Patrimonio cultural, identidad y...

200
Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía

Transcript of Patrimonio cultural, identidad y...

Patrimonio cultural,identidad y ciudadanía

2 Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía

Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Patrimonio cultural,identidad y ciudadanía

Patrimonio cultural, identidad y ciudadaníaFrancisco Ollero Lobato (Coord.)

1a. edición Ediciones Abya-YalaAv. 12 de octubre 14-30 y WilsonCasilla 17-12-719Telef: 2506-251 / 2506-247Fax: (593 2) 2506-255 / 2506-267e-mail: [email protected]//: www.abyayala.org

Diagramación: Ediciones ABYA - YALA

ISBN: 978-9978- 22-813-5

Impresión: Producciones Digitales Abya - YalaQuito - Ecuador

Impreso en Quito-Ecuador, febrero 2010.

Esta publicación fue subvencionada con un incentivo para actividades de carácter cien-tífico y técnico concedido por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de laJunta de Andalucía Convocatoria 2007. Se encuadra entre las actividades científicasdesarrolladas por el Grupo de Investigación HUM-647 Quadratura de la UniversidadPablo de Olavide de Sevilla.

ÍÍnnddiiccee

Presentación..................................................................................... 9

Evolución conceptual del Patrimonio Histórico y/o Cultural Español, y su reflejo monumental. 1933-1985 .............................. 15Elisa Bailliet Fernández

Os memorialistas do século XX e a memória das cidades ........... 35Flávio Carnielli

Patrimônio Cultural: Rheingantz – Uma Vila Operária em RioGrande – RS ..................................................................................... 63Vivian S. Paulitsch

Ambiente urbano y ciudadanía. Lineamientos de interpretacióny gestión de las plazas de la ciudad de La Plata - Argentina ........ 77María Cristina Domínguez

El patrimonio cultural como medio de aprendizaje integral a partir de la experiencia estética. Museo Nacional de Historia,Castillo de Chapultepec, Ciudad de México.................................. 103Ma. Estela Eguiarte Sakar

Os Rodeios Crioulos de Vacaria como Patrimônio Histórico-Cultural ........................................................................... 125Maria Neli Ferreira Borges y Cristiane Lames Siota

A Formação do Poder Político Local- Vacaria- RS- Brasil............ 145Maria Neli Ferreira Borges y Homero Francisco Peixoto Camargo

Do cinema à literatura, uma poética da condição humana:homenagem aos 75 anos da obra cinematográfica Limite de Mário Peixoto .................................................................................. 161Aparecida do Carmo Frigeri Berchior

Sobre patrimonio cultural y participación ciudadana ................. 177Edna Hernández González

La extensión universitaria como marco acción y promoción deldesarrollo del patrimonio cultural y el afianzamiento de las identidades locales en Argentina.................................................... 195María Liliana N. Herrera Albrieu de CarrèreMaría Elena BabinoMaría de las Mercedes Reitano

Identidade nacional, patrimônio cultural e carnaval.(Brasil - 1930) .................................................................................. 219Zélia Lopes Da Silva

Archivos y bibliotecas como puntos de apoyo del patrimonio cultural ............................................................................................. 239Mariana Mould de Pease

La participación de Venezuela en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929 ................................................................................ 263Francisco Ollero Lobato

Desarrollo urbano e inclusión social del ciudadanolatinoamericano............................................................................... 281Sandra de C. A. Pelegrini

6 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Educação Patrimonial e Turismo Cultural em Cidades de Pequeno Porte do Rio Grande do Sul, Brasil: Estratégias de Identidade e Cidadania em Piratini ............................................... 303Dr. Marcelo Ribeiro

Participaciones interdisciplinarias, interinstitucionales y de lasociedad civil en la conservación y creación de concienciaciudadana para la protección del Patrimonio Cultural Mexicano .. 317Luis Alberto Torres Garibay

El Cerrito, Querétaro. Patrimonio arqueológico en la construcción de identidad local ..................................................... 335Daniel Valencia Cruz

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 7

8 Francisco Ollero Lobato

PPrreesseennttaacciióónn

En la presente publicación se recogen un conjunto de estudiosque fueron presentados como ponencias del Simposio “Patrimonio cul-tural, una caja de herramientas para construir cultura ciudadana” (Hist.60) del 52º Congreso Internacional de Americanistas celebrado en laUniversidad de Sevilla en el mes de julio de 2006. El tema que dio ori-gen y sentido a aquel encuentro científico dentro del mencionado con-greso reunió en Sevilla a una serie de especialistas relacionados con lagestión del patrimonio, investigadores y profesores universitarios deEspaña y Latinoamérica, procedentes de variadas disciplinas, como laantropología, la historia, la historia del arte o la arquitectura.

El título del simposio destacaba la importancia de los bienesculturales en la construcción de la idea de pertenencia, identidad y par-ticipación de los grupos humanos y sociedades en el pasado y en laactualidad. El reconocimiento y la apreciación de un conjunto de bie-nes culturales como constitutivo de la identidad de un territorio seconsideran elementos integradores fundamentales. De ahí que desdeuna perspectiva histórica, se haya sugerido el análisis de su interpreta-ción como un documento, síntoma o consecuencia de los procesos oproblemas característicos de una sociedad. Además, la “revelación” delos aspectos significativos del patrimonio puede corresponder con unejercicio del control político o con un aspecto del dominio de un gru-po social. Forma parte de la visión de la historia, que puede utilizarse“como legitimadora de la acción y cimiento de la cohesión del grupo”1. Asíse ha visto en la consideración “monumental” del patrimonio un mo-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 9

do de identificación mental de las élites dirigentes con el producto deaquellas mismas que fueron protagonistas de tiempos pasados. La ela-boración y difusión de imágenes, la construcción de imaginarios o lainvención de tradiciones, con sus rituales y significados simbólicos, co-mo han estudiado entre otros Peter Burke, Jacques De Goff o EricHobsbawn, constituye un modo de interpretación o de manipulaciónúltima de las formas y significados procedentes o relacionables con lavaloración del patrimonio.

En el presente volumen, un grupo de ponencias pretenderabordar el análisis de la construcción de tales significados. Flavio Car-nielli estudia los cronistas de ciudades brasileñas y el protagonismo dela interpretación procedente de estos relatos para el significado del pa-trimonio local. Zelia Lopes analiza las implicaciones sociales y políticasde la fiesta del carnaval y del tipo social sugerido por el mismo en Bra-sil; Nelli Ferreira y Homero F. Peixoto profundizan en la formación delpoder local en la región de Vacarias con la adquisición y desarrollo delpoder político por parte de los propietarios de tierras y la burguesía lo-cal, que vinculan sus intereses económicos con una particular acciónpolítica y un determinado discurso del desarrollo. Cidinha Frigeri nosintroduce en el significado y particular poética de la obra cinematográ-fica de Mario Peixoto. Elisa Bailliet explica la evolución del concepto depatrimonio desde la Segunda República española hasta 1985 a partir delos textos legales y recomendaciones internacionales.

Algunos de los trabajos incluidos en esta compilación analizanbienes culturales concretos, que junto a sus valores históricos, arquitec-tónicos o estéticos, sugieren un significado complementario para la con-figuración de una imagen de una sociedad, nación o territorio. Así, Da-niel Valencia da noticias sobre un bien arqueológico que se convierte enhito de la antigüedad del poblamiento de un lugar, como El Cerrito, deQuerétaro (México), con su papel para la constitución de una imagen eidentidad local, más allá de la traumática distancia del mundo precolom-bino y colonial. El complejo fabril Rheingantz es investigado por VivianPaulitsch, bien de naturaleza industrial que documenta y sugiere signifi-cados relacionables con esta etapa del crecimiento económico brasileño,estableciendo posibles pautas de conservación y usos para su recupera-ción. Francisco Ollero evalúa la participación de Venezuela en la Exposi-ción Iberoamericana de Sevilla en 1929, estableciendo sugerencias sobrela imagen nacional proyectada, mientras se analiza la construcción de su

10 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

pabellón y su autoría. De nuevo Ferreira con Cristiane Lames explica losrodeos de Vacarias y su papel en la caracterización de la identidad regio-nal, a través de sus elementos relacionados con una producción econó-mica y un modo de vida determinado.

Junto a la perspectiva histórica, otros contenidos de los traba-jos de la presente publicación se relacionan con la vertiente social delpatrimonio. El miedo a los efectos negativos de la globalización inclu-ye la posible ruptura de tradiciones y costumbres que permitían unaidentificación con el grupo y unas pautas sociales asociadas al mante-nimiento de muchos bienes patrimoniales, (en algunos casos, relacio-nados incluso con estrategias de conservación y uso sostenible de susrecursos2), con el consiguiente peligro que el abandono de significa-ción de los mismos y de la identidad que su reconocimiento por la co-munidad generaban. Tal proceso podría conllevar el alejamiento de lapuesta en valor del patrimonio, y explica también la preocupación poraunar la formación y el ejercicio de los quehaceres ciudadanos con elreconocimiento de una identidad donde los bienes patrimoniales jue-guen un importante papel3.

Además, las potencialidades actuales del patrimonio america-no, con la aparición en las últimas décadas de órganos de financiación,y de cooperación internacional, así como el desarrollo de agencias na-cionales y locales del patrimonio, han permitido realizar acciones derestauración y recuperación, en algunos casos bajo criterios y procedi-mientos de desigual éxito. El abandono de las poblaciones genuinas,una mayor marginalidad de minorías y grupos indígenas, el vacío designificación, la pérdida de técnicas y artesanías tradicionales, o unmodelo unívoco de aprovechamiento económico son ejemplos del la-do oscuro de algunas de estas intervenciones.

Por ello, no es de extrañar que uno de los problemas principa-les que se plantea en el panorama americano es el de utilizar, tambiéndesde el punto de vista económico, las posibilidades del patrimonio,incluyendo desde luego su inclusión en la dinámica del turismo cultu-ral, pero de un modo donde su preservación se vertebre con el desarro-llo de un uso sostenible del mismo.

De este modo, se aúna el esfuerzo por la conservación y la re-cuperación material y comprensiva del patrimonio con la noción ac-tual de ciudadanía crítica y participativa. Dentro de este concepto esfundamental el esfuerzo pedagógico por trasladar el conocimiento y la

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 11

valoración de los bienes culturales a los habitantes del territorio, me-diante programas amplios de formación. Esta valoración no puede serajena a la participación de los mismos en los beneficios que su uso ge-nere, incluyendo la mejora de las condiciones económicas, de habitabi-lidad o de inserción de la población interesada. Finalmente, se tratatambién de auspiciar la participación ciudadana no sólo en su percep-ción y disfrute, sino igualmente en las responsabilidades y decisionesque su gestión genera, mediante la implicación activa de los ciudada-nos desde la escala más próxima a los propios bienes culturales.

Las ponencias que tienen como contenido común tal inquie-tud suponen en algún caso aportaciones metodológicas, como la deCristina Domínguez, que profundiza en la obtención y análisis de va-riables para la valoración de las plazas históricas de la ciudad de LaPlata, (Argentina), entendidas como bienes patrimoniales ambienta-les y urbanos.

En otros casos se trata de analizar el concepto de intervencióny sus pautas en relación con la idea de ciudadanía, como correspondeal trabajo de Sandra C. A. Pelegrini, quién aborda el tema de la recupe-ración de los centros históricos de las ciudades americanas, y aboga pormodelos interdisciplinares de intervención ante estos cambios urba-nos, que posibiliten la perdurabilidad de su vecindario, la coexistenciade los nuevos usos con los de su economía tradicional, y la apertura ha-cia la participación ciudadana en su planeamiento y gestión. Edna Her-nández analiza los cambios conceptuales de patrimonio y ciudadanía,comparando modelos de intervención en poblaciones francesas y me-xicanas.

El estudio de proyectos concretos promovidos desde distintasesferas de la administración, con el análisis de sus fines y resultados pa-ra la puesta en valor del patrimonio, lo afrontan los trabajos de Luis To-rres y de Herrera Albrieu y sus colaboradores. Sendos trabajos analizanrespectivamente varios casos de restauración del patrimonio edificadoen Michoacán (México) y de proyectos de recuperación y musealiza-ción en Argentina. Las deficiencias en la protección del mismo en Perúy la región andina son descritas y denunciadas en la ponencia de Ma-riana de Paese.

Por último, María Estela Eguiarte y Marcelo Ribeiro estudian laenseñanza y el aprendizaje de los contenidos para la valoración del pa-trimonio, desde el punto de vista de la gestión museística en el Museo

12 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec (México) y de los itine-rarios turísticos para el municipio de Piratini (Brasil).

Francisco Ollero Lobato

Notas:1 Eric HOBSBAWN, “Introducción”, en E. HOBSBAWN y Terence RANGER

(Eds.): La invención de la tradición. Barcelona, Crítica, 2002, p 19.2 José Pascual FERNÁNDEZ y David FLORIDO DEL CORRAL (coord): ¿Prote-

giendo los recursos?. Áreas protegidas, poblaciones locales y sostenibilidad. Sevi-lla: Fundación El Monte, Federaciones de Antropología del Estado español, Aso-ciación Andaluza de Antropología, 2005, pp. 9-24.

3 Preocupación recurrente en la actualidad americana la del valor del patrimoniopara representar identidades. P. ej., Antonio DONINI: “Patrimonio, identidad yglobalización” en A. DONINI et al.: La dimensión social del Patrimonio. Memo-ria, identidad; Itinerarios, rutas; paisaje cultural; participación, turismo; educa-ción. Buenos Aires: Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio,2006.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 13

14 Francisco Ollero Lobato

EEvvoolluucciióónn ccoonncceeppttuuaall ddeell PPaattrriimmoonniioo HHiissttóórriiccoo yy//oo CCuullttuurraall EEssppaaññooll yy ssuu rreefflleejjoommoonnuummeennttaall.. 11993333--119988551

Elisa Bailliet FernándezUniversidad Politécnica de MadridEscuela Superior Técnica de Arquitectura E-mail: [email protected]

Abstract

The purpose of this article is to explore the keywords thatconfirm the “Spanish Cultural Heritage” evolution through the legalcode, between the enactment of the “Defense, conservation and in-creasing National Heritage” (1933) and the “Spanish Heritage”(1985) laws.

The conceptual exposition of the heritage situation that wepresent is organized in two different spheres, national and interna-tional. In the national scale, we explore idea of the conceptual evo-lution or “revolution” of the cultural richness between the laws wequoted.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 15

In the international sphere, we will expose two supranatio-nal agreements. Firstly, the European Landscape Convention in 2000;and secondly, the Iberoamerican Cultural Charter of the OEI andCultural Ministries. Both texts coincide of the cultural heritage mul-tiplicity, and the necessity to establish recognition and protection ac-tions with independence for its deriving or social compromise.

RReessuummeenn

El objetivo fundamental de esta comunicación, es examinaraquellas claves que conformaron el itinerario del “Patrimonio culturalespañol” a través de la ordenación jurídica en el período determinadopor la promulgación de las Leyes sobre Defensa, Conservación y Acre-centamiento del Patrimonio Histórico Nacional de 1933 y del Patrimo-nio Histórico Español de 1985.

Organizaremos la exposición conceptual de la situación pa-trimonial, en dos apartados, uno nacional y otro internacional. En elámbito nacional, profundizando a través de la evolución o “revolu-ción” conceptual del acervo o riqueza cultural, a partir de la Ley de1933, hasta su configuración como Patrimonio Histórico Español dela Ley de 1985, incluyendo las aportaciones de las Comunidades Au-tónomas.

En el ámbito internacional, nos remitimos a dos compro-misos generados por dos organismos supranacionales, con el objetode ejemplificar esta “revolución” del Patrimonio en el mundo. Enprimer lugar, la Convención sobre Paisaje Cultural del año 2000, delConsejo de Europa, y en segundo término, la Carta Cultural Iberoa-mericana de Organización de Estado Iberoamericanos y Ministeriosde Cultura de países integrantes de dicha organización. Ambos tex-tos fundamentales, concuerdan en la multiplicidad de patrimoniosque albergaba el patrimonio cultural, y la necesidad de establecer lasmedidas para su reconocimiento y protección, con independencia desu origen y compromiso social.

16 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

ÁÁMMBBIITTOO NNAACCIIOONNAALL

“El espacio, lo mismo que el tiempo, se reorga-niza artísticamente en las ciudades, en las lí-neas periféricas y en las siluetas de los edificios.Al elegir los planos horizontales y los picosverticales, al utilizar o rechazar un lugar natu-ral, la ciudad conserva la huella de una culturay de un época y la relaciona con los hechosfundamentales de su existencia”.Mumford, L. (1945).

A partir de la Ley de 7 de julio de 1911, sobre excavacionesartísticas y científicas y la conservación de las ruinas y antigüedades,así como de la Ley de 4 de Marzo de 1915, sobre conservación de Mo-numentos Arquitectónicos, comenzaban a intuirse los ajustes con-ceptuales que estarían presentes en la Ley sobre Defensa, Conserva-ción y Acrecentamiento del Patrimonio Histórico Nacional de 13 demayo de 1933.

La Ley de 1911, se refiere casi con un siglo de antelación, alacervo cultural como “riqueza nacional”. Y rescata la labor ejercida através de la Ley mejicana de 11 de mayo de 1897, en la que se mani-fiesta la preocupación de este pueblo por la conservación de sus “tra-diciones”, y la defensa del “depósito sagrado de arte patrio”. En estasreflexiones subyace la intención de recalcar aspectos que aún tarda-rían más de una década en aparecer en la normativa española.

Los conceptos relacionados con el Patrimonio –en sus as-pectos técnicos y legales-, como la conservación y los Bienes Cultura-les, especialmente en países europeos con mayor antigüedad regla-mentaria, como Italia, Francia y España, han evolucionado de formanotable en la reflexión sobre alcances, competencias y responsabilida-des. Este proceso ha derivado, de forma sectorial, en la elaboración deun corpus doctrinal consistente. A nivel internacional, los resultadosde estas acciones, han derivado en la creación de una extensa lista deDeclaraciones, Cartas, Convenciones y Recomendaciones Internacio-nales, con la intención de fortalecer la conciencia por parte de las au-toridades de gobierno2.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 17

PPaattrriimmoonniioo

Una de las demandas de mayor presencia en el debate actual,es la adaptación y “precisión conceptual”3 de los parámetros que cir-cunscriben y acotan el hecho patrimonial. Esta renovación conceptualestá presente también en la nueva forma de entender el patrimonio cul-tural en la ciudad y el territorio. Resulta evidente que la “revolución”del concepto de patrimonio está provocada en cierta medida por estainterrelación entre bienes culturales con el territorio, ambiente o entor-no en el cual se sitúan.

El concepto de “Patrimonio”, tal y como lo entendemos en laactualidad, comienza a gestarse en el Real Decreto-Ley de 9 de Agosto de19264, sobre protección y conservación de la riqueza artística, convertidoen una “idea global y apreciativa”5, que sufriría tanto variaciones sustan-tivas como de contenido, a partir de la Ley de 13 de mayo de 1933, y através de las sucesivas normas que la modifican y amplían hasta 1985.

La norma de 1926, se refiere al aspecto cultural como valor aconsiderar para la protección del patrimonio6. En este valor conviven laindeterminación con las manifestaciones de la actividad del hombre -expresadas mediante recursos plásticos-, el arte que conforma el ámbi-to cultural, la interpretación de un valor, que representa la vida, cos-tumbres y desarrollo de un pueblo, a través de la cual se sintetizan va-lores artísticos, típicos, pintorescos, arqueológicos y documentales.

La Ley de 1926 combina el concepto de Tesoro Artístico-His-tórico con los términos “riqueza” y “acervo”, en lo que percibimos co-mo un intento por conjugar la amplitud de los bienes y propiedadesque formaban parte de la entidad del pueblo español.

Si bien, a nivel internacional, esta norma fue pionera con res-pecto a los principios albergados en el concepto de bienes culturales,pasarían aproximadamente 80 años para que el valor de la “cultura” es-tuviera asociado en primer orden al patrimonio, y fuera consideradanuevamente como el ámbito donde subyacen la totalidad de valoresapreciados de una nación.

La acepción legal de “Patrimonio”, como el conjunto de bienespertenecientes a una persona natural o jurídica, o afectos a un fin, suscep-tibles de estimación económica, ha sido aplicada por las leyes de protec-ción a lo que se denominaba el Tesoro Artístico Nacional, enriquecién-dolo a través de calificativos tales como histórico, artístico y cultural. En

18 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

definitiva el conjunto de bienes de una nación acumulado a lo largo de lossiglos, que, por su significado artístico, arqueológico, etc., son objeto deprotección especial por la legislación, ha dejado de lado la definición li-teral del patrimonio, para asociarla a la cualidad histórica de los obje-tos. Por lo que, en algunos casos, esta categoría de legado se ha conver-tido en el valor fundamental de aquellos bienes que deban ser conside-rados parte del “acervo” cultural español.

En estos primeros pasos del “Patrimonio histórico”, es la Ley de1933 la encargada de referirse a él como “todos aquellos bienes que dadassus características eran relevantes o significativos para el conocimiento de lahistoria del hombre, a través de su previa consideración como histórico, ar-tístico, arqueológico o paleontológico, nociones que dado su carácter abier-to e indeterminado dotaban al concepto Patrimonio Histórico de una granamplitud”7. Esta apreciación extensiva, en la que el Patrimonio Históri-co actúa como concepto aglutinador de las mencionadas nociones cua-litativas, había sido planteada por Alöis Riegl8, en 1903.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 19

Gráfico I. Vigencia conceptual previa al Patrimonio Histórico Español. 1911-1985.Elaboración Propia.

En su obra “El culto moderno a los monumentos”, Riegl con-taba con la cualidad intrínseca que posee todo valor histórico, aparte desuponer un eslabón en la cadena de acontecimientos que involucran laactividad humana, y ser uno de los factores fundamentales de su pen-samiento evolutivo. Asumía que este valor histórico está representadopor cada uno de los acontecimientos, imponiéndose la selección deaquellos en los que se sinteticen los valores que consideramos impres-cindibles como testimonios de una época y/o lugar. Esta concepción seha desvanecido en determinados momentos, dejando paso a un frene-sí conservacionista. En tercer término, presupone la implicación histó-rica en los valores artísticos de los monumentos, por lo que juzga a ladiscriminación entre “monumentos históricos” y “artísticos”, como de-nominaciones “inexactas”.

Como validación de tal expresión, podemos insistir sobre lavigencia del Patrimonio Histórico - Artístico Nacional, durante más decincuenta años, tras los cuales quedaría sintetizado como PatrimonioHistórico Español por la Ley de 16 de junio de 1985.

Esta Ley consagró la definición de Patrimonio Histórico con laintención de ampliar la extensión de su ámbito de injerencia y a partir dela cual estuvieran afectados “los bienes muebles e inmuebles que lo consti-tuyen, el Patrimonio Arqueológico y el Etnográfico, los Museos, Archivos yBibliotecas de titularidad estatal, así como el Patrimonio Documental y Bi-bliográfico”.9 Esta expansión no implica la aplicación uniforme de las me-didas de protección y fomento, sino que establece niveles de protecciónrelacionados con las categorías legales. La amplitud se sustenta en el tex-to del artículo 46 de la Constitución de 197810, donde se manifestan losobjetivos principales del patrimonio y su independencia de régimen y ti-tularidad de los bienes integrantes del patrimonio español.

A partir de este punto, comenzaría una nueva etapa en la evo-lución conceptual del Patrimonio, en la cual el valor cultural parece serla cualidad más destacable, por su ductilidad y temporalidad, median-te las cuales logra ajustarse a un patrimonio que muta y se transforma,amoldándose a nuevas tendencias y requerimientos sociales, artísticos,técnicos y científicos. En cuanto al valor histórico, comienza a ser con-siderado como parte consustancial del hecho cultural y, por ende, so-metido a sus principios.

A pesar de haber sido objeto de múltiples enmiendas y con-troversias durante el estudio del Proyecto de Ley de Patrimonio Histó-

20 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

rico Español, se optó por la aplicación del valor histórico, como deno-minador y sinónimo de cultura11.

Las nuevas tendencias de especificidad del patrimonio, hanincorporado factores que requieren mayor precisión. Este es el caso delPatrimonio Industrial, del que haremos referencia más adelante. Es im-prescindible ajustar los parámetros, ya que como reflexiona Casanne-lles12, “Un objeto puede estar muy cerca en el tiempo, pero muy lejos con-ceptualmente”, lo que implica la redirección inevitable del concepto debien patrimonial.

PPaattrriimmoonniioo HHiissttóórriiccoo.. IImmpplleemmeennttaacciióónn.. RReefflleejjoo MMoonnuummeennttaall

El Estado se sirve de determinadas herramientas o instru-mentos, a través de los cuales implementa la tutela del Patrimonio His-tórico Español, como grado genérico de protección. La legislación queinstrumenta esta protección valora las características del objeto a sal-vaguardar, ya sea material o intangible, mueble o inmueble, y les atri-buye valores según los cuales logra catalogarlos dentro del abanico “in-finito” de posibilidades y cualidades atribuibles a estos bienes. La Ad-ministración clasifica estos bienes examinando y reconociendo cuali-dades, de manera individualizada o conjunta, tales como el valor his-tórico, artístico, arquitectónico, arqueológico, etnológico, paleontoló-gico, científico o técnico. Pero esta valoración no conlleva la asignaciónpositiva de derechos, sino sólo las que se les haya otorgado según el ré-gimen de protección correspondiente.

En el grado máximo de protección, se encuentran los Bienesde Interés Cultural, declarados por ministerio de Ley, cuya categoriza-ción prevista en la LPH de 1985, es la de Monumentos, Jardines Histó-ricos, Conjuntos Históricos, Sitios Históricos y Zonas Arqueológicas.Para ejemplificar lo sucedido en el ámbito de la protección del patri-monio histórico español en el último siglo, hemos realizado un mues-treo de las declaraciones de Monumentos Nacionales efectuadas du-rante el período de estudio.

Cabe destacar, que a partir de la década de 1970, momento enel que comienzan a materializarse los traspasos de competencias delEstado a las Comunidades Autónomas, existe un punto de inflexión enlas políticas de valoración del conjunto de bienes susceptibles de ser in-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 21

corporados como Patrimonio Histórico Español, en cualquiera de susniveles de protección. Estos cambios en las políticas conllevarían la rea-lización de nuevas legislaciones específicas, y la incorporación de losmatices propios de cada región.

EEll PPaattrriimmoonniioo HHiissttóórriiccoo aa ttrraavvééss ddee llaass CCoommuunniiddaaddeess AAuuttóónnoommaass

Al reajuste conceptual que estamos analizando, han contri-buido las Comunidades Autónomas en sus Estatutos y en las normati-vas específicas sobre la protección del patrimonio, mediante la inde-pendencia de criterios y la necesidad de otorgarles entidad propia. Laactualización terminológica de sus respectivos patrimonios, plantea lasdesigualdades de criterios latentes en el momento de precisar la justadenominación del patrimonio propio. De esta forma, cada autonomíaha conjugado su patrimonio como histórico, cultural, histórico cultu-ral o artístico.13

22 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Gráfico II. Declaraciones Monumentos Nacionales por provincias, entre 1930 y 1985.Elaboración propia según datos obtenidos de la Base de datos de bienes in-muebles inscritos en el Registro de Bienes de Interés Cultural,http://www.mcu.es.

La incorporación expresa del patrimonio Etnográfico, Marí-timo14, Macro-conjuntos y Conjuntos itinerarios, se ha realizado deforma paulatina. A pesar de estar recogido, de forma somera, en la nor-mativa Estatal previa, han adquirido más entidad en las normas espe-cíficas de las Comunidades Autónomas, siendo necesario que se plan-tee una regulación concreta.

En cuanto a la noción de Arqueología industrial o patrimo-nio industrial, a pesar de carecer de normativa específica en la legisla-ción española, tanto del Estado como de las Comunidades16, se en-cuentra contenida en las líneas de protección generadas a través delPlan Nacional de Patrimonio Industrial llevado a cabo por el Institutode Patrimonio Histórico Español17 (Dirección General de Bellas Artes.Ministerio de Cultura).

Otra aportación de las leyes autonómicas es la reorganiza-ción del régimen de protección del patrimonio, para ajustarlas a lasnuevas nociones de ámbito y expresión de lo “histórico” o lo “artístico”.

En este sentido, y a modo de ejemplo, una de las normas másmodernas, la Ley 7/2004 del Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 23

Gráfico III. Elaboración propia a partir de Normativa Autonómica sobre PatrimonioHistórico y/o Cultural.15

de La Rioja plantea una visión más amplia e innovadora, desde la quese redistribuyen los niveles de protección a partir del máximo nivel, el

de Bien de Interés Cultural. Es en este nivel en el que se amplia a tresnuevos tipos, en respuesta a las nuevas tendencias que la actualidadobliga a considerar, como son el aspecto de lugares etnográficos y lospaisajes cultural. Estos cambios se combinan con cambios orgánicos,que no atañen específicamente al desarrollo de los bienes que son ob-jeto de tutela.

En cualquier caso, el estudio comparado de las normativasautonómicas, correspondientes a la protección del Patrimonio Históri-co, Artístico y/o cultural, debe ser objeto de una análisis más profundoen el que se incorporen todas las modificaciones realizadas hasta el mo-mento, y las implicaciones jurídico-administrativas, como los aspectostécnicos derivados de ellas.

24 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Gráfico IV. Declaraciones Monumentos Nacionales por Comunidades Autónomas, en-tre 1930 y 1985.Elaboración propia según datos obtenidos de la Base de datos de bienes in-muebles inscritos en el Registro de Bienes de Interés Cultural,http://www.mcu.es

ÁÁMMBBIITTOO IINNTTEERRNNAACCIIOONNAALL

En el ámbito internacional, nos centramos en los nuevos Pa-trimonios, no tanto porque sean de nueva creación, como por su re-ciente reconocimiento. Con anterioridad, mencionábamos el patrimo-nio industrial, etnológico o marítimo, que conforman aquellos queaún no son objeto de normativa específica en la esfera nacional. En elámbito internacional, existen varias vertientes, que, según sus radios deacción y sus características constitutivas, rigen o influyen sobre zonasgeográficas y esferas temáticas.

En conjunto, estos Convenios, Acuerdos, Recomendaciones,Tratados, Reglamentos y Protocolos, cada uno con sus implicacionesjurídicas, conforman lo que podríamos denominar un Mapa del Patri-monio Cultural. En distintas versiones, desde distintos ángulos deperspectiva, y desde hace varias décadas, todos tienen un denominadorcomún, la conservación, protección y difusión del Patrimonio Culturalen todos sus territorios, representaciones, y extensiones.

En esta oportunidad, sólo nos remitiremos a dos compromi-sos generados por dos organismos supranacionales, con el objeto deejemplificar esta “revolución” del Patrimonio, que iniciábamos en lanormativa nacional, pero que trasciende sus límites, y se entrelaza conla tendencia internacional.

CCoonnvveenncciióónn ssoobbrree PPaaiissaajjee CCuullttuurraall-- CCoonnsseejjoo ddee EEuurrooppaa

El Consejo de Europa, como es sabido, es la organización po-lítica intergubernamental que se encarga a través de la dirección deEducación, Cultura y Patrimonio, juventud y deporte, de la Secretaríadel Consejo, desde 1949, de la promoción y desarrollo de la identidadcultural europea.

Desde la apertura a la firma del Convenio Cultural Europeo,en 1954, se constituyó una base de diálogo y cooperación entre los Es-tados miembros, para la salvaguarda del patrimonio cultural. A su vez,y de forma progresiva, ha aportado a la ampliación del concepto de con-servación, a través de la Resolución relativa a la reanimación de monu-mentos (1966), la Carta Europea del Patrimonio Arquitectónico (1975), elConvenio para la Salvaguarda del Patrimonio Arquitectónico de Europa(Granada, 1985), el Convenio para la protección del Patrimonio Arqueo-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 25

lógico (La Valette, 1992), y la Declaración final de la 4º Conferencia Eu-ropea de Ministros responsables del Patrimonio Cultural (Helsinki, 1996).

Uno de los últimos tratados internacionales elaborado dentrodel contexto del Consejo de Europa, es la Convención sobre PaisajeCultural (Florencia, 2000). Este primer tratado regional, concebido es-pecíficamente para “… promover medidas eficaces para la conservaciónno sólo de los monumentos aislados y de los conjuntos monumentales, si-no también del entorno mismo en donde estos conjuntos se hallan”18, en-tró en vigor en marzo de 2004, tras ser ratificado por diez de los Esta-do miembros.

Si bien, se trata de un modelo de creación reciente, y su valorconceptual aún se encuentra en desarrollo, no así su definición. Su evo-lución parte de la consideración específica que le otorgara UNESCO, me-diante la Convención sobre Protección del Patrimonio Mundial de 1992.Un ejemplo de su flamante formación, es la declaración del primer pai-saje cultural - Parque Nacional de Tongariro en Nueva Zelanda- en 1993.

El paisaje cultural forma parte del patrimonio cultural, ydentro de éste último conviven todos los tipos de patrimonio, ya que esel resultado de la acción de la actividad humana en un determinado te-rritorio, y está integrado por componentes naturales, culturales, mate-riales e inmateriales.

Con el fundamento de la Convención del Consejo de Europa,y gestionado por el Instituto de Patrimonio Histórico Español, surge enel año 2004, el Plan Nacional de Paisajes Culturales, cuyo objetivo es laidentificación y protección de los paisajes culturales, cubriendo aspec-tos fundamentales como definición, delimitación, análisis de compo-nentes y gestión.

CCaarrttaa CCuullttuurraall IIbbeerrooaammeerriiccaannaa-- OOrrggaanniizzaacciióónn ddee EEssttaaddoo IIbbeerrooaammeerriiccaa--nnooss,, MMiinniisstteerriiooss ddee CCuullttuurraa ddee ppaaíísseess IIbbeerrooaammeerriiccaannooss..19

Con el objetivo de dirigir la mirada hacia los próximos pasos,nos referimos a la Carta Cultural Iberonamericana, cuya elaboraciónviene gestándose hace ya algún tiempo, para materializarse en un tra-tado de intenciones, comunes y acordes a una nueva realidad social ycultural de los países miembros de la Organización de Estados Iberoa-mericanos. A través de esta Carta, se expresa el convencimiento de que

26 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

los pueblos iberoamericanos comparten más que raíces y patrimonio,así como un acervo cultural común.

En el ámbito cultural al que hace referencia la Carta, hay es-pecial cabida para el patrimonio cultural común, y a la necesidad de es-tablecer medidas preventivas para su reconocimiento, defensa, promo-ción y protección, sin importar que su origen y compromiso social.20

Dentro de su Base IV, la Carta afirma una concepción inte-gral de la cultura, y para ello, plantea una serie de ámbitos y objetivos,como son el Patrimonio Cultural, los Derechos de Autor, las IndustrialCulturales, las Culturas Tradicionales, Originarias y Afrodescendientes,la Cultura y Educación, la Cultura, Ciencia y Tecnología, y por último,la Cultura y Comunicación.

En el apartado específico de Patrimonio Cultural, la Cartaplantea la nueva tendencia hacia la conservación del patrimonio cultu-ral, como la referencia básica de la identidad de los pueblos, y comocondensador del “patrimonio material” y el “acervo inmaterial”, en laque se incluyen las manifestaciones culturales y lingüísticas, así comose mantiene abierta a la incorporación de “nuevos patrimonios”, comoel industrial, urbanístico, ambiental, etc. Estas incorporaciones ratifi-can, una vez más, la evolución constante de la que es objeto el patrimo-nio, como un concepto dinámico que responde a la identidad de las co-munidades.

La inclusión de la promoción del turismo cultural en el apar-tado correspondiente al Patrimonio cultural, es una de las innovacio-nes planteadas como medio para el cumplimiento del objetivo de reco-nocimiento y protección del patrimonio cultural iberoamericano, conespecial atención a su promoción sostenible.

CCoonncclluussiioonneess

Hemos recorrido, someramente, la evolución experimentadaa través de casi un siglo, y rescatado multitud de vaivenes etimológicosy conceptuales, generando una imagen global de un patrimonio que seacerca cada vez más a ser denominado como “cultural”. Asimismo, he-mos identificado como posible causa, la especificidad del patrimonio,en las últimas décadas. La aplicación de denominaciones precisas, co-mo patrimonio industrial o paisaje cultural, etc., ha modificado las

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 27

condiciones de protección, hecho que requiere la reformulación de lasleyes vigentes hasta el momento, y la anexión de otras más específicas.

En la actualidad, resulta casi imposible hablar de criterios pu-ros, a favor o en contra de la restauración, conservación, rehabilitacióno reconstrucción. Y cada vez estamos más cerca de la idea de que cadaobra, monumentos o entidad patrimonial, así como es única, debe serobjeto de una norma lo suficientemente flexible como aplicable.

La valoración del patrimonio, ya sea artístico, histórico o cul-tural, está supeditada a sus circunstancias, al contexto que en determi-nados casos la define, por ende, difícilmente podrán responder a lasmismas pautas de conservación, restauración, o protección. Es eviden-te que la diversidad patrimonial, merece un conjunto normativo acor-de a su riqueza e incalculable valor.

Si reconocemos la existencia de un denominador común so-bre la necesidad de unificar criterios, por medio de la participación delas naciones europeas y transatlánticas, en la protección de un patrimo-nio global, entonces, el panorama se muestra esperanzador. Si, como esel caso, esta labor se encuentra orientada y concebida por organismossupranacionales, podría generase un sistema de solidario, en el que paí-ses con políticas proteccionistas ineficaces o incompletas, o en el peorde los casos, inexistentes, podrían verse beneficiados.

Así como en la 4ª Conferencia Europea de Ministros respon-sables del Patrimonio Cultural, celebrada en Helsinki, en 1996, se acor-daron una serie de principios que reconocidos como punto de referen-cia común para el desarrollo de las políticas del patrimonio cultural entodo el espacio europeo, no resulta inconcebible que este modelo se ex-pandiera a otros continentes, creando un tejido que permita el recono-cimiento del patrimonio cultural, como reflejo de un mundo cada vezmás heterogéneo y globalizado.

En este sentido y a través de instrumentos extensivos, todoslos documentos internacionales, ya sean Cartas, Convenios, Recomen-daciones, Tratados o Informes generados por organizaciones regiona-les o mundiales, como Consejo de Europa, Organización de Estado Ibe-roamericanos (OEI), UNESCO, ICROM, ICOMOS, respectivamente,que tengan como propósito la protección, conservación y difusión delpatrimonio cultural y natural de los pueblos a los que representan, con-forman una red que abarca y relaciona continentes, yuxtaponiéndose aotros. Esta superposición, genera lo que podríamos llamar un Mapa del

28 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Patrimonio Cultural, lo que podría asemejarse a la Cooperación Pa-neuropea para el Patrimonio Cultural, tal y como enuncia la 3ª Confe-rencia Europea de Ministros responsables del Patrimonio Cultural, ce-lebrada en Malta en 1992.

En la Resolución nº 2, relativa al marco institucional de estacooperación multilateral, se plantea la posibilidad de abrir esta coope-ración a un marco mayor, permitiendo organizar colaboraciones conAdministraciones locales y regionales, y a las organizaciones no guber-namentales. Si la propuesta de esta Resolución, que concierne a la am-pliación del radio de colaboración, y señala la conveniencia de una me-jor coordinación de las actividades del Consejo de Europa y las Comu-nidades Europeas con el objeto de rentabilizar los recursos existentes yemplearlos en programas sobre patrimonio, se pudiera reproducir enotros continentes, no sería descabellado pensar en este Mapa como unarealidad posible.

En alguna etapa de la historia, lograr la cohesión de un conti-nente y el compromiso de sus Estados, para construir una sociedad homo-génea en cuanto a derechos culturales, resultaba una utopía. En 1997, en

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 29

Gráfico V. Mapa potencial del Patrimonio Cultural. Elaboración propia.

la 2ª Cumbre de Jefes de Estado y Gobiernos, se pactaron los objetivosmencionados, la toma de conciencia del desafío a afrontar en cuanto a laeducación y la cultura dentro de una sociedad diversa y la reafirmación dela importancia que constituye el patrimonio cultural y natural europeo.

NNoottaass::

1 El presente paper fue elaborado para su presentación como comunicación en el52º Congreso Internacional de Americanistas, celebrado en Sevilla en el mes dejulio de 2006. En consecuencia, los datos reflejados en el presente documento co-rresponden a la reglamentación y documentación vigente en 2006, año de elabo-ración y exposición del presente paper. La autora ha procedido a la actualizaciónde algunos elementos que se han visto modificados. No obstante, el desfase tem-poral de dos años, existente entre la presentación (2006) y la publicación del pre-sente trabajo (2008), bajo el formato de Actas del Simposio, puede haber ocasio-nado la desactualización de algunos otros datos.

2 Y. A. MARTINI, E. M. LEAL “Patrimonio Cultural y Economía: ¿una relación po-sible?”. En www.RevistaHABITAT.com · Reciclaje y Restauración

3 Víctor FERNÁNDEZ SALINAS, “De la protección a la legitimación social del pa-trimonio urbano en España”. En Scripta Nova, Revista electrónica de Geografía yCiencias Sociales. Universidad de Barcelona. Vol. IX, núm. 194, agosto 2005.

4 Publicado en la Gaceta de Madrid Núm. 327 de 15 de Agosto de 1926. Página1027.

5 J. PRIETO DE PEDRO, “Concepto y otros aspectos del patrimonio cultural en laConstitución”, en Libro Homenaje dedicado a García Rentaría. Ed. Civitas, Ma-drid, 1991.

6 C. BARRERO RODRÍGUEZ, “La ordenación jurídica del patrimonio histórico”.Ed. Civitas- Universidad de Sevilla. Madrid. 1990. (pp.63)

7 C. BARRERO RODRÍGUEZ “La ordenación jurídica del patrimonio histórico”.Ed. Civitas- Universidad de Sevilla. Madrid. 1990. (pp.74)

8 Alois RIEGL “El culto moderno a los monumentos”. Ed. Visor. Dis., S.A. Madrid,1999.

9 En 1996, la Declaración de la 4ª Conferencia Europea de Ministro encargados delPatrimonio Cultural, de Helsinki, plasmó lo que paulatinamente y de forma es-pontánea surgía hasta ese momento, y sentó las bases para la anexión al patrimo-nio arquitectónico y arqueológico, de los paisajes culturales, bienes muebles ypatrimonio intangible.

10 “Art. 46: Los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el en-riquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de Es-paña y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen y su titulari-dad. La ley penal sancionará los atentados contra este patrimonio.”

11 C. BARRERO RODRÍGUEZ “La ordenación jurídica del patrimonio histórico”.Ed. Civitas- Universidad de Sevilla. Madrid. 1990.

30 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

12 E. CASANELLES I RÓALA, “Por un nuevo marco legal del Patrimonio: el casodel Patrimonio Industrial”. En: Patrimonio Cultural y Derecho, nº 1. ED. B.O.E.,Fundación AENA, Fundación de los Ferrocarriles Españoles, Hispania Nostra.Madrid, 1997.

13 Para profundizar sobre este tema se puede consultar, el artículo de DionisioFERNÁNDEZ DE GATTA “El régimen jurídico de protección del PatrimonioHistórico en la legislación autonómica”, En: Revista patrimonio Cultural y dere-cho. Nº 3. Madrid. 1999., y S. MUÑÓZ MACHADO, “Derecho Público de las Co-munidades Autónomas. I.” Madrid, 1984.

14 J. GARCÍA FERNÁNDEZ, “La protección jurídica del Patrimonio Cultural.Nuevas cuestiones y nuevos sujetos a los diez años de la Ley del Patrimonio His-tórico Español”. En: Revista de Patrimonio Cultural y Derecho, nº 1. Ed. Madrid,1997.

15 En 2007, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia optó por la denomi-nación de “Patrimonio Cultural” para su patrimonio, según la Ley 4/2007, de 16de marzo.

16 Esta situación ha variado desde la fecha de elaboración del presente paper, rea-lizado según la normativa vigente hasta julio de 2006, a raíz de la promulgaciónde la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, de Patrimonio Histórico de Andalucía,que incorporó a su clasificación la de “Lugares de Interés Industrial”.

17 Recientemente El Instituto del Patrimonio Histórico Español ha pasado a deno-minarse Instituto del Patrimonio Cultural de España, mediante Real Decreto1132/2008, de 4 de julio, por el que se desarrolla la estructura orgánica básica delMinisterio de Cultura. (BOE nº 165, 9 de julio de 2008).

18 A. MARTÍNEZ-NOVILLO, “El paisaje cultural y la historia” En: Paisajes cultu-rales. Colegio de Ingenieros de Camino, Canales y Puertos, 2005.

19 “Para una Carta Cultural Iberoamericana” VIII Conferencia Iberoamericana deCultura. Córdoba, España, junio 2005.

20 Base I. Preámbulo: “Somos conscientes de los desafíos y retos que representan parala cultural iberoamericana los procesos de mundialización y la mutua y benéfica in-fluencia que pueden generarse en estos ámbitos” (…) “Afirmamos que Iberoaméricaes portadora de un patrimonio cultural común y diverso que es indispensable pro-mover y proteger” (…) “Estamos convencidos de que las actividades, bienes y servi-cios culturales son portadores de valores y contenidos de carácter simbólico que pre-ceden y superan la dimensión estrictamente económica” (…) “Destacamos el prin-cipio de igual dignidad de todas las culturas y que resulta preciso adoptar medidaspreventivas para el reconocimiento, la defensa, la promoción y la protección de lasculturas originarias y las de las minorías”. (…) “Reafirmamos la importancia de losinstrumentos adoptados en el seno de la UNESCO en materia de cultura y, en par-ticular, de los principios enuciados en la Declaración de la diversidad cultural de2001 (y de las disposiciones del anteproyecto de la Convención sobre la protección ypromoción de la diversidad de las expresiones culturales), en las que se prevé el esta-blecimiento de marcos de cooperación bilateral, regional e internacional”.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 31

BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

1997 Resolución 2ª Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, Consejo deEuropa, Estrasburgo.

1992 Resolución 3ª Conferencia de los Ministros responsables del Patrimo-nio Cultural, Consejo de Europa, Malta.

1996 Resolución 4ª Conferencia Europea de Ministros responsables del Pa-trimonio Cultural, Consejo de Europa, Helsinki.

1990 AA VV. “Monumentos y Proyectos. Jornadas sobre criterios de in-tervención en el patrimonio arquitectónico”. Edita Ministerio deCultura. Madrid.

ALEGRE ÁVILA, J. M.1994 “Evolución y régimen jurídico del patrimonio histórico”. Tomo 1.

Ministerio de Cultura, D.L. Colección Análisis y documentos. Ma-drid.

ALVAREZ, J. L.1989 “Estudios sobre el Patrimonio Histórico Español”, Ed. Civitas. Ma-

drid.ALVAREZ, J. L.

1992 “Sociedad, Estado y Patrimonio Cultural”. Ed. Espasa-Calpe. Ma-drid.

BARRERO RODRÍGUEZ, C.1990 “La ordenación jurídica del patrimonio histórico”. Ed. Civitas- Uni-

versidad de Sevilla. Madrid.1995 Bienes de Interés Cultural. Ministerio de Cultura. Ministerio de Cul-

tura, Secretaría General Técnica, Madrid.1970 Defensa del Patrimonio artístico y cultural de Europa. [Conferencia

Internacional], Bruselas, noviembre 1969. Dirección General de Be-llas Artes, Madrid.

PAREJO ALONSO, L.,1979 “La ordenación urbanística. El período 1956-1975”. Editorial Mon-

tecorvo. Madrid.GARCIA FERNÁNDEZ, J. (ed)

1987 “Legislación sobre Patrimonio Histórico”, Editorial Tecnos, Madrid.GARCIA ESCUDERO, P. y PENDAS GARCÍA, B.

1986 “El Nuevo Régimen Jurídico del Patrimonio Histórico Español.”Ministerio de Cultura. Secretaría General Técnica. Madrid.

HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, F.2002 “El patrimonio cultural: la memoria recuperada”. Ed. Trea. Gijón.

MARTÍNEZ JUSTICIA, M. J.1996 “Antología de textos sobre restauración”. Universidad de Jaén, Jaén.

32 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

MARTINI, Y. A., Leal, E. M.s/f “Patrimonio Cultural y Economía: ¿una relación posible?”. En

www.RevistaHABITAT.com. Reciclaje y Restauración.MUMFORD, LEWIS

1945 “La cultura de las ciudades”. Editorial Emecé, Buenos Aires.MUÑÓZ MACHADO, S.

2002 “La resurrección de las ruinas”. Ed. Cuadernos Civitas. Madrid.PRIETO DE PEDRO, J.

1991 “Concepto y otros aspectos del patrimonio cultural en la Constitu-ción”, en Libro Homenaje dedicado a García Rentaría. Ed. Civitas,Madrid.

RIEGL, Aloïs1999 “El culto moderno a los monumentos”. Ed. Visor. Dis., S.A. Madrid.

BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA EELLEECCTTRRÓÓNNIICCAA

· Ministerio de Cultura. www.mcu.es· WEB Instituto del Patrimonio Histórico Español. Dirección Gene-

ral de Bellas Artes. http://www.mcu.es/patrimonio/MC/IPHE/in-dex.html

· WEB Consejo de Europa. Cultura y Patrimonio. www.coe.int/T/ES-/Com/About_Coe/Culture.asp

· WEB ICOMOS. www.esicomos.org· WEB UNESCO. www.unesco.org/es

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 33

34 Francisco Ollero Lobato

OOss mmeemmoorriiaalliissttaass ddoo ssééccuullooXXXX ee aa mmeemmóórriiaa ddaass cciiddaaddeess

Flávio Carnielli1

Universidade Estadual de [email protected]

“Evocar, repetir, sistematizar,divulgar – também é criar.”Norberto de Araújo – Peregrinaçõesem Lisboa

RReessuummeenn

El propósito de este ensayo es ofrecer una nueva lectura de laszonas urbanas memorialistas del siglo XX con el fin de evitar una pér-dida de la dimensión y de la importancia de su labor en la construc-ción de algunas de las muchas posibles historias de la ciudad. Por lotanto, es necesario comprender los caminos de estos personajes comoindividuos contemporáneos (que tuvieran vida larga e innegable in-fluencia como sujetos políticos en la construcción y difusión de unadeterminada memoria de la ciudad, un cierto pasado), al sabor de suspropias experiencias como “seres urbanos” y sus percepciones sobre laciudad- una ciudad en constante cambio, moderna.

Presentes en varias ciudades (en Brasil y Portugal, por ejem-plo), estos “aficionados” de la historia local han ayudado, directa e in-directamente, a definir lo que debería ser preservado y guardado en lamemoria de las ciudades, con sus peculiares lecturas de las zonas urba-nas ( compuesta de recuerdos, reminiscencias, guías y libros). En esta

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 35

presentación, trataré con la labor de memorialistas urbanos de la ciu-dad de Campinas (José de Castro Mendes), Río de Janeiro (VivaldoCoaracy), y también con parte de los escritos del periodista portuguésNorberto de Araujo sobre la ciudad de Lisboa, con finalidad de de-tectar similitudes en sus trayectorias (lo que es esencial para compren-der su trabajo) y en sus escritos

AAbbssttrraacctt

The purpose of this essay is to offer a new reading of the 20th

century urban memorialists to avoid the loss of the dimension and im-portance of their work in the constitution of some of the many possi-ble histories of the city. Therefore, it is necessary to understand the tra-jectories of those characters as contemporary individuals who had longlives and undeniable influence as political subjects in the constructionand diffusion of a particular memory of the city, of a certain past, atwill of their own experiences as “urban beings” and of their perceptionsabout the city; a city in constant change, modern.

Present in various cities (in Brazil and in Portugal, for instan-ce), these “amateurs” of local history helped, directly and indirectly, de-fine what should be preserved and kept in the memory of the cities, th-rough their peculiar readings of the urban (composed by memories, re-miniscences, guides and albums). In this presentation, I will deal withthe works of urban memorialists of the city of Campinas (José de Cas-tro Mendes), Rio de Janeiro (Vivaldo Coaracy), and also part of thewritings of Portuguese journalist Norberto de Araújo, concerning thecity of Lisbon, having the purpose of detecting similarities in their tra-jectories (essential to understand their works) and in their writings.

““UUmmaa ccaammiinnhhaaddaa aaffeettuuoossaa””aallgguummaass ddeeffiinniiççõõeess ssoobbrree oo mmeemmoorriiaalliissmmoo uurrbbaannoo

O verbete “memorialismo” da Grande Enciclopédia Portugue-sa e Brasileira define esta atividade como:

A posição de espírito de quem se deleita preferentemente em recordar e en-tesourar lembranças. É uma espécie de hipermnésia, que desistiu de ad-quirir mas se contenta em guardar e evocar (...) o memorialista tem olhos

36 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

no occiput,só vê seu caminho depois de percorrido, mas desenhado comorecordação; vive na irrealidade , como um místico (...) para esse mal pro-pugna a atitude de espírito contrária: o voluntarismo.2

Evocar e guardar, rememorar e registrar - atitudes de quemtem os olhos apenas “voltados para o passado” e gasta seu tempo nopresente a viver na “irrealidade” e contar muito detalhadas porém acrí-ticas histórias de antanho. Sua postura em relação ao tempo talvez re-vele um Angelus Novus tranqüilo e parcialmente despreocupado com atempestade que o impele ao futuro; afinal, para ele, o passado estarásempre lá, montado e remontado, afixado como um presépio que po-de ser visitado a qualquer momento.3

Uma posição como esta, ainda que saída de uma enciclopé-dia, é bastante esclarecedora no que concerne a forma como o memo-rialismo e um desdobramento dele, o memorialismo urbano (que serádiscutido nesse texto), são freqüentemente abordados pela historiogra-fia que parte das universidades. A exemplo de outros movimentos nas-cidos fora do ambiente acadêmico, como o estudo do folclore e do an-tiquariato, o memorialismo é considerado um ramo menor do saber,confundido muitas vezes com o mero colecionismo de fatos, datas, do-cumentos e curiosidades históricas.4

Comumente, os trabalhos ditos memorialistas têm como ob-jetivo rememorar algum episódio ligado à vida do autor, ou mesmo àsua própria vida, aproximando-se assim da auto-biografia. A Enciclo-pédia Mirador, por exemplo, classifica o memorialismo como o “regis-tro de fatos e acontecimentos que, organizados em uma ordem crono-lógica não muito rígida, estruturam como que uma história sobre o as-sunto do conhecimento pessoal do autor ou que guarde relação comsuas fontes particulares de informação”5.

O que chamo de memorialismo urbano são composições doséculo XX (produzidas sobretudo entre as décadas de 1930 e 1960), pu-blicadas em diversos formatos (imagens, textos e palestras) e meios(jornais, revistas, álbuns, monografias, folhetos e livros), que carregamuma profunda conotação visual e misturam o rigor da pesquisa em ar-quivos (herança positivista) às memórias e experiências de quem ascompôs e tendo nas cidades seu principal objeto de enfoque.

É também uma produção desligada do ambiente acadêmicoe realizada por pessoas que não freqüentaram uma faculdade “especia-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 37

lizada” no assunto. Eram “intelectuais polivalentes”, ou seja, atuavamem alguma áreas de produção criativa: poetas, romancistas, cronistas,historiadores não diplomados, historiógrafos, compositores, pintores,jornalistas, colecionadores ou mesmo memorialistas de fato cujas obrasa respeito das cidades carregam inúmeras semelhanças.

De acordo com a mesma visão que permeia o estudo do me-morialismo, do folclore ou do antiquariato, esses trabalhos muitas vezestambém são vistos como coletâneas de curiosidades ou de informaçõesnão muito precisas recolhidas por “amadores” (no pior sentido do ter-mo)6, perdendo assim cada vez mais o valor como bibliografia sem que,no entanto, se perceba seu valor enquanto documento e faça-se uma aná-lise mais aprofundada de seus autores e de seus trabalhos ligados à histó-ria e à transformação urbana (especialmente no século XX), que, de umaforma ou outra, são parte importante da historiografia das cidades.7

Evidentemente, muito se escreveu sobre as cidades antes e de-pois do século XX, marco temporal que na verdade é apresentado maiscomo uma sugestão de periodização do que como uma regra. O fato éque nesse período mais trabalhos desse tipo foram produzidos do queem outros tempos, pois é durante este século que se intensifica, de acor-do com Pierre Nora, a “aceleração da história”, alterando o equilíbrioentre o passado e o presente. A criação dos lugares da memória, o ape-go ao passado (ou a necessidade dele), tornam-se fundamentais paranos ligar a um tempo pretérito que, ainda que nosso, nos é estranho.8

Esse processo, de acordo com Jacques Le Goff,

(...) levou as massas dos países industrializados a ligarem-se nostalgica-mente às suas raízes: daí a moda retrô, o gosto pela história e pela arqueo-logia, o interesse pelo folclore, o entusiasmo pela fotografia, criadora dememórias e recordações, e o prestígio da noção de patrimônio.9

Nesse sentido, presencia-se uma febre de nostalgia (definidasabiamente por Lowenthal como “a memória com a dor removida”10).Cada vez mais vende-se e consome-se o passado, por meio de revistas,jornais, livros, coleções de fotografias e objetos. O culto à memória dosmortos se transforma11, todos escrevem sua história, almejam deixarum legado, buscam sua identidade coletiva. Parafraseando Nora, aobrigação de lembrar faz de cada homem historiador de si mesmo12.

Portanto, a produção abordada aqui é aquela que traça umaleitura memorialística das cidades, algumas vezes mesclada com uma

38 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

leitura memorialística das próprias vidas dos autores. São trabalhos aomesmo tempo de celebração e lamentação, nostálgicos e esperançosos,divididos entre as perdas e os ganhos próprios da modernidade urba-na do século XX.

Por este motivo, este ensaio não apresentará um recorte tem-poral exato, mas sim um que atende a um período de modernização etransformação na imprensa13 e, simultaneamente, a transformaçõesocorridas no campo de estudos da história das cidades, com a penetra-ção cada vez maior das universidades e também com um certo resfria-mento do interesse despertado pela (e para) a imprensa na apresenta-ção de trabalhos desse tipo, além, é claro, de uma mudança no que é“ser” jornalista ou homem de imprensa.

Para tanto, selecionei para este texto, quase que de forma ex-clusiva, três autores de três cidades diferentes: José de Castro Mendes,de Campinas (localizada no estado de São Paulo e distante cem quilô-metros da capital), Vivaldo Coaracy, do Rio de Janeiro, e Norberto deAraújo, de Lisboa.

Poderia elencar muitos outros, dentre os quais destaco: Erna-ni Silva Bruno e Jorge Americano, de São Paulo; Júlio Mariano e Bene-dito Barbosa Pupo, de Campinas; Paulo Freire, de Lisboa; e Luiz Ed-mundo, do Rio de Janeiro, que, assim como diversos outros autores demuitas outras cidades, fizeram parte de um mesmo campo de atuação.

A escolha dos autores que servirão sobretudo como uma es-pécie de amostragem neste artigo, se em um primeiro momento pare-ce aleatória, tem uma explicação bastante simples. O autor campineiroé tema da minha pesquisa de mestrado e quem talvez tenha me desper-tado para o universo do memorialismo urbano; o autor lisboeta revelasobretudo uma paixão pessoal pela cidade de Lisboa e o carioca é co-mo um ponto de equilíbrio, uma espécie de escala de vôo para que aviagem seja mais tranqüila e segura e o argumento mais embasado.

Arrisco-me a afirmar que no mundo ocidental não precisa-mos procurar muito para encontrar autores com o mesmo perfil da-queles abordados aqui. Separados por uma rua, uma estrada ou umoceano, em cidades de duzentos, quinhentos ou de mais de mil anos devida, estes autores certamente compuseram um tipo de trabalho co-mum à sensibilidade urbana do século XX pois executaram, em gran-de parte, um mesmo exercício de criação e percorreram trajetórias umtanto semelhantes.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 39

É claro que cada um desses autores é dono de especificidadesdiretamente unidas às trajetórias individuais ligadas à cidade descritaspor cada um, porém, ao mesmo tempo, deve-se procurar a semelhan-ça nos escritos pertencentes a esse mesmo campo e compreender a épo-ca em que seus trabalhos foram realizados, não com o objetivo de tra-çar um mero contexto, mas com a noção de que “cada geração reescre-ve a história e reconfigura temporalmente o passado a partir do momen-to em que vive” .14

José de Castro Mendes nasceu no ano de 1901 em Campinas,onde permaneceu até o fim da vida, em 1970. Jornalista do Correio Po-pular desde sua fundação (1927), pintor, músico, fotógrafo, coleciona-dor e poeta, Castro Mendes, ou “Zeca”, como era conhecido, dedicouboa parte de sua vida à história de Campinas, empregando seus talen-tos na produção e coleção de escritos e imagens de uma “cidade quenão mais existe”. De suas pesquisas saíram Efemérides Campineiras, liv-ro com datas e fatos importantes da cidade, “Retratos da Velha Campi-nas”, publicado na Revista do Arquivo Municipal de São Paulo, o álbumde aquarelas Velhas Fazendas Paulistas e o enorme suplemento “Histó-ria de Campinas” que circulou semanalmente no jornal Correio Popu-lar entre 1968 e 1970.

Organizador do Museu Carlos Gomes no Centro de Ciências eArtes da cidade, Zeca Mandes também foi um dos principais divulgado-res da vida do maestro, descrevendo sempre que podia passagens da vi-da e da obra do autor de Il Guarany nos jornais afora. Tamanha era suadedicação a Carlos Gomes e a Campinas, que, em seu elogio fúnebre, ocompanheiro de imprensa Luso Ventura disse que ele havia sido o ho-mem de dois amores, “o amor de sua mãe e o amor de sua cidade”.15

Foi também um incentivador das atividades artísticas locais,mantendo colunas diárias no jornal Correio Popular, chamadas “Teatro eCinema” e “Minaretes”. Como era ligado a vários grupos da intelectuali-dade local, auxiliou na divulgação e até mesmo na montagem de peçasde teatro amador. Após sua morte, graças a essa sua ligação com as artes,teve seu nome emprestado ao então novo teatro municipal da cidade.16

Vivaldo Coaracy, ou “V.Cy”, como assinava seus trabalhos,nasceu no Rio de Janeiro em 1882. Engenheiro de formação, foi no jor-nalismo que passou a maior parte da sua vida, especialmente na sucur-sal carioca do jornal O Estado de São Paulo e posteriormente no diárioFolha da Manhã, onde se destacou como analista político e cronista.

40 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Combatente político, ficou exilado durante alguns anos após o golpede 1930 que levou Getúlio Vargas ao poder.17

Foi autor de obras memorialistas (no sentido estrito do ter-mo) como A Sala da Capela (1933), Todos Contam sua Vida (1959) eEncontros com a Vida (1962), mas também aventurou-se na ficção comA Rampa (1908) e Frida Meyer (1924) e nas crônicas, com livros comoZacarias (1936), Couves da Minha Horta (1949) O Contador de Histó-rias (1950) e Cata-Vento (1956), além de ensaios políticos e trabalhostécnicos ligados à engenharia.

Mas é com Memórias da Cidade do Rio de Janeiro, publicadopela primeira vez em 1955, com apoio e incentivo do amigo e editor Jo-sé Olympio, que Coaracy entra para o mundo do memorialismo urba-no. Descrito pelo autor como um trabalho “leve” e destinado “ao públi-co em geral”, esta obra, como veremos na segunda parte do texto, é sim-bólica por sintetizar vários elementos do campo e por ter no autor umafigura já reconhecida como um memorialista genuíno.

Ainda a respeito da memória das cidades, escreveu tambémO Rio de Janeiro no Século XVII e Paquetá: Imagens de Ontem e de Ho-je, a respeito da ilha de Paquetá, que “adotou” como lar em meados dadécada dos quarenta. Nessa mesma cidade faleceu em 1967, recebendocomo homenagem a nomenclatura de uma rua e uma cadeira na aca-demia de letras e arte local.

Já Norberto de Araújo (1889-1952) foi autor de algumasobras importantes desse memorialismo urbano ligadas à cidade de Lis-boa. Compôs os quinze volumes de Peregrinações em Lisboa, Legendasde Lisboa e o enorme Inventário de Lisboa. Como jornalista, trabalhoudesde 1916 em diversos jornais da cidade, entre eles A Manhã, Diáriode Notícias e Diário de Lisboa, onde permaneceu por muito tempo, de-fendendo causas referentes aos trabalhadores de Lisboa.18

A exemplo de Coaracy e Castro Mendes, Araújo misturava afunção de “gazeteiro” com a de “amador da história local”, atuando,desta maneira, como homem ao mesmo tempo do presente e do pas-sado, noção importante no momento da análise da confecção de suasleituras da cidade. Sua atuação como jornalista na defesa do patrimô-nio histórico da cidade era constante pelos jornais e seu discurso nacâmara municipal, “Lisboa tem um Sentimento”, é reconhecido comoum dos mais importantes manifestos feitos em defesa do patrimôniona cidade.19

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 41

Araújo também era um “intelectual polivalente”: escritor dedois romances (O Fado da Mouraria e Novela do Amor Humilde), teatró-logo mediano, poeta e compositor de fados em que muitas vezes coloca-va a cidade como elemento principal em suas composições, como em“Sinfonia de Lisboa”, composta para o 800º. aniversário da Lisboa cristã.

Sua ligação com Lisboa era muito intensa. Como um dosfundadores do grupo Amigos da Cidade, tornou-se um dos principaisautores e divulgadores da “Olisipografia”, como são conhecidos os es-critos a respeito da cidade de Lisboa.20

Donos de uma grande produção a respeito de suas respecti-vas cidades, estes autores estamparam em seus trabalhos suas vivên-cias e suas experiências do urbano. Suas obras não necessariamentefalam de si, mas contêm muito de si, de suas trajetórias e sentimentosem relação à cidade, que é tanto o objeto de estudo como a morada,o local de vida.

Torna-se então fundamental tentar compreender como seforma esse campo durante o século XX e quais são os objetivos de seustrabalhos - como e por que aparecem e quais são as leituras que elestraçam da cidade, leituras essas que, como já dito, vinculam memória ehistória na construção de símbolos (talvez lugares da memória) e his-tórias locais.

Para entender esse campo é preciso, em primeiro lugar, pen-sar como estes autores, que não possuiam diplomas pendurados na pa-redes (ou seja, eram de fato amadores) puderam escrever sobre suas ci-dades e como acabaram tornando-se vozes importantes na história lo-cal. Como conseguiram a validação necessária, como era possível a es-tes memorialistas urbanos obter a legitimação perante o público en-quanto vozes respeitadas, aptas a falar sobre a história de suas cidades?

Stella Bresciani lembra que a opinião a respeito das cidades de-pende de verossimilhança, de uma “comunicação simbólica” que torna oreconhecimento possível21. Nesse sentido, o primeiro ponto importanteé pertencer à cidade da qual se fala e demonstrar ao público tal pertenci-mento e comprometimento com ela. É necessário viver a cidade, em seudia a dia, entender seus problemas e conhecer suas virtudes.

De certa forma, isso é proporcionado pela imprensa, o gran-de palco do início do século XX para os aspirantes às letras e o cenárioideal para se “viver” a cidade dia após dia em suas mais variadas esfe-ras, conferindo assim uma certa aura de respeitabilidade e de enraiza-

42 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

mento dentro da localidade.22 Assim, Castro Mendes foi de ilustradora colunista cultural do Correio Popular, Vivaldo Coaracy de “sapo”23 doEstadão a conhecido cronista da Folha da Manhã e Norberto de Araú-jo de tipógrafo a famoso repórter e redator. A imprensa deu aos três“diplomas simbólicos” e especialmente - e longe de qualquer teleologia– foi o principal meio que os permitiu contar histórias da cidade.

Além disso, para o memorialista urbano a imprensa será pa-ra o restante de suas carreiras o local da “veiculação sistemática da pro-dução intelectual, nela incluída a produção historiográfica”, conformenos relembra Angela de Castro Gomes24. Nesse sentido, a imprensatambém oferecia amplo suporte a esses autores, possibilitando que fos-sem publicados, na maior parte das vezes em primeira mão, os artigos,crônicas, contos, desenhos que, como em um processo de avaliação, se-riam testados e aprovados ou não pelo público.

Torna-se de suma importância nascer na cidade ou declarar-se habitante dela “de coração”, tal qual um filho adotivo. Como afirmaDavid Lowenthal, “associações íntimas ajudam a vender o passado”25.Surge uma relação quase familiar com a cidade, a mãe natural ou ado-tiva, que permite ao filho falar sobre ela. Para falar ou escrever sobre a“minha cidade”, é preciso conhecê-la, ser também um de seus filhos.

Demonstrações de pertencimento são caras ao trabalho dosmemorialistas urbanos. Para além de uma forma estilística, são elasque conferem aos trabalhos dos memorialistas a legitimidade necessá-ria. Se fizermos uma busca específica nesses trabalhos, possivelmenteencontraremos tais demonstrações em quase todos.

Assim, Castro Mendes anuncia, no primeiro artigo da série“Retratos da Velha Campinas”, que os textos servirão também para queele mostre “uma caminhada afetuosa pelos anos de minha juventude,relembrando coisas de Campinas, minha bem amada terra natal”26. Damesma forma, Coaracy abre seu trabalho atestando que é “a única ho-menagem que posso prestar a essa cidade que foi o meu berço e a quededico filial carinho”27, enquanto Araújo, na primeira página de Pere-grinações, se diz “freire” de uma ordem que possui apenas um capítulo,“querer bem; amar a cidade”.28

São mais do que simples declarações, pois certamente cons-tituem-se também em um alerta aos desavisados, um trunfo, a conso-lidação de que o autor possui uma relação “quente” e “viva” com seuobjeto de estudo, expressa por meio da alusão a sentimentos normal-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 43

mente incontestáveis como “amor”, “carinho” e “afeto”, que porém nãopodem ser mencionados por qualquer um.

Ou seja, não se trata de um trabalho puramente científico,não basta ir aos arquivos, remexer em velhos papéis e publicar um tex-to. Para embrenhar-se na história das cidades, é preciso familiaridade euma espécie de autorização não-escrita. Da mesma forma que se escre-ve sobre a vida de alguém, quanto maior a proximidade, maior será aaceitação e a validade do trabalho. Nesse ponto é que entra um dos in-gredientes mais pitorescos da memorialística urbana: o bairrismo.

O bairrismo é o patriotismo em escala regional, a repetiçãoda história-pátria no microcosmo das cidades e é tanto uma atitudede quem escreve quanto a atitude que os permite escrever. Não meparece possível, nesses termos, que, por exemplo, um memorialistanascido e criado no Porto emplacasse – por mais fundamentada quefosse - uma história dos bairros de Lisboa, da mesma forma que cer-tamente um paulistano “da gema”29 seria rechaçado ao escrever sobrea cidade do Rio de Janeiro. Uma posição quase chauvinista, que noentanto é a chave-mestra das leituras que os memorialistas tecem dourbano.

É corrente na leitura urbana memorialista um certo “roman-ceamento” da história: onde a documentação e a memória não alcan-çam, completa-se o passado com trechos verossímeis, “histórias possí-veis”. Conforme define o narrador de Esaú e Jacó, romance de Macha-do de Assis:

Há, nos mais graves acontecimentos, muitos pormenores que se perdem,outros que a imaginação inventa para suprir os perdidos, e nem por isso ahistória morre.30

O memorialista urbano, ao mesclar em seus trabalhos os do-cumentos oficiais, a própria memória e um tanto de ficção, ou “unir aorigor da história o encanto do romance”31, torna também mais prolíficaa difusão de seus trabalhos e de suas histórias ao grande público (nota-damente seu público-alvo), especialmente quando estampados nas pá-ginas de jornais, quando se parecem muito com crônicas, sabidamenteum gênero de grande aceitação do público.32

Raquel de Queiroz, ao prefaciar Paquetá: imagens do ontem ede hoje, diz que Coaracy é capaz de juntar “as graças do talento espon-tâneo às riquezas do scholar”, pois combina “sabiamente a anedota com

44 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

a informação documentada, a memória com a crítica de costumes, alouvação patriótica com o retrato realista”, compondo, de acordo coma romancista, uma “crônica de ternura”.33

O mesmo poderia ser dito sobre os outros autores que tam-bém fazem parte do campo da memorialística urbana, que aborda ba-sicamente duas cidades dentro de uma: a cidade que o memorialista“não conheceu” (dezenas ou centenas de anos atrás) e aquela que “con-heceu” (a cidade de seu tempo, a “sua cidade”), que é justamente quan-do a biografia do urbano e a trajetória do autor se unem.34 Paradigmá-tico nesse sentido foi o carioca Luiz Edmundo, que abarcou, em suavasta obra a respeito do Rio de Janeiro, tanto a cidade do tempo dos vi-ce-reis (século XVIII) quanto a de “sua época” (séculos XIX e XX).35

Nesse caso, ao estudar a cidade e “o seu tempo”, os autoresbuscam, mais do que efetivamente falar de suas próprias vidas, confir-mar que fazem parte da vida citadina, que a conhecem e também vive-ram parte das transformações (estas tão aceleradas durante o final doséculo XIX e início do XX que o mais historicamente ínfimo períodode décadas ou até mesmo anos torna-se impactante na vida urbana),revelando uma sensibilidade histórica própria, característica da memo-rialística urbana.

AA cciiddaaddee ccoommoo ccaarrttããoo--ppoossttaall:: ooss mmeemmoorriiaalliissttaass uurrbbaannooss ee aass lleeiittuurraass ddaacciiddaaddee eennttrree oo ppaassssaaddoo ee oo ffuuttuurroo

Conforme dito anteriormente, o memorialismo urbano exis-tiu especialmente devido às grandes transformações urbanas e da ne-cessidade de firmar, através da criação de lugares de memória, identi-dades para as cidades. Assim sendo, cabe analisar como esta caracterís-tica se faz presente nos trabalhos dos memorialistas já citados, buscan-do em meio às especificidades de cada um aquilo que todos têm em co-mum e que permite que os enquadremos sob uma mesma categoriaanalítica.

Planos de urbanismo, catástrofes naturais e o crescimentodas cidades durante o século XX, com aumento da população e da cir-culação, a modernidade que traz consigo um sentimento de rupturacom o passado – todos esses acontecimentos marcam um “antes e de-pois” bastante significativo nas leituras das cidades executadas pelos

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 45

memorialistas urbanos. Para eles, é importante compreender essas mu-danças, a fim de apontar permanências e rupturas.36

Assim, lembrar a passagem de Ítalo Calvino em Cidades Invi-síveis é inevitável, visto que nos ajuda a compreender alguns aspectosdas leituras executadas pelos nossos memorialistas urbanos:

Em Maurília, o viajante é convidado a visitar a cidade ao mesmo tempoem que observa uns velhos cartões-postais ilustrados que mostram comoesta havia sido: a praça idêntica mas com uma galinha no lugar da esta-ção de ônibus, o coreto no lugar do viaduto, duas moças com sombrinhasbrancas no lugar da fábrica de explosivos. Para não decepcionar os habi-tantes, é necessário que o viajante louve a cidade dos cartões-postais e pre-fira-a a atual, tomando cuidado, porém, em conter seu pesar em relaçãoàs mudanças nos limites de regras bem precisas: reconhecendo que a mag-nificência da Maurília metrópole, se comparada com a velha Mauríliaprovinciana, não restituem uma certa graça perdida, a qual, todavia, sóagora pode ser apreciada através dos velhos cartões-postais, enquanto an-tes, em presença de Maurília provinciana, não se via absolutamente nadade gracioso, e ver-se-ia ainda menos hoje em dia, se Maurília tivesse per-manecido como antes, e que, de qualquer modo, a metrópole tem esteatrativo adicional – que mediante o que se tornou pode-se recordar comsaudades daquilo que foi.37

Em primeiro lugar, é essencial compreender que essas leiturassão mediadas principalmente pela afetividade oriunda do bairrismo.Por esta razão, sua função primeira é a de comemorar a cidade, assimcomo explica Fernando Catroga, entendendo que comemorar (o reme-morar posto em escala comum) é “sair da autarquia do sujeito (...) e in-tegrar o eu na linguagem comum das práticas simbólicas e comunica-tivas”, aproximando memória dos ritos fúnebres de recordação38 e em-prestando a alguns aspectos da cidade que não mais existe uma certadignidade post-mortem.39

Para estes autores, as cidades, ou aspectos dela, são como en-tes queridos dos quais se traça uma biografia, o que os aproxima de ummemorialista strictu sensu ou até mesmo de um biógrafo,40 pois seustextos normalmente são construídos segundo uma lógica biográfica,conforme explica Pierre Bourdieu:

Essa vida organizada como uma história (no sentido da narrativa), de-senrola-se segundo uma ordem cronológica que é também uma ordem ló-gica, desde um começo, uma origem, no duplo sentido de um ponto de

46 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

partida, de início, e também de princípio, de razão de ser, de causa pri-meira, até seu fim, que é também um objetivo, uma realização (telos).41

Nessa biografia, porém, o centro da narrativa é a cidade e nãoo próprio autor, que, entretanto, pode interagir com ela durante os pe-ríodos da vida em que “se encontram”. Talvez o memorialista urbanorepresente a “voz” da cidade contando sua história, relembrando seupassado e mostrando o que ainda conserva como “testemunho” de umtempo que passou, com o claro objetivo de guardar, lembrar, preservare celebrar o “antes”, porque certamente ele é a raiz do “depois”, do ago-ra e do futuro: uma previsão ao contrário, aquilo que Benjamin chamade “tempo messiânico”, uma teleologia herdada do positivismo e quenotadamente é uma interpretação de cunho progressista mas ao mes-mo tempo nostálgica.42

Para tanto, imagem e textos têm o mesmo objetivo. Fotos edesenhos não servem somente como um quadro ilustrativo do passa-do, mas, assim como os escritos, tratam sobretudo de buscar um dire-cionamento do olhar do leitor, o que enfatiza, como relembra AnaCláudia Brefe, o caráter visual das histórias.43

Servem também para compor visões do “antes” e do “agora”,confirmando transformações e monumentalizando os lugares; são tes-temunhos e permitem que se veja como era a cidade antes de se trans-formar no que é hoje. São a prova do que “não mais existe”; ao “apri-sionar o passado”, legitimam o discurso a respeito das cidades.44

As fotos a seguir, retiradas do suplemento “História da cida-de de Campinas”45, não se ressentem de legendas mais elaboradas, umavez que são parte integrante da retórica da memorialística urbana. Cas-tro Mendes sempre lamentava em seus textos o fato de a “picareta doprogresso” colocar abaixo diversos pontos importantes da cidade. La-mentava também com bastante freqüência a mudança nos costumes eo final de um tempo “pacato”. No entanto, não deixava de celebrar a“aparência metropolitana”.

Em duas passagens, a praça Bento Quirino, considerada omarco zero da cidade, é capaz de mostrar aspectos da transformaçãourbana ocorrida em um pequeno espaço de tempo (não mais de qua-renta anos). O ambiente tranqüilo, quase vazio, onde dois homens des-cansam (na figura 1), contrasta com o intenso movimento de pessoase automóveis, compondo uma ambientação quase sonora (figura 2).

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 47

As cidades nascem com o futuro pronto (um destino) e, omemorialista urbano ainda que não aprove completamente as mudan-ças, deve, como bom bairrista, celebrar a “conquista ascensional dagrandeza que lhe foi destinada”.46

Por essa mesma razão, Norberto de Araújo, ainda que lamenteo fim do Passeio Público na Praça dos Restauradores, que fez “parte dacrônica viva, pitoresca e social de uma Lisboa de que quase não restamtraços nos costumes”, reconhece que é do encontro da cidade velha e dacidade moderna que “resulta, gloriosa e expressiva, a alma da cidade”.47

De acordo com Sandra Pesavento, “o progresso - e com ele atransformação urbana - é entendido como inexorável, ao passo que oconceito de tradição se relaciona com um alerta à consciência nacionalpara a preservação dos monumentos do passado, da memória e do patri-mônio cultural da cidade”. Como diz a autora, essas duas concepções nãoprecisam ser necessariamente excludentes, mas, ao contrário, podemaparecer “de forma combinada, no binômio conservação-mudança”.48

Na relação do jornalista (supostamente o homem do hoje)com o rememorador (o homem do ontem) compõe-se o memorialista

urbano e é nessa dicotomia que reside a tumultuosa ambigüidade, quemistura a saudade com a crença no futuro próspero que constata o irre-freável desenvolvimento da cidade. O convívio de duas abordagens di-ferentes - progresso x tradição – é presença constante nos escritos; aconstatação de que tudo pode acabar, ainda que demonstre a vocaçãoda cidade para o progresso, leva esses autores a simbolicamente camin-har pela cidade, retratar o que nela ainda resta, expor sua trajetória e,ao mesmo tempo, relembrar aquilo que, nas palavras de Castro Men-des, “não mais existe”.49

De certa forma, é construída por eles a noção da cidade como“cartão-postal”, ressaltando o que deve ser admirado e guardado namemória ou preservado e fixado à posteridade. Normalmente, isso nãoocorre somente com construções, edifícios, ruas e praças (como dizEcléa Bosi, “as lembranças se apóiam nas pedras da cidade”), mas tam-bém com sentimentos, cheiros, barulhos, sensibilidades e costumes, ex-pressos como o “clima” de antigamente.50

48 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Figura 1

Figura 2

O passado é fixado como uma terra distante que entretantopode (e deve) ser visitado a qualquer momento, não por mera curiosi-dade, mas por ter um enorme potencial para ensinar, conforme mos-tra Araújo:

É do gosto pelo passado, através da beleza e da ciência (nuncaincompatíveis), que podem resultar o amor pelo presente e os esponsaisdêste e do futuro (...) o arquitecto, o engenheiro, o artista, o municipalis-ta, o paisagista – o próprio municipe – compreenderão melhor o dia dehoje e o de amanhã, ao tecerem a sua obra nova e explêndida, se conhe-cerem a alma antiga de Lisboa .51

Por esta razão, além de uma biografia das cidades, os trabal-hos do memorialismo urbano aproximam-se bastante de uma visitaguiada pela cidade, ensinando ao leitor o valor dos marcos urbanos apartir dessa trajetória quase humana – nascimento, vida e por vezesmorte, ressaltando também aquilo que restou, as “testemunhas do pas-sado”, como se afixassem placas imaginárias nos pontos descritos. Nes-se sentido, a história dos pontos remanescentes da cidade tem o poderde mostrar e comprovar sua grandeza, pois “mediante o que se tornoupode-se recordar com saudades daquilo que foi”.

É exatamente isso que Norberto de Araújo faz em Peregrina-ções em Lisboa, quando “caminha” com seu leitor pelas ruas, praças ebairros de Lisboa. Porém, seu trabalho, um guia “mais quanto a inten-ção e menos quanto a forma”, não é fundamentalmente diferente dosoutros trabalhos da memorialística urbana52, nos quais as regiões cen-trais normalmente são as mais abordadas (por onde se passeia), tantopor serem as partes mais antigas e modificadas, como também por re-presentarem o “coração” das cidades: os locais onde tudo começou eque contêm os elementos mais importantes para entendê-las.

As figuras abaixo representam os bairros percorridos por Nor-berto de Araújo em Peregrinações em Lisboa (figura 3)53, uma planta daregião central do Rio, estudada por Coaracy (figura 4)54 e um mapa deCampinas de 1890 (figura 5)55, que demarca, de forma muito precisa, aárea da cidade que José de Castro Mendes “retrata” em seu trabalho. Astrês representam essas áreas ligadas ao início, pontos primeiros da dis-persão urbana, sem os quais as cidades não seriam elas mesmas.

O “passeio” pelo passado, quase como um ato religioso, dedevoção, faz parte deste tipo de leitura da cidade e tem como objetivo,por meio da rememoração, guiar o leitor (um estrangeiro por excelên-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 49

cia, no espaço e/ou no tempo) pelos caminhos do urbano.Tem também a incumbência de celebrar e o dever de alertar

sobre o que pertence ao passado. Fica claro que, apesar de aceitar astransformações, o que ainda restou deve a todo custo ser preservado. Oesquecimento definitivamente não faz parte da retórica do memorialis-mo urbano. Ao “caminhar” pelo Rio de Janeiro, Coaracy atenta para aexistência de um grupo de casas antigas que, segundo ele, formam “des-sas ilhas que as vezes ainda se encontram, testemunhos de um passadoextinto”.56

Como guia, cabe também ao memorialista urbano criar oudisseminar identidades. São auto-representações que, como os estereó-tipos urbanos, podem ser associadas às cidades, tanto em relação ao seuestado/província como à sua pátria, uma vez que reúnem uma “seleçãode características marcantes e evidentes dos lugares em causa”.57 Assim,por exemplo, se transformou Campinas em “terra das artes”, por ser acidade natal de Carlos Gomes e Maria Monteiro, ou em “berço da re-pública” por ter reunido alguns “papas” da formação do regime comoCampos Sales e Francisco Glicério e ter sediado um clube republica-no.58

No entanto, ocorre também a criação de micro-identidades.Refiro-me ao discurso que atribui, dentro das cidades, valores simbóli-cos para imóveis, ruas, praças e bairros, com o intuito de monumenta-lizar esses locais e fixar, por meio deles, diversas raízes que servem pa-ra compor a “alma” das cidades, por vezes apoiados nas demarcaçõesclássicas da história de cada país, por vezes criando ou recriando perio-dizações particulares a cada local.

Nesse sentido, ruas e praças servem como bom exemplo paraeste argumento. Por serem os elementos mais perenes, elas são encara-das como testemunhas da história das cidades, pois presenciaram omaior palácio e a menor casinha, o mais distinto dos homens e o me-nos valioso. O importante é que elas “vivenciaram” e normalmente “vi-veram” para contar.

Além disso, são os locais públicos (compartilhados por to-dos) do trabalho, do descanso e da circulação representados fisiologi-camente: artérias, pulmões e corações. Por estas razões nada é mais la-mentado pela memorialística urbana do que a destruição ou transfor-mação de ruas e parques: nelas a mudança significa, mais do que nun-ca, matar ou mutilar uma parte da cidade.

50 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Talvez por esta razão Araújo busque a reprodução do conjun-to das ruas da Baixa anteriores ao grande terremoto (fixado em seus es-critos como um antes e depois de enormes proporções), mas lembra que,se ainda é possível imaginar seu traçado, imaginar seu “semblante” será“milagre de espírito robusto, fortalecido de leituras descritivas”.59

Vivaldo Coaracy bem define esse aspecto da memorialísticaurbana ao explicitar, em Memórias da Cidade do Rio de Janeiro, o por-quê de abordar, durante quase todo o livro, ruas e praças:

As ruas e praças têm a sua vida, a sua história (...) é existência tumultuo-sa, com os seus períodos de grandeza e de declínio (...) ruas e praças têmsua memória. Muitas vezes mais agitadas e variegadas (sic) do que a doshomens que as habitam ou que por elas transitam. e, por isso mesmo,mais interessantes.60

Os três excertos abaixo, de Norberto de Araújo, José de Cas-tro Mendes e Vivaldo Coaracy (referentes, respectivamente, à rua doChiado, em Lisboa, ao Largo do Rosário, de Campinas, e ao Largo da

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 51

Figura 3

Carioca, no Rio de Janeiro) nos permitem vislumbrar se não a criação,ao menos a disseminação dessas micro-identidades locais:

Chiado abaixo, Chiado acima (...) passa-se pelo Chiado por obrigação,por devoção. Podia-se ir por outro sítio: desce-se o Chiado. Tributo da po-pulação à soberania citadina (...) O Chiado, com efeito, sempre foi a me-ridiana de Lisboa. A hora cíclica: a hora política, a hora literária, a horamundana, a hora comercial (...) o bom tom, a novidade, a cavaqueira; alivraria, o café, as casa de moda (...) não é uma designação - é um códigode costumes.

Não é uma rua - é um índice de Lisboa.61

(...) é um local de convergencia quasi que obrigatória, de todos aquelesque procuram o centro da cidade, para seus afazeres e negócios. Modernocomo esta, pavimentado de vistoso mosaico português, iluminada farta-mente por artisticos lampadarios elétricos e arborisada de alecrins cuida-dosamente tratados, tem ainda o Largo do Rosario, como nota artística deinteresse, o monumento levantado em homenagem ao grande estadistaque foi o dr. Manoel Ferraz de Campos Sales. Movimentado e fervilhan-

52 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Figura 4

te, desde as primeiras horas da manha ate a noite, esse logradouro reuneuma heterogenea massa de populares, constituida de jornaleiros, homensde negocios, camelots, engraxates, propagandistas, etc., numa promiscui-dade curiosa, própria das grandes cidades. Na época das campanhas elei-torais, e ali que o povo se reúne para ouvir dos palanques vistosos, a pa-lavra entusiasmada dos candidatos deitando promessas e mais promessas(...) O largo do Rosario, entretanto, esta ligado á história da cidade, pelonúmero e vulto dos fatos importantes ai desenrolados atravez do tem-po.(...) Largo do Rosário, o coração da cidade! 62

Não foi o Largo da Carioca, como o Rossio, o Campo Sant´Ana e o Largodo Paço, teatro de acontecimentos memoráveis, cenário de fatos assinala-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 53

Figura 5

dos na história nacional ou na crônica de costumes. As suas memórias sãopacíficas e tranquilas. Está, entretanto, o logradouro indissoluvelmente in-tegrado à vida da cidade. Pela sua situação, como centro de convergência– ou de irradiação – de numerosas ruas, que o tornaram ponto obrigató-rio de passagem quotidiana de grande parte da população; pela sua pró-pria história modesta a que se entrelaçam atos da vida diária e rotineira(...) pelas recordações presas e edifícios que ali se localizaram no passado(...) a velha praça (...) ocupa um lugar de carinho no sentimento dos fil-hos do Rio de Janeiro (...) a sua história não pode ficar esquecida.63

Deste modo, marcam-se as identidades dos logradouros deacordo com seus “usos”, fixando assim no senso comum, diretamente epor oposição, sua função dentro da cidade. A rua do Chiado expressa,portanto, uma parte da “alma” de Lisboa, por carregar um código deconduta não-escrito que é merecedor da “devoção” de seus habitantes,enquanto o Largo do Rosário é o “coração” da cidade, o centro nervo-so, por onde todos passam, onde acontecem as movimentações políti-cas, representando a “promiscuidade das grandes cidades” e que, aomesmo tempo, foi palco, no passado, de “importantes acontecimentosno passado”. Já o Largo da Carioca, segundo Coaracy, se não foi “teatrode acontecimentos memoráveis” como outras praças, deve sempre serlembrado por ser um “ponto de convergência” onde acontecem “atos davida diária e rotineira”, pelas recordações dos prédios que ali existirame, especialmente, por “ocupar lugar de carinho no sentimento dos fil-hos do Rio de Janeiro”.

Claro que muitos outros elementos das cidades são potenciais“lugares de memória” para a memorialística urbana. Uma igreja podesimbolizar a nação tanto por ser uma das construções mais antigas, co-mo por representar as “feições de seu povo”64, da mesma forma que umquartel pode representar um golpe político bem sucedido65 ou um pré-dio, em que outrora existiu um cassino, pode carregar em si parte da“efervescência cultural de uma época”66. Os elementos da cidade carre-gam memórias que ultrapassam com facilidade a área construída.

Entretanto, as ruas e praças, mais do que qualquer outro lugar,permitem ao memorialista urbano expressar os tais sentimentos pratica-mente incontestáveis que norteiam sua própria relação com a cidade, co-mo “devoção” e “carinho”. As diversas transformações urbanas são vistascomo rupturas físicas que podem se transformar em espirituais. Cabe aomemorialista urbano trabalhar para que não se perca a “alma” da cidade

54 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

e dos logradouros, a despeito de todas as mudanças.Apesar de aceitarem, em parte, as transformações, cabe a eles

lutar pela preservação dos lugares remanescentes da cidade, assimmantendo identidades locais e protegendo localidades urbanas, já que,tal qual a Lisboa de Araújo, as cidades “lidas” por seus memorialistasurbanos têm um “sentimento” que não pode ser perdido.

Essas criações ajudam portanto a monumentalizar, ou seja, acriar monumentos a posteriori, emprestando um valor memorial afe-tivo. De acordo com Choay:

A natureza afetiva do seu propósito é essencial: não se trata de apresen-tar, de dar uma informação neutra, mas de tocar, pela emoção, uma me-mória viva.67

Ou seja, ocorre uma reedificação simbólica de alguns ele-mentos da cidade. Pode-se pensar inclusive em uma política de patri-mônio própria da memorialística urbana, oriunda dessas leituras ca-rregadas de emoção. A atuação direta e indireta desses autores no queconcerne à preservação patrimonial das cidades demandaria estudosinteressantes e prolíficos, uma vez que seus trabalhos tiveram por dé-cadas (ou ainda têm?) grande força e influência nos discursos de pre-servação.

CCoonncclluussããoo

Teriam os memorialistas urbanos “vivido na irrealidade”, talcomo mostra o senso comum de uma enciclopédia? Willi Bolle nos re-lembra, ao falar do Benjamin memorialista em “Infância Berlinensepor volta de 1900”, que “preservar pressupõe um projeto de construçãodo presente”.68 Não existiriam dentro da memorialística urbana os doislados de uma mesma moeda, que alia o homem do passado ao homemdo presente, com projeções, anseios e temores?

Pode-se pensar que os trabalhos destes memorialistas urba-nos nos mostram uma profunda organização que mistura o discurso arespeito do passado com a intenção de construção de um presente etambém de um futuro da cidade. Ainda que carregados de saudosismo,seus escritos sobre as cidades e suas próprias trajetórias enquanto seresurbanos revelam sempre a preocupação em preservar, não somente umprédio qualquer – marco do passado que já não mais existe – mas tam-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 55

bém a identidade urbana.Esses autores compuseram seus trabalhos de forma extrema-

mente vinculada às mudanças urbanas do período, traçando históriascarregadas de afeto, elegendo seus próprios “lugares de memória” e dei-xando suas marcas como construtores de uma das muitas imagens pos-síveis de suas respectivas cidades.

Eles foram ao mesmo tempo produtores e produtos de umimaginário urbano. É importante entender seu tempo, não para meracontextualização, mas para compreender o quanto suas leituras do ur-bano possuem desse imaginário, normalmente fundado em mitos deorigem e em uma ligação quase patriótica às suas cidades, como já di-to anteriormente, talvez melhor definida pelo termo “bairrismo”.

Seus trabalhos, por carregar essa profunda ligação pessoalcom a cidade - objeto de estudo / lugar de vida - estão definitivamentedesligados da ilusão de “distanciamento” do autor com seu objeto, sejaele temporal ou espacial, o que, todavia, não invalida essa produção co-mo parte importante da historiografia das cidades.

Ao alertar a respeito da atitude “antiquária”, Stephen Bann re-lembra que existe, nesta atitude, “um relacionamento específico, vivo,com o passado e que merece ser tratado nesses termos”.69 Talvez possa-mos pensar assim em relação a esses autores e suas produções enquan-to memorialistas urbanos. Não é uma questão de certo ou errado. Aocontar as histórias da cidade, esses autores nos mostram tipos de leitu-ras e de relações com o passado que possuem e despertam sensibilida-des comuns às suas maneiras de historiar, rememorar ou biografar ascidades. De fato, como lembra Le Goff, o que fica do passado é tambémuma escolha daqueles que “se dedicam à ciência do passado e do tem-po que passa”.70

NNoottaass::

1 Aluno do mestrado de História no Instituto de Filosofia e Ciências Humanas(IFCH) da Universidade Estadual de Campinas, com o projeto “Uma caminha-da afetuosa: os memorialistas urbanos de Campinas e as leituras da cidade(1930-1974)”, orientado pela Profa.Dra.Silvana Barbosa Rubino e financiado pe-lo CNPq.

