Magazine dokkodo nº3

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Revista digital Nº3 agosto/septiembre 2013 Tradición, historia y actualidad de las artes marciales Dokkodo Ian Forster El estilo de la eskrima doce pares Kajukenbo Artes marciales europeas Iaido Karate Aikido Kobudo

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Nueva entrega de la genial revista. Lucha filipina con sticks.

Transcript of Magazine dokkodo nº3

Revista digital Nº3agosto/septiembre 2013

Tradición, historia y actualidad de las artes marciales

Dokkodo

Ian ForsterEl estilo de la

eskrima doce pares Kajukenbo • Artes marciales europeas • Iaido • Karate • Aikido • Kobudo

contenidos agosto/septiembre

En el tatami/Entrevista a Ian Forster. El estilo de la

Eskrima Doce Pares

Ronin/ Tradición y revolución

Shin gi tai/Las fases del Kata III: Furi Kabute–Kiri Tsuke

Artes Marciales Occidentales/ Artes marciales tradicionales

europeas: una nueva percepción de una vieja realidad

Crónica histórica/La leyenda de Tito Manlio

Maestros y estilos/Entrevista Francisco Márquez

Investigación/Shotokan Kobudo III

Artes Marciales Japonesas/Pinan Nidan Bunkai

Musubi/“I can do everything ...because I don't do

anything...”

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ANÚ[email protected]

Revista digital Nº1abril/mayo 2013

Tradición, historia y actualidad de las artes marciales

Dokkodo

Tras la senda del maestro Mabuni

Dento Shito Ryu Karate Do

Artes marciales de la India • Wushu • Kobudo • Muay Thai • Iaido • Tai Chi

ANÚ[email protected]

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agosto/sept 2013 dkkd

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Director Antonio García Piñar

Fotografía Julietta Prado

Maquetación Beatriz Castro Martín

Relaciones públicas y publicidad Beatriz Castro Martín

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Redacción Antonio García Piñar

revistadokkodo.redacción@gmail

Arte y comunicación Julietta Prado

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Colaboran en este número:

Luis Mochón Corredor, Pedro Martín González, Vicente Gómez Espinosa, Ángel Martínez López, Pedro Velasco Arévalo, Basilio Parres de la Rosa.

Agradecimientos Celia García López Jesús Moreno Aijón, Francisco Dorado Cuenca.

ISSN 23440-137

Dirección C/ París nº 32, Armilla

18100, Granada, España

DOKKODO NO SE RESPONSABILIZA DE LAS OPINIONES DE NUESTROS COLABORADORES

YO PRESERVO

No todo el mundo puede ser maestro. Pero todos hemos sido y (somos)alumnos. Ser alumno es un proceso tan importante como ser maestro, porque ¿Qué es un alumno sino un maestro en potencia? Una de las ma-yores cualidades que posee el ser humano es su capacidad de aprender y

sus pocas aportaciones genéticas y adaptativas para sobrevivir. Debemos aprenderlo prácticamente todo. Solamente tenemos que contemplar a los niños. Un aprendiz de Artes Marciales debiera observar como funciona la mente de un niño cuando aprende.

Los niños miran a sus padres y a otras personas del entorno e imitan. Sorprendentemente, no solo ofrecen en ese mágico despligue de respuestas nuevas (casi una por día si sabemos observar) imitando a sus padres, también, de repente ofrecen fugaces destellos de “invención” de descubrimiento y autodescubrimiento. Más de un padre se pregunta muchas veces cuando observa a su hijo (para bien o para mal) “¿Dónde ha aprendido esto?” Más de un maestro habrá pensado lo mismo al ver cómo al enseñar una técnica, un movimiento, el alumno ha aportado algo “de su cosecha”.

A veces la imagen del alumno y el maestro evoca la formación de los “castellers” que se celebran en Cataluña. Las manos del maestro y el alumno se unen en un obje-tivo común. Manos y manos se unen con el objetivo de preservar el Arte Marcial. Un acercamiento superficial nos diría que el maestro enseña y el alumno aprende. Si lo miramos de cierta forma, entre el maestro y los alumnos se perpetua el Arte Marcial, que sobrevive, transformándose de generación en generación.

Richard Dawkins, famoso científico genetista, sostiene en su obra El gen egoísta que nuestro afán por la vida y por la supervivencia es un espejismo de la existencia humana. Nuestra conciencia se desvanece al morir con nosotros (a no ser que tenga-mos fe en otra forma de vida, un “más allá”). Todas nuestras ganas de “vivir” son una ilusión porque lo que realmente tiene una oportunidad de pervivir en el tiempo son nuestros genes. Fatídicamente, Dawkins indica que somos simplemente los portado-res de una información genética. Pero como este planteamiento sería muy reduccio-nista, Dawkins advierte que el ser humano sufre a su vez una necesidad de transmitir también información cultural, un conocimiento, una técnica, un saber. A este “gen” del conocimiento, lo denomina meme. De igual manera, parece que el meme nos quiere sobrevivir, y en nuestro caso su supervivencia depende de la relación que se establece entre el maestro y el alumno.

Visto así, parece un poco extraño observar esto desde la perspectiva del “yo en-seño”, “yo aprendo”. Más bien parece que nuestra relación con el arte marcial es: “yo preservo”. Preservar en la enseñanza y preservar en el aprendizaje. Sin esta relación, las múltiples formas de Artes Marciales que existen en el planeta se hubiesen perdido. Podríamos decir, que el meme de la gran mayoría de las Artes Marciales de Occidente se centró en la mejora tecnológica (no olvidar el dominio de una técnica, una arte-sanía para poder mejorarla… desde el mosquete de mecha hasta a el rifle de repeti-ción). Y que en Oriente el meme, parafraseando a Dawkins, es la preservación del arte con pocas, si no más bien nulas variaciones que supongan un cambio tecnológico.

Se le atribuye al gran maestro de Kenjutsu Yagyu Munenori (1571–1646) que cada vez que se refería a su escuela de Artes Marciales lo hacía en los siguientes términos: “La Balsa de Piedra”. Tal vez el dato sea apócrifo, pero es fácil de entender que en el contexto que siguió el final del alzamiento de los Tokugawa, el final de las guerras civiles y la pacificación Edo (sumándose a que si un contemporáneo suyo, Miyamoto Musashi, llamaba a su puerta, las posibilidades de perder al mejor de tus alumnos en un desafío eran muy altas…), nos haría ver que el mantenimiento de una escuela de Artes Marciales en la Edad de Oro de los koryu de Kenjutsu debía ser una empresa titánica. El viejo Yagyu tuvo suerte, su escuela continuó en dos de sus hijos: Yagyu Jubei y Yagyu Munefuyu.

Una serie de casualidades sobrevenidas, han provocado que tal rama estilo o es-cuela sobreviviera o pereciera, ser alumno significa, que somos un eslabón más en la cadena que comenzó a achicar agua junto a nuestro maestro para que se mantuviese la Balsa de Piedra.

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AGENDAAGENDA

El Dojo Sant Gervasi de Barcelona organiza los próximos días 14 y 15 de septiembre el SEMINARIO DE KATA DEL SOKE INOUE.

Conocido internacionalmente por ser el maestro de los campeones del mundo de kata, la japonesa Rika Usami y el venezolano Antonio Díaz, el maestro visitará por vez primera la ciudad de Barcelona.

De nacionalidad japonesa, Yoshimi Inoue, nació en 1946 en la localidad de Tottori. Inició su formación de karate-do en el sistema de Shito Ryu en la Universidad de Tottori. En Osaka, vivió y entrenó con el Soke Teruo Hayashi. De regreso a su Tottori natal, y tras la muerte del Soke Teruo Hayashi, Yoshimi Inoue comenzó su propio estilo de Karate-do, Inoue Ha Shito Ryu Kai Keishin.

8º Dan, el Soke Inoue ha entrenado a 15 campeones del mundo, ha sido entrenador de la selección nacional de Karate de Japón y es miembro de la Junta de Karate de Japón Federación de Examinadores. El seminario cuenta con el apoyo de la Real Federación Española de Karate, así como de la Federación Catalana de Karate. El presidente de la RFEK, Antonio Moreno Marqueño, ha confirmado ya su presencia a este evento de carácter internacional; así como el presidente de la Federación Catalana de Karate, Josep Bosch i Espinalt, o el subcampeón del mundo de kata, Minh Dack, entre otras figuras de renombre que no quieren perderse la clase magistral de Karate Shito Ryu Inoue Ha.

http://seminario-inoue-barcelona.blogspot.com.es/

SEMINARIO DE KATA DE YOSHIMI INOUE

Cursos de Formación de Tai Chi Chuan y Chi Kung

El último fin de semana de Octubre se celebrarán en Granada los cursos de Formación de Tai Chi Chuan y Chi Kung (un fin de semana al mes, 3 años) y Chi kung (un domingo al mes, 2 años) impartidos por el Maestro Vasudeva (Fernando Liuzzi)Con estos cursos, la Escuela Wudang, Escuela de Artes Marciales, Medicina China y Filosofía ubicada en Granada capital propone iniciar a los interesados en una vía de autoconocimiento y sanación a través del estudio de una gran variedad de prácticas taoístas, profundizando mayoritariamente en algunas de sus disciplinas como el Chi Kung y/o el Tai Chi Chuan y la meditación, sin dejar de lado los fundamentos de la medicina tradicional china, el Shiatsu y la filosofía que dio origen a su desarrollo. Plazas limitadas. www.wudangshan-granada.blogspot.com 958 54 03 93 - 657 58 37 24 - 600 70 70 64 [email protected]

Seminario de Daito Ryu Takumakai Masunori Araki Sensei, 7º Dan de Aikijujutsu Daito Ryu Takumakai está presente en Salou durante los días 20 – 22 de Septiembre de 2013. La Daito Ryu Aikijujutsu hunde sus raíces en el antiguo Han de Aizu, y fue fruto de la recopilación vital y marcial de Sokaku Takeda, origen a su vez de múltiples escuelas y estilos como el Aikido de Morihei Ueshiba O Sensei, el Hakko Ryu Ju Jutsu Okuyama Ryuho y el Shorinji Kempo de Doshin So. La Takumakai Daito Ryu es una de las ramas más extendi-das en Japón, fue fundada por Takuma Hisa (certificado con el título de Menkyo Kaiden por el mísmisimo Sokaku Takeda) y Nakatsu Heisaburu. Una oportunidad única de iniciarse en las antiguas técnicas del Han de Aizu. El curso ha sido organizado por la AESNIT, asociación promotora del estudio del Nihon Bujutsu, muy conocida en tierras catalanas.

Seminario de Aikido en Güejar Sierra Los días 21–22 de Septiembre Matti Joenseu, 6º Dan de Aikido

Aikikai impartirá un seminario en el Pabellón Municipal de Deportes de Güejar Sierra (Granada). Procedente de Austria, del prestigioso Kimusubi Aikido Dojo fundado en 2002 en la localidad austriaca de Villach. Al igual que nuestro estimado colaborador, Luis Mochón Sensei, Matti Joenseu transmite un Aikido desde la óptica de Endo Seishiro. Hemos de resaltar desde estas líneas, la inquietud de Luis Mochón por ofrecer a los aikidokas españoles en general, y andaluces en particular, por traer a los mejores maestros (como ocurrió apenas hace un meses con Fabio Branno Sensei) con los que seguir avanzando en el apasionante mundo del Aikido. Por su parte, Luis Mochón tiene preparados varios seminarios en las próximas fechas: desde el 23–25 de agosto, un seminario y convivencia de verano en Güejar Sierra y otro seminario en Badalona para los días 13–15 de Septiembre en el dojo Musubikai. http://musubiaikidogranada.blogspot.com

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agosto-septiembreagosto-septiembre

Shoei Miyazato Sensei fue el introductor de la Escuela de Karatedo Shorin Ryu Shidokan. Estudiante avanza-do de Katsuya Miyahira emigró a Argentina en 1959, concretamente a la ciudad de Córdoba. En 1990 creó su propia rama de Shorin Ryu: la Miyazato Dojo, que se extendió por países como Argentina, Brazil, Uruguay, Chile, España, Israel, Méjico, Perú y Suecia. La es-cuela deja, por tanto, como Soke, a su hijo Miyazato Masatoshi, 8º Dan y posesor del inmeso legado que dejó su padre tras de sí. Desde Dokkodo, mandamos nuestras sentidas condolencias a la familia y nuestra admiración por un Maestro único.

Fallece Shoei Miyazato Sensei

Campamento de Verano Fundación Hun Yuan Segundo Campamento de Verano organizado por la Fundación Hun Yuan para los días comprendidos entre el 7–14 de Agosto. La Fundación Hun Yuan es una entidad privada sin ánimo de lucro destinada a la difusión de las artes taoístas (métodos de chi kung, artes marciales internas, métodos de meditación, etc) que se encuadran bajo el epígrafe general de NEI GONG (trabajo o estilo interno).

