

Para alimentar y proteger a las neuronas están las células de apoyo, llamadas glias o

neuroglias. Las más pequeñas, llamadas microglias, envuelven y destruyen microbios,

mientras otras aíslan a los axones y ayudan a que circule el fluido cerebroespinal, que

baña los principales órganos de este sistema.

Es importante que sepas que el alcohol y las drogas son altamente dañinos para el

sistema nervioso. Por su composición, alteran o inhiben las señales entre las neuronas,

poniendo en riesgo el funcionamiento adecuado de nuestro cuerpo.

Interpretar no recae sobre todo el sueño en su conjunto sino sobre sus partes

componentes basándose en una especie de libro de los sueños, donde cada cosa soñada

significa tal otra cosa en forma rígida, sin considerar la peculiaridad de cada sujeto.

Primero se descompone el relato en partes, y recién al final surge la interpretación final

o global, en la cual se nos revela el sueño como una realización de deseos.

El sueño no es meramente actividad somática: es un acabado fenómeno psíquico de

realización de deseos, y por tanto debe ser incluido en el conjunto de los actos

comprensibles (no incomprensibles) de nuestra vida despierta, constituyendo el

resultado de una actividad intelectual altamente complicada.

El deseo aparece disfrazado en el aspecto manifiesto del sueño, en lo efectivamente

soñado, proceso denominado 'deformación onírica'. Freud se pregunta por qué tiene que

haber una deformación, ya que podría haber ocurrido que el sueño expresara el deseo en

forma directa, sin deformación. Esta deformación es intencional y se debe a la censura

que el sujeto ejerce contra la libre expresión de deseos, por encontrarlos censurables por

algún motivo.

Teoría del soñar para sobrevivir

La teoría de soñar para sobrevivir, los sueños nos permiten reconsiderar y re

procesar la información crucial para nuestra sobre vivencia  las imágenes oníricas se

consideran una herencia de nuestros ancestros animales, cuyos pequeños cerebros eran

incapaces de tamizarla información suficiente y durante las horas de vigilia, en

consecuencia las imágenes oníricas construían un mecanismo que permitían el proceso

de información durante las 24 horas del día.

2. Investigación con un psicólogo clínico sobre la hipnosis, fortalezas y debilidades,

cuando y  quienes aplicarlas. 

En el estado hipnótico llegamos a una situación de superconcentración y de descanso,

que comporta los siguientes cambios:

Relajación muscular: El estado es de inmovilidad (excepto en lo referido a músculos

respiratorios) y de ahorro de la energía.

Disociación de las sensaciones corporales: Algunas partes del cuerpo “no se notan”; El

cuerpo se siente ligero y pesado al mismo tiempo.

Se pierde la atención para todo aquello que no sea esencial: Los sonidos ambientales

parecen lejanos.

Aumenta la capacidad para percibir las sensaciones que uno mismo se sugiera:

cansancio, pesadez, descanso, placidez…

Aumenta la capacidad para disminuir la sensación de tacto, o incluso de propiciar

anestesia, en cualquier parte del cuerpo.

Se puede lograr la regresión en el tiempo: volver a vivir situaciones pasadas, incluso

aquellas que fueron olvidadas por resultar lacerantes o dolorosas.

La superconcentración permite aprender instrucciones y “grabar” mensajes con todo

detalle.

Los tratados clásicos proponen tres fases de profundidad en la hipnosis:

1. Fase I: La relajación muscular es notable, y la conciencia ligeramente concentrada.

El sujeto percibe la relajación (por ejemplo, si tenía un lápiz en la mano, éste se cae al

llegar a la fase I, lo que puede emplearse como mecanismo de comprobación). El

recuerdo del estado hipnótico es total una vez este ha cesado. Es la fase ideal para el

descanso hipnótico.

