POSIBILIDADES Y LIMITACIONES PARA FINANCIAR O...
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Capítulo X
POSIBILIDADES Y LIMITACIONESPARA FINANCIAR O CONTRIBUIR
AL DESARROLLO ECONOMICO
CONSIDERACIONES GENERALES
Después de examinar las posibilidades que nene nuestro Instituto Emisor para financiar al sector gubernamental, surge unainterrogante adicional que ha sido planteada en la mayoría de laseconomías no desarrolladas y que comienza a cobrar fuerza ennuestro medio. Nos referimos al financiamiento del desarrollo econ6mico por parte de la banca central,· materia novedosa y centroversial, pero que en ningún momento puede dejarse de. lado, yaque todos los medios idóneos para llevar a cabo el progreso material y el bienestar social de nuestros países deben ser objeto deespecial consideración y de análisis. En relación a este planteamiento, importantes sectores de la vida nacional han comenzado a preguntarse: ¿Debe el Banco Central de Venezuela constituir un testigo presencial del crecimientoeconómico y responder s610 en formapasiva a las necesidades de liquidez que demanda la economía? ¿Odebe, por el contrario, convertirse en motor o eje impulsor deldesarrollo? Como podrá comprenderse, este interesante reto que seplantea a nuestro Banco Central tiene que ser examinado con elmayor interés y objetividad posibles, tomando en cuenta sus eventuales aspectos positivos y riesgos potenciales, así como las experiencias que sobre el particular se han registrado en otras naciones.
a) Señalaba un ex-presidente del Banco Central de Venezue- .la 1 que, con la reserva que toda generalizaci6n merece, los bancos
1. Machado Gómez, Alfredo. Consideraciones Generales sobre el DesarrolloEconómico de Venezuela 'Y la Politic« 'Y Actividades del Banco Central. (Op. cit.),
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centrales de las naciones que los han creado podían agruparse en dosgrandes categorías, así: La primera de ellas responde a la concepci6ntradicional de que el banco central debe ser una instituci6n responsable s610 de la estabilidad monetaria y de la continuidad de lospagos internacionales, sin obligaci6n, por lo tanto, de desempeñarun papel activo en el crecimiento econ6mico; mientras que la segunda propende a que el instituto emisor deje de ser un organismopuramente regulador del circulante para intentar convertirse enmotor del desarrollo. Como es de suponer, la primera de estas tendencias es la ortodoxa, conservadora y tradicionalmente sustentadapor las autoridades en materia de banca central, quienes estiman quela estabilidad monetaria debe estar por encima del crecimiento económico, ya que la misma es una condición fundamental para lograrese objetivo. Tal es el criterio normalmente acogido por los directivos y gobernadores de los más respetables bancos centrales norteamericanos y europeos, a quienes se les acusa de olvidar que las instituciones a las cuales se encuentran vinculados, han pasado por altolos sanos principios de estabilidad monetaria cuando ha sido necesario financiar el esfuerzo bélico. Por consiguiente, si se parte delprincipio de que los bancos centrales han contribuido a la destrucciónde máquinas, equipos e instalaciones productivas, no parece descabellado preguntarse hasta qué punto pudiera resultar factible quelas aludidas instituciones -las cuales se han desviado de sus principios en las situaciones ya expuestas- se orientasen más bien a estimular el crecimiento económico y a prestar una mayor contribuciónal bienestar humano, en cuyo caso tendría más amplia justificaciónel riesgo involucrado, pues una finalidad de ese tipo sí podría justificar los medios empleados.
Tales inquietudes tienden a adquirir mayor vigencia no sólo porla gravedad de los problemas del subdesarrollo, sino también porla amplia difusión que ha tenido la literatura sobre esta materia ylas limitaciones que confrontan nuestros países para contar con unflujo de inversiones cónsono con sus necesidades de crecimiento, sinrecurrir a empréstitos externos o a las inversiones extranjeras. Frentea esta situación resulta justificado el interés de analizar las posibilidades que ofrecen los institutos emisores como medios de alcanzarun crecimiento más autónomo y menos ligado al financiamientoexterior. Esa tendencia, o por lo menos esa aspiración, la planteanalgunos economistas, cuando exponen que, en los países en desarrollo, la opinión popular ha venido considerando últimamente al banco
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central no s6lo como una entidad destinada a controlar el mercadomonetario, sino como una organizaci6n capaz de traer consigo unanueva era de dinero abundante y barato y más acelerado desarrollo. 2
Ha surgido, además, en los últimos años una corriente de opini6n que desafía las normas tradicionales de la estabilidad monetariaen beneficio de un desarrollo más acelerado. Se escribe y se teorizacon frecuencia acerca de la inflaci6n y el desarrollo econ6mico y enno pocas ocasiones se llega a la conclusi6n de que puede resultarmás conveniente a los países atrasados correr los riesgos de la inflación, con todos los peligros que de ella se derivan, antes que quedarsumidos en una continua situaci6n de estancamiento; Desde luegoque esos planteamientos no provienen de economistas consagrados,ni siquiera conocidos internacionalmente, sino básicamente de autores que han permanecido en mayor contacto con la pobreza y el estancamiento econ6mico y desean combatir dichos males con todoslos medios posibles, recurriendo incluso a soluciones desesperadas.
b) Economistas de gran prestigio han examinado la posibilidad de que los bancos centrales contribuyan al financiamiento deldesarrollo económico, así como las consecuencias favorables o desfavorables, que pudieran derivarse de sus actuaciones en este campo.Nicholas Kaldor 8 en un ciclo de conferencias dictadas en Méxicobajo el patrocinio del CEMLA, analiz6 con gran propiedad el problema del llamado financiamiento inflacionario: destacó que utilizarla inflaci6n como medio para financiar el crecimiento económico noera una posici6n"muy ortodoxa, ni siquiera respetable", puesto queese fenómeno al incidir negativamente sobre el ahorro y la inversióny crear perturbaciones de la más variada índole, era considerado tradicionalmente como contrario al desarrollo. Admiti6, sin embargo,que algunos países han experimentado prolongados procesos inflacionarios durante períodos de rápida expansión y que luego de alcanzar un alto grado de prosperidad material lograron recuperar la estabilidad monetaria, pero enfatizó en que no siempre resulta fácildetener un proceso inflacionario. 4
2. Sen, S. N. os. cit.3. Kaldor, Nicholas. Ensayos sobre Desa"ollo Bconámico. (Conferencias,
CEMLA, México 1961).4. A mayor abundamiento, señaló en su exposición: "Si recurriendo a la infla
ción un país puede conseguir un incremento apreciable de su capacidad productiva y,en particular, de la de los sectores básicos para asegurar el crecimiento general dela economía, es decir, de la capacidad de las industrias de bienes de Inversión y de
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Otro economista de renombre, Lesrer V. Chandler, asume unaactitud más conservadora. Expone que uno de los más graves problemas que confrontan estos países es, como bien se sabe, la escasezde capitales, y añade que el deseo de acumular capital sin incrementar la tasa de ahorro o hacer sacrificios de cierta consideración sueledar origen a fuertes presiones para incrementar la oferta monetaria.En su opinión tales presiones encuentran terreno relativamente fácildebido a la mayor flexibilidad que existe actualmente para incrementar la emisión. Durante la época del patrón oro e incluso enaños anteriores a la Segunda Guerra Mundial no podía emitirsedinero sin. contar con un fuerte respaldo metálico. Hoy en día lasprevisiones para afrontar la convertibilidad interna y externa se hanliberalizado considerablemente. Nadie ocurre al banco central a canjear sus billetes en oro, y la convertibilidad externa suele soslayarsea través de restricciones a la importación o a los movimientos decapitales o, en forma más directa, mediante controles de cambio.Emitir billetes es, pues, mucho más fácil, y tal facilidad suele darorigen a grandes presiones por parte de intereses creados.
