Melgar y los jaimistas

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Ano II Núm. 275 DIARIO LIBERAL H1DEPEÍ1DIEMTE ORGANO DEFENSOR DE LOS INTERESES GENERALES D E L A REGIÓN Y DE LOS DE ESPAÑA EN AFRICA PRECIOS DE SUSCRIPCION 1'50 Pts. al mes No se devuelven los originales que se nos remitan aunque no se publiquen. Algeciras 22 de Septiembre de 1916 REDACCIÓN-ADMINISTR ACIÓ N Teniente Serra 8-Teléfonos 114 y 225 MtÉMMW De palpitante actualidad Melgar y los jaimistas Con titulo de «La mentira anóni nía » (1) acaba de publicar Melgar un folleto que es una vigorosa, una ro- tunda ratificación del que publicó no hace todivía mucho tiempo, del deno minado «En desagravio», que tan apasionados comentarios encendió con la justeza de sus juicios, con la since ridad de PUS [pensamientos y con la valentía de sus augurics. Aquel folleto lo valió a Melgar las más furibundas diatribas de sus corre- ligionarios, que se escandalizaron de que una de las personas que gozan de maycr confianza con-el hijo del fina do aspirante a la corona real de E^pa fia, prnsase en voz alta y se atreviese a estampar ideas que tan abiertamen- te en nugna estaban con el pensar co- mún de la grey intpgrista. Desatada la indignación de les «subditos» de don Carloc, se fué hinchando la bola de las acusaciones, y entre la polva- reda que levantó el asunto, salió una voz tremante que hablaba de conde- naciones, de excomuniones, de anate- mas terribles sobre Melgar y su obra. A sus correligionarios, obcecados con la pirotécnica oratoria de Vázquez Mella, no hay quien los haga creer que la tradición carlista no es, ni de- be, ni puede ser antifrancesa. Así lo cree Melgar, vfpara demos- trarlo escribió su primer folleto « En desagravio », y para remachar el cla- vo, que dejó entonces bien clavado, y desn enuzar todas las falsedades que fueion amontonando sobre las afirma- ciones de su primer alegato de las vir- tudes francesas, ha escrito esta segun- da parte, aún más interesante que aquella. El folleto llef .a con suma oportuni- dad. A los que para ¿'.tacar las creen cias contrarias sostienen que el anti- germanismo nc pasa de ser una plata- forma po'itica. a la que se han enca- ramado loa liberales espaBoles , leB conviene oír serenamente la voz de Melgar, llena de elocuencia. Melgar pone de relieve en este folleto gran- des verdades, y como digno remate de su obra, hace una vibrante profesión de fe en estas palabras henchidas de convicción, palpitantes de entusias- mo : «Eljtiempo y yo para otros dos. «Esperen mis queridos correligio- narios, aquellos que hayan conserva- do la sangre fría necesaria para juz gar las cosas serenamente, esperen para pronunciarse el día de la verdad. (1) En cuanto caiga en nuestro poder, lo publicamos, pidiendo al se flor Manteóla que garantice nuestra libertad y nuestra vida. Y aunque no las garantice. Del frente francés * 4 i fia i las lineas (Foto «Informa- ción»). , «Ese día lucirá cuando se firme la paz consagrando la victoria francés;!. Pues ésta es indudable. «Francia ganará la guerra, no eólo porque lo merece, no sólo porque ha sido alevosamente agredida, no sólo porque.representa la causa de,la justi cía y del derecho, no sólo porque es más rica y más fuerte (con el concur- so de sus aliados), que su tradicional enemiga, no sólo porque sus recursos son inagotables, sino por una razón soberana, ante la cual todo debe in- clinarse. Francia ganará la guerra ¡ PORQUE HAY DIOS PAGINA En el hospital, junto al lecho del moribundo, visteis a una mu- jer; a una mujer que cariñosa cuidaba al que pronto iba a pa- sar a la otra vida. Esta mujer que visteis, era una Hermana de la Caridad. Ella, con sus manos suaves y blancas como las azucenas, un- gió las carnes doloridas del vie jo mendigo y curó las heridas del soldado y cerró los ojos del vagabundo mueito. Cuando otras mujeies gozan y ríen y sienten el aleteo de la te- rrena felicidad, ella està al lado de los que sufren siempre solíci- ta para prodigar consuelos. Si unos brazos donde caer, aphela el triste que muere en la orfandad, allí, junto a el, esta- rán los brazos de ella. Si una oración que conforte su alma pide el enfermo creyente, de labios de ella brotará la ora- ción. Bendita seas. Hermana de la Caridad, bendita. Por que tú, con tu abnegación y tu amor al prójimo, nos dices que no todo en el mundo es po- dredumbre y cieno, que aun hay corazones guardadores de amor, que aún hay seres que cultiven la virtud. Bendiia seas, Herma- na de la Caridad; consuelo délos afligidos, amparo de desampara- dos; bendita seas ¡oh, mujer! que prestas el apoyo de tu vida al que lucha con la muerte, que llevas la pureza de tus manos a las horribles gusaneras del dolor Para tí la alabanza, el culto; para ti la admiración, el elogio; y en el cielo, la gloria eterna para tí. Fa varólo. DESDE LONDRES Ë1 último fracaso de los zeppelines El español que haya dado crédito a los partes oficiales de Berlín pensa- que Londres no es ya más que un remedo de «Itálica famosa». Dias atrás un importante diario alemán—el « Magdpburgische ZeiUng «—descri- bía, con tedo ¡ajo do señales, los des- tr< zos causados por los zepeíines en la c.tpital británica. S=-gún el escritor la Torre y el Puente de Londres, Wes- tminster y los edificios del Parlamen- to no son actualmente más que un montón de escombros. Excusado es decir, que en ese relato todo es pura fantasía. Ni en uno siquiera de sus fáriafos hay un átomo de verdad. La La Torré, el Puonte, la Abadía y el Parlamento están hoy tan sanos y en- teros como en la víspera del 4 de agosto de 1914. Y otro tanto puede decirse del resto de la gran ciudad. A tiempo que so escriben estas li- neas ya habrá circulado por España 9l marconigrama en que el Gobierno de Berlín dé cuenta galana de la últi- ma expedición zepelinesca contra^In- glaterra. Esta vez es verdad siquiera que los zepeíines se han dejado ver por Londres. Tres o cuatro de ellos visitaron el domingo de madrugada, sino la ciudad misma, al menos sus arrabales. Siguiendo la costumbre, tal vez se hablo en el parte berlinés de los grandes derrumbamientos cau- sados en la capital inglesa. Si es asi, el lector no debe creer de todo el cuen to ni una sola palabra. En el períme- tro de la ciudad propiamente dicha no ha caido ni una bomba. Unica- mente algunos distritos de los arraba- les han sufrido daños y ellos no de gran consideración. El cronista supo que algo anormal ocurría el sábado a las once de la no- che. A esa hora una pareja de la po- licía recorría SJ barrio llamando a la gendarmería especial y a los indi- viduos de la Cruz Roja. Se sabía que una escuadra de trece zepeíines—la mayor que se haya visto desde que comenzó la guerra—había cruzado la costa inglesa, y Londres ee preparaba a recibirla si llegaba hasta el alcance de sus cañones. Precisamente el día anterior habla comenzado a regir una nueva orden municipal para que se amenguaran las luces de las casas. La noche del sábado parecía, por lo tanto más obscura que ninguna de las ante- riores. Cientos de potentísimos reflectores interceptaban o acoplaban en el cielo sus aspas luminosas, registrando loa pliegues de las nubas. Uno tras otro fueron apagándose, y Londres quedó sumido en las tinieblas. Sólo alguno que otro farol dejaba caer sobre las aceras su cono de luz amortiguada. E l ambiente silencioso estaba preñado de misterio. A l extremo de la calle bii lió un momento la linterna roja del vigilante, y el cronista se metió en la cama seguro de que al día siguiente habría de leer algo sensacional. Y en efecto, a la mañana siguien- te hubo noticias sensacionales. A las

