Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

74
David Rodríguez Olagaray Los orígenes del Parlamento en Inglaterra Ignacio Álvarez Borge Facultad de Letras y de la Educación Grado en Geografía e Historia 2012-2013 Título Autor/es Director/es Facultad Titulación Departamento TRABAJO FIN DE GRADO Curso Académico

Transcript of Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

Page 1: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

David Rodríguez Olagaray

Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

Ignacio Álvarez Borge

Facultad de Letras y de la Educación

Grado en Geografía e Historia

2012-2013

Título

Autor/es

Director/es

Facultad

Titulación

Departamento

TRABAJO FIN DE GRADO

Curso Académico

Page 2: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

© El autor© Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2013

publicaciones.unirioja.esE-mail: [email protected]

Los orígenes del Parlamento en Inglaterra, trabajo fin de gradode David Rodríguez Olagaray, dirigido por Ignacio Álvarez Borge (publicado por la

Universidad de La Rioja), se difunde bajo una LicenciaCreative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden solicitarse a los titulares del copyright.

Page 3: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

Trabajo de Fin de Grado

LOS ORÍGENES DEL PARLAMENTO

EN INGLATERRA

Autor:

DAVID RODRÍGUEZ OLAGARAY

Tutor: Ignacio Álvarez Borge

Titulación:

GRADO EN GEOGRAFÍA E HISTORIA [602G]

Facultad de Letras y de la Educación

UNIVERSIDAD DE LA RIOJA

AÑO ACADÉMICO: 2012-2013

Page 4: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

SUMARIO

RESUMEN:

El presente estudio trata sobre los orígenes del Parlamento en Inglaterra durante

la Plena Edad Media, concretamente en el siglo XIII.

Es en esta época cuando la pérdida de las posesiones francesas por parte de Juan

I (1199-1216) conduce a la aprobación de la Magna Carta, que impone la limitación de

la arbitrariedad regia con unos organismos de control fiscal. De ahí surge el germen del

parlamento porque, para aprobar nuevos impuestos, el rey Enrique III (1216-1272)

necesita negociar con la toda la comunidad del reino y su negativa producirá la revuelta

de los barones, que cristalizará en la toma del poder por parte de Simón de Montfort,

quien comenzará un proceso de reforma del reino dotando al parlamento de un lugar

concreto en la articulación política del reino de Inglaterra. Asimismo, las necesidades

fiscales del rey para llevar a cabo sus asuntos y la obligación de pedir nuevos impuestos

al parlamento, así como la difusión de la ideología eclesiástica basada en la máxima: “lo

que afecta a todos, debe ser aprobado por todos”, produjeron la convocatoria de los

representantes de los condados y de las ciudades, que junto a la influencia en temas

políticos, significó los inicios del parlamento en Inglaterra y en otras partes de Europa.

Tras el fin de la rebelión, el nuevo rey, Eduardo I (1272-1307) implantará la

reforma del reino desde la óptica regia y el parlamento se convirtió en un órgano

fundamental para el sistema político inglés, al dotarse de un ceremonial y unas

funciones de control fiscal, pero también políticas, influyendo en la toma de decisiones,

pero sin olvidar que la autoridad en el medievo siempre emana de la corona.

PALABRAS CLAVE:

Parlamento, Reino de Inglaterra, siglo XIII, Enrique III, Simón de Montfort.

Page 5: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

ABSTRACT:

This study deals with the origins of the Parliament in England during the High

Middle Ages, particularly in the thirteenth century.

It was the loss of the French possessions by John I what led to the adoption of

the Great Charter, which imposed some restrictions on the royal despotism with the

settlement of fiscal controls. This meant the rise of parliament by approving new taxes

because of the need of consent to receive fiscal aids, so king Henry III needs to

negotiate with the whole community of the realm and his refusal produced the barons’

revolt, which crystallize in the seizure of power by Simon de Montfort, who began a

process of reform of the kingdom, which served to give the parliament a particular place

on the political articulation of the kingdom of England. Also, the king's fiscal needs to

conduct his affairs, not only the obligation to ask for new taxes to parliament, but also

the advent of an ecclesiastical ideology based on the maxim: "what touches all should

be approved by all", meant to summon the representatives of the counties and cities,

which added to the influence in politics, led to the beginning of Parliament in England

and in the whole Europe.

