Medio Ambiente 5 Rosenmann Relaciones Actividad

5
,f1 \,1 RELACIONES DE ACTIVIDAD HSPONTANEA DE OCTOPCII'r DHGT'S Y "EBRCÜOA{A BHIqISHTTT EN CHILE CENTRAL Mario Eosenmar¡n, Gricelda Rufz y Aleiandro Cerila De¡lartarnento de BiologÍa, Facultad de Ciencias, Universitlad de Chile, Santia,go. RESUMEN Ciertos rasgos anatÓmicos, fisiolÓgicos y conductuales cle O. deg¡us y de A. benneúti parecen ser complementarios, favoreciendo asi una eoexistencia interespe' cffica en un habitat co*ún, a ambas especies. Asi por ejemplo las características morfológieas fosoriales son muy marcádas en el degu pero no asf en el ratón chinchilla quien aparenternente depende del degu para la construcción de las galerlas subterráneás que son utiliiadas indistintámente por ambas especies' Sin émbargo degu podrfa regular en cierta medida ias posibilidades de refugio de Abrocoma, considerando su tamaño corporal (superior a 300 gramos) y la alter' nativa de refugio en oquedades natuiales. La convivencia interespecffica se facilita porque los ritmos circadianos de aetividad espontánea de aml¡os roedoles son complernentarios: el ratón chinchilla es una especie de hábitos noctqrnos mientras que degu es práeticamente diurno, con actividad máxima birnOdal en la mafiana y al atardecer. Fuera de las galerlas subterráneas Ia tempelatura ambiente es norrnalmente más baja en Ia noche que durante e1 día y en prin- cipio la especie nocturna debiese afrontar un mayor gasto de e_nergfa de termo- rrigulaciOn-. Sin embargo aparentemente esto no ocurre debido a que la ais- lación térmica de la piá ae- la especie nocturna es significatlvamente superior a la del degu, de *ádo q,,," a bá¡as temperaturas la producción de calor de Abrocorn¿ es f/¡ más baJa que la áe la especie diurna. Es posible que la exis' tencia de estos dos roedores en un lugar común sea debida a ventajas que ¡o se deriven de la relación entre ambas especies (socieclad mixta), sino que a- las ventajas que un determinado territorio ofiece casualmente a todos los individuqs ¿egus y iatones chinchitlas. Sin embargo, estudios de_ diqtrlbución geográfica y áe dánsidad de poblaciones, iunto con observaciones de la conducta en cauti' íid.¿ utr ambas especies, nos llevan a postular un cierto grado de dependencia de Abrocorna a la presencia de degus, pero no al revés. Ahora bien, si Al¡rocoma no dependiese mayormente de deáu, aparenta por lo menos ser la especie que evidencia beneficios en su comunidad interespeclfica' S U MMARY some anatomical, physiological and behavioral featules in o. tlegus and a. l¡ennetti are seemingiy-cómptementary with each other, favoring the coexistance of both species in a tommón habitat. For example, fossorial-characteristics are quite evident in the degu but not in the chinchilla rat, which seems to depend on the former species for the construction of the tunnels shared by both roderrts' The interesfecific coexistence is facilitated because the spontaneous rhythms of activity meaiured on both species are complementary, the- chinchilla rat is a pocturnai species while degu iho*t * bimodal rhythm with an activity peak in the early morning, * s"cond one at dusk and no activity or. close to none during the night. Thermal insulation of fur covering the skin of the chinchilla rat doubles the insulation value of fur from degu, so that the heat production of the noc- turnal species at an ambient temperature of 5oC is equivalent to the heat producfión of degu at an ambient temperature of 18oC' observations on interspecific behavior of both rodents in a pen, lead us to sr¡ggest a certain dágree'of dependence of At¡rocoma on tt¡e presence of degu' fi"alü the chinchilp i.t *u"*" io be the species that is favored with the inter' specilic communitY. t25

description

Mario Rosenmann, Revista Medio Ambiente

Transcript of Medio Ambiente 5 Rosenmann Relaciones Actividad

Page 1: Medio Ambiente 5 Rosenmann Relaciones Actividad

,f1\,1

RELACIONES DE ACTIVIDAD HSPONTANEA DE OCTOPCII'r DHGT'S Y

"EBRCÜOA{A BHIqISHTTT EN CHILE CENTRALMario Eosenmar¡n, Gricelda Rufz y Aleiandro Cerila

De¡lartarnento de BiologÍa, Facultad de Ciencias,Universitlad de Chile, Santia,go.