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Ano II Núm. 275

DIARIO LIBERAL H1DEPEÍ1DIEMTE O R G A N O D E F E N S O R D E LOS I N T E R E S E S G E N E R A L E S D E L A REGIÓN Y D E LOS D E ESPAÑA E N A F R I C A

PRECIOS D E S U S C R I P C I O N 1'50 Pts. al mes

No se devuelven los or iginales que se nos remi tan aunque no se publiquen.

Algeciras 22 de Septiembre de 1916 REDACCIÓN-ADMINISTR ACIÓ N Teniente Serra 8-Teléfonos 114 y 225

M t É M M W

De palpitante actualidad

Melgar y los jaimistas Con titulo de « L a mentira a n ó n i

nía » (1) acaba de publicar Melgar un folleto que es una vigorosa, una ro­tunda ra t i f icación del que publ icó no hace t o d i v í a mucho tiempo, del deno minado « E n d e s a g r a v i o » , que tan apasionados comentarios encend ió con la justeza de sus juicios, con l a since r idad de PUS [pensamientos y con l a v a l e n t í a de sus augurics.

A q u e l folleto lo val ió a Melgar las m á s furibundas diatribas de sus corre­l igionarios, que se escandalizaron de que una de las personas que gozan de m a y c r confianza con-el hijo del fina do aspirante a l a corona rea l de E^pa fia, prnsase en voz al ta y se atreviese a estampar ideas que tan abiertamen­te en nugna estaban con el pensar co­m ú n de l a grey intpgrista. Desatada l a i nd ignac ión de les « s u b d i t o s » de don Carloc, se fué hinchando l a bola de las acusaciones, y entre l a polva­reda que l e v a n t ó el asunto, sal ió una voz tremante que hablaba de conde­naciones, de excomuniones, de anate­mas terribles sobre Melgar y su obra. A sus correligionarios, obcecados con l a p i r o t é c n i c a oratoria de V á z q u e z M e l l a , no hay quien los haga creer que la t r ad i c ión car l is ta no es, n i de­be, ni puede ser antifrancesa.

Así lo cree Melgar , vfpara demos­t rar lo escr ibió su pr imer folleto « E n desagravio », y para remachar el c la­vo, que dejó entonces bien clavado, y desn enuzar todas las falsedades que fueion amontonando sobre las afirma­ciones de su pr imer alegato de las vir­tudes francesas, ha escrito esta segun­da parte, a ú n m á s interesante que aquel la .