A juicio de este conocido economista, los únicos medios idóneosde acumular recursos para financiar el desarrollo, son el ahorro interno y la importación de bienes y servicios, los cuales pueden complementarse con las inversiones foráneas o con los préstamos oayudas del exterior. Descarta, por lo tanto, la llamada teoría delcrédito productivo -muy popular según él en los países subdesarrollados- cuya finalidad es la de justificar o pretender justificar quela expansión monetaria destinada al fomento de la producción notiene' carácter inflacionario. Argumenta que tal planteamiento eserróneo y peligroso por dos razones: En primer lugar, porque noexiste seguridad de que el dinero creado se destine a inversionespuramente reproductivas; y, en segundo, por el hecho de que el
exportación, es posible que el aumento de la producci6n resultante haga que tardeo temprano el proceso inflacionario llegue a su término. En apoyo de este argumento podría citarse el ejemplo de paises que atravesaron por prolongados procesosde inflaci6n durante períodos de rápido desarrollo y que luego, una vez alcanzadoun más alto nivel de prosperidad material, consiguieron recuperar la estabilidad monetaria". Después de lo cual agreg6: "Pero, por otra parte, cuanto más se prolongueel proceso inflacionario, mayores serán las probabilidades de que sus efectos nefastossuperen a los positivos. Además, normalmente no es posible que un gobierno, porjuicioso y previsor que sea, pueda detener la infiaci6n en el momento en que hayadejado de ser útil". (Op. cit., pp. 59-60).
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incremento en la oferta monetaria suele ser mayor que el que sealcanza en el incremento de la producción de bienes y servicios. li
c) En América Latina ha tenido gran acogida la tesis de quelos bancos centrales presten mayor atención al desarrollo económico.Una ponencia presentada sobre esta materia ante la XVI Reuniónde Gobernadores de Bancos Centrales del Continente Americano,se inicia así: "Del fin de la década de los años veinte a las dosúltimas, especialmente a partir de los años cuarenta, la banca centrallatinoamericana ha ido dando pasos en forma progresiva y firmeque la han transformado de una institución regida por principiosortodoxos, a una con responsabilidades directas en el desarrollo económico y social". 6 Por consiguiente, en nuestros países se aspira aque la banca central proporcione recursos para el desarrollo en lasmás variadas formas, entre las cuales no se descarta el crédito a largoplazo, la promoción de industrias para ser luego transferidas a particulares, la adquisición de acciones y bonos de empresas privadas,además de una participación más decisiva en el financiamiento delsector rural.
Ante la posibilidad de asignar a los bancos centrales tan variada gama de atribuciones -adicionales a las ya de por sí bastantecomplejas que tradicionalmente ejecutan-, algunos autores expresan preocupación por el hecho de que estas nuevas atribuciones puedan colidir con objetivos de política monetaria. No obstante, comorespuesta a ese señalamiento se argumenta también que en los paísesen desarrollo los bancos centrales no rigen adecuadamente el mercado monetario, porque no existe un mercado de dinero y de capitales suficientemente integrado que permita a los institutos emisoresejercer influencia decisiva sobre la liquidez, y por el hecho de queen esas economías la creación de medios de pago depende fundamentalmente de los resultados del comercio exterior. T
5. Chandler, Lester V. Centr41 Banking anJ Bconomi« DB1Jelopmenl. Ciclo deconferencias dictadas en la Universidad de Bombay y durante el año de 1962. Bombay University Presa,
6. CEMLA. Pum;ones de la Banca Cenlral en el F;fJ(Jn~;am;enlo del DII1,,"0·110. (Ponencia presentada ante la XVI Reunión de Gobernadores de Bancos Centrales del Continente Americano), Caracas, 1979.
7. Sobre esta materia se expone en la ponencia anteriormente citada: "De ahíque, con sobrada razón, muchos autores opinan que la política monetaria en suaspecto de regular la oferta monetaria y de influir en la demanda de dinero noexistió en América Latina en las décadas de la banca ortodoxa. Las exportaciones,constituidas básicamente por materias primas, cuya demanda y precios estaban suje-
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MECANISMOS ORTODOXOS Y HETERODOXOS
En consecuencia, nos encontramos frente a posiciones contrapuestas: una corriente ortodoxa, según la cual los bancos centralessólo tienen la responsabilidad de mantener el poder adquisitivo interno y externo de la moneda a través de sus instrumentos tradicionales dC2 actuación; y otra, que demanda de esas instituciones unamayor participación en el crecimiento econ6mico. Sin embargo, dentro de la propia corriente ortodoxa se juzga que los institutos emisores pueden desempeñar un papel muy importante en este campo,sin desviarse de sus objetivos fundamentales y sin llegar a situacionesextremas. Al abordar esta materia, un distinguido economista latinoamericano 8 destaca que corresponde a los bancos centrales, como6rganos de política monetaria, desempeñar tres funciones básicas:a) proporcionar a la economía la liquidez necesaria para inducir unvolumen de inversi6n y consumo capaz de absorber la producci6ndel país a plena capacidad; b) conservar la estabilidad de los preciosinternos; y, e) mantener una relaci6n entre precios internos y externos que facilite un crecimiento equilibrado del comercio externo.Evidentemente, como lo enfatiza dicho autor 9, el solo cumplimientoefectivo de esas tres funciones constituye un invalorable aporte aldesarrollo econ6mico de cualquier país.
Asimismo, se piensa que los bancos centrales de las nacionesen vías de desarrollo pueden y deben:
i ) Inducir a los individuos y a las empresas a acumular elmayor volumen de ahorro que sea compatible con elmantenimiento de un grado aceptable de consumo, y garantizar la transferibilidad de esos ahorros hacia la inversi6n reproductiva a través de la creaci6n de un eficientesistema financiero o de la modernizaci6n del existente;
ii) proporcionar a la banca la mayor asistencia financieraque sea compatible con la estabilidad interna; y, en ge-
tos a grandes variaciones en los mercados internacionales, eran el elemento determinante en las reservas internacionales, de la base monetaria y de la demanda dedinero". Sin embargo, como más adelante se comenta, esta ponencia no tuvo granacogida.
8. Pazos, Felipe. "La Banca Central en una Política de Desarrollo". Conferencia dictada en el Banco Central de Chile en agosto de 1965, Balet;" BIlfJCO Ce,,tral Je Chile, septiembre de 1965.
9. o». cit.
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neral, dotar a la economía de una asignación óptima derecursos mediante la expansión no inflacionaria del crédito;
iii) canalizar buena partedel financiamiento privado haciaobjetivos prioritarios de desarrollo a través de un adecuado control selectivo del crédito;
iv ) contribuir a la creación y fortalecimiento de un mercadode capitales, para lo cual deben realizar estudios, propiciar la creación de instituciones especializadas, así comode estímulos para los ahorristas;
v) crear mecanismos o fondos especializados para el financiamiento de las exportaciones, y concertar sistemas internacionales de pago que permitan una mayor fluidezdel comercio exterior;
vi) colaborar con el Gobierno en las actividades relacionadascon la planificación económica, en razón de que los institutos emisores suelen mantener sistemas permanentesde observación del desenvolvimiento de la economía yrealizan estudios técnicos de gran objetividad;
vii) administrar racionalmente las reservas internacionales,no sólo para garantizar la continuidad de los pagos externos, sino también para mantener una disponibilidadadecuada de medios externos de pago para la importación de maquinarias y equipo.
La corriente heterodoxa se inclina porque los bancos centrales,además de desempeñar todas o la gran mayoría de las funciones antes indicadas, participen de manera más directa en el financiamientodel desarrollo, a través de actividades tales como:
i)· Otorgamiento de créditos a mediano y largo plazo;
ii) creación de fondos de desarrollo;
iii) adquisición de acciones y bonos de empresas privadas;
iv) mayor participación en el financiamiento del sector agrícola;
v) utilización de reservas internacionales para programascrediticios;
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vi) asignación de utilidades cambiarias y beneficios del banco central para financiamiento a la producción; y
vii ) establecimiento de cambios diferenciales como instrumento de desarrollo.