Todos los profesores y centros asociados recomendados por esta Fundación son titulados en Hun Yuan Neigong, es-tilo encuadrado dentro de la Federación Española de Lucha y Disciplinas Asociadas y reconocido por el Consejo Superior de Deportes.

Actualmente la Fundación Hun Yuan España tiene un pro-grama de formación constante con cursos intensivos en más de 17 ciudades principales de España. Cuenta con más de 20 delegaciones. Hay abiertos 13 centros especializados en la en-señanza del estilo. El linaje del Chen Xi Xin Yi Hun Yuan Tai Chi Chuan ha llegado con los discípulos de Pedro Valencia a la 5ª generación del estilo Hun Yuan y 22ª del estilo Chen. Esta infraestructura es la mejor carta de presentación de esta Fundación.

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GURO IAN FORSTER

«saber donde estás, qué técnica es la apropiada, la distancia, el ritmo... todo el conjunto unido de forma armónica es el estilo»

en el tatami

Si alguien alguna vez ha recibido instrucción de combate en algún cuerpo de seguridad del Estado seguramente habrá encontrado a alguien parecido a Ian Forster. Aunque mantiene un ambiente de entrenamiento cordial y relajado, la cosa cambia cuando se hace con un bastón de rattan entre las manos. One, two, one, two... el drill en el que se muestra la técnica (una forma de anular el arma, un desarme, una búsqueda de un ángulo mejor para golpear) Guro Ian Forster muestra la simplicidad de lo díficil. Al principio lentamente, luego a velocidad media, después, a un ritmo endiablado en el que la mayoría de los alumnos renuncian a seguir. Este humilde redactor ha visto a muchos maestros de artes marciales, tanto occidentales como orientales y la sensación que transmite Guro Forster… es que con unos palos en las manos… vas a recibir muchísimos palos. El manejo de los cuchillos directamente hiela la sangre. Cuando los alumnos consiguen coger “el estilo” tal y como lacónicamente define Guro Forster el summum de la Eskrima Doce Pares, el maestro sonríe con la mirada… Cuando el cuerpo empieza a fluir, el arte de combatir de los antiguos filipinos se muestra en toda su grácil dinamismo como en su terrible ferocidad y eficacia.

Tras el entrenamiento, Ian Forster explica las cosas despacio. Piensa antes de contestar y deja pensar al interlocutor. Transmite segu-ridad y tablas, experiencia y años de entrena-miento. Se nota que su ambiente ideal es entre artistas marciales y no tiene problema en ense-ñar Eskrima Doce Pares a practicantes prove-nientes de diversas disciplinas. Muy al contra-rio, la Eskrima es un arte que provó su eficacia hace siglos y que seduce actualmente a miles de practicantes de artes marciales.

Usted es alumno directo de Guro Danny Guba, qué podría destacar de él como maestro de Eskrima? Ante todo su técnica. Su forma de moverse. Sus movimientos des-prenden un gran conocimiento y habilidad. No he visto nada como él.

¿Fue difícil aprender bajo su tutela? Al prin-

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cipio yo intentaba aprender a través de clases y seminarios. Luego llegué a solicitarle que me impartiera clases privadas. Él era reacio a en-señarme privadamente: cuando te dedicas a un alumno de esta manera inviertes mucho tiempo en él, por lo que no es una decisión fácil. Yo in-tentaba progresar, desde el comienzo no fue fá-cil: “Eres un paquete” me decía. Y seguramente así era, su intención no era desanimarme, sino comprobar si mis perspectivas eran serias. Yo persistí, y finalmente me aceptó como alumno.

Tuvo que ser difícil sufrir todo ese proce-so. Mucha gente idealiza la relación entre maestro y alumno. ¿Qué es lo más difícil de conseguir en la Eskrima Doce Pares? El estilo.

Interesante. ¿Qué sería el estilo? Es difícil de definir: Saber donde estás, qué técnica es la apropiada, la distancia, el ritmo... todo el con-junto unido de forma armónica es el estilo.

¿No se alcanza el estilo con el conjunto de técnicas? Desgraciadamente no. Algunos practicantes tienen la técnica, pero no la sa-ben hacer funcionar. Saber hacer funcionar las técnicas forma parte de la maestría, yo todavía busco esa maestría.

Aún así, el arsenal técnico de la Eskrima Doce Pares es amplio... Sí. El abecedario lo componen las distintas técnicas: golpes, desar-mes, luxaciones, proyecciones. Estos se apren-den en los diferentes drills y sets. Todo ello a su vez se divide en las diversas armas: palo, cuchi-llo, manos vacías, etc.

Es un arsenal técnico muy amplio, de he-cho muchos practicantes de Kenpo, Muay Thai, Kajukenbo, Wing Tsun, Brazilian Jiu Jitsu... se acercan a la Eskrima para estu-diar lo que tal vez falta en sus respectivos estilos ¿Por qué cree usted que lo hacen? Habría que preguntarles a ellos. En todo caso, todas las personas, independientemente del es-tilo que practiquen tienen brazos, y piernas. La Eskrima se integra bien porque trabaja distan-cias de combate muy reales, con armas que se siguen viendo en la actualidad y con técnicas

¿Sobrevivir a un ataque de cuchillo? […] Si uno piensa

que otros han sobrevivido, uno mismo debería pensar ¿por qué

no voy a sobrevivir yo?

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Él era reacio a enseñarme privadamente: cuando te

dedicas a un alumno de esta manera inviertes mucho tiempo

en él, por lo que no es una decisión fácil.

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Doce Pares fue fundada el 11 de enero 1932 por un pequeño grupo de Maestros de Eskrima encabezado por Eulogio Cañete, Lorenzo Saavedra y Teodoro Saavedra. Poco después de su inauguración el 21 de enero de ese año, el número de miembros aumentó a veinticuatro. Eulogio Cañete y Teodoro Saavedra fueron elegidos como Presidente y Vicepresidente, respectivamente. Otros miembros originales fueron, Fortunato Peñalosa (secretario), Marcelo Verano, Deogracias Nadela, Tupas Fuertes, Rodolfo Quijano, Pio Deiparine, Florentino Cañete, Felimon Cañete, Juanito Lauron, Federico Saavedra, Cecilio Dela Victoria, Lorenzo Saavedra, Margarito Revilles y Anastacio Deiparine.

El nombre de Doce Pares fue adoptado supuestamente haciendo referencia a los caballeros que formaban la guardia personal del rey Carlomagno de Francia (768–814). Estos doce caballeros fueron famosos por ser excepcionales guerreros, conocidos por acabar con cientos de enemigos en numerosas batallas. A su vez, Doce Pares hacía honor a los doce maestros que fundaron el estilo originalmente.

Eulogio Cañete desempeñó la presidencia de la Doce Pares Eskrima hasta su muerte en Junio de 1988. Su segundo hijo mayor, Eulogio lo sucedió como presidente hasta el momento presente. En el estilo Doce Pares confluyen múltiples influencias:

Larga Mano de Eulogio Cañete Espada y Daga de Felimon Cañete y Jesús CuiCorto Lineal de Teodoro Saavedra, Venancio Bacon, Delfin Lopez y

Timoteo MarangaCorto Orihinal1 y Media Largo de Felimon e Iluminado Cañete Hirada y Retirada de Vicente Carin y Ponciano YbañezMano-Mano y Baraw de Máximo Cañete y Jesús Cui Corto Kurbada de Felimon Cañete Abaniko de Ciriaco Cañete

Todas estas influencias dieron lugar a un estilo orgánico que se com-pone de los siguientes elementos:

Mano-Mano (mano vacia): Cortoa. Sumbag-Patid (puños y piernas) Corto Linealb. Lubag-Torsi (luxacion e inmovilizacion) Corto Kurbadac. Layog-Dumog (proyecciones y lucha) Corto Orihinal d. Doble Olisi (Doble palo) Media Largo Larga Mano Trabajos especializados: Espada y Dagaa. Eskrido Baraw b. Sinawali c. Tapi-Tapi d. Sayaw/Karanza (Formas)

1. Como el lector podrá comprobar la mayoría de la terminología de las técnicas de la Doce Pares están en castellano, lo que por otra parte señala el origen mixto de la cultura filipina. Hemos querido respetar las grafías que se emplean en la página web oficial de Eskrima Doce Pares, entendemos que el lector no tendrá problemas en identificar palabras como “original”, “curvada”, “abanico” o “girada”. (Nota del Editor).

Eskrima Doce Paresmuy naturales. En todo caso, cada arte marcial es interesan-te. No porque sea filipina, japonesa o tailandesa no va a te-ner algo que aportarnos. Tal vez, te gusten más las pelirrojas, pero no significan que no te gusten las rubias o las morenas.

Sé claramente que es una cuestión polémica y que hay pocos datos seguros al respecto, pero como re-vista española creo que es una pregunta pertinente e interesante para nuestros lectores: ¿Qué opina sobre el origen español de la Eskrima filipina? Está claro que los filipinos tuvieron contacto de los españoles. Algún tipo de influencia tuvieron que tener en la Eskrima. Los filipinos son gente muy práctica y aquello que les interesara como sis-tema de lucha lo adoptarían. Es una tontería rechazar una técnica o estilo porque sea extranjera. Y eso nos lleva a la pregunta anterior, no importa el origen de un arte marcial si nos aporta y es efectivo. Los filipinos siempre han tenido esa mentalidad.

En la Eskrima moderna, o al menos en el estilo Doce Pares existe la competición ¿En qué se basa? En Eskrima hay tres formas de sparring, con el cuerpo, submis-sion, corto… Se ha diseñado un tipo de traje de protecciones con el que se puede pelear con pocos riesgos.

¿Es útil para el practicante o puede crear distorsiones? Hay que tener, antes de competir, los conceptos muy claros. La competición te enfrenta a otros, es un juego, por tanto, es divertido y te hace progresar, pero no es real.

El combate es otro planteamiento. Evidentemente. Si mi intención es acabar contigo mi forma de combatir es distinta a lo que pretendo si quiero conseguir puntos

En el número anterior su alumno Hugo publicó una inte-resante columna sobre la defensa contra cuchillo. ¿Qué opinión le merece al respecto?¿Sobrevivir a un ataque de cuchillo? Es posible. Aunque nunca hay un 100% cuando te enfrentas a un cuchillo. Sabes que solamente una puñalada en el corazón puede matarte de una sola vez, y si la persona se en-frenta con corazón contra el adversario puede salir vivo. Si ana-lizamos las estadísticas, la mayoría de los ataques con cuchillo no terminan con la muerte de la víctima. La gran mayoría de ellos sobreviven ya sea porque no reciben heridas lo suficiente-mente mortales, ya sea porque consiguen huir, porque reciben ayuda o porque se defienden. El índice de supervivencia es alto, y seguramente la gran mayoría de estas personas no practican artes marciales y ni mucho menos Eskrima. Si uno piensa que otros han sobrevivido, uno mismo debería pensar ¿por qué no voy a sobrevivir yo? Nadie puede decir que tras una pelea o dos peleas donde haya habido un cuchillo puede llamarse experto en peleas con cuchillos aunque haya sobrevivido. Pero si uno emplea todo su valor y sus ganas de sobrevivir es posible.

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revolucionTRADICIÓN Y

uizá, una de las posturas más inteligentes que podamos asumir en rela-ción a nuestras ideas sobre el Budô que estudiamos, sea el Relativismo. Casi todos los planteamientos son, o pueden ser, relativos, dependien-do éstos de multitud de factores que no podemos acotar. Entre ellos, la propia historia de las Artes Marciales, plagada de transmisiones orales, personalismos poco objetivos o mitologías sin base científica, condicio-

nantes todos que deberían hacernos reflexionar, volviéndonos más cautos en la defensa, a veces vehemente, de nuestras posturas.

La ya clásica oposición entre tradición y revolución, antigüedad y actualidad, clasicis-mo y modernismo, merecería, a mi juicio, una revisión más profunda, situando, conve-nientemente, nuestro criterio: un criterio que no puede ser tan apriorístico y que habría de asentarse en elementos más ceñidos a la propia realidad que la Historia documentada nos enseña. Al hilo de esta reflexión, repasemos en grandes pinceladas la situación social y los acontecimientos que dieron lugar a la Revolución Industrial, una inflexión en la historia que supuso el fin de la sociedad tradicional, un modelo de convivencia que había perdu-rado desde que el hombre abandonara el primitivismo y estableciera los primeros núcleos urbanos, conformando las primeras civilizaciones.

ronin

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Algunos defienden clásicos sistemas de gradación (y, también, de distinción, clasificación y diferenciación) como el Menkyô Medieval, o el Shôgô decimonónico, pero en sus países desean sentirse equiparados al resto de los ciudadanos

En este prototipo de coexistencia, que era la sociedad tradicio-nal, la vida se ordenaba atendiendo a unos principios que impli-caban a todos los ámbitos del quehacer y sentir humano: enten-dimiento teocrático del hecho religioso, autoritarismo político, estratificación social, restricción del movimiento fuera del entor-no, trabajo hereditario y familiar, actividad económica de carácter primario y artesanal, educación elemental, alta mortalidad, ajuste al consumo de productos locales, poco o ningún acceso al ocio, etc.

