Pan Coliza(inspirada en la receta del libro Todo Panes & Pasteles: Regionales - página 8)

(rinde 12 panes)

English version

Ingredientes

500 gr. de harina

15 gr. de leche en polvo

10 gr. de anís

200 ml + 2 cucharadas de agua

9 gr. de sal

60 gr. de azúcar

1 huevo

35 gr. de mantequilla sin sal

6 gr. de levadura instantánea

Preparación

En un tazón colocar la harina con la leche en polvo, el azúcar, sal y anís y mezclar.

Agregar la levadura y mezclar, se usa la levadura seca en lugar de la instantánea, hacer un

hueco en el centro de la harina y colocar ahí la levadura.

Agregar el huevo, agua y mantequilla y con un cuchara de madera unir para disolver la

mantequilla y comenzar a formar la masa.

Colocar en tazón en la batidora adaptada con el gancho de amasar y batir por unos 5 minutos

o hasta que la masa se desprende de los bordes.

Pasar la masa a una mesa y amasar un poco para formar un bollo.

Espolvorear ligeramente la mesa con harina y con ayuda de un rodillo, estirar la masa en

forma rectangular. Dividir la masa en tres partes iguales y pincelar aceite a las dos terceras

partes.

El tercio que quedó sin aceite doblarlo sobre el tercio del medio, luego doblar el último tercio

que quedó con aceite.

Estirar nuevamente con el rodillo y cortar cuadrados de 8 centímetros.

Colocarlos en una placa aceitada y con silpat y con un cortador redondo marcar firmemente

el centro de cada cuadrado. Cubrir y dejar reposar por 1 hora o hasta que duplique el

volumen.

Precalentar el horno a 320°F/160°C.

Pincelar cada pan con huevo batido con un poco de agua y hornear por 30 minutos o hasta ver que el pan haya dorado.

Esta deliciosa receta ha sido preparada para tí por Mi Vida en un Dulce

de recetas que andaba perdido entre mis otros libros de recetas algo más grandes, creo que estaba un poco intimidado y ni me acordaba que lo tenía.

El Pan Coliza es un pan algo crocante y de sabor un poco dulce y es típico servirlo en las casas a la hora del lonche, por lo menos así era en la casa de mis papás.

En el Perú nos encanta comer, sobre todo los fines de semana que hay más tiempo para estar sentados a la mesa sin el apuro del trabajo o del colegio, así que podemos darnos el gusto de disfrutar cada minuto con las comidas que se sirven. Por ejemplo, los desayunos de fin de semana en mi casa incluyen huevo, ya sea frito, revuelto o pasado. También hay tocino, o salchicha de huacho o chorizo de la selva, naturalmente también jugo de naranja recién exprimido, mantequilla, aceitunas y queso serrano, y bueno leche para los chicos y café recién pasado para mi esposo y para mí.

Lo único que resulta difícil es el pan, como no tenemos una panadería cerca nos limitamos al pan de molde, a menos que el día anterior en la noche pasemos por el supermercado más cercano a mi casa y compremos pan francés, en ese caso al día siguiente lo ponemos unos minutos en el horno para calentarlo y listo….aunque la vedad, no es igual. Cuando vivía en la casa de mi papás, es decir, antes de casarme, no faltaba el pan del día en la mesa, pero claro, podías llegar a la panadería con sólo caminar unas cuantas cuadras, es más, eran muchas las panaderías a las que podías ir, así que incluso podías darte el lujo de ir a la que justo en ese momento había sacado el pan del horno, te dabas cuenta por el olor en la calle.

Me encanta el lugar donde ahora vivimos, sí, es más alejado, pero es más tranquilo. Lo único que extraño es tener pan fresco en la mesa, aunque para el lonche, el cual es tipo 6 de la tarde, es más fácil contar con él si es que ese día decidimos salir de casa y estar de vuelta a esa hora, en ese caso paramos a comprar el pan y llegamos volando a casa para que no se enfríe.

La otra alternativa es que prepare yo el pan. Aunque tenerlo para el desayuno resulta difícil, a menos que el gallo de mi vecino se le ocurra cantar muy temprano (como a veces suele hacer) y entonces me desvele. En ese caso sí me da el tiempo de tener un pan en la mañana. De otra forma sólo podría tener pan hecho en casa para el almuerzo o para el lonche, como fue este Pan Coliza, que lo preparé en la tarde y estuvo listo para el lonche con mis hijos.