R E S U M E NCiertos rasgos anatÓmicos, fisiolÓgicos y conductuales cle O. deg¡us y de A.

benneúti parecen ser complementarios, favoreciendo asi una eoexistencia interespe'

cffica en un habitat co*ún, a ambas especies. Asi por ejemplo las características

morfológieas fosoriales son muy marcádas en el degu pero no asf en el ratón

chinchilla quien aparenternente depende del degu para la construcción de las

galerlas subterráneás que son utiliiadas indistintámente por ambas especies' Sin

émbargo degu podrfa regular en cierta medida ias posibilidades de refugio de

Abrocoma, considerando su tamaño corporal (superior a 300 gramos) y la alter'

nativa de refugio en oquedades natuiales. La convivencia interespecffica se

facilita porque los ritmos circadianos de aetividad espontánea de aml¡os roedoles

son complernentarios: el ratón chinchilla es una especie de hábitos noctqrnos

mientras que degu es práeticamente diurno, con actividad máxima birnOdal en

la mafiana y al atardecer. Fuera de las galerlas subterráneas Ia tempelatura

ambiente es norrnalmente más baja en Ia noche que durante e1 día y en prin-

cipio la especie nocturna debiese afrontar un mayor gasto de e_nergfa de termo-

rrigulaciOn-. Sin embargo aparentemente esto no ocurre debido a que la ais-

lación térmica de la piá ae- la especie nocturna es significatlvamente superior

a la del degu, de *ádo q,,," a bá¡as temperaturas la producción de calor de

Abrocorn¿ es f/¡ más baJa que la áe la especie diurna. Es posible que la exis'

tencia de estos dos roedores en un lugar común sea debida a ventajas que ¡o

se deriven de la relación entre ambas especies (socieclad mixta), sino que a- las

ventajas que un determinado territorio ofiece casualmente a todos los individuqs

¿egus y iatones chinchitlas. Sin embargo, estudios de_ diqtrlbución geográfica

y áe dánsidad de poblaciones, iunto con observaciones de la conducta en cauti'

íid.¿ utr ambas especies, nos llevan a postular un cierto grado de dependencia

de Abrocorna a la presencia de degus, pero no al revés. Ahora bien, si Al¡rocoma

no dependiese mayormente de deáu, aparenta por lo menos ser la especie que

evidencia beneficios en su comunidad interespeclfica'

S U M M A R Y

some anatomical, physiological and behavioral featules in o. tlegus and a.

l¡ennetti are seemingiy-cómptementary with each other, favoring the coexistance

of both species in a tommón habitat. For example, fossorial-characteristics are

quite evident in the degu but not in the chinchilla rat, which seems to depend

on the former species for the construction of the tunnels shared by both roderrts'

The interesfecific coexistence is facilitated because the spontaneous rhythms

of activity meaiured on both species are complementary, the- chinchilla rat is a

pocturnai species while degu iho*t * bimodal rhythm with an activity peak

in the early morning, * s"cond one at dusk and no activity or. close to none

during the night.Thermal insulation of fur covering the skin of the chinchilla rat doubles

the insulation value of fur from degu, so that the heat production of the noc-

turnal species at an ambient temperature of 5oC is equivalent to the heat

producfión of degu at an ambient temperature of 18oC'

observations on interspecific behavior of both rodents in a pen, lead us

to sr¡ggest a certain dágree'of dependence of At¡rocoma on tt¡e presence of degu'

fi"alü the chinchilp i.t *u"*" io be the species that is favored with the inter'

specilic communitY.