2 Grande Enciclopédia Portuguesa e Brasileira vol. XVI. Lisboa / Rio de Janeiro: Ed.Enciclopédia, p. 858.

3 Cf. Walter BENJAMIN. “Sobre o conceito de história” in Obras Escolhidas Vol.1.

56 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Magia e Técnica, arte e política. Ensaios sobre literatura e história da cultura. SãoPaulo: Brasiliense, 1987.

4 O antropólogo brasileiro Luis Rodolfo Vilhena, ao estudar o movimento folclo-rista nacional, aborda com bastante propriedade a questão de como este é vistopela academia. Cf, Luis R. VILHENA. Projeto e Missão: o movimento folclóricobrasileiro (1947-1964). Rio de Janeiro: FUNARTE / FGV, 1997, pp. 19-23.

5 Apud. Ana Cláudia BREFE, A Cidade Inventada: A Paulicéia construída nos relatosMemorialistas (1870-1920). Dissertação de Mestrado, IFCH/Unicamp, 1993 , p. 5.

6 De acordo com a definição do dicionário Houaiss, amador é aquele “que ama;que tem amor a alguma pessoa; amante que ou aquele que gosta muito de algu-ma coisa; amante, apreciador, entusiasta que ou quem se dedica a uma arte ouum ofício por gosto ou curiosidade, não por profissão; curioso, diletante”. Exis-te também o sentido pejorativo, no qual “amador” é a definição para “aquele queainda não domina ou não consegue dominar a atividade a que se dedicou, reve-lando-se inábil, incompetente etc.” Obviamente, aborda-se a memorialística ur-bana à luz da segunda definição. Cf Antônio HOUAISS. Dicionário Houaiss daLíngua Portuguesa. Editora Objetiva 2001.

7 “O documento é monumento. Resulta do esforço das sociedades históricas paraimpor ao futuro – voluntária ou involuntariamente – determinada imagem de sipróprio”. Jacques LE GOFF. “Documento/Monumento” in História e Memória:Campinas: UNICAMP, 2003, p. 548

8 Cf. Pierre NORA. “The end of Memory – History” in Realms of Memory. Vol.1 –Conflicts and Divisions. Columbia University Press, 1996.

9 Jacques LE GOFF, op. cit., p. 225.10 David LOWENTHAL, The past is a foreign country. Cambridge University Press,

1985, p. 8.11 Alain CORBIN, “O segredo do indivíduo” in Phillipe ARIÈS e Georges DUBY

(orgs), História da Vida Privada: da Revolução Frances à Primeira Guerra”. SãoPaulo: Ed.Schwarcz, 1995, p. 427.

12 Pierre NORA, “General Introduction: Between Memory and History” in PierreNORA (org) Realms of Memory: rethinking the French past (vol.1: conflicts and di-visions). Columbia University Press, 1996. X.

13 Envolvendo o desenvolvimento tipográfico e o maior espaço físico com a conse-qüente ampliação do número de páginas, o que, claro, varia de acordo com opaís e a cidade.

14 Sandra PESAVENTO, O Imaginário da Cidade: visões literárias do urbano - Paris,Rio de Janeiro, Porto Alegre. Porto Alegre: Ed. Universidade/UFRGS, 1999, p. 284.

15 Francisco SIQUEIRA. “Notas da província” in Correio Popular, Campinas:29/07/1959.

16 Também consultar: Célia S. FARJALAT. “Crônicas de um cotidiano esquecido”in Correio Popular , Campinas, 14 de Novembro de 1999 e Célia S. FARJALAT.“O cronista de Campinas: José de Castro Mendes, ou simplesmente Zek, foi es-critor, artista plástico, compositor musical e pintor de talento”. Correio Popular ,Campinas, 14 de Novembro de 1999.

17 Vivaldo COARACY. Encontros com a Vida (memórias). Rio de Janeiro: José

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 57

Olympio, 1962.18 Appio SOTTOMAYOR. “Lisboa tem um sentimento” in Norberto de ARAÚJO,

Peregrinações em Lisboa. Lisboa, Vega, 1993, pp. XI-XXIV. Conferir também:http://www.lisboa-abandonada.net/forum/read.php?f=1&i=2681&t=2681.Consulta em 20/03/2006.

19 Idem, Ibidem.20 Ver a página que o grupo “Amigos de Lisboa” mantém na Internet –

http://www.amigosdelisboa.pt/historia/historia2.htm. Consulta em 20/03/2006.21 Maria Stella BRESCIANI, “Cidade: espaço e memória” in BRESCIANI, Stella

(org.). Imagens da cidade: séculos XIX e XX. São Paulo: Marco Zero/ANPUH; SãoPaulo/FAPESP, 1993, p. 164.

22 Nesse sentido ver Ângela de CASTRO GOMES. História e historiadores: a políti-ca cultural do Estado Novo Rio de Janeiro: Ed. FGV, 1996 e Angel RAMA. A Ci-dade das Letras, São Paulo: Brasiliense, 1985, pp. 80-84.

23 “Sapo” era o termo utilizado para definir o jornalista novato, aquele que só co-labora com textos e reportagens que lhe são requeridos, não tendo muito espaçopara contribuições regulares.

24 Ângela de Castro GOMES. op. cit., p. 48.25 David LOWENTHAL, op. cit., p. 7.26 José de CASTRO MENDES. “Reminiscências da Cidade” in Correio Popular (sé-

rie “Retratos da Velha Campinas”), 1945 (s/d específica).27 Vivaldo COARACY. Memórias da Cidade do Rio de Janeiro, São Paulo: EDUSP,

1988, p. 23.28 Norberto de ARAÚJO. Peregrinações em Lisboa (vol. XV). Lisboa: Vega, 1993.29 “Da gema” é uma expressão utilizada para simbolizar pessoas nascidas, criadas e

extremamente identificadas com uma cidade, alguém que também carrega os es-tereótipos emprestados à essa cidade. Tal como a gema do ovo, constituem a par-te central das cidades. Alguém que não é do centro das cidades raramente é con-siderado “da gema”.

30 Machado de ASSIS. Esaú e Jacó. (cap.XX - “A Jóia”), p. 32.31 José Honório RODRIGUES, “A historiografia memorialista e o Rio de Janeiro”

in Vivaldo COARACY, op. cit., pp.15-20.32 Cf. Sandra PESAVENTO, op. cit.33 Rachel de QUEIROZ.“Nota sobre Paquetá” in Vivaldo COARACY. Paquetá: ima-

gens de ontem e hoje. Rio de janeiro: José Olympio, 1964, p.XVI-XVIII.34 “A memória individual é formada pela coexistência (...) de várias memórias

(pessoais, familiares, grupais, regionais, nacionais, etc) em permanente constru-ção devido à incessante mudança do presente em passado e às alterações ocorri-das no campo das re-presentações do passado.” Cf. Fernando CATROGA. Memó-ria, História e Historiografia. Coimbra: Ed.Quarteto, 2001, p. 16.

35 De acordo com a página da Academia Brasileira de Letras, da qual Luís Edmun-do (ou L. E. de Melo Pereira da Costa), nascido em 1878 e falecido em 1960, épatrono da cadeira 33, esse autor foi “jornalista, poeta, cronista, memorialista,teatrólogo e orador”. Vinculado ao movimento simbolista, compôs diversos liv-ros de poesias como Nimbus, em 1899, Turíbulos, em 1900, e Turris eburnea, em

58 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

1902. No memorialismo urbano, escreveu, entre outros, O Rio de Janeiro no tem-po dos vice-reis, A corte de D. João no Rio de Janeiro e O Rio de Janeiro de meu tem-po. Outras informções em: http://www.academia.org.br/imortais/cads/33/ed-mundo.htm.

36 Nas três cidades abordadas nesse texto ocorreram planos de urbanismo que aca-rretaram mudanças profundas em suas configurações, especialmente nas partesmais antigas. No Rio de Janeiro, o “bota-abaixo” posto em prática a partir de1904, durante o mandato de Pereira Passos, reformulou a cidade a partir de umaconcepção Haussmaniana. Em Lisboa, o plano de urbanismo posto a cabo no fi-nal do século XIX, início do XX pelo engenheiro Ressano Garcia é consideradoum “arranque urbanístico”, por tirar a cidade do “ciclo da pobreza” e em Cam-pinas as reformas oriundas do plano do urbanista Prestes Maia alargaram ave-nidas e demoliram “marcos” da cidade como a Igreja do Rosário, o Teatro Car-los Gomes e diversos palacetes da região central.

37 Ítalo CALVINO, As cidades invisíveis. Trad. Diogo Mainardi. São Paulo: Com-panhia das Letras, 1990, pp. 32-33.

38 Fernando CATROGA, op. cit., p. 25.39 Alain CORBIN, op. cit., p. 427.40 Nesse sentido ver a introdução de Sílvio Luís LOFEGO. Memória de uma Metró-

pole: São Paulo na obra Ernani da Silva Bruno. São Paulo: Annablume, FAPESP,2001.

41 Pierre BOURDIEU, op. cit., p. 75.42 Alfredo BOSI,“O tempo e os tempos”. in Adauto NOVAES. Tempo e História. São

Paulo: Companhia das Letras / Secretaria Municipal de Cultura, 1992, p. 22.43 Ana Cláudia BREFE, op. cit., p. 5.44 Françoise CHOAY, A alegoria do patrimônio. São Paulo: Estação Liberdade / Edi-

tora da UNESP, 2001, p. 21.45 José de CASTRO MENDES. “A praça Bento Quirino” in Correio Popular (suple-

mento “História da Cidade de Campinas), 04/09/1969.46 José de CASTRO MENDES. “Documentário de duas épocas – Campinas de on-

tem e de hoje: contrastes, personagens e empreendimentos que figuram na his-tória da ex-província de São Carlos – costumes e hábitos da gente de outros tem-pos”. 28/03/1954.

47 Norberto de ARAÚJO, op. cit. (livro XIV), 1993, pp. 13-22.48 Sandra PESAVENTO, op. cit., p. 181.49 Nesse sentido ver, por exemplo, “Imagens da cidade em princípios do séculos

que estamos vivendo in Correio Popular (série “Retratos da Velha Campinas”)27/07/1952.

50 Ecléa BOSI, op. cit. pp.198-211.51 Norberto de ARAÚJO,, op. cit. (livro XV), 1993, p.88.52 Norberto de ARAÚJO,, op. cit. (livro XV), pp. 86-87.53 Norberto de ARAÚJO,. Peregrinações em Lisboa. Lisboa (vol.XV). Lisboa: Vega,

1993, p. 89.54 Vivaldo COARACY. Memórias da Cidade do Rio de Janeiro. Rio de Janeiro, José

Olympio, 1964. Edição comemorativa ao 4º centenário da cidade do Rio de Ja-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 59

neiro.55 José de CASTRO MENDES. “Retratos da Velha Campinas”, in Revista do Arqui-

vo Público Municipal, São Paulo, DMC, 1951, p. 12.56 Vivaldo COARACY, op. cit., p. 86.57 Carlos FORTUNA & Paulo PEIXOTO, “As novas e as velhas imagens das cidades:

um olhar sobre a transformação identitária de cinco cidades portuguesas” inAnais do IV Congresso Português de Sociologia. Coimbra: 2000, pp. 1-22.

58 Essas são alusões constantes na historiografia da cidade. No já citado suplemen-to “História da Cidade de Campinas”, José de Castro Mendes dedica alguns vo-lumes à divulgação da cidade como “terra das artes”, ou “berço da república”. Noentanto, basta uma pesquisa mais aprofundada em jornais e revistas, especial-mente das décadas de 30 a 50, para percebermos tentativas de incluir outras no-vas identidades à cidade, como “grande pólo hospitalar” ou “pólo educacional”.

59 Norberto de ARAÚJO, op. cit. (livro XII), p. 31.60 Vivaldo COARACY, op. cit., p. 22.61 Norberto de ARAÚJO. Legendas de Lisboa, Lisboa: Vega, 1994, pp. 176-177.62 José de CASTRO MENDES. “O largo do Rosário em 1890”, in Correio Popular

(série “Retratos da Velha Campinas”), 04/09/1953.63 Vivaldo COARACY, op. cit., p. 107.64 A Sé de Lisboa é descrita por Araújo como “um monumento nacional por exce-

lência, e , certamente, o mais antigo de Lisboa”. Sua fachada, “de ar vetusto”, ca-rregaria, segundo o autor (ao parafrasear Reinaldo dos Santos), traços da índoleportuguesa, “forte, rude, crente e sem requinte”. Cf. Norberto de ARAÚJO, op.cit., (livro II), p. 31.

65 Coaracy relembra o quartel do Campo do Sant´Ana, local onde, segundo o au-tor, desenrolaram-se episódios importantes para a proclamação da república noBrasil. Cf, Vivaldo COARACY, op. cit., pp. 151-155.

66 Trata-se do Cassino Carlos Gomes em Campinas. Para Castro Mendes, ele repre-senta, em termos de diversão, o oposto de sua cidade atual, “paupérrima em di-versões” e que vivia na “mesma pasmaceira de sempre”. Cf. José de CASTROMENDES. “Interessantes reminiscências da cidade no passado” in Correio Popu-lar (série “Retratos da Velha Campinas”, 20/07/1952.

67 Françoise CHOAY, op. cit., p. 18.68 Willi BOLLE, “Cultura, patrimônio e preservação” in Antônio A. ARANTES

(org) Produzindo o Passado. São Paulo: Brasiliense, 1984, p. 13.69 Stephen BANN, As Invenções da História: ensaios sobre a representação do passa-

do. São Paulo: EDUNESP, 1994, pp. 132-140.70 Jacques LE GOFF, op. cit., p. 535.

60 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

BBiibblliiooggrraaffiiaa

BANN, Stephen1994 As Invenções da História: ensaios sobre a representação do passado.

São Paulo: EDUNESP.BENJAMIN, Walter

1987 “Sobre o conceito de história” in Obras Escolhidas Vol.1. Magia eTécnica, arte e política. Ensaios sobre literatura e história da cultura.São Paulo: Brasiliense, pp.222-232.

BERMAN, Marshall1986 Tudo que é sólido desmancha no ar: a aventura da modernidade. São

Paulo: Companhia das Letras.BOLLE, Willi

1984 “Cultura, patrimônio e preservação” in ARANTES, Antônio A.(org) Produzindo o Passado. São Paulo: Brasiliense.

BOSI, Alfredo1992 “O tempo e os tempos”. In NOVAES, Adauto. Tempo e História. São

Paulo: Companhia das Letras / Secretaria Municipal de Cultura,pp.19 – 33.

BOSI, Ecléa2003 “Memória da cidade: lembranças da cidade”. Estudos Avançados (na

rede), vol.17, nº 47, pp.198-211. Disponível emhttp://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0103-401420030001000012&Ing=en&nrm=iso

BOURDIEU, Pierre2003 “A ilusão biográfica” in Razões Práticas: sobre a teoria da ação. Cam-

pinas: Papirus.BRESCIANI, Maria Stella

1993 “Cidade: espaço e memória” in BRESCIANI, Stella (org.). Imagensda cidade: séculos XIX e XX. São Paulo: Marco Zero/ANPUH; SãoPaulo/FAPESP.

2001 e NAXARA, Márcia (org). Memória e (res) sentimento: indagaçõessobre uma questão sensível. Campinas: Editora da Unicamp.

1993 (org.). Imagens da cidade: séculos XIX e XX. São Paulo: Marco Ze-ro/ANPUH; São Paulo/FAPESP.

CALVINO, Ítalo1990 As cidades invisíveis. Trad. Diogo Mainardi. São Paulo: Companhia

das Letras.CATROGA, Fernando

2001 Memória, história e historiografia. Coimbra: Ed. Quarteto.CHOAY, Françoise

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 61

2001 A alegoria do patrimônio. São Paulo: Estação Liberdade / Editora daUNESP.

CONNERTON, Paul1989 How societies remember. Cambridge: Cambridge University Press.

CORBIN, Alain1995 “O segredo do indivíduo” in ARIÈS, Phillipe e DUBY, Georges

(org), História da Vida Privada: da Revolução Frances à PrimeiraGuerra”. São Paulo: Ed.Schwarcz.

FEATHERSTONE, Mike1997 “Culturas globais e culturas locais” in FORTUNA, Carlos (org). Ci-

dade, Cultura e Globalização: Ensaios de Sociologia. Oeiras: CeltaEditora.

FERNANDES, José Manuel1994 “O Tempo moderno” (Lisboa no Século XX) in MOITA. Irisalva

(org). O livro de Lisboa. Lisboa: Livros Horizonte, (pp.493-519).FORTUNA, Carlos e PEIXOTO, Paulo

2000 “As novas e as velhas imagens das cidades: um olhar sobre a trans-formação identitária de cinco cidades portuguesas” in Anais do IVCongresso Português de Sociologia. Coimbra. Disponível emhttp://www.aps.pt/ivcong-actas/Acta118a.PDF.

GOMES, Angela de Castro1996 História e historiadores: a política cultural do Estado Novo. Rio de Ja-

neiro, Editora FGV.LAPA, José Roberto do Amaral

1996 A cidade os cantos e os antros: Campinas 1850-1900. São Paulo:EDUNSEP.

LE GOFF, Jacques2003 História e Memória. Campinas: Editora da Unicamp.

LOWENTHAL, David1985 The Past is a foreign country. Cambridge University Press.

NORA, Pierre1996 “General Introduction: Between Memory and History” in Nora,

Pierre (org) Realms of Memory: rethinking the French past (vol.1:conflicts and divisions). Columbia University Press.

PESAVENTO, Sandra1999 O Imaginário da Cidade: visões literárias do urbano - Paris, Rio de Ja-

neiro, Porto Alegre. Porto Alegre: Ed. Universidade/UFRGS.RAMA, Angel

1985 A Cidade das letras. São Paulo: Brasiliense.

62 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

PPaattrriimmôônniioo CCuullttuurraall:: RRhheeiinnggaannttzz–– UUmmaa VViillaa OOppeerráárriiaa eemm RRiiooGGrraannddee –– RRSS

Vivian S. PaulitschUniversidade Estadual de Campinas

RReessuummoo

Na cidade do Rio Grande, Rio Grande do Sul, o comerciante CarlosGuilherme Rheingantz, em novembro de 1873, funda a Cia. União Fa-bril (ex-Rheingantz) - a primeira no Rio Grande do Sul. A empresa aolongo dos anos estabeleceu uma política habitacional, constituindo as-sim uma Vila Operária com casas enfileiradas, isoladas para mestres,técnicos, um Grupo Escolar, Jardim de Infância, Cassino dos Mestres,Ambulatório Médico e Armazém Cooperativo. Tais construções evo-cam exemplos europeus na busca de uma “modernização” dentro dacultura internacional que estava disponível, inclusive, em periódicos emanuais. Busca-se conhecer a culturaa visual dos construtores daque-la época e o diálogo que eles estabeleceram com as obras de referência,até mesmo anteriores à sua época.

AAbbssttrraacctt

At Rio Grande city, Rio Grande do Sul State, the merchant Carlos Guil-herme Rheingantz, in November 1873, founds the Cia. União Fabril(ex-Rheingantz) – the first at Rio Grande do Sul. The company, along

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 63

the years, established an habitational politics, so constituting WorkingClass Housing with semi-detached cottages, detached cottages to mas-ters, technicians, a School Group, Kindergarten, Master’s Casino, Me-dical Clinic and Cooperative Grocery Store.

So, they are part of an architectural culture from that time and can cle-arly observe that the builders, from the which we don’t have informa-tions nowadays, knew these international models – because an ambi-tious draw exists inside of the context of this cottages. Through thissearch of comparisons, it could be enlarged the works in referencewhich is transported in this study of case.

O presente artigo pretende abordar um patrimônio edificadono sul do Brasil denominado Complexo Cia. União Fabril (ex-Rhein-gantz & Cia.), que inclui, além das instalações da fábrica, uma vila ope-rária. O complexo Rheingantz é um patrimônio cultural do país e com-preende obras de arquitetos, criações anônimas de construtores surgi-das da alma popular e um conjunto de valores histórico-culturais quedão sentido à vida desta específica vila neste período histórico.

O conjunto encontra-se ainda totalmente edificado e está di-reta e materialmente ligado à história cultural da industrialização dosul do Brasil e das tradições de criação de animais que caracterizam aregião do Estado do Rio Grande do Sul. Assim, faz parte de uma cultu-ra arquitetônica daquele tempo, e pode-se claramente observar que osconstrutores, dos quais não temos informações, conheciam certos mo-delos internacionais, pois existe um ambicioso desenho dentro do con-texto deste conjunto de habitações.

O Complexo de Casas Rheingantz revela um importante in-tercâmbio de valores e experiências consideráveis do final do séculoXIX e começo do XX, tanto no âmbito da arquitetura, do planejamen-to e expansão urbanos da cidade do Rio Grande – RS, do desenho dapaisagem, bem como da história da indústria do Rio Grande do Sul edo Brasil. A propriedade é única em termos de conjunto edificado, poisoutras vilas que existiram nos bairros mais antigos da cidade de SãoPaulo, como Bom Retiro, Brás, Moóca, Belém, Belenzinho, Lapa, Ipi-ranga, que eram repletos de vilas construídas junto às fábricas, nãomais existem, pois foram demolidas. A as propriedades do conjuntotêm grave deterioração de materiais, alteração e deterioração da estru-tura e de elementos ornamentais como óculos, frisos, festões e apliques.

64 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

HHiissttóórriiccoo

Na cidade do Rio Grande, estado do Rio Grande do Sul, o co-merciante Carlos Guilherme Rheingantz, em novembro de 1873, fun-da a Fábrica Nacional de Tecidos e Panos de Rheingantz & Vater, a pri-meira do Rio Grande do Sul, e que mais tarde passa a denominar-seCompanhia União Fabril. A fábrica inicia suas atividades em 1874 empequena escala e com pequeno capital. No Catálogo da Exposição de1901 de Porto Alegre, obtém-se a informação de que a fábrica sofreuampliações em 1876, e posteriormente, de 1882 até 1899, teria tido ou-tros sucessivos aumentos de capital e material. Em 1891 foi transfor-mada em sociedade anônima, com o nome de União Fabril e Pastoril,e em 8 de julho de 1895 a razão social novamente sofreu modificação,para Companhia União Fabril. A empresa foi pioneira na produção detecidos e panos de lã, e tinha uma criação de ovelhas que na exposiçãoBrasileira-Alemã de 1881, em Porto Alegre, recebeu oito medalhas. Afábrica contava com costureiras que trabalhavam fora e as órfãs do Asi-lo, que eram encarregadas de torcer as franjas dos chales. A mão-de-obra da fábrica era constituída por dois terços de mulheres e um terçode homens. As mulheres trabalhavam na produção e os homens na ma-nutenção. A fábrica fez o fornecimento de capas e cobertores para oExército Nacional, atingindo seu auge de produção na época da Pri-meira Guerra Mundial, com intenso fornecimento. Para isso, chegarama trabalhar 2.000 pessoas. Nessa época já assumia a denominaçãoCompanhia União Fabril.

A fábrica obteve uma localização inicial em frente a uma dasmais antigas cadeias da cidade, transladando-se mais tarde para a loca-lização atual. Sua produção tinha abrangência regional, nacional e deexportação para os Estados Unidos e Europa. Em 1904, o ComendadorRheingantz1 toma uma iniciativa pioneira instalando a primeira fiaçãopenteada do país, o que possibilitou a fabricação de tecidos finos, casi-miras, etc. A busca por novas atualizações tecnológicas, principalmen-te na Europa, era uma constante na administração da empresa e dopróprio Carlos Guilherme Rheingantz.

A empresa, ao longo dos anos, estabeleceu uma política habi-tacional, constituindo assim uma vila operária com casas enfileiradas,casas isoladas para mestres e técnicos, um grupo escolar, jardim de in-fância, cassino ou clube dos mestres, ambulatório médico e armazém

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 65

cooperativo. As casas feitas para os operários desde 1884 são edifíciosque estão presentes, ainda hoje, na composição da paisagem urbana.

A “Cidade Nova”, onde está implantado o complexo, resultoude aterramento em terrenos pantanosos do leste da cidade devido àsobras de dragagem do porto do Rio Grande, que foram concluídas em1866. Em 1878, foram demarcados os alinhamentos e o arruamento daantiga Estrada da Mangueira, depois chamada Avenida Rheingantz.

Um dos fatores que mais influenciou na escolha desse localpara a implantação da nova fábrica foi a proximidade com a EstaçãoFerroviária Central de Rio Grande. A facilidade com que seriam entre-gues na fábrica o carvão, materiais de construção e matéria-prima, e sefaria o escoamento da produção da empresa, favorecia essa opção nãocasual do novo lugar de implantação da empresa, bastante afastada docentro, sendo necessária a construção de casas para os funcionários,pois o transporte era muito precário naquela época.

Os Relatórios anuais da empresa foram um instrumento im-portante para poder-se reconstruir a trajetória da fábrica e verificar oseu crescimento tanto de capital como patrimonial. No Relatório doano social de 1884, a empresa já possuía a denominação de SociedadeComanditária em Ações Rheingantz & Cia. Consta a compra na Ingla-terra da cobertura e estrutura de ferro da nova fábrica, o motor, a trans-missão e caldeira e os demais maquinismos necessários, o maquináriopara a fábrica de tecidos de algodões, e é mencionada a conveniência deedificar casas para operários nos arredores da fábrica.

Em fevereiro de 1885, ficou pronta a construção do novo edi-fício e a inauguração foi honrada pela presença de S.S.A.A. Imperiais,como foi relatado no jornal local Echo do Sul, datado de 7 de março de1885. As casas eram alugadas para os operários a preços módicos. Enasceu assim a Avenida Rheingantz, tendo de um lado as casas destina-das aos funcionários de maior graduação, mais bem equipadas e isola-das no lote em sua grande maioria, e de outro as mais modestas, paraoperários de menor ordenado.

Em termos de implantação, os lotes da Vila Operária são dis-tribuídos uniformemente ao longo da Av. Rheingantz, ao lado do pré-dio principal da fábrica, de forma simples e geométrica, nos moldes dotraçado xadrez provindo da cultura luso-brasileira, com lotes de testa-da pequenos e compridos. A casa se desenvolvia ao longo do lote, masnas casas dos de maior graduação temos lotes com testadas maiores e o

66 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

uso de recuo frontal, e as casas são na maioria isoladas no lote. Entre-tanto, no decorrer da década de 1920, em função das dificuldades daempresa, houve uma paralisação na construção e nos reparos das mo-radias. O fornecimento de habitações alugadas para os operários per-durou até 1968, quando decretada a falência da empresa. Esta se deu

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 67

Figura 1 – Desenho da implantação do complexo.

Figura 2 Panorama das construçõesFoto: Maria Amélia Marasciulo, 2003

pela concorrência de confecções e magazines que importavam lãs eprodutos do Uruguai com preços menores no mercado.

A proposta apresentada pela fábrica Rheingantz era não só deconstruir casas para seus operários, também equipamentos comunitá-rios que atendessem às necessidades dos funcionários. Esse tipo de as-sistência era freqüente em outras vilas operárias do país, como é o ca-so da Vila Maria Zélia, pertencente a uma fábrica de tecelagem e algo-dão situada na freguesia de Belenzinho, cidade de São Paulo, a BrasitalS. A, que tinha o mesmo tipo de hierarquia que a Rheingantz, propor-cionando também uma diferenciação de casas para mestres e operários;a Kronemberg Estate, na Alemanha, que data de 1872-74; Mulhouse, naFrança, projetada pelo engenheiro Émile Muller; a Vila Matarazzo, emSão Paulo, que construiu somente postos de abastecimento, “embriõesdos atuais supermercados”.

Durante o tempo dedicado à pesquisa, foi montada uma fi-cha relativa a cada construção, com dados sobre a parte histórica,plantas, elementos arquitetônicos, estilo arquitetônico, grau de desca-racterização e vários exemplos de edifícios que fazem referência a es-sas casas que pertenciam a essa cultura internacional desse períodoestudado. Além do uso de manuais de construção e periódicos paraque se pudesse entender a técnica construtiva empregada nas casas, asfontes primárias estudadas foram baseadas em jornais da época, foto-grafias e principalmente os Relatórios da Diretoria da CompanhiaUnião Fabril.

CCaassaass ddaa ffáábbrriiccaa

As casas eram feitas de tijolos, possuíam um partido formalmuito simples, não tinham rede de esgoto nem de água. Em termos dequestão de escala, a usada foi a do homem, a forma pura do retângulofoi utilizada tanto para maior aproveitamento dos materiais de cons-trução como para otimização do espaço com parede compartilhada pe-las habitações, criando assim uma linearidade no conjunto. Os orna-mentos presentes neste caso limitam-se ao ático, frisos e cornija de en-tablamento separando a parede do ático. A estrutura do telhado é sim-ples e compartilhada, possuindo duas águas e telhas do tipo capa-canal.A horizontalidade do conjunto dessas casas, enfatizada pelos áticos e ci-

68 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

malhas, é equilibrada pelas aberturas verticais das portas e janelas,dando um ritmo compassado à construção.

Tentou-se dar um panorama geral do tipo de construçõesque compõem a Vila Operária, porém concentrado em um exemplo daanálise de uma das casas de mestres considerada pelos moradores dacidade como “o edifício mais bonito da cidade” – a casa 194, denomi-nada “Cassino dos Mestres”. Ademais, mostraremos o método de le-vantamento arquitetônico que foi utilizado neste trabalho para, de cer-ta forma, salvaguardar as informações sobre esse patrimônio.

As casas para mestres são isoladas no lote e têm recuo fron-tal de 4 m com um muro e gradis de ferro. Os estilos são os mais va-riados, mas estão dentro de uma cultura internacional daquela épo-ca. A ampliação das moradias operárias data da virada do século,quando foram construídos os outros prédios, como o Cassino dosMestres, o Grupo Escolar, o Jardim de Infância, seis casas para mes-tres e mais seis para operários. Essas edificações formam um grupode 13 fichas individuais.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 69

Figura 3 – Casa 194 – Cassino ou Clube dos MestresFoto: Vivian Paulitsch, 2003

O Cassino dos Mestres era um edifício que pretendia atenderàs funções de lazer e habitação para alguns mestres e principalmente osrecém-chegados da Europa. O projeto foi solicitado ao escritório de R.Ahrons2, que em maio de 1911 concluiu o trabalho. Segundo Guigou-Norro3 (1994), as plantas originais atribuem a obra ao “Escritório deEngenharia R. Ahrons”, a maior empresa construtora de Porto Alegre.Responsável por obras significativas da arquitetura do Rio Grande doSul e, especificamente, de Porto Alegre, a firma contava, na sua fasemais produtiva, com o arquiteto Theo Wiederspahn na chefia do De-partamento de Arquitetura.

Para justificar tal hipótese, diz Guigou-Norro4 (1994):

É precisamente no período compreendido entre os anos de 1908, anoda contratação de Wiederspahn, até 1915, ano do fechamento do escri-tório, que a firma foi responsável por uma série de trabalhos que revo-lucionaram a arquitetura de Porto Alegre.

O Cassino dos Mestres servia como ponto de encontro dosmestres da fábrica, com acomodações para convenções, sala de leituracom biblioteca, bilhar, podendo inclusive servir para o fornecimento derefeições para os mestres solteiros, e foi sede da Sociedade de Mutuali-dade e da Biblioteca da Fábrica Rheingantz.

A edificação é construída em terreno de esquina, isolada nolote, com recuos frontais iguais nos dois cantos do mesmo. A casa sa-lienta-se no entorno por sua posição devido a ser o lote de esquina.Ocupa uma localização de destaque em termos de marco visual e pon-to focal, e, dos equipamentos da Vila Operária, é o de maior proximi-dade com o prédio da administração.

Trata-se de uma edificação com um volume único retangulare algumas reentrâncias e saliências; com uma cobertura extremamentecomplexa com planos e distintos ângulos, assimétricos, suscitando umamovimentação nas formas plásticas da cobertura. As fundações são fei-tas de blocos de pedra, as paredes são duplas de alvenaria de tijolos ma-ciços, estuque nos pisos do segundo pavimento; no térreo, sistema debarroteamento para prender o assoalho. A cobertura da edificação é to-da estruturada em madeira com revestimento de telhas francesas, pos-sui água furtada e várias inclinações do telhado assimétrico.

O programa espacial original caracterizava-se por quatro sa-las no térreo, um banheiro, uma cozinha e área de serviço. No segundo

70 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 71

Figura 4. Desenho das plantas e implantação

pavimento havia três dormitórios e um compartimento habitável nocanto ao lado da escada, apesar da inclinação do telhado.

Atualmente, o nível de deterioração do prédio é bastante ele-vado, não havendo mais alguns elementos estruturais de piso, forro e amaioria das aberturas. A técnica construtiva do enxaimel5 é usada so-mente com função de ornamentação e não estrutural.

Sobre o uso do enxaimel nas construções feitas no Rio Gran-de do Sul, Weimer diz que esse tipo de arquitetura é singular e autênti-co da sociedade de imigrantes alemães do Estado. Conforme o autor6,

Quando comparamos a extrema variedade do enxaimel na forma co-mo era praticado na Alemanha com o do Rio Grande do Sul, chegamosà conclusão de que houve uma enorme simplificação e uma integraçãoentre as diversas correntes formadas. Se tivéssemos examinado apenasas construções daqui, ignorando as alemãs, certamente teríamos chega-do à conclusão de que se originaram de uma forma comum que evo-luiu para variantes locais. Na realidade aconteceu o contrário.

Na fachada da Avenida Rheingantz no segundo pavimento,temos escoras curvas na empena com tramos pequenos, esteios secun-dários, vergas (Sturzriegel), peitoris (Brustriegel) e peças inclinadas queformam uma triangulação. As esquadrias são todas de verga reta, emagrupamentos de três ou quatro, tipo guilhotina, com uma molduraem todo o seu contorno.

O acesso principal, na rua Dois de Novembro, é marcado porum arco abatido com uma escadaria, por ser a casa do tipo de porão al-to. Nessa fachada há os mesmos elementos de composição da fachadada Rua Rheingantz no segundo pavimento. Obtemos a mesma evoca-ção do acesso principal com arco abatido e uma janela tripla com doismontantes de alvenaria.

As esquadrias são todas de verga reta do tipo guilhotina eemolduradas. Podemos constatar a simetria e o rebatimento na com-posição dos elementos da fachada, em contraste com o telhado assimé-trico. Atualmente a casa está sendo muito saqueada e não existem maispisos, escada, basicamente restam os elementos de alvenaria e partes dacobertura. Da entrada principal tem-se acesso a um amplo distribuidorque intercomunica as três salas à esquerda, a escada ao fundo e uma sa-la à direita, um acesso aos serviços e a um compartimento menor queseria um banheiro. Nesse vão de acesso, que seria a parte de serviços, há

72 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

um compartimento amplo (provável cozinha), que se comunica a umdistribuidor que se liga a uma porta de fundos e a uma sala de frente àrua principal. Um anexo, que seria parte da cozinha, foi fechado e aber-ta uma porta para acesso independente.

Na parte de cima não é possível subir, pois não há piso – masprovavelmente caracterizava-se por um amplo distribuidor com aces-so a um dormitório central que se comunica pela sacada a outro dor-mitório de esquina, o qual possui um compartimento como um closete uma sacada, e mais um dormitório ao lado deste de mesma dimen-são. O revestimento de paredes no projeto original contemplava mol-duras e lambris, mas atualmente não é possível verificar isso. Os pisosnão existem mais, excetuando os da entrada principal, que são ladril-hos hidráulicos, uma parte dos forros de um compartimento, do tiposaia-camisa. As paredes do hall de entrada têm revestimento de azule-jos até a metade. As instalações provavelmente seguem o padrão dasdemais casas, com manilhas de cerâmica e canos de ferro e fiação elé-trica aparente. As portas internas possuem bandeira em arco abatido esão de madeira entalhada.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 73

Figura 5. Casa 194, frente ao Cemitério – Rua Dois de NovembroFoto: Maria Amélia Marasciulo, 2003.

A aproximação desse tipo de solução com outros exemplosbrasileiros pode ser vista em estudos residenciais feitos por Jader Pas-sarinho7 no Rio de Janeiro, que datam de 1942, portanto posteriores aoCassino mas com similaridades em termos de cobertura, ornamenta-ção, de resolução em planta.

Os desenvolvimentos no design de moradias operárias alemãsdo século XIX – overseer’s house –possuem similaridades ao Cassinodos Mestres. No que concerne sobretudo ao pitoresco tratamento daságuas do telhado e da estrutura de madeira do pavimento superior, émuito parecido com o utilizado no Cassino dos Mestres. Entretanto,contrasta com o utilizado nas demais casas de mestres, nas quais hásimplicidade nos telhados.

Em exemplos de moradias populares européias retirados decatálogos alemães8, pode-se notar que ali o enxaimel tem função estru-tural e os telhados são simétricos e assimétricos. Alguns exemplos emSão Paulo-SP-Brasil, também possuem telhados sofisticados, maior or-namentação no segundo pavimento, porão alto com fundação em pe-dra e uso de água furtada. Porém, o enxaimel usado aqui no Cassinodos Mestres é bem distinto, e essa integração vista em diferentes partesdo País deve ser entendida como uma aproximação e não como umaunificação.

A análise pontual de uma das casas que faz parte da Vila Ope-rária teve como objetivo estudar as construções dentro de uma culturaarquitetônica daquele tempo. Pode-se claramente observar que osconstrutores (a respeito dos quais não foram obtidas informações)conheciam esses modelos internacionais, pois existe um ambicioso de-senho dentro do contexto desse conjunto de habitações.

Tais construções evocam modelos europeus na busca deuma “modernização” dentro da cultura internacional que estava dis-ponível inclusive em periódicos e manuais. Buscou-se conhecer a cul-tura visual dos construtores daquela época e o diálogo que eles esta-belecem com as obras de referência até mesmo anteriores à sua épo-ca. A vila representa um período industrial brasileiro do fim do sécu-lo XIX, mas inserido numa cultura internacional da época, com esti-los variados. A principal ferramenta para construir a cultura da cida-dania deste sítio será atravé de uma dinâmica de educação patrimo-nial, atrelada a um programa de revitalização do patrimônio, a fim depromover a identidade local.

74 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Há, de fato, carência de políticas de conservação e um perigoiminente causado por planos urbanísticos de várias gestões da Prefei-tura local. Também os prédios abandonados trazem insegurança à po-pulação que mora nos arredores, pois servem de abrigo a ações crimi-nosas. Há ocorrência freqüente de depredação dos elementos estrutu-rais tais como barrotes, forros, portas e janelas pela ação de vandalis-mo. Evidentemente, também ocorre a perda de autenticidade histórica,quando os moradores das casas ainda habitadas fazem reformas, porfalta de recursos financeiros para uma restauração e sem uma políticae esclarecimento do valor do patrimônio histórico e cultural das edifi-cações. Ocorrem alterações graduais devido a fatores climáticos comograndes períodos de chuva ou por ação da maresia, por ser Rio Gran-de uma cidade litorânea, aumentando ainda mais a deterioração dasedificações.

A maior causa desta ameaça às propriedades é a carência einadequação de recursos financeiros, falta de implementação eficaz deum plano de gestão e de um inventário do patrimônio histórico e cul-tural da Vila Operária Rheingantz. Os obstáculos da implementaçãode um plano de gestão de proteção ao sítio são o descaso das autori-dades, a falta de estudos teóricos e de levantamentos por parte dos ór-gãos competentes, além da falta de tombamento e de uma política depreservação.

A identidade e o caráter da Vila Operária Rheingantz é de su-ma importância não só por sua estrutura física, mas também por suascaracterísticas sociológicas. Ademais, podemos considerar a sua inte-gração ao processo vivo do desenvolvimento urbano da cidade do RioGrande. A situação atual do sítio é de deterioração grave tanto de es-trutura como de materiais, por isso é imprescindível uma tarefa de res-tauração, conservação e reciclagem desse monumento histórico e ar-quitetônico.

NNoottaass::

1 Por ter recebido comenda da Intendência Municipal, Rheingantz era chamadoComendador.

2 Escritório situado na época na capital do Estado, Porto Alegre. Foi o mais im-portante no período.

3 Júlio GUIGOU-NORRO. A Vila Operária na República Velha: o caso Rheingantz.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 75

Dissertação (Mestrado) – Faculdade de Arquitetura, Universidade Federal doRio Grande do Sul, 1995. p. 183.

4 Júlio GUIGOU-NORRO, A Vila Operária na República Velha …op. cit., p. 183.5 O imigrante trouxe a técnica do enxaimel em sua bagagem cultural, por isso ela

é essencialmente germânica. Por contingências ambientais e existenciais, o en-xaimel teve de ser recriado, por isso ele é totalmente brasileiro, em sua expres-são.Gunther WEIMER. Arquitetura da imigração alemã: um estudo sobre a adap-tação da arquitetura centro-européia ao meio rural do Rio Grande do Sul. PortoAlegre: Ed. da Universidade/UFRGS, 1983. p. 3.

6 Gunther WEIMER, Arquitetura da imigração alemã…Op.cit.,1983, p. 42.7 Jarbas PASSARINHO. Estudos residenciais. Rio de Janeiro, 1942. Monografias

da FAU.8 H. DEUTSCHER HOLHAUSBAU & F. Dickmann, Berlin. Abb. 1276/78; Abb. 1273.

76 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

AAmmbbiieennttee uurrbbaannoo yy cciiuuddaaddaannííaa..LLiinneeaammiieennttooss ddee iinntteerrpprreettaacciióónnyy ggeessttiióónn ddee llaass ppllaazzaass ddee llaacciiuuddaadd ddee LLaa PPllaattaa -- AArrggeennttiinnaa

María Cristina DomínguezFacultad de Arquitectura y Urbanismo.Universidad Nacional de La Plata.E-mail: [email protected]

RReessuummeenn

El trabajo se orienta a profundizar en la interpretación de las variablestangibles e intangibles y sus interacciones presentes en el ambiente urba-no, entendiéndolo como un bien cultural. Esto permitirá elevar el nivelde conocimiento de los elementos componentes del ambiente urbano ysus interacciones, potencialidades y limitaciones, tendente a la elabora-ción de lineamientos de interpretación que puedan generalizarse y apor-ten a un Plan de Manejo que armonice el fortalecimiento de los rasgosde identidad, el aprovechamiento responsable del ambiente urbano y elmejoramiento de calidad de vida y de ciudadanía.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 77

AAbbssttrraacctt

The work is guided to deepen in the interpretation of the tangible andintangible variables and its present interactions in the urban environ-ment, as a cultural well. This will allow to raise the knowledge level ofthe component elements of the urban environment and their interac-tions, potentialities and limitations, tending to the elaboration of inter-pretation outlines that can be generalized and contribute to a Manage-ment Plan that harmonizes the strengthening of the identity features,the responsible use for the urban environment and the improvement ofthe citizen life quality.

11.. IInnttrroodduucccciióónn

Se considera que el patrimonio es una construcción social de-finido por su “capacidad para representar simbólicamente una identi-dad”1 y que las plazas son el lugar de encuentro y ámbito igualitario porexcelencia. En este sentido, a efectos de reflexionar acerca de una me-todología -posible de ser generalizada- y de herramientas -participati-vas- capaces de recoger las multiplicidad de fenómenos que en ellas su-ceden, se presenta la plaza San Martín de la ciudad de la Plata -capitalde la provincia de Buenos Aires, Argentina- .

A fin de comprender la relación entre ideas y valores en labúsqueda de continuidad de los grupos sociales nos remontamos a lafundación de la ciudad: el siglo XIX, el cual se ha caracterizado por lasgrandes transformaciones urbanas. La idea de progreso indefinido re-percute tanto en mejoras de la ciudad existente como en la ciudad nue-va, deseable. El momento presenta dos valores manifiestos: belleza e hi-giene, y dos modelos: uno «estético prestigioso» de herencia barroca,con una transformación de lo existente abriendo la ciudad con puntosfocales, y otro, «técnico racional» representado por la retícula ortogo-nal retomada en el siglo XIX para la ciudad nueva y ordenada, con ca-nalizaciones subterráneas para las infraestructuras. Asimismo se expre-san dos necesidades distintas: en Europa donde la labor era renovar,mientras que en América la labor era crear2. En tanto que el romanti-cismo representa una reacción frente a la razón y a los cánones ilustra-dos, la formación de los estados nacionales caracterizan el auge identi-tario del período para lo cual se recurre a sistemas simbólicos y de re-presentación expresados en la ciudad de La Plata.

78 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

En la actualidad frente a la ciudad dispersa e informacionalque propone el siglo XXI es fundamental la recuperación de la dimen-sión simbólica y concreta de los espacios públicos para identificar am-bientes urbanos como referencias ciudadanas. En el plano local la fuer-te renovación urbana, el predominio del mercado inmobiliario, la nor-mativa confusa, los insuficientes mecanismos de gestión, la degrada-ción de los espacios públicos y la falta de sensibilización en los valoresempobrecen la calidad de vida de la población.

En este sentido, dado que la ciudad es un sistema complejo,integrado por componentes de naturaleza diversa -natural y cultural-,con distintos comportamientos en el tiempo, un sistema vivo en cons-tante cambio regido por valores de orden económicos, sociales, cultu-rales y ambientales, la conservación se dirige entonces a «manejar» esoscambios de modo de garantizar y potenciar aquellos componentes quele otorgan su particular carácter que los distingue. Surgen, entonces, al-gunas preguntas:

¿Qué se debe conservar?¿Cómo conciliar renovación urbana con conservación del patrimonio?¿Cómo «manejar» la transformación?

Teniendo en cuenta que la meta es el mejoramiento de la ca-lidad de vida, el objetivo general es desarrollar lineamientos de inter-pretación y gestión del valor patrimonial de las plazas de la ciudad deLa Plata, desde un abordaje participativo e integral.

Entre los objetivos específicos se enuncian: i. conocer los ti-pos de plazas, su evolución, relación con el entorno, estado, modos deuso y memorias de la población, así como la normativa existente, co-mo condición necesaria para la valoración y posterior intervención; ii.desarrollar pautas de análisis y de valoración que integren aspectostangibles e intangibles subyacentes en cada ámbito; iii. elaborar un sis-tema de registro que facilite la identificación, integración y actualiza-ción, de los elementos necesarios tanto para la difusión, la educación,la investigación, como para la intervención, entre otros.

Se acepta que “la destrucción del patrimonio puede no afec-tar el conocimiento histórico pero implica siempre una pérdida de lamemoria social afectiva”3. Si bien esta pérdida es considerada un malmenor se pretende que, al fin, sea asumida.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 79

Lo antedicho conduciría a considerar que: 1.- la intervenciónen áreas urbanas de uso público requiere una comprensión amplia delas manifestaciones que en ellas suceden, así como un método partici-pativo de valoración; de modo de conciliar los cambios, con las pree-xistencias ambientales, particulares y diferenciadoras de cada lugar; 2.-un instrumento integrador de cuestiones ambientales, sociales y cultu-rales, es oportuno al momento de establecer políticas de acción, sensi-bilización, educación y difusión en los valores; y 3.- la conservación ypuesta en valor de las plazas -componentes del ambiente urbano- for-talece aspectos decisivos del bienestar general, en lo físico; la contribu-ción con el medio, en lo ambiental; la memoria social afectiva, en lopsico-social y la identidad urbana y ciudadana, en lo socio-político me-jorando la calidad de vida4 de los habitantes.

22.. MMaarrccoo ccoonncceeppttuuaall

La ciudad es la gente, no sólo comprendida en la densidad si-no también en la diversidad. Es un escenario público que cuanto másabierto esté a todos, más democrática será la sociedad. Es, también, unconjunto de lugares, de flujos y de intercambio. La ciudad es, entonces,un producto urbanístico -capaz de organizar el territorio, contener dis-tintos usos y conformar lugares-, un producto político -dado que es elespacio de la expresión colectiva y manifestaciones ciudadanas- y unproducto cultural -como referente urbanístico y símbolo de identidad5.