2. Fase II: Sería un estado intermedio entre la fase I y la Fase III. Además de la

relajación el cuerpo se siente muy pesado, y los movimientos se advierten dificultosos e

innecesarios. El sujeto no desea moverse y responde positivamente a las sugestiones de

inmovilidad. Algunas partes del cuerpo se disocian (es decir, no se perciben). El

recuerdo es total, pero existe una clara distorsión en cuanto a la percepción del tiempo

(media hora en ese estado puede percibirse como unos pocos minutos). Es la fase ideal

para la mayor parte de las terapias y de los diversos usos de la hipnosis.

3. Fase III: Se consigue con un poco de tiempo y cuando ya se tiene amplia experiencia

en fases I y II. la relajación es completa y la concentración de la conciencia es total.

Todo lo que no concierne al pensamiento sobre el que se concentra la conciencia,

desaparece. Es la fase ideal para hacer regresiones, o para integrar mensajes post-

hipnóticos (cosas que se debe hacer una vez terminada la hipnosis). La percepción del

tiempo es casi nula. El recuerdo del estado hipnótico es fragmentario, y algunos puntos

concretos pueden quedar excluidos de la memoria.

Hipnosis

Creo, honradamente , que toda hipnosis es una auto hipnosis. Mi teoría favorita es :

Usted entra en un estado de superconcentración, que llamamos estado hipnótico, y yo le

enseño cómo se hace.

Los métodos para llegar al estado hipnótico son muy variados. De hecho, el estado

hipnótico no difiere del estado de superconcentración conseguido mediante técnicas de

relajación, de meditación o de yoga. Como dice Krisnamurti, el gran filósofo de la

meditación pura, se trata de llegar a un estado en que la mente, libre de prejuicios y

supeditaciones, simplemente piensa y observa. El gran maestro compara este estado de

“observación” con lo que significa observar con la vista, por ejemplo, si miramos un

balcón lleno de flores un día de sol. Pero simplemente observando: dejando pasar la

vista sobre las formas, los colores, las luces… sin pretender contar las flores, ni decir su

nombre o variedad, ni juzgar acerca de su colocación. Simplemente observar: disfrutar

de lo que vemos, sin más.

La observación pura más elevada, según este autor, se consigue cuando el pensamiento

se observa a sí mismo, cuando observador y observado se funden en una sola entidad.

En mi trabajo, enseño a usar la auto hipnosis desde el primer día. Empleo instrucciones

verbales que grabo en una cinta de cassette para cada cliente. La lleva a su casa, y

practica cada día cuanto quiere para ir automatizando la llegada al estado de

“observación”. Así, en futuras sesiones, alcanzar este estado será cada vez más rápido y

los resultados del tratamiento serán más eficaces en menos tiempo.

Instrucciones para la autohipnosis

Exponemos tres técnicas para entrar en estado hipnótico que, a pesar de su aparente

sencillez, son altamente poderosas para lograr la finalidad prevista. Escuchar las

instrucciones en un cassette es una manera eficaz de seguir los pasos adecuados. En las

sesiones “in vivo”, suelo controlar el proceso de inducción mediante la aplicación de un

“polígrafo” (el famoso “detector de mentiras”) que no es más que un instrumento capaz

de ofrecerme en pantalla la constatación de si el sujeto se relaja o no, lo que me da

ocasión a variar el ritmo de las instrucciones y acomodarlo a cada persona en particular.

Una técnica muy segura: hipnosis y relajación muscular

La persona debe colocarse en una cama cómoda, en un diván o en un sillón reclinable

para relajación. Si usa cojín, éste debe ser de miraguano o de un material sintético

similar y maleable, de forma que fije el cuello y la cabeza de una forma cómoda y

adecuada para cada cual. La luz debe ser tenue, o inexistente. El ambiente sin ruidos

extemporáneos. El teléfono descolgado, y las demás personas de la casa advertidas de

no interrumpir. Las instrucciones son algo así como:

“Vamos a iniciar el ejercicio de relajación hipnótica. Busca, en primer lugar, la postura

en la que sientas mayor comodidad, en la que notes que no estás haciendo fuerza

alguna.