E l folleto llef.a con suma oportuni­dad. A los que para ¿'.tacar las creen cias contrarias sostienen que el anti­germanismo nc pasa de ser una plata­forma po ' i t ica . a l a que se han enca­ramado loa l iberales espaBoles , leB conviene oír serenamente l a voz de Melgar , l lena de elocuencia. Melga r pone de re l ieve en este folleto gran­des verdades, y como digno remate de su obra, hace una vibrante profesión de fe en estas palabras henchidas de convicc ión , palpitantes de entusias­

mo : «El j t iempo y yo para otros dos. «Espe ren mis queridos correl igio­

narios, aquellos que hayan conserva­do la sangre fría necesaria para juz gar las cosas serenamente, esperen pa ra pronunciarse el d ía de l a verdad.

(1) E n cuanto ca iga en nuestro poder, lo publicamos, pidiendo al se flor Man teó la que garantice nuestra l iber tad y nuestra v ida .

Y aunque no las garant ice .

Del frente francés

* 4

i

fia i las lineas

• • •

(Foto «Informa­ción»). ,

«Ese d ía luc i r á cuando se firme l a paz consagrando la v ic tor ia f rancés;! .

Pues és ta es indudable. « F r a n c i a g a n a r á l a guerra , no eólo

porque lo merece, no sólo porque ha sido alevosamente agredida, no sólo porque.representa l a causa de,la justi cía y del derecho, no sólo porque es m á s r ica y m á s fuerte (con el concur­so de sus aliados), que su t radic ional enemiga, no sólo porque sus recursos son inagotables, sino por una r a z ó n soberana, ante l a cua l todo debe in­c l inarse .

F r a n c i a g a n a r á l a guerra ¡ P O R Q U E H A Y D I O S !»

P A G I N A

En el hospital, junto al lecho del moribundo, visteis a una mu­jer; a una mujer que cariñosa cuidaba al que pronto iba a pa­sar a la otra vida.

Esta mujer que visteis, era una Hermana de la Caridad.

El la , con sus manos suaves y blancas como las azucenas, un­gió las carnes doloridas del vie jo mendigo y curó las heridas del soldado y cerró los ojos del vagabundo mueito.

Cuando otras mujeies gozan y ríen y sienten el aleteo de la te­rrena felicidad, ella està al lado de los que sufren siempre solíci­ta para prodigar consuelos.

Si unos brazos donde caer,

aphela el triste que muere en la orfandad, allí, junto a el, esta­rán los brazos de ella.

Si una oración que conforte su alma pide el enfermo creyente, de labios de ella brotará la ora­ción.

Bendita seas. Hermana de la Caridad, bendita.

Por que tú, con tu abnegación y tu amor al prójimo, nos dices que no todo en el mundo es po­dredumbre y cieno, que aun hay corazones guardadores de amor, que aún hay seres que cultiven la virtud. Bendiia seas, Herma­na de la Caridad; consuelo délos afligidos, amparo de desampara­dos; bendita seas ¡oh, mujer! que prestas el apoyo de tu vida al que lucha con la muerte, que llevas la pureza de tus manos a las horribles gusaneras del dolor Para t í la alabanza, el culto; para ti la admiración, el elogio; y en el cielo, la gloria eterna para tí.

Fa varólo.

D E S D E L O N D R E S

Ë1 último fracaso de los zeppelines

E l e spaño l que h a y a dado c r é d i t o a los partes oficiales de Ber l ín pensa­r á que Londres no es y a m á s que un remedo de « I t á l i ca famosa» . Dias

a t r á s un importante diario a l e m á n — e l « Magdpburgische Z e i U n g «—descri­bía , con tedo ¡ajo do s e ñ a l e s , los des-tr< zos causados por los zepe í ines en la c.tpital b r i t á n i c a . S=-gún el escritor la Torre y el Puente de Londres, Wes-tminster y los edificios del Pa r l amen­to no son actualmente m á s que un m o n t ó n de escombros. Excusado es decir, que en ese relato todo es pura f a n t a s í a . N i en uno siquiera de sus f á r i a f o s hay un á tomo de verdad. L a L a T o r r é , e l Puonte, l a A b a d í a y el Par lamento e s t á n hoy tan sanos y en­teros como en la v í s p e r a del 4 de agosto de 1914. Y otro tanto puede decirse del resto de l a g r a n c iudad.

A tiempo que so escriben estas l i ­neas y a h a b r á circulado por E s p a ñ a 9l marconigrama en que el Gobierno de Be r l í n dé cuenta ga lana de l a últ i­m a exped i c ión zepelinesca contra^In-glaterra . Esta vez es verdad s iquiera que los zepe í ines se han dejado ver por Londres. Tres o cuatro de ellos visi taron el domingo de madrugada, sino l a ciudad misma, a l menos sus arrabales. Siguiendo l a costumbre, ta l vez se hablo en el parte b e r l i n é s de los grandes derrumbamientos cau­sados en la cap i t a l inglesa . Si es asi , el lector no debe creer de todo el cuen to ni una sola pa labra . E n el p e r í m e ­tro de la ciudad propiamente d icha no ha caido n i una bomba. U n i c a ­mente algunos distritos de los arraba­les han sufrido d a ñ o s y ellos no de gran c o n s i d e r a c i ó n .

