Profetas en su tierra. El libro de la Covilpi

34
UNA HISTORIA DE LUCHA Y CONQUISTA POPULAR, POR EL DERECHO A LA CIUDAD PARA TODOS AUTOGESTIÓN . AYUDA MUTUA . PROPIEDAD COLECTIVA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y PROTAGÓNICA Araoz de Lamadrid 208/210 esq. Ministro Brin, La Boca Contacto: [email protected] COVILPI

description

Una historia de lucha y conquista popular, por el derecho a la ciudad para todos. Autogestión - Ayuda Mutua - Propiedad Colectiva - Democracia Participativa y Protagónica

Transcript of Profetas en su tierra. El libro de la Covilpi

1

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

UNA HISTORIA DE LUCHA Y CONQUISTA POPULAR,POR EL DERECHO A LA CIUDAD PARA TODOS

AUTOGESTIÓN . AYUDA MUTUA . PROPIEDAD COLECTIVADEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y PROTAGÓNICA

Araoz de Lamadrid 208/210 esq. Ministro Brin, La Boca Contacto: [email protected] COVILPI

PROFETASEN SU TIERRA

UNA HISTORIA DE LUCHA Y CONQUISTA POPULAR,POR EL DERECHO A LA CIUDAD PARA TODOS

AUTOGESTIÓN . AYUDA MUTUA . PROPIEDAD COLECTIVADEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y PROTAGÓNICA

3

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

SUMARIO

4 A modo de humilde prólogo.

6 Reflexiones de Lito Borello, CTEP - Los Pibes

8 Primeros pasos: La lucha por la Ley 341 de la C.A.B.A.

12 La Jefatura de Gobierno, en manos del pueblo. La intimidad de la lucha: Jornada del 18 de Marzo del 2002.

15 El proyecto COVILPI: Una maravilla como botón de muestra (por Jaime Sorín).

17 Nuestro Arquitecto.

18 Diagnóstico: Situación habitacional, un derecho pendiente.

20 Una iniciativa del barrio de La Boca- La Ley 2240.

22 Epílogo de un comienzo.

23 La CTEP

25 Patricia Maidana, actual Presidenta de la Cooperativa.

26 Sandra Espinoza, ex Presidenta.

28 Marta Sanagua, ex Presidenta.

28 Alicia Díaz, ex Presidenta.

29 Nuestras visitas: Frases que nos dejaron algunos visitantes de Covilpi

4

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

A MODO DE HUMILDE PRÓLOGO

Por y para los sin tierra ni techo.

Techo: del latín tectum y éste a su vez del verbo tegere con significado de recubrir, cubrir, proteger. Del significado de una palabra tan simple y cotidiana como techo surgen infinidad de conjeturas posibles. Una persona sin techo está básicamente desprotegida. Está a mer-ced de las inclemencias del clima, de la geografía, de la fauna del lugar, de las característi-cas socioculturales y de infraestructura del medio en donde habita. Hábitat: es el ambiente que ocupa una población biológica. Es el espacio que reú-ne las condiciones adecuadas para que la especie pueda residir y reproducirse, perpetuan-do su presencia. De donde surge que la vivienda es un derecho humano básico, a escala planetaria, como lo refleja, hace ya muchos años la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 15 inciso 1, donde dice: Toda persona tiene derecho a un nivel de vida ade-cuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimen-tación, el vestido, la vivienda… Pero debemos dejar claro que la palabra vivienda debe incluir, aunque no esté se-guida del adjetivo “digna”, todas las características necesarias para garantizar la “perpetui-dad de la especie”. Diríamos hoy, con un lenguaje menos académico pero más acorde a los tiempos y luchas de nuestra región, una vivienda que garantice el “Sumak Kawsay” o prin-cipio del buen vivir, claramente expresado por el compañero Evo Morales, en diciembre de 2012, en la presentación del “Manifiesto de la Isla del Sol”. Acordado universalmente este principio, cada Estado o Nación debe establecer los mecanismos para que se cumpla tan digno y soberano derecho. Y es aquí donde comien-zan los conflictos: mientras las clases dominantes siguen multiplicando sus ganancias a costa de las mayorías, dentro de estas, los sin techo del mundo sufrimos la falta de este derecho vital. Como en muchos otros países, en la Argentina y particularmente en la Ciudad Au-tónoma de Buenos Aires, los sectores de poder deciden cuánto de la riqueza producida por todos los trabajadores con los recursos naturales debe volver para satisfacer nuestras necesidades mínimas. Y también deciden cómo deben ser satisfechas estas necesidades, con qué productos y con qué calidad de ellos; acumulando los excedentes colectivos y convirtiéndolos en lujos exclusivos para unos pocos. Esto es así aún en aquellos países del mundo, como el nuestro, donde el esquema de desarrollo social está basado en el aporte del Estado.

5

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

Revolucionar no significa otra cosa que no sea subvertir este orden establecido. Es decir que todos los habitantes de un territorio, en forma organizada, tomemos las de-cisiones de los destinos, del reparto y la aplicación de las riquezas que nosotros mismos producimos, garantizando en forma colectiva, todos los derechos de todos entre ellos el de la vivienda digna. Planteado de este modo, la Ley 341 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (pu-blicada en el Boletín Oficial Nº 928 del 24 de abril de 2000) es a las claras revolucionaria y subversiva. Tanto en su génesis —pues fue parida por la lucha en las calles y la reflexión teórica de decenas de organizaciones, entre ellas la Organización Social y Política Los Pibes (O.S.y P.L.P.)— como en la forma originalmente prevista para su aplicación concreta. Es aquí donde encontramos la explicación de porqué ha sido resistida, aún por gobiernos y funcionarios caratulados como “progresistas” que han llegado a estratos im-portantes en el Gobierno de la Ciudad, y por qué, a la hora de su reglamentación, se han dictado normas que les permitieron deformar, de alguna manera, lo establecido desde el “espíritu” de la ley. Permitir e impulsar que el pueblo se organice, que las “organizaciones libres del pueblo” administremos los fondos del erario público, decidamos cómo gastarlo, cómo diri-gir las obras, qué materiales utilizar y dónde comprarlos, cómo elaborar el diseño arquitec-tónico que responda a nuestras necesidades y costumbres culturales —evitando la inter-vención de algún funcionario en los caminos del dinero de tod@s— es lo que establece y promueve esta, para algunos, “polémica ley”. En clara sintonía con la proclama del Papa Francisco en su encuentro con los Movi-mientos Populares del Mundo, “Tierra, Techo y Trabajo (las tres T) en armonía con la Lucha por la Paz y el cuidado de la Naturaleza”, la Cooperativa de Vivienda Los Pibes (CO.VI.L.PI.)viene a demostrar que esto hoy es una realidad palpable y que esta posibilidad abre las puertas para hacer realidad las palabras del enorme Comandante Fidel Castro Ruiz: “Otro mundo es posible”.

Por tanto, podemos concluir que la COVILPI es Revolucionaria y subversiva. El único final posible de la lucha es la victoria y hacia allí avanzamos. He aquí nuestra humilde historia contada por los protagonistas.