Empezaremos con un ejercicio de cansancio ocular. Coloca tu mano derecha extendida

hacia adelante y arriba, casi por encima de tu cabeza. El puño cerrado y el pulgar

extendido. Mira fijamente la punta del dedo pulgar, sin girar la cabeza hacia atrás, pero

forzando la vista. Deber notar que los ojos se esfuerzan en mirar hacia arriba y hacia

atrás.

Notarás rápidamente una sensación de cansancio y tensión en ojos y párpados, así como

dificultad para fijar la vista donde deseas, aparición de visión doble y necesidad de

cerrar los ojos. Compara esta tensión con el bienestar que percibirás al cerrar los ojos y

bajar la mano. Hazlo ahora.

Iniciarás un ejercicio de respiración profunda. Debes respirar profunda y

acompasadamente. En cada inspiración tomarás todo el aire que seas capaz, y lo

expulsarás por completo en cada exhalación. Debes notar que, al respirar

profundamente, tu abdomen, la zona de tu ombligo, se desplaza arriba y abajo al tomar

y expulsar el aire. Concéntrate en pensar que cada vez que expulsas el aire es como si

eliminases tensión de tu cuerpo.

Al cerrar los ojos notaste una sensación de bienestar y descanso en tus párpados y en tu

frente. Dejaremos ahora que este bienestar se expanda por todo tu cuerpo.

Concentra tu atención en tu brazo derecho. Repásalo mentalmente, desde el hombro

hasta la mano, comprobando que esté perfectamente apoyado y que no haga fuerza

alguna para mantener su postura.

Cuando oigas la palabra “tensión” colocarás en tensión todos los músculos del brazo,

aunque sin moverlos de sitio. No lo levantes ni cierres el puño. Simplemente tensa todos

los músculos. Lo mantendrás durante unos diez segundos, hasta que oigas la palabra

“basta”. En ese momento cesarás de forma inmediata la tensión, tan rápido como si

accionases un interruptor, y tu brazo quedará colocado en reposo. En unos treinta

segundos, de forma automática, el brazo quedará como desconectado, en reposo, como

si estuviera junto a tu cuerpo pero sin formar parte de él. La sensación es de calma y de

descanso. Así pues, con el brazo derecho “¡Tensión!”… “¡Basta!”. Tu brazo derecho se

desconecta y queda en reposo junto a ti. Respiración profunda… Tu brazo derecho va

entrando en estado de calma y sosiego.

Concentra ahora la atención en el brazo izquierdo. Repásalo también mentalmente para

comprobar que está bien apoyado… Cuando oigas la palabra “tensión” harás la tensión

con los músculos del brazo izquierdo. La mantendrás hasta que oigas “basta”, y, en ese

momento, desconectarás la tensión y dejarás que tu brazo entre en reposo. Así pues, con

el brazo izquierdo, “¡Tensión!”… ¡”Basta!”. Respiración profunda… También tu brazo

izquierdo se desconecta y va quedando en reposo.

Tu cuerpo va entrando en relajación, como si fuera cubierto por una nube. Trabajaremos

ahora tu pierna derecha. Repásala mentalmente desde la cintura hasta el pie. Comprueba

que esté perfectamente apoyada, sin hacer fuerza. Cuando oigas la palabra “tensión”,

tensarás firmemente todos los músculos de la pierna derecha. Cuando oigas “basta”

soltarás la tensión, y también la pierna derecha quedará en reposo junto a ti. Así pues,

con la pierna derecha, “¡Tensión!”… “¡Basta!”. También tu pierna derecha entra en

estado de reposo. Respiración profunda… Deja que tu cuerpo se vaya sintiendo

distendido y plácido.

Trabajaremos ahora tu pierna izquierda. Comprueba mentalmente que está bien

apoyada. Cuando oigas “tensión” harás la contracción con los músculos de la pierna

izquierda. Cuando oigas “basta” la soltarás, y, en ese momento, la inmensa mayor parte

de tu cuerpo estará en reposo con lo que se incrementará la sensación de descanso.