E l cronista supo que algo anormal o c u r r í a el s á b a d o a las once de la no­che. A esa hora una pareja de la po­l ic ía r e c o r r í a S J barrio l lamando a l a g e n d a r m e r í a especial y a los indi ­viduos de l a Cruz Roja. Se s a b í a que una escuadra de trece z e p e í i n e s — l a mayor que se h a y a visto desde que c o m e n z ó l a g u e r r a — h a b í a cruzado la costa inglesa, y Londres ee preparaba a r ec ib i r l a si l l egaba hasta el a lcance de sus c a ñ o n e s . Precisamente el d í a anterior habla comenzado a regi r una nueva orden mun ic ipa l pa ra que se amenguaran las luces de las casas. L a noche del s á b a d o p a r e c í a , por lo tanto m á s obscura que ninguna de las ante­riores.

Cientos de po ten t í s imos reflectores interceptaban o acoplaban en el cielo sus aspas luminosas, registrando loa pliegues de las nubas. Uno tras otro fueron a p a g á n d o s e , y Londres quedó sumido en las tinieblas. Sólo alguno que otro farol dejaba caer sobre las aceras su cono de luz amort iguada. E l ambiente silencioso estaba p r e ñ a d o de misterio. A l extremo de la cal le b i i lió un momento l a l in te rna roja del v ig i l an te , y el cronista se met ió en la cama seguro de que al día siguiente h a b r í a de leer algo sensacional.

Y en efecto, a l a m a ñ a n a siguien­te hubo noticias sensacionales. A las

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AL O A M i ' O UBt JlUiUùiÀû

tre3 de la madrugada, tres o cuatro zeppelinea h a b í a n intentado atacar a Londres . L a agi l idad de los reflecto res, l a p u n t e r í a de loa c a ñ o n e s y l a in t repidez de loa aviadores ingleses h a b í a n sido tales, que los alemanes, con sus dir igibles averiados, no tuvie­ron m á s remedio que buscar en la re­t i ñ i d a l a s a l v a c i ó n . Mas no todos ellos pod rán ' . con t a r en A l e m a n i a las e x p l é n d i d a s mejoras introducidas en Londres y sus defensas desde el i nv i e r no pasado. E n Enfield, a unos nueve k i l ó m e t r o s a l Norte del p e r í m e t r o de Londres , yacen los restos carboniza­dos de uno de los sueperzeppelines y de sus malhadados tripulantes.

E l nombre del paraje donde h a b í a ca ído el monstruo c i rcu ló pronto por la ciudad y antes de que amaneciera mil lares y millares de curiosos se ha­l laban en camino de Enfield. T a n ge ande ha sido durante todo el d ía l a a g l o m e r a c i ó n de pasageros en las lí­neas ferroviarias que pasan cerca del luga r del siniestro, que las autorida­des han tenido que prohibi r l a venta de bil,etes.

Así a c a b ó la p r imera e x p e d i c i ó n de los formidables superzej polines de que tanto se venia hablando ú l t i m a mente en los per iódicos alemanes. L a s bajas causadas en todo Ingla te r ra por las treces naves, sólo han resulta­do ser, hasta ahora, dos muertos y 13 heridcs. No ha ocurrido siquiera, a l g ú n incendio de impor tanc ia a pesar de l a g ran cant idad de explosivos desear gada. Casi todas las bombas han ca i do en el agua o en pitios despoblados, demostrando así l a absoluta desorien­tac ión de los aereonautas. Y l a ex ped ic ión ba costado a los alemanes por lo menos, un zeppelin con sus 36 tr ipulantes ' reducidos a cenizas y otro que. s egún las ' ú l t i m a s noticias, ha caido en el mar del Norte cerca de l a costa del Seleswg.. A ta l paso a ú n t a r d a r á Ingla ter ra algunos años en pedir l a paz.

Cr i s tóba l de Q U E S A D A

Los tribunales industriales Como respuesta al suelto que ante

ayer publicamos referente a los t r ibu naleslindustriales, nu-stro par t icu la r amigo don José ^Bianchi Santacana, digno Alca lde de Algec i ran , nos remi te el siguiente escrito, que en prueba de imparc ia l idad publicamos.

Dice asi: L a L e y de 19 d3 Mayo de 1908, au

tor iza por su a r t í cu lo 1.°, a l Gobierno para establecer Tr ibunales industria­les, «s iempre que ílo estime oportuno y a pet ic ión de obreros y patronos del terr i tor io .»

E l apartado 3.° del art iculo 7.° de l a c i tada L e y , dispone, que por l a J u n ta local de Reformas Sociales del dis trito donde se cree el T r i b u n a l Indus­t r ia l , se foi m a r á n separadamente lao listas de electores de patronos y obre ros do todo el terri torio de su jurisdic­ción, «con los que voluntariamente se hubiesen inscri to.»

Creado por Real Decreto do 20 de Octubre de 1.908, en és te Part ido .1 i -d i c i a l e l T r i b u n a l Industrial , en cum­plimiento do lo que dispone el a r t í cu lo 2.° de esta Soberana Disposición, se pub l i có el Edicto que previene el p á rrafo 2.° del art iculo 7.° de la L e y , « p a r a l a in sc r ipc ión vo lun t a r i a» de b e electores patronos y obreros de to­do el territorio de la ju r i sd icc ión de é s t e Part ido jud ic ia l .

T e r m i n ó el plazo el 29 de Noviem­bre del mismo a ñ o , y durante él , no acud ió nadie a inscribirse, n i de esta pob lac ión ni de l a de Tar i fa : por esta r a z ó n , no pudieron formarse las listas de electores.