Con la Revolución Industrial —y más tarde con la Revolución Francesa— llegaron los avances de la Tecnología, la Ciencia y la Industria, implantándose, además, las nuevas ideas filosóficas, po-líticas y morales, siendo a partir de este momento cuando el viejo modelo de convivencia, ya obsoleto, desaparece, dando paso a un nuevo concepto de vida: la sociedad industrial.

Este nuevo concepto social proponía una cultura democrática más igualitaria, favorecía la movilidad de sus habitantes, defendía la independencia laboral, invertía en formación profesional, redu-cía notablemente la mortalidad, basaba su economía en el consu-mo (tanto interno como externo) fomentaba la competitividad y estaba determinada a exigir un tiempo de ocio para el trabajador, un punto éste, crucial y determinante.

La sociedad post-industrial en la que vivimos está fundamen-tada en principios opuestos a aquellos otros que dieron como re-sultado las Artes del Budô y del Bujutsu, asentándose en elementos tales como: competitividad, crecimiento, consumo, movilidad in-tercontinental, información, etc.

Sí. Paseamos junto a nuestro Patrimonio Histórico, pero residi-mos en confortables edificios, dotados con todo tipo de adelantos tecnológicos que nos hacen la vida sencilla y amable. Nos intere-samos por la Medicina Natural, pero corremos raudos al hospital, para ser tratados de urgencia por la medicina oficial. Los libros de estrategia marcial, como el Sanryaku o el Gorin no sho, resultan de interés entre los estudiosos del Bujutsu, pero son los brokers de Nueva York quienes lo aplican en sus negocios de la Bolsa; viaja-mos a Okinawa, China o Japón, para estudiar escuelas de Bujutsu con medio siglo de antigüedad o formas de Karatejutsu que pervi-ven en un archipiélago del Océano Pacífico desde hace doscientos años, pero lo hacemos en aviones de última generación, junto a nuestros portátiles, teléfonos móviles y travelers cheques; algunos defienden clásicos sistemas de gradación (y, también, de distin-ción, clasificación y diferenciación) como el Menkyô Medieval, o el Shôgô decimonónico, pero en sus países desean sentirse equipa-rados al resto de los ciudadanos, saliendo a la calle y reivindican-do más igualdad, mejor democracia, mayor participación social y total transparencia. Es una esquizofrenia camuflada, que preten-de vivir con un pie en la sociedad moderna y otro en el mundo tradicional.

Si meditamos sobre ello encontraremos que estamos rodeados de libros de Budô y Bujutsu en todos y cada uno de los cuales, los autores defienden (defendemos) nuestro trabajo desde una óptica tan tradicional como nos permite nuestro tiempo. Si profundiza-mos sobre esta postura y hacemos una introspección sobre la se-mántica de esa palabra (tan al uso en nuestro mundo del Budô) el contexto en el que se encuadra, el continente que le daba forma y el contenido que suponía su esencia más íntima, nos lleva todo ello a tener que relativizar ese concepto tan utilizado, nombrado y defendido: Tradicional.

En mi opinión, si hablamos de la práctica de un Arte Marcial bajo un prisma Tradicional, haciendo alusión, únicamente, a las formas del mismo, entonces éstas sí pueden considerarse tradicio-nales, aunque bien es cierto que estaremos empequeñeciendo la se-mántica del término y reduciendo su contexto, pues, como hemos visto, una actividad, así nombrada, habría de desarrollarse en un contexto social tradicional, donde habitara una mentalidad tradi-cional y un espíritu de trabajo, también, tradicional, algo que dejó de ser una realidad en el siglo xviii.

Entendiendo esto así, considero que es una entelequia asegu-rar que practicamos un Arte Marcial Tradicional en su integridad, todo lo más, nuestro planteamiento de práctica es tradicionalista en su continente, pero moderno y actual en su contenido.

Kenshinkan dojo 2013

Los libros de estrategia marcial, como el Sanryaku o el Gorin no sho, resultan de interés entre los estudiosos del Bujutsu, pero son los brokers de Nueva York quienes lo aplican en sus negocios de la Bolsa

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Las fases del kata III: furi kabute y kiri tsuke texto Vicente Gómez Espinosa

fotos Julietta Prado

En la ejecución de furi kabute debemos procurar no rom-per la armonía de los movi-mientos y vigilar mantener durante la acción la debida atención y espíritu de semé que vimos en el artículo an-terior. Hay que procurar que el atacante sorprendido y desequilibrado con el nuki tsuke y semé no recupere su equilibrio. La ruptura de su acción debe ser total y sin solución para él.

shin gi tai

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En furi kabute movemos la muñeca derecha prime-ro y luego doblamos el codo derecho, subiendo el sable con la idea de pinchar por detrás de nosotros a la altura de la oreja izquierda. El sable sigue su camino hacia arriba con la tsuka discurriendo por el plano central vertical del cuerpo, y la mano izquierda va a tomar la tsuka al final, cuando está bien alta sobre nuestra cabeza, con el fushi-gashira apuntando a la cara del adversario.

En la ejecución clásica de este movimiento, el sable queda en la fase final de la técnica en un ángulo de 45º. Con esta apertura, las manos se sitúan de forma natu-ral sobre la tsuka, y pueden transmitir a la hoja en la proporción correcta, el poder y la precisión del hara. Si la hoja está más baja, hacia atrás, la fuerza que se trans-mita a kissaki será menor. Y si la hoja queda más alta, la precisión del corte posterior quedará comprometi-da: el sable podrá irse más a la izquierda o a la derecha (o a ambos lados, zigzagueando) al ejecutar kiri tsuké.

Furi kabute, como en el movimiento de tensar el arco de Kyudo, es un momento de intensa concentración.

Furi se puede traducir por “entrar en acción”, “blan-dir”, “manejar”, y Kabute, “llevar”, “poner sobre”, “re-cubrir”... Ambas juntas quieren decir “tener en alto”, “blandir”. Pero tienen otro significado más interno que hace referencia a la vida y a la muerte. Para algunos maestros, Furikabute significa “estar listo”, no para

Furi kabute, como en el movimiento de tensar el arco de Kyudo, es un momento de intensa concentración.

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quitar la vida, sino para abandonarla. Así el sable colocado encima de nuestra cabeza alcanza su ver-dadera finalidad: el conocimiento de la verdad, que pasa por el abandono de uno mismo, de nuestro ego. Para alcanzar el conocimiento hay que estudiar la técnica sin descanso, realizando todos los movi-mientos con absoluta perfección. Si no se ha com-prendido la profundidad de este significado oculto, no seremos capaces de comprender la realidad de la unidad con el ser, no estaremos en IAI.

Como decía Dogen, “no es más que abandonán-dolo todo, cuando se puede recibir”. Furikabute es prepararse para este abandono. Si no comprende-mos eso, no podremos progresar. Si no sabemos o no queremos efectuar correctamente furikabute, será inútil realizar kiritsuké. Y nuestro kata no lo-grará transmitir nunca su auténtico sentido a los demás (ni a nosotros mismos).

Tras Furikabute, y sin ninguna pausa, se encade-na Kiri tsuké. Toda la unidad del ser se encuentra en este gesto tan sencillo: cortar. Si todas las fases del kata son importantes, Kiri Tsuké es la princi-pal. No debemos tener prisa en su ejecución. Decía Miyamoto Musashi, que la precipitación es mala, sobre todo en la Via de la Táctica, y que en cuanto al sable, es inútil que corte rápido. El sable no es un cuchillo y si queremos cortar muy rápido con él, no cortaremos del todo.

En Kiri Tsuké debemos tener en cuenta varios

shin gi tai

Hay que procurar que el atacante sorprendido y desequilibrado con el nuki tsuke y semé no recupere su equilibrio. La ruptura de su acción debe ser total y sin solución para él

Para algunos maestros, Furikabute significa “estar listo”, no para quitar la vida, sino para abandonarla

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principios, condiciones, elementos y recomendaciones. Los principios esenciales son los de aceleración y kimé: el corte se va acelerando hacia el final, cuando impac-ta con el objetivo; las manos deben controlar al final el corte para dominar el sable y no que el sable nos domi-ne (Shimeru). Las condiciones son las de respiración y equilibrio: la respiración debe ser de espiración (soltar el aire) al cortar, y el cuerpo debe mantenerse en equilibrio, con la cabeza derecha, hara hacia arriba, hombros sin tensión... debemos cortar con el hara y no con los hom-bros ni los brazos. Tener siempre “puesto un ojo” en la posición de nuestras caderas (retroversión pélvica), de nuestras lumbares... en definitiva, en la infraestructura de nuestro hara. Los elementos a tener en cuenta son la fuer-za y la precisión. La fuerza al cortar debe proporcionarla principalmente la mano izquierda (80%), y la precisión debe ser aportada por la mano derecha al blandir la hoja, y con ambas manos al frenar el corte (Shimeru) girándo-las hacia el interior, en movimiento de estrujar un trapo o toalla. Finalmente, como recomendaciones, se debe cortar lejos, lo más lejos posible, ya que Kiri Tsuké no es machacar de arriba hacia abajo como manejaríamos un hacha, sino de atrás hacia delante. Y mirar siempre hacia delante, recordando unir “mirada-corte”.

Al final, Kiri Tsuké significa “hacer la paz con la muer-te”, tener el coraje de cortar todo tipo de ataduras que los ligan excesivamente a la vida y a lo “mundano”. Si sabe-mos verdaderamente ejecutar Kiri Tsuké, comprendere-mos el sentido de la vida y de la muerte; tendremos una oportunidad muy importante de conocernos profunda-mente y de abrir el camino con el Ser que nos busca, o con el Ki Universal, Tao, o como lo queramos llamar.

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ARTES MARCIALES TRADICIONALES EUROPEAS:UNA

NUEVA PERCEPCIÓN DE UNA VIEJA

REALIDAD

uando se habla de arte marcial, a casi todo el mundo se le viene a la cabeza la imagen de alguna tradición guerrera ori-ginaria del Lejano Oriente. O de manera errónea, multitud de sistemas de combate o deportes de contacto, que también son “metidos en el saco” de las artes marciales.Pocas son las personas que pensarían en artes marciales prac-ticadas en Europa, ya que a día de hoy hay pocos ejemplos de líneas tradicionales que se hayan mantenido vivas desde su creación y no se hayan deportivizado, perdiendo así su deno-

minación de arte, de marcial, o ambas. sin embargo, el viejo continente ha sido durante cientos de años muy prolífico en la práctica de multitud de disciplinas marciales en las que se jugaban las ar-mas o se realizaban trabajos de mano vacía, que durante sus respectivas épocas doradas se elevaron a la categoría de arte e incluso llegaron a ser consideradas ciencia. Pero esto, como bien sabemos es cosa del pasado, ya que estas líneas de aprendizaje se perdieron o bien evolucionaron en diferentes deportes (Esgrima deportiva, boxeo, lucha olímpica, etc.)

En el siglo xix con la influencia del romanticismo y la idealización del sentido caballeresco y de las armas, hubo más de un experimento interesante de recuperación de estilos pretéritos. Hemos de tener en cuenta que la esgrima practicada en esos tiempos era una evolución de los estilos más antiguos, ya que las líneas maestro/alumno aun no se habían roto, sin embargo y salvo en los duelos o lances de honor, la esgrima del xix carecía del sentido práctico de, por ejemplo, la practicada en el siglo xvi.

De todos modos y según tengo constancia, ninguna de esas experiencias de trabajo con armas históricas se prolongó de manera continuada más allá de principios del siglo XX. La investigación académica de los tratados de esgrima y lucha se siguió realizando y, de manera anecdótica, más de un Maestro de Armas de esgrima clásica, antecesora del actual deporte de la esgrima, se ha permi-tido investigar a título personal con los trabajos de los antiguos maestros.

Fue a principio de la década de los 70 del pasado siglo cuando y, nunca mejor dicho, los estilos de combate históricos volvieron a salir a la palestra de la mano de los primeros grupos de recrea-ción histórica. He de explicar que la recreación histórica es una actividad que consiste en reprodu-cir momentos o periodos históricos mediante actividades de inmersión en las que sus participantes además de caracterizarse de manera adecuada, emulan la profesión y el estilo de vida del personaje histórico elegido.