Así pues, con la pierna izquierda, ¡”Tensión!”… “¡Basta!”. Respiración profunda…

¡Descansa!…

La relajación hipnótica es un estado de descanso en que dejamos nuestros músculos

relajados e inmóviles, al tiempo que la mente se concentra y se calma. La sensación

corporal que notarás es doble. En algunos momentos sentirás tu cuerpo como pesado,

como pegado a la cama o sillón, pero en otros momentos lo sentirás ligero, leve, como

si estuvieras sobre un colchón neumático flotando sobre el agua tranquila. Esta doble

sensación es propia de los estados de relajación hipnótica superficial.

Tu mente también la percibirás con una doble sensación. Por una parte notarás una

fuerte concentración, un total control. Sabes dónde estás, qué haces, para qué lo haces.

Por otra parte, notarás un alejamiento del entorno, como si las cosas estuvieran lejos y

confusas… También esta doble sensación, de control y de abandono, es propia de los

estados de relajación hipnótica superficial.

Unos minutos de relajación proporciona más descanso que un tiempo mucho mayor de

sueño. Esto es así porque durante el sueño no hay control. Puedes soñar, moverte,

respirar agitadamente… Pero durante la relajación el control es total. Sabes lo que

haces. Tu inmovilidad es total y plácida. Únicamente haces los movimientos de la

respiración, los ejercicios para aumentar la relajación o pequeñísimos movimientos para

acomodarte en un momento dado. El resto del tiempo, el cuerpo descansa. La mente

descansa.

La mente, en estado hipnótico, adopta una postura de observación. Simplemente

observa. la conciencia se concentra en los puntos en que tu deseas concentrarte. Todo lo

demás no se percibe.

Durante la relajación hipnótica puedes aprovechar para eliminar tensión. Respira

profundamente. Oxigenarás tu cuerpo, relajarás la musculatura de tórax y abdomen, y,

en cada exhalación, es como si abrieses la espita que descarga el depósito de las

tensiones acumuladas.

Saldrás del estado de relajación en tres fases. Primero las explicaremos. En la fase uno,

al oír “uno”, abrirás los ojos. En la segunda fase, al oír “dos”, harás movimientos suaves

con manos, brazos y piernas, para sentir nuevamente el movimiento corporal. En la

tercera fase, al oír “tres”, darás por terminado el ejercicio. Desconectarás mentalmente,

y volverás a tu estado normal, con la intensa sensación de haber descansado y de

mantener un estado mental de equilibrio y firmeza.”

Una técnica muy rápida: visualización

Las técnicas de visualización consisten en representar en el pensamiento imágenes que

intentan “vivirse” de forma lo más completa posible. Debemos entrenarnos en percibir

la imagen con todos los detalles que puedan captar los sentidos. Es como si entrásemos

en la situación y buscásemos percibirla en su plenitud, reproducirla en nuestra mente

con sus menores detalles.

No es difícil, aunque al principio pueda parecerlo. He aquí un método con tres

aproximaciones sucesivas, relativamente fácil de percibir. Veamos las instrucciones:

“Iniciaremos un ejercicio de visualización. Ponte en una postura cómoda, respira

profundamente y mantén tus ojos cerrados.

Visualizarás, en primer lugar, una imagen de cansancio físico. Busca en tu recuerdo

algún momento de tu vida en que hayas sentido un intenso cansancio físico. Quizá

después de hacer algún ejercicio agotador, una excursión, o un trabajo, cambiar

muebles…

Debes recordar intensamente esta situación. Colócala en tu pensamiento y rememora los

detalles. Cuál era tu vestimenta, qué personas había, cómo era la luz, el ambiente. Qué

olores sentías. Cómo era tu respiración. Qué sonidos percibías… Rememora también la

sensación de cansancio, quizá de sudor, de sed. La necesidad de sentarte o echarte, de

descansar.

