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VII

Coordinación: José Manuel Lara

Corrección: Inmaculada Bordas - Inmaculada Nieto-Sandoval

Encargados de sección:

Duc in Altum: María del Val García

Iglesia Diocesana: Óscar de la Fuente

Iglesia Universal: Lara Sánchez

Algo para Meditar: José Manuel Del Puerto

Conecta2 @ Cristo: José Manuel Del Puerto

Cultura y Ocio: José Manuel Lara

Maquetación: María del Val García - José Manuel Lara

Asesor espiritual: Pedro Luis Jiménez, pbro.

EDITA

Secretariado de Infancia y Juventud de Alcalá de Henares

www.paramilavidaescristo.es

revistaadal@gmail.com

Nos acercamos a la Navidad. Las calles se

llenan de bombillas, árboles de Navidad y

belenes. Podría decir como mucha gente:

¡No me gusta nada esta época del año!

¡Estoy deseando que pase el día 6 de

enero para que se acabe todo!

Pero como cristiano no puedo decir esto.

Creo que, a pesar de la crisis económica y

de valores en la que nos movemos, cada

vez necesitamos más la Navidad. Un

momento especial en el que no tenemos

que gastar mucho, pero sí gastarnos

mucho. Es el momento de regalar

pequeños detalles, de reconciliarnos con

aquellas personas que hacía unos días,

parecía que no nos volveríamos a

reconciliar y, en definitiva, convertir

nuestro corazón en un corazón „de carne‟

que nos permita acercarnos al otro. Con

esto, lo único que hacemos los cristianos

es asemejarnos más a Cristo, puesto que

lo que celebramos es que precisamente

Cristo se acercó a nosotros como hombre,

para que creyéramos y nos salváramos.

¡Feliz Adviento!

¡Feliz Navidad!

Ordenaciones diaconales en nuestra Diócesis

Noticias de la Iglesia universal

Visita del Papa a Alemania

Descubriendo las imágenes:

san Diego de Alcalá

«No tengáis miedo al mundo, ni al futuro...»

Rogad por nosotros

Abrimos las clausuras...en la Red

José Manuel Lara

Peregrinación a Valencia

«TuGato», el mejor regalo

II Congreso de Familia

Envío de Catequistas

El Muro de ADAL Comunicación

Al comienzo de este m e s d e n o v i e m b r e celebrábamos la solemnidad de Todos los Santos. Es el día en que mucha gente aprovecha para ir a visitar las tumbas de sus seres queridos, sobre todo si esa v i s i t a s u p o n e u n desplazamiento a otro pueb lo . Pa ra o t ros , simplemente es un puente más en el que irse de viaje. Y desde hace unos años se ha puesto de moda celebrar Halloween. Pero el 1 de noviembre, dice el Papa, es una ocasión «para elevar la mirada de las realidades terrenas, marcadas por el tiempo, a la dimensión de Dios, la dimensión de la eternidad y de la santidad». Es un día de esperanza y alegría, que nos recuerda que todos estamos llamados a ser santos. Y, lo que es mejor todavía, ¡qué no estamos solos! Porque en este camino en el que no faltan dificultades, los que ya están en presencia del Señor nos sirven de ejemplo, nos animan y nos sostienen, ¡es la comunión de los santos, que proclamamos en el Credo! Así que pidámoslo: Todos los santos y santas de

Dios, ¡rogad por nosotros!

¡No te lo puedes perder!

Dale al ‘play’ a la actualidad diocesana

María del Val García

¡Rema mar adentro!

Detalle de «El entierro del señor de Orgaz», del Greco

Iglesia de Santo Tomé, Toledo.

«Para que tengan vida eterna»

LA NUEVA EVANGELIZACIÓN COMO ‘MISIÓN’

Carta Pastoral del Obispo de Alcalá de Henares

Pincha aquí para leerla

Este otoño tardó en llegar

el frío, y nos sorprendió de

golpe, aunque la mañana del

23 de octubre lució un sol

radiante. Ese día, las vidas

de Borja, Ismael, Paco y

Fernando cambiaron para

s iempre . Durante su

ordenación diaconal, sus

caras dejaban ver lo que

sentían en esos momentos:

el respeto de Borja, la

emoción de Ismael, la ilusión

de Paco, la serenidad de

Fernando… pero sólo Dios conoce lo que estaban viviendo por dentro.

Mientras, la Iglesia terrena clamaba a la celestial: «¡rogad por nosotros!», y

no sólo aquí, sino también en el Cielo, celebrábamos el regalo de estos

cuatro nuevos diáconos.

Ellos mismos nos han escrito unas líneas para que sepamos un poco

más sobre lo que significa ser diácono.

María del Val García

¿Qué es el diaconado?

En el sacramento del orden existen tres

grados: episcopado, presbiterado y

diaconado. El episcopado es la plenitud del

sacramento del orden; los otros dos

grados, presbiterado y diaconado, son

conferidos para ser colaboradores del

Obispo.

