Nº 36 QUINTA ETAPA 2015

Nº 43 QUINTA ETAPA 2017

El pasado uno de septiembre se celebró la Jornada Mundial de Ora-ción por el cuidado de la Creación, organizando en las distintas diócesis, numerosas actividades encamina-das a mantener, contribuir e incre-mentar el compromiso de los cristia-nos con el medio ambiente y las personas más pobres. Ante este acontecimiento el papa Francisco y el patriarca or-todoxo Bartolomé enviaron un mensaje conjunto en el que ex-ponían que “la tierra nos fue confia-da como un don y un legado subli-me del que todos somos responsa-bles… nuestra dignidad y bienestar humano están profundamente co-nectados con nuestro cuidado por toda la creación”. Terminaban aña-diendo: “Después de todo, sabemos que nuestro trabajo es en vano si el Señor no está a nuestro lado (cf. Sal 126-127), si la oración no está en el centro de nuestra reflexión y cele-bración. En efecto, un objetivo de nuestra oración es cambiar el modo en que percibimos el mundo para modificar la manera de cómo nos relacionamos con él. El objetivo de nuestro compromiso es el de empe-ñarnos en alcanzar una mayor sim-plicidad y solidaridad en nuestras vidas”. Los deseos expresados por am-bos líderes religiosos están lejos de realizarse. Por el momento parece que una mayoría de cristianos no vivimos nuestra vocación como cooperadores de Dios en el cuidado de la Creación. Y eso que la naturale-za no cesa de enviarnos mensajes sobre la necesidad de actuar con pre-mura. Fuera de nuestras fronteras, dos huracanes tropicales, Irma y María, han tocado tierra con catego-ría 5, fenómeno que desde el año 2007, en el que Félix golpeó a zonas de Centroamérica y el Caribe y las costas de la Península de Yucatán, no sucedía. Incluso la intensidad del huracán María ha sido tan fuerte, que la comunidad científica se llegó

a plantear la revisión de esta clasifi-cación para atribuirle la categoría ciclónica grado 6. Igual ocurre con las sequías que, en lugares como Etiopía, Eritrea, Somalia, baten auténticos récords en cuanto a su duración. En cambio, otros países son golpeados insistentemente por graves inundaciones: Sierra Leo-na, Bangladesh, Nepal…Todos estos desastres naturales ocasionan enor-mes pérdidas humanas y materiales, y obligan a la población a desplaza-mientos forzosos, a huir, a abando-nar sus hogares y buscar refugios seguros. Y España no se queda atrás, afronta la peor sequía de los últimos tiempos, atravesando desde 2014 unos años hidrológicos con lluvias por debajo de la media. Y como sabe-mos, la escasez de lluvia adelanta y eleva el riesgo de incendios dificul-tando su extinción. Ante estos “avisos” que nos envía la naturaleza hacemos oídos sordos y consumimos sus recur-sos como si fueran ilimitados, con-taminamos las aguas, manipula-mos los ecosistemas, etc. Esta irres-ponsabilidad afecta fundamen-talmente a las personas más vulne-rables, por eso afirmamos junto al Papa en la Laudato si’ que “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y comple-ja crisis socioambiental”. La responsabilidad con la Creación y las personas que sufren la pobreza no debe ser solo indivi-dual, sino también, social y políti-ca. Pero tampoco desde el ámbito político se responde a los deseos de estos líderes religiosos. En la reciente COP23 los participantes han decep-cionado a las organizaciones sociales y sobre todo a los líderes de los países más vulnerables que una y otra vez son los grandes olvidados en las agendas internacionales. Esta reu-nión ha concluido con insuficientes acuerdos. Los países pobres se han