Cooperativa de Vivienda Los Pibes Marzo de 2015

6

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

REFLEXIONES DE LITO BORELLO Secretario de Vivienda y Hábitat Popular de la CTEP Coordinador Nacional de la Organización Social y Política Los Pibes

Aporto estas palabras que no son mías, sino que son apenas una parte del cuerpo de ideas que hemos construido en la lucha en estos últimos 20 años desde las organizacio-nes territoriales. El trabajo encarado por nuestra Organización, a través de su Cooperativa de Vivienda Covilpi, pone en valor el papel que juegan las organizaciones populares a la hora de buscar soluciones a los problemas que atraviesa la sociedad. Hoy la Patria Grande transita una nueva oportunidad histórica. Podemos decir que nuestra casa hoy es Nuestramérica, también podemos decir que la lucha por cada vivienda es la lucha por el hábitat, por el derecho de los sectores humildes a vivir las ciudades. Otro mundo es posible y las luchas reivindicativas son vehículos que nos acercan a los nuevos paradigmas de las sociedades que estamos construyendo. En un contexto donde la concentración económica y la especulación inmobiliaria llevan a la expulsión de los sectores populares de las áreas centrales, es la sociedad orga-nizada la que pone límites a la expansión del capital y demanda respuestas de un Estado que garantiza los negocios privados en detrimento de los derechos que, paradójicamente, debe hacer cumplir por hallarse explícitamente detallados en la Constitución. Pero como hace más de un siglo cantara Martin Fierro:

“en su boca no hay razonesaunque la razón le sobre,

que son campanas de palolas razones de los pobres.”

Para que la campana suene, los pobres de los que hablaba Martin Fierro hemos aprendido que nos tenemos que unir, organizar y movilizar constantemente. Este aprendizaje está en la gestación misma de nuestra organización y de la Covil-pi. Y seguramente nos seguirá acompañando en cada iniciativa que continúe el trabajo que iniciamos aquel invierno del ‘96. La decisión de participar activamente en la construcción, no ya de una casa o de un conjunto habitacional, sino de una Ciudad, un País, una Región, una Sociedad nuevos, es un atributo que hemos recuperado después de la larga noche iniciada con la dictadura del ´76, continuada durante la etapa formal de la democracia, y profundizada con la década neoliberal. Este es el mejor aporte que podemos hacer, más allá de treinta y tres unidades de vivienda nuevas (número que se pierde frente al déficit de más de cien mil viviendas, sin

7

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

contar el hacinamiento, que afronta la Ciudad de Buenos Aires y que crece cada año). Este es también el compromiso que asumimos ante nuestros compañeros que dejaron la vida en el camino. La lucha que llevan adelante la Covilpi y sus cooperativistas no concluye al terminar la obra y las casas. Desde la filosofía de la autogestión la cooperativa seguirá construyendo y aportando en la arquitectura de una democracia participativa y protagónica. Como un instrumento cotidiano de la transformación para hacer realidad el Buen Vivir. Aquellos que pretenden silenciarnos y silenciar nuestras campanas, son los que hoy se enseñorean en el Gobierno de la Ciudad. Estará en nosotros profundizar las políticas que nos lleven a concretar los anhelos de una Patria Justa, Libre y Soberana.

En las calles, la organización lucha, conquista y defiende.

En La Boca, las paredes cuentan la historia popular.

8

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

PRIMEROS PASOS: LA LUCHA POR LA LEY 341 DE LA C.A.B.A.

La Cooperativa de Vivienda Los Pibes -COVILPI-, no es ajena al problema de vivien-da que afecta al barrio de La Boca en particular y a la Ciudad de Buenos Aires en general. Los miembros de la cooperativa somos, en su mayoría, integrantes de la Organiza-ción Social y Política Los Pibes. Todos padecemos este problema y, a través de estos años, fuimos buscando soluciones y alternativas para resolverlo. Muchas organizaciones barria-les, desde el año 1996, nos reunimos con otras familias que iban a ser desalojadas y comen-zamos a peticionar a las autoridades de aquel momento.

Zanchetti, una de las primeras sedes de Los Pibes, a 50 metros de Covilpi

Realizamos movilizaciones, ollas populares y cortes de calles, logrando en el trans-curso del año 1997 que la Comisión Municipal de la Vivienda (C.M.V.) reglamentara la reso-lución Nº 525 —operatoria de créditos hipotecarios blandos para familias de escasos recur-sos—. Esta ordenanza nos permitió conquistar las primeras cinco viviendas colectivas. Esta

9

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

operatoria tenía serias limitaciones: los créditos no incluían la refacción de las viviendas, no se contemplaba a las familias como integrantes de organizaciones, y la compra se realizaba como condominio. Pasaba el tiempo y los trámites no avanzaban, estaban siempre “cajoneados” en algún escritorio. Tanto es así que, para obtener los dos primeros créditos, nuestra orga-nización decidió —junto con las organizaciones que allá por el año ‘98 integrábamos la Mesa de Enlace Barrial de la Boca— ocupar la delegación municipal (actual C.G.P.) corres-pondiente al barrio. Con esa primera “toma pacífica” logramos que dos funcionarios del organismo de vivienda se hicieran presentes con la aprobación de los créditos. Con la participación organizada de los sectores populares empezamos a cuestio-nar la transferencia de los fondos de la C.M.V., a diseñar, gestionar y controlar las políticas de vivienda de una sociedad en busca de una democracia más participativa y más protagó-nica. Todo esto a pesar de los funcionarios que fueron quedando de los sucesivos gobier-nos desde la dictadura hasta ese momento; “burócratas” que iban poniendo palos, piedras y todo lo que encontraban a mano para intentar detener el avance del pueblo. Frente a esta realidad, continuamos con la pelea para darle a la ordenanza un es-calón jurídico más alto. Necesitábamos que el crédito incluyera el desarrollo de proyectos que transformaran inmuebles que se encontraban en pésimas condiciones en futuras vi-viendas dignas. Para conseguir todo esto, seguimos la confrontación, demostrando que éramos capaces de elaborar propuestas. Comenzamos a reunirnos con los legisladores e hicimos valer nuestras opiniones, todas ellas obtenidas en nuestra práctica. Ya conocíamos todas las falencias y muchas de estas opiniones fueron volcadas en la redacción de lo que sería la Ley 341. En todo este proceso, nos dimos cuenta de nuestra capacidad; es decir, la capaci-dad de un pueblo organizado para también elaborar leyes. Lo que pasó es que la C.M.V. (hoy Instituto de la Vivienda de la Ciudad: I.V.C.) luego reglamentaría la ley a su convenien-cia, y el espíritu de una ley construida con participación popular fue tergiversado. (1)

A pesar de este panorama poco alentador, desde la organización Los Pibes logra-mos adquirir 5 inmuebles más para otras 21 familias. Esto nos llevó a pensar: ¿Por qué no edificar nuestra propia vivienda, desde las bases?. Así, en el año 2003, decidimos formar nuestra primera cooperativa. Y el primer paso fue juntarnos con diferentes familias con problemas de vivienda y dispuestas a luchar. En aquel momento nuestra organización funcionaba en la sede social de Lamadrid 1053 —adquirida en octubre de 2001—, y como el espacio resultaba chico para que 200 fami-lias asistieran semanalmente a las asambleas, nos prestaron un galpón ubicado en Pedro de Mendoza 1407. Observamos allí que en el fondo del lugar había un lote desocupado,

(1) Aprovechemos para aclarar que el I.V.C. es, entre los institutos de vivienda de todo el país, el de menor ejecución de viviendas por año, a la vez que, paradójicamente, es uno de los más grandes en personal y en presupuesto.

10

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

casi un baldío; inmediatamente iniciamos las averiguaciones y así pudimos comprobar que estaba en venta. En febrero de 2003, presentamos el proyecto en la C.M.V. para la compra del terreno. Conformamos nuestra cooperativa el 8 de marzo del 2004 y fue nombrado Presidente Martín “El Oso” Cisneros (ver cuadro aparte). La aprobación del proyecto nos llevó más de un año. Ese fue el primer año de la COVILPI; año de luchas, ansiedades, sue-ños, frustraciones, incertidumbre. El “no” estaba siempre de por medio pero las puertas las seguimos golpeando igual. Estas emociones hicieron que algunas familias no pudieran sostener la lucha, mientras otras continuamos el camino a lo, en apariencia, “imposible”. Compramos el terreno y lo escrituramos el 3 de marzo del 2005. El predio de Gre-gorio Aráoz de Lamadrid esquina Ministro Brin, La Boca, Ciudad Autónoma de Buenos Ai-res. Era “nuestro lugar”.