Quien recibe el diaconado, recibe el tercer

grado del sacramento del orden. El

diácono se diferencia del presbítero y del

Obispo en que no es un sacerdote y, por

tanto, no puede celebrar la Eucaristía, el

sacramento de la Penitencia y la Unción

de los Enfermos. Su principal misión es asistir a sacerdotes y obispos y

realizar el servicio de la caridad.

Los que hemos sido ordenados diáconos el pasado mes de octubre, lo

somos con vistas al sacerdocio y por eso se nos llama diáconos transitorios;

tras un tiempo oportuno el diácono transitorio es ordenado presbítero. Hay

que decir también que no debe ser considerado el diaconado como un puro

y simple grado de acceso al sacerdocio; sino que él es insigne por su

carácter indeleble y su gracia particular. Un sacerdote y un obispo nunca

dejarán de ser diáconos precisamente por su carácter indeleble.

El diácono permanente es aquel diácono ordenado no con vistas al

sacerdocio. Esta figura del diácono considerado en sí mismo como

ministerio permanente no destinado al presbiterado, decayó en Occidente

después del siglo V. En el Concilio Vaticano II se restauró la figura del

diácono permanente. Se puede conferir también a hombres ya casados,

pero se requiere en este caso el consentimiento y apoyo de la esposa.

Francisco Rodríguez González

¿Cuál es la misión de un diácono?

Los apóstoles instituyeron a los diáconos porque ellos no podían hacerse

cargo de la comunidad, por eso eligieron a siete hombres destacados de

entre ellos, para que atendieran a las viudas y cuidaran a los pobres, por

eso el diácono también se encarga de los pobres y llevar el Viático (la

Comunión) a los enfermos. Puede también dar sepultura a los fieles

difuntos.

Diácono, en griego, significa servidor. La misión del diácono no es otra nada

más que la de servir al altar, es decir, preparar las ofrendas, echar la gota

de agua en el cáliz, invitar a los fieles a que se den la paz y despedir a la

asamblea una vez terminada la Misa. También proclama el Evangelio y

predica la Palabra de Dios en las celebraciones litúrgicas.

La misión del diácono comprende también impartir algunos sacramentos,

como el Matrimonio y el Bautismo.

Ismael Navarro González

Las vestiduras del diácono

Dalmática: Del latín ‘dalmatica vestis’, túnica o vestidura de Dalmacia. Vestido litúrgico en forma de túnica hasta las rodillas, con mangas amplias, que usan los diáconos sobre el alba y la estola. Los primeros cristianos la tomaron de los romanos y éstos, del pueblo de los dálmatas (hoy, países balcánicos). La vestían las personas de dignidad.

Estola cruzada: del hombro izquierdo hacia el derecho, en forma descendente.

Fuente: Catholic.net

El diaconado y la santidad

Ciertamente, una de las numerosas características del Cristianismo –desde sus

comienzos hasta nuestro momento actual–, es la riqueza de santos que Dios

nos ha regalado y que han existido ininterrumpidamente a lo largo de su

historia. Un legado que abarca todo el horizonte de los que forman la Iglesia:

santas vírgenes, santos matrimonios, doctores, pastores, religiosos y, también,

santos diáconos.

No es difícil encontrar muchos ejemplos de diáconos que han entregado

incondicionalmente su vida. Ya en la misma Iglesia naciente, contemplamos al

primero de todos los santos diáconos: san Esteban, diácono protomártir de

principios del siglo primero, que fue elegido por los Doce junto con otros seis

varones que debían ejercer el ministerio diaconal de la predicación y del

servicio. San Esteban fue un ejemplo de santidad en la vida de la Iglesia pues

estaba «lleno de gracia y de poder y hacía grandes prodigios y signos en el

pueblo». (Hch 6, 8). Los miembros de la sinagoga, «viendo que no encontraban

argumentos, frente a la sabiduría y al espíritu que se manifestaba en su

palabra» (Hch 6, 10), tramaron un plan para llevarle a juicio y matarle. Por

defender la fe en Cristo, fue lapidado: «Mientras lo apedreaban, Esteban oraba,

diciendo: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Después, poniéndose de rodillas,

exclamó en alta voz: “Señor, no les tengas en cuenta este pecado”. Y al decir

esto, expiró». (Hch 7, 59-60)

Tenemos otro ejemplo que está fresco en nuestras memorias: en nuestra última

peregrinación diocesana, comprobamos que el patrono de la ciudad de

Valencia es san Vicente Ferrer, diácono que llevó a cabo una intensa

predicación por distintas ciudades de Europa acompañado de una gran multitud

de personas que le siguieron en su itinerario. En las actas del proceso de

canonización, constan 860 milagros que tuvieron lugar por intercesión de san

Vicente.

San Atanasio de Jerusalén, san Efrén, san Félix de Sevilla, san Felipe de

Cesarea y san Lorenzo son algunos de los muchos diáconos santos que hay en

la Iglesia.

