Otros Territorios: información y análisis sobre derechos y justicia
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El negocio de la madera en Salta. Siguen los desmontes de árbolesnativos. Las comunidades originarias se quedan sin recursos para sus
artesanías. En General Pizarro entregaban motosierras a wichí para quetalen su tierra comunitaria.
Páginas 2, 3, 4, 5 y 6
INFORMACIÓN Y ANÁLISISSOBRE DERECHOS Y JUSTICIA
Un suplemento de
número 2815 de octubre de 2011
Palos no tan santos
2 / otrosterritorios
derechos humanos hoy/ pueblos originarios y ambiente
ARTESANOS WICHÍ PIDEN QUE SE LIMITE LA TALA Y QUE SE LE DÉ VALOR AGREGADO
La economía del palo santo
otros territorios
información y análisis
sobre derechos y justicia
Producción: Colectivo editorial Otrosterritorios
Colaboradores: Elena Corvalán, Florencia Lance, Eloy
López, Lorenzo Langbhen, Alcira Figueroa, María Laura
Buccianti, Andrea Fernández, Alba Silva. Corrección:
Marita Couto
Arte de tapa: Roly Arias
Ilustraciones: Andrea Fernández
Fotografías: Rolando Díaz
Comercialización: Norberto Barbieri (0387) 154130084
Suplemento de Nuevo Diario
/otros territorios
año 1 • número 2815 de octubre de 2011
Hace años los wichí encontraron en esta madera preciosa la materia para su obrasde arte. Ahora temen que la tala los deje sin la única fuente de trabajo. Piden que la madera
salga procesada de la provincia.
ELENA [email protected]
Hace dos semanas Pedro
Argamaza dejó su
comunidad, en el
departamento San Martín, y
vino a la ciudad de Salta con
el objetivo de advertir
sobre el peligro de perder la
materia prima con la que
realizan sus artesanías, la
única fuente genuina de
trabajo e ingreso. La
materia prima es el palo
santo, madera preciosa
utilizada por los wichí para
crear pequeñas esculturas
que venden en la propia
provincia y fuera de ella.
Como muestra de la tala,
Argamaza exhibe un
canchón ubicado en
General Güemes, sobre la
ruta 34, en el cruce de la
entrada a Salta, al lado del
puente del río Mojotoro,
donde los rollizos de palo
santo se acumulan a
montones, a la espera de
ser transportados a su
destino final, donde serán
procesados, como ocurre
en China.
Argamaza es presidente
de la Asociación de la
Comunidad Misión
Chaqueña, del pueblo
wichí, donde están
reunidas 430 familias con
título de propiedad
comunitario sobre
novecientas hectáreas.
“Nosotros somos
recolectores”, dirá el líder
comunitario, empezando a
explicar las razones de la
importancia del palo santo
en esa economía sencilla,
que subsiste de lo producido
de esta madera (utilizada
cuando ya está muerta,
estacionada) y de los
subsidios. Además de la
asignación y la jubilación
universal, reciben la tarjeta
social y, algunos, la
Nutrivida, pero sus montos
pequeños, de 84 y 50 pesos,
a veces no pueden ser
aprovechados: el pasaje en
colectivo desde Misión
Chaqueña a Embarcación (a
45 kilómetros) es de diez
pesos. Entre ida y vuelta se
gastan una parte:
“prácticamente llegamos
con un kilo de azúcar y la
yerba nada más”. Argamaza
dice no saber cuántos son,
pero asegura que hay chicos
desnutridos, se da cuenta,
explica, porque “están muy
chicos”.
“El único ingreso genuino
que tenemos está en las
artesanías”. En el monte que
aún resiste y todavía rodea
a la Comunidad está la fuente
de trabajo: “hay palo santo,
algarrobo. Es una lástima ya
se está exterminando todo”.
Argamaza explica que el
palo santo necesita de unos
cincuenta años para ser
aprovechado debidamente,
por lo que la recuperación
es muy lenta.
El algarrobo, del que
“prácticamente ya no queda
nada”, sigue siendo buscado
y cortado. También se tala
el palo santo, rollizos que
son vendidos así, sin
añadirles valor agregado.
Alguna gente de la
Comunidad realiza esta
práctica, pero “son más
gente de afuera, del pueblo
de Embarcación”. Cerca, en
la Comunidad Padre
Lozano, está el aserradero
de un criollo, de apellido
Clara, uno de los que extrae
palo santo. Pero cualquiera
que recorra el norte de la
provincia puede ver que la
extracción de madera es
constante, que los
extractores son muchos,
incluso se dice que hay
empresarios chinos que
ofrecen a criollos e
indígenas la compra de
rollizos.
En Misión Chaqueña la
mayoría son artesanos,
actividad que se inició hace
veinticinco años. Pero en las
novecientas hectáreas ya
casi no quedan palo santos,
así que se ven obligados a
buscarlos en lugares más
alejados. La Comunidad
quiere obtener más tierras,
recuperar otra parte de lo
que era su territorio
otrosterritorios / 3
derechos humanos hoy/ pueblos originarios y ambiente
ancestral. “Hay una finca.
Queremos que el Gobierno
tome cartas en el asunto éste
porque la verdad es que es
muy chico novecientas
hectáreas”.
El anteaño pasado el
propietario de esa finca
intentó alambrar. Los
habitantes de Misión
Chaqueña se opusieron,
“hemos parado ese
alambrado porque de ahí
estamos sacando gran parte
de nuestra subsistencia, de
esa finca, que nuestros
ancestros ya solían andar
ellos ahí.
Es la finca de Peñalver. Es
más grande que el territorio
de la Comunidad. En el
territorio de la Comunidad
ya no queda palo santo,
estamos sacando de esa
finca por necesidad, para
subsistencia”.
La madera de una planta
de palo santo mantiene
ocupada un mes y más a una
familia de artesanos. “A
nosotros nos rinde mucho
porque tenemos un mes para
hacer, pero entran y sacan
camionadas”. “En mi
comunidad nos duele, es
como que nos quitan el pan de
la boca de nuestros hijos,
porque es la única
subsistencia que tenemos ahí”.
En Misión Chaqueña hay
escuela primaria y
secundaria. Para muchos es
el máximo nivel que pueden
alcanzar en sus estudios.
“Hay muchos chicos que
llegan a quinto año pero no
pueden seguir por razones
económicas y se quedan ahí
en la Misión”. Algunos,
como el joven hijo de
Argamaza, se dedican a la
artesanía.
“Este hombre tiene razón”, sostuvo el titular de la Agencia
de Bosques de la provincia, Facundo Bertolani, ante la
consulta sobre las expresiones de Pedro Argamaza.
Agregó que la tala de palo santo se está dando en casi toda
la provincia, incluso en lotes fiscales, como sucede en los
fiscales 55 y 14, de donde también se está sacando la
madera, según advirtió el coordinador de Comunidades
Indígenas Lhaka Honhat.
Bertolani dijo que hay tala legal e ilegal (en los fiscales no
se autoriza en ningún caso) y precisó que “falta presencia
en el territorio” para ejercer más y mejores controles.
En este sentido informó que la Agencia a su cargo está
trabajando en ello. “La intención del gobierno, del
Ministerio (de Ambiente) y de la Agencia es ir para ese lado
(de llevar más presencia fiscalizadora en todo el territorio
provincial). La voluntad política está”, aseguró. Indicó en
este sentido que se está creando la Unidad de Control
Ambiental y se están por poner en funcionamiento cinco
sedes regionales de Ambiente.
