Los versos de la marca Ángel Gabriel Cabrera

2006-2013. (Derechos reservados).

Presentación:

¡Hola a todos! Me llamo Ángel Gabriel Cabrera, pero también me conocen como Fede Aguilera en mi pueblo de origen, en el de estudios y en el de crianza.

Les cuento que desde hace varios años soy músico, compositor y poeta, y también que éste es mi primer libro electrónico propio.

En breve se publicará, si Dios quiere, una segunda edición, la cual será, en esta ocasión, impresa.

He estado mostrando algunos adelantos de mis obras poéticas, y también pienso dar a conocer, en cuanto me sea posible, algunas filmaciones. En cuanto a este poemario en concreto, son mis poemas con fondo de revista. Espero que les gusten.

En fin, desde acá los saludo a todos –como dice mi amigo Ramón Díaz, santiagueño, los abrazo con el corazón- y les regalo la lectura de estos escritos.

Desde ya muchas gracias a mi colega Juan Emmanuel Ponce de León, dado que fue él quien me dio la idea de la publicación propia y me mostró la herramienta para llevarlo a cabo: fue gracias al servicio de autoedición y publicación Issue.

¡Y muchas gracias a toda mi gente también!

Ángel Gabriel Cabrera.

Los versos de la marca

Una ciudad en el mar

se levanta sigilosa

y audaz me da el secreto:

el amor de mi bien ha muerto

y ha nacido en este cielo.

Tus pies de viento,

rosados,

me abandonan,

y es hora de fecundar otros misterios.

La palabra se abre,

el eco quiebra sus labios

y el sur la mira distante.

Ella se ha ido entre los libros

y es una hermana

deshojada en el sigilo.

Una mujer es silencio

y una cuna es melodía.

Necesito de la cuna una vez más.

Día de vida

-Al Folklore Argentino en su día-

Surgió como una nota en mí,

viajó lingüista por la historia de las palmas

del bailarín y la bailarina

y fue recibido en el hogar de todos.

Es desde siempre una musa.

Es una música y una cultura

que cala hasta los huesos

y se enciende en el corazón.

Es una nube argentina

que nos lleva al cielo nuestro

en esta tierra bendita

que a cada instante habitamos

y es el amor de las manos

que llevan el pan a la mesa

todos los días vividos

y los que van a vivir.

Dedicatoria: Feliz día, nuevamente, a todos los colegas del folklore:

músicos, músicas, bailarines y bailarinas y profesores

de ambos géneros. Desde acá una copa imaginaria

y un brindis simbólico por nuestro día.

¡Que viva el Folklore Argentino! Y que viva la Patria por siempre.

"Juventud que se une y viaja"

-poema de apertura-

Juventud que se une y viaja,

que rompe barreras y cadenas;

Juventud con barco en el tiempo

que recorre la existencia

del presente y el pasado:

somos nosotros,

somos todos.

Regalemos un futuro mejor.

Abramos nuestras manos

y el corazón a la gente.

Somos todos para el uno

y el uno para todos.

Bienvenidos.

A.G.C.

Bandera de las ideas Mujeres que llevan el siglo, son para mí una dulzura. Amo sus faldas al viento y su figura. Les agradezco, además, y las aguardo guardadas en la memoria de la ventisca. Ellas son jóvenes y ustedes serán el todo, pero las voces viajan y perseveran. Que se alce al viento nuestra mirada, que es primavera, y que llegue el mundo a ser la calma que las alienta. Se quiebra el silencio en la frente y es danza eterna como la fruta del árbol que hoy me serena. Bandera de la poesía, dame tu idea. Quiero ser el ideal que hoy se presenta. Quiero ser este reflejo y, al reflejarla en un deseo infinito, que sea mi alma… un fuego que alumbra el sol y que las lleva consigo viajando en su corazón.

Ángel Gabriel Cabrera. Para todas las bailarinas de nuestro folklore argentino de ayer, hoy y siempre.