Ctexto Pedro Velasco

fotos Julieta Prado

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Dentro de la recreación histórica militar, fue donde diversos en-tusiastas de la misma con más o menos experiencia marcial previa, comenzaron el estudio de lo que hoy son conocidas como HEMA (Historical European Martial Arts). Después de un tiempo, el estu-dio de estas disciplinas no se dio solo en los grupos de recreación histórica, si no que diferentes especialistas del mundo académico, además de artistas marciales y deportistas de otros ámbitos, también se interesaron en su práctica y estudio, creando una serie de líneas de investigación totalmente autónomas, que no necesitaban del con-texto de una recreación histórica para su práctica. Eso no significa que no haya una fuerte sinergia entre ambas actividades y que en muchos casos se practiquen de manera paralela. A día de hoy pode-mos encontrar grupos de practicantes de estos estilos por casi todo el mundo, aunque los lugares donde se da mayor concentración de los mismos son el continente europeo y EE.UU.

Debido a que la línea de aprendizaje entre maestro y alumno se rompió hace varios siglos —el tiempo varía dependiendo de qué arma, escuela y época estemos hablando—, lo que nos encontramos hoy en una sala de armas actual no es lo mismo que se podía ver en una sala de armas contemporánea a la disciplina que se esté impar-tiendo. Los motivos son diversos y muchos de ellos extrapolables a lo que por poner un ejemplo, es un Dojo ahora y su homólogo en el siglo xviii.

Pero no todo son desventajas, por fortuna hoy contamos con un equipo de protección muy superior al que tenían en la época, que nos permite poder combatir sin mucho estorbo y simular un enfrentamiento entre dos contendientes que no portasen armadura de manera mucho más segura que la que podrían entrenar en su tiempo, pudiendo profundizar en conceptos técnicos y de ejecución de acciones, que ellos solamente podrían desarrollar en combates reales. Como ejemplo puedo citar la libertad que tenemos a día de hoy a la hora de atacar puntos tan vitales como la cabeza o el cuello, en los que históricamente la seguridad en la práctica dependía del control de los esgrimidores para prevenir un accidente.

También nuestro conocimiento del cuerpo humano, la biome-cánica del mismo y la aplicación de sistemas didácticos eficaces, es superior a la de tiempos pasados, pero todo esto no compensa las dificultades en la investigación, interpretación y práctica del mate-rial de estudio al que podemos acceder.

Las fuentes de las que bebemos, son en su mayor parte textos es-critos por Maestros que en vida practicaban y transmitían el arte. Es por ello que entre otros problemas nos encontramos los siguientes:

Si los textos son manuscritos como pasa en los más antiguos, se necesita la colaboración de un paleógrafo para la transcripción de los mismos.

También es común que estén escritos en latín, versiones arcaicas del alemán, italiano, etc., por lo que se requiere el trabajo de un lin-güista para adaptar los escritos a un lenguaje contemporáneo.

Como son textos técnicos, los lingüistas tienen que estar aseso-rados a su vez por gente que tenga conocimientos previos de estas artes marciales, ya que dichos tratados suelen tener un vocabulario propio, que de no conocerse, generaría una serie de traducciones incorrectas.

Los dibujos y grabados que aparecen en los tratados más tempra-

«NO HEMOS DE IDEALIZAR A LOS MAESTROS DE ANTAÑO, YA QUE LOS HABÍA BUENOS Y LOS HABÍA MALOS, ADEMÁS DE QUE FARSANTES NO FALTABAN —COMO A DÍA DE HOY—, ASÍ QUE SIN PODER VERLOS

EN ACCIÓN IMPARTIENDO UNA CLASE, SOLO PODEMOS ESPECULAR

SOBRE LA VERACIDAD DE SU ARTE, LEYENDO SU TEORÍA»

artes marciales occidentales

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nos son a menudo bastante imaginativos, no correspondiéndose a posturas o movimientos reales.

Hemos de recordar que el propósito de los tratados no era el au-toaprendizaje. Una persona que tuviera acceso a los mismos e in-terés por estudiarlos no era profano en la materia y buscaba en los libros una manera de refinar su arte o contrastar sus conocimientos y puntos de vista con los de otra escuela o maestro.

De ahí que en pocos escritos (sobre todo en los bajomedievales) se muestren las bases biomecánicas como pueden ser los pasos y desplazamientos, puesto que era obvio que el lector ya los conocería y exponerlos era un desperdicio de papel y de tiempo del autor del tratado en cuestión.

En la España del “Siglo de Oro”, hubo un cambio radical en la escritura de este tipo de manuales con el desarrollo de la “Verdadera Destreza de las armas”, en los que no se da nada por sentado y se explican de manera científica los más nimios detalles de cada una de las acciones que ellos consideran efectivas y por lo tanto verdaderas.

Hay diferencias sustanciales a nivel cultural entre la didáctica medieval, la renacentista o la moderna, y todas estas con la actual, así que mientras más cercano a nuestros tiempos es el tratado a es-tudiar, más se diluyen los problemas anteriormente citados, ya que poco tiene que ver un tratado del siglo xiv con otro del siglo xvii. Sin embargo, y dependiendo de lo que queramos aprender, nos tene-mos que ir a uno u otro, ya que en el siglo xvii el martillo de lucerna no era un arma que se trabajase, así que tendríamos que recurrir a un texto del siglo xv para estudiar sus técnicas.

Tampoco hemos de idealizar a los maestros de antaño, ya que los había buenos y los había malos, además de que farsantes no faltaban —como a día de hoy— así que sin poder verlos en acción impar-tiendo una clase, solo podemos especular sobre la veracidad de su arte, leyendo su teoría. Al tener acceso directo al material de estudio, muchos de los académicos que estudiaban los tratados empezaron a realizar interpretaciones en vivo de las técnicas que aparecen en los mismos, pero al carecer de experiencia marcial previa, los resultados de las mismas eran bastante pobres e inexactos a pesar de sus buenas intenciones.

Posteriormente y con la difusión de tratados originales y sus traducciones mediante editoriales especializadas y como no, por internet, el campo evolucionó en un sentido distinto, yendo hacia el punto opuesto cuando artistas marciales provenientes de otros contextos tomaron dicho material sin contar con un asesoramiento histórico adecuado, creando así estilos de combate “neomedievales” que poco tienen que ver con esa realidad histórica a la que se quiere dar vida.

A día de hoy nos encontramos con un panorama bastante diverso donde lamentablemente “todo vale”, ya que al no haber una serie de figuras de autoridad cuya maestría venga avalada por una línea tradicional establecida, bajo las HEMA o AMTE (Artes Marciales Tradicionales Europeas) los diferentes instructores o maestros reali-zan trabajos dispares de mayor o menor calidad. Afortunadamente poco a poco se empieza a vislumbrar alguna línea de trabajo rigu-rosa y con visos de crear nueva tradición, algunos enfocados a la búsqueda y recuperación de un arte marcial, mientras otros siguen una línea deportiva.

Según mi opinión personal, creo que es imposible reconstruir un arte marcial tal y como era concebido en su tiempo.

Como sistema de combate ha quedado obsoleto desde hace si-glos, y si no queremos que se convierta en otra actividad deportiva, no solo nos hemos de centrar en la parte física de la misma, si no en la filosofía que ampara y la motiva. Información sobre códigos de honor y conducta a lo largo de nuestra historia, tenemos más que de sobra como para poder en caso de quererlo, implantarlos en uno de estos estilos. Sin embargo sería hacer un injerto en un árbol muerto. El proceso ha de ser el inverso, trabajar un sistema de combate en base a un código de honor y comportamiento.

La única manera de dar sentido y rescatar estas tradiciones es

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fundamentarlas en un código ético y de conducta, que haga que su práctica tenga un sentido que trascienda el propio juego de las armas, a partir de ahí la excelencia llegará con los años cuando el trabajo de varias generaciones de alumnos los haya convertido en maestros.

Puede parecer con mis anteriores palabras, opine que el rescate de las artes marciales tradicionales europeas, sea una empresa casi imposible. Nada más lejos de la realidad.

El reto que suponen todas las dificultades que presenta la re-construcción de las mismas es lo que hace interesante esta empre-

sa para la cual, al igual que yo, mucha otra gente ha consagrado su vida en recuperar una parte importante de nuestro patrimonio cultural e histórico.

Espero que este sea el primero de una serie de artículos donde pueda exponer las diferentes líneas de trabajo que realizamos en nuestra escuela, además de algún texto divulgativo de carácter his-tórico donde se expliquen los orígenes de las diferentes tradiciones marciales europeas.

También puede parecer que dentro de nuestros estudios de recuperación, solamente nos centramos en estilos ligados a un arma, sin embargo y debido a la idiosincrasia de estas escuelas, las técnicas de lucha a mano vacía, eran modificadas y usadas con y contra armas, por lo tanto un esgrimidor también tenía que cono-cer técnicas de lucha para poder sobrevivir a un combate. Por esta situación —que también se daba en otras tradiciones orientales— he omitido hacer demasiadas alusiones a la lucha, pugilato y otras variantes de combate sin armas.

El contenido de este artículo ha sido muy general, con la única intención de poner en situación a los que desconocían de la exis-tencia de estos trabajos de estudio y recuperación de los estilos marciales de la vieja Europa. Además de esta información intro-ductoria, he vertido también opiniones personales respecto a la situación actual y futura que por supuesto están sujetas a mi per-cepción de este panorama marcial y, por lo tanto, son subjetivas.

«FUE A PRINCIPIO DE LA DÉCADA DE LOS 70 DEL PASADO SIGLO CUANDO, Y NUNCA MEJOR DICHO, LOS ESTILOS DE

COMBATE HISTÓRICOS VOLVIERON A SALIR A LA PALESTRA DE LA MANO

DE LOS PRIMEROS GRUPOS DE RECREACIÓN HISTÓRICA»

artes marciales occidentales

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uinto Claudio Quadrigario vivió durante el siglo I a. C. Sobre su vida tenemos escasos datos y la mayor parte de su obra se ha perdido, solamente se conservan fragmentos. Lo poco que podemos saber es que vivió en el período inmediatamente posterior al dictador Sila (Roma, 138 a. C – Puteoli, 78 a. C) y que posiblemente perteneció al noble linaje de la famila (gens) Claudia. No debió participar demasiado en la convulsa política

de su época: la reforma de los Gracos y la Guerra Civil que acabó con la dictadura de Sila, por lo que parece que se dedicó a su labor de historiador, donde se centra en la épica de las batallas ganadas por Roma y en glorificar el nombre de su propia familia. La obra de Quadrigario estaba dividida en 23 libros y comienza a partir del año 390 a. C, momento en el que Roma sufría las invasiones de pueblos galos. Es posible que Claudio Quadrigario tuviese una visión pragmática del historiador, ya que no comienza su historia desde la fundación mítica de la ciudad (753 a. C), en los tiempos de Rómulo y Remo, sino que se remonta a los mo-mentos de los que puede gozar de datos seguros y textos originales1. Tras el saqueo de Roma por parte de las tribus galas en el siglo iv a. C. la mayoría de los papiros se perdieron. La obra termina en su propio tiempo, poco antes de la muerte de Sila (82 a. C.). Su estilo es arcaico, cuidado, donde abundan términos poéticos y técnicos. Es uno de los variados intentos de hacer del latín una lengua literaria similar al griego, aunque esa labor ya había empezado en la literatura romana en el siglo anterior. Por otro lado, aunque la obra de Claudio Quadrigario se haya perdido casi en su totalidad, el historiador romano Tito Livio (Padua, 59 a. C–Padua 17 d. C.) lo cita como un gran autor y gracias a él podemos saber qué derroteros siguió su antecesor.

El fragmento que vamos a presentar es de los pocos conservados de la obra de Quinto Claudio Quadrigario: Historiae, Annales, o más concretamente Rerum Romanorum Libri (Gestas de los Romanos). Para todo aquel interesado en la historia y en las artes marciales, sobre todo en las de Occidente, es curioso

La leyenda de TITO MANLIO

QTraducción y texto— Antonio García Piñar

crónica histórica

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este fragmento: en el que un galo y un romano se enfrentan en un duelo singular. La escena es situada por Tito Livio en el año 361 a. C. y trata de explicar el origen de un nombre familiar romano: Torqvatvs. El soldado salido de las filas para luchar

con el poderoso galo es Tito Manlio Imperiosus, que tras esta hazaña será el ejemplo para la posterioridad romana de valentía, virilidad y arrojo. De hecho, durante la vida del propio Tito Manlio se le conce-derán varios honores, como consulados y dictaduras. Bajo su mando Roma se impuso a los etruscos, y más adelante sobre los habitantes de la Campania, siendo decisiva la Batalla del Vesubio. Manlio queda como ejemplo de severidad (la famosa Manliana Imperia) al ejecutar a su propio hijo por desobedecer sus órdenes (que no hizo otra cosa que intentar emular a su padre en duelo singular, cosa que había prohibido el propio Tito Manlio).