*Aprovechemos para aclarar que el I.V.C. es, entre los institutos de vivienda de todo el país, el de menor ejecución de viviendas por año, a la vez que, paradójicamente, es uno de los más grandes en personal y en presupuesto

La Covilpi vista desde el Puente Nicolás Avellaneda.

Llegados a ese punto teníamos casi todo, pero faltaba que nos acreditaran los re-cursos acordados por la ley para empezar la construcción. Finalmente, con piquetes y lucha en la calle —más de dos años después, en julio del 2007—, logramos acceder a parte del dinero del crédito para iniciar la obra. Así fue que nos organizamos para realizar con nuestras propias manos la limpie-za del terreno y el cuidado de los materiales, realizando guardias vespertinas y nocturnas para cuidar y defender nuestro espacio. Estas guardias reforzaban nuestros sentimientos de unión, ya que en ellas compartíamos nuestras vivencias mezcladas con los mates y el sueño. En la Cooperativa, la ayuda mutua y la participación son la garantía de una efectiva

11

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

utilización del dinero y el logro de un costo accesible de construcción, sin sobreprecios ni otras “fugas”. En todos estos años de espera para tener nuestra vivienda, tuvimos noches frías, alrededor de una fogata que nos brindó el calor que necesitábamos para esperar a que a las 7 de la mañana llegaran los obreros. Cada Asamblea semanal que tuvimos y que hasta hoy sostenemos, es un espacio en el cual nos fortalecemos como cooperativistas y aprendemos a debatir temas políticos y sociales, construyendo nuestra propia visión de la realidad. Es por eso que lo tomamos como una experiencia productiva. Hoy podemos decir que las 33 familias de COVILPI vemos hecho realidad nuestro largo sueño de la vivienda digna. Pero esto recién empieza. Sabemos que la lucha continúa…

Martín “El Oso” Cisneros: El presidente asesinado

“Se vienen las galletitas del “Osito cariñoso” corearon las cocineras del comedor, en Lamadrid 1053, mientras el Oso comenzaba su des- pedida. Sonriendo, como era habitual, probó los bizcochitos re-cién horneados y se despidió. De igual modo que lo había hecho con los com-pañeros de la Co.Vi.L.Pi. minutos antes, “Chau, me voy, no me extrañen”. Iba ha-cia su morada cotidiana: Olavarría 284. Era viernes. Tenía 44 años. Se despidió para siempre. Atardecía el 25 de junio de 2004, plena víspera del segundo ani-versario de la masacre de Darío Santillán y Maxi Kosteki en el Puente Pueyrredón. Juan Carlos Duarte, “el Gordo Colchones” tenía 27 años, había vuelto al barrio luego de meses de ausencia, paraba en la casa de Isabel, su hermana, en Olavarría 271. Obscuro, siempre armado, de buenas migas con la policía, sin códigos, ni amigos, salvo “Luis”, un menor que ese atardecer lo acompañaba en la cuadra, habitualmente custo-diada por personal de la Comisaría 24°, esa noche ausentes, excepto por un consigna a menos de 100 metros. Pocos minutos después, antes de las diez de la noche, la cuadra estaba desierta, y el cuerpo, con la vida arrebatada del “Oso”, yacía en el piso de su casa. El asesinato se produjo en una “zona liberada” por la policía de la 24° que siempre custo-diaba porque aún funcionaban las “cantinas”, con más énfasis en día viernes. Menos ese viernes. Por los vecinos supimos que Luis y Duarte se habían fugado del barrio. Los Pibes todos los días reivindicamos a Martín “El Oso” Cisneros, el luchador, el constructor, el “hombre nuevo” y resistimos como él los embates de los poderosos que no se resignan a los avances de nuestro pueblo. Porque resistir no es un delito. Resistir es plantarse, rebe-larse, afrontar, contrastar, oponer, desafiar, crear, luchar… El resto es letra de otro libro.

12

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

LA JEFATURA DE GOBIERNO, EN MANOS DEL PUEBLO.LA INTIMIDAD DE LA LUCHA: JORNADA DEL 18 DE MARZO DE 2002

Una fecha que marca un hito en la lucha por la vivienda digna en la Ciudad de Bue-nos Aires es el 18 de marzo de 2002. Pero para entenderla en profundidad, es necesario que nos remontemos unos meses atrás.

Las organizaciones populares dimos la pelea primero para conquistar la ordenanza 525 y después hasta lograr transformarla en ley e incorporarle sensibles mejoras en lo que es hoy la Ley 341. Durante todo este proceso, las organizaciones, entre ellas la Organización Social y Política “Los Pibes” (en aquel momento la denominábamos “Comedor Los Pibes”) conquistamos espacios que no estábamos dispuestos a entregar. Como un intento de enfriar los ánimos de las organizaciones, el Gobierno de Aní-bal Ibarra demoró más de un año en designar al presidente de la C.M.V., el organismo que debía reglamentar la recién conquistada Ley 341 para que entrara en funcionamiento. Fue un año de vacío legal, donde todos los tramites estuvieron “parados”. Cuando finalmente se nombraron las autoridades, las organizaciones volvimos a la carga por todo lo que había-mos logrado a partir de la lucha. Hay que reconocer que la gestión que se iniciaba prestó el oído a las propuestas que traíamos por la experiencia acumulada en los últimos años. Una de las principales ini-ciativas que impulsamos fue la conformación de un “Consejo Consultivo”, que debía empe-zar a funcionar en marzo del año siguiente.

13

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

Lo que sucedía era que el Gobierno de Aníbal Ibarra se llenaba la boca de “par-ticipación” pero, en verdad, las políticas que llevaba adelante eran nada participativas y desalentaban el compromiso popular en los asuntos públicos. En el mes de marzo Ibarra puso al frente a un técnico más preocupado por generar superávit que por llevar adelante políticas activas de vivienda. A las organizaciones sólo nos quedaba movilizarnos. El 18 de marzo de 2002 más de dos mil compañeros nos concentramos frente al Palacio Municipal para peticionar por la continuidad de las políticas de vivienda que venía-mos impulsando. El Jefe de Gobierno nos recibió con las puertas cerradas y durante varias horas fuimos de un acceso a otro con la promesa de que podríamos ingresar.

—Vayan por la puerta de al lado. —nos decían los encargados de la seguridad. —Los van a recibir por la puerta de acá a la vuelta. —eran las respuestas que se sucedían.

En esta contradanza de compañeros, bombos, banderas, gritos y equipo de sonido, una compañera alcanzó a escuchar por el “handy” de un oficial de policía que Ibarra no nos iba a recibir y que iban a seguir mandándonos de acá para allá creyendo que nos desani-maríamos y abandonaríamos la protesta. Tras una breve y furtiva Asamblea, improvisada en el momento, se hizo un hueco en la columna de manifestantes y apareció un cartel de señalización que había sido oportunamente desenterrado de la vereda. Bastaron cuatro o cinco golpes para que un cuadrante de la puerta del Palacio se hundiera, abriendo una brecha que fue rápidamente aprovechada por los primeros compañeros que entraron. Qui-taron las trabas y los cerrojos y una marea de cientos de personas se lanzaron en tropel al interior. Ninguno conocía donde estaba el despacho del Jefe de Gobierno. Avanzamos y retrocedimos por pasillos y oficinas. Subimos y bajamos escaleras.

—Es por acá. ¡Vengan! —Está atrás de ese vidrio.

Un matafuego rebotó contra un blindex obstinado.

—Es un piso más arriba. —¡Vamo´ compañeros! —El pueblo… unido… ¡jamás será vencido!

