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ENTRAMADOExpresin y Anlisis

Director: Orlando Arias Sols Ao IV Morelia, Mich., Julio 2015 Num. 41Subdirector: Jaime Buenaventura Murillo Fernndez Visitanos:http://www.ocupen_su_localidad.mipropia.com

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SABINA 500 NOCHES PARA UNA CRISIS EN MXICO(2a y ltima parte)

Jaime Buenaventura Murillo Fernndez

Joaqun Sabina comenz su gira 500 noches para una crisis en 2014, de sta grab un doble CD+DVD, recogido en la actuacin que ofreci a finales de

septiembre de ese ao en el mtico Luna Park de Buenos Aires, Argentina. Las canciones del lbum 19 das y 500 noches fueron las grandes protagonistas de este trabajo (celebrando 15 aos de vigencia de este disco grabado en 1999), aunque tambin incluy otras piezas inolvidables. Con esto como base, el cantautor andaluz regres a la carretera para su gira por la Repblica Mexicana.

El da primero de mayo de 2015, fue el primer concierto en Mxico de Joaqun Sabina con su gira 500 noches para una crisis. Ante miles de asistentes que abarrotaron el Auditorio Nacional y ataviado con un traje azul con camisa y bombn negro, cobijado por un escenario con largas cortinas, y enmedio de una pantalla gigante que mostraba pinturas, dibujos y garabatos de su autora (muchos incorporados a su ltimo libro Muy personal y que fueron creados en la poca de depresin, en la que Sabina dej la guitarra y se compr unos lpices para hacer, lo que l llam garabatos absurdos). El cantautor espaol ofreci un concierto bohemio (durante casi tres horas), refrescando la memoria de miles de fans que han seguido su trayectoria musical. Tambin cont ancdotas, chascarrillos y versos, y se dijo dueo de un corazn muy mexicano (incluso se atrevi a hablar de


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esos dos aos en que se sumi en la depresin).

Sabina fue el encargado de hacer su propia presentacin en el escenario:Seoras y caballeros:soadas en los noventa, hay rimas que se reinventan bajo los mismos sombreros. Ojal que las reciban y sigan latiendo vivas en sus cmplices odos. As que, contra el olvido, contra el bola y el ISIS, para tiempos de tormenta, bienvenidos a 500 noches para una crisis. En esta gira, el de beda aparece acompaado de los msicos Pancho Varona, Antonio Garca de Diego, Jaime Asa, Pedro Barcel, Josemi Sagaste y la cantante Mara Barros.

Apenas comenzaba la velada (que llevara al pblico a un emotivo recorrido por el disco 19 das y 500 noches), y las ovaciones y los gritos no cesaban en el interior del Coloso de Reforma. Con la participacin de Mara Barros como invitada especial y bajo la eufrica atmsfera se interpret la cancin Ahora que, tema con el que arranc el concierto que marc el inicio de una esperada gira que ha llevado a Sabina a saciar esas insoportables ganas que tena por volver a Mxico, segn l mismo expres:En esta ciudad, hace 30 aos empezamos nuestra aventura latinoamericana que tantsimo nos ha calentado el corazn dijo el msico para saludar al pblico mexicano, tras cantar las piezas 19 das y 500 noches y Barbie Superstar. Despus el andaluz cont que en la poca de ese disco, cumpli sus primeros cuarenta y diez, tuvo un ictus y se vi obligado a cambiar sus amigos drogadictos de rock and roll, por los borrachos poetas. El entusiasmo del pblico y las risas invadieron el Auditorio, me busqu una mujer mejor, que todava me aguanta, pero que me hizo jurar sobre todos los evangelios que no volvera a llamar de madrugada a la puerta de La magdalena, as present Sabina el cuarto tema que cant. Continuaron acompaadas del coro del pblico las canciones:A mis

cuarenta y diez y Donde habita el olvido.