enfrentado a los ricos. Estos últimos se han visto cuestionados por los países en desarrollo que les han exi-gido mayor ayuda económica y técnica para paliar los efectos del cambio climático que tanto les per-judica. Las economías ricas, con Esta-dos Unidos y Australia a la cabeza, han liderado la oposición a estas pe-ticiones. La polémica en la delegación de Estados Unidos saltó en la Cum-bre. Una parte del empresariado y representantes locales mostraron su disposición a cumplir su compromi-so climático a pesar de que Trump salió del Acuerdo de París. En cam-bio, otros defendieron el uso de los combustibles fósiles alegando que eran buenos para el medio ambien-te. Uno de los aspectos positivos a destacar es el reconocimiento de las personas indígenas como protec-toras de los bosques. Así el papel de estos pueblos se ve legitimado en la lucha contra las empresas extracti-vas, ganaderas y agrícolas. También se ha admitido una mayor presencia indígena en puestos de responsabili-dad en la lucha contra el cambio climático. El año que viene, la ciudad de Katowice, Polonia, que es una zona minera de extracción de carbón, acogerá la COP24. Precisamente más de veinte países se han compro-metido a dejar de usarlo para produ-cir electricidad. Entre los firmantes no figuran Alemania, Polonia, Chi-na, India, EEUU, ni tampoco España. Una vez más afirmamos junto al Papa: “Muchas cosas tienen que reorientar su rumbo, pero ante todo la humanidad necesita cambiar. Hace falta la conciencia de un ori-gen común, de una pertenencia mu-tua y de un futuro compartido por todos. Esta conciencia básica permi-tirá el desarrollo de nuevas convic-ciones, actitudes y formas de vi-da” (LS, 202).

ISABEL CUENCA ANAYA Secretaria General, CG Justicia y Paz

CAMBIAR EL RUMBO PA-RA PROTEGER EL PLANETA

Del 1 de septiembre, primer día del año en la Iglesia ortodoxa, al 4 de octubre, fiesta de San Fran-cisco de Asís en la tradición cató-lica, las Iglesias están invitadas a vivir conjuntamente un Tiempo para la Creación.

Dentro de ese Tiempo, del 22 al 25

de septiembre, se celebró el Semi-nario Internacional y la Asam-blea General de Justicia y Paz de Europa en Taizé. Lugar europeo ecuménico, internacional y acoge-dor que fue una bendición para el encuentro. La comunidad de Taizé y las personas voluntarias, llegadas de multitud de países, nos dieron la bienvenida y acompañaron en todo momento, tanto en las actividades y su preparación como en las oracio-nes e invitación al transcurso diario desde la austeridad y la espirituali-dad. El ritmo de Taizé facilita el encuentro y el compartir profun-do. Estuvimos presentes veintiuna comisiones estatales europeas.

Durante el fin de semana tuvo lu-

gar el Seminario que proponía re-flexionar sobre las raíces espirituales y los frutos políticos, realizando una peregrinación por la justicia, la paz y el cuidado de la Creación. Después de cincuenta años de exis-tencia, Justicia y Paz tiene un nuevo referente en la Iglesia en el recién creado Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, presidido por el cardenal Turkson, que asistió a este Seminario.

Siete C para el Cuidado de la Casa Común

Tomando como eje conductor la

encíclica Laudato si', presentamos las conclusiones y propuestas del Semi-nario a través de siete C, siete carac-terísticas, sugeridas por el cardenal Turkson durante su intervención:

1. Continuidad del cuidado de la

Creación desde la misión de Justicia y Paz. Se nos invitó a un mayor de-sarrollo de acciones hacia el Cui-dado de la Creación a la luz de nuestra comprensión de la antro-

pología cristiana, los principios de la Doctrina social de la Iglesia y de la encíclica Laudato si'. La continuidad conlleva desarrollar estructuras de trabajo fructíferas con, dentro y por medio del nuevo Dicasterio para el logro del bien común.

2. Colegialidad con las diferentes

Conferencias Episcopales, lo que nos lleva a trabajar conjuntamente hacia una mayor visibilidad y pro-moción de la misión de Justicia y Paz en la Iglesia.

3. Conversación para trabajar en

diálogo con otros colectivos, in-cluyendo en particular a la fra-ternidad cristiana, para identificar, comprender y responder a los pro-blemas, conflictos y necesidades de nuestro mundo. El diálogo constitu-ye la mejor herramienta de trabajo de nuestra red y, para hacerlo posi-ble, es necesario fortalecer la escucha atenta e intentar ver la verdad que existe en todas las partes de una si-tuación.

4. Cuidado, como una sensibili-

dad especial hacia quienes sufren y hacia la Creación. En este cuidado es importante considerar la subsidia-riedad para que las comunidades redescubran el vínculo con sus espa-cios, que las permita admirar la be-lleza de la Creación y proponer solu-ciones que protejan su medio ambiente y su forma de vida.

