Programa Mundial de Alimentos...alimentos en mano a los más pobres, por lo general mujeres y...

Programa Mundial de AlimentosI N F O R M E a N u a l 1 9 9 8

arriba: En el sur del Sudán, la población lleva la ayuda alimentaria del PMa a sus aldeas tras un lanzamiento desde el aire.Foto: PMa/liz Gilbert.

Portada: El personal del PMa en el sur del Sudán observa cómo se lanzan desde el aire los alimentos tan necesitados.Foto: PMa/Tom Haskell.

Han transcurrido cincuenta años desde la Declaración Universal de Derechos Humanos, yaún se sigue luchando por alcanzar el derecho humano más fundamental, esto es, el derecho a laalimentación. El hambre es una violación de la dignidad humana. Frena el progreso social,político y económico. El hambre y el riesgo de morir de hambre impiden que quienes viven enla pobreza adquieran nuevos conocimientos, adopten nueva tecnología y se beneficien engeneral de las posibilidades que brinda el desarrollo. A menos que rompamos el ciclo delhambre, las próximas generaciones seguirán atrapadas en la misma situación.

Es por ello que inquieta especialmente que, si bien en algunas regiones en desarrollo elhambre y la malnutrición se han reducido notablemente, el número de personas que padecen dehambre crónica en el mundo ha aumentado. Han pasado dos años desde que se celebrara laCumbre Mundial sobre la Alimentación y poco se ha avanzado para cumplir con la principalmeta de tal Cumbre, esto es, que en el año 2015 se reduzca a la mitad el número de personascon desnutrición.

La labor del Programa Mundial de Alimentos es fundamental en la lucha para disminuirel hambre en el mundo. Se reconoce y difunde la función que con tanto éxito realiza elPrograma para hacer llegar alimentos de socorro a las personas que están muriendo de hambreen medio de una crisis. Tal vez se conozca menos cómo el PMA previene y reduce el hambremediante su asistencia para el desarrollo. La pobreza es la causa más universal del hambre. Laasistencia para el desarrollo que brinda el PMA apunta directamente a la pobreza, entregandoalimentos en mano a los más pobres, por lo general mujeres y niños. Es así como el PMA lograun beneficio doble, y probablemente único: ayuda a que los pobres tengan suficientes alimentoshoy, pero al mismo tiempo participa en actividades de desarrollo que les permitirán satisfacersus necesidades alimentarias en el futuro.

Tenemos la obligación de que todos los niños —y no sólo los afortunados— vivan en unmundo que les asegure la salud y la dignidad. Es ésta la visión que tiene el Programa Mundialde Alimentos de la asistencia para el desarrollo. Y esta visión ha de ser una inspiración paratodos nosotros.

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PR ó l O G O

Kofi A. Annan Secretario Generalde la Organización

de las Naciones Unidas

Jacques DioufDirector General de la

Organización de las Naciones Unidas para laAgricultura y la Alimentación

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Para el Programa Mundial de Alimentos, 1998 fue un año de profundos cambios y grandeslogros. Es penoso constatar que el hambre ha batido un nuevo récord en todo el mundo; noobstante, el PMA ha podido alimentar a un número también récord de personas. A lo largo del

año vimos cómo la cara del hambre ibatomando nuevas y alarmantes facetas en todoel mundo. La urgente situación económica enpaíses como Indonesia dejó a una claseurbana entera sin la estabilidad de un trabajo,de un hogar y de una vida familiar,prácticamente de la noche a la mañana. Losdesastres naturales, unidos al cambiomundial del clima, demostraron trágicamentecuán frágil es nuestro dominio del planeta.Nos acompañó también constantemente elllamado de guerra: en Kosovo, en Sri Lanka,en Afganistán, y en África.

Seguimos centrándonos en las mujerescomo ejes del cambio: en 1998, con nuestraayuda alimentaria llegamos a un número sinprecedentes de mujeres y niñas, puesto queasumimos el compromiso de atender primeroa las mujeres. La promoción de la situaciónde la mujer es vital para terminar con elhambre y la pobreza.

UN M E N S a j E d E l ad I R E C T O R a E j E C u T I v a

Catherine Bertini en una guardería en Corea del Norte.PMA/Tom Haskell

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Pese a ello, nuestros logros se vieron opacados por la pérdida de tantos apreciadoscolegas. Doce miembros del personal del PMA murieron violentamente o como consecuencia deaccidentes en 1998. Perdieron su vida tratando de que nuestro mundo fuera mejor. Todoslamentamos enormemente su muerte y deploramos las condiciones peligrosas en que debetrabajar gran parte de nuestro personal. Nos esforzaremos por que esta situación cambie.

El PMA hizo frente a las extraordinarias demandas de 1998. Pusimos en marcha nuestramayor operación de urgencia en Bangladesh para ayudar a un número sin precedentes dedamnificados por las inundaciones, a saber, 19 millones de personas. Lanzamos nuestra primeraoperación de urgencia en la China, una vez más, a raíz de las inundaciones. No escatimamosesfuerzos a fin de prevenir la hambruna en el sur del Sudán y enviamos un avión tras otro conayuda alimentaria, en lo que se convirtió en el lanzamiento por aire de carácter humanitario másimportante de la historia.

Las crisis de 1998 nos muestran lo que debemos esperar del futuro. Más que nunca,al aproximarnos al año 2000, necesitamos la colaboración de nuestras ONG asociadas,de los donantes y de todos los países para cumplir con las nuevas metas. Mientras los desastresnaturales, la pobreza y la guerra sigan afectando a cientos de millones de personas en todoel mundo, será necesaria la ayuda alimentaria. Y el PMA estará allí, como siempre,en primera línea.

Catherine BertiniDirectora Ejecutiva del

Programa Mundial de Alimentos

EN MEMORIA DEL PERSONAL DEL PMA QUE PERDIÓ SU VIDA EN 1998 POR SU DEDICACIÓN A

ALIMENTAR A LOS QUE PADECEN DE POBREZA Y DE HAMBRE.