Como les dije, este es un pan crocante, con más sabor dulce que salado, está hecho como en capas y tiene un círculo en el centro del pan. Recuerdo que cuando comía este pan en la casa de mis papás me encantaba comerlo por partes, es decir, sacar el círculo y comerlo, luego abrir el pan por partes (no se necesita cuchillo) y comerlo con queso o mermelada. Aunque en verdad la mejor forma de comer este pan es con mantequilla, pero para los que me siguen recordarán que no la tolero.

Hagamos entonces el pan. Lo primero será mezclar en un tazón la harina junto con la leche en polvo, azúcar, sal y anís. La receta original dice 25 gr. de anís, pero me pareció mucho, así que sólo le puse 10 gr. y me parece que esa es una cantidad bastante razonable para el pan.

Luego agregar la levadura. La receta indica usar levadura seca, pero usé la instantánea, en ese caso se pone directamente en la harina y se mezcla. Si es que usan la seca, que no es instantánea, entonces deberán ponerla cuando se agreguen los otros ingredientes, es decir, en el siguiente paso.

Hacer un hueco en el centro y agregar los huevos, el agua y la mantequilla (y la levadura seca si es el caso). Con una cuchara de palo mezclar bien e ir tomando parte de la harina para empezar a mezclar todo.

Cuando gran parte de la harina esté tomada, entonces poner el tazón en la batidora adaptada con el gancho de amasar y batir por unos 5 minutos. En caso no tengan la batidora, lo que deberán hacer es colocar toda la masa sobre la mesa y empezar a amasar hasta que la masa quede toda unida.

En la batidora deberán batir hasta que vean que la masa se desprende completamente de los bordes del tazón. Un detalle: cuando recién empecé a batir me di cuenta que la masa estaba un poco seca, así que le puse 2 cucharadas más de agua y fue la justa. No se preocupen que en la receta estoy incluyendo esta cantidad adicional.

Pasar la masa a una mesa y amasar un poco, sólo para formar un bollo y además para que sientan la masa, es importante que vean que no se les pegue a las manos, así sabrán que la masa está en su punto.

Luego enharinar la mesa y con un rodillo estirar la masa en forma rectangular. Dividir la masa en tres partes iguales. Marcarlas haciendo presión con el dedo.

Pincelar con un poco de aceite neutro los 2 tercios de la masa. No dice la cantidad de aceite, pero yo diría que media cucharadita por cada tercio.

El tercio que quedó sin engrasar doblarlo sobre el tercio del medio, que sí está con aceite. Acomodar bien la masa para que quede pareja.

Doblar el tercio faltante sobre los otros. Igualmente estirar un poco la masa para que el doblez quede parejo.

Con el rodillo volver a estirar hasta obtener un rectángulo de más o menos 16 x 40 centímetros. Emparejar los bordes y cortar cuadrados de 8 x 8 centímetros. La receta indica que se deben cortar cuadrados de 4 centímetros, pero la verdad me pareció que eran muy pequeños, por eso dupliqué la medida. Los recortes los volví a estirar y doblar y me salieron un par más.

Colocar los cuadrados en una lata engrasada o con silpat y en el centro hacer un corte circular. Usé para esto una boquilla de las grandes, de las que se usan para decorar los cupcakes. Al pasar los cuadrados a la lata ya no quedaron tan cuadrados, pero no importa, tampoco tienen que quedar perfectos.

Tapar y dejar reposar por una hora. La receta dice que deberá duplicar el volumen en 45 minutos, pero no sucedió, casi me frustro y casi me vuelvo a pelear con la levadura, pero me dije que era mejor llegar hasta el final para sacar una conclusión.

Lo importante en este pan es que se lleguen a ver las capas. Ojo, no estamos haciendo un hojaldre, es sólo un pan con capas.

Pincelar los panes con huevo batido con una cucharada de agua (se le llama doradura).

Llevar a horno precalentado a 320°F/160°C por 30 minutos. La receta dice por 14 minutos, pero la verdad es que al cabo de ese tiempo a los panes les faltaba dorar bastante, así que lo fui dejando por más tiempo hasta que a la media hora obtuve creo yo un buen dorado. El pan estará cocido, crocante y crecido, no mucho pero creo que lo necesario. Retirar del horno y comerlos así calientes, es la mejor forma porque la mantequilla se derretirá inmediatamente…bueno, yo los comí con mermelada de maracuyá, buenísimos.

Lo cierto es que no tenían el sabor exacto del pan de la panadería de por la casa de mis papás, pero he aprendido que el pan casero difícilmente tomará el sabor de un pan hecho en forma industrial y en forma masiva. Queda más rico el que se hace en casa