Deja que todo tu cuerpo se impregne de la sensación de cansancio… tus brazos pesados,

tus piernas… Siente ahora el efecto del cansancio sobre tu cuerpo. Descansa.

Visualizarás en segundo lugar una situación de bienestar y placer afectivo, en compañía

de otra persona. Puede ser, o no, una relación de pareja. Debe ser alguna situación que

recuerdes con especial ternura. Una de las veces que has sentido con más intensidad la

vivencia de afecto, de cariño, de dar y recibir, de entregarte.

Recuerda intensamente la situación. Colócala en el pensamiento. Recuerda quiénes

estabais. Como ibais vestidos. Como era el ambiente, la luz, las sombras, las cosas, los

muebles, el olor, los sonidos, las voces, el silencio, el tacto… Recuerda cómo te sentías,

como se sentía la otra persona. Deja que la corriente de afecto y ternura pase otra vez

por tu cuerpo y tu mente. Imprégnate de esa sensación. Siente el bienestar y el deleite

que la situación conlleva. Siente el efecto de est tranquilidad sobre tu cuerpo. Descansa.

Pasaremos ahora a visualizar una escena de descanso en el paisaje más hermoso que

recuerdes haber visto en toda tu vida. Ese lugar maravilloso que te evoca paz, reposo y

serenidad. Donde es posible fundirse con la naturaleza, gozarla…

Obsérvate en ese paisaje, mirándolo, sintiéndolo, gozándolo. Rememora el espacio con

todos tus sentidos: la luz, las sombras, los colores, la humedad, la temperatura, cómo es

tu forma de vestir, tu actitud. Qué olores se sienten. Cómo es el aire, la brisa, la

atmósfera, el cielo…

Deja que tu cuerpo y tu mente se integren ahora en este paisaje. Siente cómo todo tu

cuerpo se impregna de esa sensación de paz y sosiego. Descansa”

En breves minutos es posible reproducir las visualizaciones expuestas, y pasar a un

estado de concentración mental propio de la autohipnosis. Podemos, a partir de ahí,

pasar a visualizaciones más concretas, para solventar problemas personales o para

entrenar habilidades.

1.4.3 Una técnica mixta.

Cuando tengas experiencia en autohipnosis mediante alguna de las técnicas explicadas,

quizá te interese crear tu propia técnica para llegar lo más rápidamente posible al estado

de supe concentración. Te expongo a continuación una técnica mixta, relativamente

rápida, que combina elementos de relajación muscular y de visualización. Insisto en

que, para lograr resultados con esta técnica, debes tener experiencia concreta en cada

una de las técnicas anteriores, y saber perfectamente qué sientes cuando llegas al estado

hipnótico.

Las instrucciones son:

“Vamos a iniciar el ejercicio de relajación hipnótica. En primer lugar vas a provocar un

cansancio ocular. Para ello vas a fijar tu vista hacia arriba, hacia un punto del techo.

Debes notar que estás forzando la vista, hacia arriba y hacia atrás. Ello te producirá, en

pocos momentos, un cansancio en los párpados. Notarás tensión y cansancio sobre los

ojos, y necesidad de cerrar los párpados. Cierra los ojos… Descansa.

Mantendrás la respiración acompasada y profunda. Recuerda que debes inhalar todo el

aire que puedas, y soltarlo cada vez por completo.

Impregna tus brazos y piernas de la sensación de pesadez. Siéntelos pesados, sueltos,

como si cayeran. Comprueba que tus brazos y piernas se notan pesados, como pegados a

la cama o al sillón.

Visualiza la escena de descanso en el paisaje relajante. Concéntrate en los detalles: el

aire, la luz, los colores, los ruidos, los olores…

Deja que la sensación de pesadez en brazos y piernas se transforme en sensación de

relajación, de descanso. Que la pesadez alterne con la ligereza. Sensación de flotación,

de que tu cuerpo reposa mientras tu pensamiento se concentra en la visualización…”