En todo caso, antes de avanzar en esta materia resulta necesario puntualizar el hecho de que no todos los países en desarrollopueden ser calibrados por igual, pues si bien hay algunos en etapasconsiderablemente atrasadas, para los cuales muchas de las afirmaciones contenidas en párrafos anteriores son valederas, también existen otros en donde los mercados monetario y de capitales han comenzado a desarrollarse y los bancos centrales pueden prestar unaapreciable colaboración a través de la aplicación de medidas calificadas como ortodoxas. Asimismo, es interesante mencionar que lasexperiencias obtenidas en varias naciones latinoamericanas al utilizar recursos de la banca central para financiar su desarrollo hanresultado bastante negativas, y que algunas de ellas han tenido quevolver a la ortodoxia monetaria. 10 Posiblemente por esas razones,la mayoría de los autores que han venido enfocando este tema enlos últimos años suelen abordarlo preferentemente bajo títulos tales como "Contribuciones de los Bancos Centrales al DesarrolloEconómico", y no bajo la modalidad de "Financiamiento al Desarrollo Económico por parte de ia Banca Central", como se hacíaanteriormente.
10. En la ya citada XVI Reuni6n de Gobernadores de Bancos Centrales delContinente Americano, celebrada en Caracas en 1979, al considerarse una ponenciatitulada "Punciones de la Banca Central en el Financiamiento del Desarrollo", sepusieron en evidencia los resultados negativos que se habían obtenido en algunasnaciones latinoamericanas al utilizar recursos de la banca central para este propósitoComo quiera que la ponencia se iniciaba con un capítulo titulado "La superaci6nde la doctrina ortodoxa", al concluir' las discusiones, el Presidente del Banco Centralde la República Argentina, Dr. Adolfo Diz, expuso: "así como el documento contiene un capítulo sobre la superación de la doctrina ortodoxa, debería agregárseleotro acerca del renacimiento de dichadoccrina". (XVI Reunión de Gobernadoresde Bancos Centrales del Continente Americano, Caracas, 1979, Aeta-Informe).
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BREVE'ANALISIS DE LAS ALTERNATIVASPLANTEADAS
Examinemos someramente las principales modalidades que,según, la mayoría de los autores (ortodoxos y heterodoxos r.. deberían asignarse a los bancos centrales para financiar el desarrolloeconómico o para coadyuvar al logro de objetivos de desarrollo,haciendo especial referencia a las posibilidades y limitaciones quetiene para ello nuestro Banco Central, así <amo a las actuaciones"que ha acometido en esa dirección en aquellos casos en que su Leyse lopermite y la conveniencia económica-del país así lo demanda.
Modernización del Sistema Pmanciero
, Suele enfatizarse en que los bancos centrales se encuentran enposición extraordinariamente favorable para asesorar al gobierno ya los sectores económicos sobre los cambios y mejoras que debenhacerse en el sistema financiero con la plausible finalidad de estimular el ahorro y garantizar una adecuada transferibilidad de recursos hacia actividades productivas. 11 De este modo, según se admite,dichos institutos pueden prestar una valiosa colaboración para el logro de un desarrollo económico estructurado sobre bases más sólidas,'compatible con los objetivos de crecer con estabilidad, y con ciertaindependencia de la- inversión extranjera y los empréstitos externos.
Posiblemente, su contribución a la modernizaci6n del sistemafinanciero ha sido uno de los mayores aportes que ha prestado nuestro Banco Central al desarrollo económico del país, pues tal comose desprende de sus publicaciones, ha demostrado gran preocupaci6npor esta materia, ha realizado estudios, ha formulado recomendadones concretas al Gobierno Nacional y ha dado amplio apoyo alsistema financiero para crear nuevos instrumentos decapración deahorro y asegurar su liquidez. Por otra parte, según lo han puestoen evidencia los inedias de comunicación, directivos y funcionariostécnicos del Banco Central han estado presentes' en todas o en lagran mayoría de las comisiones que han preparado los proyectos deleyes mediante los cuales se han materializado esas reformas. Obviamente, el apreciable desarrollo y diversificación que ha tenido elsistema bancario venezolano han constituido una de las bases más
11. Pazos, Felipe, op. cit.
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sólidas para estimular el crecimiento económico y ello ha sido enbuena medida producto de las orientaciones, sustentación técnica yapoyo financiero del Banco Central. También, como más adelantese comenta, el instituto emisor ha tenido participación decisiva enla creación del mercado de capitales y en la canalización de los recursos del sistema bancario hacia actividades prioritarias.
Contribución IS la Pl41lifica&ión &onómiu
También se juzga que los bancos centrales pueden prestar unvalioso aporte en el campo de la planificación, en razón de la seriedad y objetividad de sus estudios y de los diagnósticos que frecuentemente realizan sobre el desenvolvimiento de la economía de susrespectivos países. pazos afirma que los bancos centrales están "continuamente tomando el pulso de la economía, tanto en su actividadinterna como en sus relaciones con el exterior" y que, además, estánen permanente observación de los conflictos entre distintos objetivosde política económica, 12 de lo cual se desprende que sus experiencias suelen ser muy valiosas y que su participación en la planificación económica se encuentra plenamente justificada. Asimismo, unautor que ha estudiado este problema en la América Latina señala,por ejemplo, que el Banco Central de Chile está representado en elComité de Programación Económica que revisa los planes de desarrollo nacional, regional y sectorial aprobado por la Corporación deFomento; que el Banco Central de la República de Colombia tieneun representante en el Consejo Nacional de Política Económica yque el Banco Central del Ecuador comparte responsabilidades dentro de la Junta Nacional de Planificación.P Como es sabido, elBanco Central de Venezuela no ha tenido responsabilidades directasen materia de planificación, y aun cuando ha sido consultado congran frecuencia para la formulación de los planes nacionales, sucontribución en este campo ha estado dada básicamente por los estudios que realiza sobre la evolución económica del país, y, muy especialmente, por el hecho de que es el organismo que se encarga delos cómputos y análisis de las cuentas nacionales, lo cual resultadecisivo, no sólo para la planificación propiamente dicha, sino también para la evaluación de los resultados.
12. lbitkm.13. TlIJDagna (~. cit.).
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Financiamiento de las Exportaciones
Contribuir al financiamiento de las exportaciones constituyeotro de los campos en los cuales, según opinan incluso los autoresmás ortodoxos, los bancos centrales pueden prestar una colaboración significativa, sin poner en peligro la estabilidad monetariani desviarse de sus objetivos fundamentales. En América Latina estetipo de actividad tiene directa o indirectamente gran relación conlos bancos centrales, algunos de los cuales administran fondos paraese propósito o están representados en su administración. H En nuestro país, según Ley del 23 de septiembre de 1973, se creó el Fondode Financiamiento a las Exportaciones (Finexpo ), así como un sistema de bonificaciones para aquellas personas que exporten artículos producidos en el país, vinculado al valor agregado nacional. 16
Este Fondo opera básicamente con aportes del Ejecutivo Nacionaly actúa bajo la dirección de una Junta integrada por representantesdel Instituto de Comercio Exterior, Banco Industrial de Venezuela,Corporación Venezolana de Fomento, Banco Central de Venezuelay Asociación de Exportadores. Sin embargo, su administración corresponde al Banco Central de Venezuela, tal como lo señala lacorrespondiente Ley, en su Artículo 14, que dice:
Artículo 14.-El Banco Central de Venezuela, como administrador del Fondo, tendrá las siguientes funciones:
a) Administrar el Fondo dentro de los lineamientos fijadospor la Junta Directiva;
b) Asumir la representación jurídica del Fondo en todoslos actos judiciales o no que así lo requieran;
c) Someter a consideración de la Junta Directiva el proyectode Presupuesto del Fondo;
d) Aprobar los créditos y demás operaciones del Fondo;
e) Prestar todas las facilidades necesarias para el funcionamiento del Fondo;
14. Rolando, Eduardo. Cooperación Económica 'Y Financiamiento de las Exportaciones en América Latina. (Ediciones del Banco Central de Venezuela, Colección Esudios), Caracas 1977.
15. Véase: Lange, Augusto. Manual de Financiamiento e Incentivo a las Ex'portaciones Venezolanas. (Ediciones Banco Central de Venezuela), Caracas, 1979.