5. Conversión ecológica, necesa-

ria para ser habitantes de la casa común, teniendo en cuenta la edu-cación como medio para lograr la conversión. Esto supone desarrollar estrategias a largo plazo para nuestro trabajo, incluyendo provisión para educación.

6. Contemplación que conduce

al cuidado y respeto por todas las criaturas, que han sido creadas por Dios y que tienen una misión que cumplir. Así la contemplación es el gran motor de la conversión.

7. Ciudadanía como parte acti-

va del mundo, actuando a su servi-cio, a través de la renovación y forta-lecimiento de nuestro trabajo, recor-

dando y regresando a nuestras raíces espirituales. Ser el gallo en el teja-do de nuestra Iglesia, de nuestras comunidades y del mundo.

Comunión para responder al grito de la Tierra y al grito de las personas más pobres

Al finalizar el Seminario, partici-

pantes, hermanos de Taizé y repre-sentantes del Movimiento Católico Global por el Clima tuvimos una emotiva acción simbólica durante el Tiempo para la Creación. Nos des-calzamos para estar conectados con la creación y dar vida a un árbol sembrado en tierra, traída de lugares heridos o significativos de los dife-rentes países europeos, que mezclada en un macetero simbolizaba la uni-dad para enfrentar la devastación social y ambiental común.

Diferentes ejemplos de tierra

compartida son los de los de la Se-cretaría del Clima de las Naciones Unidas en Bonn como una señal de aliento hacia quienes negocian el clima en la ONU, reunidos en noviembre en la COP23. Tierra del centro de Portugal, devastada por los incendios forestales que fue-ron impulsados en parte por el cam-bio climático. Tierra contaminada por la industria, los fertilizantes y pesticidas agrícolas de varios países. Tierra de fuego de Italia que todavía arde con la corrupción y la mafia o tierra de la antigua prisión comunista de Spaç en Al-bania.

Todo ello reforzó nuestro compro-

miso conjunto para proteger nuestra casa común, para rezar con y por la Creación y vivir de forma más senci-lla. “Dios de todo amor. Nos pides llevar un mensaje de justicia y paz entre los seres humanos, cui-dando de tu Creación. Escuchas el grito de las personas muy po-bres. Permítenos estar cerca de ellas, y esperar con ellas. Y que podamos cantar conjuntamente con la Creación el nuevo canto de tu amor".

MONTSE SERRANO MONTERO Sec. Técnica, CG Justicia y Paz

TIEMPO PARA LA CREACIÓN

LAS RAÍCES ESPIRITUALES Y LOS FRUTOS POLÍTICOS DE

JUSTICIA Y PAZ

El pasado 28 de octubre se ce-

lebró en Barcelona, en la Librería Claret, la tercera y última de las jornadas de debate sobre el dere-cho a la libertad religiosa previs-tas en el proyecto que la Comisión General Justicia y Paz desarrollamos sobre esta cuestión. Las anteriores jornadas tuvieron lugar en Madrid (3 de febrero) y Sevilla (18 de mayo). Este tercer encuentro fue organiza-do conjuntamente con la comisión diocesana de Justicia y Paz en Bar-celona y con la colaboración de otras instituciones católicas (Fundació Claret, Grup Sant Jordi de Drets Humans i Lliga de la Mare de Déu de Montserrat).

En esta ocasión los participantes

fueron personas representativas de las cuatro confesiones o tradi-ciones religiosas de mayor arrai-go en nuestra sociedad: El Padre Màxim Muñoz, presidente de la Unión de Religiosos de Cataluña; Guillem Correa, secretario del Con-sell Evangèlic de Catalunya; Mo-hammed Halhoul, portavoz de la Federació Consejo Cultural Islàmic de Catalunya y Jorge Burdman,

director de diálogo interreli-

gioso de la Comunidad Israelita de Barcelona.