Sin embargo, Bertolani opinó que “no hay problemas de
presión de que vaya a desaparecer” el palo santo, una
especie clasificada como de lento crecimiento.
Por su parte, el secretario de Política Ambiental, Varela,
indicó que a los efectos de otorgar permisos de tala, la
normativa no hace diferencias entre el palo santo, cuya
madera es considerada preciosa, y otras especies. “No se
da una autorización exclusivamente para el palo santo, se
autoriza palo santo y otras especies que usted pida”. El
funcionario detalló que cuando se trata de exportar, su
Secretaría certifica que el lugar donde se produjo el corte
de madera sea el mismo para el que se otorgó la
autorización. Este procedimiento está funcionando desde
hace unos seis meses.
Pedro Argamaza/ En el canchón de Güemes Acumulación/ Rollizos de palo santo
ROLANDO DÍAZ
La madera de una planta de palo santomantiene ocupada un mes y más a una
familia de artesanos. “A nosotros nosrinde mucho porque tenemos unmes para hacer, pero entran ysacan camionadas.”
FALTA PRESENCIA EN EL TERRITORIO
4 / otrosterritorios
derechos humanos hoy/ pueblos originarios y ambiente
Mientras el Estado nacional, a través de la Administración de Parques Nacionales, comprabatierras para crear un área protegida con propiedad comunitaria wichí, ellos recibían
motosierras para talar su monte. ¿Es posible proteger el ambiente y utilizar los recursos?
LES DIERON MOTOSIERRAS A LOS WICHÍ PARA QUE DESMONTEN SU TIERRA
SobrevivirALBA SILVA
Muchas cosas son conocidas y otras
no tanto, de lo que pasó con el
entramado de la reserva provincial de
Pizarro. Brevemente: un gobernador
desafectó una reserva ambiental, una
población encabezada por una
comunidad originaria se movilizó para
defenderla, una corriente mediática y
social de apoyo logró poner el tema en la
agenda nacional y un presidente de la
nación ofreció una solución al ordenar la
compra de las tierras para crear un área
protegida nacional. Hasta aquí
información que circuló ampliamente,
pero, ¿qué hay más allá de esta crónica
apretada?
Alta exposición
La vulnerabilidad de la comunidad
wichí de Pizarro, su precaria
organización y su casi desconexión con
otras organizaciones indígenas de la
provincia (incluso las wichí) fue
acrecentada en los procesos de
visibilización que se produjeron
alrededor de la defensa de su tierra.
Durante los primeros tiempos de
trabajo para la creación del área
protegida en Pizarro, entre el 2006 y el
2008, fue la comunidad wichí la que
recibió duros golpes después de cada
pequeño logro. Con ellos, la maquinaria
de poder local (empresaria, política u
otras) se ensañó. Lo que podrían haber
sido estrategias de fortalecimiento de
base, significaron divisiones internas en
la comunidad, enfrentamientos con
organismos del Estado nacional y
confusión general.
Montados en la distancia cultural,
muchos hicieron política y establecieron
agendas bien por fuera de la que se
conocía masivamente que era: defender
el monte y preservar los recursos.
La comunidad indígena estuvo
especial y sensiblemente expuesta en
varios momentos de este conflicto. A
saber: el día que Greenpeace los eligió
como abanderados del monte; el día que
el propio Néstor Kirchner los sentó –
como reivindicación histórica y también
como provocación a Juan Carlos
Romero– en el sillón de Rivadavia; y
también el día que el ex ministro de la
Producción de ese gobernador salteño,
Sergio Camacho, le hizo saber al
entonces presidente de la
Administración de Parques Nacionales,
Héctor Espina, que trabajarían sobre los
wichí para lograr que devasten su
ambiente “hasta que tengan la soja
hasta el cuello”.
De ese modo quedaría demostrado, de
manera perversa, que los indígenas
tenían tanto interés en el cuidado del
ambiente como los sojeros. “Vas a ver que
son iguales”, profetizó en el medio de las
negociaciones por la compra de las
hectáreas para el área protegida. Así, la
comunidad pasó a estar en la mira de
una estrategia para destruirlos y
desprestigiarlos.
Motosierras
Los funcionarios de la
Administración de Parques Nacionales
tenían claro que estaban ante un
escenario de conflictos cuando se decidió
trabajar en la creación de un área
protegida nacional en Pizarro. Sin
embargo, asumieron el desafío de pensar
que era posible compatibilizar la
producción, la protección del ambiente
y la justicia social.
Lo que no imaginaron es que serían
los propios wichí quienes con su práctica,
inducida o no, iniciarían un uso
devastador y violento del monte (800
hectáreas sobre un total de 4000) que
recibieron en comodato hasta la entrega
de la escritura final para que pudieran
recrear su cultura. ¿Y cómo se llegó a
esta situación? Es que la comunidad
wichí, en plena vulnerabilidad, quedó
en el centro de la disputa entre dos
modelos: el del cuidado y uso racional del
ambiente, y el extractivista, que arrasa
los recursos naturales en pos de la
ganancia inmediata. Ambos modelos
surgían de la cultura dominante con la
intención de integrar a la comunidad.
La comunidad wichí de Pizarro
recibió diversas y variadas propuestas
de planificación conjunta, en cuanto a
la forma de usar y restaurar la tierra,
pero también, y por otro lado,
motosierras más algunos pesos por los
palos de quebracho y palo santo que
podían cortar.
Las motosierras, ya no las hachas o
machetes, se constituyeron en una
tecnología que les permitía sacar
madera de forma intensa, no
planificada e incontrolable y colocaba
a los indios irónicamente “dentro del
mercado” de abastecimiento de
madera.
otrosterritorios / 5
derechos humanos hoy/ pueblos originarios y ambiente
No era un buen ejemplo
Para los abanderados del modelo de
explotación comercial llana, a secas,
resultaba fundamental que fracase una
propuesta de trabajo que muestre y
demuestre que es posible el
reconocimiento de derechos ancestrales,
el cuidado del ambiente y el desarrollo
social. En un lugar como el Chaco
salteño, donde la mayoría tiene muy
poco, y casi todo está en manos de unos
cuantos, si una propuesta así iba bien,
podía ser un muy mal ejemplo.
Por eso, la conflictividad que los
trabajadores de parques nacionales
habían asumido al inicio de la creación
del área protegida nacional y,
especialmente, en el relacionamiento
con la comunidad wichí, con el paso de
los años no fue consecuencia de diferentes
cosmovisiones o del poco entrenamiento
en reconocer la interculturalidad, sino
que fue, claramente, producto de la
intención de personajes que con poder de
intimidación, bolsones de mercadería y
alguna promesa puntiaguda,
pervirtieron el vínculo al enfrentar a la
comunidad con el Estado nacional,
representado por Parques Nacionales, a
través de conflictos y disputas por el uso
de los recursos del ambiente, el acceso a
la educación, la construcción de
viviendas y cualquier otro proyecto
nacional de reconocimiento de derecho
que pudiera alcanzarlos.