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f) Informar mensualmente a la Junta Directiva de los créditos otorgados; y,
g) Solicitar asesoramiento de la Junta Directiva en los asuntos que considere pertinentes.
Asimismo, el Banco Central ha prestado una positiva colaboración en la creación y funcionamiento del Sistema de Pagos de laALALC, mecanismo ideado para financiar las exportaciones entrepaíses de la América Latina y al cual se hace referencia en el Capítulo correspondiente a Cooperación Financiera.
Creación de un Mercado de Capitales
La posibilidad de que los bancos centrales, utilizando sus recursos técnicos y financieros, contribuyan a la creación de un mercadode capitales, constituye, según normalmente se admite, otro de losefectivos aportes que pueden prestar al desarrollo económico, especialmente en países como el nuestro, donde se encuentran presentesuna serie de condiciones favorables para esta finalidad, tales comoel elevado ingreso per cápita, la existencia de cierto nivel de ahorroy el fortalecimiento de la clase media, así como la redistribución quese ha venido observando en el ingreso nacional a favor del sectortrabajo y en detrimento de los sectores capital y empresario. Lapromoción de un mercado de capitales lleva consigo, como es natural, las posibilidades de un crecimiento económico más autónomoy más sólido por cuanto permite utilizar recursos financieros internos en mayor proporci6n, evitándose así los peligros que podríanderivarse de las demás modalidades a que se ha hecho referencia ysin las cargas sobre la balanza de pagos y demás implicaciones políticas y financieras que pueden surgir como resultado de las inversiones extranjeras y de los empréstitos externos.
Numerosos bancos centrales latinoamericanos han iniciado actividades en este sentido, bien sea mediante la adquisición de valoresemitidos por instituciones gubernamentales o por empresas industriales con la finalidad de transferirlos con posterioridad al sectorprivado, o a través de la constituci6n de fondos de estabilización devalores destinados al propósito de estimular el mercado, mantenerlas cotizaciones y evitar fluctuaciones erráticas. Tales fondos se nutren, por regla general, de las utilidades o reservas de los institutosemisores, como ha sido el caso del Fondo de Estabilizaci6n de Valo-
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res de nuestro Banco Central e igualmente el del Banco Central dela República Dominicana, o se han constituido con aportes mixtosdel Gobierno y del Banco Central. En esta última forma opera elFondo Regulador de Valores establecido en El Salvador. Se hanensayado también modalidades más autónomas, como el caso de laRepública Argentina, donde se constituyó una organización separadadel Gobierno y del Banco Central, pero administrada por ambossectores, para cumplir con la ya citada finalidad de estimular elmercado de capitales. 16
He aquí los más importantes aportes del Banco Central deVenezuela a la creación de un mercado de capitales en el país:
a) Contribuyó de manera significativa a la fundación de laBolsa de Comercio de Caracas, tal como se desprende de la Introducción de la Memoria correspondiente al año 1947, leída por elPresidente del Instituto a la Asamblea de Accionistas, en donde seasienta:
"Cabe mencionar· que la Bolsa de Comercio de Caracas, cuyacreación fue decididamente auspiciada por el Banco Central,empezó a funcionar el 21 de abril próximo pasado bajo la vigilancia de la Cámara de Comercio de Caracas. Entre esa fechay el resto del año se efectuaron, por su intermedio, operacionessobre bonos y acciones por un valor de Bs. 12,68 millones". 17
b) Desde los primeros años de su creación expresó preocupación por la conveniencia de establecer en el país un Fondo de Es-·tabilización de Valores, lo cual fue también expuesto en la ya citadaIntroducción a la Memoria de 1947:
"El fondo, dotado de un capital relativamente reducido y manejado por una autoridad independiente tendría la finalidadde absorber valores y liquidarlos de acuerdo con la situación ytendencia general del mercado, suavizando así las fluctuacionesy eliminando aquellas variaciones esporádicas de las cotizaciones que --causadas por ofertas y demandas relativamente reducidas- se observan con frecuencia en los países de incipientedesarrollo bursátil como el nuestro". 18
16. Tamagna (op. cis.).17. Citado por J. M. Herrera Mendoza, en Histori« de las Aclua"ones del
Banco Central de Venezuela en sus primeros ocho años de vida (op. ",., p. 382).18. IbiJem, p. 384.
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c) Su interés por los problemas relacionados con el mercadode capitales, así como las iniciativas tomadas en ese sentido, quedaron también consignados en la Memoria presentada en 1968, en lacual se informa haber creado una Comisión para el estudio de lamateria:
"El Banco Central ha venido siguiendo con el mayor interésla situación de nuestro mercado de capitales, consciente de lanecesidad de activado y de crear las bases necesarias para sufuturo desenvolvimiento".
"Con ese objeto el Instituto designó un grupo de trabajo queha venido examinando las posibles soluciones tanto a corto como a largo plazo, y especialmente considerando cuál podríaser el aporte del Banco Central de Venezuela al robustecimiento del mercado de capitales". 19
d) El Banco Central tornó activa participación en las iniciativas que condujeron a la ralización de un estudio detenido sobremercado de capitales en Venezuela, el cual fue patrocinado conjuntamente por el Banco Interamericano de Desarrollo y el BancoCentral de Venezuela. No es de dudar que dicho estudio haya sidodecisivo para que se promulgara en el país la vigente Ley de Mercado de Capitales, pues esa era una de sus recomendaciones concretas. 20
e) A través de sus intervenciones en mercado abierto (comentadas en otros capítulos) ha contribuido apreciablemente a estabilizar las cotizaciones de valores públicos y a crear un mercadoestable para ellas. Sin embargo, a pesar de todas estas iniciativas yde otras que se han realizado en el país, nuestro mercado de capitalescontinúa en una etapa relativamente incipiente.
Control Selectivo del Crédito
Otro instrumento que ofrece grandes posibilidades a los bancoscentrales para contribuir al desarrollo económico es el control selec-
19. os. cis., pp. 36-37.20. Dicho trabajo fue encomendado a la firma Deltec Panamericana y pu
blicado posteriormente por el Centro de Estudios Monetarios LatinoamericanosCEMLA. Véase: Deltec Panamericana, El MercaJo de Capitales en Venezuela. (Ediciones CEMLA. BID), México, 1968.
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tivo del crédito. La aplicación de este tipo de control trae consigo,como es de esperarse, la canalización prioritaria de recursos haciaaquellas actividades que más contribuyan al incremento de la producción, al aumento del nivel de empleo o a la sustitución de importaciones o estímulo a las exportaciones. Hoy en día se piensaque el control cuantitativo, es decir, aquel que se aplica en su conjunto a las distintas categorías de crédito, no constituye la soluciónadecuada, por cuanto afecta por igual a todos los sectores de laeconomía que en mayor o menor grado dependen del financiamientobancario. En vista de ello se aboga por la sustitución del controlcuantitativo por el cualitativo o selectivo. Claro está que el controlselectivo como instrumento de aplicación general plantea dificultades prácticas, hasta el punto de que, según respetadas opiniones, sólopuede implantarse exitosamente en países de gran tradición bancaria, como podría ser el caso de Inglaterra, donde la mayoría de lasoperaciones se concentran en un grupo pequeño de grandes bancoscon notoria disposición a cooperar con las autoridades monetarias.En todo caso, numerosos bancos centrales han intentado este tipode control para orientar los recursos financieros hacia determinadossectores de la economía o para restringir la inversión o el gasto enaquellas áreas en donde se estime necesario.