Previo al debate, Eduard Ibáñez, presidente de Justicia y Paz, re-flexionó sobre el valor de la di-mensión social y pública de la libertad religiosa y el deber de colaboración de los poderes públicos con las confesiones re-ligiosas más arraigadas. Los in-tervinientes subrayaron algunas dificultades existentes actualmente al respecto. De un lado, se denun-ció la pretensión de algunos sec-tores sociales a marginar el hecho religioso de la vida públi-ca. Por otra parte, se denunciaron algunas dificultades existentes actualmente para el pleno ejerci-cio de la libertad religiosa: casos de discriminación social y laboral; dificultades para la construcción o apertura de centros de culto; obstá-culos para impartir enseñanza reli-giosa del Islam en la escuela públi-ca; la no colaboración del Estado en el sostenimiento de las confesiones

de notorio arraigo distintas de la Iglesia católica; el trato inadecuado o insuficiente del hecho religioso en los medios de comunicación públi-cos en Cataluña, etc. Así mismo, los intervinientes coincidieron en la gran importancia y necesidad de colaboración entre las diferen-tes confesiones para la promoción de la libertad religiosa y para favo-recer el reconocimiento de la gran aportación social de las religiones a nuestra sociedad.

Este proyecto finalizará con la

próxima publicación de un cua-derno titulado “Libertad religio-sa: derecho humano fundamen-tal y factor de progreso social”. La iniciativa ha contado con la ayu-da de una subvención de la Oficina de Derechos Humanos del Ministe-rio de Asuntos Exteriores y Coopera-ción.

EDUARD IBÁÑEZ PULIDO Presidente, CG Justicia y Paz

Jornada sobre libertad religiosa en Barcelona: “La dimensión social y pública de la libertad religiosa”

Por tercer año consecutivo la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente ha promovido la celebración de diferentes actos por toda España en torno al 7 de octubre con motivo de la Jornada Mundial por el Tra-bajo Decente. Cada año son más las parroquias, las diócesis, organizaciones y colectivos que se suman a la Iniciativa con manifestaciones en la calle, conferencias y actos de reflexión, oraciones y eucaristías.

Ha sido muy llamativo este año el incremento de los pronunciamientos episcopales a favor del

trabajo decente y el aumento de las diócesis que han asumido la iniciativa. Es muy reseñable que si al principio la iniciativa recibió el respaldo del Departamento de la Conferencia Episcopal de Pastoral del Trabajo y de las Comisiones Episcopales de Pastoral Social y Migraciones en este año el apoyo de Aposto-lado Seglar ha sido enorme. Es, en la actualidad, la iniciativa de organizaciones de base de la Iglesia con mayor apoyo episcopal y con mayor número de actos en toda España.

Con esta iniciativa la Iglesia en España se suma a la lucha por uno de los objetivos de desarrollo

sostenible. El objetivo 8 propone promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.

Aproximadamente la mitad de la población mundial todavía vive con el equivalente a unos 2 dólares

diarios de los Estados Unidos, y en muchos lugares como España el hecho de tener un empleo no garan-tiza la capacidad para escapar de la pobreza. Debemos reflexionar sobre este progreso lento y desigual, y revisar nuestras políticas económicas y sociales destinadas a erradicar la pobreza.

La continua falta de oportunidades de trabajo decente, la insuficiente inversión y el bajo con-

sumo producen una erosión del contrato social básico subyacente en las sociedades democráticas: el dere-cho de todos a compartir el progreso. La creación de empleos de calidad sigue constituyendo un gran desaf-ío para casi todas las economías. Esto es especialmente cierto en España y en toda Europa.

Para conseguir el desarrollo económico sostenible, las sociedades deberán crear las condiciones

necesarias para que las personas accedan a empleos de calidad, estimulando la economía sin dañar el medio ambiente. También tendrá que haber oportunidades laborales para toda la población en edad de trabajar, con condiciones de trabajo decentes.

FCO. JAVIER ALONSO RODRÍGUEZ

Vicepresidente, CG Justicia y Paz

Jornada Mundial por el Trabajo Decente 2017

Comisión General Justicia y Paz de España Rafael de Riego, 16, 3º dcha. - 28045 Madrid

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La Comisión General de Justicia y Paz forma parte de

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17 de octubre, «hay ricos muy ricos porque hay personas muy pobres». Bajo el lema «Muévete contra la desigualdad obsce-na» la Comisión General de Justicia y Paz se ha su-mado a las movilizaciones que la Alianza Española Contra la Pobreza y Pobreza Cero convocan con mo-tivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Este mismo día realizamos un acto simbóli-co frente al Congreso de los Diputados exigiendo justicia social y la implementación de aquellas medidas políticas que garanticen los derechos de las personas en todo el mundo. Ciertamente, las cifras de quienes sufren las conse-cuencias de la desigualdad sobrecogen, son real-mente obscenas, por todo ello, en esta Campaña re-clamamos estar a la altura y buscar soluciones basa-das en derechos, cuyas políticas se vertebren en tor-no a la protección social, la cooperación para el desarrollo y la justicia fiscal. En este contexto, instaurada por el papa Francisco, se ha celebrado por primera vez, el 19 de noviembre, una Jornada Mundial de la Pobreza. El Papa afirma en la misma sintonía de la Campaña «Amar al pobre significa luchar contra todas las pobrezas, espiritua-les y materiales».