Los vínculos como recursos
Y en esta puja política, ambiental y
social, desde su lugar, los wichí
comenzaron pacientemente a recolectar
recursos que extraían, ya no del monte,
sino de los enfrentamientos, que les caían
como frutas maduras en las manos. Los
vínculos humanos, con sus partes
miserables y sus partes amorosas, se
convirtieron en los nuevos recursos de
una comunidad que no tenía otra forma
de sobrevivir. Los contactos con
funcionarios se transformaron, para
ellos, en un recurso más.
Experiencias y aprendizajes
De toda esta experiencia se pueden
extraer aprendizajes, al tener en cuenta
las consecuencias de las acciones e
inacciones y de las decisiones y
compromisos asumidos por los
funcionarios de los distintos niveles del
Estado.
Porque lo bueno de esta experiencia,
y de estos tiempos, es que estamos ante
un Estado que quiere volver a estar
presente y que, además, para eso decidió
pensarse y repensarse. Un Estado que,
demandado, resolvió acompañar la
búsqueda de solución de un conflicto
social y ambiental. Un Estado que busca
ocupar un espacio, al lado de mujeres y
hombres necesitados, incluso sin tener
claramente definida una política pública
hacia los pueblos indígenas, que es como
decir sin saber bien qué puede ofrecer y
qué puede esperar; más allá de
la solución material que fue la compra
de las tierras como paso importantísimo
y trascendental allí en Pizarro.
En Parques Nacionales, el organismo
del Estado nacional principalmente
involucrado en este conflicto,
comprendieron en carne propia y,
básicamente por la falta de jurisdicción,
las dificultados para gestionar el
terreno, desde lo estrictamente
ambiental y en las relaciones con una
comunidad porque allí debieron sortear
la competencia, las más de las veces
desleal, por la voluntad de los wichí,
cuando no el abierto boicot, de punteros
provinciales. Ese fue el escenario. A veces
con grandes avances pero la mayor parte
del tiempo, dicen los trabajadores,
“perdiendo por goleada” en los territorios
esos, lejanos y cálidos, donde cada uno
juega su juego y sobrevive cómo puede.
6 / otrosterritorios
derechos humanos hoy/ pueblos originarios y ambiente
Dentro de las
manifestaciones populares más
vistas y reconocidas en la
provincia de Salta están las
artesanías de palo santo
producidas por los pueblos
originarios y, en particular, por
el pueblo wichí.
Sabemos que estas imágenes
son heredadas. Con respecto a
lo estético, hay mezclas y
sincretismos que ya no podemos
diferenciar. Tomamos
permanentemente imágenes de
otros, una característica muy
poten-ciada hoy por el arte.
Con respecto a esto, me
interesa sobremanera la obra
(y más su éxito comercial) de
Mariano Cornejo. Un artista
local, que propuso dentro de sus
esculturas de madera un
trabajo de pájaros
policromados. Este trabajo me
remite a las artesanías de la
comunidad wichí.
Mariano Cornejo hace un
tiempo tiene un trabajo
reconocido y está posicio-nado
en el mercado del arte.
Su obra, para el que está
atento, plantea un recorrido por
imágenes de recuerdos de
identidad y de mucho y buen
oficio. Los salteños reconocemos
a Mariano, él nos tiene
involucrados en su trabajo.
Deseo de mirar
Una pared pinchada por
colibríes de todos colores y de
madera, de pequeño formato,
generó mucha atención entre
el público que visitó ArteBA
hace dos años. Asistí a un evento
fuera de lo común, por el interés
que generó. Y, me pregunto:
descartando que este artista
tiene su público, su mercado y
mucho mérito para que su obra
concluya exitosamente en el
mercado, ¿tenemos esas
imágenes en la retina? Al
comprar un colibrí de Cornejo,
¿pensamos en el Chaco salteño?
¿Nos sugiere un viaje, sin
hacerlo? ¿Nos hace llegar, en
forma de arte, una artesanía
que a la vez no sabemos si es
originaria o proviene del culto
anglicano? Imágenes de
imágenes de imágenes, como si
fuera una mamushcka (esas
muñecas rusas que vienen una
dentro de la otra), asistimos a
un curioso deseo de mirar, de
encontrar.
Mariano, como buen artista
contemporáneo, ¿lo entendió
antes que nosotros?
MARÍA LAURA BUCCIANTI
REFLEXIONES ALREDEDORDE LA OBRA DE MARIANO CORNEJO
Imágenes de imágenesEsta semana se ha
cumplido un nuevo
aniversario de la resistencia
de los pueblos originarios de
América. A pesar de más de
quinientos años de
colonización y exterminio de
la diversidad, aún habitan en
(lo que hoy es) Argentina un
porcentaje de minorías
indígenas, entre las cuales se
encuentran en Salta
aproximadamente unos 20
mil wichí que, hasta
mediados del siglo XX,
todavía vivían como
cazadores y recolectores. Sus
posibilidades se fueron
reduciendo a medida que se
expandieron los campos de
unos pocos y se destruyeron
los bosques y montes para dar
lugar a carreteras y
actividades agroindustriales.
A partir de una charla con
los integrantes de Otros
Territorios sobre el palo santo
y las artesanías wichí,
apareció el comentario de que
estas imágenes parecían no
ser “auténticas”,
probablemente eran
propuestas externas,
impuestas, resignificada por
este pueblo, y hoy
característica de su identidad
y fundamental en su
economía.
Proyecto artesanal
Buscando información
sobre las artesanías en
madera de palo santo,
encontré que existen en el
mercado argentino desde
hace solo unos 20 años. Estas
artesanías son el fruto de un
“proyecto artesanal”,
desarrollado a mediados de la
década de los 80. Las
artesanías se convirtieron en
su principal medio de
subsistencia y el oficio se ha
ido extendiendo desde
entonces en diferentes
poblaciones. Hoy las tallas en
madera son muy apreciadas
por su calidad, aunque no se
las reconozca en su valor
(sobre todo en el valor que se
le paga a los propios
artesanos); se venden en ferias
artesanales y negocios
turísticos de todo el país y
también se exportan. Muchas
páginas de internet ofrecen
catálogos que muestran estas
figuras talladas devenidas en
productos, y su proceso de
producción. También son
numerosas las fundaciones
que nos invitan a
contactarnos con ellas para
adquirir estas artesanías.
ANDREA FERNÁNDEZ
otrosterritorios / 7
derechos humanos hoy/ pueblos originarios y ambiente
Las artesanías wichí en palo santo comenzaron como una estrategia externa de inclusión. Hoyrepresentan uno de los mayores ingresos de las familias. ¿Qué pasará sin materia prima?
ORIGEN, SENTIDO Y PERSPECTIVAS DE LAS TALLAS WICHÍ
Mundos (re) inventados
Fundapaz, por ejemplo, lleva
adelante proyectos de
capacitación de artesanos,
gestión de herramientas y
ventas, buscando brindar
una alternativa de trabajo y
subsistencia para los wichí del
Chaco salteño.
Mundo estable
La mayoría de las
comunidades wichí han sido
adoctrinadas por misioneros
anglicanos, que han buscado
hacerlas sedentarias, ya que
este pueblo originalmente
vivía en estado seminómada
y se abastecía con el producto
de la caza, la pesca y la
recolección de frutos y miel.