Una de las experiencias más interesantes en materia de controlselectivo es, quizás, la del Banco de México, organización que desdehace varios años ha implantado un sistema mediante el cual losinstitutos de crédito pueden sustituir parte de sus reservas o encajespor documentos que se relacionen con el financiamiento de actividades industriales agrícolas o ganaderas, o que se deriven de actividades de exportación. También el Banco de México, con criteriobastante firme, ha advertido a la comunidad financiera que sólo tendrán derecho a utilizar el redescuento aquellas instituciones quemantengan una cartera integrada por lo menos en un 60% condocumentos representativos de operaciones relacionadas con el fomento a la producción. Tal modalidad resulta al parecer tan frecuente en ese país que las operaciones del aludido Banco se hanvenido clasificando en la práctica en dos grandes grupos, así: operaciones de producción que deben representar normalmente el 60 %de la carrera, y operaciones comerciales que constituyan el restante40%. Para dar mayor vigencia a esta política, el instituto ha señalado que, ni aun en caso de retiros extraordinarios de fondos, con-
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tarán con su apoyo crediticio aquellos bancos que no hayan satisfecho ese requisito esencial. 21
Las medidas adoptadas por el Banco Central de Venezuela enmateria de control selectivo del crédito, tomadas individualmente oa través de Resoluciones conjuntas con el Ejecutivo Nacional, yahan sido comentadas anteriormente (Capítulo VII), destacándosebásicamente las siguientes: a) limitaciones al monto del crédito quepuede ser concedido a empresas multinacionales; b) otorgamientode créditos prioritarios para viviendas de interés social; c) obligatoriedad, por parte de los bancos comerciales, de destinar el 20 % desu cartera a colocaciones agropecuarias; y d ) limitaciones al créditopara el consumo no esencial o suntuario.
Mayor Contribuci6n al Financiamiento del Sector Rural
Una mayor participación del banco central en el financiamientodel sector agrícola resulta siempre deseable, ya que dicho sector noes atendido normalmente y en forma satisfactoria por la banca privada. La escasa rentabilidad de la agricultura y los riesgos a que seencuentra sometida en virtud de condiciones biológicas y climatológicas, aunados al hecho de que la mayoría de los productos agrícolasson perecederos y experimentan acentuadas fluctuaciones de precios,debido a que la oferta no puede ajustarse rápidamente a los cambiosde la demanda, hacen que esta actividad no sea precisamente lapreferida de los banqueros para operaciones de crédito. Por esasrazones el crédito agrícola ha sido calificado por los especialistascomo la "cenicienta del mercado monetario" y su otorgamientocorresponde en un elevado porcentaje a instituciones gubernamentales o de capital mixto. Instituciones de esta naturaleza concedennormalmente créditos a corto, mediano y largo plazo, tanto parafinanciar las cosechas, como los planes de expansión de los productores rurales, y soportan, además, parte de la carga financiera quese deriva del costoso sistema de mercadeo. Sus recursos provienennormalmente del Erario Público, el cual actúa en estos casos comouna especie de vaso comunicante que transfiere a los sectores másdébiles de la economía, parte de los ingresos que obtiene de actividades más remuneradoras como son la industria, el comercio y laminería.
21. Martínez Ostos, Raúl. El Banco de M¿"ico. (Op. ci,.).
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Ahora bien, como quiera que la agricultura requiere igualmente de asistencia técnica, sanidad animal y vegetal, investigaciones científicas y reajustes en la estructura de la tenencia de la tierra,además de extensión agrícola, subsidios y otras erogaciones a títulogratuito, surge en muchas ocasiones la necesidad de contar con recursos adicionales a los que normalmente aporta el Estado, en cuyocaso la colaboración del banco central es siempre bien recibida yno menos valiosa. Dicha colaboración suele materializarse a travésde una política de redescuentos relativamente liberal para- las instituciones de crédito agrícola o para los documentos de crédito provenientes de actividades agropecuarias en su más amplio sentido.Como antecedente puede citarse el caso del Sistema de la ReservaFederal de los Estados Unidos, que fue autorizado prácticamentedesde su fundación para realizar este tipo de operaciones, las cualesse intensifican con posterioridad al año de 1930, por haberse llegadoal convencimiento de que la depresión que se registró en ese períodoestuvo íntimamente ligada en sus causas a problemas de desajustesen la producción y comercialización agropecuaria. En igual forma,numerosos bancos centrales con mayor o menor éxito contribuyenal financiamiento de la agricultura de manera indirecta, a través dela asistencia crediticia a organizaciones del Estado, o mediante unapolítica de redescuenros más liberal o más activa.
El Banco Central de Venezuela no ha permanecido ajeno aestas prácticas que propician una mayor participación de los institutos emisores en el financiamiento del sector rural, En efecto:
i) Desde los primeros años de su creación comenzó porprestar asistencia financiera al Banco Agrícola y Pecuario a través de redescuentos y anticipos, con lo cual hacontribuido a la siembra, recolección y comercializaciónde productos agropecuarios;
ii) ha concedido importantes líneas de crédito a la Corporación Venezolana de Fomento para distintos propósitosvinculados con el fomento de la producción agropecuaria, entre ellos para el financiamiento de la zafra azucarera;
iii) continúa prestando similar asistencia a las nuevas instituciones de crédito agrícola que se hao creado, despuésde la eliminación o división de funciones del Banco Agrícola y Pecuario;
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1- <,¡. ~ ~ '". .~ ~,
'En América Latina .y;aúos."b~ncQs centrales, han desarrolladoactividades en este sentido, p~di~ñd~é:ita;sé entre eII~s los de Chile,~Qli~i'a' y éf Ba;ptó 'de:b Rép'Úbliea de, Cólorilbíú Según' Tamagna,gr priMerá"de' dichósbaneosha"tenido -partícípacién significativa'en: et tinápdámiehtp'deais~~fitas'empresas in'(histriltles; el segundoha 1 6torgM-IO,lfuertes '¿reaiios 'ai "sector min"ero estatal; a la vez queel Banco de la República ha prestado asistencia, financiera a variasempresas,ga~f:namentaJes. E1)S1.h conjunto, Iasexperiencias no han
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dades de este sistema. 2l! En lo que concierne a Venezuela, la Leyque rige las actividades del Banco Central prohibe a dicha institución el otorgamiento de créditos de este tipo.
Adquisición de Valores de Empresas Privadas
La adquisición de acciones o bonos de empresas industriales uotras de interés colectivo, por parte de los bancos centrales, si bienpuede tener efectos sobre el crecimiento económico similares a losque podrían derivarse del crédito directo, implica una mayor inmovilización de recursos. Desde otro punto de vista se juzga que estamodalidad, además de contribuir al establecimiento de nuevas fuentes de producción o de ampliar y mejorar las existentes, coadyuvaal desarrollo del mercado de capitales, especialmente cuando estosvalores son adquiridos en el momento de promoción de las empresas, para ser transferidos a intereses privados tan pronto como adquieran características rentables o comiencen a tener demanda en elmercado. Algunos bancos centrales latinoamericanos están facultados para realizar operaciones de este tipo, pero los resultados alcanzados no han sido totalmente satisfactorios. Haciendo abstracciónde sus implicaciones de carácter monetario, cabe añadir que las posibilidades de éxito de esta alternativa de financiamiento se encontrarían determinadas básicamente por la selección que se realice de lasempresas en las cuales se invierte.