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Experimentamos cómo lentamente, pero de modo progresivo, “Enlázate por la justicia” se va haciendo presente en nuevos territorios, diócesis o/y localida-des. Recibimos con gozo el que la Confederación Española de Institutos Seculares (CEDIS) haya solicitado unirse de forma plena, a nivel de general, a las cinco organizaciones promotoras de la iniciati-va y ya se haya incorporado. Además, en algunos territorios, otras entidades pastorales locales, como la Delegación de Migraciones y de Misiones, partici-pan en la organización y realización de las activida-des conjuntas. Vemos en todo ello, un signo de la acción del Espíri-tu que nos convoca a la comunión eclesial, respon-diendo conjuntamente a las necesidades de perso-nas, colectivos y pueblos más desfavorecidos y del cuidado de la creación. De este modo, vamos apor-tando nuestro grano de arena en la construcción de un mundo más justo y fraterno, por encima de los intereses personales o de grupo. La Campaña: “Si cuidas e planeta combates la pobre-za”, está siguiendo el ritmo programado a tal fin. Últimamente se ha presentado y difundido el punto 8º del Decálogo verde: “Bucearás en tu propia tradición espiritual” con materiales adecuados para ser utilizados con niños, jóvenes o adultos. La acogida de los mismos está siendo diferente, según el momento en que se han ido incorporando a la misma los distintos centros escolares, parroquias y comunidades.

El viernes 7 de julio de este año Naciones Unidas aprobó el “Tratado de Prohibición de Armas Nu-cleares”, y la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN, una agrupación de 486 organizaciones en 101 países) recibirá en Estocolmo el próximo 10 de diciembre el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento a todos sus años de trabajo en pro de este objetivo. El liderazgo internacional del papa Francisco y su com-promiso personal e institucional para la adopción de esta normativa internacional se ha hecho manifiesto muy recientemente con dos actos muy importantes. Por un lado, la firma del Tratado de Prohibición en sep-tiembre por parte del Estado Vaticano y, por otro, la organización de la Conferencia internacional “Perspectivas por un mundo libre de armas nuclea-res y por el desarrollo integral”, que se ha celebrado los días 10 y 11 de noviembre en el Vaticano. Justicia y Paz estuvo presente en esta Conferencia, orga-nizada por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que ha reunido a líderes religiosos y representantes de la sociedad civil con representantes cualificados de Estados y organizaciones internacionales, académicos y premios Nobel de la Paz. Su objetivo princi-pal ha sido explorar las relaciones entre desarrollo, desar-me y paz, bajo la idea de que “todo está conectado”.

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Desigualdad Obscena Las organizaciones de Iglesia que participamos en este grupo, un año más -el pasado 18 de octu-bre-, convocamos y participamos en un En-cuentro contra la Trata de Seres Humanos, con el objetivo de sensibilizar, ampliar el cono-cimiento de esta lacerante situación a nivel cercano y mundial, intercambiar experiencias de compromiso a favor de las víctimas y denun-ciar el negocio de la trata. Todo ello en un clima de oración. Cada año, celebramos este Encuentro en un ba-rrio diferente de Madrid, este último en la Ven-tilla, y en distintas ciudades de las diócesis es-pañolas. Todo ello, urgidas por la explotación y vulnera-ción de la dignidad de tantas personas, en su mayoría mujeres y niños, por los intereses y poder económico de otros, sin el control necesa-rio de quienes tienen la obligación de velar pa-ra que "nadie sea objeto de esclavitud o servi-dumbre; la esclavitud y el comercio para la es-clavitud están prohibidos en cualquiera de sus formas", principio establecido en el artículo 4 de la Declaración de los Derechos Humanos en 1948.