t25

Page 2: Medio Ambiente 5 Rosenmann Relaciones Actividad

INTB,ODUCCION

Octodon degus (Molina 1782), el ratón delas pireas o degu y Abrocoma benneúti(Waterhouse 1837), el ratón chinchilla, sondos especies de roedores caviomorfos quecomparten las mismas comunidades biogeo.gráfieas: matorrales y sabanas desde el nivel del mar hasta aproximadamente 2000metros de altura (Ipinza, 1969). Ambas es.pecies viven en túneles, cuyas entradas seencuentran generalmente en la base de unarbusto, bajo alguna piedra, o bien al abrigode un tronco (Walker, 1964) y es frecuenteencontrarlos juntos habitando una mismagalerÍa (Mann, 19?8). Ambas especies tie-nen relaciones tróficas muy semejantes (Me-serve y Glanz, 1978) y en cautividad con-viven sin la menor muestra de agresión;aún más tienden a cercarse mutuamente,demostrando una relación interespecificaconductual positiva. El grado de conviven-cia interespecffica entre degu y ratón chin-chilla se refleja incluso en el hecho de queambos son portadores de ninfas detr mismoparásito Llnguaúula serr¿ta (Alvarez, 1960).Siendo especies simpátridas a lo largo detodo el rango de su distribución geográfica(aproximadamente 28c hasta 3?,S) y conuna historia evolutiva común que se remon-ta a principios del Terciario (Osgood,1943),nos hemos preguntado sobre el tipo de re-laciones conductuales de naturaleza compe-titiva o bien de mutuo beneficio entre deguy eI ratón chinchilla. Por ejemplo: Porquéconviven en una misma galería? Si su ac-tividad t¡ófica en el mismo habitat es se-mejante, no esperariamos encontrar un des-plazamiento (espacial o temporal) de unaespecie con respecto a la otra? La búsquedade las respuestas a estas preguntas const¡-tuye el objetivo de la presente comunicación.

MATENIAJ, Y METODOS

Ambos roedores fueron capturados al in-terior de Maipú (Quebrada de la Plata),con trampas Sherman cebadas con avena.En cautividad fueron mantenidos con ali-mento de conejos (Purina y Champion) su-plementando con alimento verde (Maqui,Trebo y Guayaeán) obtenido del área decaptura o de lugares vecinos. Las observa-ciones relacionadas con el estudio de res-puestas eonductuales y de hábitos fosorialesse realizaron en terrarios de superficie del-.5 a 2.0 metros cuadrados y de 50 a 80 cen-timetros de profundidad, con vegetación her-báeea natural. La densidad experimentalmáxima en ambas especies fue de un a¡ri-mal por 0.5 metros cuadrados.

r26

Los registros de actividad se realiearoncon equipos Lafayette de rueda y de plata-forma, conectados a inscriptores potencio-métricos de registro continuo, utilizando undivisor de frecuencias de 4 rangos (80:1,40:L, 20:L y 10:1). Los registros realizadoscon ambos sistemas fueron simétrieos, sinembargo los valores obtenidos en ruedas deactividad representan exclusivamente acüvi-dad locomotora y es por esto que hemosexcluÍdo los datos registrados con la plata-forma.

La aislación térmica de pieles de düeren-tes animales fue medida como su valor re.cÍproco o conductancia, de acuerdo al méto.do de Morrison y Tietz, 195?. Las pieles fue-ron montadas en cilindros metálicos de calorespecífico conocido y luego de la determina-ción de la constante de enfriamiento normalse procedió a depilarlas quimicamente y serepitió la medición. La aislación térmica delpelo fue calculada a partir de la diferenciaentre los valores de conductancia de las pie-les normales y depiladas.

BESULTAI'OS Y DISCUSION

La mantención de ratones chinchillas enlos terrarios experimentales por varios dias,demostró en prime! lugar que esta especiees incapaz de cavar, aún en terrenos relati-vamente blandos. Este hecho no es muy sor-prendente, dada la delicadeza de su estruc-tura palmar (Mann, 1978) y la debilidad desus pequeñas uñas, que son incluso ahueca-das en su cara inferior (Walker, 1964). Por^tra parte, la actividad fosorial del degu se-oanifestó casi de inmediato a la introduc-ción de los ejemplares en los terrarios.