Ben Acellam, Uganda — 6 de marzo de 1998

Himmi Stemn, Liberia — 28 de mayo de 1998

Ali Hammad El Hag, Sudán — 9 de junio de 1998

Sampson Ohiri Sumain, Sudán — 9 de junio de 1998

William Asiku, Uganda — 8 de julio de 1998

Abby Kawuki, Uganda — 18 de julio de 1998

Mohammed Hashim Basharyar, Afganistán — 18 de julio de 1998

Renato Ricciardi, Burundi — 23 de julio de 1998

Sayed, Essa, Afganistán — 12 de septiembre de 1998

Antonio Martinho, Angola — 15 de septiembre de 1998

Elias Seyala, Angola — 14 de noviembre de 1998

Palle Wisby Pedersen, Kenya — 23 de diciembre de 1998

QUE EN PAZ DESCANSEN.

I n m e m o r i a m

El año 1998 fue decisivo para el PMA. Al aumentar la cantidad y el tipo de crisishumanitarias, el número de personas a las que el PMA prestó ayuda alimentaria fue el mayor ensus 36 años de existencia: 75 millones de personas. En ese año también, por primera vez en másde tres décadas, la ayuda alimentaria de urgencia fue más necesaria en Asia que en África. Seprodujo asimismo otro drástico cambio: el número de damnificados por desastres naturales querecibió ayuda alimentaria superó al de las víctimas de conflictos creados por el hombre.

Sin duda alguna, el fenómeno climáticode El Niño generó millones de víctimas quequedaron indefensas. En Asia, hogares ygranjas se vieron anegados por inundacionesúnicas en la historia; en África, la sequíadevastó las cosechas; en América Central y elCaribe los huracanes destruyeron poblacionesenteras.

Entre tanto, el desplome económico deIndonesia generó una carestía de alimentos ymedicamentos de carácter masivo y convirtióa ciudadanos de clase media en una nuevapoblación de pobres con hambre. Elrecrudecimiento de las hostilidades enKosovo, Angola y Sierra Leona desplazó acientos de miles de personas, cuyos nombresse añadieron a los de millones que ya habíanperdido sus hogares y a quienes losenfrentamientos habían sumido en una situación de vulnerabilidad. El prolongado y constanteconflicto en el sur del Sudán agotó lentamente la capacidad de supervivencia de la población.

A fin de poder responder a las demandas que generaron estos trágicos acontecimientos, elPMA puso en marcha una serie de operaciones de ayuda alimentaria de urgencia. Paralelamente,continuó con los proyectos de desarrollo a largo plazo que brindan a la gente educación,aptitudes laborales y un sentimiento de confianza, elementos indispensables para crearse unlugar en la economía y sociedad de sus países. Gracias a la ayuda de sus socios de ejecución,esto es, las organizaciones no gubernamentales, el PMA logró que millones de personas salierande la "emergencia silenciosa", es decir, el ciclo generacional de pobreza y hambre que resultacasi imposible de romper.

No obstante, al finalizar el año, la Directora Ejecutiva, Catherine Bertini, advirtió de quela inseguridad alimentaria podría aumentar aún más en el próximo año. Las crisis de 1998señalan el camino hacia un futuro en que el PMA, más que nunca, necesitará el apoyoconcertado de la comunidad internacional y de los países donantes para poner freno a la oleadade necesidades.

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La S N u E v a S C a R a S d E l a C R I S I S :P a N O R a M a G E N E R a l d E 1 9 9 8

PMA/Lou Dematteis

En Nicaragua, tras el azote del huracán,un niño espera las raciones de alimentos del PMa.

PMA/Tom Haskell

En 1998, el África Subsahariana siguió recibiendo la mayor parte de la asistencia delPMA, a saber, el 53 por ciento de todos sus gastos operacionales. Sudán, en particular, recibió lamayor atención de los medios en el subcontinente, dado que en su alejado paisaje desértico sedesarrolló una crisis humanitaria de enorme magnitud. (Véase la nota de la página 10.)

Por cuarto año consecutivo, la organización siguió prestando asistencia en gran escala a1,4 millones de víctimas del conflicto de la región de los Grandes lagos (Rwanda, Burundi,Tanzanía, Uganda y la República Democrática del Congo (RDC). La constante inestabilidaddificultó especialmente las operaciones humanitarias: en agosto, los organismos de ayudahumanitaria en la parte oriental de la República Democrática del Congo se vieron obligados asuspender sus actividades; debido a la inseguridad reinante en Rwanda, la cantidad dedesplazados se multiplicó por cinco: entre los meses de agosto y noviembre pasaron a superarlas 500 000 personas.

La labor de rehabilitación y reasentamiento del PMA en Angola se vio paralizada por unnuevo brote de las hostilidades, y la organización tuvo que abandonar sus programas dedesarrollo para volcarse en la ayuda de urgencia. De los 350 000 beneficiarios del PMA enAngola, casi la mitad formaban parte de grupos vulnerables, como huérfanos, víctimas de minasy niños malnutridos.

Los planes de rehabilitación para 1,7 millones de refugiados, repatriados y personasdesplazadas en la región de Liberia (Liberia, Guinea, Sierra Leona, Côte d’Ivoire y Ghana) sevieron también interrumpidos por nuevos conflictos. La ola de violencia en Sierra Leona, quehabía frenado completamente toda labor humanitaria entre julio de 1997 y marzo de 1998,restringió el suministro de socorro a unas pocas zonas. La producción agrícola en todo el campotuvo una vertiginosa caída, y se previó que el país seguiría dependiendo de la ayuda alimentariadurante todo 1999.

En Liberia, el PMA reorganizó la cadena de transporte desde la capital, Monrovia, a losdistintos puntos de entrega. Se rehabilitaron los depósitos portuarios y se instaló un taller parareparar y mantener los 39 camiones con que el PMA opera en el país. La organización puso enmarcha un importante programa de rehabilitación de carreteras y caminos en el noroeste deLiberia, que incluyó unos 250 kilómetros de caminos transitables en tiempo seco entre Gbanbgay Voinjama/Kolahun.

La guerra civil que estalló en Guinea-Bissau en junio desplazó a 350 000 personas, a lasque el PMA suministró raciones alimentarias de urgencia. Se esperaba que gracias al acuerdo depaz de noviembre de 1998 pudieran comenzarse algunas actividades de reasentamiento yrehabilitación, mediante la modalidad de alimentos por trabajo, a fin de restablecer lainfraestructura social, por ejemplo, el agua y el saneamiento, y reanudar actividades como laalimentación en escuelas y las relacionadas con la salud maternoinfantil, que estaban en cursoantes de que estallara el conflicto.