Cabe mencionar que la dimensión cultural del espacio pú-blico no se limita a la monumentalidad y a los espacios vacíos, sino alconjunto de bienes, edificios, equipamientos e infraestructura; se tra-ta de incorporar la vida cotidiana, la vida del hombre entero, con to-dos sus sentidos, sus capacidades intelectuales, sus habilidades, sussentimientos, pasiones, ideas e ideologías; es incorporar la «rebelióndel coro» de las tragedias griegas en contra de la concepción heroicadel mundo clásico.

En este sentido, la formulación del concepto de patrimonioconstituyó una lenta y gradual evolución desde la valoración como«obra de arte» o «patrimonio artístico del Renacimiento, a la categori-zación de «patrimonio histórico artístico» con los avances científicos ylos descubrimientos de Pompeya y Herculano en el siglo XIX, hasta la

80 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

amplitud de la actual denominación de «bien cultural» entendido co-mo “cualquier manifestación o testimonio significativo de la culturahumana”6.

Es de destacar el rol de la UNESCO como impulsor y difusorde una serie de principios establecidos y consagrados a través de docu-mentos internacionales que refieren al marco teórico, siendo en laConvención de La Haya (1954) donde se comienza a utilizar el térmi-no «bien cultural» por primera vez.

Dentro de los procesos legislativos que introducen este con-cepto de «bien cultural» ha sido relevante el trabajo desarrollado enItalia por la Comisión Franceschini (1964-1967) que introduce tam-bién la definición de «bienes ambientales» agrupando tanto paisajes na-turales como paisajes culturales, considerando dos grupos: los «bienespaisajísticos» y los «bienes urbanísticos».

En esta línea la Carta de Venecia (1964), primer documentoteórico sobre la conservación del patrimonio explicita, en su artículoprimero, que “la noción de monumento histórico comprende tanto lacreación arquitectónica aislada, como el sitio urbano o rural que ofre-ce el testimonio de una civilización particular”; y la Carta de Washing-ton (1986) define las ciudades como “la expresión material de la diver-sidad de las sociedades a lo largo de su historia” en tanto que el centrohistórico integra los “bienes ambientales”; refiriéndose el término am-biente a las cualidades urbanas de la ciudad, remitiendo a la calidad es-tética y ambiental.

El enfoque actual abarca “los paisajes, los sitios históricos, losemplazamientos y entornos construidos, así como la biodiversidad, losgrupos de objetos diversos, las tradiciones pasadas y presentes, y los co-nocimientos y experiencias vitales”... tal como lo expresa la Carta delTurismo Cultural (2000).

Ahora bien, la toma de conciencia en la década del ´60 de laprogresiva destrucción del patrimonio, natural y cultural, fue impo-niendo la necesidad de la adopción de un rol activo en su conservación.Una serie de Documentos internacionales refieren al mismo.

En este sentido las Normas de Quito (1973) apuntan a la in-defensión en que se hallan los monumentos y la necesidad de un plansistemático de revalorización de los bienes patrimoniales en funcióndel desarrollo económico - social; la Declaración de Ámsterdam(1975) destaca la importancia de la educación de los jóvenes para la

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 81

protección y salvaguardia del medio ambiente; la Carta de Burra(1979) ayuda a medir el significado del lugar y el grado de intervenciónque puede admitir, según su mayor o menor valor paradigmático, sin-gular, único; expresando en su artículo 8vo. que: “Se debe excluir todaintrusión en el medio ambiente que tenga un efecto adverso sobre laapreciación y disfrute del lugar”; el Documento de Nara (1994) quemarca la importancia, en un mundo globalizado, de la reivindicaciónde la identidad cultural; en tanto que la Carta de Brasilia (1995) afir-ma que el soporte de lo tangible no debe ser el único valor a conservar.

En el marco de iniciativas relevantes para el desarrollo de po-líticas referidas al medio ambiente urbano se destaca como documen-to de referencia la Declaración de la Cumbre de Río (1992), el cual en-tre sus conclusiones se destacan: la importancia dada a los impactos ur-banos en los problemas ambientales, exigiendo medidas de previsión ycontrol en cada lugar y la necesidad de tratar conjuntamente las cues-tiones ambientales y el crecimiento económico en las políticas urbanas.

Continuando ésta línea la Organización de Naciones Unidasconvoca a la conferencia sobre asentamientos humanos “Hábitat II”, de1996 donde se plantean “Principios y Compromisos” y un “Plan de Ac-ción Global” proponiéndose a los estados miembros ciudades y regio-nes la realización de Agendas 21 donde se consagran: desarrollo econó-mico - medio ambiente - cultura de los pueblos.

Llegados a este punto y entendiendo que la ciudad es la pro-yección sobre el terreno de una sociedad y es, además, la conjunción deun espacio y de un tiempo, ¿porque hablar de ambiente urbano?7

Porque hablar de espacio es hacer referencia sobre todo al ám-bito, si a este espacio se lo carga de significado se habla entonces de lu-gar, en el sentido como lo define Marc Augé según rasgos comunes“identificatorios, relacionales e históricos”8, siendo este, un espacioconcreto donde se desarrolla la vida humana. Ahora bien, si a esta car-ga social y cultural se le suma las condicionantes naturales - paisajísti-cas se hace mención al ambiente.

Y decir tiempo, es hacer mención al vínculo de cada lugar consu historia, a la relación del hombre con el ambiente y con la colectivi-dad a lo largo de los años, relación que implica una transformación yuna adecuación a nuevas circunstancias.

El ambiente urbano es, entonces, una obra combinada entrela naturaleza y la cultura del hombre que materializa la evolución de la

82 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

sociedad en el tiempo, contribuyendo a la formación de identidad ysentido de lugar.

33.. MMééttooddoo

Para alcanzar los objetivos propuestos se plantea un esquemametodológico desarrollado y nutrido de distintos aportes9 que incluyetareas en archivos, en gabinete y en campo; de recolección de informa-ción existente y desarrollo de información nueva. En el cual se sinteti-zan tres etapas:

I. ConocimientoRecopilación de información -bibliográfica, documental, decampo, de percepción y opinión-

II. ProcesamientoIngreso de datos. Análisis de la información

III. Extracción de la información sistematización Lectura patrimonial. Cualificación de las variables. Sistematiza-ción. Valoración. Recomendaciones de protección

El esquema metodológico enunciado requiere distintas estra-tegias, a saber:

a.- Rastreos en archivos y repositorios: rastreo de datos y fenómenos.b.- Entrevistas y encuestas -el contacto con la gente-: rastreo de per-

cepción y reconocimientoc.- Las publicaciones periódicas, -el pulso de los agentes sociales-: ras-

treo de opinión y acciones.d.- Observaciones de campo: registro de los elementos componentes

33..11 EEjjeess ddee aannáálliissiiss

Para la interpretación del ambiente urbano se determinaroncomponentes y sus interacciones, en este sentido cabe mencionar elaporte que significó la visión bioclimática de Marta Romero Bustos10.Estos componentes sintetizan un conjunto de variables tangibles e in-tangibles de los cuales:

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 83

el medio natural comporta el suelo, el agua, el aire y todos aque-llos factores naturales relacionados directamente con el conforthumano, que importan al área urbana: climáticos -temperatura,humedad, vientos, lluvias- y lumínicos -radiación solar y lumi-nosidad- y a los elementos vegetales no plantados por el hombre;

el medio físico-cultural -lo construido- conformado por la base yla envolvente del espacio público urbano, está definido el lengua-je gráfico y arquitectónico, por formas, alturas, materiales y ele-mentos componentes de origen natural o artificial;

y, finalmente, el medio social que incorpora la noción de lugar alespacio definido por la base y la envolvente. Se observan los sig-nificados y las costumbres de uso del ambiente urbano público.Se considera también la contaminación (visual, aérea y sonora)generada por los usos y sus efectos sobre lo construido.

33..22 CCoonnssttrruucccciióónn ddee hheerrrraammiieennttaass

De la interpretación y gestión del ambiente así definido, de larevisión bibliográfica efectuada11, entre otros, y sobre la base de la bús-queda de líneas de integración se desarrollan herramientas de registroen las distintas escalas, territorio, área, sitio y lugar, para el volcado dela información obtenida -descriptiva y material gráfico- que permita susistematización y actualización

La escala territorio comprende el partido o la región que inte-gra la localidad en la cual esta inserto el lugar a analizar, para lo cual sepropone registrar información sobre: características geográficas, sínte-sis histórica y esquemas gráficos.

La escala área considera la localidad en la cual esta inserto el lu-gar, para lo cual se propone registrar información sobre: característicasurbanas, problemas ambientales, síntesis histórica y esquemas gráficos.

La escala sitio contempla el entorno de implantación, para locual se propone registrar información sobre sus características barria-les, paisaje urbano, síntesis histórica y esquemas gráficos.

La escala lugar, portadora del mensaje que se pretende registrar,propone recabar información sobre características del lugar, característi-cas dominiales, calidad ambiental, síntesis histórica y esquemas gráficos.

Esta escala comprende, además, dos herramientas de trabajode campo -una de registro y una encuesta- y una de valoración: el re-

84 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

gistro tanto de la base como de la envolvente considera los usos, las ca-racterísticas formales, el estado y las modificaciones; la encuesta ausuarios se destina a recabar información sobre: uso, percepción delambiente, imágenes mentales, propuestas para el mejoramiento del lu-gar; finalmente la de valoración resume y pondera los datos registra-dos. Considera los usos, el estado de conservación, la calidad de las mo-dificaciones realizadas, los valores histórico-social, arquitectónico-es-tético, paisajístico-ambiental y el carácter del lugar.

Se desarrolla, asimismo, un «sistema de clasificación gráficosimbólica»12 -en soporte de tecnología digital tipo CAD- que codificalas características del medio cultural -base y envolvente- y del medionatural -vegetación arbórea-; permite ordenar las variables intervi-nientes; posibilita una rápida visualización de los componentes favore-ciendo la comprensión global del espacio verde -su funcionamiento, sucarácter, su estado, etc.-; y la comparación con otros espacios verdes.Cabe señalar que el mismo reconoce un antecedente en el “Sistema deEspacio Público Urbano”13 diseñado en el Instituto de Diseño de la Fa-cultad de Arquitectura de Montevideo.

La graficación contempla la base y la envolvente. En la prime-ra se diferencian los tipos de superficies: absorventes y no absorventes;el equipamiento; la ornamentación y la vegetación, donde se evidencia:tipo, foliación, floración y densidad de follaje. En la envolvente se dis-tinguen los bienes protegidos, los usos, el estado y la data.

44.. RReessuullttaaddooss

Teniendo en cuenta los objetivos y método enunciados sepropone un acercamiento al planteamiento urbano local y al significa-do de las plazas en nuestra identidad, como marco necesario previo alabordaje del análisis y valoración de la plaza elegida

44..11 AApprrooxxiimmaacciióónn aall ppllaanneeaammiieennttoo uurrbbaannoo llooccaall

Marco geográfico

El paisaje de la región en que se fundara La Plata formabaparte de tres zonas fitogeográficas principales y sucesivas14: la selva cos-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 85

tera en las partes bajas junto al Río de la Plata; el talar, bosque xerófiloen el albardón de esas lomas y la estepa, las Lomas de la Ensenada o al-ta terraza con una altura de 20 m sobre la que se asienta la ciudad de LaPlata. Se trata de una llanura donde el paisaje de lomas es el resultadode la erosión hídrica. Los suelos de pradera, con drenaje apropiado sonóptimos para el cultivo. La vegetación que cubría la zona era una este-pa de gramíneas.

La ciudad está ubicada en la pampa húmeda, a 34° 55´ de la-titud Sur y a 57° 17´ de longitud Oeste, y a 9,87 m sobre el nivel del mar.Su clima es templado cálido húmedo, con los siguientes valores anua-les temperatura media 16° C, humedad relativa 79%, velocidad mediadel viento 11 km/hora, precipitación media 1022 mm y una heliofaníarelativa de 55%.

El Partido de La Plata cuenta hoy con una superficie aproxi-mada de 940,38 km? y una población de 560.641 habitantes, de los cua-les 186.527 habitan en el casco fundacional -según datos del Censo Na-cional de Población 2001-. Varias son las funciones que se superponenen la ciudad posibilitando distintas lecturas urbanas: La administrativay bancaria; la judicial y educacional; la comercial; la universitaria y cul-tural. En el área rural se destacan las actividades horti-florícola; la ga-nadera siendo la característica de la zona el tambo y una incipiente ac-tividad industrial radicada en avenida 44.

Marco histórico

Hasta 1880 el gran problema geopolítico del país era resolversu capital. Los sucesos revolucionarios de junio de ese año, parecen ha-ber reunido en un plan político al presidente saliente Dr. Nicolás Ave-llaneda, al presidente electo Gral. Julio A. Roca y al que iba a ser electogobernador de la provincia Buenos Aires -el Dr. Dardo Rocha- y queasumiría con total convicción la construcción de la nueva capital pro-vincial, al haberse federalizado la ciudad de Buenos Aires.15

Entre otros hechos que influirán en la elección del lugar, sedestacan: la existencia desde 1871 de un gran saladero en la costa, pro-piedad de Juan Berisso; el desarrollo de los pueblos de Ensenada -en lacosta- con 7000 habitantes y el de Tolosa -situado 6 km tierra adentro-con 700 habitantes, pueblos que servirán de apoyo para los primerostrabajos de la fundación, y que desde 1872 la Ensenada se encontrabacomunicada con Buenos Aires por el Ferrocarril de la Boca y Ensenada.

86 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

El 19 de noviembre de 1882 se funda la ciudad e inmediata-mente después de la fundación se comienzan las obras del Puerto. Sutrazado continúa en una línea imaginaria al eje institucional de la ciu-dad de La Plata hasta la punta del Monte Santiago. La excavación delDock Central del puerto significó la separación física de los territoriosde Berisso y Ensenada. Puerto y ferrocarril serían los elementos clavesde la impronta territorial.

Imagen 1: Litografía del plano del “Municipio de la capital de la Provincia. La Plata”.En Anuario Estadístico de la Provincia de Buenos Aires. 1885

A ocho años de la fundación, La Plata ya contaba con 65.000habitantes. El extenso Partido sufrió modificaciones en el tiempo queculminarían, en 1957, con la autonomía provincial de Berisso y Ense-nada. Con respecto al crecimiento urbano cabe señalar que hasta fina-les del siglo XIX la mancha urbana no había rebasado el casco funda-cional y que recién a partir de la década del ´60 aparece un tentáculo,bien definido, al Noroeste que une a La Plata con Buenos Aires.

Marco urbano

El urbanismo higienista -escenario en que La Plata emergía almundo con una raíz hispana basada en Leyes de Indias y la influencia

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 87

de la experiencia europea y americana- promueve el verde como saludy como espacio igualitario. El proyecto de Benoit representa un hito pa-ra la historia de Argentina, ya que significó la concreción de ideales quemarcaron una importante etapa del país. Cabe destacar que el proyec-to fue premiado en la Exposición Universal de Paris (1889) con meda-lla de oro por su diseño y materialización urbano-arquitectónica.

Imagen 2. Litografía del Plano Fundacional de la ciudad de La Plata. 1882. -identifi-cación de la plaza San Martín-. En Museo y Archivo Dardo Rocha

88 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Su concepción se basó en el equilibrio de dos facetas: la bús-queda de racionalidad y orden expresado en la calle recta y la simetría,por un lado, y su compensación en el elemento vivo y verde, por otro.

La estructura urbana queda definida por: un eje monumen-tal institucional -la pieza urbanística más importante- con una cargasimbólica muy fuerte uniendo la pampa, la ciudad, el puerto y el mun-do; dos diagonales principales orientadas a los cuatro puntos cardina-les que unen los vértices del cuadrado permitiendo una rápida vincu-lación entre extremos de la ciudad; un sistema de avenidas con ramblasarboladas que estructuran fuertemente la ciudad, dividiendo en seis loslados del cuadrado, vinculando la producción fruti hortícola de lasquintas periféricas con la zona urbana; ejes secundarios ortogonales ydiagonales de circulación; un sistema de espacios verdes -plazas y par-ques- ubicados sobre la intersección de avenidas y diagonales principa-les; un bosque, sitio de recreación tradicional y la avenida circunvala-ción concebida como una muralla horizontal verde que delimita elcuadrado.16

En tanto que, la morfología espacial se materializa en la par-ticular ubicación de los edificios en las manzanas, reflejando un con-cepto jerárquico e higienista a la vez. Por una parte la arquitectura detrama con una disposición perimetral de la edificación que genera unvacío interior «corazón de manzana»; por la otra, los edificios institu-cionales de la ciudad, donde la relación espacial se invierte ubicándoseen el centro el edificio enmarcado por espacios verdes que le otorgangran significación urbana.

Marco legal

Con respecto a la legislación, los derechos ambientales y enparticular los referidos a la preservación del patrimonio natural y cul-tural se encuentran expresamente mencionados en el artículo 41 de laConstitución de la Nación Argentina y en el artículo 28 de la Constitu-ción de la Provincia de Buenos Aires. En ambas se menciona tambiénla obligación de recomponer toda acción de degradación ambiental.

En el plano local el Decreto 974 /1996 declara Bien de InterésHistórico Nacional el casco fundacional de La Plata y la ResoluciónProvincial CCPPC N° 21/1989 declara como sitio a preservar la trazade la ciudad de La Plata.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 89

La Ordenanza 9231/2000 -actual Código de OrdenamientoTerritorial y Uso del Suelo- propicia la conservación declarando cincozonas de preservación dentro del casco fundacional, Dg 80 de 1 y 44 aplaza San Martín; Eje institucional; Parque Saavedra - Meridiano V;Avenida 1 entre 44 y 60 y Avenida 7 de plaza San Martín a plaza Italia eimpulsa la confección del catálogo de bienes de interés patrimonial.

Por último el Código de Ordenamiento de Espacio Público -Ordenanza 9880/2005- y su articulación con la Ordenanza 9232/2000 -de manejo de Sitio- rige el uso y ocupación del espacio público y su ges-tión urbana.

44..22 AAcceerrccaa ddeell ssiiggnniiffiiccaaddoo ddee llaass ppllaazzaass eenn nnuueessttrraa iiddeennttiiddaadd

Ahora bien, retomando la consideración que en las plazas hayuna especial apropiación del espacio y del tiempo se considera necesa-rio comprender su significado en nuestra identidad. Habremos de remi-tirnos, entonces, a dos momentos: el colonial y el de la independencia.

En la época colonial, la plaza, fue un factor clave en la orga-nización urbana. Tal como explica Rojas Mix17, si bien la traza con pla-za y retícula se aplica desde comienzos del XVI como consecuencia, en-tre otras cosas, de la tradición castrense medieval y de su existencia enalgunos centros precolombinos; sólo se impone como principio urba-nístico para toda la América española a partir de la Provisión de 1573de Felipe II. Por otra parte la doctrina del libre albedrío, que inspira lapolítica española en Indias, favorece la implantación de una ciudadabierta con un centro de convergencia y de relación de fieles y gentiles.Siendo la apertura y la congregación los dos principios básicos que seexpresan en la estructura urbana y en la plaza.

Se trata, la plaza, de una superficie rectangular, no edificada,rodeada por las construcciones más importantes y monumentales de laciudad. En un frente los edificios asiento del poder urbano -Cabildo yCárcel-; en otro la vida religiosa -Iglesia y Arzobispado-; en otro las re-covas -asiento de los comercios- y algunas casas de los principales. Elcuadro central se deja despejado como cruce y confluencia de personas,animales y vehículos -diferenciándose con las plazas de la Antigüedady Edad Media que nunca fueron superficies de tránsito-, en el centro lafuente de agua -de la cual se abastecía la población-, a un costado el ro-

90 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

llo o la picota -desde la cual se administraba justicia- y finalmente elasentamiento del mercado.

A mediados del siglo XIX esta fisonomía se altera consecuen-cia de las transformaciones sociales y técnicas producto del cambioeconómico. Si bien la «plaza de la independencia» conserva algunasfunciones de la colonial pierde su carácter monopólico de centro vital.Se abren largas y espaciosas avenidas que rompen el tradicional esque-ma tablero y surgen los parques como lugares de paseo, para ver y servistos. La plaza se llena de jardines no permitiendo el tránsito de vehí-culos en su interior; la fuente -al tener agua potable las viviendas- setransforma en un elemento decorativo; el rollo es reemplazado por elkiosco de música y en el centro se levanta un monumento a algún pró-cer -según la plaza real francesa-. Pierde funcionalidad y adquiere mo-numentalidad y representatividad. Se presenta con canteros, veredas,hilera de árboles perimetrales y calles empedradas.

44..33 LLaa PPllaazzaa SSaann MMaarrttíínn

Huellas, usos y significados

Esta plaza ha tenido distintas denominaciones a lo largo deltiempo: Plaza de la Legislatura - Plaza de la Estación, Plaza PrimeraJunta y, actualmente, Plaza San Martín. Se encuentra delimitada por lascalles 6, 50, 54 y avenida 7.

A pocos meses de la fundación de la ciudad -el 19 de junio de1883 por Decreto del Poder Ejecutivo- se integra una Comisión encar-gada del arreglo de las plazas públicas de la ciudad. La misma debíaproponer un plan de trabajos y plantaciones para el arreglo de las pla-zas de la Policía, de la Legislatura y la Principal, todas pertenecientes aleje institucional.

En 1884 comienza la forestación urbana con la plantación deárboles en las calles que circundan la plaza de la Legislatura: plátanosen la avenida 7; álamos y palmeras en las avenidas 51 y 53. Este año seasientan los poderes públicos en la ciudad y se instala la primera torrede alumbrado eléctrico con función urbana en la Argentina, siendo elcentro de esta plaza el sitio elegido para el emplazamiento de la torreconstruida en Estados Unidos.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 91

Por su ubicación la actual plaza San Martín, fue la elegida pa-ra paseos y reuniones por la primitiva comunidad platense. Las bandasde música resultaban una actividad convocante, por las cuales alrede-dor de seiscientas butacas que eran colocadas y ocupadas en su totali-dad, según crónicas de la época. A partir de1897 se le incorporan jue-gos infantiles.

En su origen estaba dividida en tres partes, el espacio centralera conocido como plaza de la Legislatura, siendo el paño sobre calle 50llamada plazoleta del Ferrocarril. Durante la administración de CarlosMonsalve (1902-06) fue reformada. Se suprimieron las empedradasavenidas 51 y 53 que la atravesaban, dándole la actual forma oval, se eli-minaron las hileras de palmeras y se llevó a la práctica un plan de re-forestación. También fue levantado un monumento a la Primera Juntade Gobierno obra del escultor Pedro Costa, Docente de la Real Acade-mia de Bellas Artes de Italia. Se optó por emplazar el conjunto estatua-rio en el centro de la plaza razón por la cual comienza a llamarse «Pri-mera Junta».

En julio de 1911, debido a una campaña del periodismo pla-tense, surge la idea de implantación un Kiosco para los conciertos de lasbandas de música. En 1913 se inaugura la «Glorieta», adquirida enFrancia en la Fonderie du Val D´Osne. A lo largo del tiempo fue esce-nario de música y pista de baile en el crepúsculo. Asimismo fue ámbi-to epicéntrico de los carnavales que desfilaban por avenida 7 desde Pla-za Italia a Plaza Rocha, escenario para representaciones teatrales y tri-buna política.

Luego de duras críticas que recibiera en el Senado el monu-mento a la Primera Junta se autoriza al Poder Ejecutivo, en 1913, a de-sarmar dicho monumento y distribuir sus estatuas en distintas plazasde la ciudad, en tanto que en su emplazamiento debía erigirse un mo-numento al General San Martín, el cual impondrá su nombre a la pla-za. El 25 de abril de 1914 fue inaugurado el monumento al Libertador,réplica del erigido en Boulogne Sur Mer, Francia, en 1910, obra de En-rique Allouard.

El 17 de agosto de 1943 se procede a la plantación de un re-toño del pino de San Lorenzo -protagonista en la gesta sanmartiniana-en el cantero central del sector sobre calle 50, completándose la confi-guración del trazado.

92 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Caracterización de sectores

La Plaza San Martín cuenta con una superficie de 36000 m?.En su diseño, pueden identificarse tres sectores. Cada uno de ellos re-conoce: hito, diseño, vegetación y usos diferenciados.

El sector central se caracteriza por una organización centrí-peta que confluye en el monumento. Las circulaciones, ortogonales ydiagonales, definen canteros geométricos y simétricos. El fuerte predo-minio del espacio libre sobre lo arbóreo favorece la vinculación visualentre los edificios institucionales -Casa de Gobierno y Palacio Legisla-tivo- y define un sector de sol que propicia el encuentro y el esparci-miento. En torno al monumento se desarrollan actos ceremoniales ydado su carácter gubernativo provincial es sede de distintas manifes-taciones sociales.

Los sectores de las calles 50 y 54 enmarcan espacialmente elárea central. De carácter pasante, el primero se vincula con el PasajeDardo Rocha -primera Estación del Ferrocarril y actual Centro Cultu-ral-, mientras que el segundo está contextualizado por el uso residen-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 93

Imagen 3: Vista Aérea de la Plaza San Martín. Año 1936. En Archivo General de laNación

cial. De diseño paisajista y libre, escapa de la rigidez en la búsqueda deespontaneidad. El predominio arbóreo perenne, genera un clima con-trastante con el espacio central.

En el sector de calle 54 se realizan actividades culturales en laglorieta y de recreación infantil en la zona de los juegos la cual se ha-lla enlazada con el kiosco de comidas.

En tanto en el sector de calle 50, si bien está identificado, el ter-cer hito -arbóreo- no es reconocido como tal por la población; es un sec-tor de juegos infantiles y de reposo, ornamentado por el grupo escultó-rico relativo al combate entre los atletas griegos Creugas y Damoxenos.

Las esquinas urbanas se recomponen con cuatro plazoletas:Alfredo Palacios, Cruz Roja Internacional, Federico della Croce y Obe-lisco, inaugurado para el cincuentenario de la ciudad en homenaje a lostécnicos que intervinieron en el trazado de la ciudad.

En su entorno, como ya se mencionara, se destacan distintosedificios de carácter monumental: Casa de Gobierno -1883/1887, obradirigida por el arq. Jules Dormal, en neorenacimiento francés-; Palacio

94 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Imagen 4: Planta y entorno de la Plaza San Martín. 2006

Legislativo -1883/1888, concurso internacional ganado por los arqs. G.Heine y G. Hagermann, de Hannover, en neorenacimiento alemán-,Pasaje Dardo Rocha -1883, Estación “19 de noviembre”, obra del arq.Francisco Pinaroli, en neorrenacimiento italiano; 1928, Centro de Ex-posiciones, reciclaje realizado por los arqs. E. Quincke y D. Cooke, enneoclasicismo francés-; y no monumental: Edificio de Rentas -1923;Casa Belou -1923, obra del Ing. A. Vilar-; Casa de España -1925, obrade los Ings Vilar y Urrutia, pertenecientes a la corriente nacionalista,entre otros.

EEssttaaddoo ddee ccoonnsseerrvvaacciióónn

El equipamiento ornamental «la glorieta», presenta signos dedeterioro en los elementos metálicos y es objeto de depredación mani-festada en la pérdida de la baranda y en la inscripción de grafittis. Elgrupo escultórico «los púgiles» restaurado en el año 2000 se encuentranuevamente dañado. Gran parte de la añosa forestación presenta pro-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 95

Imagen 5: Vista de la Plaza San Martín. 2006

blemas sanitarios, lo que en algunos casos significa riesgo para la segu-ridad de los usuarios. Con respecto a la envolvente se presentan conflic-tos con las medianeras. En otro sentido, pero que hace también al dis-frute del lugar, la magnitud del tránsito vehicular del sitio hace que elnivel sonoro sea superior a 75 Db, excediendo los límites recomenda-dos por la Organización Mundial de la Salud.

Modificaciones

En 1906 se cerraron al tránsito vehicular las avenidas 51 y 53que la atravesaban, como ya se explicara, y se marca la continuidad ar-bórea del eje institucional con la plantación de líneas de castaños de laIndia y magnolias. Si bien la plaza conserva el trazado original, se ob-serva el cambio en las plazoletas -desde el cincuentenario (1932) a hoy-que recomponen el rectángulo exterior, manteniendo la forma oval, in-terior, de la plaza. Finalmente, se destaca el ajardinamiento del sectordel Pasaje con el hito vegetal.

44..44 VVaalloorraacciióónn

Un dato importante a tener en cuenta en la valoración delambiente urbano es la visión del usuario de ese ambiente. Para lo cualse realizaron encuestas con preguntas abiertas y cerradas que permitie-ron la participación del usuario. Se indagaron los modos de uso, la per-cepción del ambiente, los grados de satisfacción y las propuestas para elmejoramiento del lugar. Los datos obtenidos se cuantificaron y volca-ron en cuadros de calidad ambiental a fin de registrar y comparar lasopiniones en forma sistemática.

Asimismo se registraron imágenes mentales logradas me-diante el trabajo realizado, con alumnos de tercer año, en el Taller deDiseño Gráfico y Patrimonio Cultural del Colegio Ministro Luis R.Mack Kay dependiente de la Universidad Católica.18 La temática pro-puesta y desarrollada en el taller propendió al «reconocimiento y pro-tección del lugar que habitamos», siendo de destacar la importancia delos hitos en los diseños de los alumnos.

Tanto la encuesta, dirigida a conocer la percepción del lugar,como el registro de imágenes mentales, destinado a conocer la repre-sentación simbólica del lugar, tienen por objeto la participación del ha-

96 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

bitante de manera que puedan ser integradas sus opiniones respecto ala valoración del lugar sobre el que se esta trabajando. Un dato intere-sante respecto a estas dos técnicas empleadas, es que ambas arriban aresultados similares en cuanto a imagen representativa del lugar. Sien-do de notar las referencias simbólicas en los hitos: monumento y trazay glorieta de esta plaza.

Finalmente se recogió también la mirada de los pintores y fo-tógrafos en cuanto a la imagen urbana representada.

Síntesis valorativa

valor histórico-social: plaza cívica que sigue siendo el marco de los po-deres gubernamentales de la provincia: Casa de Gobierno y Palacio Le-gislativo. Este hecho hace que las manifestaciones regionales de índolepolítica y social se desarrollen en ella, y lo hicieran aún en épocas dedictadura. Además dada la ubicación sobre la avenida 7, una de las ar-terias más importantes de la ciudad por su actividad bancaria, admi-nistrativa y comercial, es un lugar muy concurrido para la recreación elencuentro y el ocio.

valor arquitectónico-estético: la plaza conserva su trazado original, detipo centrípeto que la emparentaría con la plaza colonial, con caminosy senderos convergentes en el monumento al General San Martín defuerte contenido simbólico -héroe de la independencia latinoamerica-na-, refuerza esta situación espacial su enmarque con los edificios gu-bernamentales y los sectores paisajísticos de borde con importante ve-getación arbórea. La ornamentación escultórica cuenta con la copia delgrupo relativa al combate entre los atletas griegos “Creugas y Damoxe-nos” de Antonio Casanova, destacado escultor neoclásico italiano.Completa los elementos ornamentales el pabellón de hierro, «glorieta»-otro de los hitos reconocidos-, donde daban sus conciertos las Bandasde Policía y de Bomberos y aún hoy se sigue utilizando en manifesta-ciones culturales.

valor paisajístico-ambiental: forma parte del eje fundacional de la ciu-dad. Se destaca en su contexto edificios de carácter monumental y no-monumental exponentes de las corrientes arquitectónicas eclécticas ynacionalistas. Presenta una sectorización con distintos tratamientosque favorecen el confort en las distintas épocas del año, zonas soleadas

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 97

y zonas de sombra: Con respecto a la percepción, el despejado sectorcentral favorece la relación visual entre los poderes, Casa de Gobierno- Legislatura; su céntrica localización, el diseño y la gran concurrenciafavorecen la seguridad; siendo esta situación céntrica a tener en cuentadado los altos niveles de ruido provocados por el tránsito automotor.Cuenta con añosos ejemplares nativos y exóticos, con un hito arbóreoreferencia simbólica de nuestras gestas patrióticas, y enmarcando el hi-to central se encuentran los ejemplares de seibo, también aportando elvalor simbólico de ser la flor nacional.

55.. DDiissccuussiióónn

Las sucesivas intervenciones en las plazas analizadas han con-servado el tejido original. Si bien la traza urbana colonial era de carác-ter centrípeto mientras que la planificación de la ciudad de La Platacontempla un eje monumental, la plaza San Martín rescata la impor-tancia del entorno en el carácter de la plaza Mayor de la época colonial,mantiene subyacente el significado de reunión político-social, respon-diendo con un diseño «verde» y «geométrico» según las claves estéticasdel momento de la fundación de la ciudad. Lugar de paseo, recreacióny ocio, según el modelo francés, y de reunión de masas, rememorandola plaza del Cabildo. Es destacable como las ideas de los paisajistas fran-ceses se incorporan en esta ciudad, ejemplo de la generación del ´80,con características propias. El diseño de rígidos paños verdes del sectorcentral -centrípeto en el caso de la plaza San Martín- está contenidopor paisajísticos sectores de borde con vegetación arbórea que le brin-dan un «clima» urbano particular, pudiendo conformar un tipo local,propio del eclecticismo del momento, esta dualidad de diseño geomé-trico y libre.

Se recomienda mantener las características paisajísticas delsitio; conservar las especies arbóreas a fin de mantener las cualidadesambientales, entendiendo que toda reposición y renovación se haráatendiendo a valores paisajísticos e históricos; proteger los bienes de in-terés cultural localizados en las plazas, así como el espíritu del lugar quela circunda. Por otra parte se considera impresindible el tratamientodel tránsito automotor y la jerarquización del peatón, tanto facilitandoel acceso a la plaza -hoy toda una aventura- cuanto al disfrute del am-

98 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

biente urbano. Con respecto a la envolvente se considera necesario larevisión de las alturas permitidas en la Ordenanza 9231/00 y establecerlineamientos para el tratamiento tanto de los linderos, como de las me-dianeras existentes en convivencia con bienes de interés cultural.

Finalmente, es de rescatar las movilizaciones ciudadanas lle-vadas a cabo en defensa del patrimonio urbano en el año 2000, cuan-do agrupaciones ambientalistas convocaron a la comuna y centros deestudiantes secundarios realizaron una sentada de protesta en contrade la destrucción de las plazas San Martín y Moreno, frente al proyec-to presentado en el Deliberativo sobre la construcción a cielo abiertode cocheras subterráneas; movilización popular que terminara en lajusticia con un Recurso de Amparo y la decisión de no innovar. Ahorabien, ¿porqué no sucede lo mismo frente a la demolición o pérdida designificado de bienes de interés cultural, producto de malas interven-ciones?; ¿será necesaria una mayor difusión y sensibilización en los va-lores?; ¿porqué no aprender de los ambientalistas y continuar en esa di-rección? ¿por qué no ampliar la visión y considerar que el ambiente ur-bano es un todo?

CCoonncclluussiioonneess

Si se acuerda que la ciudad es la impronta de una sociedad enel transcurrir del tiempo y que los lugares públicos deben ser apropia-dos por la gente, tanto la metodología planteada como las herramien-tas desarrolladas son un camino en esa dirección.

El trabajo permitió: desarrollar métodos capaces de ser gene-ralizados; desarrollar lineamientos integrales y participativos; combi-nar distintas técnicas en la recopilación y registro de información paraposibilitar un acercamiento a las distintas apropiaciones y representa-ciones; integrar las visiones del especialista y del usuario en la búsque-da de consenso; validar las herramientas desarrolladas.

Asimismo, se verificó la necesidad de contar con inventarios-catálogos -necesidad que surge de la dispersión, fragmentación y pérdi-da de la documentación- que encaminen las futuras intervenciones e in-centiven nuevas investigaciones. Instrumento que permita, en definitiva,que las distintas Direcciones involucradas cuenten con información ne-cesaria para actuar en su campo específico y en forma coordinada.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 99

Se considera, finalmente, la falta de sensibilización de lo pro-pio y lo ajeno en el uso del espacio urbano y la falta de comprensión delambiente urbano como signo y símbolo de identidad local, por lo quese estima de suma importancia la difusión de sus valores, como gene-rador de sensibilidad ciudadana, para su apropiación y defensa.

NNoottaass::

1 Llorenç PRATS, Antropología y patrimonio. Barcelona, Ariel, 1997, p.222 Fernando DE TERÁN, “La lección de La Plata”. Conferencia dictada en el Con-

greso Internacional El patrimonio urbano del siglo XIX. La Plata, Argentina, no-viembre de 2000

3 Alberto DE PAULA, “Cuando la autenticidad es sinónimo de identidad cultural”en Noticias del ICOMOS / ARGENTINA, 1, 1996, p.11

4 Salvador RUEDA, “Habitabilidad y calidad de vida” en Ciudades para un futuromás sostenible. La construcción de la ciudad sostenible: Fundamentos, junio de1997. http://habitat.aq.upm.es/cs/p2/a005.html. Consulta: 25/11/2005

5 Jordi BORJAS y Zaida MUXÍ, El espacio público: ciudad y ciudadanía. Barcelona,Electa, 2003, pp.68-69

6 Ignacio GONZÁLEZ – VARAS, Conservación de bienes culturales. Teoría, historia,principios y normas. Madrid, Cátedra, 2000, 2da edición, p. 44

7 María Cristina DOMÍNGUEZ y Carlos FERREYRO, “Ambiente urbano de usopúblico. Hacia una reconciliación entre lo global y lo particular” en ESCALA..Re-vista de Arquitectura, 186-187, Bogotá, 2000.

8 Marc AUGÉ, Los «no lugares». Espacios del anonimato. Una antropología de la so-bremodernidad. Barcelona, Gedisa, 1998, 3ra edición, p58.

9 María Cristina DOMÍNGUEZ y Carlos FERREYRO, “Criterios para el análisis eintervención en el ambiente urbano de uso público”, en Actas del V InternationalCongress on Restoration of Architectural Heritage, Firenze, Italia University of Flo-rence – CICOP, 2000, versión CD Pablo DIAÑEZ RUBIO, “Metodología de la in-vestigación científica sobre patrimonio”, en Curso de Doctorado: Gestión del pa-trimonio histórico, Sevilla, España, Universidad Pablo de Olavide, 2002/2003

10 Marta Adriana BUSTOS ROMERO, “Arquitetura bioclimática dos espaços públi-cos”, en Anais III Encontro Nacional, I Encontro Latino-Americano de Conforto noAmbiente Construído, Gramado, RS, Brasil, 4 al 7 de julio de 1995, pp. 179-184,donde explicita: “Para el tratamiento del espacio público proponemos dos gran-des categorías (el ambiente y el espacio) dentro de una concepción bioclimáticay, un conjunto tripartito de categorías para caracterizar sus partes (entorno, ba-se y superficie frontera). En general podemos decir, que las necesidades ambien-tales de los diferentes espacios públicos externos que analizamos no son las mis-mas, así como, la distinción entre espacios de lo cotidiano, de pasaje y los simbó-licos (y sus alternativas bioclimáticas) es una condición esencial para el trata-miento adecuado de los espacios públicos externos.” (traducción propia)

100 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

11 INSTITUTO DE HISTORIA Y PRESERVACIÓN DEL PATRIMONIO, Universi-dad Nacional de Córdoba, “EL inventario del patrimonio arquitectónico urbanocomo instrumento de preservación ”, en Colección Sumarios, 47, Buenos Aires,1980.Edgar BURBANO, Pautas para la investigación en la arquitectura y el urbanismo.Segunda parte. Bogotá, Cuadernos de Arquitectura N°7, Escala, 1983.Carlos MORENO, Relevamiento e Inventario del Patrimonio Cultural Rural deCañuelas. Buenos Aires, Boletín ICOMOS Argentina, 5, 1986.Carlos PERNAULT (Coord.) Sistema de Inventario y Registro Automatizado deMonumentos y Sitios. Buenos Aires, Boletín ICOMOS Argentina, 6, 1986.Freddy GUIDI, “Evolución de los criterios de intervención en el patrimonio”, enPreservación: más allá del discurso, Sumarios, 123, Buenos Aires, mayo - junio de1988 pp 14-18.Julio MOROSI et al. Diseño de un sistema de registro del patrimonio paisajístico,urbanístico y arquitectónico bonaerense. Una aproximación al preinventario delpartido de Chascomús. Buenos Aires, LINTA. CIC., 1996.Sonia BERJMAN et al., “Inventario de Espacios Verdes Públicos”, en Cátedra dePlanificación de Espacios Verdes, Facultad de Agronomía, Universidad de BuenosAires, 2000.Alejandro NOVACOVSKY, Felicidad PARIS BENITO y Silvia ROMA (Editores),Francisco Salamote en la Provincia de Buenos Aires “Reconocimiento Patrimonialde sus Obras”. Mar del Plata. Agencia Nacional de Promoción Científica y Tec-nológica de la Secretaría para la Tecnología, la Ciencia y la Innovación produc-tiva de la Presidencia de la Nación. 2001.

12 María Cristina DOMÍNGUEZ y Susana STANGE.“Sistema gráfico simbólico delespacio verde urbano”. Unidad de Investigación N° 2, Facultad de Arquitectura yUrbanismo, Universidad Nacional de La Plata, 2006, inédito

13 Fernando DE SIERRA (Coord.). Montevideo a cielo abierto: el espacio público. Se-villa, Consejería de Obras Públicas y Transporte e Intendencia Municipal deMontevideo, 2003, pp. 268-275

14 Benito DÍAZ (Director general) La Plata. Una Obra de Arte. La Plata. Gobiernode la Provincia de Buenos Aires y Universidad Nacional de La Plata, Posban SAL& Saltzmann,.1982, pp. 53- 56

15 Alberto DE PAULA, La ciudad de La Plata. Sus tierras y su arquitectura. BuenosAires, Argentina Ed., Banco Provincia de Buenos Aires, 1987

16 Julio MOROSI (Director), La Plata, ciudad nueva, ciudad antigua. Madrid, Uni-versidad Nacional de La Plata e Instituto de Estudios de Administración Local,1983.

17 Miguel ROJAS-MIX, LA PLAZA MAYOR. El urbanismo, instrumento de dominiocolonial. Barcelona, Muchnik Editores, 1978.

18 María Cristina DOMÍNGUEZ, “El taller de diseño gráfico y patrimonio cultu-ral. Una experiencia educativa”, en Primeras Jornadas sobre La Escuela y la Pre-servación del Patrimonio Cultural.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 101

102 Francisco Ollero Lobato

EEll ppaattrriimmoonniioo ccuullttuurraall ccoommoommeeddiioo ddee aapprreennddiizzaajjee iinntteeggrraall aappaarrttiirr ddee llaa eexxppeerriieenncciiaa eessttééttiiccaa..MMuusseeoo NNaacciioonnaall ddee HHiissttoorriiaa,,CCaassttiilllloo ddee CChhaappuulltteeppeecc,,CCiiuuddaadd ddee MMééxxiiccoo..

Ma. Estela Eguiarte Sakar.Universidad Iberoamericana.Instituto Nacional de Antropología e HistoriaCiudad de Mexico.

RReessuummeenn::

Entre los problemas que faltan por abordar sistemáticamente respectoal patrimonio cultural, está el de la función educativa que representa.Abordar el patrimonio tangible e intangible como un medio de apren-dizaje integral y significativo, que reafirme identidades individuales ycolectivas, posibilita al mismo tiempo el desarrollo de habilidades depensamiento relativas a la inteligencia cualitativa. En esta ponencia sepresenta una propuesta de aprendizaje, a partir de la experiencia esté-tica vinculada a una mayor conciencia de los espacios arquitectónicosy situación urbana del Castillo de Chapultepec, el cual alberga al Mu-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 103

seo Nacional de Historia, del Instituto Nacional de Antropología e His-toria. Los ejercicios realizados como prueba piloto para establecer estaexperiencia como parte de los Servicios Educativos del Museo, hanmostrado que a partir de la experiencia estética se modifica la visiónque se tiene del espacio y se despierta un mayor interés por la coleccióny la arquitectura del Museo.

SSuummmmaarryy::

Among the problems that have to be systematically addressed with res-pect to cultural heritage, is the educational function that it represents.To approach the tangible and intangible heritage as a type of compre-hensive learning, that reaffirms individual and collective identities,allows the development of thought process relative to qualitative inte-lligence. This paper presents a proposal for learning, based on the aest-hetic experience linked to an increased awareness of the architecturalspaces and urban location of the Castle of Chapultepec, which housesthe National Museum of History of the National Institute of Anthro-pology and History. The exercises used for a pilot study to establishthis experience as part of the Educational Services of the Museum, ha-ve shown that the aesthetic experience modifies the perception thatone has of the space resulting in a deeper interest for the Museum’s co-llection and architecture.

En el debate mundial sobre el significado del patrimoniocultural en la construcción de identidad y pertenencia, poco se haabordado el papel que juega la experiencia estética. La apropiaciónsimbólica que posibilita el patrimonio cultural, promueve la sensi-bilidad, la percepción y la creatividad, como proceso cognitivo queinvolucra habilidades de pensamiento. Con ello se logra un apren-dizaje integral y significativo1.

Por otro lado, se ha puesto poco interés en pensar el espaciomuseístico como instrumento vivo del patrimonio cultural, en este ca-so en particular del Museo Nacional de Historia del INAH, ubicado enel Castillo de Chapultepec, (fig.1) cuyo origen ancestral desde la épocaprehispánica lo convierte en un hito en la historia, no sólo por su ubi-cación geográfica sino por ser escenario de nuestro pasado y testigo pre-sencial de nuestro presente. Los espacios del Castillo y de sus alrededo-res se asumen para los fines de este proyecto, como el patrimonio cultu-

104 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

ral por medio del cuál propiciar experiencias que conlleven una sensi-bilización hacia los diferentes usos y formas del espacio, así como al sig-nificado simbólico de la colección de objetos culturales que alberga2.

¿Cómo lograr que el público se involucre y se apropie cultural-mente del patrimonio histórico? ¿Cómo puede aprovechar el museo supropia condición de patrimonio para formar y transformar la experien-cia del público en estos espacios y trascender, a partir de la experiencialúdica y estética, los límites de exhibición de las colecciones sin mayorsentido? La hipótesis fundamental se basa en la idea de que los visitan-tes, al tener un mayor acercamiento a la propia historia y espacios físicosdel Castillo y sus alrededores, aprehenderán un significado mayor de lacolección en sala por la curiosidad de saber más respecto a la experien-cia que ha sido vivida anteriormente a partir de la arquitectura y su ubi-cación dentro del contexto urbano y natural de la ciudad de México.

La función educativa del patrimonio no puede limitarse a latransmisión de los valores y tradiciones que representa determinadolegado, ya sea que se trate de patrimonio tangible o intangible, ya sea

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 105

Fig. 1. Castillo de Chapultepec que alberga el Museo Nacional de Historia delInstituto Nacional de Antropología e Historia. Ciudad de México.

desde su carácter de monumento o en términos del valor de lo domés-tico y cotidiano. La función educativa del patrimonio incluye, pero almismo tiempo trasciende el fenómeno de la identidad. La pluralidadcultural en los propios territorios de nuestros países, sería suficiente ra-zón para plantear esta relación de educación integral e identidad indi-vidual frente a una identidad nacional, además de la problemática quese deriva de un mundo cada día más complejo de interrelaciones cul-turales3. Frente a los valores colectivos, incluso los consensuados comonacionales, el diálogo con el arte (como parte del patrimonio cultural)ofrece la libertad de criterio respecto al valor histórico y estético del ar-te4 y posibilita la educación del ser humano en todas sus capacidades.

EEll CCaassttiilllloo ddee CChhaappuulltteeppeecc.. PPaattrriimmoonniioo yy ffoorrmmaacciióónn iinntteeggrraall yy ssiiggnniiffiiccaattiivvaa..

