Monitos Times 112

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Monitos Times Año 4, Número 2, Zacatecas, Zac. a 29 de Marzo de 2013

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A hora si tomamos vacaciones laaargas, pero

aquí estamos en este año nuevecito con-

tando viajes viejecitos. Haber de cuanto

nos acordamos.

Como decíamos ayer, la hacienda de San Isidro fun-

dada desde 1660 tuvo su importancia en la región de

San Luis de la Paz tanto agrícola como ganadera des-

de mediados de 1700 hasta principios del siglo XIX.

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Ex-Hacienda San Isidro Guanajuato

La carretera divide parte del casco de la hacienda

Esta foto es del interior de la casa Grande, de internet.

Esta es la entrada principal a un espacio bardeado

tal vez era para los animales.

Este es el espacio bardeado, junto a los árboles hay un edificio en cuyos muros se construyo una casa moderna.

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Trojes y la Casa Grande de la Hacienda de San Isidro, Guanajuato, muy cerca de San Luis de la Paz.

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La Casa Grande y el Templo de San Isidro, creemos.

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Retornamos hacia San Luis de la Paz y agarrar la ca-

rretera 57 Querétaro-San Luis de la Paz y a pocos

kilómetros encontramos el letrero que decía Hacienda

Jesús, entramos por una terracería a una comunidad

muy “Organozada” , juar, juar, juar, después verán

porque. Preguntamos por la hacienda y la capilla y

tras algunos vericuetos la encontramos.

Ex-Hacienda Jesús Guanajuato

La hacienda esta asentada en el municipio de San

Diego de la Unión, no logramos encontrar algo de

historia del lugar. La capillita cerrad y suponemos

que es a la advocación de Jesús.

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Vestigios de una

represa grande,

testigo mudo de

una época de bo-

nanza.

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En 1850, la hacienda pasa al Virrey Don Miguel Jo-

seph de Azanza, quien hereda al señor Ignacio Azan-

za, quien se casa con Doña María Salgado. Heredada

y dividida en 1914, sus hijos Ildefonso, Josefa, Igna-

cia, Concepción e Isidro Azanza Salgado venden

posteriormente, quedando en manos del matrimonio

de la señora Concepción Azanza y su esposo, el doc-

tor Donaciano Cano. La casa es de dos pisos, con

muros de piedra, tabique, barro común y adobe. Los

entrepisos son de petatillo de ladrillo de barro sobre

vigas de madera; sus techos son de bóveda catalana,

de ladrillo, de barro sobre vigas de madera; las azote-

as están enladrilladas, escobilladas e impermeabiliza-

das; las bardas son de piedra y adobe.

Retomamos la carretera 57 hacia San Luis Potosí y

llegamos a la Purísima, un caserío con una capilla de

piedra, no se veía viejita esa construcción. Aprove-

chando la parada fuimos a un puesto que vendían tu-

nas, estaba solo cuando llegamos pero nos vio una

jovencita y corrió para atendernos, peladitas y en la

mano comimos blancas, amarillas y rojas, de repente

el monito, o sea yo, le dice a la muchachita al verla

pelar una tuna, ¡mire que se veía normal! A todos

asombro el comentario sin saber a ciencia cierta a que

me refería, pero la más asombrada fue la muchachita

que con temblorosa voz inquirió: ¿porque?... Porque

es chueca, zurda e indicándole con que mano pelaba

las tunas. Soltamos una risa … de alivio y de que no

se tratase de otra cosa. Juar, juar, juar.

Ubicada en el kilómetro 113 de la carretera 57

(Querétaro-San Luis Potosí), fue fundada hace más de

400 años, por el jesuita Gonzalo de Tapia, antes de la

fundación del poblado de San Luis de las Peras

(actualmente San Luis de Paz), como parte de un no-

viciado. Tenía una extensión de nueve mil 72 hectáre-

as. Gonzalo de Tapia también fue fundador de muchas

misiones en Nayarit, Sinaloa y Sonora. Cuando fueron

expulsados de México los jesuitas, la hacienda pasó a

ser propiedad de un señor Reyes, que se dice fue ase-

sinado a lanzazos por chinacos en su afán de hacerlo

confesar dónde tenía enterrado el dinero. Su viuda

vendió la hacienda de La Sauceda de los Mulatos a

una familia de apellido De Haro, la cual procreó dos

hijos.

La Purísima Guanajuato

La Sauceda Guanajuato

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De la carretera al arroyo, seco, esta el caserío de la

comunidad, para cruzar el arroyo esta este puente de

piedra de dos arcos y entrando a mano derecha esta

este portal con sus pollos, bancas de piedra, los mu-

ros en buen estado pero los techos están ya desplo-

mados en los cuartos.