A mediados de los 70 los
anglicanos iniciaron un gran
proyecto agrícola regional en
el Gran Chaco, con el objetivo
de educar a los indígenas y
ayudarlos a generar una
alternativa de trabajo
estable. Ese proyecto fracasó
principalmente por no
contemplar la forma de vida
y pensamiento de este pueblo,
en toda su complejidad. Una
vez más se llevó adelante, y
por delante, un proyecto
pensado desde la óptica
europea sin tomar cuenta la
realidad cultural de los
indígenas.
Tallar para vivir
En la Misión Chaqueña, a
350 kilómetros de la ciudad de
Salta, uno de los colaboradores
en el proyecto anglicano
agrícola era Alejandro Deane,
egresado de la Facultad de
Agronomía en Buenos Aires,
fue el único miembro del
equipo que pudo permanecer
en el lugar durante la guerra
de Malvinas. Al analizar los
errores cometidos en el
proyecto agrícola Deane se
propuso buscar una
alternativa que no
dependiera de donaciones
externas, que no requiriera
maquinarias complicadas,
que tomara en cuenta la
estructura de las familias
extendidas indígenas, que no
utilizara grandes cantidades
de materia prima, y que
pudiera aprovechar la
habilidad manual de los
trabajadores. Así fue que
Deane comenzó a entrenar a
algunos hombres en la talla de
animales, trabajando con
maderas y herramientas
muy sencillas. Este nuevo
proyecto no tenía necesidad de
una gran inversión previa; se
utilizaban solamente
herramientas muy simples y
económicas; los artesanos
podían trabajar en sus casas,
junto a su familia; se
utilizaban trozos de madera
evitando la tala de árboles
(con lo cual se añade una
dimensión ecológica al
proyecto, lo que favorece su
comercialización entre
consumidores responsables);
se incorporaron diseños
inspirados en la naturaleza
local; los objetos podían
transportarse en pequeñas
cajas sin necesidad de invertir
demasiado en transporte; los
artesanos podían trabajar así
en forma independiente ya
que el monte salteño proveía
abundante cantidad de ramas
y trozos de madera seca.
A fines de la década del 80
ya había unos 30 artesanos.
Actualmente la mayor parte de
esta comunidad está
involucrada en esta actividad
y se ha extendido a otras
poblaciones wichí del Chaco
salteño. Si bien la mayoría de
los artesanos son varones,
muchas mujeres colaboran en
la terminación y el pulido de las
tallas. Las artesanías wichí han
sorprendido por su elegancia y
excelente acabado. Con el
tiempo, y en función de la
demanda, se fueron agregando
nuevos diseños. Hoy se
encuentran en el mercado unos
trecientos diseños.
El trabajo artesanal
permite mantener un trabajo
estable todo el año y es una
actividad que puede resultar
muy gratificante aplicando
talento y creatividad.
Aunque su origen no sea
“auténticamente wichí”, hoy
ya se lo considera como
actividad propia de estas
comunidades, un saber que se
va transmitiendo, y que ha
ido conquistando su impronta
particular, su pertenencia a
la identidad de este grupo.
Ahora aparece la amenaza de
que desaparezca la materia
prima, sin no hay vida, no
hay madera, no hay
artesanías y se generaría un
nuevo desequilibrio, una
nueva pérdida, una nueva
aniquilación. La historia, y
principalmente la historia del
arte, nos ha demostrado que
somos capaces de reinventar
el mundo constantemente, y
que este es un pueblo que
resiste, pero ¿hasta cuándo?
8 / otrosterritorios
Sobre héroesy villanos
memoria/ el juicio por la desaparición de miguel ragone
EL TRIBUNAL CONDENÓ PERO SIN MODIFICAR LAS CONDICIONES DE DETENCIÓN
ELENA CORVALÁN
La justicia federal salteña volvió a demostrar sus
dificultades a la hora de perseguir delitos de lesa
humanidad. Dictó prisión perpetua para tres
represores, pero les concedió seguir con el
beneficio de la prisión domiciliaria.
Condena, pero sin cárcel común y
efectiva. Condena, pero solo para
algunos, con la absolución del único
policía que llegó imputado por la
autoría material del secuestro. Esas
son las condiciones que impusieron
los jueces Marta Liliana Snopek,
Carlos Jiménez Montilla y Luis
Giménez, a la hora de decidir una
sentencia en el juicio por el secuestro
y desaparición del ex gobernador
Miguel Ragone.
El Tribunal Oral en lo Criminal
Federal de Salta condenó pero, a la
vez, no modificó el status quo de los
acusados. Les mantuvo la prisión
domiciliaria, el beneficio con el que
vienen contando los represores casi
desde el momento en que fueron
detenidos, por este y por otros delitos
de lesa humanidad. El caso del hasta
ahora comisario general retirado
(condición que perderá en breve)
Joaquín Guil es el más ilustrativo.
Guil “fue un hombre protegido por
la Justicia Federal , por actuales
jueces federales de Salta”, recordó el
abogado David Leiva, querellante por
la organización Encuentro Memoria,
Verdad y Justicia, poco después de
conocida la decisión del Tribunal.
Recordó que el “jefe del grupo de
tareas” en Salta venía denunciado
desde hacía tiempo y “los jueces
federales, aún en funciones algunos,
no lo trajeron a declarar sino hasta
que cumplió setenta años. Y lo
trajeron por encubrimiento”. Y
cuando por fin se logró que lo
indagaran por homicidio “le dieron la
prisión domiciliaria”.
Guil fue detenido por primera vez
en junio de 2007, por orden de la jueza
ad hoc Gladis Comas, en el marco de
la Causa Palomitas , en la que se
investiga el fusilamiento de once
presos políticos que estaban alojados
en la cárcel de Villa Las Rosas,
cometido el 6 de julio de 1976.
El hombre fuerte de la Policía
salteña ni siquiera llegó a visitar una
celda en su nueva condición de
detenido. En solo cuestión de horas,
en un trámite sumarísimo, la jueza le
concedió la prisión domiciliaria. Su
tutora, encargada de que respetara la
orden de no moverse de su casa, fue
su propia esposa. Sobre Guil pesaba
una acusación por homicidio ya desde
2005, cuando todavía le faltaban dos
años para cumplir el mínimo previsto
por las normas para hacerse acreedor
al beneficio de la prisión domiciliaria.
Estaba acusado por los homicidios del
militante justicialista Eduardo
Fronda y del periodista Héctor
Luciano Jaime, cometidos en enero y
febrero de 1975. El juez lo indagó un
año después de iniciada la causa, en
2006, pero le dictó la libertad simple.
Tuvo que venir una abogada del
foro jujeño, Gladis Comas, que se hizo
cargo de la causa Palomitas luego de
que se agotaran las excusaciones y
apartamientos de los jueces locales,
incluidos los abogados del foro local
anotados para suplir a jueces, para
que recién se ordenara, por primera
vez, la detención de Guil.
De todos modos la detención fue
breve: quedó retenido en los
tribunales la noche del 19 de junio de
2007; rato después, casi a la
medianoche del mismo día, se fue a
su casa, con prisión domiciliaria. El
defensor oficial ad hoc, que también
era Federico Petrina, quien lo asistió
otrosterritorios / 9
el juicio por la desaparición de miguel ragone /memoria
en el juicio por Ragone, pidió esta
concesión en razón de su edad, dado
que en enero de 2007 había cumplido
los setenta años. También adujo que
“padece de enfermedades propias de
la edad, debiendo someterse a
controles médicos periódicos”.