Ahora, animo a todos a seguir rezando para que haya muchos más santos en

la Iglesia. Rezad por nosotros, que acabamos de ser ordenados diáconos, para

que tomemos el ejemplo de todas estas personas que nos precedieron en la fe

y que han sido recompensadas con la bienaventuranza eterna.

Borja Langdon del Real

1.- ¿Por qué te has animado a empezar el curso con una peregrinación? Porque me parece un buen punto de partida preparar en un sitio como éste todas la acciones que vamos a llevar a cabo durante el curso, ponerlo en manos de la Virgen y que sea Ella mi guía. 2.- ¿Qué destacarías del viaje? Su buena organización, la buena predisposición de la gente y el poder encontrar un retiro en el que poder vivir más intensamente nuestra fe. 3.- ¿Qué supone para ti convivir con doscientos jóvenes un fin de semana de esta manera? Para mí supone el poder compartir vivencias que sería difícil hacerlo en tu vida normal. En este tipo de viajes se pueden vivir experiencias y compartir ideas que te ayudan a crecer como persona y como cristiano. 4. ¿Qué le has pedido a la Virgen de los Desamparados? Entre otras muchas cosas, que ayude a los jóvenes en la situación tan difícil

que actualmente vivimos, para que no perdamos la fe y la fuerza necesaria

para afrontar los retos que se nos presentan en el día a día.

Laura Muñoz Roldán

Nuestra Señora de la Antigua

Villar del Olmo

Un año más, Ella nos esperaba. Esta vez en Valencia, bajo

la advocación de los Desamparados, nuestra Madre acogió

todas nuestra ilusiones y proyectos para el curso que co-

menzábamos. Así lo vivieron algunos peregrinos...

1.- ¿Por qué te has animado a empezar el curso con una peregrinación? Porque me encantan las peregrinaciones y he visto que era una gran oportunidad hacerla ahora que todavía no he empezado con los exámenes. 2.- ¿Qué destacarías del viaje? Germán –uno de los peregrinos que conocí- me ha parecido un hombre estupendo y de él he aprendido que hay que tomarse las cosas del modo más positivo y pase lo que pase debemos estar unidos a Dios, ya que sin Él no somos nada. Pero con Él podemos conseguir hasta cosas que parecen imposibles. 3.- ¿Qué supone para ti convivir con doscientos jóvenes un fin de semana de esta manera? ¡Algo maravilloso, pues complementa de algún modo lo que nos toca vivir día a día! Se aprende mucho de la gente cuya forma de vida es sorprendente: novios que viven su noviazgo bajo la bendición de Dios y de una forma tan pura, gente con verdadera fe y dispuesta a ayudar desinteresadamente, los curas y seminaristas que ofrecen toda su vida a Dios para ayudar a los demás, y algunos tan jóvenes… 4. ¿Qué le has pedido a la Virgen de los Desamparados? A nuestra Madre la he pedido que nos ayude a todos. A cada uno en

nuestras necesidades. Y que me ayude a cumplir la voluntad de Dios.

Siguiendo el consejo del padre Julio le he dado gracias, cosa que suelo

olvidar y sin embargo es tan importante, por cuanto me da sin merecerlo.

Elvira Martín Pedrero

Santa Mónica

Rivas Vaciamadrid

1.- ¿Por qué te has animado a empezar el curso con una peregrinación? La verdad es que en un principio no pensaba en ir. Un poco por pereza y por la „uni‟, pero lo pensé y me animé gracias a la peregrinación del año anterior en Aranzazu. Fue mi primera peregrinación con los jóvenes de la Diócesis y recuerdo que, aparte de pasármelo muy bien y conocer mucha gente, fue toda una experiencia y volví con las pilas cargadas y mirando al curso con buena cara, y… este año quería comenzar el curso de la mejor forma [risas] y coger fuerzas para todo el año. 2.- ¿Qué destacarías del viaje? El viaje ha sido una pasada, ha habido momentos para todo: para rezar, para reír, para jugar [más risas], de todo… Destacaría muchas cosas; no sé, ha habido momentos muy buenos, entre ellos la hora santa por la noche del sábado, el día de la playa también estuvo muy bien, el tener presente a Dios siempre, en todo lo que se hacía, la unidad entre todos y la felicidad. ¡Es que todo el mundo estaba disfrutando en cada cosa que se hacía! 3.- ¿Qué supone para ti convivir con doscientos jóvenes un fin de semana de esta manera? Convivir con tantos jóvenes de la Diócesis me ayuda bastante, ya que ver a tantos jóvenes cercanos a mí, de mi ciudad y de las de alrededor, ayuda a ver que siempre los tienes ahí; que tienes amigos cristianos, con los que puedes compartir la fe, tus problemas y divertirte de una forma sana (partidillo SanJu Vs Santa Mónica). Pienso que es ver una juventud viva. 4. ¿Qué le has pedido a la Virgen de los Desamparados? Pues la he pedido muchas cosas, ya que estábamos allí pues

había que aprovechar. Bueno, sobre todo por este año, para

que me llene de fuerzas y aguante el ritmo. También me

impresionó lo que nos contaban allí sobre la Virgen de los

Desamparados y le pedí que me abra a mí el corazón para

ayudar más a los más necesitados, porque muchas veces no

me doy cuenta de que hay gente que no tiene tanta suerte

como nosotros, no solo a nivel económico, sino que tampoco

tienen la suerte de conocer a Dios.