El patrimonio histórico y artístico se conforma por tanto porlas obras que permiten el desarrollo de habilidades de pensamiento, altiempo que ofrecen elementos de identidad individual, comunitaria,nacional. La complejidad de los procesos sociales, además de las condi-ciones multiculturales constituye un reto para intentar incorporar es-trategias de esta aproximación al patrimonio cultural e histórico de lahumanidad: la paradoja que asume el respeto a la otredad, a la indivi-dualidad en un mundo que se asume globalizado.

Por su condición de Museo Nacional de Historia, el Castillode Chapultepec en la ciudad de México, es un caso en el que se han po-dido poner en juego algunos de los aspectos fundamentales para elplanteamiento de su función como medio de un aprendizaje significa-tivo e integral. La relevancia histórica de este espacio, desde tiemposprehispánicos hasta la actualidad, así como el resguardo y difusión deuna inmensa variedad de objetos en su colección, representa un retopara incorporar las propuestas que se han mencionado. Además, elMuseo Nacional de Historia es el segundo más visitado en México pordiversidad públicos, especialmente por grupos de alumnos de las es-cuelas primarias y secundarias, entre 6 y 15 años.

Por lo mismo, este espacio de exhibición representa una granoportunidad para quienes pensamos que aún en la complejidad de lascircunstancias antes señaladas, el patrimonio cultural puede ofrecer ala educación integral de estudiantes y del público en general, un apren-

106 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

dizaje construido significativamente, del que cada receptor -desde susubjetividad, desde su propia identidad-, podrá apropiarse del valor delos bienes culturales.

El museo no puede sustituir la función de la escuela, pero esfactible que complemente los sus objetivos pedagógicos, siempre ycuando exista un “diálogo” entre ambas instituciones. Los recursosmuseográficos son necesarios, pero sólo como elementos de apoyo: norepresentan la totalidad del proceso de comunicación de los mensajesque se intentan trasmitir con cédulas, carteles, cuadros sinópticos, sis-temas interactivos. La actual administración el Museo ha propuestoampliar el ámbito de su función didáctica, al modificar los medios tra-dicionales del recorrido o visita al museo y al uso de la colección, locual permite la incorporación de nuevas estrategias didácticas como laque aquí se propone. Es claro que esta museografía está pensada paraque exista un diálogo entre los conjuntos de obras en cada sala, en unjuego de libre experiencia de interpretación guiada por un discursohistórico y estético subyacente. El siguiente paso es el entrenamiento apersonal de servicios educativos y de profesores de primarias y secun-darias para lograr una mayor comprensión de las posibilidades didác-ticas que ofrece la colección, al tiempo que se establecen estrategiaseducativas en las que he trabajado en los últimos meses con grupos pi-loto, una de las cuales presento en este trabajo, después de establecerlos criterios en los que me baso para la reflexión que abordo en esta in-vestigación.

La referencia al patrimonio cultural e histórico como mediode educación requiere de cuestionamientos, tales como:¿Qué aspectosdel patrimonio cultural interesa resaltar y por qué?¿Cuál es el concep-to de cultura que subyace a esta visión?¿Cómo resolver la paradoja en-tre patrimonio histórico nacional y la diversidad cultural que caracte-riza al país?¿Qué papel juega un sentido de identidad individual en laconformación de la identidad no sólo colectiva sino nacional?¿Desdequé visión ontológica se conceptualizan los llamados valores naciona-les que han protagonizado la selección del patrimonio histórico cultu-ral, de la colección del Museo Nacional de Historia?¿Cómo insertar laproblemática de definición del patrimonio cultural de una nación, enaras de apoyar la formación educativa, significativa para públicos tandiversos, como los que atiende este museo, sin caer en prejuicios queaún faltan por resolver en el campo de los bienes culturales? (“discri-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 107

minación cultural” de manifestaciones alejadas de los cánones oficiales,por ejemplo) ¿Desde qué parámetros de interpretación puede concep-tualizarse los bienes culturales como valores históricos, estéticos, co-munitarios o individuales y para quién?

El patrimonio cultural contiene en cuanto a su propia esen-cia, elementos de tradición, representaciones míticas, simbólicas queatañen directamente a la parte más íntima y sensible del ser humano: laexpresión de su experiencia de vida, de su percepción del mundo, de sucosmovisión. Al hablar de patrimonio cultural, necesariamente nos re-ferimos a un acervo de elementos culturales –definidos antropológica-mente-, tangibles o intangibles que una sociedad determinada considerasuyos y de los que echa mano para enfrentar sus problemas...; para formu-lar e intentar realizar sus aspiraciones y sus proyectos; para imaginar, go-zar y expresarse6. Los elementos culturales que conforman el patrimo-nio cultural restringidos al testimonio material del pasado: los monu-mentos arquitectónicos, las obras de arte, los objetos generalmente re-conocidos como “de museo”; abarcan también costumbres, conoci-mientos, sistemas de significados, habilidades y formas de expresiónsimbólica que corresponden a esferas diferentes de la cultura. Derivadode los sistemas de representación simbólica, el patrimonio permite lainterpretación desde el presente y desde la subjetividad del receptor, de-rivada de su propia condición de vida y visón de mundo. Esta concep-ción de cultura y de arte ofrece el enriquecimiento de los propios valo-res simbólicos individuales y colectivos, a partir de estrategias de sensi-bilización estética para la interpretación de las obras.

Los valores intrínsecos, pretendidamente absolutos y univer-sales, siempre son valores culturales, esto es, corresponden a la escalavalorativa de una cultura particular; juzgados desde otra óptica cultu-ral, tales valores pueden no ser reconocidos o, en todo caso, pueden serjerarquizados de manera diferente7. Es indispensable reconocer la rela-tividad de las formas de legitimación de la cultura y del arte conformea una valoración “universal” intrínseca de los objetos, ejercida comoapropiación y configuración de sentido desde las elites políticas y cul-turales, o bien por el significado que representa para diversas comuni-dades, grupos o incluso por sectores sociales marginados. Las estrate-gias de educación a partir de los objetos definidos como patrimoniotendrán que contemplar la relación entre el sentido del “valor nacional”y el significado real que pueda ofrecer a los públicos dentro de una am-

108 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

plia gama de diversidad cultural. La interpretación que permite al pú-blico dialogar con las obras desde su propia condición socioculturaldepende precisamente de la relación entre los valores simbólicos esta-blecidos por una política cultural y los valores, en el aquí y ahora delreceptor, se trate de una persona o una comunidad.

En México, la construcción de un estado nacional después detres siglos de colonización, exacerbó los ánimos por definir “lo nacio-nal”, a toda costa y en todos los ámbitos de la vida social del país desdeel siglo XIX, hasta nuestros días. Sin embargo, la desigualdad social, tan-to al acceso a los medios de aprendizaje y producción de bienes y valo-res culturales, así como la propia diferenciación y la pluralidad cultural,se mantiene desfasada de ese imaginario nacional. De esta fragmenta-ción surge la necesidad de hacer del patrimonio “nacional”, el centro delverdadero sentido de la democratización de la cultura en la propuestade educación integral. Es decir, la educación integral requiere el accesoa los medios de aprendizaje y producción de bienes y valores culturales,así como al reconocimiento a la diferencia y pluralidad cultural.

Como apoyo a la educación integral, el patrimonio en suconnotación “nacional”, se considera sólo como referente de interpre-tación, frente al cual puede surgir un diálogo con la identidad indivi-dual del estudiante o público del museo. El significado del patrimoniono puede ser el mismo para los visitantes al museo, si aceptamos la plu-ralidad de perspectivas de acuerdo a la infinidad de grupos que vivendentro de un territorio geográficamente delimitado.

¿Cómo utilizar entonces la colección del Museo Nacional deHistoria que es parte del patrimonio histórico nacional, dentro de ladiversidad cultural a la que hacemos referencia? En la medida que exis-ta una mediación adecuada entre los responsables de los servicios edu-cativos del Museo y de los profesores que lo visitan con sus estudian-tes, así como una clara metodología de acercamiento a este aprendiza-je - sin perder de vista la relatividad de las interpretaciones de acuerdoal bagaje cultural del receptor-, la función del Castillo de Chapultepeccomo patrimonio cultural puede modificar el sentido de la educacióntradicional en la que se da prioridad a la memorización pasiva de da-tos y acontecimientos. La indiferencia hacia el conocimiento en gene-ral de la historia, del arte y la cultura en particular que percibimos enla niñez, la juventud y una gran mayoría de los adultos, no es casual:mientras que el alumno o el público en general no encuentre un senti-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 109

do personal a la experiencia del aprendizaje (¿para qué me sirve o inte-resa acercarme a estos objetos?), los museos no podrán cumplir conuna verdadera misión educativa: la que transforme y enriquezca en lamedida de lo posible, la experiencia de vida cotidiana al contacto conlos objetos y sus múltiples significados.

Es factible lograr la construcción de un conocimiento pro-pio, enriquecido e integrador, aún teniendo como punto de partidalos discursos oficiales, siempre y cuando no se pierda de vista la rela-ción sujeto objeto en la interpretación de la historia social; se tengapresente la relatividad de los valores y creencias que dan cohesión alas comunidades y grupos sociales, sobre todo si las estrategias deeducación establecen concientemente la confrontación de los diversossignificados. De ahí la fundamentación en las estrategias de la peda-gogía constructivista aplicada al arte y por ende al patrimonio cultu-ral como medio para desarrollar un análisis crítico, en la confronta-ción del discurso oficial y la libertad que se adquiere para pensar lacultura y derivar su sentido de acuerdo a los rasgos de la identidad in-dividual para formar seres humanos más libres y concientes de su lu-gar en el mundo8.

El apoyo de estrategias didácticas basadas en la experienciacon el arte es fundamental para lograr una verdadera “apropiación” delos bienes culturales, del significado histórico, del sentido simbólico yestético desde la identidad personal: la aprehensión significativa del co-nocimiento que ofrecen los objetos, independiente o acorde con la“identidad nacional” que representa el propio discurso de la museogra-fía del Museo. La apropiación del conocimiento está relacionado direc-tamente con los aspectos que puedan “decirle algo” al receptor, que lesean significativos desde su perspectiva de vida. Esto sólo puede logra-se desde una verdadera observación e interacción con los objetos.

El aprendizaje artístico representa una forma de mediación yexperiencia con el patrimonio cultural9. Estas mediaciones son la ob-servación y el análisis crítico, la interpretación creativa y la utilizaciónde diversas formas de lenguajes para la expresión y comunicación decontenidos.

Así, la estrategia de aprendizaje significativo en la percepcióndel espacio, su vinculación con el aprendizaje de una historia y la trans-formación arquitectónica y urbana del propio museo –castillo, se cen-tra básicamente en la relación del edificio como patrimonio histórico y

110 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

los objetos de su colección, con el objetivo de facilitar la comprensióndel discurso museográfico con relación al propio espacio arquitectóni-co y urbano que representa el Castillo.

La estrategia parte de la sensibilización mediante la experien-cia estética y cognitiva de entre espacio-cuerpo-objeto que se desarro-llará a lo largo de un ejercicio.

Entre las habilidades y valores que tienen mayor relación conla estrategia del ejercicio espacial, arquitectónico se intenta en esta po-nencia y que permiten desarrollar el museo, el edificio y los objetos, seencuentran:• El punto de partida en la estrategia es estimular la sensibilidad y

percepción mediante el uso de la inteligencia espacial, sin dejar detomar en cuenta que se entrelaza con las demás formas de inteligen-cia10. Así, la sensibilización respecto a valores arquitectónicos, urba-nísticos, históricos y estéticos del patrimonio y su preservación,pueden ser fácilmente experimentados, apreciados, percibidos en elrecorrido del espacio del Castillo y su posterior confrontación conlos objetos de la colección al interior del mismo.

• La identidad individual no se diluye ante la incomprensión de loque puede representar una identidad comunitaria o nacional; yaque una identidad cultural creada desde la identidad individualpermite un acercamiento significativo (conciente) al patrimonio,sin la pérdida del sujeto, ante los discursos oficiales de lo que signi-fica el patrimonio en aras de la nacionalidad.

• Los objetos definidos como patrimonio histórico pueden ser apre-ciados desde su valor como experiencia estética11, lo cual amplía elespectro de la experiencia del conocimiento histórico, a partir de lasensibilidad y percepción creativa del patrimonio cultural.

• Las habilidades entendidas como formas de inteligencia cualitati-va12, son punto de partida en la estrategia particular del ejerciciopropuesto: la capacidad de ubicar y apreciar a las diversas formas deespacio que proporciona el edificio; la comprensión de las transfor-maciones en el tiempo que pueden aprehenderse con la permanen-te comparación entre las obras de la colección (en una etapa poste-rior del ejercicio), pero sobre todo exigir una reflexión crítica de lasmismas.

• La habilidad de observación para encontrar significados más allá delos datos o descripción del espacio o los objetos, sólo se logra con la

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 111

experiencia del contacto del cuerpo y todos sus sentidos, a partir delespacio arquitectónico, la naturaleza en la que se encuentra, las re-ferencias simbólicas con la historia del lugar, enfatizadas por la pe-queña bitácora que se les pide a los participantes, así como la expre-sión en otros lenguajes de la experiencia del recorrido.

• La identificación, el análisis y la interpretación crítica a partir de la ex-periencia estética con el espacio arquitectónico y urbano medianteuna acuciosa observación, y apertura a la percepción sensible facili-tan la comprensión y aprehensión del proceso cognitivo que se re-fuerza con el cuestionamiento sugerido por quien guía la experiencia.La comparación y las opiniones críticas respecto a personajes, acon-tecimientos, relaciones de poder, situaciones culturales y contextossociales diversos, hacen de la presencia en el Museo, una verdadera ex-periencia de aprendizaje significativo para el estudiante.

• El diálogo que se establece con el público en esta experiencia ponemayor atención a la exploración que a la repetición, al factor sorpre-sa que al control de todos los hilos del conocimiento, enfatizar lodistinto y no lo estandarizado; proporcionar elementos que estimu-len la imaginación sobre lo fáctico, y el pensamiento metafórico,más que el literal.

• Logra un mayor número de posibilidades de interpretación quemodificará paulatinamente la idea de la verdad única, y con mayorrazón tratándose de la historia. Los procesos en el aprendizaje de-jan mayor experiencia de vida y de “conocimiento”, que el intento decubrir objetivos específicos con la presentación de cédulas y discur-sos acabados en los libros y los museos.

CCoonnoocciimmiieennttooss qquuee rreeqquuiieerree eell mmeeddiiaaddoorr::

Para iniciar el ejercicio el mediador o guía debe resaltar la re-presentación simbólica del Castillo a lo largo de la historia, así como desus referentes representados en los objetos de la propia colección a finde que la experiencia del espacio logre un aprendizaje significativo.

El caso del Museo Nacional de Historia ubicado en el Cas-tillo de Chapultepec de la ciudad de México, es particularmente im-portante debido a que es un monumento patrimonial como museode sitio, ser la única construcción concebida como castillo en la ca-

112 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

pital, portador de una simbología espacial particular respecto al di-seño urbano de la ciudad de México y a su añeja y fundamental his-toria como hito de poder, valor al cual se suma la colección de obrasde arte y objetos de la historia nacional más grande del patrimoniohistórico del país.

Chapultepec,“Cerro del Chapulín”, en náhuatl fue morada detoltecas en el siglo XII y desde mediados del XIII de los mexicas, quie-nes erigieron muros de contención en el cerro, un templo (teocalli) enla parte alta, así como relieves con la efigie de sus gobernantes. Chapul-tepec era un vergel de abundante y variada vegetación y una nutridavariedad de animales; los mexicas construyeron acueductos por loscuales enviaban agua de los estanques de agua dulce, desde Chapultechasta Tenochtitlán para solucionar los problemas de agua potable enaquellos tiempos hasta ser agotados en el siglo XIX. Durante la coloni-zación española, se realizaron varias construcciones: una ermita en laparte superior de la colina, una pequeña mansión virreinal en las fal-das del cerro y el nuevo palacio en lo alto del cerro mandado hacer porel Virrey Bernardo de Gálvez, entre 1785 y 1787.

El sitio quedó abandonado después de la independencia de lacolonia de España. Hasta 1841 se convirtió en Colegio militar; escena-rio de la invasión norteamericana en 1847. Hacia 1864 el emperadorMaximiliano de Habsburgo encomendó al arquitecto Ramón RamírezArrangoiti la restauración del antiguo edificio y la construcción de unpalacio de tres pisos con jardines a la italiana, al que se conoce como elAlcázar. Decorado por el pintor Santiago Rebull la residencia no fueocupada debido al efímero gobierno de tres años. (fig. 2) En 1867, elpresidente de la República Restaurada, Benito Juárez ordenó que vol-viera a funcionar como colegio militar. En 1877 en el primer periodode presidencia del general Porfirio Díaz se inició el Observatorio Astro-nómico, Metereológico y Magnético, (construcción actualmente cono-cida como el Caballero Alto). En 1884 el Alcázar se convierte en la re-sidencia presidencial durante el largo mandato de treinta y tres años,del general Díaz. Se ampliaron las habitaciones y se colocó un elevadory habitaciones para ayudantes, conserjes y cocheros.

En 1913 el presidente que derrotara a Díaz, Francisco I. Ma-dero, salió del Castillo escoltado por alumnos del Colegio Militar en lamarcha de la Lealtad e inicio de la Decena Trágica. Al ser derrotado porVictoriano Huerta, éste mandó desintegrar el Colegio Militar y el lu-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 113

gar quedó nuevamente abandonado. Más adelante se hicieron remode-laciones y ampliaciones, al ser residencia del presidente Venustiano Ca-rranza. El último presidente que utilizó el Alcázar como residencia fueAbelardo Rodríguez de 1932 a 193413. Convertido en museo en 1939durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas. El Castillo de Cha-pultepec, como vemos, fue sujeto de transformaciones arquitectónicasa lo largo de la historia, siempre considerado como un lugar privilegia-do para residencia de nobles y poderosos.

PPaassooss eenn llaa eessttrraatteeggiiaa eedduuccaattiivvaa.. EExxppeerriieenncciiaa eessppaacciiaall:: aarrqquuiitteeccttuurraa yyuurrbbaanniissmmoo

Con la siguiente estrategia, se pretende lograr una sensibiliza-ción corporal en el recorrido espacial, que facilite la comprensión de lahistoria de la construcción, sus diferentes usos, sus relaciones con el en-torno físico y social, a partir de la propia percepción dentro de su pro-pia arquitectura (fig. 3) y desde el Castillo, hacia la ciudad. (fig.4)

114 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Fig. 2 Vista del patio interior del Alcázar. Las pinturas de las Bacantes que deco-ran los pasillos, pintadas por Santiago Rebull, artista de la Academia de SanCarlos en México y pintor de la corte, nombrado por Maximiliano.

La experiencia de los recorridos permitirá tener una relaciónprimaria, intuitiva con los espacios arquitectónicos, con la relación conla urbe desde las alturas, que facilitará al mediador o guía del ejercicioenfatizar las diversas funciones del castillo, a través de la historia, y losdiferentes usos que cada cuerpo arquitectónico tuvo y tiene de acuer-do a las condiciones sociales, culturales y políticas de la historia de Mé-xico. La experiencia en la percepción del recorrido del espacio arqui-tectónico y de su entorno inmediato, así como su ubicación en el cerrodesde el que se contempla la gran ciudad, permitirá que el recorridopor las colección de las obras del Museo, adquieran un significado máscercano y personal, ya que permite la vinculación de los objetos que seobservan con la experiencia de lo vivido corporal y espacialmente. Laapropiación significativa de algunas de las obras de la colección cam-bia la actitud de indiferencia o falta de comprensión ante las obras, loque permite un apoyo sustancial al aprendizaje significativo, en parti-cular estudiantes de educación básica.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 115

Fig. 3 Entrada al Alcázar. Comparar el diseño y el estilo arquitectónico con el edi-ficio anterior correspondiente a las oficinas de lo que fuera el ColegiaMilitar.

Provocar desde la experiencia con el espacio monumento, laconstrucción del aprendizaje significativo, desde la identidad de cadaquien, respecto al sentido histórico, estético y artístico del Castillo nosólo como escenario mudo de acontecimientos, sino en su interrelacióncon las formas de poder, lugar de encuentros cotidianos y sentidos sim-bólicos derivados de cada etapa histórica vivida en y desde este edificio.Cada uno de estos aspectos requiere de tiempos distintos; lo cual supo-ne incorporarlos o no de acuerdo a los límites y objetivos del grupo querealiza la visita o de su mediador.

La actividad que permitió llegar a las primeras conclusionesconsistió en:

1. Dibujar el Castillo como se le recuerda de manera espontánea. Des-cribir alguna experiencia o percepción precia (inclusive en la infan-cia) del lugar (fig. 5).

116 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Fig.4. Vista del Paseo de la Reforma desde el Castillo de Chapultepec. En primerplano Monumento a los Niños Héroes, al fondo el Monumento a laIndependencia. (El Ángel de la Independencia).

2. Realizar un recorrido de manera individual, agudizando la observa-ción y experimentando el espacio con el cuerpo y todos los senti-dos.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 117

Fig.5. Muestra del primer ejercicio.

3. Escribir en la parte posterior del dibujo, la experiencia obtenida delrecorrido.

A partir de la experiencia sensorial y de la observación de lasestructuras arquitectónicas y relaciones con el espacio interior, exteriordel edificio, así como con la relación urbana que guarda, el mediador(guía), propicia el diálogo respecto a las transformaciones del uso, fun-ción y diversas formas arquitectónicas de acuerdo a la historia del edi-ficio y de lo que representó en cada momento su ubicación en el entor-no. El diálogo se establece en el espacio arquitectónico que se refiere alas diferentes etapas de construcción y uso del edificio, así como a losespacios que correspondieron al lugar en el que se encontraron los jar-dines botánicos, zoológico y estanques en tiempos prehispánicos.

Regreso a salas en las que existan elementos de la colecciónque refieran visualmente los usos, formas e interpretaciones del edifi-cio y su entorno en diferentes etapas de su historia.

CCoonncclluussiioonneess

Los resultados obtenidos hasta el momento con grupos deestudiantes universitarios y con personal de servicios educativos, re-presentan un punto de partida para precisar una estrategia de sensi-bilización estética, adecuada a las características del público con elque se lleve a cabo. Por lo pronto, los participantes expresaron habertenido nuevas experiencias y significados respecto al devenir históri-co del castillo, a su posición privilegiada desde su geografía y referen-cia urbana. Las opiniones e interpretaciones de su experiencia estéti-ca, está teñida por una idea de la historia, derivada de su formacióncultural, (mayor coincidencia con la historia oficial en algunas perso-nas vinculadas al sector público, más crítica en el caso de estudiantesde licenciatura y posgrado). Descubrieron nuevas percepciones delespacio arquitectónico y urbano, que no sólo los sensibilizó al senti-do de los procesos históricos del lugar, sino respecto del modo en quecada participante vive o ha vivido la presencia del Castillo de Chapul-tepec. Su experiencia integró conocimiento, valores simbólicos perso-nales e históricos, modos diferentes de ver después de la práctica.Una percepción mayor de todos los posibles significados del espacio.

118 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Se cuestionaron las concepciones de la historia estudiada y las refe-rencias múltiples que surgen de las múltiples interpretaciones quesurgen del mismo grupo de participantes.

Los comentarios coinciden en la comparación que hacen en-tre “su idea” del Castillo y la transformación de la misma con la expe-riencia del recorrido: enriquece la imagen y la relación con los diferen-tes espacios que ofrece el edificio; agudiza la visión de su presente conrelación a la que pudieron tener quienes vivieron en diferentes etapas dela historia; percibieron, a partir de la relación corporal y espacialmentecon los diferentes espacios (incluso olores, sonidos, texturas y cambiosde ambientaciones) una cercanía sensible de contacto con el pasado. Es-ta percepción más cercana con el pasado favorece les permitió, segúnsus comentarios, una mayor comprensión con las piezas seleccionadasde la colección del museo, sintieron una mayor curiosidad por conocerla historia del Castillo desde su experiencia estética individual.

La interpretación de las obras en sala adquiere una mayor ri-queza y apropiación de conocimiento; experiencia en la cual coincidenen un grado de satisfacción mayor al participar lúdicamente en la cons-trucción de su propio conocimiento. Del “diálogo” con las obras, hubouna apertura mayor de criterio al incorporar la propia experiencia es-tética al discurso histórico que ofrecen la museografía y los objetos,marcada por la identidad de cada participante. Integraron nuevos co-nocimientos del edificio y su entorno y de la historia del patrimonio enlos comentarios en las salas de exhibición. Descubrieron relaciones en-tre las obras fotográficas, objetos, incluso los propios murales realiza-dos posteriormente en las paredes de algunas salas del Museo.

Aún queda mucho por trabajar en esta forma de aprendiza-je, sin embargo los resultados cualitativos que se perciben en el com-portamiento y actitudes de los participantes, indican que este puede serun camino de cambios de paradigma en la educación en tanto una óp-tima apropiación del conocimiento desde el respeto a la subjetividad ya la diversidad cultural. Si bien la preocupación acerca de la funcióneducativa de los museos en México ha ido en aumento, aún no se hanmodificado aspectos fundamentales del sentido y organización delconjunto de actividades que se llevan a cabo en estos espacios. La par-ticularidad de cada museo obliga a un análisis específico de su misióneducativa que permita detectar problemas y establecer estrategias deenseñanza aprendizaje para lograr un impacto significativo en su pú-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 119

blico. La experiencia en el Museo Nacional de Historia intenta avanzarde manera fundamental en la educación integral del público comoapoyo a los procesos educativos en las escuelas.

NNoottaass::

1 La integración de las capacidades cognitivas y la apropiación del conocimientosignificativo de acuerdo a los procesos de construcción del mismo, según la pe-dagogía constructivista.

2 La Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo de la UNESCO que estableció en1997, la herencia de recursos culturales, tangibles e intangibles, no renovablescomo encarnación de la memoria colectiva de las comunidades en todo el mun-do y conformación de su sentimiento de identidad en una época de incertidum-bre, amplió la discusión hacia las prácticas culturales; el valor de la pluralidad yla diferencia; el énfasis a la equidad de géneros, de grupos y colectividades diver-sas en la producción de bienes y derecho al acceso a los medios de producción,así como hacia el reconocimiento de formas culturales desiguales. Se otorgó unmayor énfasis a las posibilidades creativas, artísticas y a la ampliación del valorestético de manifestaciones que no necesariamente han sido consideradas comotal por las elites del poder cultural. Sin embargo poco se ha planteado respecto alcarácter educativo del patrimonio, salvo al referirse a la capacidad de éste paraconsolidar la identidad de los pueblos y comunidades.Amadou HAMPÂTÉ BÁ, “El patrimonio cultural al servicio del desarrollo”, enJavier PÉREZ DE CUELLAR (coord), Nuestra diversidad creativa. Informa de laComisión Mundial de Cultura y Desarrollo. UNESCO, 1997.

3 Mientras que los programas educativos no resuelvan el desarrollo de habilidadesde pensamiento y comprendan que el aprendizaje tiene que ser significativo yparticipativo, para ser efectivamente apropiado por el alumno, la apatía, la de-sesperanza y la frustración seguirán siendo el denominador común de esta jovenpoblación, que por cierto no es exclusiva de grupos sociales marginados de lasoportunidades de desarrollo económico, social, educativo o cultural, como po-dría pensarse. Los colegios y universidades particulares son testigos de la falta desentido en las vidas de sus estudiantes. La marginación respecto a la educaciónintegral no distingue sectores sociales.

4 Entendiendo por manifestaciones artísticas no sólo las incorporadas a los siste-mas artísticos legitimados por las cúpulas culturales y políticas de las sociedades,sino aquellas expresiones que representan significado de mundo y vida para in-dividuos, grupos sociales o comunidades con sus propios procesos de aceptacióne inclusión en espacios alternativos, ya sean rurales o urbanos.

5 Director Lic. Salvador Rueda Smithers; subdirectora Lic. Mónica Martí Cota-relo. La nueva museografía, resultado del proyecto 2001-2003 buscó “ser atrac-tiva visualmente y útil en sus discursos historiográficos”, pensada para facili-tar la “lectura” del discurso sobre la historia de México basada en su colección.

120 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Sin apartarse del “sentido primigenio marcado por los principios fundadores,el de explicar ordenadamente las correspondencias entre los hechos sobresa-lientes del pasado mexicano”, su función se entiende “básicamente con fineseducativos”. Esta visón y práctica museística ofrece la oportunidad de termi-nar con la rutina de que las multitudes pasen por las amplias salas en las quese han seleccionado objetos y se ha eliminado el abigarramiento de datos, fe-chas, acontecimientos desarticulados que no dicen nada, porque a nadie le sig-nifica nada.

6 Guillermo BONFIL BATALLA, Pensar nuestra cultura. México, Alianza Editorial,Estudios, 1997 (1991), p.129.

7 Guillermo BONFILL BATALLA, Pensar… Op.Cit.8 Los principios de estas características culturales del país que, Bonfil Batalla con-

sidera en la obra citada, son fundamentales para comprender la disparidad cul-tural con la que debe enfrentarse quien lleve a cabo cualquier intento de difu-sión y aprendizaje, desde el patrimonio cultural en el país. Sólo considerando ladiferencia es posible abordar el problema del aprendizaje significativo al que nosacercamos con esta propuesta.

9 Basado en las teorías de Elliot EISNER. Ver Educar la visión artística. Barcelona,Paidós, 1972; El ojo ilustrado. Indagación cualitativa y mejora de la práctica edu-cativa. Barcelona, Paidós, 1998; El arte y la creación de la mente. El papel de lasartes en la transformación de la conciencia. Barcelona, Paidós, 2004. La observa-ción y análisis crítico desarrolla la capacidad de relacionar cualitativa y satisfac-toriamente contenidos diversos. El proceso creativo que se realiza en la interpre-tación, estimula la percepción, sensibilidad e imaginación al considerar las rela-ciones posibles que existen entre los elementos que intervienen en la lectura delos objetos. Lenguajes que son finalmente simbólicos y que pueden expresarse enobjetos o cualquier tipo de acciones. El lenguaje metafórico permite el acerca-miento desde otros niveles de percepción a la realidad. Debido a que no todo elconocimiento puede articularse por medio del lenguaje (oral), el arte, o los ob-jetos culturales (patrimonio cultural), como una forma de expresión, particula-rizada en cada una de sus manifestaciones, implica la posibilidad de otros len-guajes y otras formas de expresión en la interpretación de los mismos.

10 De acuerdo a la teoría de las inteligencias múltiples, una inteligencia puede ser-vir tanto de contenido de la enseñanza como de medio empleado para comuni-carse este contenido Howard GARDNER, Inteligencias múltiples. La teoría en lapráctica. Barcelona, Paidós, 1995, p.49.

11 Se entiende por experiencia estética aquella que desde la sensibilidad, percep-ción y creatividad interiorizada del sujeto, provoca cambios en las maneras depercibir, sentir e interpretar el mundo. De acuerdo con el pensamiento de Arn-heim, en Pensamiento Visual, la experiencia estética se trata de una acción diná-mica (aún en el proceso de contemplación), más que una “actitud”. Y en esa ac-ción está la creación y recreación. Lo “artístico”, se considera para los objetivosde este trabajo, en su connotación de convención social, establecida por el siste-ma artístico dominante.

12 Ver Elliot EISNER, Educar… Op.Cit., p.121; y Howard GARDNER, Inteligen-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 121

cias… Op.Cit.13 La información basada en Rosalino MARTÍNEZ, et al., Guía Oficial. Museo Na-

cional de Historia. Castillo de Chapultepec

BBiibblliiooggrraaffííaa

ARNHEIM, Rudolf1986 Pensamiento Visual. Barcelona, Paidós Estética.

BONFIL BATALLA, Guillermo 1997 (1991) Pensar nuestra cultura. México, Alianza Editorial, Estudios.EISNER, Elliot

1972 Educar la visión artística. Barcelona, Paidós.EISNER, Elliot

1998 El ojo ilustrado. Indagación cualitativa y mejora de la práctica educa-tiva. Barcelona, Paidós.

EISNER, Elliot2004 El arte y la creación de la mente. El papel de las artes en la transfor-

mación de la conciencia. Barcelona, Paidós.GARCÍA CANCLINI, Néstor

1997 “El Patrimonio cultural de México y la construcción imaginaria delo nacional”, en FLORESCANO (coord.) El Patrimonio Nacional deMéxico, t.I. México, Biblioteca Mexicana.

GARDNER, Howard 1995 Inteligencias múltiples. La teoría en la práctica. Barcelona, Paidós.

LARA, Ma. Eugenia (dirección)1994 Tesoros del Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec.

México, INAH.MARTÍNEZ Rosalino, et al.

1984 Guía Oficial. Museo Nacional de Historia. Castillo de Chapultepec.México, INAH-Salvat.

PÉREZ DE CUELLAR (comp.)1997 Nuestra Diversidad Creativa. Informe de la Comisión Mundial de

Cultura y Desarrollo. México, UNESCO.RUEDA SMITHERS, Salvador

2005 Una visita al Museo Nacional de Historia. Castillo de Chapultepec,Guía de exploradores. México, Editorial México Interactivo, CONA-CULTA y Miguel Ángel Porrúa.

RUEDA SMITHERS, Salvadors/f La Museografía como historiografía. Criterios de reestructuración del

Museo Nacional de Historia. Castillo de Chapultepec, (inédito). Mé-xico-INAH.

122 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

TORRE, Mario de la (editor), FERNÁNDEZ, Miguel Ángel (textos)1988 Chapultepec. Historia y Presencia. México, Smurfit. Cartón y Papel

de México SA de CV.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 123

124 Francisco Ollero Lobato

OOss RRooddeeiiooss CCrriioouullooss ddeeVVaaccaarriiaa ccoommoo PPaattrriimmôônniiooHHiissttóórriiccoo-- CCuullttuurraall

Maria Neli Ferreira BorgesUniversidade de Caxias do SulCampus Universitário de Vacaria.Cristiane Lames SiotaUniversidade de Caxias do Sul - Vacaria.

RReessuummoo

A história do Rio Grande do Sul, um dos estados do Brasil se caracte-riza por um acentuado regionalismo, onde a chamada elite políticaque se consolidou no passado, construiu a identidade do Estado rela-cionada a vida campeira e pastoril. Esta questão está presente na cida-de de Vacaria hoje que voltada para seu passado, reflete nos chamadosRodeios Crioulos Internacionais sua origem levada para a cidade atra-vés da cultura dos Centros da Tradições Gaúchas- os CTGs.Os jesuítas espanhóis na América do Sul e no Brasil fundaram vacariase estâncias.Estas eram locais próximo aos povoados indígenas,onde ogado era trabalhado.A este trabalho dava-se o nome de rodeio, que fo-ram com o tempo incorporados as lides das fazendas. Hoje os mesmostransformaram-se em festa, onde se reverencia a antiga cultura regio-nal,aos quais foram agregados música e dança, trazidas pelos coloni-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 125

zadores e que são cultuadas no Rio Grande do Sul dentro dos CTGs.Pelo que representa para Vacaria e o estado do Rio Grande do Sul, osRodeios Crioulos Internacional de Vacaria foram transformados emPatrimônio Histórico e Cultural do Rio Grande do Sul.

RReessuummeenn

La historia del Rio Grande do Sul, uno de los estados de Brasil que se ca-rateriza por un acentuado regionalismo, donde la llamada elite políticaque se consolidó en el passado, construyó la identidad del estado relacio-nada a la visón campera y pastoril. Esta cuestión esta presente em la ciu-dad de Vacaria hoy, que voltada para su pasado, reflege en los llamados“Rodeios Crioulos Internacionais”so origen llevada para la ciudad atra-ves de la cultura de los “Centros de Tradições Gaúchas” - los CTGs.Los jesuitas españoles en la America del sur y en Brasil fundaron ba-querias y estancias. Estas fueron locales cerca a los poblados indigenas,donde el ganado era trabajado. Esto trabajo se llamava “rodeio”, quecon el tienpo fueron agregados la musica e la danza, traidas por los co-lonizadores y que son cultuadas em el Rio Grande do Sul dentro de losCTGs. Por lo que representa para Vacaria y el estado del Rio Grande doSul, los “Rodeios Crioulos Internacionais” de Vacaria se han transfor-mado em Patrimonio Historico y Cultural del Rio Grande do Sul.

AAbbssttrraacctt

Rio Grande do Sul state is located in South Brazil. This state has a cha-racteristic history, it is formed by a strong regional feeling, that was con-solidated in the past where the so called political elite built its identity re-lated to the countryside life and pasture. Vacaria that is a city located innortheast Rio Grande do Sul, has its historical roots on this regional fee-ling. This relationship is present nowadays, as Vacaria turned about to itspast reflects in an event called Rodeio Crioulo Internacional, its origintook to the city by the CTGs – Centro de Tradições Gauchas.The Spanish Jesuits at South America and Rio Grande do Sul foundedranchs. Those places where located next to indians villages, where theyused grazing cattle. For this kind of handle they called “rodeio”, typicalwork that was afterwards incorporated to the farm´s work. Nowadays,the “rodeios” are typical events, where people honour the regional cul-ture. They aggregated music and dance, brought by the settlers that areworshipped at the CTGs.

126 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

By the importance to Vacaria and to the state of Rio Grande do Sul, theInternational Rodeo of Vacaria has became a Rio Grande do Sul cultu-ral and historical patrimony.

OOss RRooddeeiiooss CCrriioouullllooss ddee VVaaccaarriiaa-- BBrraassiill-- ccoommoo PPaattrriimmôônniioo HHiissttóórriiccoo eeCCuullttuurraall

Existem diversas formas do fato regional ser compreendi-do,estando entre elas a que consiste na caracterização do mesmo comtraços próprios e singulares,devendo ser considerado no contexto asexpressões, como regionalismo e identidade regional, no que diz res-peito a relação entre o espaço regional e a sociedade que nele vive. As-sim, por regionalismo pode-se definir a intensão de enfatizar as coisase a realidade de uma região, e ou identidade regional , ou regionalida-de, e a identificação das pessoas com a mesma.

Os conceitos citados a respeito de identiidade regional,regio-nalismo,entre outros, apresentam-se cada um de modo bem distinto,quando reconstruídos pela explicação, mas na realidade estão mutua-mente relacionados. Vários estudos refletem em diferentes abordagensa situação do gaúcho, como os do campo da literatura, que citam ele-mentos do mundo vivido, e da memória popular para consagrar umapersonalidade regional. Também há estudos antropológicos importan-tes sobre principalmente o tradicionalismo, que o coloca dentro docomplexo produzido pelo mesmo no do conjunto da regionalidade dosgaúchos. Esse conjunto produz-se no campo das representações e dasidéias, constrói-se no fazer político, transita tanto na ideologia, como naimaginação, e consolida-se como uma identidade cultural. A incidênciacom o caráter ambíguo desta identidade, não se determina de outromodo que não, na organizada pela realidade temporal, a que se refere.

Neste contexto deve ser considerado o que hoje é chamado deidentidade unificada,que perpassa a constituição ideológica, e origina-seno mito, que deve ser questionado,ou seja no Rio Grande do Sul existe adenúncia de que a tradição cultural referenda o latifúndio, de que o sis-tema simbólico centrado no mito do gaúcho, ao valorizar a estância, per-mite-lhe existência inquestionável, ao produzir o pensamento críti-co,amplia o espectro das relações entre a cultura,a política e a economia.

Aparece assim na caracterização do regionalismo político, aatuação da chamada elite gaúcha, que no enfrentamento com os inte-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 127

resses das elites de outras regiões, e no vínculo direto com os seus inte-resses econômicos, traduz o processo como: ”interesse regional” .Nes-ta ótica argumentativa, pode-se dizer que a identidade no Rio Grandedo Sul, possui a dimensão da construção fundamentada no interesseeconômico, que vai se refletir depois na questão política. Pode-se dizerque a postura regionalista foi consolidada no estado gaúcho do Brasil,no passado, e também pelo fato do mesmo constituir-se na atualidadecomo economia ora em situação de periferia,ou subsidiária,ora privi-legiada devido sua participação no PIB nacional.

Alguns aspectos podem ser considerados nesta situação, co-mo o que diz que a sociedade gaúcha originar-se de uma estrutura pa-trimonial de acesso ao poder, com ascensão na economia baseada naestância pastorial. O principal mercado gaúcho é centrado nas demaisregiões do Brasil, o que o caracterizava como economia subsidiária.Disto gerou-se e foi gerado, os condicionantes que conduzem o inte-resse regional,com implantação de políticas para acompanhar este in-teresse. Outro aspecto a salientar, é que o Rio Grande do Sul diferencia-va-se internamente através de dois aspectos: o político oligárquico e ode colonização tardia, relacionado com a imigração e localizado em pe-quenas propriedades. Com isto, rompe-se em algumas regiões o domí-nio oligárquicos, mas cria-se o argumento regionalista que atua dentrodo estado, relembrando sua origem.

Assim , o regionalismo por vezes extrapola o âmbito político,e refere-se a construção de uma identidade gaúcha campeira institucio-nalizada. Vacaria apresenta-se devido sua origem centrada no latifún-dio relacionada a questão regionalista.Mas também relaciona-se,com atransformação do mesmo, quando a cidade começa a urbanizar-se. Éneste processo de urbanização,que é fundado o CTG, e criado o hojechamado Rodeio Crioulo Internacional ,como forma de levar para a ci-dade a cultura característica da vida no campo, que referencia a identi-dade gaúcha.

A criação dos rodeios nos núcleos urbanos, liga-se a presen-ça dos Centro de Tradições Gaúchas, que surgem principalmente apartir da década de 1940, quando há no Rio Grande do Sul um fluxomigratório de pessoas das áreas principalmente de pecuária extensi-va, e de suas periferias, em direção aos centros urbanos. Isto porqueeles são:

128 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Tangidos pela modernização e mecanização incipiente em suas regiõesde origem, e ao mesmo tempo são atraídos por oportunidades de as-censão social oferecidas pela crescente industrialização, e rápida ex-pansão do setor de serviços, ou terciário da economia gaúcha. Muitosmigrantes não são apenas peões ou deserdados sociais,mas procedemtambém de famílias de extratos inferiores das oligarquias,ou de regiõesmuito atrasadas da campanha. Eles estão em busca de novas chances,sendo que alguns conseguem estudar, e também fazer carreira comoprofissionais liberais ,pequenos empresários, entre outras coisas.1

Mas, segundo o próprio Decanal, muitos são marcados por seupassado ligado ao campo,sentindo-se estranhos nos centros urbanos,que na época sofriam influência direta ou de cidades como Rio de Janei-ro,ou da rápida ascensão da cultura norte-americana. Precisavam assimbuscar reconhecimento, ou o que chamamos anteriormente uma iden-tidade que os ligasse ao seu passado .Ou seja recriam nas cidades um es-paço cultural congregador e diferenciador. Segundo Decanal:

É curioso, mas não de admirar, pois há uma lógica profunda nisso, queneste movimento de busca de sua própria identidade, há a recuperaçãode uma tradição bifronte: por um lado adota elementos culturais dosseguimentos no campo considerados inferiores (linguagem,vestuário,música.), mas também assimilam materiaizando-a em grande escala aideologia auto-ajustadora e do estrato social da oligarquia rural dopassado ,cuja cultura é rígida ,e marcada pela tradição européia.2

E assim nascem os CTGS:

Recriando, estilizadamente as formas culturais dos deserdados do cam-po,mas também enquadrando-as no brete ideológico em que havianascido, o que fica explícito nas palavras chaves do movimento que oscriou- patrão, peão,prenda e galpão. Sob o olhar condescendente, al-gumas vezes sarcástico e irônico da elite intelectual urbana, que se di-verte em especial com as cavalgadas, eles ficaram restritos inicialmen-te à capital, e algumas cidades do interior,reunindo migrantes, quasesempre de classe média ,mas sem excluir representantes dos segmentossociais inferiores,desde que pudessem pagar o custo das pilchas , o quevai funcionar como barreira seletiva.3

É a partir desta época, e pelas décadas de 1950-60, que osCTGS começam a se multiplicar,crescendo a princípio de forma vege-tativa, mas na década de 1970, se disseminam em todas as cidades do

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 129

Rio Grande do Sul, inclusive para fora do mesmo, onde quer que hou-vesse um emigrado do extremo sul do Brasil.

Nesta conjuntura insere-se a cidade de Vacaria com o CTGPorteira do Rio Grande,criado a partir de discussões oriundas do Con-gresso Tradicionalista de Santa Maria,acontecido em 1955, do qual par-ticipou o vacariano Getúlio Marcantonio. Este nas férias de julho de1955,em Vacaria iniciou a campanha para a fundação do CTG.GetúlioMarcantônio vai ter franqueado o microfone da antiga Rádio Difusorade Vacaria,onde inicia um programa tradicionalista junto com outrosjovens.E, neste programa é que êle e seus colegas divulgam o objetivode fundar um CTG na cidade.Depois de algumas discussões fundou-seo CTG Porteira do Rio Grande , que teve como lema:”palanque do pas-sado,esteio do futuro

Mas para que este lema seja entendido, é preciso que se con-heça um pouco a origem da cidade de Vacaria,para podermos colocá-la como um centro irradiador da chamada cultura e identidade gaúcha,passível de tornar seu rodeio um Patrimônio Cultural.

A região da atual cidade de Vacaria, no Estado do Rio Gran-de do Sul- Brasil, junto com as cidades vizinhas formaram a chamadaBaqueria de los Piñares, que foi um dos últimos grande reservatório degado das reduções jesuíticas , ou dos Sete Povos das Missões na Améri-ca. O gado era a principal fonte de abastecimento das missões jesuíti-cas, pois os jesuítas temiam nos períodos de entre-safras agrícolas, oabandono por parte dos índios das reduções,para irem em busca desubsistência. Assim, com finalidade principalmente de alimentação ga-rantida para os aldeados, é que foi introduzido o gado no atual estadodo Rio Grande do Sul, e criadas as vacarias. Elas se localizavam empontos distantes dos núcleos urbanos missioneiros, sendo que os locaisdas mesmos deviam apresentar condições de pastagem, e de limites na-turais e seguros . Os caminhos e paragens que levavam os índios das re-duções até elas, eram demarcados com o cultivo de plantas estranhas àregião. Foram estes inclusive, usados pelos primeiros tropeiros que seadentraram no Rio Grande do Sul.

Mas, além das vacarias, os jesuítas fundaram estâncias, queeram locais um pouco mais próximos dos povoados indígenas, onde o ga-do era trabalhado. A este trabalho, ou manejo do mesmo, era dado o no-me de rodeio. Este envolvia um grande número de índios, com habilida-des de cavaleiros e técnicas de trabalho com o gado .Segundo Cardiel :

130 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

El modo de hacer las vacas de cimarronas mansas ,es éste:Después decogidas del modo dicho,se ponen em la estancia del pueblo cerrada portodas as partes com arroyos,pantanos,ó zanjas hechas á mano:aunqueninguna está cerrada ,por la incuria de los índios ,que nos tenga mu-chas partes por donde salir-se.Allí las dididen em tropas de á cinco óseis mil:colocan cada tropa em sitio determinado algo cerrado,paraque no se junten com outra tropa.Y esto llaman RODEO.4

Os rodeios posteriormente foram incorporados às lides dasfazendas gaúchas, e à cultura do Rio Grande do Sul. Desde meados doséculo XX, período de intensa urbanização no Brasil, para manter vivaa cultura das chamadas lides campeiras, começaram a acontecer, a par-tir da década de 1950, a cada dois anos, na cidade de Vacaria, uma fes-ta que ficou conhecida como o “ Rodeio Crioulo Internacional de Va-caria.” Ele incorporou lidas tradicionais com o gado, música, danças eoutras modalidades da cultura regional, ligadas a origem do estado As-sim os rodeios de Vacaria hoje, podem ser considerados como Patri-mônio Histórico- Cultural, pois são mantidos e referenciados atravésda festa, as características iniciais da economia gaúcha, centrada na ati-vidade que motivou a ocupação do sul do Brasil, a partir do início doséculo XVIII, quando da descoberta do gado missioneiro. Sendo que éatravés dos rodeios hoje, como festa que as novas gerações, principal-mente as que residem nos centros urbanos entram em contato com acultura e história regional, contribuindo para sua preservação. Temosportanto, o Rio Grande do Sul rico em tradições, onde está presenteseu passado referenciado pelo presente,sendo que uma das tantas tra-dições sempre relembradas são os Rodeios, realizados hoje em diver-sas cidades do Estado e também fora dele, em outros Estados do Bra-sil, onde existem pessoas nascidas ,ou descendentes dos gaúchos sul-riograndenses. Como também em locais onde a economia teve origemnas atividades rurais, como é o caso de São Paulo, que tem algumas desuas regiões ligadas ao tropeirismo. Eles, os rodeios foram inspiradosnas atividades dos índios missioneiros, nos grandes serviços de uma es-tância que eram: marcar, beneficiar e tropear o gado. Com o tempo,passaram a serem realizados três vezes ao ano, de forma obrigatória.