En Venezuela, como se sabe, el Banco Central no ha desarrollado ni puede desarrollar actividades en este campo, púes su Ley leprohibe adquirir acciones de empresas bancarias, comerciales, industriales, mineras o agropecuarias, o tener interés alguno en las mismas, ni participar en su administración, exceptuándose naturalmente de esta disposición los valores adquiridos en virtud de operacionesde mercado abierto, en cuyo caso priva como objeto central el deregular el volumen de circulante ylo el de moderar fluctuacioneserráticas en el mercado de valores. También quedan exceptuados
22. Al respecto expone Tamagna (op, cit., p. 429): "Pero es lo cierto que laexperiencia de los bancos latinoamericanos no permite, en general, dar por buenasemejante presunción, En Bolivia, 'la principal causa de inflaciones residía en elhecho de que el Departamento Monetario otorgaba. créditos al Gobierno y al sectorminero, de propiedad pública, en tanto que el Departamento Bancario seguía unapolítica financiera restrictiva para los sectores privados de la economía",
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los activos que el instituto se vea obligado a adquirir en virtud desus operaciones. 28
Fondos de Desarrollo
Para evitar los problemas involucrados en el otorgamiento decréditos a largo plazo, algunos países en más avanzada etapa decrecimiento y con mayor respeto a la tradición y a la estabilidadmonetaria, han recurrido al establecimiento de empresas subsidiariasdel banco central para abordar de manera más racional problemasde financiámiento a largo y mediano plazo. Tal es el origen de losFondos de Desarrollo. 24 El Canadá estableció desde el año 1944una institución subsidiaria del instituto emisor para llevar a caboesta finalidad. Dicha organización, administrada por los propiosdirectivos del Banco de Canadá, está autorizada para emitir obligaciones negociables que pueden ser adquiridas o redescontadas poreste último. Siguiendo este mismo ejemplo, tanto la India como SurAfrica han creado instituciones separadas, con participación tantodel banco central como de la banca privada y otros organismos financieros, para conceder crédito a mediano plazo. 25
23. Es interesante observar que el estatuto original de la Corporación Venezolana de Fomento asignaba a ese organismo, entre otras facultades, la de promover empresas para transferir sus acciones a los particulares cuando las mismas comenzaran a marchar sobre bases rentables, o adquirir acciones de empresas en proceso de promoción con semejantes finalidades; sin embargo, como se sabe, estasactividades no se han realizado. En varias oportunidades la Corporación Venezolanade Fomento estuvo sometida a fuertes presiones para adquirir acciones de empresasque tenían pocas posibilidades de éxito, y no ha podido desprenderse de las quepromovió en base a las disposiciones antes señaladas, en razón de la oposición regístradapor sectores que propugnan el mantenimiento de ellas bajo el control delEstado.
24. Se atribuye al Banco de Inglaterra haber dado los primeros pasos en estecampo con la creación de dos instituciones subsidiarias: "The Securities ManagementTrust" y "The Bankers Industrial Development Company", Citado por el CEMLAen Funciones de la Banca Central en el Financiamiento del Desarrollo. (Ponenciapresentada ante la XVI Reunión de Gobernadores de Bancos Centrales del Continente Americano). Caracas 1979.
25. La citada organización lleva el nombre de Industrial Development BankLtd. y fue creada originalmente con un capital de 25 millones de dólares. Tiene autorizaci6n para emitir bonos y documentos que pueden ser redescontados en el Bancodel Canadá y en opinión de especialistas constituye prácticamente un departamentode dicho Banco que opera separadamente de éste y cuyas funciones son similares alas del Departamento Financiero del Commonwealth Bank oE Australia. En la India
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En América Latina los Fondos de Desarrollo han adquiridogran popularidad en los últimos años. Muchos de ellos están constituidos con aportes del Banco Central y del Gobierno, así como,conrecursos adicionales derivados del ahorro interno y externo y, enalgunos casos, funcionan de manera paralela a las instituciones gubernamentales de fomento a la producción. Tales fondos no sólo selimitan a actividades de financiamiento propiamente dichas, sinoque también prestan gran atención a investigaciones sobre materiasagropecuarias e industriales, evaluación de proyectos y otros camposafines. Según documentos del CEMLA, 26 la constitución de estas organizaciones puede ser el resultado de diversos factores tales comola capacidad técnica de los bancos centrales; la imagen y prestigiode dichos bancos, a nivel nacional e internacional; la confianza queen ellos tienen casi todos los países y, fundamentalmente, por suindependencia de criterio, lo que hace suponer que los créditos queconceden se encuentran ajenos a presiones políticas. 27 También sejuzga que en estos fondos se combinan la solidez que representa elrespaldo financiero del Estado y la eficiencia de una administraciónautónoma y apolítica. 28
Posiblemente sea Brasil el país latinoamericano que cuentacon mayor número de fondos de este tipo, tanto para el desarrolloeconómico en su conjunto, como para atender problemas de crecimiento económico en determinadas regiones, pudiendo citarse entreellos: El Programa Especial de la Región de Brasilia (Polo Brasilia); el Programa de Desarrollo de las Regiones del Noreste (PoloNoreste); el Fondo Especial para el Desarrollo de la Agriculturae Industria (FUNAGRI); el Fondo Especial de Desarrollo Agropecuario (FUNDAG); el Fondo de Democratización del Capitalde las Empresas (FUNDECE), además de otros menos relevantes.Casi todos los países latinoamericanos han creado fondos de financiamiento a las exportaciones y fondos de crédito agropecuario.
y en Sur Africa se han constituido, por el contrario, dos organizaciones independientes en las cuales los bancos centrales han adquirido un determinado númerode acciones y designan a algunos de sus directores. Ellas son, la Industrial FinanceCorporation of India y la Nacional Finance Corporation of South Africa (Sen, S. N.,op. cit.).
26. oe. cit.27. Ibidem.28. Nevin, Edward. Capital Funds in Underdeueloped Coentries, Macmillan,
Londres, 1961.
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En Venezuela contamos con numerosos fondos nutridos conrecursos gubernamentales, en los cuales no existe participación financiera del Banco Central, pues su Ley no le permite actividadesen este campo, además de la circunstancia ampliamente conocidade que el Estado ha podido asignar recursos suficientes para lapromoción del desarrollo económico. Entre dichas organizacionespodemos citar el Fondo de Inversiones de Venezuela, el Fondo deCrédito Industrial, el Fondo de Desarrollo Urbano, el Fondo parala Pequeña y Mediana Industria y el Fondo de Financiamiento alas Exportaciones.
El Fondo de Inversiones de Venezuela constituye una organización de apreciable interés dentro del contexto de los temas quehemos venido abordando, y ello por varias razones fundamentales:1'-') por haber sido creado en sustitución del Fondo Anricíclicoprevisto en la ley del Banco Central de 1960, el cual, como lohemos indicado, no llegó a constituirse; 29) porque desempeñaimportante funciones de tipo monetario, como son las de represartransitoriamente ingresos fiscales extraordinarios para invertirloscuando las condiciones sean más oportunas, evitando de esa manera eventuales impactos desfavorables sobre la liquidez, así comoestrangulamientos o cuellos de botella en las inversiones que seefectúen; 39) por el hecho de que puede desempeñar todas o casitodas las funciones que se aspira deben asignarse a los bancos centrales para financiar el desarrollo económico; y, 49) porque poneen evidencia que los problemas de Venezuela son, en cierto modo,diferentes de los que confrontan otras economías en desarrollo,pues nuestro país ha contado hasta el presente con adecuadosrecursos financieros y sólo requiere invertirlos racionalmente paraalcanzar importantes metas de crecimiento.
Este Fondo fue creado en 1974 con un aporte inicial de trecemil millones de bolívares y sus atribuciones fundamentales son lassiguientes:
i) Financiar el componente externo de determinadas inversiones reproductivas internas en renglones tales comohidrocarburos, energía química, petroquímica, siderúrgica, metalúrgica y otras de similar naturaleza;
ii) Suscribir acciones y cuotas de participación en las empresas públicas o mixtas que operen en los sectoresantes indicados;
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iii) j~qlplem~ntarel finan~iam\ent?q~ grandes Noye~c;>s.de inversión. agrfcola y manufacturera, o el de programas de exportación, mediante créditos globales ,a" través ,de instituciones financieras del sector 'público;
,iv) Realizar P'wgr~as 9~ .cooperación .financiera mt~rna
cional , tendientes a, ,pro~overeldesarrollo, .de, "naciónes: amígas'La través del otorgamiento.de .créditos, .conla, ~in}#a:q..óQ.;deque el monto. que .puede asignatse aestosJiQes1!1~ :Puede; exceder del 1S.%.,déJos activosdel\,F()nd(Y, " .