Se respira tranquilidad debajo del portalito,

una sombra acogedora resguardándonos de los rayos

del sol que empiezan a salir, ninguna alma se apre-

ciaba durante nuestra presencia en dicho lugar y nos

privaron de alguna platicada con ellos.

Había unas callejuelas cerradas que nos im-

pedían caminar más allá del casco de la hacienda.

Los lambrines son de piedra en los comedores y azu-

lejo en los baños, el pavimento es de laja y loseta de

barro en los corredores. Las escaleras son de piedra,

ladrillo y cemento. Las puertas y ventanas son de ma-

dera de mezquite y pino, entableradas.

La casa consta de cuartos para habitación, de

servicio, baños generales, cocinas, panadería, come-

dores, ante comedor, trojes y bodegas de bóveda,

salón de carpintería, taller especial para maquinaría

agrícola, cuarto de sillas de montar, cocheras, almace-

nes, despacho, salas, clóset, despensa, corrales cerca-

dos de piedra, chiqueros, establos, corral para bece-

rros y gallineros. También hay dos patios en la casa,

un jardín, una plaza al frente, un puente, fuentes, una

iglesia y una capilla en un cerro; un cuarto de squash,

corredores techados con arcos de pilares de cantera,

caballeriza, cuartos de uso general, solar grande bar-

deado con dos hileras de arco y otro solar con curato

(casa del cura). Actualmente, la mayoría de los terre-

nos, los poseen los hijos del doctor Ignacio Cano

Azanza (hijo del doctor Doniciano Cano y la señora

Concepción Azanza) y la señora Concepción Arrieta

de Cano (ya fallecidos). (2)

Llegamos a esta ex hacienda guiándonos solo por las

torres de la capilla que se miran desde la carretera. Al

llegar la sorpresa fue grande al ver el tamaño y la dis-

tribución de las construcciones.

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Enfrente de los portales y a un lado de la casa grande

se encuentra la Capilla de San Miguel, inicialmente

la encontramos cerrada y posteriormente la abrieron

para arreglar algunos detalles de su interior y tuvimos

la oportunidad de mirarla por dentro, donde se en-

cuentran los restos de sus anteriores dueños, los

Azanza.

La casa grande aunque la encontramos de par en par

no traspasamos sus umbrales por lo decente que so-

mos… y por los chuchos que se oían. Jijiji

Sus jardines bien cuidados, muy limpio el lugar tanto

por dentro como en su frente, se veía otro patio tras-

ero al cual ya no pasamos, pero tal vez eran para los

caballos.

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y se ve que por dentro están casi destruidas. Aunque

el templo perteneció a la hacienda hay un corredor

externo que conduce a él.

Aunque la intensión fue llegar a Santo Domingo,

creemos que no es el lugar. Nos guiamos como siem-

pre por las torres del templo. La casa grande de esta

Hacienda ganadera que aún funciona, muestra en sus

paredes cabezas de toros, recordando su gran corrida

ofrecida. El hierro es “J7” desconocemos a quién per-

tenece. El templo lo encontramos cerrado y aunque

encontramos a la mujer que cuida, cuando le solicita-

mos permiso para entrar nos contestó “NO”, y po’s ni

modo no lo vimos por dentro. Aunque, nos desquita-

mos después al no darle aventón pa´la carretera.

El perímetro de la casa grande esta resguardado por

malla, sus jardines están muy bien cuidados, unas

construcciones anexas son las que se ven descuidadas

Santo Domingo ? San Luis Potosí

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El templo que dudamos que sea Santo Domingo,

debemos la dedicación oficial, jajaja, estos reporteros

nos corrían en la primera misión.

Debió haber sido una troje de la hacienda.

Una cuevita donde se encuentra San Charvel.

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Como ven seguimos de suerte y encontramos cerrado

el lugar, y ni una alma a quién preguntar allá adentro.

Del lado izquierdo vemos lo que actualmente parece

ser un lienzo charro llamado Enrique Gordoa. En el

centro del patio una poza y en el fondo una construc-

ción de tres pisos, abandonada. Del lado derecho al

parecer la casa grande y la capilla de la Purísima a la

cual no acude el pueblito ya que tienen otra mas

grande y más en el centro de la población.

Esperemos tener mejor suerte en otra ocasión

después de dos veces que la encontramos cerrada.

Tenemos fe en tener mejor suerte la próxima vez y así

informarnos un poco más de este lugar.