LLeg el turno de Ese no soy yo, cancin que, despus de muchos aos, logr traducir de una manera completamente libre y con un ritmo muy propio para dedicarla a Robert Zimmerman, mejor conocido como Bob Dylan. Uno se enamora de determinados pases y ciudades, pero siempre a travs de la gente que uno conoce en esos lugares. Dedico el siguiente tema a tres personas muy importantes para mi acorazonado corazn mexicano, declar. Noem, quien me ense lo mejor de Tijuana, que era ella; a Pablo Salazar, que me hizo enamorarme de Chiapas y a Ricardo Rocha, que me abri las puertas de Mxico entero, dijo emotivamente. Acto seguido, Sabina comenz con los primeros versos de Peces de ciudad, para luego continuar


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con Viridiana y despus hacer honor a su amigo y exguitarrista del grupo Alarma, Jaime Asa, a quien cedi el escenario para que interpretara Rubia platino.

Despus, sentado el tambin poeta, y con la guitarra en su regazo comenz a versar: No faltaron tormentas aquel ao, me echaron de las barras de los bares, desgarr mi camisa de lunares, dejamos de jugar a hacernos dao, rimando la cancin del desengao, desert de los fuegos malabares, cambi las alegras por sombreares, y al tipo que te am por este extrao. Me acosaron alarmas imprevistas, sufr, te perd, fui tropezando extramuros del furo del artista, prfugo de un dolor que ya no existe, llevo 500 noches celebrando la impdica belleza de estar triste.

Enseguida, Joaqn hizo sonar los primeros acordes de Cerrado por derribo, continu sin pausas la interpretacin de Pero que hermosas eran, Ms de cien mentiras y un pequeo popurr que intercal Noches de boda y Nos dieron las diez. Luego de una pequea pausa, regresaron Pancho Varona y Mara Barros para deleitar a los asistentes con Conductores suicidas y Noches perdidas, respectivamente. Aparece de nuevo Sabina en el escenario para ofrecer un dueto con Barros, ambos intercalaron, con el particular estilo que acostumbra cada que se presentan juntos, las piezas Y sin embargo te quiero de ella y Sin embargo de l.

LLeg el momento cumbre de la noche, no fueron necesarios ms discursos para que el pblico se pusiera de pie y cantara al unsono Por el Boulevard de los sueos rotos, mientras se proyectaba al fondo del escenario imgenes de Sabina y Chavela Vargas. Despus de cantar Princesa se hace una ltima pausa. Abre el ltimo y el

ms pequeo bloque Varona con Tan joven y tan viejo. Yo no quiero calor de invernadero, yo no quiero besar tu cicatriz, yo no quiero Pars con aguacero, ni Tenampa sin t, vers Sabina en la cancin Contigo. El final

de la velada lleg con Pastillas para no soar y un fragmento de La cancin de los buenos borrachos. Despus de este concierto en el D.F. Joaqun Sabina continu su gira mexicana 500 noches para una crisis, por las ciudades de: Guadalajara, Monterrey, Torren, Quertaro y Puebla. Y en junio por Panam, Colombia, Ecuador y Espaa.




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EL BAILE

Juan Pablo Villaseor

Antes que nada debo confesarlo: a m, el baile es algo que me desagrada por completo, tal vez por frialdad, tal vez por no poseer aptitudes para semejante ejercicio. Nunca supe de alguien de mi familia que gustara de tal cosa, bueno, dicen que uno de mis bisabuelos bailo cierta vez, durante una noche entera, hasta desmayo de cansancio, esta fue la nica ocasin durante toda su vida. Poco antes de morir, le comunic su experiencia a mi bisabuela; es algo insustancial, de poco monta le susurr al odo y muri al instante. Yo opino igual que l.

Sin embargo, no vaya a pensarse que estoy juzgando algo que desconozco, no, que ocurrencia, yo he bailado, muchas veces. Tambin es cierto que adoro la msica, pero La msica debe orse, solamente eso, o , en todo caso, dejar el baile o danza en manos de los profesionales de este arte. Hay quienes aseguran que el baile practicado en las sociedades modernas en una extensin de aquellas voluptuosas danzas primitivas ( concretamente los ritos mgicos de los pueblos africanos, o las festividades germanas), pero esta afirmacin es falsa. No nos dejamos

engaar, el baile ya no conserva el encanto salvaje y profano que alguna vez tuvo. He visto a muchos que a la menor provocacin musical empiezan a sacudirse estpidamente, sin importarles si estn sentados, acostados, o si van caminando. Qu impulso secreto les conduce al zangoloteo?.