La tarde y la ciudad

(El devenir)

Abrió la torre sus llaves,

El silencio se inflamó

y la nave de tu río perpetrada

fue la risa juvenil de todo el verde.

En el beso -no te olvides- yo soy tuyo:

en la tarde y la ciudad, niña lluviosa;

y los peces y los panes son azules

en los ríos ancestrales de tu historia.

El devenir me ha plasmado la palabra,

la polis gris, el pueblo de mi destino,

mas mi destello ha reflejado tu mirada

y mi deseo ha florecido por tu estío.

Si somos dos viviendo siempre unidos,

retrocede de la muerte lo grisáceo,

y la nube ha de plasmarnos en el tiempo

(yo he venido y soy un libro en tu legado).

Maité Lobos, la palabra que pronuncio

-poema para tu cumpleaños-

Maité, la luna canta en la montaña

y cercana te

Es por eso, querida,

y de tus años,

sobre tu juventud

que te acompaña

y acerca del nombre que

Maité-Lobos,

eres la sucesión del silencio

y el lenguaje de este siglo

y este milenio,

mas el silencio es sabia presencia

y savia de árbol y de ciencia sucedida.

Que seas feliz en tu día, Maité.

Que tengas un feliz aniversario.

Firmado: Ángel Gabriel Cabrera.

Tus horas en el alba

-título original: “Carta a Dalila”-

Hay un niño bajo la lluvia de la tarde.

Tú le diste un beso y las alas para ser,

de por sí, como un pequeño guerrero,

y es él quien te alumbra en la llovizna

y da a tus tardes el pan y su aroma.

Dalila, mi princesa, es un mundo nuevo

el que se alza en el paisaje.

Las flores que se visten de ti al llegar la primavera

llenan de vida las sombras y de color mis estrofas.

Hoy quisiera que estén junto a ti,

y por eso soy todo tuyo.

Hoy nos vemos crecidos una vez más,

pluma de tiempo,

y es por eso que te nombro al despertarme:

porque eres sueño que viaja entre las luces

de mis horas y tus horas en el alba.

Saber amarillo (Llama de vida)

El amor es un cuerpo

que siempre va al mismo lado.

Está encallado en una cueva

en las orillas del tiempo.

Se encuentra en el leve sitio

donde sólo tú estás.

¿Tienes el reloj presente?

¿Está en ti su saber amarillo?

¿Has probado su ardor?

He debido confesarte

que te amé en aquella piel

y en otras tantas

que besaron tus pechos manantiales.

Oh, hembra fecunda

de los dioses del ayer,

posa tus alas eclécticas

sobre mis plumas abiertas

para sorberte.

Mano de oro,

mano santa,

palpa mi pecho.

Quiero ser el Quetzal.

¿Has encontrado una sombra?

Los muertos han confesado

este secreto.

Entre tu lengua y mi lengua

hay un idioma

que se traduce:

las nueve lunas

sólo son el blanco núbil,

mas esta noche

ha surgido otro llamado hacia la vida.

Personas invisibles

(El reino de lo eterno)

Hay personas invisibles que me surcan.

Ellas y ellos son dicción de mis espinas.

Estos seres secretos

susurran palabras inaudibles

a mis oídos cerrados.

Entonces, amor, yo te escucho.

La mirada enciende los papeles

y este juez es un aullido en el bosque.

Claro de otoño abismal,

tu pecho está cerrando mi escarlata.

Mujer mía, niño azul,

ustedes son en mí como una estampa,

como un vino ya añejado;

y, si los años son letras,

la letra que escribo hoy

es un llamado hacia ella.

Somos uno y somos dos.

Somos cristales certeros.

Por eso te canto aquí

como si fuera amuleto:

Doncella que yo he extrañado,

Princesa mía y del tiempo,

dame tu fuego de abril:

dame las uvas del reino de lo eterno.

Fin del libro