El Fuerte San Luis Potosí Alrededor del año de 1589 estos territorios eran es-

tancias y en ellas vivían tribus otomíes. En 1591 el

virrey Velasco ordenó que se asentaran los indios

chichimecas en Santa maría del Río, Villela, Yerba-

buena, Durazno y el Fuerte. Con la llegada de los

españoles –en 1620 aproximadamente– el capitán

Diego de la Fuerte y Rincón, Alguacil mayor del San-

to Oficio, traslado a los chichimecas cediéndoles

otras tierras; por tal motivo fueron entregadas estas

estancias llamándose el lugar San Diego del Fuerte.

Un mineral de Azogue fue descubierto cerca de ahí.

En el año de 1681 las estancias fueron vendi-

das a don Juan primo Teherán y su esposa doña María

Sánchez Jordán, de la ciudad de Querétaro. Más tarde

las adquirió don José Villela y empezó a formar las

haciendas de Villela y El Fuerte, haciendas que con-

taban con dos trojes, casa vivienda, molino, presa,

huerta, canal de riego y tierras para sembrar.

Alrededor del año 1870 los hijos del señor

Villela la vendieron a la familia Gordoa, y el nombre

de la hacienda quedó como “El Fuerte de Purísima”.

Entonces se empezó a construir el casco o casa

grande, que contaba con nueve recámaras, baños,

salas, oficina, comedor, cocina, jardín, y una fuente.

Así mismo la imagen del Sagrado Corazón , al costa-

do de la capilla de la Purísima Concepción. (3)

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Atravesamos este río que llevaba buena agua, y esta

anchito. Daban ganas de bajarse, quitarse los zapatos,

los cal… cetines y mojarse en estas aguas.

El copiloto de mi carro es Quaker-State… no Martín.

Quién no ha probado un refresco “Agua de Lourdes”,

po’s el lugar donde lo envasan es aquí??? Donde tam-

bién hay un balneario y hotel. Nuestro guía nos llevo

directo a este balneario que creímos que estaba insta-

lado en la Ex-hacienda, pero no, en la administración

nos dijeron que la hacienda estaba un poco retirada,

ya abandonada y derrumbada. Nos dijeron que re-

gresáramos y agarrar otro camino. El camino de terra-

cería seguía el curso del río en una cañadita, una casi-

ta por acá otra por allá, un cable de luz colgando de

palos más que de postes en algunos tramos. Dejamos

el carro hasta donde fue razonable pasar, el camino se

tornaba angosto y con grandes dificultades para un

carro citadino.

Casi al salir del camino asfaltado vimos estos arcos

que conducían agua, pero ya no esta en uso, nosotros

quisimos ver correr agua por su canal pero aunque

teníamos un montón de ganas solo nos salió un chis-

guete. Juar, juar, juar.

Hacienda de Lourdes San Luis Potosí (Hacienda La Labor del Río)

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rajáramos a esta altura del partido. Seguimos talo-

neándole con gusto admirando la vegetación de la

cañada y lo peloncito de los cerros arriba.

Este es parte del sendero que caminamos, a unos es-

cuincles que estaban del otro lado de la cerca les pre-

guntamos.

- ¿Cuánto falta pa’la hacienda?

- Respondieron: como unos cien metros, más o me-

nos.

Después de caminar como 500 metros, encon-

tramos a unas señoras cotorreando en la puerta de una

casa y les volvimos a preguntar:

- ¿Cuánto falta pa’la hacienda?

- Como 500 metros nomás, aquí adelantito luego lue-

guito.

Jajaja, nos reímos una vez que avanzamos un

tramo, pa’que no nos oyeran y dijo LuisRa: si el es-

cuincle vende tierras le compro lo que sea, que me de

500 metros por cien le gano muy bien. Pero si es la

misma perspectiva la de las señoras prepárense a

echarse dos que tres kilómetros.

Y po’s a seguirle caminando, ni modo que nos

Atrás la entrada a la ex-hacienda La Labor del Río Que tal la estructura del empedrado, casi idéntica a la

del Camino Real.

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Ex-Hacienda La Labor del Río En el año de 1530 surgieron los primeros asentamien-

tos españoles en lo que ahora conocemos como ex

Hacienda La Labor del Río. Alrededor de 1600 gru-

pos indígenas se apropiaron del cerro de Atotepec, de

donde brotaban aguas con propiedades curativas.

La Labor del Río cambio de dueño constante-

mente, por lo que en su construcción se pueden obser-

var varios estilos y etapas. De entre los propietarios

de la Hacienda, vale la pena mencionar a Antonio

Arias Rivera, hijo de don José Luis Arias, quién

acudía a curar de un viejo padecimiento al manantial,

que desde entonces se hizo famoso.