En la escena hemos de advertir que, sin dudar de la veracidad de los hechos narrados, si tenemos que tener en cuenta que existen precedentes como la Ilíada donde existen combates y duelos en gran cantidad. Sí es cierto que Claudio Quadrigario añade verismo a la es-cena omitiendo parlamentos irreales y diálogos antes del combate (lo único que hace el galo es dar voces en su lengua y burlarse de Tito Manlio). Si sorprende el detalle con el que describe el combate, por lo que el lector puede hacerse una vívida imagen del mismo. Es difícil de imaginar que el combate se suspendiera (y máxime en lo más en-carnizado de la batalla, como asegura el texto) con una señal. El galo empieza a reírse y a sacar la lengua al ver que ningún romano se atreve a adelantarse2. El galo es musculoso y va sin armadura como suele ser habitual. Lleva un escudo (de tipo circular) y dos espadas. Es más que sorprendente que Claudio Quadrigario mencione que el contendiente romano porte un cuchillo hispano. ¿Una falcata? Las falcatas existían en el siglo iv a. C. pero es difícil imaginar como llega una de estas ar-mas al ejército romano del período republicano temprano, momento en que la expansión de Roma aún no se ha dado. Casi con toda segu-ridad no, seguramente se trate de un cuchillo tipo celta de doble hoja

del norte de Hispania. Por el contexto es un arma cor-ta. El combate entre los dos protagonistas está muy bien explicado, de hecho los movimientos son perfectamente descritos por el autor. El galo centra su forma de luchar en la movilidad: el escudo delante y la espada detrás en guar-dia. Claudio Quadrigario advierte que no son movimien-tos casuales, es la forma de luchar que los galos aprenden; un sistema de combate. Indudablemente, el autor tiene en alta estima la forma de luchar de sus enemigos, ya que Tito Manlio confía el ataque a su valor y no a su destreza (el galo, por tanto, es más hábil y fuerte que él). Se destaca por tanto el valor romano, y como no, su tecnología, su escudo, que bien pegado al cuerpo constituye una fuerza de empuje irresistible3. Cargando Tito Manlio desequili-bra al galo, que no encuentra lugar por donde atacar y que solo puede intenar tevitar caerse al suelo tras los brutales

choques que recibe. En un lance, tras otro impacto, y siembre desde muy cerca, Tito Manlio esgrime el cuchillo que hunde en el pecho del guerrero galo.

“Entonces se adelantó un galo desnudo, tan solo portaba un escu-do y dos espadas. Superaba a todos sus compatriotas en fuerza, talla, juventud y valor. En lo más encarnizado de la batalla y en medio de la furia del combate cuerpo a cuerpo hizo una señal para que se sus-pendiera la lucha por ambas partes. El combate se detuvo. Cuando cesó el ruido, desafía profiriendo grandes voces a quien quiera com-batir contra él. Nadie se atrevía a dar un paso al frente: tal era su fuerza y su terrible rostro. Entonces se puso a reír y a sacar la lengua. Un gran sentimiento de vergüenza se apoderó de un soldado llama-do T. Manlio, de muy buen linaje. Cuando vio que, para deshonra de su patria, nadie entre hueste tan numerosa se atrevía a adelantarse. De esta manera se destacó él mismo de entre las filas no queriendo que el valor romano quedara mancillado por un galo. Con un escu-do de infantería y una espada hispana se plantó frente al galo. Se entabló un combate singular, con gran clamor de los dos ejércitos que lo contemplaban. Tomaron los contendientes posición: el galo, si-guiendo el estilo de lucha con espada de su nación, en guardia con el escudo delante. Manlio, confiando más en su valor que en su destreza, golpeó su escudo contra el del adversario y desarboló la posición del galo. Mientras el galo procura recomponer su guardia, Manlio estrella otra vez su escudo y le obliga de nuevo a retroceder, aprove-chando ese momento para acercarse al galo, pasando bajo su espada antes de que la blandiera con toda su fuerza,y con su espada hispana, le atravesó el pecho y a continuación sin abandonar el cuerpo a cuerpo, le rajó el brazo derecho y no cesó hasta hacerle caer. Una vez derrotado, le cortó la cabeza, le arrebató el collar, el cual se colocó aún ensangrentado en el cuello. Este acto le valió, a él y a sus descendientes, el sobrenombre de “TORQVATVS” (el que porta el collar -torques- galo). ”

1. Aunque la crítica cree que siguió la obra de Gayo Acilio, escrita en griego.2. En otros textos se cuenta como los galos sacaban la lengua para provocar o amedrentar a los rivales. No debemos imaginarnos que hacían burla de forma infantil, sino que eran gestos faciales guerreros como los que podríamos observar en la famosa Haka, de los guerreros polinesios y que repiten en sus partidos la selección nacional de Rugby de Nueva Zelanda. 3. No debe pensarse en los típicos escudos romanos rectangulares. Los escudos romanos de esta época eran ovalados.

Galo vencido, estatua del periodo bajoimperial

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LA BÚSQUEDA DE LA EFICACIA TOTAL EN EL COMBATE

FRANCISCO MARQUEZ

fotos— Julietta Prado

FRANCISCO MARQUEZ

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maestros y estilos

ajukenbo, Kenpo, Sanda, Eskrima y MMA. Todo un vendaval de conoci-mientos marciales que buscan la efi-cacia total en el combate. Una maña-na de sábado, como la que cualquier lector aprovecha para asistir a cursos que le permitan mejorar, se realizó un

curso multiestilos donde la oferta no podía ser más impresionante.

En un seminario se busca avanzar en un siste-ma, seguramente porque el maestro reside lejos y el practicante debe afinar bien la mente y quedarse bien un torrente de información que le sobreviene en pocas horas. Otras veces se realizan repasos sobre lo ya aprendido a modo de refuerzo y afianzamiento. En esta ocasión, el practicante tiene la oportunidad de “picar” en aguas que seguramente desconoce, técnicas nuevas, distancias que no imaginaba ni que existían o el apasionante mundo de las armas. Estas inquietudes coinciden todas en Francisco Márquez. Instructor 4º Dan de Kajukenbo, instructor a su vez de Brazilian Jiu Jitsu, competidor en MMA y practi-cante de Eskrima Doce Pares. Francisco parece que busca ser el guerrero total moderno. Joven pero con un currículum impresionante y unas inquietudes sin límites. Un curso multiestilos como el que tuvimos la suerte de presenciar parece una proyección de lo que para él es entrenamiento. Fusión, pero no mez-colanza, “Paco” tiene clara su línea y su fidelidad al Gran Maestro Ángel García Soldado.

Presentamos una serie técnica que atestigua su saber hacer y sus palabras. Muchos de los que tenéis una visión similar del entrena-miento coincidiréis con Francisco Márquez, os lo podemos asegurar.

¿Cómo fueron tus inicios en las artes marciales? Empecé estudiando Kenpo, sistema Ed. Parker. Mi instructor fue

Fernando Morales, con él estuve desde que era un chaval. Actualmente soy 4º grado de Kajukenbo. Desde hace varios años estoy con el Gran Maestro Ángel García Soldado y también practico MMA, en concre-to Brazilian Jiu Jitsu. Estoy interesado en la Eskrima… digamos que mi objetivo principal es seguir evolucionando.

Kajukenbo, Kenpo, Eskrima, MMA, Sanda… el contenido de este curso es muy sugestivo ¿El practicante puede ensam-blar todo eso?

Yo creo que sí. Recientemente, cuando tú llegaste estábamos practicando Sanda, como pudiste ver es un trabajo muy adaptable y funcional. La gran mayoría de los instructores que han asistido son amigos míos, esto nos enriquece a nosotros y por supuesto a nues-tros alumnos. En estas reuniones aprendo de ellos. Sin ir más lejos, Fernando Morales ha sido maestro y amigo de toda la vida, es 5º dan de Kenpo y para mí es un gusto tenerlo y que mis alumnos puedan disfrutar de lo que sabe.

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(El Kajukenbo) Tiene los valores de cross training, pero enfocado a la defensa personal actual, bajo los principios básicos que atesora como arte marcial el sistema puede evolucionar según las características del practicante.

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En un momento dado pasaste del Kenpo al Kajukenbo... ¿existe tanta diferencia?

Las técnicas, esencialmente, son las mismas. El Kenpo es más lineal. Pese a que la idea de chequeo y continuidad es similar, en Kenpo se golpea con un concepto más parecido al “Kime” En Kenpo existen formas y se siguen practicando. En Kajukenbo existen pero corresponden a una fase inicial de la formación del Kajukenbo y como tal éste ha evolucionado por otras vías. Yo personalemente apenas las trabajo.

Tras la desaparición de Sijo Adriano Emperado ¿Cuál es el fu-turo del Kajukenbo?

Han quedado sus alumnos, y en nuestro caso, para Europa, Ángel García Soldado recibió total libertad para desarrollar su Kajukenbo, difundirlo y enseñarlo. Es 10º Dan y el Kajukenbo tiene con él el futuro asegurado. Sijo Emperado no dio un sistema cerrado, el Kajukenbo es un sistema en constante evolución.

¿Qué aporta el Kajukenbo al practicante de ar-tes marciales?

Tiene los valores de cross training, pero enfocado a la defensa personal actual, bajo los principios bási-cos que atesora como arte marcial el sistema puede evolucionar según las características del practicante.

En ocasiones se ha visto al G.M. Ángel García Soldado mane-jando palos de rattan… ¿Es compatible con la Eskrima?

Por supuesto que sí, es compatible ya que se aplican los mismos conceptos que con mano vacía. Y en casos como los de la Eskrima Doce Pares se puede fusionar conceptos.

Ahora el “mercado” en lo que se refiere a artes marciales que están enfocadas exclusivamente a la defensa personal, incluso las artes marciales “clásicas” están revisando sus orígenes para ofrecer respuestas válidas ¿Cómo se sitúa el Kajukenbo dentro de todo esto?

Como te dije antes el Kajukenbo es un arte marcial en constante evolución, no es el mismo concepto de defensa personal que se tenía en los años 50, que en los años 70, que hoy en día. El panorama de las MMA han cambiado todo esto y ahora tu agresor puede tener conocimientos de suelo, saber boxear, etc. El Kajukenbo tiene una estructura dinámica que busca adaptarse constantemente a las necesidades del que lo practica.

El panorama de las MMA han cambiado todo esto (la defensa personal) y ahora tu agresor puede tener conocimientos de suelo, saber boxear, etc.

maestros y estilos

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SHOTOKAN KOBUDO III

El papel que desempeñaban las armas en el curriculum de Funakoshi

por Ángel Martínez López

Itos

u A

nko

1º como formadoras

Hemos de referirnos al bo, el bo es formador. Toyama señala que, según Itosu Anko (1830-1914) “Quienes tengan la intención de escri-bir un libro de karate responsable deben poseer experiencia en la lucha contra bo”.

Egami creía que el bo no es simplemente otra arma del Karate, sino que la considera como la base técnica de Karate.

"Parece que las técnicas tradicionales de Karate1 tienen el bo como base. Sin embargo, se dice que el Karate-do original, fue la base de Budo (las formas marciales) en general, y es su esencia, entonces debe estar presente e impregnar el sable, lanza, bo, etc… sin excepción. Si se sujeta un sable, inmediatamente se convierte en Ken-jutsu. Si usted coge una lanza, se convierte So-jutsu. Además, cuando se desechan todas esas ar-mas, se alcanza el verdadero Karate-do. En el pasado, escuché que los que consiguieron el Gokui (secreto) final del sable, con frecuencia se alejaron del sable. Se dice que sólo llevaba una espada corta, excepto en caso de necesidad […] “La práctica de kata debe llevarse a cabo cuando está sufi-cientemente familiarizado con los principios como los enunciados arriba”

Siete años más tarde, repitió su afirmación de que la base técnica para la práctica del Karate es una comprensión del bo.

“Se dice también que el Karate es algo que originalmente2 se ha desa-rrollado a partir de la base del bo. Se abarca todo, kihon, kata y kumite. Inténtelo por favor, imagine que usted está sosteniendo un bo, o compa-rándolo con el karate una vez en posesión de un verdadero bo.