v') AClqOirir acciones y cuotas . de -p,ari:icipaciórh-en >empresas)eximnreas'o~ixi:as'establecidas -eri el 'páíS'cuando'eHi:>: fuere: necesariÓ"padílar' cumplímientoü: normasqu¿' JreseñreiF'áltapital ' nadoriaJcleterminádás .actividades' económicas:
-ví) EiJ1~'9-qar du;~tao! lnl:me<;t;atpepteproy~ct()S~t\e~ ex:terior. en J9.s(wale.s.:p~rti~iPen el~et9¡:..;p.\ÍblicQ_o; privado,'ve'1.efQlangs;
!\di)' Invertir 'en ,-váiotesextrahJeros que' cuerirenrcon run, "mercadoéxrerno estableyoróporcicnérr márgenes ade-. cuados di:i"iehtábiliaaü;
'U.":·-;j . ~j l',./"-,) ..~{. -: "j J'{ ".i';. '
.y~D .. t.. Participar ;,o.cpn. instjeuciones . fiJ,l¡lnc,it:ra~inte~9-acionalesen .el, .fiaancíamienso.rdeproyectos -en elexterior.y
~'~ Real~a'rdper~:doiles~ de arrendamiento; cuentá~ de-partid-pádóñ¡:"o.'suscripción én los rrieréados rdé- 'ctéelrtolniernacióna
npiis'iY{e' "utiíiztiEi6k '(Ji 1,,'eservai 'i ii tbrnaú6nfitÚ".!-.;~' r-: '., 'L1 ', ~ ,\:- ~<;:'" .' !$\.... :;' +-....p
~~ -,"''Sé há'indtcad6' antéri6rm~nte que uno de los medios quepuédén' utilizar los' banco~ ceritrales para contribuir 'al desarrollo
., económico' es a través de una' adecuada' política de acumulacióny' administración 'de ireservas 'internacionales ' que 'permita .garantí-
, ' zar 'la conrinuidadde 'los pagos con el, exterior yrhantener 'un tipode cambio de equilibrio;' Sin embargó, en Venezuela, país que tradicionalmente ha contado con suficiente provisión 'de medios externos de pago, algunos sectores. han esbozado la posibilidad de
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que las reservas internacionales deberían utilizarse en función deldesarrollo a través del otorgamiento de créditos a los sectores internos de la economía.
Desde un punto de vista conceptual, la utilización de las reservas monetarias internacionales o el probable excedente de éstaspara financiar el desarrollo a través del crédito directo, se encuentra en contradicción con las funciones que normalmente se atribuyen a dichas reservas, y que son, en última instancia, las de garantizar la continuidad de los pagos internacionales. Aparentementepuede resultar un contrasentido que el Banco Central de Venezuelahaya otorgado créditos a otros países, especialmente cuando en elnuestro no están suficientemente cubiertas las necesidades de financiamiento que se ha pretendido solucionar con tales créditosen el exterior. Ello se debe a que la posible utilización .de activos
. líquidos internacionales para fines de crédito interno, hace que losmismos, por razones obvias, pierdan el carácter de tales y no puedandesempeñar su función específica de saldar compromisos derivadosdel intercambio internacional. Cabría observar, por otra parte, queel propio crecimiento económico requiere de un volumen apreciable de reservas para garantizar la importación de maquinarias,equipos y otros insumas procedentes del exterior, así como parael pago de servicios financieros y no financieros. Las reservas internacionales, según el criterio que ha venido prevaleciendo hastaahora, deben administrarse en base a las clásicas directrices deliquidez, rentabilidad y seguridad, siendo indispensable, en todocaso, que no lleguen a inmovilizarse por largos períodos, en vistade que ellas constituyen una especie de capital de trabajo de laeconomía. Este 'criterio ya fue expresado por un Presidente delBanco Central de Venezuela cuando expuso; "En consecuencia, nose justifica la inversión de las reservas internacionales a través delotorgamiento de créditos, cuya recuperación se lograría tardíamente, acarreando la consecuente inmovilización de lo que hemos dadoen llamar capital de trabajo de la economía". 29 La posibilidad dedestinar los beneficios obtenidos por los bancos centrales para financiar programas de desarrollo no es un objetivo que pueda descartarse. Sin embargo, la utilización de cambios múltiples en función del desarrollo económico resulta una materia mucho máscompleja, cuyas implicaciones se comentan someramente en elCapítulo sobre el Régimen Cambiario.
29. Machado Gómez. A. (Op. cis.),
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CONCLUSIONES-
La perentoria e inaplazable necesidad que tienen algunos países de lograr un crecimiento económico más acelerado o de salirdel estancamiento en que se encuentran sumidos, ha hecho pensaren la posibilidad de que los bancos centrales desempeñen un papelmás activo en el financiamiento del desarrollo. Hasta el presentedichas instituciones han venido siendo consideradas como entidadesresponsables sólo de la estabilidad monetaria y de garantizar lacontinuidad de los pagos internacionales, sin intervención ni responsabilidad alguna en materias como las citadas. Tal es el criterioque sustentan técnicos y directivos de los más prestigiosos bancoscentrales, quienes estiman que la estabilidad monetaria debe estarpor encima de la política de desarrollo económico, por considerarque aquélla es condición sine qua non para lograr y consolidar eseúltimo objetivo. En algunos países atrasados y, muy especialmente, en los de América latina se ha venido creyendo, por el contrario, que los bancos centrales deben desempeñar un importantepapel en los planes de desarrollo de sus economías o que debenorientar parte de sus recursos a esa finalidad. Dentro de este ordende ideas se ha propuesto que tales instituciones contribuyan a esepropósito en las más variadas formas, recomendándose incluso elotorgamiento de créditos directos y a largo plazo, así como la adquisición de acciones de empresas industriales agropecuarias o mineras, todo ello además de una serie de medidas adicionales, talescomo una mayor participación en los programas de financiamientodel sector rural, o la posibilidad de contratar o avalar empréstitosen el exterior para fines de desarrollo. Se ha creído, por otra parte,que las reservas internacionales deben tener un carácter más dinámico en función del crecimiento económico y se ha propuesto,incluso, que las utilidades o los beneficios cambiarios se destinena esta finalidad.
Desde luego que la adopción de medidas de esa naturalezapuede acarrear serios peligros inflacionarios, entre otras razonespor el hecho de que se restringen al mínimo las posibilidades quetiene el banco central para poner en ejecución una efectiva políticamonetaria cuando las condiciones internas o externas así lo requieran. El crédito a largo plazo y la adquisición de acciones de empresas privadas trae como resultado una inmovilización de activoslíquidos, situación que, por razones obvias, se encuentra en contra-
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dicción con la necesaria flexibilidad que debe tener esa política. Enigual forma, la posible utilización de las reservas internacionalespara financiar algunos programas de expansión económica, puederesultar a la larga contrario a los objetivos mismos del desarrollo.En efecto: ¿Cómo podría garantizarse la continuidad de los pagosexternos si las reservas se encuentran comprometidas o inmovilizadas por haber sido colocadas a largo plazo? Y, ¿cómo podría lograrse un desarrollo acelerado si no se dispone oportunamente delos medios necesarios para hacer frente a tales contingencias? Enopinión de especialistas la adopción de medidas como las propuestas, además de lesionar la estabilidad monetaria y el crédito externo,podría distorsionar el sistema cambiario, llevando a los países involucrados en esta política a una situación de inestabilidad económicay financiera que no es precisamente la condición fundamental paraalcanzar los objetivos que se aspira a lograr.
La corriente conservadora se indina por la tesis de que la estabilidad monetaria es condición previa y fundamental para el desarrollo. Sostienen sus partidarios que cuando los bancos centralesactúan como prestamistas de última instancia y proporcionan liquidez al sistema bancario, contribuyen en esa forma a financiar actividades productivas, con lo cual influyen favorablemente sobre laexpansión económica. Se argumenta, además, que es ese uno de losmedios más viables mediante los cuales el instituto emisor puedecoadyuvar al desarrollo sin interferir o entorpecer la política monetaria, debido a que, como el crédito que se otorga a la banca privadaes normalmente a corto plazo, existe así mayor flexibilidad pararealizar 19S ajustes necesarios en momentos en que se requiera expandir o contraer la masa monetaria. Asimismo, como se ha puestoen evidencia, los bancos centrales tienen numerosas posibilidadespara contribuir de manera efectiva al crecimiento económico sinsalirse de las atribuciones que les son propias o convertirse en bancos de desarrollo como se ha pretendido en algunos casos. Talesposibilidades son, entre otras, la promoción de una estructura financiera nacional que permita estimular el ahorro interno y orientarlohacia actividades reproductivas, la modernización del sistema financiero, la creación de un mercado de capitales, la canalización derecursos hacia actividades prioritarias a través del control selectivodel crédito, la promoción de la liquidez y solvencia del sistema bancario y, en general, el cumplimiento adecuado de sus funciones debanca central para garantizar la estabilidad interna y externa.