En los experimentos en los que se dejóun ratón chinchilla en compañia de uno atres degus, invariablemente fue el deguquien excavó las galerías e invariablementeel ratón chinchilla utilizó los túneles tanpronto como estos fueron construidos. Noobservamos muestras de agresión por partedel degu quien preferentemente ocupó loslugares más profundos. Este hecho con-trasta visiblemente con observaciones para-lelas realizadas en idénticos terrarios conSpalacopus eyanus. Ejemplares de esta es-peeie expulsaron violentamente y en repeti.das oportunidades a individuos (de su mis-ma especie) que fueron colocados en los te-rrarios y que intentaron penetrar en las ga-lerías recientemente construidas.

Un segundo hecho de interés en el com-portamiento del ratón chinchilla es su reac-ción espontánea de acercamiento a degus.Esta conducta fue observada en todos losexperimentos en los que se dejó degus en

Page 3: Medio Ambiente 5 Rosenmann Relaciones Actividad

jaulas de alambre (12 x 15 x 45 cm), den-tro de los terrarios en los que el ratón chin-ehilla era libre de escoger cualquier áreade reposo, incluso los túneles cavados pordegus. En estas condieiones en las que tan-to el alimento como los bebederos fueron co-locados por igual dentro y fuera de la jaula,el ratón chinchilla ocupó preferentementeun sitio de reposo prácticamente en contactocon el degu y pegado a la malla de alambreque separaba a ambos roedores. Por otraparte, la longitud de la jaula permitia undesplazamiento de 3 veces la longitud deldegu, sin embargo no observamos intentosde eludir el contacto con el ratón chinchilla.Siendo la superficie de reposo seleccionadapor el ratón chinchilla (contacto con el deguy la pared de la jaula) inferior a un 2Vode la superficie libre total del terrario, laprobabilidad de que la conducta observadafuese casual, es muy baja.

Un tercer hecho de interés en el estudiode relaciones entre ambas especies lo revelóla alta mortalidad observada en el ratónchinchilla mantenido en jaulas individuales.Iln efecto, la sobrevida de Abrocorna en cau.

tividad fue de 2 a 7 dias, hecho ya obser-vado por Ntann {1978), quien describe estasituación como muerte por shock con carac-teres de hipoglicemia y que ocurre desdealgunas horas hasta pocos dias de su cap-tura. Sin embargo, nuestras observacionesdemuestran que ratones chinchillas que con-viven en cautividad con degus tienen unasobrevida de por lo menos un mes, mientrasque ejemplares aislados en los mismos te-rrarios no sobrevivieron más allá de unasemana.

La convivencia de ambas especies en una¡¡lisma galerÍa, tanto en su habitat naturalcomo en condiciones experimentales, pudieseestar facilitada si sus ritmos espontáneosde actividad estuviesen desfazados tempo-ralmente. En efecto, la Figura 1 muestraque la actividad del degu es bimodal conmáximos en la mañana y en eI creptltsculo(Rosenmann, L977); en cambio el ratónchinchilla es tlpicamente nocturno, De estemodo, las probabilidades de eneuentros in-terespecificos eon actividad semejante sonaltas solamente en horas de transición: ama-necer y crepúsculo, muy bajas en el trans-curso del dia v minimas durante la noche.

5s

caao!

IIaIat

Fig. 1.- Ritrnoe típiooo ds activiilad locomotora espontánoa, tlo A. bennetti y 0.degrrs, ba,jo ilumina,ción naturol. Loe círculos repreoentan el promedio deloe va.lores registradoe du¡anúe 7 a, L4 dfas en cada ejemplar. Los lfneasve¡ticalee repreeentan doo desvi&cio¡es eÉtá,nda,r.

t27

Page 4: Medio Ambiente 5 Rosenmann Relaciones Actividad

Siendo la ternperatura en la noche másba.ja que durante el dla, cabrÍa esperar queel gasto de energía de termorregulación fue-se mayor en la especie nocturna, sin em-bargo la aislación térmica del pelaje deA,brooorna es el doble de efeetiva que la deldegu (Fig. 2); de manera que por exposi-ción a temperaturas frfas, por ejemplo 5o C,