Em alguns casos, parava-se todas as fazendas de uma só vez, em certalocalidade com data pré -fixada. Os rodeios recebiam um nome deacordo com o local onde se achavam, ou eram realizados, como rodeiodo gado manso ou da porta, da coxilha, da várzea, do cerro, do fundo,

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 131

entre outros nomes. Para exemplificar o que era um Rodeio será usadoo autor Severino de Sá Brito, que escreveu o livro Trabalhos e Costu-mes dos Gaúchos. Ele assim se refere aos mesmos:

É fim de maio e início da marcação. Em primeiro lugar era reunido nopotreiro o maior número de cavalos. Em grandes fazendas, haviam tro-pilhas ou mesmo quadrilhas de cavalos para os grandes trabalhos nocampo. Ficavam na mangueira um dia inteiro afim de adelgaçar , tosar,e aparar os cascos. Os posteiros eram avisados com antecedência paraauxiliarem no trabalho. Era assim o início dos trabalhos em uma estân-cia ou fazenda.5

Tudo isto hoje é simbolizado nos rodeios crioulos, como referência aantiga cultura gaúcha, entendendo-se que cultura é o resultado de tu-do que o homem produz para construir sua existência. É o conjunto desímbolos elaborados pelo povo em determinado tempo e lugar. De suaorigem ligada a exploração das antigas vacarias, e marcado em sua ori-gem étnica pela mistura do colonizador espanhol e português, princi-palmente com o índio, temos o povo no Rio Grande do Sul, que devi-do sua origem vinculada as lides campeiras, é chamado também degaúcho, principal figura humana dos rodeios, que possui as seguintescaracterísticas, segundo Brito:

O povo do Rio Grande do Sul é dotado de vitalidade exuberante, de ín-dole galharda, comunicativa, cheia de ardor, de assomos de entusiasmo,que se faz sentir em todos os atos de sua vida, quer se trate de patrio-tismo, quer de demonstrações afetivas sociais.6

O tradicionalismo gaúcho portanto, é algo que marca a vida dopovo do Rio Grande do Sul, que apesar das transformações científicas etecnológicas ocorridas no decorrer dos tempos, atrai milhares de pessoasem suas festas típicas,devido a originalidade das, mesmo em época co-mo a de hoje, de grandes transformações, devido a grande produção deconhecimento. Mesmo assim, a maioria dos gaúchos se agarra ao passa-do não abandonando suas raízes e tradição, conservando-as até os diasatuais, ou em seu dia a dia , ou participando de festas tradicionalistas, co-mo os rodeios. O mundo cultural é, dessa forma, um sistema de signifi-cados já estabelecidos por outros, ou seja, a cultura dos Rodeios Criou-los de Vacaria é transmitida de geração para geração, ocorrendo evolu-ções dentro dessa mesma tradição, mas não perdendo sua essência.

Vacaria, uma das povoações mais antigas do Rio Grande doSul, tem sua história marcada pela relação direta com os movimentos

132 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

de ocupação do sul do Brasil, em conseqüência foram abertos em seuterritório os primeiros caminhos que levaram o homem ao interior doatual Estado. Assim, segundo o historiador vacariano Manuel Duarte,com a descoberta pelos portugueses, do que ele chamou, BabilônicaBaquerie de Los Piñares, conhecida antes apenas por jesuítas, índios ealguns tropeiros, a mesma passou a ser freqüentada por lagunenses epaulistas, com o objetivo de prear o gado. Segundo Borges:

A partir de 1740, a região começou a sofrer a ação de correntes migra-tórias, ponteadas por colonizadores e tropeiros que vinham de SãoPaulo, Laguna, Curitiba e até dos Açores,com o objetivo de povoar a re-gião,seguindo o plano português de ocupação do sul do Brasil. A par-tir de 1752, os primeiros ocupantes tem suas posses requeridas porconcessão de sesmarias.7

Assim ,com o estabelecimento do elemento português comopovoador e colonizador, a região vai aos poucos tornando-se objeto delucrativos negócios,devido à abundância do gado de origem missio-neira e da terra, bem como de sua integração econômica com Soroca-ba,entreposto de comércio ligado ao gado e seus produtos, e Minas Ge-rais, principal centro minerador do Brasil, na época. A partir de então,tem-se a chegada sempre mais de novos sesmeiros, para povoar e ex-plorar a região. Entretanto:

Nos primeiros tempos o povoamento foi lento. Atribui-se ao fato, osconstantes ataques dos índios , e ao isolamento da população, espalha-da por uma região muito grande, com falta de meios de locomoção,inclusive estradas. Os primeiros habitantes de Vacaria, portando en-frentaram enormes dificuldades, e viveram exclusivamente do gado. Amaioria dos objetos que usavam, eram fabricados de couro. Dizia-seque a região, e o próprio Rio Grande do Sul, no período de seu povoa-mento viveu a idade do couro.8

Portanto,o tipo de economia que levou à fixação do homemna região de Vacaria,ligado as lides campeiras, pela presença do gado-,perpetuou-se no cotidiano da população, e no imaginário popular,dando origem aos rodeios. Um ensaio publicado na revista dos Ro-deios de Vacaria9 , escrito por João Kuse, fala dos rodeios de Vacaria, desua origem, suas manifestações culturais, e da importância que o mes-mo tem para a população local e regional. Com o título: Futebol... Ti-ro de Laço... Rodeio, o artigo começa assim:

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 133

Quando que, naquela velha Selaria do Carlon, na então Vila de Esme-ralda,onde era presença certa aquela figura ampoluta do gaúcho,sem-pre bem trajado,quase sempre de lenço,bombacha e botas, um anima-dor das charlas e causos, que lá eram constumeiros, nas tardes de sá-bado, a até noutras tardes,ao receber um convite para assistir uma par-tida de futebol, ninguém imaginou que ele fosse dar aquela respostaque deu.10

Foi assim, que uma idéia externada,quase em um repente,mascultivada no dia a dia ,na alma nativista do velho gaúcho, materializou-se em uma prática organizada. Idéia nascida naquele jogo de futebol, eaté hoje repetida em um cenário completo, tendo como ator o homemque monta seu cavalo bem aparado, e se veste de cores virtuosos, em umcenário aberto, onde o gaúcho reencontra-se consigo ,nas asperezas damodernidade, preparando-se para as incertezas do futuro, através de suaparticipação, hoje nos Rodeios Internacionais de Vacaria.

Quem poderia predizer que uma disposição momentâneapara presenciar vinte e dois (22) homens, mostrando habilidades, ougarra para dominar,controlar,chutar,rolar,passar ou agarrar um balãode couro curtido, viesse a predispor tantos, e em pouco tempo, a insti-tuir, o que já praticavam por necessidade, em seu dia a dia. Estes mar-cados por campereadas, onde marcação, domas ou gineteadas, eram le-vadas a cabo por uma imposição geo-econômica, da qual são parte en-raizada. Assim, nasceu os tiro-de-laços,realizados sem espírito de com-petição organizada,na saída de uma mangueira de taipa,com porteirade tronqueiras e varas de roliças. Eles antecederam os torneios de laçosregulares e organizados, para depois e rapidamente evoluírem para osrodeios,que hoje emolduram um quadro vivo,deslumbrando multi-dões,ao verem a figura do gaúcho, que fez parte de um importante ca-pitulo da história do Rio Grande do Sul. E que hoje estamos, em umpensar mais romântico e subjetivo,escrevendo sempre o penúltimo ca-pítulo de sua história, pois não queremos que a mesma, rica em detal-hes caia no esquecimento do mundo pós-moderno.

Estamos aqui nos referindo aos costumes e tradições que fa-zem parte do dia-a-dia de uma população, e que estão sendo perpetua-dos e relembrados no nosso caso específicos nos rodeios. Ou seja, é umestilo de vida que com o tempo passou a fazer parte do imaginário dapopulação da cidade e região. Assim pensar em costumes, é antes lem-brar que o estilo de vida de um povo, seu desenvolvimento e sua cultu-

134 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

ra tem ligação direta com o ambiente que o envolve, tanto no aspectovivo quanto no aspecto histórico. Essa interferência no estilo de vida sedesenvolve: no falar das pessoas umas com as outras, nos gestos, nosmovimentos, nos espaços que ocupam e nos conflitos que participam.É de certa forma uma diversidade que se desenvolve em processo his-tórico múltiplo, onde os vários núcleos interpretam o utilitário damesma, e o materialismo segundo sua concepção de mundo. Nisto es-tá o lugar privilegiado da cultura, que constitui os diversos núcleos deidentidade dos vários agrupamentos humanos, e ao mesmo tempo osdiferencia um dos outros.

Pensando também que costumes são procedimentos e com-portamentos de uma determinada sociedade, sendo seus componentesprescritos do ponto de vista moral,pode-se dizer que eles são as atitudese valores sociais consagrados, que se impõem aos indivíduos do grupo ,ese transmite pelas gerações. Transmissão essa que pode ser oral, ou atra-vés de eventos como no caso discutido aqui o Rodeio, esses transforma-ram-se em apego as tradições, em amor a determinados costumes, quese perpetuaram nos trabalho das fazendas, através dos peões simboliza-dos hoje pela figura do gaúcho, que participa dos rodeios.

Pensar nestes conceitos no Rio Grande do Sul , é antes de tu-do vincular os mesmos as questões de espaço físico. Uma formação au-têntica que está ligada a própria cultura do Rio Grande do Sul, é a des-crição que João Cezimbra Jacques faz do que ele chama de cósmicoRiograndenses: Esplêndido e risonho apresenta-se o aspecto das plagasrio-grandenses: por entre suas verdejantes e aveludadas campinas, co-bertas de pastagens, onde começam os pampas, não faltam gigantescasflorestas, entre as quais se eleva rigorosamente a que cobre a parte daSerra Geral ou do Mar, que as atravessa, dividindo-as em duas grandeszonas desiguais;

A de Cima da Serra, compreendendo os campos da Vacaria e a de Bai-xo da Serra. Como nas florestas que vegetam sob o Equador, não fal-tam nesta Serra excelentes madeiras de construção: o cedro, a cabriú-va, a grapiapunha, o louro, a guajuvira, o ipê, o pinheiro, que ocupa,como a erva-mate, zonas de duas a três léguas quadradas de superfíciee do qual além de se aproveitar o magnífico fruto, tira-se ótimo tábuas;e, além destas, existem variadíssimas qualidades de madeiras. Há tam-bém muito outros matos no interior do território, formando grandescapões e ormando as margens de seus lindos rios, ribeiros e restingas.11

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 135

Ele continua escrevendo de forma original o Rio Grande doSul físico dizendo ainda que da Serra Geral partem diversas ramifica-ções para diferentes pontos da província, formando cordilheiras de co-xilhas, ligadas entre si e as vezes apresentando soluções de continuida-de, as quais são, do mesmo modo que as planícies cobertas de pastagense arbustos, e há algumas que são cobertas de matos como nas proximi-dades de Pelotas.

Dessas cordilheiras erguem-se em certos lugares gigantescos cerrosque, de perto, verdejam e ao longe apresentam a cor azul celeste, sendoos mais elevados o das Palomas, ao pé do Ibicuí-mirim, o de Bagé, ode Aceguá e o Botucaraí, perto do rio do mesmo nome.12

Escritores antigos chamam a região do atual Rio Grande doSul, junto com o Prata de paraíso terrestre,pois ela é protegida pela na-tureza em diversos pontos de vista. Essa parte do extremo Sul do Brasilque segundo a descrição anterior é extremamente privilegiada, foi deforma ímpar, povoada por diferentes espécies de animais que servirãoaos primeiros povoadores, os índios, e posteriormente aos ocupantesportugueses. Por falar em índios, antes da chegada dos colonizadoreseuropeus, o território que depois vai fazer parte do espaço rio-gran-dense, foi habitando por diversas nações indígenas. Dentre elas podemser citados os guaranis ,que habitavam do Chaco até o Atlântico,das ca-pitanias do Sul até o rio da Prata,vivendo em uma imensa área ,que noséculo XVI incluía os estados brasileiros dos atuais Rio Grande do Sul,Santa Catarina, Paraná, São Paulo e Mato Grosso do Sul, como tambémpartes dos países vizinhos a estas regiões. Mas:

Apesar do quadro sugerido pelas primeiras fontes escritas , os Guara-nis -conhecidos na época como Carijós, não ocupavam esta vasta re-gião de modo homogêneo e exclusivo. A maior parte dos grupos locaisencontrava-se nas florestas tropicais e subtropicais, ao longo do litorale entre os principais rios do sistema Paraná-Praguai. Os extensos cam-pos abertos e as florestas de araucárias que cobrem uma considerávelparte da região ,por seu turno,eram habitadas por grupos caçador5es ecoletores,destacando-se os Kaingang e Xokleng, e mais para o sul, osCharruas e Minuanos,entre outros.13

Voltando aos guaranis, sua distribuição espacial e as caracte-rísticas demográfica dos grupos , apresentou-se na época da coloniza-ção um problema de difícil solução, pois eles possuíam uma unidade

136 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

cultural e lingüística abrangente, mas algumas fontes os apresentamcom intensa fragmentação territorial e organização política. Neste con-texto aparecem a figura dos Jesuítas interferindo principalmente juntoaos guaranis, quando para mantê-los aldeados introduzem o gado va-cum no Rio Grande do Sul, como meio de subsistência das reduções je-suiticas. É desta introdução que temos a origem das fazendas e estân-cias coloniais.A formação das estâncias, difere da formação das vaca-rias, pois nestas o gado procriava selvagem. As estâncias ,que eramcampos de criação de gado aos cuidados do homem começaram a se-rem criadas pelas reduções relacionadas com as vacarias e seus declí-nios. Após a descoberta das Vacarias, restavam aos povos Guaranis suasestâncias. Muitas delas eram extensas, como é o caso da de São Miguel,que segundo Bruxel tinha de 20 a 30 mil quilômetros quadrados. Elaera apenas superada pela de Yapeyu, que se estendia pelas duas mar-gens do Rio Uruguai.

A finalidade destas estâncias era a multiplicação do gado. O aprovei-tamento dos rebanhos nas duas estâncias ficou proibido por um perío-do de oito anos. A quantidade inicial de animais entre as duas chegavaa 50.000 cabeças , e esperava-se alcançar um número de 200.000.14

Esta decisão diz respeito a garantir o abastecimento dosTrinta Povos Guaranis, sendo que as despesas e o trabalho dos índiosestancieiros seriam pagos pelas demais reduções ,ao retirarem sua co-ta. Estas duas estâncias, são Miguel e Yapeju, foram chamadas segundoBruxel impropriamente de vacarias. Ele sobre as estâncias ainda diz:

Normalmente, as vacarias se transformaram ,pouco a pouco, em estân-cias, por doações ou vendas parciais a proprietários particulares, porparte do governo, como administrador de terras devolutas. Todas as re-duções tinham uma estância grande, mais distante do povoado, e umaou mais estâncias pequenas(as invernadas ), mais próximas. Anual-mente ,as grandes estâncias reabasteciam as invernadas com reses des-tinadas ao abate. As estâncias grandes da banda oriental eram limita-das pelo rio Uruguai, rio Negro, rio Jaguarão, Lagoa dos Patos e Encos-ta da Serra. As invernadas dos Sete Povoas Orientais ficavam todas noplanalto, para onde o gado subia pelo desfiladeiro de Santa Maria daBoca do Monte ou de Santiago do Boqueirão.15

A criação da Colônia do Sacramento e a presença maior decolonizadores portugueses no Prata, cria um problema de fronteiras

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 137

,interferindo na retirada de gado da região para evitar conflitos. Daía retirada de gado, e a formação de muitas estâncias. Segundo ArturBarcelos as estâncias também diminuíam as distâncias entre os gua-ranis e suas reservas de gado, como também garantiam a posse dos re-banhos. A Vacaria dos Pinhais , assim como a presença das estâncias,justificam-se pelo processo de esgotamento do gado na região, queinclusive ,levando a conflitos entre jesuítas e colonos. As estâncias de-vido suas relações com as Reduções crescem em importância , e esta-belecem os limites de suas áreas . O padre Cardiel diz o seguinte so-bre elas:

Son tan grandes como las de España,ó más.Nelas leguas son chicas.Semiden à razón de seis mil varas .Son de aquellas que veinte entran emum grado com corta diferencia.Las estancias de Yapeyú y San Miguelson las Myores:las demás son de á ocho, diez , ó a lomás veinte laguasde largo.”16

Artur cita Furlong17 para dizer que as estâncias passaram a serrepartidas em postos, onde viviam os índios peões de gado com suas fa-mílias, uma das origens do gaúcho riograndense. Estes postos podiamestar distantes uns dos outros de cinco a seis léguas. Os postos eram osresponsáveis por distintos rebanhos de vacas, cavalos, mulas e ovelhas.Arnaldo Bruxel no livro Trinta Povos Guaranís referindo-se ao as-sunto diz:

Que a criação de gado vacum, eqüino e lanígero fazia-se separado ,pa-ra facilitar o trabalho, e evitar problemas :como de cavalos xucros, quepoderiam colocar em perigo ovelhas e vacas prenhas. A delimitação,hoje feitas por cercas de arame ,no tempo das Missões era de barreirasnaturais, como rios, banhados ou matos intransitáveis. Passagens aber-tas eram obstruídas por valas, com cerca de espinhos ou de árvores de-rrubadas, ou ainda pela casa de algum posteiro.18

Para os índios a palavra posteiro, significava pessoas encarre-gadas de evitar a evasão do gado, bem como de efetuar os necessáriosrodeios. Estes tinham como finalidade amansar o gado, e acostumá-losao homem a cavalo, para possibilitar a remoção para as invernadas.Normalmente os posteiros eram índios ou famílias indígenas.

Em estâncias grandes, como São Borja, por exemplo, havia umas quin-ze capelas de posteiros. Com umas dez famílias por capela, esta estân-cia contava com centenas de pessoas. O cura tinha que percorrer, algu-

138 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

mas vezes ao ano, toda a sua estância. Alguns tempos eram necessáriosaté dois padres para o atendimento espiritual das estâncias.19

Sendo locais onde se localizavam diferentes tipos de gado, co-mo já foi citado, o estabelecimento das estâncias devia observar diver-sas condições:

Como pastagens e limites naturais. Também que o gado não era repre-sentado apenas pelo bovino ,que merecia cuidados especiais, mas ha-via os demais. Assim as pastagens tinham que ser suficientes para com-portar diferentes rebanhos em áreas distintas. Em alguns casos era pre-ciso cultivar alfafa para garantir pastagens em épocas der intenso frioe formação de geadas.20

Como as estâncias precisavam de sede para seus posto ,estestambém deviam apresentar algumas condições .Brabo, apud Artur dizque quando as mesmas eram limitadas por arroios, rios, ou matas fe-chadas, possuíam poucos pontos de acesso. Os postos eram instaladospara o controle do movimento do rebanho, sendo que em volta delesestabeleciam-se chiqueiros, currais, potreiros, galpões, hortas etc. Estespostos normalmente eram localizados em lugares altos ,com boa visãoe próximos a locais onde havia água ,tanto para os habitantes, comopara o gado.

Ainda segundo Artur, não há informações precisas sobre a es-trutura dos postos . Segundo ele “a julgar pelas casas estabelecidas pelosguaranis em suas roças ,é possível que as residências dos postos tenham si-do construídas com técnicas indígenas, com estrutura de bambu, madei-ra e palha. Os índios dos postos ,além de lidar com a criação extensiva,tinham que realizar o rodeio”21. O padre Bruxel a respeito da questãodos rodeios realizados pelos indígenas das reduções diz o seguinte:

A recolhida anual do gado, que podia levar uns dois meses, nunca se fa-zia por índios particulares, mas sempre pela comunidade que era enca-rregada desta tarefa ,uns 40 ou 50 tropeiros . Dando a cada um delesalguns cavalos e a necessária provisão (carne não faltaria na estância-,)despedia-os , com muitos sinais de afeição e votos de feliz regresso.Chegados à estância, os índios deixavam algumas vacas mansas numacoxilha, para onde tocavam o gado xucro dos arredores Durante a noi-te acendiam fogueiras em volta das manada, para evitar sua dispersão.Um trovão ou uivo, que assustasse o gado, bastaria para provocar o es-touro. Arrebanhadas umas 5 ou 10 mil reses para o consumo anual, os

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 139

vaqueiros as conduziam para as invernadas, de onde periodicamente ,se retiravam algum gado para pequenos pastos nas cercanias do povoa-do, segundo as necessidades.22

Voltando ao trabalho de Artur Barcelos sobre São João Batis-ta, ele para explicar a importância dos postos e dos próprios rodeiospara as missões, e a manutenção de seus núcleos urbanos, faz uso deCardiel:

Elmodo de hacer las vacas de cimmaronas mansas ,és èste:Después decogidas delmodo dicho,se ponen em la estâncias del pueblo cerrada portodas as partes com arroyos, pântanos, ó zanjas hechas à mano:aunqueninguna está cerrada, por la incuria de los indios ,que no tenga mu-chas partes por donde salir-se. Allí las dividen em tropas de á cinco óseis mil:y colocan cada tropa em sitio determinado algo cerrado,paraque no se junten com outra tropa.Y esto llama RODEO.Juntan este ro-deo á los principios cada dia para que no se esparzan, que forcejean áello, para volverse por donde vinieron, y porque este tan frecuente ro-deo no les tiempo para pacer á gusto:después de algunas semanas jun-tam el rodeo sólo dos veces á la semana, y las tienen em él em lagunaloma alto dos ó tres horas ,redeándolas por todas partes: y em partes lasmeten y hacen el rodeo em um gran coral de palos. Todos son allí depalos.No hay ninguno de piedra ó pared,ni aun em las tierras de lasciudades más adelandas.23

Sobre esta citação de Cardiel, Artur comenta que ele afirmaque os currais eram de madeira, mas que nos postos das estâncias ,al-gumas possuíam curais de pedra, como foi comentado anteriormente,no trabalhos de BRUXEL, o que se presume aqui o surgimento dosmangueirões de tropeiros. Usando De Masy, Artur também diz que orodeio envolvia grande número de índios, que desenvolviam habilida-des de cavaleiros e técnicas de trabalho com o gado. Tal como Bruxeltambém comenta. Assim, segundo o próprio Bruxel:

A pecuária foi de capital importância para os índios missioneiros.Mesmo em tempos de fartura agrícola, a carne era o alimento princi-pal; em época de colheita escassas, subia inclusive a ração até pela a me-tade .Difícil não dize, que o sustento das reduções se deveu a abundân-cia do gado, e em conseqüência da carne bovina.24

Também o sucesso das missões deveu-se a isto, pois com o bi-nômio erva-mate/gado manteve-se a economia do sistema, a erva para

140 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

trocas comerciais e o gado para manter os povoados, segundo ArturBarcelos.

Assim , apesar das críticas a respeito da questão referente aidentidade gaúcha,não se pode negar que os Rodeios estão carregadosde um referencial cultural, que trazem consigo um estilo de vida quefoi aos poucos se adaptando a vida do Rio Grande do Sul, e regiões co-mo Vacaria, que tem na sua origem as lides campeiras e pastoris,fa-zendo parte de sua herança histórica .Além disso, como sede da antigaBaqueria de los Piñares, ela possui em sua essência a ligação direta comos índios, primeiros vaqueiros do Rio Grande do Sul, e também pri-meiros a realizarem rodeios.

Não vamos aqui discutir a questão política ligada a manuten-ção de tradições e identidades gaúchas que se tentam manter em mo-mento de expansão urbana,pois é claro que se formos para este lado,logo veremos que o CTG Porteira do Rio Grande relaciona-se tambémcom a tentativa de predomínio político na cidade, da classe social ori-ginária do campo ,ligada a manutenção das tradições. E sim, queremosdizer usando as palavras de Getúlio Marcantônio, com algumas colo-cações pessoais nossas:

Começou simples ,sem saber de seu destino. Laçaram apenas três re-presentações intermunicipais,mas ganhou dimensões,sendo que o se-gundo já era estadual, e o terceiro nacional. E o nome de Vacaria voou-,nas asas da tradição, pela extensão do País e pelo exterior. O povo deusuporte e grandeza a uma iniciativa que nascera despretensiosa. E o ro-deio tornou-se a festa do peão, da prenda,do artista de bombacha,docavalo, e do sem bombacha também. Revive-se costumes do campo emuma festa na cidade que se tornou popular, saindo do círculo específi-co do homem do campo. Isto porque através de diferentes manifesta-ções, hoje ela congrega o abraço amigo de diferentes visões do que se-ja realmente tradicionalismo,mas também é o olhar que atraí, o sorri-so que aproxima os elos humanos que fecham o círculo em uma rodade chimarão.25

Hoje os Rodeios de Vacaria estão no imaginário popular, co-mo oportunidade para muitas pessoas simples, da periferia, esquecen-do suas implicações políticas e discussões a respeito de sua representa-tividade,apenas referenciarem uma cultura que aprenderam a amar, eque faz parte da diversidade cultural do Brasil.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 141

NNoottaass::

1 José Hildebrando DECANAL, “Origens e funções dos CTGS” en Nós os Gaúchos.4 ed. Porto Alegre,Ed. Universidade/UFRGS,1998, pp.85.

2 José Hildebrando DECANAL, “Origens e funções... Op Cit. pp. 853 José Hildebrando DECANAL, “Origens e funções... Op Cit. pp. 854 José CARDIEL, Compendio de La História Del Paraguay (1780). Buenos Aires,

Fundacion para Educacion, La ciências y la cultura, 1984, pp. 62.5 Severiano BRITO, Trabalhos e costumes de gaúchos. Porto Alegre, Ed.Globo,

1928, pp. 55-56.6 Severiano BRITO, Trabalhos e costumes... Op. Cit. pp. 95.7 Maria Neli F. BORGES, História de Vacaria: evolução urbana e formação de bai-

rros. Caxias do Sul, EDUCS, 2001, pp.42.8 Maria Neli F. BORGES, História de Vacaria... Op. Cit. pp. 45.9 Revista dos Rodeios de Vacaria ,1974 p. 65.6610 Revista dos... Op. Cit, pp. 65-66.11 João Cezimbra JACQUES, Costumes do Rio Grande do Sul. Porto Alegre, ERUS,

1979, pp. 15-16.12 João Cezimbra JACQUES, Costumes do... Op. Cit. pp. 15-16.13 João Cezimbra JACQUES, Costumes do... Op. Cit. pp. 477.14 Artut H. F. BARCELOS, Espaço e Arqueologia nas Missões Jesuíticas. Porto Alegre.

EDIPUCRS, 2000, pp. 335.15 Arnaldo BRUXEL, Os Trinta Povos Guaranis, 1978, pp. 117.16 José CARDIEL,1994:62 apud Arthur BARCELOS ,Espaço e Arqueologia...Op Cit

pp. 33817 Guillermo FURLONG 1962: 179 apud Arthur BARCELOS ,Espaço e Arqueolo-

gia...Op Cit18 Arnaldo BRUXEL, Os Trinta Povos... Op Cit. pp. 117.19 Arnaldo BRUXEL, Os Trinta Povos... Op Cit. pp. 11.20 Artut H. F. BARCELOS, Espaço e Arqueologia... Op Cit. pp. 339.21 BARCELOS, Espaço e Arqueologia... Op Cit., p. 339.22 Arnaldo BRUXEL, Os Trinta Povos... Op Cit. pp. 118.23 José CARDIEL ,1994:66 apud Arthur BARCELOS,Espaço e Arqueologia...Op Cit

pp. 34024 Arnaldo BRUXEL, Os Trinta Povos... Op Cit. pp. 118.25 Getúlio MARCANTONIO, Vacaria dos Rodeios. Vacaria, 2006, pp. 58-61.

BBiibblliiooggrraaffííaa

BARCELOS, Artut H. F.,2000 Espaço e Arqueologia nas Missões Jesuíticas, Porto Alegre, EDI-

PUCRS.BORGES, Maria Neli F.,

2001 História de Vacaria: evolução urbana e formação de bairros. Caxias

142 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

do Sul, EDUCS.BRITO, Severiano

1928 Trabalhos e costumes de gaúchos. Porto Alegre, Ed.Globo.BRUXEL, Arnaldo

1978 Os Trinta Povos Guaranis.CARDIEL, José

1984 Compendio de La História Del Paraguay (1780). Buenos Aires, Fun-dacion para Educacion, La ciências y la cultura.

DECANAL, José Hildebrando1998 “Origens e funções dos CTGS” en Nós os Gaúchos. 4 ed. Porto Ale-

gre.Ed. Universidade/UFRGS.GOLIN, Tau

2004 “Identidades: Questões sobre as representações sociocultural no gau-chismo. Passo Fundo, Clio, Méritos.

JACQUES, João Cezimbra1979 Costumes do Rio Grande do Sul. Porto Alegre, ERUS.

MAESTRI, Mário1998 Nós, os ítalos-gaúchos. Porto Alegre, Ed. Universitária UFGRS.

MARCANTONIO, Getúlio2006 Vacaria dos Rodeios. Vacaria.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 143

144 Francisco Ollero Lobato

AA FFoorrmmaaççããoo ddoo PPooddeerr PPoollííttiiccooLLooccaall-- VVaaccaarriiaa-- RRSS-- BBrraassiill

Maria Neli Ferreira BorgesUniversidade de Caxias do SulCampus Universitário de Vacaria.Homero Francisco Peixoto CamargoUniversidade de Caxias do SulCampus Universitário de Vacaria.

RReessuummoo

A Baqueria de Los Piñares, região onde está acentada a cidade de Vaca-ria no estado do Rio Grande do Sul-Brasil, caracterizava-se por seruma reserva de gado dos Sete Povos das Missões. Esta sua origem en-raizou-se na identidade regional, pois a posse de suas terras feitas porportugueses e seus descendentes foi através da doação de sesmariasque deram origem as estâncias.

Este tipo de ocupação ligada a terra e ao gado refletiu-se na política ena sociedade,pois o tipo social que se formou vai dominar a política lo-cal e regional com características no chamado coronelismo.Ou seja, olíder local sob a influência da corrente positivista exercia o poder commarco autoritário, não admitindo transformações na hierarquia social.

Vacaria e sua região vão inserir-se neste contexto ,através de duas corren-tes políticas, ambas com base no positivismo: uma comandada pelo Co-ronel Avelino Paim Filho, estancieiro e chefe dos chimangos; e a outra

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 145

comandada pelo coronel Libório Rodrigues, um doa maiores estanciei-ros da região de sua época , e chefe político dos maragatos

RReessuummeenn

La Baqueria de los Pinãres, región donde esta ubicada la ciudad de Va-caria en el estado del Rio Grande do Sul – Brasil, se caracterizava porser una reserva de ganado de los “Sete Povos das Missões”. Esta su ori-gen se ha enraizado en la identidad regional, pues la pose de sus tierrashechas por portugueses y sus descendientes fue atraves de la donaciónde sesmarias que originaran a las estancias.

Esto tipo de ocupación junto a la tierra y al ganado se refletió en la po-litica y en la sociedad, pues el tipo social que se ha formado va a domi-nar a la politica local sob la influencia de la corrente positivista ejerciael poder con marco autoritario, no admitiendo transformaciones en lahierarquia social.

Vacaria y su región van inserirse nesto contiexto, atraves de las dos co-rrentes politicas, ambas con base en el positivismo: una comandada porel Coronel Avelino Paim Filho, estanciero y jefe de los chimangos; y laotra comandada por el coronel Libório Rodrigues, uno de los mayoresestancieros de la region de su epoca, y jefe politico de los maragato

AAbbssttrraacctt

Baqueria de Los Piñales, region where is located the city ofVacaria, is located in the state of Rio Grande do Sul in Brazil. It was for-med being a cattle reserve of Sete Povos das Missões. The regionalidentity has its roots on this origin, because the ownership of the landswere made by portugueses and its inherits by donation of sesmarias(pieces of land that Portugal government gave to pioneers), those pie-ces of land became afterwards ranchs.

This kind of settelment linked to the land and to the cattle,reflected on the political and social aspects, because the human elementthat was formed mastered the local and regional politics with characte-ristics of great authority, called “coronelismo”. Its kind of political do-mination based on the influence of positivism did not accept changingat social hierarchy.

146 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Vacaria and its region belonged to this context, through twopolitical chains, both based on positivism: Chimangos and Maragatos.Chimangos, under the leadership of Colonel Avelino Paim Filho, lan-downer and political chief. Maragatos under the leadership of ColonelLibório Rodrigues, one of the biggest landowner of the region on thatage and political chief.

AA FFoorrmmaaççããoo ddoo ppooddeerr ppoollííttiiccoo llooccaall-- VVaaccaarriiaa--BBrraassiill

Interesse, identidade, cultura, economia, poder e discurso seinter-relacionam, ou se interderteminam na trama da história brasilei-ra, refletindo-se na política. No Rio Grande do Sul, um dos estados doBrasil isto reverteu-se em história de mentalidades, pois desenvolveuum regionalismo que se expressa no materialismo econômico, e aomesmo tempo atua na base da sociedade, convertendo-se em sujeitocoletivo. Isto deu, ao Estado no Rio Grande do Sul, uma identidade ereferência regional ligada ao discurso ideológico que vinculou-se aosinteresses econômicos e projetou-se na política. Assim, houve uma ar-ticulação regional, como forma de domínio social.

Regiões como Vacaria identificam-se com o discutido acima,pois na sua essência está a origem da mesma, já Vacaria e a região on-de ela está inserida, tem a sua história vinculada ao chamado no Bra-sil Quadrante Missioneiro. Ou seja, a região de Vacaria fez parte do te-rritório das Missões Jesuíticas Espanholas na América, quando em suaextensão abrigou o gado missioneiro, vital para a sobrevivência dos ín-dios aldeados. Seu território fez parte da chamada Baqueria de Los Pi-ñares, grande reserva de gado que abastecia principalmente os Sete Po-vos das Missões, no Rio Grande do Sul. Esta origem enraizou-se naidentidade regional, criando o mito da vocação econômica voltada pa-ra o setor pecuário, que em sua extensão, vai refletir-se na questão po-lítica e social,já que o tipo social que surgiu na região, identificado comsua atividade econômica,vai dominar a política local, que tem caracte-rísticas centrada no chamado coronelismo.

Assim o tipo de ocupação que sofreu o Rio Grande do Sul eem conseqüência a região de Vacaria, centrada na posse da terra e dogado missioneiro, levou a doação de sesmarias por parte do governocolonial e a formação de estâncias, seguindo inclusive o exemplo dos

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 147

índios missioneiros. Em conseqüência disto, criou-se um poder demando pelo grupo que ascendeu ao poder político com conotações re-gionais. Este tipo de poder econômico que vinculou-se ao político, naregião de Vacaria, perpetuou-se com o tempo, quando as estruturas so-ciais e mentais se ajustaram ao mesmo, legitimando no poder a classepolítica originária do latifúndio.

Nesta conjuntura, o positivismo vai encontrar espaço no RioGrande do Sul e em cidades como Vacaria, com economia vinculada aterra e ao gado. Desta forma criou-se, uma identidade regional repre-sentada pelos senhores de terra, que se vinculam aos partidos políticosque surgem no Rio Grande do Sul, no final do século XIX, ligados àsidéias positivistas. Sendo que, a forma de ocupação do espaço da regiãode Vacaria, vinculada a uma atividade econômica básica, manteve-seaté 1930, trazendo reflexos para a cidade hoje, que se mantém muitovoltada para o seu passado econômico e político, valorizando correntesideológicas vinculadas ainda a questão da terra.

Para que essa introdução seja compreendida, sobre a evolu-ção histórica da região de Vacaria, precisamos nos reportar ao que foio positivismo, e sua influência no Brasil republicano,e Rio Grande doSul. A instalação da República no Brasil, foi precedida de discusões po-líticas, e transformações no campo econômico-social. No campo polí-tico,ela representou um ajuste às novas necessidades geradas pela eco-nomia e sociedade brasileira:

Ao longo do século XIX, o desenvolvimento da agro-exportação, basea-do no café, foi capaz de gerar uma série de transformações na estruturatradicional montada no país,desde os tempos da colonização. Dominan-do o mercado mundial, as exportações nacionais do café foram capazesde fazer o Brasil acumular divisas, que se distribuíram internamente emefeitos multiplicadores e dinamizadores da estrutura econômica.Taistrasnformações econômicas-sociais acabariam por promover a interna-lização do capitalismo no Brasil.O pais jé se achava conectado, por laçoscomerciais, a um mercado capitalista desde a fase colonial, mas se trata-va agora,da penetração do capitalismo na estrutura interna brasileira.1

Segundo a autora citada anteriormente, alguns fatores são in-dicadores desta penetração:

Acumulação de capital,a introdução de relações assalariadas de produ-ção,o surgimento da indústria, a construção de estradas de ferro, o apa-

148 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

relhamento dos portos, criação de bancos,companhias de seguros e no-vos serviços públicos para fazer frente ao volume de negócios.2

No centro das transformações que se processam,estão os no-vos grupos sociais que estão surgindo, e pressionam o sistema republi-cano, como a burguesia agrária cafeira,que lidera a renovação econô-mica,os segmentos médios urbanos e um novo exército que agora pos-sui aspirações políticas. Todos esses segmentos se associam para cria-rem a República no Brasil.

A nível nacional, a burguesia agrária paulista submete a má-quina do estado,ou a política, aos interesses do setor dinâmico da eco-nomia central de exportação,exigindo mudanças para a continuidadedo processo de acumulação capitalista. No Rio Grande do Sul, a tran-sição do regime monárquico para o repúblicano, não fugiu as condi-ções gerais,mas aconteceu com conotação específica, pois: “desde suaformação inicial, ele constituira-se nos moldes de uma economia agro-pecuária, subsidiária da agroexportadora, voltada ao abastecimentointerno, e exportadora de gêneros alimentícios”. 3

As áreas de imigração, apresentaram-se com um processomais dinâmico de capitalização, baseado no setor agrícola, mas de pe-quena propriedade,que proporcionou o surgimento do comércio e daindústria. Mas, apesar disto, foi o setor da pecuária que predominou nocampo político estadual.

O Partido Libertador era dominado por pecuaristas, e barganhavacom o poder central, através de seu líder, Gaspar Silveira Martins, pa-ra a obtenção de favores para a província. No conjunto a dependênciado Rio Grande do Sul em relação ao centro expressava-se em termoseconômicos e politicos. Na sede do poder, no Rio de Janeiro, traça-vam-se as diretrizes da política econômica, cobravam-se tributos eemanavam as ordens.4

Mas nesta conjuntura, havia uma parcela da classe dominan-te descontente com os acontecimentos, pois via principalmente naquestão da dependência política, a falta de autonomia do Rio Grandedo Sul para resolver seus problemas. E, esta dependência vai ser o en-trave para o desenvolvimento econômico real.Assim, havia uma críticaem relação aos investimentos da monarquia no atual estado, e ao Par-tido Liberal,que era considerado incapaz para resolver os problemas daeconomia gaúcha.Diante da nova conjuntura republicana, criou-se

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 149

uma alternativa política,que foi o Patido Republicano Riograndense-PRR, como instrumento político estadual:

Tratava-se ,contudo da energência de um novo partido ,dentro dosquadros de uma situação política dominada pelo Partido Liberal.Erapreciso,pois que além de realizar uma intensa propaganda,ele se propu-sese a oferecer novas soluções para os velhos problemas.A base socialdo partido foi constituída por elemtos do latifúndio pecuarista, a alajovem do Partido Liberal,ou Conservador,que estavam descontente-s,associados aos setores médios urbanos.5

Por outro lado, o PRR vai alargar sua base política, incorpo-rando setores do colonato italiano, e os egressos do complexo colonialque enriqueceram, os comerciantes e industriais. Também realizou umoutra união vantagosa, que foi com o exército.Esta última união deu aforça que o partido precisava para impor-se. Mas o que conferiu ao no-vo grupo político que se formou no Rio Grande do Sul, o caráter sui-generis,foi a adoção do positivismo como ideologia política.Esta ideo-logia vai oferecer para a época, repostas aos problemas gaúchos,sendoque o novo grupo que ascendia ao poder vai apresentar os problemas esuas soluções em termos ideológicos, para a época.

O positivismo ao surgir na Europa,era defensor da burguesiaem ascenção,pois a ordem era sinônimo de progresso,ou seja o positi-vismo pretendia aliar o progresso economico com a conservação da or-dem social.

A conjunção dos dois princípios – ordem e progresso – sãopremissas fundamentais do positivismo,originando inclusive os dizeresna Bandeira Nacional Brasileira.A ordem, como o componente funda-mental da qual o progresso é a continuidade, é o resultado natural deuma organização ordenada.Assim, contrapõe-se à teoria comtista àidéia de revolução, pelo que a perspectiva positivista nega o conflito so-cial, procurando eliminá-lo como fonte de perturbação e transforma-ção estrutural. Dentro de tal perspectiva, Comte se coloca tanto contraos reacionários, que querem fazer retroagir o progresso, como contraos revolucionários, que querem subverter a ordem.

Tais noções básicas do positivismo, ordem estabelecida co-mo base de progresso social e progresso como o desenvolvimento daordem, pressupõem uma perspectiva de progresso material sem alte-ração de estratificação social, adequado portanto, às perspectivas de

150 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

grupos interessados na conservação de posições conquistadas. O Es-tado positivista tem um fim eminentemente social, que é o encamin-hamento da humanidade, regulando a sociedade segundo uma orde-nação lógica e estável.

Enfim, dentro desta concepção, ao governo cabe promover aestabilidade, a ordem, o ajustamento do indivíduo à sociedade. A so-ciedade assim obtida será necessariamente hierarquizada, rígida, mar-cada pelo autoritarismo.O indivíduo é concebido como submisso à so-ciedade, reconhecendo-se que para cada um há um lugar definido den-tro da ordem social, e o ajustamento a esta organização pré-estabeleci-da é a premissa para o progresso.

Tais concepções se inserem dentro de uma perspectiva declasse dominante, interessada fundamentalmente na conservação daordem em que exerce seu esquema de dominação. Inegavelmente, estaclasse deverá estar possuída de um conteúdo progressista, mas este pro-gresso é admitido dentro da ordem, sem subversão das estruturas – daío progressismo conservador e a a adoção do sistema filosófico e políti-co que oferecia um método para tornar o homem um elemento de or-dem e não de perturbação social, debaixo de um governo estável, dota-do de amplos poderes para tornar exeqüível a execução do objeto visa-do.Portanto esta perspectiva se adapata a política brasileira,da Republi-ca Velha ,que continua centrada no poder mandonista dos coronéis.

No Rio Grande do Sul, o cenário político do Império e da Re-pública Velha, foi ambiente para as idéias positivistas conseguirem sedesenvolver.Elas estão ligadas a política chamada Castilhista.O Castil-hismo caracteriza-se como uma filosofia política que, inspirando-se nopositivismo, substituiu a idéia liberal do equilíbrio entre as diferentesordens de interesse, como elemento fundamental na organização dasociedade, pela idéia da moralização dos indivíduos através da tutelado Estado. Para a filosofia política castilhista, como para todo o pensa-mento positivista, a falência da sociedade liberal consistia em basear-senas transações empíricas ,fruto da procura dos interesses materiais.Ascríticas dos castilhistas aos liberais brasileiros inspiram-se nesse ponto.A polêmica sustentada por Castilhos no Congresso Constituinte(1891) é exemplo ilustrativo, o líder gaúcho propunha a instauração deum regime moralizador, baseado não na preservação de sórdidos inte-resses materiais, mas fundados nas virtudes republicanas. Como a pro-posta não foi ouvida pelos constituintes, decidiu encarnar sua idéia no

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 151

governo do Rio Grande do Sul, e o conseguiu, com a elaboração e aprática da Constituição Estadual de 14 de julho de 1891, que se perpe-tuaria no Rio Grande do Sul até 1930.Entender o castilhismo é de vitalimportância ,para a compreensão do fenômeno do autoritarismo quese consolidou no Rio Grande do Sul,após inclusive a República Velha,com o Estado Novo,pois Getúlio tinha como fonte inspiradora a polí-tica castilhista.

Castilhos não foi um teórico da política. Foi mais um políti-co que deu início a um “modus agendi” e a uma conceituação muitopessoal sobre o exercício do poder. As peculiaridades do autoritarismocastilhista não podem ser explicadas através de simples referências à fi-losofia de Augusto Comte. Castilhos inspirou-se nele, mas deu ao aoseu conceito de política traços inéditos, frutos de sua personalidade edas condições concretas que viveu o Partido Republicano Rio- Gran-dense, na sua luta com a antiga elite dirigente sul-rio-grandense.

O castilhismo é caracterizado como uma filosofia políticaque, inspirando-se no positivismo, substitui a idéia liberal do equilí-brio entre os diferentes, como elemento fundamental na organizaçãoda sociedade, pela idéia da moralização dos indivíduos através de tu-tela do Estado. Para a filosofia política castilhista, como para o pensa-mento positivista, a falência liberal consistia em basear-se nas transa-ções empíricas, fruto da procura dos interesses materiais.O conceitode bem público para os castilhistas fundamenta-se em torno de taisconceitos. Para os pensadores liberais, o bem público resultava daconciliação dos interesses individuais que se concretizavam no Parla-mento, como organismo representativo dos mencionados interesses.Para Castilhos, o bem público só poderia encontrar-se onde se achas-se a essência da sociedade ideal, que ele entendia,em termos de “rei-nado da virtude”. O bem público confude-se, para o castilhismo, co-mo a imposição, por parte do governante esclarecido, dum governomoralizante, que fortaleça o Estado em detrimento dos egoístas inte-resses individuais e que zele pela educação cívica dos cidadãos, ori-gem de toda moral social. Há, portanto, no castilhismo, a suposiçãode que esta acepção de bem público goza de uma situação privelegia-da em face das outras posições, como a liberal por exemplo. A novi-dade em Castilhos consiste na suposição de que há um ponto de vis-ta privilegiado, aquele que se baseia numa ciência social que afirmater descoberto o curso da humanidade, a sua marcha ascensorial (ine-

152 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

lutável, determinada) no sentido da positividade (sociedade não ma-culada pelo interesse porquanto equivale a própria instauração damoralidade). A crença da situação privilegiada de seu ponto de vistaé que explica o caráter missionário (sacerdotal) de que se revestiu oexercício do seu governo e dos castilhistas.

Com a aspiração de conseguir a moralidade da sociedade, se-gundo a mentalidade castilhista, o governante deve exercer a tutela so-cial, para que esta se amolde à procura do bem público, na acepção deCastilhos. Tanto ele como seus seguidores elaboraram os mecanismosconstitucionais e legais adaptados à instauração da tutela moralizado-ra do Estado sobre a sociedade. No caso de Castilhos e Borges de Me-deiros, tal empenho se refere ao Rio Grande do Sul, enquanto no casode Pinheiro Machado e Getúlio Vargas amplia-se a nível nacional. Ocaráter tutelar e hegemônico do Estado castilhista leva os representan-tes desta corrente a rejeitar o tipo de governo representativo considera-do como essencialmente anárquico.