Carlos J. López Achaques

San Juan Evangelista

Torrejón de Ardoz Entrevistas: Óscar de la Fuente

Fotografías: Pilar García y Óscar de la Fuente

Los días 4, 5 y 6 de noviembre

tuvo lugar en el Palacio Arzobispal el II

Congreso de Familia de la Diócesis de

Alcalá, en el que tuve la gran suerte de

participar, esta vez como oyente.

Las ponencias fueron realmente

enriquecedoras. Con motivo de los 30

años de la exhortación apostólica

«Familiaris Consortio», nos hablaron

de cómo todos los cristianos debemos

comenzar la evangelización del mundo también desde nuestro propio núcleo

familiar.

Como novedad, este año, comenzó

con la exposición del Santísimo

Sacramento en la Capilla, donde

quedó expuesto durante las tres

jornadas hasta que llegó la clausura

del congreso. Comenzábamos la

jornada con el rezo de laudes frente

al Santísimo y en cualquier momento

podías volver a visitarle. También

hubo un grupo de adoración

permanente, pidiendo por el buen

desarrollo de este congreso y

especialmente por sus frutos.

No puedo terminar sin destacar el numeroso grupo de jóvenes que con

su labor desinteresada han participado como voluntarios en las muchas

tareas que conlleva la realización del Congreso de Familias.

Debemos dar las gracias a Dios por todas las personas que han

trabajado para hacer realidad este congreso. Así que por todo y por todos

ellos, ¡gracias Señor!

Flor Abad Arribas

Santos Juan y Pablo

San Fernando de Henares

Jóvenes voluntarios en el II Congreso de Familia

Para muchos, el 11 del 11 de 2011 fue una fecha en la que se volcaron grandes ilusiones para probar suerte por si sucedía algo que les cambiase su vida a mejor. Sin embargo, otros muchos pusieron sus ilusiones, no en la suerte, sino en la confianza de que su esperanza se vería colmada. Es lo que sucedió en la Jornada de Envío de Catequistas de la Diócesis de Alcalá el sábado 12 de noviembre en el Palacio Arzobispal.

La hermosa tarea de la catequesis no es algo que uno pueda hacer por sí mismo y al margen de los demás, sino que el catequista es enviado por su obispo, sucesor de los apóstoles, para ejercer ese ministerio en la comunión de la Iglesia. Pero para poder transmitir la fe se necesita que el Espíritu Santo anime el alma del testigo y ponga las palabras adecuadas en su boca, de modo que quien le vea y escuche diga: «yo quiero esa misma alegría para mí». Por eso, el punto central de la Jornada fue la celebración de la Eucaristía en la que un nutrido grupo de catequistas y sacerdotes recibieron la fuerza de lo Alto para desempeñar su misión.

Nuestro Obispo nos presentó su carta pastoral «Para que tengan vida eterna» en la que nos invitó a reflexionar sobre la importancia de que la catequesis ayude a incorporar en la vida de la Iglesia a las personas de modo que poco a poco conozcan a Jesucristo, que es el único que puede hacer al hombre feliz.

Fue también un día de alegría porque el Secretariado de Catequesis –en colaboración con distintas Delegaciones diocesanas y gracias a la ayuda de catequistas, profesores, seminaristas, sacerdotes y religiosos– presentó los materiales catequéticos para la etapa mistagógica. Una palabra rara de sencilla explicación: una vez que se han recibido los sacramentos de Iniciación Cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía, se abre una etapa en la que hay que volver a profundizar en ellos a través de la catequesis.

Se trata de unas catequesis –18 por ciclo– en las que se profundiza en estos sacramentos de Iniciación Cristiana a la vez que en las Tres Personas Divinas y que culminan con la renovación de las promesas bautismales después de tres ciclos.

Podéis encontrarlos en nuestra página Web y para dejarnos cualquier sugerencia y direcciones de correo de más catequistas que quieran recibir nuestras novedades, no dudéis en escribirnos aquí. Dios quiera que este material catequético sea recibido con la misma ilusión con que lo entregamos y entre todos podamos irlo mejorando para que el Señor se sirva de él y nos conceda abundantes frutos.

Que, con la fuerza recibida de Dios, podamos responder con generosidad

cada día a la llamada para dar a conocer en la catequesis a quien es Fuente

de Vida. Francisco Javier Martínez Fernández, pbro.

Director del Secretariado de Catequesis

Diócesis de Alcalá

Benedicto XVI declara santa a la madre Bonifacia, natural de

Salamanca, tras el reconocimiento de dos milagros en menos de

10 años. La fundadora de las Siervas de San José falleció en

1905 en Zamora.