No obstante haber quedado cum pl ida l a L e y , con fecha 10 de D i c i e m ­bre del misino año , se publ icó otro Edicto, tanto en esta ciudad como en l a de Ta r i f a y Boletín Of ic ia l , conce­diendo otro plazo de 30 d ías para ins­cribirse, a la vez que se e n c a r e c í a l a importancia que el T r ibuna l r e v e s t í a para la , resolución de los conflicloá en­tre patronos y obreros.

T e m i é n d o s e , que tampoco en este segundo plazo se hiciesen inscr ipcio nep, se rea l izaron gestiones oficiosas y particulares, tanto a q u í como en Tar i fa , cerca de los obreros y patro­nos, para que se inscr ibieran: se re qu i r ió del Centro Obrerc de esta ciu dad, una l is ta de obreros que estuvie sen conformes con l a cre&ción del T r i bunal: lo propio se hizo en Tar i fa : e l Centro de a q u í r emi t ió una r e l a c ' ó n de unos sesenta obreros de oficios v a rios; de Tar i fa , ni se con tes tó . L a con­formidad de los patronos, ¡ e r e q u i r i ó mediante u r a re lac ión que de ellos se formó en la S e c r e t a r í a del Ayunta ­miento teniendo en cnenta la mat r l cu la industr ia l ; ni uno solo l a p r e s t ó .

Con exceso, h a b í a cumplido esta Junta loca l de Reformas Sociales con el precepto legal : si el T r ibuna l no se habla constituido no era suya la culpa.

E n el a ñ o 1912, p r e g u n t ó l a Junta Cent ra l do Reformas) Sociales, ei ee hal laba o no constituido en esta ciu­dad, e l T r i b u n a l Industr ia l : se le con­tes tó que nó , haciendo historia del asunto, tal como se deja expuesta: re­p l i có la Junta Cent ra l , rogar do, no obstante reconocer s e ' h a b í a n c u m p l í do les deberes impuestos por l t L e y , que se fijase huevo Edicto, y so níc ie sen gestiones para qu9 esta vez no BU c;diese lo de las anteriores: nueva­mente se fijaron Edic íos , se h ic ieron gestiones de todo g é n e r o , hasta el pun to du formar las listas de iodos los obreros que r e m i t i ó e l Centro, y de los patronos conocidos, pero n i los de aquí ni los de Tar i fa , quisieron in­cluirse.

Expl icado? estos antecedentes, no p o d r á n jd ie culpar a esta Juuta de Reformas Sociales de inc'jrapiimiento de l a L e y : el la se !ha excedido en su deber, 'y sulo por a p a t í a , incur ia o lo que sea de los llamados a suscribir voluntariamente las listas electorales, se ha l la sin poder constituiise el T r i ­bunal Industr ial .

De la ú l t ima ten ta l iva , se dio cuen ta a l a Juntk Centra l , quien nada tu­vo que repl icar , reconociendo qu ? por parte de esta Junta loca l se h a b í a he­cho mas que cumpl i r la L e y .

al capital alemán ÜO.000 V A G O N E S D E CARBÓN

¿ Qué hubiera ocurrido a. la regió-i c a t a b n a s in 1 s grandes rur-rzis hi-dro-el íc t r icaa de los Pirineos durante la g u r r a a c t ú a 1 ?

Como todo el mundo eabe, en la re g ión catalana las pr incipales indus trias se mov ían por m á q u i D a s de v a por o de gaa hasta hace pocos muses.

F u é en el a ñ o 1911 cuando se in ic ió un g ran movimiento financiero p a r a dotar l a industr ia cata lana cou una po lerosa fuerza e l é c t r i c a capaz de hacer frente a las exigencias del con­sumo. E l capi ta l para eBta empresa magna fué suscrito en Francia e Ingla­terra con l a ayuda de grupos financie­ros belgas y suizos. Por lo tanto, a esas grandes naciones debe la indus­t r ia ca ta lana su s a l v a c i ó n en la pre sen t é é p o c a c r í t i c a . S in las fuerzas hidro e l é c t r i c a s las f áb r i ca s se bubi3 ran visto fatalmente obligadas a pa­rar sus m á q u i n a s por falta de combus­tibles o por no haber ;odido pagar los precios exorbitantes a que han Bubido IOB combustibles, y una tremenda c r i ­sis e c o n ó m i c a t r a s t o r n a r í a l a n a c i ó n .

P a r a hacer resaltar los beneficios d<> que disfrutan actualmente las in dustrias catalanas, ún i ca s en E s p a ñ a , podemos asegurar que el a ñ o 1915 se han consumido para fuerzas e léc t r i ­cas más de trescientos millonea de ca balloa horaa. a i consideramos que las f á b r i c a s industriales con el mater ia l antiguo de que d i s p o n í a n c o n s u m í a n én t é r m i n o medio dos k i logramos de c a r b ó n por caballo hora, encontramos que el consumo de c a r b ó n neci-sario para producir una fuerza equivalente no hubiera sido inferior a 600.000 to­neladas de c a r b ó n (o sean 60.000 va­gones d í c a r b ó n , ea decir: un tren de 600 k i l ó m e t r o s de largo,).

Siendo difícil encontrar c a r b ó n en las condiciones actuales a precios me­nores, de 115 pesetas tone lada , con m á s r a z ó n cabe decir que no se hubie­ra podido comprar esta enorme de­manda do c a r b ó n , cuyo importe subi­r í a a m á s de setenta y dos mil lones do pesetas.