O castilhismo representa não só as teorizações do Apostola-do Positivista, mas as teve por base,adquirindo forma definida atravésde uma prática autocrática no exercício do poder político, ao longo dequatro décadas. O castilhismo ficaria caracterizado desta forma, segun-do salienta Antônio Paim, como o núcleo antidemocrático das idéiasde Comte, ajustado a uma experiência concreta.

Cabe salientar, que a crítica liberal gaúcha ao castilhismo éinferior ao que se poderia esperar, suposta a tradição liberal iniciadapor Silvestre Pinheiro Ferreira. Os liberais da época republicana limi-tam-se a uma crítica do ponto de vista do direito constitucional, semabranger o castilhismo como filosofia política contraposta às melhoresmanifestações da cultura brasileira, ao longo do século XIX. Contudo,os liberais gaúchos não deixam de se abeberar nas fontes do liberalis-mo anglo-americano, e de professar uma filosofia política liberal clara-mente reconhecível. Para fazê-lo sobressair, a análise do seu pensamen-to é precedida de síntese dos conceitos fundamentais do liberalismo deLocke e dos teóricos americanos.

Logo, o castilhismo se caracteriza como uma filosofia políti-ca que inspira um governo autoritário, não-representativo, que pospõea liberdade e as garantias dos indivíduos ante o supremo interesse dasegurança do Estado, assumindo forte caráter tutelar-moralista e con-servador. No cume de todo o sistema castilhista encontramos a figura

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 153

do líder carismático, que sabe para onde deve guiar os destinos da so-ciedade e é consciente do papel salvador que lhe cabe frente à crise emque o liberalismo suicida tem emergido os povos, após a RevoluçãoFrancesa. Essa concepção fica concretizada no pensamento e na obrapolítica de Castilhos, sobretudo na Constituição de 14 de Julho de1891. Em seus traços gerais, o castilhismo, reproduz a filosofia políticaexposta por Comte no Sistema de Política Positiva.

No entanto, esse sistema político não está restrito ao contis-mo, nem por ele pode ser explicado em sua totalidade. Como filoso-fia política atuante, a concepção de Castilhos criou um modelo polí-tico que se perpetuou no Rio Grande do Sul mais de três décadas eexerceu forte influxo no contexto da República Velha e posteriormen-te, revestido de algumas características peculiares que o diferenciaramdo comtismo, provenientes, sem dúvida, das condições históricas doRio Grande do Sul e do caudilhismo de Castilhos, uma vez que, o Sis-tema de Política Positiva de Comte não passava de um modelo teóri-co, ao passo que os castilhistas realizaram na prática um regime polí-tico.E, este tipo de prática política vai deixar suas raízes,criando via ototalitarismo raízes de medo à liberdade. É que a descoberta desta es-teve sempre associada à autoconsciência, à responsabilidade, à indivi-dualidade que fazem do homem um ser único, pertencente ao mun-do, mas ao mesmo tempo contraposto a ele. O pensamento ocidental,desde os trágicos gregos, passando por Nietzsche, até os nossos dias,tem salientado que a liberdade é mais um peso e uma exigência doque uma regalia e tem vislumbrado a dor e a tragédia na base da in-dividualização humana; porque a liberdade, ao mesmo tempo que seconstitui como uma promessa de realização, é consciência da finitu-de do homem e de sua morte. Porém, ao mesmo tempo, tem ficadoclaro que só a partir dela o homem é pessoa e constrói a civilização.O totalitarismo é movido pela vontade de apagar a individualidade.Apela para a absorção de cada um , numa totalidade mística indife-renciada, na qual já não há lugar para a tragédia da decisão e da es-colha. Como a conquista da liberdade tomou corpo nos regimes ins-pirados pelo liberalismo, o totalitarismo é uma reação violenta con-tra este e, paradoxalmente, brota de seu seio, ora como tendência po-lítio-filosófica que contesta a metafísica liberal – caso específico deComte e de Castilhos – ora como fruto de um adormecimento do po-vo na procura do bem-estar.

154 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

É paradoxal que os ideólogos totalitaristas, ao mesmo tempoque negam a liberdade, aprogoam a libertação. Tal sucede com Castil-hos, quando pretende livrar a sociedade sul-rio-grandense das tramasdo parlamentarismo monárquico, justamente negando a liberdade me-diante a implantação de um regime autocrático. Este despropósito éefeito de uma falta de compreensão do que realmente é a libertação. Es-ta não consiste em outra coisa senão no exercício da liberdade, de talforma que, como menciona Spencer, “só se libera quem é livre”.

A consolodação política do chamado PRR, vai acontecer naRevolução de 1893-5,caracterizada por uma luta eminentemente coro-nelista,onde os grupos políticos constituidos da época, ou os castilhis-tas (chefiados por Júlio de Castilhos) e gasparistas(chefiados por Gas-par Silveira Martins), ou PRR e PL lutaram pelo poder no Rio Gran-de do Sul. Ou a Revolução Chamada Federalista foi:

Resultante do encaminhamento do republicanismo no Rio Grande doSul. O grupo republicano,minoritário, que se viu de uma hora para ou-tra no poder ,veio já da fase da fundação do partido e atividade de pro-paganda, não só estruturado,mas também ideologizado. Possuia tam-bém uma orientação autoritária e ditatorial, que vai ser visível após aatuação de Júlio de Castilhos.6

Estas características estão descritas anteriormente,mas as pri-meiras medidas tomadas por Júlio de Castilhos:

Provocaram o descontentamento, ódio e ressentimento, gerando deimediato, não só instabilidade política, mas a reação armada do grupoalijado do poder,representado em grande parte, pelos maiores coronéisgaúchos do período imperial,e pela dissidência do PRR,dos que nãoaceitava, a orientação imprimida por Castilhos.7

Assim, desencadeia-se o movimento federalista de 1893, co-mo reação dos representantes locais, mas que termina por cosolidar nopoder exatamente a minoria liderada por Castilhos.E assim:

Se a Revolução Federalista permitiu a consolidação do poder políti-co do PRR, não émenos verdade que exigiu, para a estabilização des-te a reestruturação do aparelho do Estado,montagem que se fez comuma proposta ideológica positivista,incluindo outro modelo de rela-cionamento do podert executivo estadual com o poder local.Articu-lou-se novo pacto ,onde se propiciaram novos papéis aos coronéis,constituindo-se o coronelismo de modelo borgista.8

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 155

No Rio Grande do Sul, a historiografia que vincula a históriado Estado, ao ideário positivista,está impregnada de forma subjetivana atuação dos coronéis dentro da política e da economia. Segundo Fe-lix não há referência de forma explicita ao coronealismo gaúcho pois:

No contexto da seleção dos temas nobres que refletiam a visão que aclasse dominante tinha de si e do mundo, tais como a glorificação dogaúcho, a democracia sulina, a Revolução Farroupilha, o sentimento denaionalidade do gaúcho, o espirito de partido, entre outros temas, nãohavia espaço para a presença do termo coronealismo.9

Reconhecer que ele existiu seria uma forma de nivelar o RioGrande do Sul em igualdadecom os demais estados do Brasil, sendo as-sim: “Omitir um dado importante na evolução política gaúcha como ocoronealismo resguardou a imagem de um gaúcho viril ao autóctone,um produto dos pampas.”10

Para entendermos a história como aconteceu e a sua dinâmi-ca com conflitos e ajustes na luta pelo poder político e econômico, oconceito de coronealismo deve ser incorporado a historiografia gaúcha,para libertar a história do Estado do Rio Grande do Sul de seus mitos.

O Rio Grande do Sul não só viveu a instituição coronelista damesma forma que as demais regiões do Brasil na Primeira Repúblicacomo a teve de forma peculiar, por seu desenvolvimneto histórico pró-prio e seu comprometimento com a classe pecuarista gaúcha, ao con-trário da maior parte dos casos conhecidos, que estão ligados a uma es-trutura agrária.

Portanto:

O coronelismo gaúcho é produto da soma de semelhanças e diferenças,isto é, de situações que o aproximam dos demais casos de poder localdo Estado brasileiro com os elementos oriundos das condições históri-cas peculiares do surgimento e formação do estado sulino. Duas variá-veis nos parecem ser determinantes neste conjunto: a tradição militarde fronteira ligada à atividade pecuária e o componente ideológico dopositivismo castilhista-borgista, com tudo que cada uma destas traz emdecorrência.11

Além disso, já em meados do século XVIII, as relações locaisde poder no Rio Grande do Sul,definiram-se com caráter coronelista-,quando se estruturou a sociedade latifundiária-pastoril e patriarcal. Só

156 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

que ao estruturar-se ,o coronelismo gaúcho vai ter forte ascenção cau-dilhista, que é um dos traços gerais presentes na definição de qualquerestrutura coronelista. No Estado Gaúcho:

O Caudilhismo passa a ser um ingrediente definidor e identificador,embora varie sua conotação e valorização no decorrer da história rio-grandense.O caudilhismo no Rio Grande do Sul é tão acentuado,nasua ação e no seu relato,que chega a adquiri uma certa autonomia emrelação ao coronelismo,isto é, passamos quase a visualizar duas situa-ções diferentes,quando na realidade estamos diante de um mesmo ele-mento ,apenas levado aos níveis diferentes de ação/percepção.12

Na realidade, o caudilho é o líder carismático encontrado noséculo XIX, ligado as especificidades da nossa história, vinculada asquestões cruciais de fronteiras. Mas a medida que a República é insta-lada, via ideário positivista através de partido político, o termo originalpassa por transformação, sendo que o termo coronel ,passa a ser umelemento significativo na trama das relações sociais e de dominação noseu núcleo básico, a estância, envolvendo um grande número de pes-soas desenvolve-se uma relação coronel/estado, permanecendo o acen-to caudilhista.

Em cidades como Vacaria ocupada a partir de meados do sé-culo XVIII, através da doação de sesmarias, onde gerou-se a mesma es-trututra patriarcal criada no estado como um todo, aplica-se o que foidiscutido até aqui, na formação do poder político local, ligado ao co-ronelismo e seu poder de mando. Define-se na região através da pro-priedade privada, acrescida da criação de estâncias, onde a atividadepecuária é o centro da economia, relações sociais patriarcais-autoritá-ria, e uso do sistema de dominação em relação ao poder civil, políticoe milita.O líder, ou o grande sesmeiro, torna-se o coronel, representan-do a força política local.

Assim nos deparamos na região de Vacaria, em meados doséculo XIX,com o elemento da configuração social do ciclo pastoril mi-litar, que foi fundamental para o Império, tornando-se posteriormen-te ingredientes básicos das relações sósio-políticas da República Velha,que se centravam no coronel/dependente/coronel/estado. Assim, te-mos em Vacaria e sua região durante a República Velha, uma estruturassocial, política e economica voltada para os herdeiros de seu proces-so formador, ou para os migrantes que chegaram no final do século

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 157

XIX, e inserem-se na política local.Esta inserção vai acontecer,princi-palmente porque alguns torma-se grandes proprietários de terras.Co-mo exemplo do citado temos, o Coronel Avelino Paim Filho, conside-rado pela historiagrafia atuaL, um dos meiores caudilhos gaúchos deseu tempo, e o Coronel Libório Rodrigues,que chegou à região migra-do com a família de seu pai, mas vai tornar-se um dos maiores estan-cieros da região no início do século XX, o que lhe faleu tornar-se tam-bém chefe político dos maragatos. Isto em oposição a Firmino PaimFilho, chefe dos chimangos, durante o início do século XX, o que levouao envolvimento dos dois, em campos opostos, na Revolução de 1923.O enfrentamento em campos opostos dos dois líderes e também estan-cieiros na época, rende inclusive para a cidade de Vacaria a edição deJornais, onde os mesmos manifestavam suas convicção.Temos o exem-plo do Jornal O Pátria, de cunho Federalistaque segundo seus editores-tinha a seuinte linha:

Publica-se aos domingos.A sua direção política está confiada a Cassia-no Ricardo e André Carrazzoni-O Pátria consagra-se à defesa das idéiascontidas no programa federalista. Aderiu uma porção de nomes consi-deráveis representativos do fedralismo.Daqui mesmo o nosso veneradoe ilustre chefe:Coronel Libório Rodrigues13

Esta citação deixa claro que Libório Rodrigues,era na realida-de o dono do jornal, que servia para a defesa dos ideias dos chamados“maragatos”.

O envolvimento dos dois principais chefes políticos regionaisnas questões estaduais, trouxe para a região de Vacaria discussões sobreimplicações políticas que se perpetuaram através do que Bourdieuchama de Poder Simbólico:

Que é um poder de construção da realidade que tende a estabeleceruma ordem supostamente intransponível,dando um sentido imediatodo mundo, e em particular do mundo social,ou seja, o chamado con-formismo lógico,que caminha para o campo da função social-econo-mica.Há comisto através dos símbolos criados ,como instrumentos deintegração,o consenso a cerca de sentido do mundo social,que leva auma reprodução da ordem social.14

É esta reprodução e manutenção da ordem que passou a re-fletir-se na questão economica, criado o mito da vocação economicapara a agropecuária na região,o que vai manter no topo das discussões

158 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

a mesma cultura dominante que deu origem a cidade, perpassou otempo,ligou-se políticamente aos grupos ideológicos que passaram acomandar o poder no Estado.A questão é enraizada na sociedade lo-cal, que muitas vezes já no século XXI, ainda há manifestações a respei-to das pessoas hoje definirem-se se preferiam os maragatos ou os chi-managos.Assim:

A cultura dominante contribui para a integração real da classe domi-namte ,assegurando sua distinção de outras classes,a defesa de seus in-teresses como interesses universais, a integração fictícia da sociedadeem seu conjunto, e potanto a desmobilização, ou falsa consciência dasclasses dominadas, que legitimam no poder a ordem estabelecida.15

Assim para concluir este trabalho pode-se dizer que :

A classe dominante é o lugar de uma luta pela hierarquia dos princípiosde hierarquização: as fracções dominantes, cujo poder assenta no capitaleconômico,têm em vista impor a legitimidade da sua dominação querpor meio da própria produção simbólica, quer por intermédio dos ideó-logos conservadores os quais só verdadeiramente servem os interessesdos dominantes por acréscimos, ameaçando sempre desviar em seu pro-veiro o poder de definição do mundo social que detêm por delegação;afracção dominada (letrados ou intelectuais e artístas, segundo a época)tende sempre a colocar o capital específico a que ele deve a sua posição,no topo da hierarquia dos princípios de hierarquização.16

A partir desta citação podemos citar Foucault,na contracapado livro Microfísica do Poder,quando ele diz: nada mudará a socieda-de se os mecanismos de poder que funcionam fora, abaixo e ao ladodos aparelhos de Estado a um nível muito mais elementar,cotidiano-,não forem modificados”. Torna-se com isto, importante também che-gar até Michel de Certeau, em seu livro A Escrita da História quandoeste diz:

A história atesta uma autonomia e uma dependência cujas proporçõesvariam segundo os meios sociais e as situações políticas que presidemà sua elaboração.Sob a forma de um trabalho imanente ao desenvolvi-mento humano,assume o luigar dos mitos através dos quais uma socie-dade representava as relações ambíguas com suas origens.17

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 159

NNoottaass::

1 Sandra Jatahy PESAVENTO, História do Rio Grande do Sul. Porto alegre, Merca-do Aberto, 2002, pp. 63.

2 Sandra Jatahy PESAVENTO, História do Rio... Op Cit. pp.64.3 Sandra Jatahy PESAVENTO, História do Rio... Op Cit. pp.65.4 Sandra Jatahy PESAVENTO, História do Rio... Op Cit. pp.65.5 Sandra Jatahy PESAVENTO, História do Rio... Op Cit. pp.66.6 Loiva Otero FÉLIX, Coronelismo,Borgismo e Coopatação Política. Porto Alegre,

Mercado Aberto,1987, pp. 52.7 Loiva Otero FÉLIX, Coronelismo,Borgismo... Op Cit. pp. 52.8 Loiva Otero FÉLIX, Coronelismo,Borgismo... Op Cit. pp. 61.9 Loiva Otero FÉLIX, Coronelismo,Borgismo... Op Cit. pp. 09.10 Loiva Otero FÉLIX, Coronelismo,Borgismo... Op Cit. pp. 10.11 Loiva Otero FÉLIX, Coronelismo,Borgismo... Op Cit. pp. 10-11.12 Loiva Otero FÉLIX, Coronelismo,Borgismo... Op Cit. pp. 21.13 JORNAL O Pátria,1921, pp. 01.14 PierreBOURDIEU, O Poder Simbólico.6ª ed. Rio de Janeiro, Bertrand Brasil,

2003, pp. 9-10.15 PierreBOURDIEU, O Poder Simbólico... Op. Cit., pp. 10.16 PierreBOURDIEU Poder Simbólico... Op. Cit., pp. 12.17 Michel de.A CERTEAU, Escrita da História

160 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

DDoo cciinneemmaa àà lliitteerraattuurraa,, uummaappooééttiiccaa ddaa ccoonnddiiççããoo hhuummaannaa::hhoommeennaaggeemm aaooss 7755 aannooss ddaaoobbrraa cciinneemmaattooggrrááffiiccaa LLiimmiittee ddeeMMáárriioo PPeeiixxoottoo

Aparecida do Carmo Frigeri Berchior1

Faculdades Integradas Fafibe

RReessuummeenn::

Mário Peixoto, en sus obras, independiente de código, coloca la condi-ción humana en conflicto con el tiempo. En la película Limite (1931),la condición humana es vista, en su soledad y entrega, la tensión entretiempo y espacio. En el aislamiento del mar, en un barco a la deriva,tres personajes, marcados por el pasado en la tierra, vivencian el con-flicto de la travesía: vida o muerte. También, en dos romances, con elmismo título O Inútil de Cada Um, la condición humana encuentra laexpresión en sus relaciones con el tiempo. En la primera obra, de 1934,embrión de la segunda, hay un narrador-personaje Orlando atado alpasado y viviendo ese conflicto. En la segunda obra, de 1984, una bar-ca reanuda la travesía por el mar, que lleva el mismo Orlando a apor-tar en una isla, a realizar el aprendizaje del tiempo, por medio de la me-moria, hasta alcanzar el proceso de creación, resultando en un Museo

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 161

de Esculturas, a cielo abierto, en la Isla de Abraão, RJ - Brasil, que fuegenerado a servicio de la ficción.

AAbbssttrraacctt::

Mário Peixoto, in his works, independently of code, places the humancondition in conflict with the time. In the film Limite (1931), the hu-man condition is seen in its solitude and delivery, the tension betweentime and space. In the isolation of the sea, in a drifted boat, three cha-racters, marked by the past in the land, live deeply the conflict of thepassage: life or death. Also in two novels, with the same tittle O Inútilde Cada Um, the human condition finds expression in its relations withthe time. In the first work (1934) a kind of embryo of the second one,Orlando, the narrator-character, is arrested to the past and lives thisconflict. In the second work (1984) a canoe retakes the passage, th-rough the sea, and makes the same Orlando arrive in an island, to carryout the learning of the time, by means of the memory, until reachingthe creation process, resulting in a Museum of Sculptures, at openedsky, in the Ilha de Abraão, RJ - Brazil, that was generated to the serviceof the fiction.

Mário Peixoto, escritor e cineasta brasileiro, é renomado porsua obra cinematográfica Limite2, pertencente ao cinema silencioso,lançada em 1931, contando, na época, com uma única apresentaçãopública. Sua divulgação, até hoje, não se estendeu ao grande público,estando, no momento, em processo final de restauração. A obra de Má-rio Peixoto encontra-se no Arquivo Mário Peixoto, graças à sensibilida-de do cineasta Walter Salles Jr. e do amigo de Mário, Saulo Pereira deMello, sendo possível pesquisá-la na cidade do Rio de Janeiro, Brasil.

Nesta obra cinematográfica, a condição humana alicerça-seem seu limite e, nesse estágio, deflagra-se a narração em tempo de es-pera, a fim de propiciar a reflexão, diante da dor de existir. A condiçãohumana é o material da criação de Mário Peixoto, que não se limita, deforma alguma, a um único filme. Possui uma criação literária vasta que,em sua maioria, encontra-se inédita. Nesta, destaca-se o primoroso ro-mance intitulado O Inútil de Cada Um3, composto por seis densos vo-lumes, em que somente o primeiro foi publicado em 1984 e encontra-se esgotado. Os volumes diferenciam-se por subtítulos: volume 1- Ita-mar, 2 – Lins, 3 – Cádio, 4 – Hernani, 5 – Sonâmbulas gelatinas num

162 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

aquário, 6 – O escrima das profundezas. As características estruturaisda obra remetem à compreensão de uma poética que se faz pelas rela-ções com a memória, como forma de encontrar as relações com o tem-po. Nesse processo, a existência é tecida no intervalo entre o tempo quese esvai e a memória que o reconstrói pelo fragmento. Apresenta umaestrutura circular, produzindo o efeito estético do inacabado, em ummovimento contínuo de retomada, em que a existência tem sua tessiturano material captado pela memória. Diante da complexidade da obra eda proposta deste trabalho, o enfoque recai sobre o volume 01, quese apresenta: (trecho de diário) ‘O ruído persegue (romance), volume1 Itamar.

A primeira obra com o título O Inútil de Cada Um4 data de1934/35 que se pode considerar o embrião desta que viria décadasdepois. O romance-embrião estrutura-se pelos fragmentos da memó-ria de um narrador-personagem chamado Orlando, tendo como ex-pressão a linguagem modernista, em sua primeira geração, possuin-do, também acentuada utilização de recursos próprios do código ci-nematográfico. O narrador-personagem Orlando encontra-se às vol-tas com o tempo, em suas complexas relações com o passado. Por seutilizar de material próximo à autobiografia e sem a experiência pa-ra o exercício de transmutação do material autobiográfico em artísti-co, pode-se considerar que o passado contém um “tempo contamina-do”, com um distanciamento entre o tempo do autor, o então jovemMário Peixoto, e o tempo registrado como material ficcional, quecompromete, em alguns aspectos, o resultado estético. No entanto, asgrandes questões a serem dissecadas, décadas depois, no segundo OInútil... estão presentes: a criação, a memória, o tempo, a condiçãohumana...A história tem início na juventude de Orlando, quando es-te retorna da Europa. Ou na juventude do próprio autor Mário Pei-xoto, em igual situação. Também a rememoração da infância do narra-dor-personagem encontra respaldo na infância do autor, sendo queexiste uma lacuna temporal entre a infância do narrador-personageme o seu retorno ao Brasil, isto é, o período que abrange a temporadade estudos na Europa de Orlando/Mário, considerada fundamentalpara a criação de Limite.

No processo de estruturação do romance, a memória atém-se, principalmente, ao registro das inter-relações entre o narrador-per-sonagem Orlando e os outros personagens, saídos do fundo do tempo.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 163

A narrativa, em sua composição, possui o efeito estético doinacabado, das sensações afloradas pela observação, que fluem, aparen-temente, da forma como se manifestam na consciência, o que possibi-lita, em alguns aspectos, classificá-la como de “fluxo de consciência”,uma vez que, na narração, verifica-se uma “diversidade dos níveis deconsciência, de sub-consciência e de inconsciência”, permitindo “a profu-são dos desejos não formulados”5, que advém, justamente, do jogo entrenarrador, personagem e marcas autorais. No conjunto dos procedi-mentos, é possível, também, constatar uma crise de identidade dessenarrador-personagem e, em conseqüência, da própria narrativa. Dessaforma, esse ser ficcional tenta encontrar uma nova identidade, desen-cadeando, assim, uma busca que se reverte em um processo de conti-nuidade. Ainda, a esse procedimento associa-se aquele advindo do pro-jeto de criação de Mário Peixoto, que se apresenta por meio da meta-linguagem, propiciando a continuidade pela escritura de um livro, OInútil de Cada Um, que se desenvolve, e aquele que viria décadas de-pois, sendo anunciado, possuindo uma “técnica lenta, angustiada”, am-bientada em um “lugarejo à beira-mar, na Ilha Grande: Abraão” - Praiado Morcego, município de Angra dos Reis - Rio de Janeiro, tendo co-mo personagem principal, “um homem de Gênio esquisito” e solitário,que habita uma “casa, rodeada de casuarinas”6, na ilha, o mesmo Orlan-do/Mário Peixoto.

No segundo romance O Inútil de Cada Um, é possível perce-ber o projeto proposto por Mário Peixoto, pois nesse há o retorno aoprimeiro de 1934/35, com continuidade de muitos personagens e repe-tição de fragmentos. O espaço é aquele que se anunciava, pela metalin-guagem, no primeiro romance: o espaço real, a Ilha de Abraão. O per-sonagem principal é o mesmo Orlando, que se posiciona, agora, distan-ciado dos fatos, sendo o “homem de gênio esquisito” e solitário, o tam-bém Mário Peixoto, que passou a viver no isolamento da ilha. A lingua-gem desse segundo romance rompe com o estilo do primeiro, sendodensa, repleta de períodos longos e uso de parênteses, intercalandoidéia e discurso, de forma que uma reflexão desencadeia outra e, assim,sucessivamente, em uma reescritura interminável, de “ruínas”.

O segundo O Inútil de Cada Um, em seu volume 1, estrutu-ra-se a partir de um diário encontrado, por um “narrador-autor”, quepassa a transmutá-lo em material ficcional. Por outro lado, os registrossobre o tempo apóiam-se nas reminiscências, por onde se filtram o gra-

164 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

dativo suplantar do tempo e o gradativo predomínio da criação, atéatingir os procedimentos de criação de um museu de esculturas. Osprocedimentos adotados, para a elevação da imagem poética, funda-mentam-se em dois eixos: um, presente nos procedimentos da narra-ção, calcado no motivo de um diário encontrado, propiciando a dupli-cidade de narradores, que se posicionam em primeira pessoa; e um se-gundo eixo, que se volta para as relações dessa narração com o perso-nagem Orlando que, psicologicamente, apóia-se em rituais de passagem,que se marcam por travessias, círculos de aprofundamento da memó-ria, em busca da redescoberta do tempo.

No eixo da narração, a obra assume a posição de um narra-dor em primeira pessoa, mas com nuances diferenciadas de focaliza-ção, merecendo destaque os vários momentos em que esse narradorposiciona-se como uma câmera, projetando, para um leitor incluso, omaterial colhido da memória. Em outros momentos, o narrador as-sume a postura de um “narrador-autor”, registrando o seu projeto decriação no decorrer dessa criação em andamento, a partir dos procedi-mentos de ficcionalização do diário encontrado. Esteticamente, resultaum conflito entre o “narrador-autor” e o narrador-personagem, fazen-do emergir dois tempos narrativos: um do enunciado, advindo da me-mória do personagem Orlando; o outro da enunciação, o tempo do“narrador-autor”, esboçando a transmutação do diário em ficção. Pro-cedimentos estes que colocam em confronto a estrutura do romanceem si, enquanto uma odisséia de Orlando para redescobrir o tempo, ea de um ensaio sobre a própria criação, estabelecendo uma tensão en-tre a escritura da obra e a escritura projetada sobre a mesma, no decorrerde sua feitura.

Na condução desta tessitura complexa, no jogo ficcional en-tre os dois gêneros – romance e ensaio -, o personagem Orlando con-duz os rituais de passagem realizando a travessia simbólica do mar pa-ra a Terra prometida, a ilha, por meio de uma alegórica canoa. Na ilha,no isolamento, como acontece com os grandes heróis, Orlando irá rea-lizar o aprendizado com o tempo, por meio do aprendizado com acriação, a fim de retornar com o feito para a sociedade: um museu deesculturas a céu aberto, o que faz da criação a elevação do herói, umOrlando solitário, em busca de uma forma de redescobrir o tempo. UmMário Peixoto em igual situação, porém, agora, com maturidade e do-mínio sobre a criação, que lhe permite o distanciamento suficiente pa-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 165

ra transmutar o material colhido da memória em material artístico. Es-tes procedimentos propiciam ao romance adquirir um tom eufórico,dado à condição humana pela obra de arte, propiciando o tempo redes-coberto pela criação.

Retomando a obra cinematográfica Limite, também a condi-ção humana é matéria essencial à criação. Porém, na obra, predominao tom disfórico, a entrega, isto é, o limite, marcado pelo drama de trêspersonagens, à deriva, em um barco, no mar. Também há o motivo dosimbólico ritual de passagem dado pela travessia. No entanto, estaocorre em um movimento contrário: da terra ao mar, despojado da vi-são da terra prometida. Na terra está o drama que cada personagemcarrega, levando ao mar. Não há busca, não há a memória a ser capta-da, mas somente um passado a atormentar. Assim, Limite se guia poruma estética de expressão trágica, tecida pelo drama. Os heróis não sãovencedores, mas vencidos, são sobreviventes esgotados, realizando ummovimento contrário ao do romance.

O oceano, em sua imensidão exterior, é uma imagem poéticado interior desses personagens desenraizados, universalizados em suador. O clímax do conflito é marcado pela decisão: voltar à vida, na terra,ou se entregar à morte, no mar. O movimento de retorno faz-se psicolo-gicamente pela volta ao passado e, portanto, ao espaço do drama de ca-da um: a história deixada na terra, levando ao isolamento no mar.

As primeiras imagens de Limite colocam o espectador frenteao insólito, causando um estranhamento, mas já perpassa o cenário deprisão, que predomina na criação. Em uma primeira cena, esse recep-tor depara-se com uma mulher em close e em primeiro plano, com asmãos algemadas. Essas mãos são masculinas e sobrepõem-se à compo-sição do rosto feminino. Em seguida, um corte e a próxima cena: o ci-mo de uma montanha, elemento terra, em que abutres sobrevoam-na.Em seguida a essas metáforas, há um close nos olhos da mulher, queaparece inicialmente, e a esse se sobrepõe uma abertura que se expan-de até a frente de um barco, no mar, onde ela reaparece acompanhadade um homem, no meio do barco, e uma mulher, na outra ponta. Essessobreviventes esgotados encontram-se no limite: o Nada. Nesse estado,têm início os processos que levam à restauração da Terra, por meio doretorno ao ato de narrar. Entretanto, as histórias a serem contadas tra-zem um tempo não reconciliado, pois no passado encontra-se o dramade cada personagem. Os personagens de Limite, portanto, diferem da-

166 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

queles do romance, que, ao sair em busca do paraíso perdido, aporta naTerra prometida, espaço de aprendizado do tempo.

As histórias de Limite são narradas sem falas, uma vez que ofilme pertence ao cinema silencioso. Esse procedimento acaba por serum recurso de elevação da imagem poética, a partir da expressão cor-poral, advinda da tensão entre o mar, com cada personagem sendo fo-cado contando a sua história, e a terra, espaço de cada história narrada,produzindo, na mente do espectador, um “choque psicológico”7, que semanifesta pelo efeito de desespero desses personagens.

Ao narrar suas histórias, os personagens de Limite permitema existência de duas instâncias narrativas: uma, apresentada pela pro-priedade do código cinematográfico, em que o sentido da imagem faz-se em “função do contexto fílmico criado pela montagem”8; e a outra ins-tância apresenta-se pelo jogo entre as cenas, enquanto manutenção daunidade de tempo e lugar, que se prende aos personagens no barco, nomar. Essa unidade entra em tensão com as seqüências, o que propiciatrazer de volta um outro espaço e um outro tempo, fixados nas histó-rias contadas, mantendo a unidade de ação.

Na narração da história da primeira mulher, a mesma da ce-na de abertura, o novelo da narrativa é desencadeado, levando-a devolta ao passado na terra, onde está o seu drama: era prisioneira, maslivra-se da prisão subornando o carcereiro. Tenta retomar a vida e seucotidiano, metaforicamente tecido pelo ato de movimentar uma má-quina de costura. Entretanto, no interior dessa mulher predomina odesespero, que se torna incontrolável, ao tomar conhecimento de quesua fuga está nas páginas de um jornal: ela se coloca frente a um ca-minho, metáfora recorrente na obra, que se reitera por estradas e rue-las, com efeito estético de extensão da imensidão interior, por meiodo alongamento espacial. Por outro lado, a circularidade dos movi-mentos da máquina de costura contribui com a dramaticidade dotexto. Nessa narrativa, o andamento da história é interrompido pelainterferência de uma tesoura em close e em posição vertical, realizan-do cortes imaginários no texto visual. Essa metáfora marca a interrup-ção do tempo cronológico, horizontal, para se infiltrar, definitiva-mente, o tempo psicológico, o que provoca um jogo temporal auxi-liador do ritmo, provocado pelo deslocamento espacial: o tempo pre-sente é o espaço do mar, em que os personagens expressam uma pro-funda solidão e entrega; a terra é o espaço onde se encontram os dra-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 167

mas íntimos geradores do estado psicológico desse presente, cujo des-fecho trágico, na terra, leva ao isolamento no mar. Os efeitos psicoló-gicos, que advêm do flashback, confrontam-se com a narrativa em an-damento, no tempo presente, narrada em terceira pessoa, por ser es-sa uma câmera, que passa, também, a ser “uma personagem do dra-ma”, impondo “seus diversos pontos de vista ao espectador”9. Dessa for-ma, o filme tem início na resultante do drama, “voltando atrás paraexpor o passado e então retomar o presente”10 e dar continuidade ànarrativa em andamento. Assim, a obra mantém a unidade de seus ei-xos a partir da metáfora do barco. O barco é a raiz que mantém a pos-sibilidade da volta à terra, ou, então, é o encaminhamento para o fim,levando à travessia para a barca de Caronte.

Na obra, a cor, por ser em preto e branco, subsiste em funçãoda intensidade dos dramas íntimos desses personagens, pelo contrasteentre claro/escuro e de como esse se processa enquanto efeito de luz, oque, também, é corroborado por um cenário impressionista, em umatensão entre o mar e a terra, na ambiência de um povoado praiano. Ocenário passa a ser a paisagem escolhida “em função da dominante psi-cológica da ação”, que “condiciona e reflete ao mesmo tempo o drama dospersonagens”11, que se expressa por uma profunda solidão e entrega.

Outro elemento a ser destacado na composição da obra é amúsica. Ela provoca o efeito estético por reforçar “o poder de penetra-ção da imagem”12 dramática no espectador. Por outro lado, suaviza atensão presente no drama vivenciado pelos personagens sendo, tam-bém, um elemento que está em interação com o ritmo do filme, de for-ma a realçar o ritmo lento e fluido, com tempo de espera.

Nos aspectos em que o movimento poético entra em intera-ção com os elementos constitutivos do universo, deparamo-nos, pri-meiramente, com o reino do Fogo. Os personagens de Limite estão do-minados por um interior em chamas: o Fogo queima suas entranhas. Ésob o domínio do elemento Fogo, metáfora da expansão interior, que amensagem desenvolve-se. Também, nesse processo, o receptor é arreba-tado para dentro desse fogo íntimo e passa a habitar esse reino, junta-mente com cada narrador-personagem. A imensidão íntima, esse fogoíntimo, ao se apagar, faz emergir a imagem do não fogo, indiciando ofinal trágico, como em uma cena no interior do barco: o personagemmasculino segura em sua mão um graveto, que pode ser o fogo, quereacende a vida pelo retorno ao elemento terra, por meio do vegetal.

168 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

No entanto, a cena não evolui para esse procedimento: o graveto é jo-gado na água salgada, que invade o interior do barco, gerando a ima-gem da entrega do homem à sua própria sorte. Esse processo instaurauma tensão entre duas substâncias elementares à constituição do uni-verso: Fogo e Água. A fusão desses dois elementos fecunda as imagens,tornando a água salgada uma água que arde, que queima, fazendo domar um mar de fogo. Por outro lado, a união duradoura da água e dofogo, como expressão da dor íntima, é também o organismo que, naexpressão cosmogônica, constitui-se como um princípio fundamentalpara que os demais elementos tenham existência na imagem poética.

O domínio do elemento Água, que se mantém em constanteoposição ao elemento Terra, é apresentado em Limite de duas formas:primeiro, pela oposição Terra versus mar, fortemente marcada na his-tória da segunda mulher e também na do homem. Uma das imagenspoéticas dessa dimensão íntima ocorre com mais força em uma cenano final da história contada pela segunda mulher: ela se encontra naterra, no cimo de uma pedra, que se divisa com o mar, em um profun-do desespero. Opera-se, nesse momento, um jogo poético entre a his-tória e o discurso: de um lado a história trágica da mulher, com seu ca-samento fracassado com um pianista bêbado; de outro, a câmera inva-de a história e domina-a, apresentando o movimento interno do con-flito, por meio de movimentos rápidos e circulares, fundindo os ele-mentos Terra e Água, universalizando as emoções humanas.

A Água também apresenta-se na obra a partir de sua biparti-ção em água salgada e água doce. Em princípio, o domínio é da água sal-gada: os personagens encontram-se em um barco, isolados no mar. Nes-se círculo, a água salgada é um elemento catalisador das angústias e a elaestão presos os personagens excluídos da terra. Entretanto, o mar não osacolhe, pois não há vínculos com essa água da não vida, com essa águainumana, que não possui “o primeiro dever de todo elemento reverencia-do, que é o de servir diretamente os homens”13. No entanto, no isolamen-to do mar, é possível retomar cada história da Terra, mantendo, assim,pela narração, os vínculos com esse elemento e habitar um barco.

Habitar um barco à deriva no oceano equivale a habitar abarca de Caronte, realizando a travessia para a morte. Porém, se a mor-te é vista como libertação, pela necessidade do Homem desenraizar-seda Terra e habitar a imensidão de água salgada do mar, ela é também anecessidade de habitar a fonte da memória, que faz o sal adoçar-se, ao

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 169

propiciar a travessia de retorno à Terra. Na terra recuperada, rememo-ra-se um dos elementos primordiais para a manutenção da vida: a águadoce, pois “a água doce é a verdadeira água mítica”14, detentora dasimagens de conflito entre a vida e a morte. Uma das mais expressivasimagens desse embate apresenta-se pela tensão entre a água salgada,que circunda infinitamente o barco, penetrando em seu interior, e a au-sência da água doce em uma vasilha, dentro do barco. Nesse momento,a vida encontra-se ameaçada, o que se observa pela expressão de deses-pero dos personagens, diante da ausência de água doce, até que umbarril, sugerindo conter esse líquido, é visto no mar, ao longe, desenca-deando a primeira travessia: o homem salta no mar infinito em buscada água doce, a vida, e desaparece.

A água doce é destacada em três situações, na Terra: em umprimeiro momento, o contemplador é apresentado à água do rio, des-tacando, nesse ambiente, a presença de dois personagens: o narrador-personagem masculino e sua amante, em um encontro idílico. Em umsegundo momento, a água doce aparece na história da segunda mulher,com maior tensão poética: a água jorra de uma fonte, que se encontrano alto, como se fosse um olho de água-doce primordial, confirmandoo pensamento de Gaston Bachelard, para quem “o verdadeiro olho daterra é a água”15. Posteriormente, prenunciando o destino trágico, quese desenrola no oceano, a água doce vem do céu: chove, molhando umacruz, em primeiro plano, várias vezes, enquanto metáfora do Homementregue à sua sina, à cruz que carrega. Também por ela há o prenún-cio da tempestade que se anuncia.

Nesse embate entre os elementos, o Ar apresenta-se, em Limi-te, por meio do vento. A imagem do elemento vento dá movimento àdimensão íntima, uma vez que, na imaginação poética, o vento é capazde humanizar-se. Na obra, ele está em interação ora com o elementoTerra, ora com o elemento Água. Em interação com a Terra, o ventomaterializa a dimensão íntima, a partir do movimento de transforma-ção na natureza, que se curva diante de sua força. Assim, capinzais,galhos e arbustos, ao receberem o vento, dinamizam-se poeticamente,transmutando-se em imagens poéticas, que plasmam os dramas ínti-mos dos narradores-personagens. A mais forte expressão dessa imagemencontra-se, mais uma vez, em uma das cenas da história contada pelonarrador-personagem masculino: viúvo, passa a ser amante de umamulher casada, até saber, pelo marido traído, que a mulher é leprosa.

170 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Essa imagem apresenta-se como o clímax da sua história trágica: estáno cemitério, visitando o túmulo da falecida esposa. O marido traídosai de casa para encontrar o amante de sua mulher. Em um ângulo devisão metonímico, passos nervosos confundem-se com o vento, tocan-do a natureza. Também a partir do movimento do vento instaura-se oconflito entre os movimentos externos, de conteúdo espacial, e os mo-vimentos internos, do elemento humano. No cemitério, o marido traí-do revela ao amante de sua mulher que ela é leprosa e a história enca-minha-se para o desenlace. Porém, não ocorre o esperado diante dotriângulo amoroso, pois a vingança realiza-se pela dor, que amboscompartilham.

Pela interação com o elemento água, o vento que se apresen-ta é um vento furioso, um vento de água salgada, expressando-se emtempestade, encaminhando o desfecho da narrativa que se desenrolano presente, no barco. Esse vento salgado é a expressão da não vida,arrastando as duas sobreviventes para a travessia definitiva: a rememo-ração do mito de Caronte. Nessa simbiose irada da água e do vento, ocontemplador escuta a tempestade íntima dos personagens, bem comoa sua própria, e “escutar a tempestade de uma alma tensa é alternada-mente – ou ao mesmo tempo – comungar, no Pavor e na Cólera, com umuniverso furibundo”16.

Para Saulo Pereira de Mello, “Limite é uma tragédia cósmica,um grito de angústia, uma lacinante meditação sobre a limitação huma-na, uma dolorosa e gelada constatação da derrota humana”17. Essa tragé-dia humana apresenta-se, nessa tempestade, por meio de uma imagempoética primordial, que faz retornar a urânida18. Por outro lado, essatempestade pode ser vista como uma metáfora da criação, pois “pelacólera, o mundo é criado como uma provocação”, uma vez que ela “fun-da o ser dinâmico”: “a cólera é o ato que começa”.

Nas cenas finais desse turbilhão cosmogônico, a segundamulher desaparece no mar. A primeira mulher reaparece agarrada adestroços. A partir desse momento, a obra principia seu fechamento,rememorando em uma nova dimensão o círculo humano preso à suatragédia, retomando a primeira cena da obra, em que o rosto dessamulher aparece em primeiro plano, com mãos masculinas algemadas,reiterando a “tragédia cósmica universal”19. Após essa cena, segue-setambém a mesma de abertura: um cimo de montanha, a Terra, comabutres a sobrevoá-la. Em seguida, o mar ressurge sem a mulher. Esse

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 171

mar ressurgido é um mar poético, é um mar de fusão dos elementoscontrastantes: um mar calmo recoberto de luzes, plasmado em criação.

Na obra literária O Inútil de Cada Um, os elementos constitu-tivos do universo são retomados a partir da restauração do elementoTerra, na dimensão em que o aprendizado atinge a esfera de um temporeconciliado pela criação. A Terra é, nessa instância, ao contrário doque ocorre na obra cinematográfica, detentora de um movimento poé-tico eufórico, em que o signo não é nem recordação nem lembrança deum passado distante: o signo é uma imagem e, portanto, traz em si omérito do novo e do original: a dimensão de uma obra realizada, plas-mada em criação: o museu de esculturas a céu aberto, na Ilha deAbraão, a terra prometida. Nesse espaço da criação, as esculturas reais,que compõem o museu, transmutam-se em objetos ficcionais. Essas es-culturas, enquanto materiais reais, são referenciais, artesanais, de louçabranca, fabricação em série da fábrica Miragaya. Como tudo na ilha,também estavam e para lá foram “plantadas” para servirem de modela-gem à criação. Enquanto imagens, elas se definem por um espaço-gera-triz de signos altamente motivados, em um processo de retorno a umaorigem primordial, reascendendo o universo mitológico, em uma ins-tância habitada, simultaneamente, pela mensagem poética e por sua re-cepção, pois propiciam “um verdadeiro despertar da criação poética naalma do leitor”20. No espaço poético do museu, não existe mais nenhumtempo anterior para se retornar, ficando de todos os tempos somenteos resíduos de permanência.

A estrutura do museu apresenta-se por uma distribuição se-letiva das esculturas no espaço, elencadas de forma a rememorarem,simbologicamente, os deuses que trazem à tona a imagem do sentidodo mundo, na interação entre os mitos cosmogônicos e escatológicos,dinamizando, poeticamente, os elementos primordiais Terra, Fogo,Água e Ar.

No processo de seleção do museu, as esculturas anteriores àsdos elementos constitutivos do universo, compostas por Baco, Mercú-rio, Diana, Outono, Flora, África, Cybele e Vênus, ainda conservam vín-culos com os procedimentos que se ligam às experiências e vivênciascom a memória, situando-se em um processo de compreensão da pró-pria mensagem poética. Porém, os estágios que se interligam aos ele-mentos Fogo, Água e Ar, expressos pelas esculturas O Fogo, A Chuva, AÁgua, O Sol e O Vento, individualizadas pelo artigo definido, desenca-

172 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

deiam, na mensagem poética, a experiência que ocorre no nível da re-cepção, a partir de diferentes estágios do ato contemplativo, fechando,assim, o círculo da criação: da mensagem à recepção da mesma. Nessaesfera, ora o narrador posiciona-se enquanto um contemplador da suacriação, ora posiciona-se desvendando os procedimentos adotados pa-ra essa criação.

Os estágios referentes à recepção presentes nas esculturas AChuva e A Água ocorrem a partir de um contemplador que, ainda, éum iniciado, realizando as primeiras travessias, encontrando-se na di-mensão da admiração, a primeira porta de entrada para o prazer esté-tico que viria depois. Assim, em A Chuva “era uma admiração semprerepetida e crescente – cada vez se renovando mais”21. Já, na escultura AÁgua, “naquele único golpe visual”, estava “o líquido – a água, como se-ria o corpo da intenção”22.

A entrada da escultura de O Fogo, para ser contemplada, co-loca esse receptor em sua segunda travessia, para dentro da mensagempoética. Esse estágio é marcado pelo contraste entre a louça branca,que dá forma ao elemento, e a expressão do fogo, enquanto imagempoética, levando o contemplador a conjugar o ser imaginante e o obje-to imaginado, pois mesmo sendo “de louça branca”, “subia dessa figuraa sensação realmente de uma fornalha”, “cujos raios vermelhos”, “ou la-baredas ocultas”, sugeriam e traduziam-se “no que o próprio fogo com oseu poder destrutivo e abrasante obriga qualquer presença a senti-lo”23.

Com a entrada da escultura O Sol para ser contemplada, oelemento fogo se renova e humaniza-se, iluminando a terra, como suafonte de energia. No reino poético, há, por essa escultura, o renasci-mento do mito de Prometeu, trazendo luz à humanidade, buscando-ano carro do sol: a criação. O sol, o olho do mundo, que a tudo vê, doaluz à Terra, propiciando, nessa instância contemplativa, a retomada doelemento humano, com seu fazer na terra, pois as imagens prometéicascontribuem para o renascimento de uma poética do humano24, que sepotencializa pela fricção para extrair o fogo, para aquecer a terra e fe-cundá-la, pois “luz direta” era “toda a luminosidade do astro plasmadana figura”: “Estava ali o sol”25.

A partir da escultura O Sol, o contemplador é já um iniciadoe a mensagem poética apresenta à recepção o processo de seleção ecombinação de cada escultura no museu, desvendando, assim, os pro-cedimentos da criação, participando de sua modelagem:

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 173

Ordenava de que o molde fosse levado para o lado que eu queria demons-trar, apontando-lhe suas vantagens. (...) Apenas um provisório sendo en-saiado. (...) Mas dali procurando em terra, a melhor estética do conjunto(...) o melhor efeito (...). E a coisa se mostrava – surgia (com aquela nos-sa insistência, a procurá-la ... tentando captar no aspecto do todo o máxi-mo que aquela combinação de elementos podia nos produzir)26.