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OP E R a C I O N E S d E E S C a l a M u N d I a l

ÁFRICA SUBSAHARIANA

En la otra página: Mujer y niños somalíes en un refugio temporal tras las inundaciones del río juba;sobrevivieron gracias a los alimentos del PMa.

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En 1998, el PMA y sus organismos asociadosescribieron un nuevo capítulo en la historiahumanitaria al organizar el mayor lanzamientode ayuda alimentaria desde el aire del mundo.La finalidad de tal lanzamiento fue prevenir unahambruna de enormes proporciones en el sur delSudán. Las malas cosechas de principios de año,junto con el recrudecimiento de las hostilidades,habían llevado al país a una grave escasez dealimentos. Como resultado de ello se produjouna hambruna masiva, importantesdesplazamientos de población (alerta temprana

de una crisis de alimentos) y, en muchos casos,muertes. El sur del Sudán necesitaba enormes cantidades de alimentos, y las necesitaba sindemora.

Pero el PMA, trabajando conjuntamente conotras organizaciones de las Naciones Unidas ycon 40 organizaciones no gubernamentales enun consorcio llamado Operación Supervivenciaen el Sudán (OLS), no podía usar transporteterrestre en el sur del país debido a las luchas.Tenía que encontrarse otra solución. Deinmediato, el PMA constituyó un grupo deacción para el Sudán en su sede en Romapara afianzar y aprovechar al máximo losimportantes recursos con que cuenta laorganización en la esfera de la logística,

las comunicaciones y los recursos humanos.Gracias a las orientaciones de dicho grupo, el

PMA aumentó su plantilla local de unas 20personas a más de 100. Se estableció unapresencia permanente del PMA en Ajiep,Panthou, Mapel y Yirol en la región de Bahr ElGhazal del suroeste del Sudán, además de lasbases existentes en Lokichokio y Nairobi(Kenya) y en El Obeid y Jartum (Sudán).

Se incrementó la flota del PMA de cinco a 18aviones, dado que varios países europeosdonaron aviones y personal técnico de susfuerzas aéreas. Entre tanto, gabarras fluvialesprocedentes del norte del Sudán y convoyes queviajaban por carretera desde Koboko (Uganda) yLokichokio complementaron los lanzamientosdesde el aire. En el período más crítico, esto es,entre mayo y septiembre, la ayuda del PMAllegaba a 1,85 millones de personas. El 70 porciento de estas personas se encontraban en BahrEl Ghazal, donde los enfrentamientos fueronmás intensos.

A fines de 1998, más de 130 miembros delpersonal de campo del PMA estaban en el lugarentregando alimentos y supervisando sudistribución. El PMA contó con 12 oficinassecundarias en el sector norte y cinco basespermanentes en el sector sur, y unos 30 equiposmóviles de supervisión. Dichos equipostrabajaron en condiciones ambientalesextremadamente arduas y arriesgaron su vidacada día debido a la situación de guerra. Perodijeron que valió la pena porque sabían quegracias a la ayuda alimentaria del PMA,millones de personas tuvieron una nuevaoportunidad de vivir. El PMA logró que seredujeran las graves tasas de malnutrición dealgunas de las zonas más afectadas, de un 48 porciento a menos del dos por ciento.

Gracias a la generosa respuesta de losdonantes y a la estrecha cooperación de todoslos que intervinieron en la OLS, se evitó que elSudán viviera una catástrofe.

Se evita la hambruna en Sudán

PMA/Liz Gilbert

o P E R a C I O N E S d E E S C a l a M u N d I a l

descarga de alimentos tras un puente aéreodel PMa en el sur del Sudán.

En el África Meridional, las adversas condiciones climatológicas, a saber, tanto sequíascomo inundaciones, disminuyeron la producción de alimentos e hicieron necesaria la ayudaalimentaria de urgencia en Mozambique y Zambia. En Madagascar, las langostas diezmaron loscultivos.

Por su parte, en Somalia, la guerra civil y las luchas entre facciones agravaron los efectosde sequías e inundaciones persistentes. Miles de personas se desplazaron en búsqueda dealimentos en las zonas media e inferior de Shebelle y Jubba. Las lluvias torrenciales de fines de1997 y principios de 1998, que fueron las peores en 36 años, no hicieron sino seguir diezmandola capacidad de producción alimentaria del país. Como resultado, 470 000 somalíes siguen aúncon vida gracias a la ayuda alimentaria del PMA.

No obstante, las perspectivas no fueran tan sombrías como pudo parecer. Algunas zonasde Somalia vivían en relativa paz, y gracias a la notable determinación de las poblacioneslocales de restablecer un cierto sentido de normalidad, el PMA pudo introducir un programa derecuperación y rehabilitación, que abarcó la reconstrucción de pozos, estanques y redes deriego, así como escuelas primarias y clínicas médicas.

En 1998, el PMA prestó asistencia a 1,5 millones de beneficiarios en la región del OrienteMedio y África del Norte. Su labor se orientó en gran medida a fomentar cambios en la políticagubernamental que mejoraran las condiciones de vida de los sectores pobres.

En Egipto, por ejemplo, la ayuda alimentaria del PMA contribuyó a ampliar y estabilizar elsustento de comunidades agrícolas pobres, así como a diversificar las posibilidades degeneración de ingresos. Uno de los proyectos del PMA produjo un cambio radical de la políticade asignación de tierras del Gobierno, que pasó a favorecer a las personas pobres sin tierra,tanto hombres como mujeres.

En Yemen, la ayuda alimentaria del PMA ayudó a que los hogares pobres en zonas conescasas precipitaciones incrementaran su seguridad alimentaria. En Marruecos, consejoscomunitarios y asociaciones de padres participaron en programas de comedores escolaresasistidos por el PMA, como primer paso hacia un control local completo de la alimentación enlas escuelas. En Gaza y la Ribera Occidental, el PMA canalizó la mayor parte de su asistencia alas mujeres y los niños.