En una línea similar, Hironisni Motonobu (1913-1999) enseña: “Es más: kon (bo) y karate están estrechamente relacionados. Si no

practicas con el kon, nunca llegará a sobresalir en el karate. Y llevado al revés, lo mismo se aplica a la habilidad con el kon si usted no práctica Karate. En cuanto al sai o nunchaku etc., se refiere, se centran en la des-treza de los dedos y las muñecas y la práctica de sus técnicas finamente elaboradas El kon, sin embargo, se concentra en ganar todo el cuerpo, especialmente de las caderas. “Por otra parte revela y explica los puntos oscuros en el Karate”

En el último curso al que asistí con Sensei Chinen Kenyu en con-versación privada me afirmo que todo el trabajo de Kobudo depende de nuestro Karate, si no progresamos en Karate o nuestro Karate no es lo suficientemente diligente nuestro Kobudo no puede progresar

2º defensa personal

Además de la instrucción en el manejo del bo, Funakoshi enseñó a sus alumnos, técnicas de defensa sin armas contra bo. Fotografías tomadas en el club de la universidad de Keio alrededor de 1930 así lo acreditan. Una foto con Obata (mostrada en el anterior número) se muestra una de las seis técnicas que se muestran en el Kyo Han de 1935. En el libro Otsuka Hironori actúa como atacante (ver fotos) actúa como el atacante y el defensor Funakoshi. Las defensas se reali-zan contra ataque desde las siguientes direcciones: uno en contra de un ataque para el lado de la parte superior del cuerpo, uno en contra de un golpe con la punta del bo, y el último contra un barrido a las piernas.

Todas estas defensas estaban relacionadas con katas de Karate, en las fotos de abajo podemos ver aplicaciones de Passai Sho y de Jitte de Shotokan.

Lógicamente si en el plan de estudios de Karate se efectúan defen-sas contra bo, se requiere que los alumnos hayan llegado a dominar las formas básicas del bo. Como los ataques se realizaron de acuerdo a los katas tradicionales de bo, es decir, el atacante asume un kamae (postu-ra tradicional) con el bo antes de ejecutar un ataque, ataque que viene impuesto por el kamae. Por lo tanto el defensor tuvo que reconocer que ataques son los que se derivan del kamae. Hay que hacer referen-cia a la importante relación que tiene el kamae con la técnica a aplicar.

No es baladí esta afirmación y para ello narraré una historia que lo ilustra. Hay una anécdota entre Itosu y un trío de ladrones que narra Richard Kim en su libro The Weaponless Warriors3

…Después de esto, se extendió a lo largo de Naha la fama del nom-bre de Itosu. Se convirtió en el hombre a batir si alguien quería ganar reputacion. No pasó mucho tiempo después de esto que Itosu recibió otro desafío. Él había iba de camino a casa cuando pasó por una taberna y oyó que le llamaban desde el interior. Se volvió para ver a un viejo cono-cido, que le dio una cálida bienvenida y le convenció para entrar en la taberna para unas cuantas rondas de bebidas y conversación afable. El tiempo pasó y el sol se había puesto de modo que estaba bastante oscuro cuando Itosu finalmente reanudó su viaje. Era una noche nublada con una luna llena iluminando manera intermitente el bosque de pinos de Daido. Como tan a menudo ocurrió en aquellos tiempos sin ley, de re-pente se vio ante unos bandidos.“Si la bolsa es tan gorda como la cabeza, será un buen botin”, dijo el primer bandido con voz ronca a los otros dos. Itosu miró al que hablaba y se percató de que llevaba un sai. Otro llevaba un bo de seis pies en sus manos mientras que el tercero estaba desarmado. En este momento, las palabras de su maestro, Matsumura, resonaron en su cabeza. “Si alguna vez se encuentra frente a un ataque múltiple, primero debe deshacerse del arma que puede ser lanzada antes de concentrarse en las otras armas.”

Como la luna pasó por detrás de una espesa nube, Itosu tomó su oportunidad y fue la sentencia del primer hombre. Dio un salto hacia arriba, agarró una rama por encima de él, y balanceándose se encaramó en el árbol y fuera de la vista. El hombre del sai ladeó el brazo para lan-

Las armas se interpretan bajo tres puntos de vista: como formadoras, como defensa personal frente a las mismas y como armas para la defensa propiamente dicha.

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investigación

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Fotografías extraídas del libro Karatedo Kyohan

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zarlo, pero sabiamente decidió mantenerlo en el último instan-te en su lugar. Esto no cambió nada, porque, como él comenzó a buscar un mejor punto de observación desde el que atacar a Itosu. El que iba a ser una víctima fácil de un robo saltó sobre él, tirándolo al suelo. Itosu arrebató el sai de sus manos y rápida-mente le rompió el cuello al bandido con un shuto.

El hombre del bo estaba al lado, pero llegó demasiado tar-de para ayudar a su amigo. Después de sólo unos segundos de combate con este hombre, Itosu se convenció de que no era un novato con el arma. Para mantener la ventaja, Itosu dio marcha atrás con furia, sosteniendo el sai sobre su cabeza. De repente se dio cuenta de que el hombre utilizaba un gran número de movimientos de un kata de bo conocido como Shushi no kon. Itosu, sabiendo que estaba tomando un riesgo enorme, decidió anticiparse a una finta con el bo, que se utilizaban habitualmen-te en el kata. En el momento adecuado, le lanzó el sai con un golpe de su muñeca.

Esto viene a colación para ver como el conocimiento de los kamaes del kata permiten la defensa contras las técnicas que esta incluyen. Como señalaría Azato en su entrevista con Funakoshi, la captura de bo está presente en las técnicas de Passai, Itosu al crear su versión Passai Sho introduciría un alto número de defensas contra bo en el kata e igualmente ocurre con la versión de Jitte de shotokan. En 1930, Miki Jasaburo, alumno de Funakoshi, explica movimientos de Passai sho y Kanku Sho contra bo.

Egami también relata como Yoshitaka se enfrentó desar-mado contra un estudiante que lo ataco con un bo con la punta acolchada.

3º como arma

La universidad de Keio, es un buen referente para el estudio del Kobudo de Funakoshi, pero al mismo tiempo lo considero un punto complejo pues a la vez que nos permite observar los trabajos originales de Funakoshi, aunque esto no quiere decir que todo lo que proviene de Keio es auténtico y absolutamente fiel a las formas de Funakoshi ya que los katas y las técni-cas que siguen practicando los karatekas de Keio también han sufrido modificaciones, realizadas por ellos como ocurrió en Takusoku. Y como no podría ser de otra forma por el princi-pio shu ha ri 守破離 que imbuye a todo arte marcial japonés.

Fundado en octubre de 1924, el club de Karate de la Universidad de Keio es el más antiguo entre los clubes uni-versitarios de Karate. Se suministra un claro ejemplo de esta expansión del conocimiento de Kobudo. En enero de 1933, el club organizó un curso con Yabiku Moden (1878-1941), quien había entrenado con Chinen Masanra entre otros. Después del curso el siguiente informe apareció en la publicación del club1:

“Aprovechando la presencia de un Bojutsu-ka de las is-las Ryukyu, el Sr. Yabiku Moden, que ha abierto una dojo en Hokkaido, en la capital (Tokio), celebramos un curso de Bo-jutsu con los miembros del club de Karate que estén interesados, en

investigación

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el dojo de Judo en Tsunamachi en los días 21, 23 y 25 de enero del año Showa 8 (1933). Más de sesenta personas participaron. Debido al esca-so tiempo disponible, no hemos podido hacer mucho hincapié, pero sí aprender Shusi no Kon y Sakugawa no Kon”.

Como ya hemos visto, las variantes del kata Shusi no Kon y Sakugawa no Kon sirvieron de base para la formación de Bojutsu más tarde en el Shotokan y que los miembros del club se entrenaron con el bo con mayor intensidad, lo que se viene a verificar por el programa de actuaciones para el 21 de octubre 1934 con motivo del 10º aniversario de clubes. Después de una serie totalmente completa de katas sin ar-mas, dos katas de bo y un kata de sai se llevaron a cabo, es decir, Shusi no Kon, Sakugawa no Kon, y Kan’yo no Sai.

En 1957, Yoshiaki Hayashi escribio en Karate-Do Mensual, que la probabilidad de una reunión de karatekas con habilidades en el mane-jo del bo era mayor entre los “viejos” graduados de Keio.

En la universidad Imperial de Tokio se avanzó considerablemente en relación con el bo en el Grupo de Investigación de Karate. El grupo de Karate en esta Universidad se funda en 1925 y administrado por Funakoshi como shihan entre octubre de 1926 y diciembre 1929.

• Shusi no Kun (Shusi no Kon)• Sakugawa no Kun (Sakugawa no Kon)• Hakuson no Kun (Shirotaru no Kon)Probablemente no fue una coincidencia que estos tres katas fue-

ron también parte del plan de desarrollo del Kobudo Shotokan ya que, según Otsuka Hironori, Funakoshi Yoshitaka trabajaba en la Universidad Imperial de Tokio en aquel momento. Tampoco es coin-cidencia que Yoshitaka era un estudiante de Oshiro.

Los miembros de este club realizan estos katas de bo en eventos de club diferentes: Shusi no Kon y Sakugawa no Kon (la última vez que se muestra por Miki en la demostración de otoño en Showa 4 (noviembre de 1929), y Shirotaru no Kon en la demostración de primavera Karate del año 5 de Showa (mayo de 1930).

Ambos ejemplos confirman que los estudiantes de Funakoshi, especialmente en el contexto de los clubes de la Universidad, reci-

bieron instrucción de bo y de sai de más de una fuente. Otro dato que demuestra que el Kobudo era entrenado de forma regular por los miembros del Shotokan es la siguiente conversación mantenida por Funakoshi Gichin y su hijo Yoshitaka la cual narra Konno Bin (1955-) en la Novela Histórica Gichin no ken (El puño de Gichin)5

Cuando (Gichin) pasó al lado del dojo, un día, oyó el sonido de pi-sadas en el suelo. —Ah ¿quién es?, sin duda Yoshitaka pensó y miró al interior.

Y como era de esperar, Yoshitaka balanceaba un rokushaku-bo.Gichin, lo miró por un momento y penso: “¡Oh! Esos son movimien-

tos que nunca había visto antes. En la práctica de Okinawa con el bo, el agarre principal del rokushaku-bo con las manos se divide en tres partes iguales. Esto es fundamental “Sin embargo, Yoshitaka lo sujetaba con las manos, dividiéndolo en dos partes iguales aproximadamente. Y luego lo usa exactamente como un golpe de un bokuto (espada de madera)” […] “Y en sus posiciones, extendió las piernas abiertas, como se enseña en los clubes universitarios de Karate, y no solo eso sino que también mantiene bajas sus caderas.

A medida que se desplazaba con energía, como en los kata ense-

Los estudiantes de Funakoshi, especialmente en el contexto de los clubes de la Universidad, recibieron instrucción de bo y de sai de más de una fuente

Universidad de Keio

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Yoshitaka Funakoshi Yoshitaka Funakoshi realizando katas

Taira Shinken

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ñados a los estudiantes (universitarios), el sonido de pisadas en el suelo resonaba, ¡bum, bum! El ruido estrenecía el suelo del dojo.

Esto no parecía la forma adecuada para el uso de un bo. A pesar de que estaba usando un rokushau-bo, todo parecía indicar que de alguna manera, que estaba haciendo un budo diferente..

Gichin habló con él: —Yoshitaka, ¿qué estás haciendo ahí? —se trataba de una simple pre-

gunta realmente se preguntaba qué estaba haciendo.Finalmente Yoshitaka pareció darse cuenta de que Gichin estaba allí.

Se limpió el sudor con la manga de su dogi y dijo:—Bo-jutsu.,—Bo-jutsu? Qué técnica de bo es esa? Porque nunca he visto técnica

de bo así.—Trato de reinventarla para adecuarla a un combate real. —¿Para adaptarla a un combate real...? —Sí. El bo es de seis shaku de largo. No es una técnica adecuada si no

se hace uso de su longitud. Me pareció que la antigua técnica tradicional de bo, la que he aprendido de ti, padre, no hace un uso completo de su longitud, que es la principal ventaja de la bo.

—Por supuesto, la ventaja de la bo está en su longitud. Por esa misma razón también puede contrarrestar el sable. Pero lo fundamental sigue siendo para sostenerlo con las manos, dividiéndolo en tres partes iguales. Es más versátil cuando se usa de esa manera.

—Si lo sostienes con las manos dividiéndolo en tres partes iguales, no hace un uso completo de su longitud, ya que con este control, puede que se deslice hacia atrás y adelante, se puede utilizar en toda su longitud. Y poniendo los pies muy separados, que pueden atacar a una distancia considerable

Yoshitaka hizo una demostracion. Sin duda era posible lanzar con seguridad a una distancia mayor con el bo, sin embargo, Gichin sentía que no era la original manera de manejar el bo:

—Yoshitaka, no debes cometer un error. La técnica de Bo es una parte esencial del Karate. Con el fin de aprender los movimientos del cuerpo con las oscilaciones del bo.

—Si sostengo con las manos dividiéndolo en tres partes iguales, como en el viejo método, por supuesto que es muy adecuado para la defensa. Sin embargo, la técnica que yo uso, tal como la concibo, proporciona un aumento del poder ofensivo.