El Consejo Pontificio Justicia y Paz pro-

pone la creación de una Autoridad Públi-

ca Mundial como «único horizonte compati-

ble con las nuevas realidades de nuestro

tiempo». Frente a la actual crisis económica

el Pontificio de Justicia y Paz quiere contri-

buir ofreciendo a los máximos responsables

una propuesta de una Autoridad Pública con

competencia universal.

Benedicto XVI pide ayuda para Turquía tras el terremoto en

la provincia oriental de Van que se cobró unos 500 muertos y

más de 1000 heridos. Asimismo, el Papa pide ayuda también

para todos los que prestan su ayuda a las víctimas.

«Nunca más violencia, nunca más guerra y nunca más

terrorismo». Así cerró el Papa Benedicto XVI el encuentro

por la paz en Asís. En él se reunieron los principales líderes

religiosos del mundo después de 25 años del primer encuen-

tro convocado por Juan Pablo II. También añadió: «En nom-

bre de Dios, que cada religión lleve sobre la tierra justicia y

paz, perdón, vida y amor».

Por la izquierda, Rowan Williams,

Bartolomé I, Benedicto XVI, David

Rosen y Wande Abimbola, en un

momento del Encuentro

Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, con

el papa Benedicto XVI

Fieles españoles en el Vaticano

El Papa Benedicto XVI lanza un mensaje claro y direc-

to durante su visita a Benín, África: «Los cristianos no

pueden desinteresarse de sus hermanos y hermanas»,

señala el Pontífice, refiriéndose a que lo mejor que los

cristianos pueden aportar a un continente falto de paz,

justicia y desarrollo como África es lo espiritual, la re-

conciliación con Dios y con el prójimo.

Lara Sánchez

A la llegada de Benedicto XVI a su tierra natal se celebró la ceremonia de

bienvenida en el Castillo de Bellevue en Berlín. Tras firmar en el Libro de Oro, el

Santo Padre quiso dejar clara su intención en este viaje pastoral:

«Aunque este viaje es una visita oficial que reforzará las buenas relaciones

entre la República Federal de Alemania y la Santa Sede, no he venido aquí para

obtener objetivos políticos o económicos, como hacen otros hombres de

Estado, sino para encontrar a la gente y hablar con ella de Dios».

Tras reunirse con el presidente alemán Christian Wulff y más tarde con la

canciller Angela Merkel, Benedicto XVI visitó el Parlamento Federal en el

Reichstag en Berlín. Allí expresó el honor que sentía al poder hablar ante la

Cámara Alta del Parlamento de su patria, Alemania.

El primer día del Papa en tierras germanas continuó con una reunión con

varios representantes de la comunidad judía. Con ella Benedicto XVI constataba

el intercambio entre la Iglesia Católica y el Judaísmo en Alemania. «Relaciones

duraderas y de confianza», señalaba. El Santo Padre habló de la

responsabilidad común entre estas

dos religiones para el desarrollo de

la sociedad, de la necesidad de

continuar juntos por este camino y

de la bendición única y

omnipotente que es necesaria para

que todo esto se dé. Finalizó

dando las gracias a todos los allí

presentes. La primera jornada del

Papa en Alemania terminaba con

una misa en el Estadio Olímpico

de Berlín.

El día del viernes comenzaba

con una Santa Misa privada en la

Capilla de la Nunciatura Apostólica en Berlín. Seguidamente, Benedicto XVI se

reunía con representantes de la comunidad musulmana. El Papa habla del

matrimonio, del respeto a la vida en cada fase de su desarrollo natural y de la

justicia social en su más amplio sentido, como valores comunes de todo hombre

religioso. Recordaba también la celebración que días más tarde se iba a dar en la

ciudad de Asís, el encuentro por la paz que ya convocó por primera vez el beato

Juan Pablo II. Terminaba como siempre dando las gracias por el enriquecimiento

que suponen para él estas reuniones.

Benedicto XVI continuaba la jornada visitando la Catedral de Santa María de

Erfurt y reuniéndose con representantes del Consejo de la Iglesia Evangélica

Alemana. Es aquí donde el Santo Padre habla del contexto del mundo

secularizado «en el cual debemos vivir y dar testimonio de nuestra fe», decía. A lo

que añadió:

«La ausencia de Dios en nuestra sociedad se nota cada vez más […]

¿Acaso es necesario ceder a la presión de la secularización, llegar a ser

modernos adulterando la fe? Naturalmente, la fe tiene que ser nuevamente

pensada y, sobre todo, vivida, hoy de modo nuevo, para que se convierta en algo

que pertenece al presente».

Benedicto XVI señala que la fe debe ser vivida a partir de lo íntimo de

nosotros mismos, que esta será la fuerza que nos unirá en este mundo

secularizado al que ha demostrado que no debemos tener miedo porque él no lo

tiene.