Otro logro alcanzado en 1998 se refiere a los cambios en las políticas gubernamentales de laregión tendentes a mejorar la condición social y económica de la mujer. Cabe destacar lossiguientes:

• modificación de los criterios para que las mujeres puedan acceder a créditos en Siria;

• exoneración de los requisitos relativos al tamaño de la tenencia de tierras paraayudar a que las mujeres pobres participen en proyectos de recuperación de tierrasen Jordania y en Siria; y

• garantía de que los cónyuges (generalmente mujeres) adquieran una parte de la asignaciónde tierras en los planes de reasentamiento en Egipto.

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ÁFRICA DEL NORTE Y ORIENTE MEDIO

oP E R a C I O N E S d E E S C a l a M u N d I a l

Si bien Asia siguió siendo el continente que mayor uso hizo de la ayuda alimentaria paraproyectos de desarrollo, las operaciones de tal índole se vieron eclipsadas por las enormes ygraves demandas de ayuda de urgencia, que dieron lugar a las operaciones de urgencia másgrandes del PMA en 1998. Debido a las inundaciones sin precedentes que se produjeron en laregión, el PMA suministró ayuda de urgencia por un total de 164 millones de dólares a 19millones de damnificados por las inundaciones en Bangladesh y a 5,8 millones en China.

Además, en Afganistán, dos fuertes terremotos, uno en febrero y otro en junio, secobraron más de 9 000 vidas. La prioridad máxima fue suministrar artículos de urgencia yrefugio temporal a familias que habían perdido todo, y cuyas reservas de alimentos quedaronenterradas bajo toneladas de escombros y barro. El PMA y sus organismos de socorroasociados, como otros organismos de las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentalesy el Comité Internacional de la Cruz Roja, utilizaron helicópteros para rescatar a lossobrevivientes y transportar a la región afectada suministros de urgencia, tales comomedicamentos, tiendas de campaña y mantas.

Prosiguieron las actividades de alimentación de refugiados y personas desplazadas enAfganistán, Camboya, Myanmar, Nepal, Pakistán y Sri Lanka. En Camboya, el PMA siguiódesempeñando una función primordial en la reconstrucción del país, alimentando a 1,4 millonesde personas, esto es, el 12 por ciento de la población. No había duda en 1998 de que losnúmeros aumentarían, por cuanto los primeros refugiados de guerra empezaban a retornar alpaís desde los campamentos en Tailandia.

En Afganistán, a su vez, se interrumpió una operación del PMA destinada a alimentar a1,25 millones de personas que padecían hambre cuando el personal de las Naciones Unidas tuvoque abandonar el país debido a problemas de seguridad; no obstante, prosiguió en Irán un

programa de alimentación de 99 000 refugiados deguerra de Afganistán e Iraq.

Continuaron asimismo las actividades dereconstrucción en Tayikistán, donde la población pobrecultiva ahora sus propios alimentos en el marco de unproyecto piloto del PMA. Ha sido prioridad del PMAprestar asistencia alimentaria en momentos críticos amadres y niños en Asia, por conducto de proyectos dedesarrollo en India, Pakistán, Bhután y Viet Nam.

Mediante un proyecto piloto, el PMA permitió quemujeres nativas de la India produjeran y vendieran unalimento compuesto especial, empleando una técnicasencilla y de bajo costo. Esta iniciativa ha mejorado lacapacidad de las mujeres, su confianza y su nivel de

ingresos. En Bhután, en donde el paisaje montañoso impide a muchos niños asistir conregularidad a la escuela, el PMA donó productos no alimentarios destinados a mejorar lascondiciones de vida de las niñas en internados, lo cual redundó en un aumento notorio de lastasas de asistencia. En el proyecto de desarrollo de grupos vulnerables de Bangladesh, gracias ala ayuda alimentaria del PMA, las mujeres pobres pudieron capacitarse en la esfera de lageneración de ingresos con el fin de volverse autosuficientes.

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ASIA

PMA/Yasushi Yuge

Escolares en Bhután disfrutando de un almuerzo del PMa.

En la otra página: una mujer de Bangladesh con los alimentos que recibió de una distribución del PMa.


PMA/Tom Haskell

En el Cáucaso, el PMA siguió orientando sus acciones hacia la recuperación, medianteactividades de la modalidad de alimentos por trabajo, como la reparación de edificios, fábricas,pequeñas estaciones de energía hidroeléctrica, caminos, tuberías, y canales de riego y drenaje.Como parte de la estrategia de retirada progresiva en Bosnia y Herzegovina, el PMA siguiócentrándose en actividades de rehabilitación a fin de facilitar la transición de responsabilidad auna estructura de asistencia social del gobierno.

No obstante, al empeorar la crisis en Kosovo, el PMA lanzó una operación de urgenciapara suministrar ayuda alimentaria a 400 000 refugiados y personas desplazadas, muchos de loscuales quedaron atrapados en medio de los enfrentamientos (véase el recuadro de la página 20).

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Corea del Norte: una hambruna a cámara lenta

A medida que se seguían teniendo noticias de la grave escasezde alimentos en Corea del Norte, el PMA mantenía y aumentabalas distribuciones de alimentos que resultaban tan necesarias paralos grupos más vulnerables, entre otros las mujeres, los niños ylos pacientes de hospitales. A fin de evaluar la repercusión de losprogramas de ayuda humanitaria en los niños, el PMA encabezóen 1998 la primera encuesta aleatoria de escala nacional sobrenutrición. Los resultados de dicho estudio fueron una advertenciaen cuanto a la salud de los niños de Corea del Norte y de laspróximas generaciones.

Llevaron a cabo la encuesta 18 nutricionistas del PMA, elUNICEF, la Unión Europea y el gobierno de la República PopularDemocrática de Corea. Durante los meses de septiembre yoctubre de 1998, estos especialistas llevaron un registro de laaltura y el peso de 1 800 niños de entre seis meses y siete años deedad, en ocho de las nueve provincias de Corea del Norte. Sedesprendió de los datos que un 16 por ciento de los niños padecían de malnutrición aguda (comodemostraron las tasas de bajo peso para la estatura y la emaciación) y un 63 por ciento sufría demalnutrición crónica (baja estatura para la edad o retraso del crecimiento). Estas tasas fueron las máselevadas del continente asiático y colocaron a Corea del Norte entre los 10 países con las tasas demalnutrición más graves del mundo.