El viejo edificio, que parecía inexpugnable, estaba ahora tomado por hombres y mujeres cansados de tanto manoseo y de escuchar tantas promesas vacías. El espíritu del

14

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

reciente argentinazo de diciembre de 2001 se había corporizado en la sede política de la Capital de la República. Atrás de su escritorio, el orgulloso Aníbal Ibarra nunca se preguntaría por qué no ser un líder progresista en los hechos y no tan sólo de palabra. O por qué no se sumó a las oleadas de Pueblo que fluían y refluían frente a su Palacio el 19 y 20 de diciembre. O por qué no habría trasladado su Gabinete al barrio de Once tres años después durante la trage-dia de Cromañón, que finalmente le costaría su puesto. Cuarenta y dos compañeros de distintas organizaciones llevamos nuestras ver-dades al Jefe de Gobierno. Los Pibes y la Mesa de Enlace Barrial de La Boca, estuvieron representados. Temeroso, Ibarra pensó que si respetaba los espacios de las organizaciones en la C.M.V. estaría mostrando debilidad. Quisimos hacerle entender que era exactamente lo contrario. Pidió veinticuatro horas para pensar y comunicarnos su respuesta. Nos entera-mos por los diarios del día siguiente que no daría el brazo a torcer y no habría marcha atrás.Paradójicamente, el presupuesto de la Ciudad creció, mientras el resto del país estaba en crisis. No eran problemas económicos los de la C.M.V. Por fin, unilateralmente, el ejecutivo reglamentó la Ley 341: la reglamentación te-nía diez veces más paginas que la Ley. Eran normas que se contradecían en cada oficina por la que pasaban los expedientes. Con todo, quedó en la memoria de las organizaciones —y en la del poder tam-bién— la tarde del 18 de marzo de 2002, cuando demostramos lo que somos capaces de hacer cuando nos decidimos a defender nuestros derechos. De esa memoria también nos nutrimos y en ella abrevamos cuando parecía que la luz del amanecer tardaría un poco más en aparecer.

15

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

EL PROYECTO COVILPI: UNA MARAVILLA COMO BOTÓN DE MUESTRAPOR JAIME SORÍN

La vivienda no constituye un tema de atención frecuente para los medios de difu-sión de la producción arquitectónica. Son más valoradas las originalidades y la seducción visual —aunque a menudo vacía de ideas— que la exploración profunda; las obras “de au-tor” que las anónimas contribuciones a la vida cotidiana. Contribuye a esta deformación la ausencia de una política oficial de vivienda que exceda la producción de metros cuadrados, sin calidad ni cualidad.

Interior de una de las viviendas de Covilpi.

El edificio de Lamadrid y Ministro Brin, en La Boca, es producto de un equipo técni-co interdisciplinario integrado a las actividades de una Organización Social y Política, cons-tituida en Cooperativa: COVILPI. Ambos optamos por la ayuda mutua y la organización autogestiva como medio para alcanzar el objetivo de la vivienda, por fuera del sistema

16

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

público y de la especulación y el lucro del mercado. El resultado final, largamente discutido con sus habitantes, intenta mantener ciertas condiciones de vida conocidas por ellos: una relación puntual del acceso con el exterior —el tradicional “zaguán”—, lugares exteriores propios de mayor dimensión que la tradicional y mayor libertad en la relación entre los ambientes interiores.

FICHA TÉCNICA

OBRA: EDIFICIO DE 33 VIVIENDASUBICACIÓN: LAMADRID ESQ. MTRO. BRIN (LA BOCA)

PROYECTO Y DIRECCIÓN DE OBRA: ARQ. JAIME SORÍNSUPERFICIE DEL TERRENO: 884 m2SUPERFICIE DE LA OBRA: 3022 m2

Después de cuatro años de ir y venir a la entonces C.M.V., de sobreponerse al ase-sinato del compañero Martín “Oso” Cisneros —primer presidente de la Cooperativa—, dos años después de la compra del terreno —en julio de 2007—, la COVILPI pudo comenzar la obra. Demolición de paredes de cien años, con raros ladrillos y el vallado de madera, indi-caron que allí estábamos. Primera sorpresa: cuando comenzamos con los pilotes —¡¡¡150 hubo que ar-mar!!!—, bajo el piso aparecieron las paredes de una antigua construcción. Nos llevó tres meses cavar y cavar, entrar y salir con máquinas y camiones, mirar asombrados el pozo de más de tres metros de profundidad del que no terminaban de salir ladrillos y durmientes de quebracho. Por fin pudimos hincar esos pilotes y la enorme y extraña máquina fue sembrando el terreno de largos obeliscos, dando forma a la futura construcción. Ocho, nueve, diez metros de profundidad, rellenos de hormigón y hierro, ya son las bases sobre las que se levantarían los futuros pisos. El próximo paso, la losa elevada un metro y medio para que no se inunde en el futuro si al Riachuelo se le ocurre invadirnos; de aquí en más, columnas, vigas, viguetas, un piso tras otro. Ladrillos, cemento, paredes que limitan cada futura vivienda. Ya se ven los dormi-torios, el estar, acá el baño, allá la cocina y el balcón. Jornadas de limpieza, guardias, asam-bleas… y nos paramos porque se terminó la plata.

17

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

LA COVILPI se mudó a la Planta Baja y otra vez a caminar los pasillos del I.V.C., a lla-mar por teléfono, a escuchar las eternas excusas de los funcionarios. A fuerza de paciencia y constancia empezamos de nuevo y apareció el techo. Ya está la obra cerrada. Pero es sólo el inicio. La verdadera batalla era terminar el edificio y con-vivirlo. Hoy, finalmente, aquí estamos.

NUESTRO ARQUITECTO

Para elaborar el proyecto contamos de lleno con el Arq. Jaime R. Sorín, con quien armamos nuestro Instituto de Tierra y Vivienda.

Graduado en la U.B.A. en 1970, se especializó en temas de vivienda popular sobre los que desarrolló una extensa carrera académica de investigación y gestión. Carrera que coronó a nivel académico al ser elegido Decano de la F.A.D.U.- U.B.A. en marzo de 2006 y Vicerrector de la U.B.A. en diciembre de 2006.Entre 2000 y 2002 fue asesor de la Comisión Municipal de Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires —C.M.V.— y trabajó en la remodelación de los conventillos de La Boca (gracias a lo que lo conocimos).En 2003 fue Asesor en Vivienda de la Defensoría del Pueblo porteña. En la Facultad, antes de ser elegido decano, fue consejero directivo por el claustro de profesores en los años 1986, 1990, 1998 y 2002. También representó a la F.A.D.U. en congresos inter-nacionales. Director del Convenio F.A.D.U.- Secretaría de Desarrollo Social del G.C.B.A.: Proyecto Pi-loto para la Emergencia Habitacional en la Ciudad de Buenos Aires: “hoteles y conven-tillos”.Actualmente desempeña el cargo de Presidente de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos.

Para Los Pibes es un orgullo contar con éste compañero, comprometido con su país y con su tiempo, como Director del Equipo Técnico de la Covilpi.