En 1875 Clara, la hija de Antonio Arias, or-

denó construir el balneario de Lourdes”, que quedó

bajo la supervisión de su administrador, el señor don

Octaviano Cabrera, padre de Concepción Cabrera de

Arias (de Armida), considerada venerable por el Papa

Juan Pablo II.

Don Rafael Arias Rivera -otro de los hijos de

don José Luis– le agrego “del Río” al nombre de La

Labor, debido a que cuando el “Río” crecía se llevaba

toda “Labor”.

No ha existido en Santa María del Río perso-

naje alguno que haya acumulado tanta riqueza como

Rafael Arias, la cual abarcaba parte del norte del esta-

do de Guanajuato y el sur de San Luis Potosí, en don-

de estaban localizadas más de una docena de hacien-

das, además de un centenar de pequeños predios y

otra cantidad similar de fincas urbanas, que tenían su

centro de operaciones en la Casa Grande. La exten-

sión territorial era de 16,678 hectáreas.

En 1902 el Señor Manuel Hernández Aceve-

do se dirigió al Gobernador del Estado Ing. Blas Es-

contría Othón, con la finalidad de explotar el Balnea-

rio de la Labor del Río como fuente de aguas medici-

nales, por comisión del señor Rafael Arias.

La familia Arias llegó a tener un imperio

económico, pues a las propiedades familiares también

se le agregaron una gran cantidad de los bienes de

Calleja de doña Francisca Gándara quienes por cau-

sas políticas emigraron de San Luis Potosí. Heredaron

también los bienes de Don Rafael Villalobos, apode-

rado del Virrey la Virreina. (3)

Capilla de San Juan Bautista

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Después de tomar fotos de aquí, de allá y de aculla,

emprendimos el regreso, pero no van a creer que to-

davía encontramos a las comadres platicando en la

puerta de la casa y de pura cizaña le dije: ¿todavía

están platicando? Y ni siquiera le han sacado una

sillita. Las mujeres soltaron una risita solamente.

El tamaño de los corrales y las construcciones de la

parte posterior de la Casa Grande son una muestra de

la grandeza que tuvo esta hacienda. La capilla solo la

abren cuando hay misa los domingos y po’s aquí nai-

den tiene llave para abrir y echar una miradita, será

para la otra vuelta.

Entrada a un corralón.

Parte posterior de la Casa Grande.

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cenamos comida mexicana, muy sabrosa, nomás ve-

an a Martín con unas enchiladas potosinas y un plato

surtido de carne asada, carne adobada y chorizo.

De noche no había mucho que ver en el pue-

blito, así que partimos a San Luis Potosí a nuestro

hotelito María Dolores. Bajamos nuestras “Indio”

para lograr nuestra dosis de sueño.

Al día siguiente desayunamos buffet en el

hotelito y partimos a San Miguel Mexquitic y hacia

Venado rumbo a Charcas. Pero eso… es otra historia

para el próximo número, así que no se lo pierdan,

esperamos que aparezca muy pronto no como esta

que tardo casi ¡cuatro meses!

Nadie a chilló por la no aparición del Monito

Times, a nadie le importamos, ya no nos quieren, bú,

bú, bú.

Las musas no nos acompañaron estos prime-

ros meses, pero ya hicimos un poder de palos y aquí

estamos por primera vez este año en el que les desea-

mos lo mejor de su vida… y de bajada también. Jijiji

Nos vemos en la próxima aventura por Mex-

quitic, Ahualulco, Venado, visitando pueblitos y

haciendas que fueron magníficas en su tiempo, algu-

nas ya en plena destrucción por el tiempo y otras que

le están echando ganas para reconstruirlas.

Chau, nos vemos pronto.

Anocheciendo a la entrada de San Luis Potosí para-

mos en Villa de Pozos, es delegación. En una fondita

CHISTES BIBLIOGRAFÍA 1. http://www.sanluisdelapaz.com/mexico/

notivicense/41384.html

2. http://demo.odmstudio.net/sandiego/secciones/xtra/

documentos/haciendas.pdf

3. Letreros informativos en los sitios.

Un señor hace parar un autobús, y le dice al cho-

fer:

- Oiga, ¿este autobús me lleva al cementerio?

- Si se pone delante, es posible.

Villa de Pozos San Luis Potosí

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San Miguel Mexquitic

DIRECTORIO

Director General: Jesús Hernández Director Capitán: Luis Pérez Director Coronel: Martín Herrera [email protected] [email protected] [email protected]

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Hacienda La Mezcalera

Hacienda la Parada

Ahualulco.

San Luis Potosí

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