El estudio, publicado por el PMA en noviembre de 1998, mostró asimismo que había unamalnutrición generalizada entre los niños, en etapas fundamentales de su crecimiento. La inevitableconclusión de ello fue que las capacidades físicas y mentales de esta generación de niños se veríanirremediablemente afectadas.

Ya no quedaba duda alguna de que Corea del Norte estaba sufriendo una “hambruna a cámara lenta”,puesto que las personas iban perdiendo, en grados casi imperceptibles, su lucha prolongada contra elhambre. Sin el programa internacional de ayuda alimentaria, cuyo eje central es el PMA, Corea delNorte podría haber sufrido una verdadera catástrofe.

PMA/Tom Haskell

joven paciente en un hospital de Corea del Norte.

EUROPA Y LA COMUNIDAD

DE ESTADOS INDEPENDIENTES (CEI)


El recrudecimiento de las hostilidades a finales de 1998 obligó a más personas a abandonar sushogares y buscar refugio en países vecinos, por ejemplo, Albania, Macedonia y Montenegro.

Las actividades de socorro de urgencia representaron una proporción en aumento de laasistencia que prestó el PMA en América Latina y el Caribe en 1998: de un dos por ciento delos gastos operacionales en la región en 1996 pasó a un 18 por ciento. En América Central, enparticular, las dos décadas de trabajo de desarrollo del PMA sufrieron un revés importante porlos desastres ocasionados por los huracanes Georges y, sobre todo, Mitch.

Sin embargo, dado que en 1998 el Despacho Regional para América Latina y el Caribe setrasladó a Managua (lo cual constituyó el primer paso de una reorganización interna del PMA),el personal —ahora descentralizado— se encontró en excelentes condiciones para responderrápidamente a la crisis. Cuando el huracán Mitch azotó la zona a finales de octubre, el PMAtenía a disposición reservas de alimentos locales procedentes de programas de desarrollo, que sedistribuyeron inmediatamente a las personas damnificadas por el huracán (véase el recuadro dela página 16).

Paralelamente, el PMA compró alimentos en el lugar y envió por vía marítima 10 000toneladas de maíz a granel -que bastaban para proveer de los cereales necesarios a 700 000familias durante un mes— a Puerto Cortés, en Honduras. Como dicho puerto no estabaacostumbrado a manejar embarques a granel de tal volumen, el PMA envió con el barcounidades de envasado portátiles, que permitieron que se empezara a descargar inmediatamentedespués de que arribara el buque.

Además, en vista de que miles de personas quedaron sin hogar debido a los efectos delhuracán, el PMA empezó a planificar un programa de largo plazo de actividades de alimentospor trabajo para reconstruir los países más afectados, esto es, Honduras, Nicaragua, El Salvadory Guatemala.

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AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

PMA/Lou Dematteis

En esta aldea de indios misquitos en Honduras puede verse el daño que ocasionó el huracán Mitch.

oP E R a C I O N E S d E E S C a l a M u N d I a l

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En la noche del 30 de octubre de 1998,la aldea de Morolica en Honduras desapareciódel mapa. Los embates de viento y lluvia delhuracán Mitch, una de las tempestades másimpetuosas del siglo, arrasaron el lugar.Murieron doce personas y hubo docenas deheridos. El alcalde de Morolica caminó dosdías para conseguir ayuda para los 1 800sobrevivientes que escaparon a tierras másaltas.

Toda América Central, región de por sífrágil desde el punto de vista ecológico, fue elescenario de los azotes del huracán Mitch.Para los agricultores de El Salvador, lo únicoque quedó tras el paso del huracán fuedesesperación, puesto que la crecidaincontrolable de las aguas convirtió laspequeñas granjas de Puerto Caballos ySolimar en barrizales. En Guatemala, loshabitantes de El Triunfo se vieron con el aguahasta el cuello antes de encontrar refugio enlas montañas. La mayor parte de las zonasnorte y oeste de Nicaragua —las zonascafeteras y arroceras— quedaron sumergidasen agua.

Aquí fue donde el PMA pudo hacer unpequeño milagro. En las primeras horasdespués de que azotara el huracán, el personal

de la organización en la región envióalimentos a más de 600 000 damnificados encuatro países. Gracias a los alimentosalmacenados en depósitos locales y asignadospara programas de desarrollo en la región, elPMA distribuyó maíz, frijoles, arroz, aceitevegetal, azúcar, legumbres secas, pescado enconserva y un complemento nutricionalespecial de trigo y soya para los niños. En loscasos en que fue necesario se recurrió altransporte aéreo de urgencia.

Gracias al aspecto de desarrollo delmandato del PMA, se salvaron o se facilitó lavida de miles de personas tras el embate delhuracán. Los alimentos bastaron para unas dossemanas, margen ideal para que el PMApudiera montar una operación de urgenciacompleta.

Antes del azote del huracán, se estabanllevando a cabo en América Centralprogramas de desarrollo en la esfera de laconservación de tierras y de agua, así comoactividades agroforestales, con el fin de quelas familias se volvieran más autónomas ygozaran de mayor seguridad alimentaria. ElPMA distribuyó asimismo complementosnutricionales para los niños y los gruposvulnerables. Actividades de esta índole fueron

el motor que permitió el lento peroconstante progreso de América Centralhacia el equilibrio social y económico.

No obstante, dado que en pocos díasel huracán Mitch hizo que la regiónvolviera al estado en que se encontraba dosdécadas atrás, el PMA ha renovado susesfuerzos de desarrollo en AméricaCentral. El PMA está ayudando, casa porcasa y granja por granja, a volver aconstruir una región en la que ha estadoasociado con la gente por más de 20 años.

SOCORRO INMEDIATO

TRAS EL HURACÁN MITCH

PMA/Tom Haskell

las familias pudieron seguir alimentándosedespués del huracán Mitch.

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El año 1998 fue también trágico para el PMA: 12 miembros de su personal perdieron lavida, en distintos países del mundo, en actos de violencia o accidentes. Sus muertes, elmayor número en un solo año en la historia de la organización, elevaron a 48 el númerototal de personal del PMA asesinado o que murió debido a enfermedades o accidentesrelacionados con el trabajo desde 1988.