En octubre de 2007 el ex director
de Seguridad de la Policía salteña fue
detenido nuevamente.Esta vez sí tuvo
que abandonar la casa para alojarse
en dependencias de Gendarmería
Nacional, por orden del entonces juez
federal Abel Cornejo, que se había
hecho cargo de la causa por los
homicidios de Fronda y Jaime.
Para ordenar la detención Cornejo
tuvo en cuenta la entidad del delito
que se le atribuye y el temor de que
Guil pudiera obstaculizar la acción de
la justicia.
Luego el juez ad hoc Marcelo Pío
Castellani le dictó otra prisión
preventiva a Guil, precisamente por
el secuestro de Ragone. Tanto
Cornejo como este último juez se
basaron también en un fallo por el que
el Tribunal Oral Federal de La Plata
denegó la prisión domiciliaria a
Miguel Echecolatz, a pesar de que ya
contaba con ochenta años.
Pero Guil comenzó enseguida a
desandar el camino. En diciembre de
ese mismo año la Cámara Federal de
Apelaciones de Salta, con un tribunal
integrado por los jueces Roberto
Loutaif Ranea, Horacio Aguilar y José
Pérez, le concedió la prisión
domiciliaria en la causa Fronda. Para
fundamentar esta decisión se basaron
en un fallo dictado en julio de 1998,
por el que se le concedió la
domiciliaria a Jorge Rafael Videla.
Guil también había apelado la prisión
preventiva en la causa Ragone y
pronto obtuvo la domiciliaria
también en este proceso, condición
que mantiene ahora, con la condición
de convicto por el crimen del ex
gobernador.
Para Blanca Lezcano, de Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas Gremiales y Sociales, la decisión de
mantener las prisiones domiciliarias, y la absolución de Soraire y Zanetto muestran “una actitud de tibieza” del Tribunal Oral
Federal de Salta. Si en una causa emblemática como ésta, por la desaparición de Ragone, “con todos los elementos como para
dictar una sentencia como correspondía”, se toman estas decisiones “qué esperamos para los causas para los otros
desaparecidos”, razonó. “Ha venido gente de todos lados para ver la causa ejemplar. Resulta que mirá lo que resulta de la
causa, entonces para el ciudadano común que ha sido secuestrado en su tiempo qué esperamos, si para un tipo que ha sido
apoyado por el pueblo como Ragone que ha sido gobernador se dicta una sentencia como ésta”. “Es una justicia a medias,
como siempre; la justicia tibia, la justicia que queda bien con Dios y con el diablo, una justicia que realmente no hace
justicia”. “Estos jueces no sirven, no sirven; son cómplices de alguna manera, son cómplices de todo lo que pasó y son
cómplices con lo que ocurre actualmente por eso toman estas medidas a medias”, advirtió.
Justicia tibia
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10 / otrosterritorios
derechos humanos hoy/ campesinos y tierra
ENCAPUCHADOS DESALOJAN A CAMPESINOS EN EL DEPARTAMENTO SAN MARTÍN
Machetes y nafta
Una ley que detiene desalojos, por
un lado. Una jueza que los dispone,
sin convocar a audiencias de
mediación, la actuación de civiles con
visos de impunidad, y una Policía que
avala esas acciones por omisión, por
el otro. En la balanza, los elementos
se distribuyen de diferente manera al
momento de evaluar la situación de
los campesinos en la provincia
quienes vienen resistiendo su
expulsión de las tierras que, por
generaciones, trabajaron sin ayuda
alguna del Estado.
La última noticia que se tuvo fue la
del desalojo de Alfredo Riera en su
puesto de Hickman, pueblo del
departamento San Martín, el 5 de
octubre pasado, cuando
encapuchados asaltaron por detrás
las 200 hectáreas que reclama el
presidente de la Asociación de
Pequeños Productores del Chaco
Salteño (APPCHS), Alfredo Riera.
Armados con motosierras, machetes
y bidones de nafta, los encapuchados
desarmaron y quemaron postes,
corrales y tiraron abajo el rancho de
los puesteros.
Veintitrés de los civiles enviados
rodearon a Jorge Riera quien, a esa
hora de la mañana, cerca de las 8, se
encontraba solo en el puesto. Otros
dos se ocupaban de los destrozos. A
esa misma hora estaba prevista una
reunión de campesinos. Solo cuando
comenzaron a llegar algunos de ellos
es que se comenzó a detener la acción
de los encapuchados. Después
quedaron en el lugar (con tensiones
perceptibles de por medio) ambos
grupos.
Según sostuvieron los campesinos
el comisario Abdo García, de
Embarcación, no quiso identificar a
los encapuchados. Luego otro
comisario, esta vez de la Unidad
Regional de Tartagal, de apellido
Camacho, se hizo presente en el lugar
y labró actas para dejar por escrito la
situación de los dos grupos dentro de
las tierras. Pero “no tenía ninguna
orden de identificar a los
encapuchados ni de hacerlos retirar
del lugar”, indicaron los campesinos.
Ya el 27 de mayo pasado una
situación similar se había generado en
el puesto de Riera, cuando civiles se
hicieron presentes para desalojarlo,
situación en la cual desde la Fuerza se
omitió intervenir siquiera para
“preservar la integridad física de las
personas”, como defienden los altos
jefes cuando se trata de enviar la
Infantería a ‘contener’ las
manifestaciones. Las denuncias por lo
sucedido el 27 de mayo pasado se
hicieron ante el fiscal de Tartagal
Julio Mendía Campos. El resultado fue
el archivo de la denuncia. Aunque la
situación de Riera parecía resolverse
por un acuerdo, éste no era mérito de
la jueza que dictó su desalojo, Ana
María de Feudis, quien, según
sostuvo el campesino, “nunca llamó
a una conciliación”.
Métodos y complicidades viejos
El accionar de este aparato no es
nuevo, ya fue expuesto en Otros
Territorios al hablar de la situación
de los campesinos. Las presumibles
complicidades tampoco lo son. En
2009 el puesto de la familia Erazo
quedó reducido a restos de ladrillos
quemados. Todo ocurrió luego de que
civiles ingresaran en Finca El Mistolar,
a 25 kilómetros de la ruta 81
destruyendo lo poco que quedaba
dado que, ante el conocimiento de su
suerte, los cuatro hermanos Erazo
habían comenzado a sacar sus
pertenencias. Ana María de Feudis fue
quien ordenó el desalojo. Como
sucedió con el desalojo de Riera, fue
realizado por civiles. “Calcinaron
todo lo que nos quedaba”, contó
Héctor Erazo, quien pagó 25 mil pesos
para abogados y agrimensores, sin
lograr nada. “Vendí las pocas vacas
que tenía”. Sus muertos, en tanto,
quedaron enterrados bajo las cenizas.
Se trasladó al paraje La Medialuna
donde, sostuvo, vive “de prestado”.
En el paraje El Pértigo, a unos 40
kilómetros al sur de Coronel Solá (más
conocido como Morillo), en el
departamento Rivadavia, se les dijo a
los campesinos que trabajaron las
tierras de finca Juanita y La Santafesina
que se habían comprado “los derechos
de herencia”. Los campesinos pararon
los deslindes que realizaban las
máquinas. Fueron denunciados y
rápidamente hubo pedidos de captura.
De Feudis ya ordenó el desalojo.