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Consideramos respetable el criterio de quienes estiman queconviene más a los países atrasados correr el riesgo de la inflaci6ncon los peligros que de ella se derivan, antes que permanecer sumidos en un continuo estancamiento. Como podrá comprenderse, resulta difícil oponer argumentos convincentes a quienes se suman aesta corriente de pensamiento, ya que el empobrecimiento progresivo de algunas regiones del mundo, como resultado del crecimientode la población, el deterioro de la relaci6n de intercambio y ladisminuci6n del ingreso real suelen ser males aún mayores que elmás grave de los peligros inflacionarios. Claro está que éste no esel problema planteado en Venezuela. Nuestro país no se encuentraen situación de estancamiento ni tampoco inserto en el círculo vicioso de la pobreza. Por el contrario, desde hace varios años fuerzasdinámicas han venido impulsando su crecimiento, hasta un puntotal que calificados especialistas lo sitúan prácticamente en la llamada etapa del despegue; es decir, aquella en que, según Rostow, unadeterminada economía comienza a experimentar un crecimientoautosostenido, impulsado preferentemente por fuerzas end6genas,para alcanzar niveles más elevados de desarrollo. Venezuela nopuede, por lo tanto, alinearse al lado de las naciones que eventualmente estarían dispuestas a adoptar soluciones desesperadas ni puede incurrir en los riesgos desmedidos que señalan algunos economistas para financiar su desarrollo, debido a que el país Cuenta conextraordinario potencial de financiamiento que, de ser adecuadamente canalizado, le permite evitar todas esas contingencias.
La vigente Ley del Banco Central así como la original de sucreaci6n, resultan conservadoras frente a las exigencias de que elInstituto preste una mayor colaboraci6n al desarrollo econ6mico através de las modalidades de financiamiento que hemos venido considerando. El Banco Central de Venezuela, como se ha señalado, tiene expresa prohibici6n de conceder créditos a largo plazo y de invertir en acciones de empresas privadas; no puede colocar el excedente de sus reservas internacionales que sobrepasen del mínimolegal sino en obligaciones externas o denominadas en monedaslibremente convertibles y tiene igualmente otras limitaciones quele impiden incluso establecer un más adecuado control selectivo delcrédito. La propia facultad de conceder créditos al Gobierno Nacional para solucionar problemas transitorios de Tesorería ha sido, como 10 hemos expuesto, una modalidad relativamente novedosa quese introdujo s6lo en 1960 y que todavía es vista con cierto recelo
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dentro de la colectividad nacional por el eventual peligro inflacionario que puede derivarse de esa práctica.
Una eventual modificación de la Ley de Banco Central quepermita orientar la política del Instituto hacia metas más definidasde desarrollo no es un objetivo descartable, como tampoco lo seríala posibilidad de poner en práctica medidas más audaces dentro delmarco legal existente. Pero es indudable que antes de correr el riesgode adoptar los esquemas que se han venido propiciando en algunospaíses de América Latina, cuyos resultados prácticos no han demostrado todavía su eficacia, valdría la pena adoptar una actitud conservadora frente al problema y examinar las distintas posibilidades quetiene Venezuela de contar con otros recursos más inmediatos, másprácticos y menos peligrosos que los que podrían derivarse de financiamientos de esta naturaleza. Para nadie es extraño el hecho de queuna moderada reestructuración de las erogaciones gubernamentalesque tienda a restrigir los gastos innecesarios o superfluos de laAdministración Pública y a evitar las cuantiosas pérdidas en queincurren los institutos autónomos y empresas del Estado, puede proporcionar economías tan sustanciales como para solucionar parteapreciable de los problemas de financiamiento que plantea nuestrodesarrollo. .
En segundo lugar, no puede omitirse la importante colaboración que podría derivarse de una adecuada organización del mercadode capitales. Como anteriormente se ha señalado, la existencia deun elevado nivel de ingreso y el robustecimiento de la clase mediason, entre otros, indicios que hacen presumir un potencial de ahorrode apreciable magnitud, no utilizado eficientemente para el desarrollo por falta de mecanismos que lo canalicen hacia esa finalidad.Aprovechar esos recursos para fines de inversión, a través de incentivos, educación, instituciones especializadas y, muy especialmente,de un régimen legal que proteja más adecuadamente a los pequeñosy medianos inversionistas, constituyen igualmente soluciones másviables que las de tipo inflacionario que hemos venido analizando.Otro elemento que no puede descartarse es el concerniente al capitalextranjero, cuya colaboración ha sido hasta el presente positiva a pesar de los problemas que han surgido, tales como el uso inrensivodel crédito interno para financiar actividades de empresas extranjerasy la inversión de estos capitales en actividades suficientemente desarrolladas en el país. Una reglamentación más elástica en la cualademás de proporcionar garantías e incentivos a los inversionistas
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foráneos, se trate de evitar problemas como los planteados, resultaría de apreciable interés para incorporar mayores recursos al financiamiento de actividades productivas.
Frenar la desmedida importación de bienes no esenciales o suntuarios es otra alternativa que debería contemplarse con urgencia.N uestro país, sometido continuamente al efecto demostración y alos llamados fenómenos de emulación social, ha venido asimilandolos hábitos de consumo de las naciones de mayores ingresos, con locual se lesiona fuertemente su potencial de ahorro interno y su balanza de pagos. Una política que contrarreste esa situación, por lomenos en forma parcial, se traduciría indudablemente en mayoresrecursos para la inversión y en mayor provisión de divisas para laadquisición de maquinarias, equipos e insumas provenientes del exterior.
En síntesis, numerosas son las posibilidades que existen en Venezuela de incrementar los recursos disponibles para fines de inversión o de lograr una mayor eficiencia de los mismos. Frente a posibilidades como las planteadas resultaría contraproducente acoger lassoluciones que se han venido propiciando en otros países a favor deun financiamiento directo por parte del banco central, especialmentesi se toma en cuenta la gravedad de los riesgos en que se incurre yel carácter aleatorio que tienen las posibilidades de éxito. La colaboración que debe prestar nuestro Banco Central al desarrollo económico del país debe, por lo tanto, continuar ejerciéndose dentro delos principios ortodoxos a fin de que con ello no se lesione la estabilidad monetaria ni se entorpezca la adopción de políticas que propendan a garantizar este objetivo. En base al ordenamiento legalvigente, una de las modalidades más recomendables estaría dadapor una persistente y tenaz actuación a favor de la organización delmercado monetario con la finalidad de que el instituto pueda influirmás eficientemente sobre el circulante y el crédito y, en esa forma,sobre el fomento de la producción, tal como ocurre en economíasmás avanzadas.
Para concluir, part:ce oportuno traer a colación el pensamientode Chandler sobre la banca central y el desarrollo económico, cuandoen su obra citada en el presente capítulo, expone: "Si el crecimientoeconómico pudiera adquirirse s610 con dinero, los bancos centralespodrían resolver fácilmente el problema y resolverlo incluso a cortoplazo, ya que así lo permiten las facilidades de emisión que común-
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mente tienen dichas instituciones". Sucede, sin embargo, como muybien lo apunta el mismo autor, que el incremento de la producciónde bienes y servicios --clave fundamental del desarrollo-- sólo puede lograrse con recursos reales adecuadamente combinados y utili- .zados con criterio de máxima eficiencia. Los bancos centrales deben,en consecuencia, atender ciertas necesidades de financiamiento deldesarrollo económico, pero si no existe garantía de que el dinerocreado pueda transformarse en recursos reales, dicha colaboración.lejos de ser positiva, resulta notoriamente contraproducente.
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