En noviembre se celebró en la sede en Roma un acto conmemorativo en memoria dequienes murieron por causa de luchas y violencia sin sentido. La sala desbordaba depersonal, y muchos se pusieron de pie para rendir especial homenaje al coraje de todoslos miembros del personal del PMA que arriesgaron su vida para hacer llegar alimentos alas víctimas de la guerra. Se colocó una placa conmemorativa con los nombres de laspersonas fallecidas en el vestíbulo del edificio.

Los peligros que tuvo que afrontar el personal del PMA en 1998 fueron, entre muchosotros, los siguientes:

• En el Sudán: dos miembros del personal del PMA tuvieron que escapar corriendocuando milicianos armados atacaron un lugar de distribución de alimentos lleno de gente,saquearon las reservas e incendiaron todo lo que quedaba. Antes de irse, los milicianosarrojaron los cuerpos de las víctimas a la pila de alimentos en llamas.

• En Afganistán: se disparó a un avión utilizado por el PMA para operaciones de socorroa raíz de los terremotos, cuando aterrizaba en Faizabad.

• En Rwanda: una mina detonó debajo de uno de los camiones de un convoy dealimentos del PMA.

• En Angola: los rebeldes abrieron fuego en noviembre sobre un convoy del PMA ypersonal de una misión de observadores de las Naciones Unidas, lo cual ocasionó la muertede uno de los conductores contratado para la misión MONUA. En diciembre, se derribó unavión C-130 fletado por MONUA cerca de Huambo, y murieron las 14 personas que iban abordo. Una semana más tarde, se derribó otro C-130 fletado por MONUA, lo que ocasionóla muerte a nueve personas, entre las cuales estaba un monitor de vuelo del PMA.

En respuesta al aumento de la violencia contra los miembros de su personal, el PMAconstituyó un grupo de acción especial encargado de incrementar las medidas deseguridad. Se planificó poner en marcha en 1999 un programa de formación en temas deseguridad destinado a todo su personal. Tal capacitación, que complementa un programallevado a cabo por el Coordinador de Medidas de Seguridad de las Naciones Unidas(UNSECOORD) aborda temas como la seguridad en la ruta, las comunicaciones sobre elterreno, las situaciones de estrés, la seguridad de convoyes y campos de aviación y losprimeros auxilios. Los países que aceptan la ayuda del PMA han también de aceptar que laseguridad del personal del PMA no es negociable. El PMA suspenderá sus operaciones enun país dado si se pone a su personal en situaciones de gran peligro.

M U E R T E E N L A F A M I L I A D E L P M A

Explosión de bombas lanzadas por aviones de caza en la pista de aterrizaje de Bamyan(afganistán), en el momento en que un avión con personal del PMa toma tierra.

PMA/Fayyaz Shah

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En 1998, la madre naturaleza causó

enormes estragos azotando con huracanes e

inundaciones, terremotos y sequías. Pero lo

que resulta aún más grave es que los daños

causados por el clima se vieron muy

acentuados por la degradación ambiental

ocasionada por el hombre, lo cual plantea

alarmantes consecuencias para el futuro.

El PMA desempeñó una función central

tras tres de los mayores desastres, a saber, las

inundaciones en China y Bangladesh y el

huracán Mitch en América Central. En todos

estos casos, los sectores pobres de la

población fueron los que más sufrieron, los

que más necesitaron alimentos, alojamiento y

ayuda para rehacer sus vidas.

En China, las constantes lluvias entre

marzo y septiembre provocaron las peores

inundaciones del río Yangtze desde 1954.

Murieron más de 3 000 personas, quedaron

destruidos más de cinco millones de hogares y

fueron desplazadas más de 223 millones de

personas, es decir, una quinta parte de la

población de la China. El PMA lanzó su

primera operación de socorro de urgencia en

China, mediante la que pidió 90,9 millones de

dólares para asistir a 5,8 millones de personas.

Los efectos de las inundaciones fueron

E L S A Q U E O D E L A N A T U R A L E Z A

PMA/Lou Dematteis

un campo de sorgo en Nicaragua queda reducido a barro tras el azote del huracán Mitch.

19

aún más dañinos puesto que la cuenca del río

Yangtze había perdido el 85 por ciento de los

bosques debido a la excesiva tala de árboles y

al desarrollo. Algunas provincias han

aprovechado la experiencia de este desastre y

ahora han prohibido la tala en zonas frágiles,

han cerrado empresas madereras e iniciado

campañas de reforestación.

En Bangladesh, las inundaciones

tuvieron sumergidas dos terceras partes del

país bajo agua durante más de dos meses. El

índice de destrucción incluyó 600 000

hogares, 300 000 toneladas métricas de arroz,

más de 9 000 kilómetros de caminos y 4 150

kilómetros de terraplenes de protección contra

las inundaciones. El PMA respondió con una

operación de socorro por valor de 76,2

millones de dólares destinada a casi 20

millones de personas, lo cual representó el

mayor número de beneficiarios de una sola

operación de urgencia en la historia de la

organización.

A fines de octubre, el huracán Mitch —

que los científicos describieron como el

huracán más destructivo que jamás haya

azotado al hemisferio occidental —

provocó la muerte o la desaparición de

por lo menos 14 000 personas en

América Central y dejó 12 000 heridos.

Las pérdidas económicas se estimaron

en 5 000 millones de dólares; se

dañaron o destruyeron entre un 30 y un

80 por ciento de los cultivos.

El huracán Mitch encontró

campo fértil para la devastación debido

a la magnitud de la deforestación en la zona.