El sábado 24 el Papa visita la

Catedral de Friburgo de

Brisgovia, allí saluda a sus

ciudadanos y se reúne con el ex

canciller Helmut Kohl. Más tarde,

se reúne con representantes de

las Iglesias Ortodoxas. En esta

celebración Benedicto XVI acude

a la Virgen María para «llegar a

ser en Cristo una comunidad

cada vez más íntimamente

unida». Finaliza dando la

bendición a todos los que allí se

encontraban. A continuación, el Santo Padre se congrega con los seminaristas

de San Carlos de Borromeo y más tarde con el Consejo del Comité Central de

Católicos Alemanes para finalizar el día con una vigilia con los jóvenes

alemanes, en la que recordó con gran emoción la Jornada Mundial de Juventud

celebrada apenas un mes antes. Benedicto XVI animó a los jóvenes a que

permitieran que Cristo arda en ellos «aun cuando ello comporte a veces sacrificio

y renuncia»; que no teman perder algo, que sean valientes porque «vosotros

sois la luz del mundo» y «donde está Dios, allí hay futuro», concluyó el Vicario

de Cristo.

En la última jornada de Benedicto XVI en Alemania, tras atender varios

compromisos, el Papa se reunía con los católicos comprometidos en la Iglesia y la

sociedad.

«Vivamos como individuos y como comunidad de la Iglesia la sencillez de un

gran amor que, en el mundo, es al mismo tiempo lo más fácil y lo más difícil,

porque exige nada más y nada menos que el darse a sí mismo».

Con estas palabras y con la celebración de la ceremonia de despedida en el

aeropuerto de Lahr, Benedicto XVI se marchaba de Alemania con los deberes

hechos: atender a cada una de las comunidades religiosas alemanas, reunirse

con los jóvenes como futuro de la Iglesia y dar testimonio de que el ecumenismo

es caminar juntos en el diálogo y la oración. Algo en lo que ya insistió el Papa

Juan XXIII en el Concilio Vaticano II allá por 1959.

Lara Sánchez

El Papa con Alí Dere, profesor de Teología Islámica

«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi

amor» (Jn 15, 9). Con estas palabras comenzaba sus palabras el Papa

Benedicto XVI en Cuatro Vientos el pasado 20 de agosto en Madrid, en

contestación a la pregunta: «¿Cómo

puede un joven ser fiel a la fe

cristiana y seguir aspirando a

grandes ideales en la sociedad

actual?».

El amor es lo que nos permite seguir

a Jesús y lo que nos permite seguir

adelante con el proyecto de nuestra

vida. Cuando no tenemos amor

verdadero, nuestra vida se llena de

insatisfacciones y sinsabores. El amor

nos da la felicidad y la alegría.

Para permanecer en el amor a Dios y a

los hombres tenemos tres medios

fundamentales: la oración, la Confesión y la Eucaristía. En la oración,

entablamos un diálogo con Jesús donde podemos

desahogarnos y abrir nuestro corazón. En la

Confesión, recuperamos la gracia de Dios que

perdemos por nuestras debilidades y nuestros

pecados. En la Eucaristía, nos llenamos de la

fuerza de Dios para afrontar nuestra vida con

Cristo.

Con la oración, la Confesión y la Eucaristía podremos estar firmes en la fe y

arraigados en Cristo y por eso el Papa nos invita a los jóvenes de todo el

mundo: «No tengáis miedo al mundo, ni al futuro, ni a vuestra debilidad».

En «Algo para Meditar» nos acercamos a los temas que la Delegación nos presenta cada primer viernes de mes en la Oración Diocesana de Jóvenes (ODJ). En este número, vemos que sin el amor de Cristo no somos nada y, para corresponder a este amor, ¡qué mejor que conocerle en profundidad a Él y su Iglesia! Nos lanzamos a una aventura que nos ayudará a conocer al que es Camino, Verdad y Vida.

«El regreso del hijo pródigo», de Bartolomé E. Murillo. Galería Nacional de Arte, Washington DC (EEUU).

Juan Manuel Martín Orellana, pbro.

Director de la ODJ de octubre

No hay nada mejor que saber inglés en estos tiempos que corren.

Así uno puede traducir directamente sin ningún problema. El Santo

Padre, el Papa Benedicto XVI nos ha regalado este verano el

mejor regalo, el «TuGato». Es decir, para los que nos sois bilingües,

el «YouCat». El Papa ya nos alerta en la introducción de la

necesidad de una buena formación en estos los tiempos que corren:

«Tenéis que saber qué es lo que creéis. Tenéis que conocer vuestra fe

de forma tan precisa como un especialista en informática conoce el

sistema operativo de su ordenador, como un buen músico conoce su pieza

musical. Sí, tenéis que estar más profundamente enraizados en la fe que la

generación de vuestros padres, para poder enfrentaros a los retos y

tentaciones de este tiempo con fuerza y decisión.