18

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

DIAGNÓSTICO: SITUACIÓN HABITACIONAL, UN DERECHO PENDIENTE

El déficit habitacional en el barrio de La Boca es histórico, lo que hace que se natu-ralice —y esto debilite— la posibilidad de reclamo. En el área del Centro de Salud y Acción Comunitaria (CESAC) 41, en la que se en-cuentra la Covilpi, por lo menos 5 de cada 10 familias habitan en viviendas precarias en situaciones de hacinamiento. La mayoría de las viviendas colectivas de la zona, inclusive los conventillos adqui-ridos en 1988 por el I.V.C., se encuentran en pésimo estado, con problemas de humedad, filtraciones, desprendimiento de mampostería, entre otros deterioros. En varios de ellos se han producido incendios, algunos con víctimas fatales, como el de enero de 2009 en el edificio que ocupara el ex Banco de Italia en el que murieron seis niños; el de septiembre de 2010 en la calle Ayolas, en el que perdieron la vida otros dos niños; Benjamín, un bebe que muere en el incendio de un precario hogar de tránsito del GCBA en Irala y Olavarría; el Pitu y el Pola, los dos chiquitos de apenas una década de vida, que el fuego encontró abrazados y se los llevó en Carlos F. Melo y la vía… y la lista continúa. Sólo entre 2008 y el 2009 la División de Bomberos Voluntarios de Vuelta de Rocha, tuvo un total de 397 intervenciones y en los años sucesivos fue creciendo más. Muchos de ellos, al no producir víctimas fatales, no engrosan los registros ni mucho menos las noticias.

Vista del Asentamiento Lamadrid, hoy objeto de la especulación inmobiliaria.

19

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

Los incendios se registran como accidentes pero se trata del problema estructural que estamos describiendo. Con el título de “negligencia” o “ignorancia” o como una simple consecuencia natural de las condiciones precarias de vida, con la misma naturalidad, los medios de comunicación y el sistema judicial olvidan los hechos. Algunas de las viviendas adquiridas por la resolución 525, presentan problemas estructurales que afectan las condiciones de vida y resultan de inviable solución para los habitantes. Los hogares de tránsito también se encuentran en pésimas condiciones de habi-tabilidad. Debemos incluir en estas listas los hoteles y “paradores” que el Gobierno de la Ciudad ofrece como supuesta “solución habitacional”. También se evidencian los abusos de los dueños de los inmuebles que, cobrando alquileres, no realizan arreglos esenciales para que los inquilinos puedan vivir dignamente. Hacia fines de 2008 y en 2009 se incrementaron en nuestro barrio los desalojos de viviendas; los que se realizaron en condiciones cada vez más violentas por la intervención de la Unidad de Control de Espacio Público (U.C.E.P.). Este organismo fue disuelto a raíz de las innumerables denuncias de violencia y maltrato físico en los operativos de desalojo, y sus integrantes y funcionarios responsables del ejecutivo de la Ciudad fueron procesados. Hace pocos meses, y a partir de una exhaustiva investigación del periódico Sur Capitalino, fueron denunciadas serias irregularidades en la ejecución y adjudicación de las viviendas construidas por el I.V.C en el predio de “Casa Amarilla”, en la Avenida Almirante Brown entre Gualeguay y Juan Manuel Blanes del barrio de La Boca. En la misma se prueba claramente la “tercerización” en la administración de los futuros habitantes a una Asocia-ción Civil con comprobadas vinculaciones con el Club Boca Juniors y algunos integrantes de su hinchada (barra brava). Pocos medios se han hecho eco de esta denuncia que com-prende la adjudicación de casi 500 viviendas construidas que, no está de más aclararlo, deberían haber sido 1.200. La fuerte reducción fue el producto de oscuras negociaciones con el antes “club del barrio” por el usufructo y propiedad de las amplias y codiciadas tierras de cuatro hectáreas en la zona conocida como “Casa Amarilla”. La misma historia, la lucha por la tierra. O es para grandes negocios para pocos o es para el pueblo y su “mejor vivir”.

20

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

UNA INICIATIVA EN EL BARRIO DE LA BOCA:LA LEY 2240

A principios del 2007, un grupo de organizaciones del barrio de La Boca presentó ante la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, un proyecto de ley que fue sancionado como Ley 2240, declarando la Emergencia Urbanística y Ambiental en lo referido a vivien-da, servicios, equipamiento, espacios verdes y actividades productivas, para el polígono delimitado por las avenidas Regimiento de Patricios, Martín García, Paseo Colón, Brasil y Pedro de Mendoza. La misma dispuso la creación de una Unidad Ejecutora del Programa de Recupera-ción Urbanística y Ambiental del barrio de La Boca. A su vez, representó una intervención directa del Estado tendiente a modificar la situación crítica del barrio. Si bien el proyecto original proponía actuar sobre inmuebles de propiedad priva-da, también contenía los espacios ociosos e inmuebles de la Ciudad de Buenos Aires, inte-grando a los beneficiarios en la planificación y ejecución de las obras destinadas a vivienda. No obstante, la ley 2240 en su artículo Nº 3 establece que “deberá intervenir sobre los in-muebles ociosos privados, para lograr su integración y puesta en valor social”, no haciendo referencia a los inmuebles de la Ciudad, razón por la cual quedarían desafectados los con-ventillos, propiedad del I.V.C. En el año 2009, organizaciones del barrio presentaron un proyecto de modificato-ria de la ley. Se solicitaba que en razón del “estado de precariedad de los inmuebles delimi-tados en el polígono (…) y a los fines de lograr una mejor ejecución del programa (…), se faculta (rá) al I.V.C. a realizar un censo de los inmuebles y personas que los habitan a fin de lograr el recupero de los mismos y mejorar la calidad habitacional de sus habitantes. Dicho censo deberá realizarse en el plazo máximo de sesenta (60) días”. Esta modificatoria no contó con el respaldo legislativo necesario para ser tratada. En la actualidad la ley carece de todo sustento para su ejecución, ya que desde el año 2008 no se encuentra en funcionamiento la Unidad Ejecutora y no tiene asignado presupuesto en absoluto. Esta ley incluye en los términos al llamado “Asentamiento Lamadrid”, afectado tam-bién por el “fallo Mendoza” y ordena judicialmente su reubicación. A pesar de tener las herramientas legales y los espacios para aplicarla, el Macrismo opta por “negociar en forma individual” con los vecinos, persuadirlos de abandonar la Ciudad y así dejar el camino libre para el desarrollo de megaproyectos inmobiliarios, altamente rentables para el sector em-presarial y de gobierno (que hoy son la misma cosa). Tras el avance en las edificaciones en las zonas linderas al barrio de La Boca —Ba-rracas, San Telmo y Puerto Madero—, ha emergido dentro del propio partido de gobierno la impronta de hacer negocios con los terrenos pertenecientes a la Ciudad de Buenos Aires.

21

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

Así —de las monstruosas edificaciones que avanzan desde Puerto Madero hacia el sur de la ciudad por los márgenes que bordean Pedro de Mendoza—, Dique 0, Puerto Pampa, La Usina de las Artes, son los primeros ejemplos, dentro del denominado “Paseo de las Artes Don Pedro de Mendoza”. A la caza de estos terrenos, han aparecido una decena de grupos inmobiliarios y corporaciones constructoras que los están comprando con el claro objetivo de avanzar con las obras. Esto aún no ha salido a la luz plenamente, solo algunos medios barriales investi-gan y publican, como el caso de Sur Capitalino o la FM Riachuelo, entre otros. El tiempo va transcurriendo, y en el oscurantismo mediático y las excusas de modernización y progreso, los incendios, desalojos y expulsiones son una realidad tangible en el sur de esta Ciudad Capital.