El cultivo excesivo de las tierras por parte de

pequeños agricultores provocó

desprendimientos, y la falta de una ordenación

adecuada de las cuencas hidrográficas

favoreció las inundaciones. Los sectores

pobres, que viven en zonas de gran riesgo,

como las riberas de los ríos y los barrancos,

vieron como el huracán arrasaba con sus

casas, y con los progresos en la esfera del

desarrollo social y económico que tanto

costaron al país. Y esto sucedía en una región

en donde la mayoría de la población ya vivía

en condiciones límites. El PMA pudo

responder rápidamente a la crisis. Se

desviaron reservas de alimentos de programas

de desarrollo en la región para alimentar a los

damnificados. Además, el PMA hizo un

llamamiento para una operación de urgencia

de seis meses por un total de 62 millones de

dólares destinados a 1,1 millones de personas

en Honduras, Nicaragua, El Salvador y

Guatemala. Sin ayuda de urgencia, estas

personas hubieran corrido un grave riesgo

nutricional.

llegada de alimentos de socorro por helicópteropara los damnificados por los terremotos en afganistán. PMA/Bronek Szynalski

20

En marzo de 1998 estallaron las

hostilidades entre las autoridades de la

República Federativa de Yugoslavia y la

población de origen albanés de la provincia

de Kosovo. Las luchas provocaron la huida

de los albanokosovares a países vecinos.

En un principio fueron cientos los

desplazados, pero a medida que transcurría

el año, los números se elevaron a miles.

Esto fue sólo el preludio del éxodo masivo

que se produciría al año siguiente, que

generó la crisis de refugiados de mayor

envergadura en Europa desde la Segunda

Guerra Mundial.

A fin de manejar el curso de la crisis de Kosovo en 1998, el PMA amplió

su oficina en la República Federal de Yugoslavia a la vez que mantuvo un

programa en curso para refugiados de las guerras en Croacia, Bosnia y

Herzegovina, y en la República Federativa de Yugoslavia. Como parte de la

estrategia de retirada progresiva de Bosnia y Herzegovina, prevista para

junio de 1999, el PMA siguió centrándose en actividades de rehabilitación de

modo que pudiera facilitarse una transición de responsabilidades a la

estructura de asistencia social del gobierno.

KOSOVO:

EL NACIMIENTO

DE UNA CRISIS

DE REFUGIADOS

EN EUROPA

21

Aún así, adelantándose a la posibilidad de un recrudecimiento de la

crisis de refugiados, el PMA almacenó reservas para imprevistos en Bosnia

y Herzegovina y en Croacia, además de dejar ubicados alimentos en Albania,

Montenegro y Kosovo. Así, pudo transportar productos en un plazo de 72

horas a fin de cubrir las necesidades generadas por los grandes

desplazamientos de población en la región. Al mismo tiempo, proseguían las

distribuciones de alimentos en Albania, Montenegro y la República

Federativa de Yugoslavia.

PMA/Marco Di Lauro

Más de 300 000 personas desplazadas dentro del país fueron asistidas por el PMa:mujeres de Kosovo en una tienda de campaña cerca de Pagarusa.

22

LAS NIÑAS VAN A LA

ESCUELA EN BENIN

Georgette Dakodo tenía tan sólo siete años

cuando sus padres la sacaron de la escuela en la aldea

donde vivían en Benin. Su futuro: casarse muy joven y

pasarse la vida cumpliendo arduas tareas domésticas

y teniendo hijos. No podría leer, escribir ni hacer una

sencilla operación aritmética.

Sin embargo, la vida de Georgette cambió el año

pasado. Con 11 años, tenía un futuro totalmente

diferente por delante. Georgette iba nuevamente a la

escuela y era la quinta de su clase. Estaba decidida a

terminar sus estudios, graduarse y, algún día lejano,

ser enfermera y trabajar en un hospital.

Georgette tuvo la oportunidad de acceder a una

vida mejor gracias al PMA y a su proyecto piloto de

escolarización de niñas en Benin. El PMA suministró a sus padres con regularidad

raciones para llevarse a casa de arroz y aceite para cocinar; por su parte, los padres

convinieron en mandarla de nuevo a la escuela.

Estas raciones para llevar a casa han sido uno de los grandes éxitos del ambicioso

proyecto básico del PMA de promoción de la igualdad de género. Tras la aplicación del

primer programa en Pakistán en 1994, empezaron a surgir otros, en todo el mundo, con

frecuencia en escuelas en las que el PMA ya ofrecía una comida diaria a los niños.

El proyecto en Benin, por ejemplo, fue iniciado por un oficial del PMA inspirado

por los resultados de otro programa similar en Marruecos. Eligió 10 escuelas en aldeas

donde la matrícula de niñas era particularmente baja, a saber, por debajo del 30 por

ciento, o menos de una en cuatro. Una vez que el PMA comenzó a dar alimentos a los

padres como incentivo, la cantidad de niñas que empezó a ir a la escuela registró un

drástico crecimiento; en un caso hubo un aumento del 280 por ciento. (En la clase de

Georgette hay ahora más niñas que niños.) De las 768 niñas que se matricularon por

primera vez, el 92 por ciento mantuvo la elevada tasa de asistencia requerida por el

proyecto.

El proyecto del PMA se suma a los esfuerzos que están realizando las autoridades

nacionales a fin de eliminar viejas barreras culturales. Muchos padres dicen incluso

que sus hijas seguirán yendo a la escuela aún cuando ya no reciban raciones. Las

madres ya no ven la educación de sus hijas como una pérdida de tiempo y dinero sino

como un paso hacia una mejor calidad de vida para todos.

Desde un inicio, las raciones para llevar a casa han funcionado, casi como por

magia, como una manera de que las niñas puedan ir a la escuela. Cuando comenzó el

primer programa del PMA en 1994 en Pakistán, la matrícula de niñas aumentó hasta un

95 por ciento. Se han registrado estadísticas similares en otras partes, como en Ghana,

Níger, Uganda y Chad. El PMA está haciendo germinar conocimientos en las niñas.

PMA/Yves Kaza

Georgette dakodo quiere ser enfermera.