—Bo y el Karate son una y la misma cosa. No se ha diseñado con el propósito de atacar. Es esencialmente un método de auto-defensa. “El ataque es la mejor defensa. ¿No?

—Bueno si, eso es correcto, también, pero…—¿Pero? Gichin quedó desalentado No podemos de ninguna manera dar veracidad histórica al conteni-

do exacto de esta conversación. Sobre todo porque parece muy impro-bable que padre e hijo discutieran estos temas ante un recién llegado como Konno. Pero lo que parece muy plausible es el hecho del agarre que describe como “recién inventado” que se describe como la división del bo a la mitad se puede ver en las fotos de Funakoshi Yoshitaka.

Esta supuesta nueva forma de agarre no creo que sea tal, ya que el manejo del palo en China es muy similar, por no decir igual, pero su intención es distinta ya que la finalidad del manejo chino es entre-nar el manejo de una lanza como ya hemos explicado. Esa división

Shusi no Kon y Sakugawa no Kon sirvieron de base para la formación de Bojutsu más tarde en el Shotokan

Sokon Matsumura

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bipartita le hace perder potencia y complica el control dada la ma-yor palanca que ejerce la mayor longitud del extremo atacante. Esto requiere mayor esfuerzo articular, es mas fácil resultar desarmado por el contrincante dada la mayor palanca que puede ejercer el ad-versario por la longitud del palo, a no ser, claro está, que salvo que se trate de una lanza, en cuyo caso tenemos la ventaja de un extremo metálico punzante y cortante, que al igual que en el uso de una espa-da no requiere de una mayor fuerza ya que puede cortar.

En resumen no es más que otra de las variaciones que el estilo Shotokan han hecho con los katas con mano desnuda, pero sobre la cual en este caso no podemos especular pues no se ha mantenido este tipo de agarre para poderlo desarrollar por su creador. En mi opinión no es algo recién inventado, pues como ya analizamos mas arriba el agarre del bo.

Sin embargo, como bien sabemos6. Los maestros de las artes mar-ciales de Okinawa, al igual que Taira Shinken (1897-1970) en 1938, o Kanken Toyama (1888-1966) en 1960, enfatizan en esta división tripartita de la bo con ambas manos. Sin duda, aquellos que siguen sus enseñanzas se encuentran un agarre que se aproxima a la mitad el bo, por lo que no podría ser extraño o nuevo. En mi opinión tam-poco a los defensores del agarre tripartito les puede resultar extraño este agarre, dado que técnicas como nage bo o el nuki bo2 . En la escuela Matayoshi la division de arma es tripartita y también apa-rece de forma reiterada en el kata shishi no kon. El agarre bipartito es un agarre que aparece en Yamani Ryu y en algunos katas de Taira aunque no de forma preminente.

Los maestros de las artes marciales de Okinawa, al igual que Taira Shinken […] o Kanken Toyama enfatizan en esta división tripartita del bo con ambas manos

investigación

Supuesto retrato de Anko Azato

Moden Yabiku

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LOS MAESTROS DE FUNAKOSHI

El propio Funakoshi nos dice que había recibido instruccio-nes breves de muchos maestros destacados de la época, incluyendo Sokon “Bushi” Matsumura, Kiyuna Peichin, Aragaki Seisho y Kanryo Higaonna (Funakoshi, 1956). Algunas fuentes incluso apuntan al fa-moso Taite (Kojo) Kogusuku (Koshiro Taisho) (Cai Ru Yi en chino) como primer instructor de Funakoshi (Fujiwara, 1990; Iwai, 2000)

Aunque no cita su fuente, señaló el historiador japonés de artes marciales Ryozo Fujiwara que Funakoshi aprendió primero el kata Pechurin de Taite Kogusuku, Kushanku de Anko Azato y Naifanchi bajo Anko Itosu (Fujiwara, 1990). No me parece descabellada esta teoría ya que así como al irse de Okinawa Aragaki dejó a su discípulo más importante, Kanryo Higaonna bajo la tutela de Kojo Taite porque no pudo ocurrir lo mismo con Funakoshi ya que este también fue alumno de Aragaki.

Por lo tanto, podemos ver que Funakoshi tenía al menos familiari-dad con muchos kata fuera de su propio plan de estudios de los quince katas que describe en sus libros, y no solo de Karate sino también de armas. De esta manera en alguna versión del Karate Nyumon describe sus cinco katas de bo, me consta que en otra versión describe un cu-rriculum mas amplio de katas de Karate estudiado por sus alumnos de Keio.

En 1930, Miki enumera a los siguientes como maestros de Funakoshi “El Honorable Matsumura” (Matsumura Sokon) y Aragaki Seisho, tambien conocido como Tsuji Pechin (1840-1920) [Aragaki Gwa o Aragaki Maia].

LOS MAESTROS DE ARMAS DE FUNAKOSHI

En primer lugar podemos intuir que lo fue su padre Gisu (Gizhu) que era funcionario de 2º orden era Peichin, al ser este experto en bo, y siendo su familia de clase noble aunque fuese de bajo nivel. No es nada desacertado pensar que aprendiese algo de bo con su padre. El propio Funakoshi escribe que, Azato Anko, su maestro principal, también sa-bía Bojutsu. Funakoshi menciona todas estas personas como los maes-tros bajo los cuales se formó, algunos brevemente, otros de forma más extensa. Sokon “Bushi” Matsumura, Kiyuna Peichin, Aragaki Seisho y Kanryo Higaonna Kojo Taite todos ellos expertos en armas bo y sai.

Matsumura era experto en bo, hay un kata de bo con su nombre y fue alumno de Sakugawa y (éste último era experto en bo tambien). Aragaki era experto en bo y sai sólo hay que ver su participación en la demostración San-Ru-Chu al último Sappushi que visitó Ryukyu, Xin Zhao, entre 1866 y 1867.

Kojo Taite tenía un kata de sai con su nombre, era un kata fami-liar. Incluso su maestro Itosu, debía ser experto en bo como se deduce de anécdota con los ladrones, (si no como iba a conocer el kamae de Sushi no kon. Y por supuesto también lo era Azato. En consecuencia de todos ellos pudo aprender Bojutsu y/o Saijutsu aunque no podamos determinar que de cada cual y que katas específicos.

Terui Nonyuki, quien fue el responsable de varias de las publica-

ciones dentro del Karatedo Shotokai, es de la opinión de que los katas de bo de Funakoshi les fueron enseñadas por Azato Anko. Como ya hemos visto, Azato sin duda debe haber estado familiarizado con el bo y con el sai. Pero como todo en Azato es un misterio que quedó ente-rrado bajo las arenas del tiempo. Sin embargo, las influencias de otros maestros, como los anteriores, también son posibles.

Cuatros de los cinco kata de bo de Shotokan, es decir, Shusi, Sakugawa, Shirotaru y Sueyoshi, se pueden atribuir a los maestros de bo okinawenses concretamente a Chinen Masanra (1842-1925)8, el cual desarrolló Shirotaru no Kon y fue transmisor de los otros.

De acuerdo con una crónica de la escuela Chito-ryu, Funakoshi Gichin y Tsuyoshi Chitose (1898-1984) se formaron en el arte del bo bajo las enseñanzas del venerable Sanra Chinen de Shuri. En este caso, sería coherente suponer que Funakoshi adquirido uno o incluso estos cuatro katas de Chinen (sakugawa no kon, sushi no kon y sueyoshi no kon)

Otros autores apuntan a que fue Taira quien instruyó a Funakoshi en el Kobudo, pero en mi opinión aunque entrenase con él en su dojo no se puede concluir que Taira fuese su maestro de Kobudo. Es más lógico pensar que ya dominaba el bo y el sai antes de conocer a Taira máxime teniendo en consideración quienes fueron sus maestros. Es in-cluso más plausible que Taira aprendiese algo de Funakoshi. Y algunos autores apuntan en este sentido.

Fue por la influencia de Gigo Funakoshi que Taira se interesara por el Kobudo cuando estaba aprendiendo Karate con Funakoshi (Zalewski, 1998)9. Es sabido que Yoshitaka manejaba al menos cua-tro katas de bo: Shusi no kon, Sakugawa no kon, Sirataru no kon y Matsukaze (creación suya).

Autores como Zalewski es de la opinión que Taira aprendió Tenryu no kon y Sukenshitahaku no sai de Gichin Funakoshi. Este fue alumno de Aragaki y estaba familiarizado con sus trabajos de bo y sai.

1. Karate como “Mano China”. 2. Léase también “realmente”. 3. Op. Cit. Para analizar las características del libro de Richard Kim, véase DOKKODO nº1, pág. 69. nota 8. 4. Keio Gijoku Taikukai Karatedo 5. Apliquemos los mismos cri-terios de verismo y literariedad que en la novela de Richard Kim (Nota del Editor).6. Existe una foto de Hohan Soken posando (1891–1982) en la que aparece posando con bo usando el supuesto agarre inventado por Yoshitaka. 7. Técnicas en las que se propina un golpe circular de gran po-tencia con una gran parte de la superficie del bo y con el que se golpea con la punta del arma deslizándolo por las manos (Nota del Editor). 8. Otras veces transcrito como Chinen Sanra o Chinen Sanda. 9.http://www.authenticshotokan.com/pdfs/the-japanese-evolution-of-karate-rank-by-pat-zalewski.pdf

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La serie completa de los Pinan (Heian en Shotokan) se divide por niveles: Shodan, Nidan, Sandan, Yodan, Godan: literalmente:

Primer Nivel, Segundo, Tercero, Cuarto y Quinto. Los caracteres que definen Pinan (平安) pueden ser traducidos al español por “Mente en Paz”. Probablemente Itosu eligió estas palabras para transmitir el mensaje pacífico que debía imbuir la men-te de cualquier practicante, máxime si es un principiante, iniciándose en el Karate para fortalecer su cuerpo y su mente, por ello, cada Kata empieza con una técnica de defensa (Uke Waza). La serie de los Katas Pinan no corresponden realmente a su nivel de dificultad, siendo Pinan Nidan el más sencillo y Pinan Yodan el más rico en matices y técnicas. Esta aparente falta de progresión en la dificultad puede de-fender la teoría mediante la cual Itosu Anko usó Katas ya preexistentes como los antes mencionados Chang´An. Algunos maestros, entre ellos Mabuni Kenwa en Karatedo Nyumon, recomiendan ense-

ñar primero Pinan Nidan, después Pinan Sandan, a continuación Pinan Shodan y fi-nalmente Pinan Yodan y Pinan Godan. De hecho, Funakoshi Gichin alteró el orden cambiando los nombres en la serie deno-minando Heian Shodan a Pinan Nidan y Heian Nidan a Pinan Shodan respondien-do al nivel de dificultad.

PINAN NIDAN BUNKAI

En este artículo vamos a estudiar algunas posibles aplicaciones de Pinan Nidan. Este Kata se encuentra en todas las escuelas de Karate provenientes de Itosu Anko o en la órbita del llamado Shurite (“Mano de Shuri”). De esta manera lo encontramos en Shito Ryu, Shorin Ryu, Shotokan, Wado Ryu, Shotokai, etc. Salvo algunas pequeñas diferencias que coinciden con la idiosin-crasia de cada estilo, Pinan Nidan es real-mente similar en todos los estilos mencio-nados por lo que el Bunkai del Kata puede aplicarse a múltiples estilos. Las técnicas

Probablemente Itosu eligió estas palabras para transmitir el mensaje pacífico que debía imbuir la mente de cualquier practicante, máxime si es un principiante

texto Basilio Parres de la Rosafotos Julietta Prado

Pinan Nidan Bunkai La tradición describe como los Katas Pinan fueron creación de Itosu Anko (183?-1915) aunque existen versiones que afirman en realidad estos Katas provienen de versiones más antiguas llamadas Chang´an y que Itosu reelaboró. De lo que sí podemos estar seguros es de que Itosu Anko introdujo esta serie de cinco Katas en las escuelas de Okinawa al entender que empezar por otros Katas superiores era complicado para los estudiantes además de difícil de enseñar a grandes grupos de personas (la enseñanza del Karate había sido hasta esos años personal, individualizada y en pequeños grupos de estudio).

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básicas que se estudian en este Kata se corresponden a técnicas de defensa (Uke Waza: Otoshi Uke, Gedan Barai Uke, Jodan Age Uke, Shuto Barai), una sola técnica de ataque directo se estudia (Tsuki Waza: Oi Tsuki). Y varias posiciones: (Tachi Waza: Neko Ashi Dachi, Moto Dachi, Zenkutsu Dachi, Shiko Dachi). En el estilo Shotokan las posiciones en Neko Ashi Dachi y Shiko Dachi se corresponden con Kokutsu Dachi, y se hace Zenkutsu Dachi con ma-yor profusión. Por otro lado al final del Kata realiza Shuto Uke en lugar de Shuto Barai Uke. En favor de la brevedad usare-mos la nomenclatura y técnicas contenidas en Shito Ryu siendo labor del lector hacer las debidas adaptaciones en caso de que su estilo sea distinto.