¿ Qué tiene E s p a ñ a por agradecer al cap i t a l a l e m á n ?

Anualmente E s p a ñ a paga a A le ­mania muchos millonea; más de lo que A l e m a n i a impor t a a E s p a ñ a , aumen­tando así el déficit de l a nac ión . Ade­m á s , por su manera rastrera de hacer el comercio, impide que industrias na cionalea puedan desarrollarse, y hace s i s t e m á t i c a m e n t e una competencia ruinosa a toda industr ia naciente, con objeto de sofocarla desde su pr incipio y evi tar m á s tarde un nuevo compe­tidor.

Por C. S.

Grupo -Hacia el Arte» E l martes pasado tuvo lugar en el

P a b e l l ó n del Casino, l a anunciada ve­lada teati a l organizada por loa jóve­nes que componen dicho grupo a r t í s ­t ico, a l objeto de recaudar fondos pa­ra adquir i r un archivo de A r t e y C u l ­tura.

Dadas 'as circunstancias do com­petencia del Sa lón Imper ia l donde co rao saben nuestros lectores a c t ú a l a C a m p a ñ U del señor Ramba l , no acu dio el públ ico que se esperaba, pero sin embargo, no 'pueden estar quejo­sos.

Se pusieron en escena «La P r a v i a ­na» , «El P a d r ó n Munic ipa l» y «Los Sabl i s ta?» .

L a s impá t i ca s eñor i t a Pajares de mos t ró vascas cualidades de ac t r i z en los papeles que d e s e a p e ñ ó , cantando «La P r a v i a n a » con admirable gusto; M e r c d i t a s Rubio estuvo ide. i l ; Rosar i to N i v a l ó n en e l papel de «Doña Pu­rif icación», archisuperior.

LOB s e ñ o r e s Ramirez , A l c o b a , T r u

j i l l o , P inera , Cantudo y R u i z , demos­traron altas cualidades p a r a las ta blas.

E l s e ñ o r Crespo, a g r a d ó en c a r á c ­ter cómico a l púb l i co en todos los pa­pelea, acreditando una vez m á s sus conocimientos teatrales y demos ran-do que de seguir asi , l l e g a r á a ser un E m i l i o Carreras .

Loe apuntadores, s e ñ o r e s Cantudo y Uceda , fueron silenciosos, p^ies «ca­si» no se les o ía .

Cumpl i e ron 3U misión los traspua tes, desean Jolea m á s p r á c t i c a .

Se no tó l a falta del s e ñ o r P o r t i l l a , que no hemos podido saber a q u é obe­dec ió sintiendo en el a l m a no haberlo podido aplaudir .

Enhorabuena a l s e ñ o r Pastor , y d e m á s j ó v e n e s de l a orquesta que en los entreactos, nos delei taron con va-riasobras musicales, sobresaliendo en un precioso « P e u p o u r r i t » .

Que se repi tan frecuentemente las veladas teatrales para la prosper idad del Grupo «Hac i a el A r t e » .

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N U E S T R O S P O E T A S

C O N F E S I Ó D A la señorita.,. X

Tengo un retrato junto a mi pecho,

de una morena de ojazos negros : .

y por las noches cuando me acuesto,

pensando en e l l a s iempre 'me duermo:

y e l la c u a l á n g e l v e l a mi s u e ñ o .

Por las m a ñ a n a s cuando despierto,

miro el retrato con tanto anhelo ,

que, muchas veces al ver le , creo

quo me s o n r í e e l l a , d i c i e ndo :

i¡ Cerezo mío , c u á n t o te quiero !!

R E Z O C E Algec i r a s , 1916.

Neutralidad con bencina

Los germanóf i los rabiosos, viendo que y a hasta las piedras so levantan solas contra los Imperios centrales, quieren ev i ta r con amenazas y gritos que E s p a ñ a siga el e j ) m p i o d e otras naciones e intervonga. en el conflicto pon iéndose de .parte de los aliados.

De este modo reconocen t á c i t a m e n te que E s p a ñ a tiene motivos para se­gui r ese" í a m i n o , no y a pol í t ico y g e o g r á f i c o , ' s i n o de dignidad. Pero alegan tales razones, que cualquiera les t e n d r í a por patriotas a m a n t í s i r a o e . ¡ A ellos, que ensangrentaron el suelo patrio con sus best ia l idades! ¡ A ellos, que son los m á s conservadores ! Y y a es sabido que conservador es siempre aquel que raajor v ive , y en este r é g i m e n v ive mejor el que m á s explota a la Humanidad en general , y a los compatriotas en par t icu lar .

Page 3: Melgar y los jaimistas

fti. U A M i ' ü USL U L L S Ü A H A l \ ••I

E^tps gtármanófilos enmascarados de neutralistas y pacifistas son los que han acabado con l a paz en E s p a ñ a encendiendo y atizando !a hoguera de Marruecos , pidiendo el presidio y el mau8er contra los que no e s t ába ­mos conformes con esa absurda con­quista.

Estos pacifistas y neutralistas de ahora son los que a l p r inc ip io de la guer ra europea dése iban que se rom­piese l t neutral idad metiendo mano a F r a n c i a , quitando Gib ra l t a r a In­g la te r ra , sometiendo a Por tugal a l a corona de E s p a ñ a . . .