22

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

EPÍLOGO PARA UN COMIENZO

Como consecuencia de lo transitado hasta aquí en estas breves palabras, la historia cuenta y pone en evidencia que los logros más sólidos en materia de conquista de dere-chos de los sectores excluidos se han producido como producto de la organización y lucha de ellos mismos, mayoritarios en todas las sociedades. Este trabajo no viene a mostrar el logro de una organización, ni de un grupo de personas, como una excepción a las generales de la ley. Este trabajo tiene la finalidad de difundir y dar a conocer que, aún con las herramientas vigentes y sus “imperfecciones” y con los sectores dominantes aplicando todo su poder para impedirlo, la perseverancia, el conocimiento, la organización —con la convicción de la justicia y la fuerza de la lucha— hacen que lo imposible solo tarde un poco más. Es así que a lo largo de transitar lo relatado hemos ido ensayando y ejecutando diversas formas de organización y acciones para enfrentar cada una de las ofensivas e in-tentos de expulsión: mesas de enlace, marchas, acampes, tomas, cortes de calles, etcétera.En los últimos tiempos dos modelos de organización han comenzado a dibujar nuevos caminos de lucha, modelos de los cuales somos parte muy comprometida. La enorme crisis del 2001, tanto a nivel local como regional, dejó como herencia ya no un trabajador que reclama por sus derechos, sino un enorme entramado de hombres y mujeres que, habiéndose organizado en la resistencia al neoliberalismo durante los años ´90, debieron “inventar” prácticamente de la nada una nueva forma de producir y adquirir lo que necesitan. Esta necesidad surge, a diferencia de las peleas obreras de los dos siglos anteriores, porque la lucha no busca generar un ingreso provisorio hasta que el “trabajo formal” sea recuperado. El modelo global actual dejó en nuestro país más de 5 millones de personas fuera del sistema, que ya no volverá a necesitar y que, por el contrario, continuará expulsando trabajadores. Por lo tanto, lo que los excluidos “inventan” no es un sustento, sino una DISTINTA FORMA DE VIDA. Cartoneros (hoy recicladores urbanos), productores rurales y de alimentos, empre-sas recuperadas, emprendimientos textiles, asociaciones de artesanos, medios comunita-rios, mercados populares, son sólo algunos de los ejemplos de este no nuevo sino ancestral mecanismo asociativo y autogestivo de producción e intercambio. Esta diversidad de emprendimientos productivos generó una nueva economía que los poderes económicos intentan caratular de “informal” y sus creadores prefieren llamarla “popular”. Este nuevo modelo emergente propone un sistema de producción y consumo con equidad, con un justo reparto de la riqueza y que, a diferencia de los sistemas de co-mercialización capitalista, no necesita de la inflación para su sustento. En los últimos años, la consolidación de este nuevo sistema productivo ha encon-trado la necesidad de organizarse y de organizar a sus trabajadores. (ver cuadro). Las for-

23

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

mas tradicionales de organización como los sindicatos no responden a las necesidades de estos nuevos actores ya que el habitual esquema de empleador-empleado y Estado mediador no es aplicable.

20.000 trabajadores populares de la CTEP marcharon al Ministerio de Trabajo el 1 de mayo de 2014

La Covilpi como cooperativa integra la CTEP y propone un nuevo modelo en la construcción de viviendas: la Autogestión y la Ayuda Mutua. Impulsando además el pleno

CONFEDERACIÓN DE TRABAJADORES DE LA ECONOMÍA POPULAR (C.T.E.P.)

Con el consenso de diversas organizaciones populares de la Argentina se conformó la C.T.E.P., Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, integrada por variadas secretarías de trabajo, entre ellas y en el terreno que nos ocupa, la Secretaría de Vivien-da y Hábitat Popular, conducida por Lito Borello, referente de la Organización Social y Política Los Pibes. Desde allí se articulan las políticas de vivienda, tanto públicas como autogestivas, en todo el país y a nivel regional en toda Nuestramérica.

24

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

cumplimiento de la Ley 341, la ley 2240, la ley 14449 (en la Provincia de Buenos Aires) y la creación y puesta en marcha de toda la normativa necesaria que permita a nivel local, na-cional y regional el acceso a una vivienda digna y un hábitat adecuado para todos. En otro orden de lucha, el avance de los desalojos y la presión expulsiva del Gobier-no de la Ciudad dieron motivo a la creación de la Mesa de Vivienda y Hábitat de La Boca, que ha ido ampliando sus fronteras más allá de su nombre y se ha convertido en un mas-carón de proa en el alerta, movilización, asesoramiento, diagnóstico, prevención, ayuda y difusión de todas las situaciones de precariedad, inminencia de desalojo o situaciones con-cretas de calle. La mesa la componen diversas organizaciones políticas y sociales, medios barriales, defensorías, profesionales, vecinos y comerciantes, conscientes del avance del proceso de “gentrificación” (1) y la consecuente expulsión de amplios sectores de la pobla-ción. Esta experiencia, en consecuencia, reafirma la propuesta de la organización social: la lucha en el territorio, la autogestión y la ayuda mutua como elementos imprescindibles para enfrentar este futuro que se prueba ya los atuendos de un inminente presente.Solo el pueblo salvará al pueblo.

(1) Es díficil proporcionar una definición totalmente satisfactoria de “gentrificación”. El término fue utilizado por primera vez por la socióloga Ruth Glass en 1964, para describir el proceso de “vuelta al centro” protagoniza-do por las clases pudientes y la vieja aristocracia londinense en los años 60. Desde entonces, los estudios sobre las estrategias residenciales de dicha clase y sobre rehabilitación urbana (sea pública o privada) han retomado la noción para describir el proceso de sustitución de las clases obreras por clases medias-altas en zonas degra-dadas y abandonadas de la ciudad, mismo proceso que se halló muy ligado a políticas públicas de rehabilita-ción urbana en los años 70 y 80. La gentrificación es un fenómeno sumamente complejo, ligado a factores de índole socio-cultural (centralidad del ocio), económico-espacial (nueva economía internacionalizada, auges de los sectores financiero e inmobiliario) y político (reorientación de las políticas públicas hacia la conservación del centro urbano, necesidad de paliar el déficit presupuestario en éste). Además del recambio poblacional (des-plazamiento de las familias que no puedan enfrentar los nuevos costes), la gentrificación se caracteriza por una amplia modificación estructural del mercado de vivienda (rehabilitación, aumento de ocupantes-propietarios, alza de precios); la transformación de la imagen de la zona, gracias a una mayor inversión en infraestructuras y equipamientos (muchas veces culturales) y el cambio en la tipología de comercios y servicios ofrecidos, menos orientados a las necesidades de la población local.

25

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

PAULA PATRICIA MAIDANA Actual presidenta de COVILPI Estemos atentos, nos quieren frenar.

Ingresé en el 2003 a la O.S. y P. Los Pibes con la idea de hacer algo por la vivienda. En aquel momento trabajábamos en la adquisición y reciclado de conventillos a través de la Resolución 525. Luego, en la lucha, surgió la idea de construir nuestras propias viviendas, desde cero, ya con la Ley 341 en la mano. Y así comenzamos. Éramos muchos, algunos todavía estamos, Sandra Espinosa, Marta Sanagua, Ra-món Correa, Emilia Mansilla, entre otros. Descubrimos este lugar. Abandonado. Eran las ruinas de un viejo depósito de chatarra de barcos, mucha basura. Lo conseguimos. Nuestro primer planteo fue limpiarlo, cuidarlo para apropiarnos del espacio y amigarnos con los vecinos que lo veían como un lugar peligroso. Y lo era. “No venimos a ocupar, sino a ser parte”, era nuestra consigna. Y ese ser parte le comenzó a dar vida al lugar. Convocamos a organizaciones del barrio, organizamos espec-táculos y talleres de murga y circo con el Grupo de Teatro Catalinas Sur para los vecinos olvidados de esta zona. Y vinieron. Hoy son nuestros amigos. Teníamos la permanente expectativa de tener nuestra casa, siempre. Muchos veci-nos descreían y muchos de los nuestros abandonaron la lucha. No era fácil. Se repartían las tareas según los tiempos. Mucha limpieza, de la pesada, y guardias. A cuidar lo que será. Costó muchas reuniones y horas de debate entender el por qué de las enormes demoras de cada paso. Articulábamos con otras Cooperativas y experiencias. Contactamos con FUCVAM y los uruguayos eran la muestra de que era posible.