Si usted, amble lector que tiene a bien hojear estas lneas, opina lo mismo que yo; tenga cuidado al acercarse a este tipo de patanes, pus podra ser derribado de un manazo, de un cabezazo, que s yo, cuando les da emplean el cuerpo culero. Mas sin embargo, si usted tambin baila, entonces encjase de hombros ante mi consejo, que ya tendr usted

oportunidad de repartir sus propios mandobles.

Hay algo importante en todo esto: las chicas si pueden bailar, es agradable verlas moviendo su cuerpo cuando lo hacen solas: pero no todas, no, solo aquellas que son jvenes, que son hermosas, que.. Es decir, aquellas que son como Bertha, ay, es de ella de quien quiero hablar, si de Bertha. Tengo cuarenta aos, y mis das ms felices se los debo a ella; mi desgracia la debo al baile, tambin de ello quiero hablar y, nada tiene ya que ver con mi confesin anterior. Volvamos al pasado.

Pues bien, Bertha adoraba las pistas de baile o las adora an, no s. Continuamente asistamos a ellas, yo no me senta mal, por lo mucho que me alegraba complacerla. Incluso llegaba a ms bailar claro slo una o dos piezas, era lo pactado, despus el tiempo me perteneca, y Qu hacia yo? Sino admirarla, escucharla, sentados en nuestra mesa habitual, desde donde la pista apenas poda verse, y la msica llegaba a nosotros como una caricia extraa.




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Aquella noche Bertha luca esplndida, alegre y contenta, fue de esas noches en las que ella rea sin cesar. Esta vez ni siquiera insisti mucho en lo del baile, aunque yo poda ver por encima de mi copa cmo en ocasiones sus ojos se desviaban furtivamente hacia los bailadores. Por mi parte, yo, esa hubiera sido mi noche; en poco tiempo haba llegado a desechar mi imagen de hombre vulnerable y poco audaz. Estuve genial, asombrosamente genial e inteligentsimo.

Para ella, el que alguien sea simptico y tenga una chispa de genio es una nadera. Bertha exige ms, mucho ms, es por eso sin lugar a dudas por lo que ella busca mi compaa, aunque no me agrade el baile.

Alguien que fuera listo podra haberla sorprendido aquella noche, embelesada, mirando con el corazn en un puo, esa mi peculiar y cautivadora forma de trepar los codos en la mesilla, encajando la cara entre las manos con ojos difcilmente soadores. No caba duda de que haba logrado interesarla, mas, de pronto descubr algo extrao entre los rizos claros de mi amada. Separ cuidadosamente el cabello uno a uno y, encontr una cana. Si, una cana bonachona que trataba de escabullirse entre mis dedos, nunca haba visto esa cana, estaba seguro de que el da anterior no exista. Arranque la cana con furia y mientras la observaba cuidadosamente a contraluz, algo que iba haciendo su aparicin sobre los muros desvi mi atencin.

Una sombra , singular y horrible, mucho ms horrible y siniestra que la cana misma. Luego, la sombra se desliz, entre las luces, dando infantiles y torpsimas zancadas, y se acerc a nosotros. El humo sala atolondrado por mi boca.

Ante ustedes, declaro que no sent miedo, levant simplemente la cabeza lo ms que pude, decidido a encarar lo que fuese, pero Qu fue lo que apareci




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frente a m?; un oso, ridculo y sucio, como todos ellos, pero este tena adems la impertinencia de querer danzar una balada romntica con mi Bertha; ex poseedora de una curiosa cana. Las uas del oso se extendieron hacia nosotros con una fingida elegancia , mientras estaba atrs

una de sus asquerosas garras, inclinando la cabeza. Que insensatez, Bertha me mir por un instante, como si esperase mi aprobacin, pero yo me haba quedado mudo, mis ojos desorbitados apenas distinguan sus figuras

cubiertas de nubes.