De l i r aban entonces, seguros de que el e jé rc i to del kaiser iba a l legar hasta el P i r ineo , y entrar, d e s p u é s , «n l a Puer ta del Sol , por F u e n c a r r a l u Hor ta leza .

A h o r a que ven a l coloso prusiano l leno de chichonee, seco a fuerza dd comer pan de K . K . y graciao, temen que se haga con él lo que q u e r í a n ha­cer con l a pér f ida Alb ión y con l a F r a n c i a decadeute.

Y aprestan bus «reketés» para im­poner l a paz por l a guerra c i v i l .

P a r a esta gentuza h i p ó c r i t a nada tiene de par t icular que sin r a z ó a a l ­guna t i ren a pique barcos e s p a ñ o l e * los submarinos alemanes. ¡Ay, si se t ra tara de submarinos aliados! ¡El a l ­boroto que se a r m a r í a en la cochique­r a car l is ta!

Y no sólo carece de importancia para ellos el torpedeamiento de bu­ques mercantes e s p a ñ o l e s por los va­lerosos submarinos alemanes que hu­yen de los barcos de guerra, sino que favorecen su obra.

Cualquier e s p a ñ o l , aunque no sea de los que. gr i tan su patriotismo, se siente humil lado ante las felonías ale­manas; pero los neutralistas patrio­tas suministran bencina para los mo­tores de '.os submarinos germanos.

E n San Carlos de la R á p i t a decomi­saron hace poco dias, los carabineros, dos grandes cajas de l enc ina , que tía l iaron en una barca . Estaban destina­das a l aprovis ionamiento de a l g ú i submarino a l e m á n de esos que d e s p u é s acometen a un velero indefenso, aun que sea e s p a ñ o l .

¿Qué ciudadanos oapañules come ten infamia tan monstruosa? A l i ado filoa no s e i á n ; son los germanófi lop, los neutralistas, que rompen asi l a neu t ra l idad y que tienen su dignidad en l a misma e s t i m a c i ó n que A l e m a n i a tuvo el Tratado oue p r o t e g í a a Bél­g ica .

A h o r a bien; pueden perfectamente tener en tan poca estima su d ignidad porque ignoran si l ienen siquiera de esto.

P o r esto nadie cree en l a sinceri­dad de sus l lamamientos a l a neutra­l idad absoluta. Por eu gusto, rompe-r í a s e é s t a m a ñ a n a mismo si fuera a favor de A l e m a n i a , a ú n c o n s t á n d o l e s que «ipso facto» toda A n d a l u c í a y Ga­l i c i a iban a convertirse en G ib ra l t a -res.

Es el ú l t imo servicio que puede prestar a l gigante prusiano, herido en el c o r a z ó n y el e s t ó m a g o .

Y ponen en su c a m p a ñ a por l a neutral idad todas las e n e r g í a s que des a r ro l l a el que se ve con el agua a l cuello.

M A L I G N O .

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rable lugar de esta poblac ión ; consta de seis habitaciones, cuarto de b a ñ o , retrete y cocina.

La llegada del Sr. Jiménez Sando val A la hora anunciada, l legó ayer

tarde, el Exce l en t í s imo s e ñ o r C a p i t á n Genera l de la Reg ión , siendo espera­do en la es tac ión del puerto por nues­tro digno gobernador mi l i ta r , numo-rosas representaciones militares de los distintos cuerpos de l a g u a r n i c i ó n , e l a lcalde señor B ianch i y dist ingui­das personalidades c ivi les .

Rindieron^honores mil i tares a l ilus tre personaje, una c o m p a ñ í a del Re­gimiento de Ex t r emadura con bande-í a y m ú s i c a .

Seguidamente, se verificó l a v is i ta de varias dependencias mil i tares , quedando muy satisfecho el señor C a p i t á n General , del estado de orden y buena d i recc ión que se cbserva en laa mismas.

H o y , a las diez de l a m a ñ a n a , ha visitado nuestro Ayuntamien to , salu­dando en l a persona da nuestro a l ca l ­de a la ciudad de A lgec i r a s .

Información 'telegráfica Londres 22.

Comunicado francés: =E1 mal tiempo impide proseguir las ope raciones en el Somme.

Rechazamos un ataque enemi go contra Tour de Paiis en el Argona. Conquistamos las trin­cheras enemigas al sudeste de la obra de Thiaumont y progresa­mos algo en el bosque de Vaux.

E l G-eneral Sir Douglas Haig comunica que al sur del Ancre vatios vigorosos contrataques enemigod sobro las tropas neoze­landesas fueron rechazados con grandes bajas por parte del ene­migo. Encontramos muchos sol­dados muertos delante de nues­tras li.ieas, y apesar de la lucha tan encarnizada a vanz mos núes tra linea en este lugar. Durante la noche penetramos en las trin cheras alemanas en diferentes puntos del frente.

Comunicado oficial francés de Salónica:—Las tropas serbias re chazaron todos los violentos con trataques búlgaros,sobre la cum bre del Kajmackalen, caus índo­les grandes bajas al enemigo.Du rante algunos de los ataques bul garos, estos consiguieron poner pie en la aldea de Beresnica, pe ro fueron arrojados de ella por los serbios a la bayoneta. Nues­tra ala izquierda ha llegado has ta la cota 1.550, cinco kilóme­tros al oeste de Pijoderi. Comunicado ruso: Rechazamos toda la ofensiva enemiga en el sector del ferrocarril Kovel Rov-no Hemos capturado una altura en la zona al este del monte Panther en los Cárpatos.