Hoy esa muestra somos nosotros. Es una realidad el sueño de tantos años; nuestro y de los que no pudieron. Es el respeto y el homenaje a las organizaciones que lucharon para conseguir la Ley 341. Con esa misma lucha llegamos hasta acá. Es un logro colectivo. Ahora, desde la Secretaría de Vivienda y Hábitat Popular de la CTEP podemos ex-tender esta posibilidad a todo el país, que exista una ley que permita estas experiencias en cualquier rincón de nuestras provincias. Nosotros sufrimos un desarraigo y vinimos a La Boca hace 20 años. Hoy, definitiva-mente, nos quedamos en La Boca. No más desarraigos. Los desalojos e incendios intencio-nales son un desarraigo al desarraigo. Hoy, nuestra responsabilidad es demostrar que se puede. Con la lucha; porque van a intentar impedirlo. En la última reunión con el I.V.C. el actual director del organismo, Iván Kerr, manifestó la intención de modificar la Ley 341, para seguir restringiendo su aplicación.Por eso, y por nuestra lucha, tenemos que defenderla.

26

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

SANDRA ESPINOZA Presidenta de la Cooperativa período 2009/2011 Cooperativismo, organización y lucha.

Covilpi es la opción de un colectivo para accionar por la vivienda digna, que mu-chos compañeros no tuvimos la oportunidad de acceder a lo largo de nuestras vidas. Hace años que estamos en nuestra cooperativa luchando día a día para lograr cumplir nuestros sueños. Cada compañero ha sufrido un desalojo y creo que nunca tuvimos la suerte de vivir dignamente, porque en nuestro barrio, La Boca, los conventillos son habitaciones con un baño para varias familias. Esto hizo que lo que padecimos a diario, lográramos plasmarlo para darle forma digna a nuestra cooperativa.

F.U.C.V.A.M.: LA VIVIENDA ES EL PRINCIPIO, Y NO EL FINAL.FEDERACIÓN URUGUAYA DE COOPERATIVAS DE VIVIENDA POR AYUDA MUTUA

Los uruguayos vienen construyendo viviendas por autogestión y ayuda mu-tua desde 1966, cuando surgieron las cooperativas pioneras, en Isla Mala, Salto y Fray Bentos. A comienzos de 1970 nace FUCVAM, la Federación que hoy agrupa más de 500 cooperativas y supera las 20.000 familias. Como fuerza social fue un factor fundamental en la consolidación de las coo-perativas de ayuda mutua, transformándose en poco tiempo en uno de los más po-derosos movimientos sociales de la historia uruguaya contemporánea, que participó activamente en la resistencia a la dictadura militar (1973-1985) y en la reconstrucción social y económica del país en el período post- autoritario (1985 al presente). Por este motivo las cooperativas fueron objeto de la represión militar entre el 73 y el 80 y fueron marginadas de las políticas habitacionales del período democrático desde 1985. En los últimos cinco años algunas cooperativas han desarrollado proyec-tos de reciclaje de viviendas en las áreas centrales de Montevideo, en el contexto de un programa de rehabilitación urbana del gobierno municipal. El control ejercido por las cooperativas en todas las etapas del proceso de construcción, la eliminación de in-termediarios y el aporte solidario de trabajo bajo la modalidad de ayuda mutua, han dado por resultado viviendas de menor costo y mejor calidad que las producidas por el Estado y los promotores privados.

27

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

Hacernos cooperativistas es una lucha diaria por entender que es la única opción para que nuestros sueños se hagan realidad. Aprender a ser solidarios, a que después de esta experiencia podamos transmitir nuestra experiencia a los demás compañeros que siguen estando en situación de desalojo y viviendo en condiciones precarias. Aprender que después de tener nuestra casa es en realidad donde empieza la verdadera lucha. Es volcar lo aprendido en estos años, para demostrar que sí se puede. Que ningún compañero se quede sin techo, porque es largo el camino, pero con lucha, cooperativismo y organización seguro que vamos a llegar.

Encuentro Nacional de Vivienda de la CTEP. De izq. a der.: Lito Borello, secretario de vivienda y hábitat de

CTEP; Humberto Antunez y Darío Rodriguez, dirigentes de FUCVAM; Esteban “Gringo” Castro, secretario ge-

neral de CTEP; Rubén Pascolini y Claudio Palermo, de la Secretaría Nacional de Acceso al Hábitat. Al fondo:

Maxi, Darío y el Oso.

28

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

MARTA SANAGUA Presidenta período 2011-2013 La lucha continúa.

La Cooperativa es un proyecto anhelado por las familias que sufrimos la falta de políticas de vivienda en la Ciudad de Buenos Aires. Esto empezó en el 2003 y hasta el mo-mento el I.V.C. hizo muy poco para que se termine en tiempo y forma. Nos hemos juntado con otras cooperativas con los mismos problemas, y algunas sin terrenos, para tratar en conjunto la forma de solucionar este tema. Creo que tenemos las herramientas para seguir dando pelea a esta cuestión; hoy por hoy, nos juntamos con vecinos que están en organizaciones e instituciones, viendo cómo le vamos dando una solución al tema Tierra y Vivienda. El Presidente del I.V.C. estuvo en la Legislatura de la Ciudad —en el debate por el Presupuesto para la vivienda para el año entrante— y una vez más dijo que hay menos dinero que en este Presupuesto. Esto quiere decir que las cooperativas vamos a tener que pelearla más que este año para que bajen los Certificados y poder seguir construyendo. Hagan lo que hagan, vamos a seguir la lucha por la Vivienda digna en la Ciudad, porque tenemos derechos, más en este momento, en el que la Sra. Presidenta de la Nación, está profundizando en el tema de Tierra y Vivienda en todo el País.

ALICIA NORMA DÍAZ Presidenta período 2013-2014 Sigamos adelante.

En la pelea por la construcción de nuestra vivienda pasaron 10 largos y duros años, en este camino de lucha, buscando alternativas para llegar a terminarla.Padecemos junto a todos los que sufren el problema de la vivienda, más de quinientas mil personas en nuestra Ciudad. Vamos a seguir luchando para que la construcción de nuestra cooperativa sea el camino a seguir, para decir que si podemos tener un techo digno. Construimos con la Ley 341, que es una ley hecha por todas las organizaciones y cooperativas que seguimos sufriendo y padeciendo la problemática de la vivienda y no es aplicada en beneficio de quienes la creamos. “Sigamos adelante luchando por un Ministerio de Vivienda Popular para Todos”.

29

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

NUESTRAS VISITAS Frases que nos dejaron algunos visitantes de Covilpi

“Con el reconocimiento que la Organización Social y Popular ayuda a construir un país mejor”. Cristina Fernández de Kirchner, actual Presidenta de la Nación. Visitó la organización en el año 2008.

“Con mucho orgullo por el esfuerzo que están haciendo para tener sus viviendas, creando ade-más un ámbito solidario en pos de un país más justo y con posibilidades de progreso para to-dos. ¡Adelante!”. Nilda Garré, durante su mandato como Ministra de Defensa de la Nación.

“No bajen los brazos, construir para el otro y con compromiso es lo más lindo que se puede ha-cer”. Alicia Kirchner, Ministra de Desarrollo Social de la Nación. Nos visitó en el año 2011.

“Felicitaciones compañeros, he quedado admirado por este esfuerzo de autogestión y orga-nización popular. Nos recuerda mucho a los grandes esfuerzos que la Revolución Bolivariana pone en práctica para atender las demandas de viviendas en nuestro país de la gente más ne-cesitada. Un fuerte abrazo de un hermano”. Arnoldo Olivan, Embajada de la República Bo-livariana de Venezuela.

“Felicitaciones por este ejemplo de solidaridad, trabajo en común y compromiso con los más humildes ¡Fuerza y adelante! El cambio será el resultado del propio esfuerzo”. Jorge Taiana, Legislador porteño, Movimiento Evita.