Al ser Pinan Nidan un Kata para iniciar a los kyu, se hace hincapié en el mismo en aprender las técnicas básicas progresiva-mente, usar correctamente la cadera, asen-tar las posiciones, comprender los concep-tos de tsukite (mano que realiza la acción)

hikite (mano que se recoge), etc. El trabajo por parejas que se deriva de este Kata es perfecto para introducir al principiante en el contacto real de las técnicas de defensa y ataque en el principio de distancia (maai). Este trabajo básico es excelente para que el principiante se inicie en los pormenores del Karate, visualice la aplicación de las técnicas y avance adecuadamente en su estudio.

Para un observador experto, o un prac-ticante de otro arte marcial, las aplicacio-nes básicas en el trabajo por parejas (esto es: ataque–defensa–respuesta) pueden pa-recer poco verosímiles en correspondencia a un ataque real e incluso infantiles. Ante esto, muchos responden que ese es el fin de los Katas Pinan y por tanto el trabajo que se debe realizar es básico. Esta puntualiza-ción presupone que en los Katas superio-res comenzarán las aplicaciones superiores y que la aplicación “real” llegará con el tiempo. Pero lo cierto es que el estudio de los Katas Pinan transmite conocimientos suficientes como para mostrar el arsenal del Karate-jutsu o Karatedo como un arte defensa personal muy eficaz. Para ello, en mi opinión, no debemos mirar los Katas Pinan como una colección de movimien-tos estereotipados destinados, solamen-te, a la formación técnica del practicante. Como con todo Kata, la observación y el estudio del mismo nos puede conducir a sacar conclusiones a través de una serie de técnicas y conceptos de combate intro-ducidos para que el estudiante de Karate obtenga una fuente inagotable de recursos ante una agresión.

Para ello, por tanto, hay que tener en cuenta los siguientes conceptos:

Las posiciones no deben entenderse como “posturas” sino transiciones fugaces de un movimiento a otro.

A su vez, si la posición en el Kata es más baja o más alta, dependerá de si la distan-cia, altura, envergadura del adversario es

mayor o menor, el Bunkai es adaptativo. No tengamos siempre en cuenta la

mano que realice la técnica como la que hace el único contacto, porque la mano que “recoge” puede hacer de bloqueo–che-queo del brazo o pierna que ataca siendo “la técnica” la “foto final” que esconde más bien un ataque, o incluso una luxación o proyección.

El bloqueo simple, a su vez, debe acom-pañarse si es posible de un control de la mano que ataca.

En los casos en los que “se baja” súbita-mente la posición pueden conllevar intro-ducirnos en la guardia del adversario, rom-per su centro de gravedad, proyectarlo, etc.

Pese a que los ataques de puño se reali-cen a altura media (Chudan) pueden rea-lizarse a cualquier altura según veamos un hueco al que atacar.

Además de esto, los ataques de puño pueden mutar a golpes con la palma de la mano, la punta de los dedos, proyecciones, torsiones, etc.

Y, evidentemente, los puños no han de salir de la cintura, el golpe ha de propinar-se desde donde se encuentre la mano situa-da, siendo lo mejor, en guardia.

Aunque el Kata muestre una serie que finalice con una defensa, es totalmente ab-surdo pensar que con una defensa aislada puede terminar un combate porque el ad-versario continuará golpeando hasta que nos cace.Debe pensarse que esa defensa es más bien un ataque o que nuestro acto defensivo nos coloca en una situación de ventaja para finalizar con la técnica que más nos convenga.

La serie siguiente corresponde a un es-tudio personal y no conlleva que sean las aplicaciones únicas que pudieran existir, como el lector informado sabrá, un Kata ofrece aún más información, como si fuera un diccionario de infinitas páginas, espe-rando a ser leído por alguien que tenga la determinación de mirar atentamente.

El estudio de los Katas Pinan transmite conocimientos suficientes como para mostrar el arsenal del Karate-jutsu o Karatedo como un arte defensa personal muy eficaz

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Desde la posición de MUSUBI DACHI, somos agarrados por el agresor. Sustituimos la técnica defensiva OTOSHI UKE por un agarre del brazo del atacante (el movimiento debe seguir el mismo recorrido circular que OTOSHI UKE), la técnica posterior, OI TSUKI, o puñetazo directo con paso, que se repite durante todo el Kata podemos sustituirlo por un SHOTEI a la cara y el paso por un barrido que proyecte al rival.

1

1

3

2

4 5

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Ahora los movimientos defensivos son GEDAN BARAI UKE y de nuevo, OTOSHI UKE. En este caso nos vuelven a agarrar con amenaza. Aplicar GEDAN BARAI sobre el brazo es un método efectivo de crear un desequilibrio para que el golpe siguiente no sea tan eficaz. Aunque el Kata solamente involucre una mano en la defensa tengamos en cuenta, tal y como aparece en la foto 3. Siendo “la defensa” un movimiento de control (GYAKU WAZA). El golpe de puño y el paso podemos analizarlos como una luxación y una patada lateral aplastante (FUMIKOMI).

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La serie podría parecer incompleta al no aparecer técnicas de ataque. Ante otro agarrón y posterior agresión la defensa alta (AGE UKE) podemos interpretarla como un movimiento defensivo para posterior control, desequilibrio y proyección del agresor.

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El Kata continúa con una serie paralela que se realiza en dos diagonales donde se alterna GEDAN BARAI UKE y OI TSUKI más una línea recta donde se repiten los mismos movimientos pero donde se realizan varios TSUKIS seguidos.

Lo interesante de esta serie es concebir estos golpes como: puñetazos, golpes con la palma de la mano (el giro a la siguiente diagonal podemos interpretarlo como una proyección) y golpe que abra la guardia para entrar en SASHITE y concluir con proyección.

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1 32

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Como se puede ver la mano que “defiende” es la que aparece en la fase de carga de SHUTO BARAI UKE, la técnica propiamente dicha puede ser un golpe a los testículos o una proyección que finalice el combate.

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Estas palabras dichas por mi maestro (Seishiro Endo) hace unas semanas, al hablar sobre su práctica, volvieron a dejarme bastante claro el camino que hace años decidí seguir en la práctica del Aikido y por qué no en “la práctica de la vida”.

Algo que he aprendido en el tatami, es que el observar, desde la quietud de la mente, desde lo más profundo, sin intervenir conscientemente, genera toda una serie de transformaciones en la “realidad”, o quizá, mejor dicho, nos volvemos conscientes de las trans-formaciones y cambios que la “realidad”, sufre constantemente o mejor, que la conforman.

Cuando prácticamos y recibimos el ataque del Uke, una vez que entramos en contacto,

nos aborda la necesidad “ficticia” de que “tengo que hacer algo…”, una técnica, un atemi… hacer, hacer…

Pero, ¿y si no hubiera que hacer nada, sino sólo estar presente y unirse al proceso de cambio que está ocurriendo? Como al-guna vez leí que dijo el Buda Sakyamuni, el cambio no te hace sufrir, es la resistencia al cambio lo que hace sufrir.

¿Y si en lugar de forzar para evitar el cambio, me convierto en parte de ese cambio? O Sensei decía, que el único, que le comprendía realmente era el maes-tro espiritual Masahisa Goi, y éste siem-pre decía que “todo está en el proceso de desaparecer”:

“Lo único que existe en realidad es nuestro ser divino, que es el bien, la verdad y el amor. Todo lo demás está en el proceso de desaparecer.” “En el momento en que dejes de aferrarte a cosas que están desti-nadas a desaparecer, estarás en unidad con tu ser divino.”

Si conectamos con esta idea, al ocurrir el ataque del Uke, éste está desde su origen inmerso en un proceso de desaparición, además si tenemos en cuenta que se trata de una acción que rompe el equilibrio pa-cífico reinante, el proceso de desaparición, a favor de la recuperación del equilibrio pacífico natural, se vuelve más fuerte, más evidente.

De manera, si el ataque está destinado a desaparecer, desde que se inicia entra en ese proceso. Debemos convertirnos en un elemento activo de ese cambio, en un elemento que catalice el proceso natural de desaparición del ataque. Pero para esto de-bemos en cierto modo “desaparecer” noso-tros mismos. Debemos desechar la tenden-cia a forzar al Uke, a “repeler” el ataque, a imponer una técnica que nace en nuestra mente, que decidimos, ya que con eso lo que se hace es frenar el proceso natural por el que el ataque acabará disolviéndose.

Una vez que ocurre el ataque, el estar calmado y plenamente consciente de uno mismo y de la relación que se ha iniciado, nos permitirá “escuchar” ese proceso de desaparición del ataque de uke, que se va produciendo en cada punto de contacto, uniéndonos así al cambio y no forzando o resistiendo. Este proceso requiere de un

“I can do everything…because I don’t do anything...”

Luis Mochón 4º Dan Shidoin

musubi

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Cuando prácticamos y recibimos el ataque del Uke, una vez que entramos en contacto, nos aborda la necesidad "ficticia " de que "tengo que hacer algo...", una técnica, un atemi...,

hacer, hacer...

contacto muy consciente y por lo tan-to suave, para que la percepción y la adaptación a los cambios sea posible.

Si por ejemplo se produce un ata-que como shomen uchi, y Tori extien-de sus brazos de forma prácticamente instintiva, entrando en contacto con el ataque del Uke… a partir de aquí ¿qué ocurre? ¿cuál es mi idea en esta situa-ción de lo que es el Aikido?

A partir de aquí sucederá…¡lo que está ya sucediendo! No es necesario

decidir hacer ninguna técnica, sólo me centro en fortalecer la conciencia que tengo del contacto, para poder sentir, a través, en este caso del brazo del Uke, su centro, su ki, su intención más o menos evidente. Uke está vivo, de ma-nera que emitirá una intención, una dirección… el simple hecho de con-tactar con él y ponerme en una actitud de “escucha” provocará cambios en la relación que se ha iniciado, o mejor dicho, esta actitud posibilitará que sea consciente de los cambios que se estan produciendo en forma de movimien-tos, pequeños o grandes, desequili-brios, equilibrios, resistencias…vida… Esto nos permitirá, sin imponernos,

sin forzar, sin prácticamente hacer, facilitar el proceso que lleva al ataque del uke a desaparecer, recuperándose de nuevo el equilibrio pacífico natural.

Es por eso que una vez que se ha producido el contacto después del shomen uchi, las posibilidades son infinitas, están todas las posibilidades abiertas, ya que no “hacemos nada”, sólo estamos muy presentes, con una actitud corporal de absoluta disponi-bilidad y sin estorbar el proceso que

el propio ataque de Uke ha iniciado, lo único que cambia respecto a la in-tención de Uke es que no sufriremos el objetivo del ataque, sino que nos uniremos a él antes de que ésto ocurra.

Además, incluso cuando debemos hacer una técnica en concreto, pro-puesta por el Sensei, debemos eje-cutarla manteniendo esta actitud lo máximo posible, para que la técnica no sea forzada ni impuesta, mante-niendo así el estado mental adecuado. Para esto, es importante que Uke sea consciente que hay una salida técnica concreta impuesta por el Sensei , que coarta la posibilidad de adaptación de Tori, con una finalidad de estudio. En

este caso, se debe crear el entorno ne-cesario para que la técnica propuesta ocurra.

Pero si el Sensei no propone nada concreto, creando una situación de jiyû waza, Tori es más libre en sus reac-ciones y Uke también, posibilitándose incluso un marco donde los roles po-drían intercambiarse. Esta situación es para mí aikido con mayúsculas. Pero esto es sólo posible con un ataque cer-tero y equilibrado, y un contacto suave

y adaptable por parte de Tori y tam-bién del Uke.

Este tipo de práctica requiere una gran valentía y humildad, requiere estar dispuesto a abandonar nuestras ideas e ideales y tocar la realidad, y ésto a veces o por lo menos durante un tiempo, nos hace sentir al borde de un precipicio donde nuestro ego, a través del miedo nos ha situado. Pero cuando insistimos una y otra vez, nos vamos liberando de ese miedo, el ego empieza a debilitarse y la realidad no nos parece tan temible ni difícil, sino al contrario, se nos presenta como una gran oportunidad para que el verdadero “Ser” se exprese.

Cuando insistimos una y otra vez, nos vamos liberando de ese miedo, el ego empieza a debilitarse y la realidad no nos parece tan temible ni difícil, sino al contrario, se nos

presenta como una gran oportunidad para que el verdadero "Ser" se exprese.

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hemos disfrutado mucho haciendo esta revista