1ü ls .i!-t

i i : ¡ . ¡ r u i l ;

CONCLUSIONES

Las limitadas observaciones que hemosrealizado en arnbas especies no nos permiten aún conocer integramente las respuestasa 1as interrogantes básicas sobre las rela-ciones interespecíficas entre estos roedores,sin embaigo ciertas conclusiones de interéspueden desprenderse de ellas:

Prirnero, el ratón chinchilla carece de ha-bilidades Íosorialer )¡ aparenta depender deldegu para la construcción de galerias sub.terráneas. Este hecho expiicaría en parte

i2B

la producción de calor del ratón ehtnchllla(6.? caVg.hr) es equivalente a la del deguexpuesto a una temperatura ambiente de1BoC. Consecuentemente, a 5'QC la produc-ción de calor del degu es un 60Ío más altaque la deL ratón chinchilla a la misma tem-peratura ambiente"

II

!-(I

l-9

G

F'ig. 2.- Logariúmos netu¡ales do laa diferencias de tempera,tura versutr tiempo encilindros cubiertos con pieles de A. bennetti y de O. degus. Las áreaooscuras represenúan los va,lorea do a,islación ilel pelo (fp) calculados pordifereneia enúre la aislación do la piel norrna,l (In) y su a,islación de-

pilada (16).

i 0 1 0 2 0 3 0 4 0íC;nutü1)

Ia frecuentemente observada coexistencia dearnbas especies en la misma galeria.

Segundo, la convivencia interespecifica sefaeilita porque los ritmos de actividad es'pontánea de ambos roedores son comple-mentarios,

Tercero, aparentemente el ratón chinchilladepende de la presencia de degus, pero noasi degu de Abroooma. Este hecho (que

clebiese ser verifieado en otras zonas deChile) podria expliear no solo la práctica-rnente idéntica distribución geográfica (lon-

Page 5: Medio Ambiente 5 Rosenmann Relaciones Actividad

gitudinal y altituünal) de ambas es¡re'cies,sino que además explicar{a la baja densidadde población de Abrocorno en referencia adegu. Finalmente, si Abrocoma no depen-diese mayormente del degu, se evidenciacorno la especie que obtiene beneficios ensu comunidad interespecifica, beneficios queno vemos que sean compartidos en algunaforma por el degu.

AGBAI}ECIMIEI\¡1TOS

El presente trabajo fue financiado por elServicio de Desarrollo Científico y CreaciónArtistica de la t-iniversidad de Chile. Pro-yecto No B 666 - 791-. Agradecemos a CeciliaBahamondes, Alicia Rodriguez y Marcos Mi'randa por la colaboración prestada en di-versas fases de este trabajo.

RI'FTITENCIAS BIBI.IOGR,AIICAS

ALVAREZ, V. (1960). Presencia de Linguatula s€rrat& I'roelich 1879, en I)usicyonculpaeus y de formas ninfales en Octodon ilegu y Abrocoma ber¡notti. Bol.Chileno Parasit. L5, 22.

IPINZA, I. (1969). Lista de roedores autóctonos e introducidos en Chile. NoticiarioMensual, Mus. Nac. Hist. Nat., Santiago, 14(159), 6-11.

MANN, G. (1978). Los pequeños mamlferos de Chile. Gayana N0 40,269 - 319.MESER\rE, P.L. and GLANZ, W.E. (1978). Geographical ecology of small mammals

in the northern Chilean arid zone. J. Biogeog. 5, 135 - 148,*MORRISON, P. and TIFjTz,, W.J. (1957). t:oollng and thermal conductivity in thre€

small Alaskan mammals. J. Mammal, 38, ?8 - 86,OSGOOD, W.H. (1943). The mammals of Chile. Field Mus. Nat. Hist. Zool. Ser'

S e r . 3 0 , 1 - 2 6 8 .ROSENMANN, M. (1977). Regulación térmica en Octodon ilegus. Medio Ambiente.

3(1) , 12? - 131.WALKER, E. (1964). Mammals of the World. Johns Hopkins Press, Baltimore. 2,

647 - 1500.

129