Alfredo Riera, el presidente de la Asociación de Pequeños Productores del Chaco salteño,denuncia que fue desalojado por encapuchados con machetes y motosierras. Viejos métodos
y las mismas complicidades para quitarle su tierra a los campesinos.
LAURA URBANO
otrosterritorios / 11
derechos humanos hoy/ campesinos y tierra
En el paraje La Mina, a 18
kilómetros de Dragones, también en
el departamento San Martín, hay trece
familias que viven dentro de unas
5.600 hectáreas “Van a decirnos que
las tierras fueron compradas por
Finca El Yuto” (de Gianfranco Macri),
relató Albina Ramírez.
Silencio oficial
Éstas son solo algunas de las
historias de un entramado de relatos
que involucran a más campesinos
quienes, se calcula, serían tres mil en
Salta. Los datos siguen siendo
estimativos pues nada se sabe del
relevamiento enmarcado en la ley que
detiene los desalojos por dieciocho
meses. Ya pasó la mitad del tiempo y
la Ley 7658, promulgada el 7 de enero
de este año, continúa sin
reglamentación. En contraste, los
desalojos siguen siendo ordenados y
cumplidos al calor de un silencio
oficial que al igual que la omisión
policial frente a los hechos que
ocurren, avalan impunidad.
“Los indígenas y nosotros
fundamos estas tierras. Las
trabajamos añares. Sin ayuda del
Estado ni de nadie. Nunca tomaron
valor a nuestros muertos. Antes,
¿quién vivía en ese monte en medio
de la nada? Ahora quieren venir a
plantar soja y a buscar petróleo”. Las
palabras de Lucía Ruiz apuntan a
explicar la base del reclamo que no
pasa por la tierra en sí misma, sino
sobre una forma de vida cuyo peor
peligro de destrucción reside en la
indiferencia.
“Los indígenas y nosotros fundamos estas tierras.Las trabajamos añares. Sin ayuda del Estado ni de
nadie. Nunca tomar valor a nuestros muertos.
Antes, ¿quién vivía en ese monte enmedio de la nada? Ahora quieren venir a
plantar soja y a buscar petróleo.”
12 / otrosterritorios
derechos humanos hoy/ pueblos originarios
El genocidio por otras vías12 DE OCTUBRE: MÁS DE QUINIENTOS AÑOS DE AVASALLAMIENTO Y RESISTENCIA
La falta de agua segura, de trabajo, de escuelas, de caminos, de servicios; los ojos hundidospor el hambre, el llanto en la noche de estómagos vacíos, convierten a los pueblos originarios
en ciudadanos de segunda y tercera categoría.
Doce de octubre. En este doloroso día
en el que recordamos el inicio del
genocidio americano, cuando los que
bajaron de los barcos no vinieron a
compartir sino a dominar, maravillados
de las bondades de nuestro continente y
desbordados de ambición, dejaron solo
despojo, hambre y desolación (con el
perdón de los que son descendientes
directos y vinieron en otras épocas y se
sienten parte de este territorio. No me
refiero a ellos).
A más de quinientos años, la realidad
de nuestros pueblos originarios no ha
cambiado mucho, ahora los nuevos
intereses, venidos unos de afuera y otros
de adentro, pero todos y de igual manera
sedientos de acumulación, se van
enriqueciendo con el trabajo, las tierras
y el hambre de nuestros pueblos
originarios, perpetuando así el genocidio
de los pocos que quedan.
A pesar de todo
A pesar del reconocimiento, de las
leyes, de las políticas públicas orientadas
a reparar la exclusión, se ha hecho muy
poco en estos lugares. Lo vemos en el
acorralamiento cada vez más certero,
cuando día a día se desmontan y
alambran las pocas tierras donde
habitan; en los ríos contaminados,
privando a todos de los pescados,
alimento vital de las comunidades, de la
miel, porque las abejas no resisten la
contaminación por la fumigación aérea
y el uso indiscriminado de los
agrotóxicos. En los agronegocios, cuyos
impulsores aparecen de la noche a la
mañana y se autoproclaman únicos
dueños de las tierras.
el que no se brindan soluciones? ¿O no
queremos encontrar soluciones? ¿Es tan
difícil devolver lo que piden?, ¿oír sus
reclamos? ¿A quién ofendemos con ver
felices a nuestros hermanos? ¿Tanto
recibe Caín para vender a su hermano?
¿Será el rechazo a lo diferente, será el
racismo, será que a pesar de cientos de
años transcurridos las culturas
originarias de nuestro continente se
resisten a morir, a desaparecer y esa
resistencia nos molesta, nos interpela,
nos cuestiona y no logramos entender
que siendo diversos somos uno, que en la
diversidad está la riqueza? ¿Será eso? ¿o
será que aquella ambición de los
primeros colones se recicla con más
fuerza y quiere acabar de una vez por
todas con lo poco que queda?, ¿será que
la maldición de Malinche ha calado
hondo? ¿Y que la tierra sin males era solo
un sueño de unos miles de caminantes y
que quedó en la memoria de unos pocos
soñadores?
ALCIRA FIGUEROA
El algarrobo, el palo santo y otros
árboles, que llevará años reponer, son
cada vez más escasos, la premisa parece
ser: hay que sacarlos a todos ¡pero no
plantar ni uno solo! Así como han
desaparecido las plantas alimenticias y
medicinales que se usaban para las
dolencias y la comunicación con sus
dioses; sólo queda desnudez y desolación.
La falta de agua segura, de trabajo, de
colegios secundarios, de escuelas, de
caminos, de servicios; los ojos hundidos
por el hambre, el llanto en la noche de
estómagos vacíos, convierten a los
pueblos originarios en ciudadanos de
segunda y tercera categoría.
Salta es la provincia que contiene el
mayor número de pueblos originarios, y
es la que lidera en el número de
desmontes, desalojos y conflictos con las
poblaciones campesinas. Sin embargo,
tanto las organizaciones gubernamentales
como algunas no gubernamentales, poco
hicieron para revertir la situación de
marginalidad, solo sirven para
sostener la situación como está
y perpetuarse en los planes
de asistencialismo,
manera de reforzar la
sujeción, la sumisión
y la dependencia.
He oído a muchos
paisanos decir “no
queremos bolsones,
queremos que nos
devuelvan las tierras,
¡queremos dignidad!”
¿Tanto cuesta este
pedido? ¿Cuál es la razón
por la que no se los escucha?
¿Cuál es el estigma que llevan por
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otrosterritorios / 13
derechos humanos hoy/ pueblos originarios y diversidad
En la jornada del sábado 8 de octubre,
a cuatro días de una nueva evocación de
la llegada de los colonizadores a
territorios de los pueblos originarios y
después de más de quinientos años de
sometimiento y aculturación impuesta
a las pueblos milenarios del actual
continente, se llevó a cabo el Encuentro
Intercultural en la comunidad Tilquiza,
pueblo Ocloya, a treinta kilómetros al
norte de la capital jujeña.
El evento fue organizado y coordinado
por la Escuela Primaria Nº 29, que
funciona en la comunidad, el Consejo de
Delegados de Comunidades Aborígenes
del Pueblo Ocloya (CDCAPO) la Comisión
Municipal Ocloya,el Centro Gaucho
Juan A. Rojas, la Comisión Esclavos de
la Virgen y por José Choque y vecinos de
la zona.