El humo fue tindose de color de las luces, y pude ver como aquella manaza inmunda y multicolor conduca la frgil mano de mi adorada. Sus enormes patazas se desplazaban con gran seguridad por el piso, al tiempo que agitaba vigorosamente su barriga. Haban trazado una lnea imaginaria hasta don de ambos deberan inclinar sus cabezotas unidas, manteniendo el equilibrio con un solo pie. La msica se haba ya desquiciado, y la gente se mova alocadamente sobre la pista lanzando gritos histricos, palmeando y palmeando, sin querer ninguno dejar de seguir aquel ritmo frentico pero insulso las manos arriba! las manos abajo! a mover la cadera! Todos corran en tropel por las orillas, tomndose por la cintura, hacia el centro y atrs!. Por un momento Bertha, la traidora de la cana, sali disparada, girando vertiginosamente sobre los talones y fue a dar contra las mesas, hasta ah la sigui el oso con toda y su blasfema corpulencia pestilente; ahora dando brincos de rana, ahora haciendo pasos de araa, con las manos en la cabeza, contra el pecho, en la cadera, al tam tam, vuelta; los ojos arriba, sacudiendo los hombros, al tam tam, el hocico entreabierto, al tam tam tam..

No s cunto dur aquella pesadilla, probamente hasta el amanecer, cuando v que el oso corra por el abrigo de su compaera de baile. Se marchaban juntos, Antes de salir, la de la cana se detuvo un segundo , y agit su mano en

seal de despedida. En sus labios se pos algo parecido a un sonrisa, algo que despus cruzo volando frente a mis ojos, como una gaviota, y desapareci en la nada. De un manotazo derrib la mesa con las copas, y patale, y me tir al suelo, y romp en sollozos..

Ha pasado el tiempo, y Bertha no ha vuelto a marcar mi telfono. Tampoco yo he intentado buscarla; no s si deba hacerlo, tal vez ella me est esperando y, seguramente se enojar muchsimo si no regreso. Puede incluso estar sufriendo espantosamente por m. Pero como ya he dicho, no s.

El otro da al cruzar la calle, una chica toc mi hombro y me sonri, quiz no era ella




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FESTIVIDADES MICHOACANAS

FESTIVAL DEL REBOZO EN JIQUILPAN

29 DE JULIO

Staff Entramado

Este evento es organizado por el ayuntamiento de la ciudad, el instituto Jiquilpense de la mujer y el patronato del centro sericcola y reboceria. En l se dan a conocer los antecedentes histricos de esta prenda, se muestra su versatilidad para formar parte del guardarropa femenino as como las potencialidades econmicas que puede representar el aprovechamiento del gusano de seda.

A partir de algunos cdices como el Mendocino y el Florentino, as como el de esculturas en piedra y cermica, se tienen conocimiento que en Mesoamrica existi una prenda tejida en telar de cintura que tena barbas alargadas y que con el tiempo recibi el nombre de rebozo. En Jiquilpan se ofrecen talleres para que la gente interesada aprenda la tcnica en el manejo de la seda y la confeccin de prendas.

El festival tiene como objetivo reforzar las acciones para el rescate de la confeccin de rebozos, actividad que antes de la mitad del siglo pasado le diera renombre a la ciudad y tuvo un auge de talleres familiares que elaboraban dicha prenda. En el marco de este festival se realiza una pasarela donde se muestra la diversidad de formas y el amplio colorido que posee el rebozo, que ha sido considerado como una prenda caracterstica de la vestimenta mexicana, ya que se adapta sin complicaciones como una accesorio actual para las nuevas tendencias de la moda.


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EL TACTO Y LA MIRADA Por Antonio Mendiola Meja Para Rafael Flores, pintor. Al ver los cuerpos, me veo a m mismo siendo otro cuerpo sin mirada, sin mscara que ocultar o rostro que se dibuja en la piel quemada de mis ojos. Luz, sombra: puo de rebaos que desgranan el sabor del pensamiento. Qu son estas mujeres sin rostros? Qu son estos rostros sin mujeres? Qu es a la luz de la sombra que se filtra por los prpados de una sanda y se posa en los muslos del deseo? Cuidado, alguien nos ve mirando lo invisible. Volteo: no hay nadie; slo un eco del mundo que contempla la armona del sonido por los ojos de la carne. Me desnudo de ideas. Respiro la electricidad de la mujer azul. Fornico por el ojo del culo. Escribo un falso texto. Blasfemo los rostros conocidos. Quin eres? Quin soy, que eres? Las yemas de los dedos registran un secreto dicho en voz baja. La voz escribe su rostro sobre el cuerpo sin nombre. Acaso tengas todos los nombres del mundo y una piedad infinita por mostrarte. Nos ves al verte paralizada en el estanque de los sueos y la memoria es un temblor de espinas en la piel de la inocencia.

Escribo que cuerpo. Escribo.

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