“Felicitaciones a los compañero/as de la Co.Vi.L.Pi. por la concreción del sueño y el derecho a la vivienda digna, a la construcción del hábitat popular y consolidar la organización popular”. Alberto Gandulfo, Comisión Nacional de Microcrédito (CONAMI).

“A los compañeros de la organización y cooperativa los pibes, mi mayor agradecimiento en la enseñanza diaria y la lucha constante para garantizar lo que nos y les corresponde por derecho propio. Un abrazo desde lo más profundo de mi ser”. Marisa Morales, Concejal de Junín de los Andes, Neuquén.

“Porque construir nuestras casas, es el principio, y no el final… Por más autogestión, ayuda mutua, propiedad colectiva y participativa!!! Larga vida a la Co.Vi.L.Pi. !!! Felicitaciones por la lucha, la solidaridad, la organización y la unidad; porque la única lucha que se pierde es la que se abandona!!!”. Humberto Antúnez, Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM).

30

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

“Para los compañeros de la Cooperativa de Los Pibes, ejemplo de constancia y de transforma-ción que habla bien del futuro socialista que construyen nuestros pueblos. Mi abrazo revolucio-nario”. Iván Padilla Bravo, República Bolivariana de Venezuela.

“La lucha de los pueblos de la América Latina; de la gran Patria de Bolívar y San Martín, se re-fleja en el caminar y la resistencia de la construcción de los sueños del gran Comedor Los Pibes; toda la fraternidad desde la Colombia que viaja por esta América, emprendiendo sueños de unidad. Gracias compañeros por su ejemplo”. Julio César Hincapié, Red de Hermandad y Solidaridad con Colombia.

“Un abrazo bolivariano y revolucionario desde la Patria de Bolívar. Éxito y constancia por la diplomacia que construye la Patria Grande de Bolívar, del Che, de San Martín, ¡Venceremos!”. Modeira Rubio, Periodista venezolano.

“Para los compañeros y compañeras de Covilpi quienes están construyendo cada día, con san-gre y sudor, el sueño de todos los pueblos dignos, la vivienda, la muralla que los ricos quieren demoler. El ejemplo de su lucha nos da fuerzas para seguir en el camino de la revolución”. Jorge Cabral, Partido del Movimiento del Socialismo, Bolivia.

“Qué alegría contar con el pueblo de la Patria Grande”. Yonny Carrera, Venezuela.

“Chávez vive en nuestras luchas diarias. Chávez son los pueblos que luchan por los derechos de los más desposeídos”. Harrison Moya, Venezuela, Pobladores MOFOV.

“Con las ganas e ilusión de concretar entre todos la verdadera justicia social. Mis respetos y mucho cariño”. Isabel Peredo Canedo, Colectivo Rebeldía, Santa Cruz, Bolivia.

“Con infinito agradecimiento por las atenciones brindadas, expreso mis sentimientos de solida-ridad con este hermoso proyecto, que cada día se concreta y muestra que otro mundo es posi-ble y necesario”. Claudia Singo, Movimiento de Mujeres Clara Zolkin, Partido Comunista de Venezuela.

“Al compartir brevemente con ustedes sólo puedo decir: Se vale soñar con los pies sobre la tie-rra, gracias por el ejemplo que son de honrar la vida, sigan adelante, sigan viviendo sus sueños hechos realidad”. Mauricio Canedo, Bolivia.

“Su proyecto no es local, su trabajo es una luz que ilumina los sueños de muchas personas y fa-milias en lugares distantes del mundo, y su ejemplo es el motor de esperanza y fe para muchos”. Ricardo Garza, México.

31

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

“La esperanza que están cosechando con su trabajo y sudor es algo que sonará en el mundo. Su rebeldía y dignidad nos da la fuerza para seguir con los de abajo”. Oscar Gonzales, México.

“Estamos contentos de saber que somos parte de la misma historia”. Irene, Italia.

“Con toda solidaridad y admiración por su lucha. Adelante! Venceremos!”. Víctor Jijón, Movi-miento Pachakutik, Ecuador.

“Para nuestros compañeros de Los Pibes, felicitaciones por todo lo que lograron hasta ahora, mucha fuerza para todo lo que sigue y… ¡cuenten con nosotros!”. Luciana, Cooperativa de Vivienda Construyendo.

“Sigan así, con la fuerza de la unidad de trabajadores en Cooperativas. Fuerza por siempre”. Construcoop, Cooperativa De Trabajadores de la Construcción Ltda.

“Felicitaciones por toda la lucha, compañeros de Los Pibes, la lucha siempre nos encontrará juntos si se trata de la construcción de un verdadero campo popular y nacional”. Eduardo Tis-sera, Creactivar y Huinca.

32

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

“Nuestras felicitaciones por la obra que han levantado, es hermosa, y sigan adelante con todo”. Graciela y María, Cooperativa de Vivienda Independencia.

“Los felicitamos por la construcción de la obra tan inteligentemente pensada, sigan siempre adelante”. Carlos Quinteros, Cooperativa de Vivienda Barrio Porteño.

“Les deseamos suerte por la obra que iniciaron, sigan unidos en la lucha y vencerán todas las dificultades”. Sandra Fuentes Velis, Cooperativa de Vivienda María del Rosario.

“Los Pibes son ejemplo de lucha en estos tiempos donde el sistema se encarga de desarticu-lar las organizaciones sociales; la lucha y la participación colectiva es necesaria para lograr el cambio social que venimos planteando. Adherimos a su lucha y estaremos a su lado”. Raúl Chávez, Cooperativa de Vivienda Asamblea 1º de Mayo (M.V.T.).

“Las palabras faltan para describir lo que se siente cuando se comparten experiencias como esta. Gracias por permitirnos conocer, aprender y compartir. ¡Hasta la Victoria Siempre! ¡La re-volución triunfará! ¡Sigan adelante mostrándonos el camino como lo hizo su paisano “el Che”, nuestro Che!”. Nicolás Herrera, Red de Hermandad y Solidaridad con Colombia.“Les deseamos suerte y mucha fuerza para concluir este sueño de la casa propia; ejemplo y un paso más de todos los que no se resignan en vivir en un mundo de miseria y oprobio y luchan por vivir en una sociedad más justa”. Oscar y Laura, Ministerio de Desarrollo Social.

“Compañeros de Co.Vi.L.Pi. : un orgullo ver materializado un sueño de la vivienda digna. Felici-taciones por el trabajo realizado y a seguir para los compañeros que aún no tienen su vivienda”. Victor Sesta, Movimiento Evita, Río Negro.

“Gracias queridos compañeros por demostrar que se puede ser dignos y soñar que todos los humildes llegarán a disfrutar de unas viviendas hermosas como las suyas. Viva Evita! Hasta la victoria siempre!”. Nicolás Barja, Sergio Pizzo, Sindicato Único de Trabajadores de Admi-nistraciones Portuarias (S.U.T.A.P.).

“Felicitaciones!!! Por semejante trabajo y lucha constante, Son el ejemplo a seguir y nos llenan de esperanzas a todos los que trabajan por el derecho a la vivienda. Fuerzas!!!”. María Julia Gabosi, directora social de TECHO, Argentina.

“Celebro el impulso que le dio Los Pibes a este espacio necesario para seguir encontrándonos entre vecinos, compañeros, organizaciones. Espacio necesario para nosotros, los trabajadores de la Economía Popular, espacio necesario para seguir construyendo una alternativa justa y popular”. Camila, Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI).

33

COOPERATIVA DE VIVIENDA LOS PIBES - COVILPI

MARTÍN “OSO” CISNEROSPrimer presidente de la Cooperativa,

actual Presidente Honorario de la Covilpi