Los presentes destacaron la
importancia del trabajo mancomunado
que se viene desarrollando con la
participación de los diferentes actores
sociales de la zona destacándose la de los
delegados y miembros de las
comunidades del pueblo Ocloya, que hoy
se encuentran nucleadas en el CDCAPO.
Entre ellas estuvieron las comunidades
Los Chorrillos, Laguna Tesorero, Tiraxis,
Normenta Pacha, Quebrada el Queñual,
Agua Blanca, Payhuaico y la comunidad
anfitriona, Tilquiza.
La supervisora educativa de la Región
Tres, Norma Farfán, en diálogo con el
No seguircallando
JUJUY: ENCUENTRO INTERCULTURAL EN TERRITORIO OCLOYA
En Tilquiza, Jujuy, comunidades originarias se encontraronpara reivindicar su identidad. Se definieron como parte
de un presente dinámico, y hablaron de construirun Estado plurinacional.
EQUIPO DE COMUNICADORES DEL ENOTPO*Equipo de Comunicadores del ENOTPO,
destacó la importancia de la
reivindicación cultural de los pueblos
originarios: “Lo que me ha motivado a
acompañar este tipo de encuentro es la
idea de llevar siempre la necesidad de mis
coterráneos, de esa lengua callada, de ese
caminar pasivo, que el mundo conozca
que existimos. Algo que no se podía hacer
cuando yo estudiaba. Pero ahora por lo
menos estamos procurando, a través de
este tipo de actividades sociales, la
reivindicación de estas identidades.
Porque aquel que no entiende o no conoce
su pasado no puede entender su presente,
ni mucho menos planificar su futuro.
Entonces se hace necesario que yo, como
miembro de la comunidad aborigen
Jalpa Ñocaico, de Santa Catalina, les dé
lugar y espacio desde la educación a todas
las personas que estuvieron calladas
durante mucho tiempo. Sé que poco a
poco se irá logrando eso”, manifestó.
Durante la mañana se izó la bandera
argentina conjuntamente con el símbolo
del pueblo Ocloya como muestra del
encuentro intercultural. También se
celebró una misa, hubo un almuerzo
comunitario, se hizo la elección de la
señorita paisana, hubo jineteada y
danzas folklóricas y autóctonas que le
dieron color, ritmo y alegría al desarrollo
de la jornada.
En el espacio del CDCAPO, el delegado
de la comunidad Tilquiza, Néstor Jerez,
resaltó la importancia de la construcción
de una política intercultural que
permita superar las desigualdades entre
los pueblos existentes en el territorio que
hoy se conoce como Argentina. “A un
año del bicentenario de la patria, junto
a la esencia, identidad y cultura de los
pueblos originarios de Argentina, en
honor a nuestros ancestros y la
Pachamama, recibe y da la bienvenida
en territorio Ocloya a los hermanos de
las múltiples instituciones
participantes. A partir del año 2003, el
gobierno nacional asume como política
de Estado la participación de los pueblos
originarios con el fin de entablar un
diálogo intercultural que posibilite la
construcción conjunta de políticas
públicas”, manifestó el delegado.
También sostuvo que los pueblos
originarios se mantienen vivos y con
deseos de contribuir a la construcción
de un Estado inclusivo, desde las
múltiples identidades: “No somos parte
del pasado, sino un presente dinámico y
nos reconocemos en nuestras
identidades territoriales. No hay
culturas superiores ni inferiores, hay
culturas diferentes. El bicentenario es
un momento de reflexión histórica, para
abordar las profundas desigualdades y
transformarlas en propuestas de
reconstrucción de un Estado
Plurinacional”, resaltó.
*Encuentro Nacional
de Pueblos Originarios
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14 / otrosterritorios
derechos humanos hoy/ ambiente
Falta tiempo y trabajoENTREVISTA A MIGUEL BRASSIOLO SOBRE LA LEY DE BOSQUES
Uno de los puntos polémicos en la interpretación de la Ley de Bosques es la posibilidad dedesarrollo de sistema silvopastoriles. El doctor en ciencias forestales, Miguel Brassiolo,
dialogó con Otros territorios para contestar pensar ésta y otras cuestiones.
La Ley de Bosques,
aprobada en noviembre de
2007, obliga a las
provincias a realizar un
ordenamiento territorial de
sus bosques nativos,
clasificando todas las áreas
boscosas según su valor de
conservación. Para ello,
establece tres niveles de
protección: la categoría I se
refiere a bosques de alto
valor de conservación, que
no deben transformarse, la
categoría II, a bosques de
mediano valor, que pueden
someterse a un aprove-
chamiento sostenible, y la
categoría III a bosques de
bajo valor de conservación,
LORENZO LANGBEHN que pueden ser eliminados
para dar lugar a otros usos.
Uno de los puntos
polémicos en la
interpretación de la ley en
las diferentes provincias ha
sido si en los bosques de
categoría II debían
permitirse los llamados
sistemas silvopastoriles,
que combinan ganadería y
aprovechamiento forestal.
La utilización de estos
sistemas fue cuestionada
por sectores ambien-
talistas, y también por
algunos funcionarios de la
Secretaría de Ambiente de
la Nación.
Miguel Brassiolo es
doctor en ciencias
forestales, docente de la
Facultad de Ciencias
Forestales en la Univer-
sidad Nacional de Santiago
del Estero y miembro del
Consejo de Bosques de esa
provincia. En diálogo con
Otros Territorios explica las
principales aristas de la
polémica:
–El gran problema es
que los sistemas silvo-
pastoriles no están
considerados en la Ley de
Bosques, aunque en el 80
por ciento de los bosques
del país se hace ganadería
bajo monte. Entonces,
cuando se elaboraron las
normativas provinciales, la
cuestión era si en el amarillo
(categoría II) se podía hacer
manejo silvopastoril o no.
¿El problema es que no
se sabe qué quiere decir
“ a p r o v e c h a m i e n t o
sostenible”?
–Bueno, la Ley de
Bosques da tres criterios de
lo que es un manejo
sostenible: persistencia del
bosque, sostenibilidad de la
producción y mante-
nimiento de los servicios
ambientales. O sea,
cualquier cosa que yo haga
en el bosque tiene que
mantener ese bosque como
tal, tiene que ser
económicamente viable y
socialmente justa, y tiene
que asegurar todos los
servicios ambientales que
presta el bosque. Dentro de
ese marco se puede discutir.
¿Y los manejos
silvopastoriles?
–Esa es la discusión. Hay
que partir de la base de que
el bosque, aunque esté
degradado y no permita un
a p r o v e c h a m i e n t o
maderero inmediato, tiene
que rendir un beneficio
económico. Si no, no se va a
poder conservar. No se
pueden prohibir todas las
actividades. Entonces la
otrosterritorios / 15
derechos humanos hoy/ ambiente
salida de la que se hablaba,
cuando se discutió la Ley de
Bosques, era la de los
productos forestales no
madereros. Pero son pocos
los productos no
madereros del bosque que
realmente pueden ser
significativos a nivel
regional. Una economía
regional no se va a basar en
artesanías hechas de plumas
de pájaros o de los nudos de
las ramas. Básicamente, los
productos que tienen
potencial económico son la
miel, la harina de algarroba,
y sobre todo la carne, si
admitimos que en la
categoría II se puede hacer
ganadería. Es la principal
actividad económica.