A N E x O S

Cantidad de países en los que hay operaciones del PMA: 80

Plantilla del PMA: 5 021 empleados

Porcentaje de personal sobre el terreno: 80,6%

Contribuciones totales al PMA: 1 700 millones de dólares

Cantidad de países y organizaciones que hicieron contribuciones al PMA 50

Cantidad total de alimentos enviados: 2 825 000 toneladas

Gastos totales en alimentos y otro tipo de asistencia: 1 200 millones de dólares

en 1998: 36%

Participación del PMA en la ayuda alimentaria mundial: en 1993: 22%

en 1990: 15%

E l P M a E N C I F R a S

24

Cantidad de personas que recibieron alimentos u otro tipo de asistencia humanitaria del PMA en 1998: 75 millones

Víctimas de conflictos provocados por el hombre: 16,3 millones

Damnificados por desastres naturales: 40,1 millones

Beneficiarios de programas de desarrollo: 18,4 millones

25

PRINCIPALES DONANTES1DEL PMA POR TIPO DE CONTRIBUCIÓN CONFIRMADA EN 1998

(mil

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26

GASTOS OPERACIONALES DEL PMA

1POR PAÍSES, REGIONES Y TIPOS DE PROYECTOS 1995-98

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Especiales

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1 46

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1 933

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01 41

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28 352

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1 997

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00

00

00

Bolivia

6 33

30

432

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3 96

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00

177

10 942

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70

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1 37

70

01 377

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00

0133

(11)

00

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90

00

9

Chile

00

00

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00

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00

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1 995

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Total

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1 9982

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Socorro

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Especiales

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1 997

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Especiales

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1 29

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00

00

430

00

0430

00

00

00

00

00

St.

Luc

ia55

70

0557

947

00

0947

00

00

00

00

00

Saint V

ince

nt y las

Grana

dina

s0

00

046

20

00

462

00

00

00

00

00

TOTAL REGIÓN

84 801

1 757

2 594

89 153

57 178

1 184

02 594

60 957

46 105

5 647

0989

52 742

49 259

11 323

03 270

63 853

ÁFRICA DEL NORTE Y ORIENTE MEDIO

Arg

elia

04 82

039

75 218

06 11

50

323

6 439

089

70

79976

04 51

60

464

4 981

Egipto

7 42

90

787 508

1 73

10

039

1 770

6 19

60

00

6 196

4 22

50

01 12

55 351

Gaz

a/Ribera oc

cide

ntal

910

178

661

1 750

1 43

850

00

134

2 073

1 71

321

10

(12)

1 911

4 55

15

00

4 557

Irán

04 09

90

4 099

02 12

20

402 162

03 73

50

03 735

03 29

90

03 299

Iraq

(*)

023

775

2 78

026 556

045

974

069

746 672

018

907

11 169

7 52

737 605

06 77

813

305

6 75

926 843

30



(mil

es d

e dó

lare

s)

1 995

Desarrollo

Socorro

Extrapresu-

Total

puestarios

1 9982

Desarrollo

Socorro

Operaciones

Fondos

Total

Especiales

Fiduciarios4

1 997

Desarrollo

Socorro

Operaciones

Fondos

Total

Especiales

Fiduciarios4

1 996

Desarrollo

Socorro

Operaciones

Fondos

Total

Especiales

Fiduciarios4

Jord

ania

5 43

50

155 450

5 48

70

023

5 510

4 82

4(4

0)0

(14)

4 769

1 99

00

00

1 990

Líban

o2 17

90

02 179

1 17

50

00

1 175

00

00

00

00

00

Mar

ruec

os1 98

30

182 001

689

00

0689

4 31

40

00

4 314

407

00

0407

Siria, R

epúb

lic Árabe

13 744

(33)

013 710

6 61

9(1

9)0

116 611

10 519

00

010 519

5 75

60

00

5 756

Tún

ez3 87

20

03 872

5 35

00

00

5 350

2 79

20

05

2 798

(88)

00

0(88)

Turq

uía

439

(1)

0438

346

40

0350

20

00

20

00

00

Yem

en4 22

21 19

713

5 433

8 65

315

20

174

8 979

9 63

963

90

010 278

5 17

168

40

(1)

5 853

TOTAL REGIÓN

40 213

34 035

3 962

78 214

31 488

54 848

01 441

87 780

39 999

24 349

11 169

7 585

83 103

22 012

15 282

13 305

8 347

58 949

TODAS LAS REGIONES

340 844

613 924

141 644

1 096 412

279 091

737 655

18 457

31 124

1 066 328

332 691

703 366

20 653

11 077

1 067 787

254 315

915 504

34 111

23 919

1 227 849

OTROS5

249

10 982

13 359

9 697

TOTAL GENERAL

1 096 661

1 077 309

1 081 146

1 237 546

1No se

inc

luye

n los co

stos

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inistrativos

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duciario

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2Cifras pr

ovisiona

les.

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4Los

gas

tos en

el ap

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laterales, el pr

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5Gas

tos op

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La cifras

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(*)

La cifras

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l Con

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ione

s Uni

das, relativa al A

cuerdo

de “a

lim

ento

s a ca

mbi

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petró

leo”

.

JUNTA EJECUTIVA DEL PMA, 1998

Estados Miembros

Miembros de la MesaSra. María Eulalia Jiménez, El Salvador, Presidenta

Sra. Laurie Tracy, Estados Unidos de América, Vicepresidenta

Sr. Mohammad Mejbahuddin, Bangladesh

Sr. Gebrehiwot Redai, Etiopía

Sr. Lubomir Micek, Eslovaquia

AlemaniaAngolaArabia SauditaArgeliaAustraliaBangladeshBélgicaBrasilBurundiCamerúnCanadáChina

CubaDinamarcaEl Salvador EslovaquiaEstados Unidos de AméricaEtiopíaFederación de RusiaFinlandiaIndiaIndonesiaIrán (Rep. Isl. del)Japón

JordaniaMéxicoPaíses BajosNigeriaNoruegaPakistánParaguaySenegalSierra LeonaSueciaSuizaTúnez

PAÍSES EN LOS QUE SE LLEVARON A CABO ACTIVIDADES DESOCORRO Y DE DESARROLLO DEL PMA EN 1998

PMA

PMA/Lou Dematteis

Si desea más información, consulte nuestro sitio Web: http://www.wfp.orgo comuníquese con el:

Servicio de Asuntos Públicos, PMAVia Cesare Giulio Viola, 68/70 - 00148 Roma, Italia - Tel.: +39-066513-2612 • Fax: +39-066513-2840

Correo electrónico: [email protected]

ISSN 1020-3753 P

9914/S1,700/7.99

Programa Mundial de Alimentos...alimentos en mano a los más pobres, por lo general mujeres y...

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