En el frente del Cáucaso des­alojamos a los kurdos de una fuerte posición al sudeste de Mush. Está nevando y reina mu cha niebla.

Comunicado de Bukarest : Continúa una obstinada lucha en la Dobrudja, habiendo las tropas ruso-rumanas rechazado tfldos los ataques enemigos en

todo el frente e inflingiéndole numerosas bajas, además de ha­ber lanzado varios contraata ques. Hemos parado nuestra re­tirada al sur de Petroseny don­de nos estamos fortificando.

Comunican de Petrogrado que tropas turcas han aparecido en el frente de Riga mandadas por oficiales alemanes y con equipo alemán.

Telegrafían de Atenas que ha estallado la revolución en Creta y que los revolucionarios han formado un Gobierno Provisio­nal.

Comunicado de París: En el Somme nuestra artillería conti­núa bombardeando enérgicamen te las obras enemigas. En los demás sectores cañoneos intermí tentes.

E l general Sir Douglas Haig comunica que no ha variado la situación. Los ataques enemigos con granadas de mano en las cercanías de Plers fracasaron.

Derribamos incendiado un glo bo-cometa del enemigo.

Palta uno de nuestros aeropla nos.

Telegrafían de Atenas que el Director general del Ministerio de Relaciones extranjeras visitó a Sir .F. Elliot, Embajador in­glés y le manifestó asegurándo­selo que el nuevo Gabinete era de negocios nada más y no polí­tico. E l Gobierno estaba dis­puesto, si lo reconocía la Enten­te, a sacrificar a los ministros germanóülos, quienes antes de desempeñar Cartera habían ata­cado a la Entente.

Comunicado de Bucarest: Las tropas rusorumanas han reanu­dado victoriosamente la ofensi­va en la Dobrudja. L a batalla comenzó el día 15 y terminó el 20 con la derrota de los germa-nobúlgaros que se retiran hacia el Sur.

El enemigo, entre el cual ha­bía tropas turcas, quemó en su retirada las aldeas. L a batalla fue aumentando en vigor y fuiia hasta la noche del día 19 cuan­do el enemigo fué vencido.

Fuerzas rumanas han ocupa­do Szekly ud-Varhely, cincuen­ta millas al Noreste de Brasso.

Noticias N U E V O A D M I N I S T R A D O R

Anoche en el tren correo l legó el nuevo administrador de estas Adua­nas D . Joeó L ó p e z J i m é n e z .

L a r e p u t a c i ó n de que viene prece­dido, es g a r a n t í a bastante a l a direc­ción que es menester de l a m a r c h a justa y recta do esta rueda tan indis­pensable a l a m á q u i n a de l a adminis­t r a c i ó n del Estado e intereses del co­mercio y n a v e g a c i ó n .

Saludamos a dicho funcionario of rec iéndole nuestra modesta coope­rac ión si le fuera necesaria ,

P R O R R O G A D E L I C E N ­C I A S M I L I T A R E S

S e g ú n nos comunica l a d igna pri­mera autoridad de este Campo, tene­

mos el gusto de par t ic ipar a nuestros lectores que laa licenciaa cuatrimes­trales, cuyo uao termina e l ' 1 v* 10 del p r ó x i m o Octubre han sido prorro­gadas por cuatro meses m á s .

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Informes, en nuestra Admin i s t r a c ión .

¡ A p r o v e c h a r s e ! B I B L I O G R A F I A

Hemos recibido el ú l t imo n ú m e r o de l a importante revista granadina «La A l h a m b r a » cuyo texto es el siguiente: «Los monumentos : su c o n s e r v a c i ó n y r e s t a u r a c i ó n » por Francisco de P . V a ­l ladar ; «Notas para una historia de A l m e r í a » por Franc i sco Tovar ; «Al nacer mis canas» (ooesías) por N a r c i ­so D i a z de Escobar; «Necrópol is» por Méndez V e l l i d o ; «Del centenario de C e r v a n t e s » por A n g e l Cruz Rueda; «Fontil les» por Narciso del Prado; «Soneto» de E . N Í da l Peramos; «No­tas del lec tor» , «Notas biográficas» y «Crón ica g r a n a d i n a » .

T a m b i é n publ ica un precioso cua­dro de «Escenas de l Quijote» conser­vado en el antiguo palacio de V i z n a r .

Fel ic i tamos a su director don F r a n ­cisco de P . V a l l a d a r por l a creciente prosperidad de tan importante publ i ­cac ión .

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t i l l a con el e p í g r a f e «Escánda lo» dan­do cuenta'de un incidente ocurrido en nuestra A d u a n a .

A m p l i a m o s , hoy, aquel la informa­ción, hacieudo constar, que el suceso fué originado por l a in temperanc ia y malos modos de un.viajero extranjero que se condujo en formas poco reco­mendables, ponie?ido a prueba la pa-cieocia y exquisi ta urbanidad de núes tros agentes y autoridades.

Conste as í .

P É R D I D A A quien se le h a y a perdido un l i ­

bro de misa, en i n g l é s , con un retrato dentro; dando sus s e ñ a s en esta Re­dacc ión , le i n d i c a r á n donde pueden recojerlo. E l d i a 17 fué encontrado d e s p u é s de la misa de 12 por unas s e ñ o r i t a s de esta ciudad.

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Page 4: Melgar y los jaimistas

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