¿Y, finalmente, se
puede hacer o no?
–Depende de las
provincias. Acá en Santiago
hemos decidido permitir
los manejos silvopastoriles
en una parte de cada predio
que tenga bosque. Una
mitad. En la otra mitad tiene
que quedar bosque, y se
puede hacer un manejo
forestal. Ahí la ley, a través
del fondo de conservación,
ofrece asistencia para hacer
un manejo, enriquecer el
bosque y que se vaya
valorizando.
¿Y por qué no el manejo
silvopastoril en toda la
superficie?
–Para el manejo
silvopastoril es funda-
mental controlar el estrato
arbustivo, o sea, quitar gran
parte de los arbustos para
que crezca más pasto. ¿Eso
cómo se hace? Se puede
hacer manualmente, que es
muy trabajoso, o con un
rolo, que es un cilindro con
varias cuchillas que se
arrastra con un tractor, y
que al ir rodando va
aplastando y trozando la
vegetación. Pero no
sabemos hasta qué punto
eso es sostenible. Por eso yo
digo: seamos cautos.
Tenemos que encontrar la
mejor salida técnica, pero
hasta que la tengamos,
tenemos que ir con cuidado.
¿Y por qué no sería
sostenible?
–El problema es que
queremos meter el sistema
silvopastoril en un bosque
que es multietáneo, o sea,
tiene árboles de todas las
edades. Entonces tenés que
ver cómo hacés para
asegurar la regeneración,
porque si no, el bosque a la
larga se muere. Si vos tenés
una plantación de
algarrobos, donde los árboles
tienen todos la misma edad,
no tenés problema: por
debajo crece pasto y puede
entrar el ganado. A los treinta
años cortás todo y empezás
de nuevo. También hay
bosques naturales que tienen
esa estructura. Pero en un
bosque irregular tenés que
asegurarte de que el ganado
no afecte la regeneración, y
los manejos que se hacen
para controlar los arbustos
tampoco. Por ejemplo, pasar
un rolo cada tres o cada cinco
años puede impedir la
regeneración del bosque, o
dañar los árboles jóvenes y
reducir su valor.
En los manuales se lee
que la regeneración se
puede resolver con
clausuras, cerrando
una parte del bosque
para que no entren los
animales por algunos
años.
–Yo desde 1997 que
estoy trabajando con estos
sistemas y nunca pude
convencer a un productor de
que haga eso. Porque los
productores asocian la
clausura a pérdida de
producción, y además les
parece demasiado
complicado. Por eso
nosotros propusimos una
alternativa que es que vayan
desarbustando por franjas o
por manchones. En la parte
desarbustada hay pasto y
árboles para sombra, pero
prácticamente es una zona
sacrificada en cuanto a
regeneración, y en la parte
no desarbustada, los árboles
pueden regenerarse porque
están protegidos del ganado
por los arbustos. Eso nuestra
reglamentación lo permite.
Por otro lado, aquí en el
INTA tienen avances muy
valiosos en investigación
sobre sistemas que hacen
desarbustado parcial en toda
la superficie. Pero son
ensayos que vienen haciendo
hace seis años, es poco
tiempo para un bosque, y
además son manejos
bastante difíciles de llevar a
la práctica para un
productor. La verdad es que
en este momento hay muy
buenas condiciones para
hacer investigación, pero
falta mucho trabajo.
Sin embargo, parece
que entre los que tienen
que tomar decisiones
hay más urgencia por
hacer crecer la
producción que por
preguntarse si va a ser
sostenible en el tiempo.
–Sí. Te doy un ejemplo:
hace un tiempo un
funcionario provincial
declaró que el manejo de los
recursos naturales tenía que
adaptarse al plan de
desarrollo ganadero de la
provincia... ¡normalmente
debería ser al revés! Pero en
el fondo es la misma
propuesta que está detrás
del Plan Estratégico
Agroalimentario del
gobierno nacional...
16 / otrosterritorios
El jueves 6 de octubre, la justicia de Mendoza condenó
a prisión perpetua a quienes, el 17 de junio de 1976,
asesinaron a Paco Urondo en Guaymallén. Por el
asesinato de Urondo, por la desaparición de su
compañera, Alicia Raboy y por delitos de lesa
humanidad contra otras 22 víctimas del terrorismo
de Estado, les dieron prisión perpetua al ex comisario
Juan Agustín Oyarzábal, al ex oficial inspector
Eduardo Smaha Borzuk, al ex subcomisario Alberto
Rodríguez Vázquez y al ex sargento Celustiano Lucero.
El ex teniente Dardo Migno recibió doce años de
prisión.
Como homenaje y sobre todo porque siempre es
maravilloso leerlo (recordarlo), compartimos un
extracto de su obra de teatro, Archivo de Indias
(1969). Paco seguirá siempre en nuestra memoria
como un militante comprometido, como un gran
poeta, como un inteligente escritor, y como el ser
humano que dijo: “sin jactancias puedo decir que la
vida es lo mejor que conozco”.
–Hombre. Sería bueno que el resultado de estas luchas
no se fuera disgregando a nuestras espaldas, como ha
ocurrido hasta ahora. Yo quisiera que aquí, en
Guayaquil, terminemos con este contrasentido.
–Mujer. Yo confié en que los políticos darían
consistencia al mundo que nosotros habíamos abierto
en la guerra.
–Hombre. Hemos liberado estas tierras para que
otros, mientras seguíamos cruzando fronteras y
levantando independencias, comprometieran la vida
de todo este continente desdichado.
–Mujer. Mientras nosotros liberábamos estas patrias,
a nuestras espaldas, los comerciantes y los banqueros
las iban encadenando de nuevo; han ensangrentado
el porvenir de América, han hecho insuficiente
nuestro esfuerzo.
–Hombre. (Probando el arma y apuntando hacia
arriba.) Somos los padres de esta primera libertad.
Otros hombres conquistarán las otras libertades.
Deberían signar el porvenir de otra manera.
–Mujer. Hemos querido que esto cambie para ser
dueños del tiempo, para poder elegir un tipo de vida,
una vida que responda a necesidades reales, sin
deformaciones. Una vida de la que nadie pueda
Dueños del tiempoJUSTICIA PARA FRANCISCO “PACO” URONDO
apropiarse (Pausa.) No veremos más a los hombres
separados, viviendo una vida enajenada (pausa); es
un problema de dignidad, porque no se buscan las
independencias, no se cambian las cosas para que la
gente coma todos los días y hable su propio idioma y
tenga un techo que lo cubra del sol y del frío. El
problema ni siquiera termina distribuyendo bien la
riqueza del mundo, haciendo justicia de una buena vez.
(Ambos guardan sus cosas, cargan sus armas.)
Supongamos que el hombre es el hombre y que su
relación con el mundo es una relación humana.
Entonces el amor solo puede intercambiarse por amor,
la confianza por confianza.
–Hombre. (Poniéndose de pie listo para marchar.)
Falta mucho para eso (lo mira), pero vale la pena
intentarlo (ella también se dispone a marchar), para
poder usar las fuerzas de la imaginación; la lucidez, los
sentimientos. (Pausa, serio.) Para poder entender,
emocionarse.
–Mujer. (Casi sonriéndose.) De acuerdo, pero nadie
debe enterarse: estamos rodeados de enemigos.