Na esfera de contato com a contemplação da escultura O Ven-to, o receptor está apto a participar da mensagem poética. À luz da recep-ção, a escultura O Vento potencializa os desvendamentos da criação, bemcomo as relações que esses mantêm com os desvendamentos da condi-ção humana. Essa escultura “era muito mais trágica” que as demais e,também, “era algo que podia sublevar um espectador”27, pois era:

Tal como o vento – tal como os vendavais de um tufão onde o desen-cadeamento ficasse na mente de quem as pudesse encarar – mas naque-le extremo poderio de suas possibilidades cerceadas – presas ao golpeda criação para ser exibida parada! Isso o artista o conseguira28.

O Vento primordial, em sua origem mítica, reascende os mo-vimentos da condição humana, que inicia um processo de aderênciaaos procedimentos da criação. Nessa dimensão poética, a imaginaçãodinâmica faz do elemento humano, em estado de movimento poético,plasmar-se em criação, na escultura Destino. Nessa escultura, “a valên-cia do tempo decorrido parecia ali estática – quase sem valor”29, propi-ciando à condição humana, com seu Destino, elevar-se a quinto ele-mento constitutivo do universo, plasmando-se em obra de arte no Mu-seu das Esculturas, estando, dessa forma, livre das amarras do tempo.

Essa instância fecha o ciclo da narrativa, fazendo-a realizarum movimento de retorno à origem, o mar, na mesma alegórica canoaque, nessa dimensão poética, leva Orlando a uma nova travessia, umnovo recomeço.

NNoottaass::

1 Contato: [email protected] Mário PEIXOTO, Limite. Rio de Janeiro, Funarte, (198-). (Tesouro do Cinema

Brasileiro).3 Mário PEIXOTO, O inútil de cada um (trecho de diário) “O ruído persegue”: ro-

mance. Rio de Janeiro, Record, 1984, v.1. Itamar.4 Mário PEIXOTO, O inútil de cada um. 2.ed. Rio de Janeiro: Sette Letras, 1996.

174 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

5 Paul RICOEUR, Tempo e narrativa. Tradução de Marina Appenzeller. Campinas,Papirus, 1995. Vol. 1, pp. 19

6 Mário PEIXOTO, O Inútil..., Op.Cit., pp.83 7 Marcel MARTIN, A linguagem cinematográfica. Tradução Paulo Neves. São Pau-

lo, Brasiliense, 2003, Tradução de: Le langage cinématographique, pp.938 Marcel MARTIN, A linguagem...Op.Cit., pp.28.9 Marcel MARTIN, A linguagem...Op. Cit., pp. 6310 Marcel MARTIN, A linguagem...Op. Cit., pp. 226.11 Marcel MARTIN, A linguagem...Op. Cit., pp. 6312 Marcel MARTIN, A linguagem...Op. Cit., pp. 2513 Gaston BACHELARD, A água e os sonhos: ensaios sobre a imaginação da maté-

ria. Tradução Antonio de Pádua Danesi. São Paulo, Martins Fontes, 1998, (Co-leção Tópicos), Tradução de: L’ eau et lês réves, pp. 158.

14 Gaston BACHELARD, A água...Op.Cit., pp.158.15 Gaston BACHELARD, A água...Op.Cit., pp. 3316 Gaston BACHELLARD, O ar e os sonhos: ensaio sobre a imaginação do movi-

mento. Tradução Antonio de Pádua Danesi. São Paulo, Martins Fontes, 1990,Tradução de: L’air et les songes, pp. 235.

17 Saulo PEREIRA DE MELLO, Limite: angústia, Inédito, 2002, pp. 218 Gaston BACHELLARD, O ar...Op.Cit., pp. 234.19 Saulo PEREIRA DE MELLO, Limite...Op.Cit., pp. 01 20 Gaston BACHELLARD, A poética do espaço, Tradução Antonio de Pádua Dane-

si. São Paulo, Martins Fontes, 2000. (Coleção Tópicos), Tradução de: La poéti-que de l’espace, pp.07

21 Mário PEIXOTO, O inútil de cada um (trecho de diário) ...Op.Cit, pp. 321.22 Mário PEIXOTO, O inútil de cada um (trecho de diário) ...Op.Cit, pp. 321-322.23 Mário PEIXOTO, O inútil de cada um (trecho de diário) ...Op.Cit, pp. 322.24 Gaston Bachellard, Fragmentos de uma poética do fogo. Tradução Norma Telles. São

Paulo, Brasiliense, 1990, Tradução de: Fragments d’une poétique du feu, pp. 91.25 Mário PEIXOTO, O inútil de cada um (trecho de diário) ...Op.Cit, pp. 324.26 Mário PEIXOTO, O inútil de cada um (trecho de diário) ...Op.Cit, pp. 325-326.27 Mário PEIXOTO, O inútil de cada um (trecho de diário) ...Op.Cit, pp. 327.28 Mário PEIXOTO, O inútil de cada um (trecho de diário) ...Op.Cit, pp. 328.29 Mário PEIXOTO, O inútil de cada um (trecho de diário) ...Op.Cit, pp. 352.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 175

176 Francisco Ollero Lobato

SSoobbrree ppaattrriimmoonniioo ccuullttuurraall yyppaarrttiicciippaacciióónn cciiuuddaaddaannaa

Edna Hernández González.LTMU-Instituto Francés de Urbanisme/Paris Est

RReessuummeenn

El concepto de patrimonio cultural, al igual que un gran número deparadigmas, se encuentran en constante evolución debido a las nuevastendencias en términos de: desarrollo durable, nuevas tecnologías, glo-balización, entre otras. De esta forma, la reformulación de lo que esconsiderado como Patrimonio Cultural se traduce en la creación denuevas categorías propiciado no solamente la extensión del campo desalvaguarda y la protección de los bienes culturales, si no también, laintegración de nuevos actores urbanos que favorecen e intensificanuna participación ciudadana.

Esta última ha llegado a ser una práctica recurrente y un factor claveen el diseño de las políticas de salvaguarda del patrimonio, sin em-bargo, En que medida el patrimonio cultural puede ser observado co-mo una herramienta útil en la constitución de una participación ciu-dadana?

A partir de un breve análisis sobre la evolución del concepto de patri-monio cultural del contexto internacional versus le contexto mexicano,formularemos una serie de reflexiones sobre la participación de la so-ciedad civil y la gestión del patrimonio cultural tomando como casos

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 177

de estudio dos contextos urbanos diferentes: la ciudad patrimonial deLyon (Francia) y la ciudad patrimonial de Puebla (México)

Palabras clave: Patrimonio cultural, participación ciudadana, Puebla,Lyon

AAbbssttrraacctt

The concept of cultural heritage, as a great number of paradigms, is inconstant evolution due to the new trends in terms of: sustainable develop-ment, new communication technologies, globalization, among others.

In this way, the reformulation about what is considered like a culturalheritage reflects in the creation of new categories. This shift implies notonly the adaptation of the field of preservation and safeguard of cultu-ral goods, also the integration of new urban actors who encouragedand intensify the civil society participation.

Thus, the civil society participation has been a current practice and akey factor in the innovative policies for heritage safeguarding, nevert-heless, Can be the cultural heritage observed like a useful tool in theconstruction of civil society participation?

From a brief analysis on the evolution of the concept of cultural heri-tage in the international context versus mexican context, the paperbrings forward evidence to the questions of the civil society participa-tion and the management of the cultural patrimony takes into accounttwo urban contexts: the world patrimonial city of Lyon (France) andthe world patrimonial city of Puebla (Mexico).

Key words: cultural heritage, civil society participation, Puebla, Lyon.

IInnttrroodduucccciióónn

En las últimas décadas conceptos como, globalización, desa-rrollo durable y nuevas tecnologías, entre otros, han propiciado un rea-juste y una evolución en gran parte de las ciencias. Sin duda, el concep-to de patrimonio cultural es un claro ejemplo de dicha dinámica, en loque se refiere a la construcción de nuevos paradigmas. En este sentido,la formulación de nuevas categorías del patrimonio cultural ha propi-ciado no solamente la extensión del campo de salvaguarda y la protec-

178 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

ción de los bienes culturales, si no también, la integración de nuevosactores urbanos que favorecen e intensifican la participación ciudada-na en la producción de la ciudad1.

El objetivo del documento es el de presentar una breve sínte-sis de la evolución del concepto de Patrimonio Cultural y su inscrip-ción en el ámbito local. Este último es observado como una herramien-ta útil en la constitución de una participación ciudadana enfocada a ju-gar un rol clave en el diseño de las políticas de salvaguarda del patri-monio. El documento se estructura en tres apartados, en primer lugarrealizamos una breve revisión sobre la evolución del concepto de patri-monio cultural en términos generales, para enseguida poder describirdicha evolución en el ámbito mexicano, con el objetivo de contextuali-zar el tercer apartado del documento donde se formula una serie de re-flexiones sobre la participación de la sociedad civil y la gestión del pa-trimonio cultural en dos contextos urbanos diferentes, la ciudad patri-monial de Lyon (Francia) y la ciudad patrimonial de Puebla (México),para así concluir con una serie de consideraciones finales.

ii)) UUnn ccoonncceeppttoo eenn ccoonnssttrruucccciióónn ccoonnttiinnuuaa:: eell PPaattrriimmoonniioo CCuullttuurraall

Como es bien sabido, el patrimonio cultural se enfocó en unprimer tiempo en la protección y conservación de las manifestacionesculturales materiales producidas por la sociedad (el patrimonio cultu-ral tangible). Monumentos, conjuntos arquitectónicos, sitios arqueoló-gicos, que observaban un valor universal excepcional desde el punto devista histórico, estético, arqueológico, científico, etnológico o antropo-lógico, fueron protegidos por una jurisdicción especifica a nivel nacio-nal e internacional2.

Sin embargo la percepción sobre qué es y qué comprende elpatrimonio cultural, fue modificada durante el último tercio del sigloXX, gracias al reconocimiento de nuevos conceptos como, el desarrollode los pueblos, la tolerancia, la diversidad cultural y la conservación delmedio ambiente. De igual forma, el concepto de “cultura” fue enrique-cido por nuevos paradigmas como: el conjunto de conocimientos, va-lores, habilidades, símbolos, significados, formas de comunicación yorganización social, entre otros, que modifican de forma significativalo que hoy entendemos como cultura.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 179

De esta forma, durante la reunión de expertos realizada bajoel auspicio de la UNESCO e ICOMOS en el 2001, se declara de mane-ra sintética, que el Patrimonio Cultural “...es un receptáculo de la me-moria, y encierra los valores simbólicos de la identidad cultural de los pue-blos, nos ayuda a comprender a los otros y a nosotros mismos...”, englo-bando así, la mayoría de los conceptos antes mencionados.

Actualmente, el patrimonio cultural es un concepto queabarca todas las manifestaciones tangibles como las intangibles de unacultura. En este sentido, el concepto de patrimonio cultural intangibledesigna los aspectos inmateriales de la cultura, las producciones efíme-ras como, las creencias, las lenguas, los valores, las tradiciones o los co-nocimientos técnicos transmitidos en forma oral de generación en ge-neración, su amplio universo incluye, los cantos fúnebres, las danzasnupciales, las técnicas artesanales y los usos agrícolas, entre otros. Deesta forma, el concepto de patrimonio intangible considera como tra-dición viva a la cultura transmitida oralmente como fruto de su esfuer-zo de adaptación y configuración social en constante evolución3. Enconsecuencia preconizamos que el patrimonio intangible es formuladocomo respuesta al contexto contemporáneo con el objetivo de promo-ver y garantizar las identidades locales, trastocadas por la dinámica ac-tual en la que se inscriben las sociedades contemporáneas orquestadaspor un mundo global.

Si bien, en sus inicios la política de salvaguarda del patrimo-nio cultural favorecía la conservación de las manifestaciones materia-les, debido a los altos riesgos de degradación, causados por los aconte-cimientos sociales o por la acción del tiempo. Hoy en día, la proteccióndel patrimonio intangible se inscribe integralmente en dicha política,debido a la inminente amenaza de desaparición de ciertas manifesta-ciones culturales.

Así, la evolución del concepto de patrimonio cultural y laformulación de nuevas categorías son un factor clave para la gestióndel mismo4. El interés por revelar y sostener la gran diversidad de lasinteracciones de los hombres y su entorno, con el objetivo de protegerlas culturas tradicionales y preservar las huellas de sus antiguos pobla-dores, han conducido a establecer una denominación especial a estossitios, denominándolos Paisajes Culturales, que actualmente se inscri-ben en la lista de patrimonio mundial”5. Este concepto, se establececomo la combinación de la actividad humana intencionada o no, vin-

180 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

culada estrechamente con la naturaleza, que ilustra la evolución de lassociedades y los establecimientos humanos a través del tiempo, así co-mo su influencia dada por las ventajas y obstáculos de su entorno so-cial y natural.

Otra de los conceptos inscritos dentro del rubro de nuevascategorías es el espacio cultural, enunciada por la UNESCO en la Pro-clamación del 18 de mayo de 2001, la cual designa los lugares que con-centran actividades culturales populares y tradicionales vinculadas auna temporalidad que permite repetir regularmente un acontecimien-to, rituales cotidianos y procesiones anuales6. Así mismo, el conceptode patrimonio industrial tiene como objetivo la salvaguarda de los bie-nes e inmuebles generados por la cultura industrial con valor históri-co, tecnológico, social, arquitectónico y científico. Su valor reside en serun testimonio de las actividades productivas del hombre en el trans-curso del tiempo, modificó de forma particular el paisaje rural y urba-no, así como los modos de vida de sus pobladores.

En esta metamorfosis continua del paisaje urbano se inscribela categoría de patrimonio moderno (siglos XIX-XX), con la cual se lo-gra salvaguardar las diversas manifestaciones arquitectónicas y urbanasproducidas a partir del s. XIX, donde los avances tecnológicos, la com-posición arquitectónica, la optimización de los recursos han dado co-mo resultado la construcción de importantes iconos de la arquitecturay del urbanismo moderno, v.gr., Ciudad Universitaria de la ciudad deMéxico, la ciudad de Brasilia, entre otros.

De esta forma, durante las últimas décadas el contexto ur-bano ha sido una las figuras predominantes en términos de patrimo-nio cultural” Sin embargo, actualmente podemos observar un cre-ciente interés por la protección de las manifestaciones culturales rea-lizadas en un contexto rural, las cuales se inscriben en la categoría deasentamientos y arquitectura vernácula, enfoca en la protección,conservación y catalogación de los sistemas constructivos tradiciona-les realizados por la comunidad local. La coherencia en su morfolo-gía arquitectónica, su estilo, así como, las soluciones adoptadas enrespuesta a los requerimientos funcionales, sociales y ambientales desu entorno, conforman una manifestación cultural propia al contex-to en el cual se inscribe. Uno de los principales objetivos de la salva-guarda y la conservación de la arquitectura vernácula, reside en la im-portancia que se otorga a la transmisión de un savoir-faire local en

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 181

términos de diseño, de auto-construcción y el bagaje cultural intrín-sico que ello conlleva.

Así mismo, la reciente categoría de sitios funerarios, incluyemontículos, mausoleos, tumbas, cenotafios y cementerios, sin distin-ción del periodo histórico al que pertenece. En dicha categoría se reali-zó recientemente la inscripción de cementerios históricos, v. gr., el ce-menterio de la ciudad de Bogotá y el cementerio de Père Lachaise enParís, los cuales conservan una serie de manifestaciones arquitectóni-cas, escultóricas y artísticas, de gran interés en el ámbito de la protec-ción del patrimonio cultural. Otra nueva categoría es la arqueologíasubacuática, que se ubica como una ramificación de la salvaguarda delpatrimonio arqueológico. En este sentido, el patrimonio cultural suba-cuático encierra las evidencias físicas de orden cultural, ubicadas en ce-notes, cuevas inundadas, ríos, manantiales, lagos y lagunas.

Finalmente, la categoría de rutas o itinerarios culturales pro-tege los espacios creados a través de los movimientos poblacionales,siendo aquellos sitios de encuentro, de reproducción de valores y de in-tercambio donde se hacen materializan diversas manifestaciones cultu-rales. En este concepto se integran aspectos del patrimonio tangible eintangible, los cuales observan una expresión de continuidad cultural yde intercambio entre pueblos.

iiii)) EEll ccoonncceeppttoo ddee ppaattrriimmoonniioo ccuullttuurraall eenn eell áámmbbiittoo mmeexxiiccaannoo

La diversidad del patrimonio cultural mexicano es el resultadode un importante proceso de transculturación, inscrito en las diversas ca-tegorías del patrimonio cultural y que refleja, en la mayoría de los casos,una simbiosis de las diferentes categorías (patrimonio tangible, intangi-ble et natural). Tal es el caso de los sitios que reflejan técnicas construc-tivas específicas a su entorno natural, v.gr. las capillas abiertas de ciertosconjuntos arquitectónicos la arquitectura vernácula, ello favorece unacontinuidad de tradiciones y costumbres, sobre todo en los contextos ru-rales7 (Imagen 01, Técnicas constructivas tradicionales, México).

Hoy en día, la puesta en valor de dicha herencia cultural co-loca en primer plano la historicidad que ha marcado el contexto mexi-cano, dejando ver, cómo los usos y las costumbres se modifican, se re-modelan y se adaptan a las nuevas dinámicas sociales. Las técnicas

182 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

constructivas dan muestra de una determinada época en el contextourbano y rural a lo largo de siglos de ocupación, configurando un am-plio abanico del patrimonio cultural mexicano.

En un inicio, al igual que en el ámbito internacional, el con-cepto de patrimonio no observaba la totalidad de la diversidad cultu-ral existente, tal y como lo menciona Florescano8, “aún cuando se su-braya el carácter nacional de algún tipo de patrimonio, de ciertas heren-cias culturales, o se habla de una identidad común a todos los mexicanos,es un hecho que estos conceptos carecen de tal dimensión y no incluyen atodos los sectores, etnias y estratos, como tampoco pueden comprender susparticulares expresiones culturales”.

Sin embargo, el concepto de patrimonio cultural no tardo enser modificado, siguiendo las tendencias de orden internacional, lo-grando replantear un concepto más incluyente: “...lo que antes se consi-deraba casi exclusivamente como patrimonio nacional, esto es, el legadoarqueológico, histórico y artístico de los grupos dominantes y de la altacultura (templos, palacios, centros ceremoniales, objetos suntuarios), -elcual- hoy ha sido notoriamente ampliado a fin de que comprenda las po-blaciones de campesinos, la diversidad ecológica, las ciencias tradiciona-les, la cultura material, las tecnologías y mentalidades populares”9. (Ima-gen 02: Sitio Arqueológico de Chichen Itza, México)

Así, la valoración del patrimonio cultural confirma el princi-pio de diversidad y diferencia existente en la producción de las diversasmanifestaciones culturales, donde cada grupo social establece y definesu patrimonio cultural a partir de una percepción local. En la medidaque el concepto de diversidad cultural se logre consolidar, lograremosconstituir un conjunto plural y heterogéneo de lo que hoy considera-mos, patrimonio cultural.

En el contexto nacional, una de las primeras leyes federalesexpedidas el 31 de enero de 1930, versaba sobre la protección y laconservación de monumentos y bellezas naturales, donde se estable-cieron normas para el cuidado de los monumentos arqueológicos, asímismo, por vez primera los monumentos históricos y los lugares debelleza natural fueron tomados en cuenta por esta ley. Posteriormen-te, se crea la “Ley sobre protección y conservación de Monumentosarqueológicos e históricos, poblaciones típicas y lugares de bellezanatural”, expedida el 19 de enero de 1934. La reactualización de loscriterios y diversos intereses han llevado a modificar la legislación fe-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 183

deral, actualmente se encuentra vigente la “Ley federal sobre monu-mentos y zonas arqueológicos, artísticos e históricos”, expedida en1972, de la cual derivaron las Declaratorias de Zonas de Monumentostanto Arqueológicos como Históricos10. En lo que respecta a las Zo-nas de Monumentos Arqueológicos, de los más de 100 mil sitios ar-queológicos que existen en el país sólo 31 mil están registrados, y delas 172 zonas arqueológicas abiertas al público, sólo 26 están protegi-das con las declaratorias respectivas11. En lo relativo a las Zonas deMonumentos Históricos, hasta el momento existen Declaratorias de56 localidades en 24 estados del país, con un total de 17,240 monu-mentos históricos protegidos en 182 km2 de área de protección, a car-go del Instituto Nacional de Antropología e Historia12.

Tal diversidad cultural nos invita a interrogarnos sobre el dis-curso hegemónico existente en el ámbito de la gestión del patrimoniocultural, el cual versa sobre la inminente desaparición de un gran nú-mero de manifestaciones arquitecturales, urbanas y culturales, que enciertas ocasiones, conlleva a una fiebre de “patrimonializaciôn”13 don-de el principal riesgo es en convertir en “museo”14 los centros históri-cos, sustituyendo el “valor de uso” (habitacional) al “valor simbólico”(cultural y/o comercial)15. De esta forma, resulta primordial la adop-ción de mecanismos de concertación entre expertos, instituciones gu-bernamentales y la ciudadanía, con el objetivo de favorecer una parti-cipación ciudadana organizada.

iiiiii)) RReefflleexxiioonneess ssoobbrree llaa ggeessttiióónn ddeell ppaattrriimmoonniioo ccuullttuurraall yy llaa ppaarrttiicciippaacciióónncciiuuddaaddaannaa

El contexto actual de salvaguarda del patrimonio cultural enel ámbito nacional, puede considerarse como una serie de accionesbien intencionadas que no logran resolver de manera efectiva la situa-ción precaria en la que se encuentran un gran número de centros his-tóricos mexicanos. Recientemente, el nuevo enfoque de la gestión delpatrimonio cultural -hasta hace no más de diez años inexistente en elámbito local, como tal- , anuncia una política cultural que debe inte-grar un extenso horizonte de necesidades, tareas, responsabilidades etcolmar verdaderamente las implicaciones que el concepto de patrimo-nio cultural expresa.

184 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

De esta forma, la gestión del patrimonio cultural se definecomo: el conjunto sistemático de acciones, basadas en principios y cri-terios de las ciencias de la conservación, que tienen por objetivo regu-lar, coordinar y promover, mediante políticas, ordenamientos jurídicosy diversos instrumentos legales y administrativos, las actividades de losdiferentes sectores sociales involucrados con el objetivo de lograr unaóptima conservación de los bienes patrimoniales, en beneficio del de-sarrollo integral de una comunidad, así como un uso de estos bienesadecuado a las exigencias sociales contemporáneas16.

Así, podemos preconizar que el objetivo de la gestión del pa-trimonio cultural es el diseño de Planes de gestión integrales de salva-guarda adaptados a un contexto local, que observen la participación delos diversos actores urbanos. Sin embargo, más allá de la falta de espe-cialistas en materia de conservación o de la poca precisión en las decla-ratorias de sitios17, uno de los factores que consideramos fundamenta-les en el diseño de políticas integrales en la gestión del patrimonio cul-tural es la existencia de una cultura ciudadana, que se traduzca en unaparticipación ciudadana consciente del importante papel que juega eneste rubro. Si bien, la integración del sistema institucional es un requi-sito básico para la gestión del patrimonio cultural; la movilización y laarticulación de los diversos actores es indispensable para la ejecución yel acompañamiento de las acciones a realizar18. De esta forma, el ejem-plo de diversas ciudades patrimoniales europeas dan muestra de unaparticipación ciudadanía organizada, que ha favorecido un cierto equi-librio entre la salvaguarda del patrimonio cultural y el desarrollo eco-nómico del sitio, como ha sido el caso de ciudad de Lyon, Francia.

La ciudad de Lyon que hasta finales de los años 80’s no figu-raba como una ciudad interesada en la salvaguarda de su patrimoniocultural, decide iniciar una metamorfosis intensa en términos de supolítica cultural19. En 1989 se realiza la inscripción del “Antiguo Lyon”en la lista de patrimonio de la UNESCO; la particularidad de esta ins-cripción radica en la intensa movilización de la sociedad civil, acompa-ñada de un fuerte soporte político voluntarista20 (Imagen 03: Plaza deTerreaux, Lyon). A partir de esta acción podemos identificar ciertosfactores que marcan la importancia de la participación ciudadana en-torno al patrimonio cultural observado como un útil de cohesión so-cial, al mismo tiempo, que como un motor de desarrollo económico,en el caso del centro histórico de Lyon:

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 185

• La participación activa de la sociedad civil, es una participación Or-ganizada, que logra posicionarse en el tiempo (continuidad en lasiniciativas) y en el espacio (la presencia física diversas asociacionesciviles y su inscripción en la vida de los barrio históricos).

• La participación ciudadana, se organiza a partir de la creación de“Comités de Intereses Locales”, donde los integrantes de dichos co-mités son los propios habitantes de la zona patrimonial, que practi-can de forma cotidiana el entorno urbano.

• El “Comité de Intereses Locales” diseña y propone recorridos tu-rísticos a la oficina de turismo la ciudad, los cuales son concerta-dos previamente con los habitantes; ya que gran parte de la rique-za arquitectónica de los inmuebles patrimoniales se localiza en suspatios interiores. En consecuencia, la oficina de turismo de la ciu-dad se apoya en la información y en el conocimiento acumuladode los integrantes del comité.

• El desarrollo de un sentimiento de pertenencia de los habitantes ha-cia su hábitat cotidiano (la zona patrimonial) promueve una parti-cipación comprometida no sólo entorno de la salvaguarda del patri-monio cultural, sino también con el desarrollo económico y socialde la zona (v.gr la instalación de comercios turísticos, bares, restau-rantes, boutiques de souvenirs, siguiendo una lógica de compromi-so social). De igual forma, la instalación de casas-habitación de in-terés social en la zona patrimonial es fomentada, con el objetivo deconservar una diversidad de población y frenar el fenómeno de gen-tifrication en la zona21.

La importancia de identificar ciertas características generalesen el caso de la ciudad de Lyon, radica en el aspecto pedagógico comouna experiencia que puede ser contrastada con el contexto urbano dela ciudad patrimonial de Puebla, México22, a fin de identificar a grosomodo la situación que observa la participación ciudadana entorno a supatrimonio cultural.

La zona patrimonial de la ciudad de Puebla fue inscrita en lalista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1987, como resultadola política de salvaguarda del patrimonio cultural se ha convertido enuna de las principales prioridades de la estrategia metropolitana23

(Imagen 04: Pasaje del Carolino, Puebla). Sin embargo, y a pesar de losmúltiples intentos realizados a nivel gubernamental el panorama del

186 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

centro histórico continúa siendo contradictorio. En este sentido, la zo-na patrimonial muestra un bajo índice de uso habitacional y la fuertepresencia de un comercio terciario provoca frecuentes modificacionesarquitectónicas al interior de los inmuebles, con el objetivo de reutili-zarlos como bodegas o áreas de servicio24. Así mismo, un sistema detransporte sin regulación alguna, y la ubicación de un gran mercado enlos límites de dicha zona, son muestra de la necesidad imperiosa del di-seño de un plan de gestión de salvaguarda del patrimonio que logremitigar el panorama actual.

En este sentido, resulta pertinente cuestionarnos sobre laconfiguración y el papel que juega la participación ciudadanía entornodel patrimonio cultural de la zona histórica, de esta forma identifica-mos las siguientes características:

• La participación colectiva de la ciudadanía es esporádica, se realizade forma puntual. Dicha participación se efectúa solo ante activida-des o eventos que trastocan una identidad cultural colectiva25.

• La organizaciones ciudadanas existentes son escasas, entre ellas po-demos citar, el Patronato del Centro Histórico que es una organiza-ción sobre todo de carácter administrativo, por otra lado, la Asocia-ción de Amigos del Centro Histórico, es una asociación conforma-da principalmente por especialistas que observa una escasa partici-pación de la población civil.

• El bajo índice de ocupación habitacional en la zona del centro his-tórico, provoca que la participación por parte de los habitantes enel diseño de las políticas de salvaguarda de la zona patrimonial, seacasi inexistente o no organizada.

• En contra parte, un alto índice de asociaciones de comerciantes enel centro histórico son un factor de presión importante. Dichas aso-ciaciones mantienen una relación estrecha con los diferentes acto-res políticos y económicos, con el objetivo de proteger los interesesde sus agremiados, colocando en un segundo plano un compromi-so social, vis-à-vis, de la conservación del patrimonio cultural.

• La presencia de asociaciones de habitantes están presentes sobre to-do en los barrios tradicionales de la ciudad, los cuales se ubican enlos límites de la zona patrimonial.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 187

CCoonnssiiddeerraacciioonneess ffiinnaalleess

La evolución del concepto de patrimonio cultural, que inclu-ye la formulación de nuevos categorías de patrimonio, es integrado rá-pidamente en la mayoría de los países. Sin embargo, el enfoque bajo elcual se efectúa la gestión del patrimonio cultural en las diferentes lati-tudes, confirma la enorme diversidad de las formas en que se percibe yperpetúa el legado cultural.

En el ámbito mexicano, la salvaguarda, la gestión y la difusióndel patrimonio cultural son realizadas por instituciones gubernamen-tales que frecuentemente se ven rebasadas en su capacidad de respues-ta. Las actividades de coordinación entre las distintas instituciones setornan difíciles, debido a la ausencia de un dispositivo normativo quepermita coordinar eficientemente las acciones entre dichas instancias.Sin embargo, el reto principal continua siendo el de lograr una partici-pación activa de la población que habita y practica cotidianamente laszonas del patrimoniales.

En este sentido, podemos considerar que para el caso del cen-tro histórico de Puebla, el bajo porcentaje de ocupación habitacional enla zona se convierte en un factor determinante en lo que se refiere a laparticipación por parte de los habitantes en las políticas de salvaguar-da. Si bien, la existencia de organizaciones civiles evidencia en ciertamedida una participación ciudadana, consideramos que el hecho deque sus integrantes no residan en la zona del centro histórico mitiga elsentimiento de pertenencia al sitio. De esta forma, favorecer el uso re-sidencial en la zona permitiría la conformación de asociaciones de ve-cinos, que compartan intereses comunes referentes a la vida colectivaen un contexto urbano histórico, que participen de las decisiones y lasestrategias relacionadas con la transformación, la conservación, y el de-sarrollo social y económico de la zona.

Si bien la participación de la sociedad civil ha dejado de seruna práctica excepcional, aún resta transformarla en una practica habi-tual y perenne que se traduzca en el aumento de asociaciones, patrona-tos o juntas de vecinos26.

De esta forma, el patrimonio cultural puede ser visto comouna herramienta útil a la cohesión social y al desarrollo económico. Sinolvidar que debe existir identificación y una apropiación del patrimo-nio cultural por parte de los ciudadanos, lo cual se traduce en un com-

188 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

promiso social hacia su entorno inmediato y una participación organi-zada. En segundo lugar, es importante lograr un equilibrio entre el de-sarrollo económico – aumento del turismo cultural27- y la vida cotidia-na de los habitantes. Ello requiere de una política sumamente volunta-rista por parte de todos los actores que intervienen en la construccióndiaria del espacio cultural.

En esta medida, consideramos que podría desarrollarse unacultura ciudadana que participe del patrimonio cultural, que asuma lasalvaguarda de dicho patrimonio, no solo como la tarea de las institu-ciones locales, nacionales e internacionales, si no, por el contrario co-mo una tarea compartida con los ciudadanos, que a su vez podrán ju-gar un rol de presión, de equilibrio y un catalizador en la definición depolíticas del patrimonio cultural a corto, mediano y largo plazo.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 189

Imagen 1. Técnicas constructivas tradicionales, México.

190 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

Imagen 2. Sitio Arqueologica de Chichen Itza

Imagen 3. Plaza de Terreaux Lyon

NNoottaass::

1 François ASCHER, Métapolis uo l’avenir des villes, Paris, O. Jacob, 19952 Enrique FLORESCANO, (coord.), El patrimonio de México I, México, D.F., CO-

NACULTA –FCE, 1997.3 UNESCO, Convención sobre el patrimonio intangible, 2003. www.unesco.org.cul-

ture Consulta 10/09/20084 ICOMOS, El Patrimonio Cultural Hoy, 2002. www.unesco.org.culture Consulta

19/09/20085 Cfr. http://portal.unesco.org/culture/fr/ev.php-URL ID=34323&URL DO=DO

TOPIC&URL SECTION=201.htlm Consulta 23/09/20086 Declaración sobre de la UNESCO sobre la diversidad cultural, 2002, www.unes-

co.org/culture Consulta 19/09/20087 Luis F. GUERRERO & Luisa LEAL (Eds), Anuario de Estudios de Arquitectura

2003, Historia, Critica, Conservación, México, Universidad Autónoma de Méxi-co, 2003.

8 Enrique FLORESCANO, (coord.), El patrimonio nacional... p.18.9 Idid., p.25.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 191

Imagen 4. Pasaje del Carolino Puebla.

10 Guillermo BONFIL, “Nuestro Patrimonio cultural: un laberinto de significados”,en Flores, E. (comp), El patrimonio cultural de México, CONCULTA- FCE, Méxi-co, 1993, pp. 19-39.

11 http://www.conservacionyrestauracion.inah.gob.mx/html/Conservacion-restauracion.html Consulta 23/09/2008

12 El patrimonio cultural de México lo integran: nueve centros históricos, ocho si-tios prehispánicos, cuatro declaratorias sobre monumentos, una pintura rupes-tre, una declaratoria de patrimonio intangible y dos reservas ecológicas, se en-cuentran inscritos en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, patrimo-nio que ha sido catalogado desde 1987 hasta el 2004. Cfr. http://www.inah-.gob.mx/ Consulta 23/09/2008.

13 Françoise CHOAY, L’urbanisme, utopies et réalités- une anthologie, Paris, Le Seuil,1965.

14 V.gr, el caso de la ciudad de Venecia o de ciertas Islas griegas, dónde el numérode turistas duplica el numéro de habitantes. Courrier International, Num 933 du18 sept au 23 septembre 2008.

15 El caso del Proyecto de Salvaguarda del Paseo de San Francisco, Puebla, México,donde la salvaguarda del patrimonio industrial implico la desafectación del usohabitacional de vecindades y por ende el desalojo de múltiples familias, invita auna reflexión critica sobre la validez y el dialogo de los diferentes conceptos depatrimonio cultural (patrimonio industrial & patrimonio intangible – modos devida específicos ligados a la vida cotidiana de la vecindad) y a la visión global quedebe observar el desarrollo cultural, social y económico de los centros urbanos acarácter histórico. http://www.paseosanfrancisco.com.mx Consulta 23/09/2008

16 Ernesto BECERRIL, “La gestión jurídica del patrimonio cultural de México” enGestión del patrimonio cultural, realidades y retos, ICOMOS, Guanajuato, Se-cretaría de Cultura de Puebla, 2003.

17 UNESCO, Informe sobre el estado que observan los sitios de Patrimonio Mun-dial en América Latina, llevado a cabo en agosto de 2004. www.unesco.org/cul-ture Consulta 10/09/2008

18 Nestor CANCLINI GARCIA, Consumidores y Ciudadanos. Conflictos multicultu-rales de la globalización. Grijalbo, México, 1995.

19 El diseño de una nueva política cultural en la ciudad de Lyon forma parte de unaplanificación global de la ciudad, a nivel urbano, económico y social. Los facto-res de esta actividad fueron pautados por factores locales, nacionales e inclusopor factores ligados a la creación de la Unión Europea.

20 http://www.culture.lyon.fr/culture Consulta 22/09/200821 Alain BOURDIN, “Gentrification: un ‘concept’ à déconstruire”, en Revue Espaces

et Sociétés No. 132-133, 2008, pp. 14-21.22 Es importante anotar que este ejercicio de comparación se inscribe en un traba-

jo de tesis doctoral en curso, inscrita en el Instituto Francés de Urbanismo, ParisVIII.

23 Patrice MELE, «Historicité et espace Urbain, patrimoine et stratégies d’imagedans les centres-villes mexicaines », Cahiers des Amériques Latines No.18,IHEAL, Paris, 1995, pp. 18-25.

192 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

24 Socorro SANTIN, El mercado Guadalupe Victoria, Puebla, Benemérita Universi-dad Autónoma de Puebla, 1999.

25 Una fuerte movilización de la sociedad civil se registro a partir del proyecto decreación de estacionamientos subterráneos en la Plaza de Armas de la ciudad depuebla, durante la gestión municipal 2000-2003, cfr. La Jornada de Oriente, vier-nes 12/04/2002. http://www.jornada.unam.mx/2002/04/12/oriente-a.htm Con-sulta 20/09/2008

26 Soledad LOAEZA,“La sociedad civil me da miedo”, Cuadernos de Nexos, 69, mar-zo 1994, pp.V-VI

27 Mike DAVIS, City of Quarts, Verso, Londres 1990.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 193

194 Francisco Ollero Lobato

LLaa eexxtteennssiióónn uunniivveerrssiittaarriiaa ccoommoommaarrccoo aacccciióónn yy pprroommoocciióónn ddeell ddeessaarrrroolllloo ddeell ppaattrriimmoonniioo ccuullttuurraall yy eell aaffiiaannzzaammiieennttoo ddeellaass iiddeennttiiddaaddeess llooccaalleess eennAArrggeennttiinnaa

María Liliana N. Herrera Albrieu de Carrère1

Lic. María Elena Babino2

María de las Mercedes Reitano3

Ministerio de Educación, Ciencia yTecnología. Argentina

RReessuummeenn

El presente trabajo describe el desarrollo de una de las funciones uni-versitarias esenciales, la extensión, impulsada por un organismo delMinisterio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación Argentina.Las autoras abordan en particular, desde sus visiones y experienciaspersonales, el proceso de las convocatorias de proyectos de extensión,sus requisitos, marcos teóricos y análisis de casos.

Las propuestas seleccionadas para esta oportunidad, evidencian lapreocupación tanto del Ministerio citado como de las UniversidadesNacionales, en priorizar propuestas consensuadas que a partir de lapreservación del patrimonio cultural son generadoras de identidades

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 195

locales, de procesos de pertenencia, de participación comunitaria, deconstrucción de ciudadanía.

AAbbssttrraacctt

This work describes the development of one of the main universitaryfunction, extension, impeled by an organization from the Ministry ofEducation, Cience and Technology of Argentina’s Nation. The authorstackle in particular, from their visions and personal experiences, theprocess of extension proyects’ convocation, as well as their require-ments, theorical frameworks and analysis of each case.

The selected proposals in this opportunity, prove the concern of thisMinistry and of the National Universities on assigning priority to con-sensual proposals. These, by the preservation of patrimonial estate,produce local identities, belongings process, comunitary participationas well as an idea of citizenship.

IInnttrroodduucccciióónn

La función de extensión cobra particular significación en lacreación y multiplicación de vínculos con la sociedad, no sólo paratransferir conocimientos sino también para aprender y reflexionar so-bre su comportamiento y necesidades. La interacción con la sociedadfacilita la elaboración de respuestas eficaces y a la vez contribuye a en-riquecer la docencia y la investigación.

Existe consenso en el sistema universitario argentino en con-siderar a la extensión como la transferencia de conocimientos que segeneran y conservan en las universidades a la sociedad, al medio en laque ellas están insertas. Allí además se reflexiona, se aprende y se tomaninsumos que luego se vuelcan en la institución universitaria y que pue-den reorientar a la investigación y la docencia.

Este trabajo tiene como propósito vertir las apreciacionespersonales de las autoras4, sobre las experiencias desarrolladas duran-tes los años 2003 y 2004, relativas al desarrollo de la extensión univer-sitaria desde un organismo del Ministerio de Educación, Ciencia y Tec-nología de la Nación. Una de ellas como coordinadora del programa yde los procesos evaluación, selección y posterior seguimiento de pro-

196 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

yectos financiados y las otras dos en sus calidades de evaluadoras en losmencionados procesos. Asimismo se consideran los objetivos y accio-nes emprendidas desde la Coordinación de Extensión Universitaria y sehace especial referencia a aquellos proyectos que a partir de la preser-vación del patrimonio cultural son generadores de identidades locales,de procesos de pertenencia, de participación comunitaria, de construc-ción de ciudadanía.

EEjjeess qquuee ffuunnddaammeennttaann eell pprrooggrraammaa

Los objetivos y actividades que se generan en la Coordina-ción de Extensión, se programan en base a los ejes que establece la Se-cretaría de Políticas Universitarias, organismo perteneciente al Minis-terio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación para desarrollarsus políticas, entre ellos: la calidad y la pertinencia. En este sentido serealizará un breve tratamiento de estos dos ejes.

Calidad

Es sabido que existe una gran polisemia con respecto alconcepto de calidad, en esta circunstancia se lo relacionará con eltratamiento de la extensión universitaria en los procesos de evalua-ción institucional y acreditación que establece el sistema universita-rio argentino.

La extensión universitaria está contemplada en la vigente Leyde Educación Superior N° 24.521, por los artículos 28, 29, 44 y 73. Porejemplo el artículo 44 relativo a la evaluación y autoevaluación, en suparte pertinente dice: “Las instituciones universitarias deberán asegurarel funcionamiento de instancias internas de evaluación instituciona-l,…Abarcará las funciones de docencia, investigación y extensión,…”.

Es de destacar además que todos los estatutos que rigen a lasinstituciones universitarias argentinas, contemplan la función de ex-tensión. No obstante su reconocimiento, tanto por la citada ley comopor los estatutos universitarios, no existen hasta hoy parámetros, crite-rios o indicadores comunes en el sistema para ponderar su calidad.

A falta de parámetros, criterios e indicadores comunes, la Se-cretaría de Políticas Universitarias a través de la Coordinación de Ex-tensión, a la hora de formalizar las convocatorias, determinó sus pro-

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 197

pios requisitos para la presentación de los proyectos y criterios de pon-deración para la evaluación y selección.

Los requisitos han sido de exigencia paulatina, los primerosque corresponden a la convocatoria 2003 con impacto en el año 2004,fueron amplios y flexibles. Las propuestas debían orientarse a contri-buir a solucionar una situación social o socio cultural problemática o adesarrollar un aspecto, tema o área de la cultura nacional

En la convocatoria del 2004 con impacto en el año 2005, seintrodujeron otro tipo de requisitos, algunos de los cuales eran de na-turaleza excluyente para la aceptación de la propuesta, como: la ade-cuación temática; la justificación teórica; la integración de funciones,relacionada con la capacidad para articular la extensión con la investi-gación y la docencia y por último la coherencia metodológica. El restoeran de condición necesaria por cuanto si estaban ausentes, o eran in-completos, confusos, o susceptibles de cualquiera otra observación po-dían ser subsanados en todos los casos y continuar con la ejecución delproyecto.

Los criterios de ponderación para la evaluación y posteriorselección también variaron, conforme los requisitos y condiciones decada convocatoria.

PPeerrttiinneenncciiaa

Es sabido que el concepto de pertinencia de la Educación Su-perior, ha sido considerado por numerosos documentos de la UNES-CO a partir del año 1995. En oportunidad de realizarse la ConferenciaMundial de la Educación Superior convocada por la UNESCO, (Parísoctubre de 1998), se concibió a la pertinencia “en el sentido de la ade-cuación entre lo que una sociedad concreta demanda y lo que las institu-ciones de la Educación Superior hacen”5.

Desde esta perspectiva la idea de pertinencia enfatiza sobre larelación de la educación superior con la sociedad, con el exterior conlas comunidades en donde se encuentran insertas las instituciones de laeducación superior. Alega por la apertura, por el fortalecimiento de loslazos con el exterior circundante.

La referida Conferencia (1998) fue precedida por otras cua-tro de alcance regional, que fueron convocadas por las agencias regio-

198 Francisco Ollero Lobato (Coord.)

nales de la UNESCO, una de ellas fue la de América Latina que se reu-nió en La Habana-Cuba, en noviembre de 1996. En esa ocasión se acor-daron ciertos lineamientos que posteriormente tuvieron incidencia re-levante en los documentos finales de la citada Conferencia Mundial. Eneste sentido, Rafael Guarga recuerda: “En ellos, el desarrollo futuro de laEducación Superior se enmarcó en el nuevo papel del conocimiento comoinstrumento fundamental para el desarrollo sostenible de las sociedadesmodernas y, con este enfoque, se jerarquizó el acceso a la Educación Supe-rior como un derecho establecido en la Declaración Universal de los De-rechos Humanos (Art. 26) y como una herramienta esencial para la cons-trucción del futuro de toda sociedad”.

Las relatorías finales de la mencionada Conferencia del año1998, realzan la importancia para que las instituciones fundamentensus estrategias en objetivos y necesidades de la respectiva sociedad pa-ra lo cual habrán de contemplar el respeto por las culturas locales, laprotección del medio ambiente y las demandas del mundo del trabajo.

Otros aspectos que se han señalado en la noción de pertinen-cia, son: “…su relación más general con la sociedad y sus aportes a la ciu-dadanía política; su relación con la cultura y su dinamismo propio…”(UNESCO/1998).

Es oportuno destacar, que uno de los rasgos fundamentalesde la pertinencia es el de la obligación de democratizar el acceso a laeducación superior, por lo cual no habrá discriminaciones fundadas encuestiones de raza, género, idioma, religión, incapacidades físicas oconsideraciones económicas, culturales o sociales, sino el sólo méritode los aspirantes.

La Coordinación de Extensión Universitaria

Estos ejes rectores han sido el sustento de los objetivos y ac-tividades que ha determinado la Coordinación de Extensión Univer-sitaria, a partir del año 2002. Se realizará una somera referencia a lasactividades y entre éstas sólo a las convocatorias de proyectos de ex-tensión.

La primera de ellas se concretó en el año 2003, se orientaba ados ámbitos el social y el cultural y más allá de los objetivos que plan-teaba la convocatoria, la misma ha cumplido la finalidad de sensibili-zar y obtener un diagnóstico aproximado acerca de las actividades y lostemas sociales y culturales que las universidades priorizaban.

Patrimonio cultural, identidad y ciudadanía 199

En la convocatoria del año 2004 se determinaron tres grandesmódulos: social, cultural y de integración regional, con sus respectivaslíneas temáticas. Las establecidas para el Módulo Cultural fueron las si-guientes: Identidad y memoria; instituciones culturales; circuitos cul-turales; medios de comunicación; acceso a la información, a la culturay al conocimiento y comunidades originarias.

Varias de las propuestas presentadas, participaban en más deuna línea temática pero había una que prevalecía sobre las otras y esteha sido el criterio sostenido para las evaluaciones. Tanto en una convo-catoria como en la otra siempre han estado presentes los temas relati-vos a: la preservación del patrimonio, la identidad, acceso a la informa-ción, a la cultura y al conocimiento, entre otros, los cuales encuentransu fundamento en la construcción de ciudadanía. Este ha sido y es untema recurrente en los talleres, jornadas y foros.

En esta instancia es menester recordar algunos conceptos rela-cionados con la ciudadanía y en particular con su ejercicio garantizadoa través de normas que el mismo Estado contempla en su ordenamien-to jurídico. Conceptos que también han servido de sustento para eva-luar los proyectos.

Ciudadanía

Algunos especialistas definen a la ciudadanía como “La rela-ción que vincula a todos los miembros de un mismo cuerpo político. Estossujetos adquieren la categoría de ciudadanos, en un sentido amplio (Gar-della, 1997) cuando gozan de derechos humanos, es decir civiles, políticos,sociales, económicos, culturales y los derechos de solidaridad…”6. No obs-tante, en un sistema democrático por ejemplo para que exista ciudada-nía, es necesario que el Estado la reconozca y permita su ejercicio, si-tuación que se expresa en un primer momento a través de un sistemanormativo.

En nuestro país, Argentina, la Constitución Nacional dedicavarios artículos a los derechos humanos e incluso, con la última Refor-ma de 1994, se han incorporado los derechos de tercera generación. Sehace necesario, como cuestión previa a la mención específica de algu-nos de estos artículos, particularmente lo relacionado con los aspectosculturales, hacer una pequeña referencia a la evolución de los derechoshumanos desde una perspectiva teórica.

200 Francisco Ollero Lobato (Coord.)