Necesitáis la ayuda divina para que vuestra fe no se

seque como una gota de rocío bajo el sol, si no

queréis sucumbir a las seducciones del consumismo,

si vuestro amor no quiere ahogarse en la pornografía,

si no queréis traicionar a los débiles ni dejar tiradas a

las víctimas».

El YouCat está articulado en cuatro partes, como el

Catecismo de la Iglesia Católica. En primer lugar, nos

presenta lo que creemos. Después, cómo

celebramos los misterios cristianos. En un tercer

apartado, cómo obtenemos la vida en Cristo. Por

último, cómo debemos orar.

El Papa insiste una vez más: «Este Catecismo no os regala los oídos. No

os lo pone fácil. Pues os exige una vida nueva. Os presenta el mensaje del

Evangelio como la “perla de gran valor” (Mt 13,46), por la que hay que dejarlo

todo. Por eso os pido: ¡estudiad el Catecismo con pasión y constancia!

¡Dedicadle tiempo! Estudiadlo en el silencio de vuestro cuarto, leedlo con un

amigo, formad grupos de trabajo y redes, intercambiad opiniones en Internet.

¡De cualquier forma, mantened conversaciones acerca de la fe!».

Este año, la formación de los jóvenes de la Diócesis acepta el reto que

Benedicto XVI nos lanzó en la Jornada Mundial de la Juventud. El YouCat

será el material utilizado en la formación de jóvenes de toda la Diócesis y el hilo

conductor de nuestras oraciones de los primeros viernes de mes. Así también lo

ha aprobado nuestro Obispo con su Consejo Episcopal. Y desde la Delegación

lo impulsamos con gran alegría.

Alberto Raposo Gómez, pbro.

Director de la ODJ de noviembre

Aprovechemos este regalo. Nos va

en ello la vida.

Hace unas pocas semanas una de las comunidades de vida religiosa más grandes de España –y de todo el mundo– volvía a ser noticia. Esta vez no porque otro aluvión de vocaciones haya llegado hasta los muros de su convento o porque un conocido predicador haya acudido unos días dentro de éstos con la compañía de una cámara de televisión.

Las hermanas de Iesu Communio tienen claro que para llegar a los

corazones de los jóvenes de hoy en día hay que hablar nuestro mismo lenguaje. Un idioma que en muchas ocasiones, quizá más de las que debiera, pasa por Internet.

En la Red, empleamos gran parte de nuestro tiempo compartiendo

ideas, recordando el último fin de semana o aquellas vacaciones y, sobre todo, hablando con amigos que muchas veces reclaman nuestra atención a través de un sonoro „zumbido‟.

Nuestro amigo que nunca falla, Jesucristo, es más sutil a la hora de querer entablar conversación con nosotros también en la Red. Las hermanas del instituto religioso de La Aguilera lo tienen claro y por eso han vuelto a ser noticia: han lanzado su propia página Web.

Una iniciativa, la del salto a Internet, que multitud de órdenes e

institutos religiosos llevan mucho tiempo desarrollando para salir al encuentro de los corazones inquietos que solo en Jesús pueden encontrar descanso. En los próximos meses en esta sección, iremos

viendo cómo los distintos carismas religiosos de la Iglesia nos conectan con Cristo en la vida, quizá consagrada un día a Él por completo, y cada día desde la Red.

José Manuel Del Puerto

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Este santo, nacido en 1400, fue de los primeros

religiosos franciscanos que llegaron al recién fundado convento de Alcalá de

Henares. Precisamente, en Alcalá dedicó los últimos años de su vida en la

portería del convento. No había nacido en esta ciudad, sino que era natural de

San Nicolás del Puerto, provincia de Sevilla. En

este pueblo andaluz comenzó su piedad cristiana

como ermitaño. Y como ermitaño vivió hasta que

tomó los hábitos franciscanos en el convento

cordobés de la Arruzafa. Luego marchó a Canarias,

Roma y La Salceda (Guadalajara). De su época en

Alcalá de Henares es de la que contamos con más

noticias. Singular fue su práctica de la caridad.

Destaca entre sus milagros el llamado

«milagro de las rosas», en el que el pan que

llevaba como limosna a los pobres se convirtió en

olorosas flores ante la exigencia de un superior,

que sospechaba que el pan que llevaba escondido

Diego entre sus

hábitos había

sido sustraído de

la ración de los

monjes.

No obstante, la fama del piadoso lego

aumentó tras su muerte, acaecida el 13 de

noviembre del año 1463. Sus restos

mortales fueron venerados por el pueblo y

por los reyes castellanos. En particular,

Enrique IV tras sanar de una dolencia que

padecía en un brazo, levantó una capilla

sobre la celda del Santo en la portería del

«San Diego de Alcalá dando de comer a

los pobres», de Bartolomé E. Murillo.

Museo de la Real Academia de Bellas

Artes de San Fernando, Madrid.

«San Diego de Alcalá

en el milagro de las rosas»,

de Francisco de Zurbarán.

Museo Lázaro Galdiano, Madrid.

Imagen de san Diego que

se venera en la Catedral de Alcalá.

Foto extraída de la Web de la Diócesis

En el siglo XVI se sucede la curación más afamada del santo, que

impulsaría su canonización. En el reinado de Felipe II, el hijo del monarca, el

príncipe don Carlos, es enviado a la villa de Alcalá a estudiar, pero una fatal

circunstancia sucede. El joven príncipe en la noche del 19 de abril de 1562,

persiguiendo a una doncella, sufre una caída por la escalera del Palacio

Arzobispal, golpeándose la cabeza. Pese a los cuidados médicos, la salud del

muchacho empeoró y perdida la esperanza de recuperación, el 9 de mayo se

decide trasladar el cuerpo del Santo hasta Palacio. Pusieron al Príncipe en

contacto con el cuerpo del Santo y seis horas después don Carlos inició su

recuperación. Tras la sanación se impulsa desde la corte la canonización de

Diego. Finalmente, el santo de la caridad subió a los altares en julio de 1588.

Es precisamente San Diego el

primer santo español de la orden

franciscana. «En Alcalá se celebró la

noticia con fuegos artificiales y

repique de campanas en todas las

iglesias», al igual que en el resto de

España.

En el transcurso de estos festejos

conmemorativos de canonización,

llegaron de Roma dos presentes del

papa Sixto V, «el altar en que

celebró él mismo la Misa de

canonización de san Diego y el

estandarte del Santo que se llevó en procesión en Roma». Precisamente este

altar es el utilizado en la actualidad en la catedral de Alcalá.

El rey Felipe II no solo intervino activamente en el proceso de

canonización, sino que premió al convento complutense con la ampliación y

limpieza de su capilla y también mandó erigir un nuevo altar para colocar la

arqueta con el cuerpo de san Diego.

Tras la desamortización, el cuerpo del Santo pasó a la Iglesia de Santa

María la Mayor y posteriormente a la Magistral, donde todavía se pueden

venerar las reliquias del santo cada 13 de noviembre con motivo de su

festividad.

En cuanto a la iconografía del santo, se le representa vistiendo el hábito

franciscano de los legos: simple túnica, escapulario y cordón. Es muy común que

aparezca abrazando una enorme cruz de madera, en recuerdo de su austera vida

penitencial.

También se le representa con un manojo de rosas, recogido en el

escapulario de su hábito a modo de delantal, en clara alusión al «milagro de las

rosas». Otra forma de representarle es rodeado de mendigos y niños a quienes

reparte comida junto a un puchero. También se le representa en éxtasis mientras

algunos ángeles le reemplazan haciendo la comida en la cocina. Otro de los

milagros representado es la curación de un joven ciego con el aceite de la lámpara

de un altar o el rescate de un niño ileso de un horno encendido.

José Manuel Lara

D. Juan Antonio Reig, obispo de Alcalá, incensando

la urna con las reliquias del Santo en el día de su

festividad (Catedral de Alcalá).

Foto extraída de la Web de la Diócesis

Escucha a la Delegación

en RADIO MARÍA

«¿Sabes la última?»

15 de diciembre 20:00h

El primer

viernes de

cada mes

ORACIÓN EN EL

PALACIO ARZOBISPAL

Nos vemos el viernes 6 de ENERO a las 21:00h con los

Reyes Magos

AULA CIVITAS DEI

Jueves 15 de diciembre de 2011 20:00 horas

Coloquio: Cristianos en Tierra Santa:

extranjeros en la cuna de Cristo.

Intervienen:

P. Joaquín Martín Abad, vicario episcopal

para la Vida Consagrada, de la archidiócesis

de Madrid y vocal del Patronato de la Obra

Pía de los Santos Lugares de Jerusalén.

Mª José Fernández Martín, abogada, dama

de encomienda de la Orden de Caballería del

Santo Sepulcro de Jerusalén.

EJERCICIOS ESPIRITUALES 17, 18 y 19 de febrero de 2012. Director: Pablo Ormazábal Albístur. Precio: 40 euros. Lugar: Colegio San Ignacio, C/Concepción Arenal, 3, 28806, Alcalá de Henares. Empiezan el viernes a las 20 h. y terminan el domingo después de comer. Habi-tación individual y comidas incluidas.

24, 25 y 26 de febrero de 2012. Direc-tor: Germán Arana, S.J. Precio: 40 euros. Lugar: Colegio San Ignacio. C/ Concepción Arenal, 3, 28806, Alcalá de Henares. Empie-zan el viernes a las 20 h. y terminan el do-mingo después de comer. Habitación indivi-dual y comidas incluidas.

28 de abril al 2 de mayo de 2012 (cuatro días). Director: Patxi Malo. Precio: 70 euros. Casa Diocesana, C/ Montalbán, 25, 28180, Torrelaguna. Empiezan el sábado 29 a las 20 h. y terminan el día 2 después de comer. Habitación individual y comidas inclui-das.

Para apuntarse manda un correo con tus datos a:

infanciajuventud@obispadoalcala.org