After the end of the rebellion, the new king, Edward I will implement a reform

of the kingdom from the royal perspective, so parliament became a key institution in the

English political system, acquiring a ritualistic development as well as some fiscal and

political functions in order to influence decisions, but without forgetting that the

authority in the Middle Ages always emanates from the crown.

KEY WORDS:

Parliament, Kingdom of England, thirteenth century, Henry III, Simon de Montfort.

Page 6: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

ÍNDICE

1-. INTRODUCCIÓN__________________________________________________1-5

1.1.- Objetivos_________________________________________________2-3

2.2.- Metodología_______________________________________________4-5

2-. ESTADO DE LA CUESTIÓN_________________________________________7-9

2.1.- La historiografía tradicional__________________________________7-8

2.2.- La historiografía actual______________________________________8-9

3.- CONTEXTO HISTÓRICO_________________________________________11-20

3.1.- El Reinado de Juan I_____________________________________11-14

3.2.- El Reinado de Enrique III_________________________________14-20

3.2.1.- La Minoría de edad_______________________________14

3.2.2.- El gobierno personal___________________________15-16

3.2.3.- Simón de Montfort_______________________________16

3.2.4.- La Reforma y la Segunda Guerra de los Barones_____17-20

3.3.- El Reinado de Eduardo I_____________________________________20

Page 7: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

4.- LA CREACIÓN DEL CORPUS CONSTITUCIONAL___________________21-33

4.1.- Los inicios: La Magna Carta_______________________________21-23

4.2.- La Comunidad del Reino__________________________________23-24

4.3.- Los inicios de la política parlamentaria_______________________24-27

4.4.- El movimiento de Reforma________________________________28-31

4.5.- El Período de los Estatutos________________________________31-33

5.- EL INTERIOR DEL PARLAMENTO MEDIEVAL______________________35-43

5.1.- Bases sociales___________________________________________35-39

5.2.- Las funciones___________________________________________39-41

5.3.- El desarrollo de las sesiones_______________________________41-43

6.- EL ORIGEN DEL PARLAMENTO, ¿EXCEPCIONALIDAD INGLESA?____45-47

7.- CONCLUSIONES________________________________________________49-51

8.- BIBLIOGRAFÍA Y PÁGINAS WEB_________________________________53-55

9-. ANEXO DE TEXTOS_____________________________________________57-67

Page 8: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

1

1.- INTRODUCCIÓN1.

El presente trabajo trata sobre los Orígenes del Parlamento en el Reino de

Inglaterra durante la Plena Edad Media, exactamente en el siglo XIII.

Por una parte, hemos elegido el desarrollo y la evolución del parlamento porque es un

tema bien interesante y muy discutido de acuerdo a dos causas: la primera, la puesta en

marcha de los sistemas constitucionales en Europa en la etapa contemporánea, ha hecho

que muchos instituciones y estudiosos se hayan preguntado por el surgimiento de los

órganos representativos en su estado aunque éstos todavía no fueran democráticos, en

ningún caso, y la segunda, y en relación con lo anterior, tiene que ver con el tiempo en

el que surgió el primer parlamento de la historia en un afán de competencia entre países

para admirar la propia historia nacional.

De otra parte, hemos tomado como modelo el reino de Inglaterra porque

tradicionalmente se ha considerado como la cuna del constitucionalismo, que luego han

heredado los distintos países y por esta razón, nos parecía adecuado saber si el primer

parlamento de la historia se desarrolló ahí o no.

Primeramente, el origen etimológico del vocablo “parlamento” procede del

francés “parlement”, que a su vez viene del verbo “parler”, es decir hablar, por lo que

un parlement es una charla o discurso y por extensión se aplica a la reunión de unos

representantes que debaten y discuten sobre un asunto concreto2.

Como idea general, debemos afirmar que el parlamento medieval no es

comparable a nuestras instituciones representativas actuales aunque claramente beben

de él, pero en la Edad Media, estos órganos acababan de surgir y eran todavía muy

precarios.

La democracia es un sistema político que se ha apoyado en los distintos parlamentos

para alcanzar hasta ahora su máximo grado de desarrollo, pero en la Edad Media, el

poder lo detentaba el rey, quien ejercía una autoridad sobre sus súbditos.

Para que podamos hablar de la existencia de un parlamento a nivel general se

tienen que dar dos condiciones: la primera, en el aspecto representativo, cuando entren a

formar parte de la curia extraordinaria, aquella a la que asisten todos los magnates laicos

1 Todos los textos presentados en español, inglés o latín se encuentran en el Anexo de acuerdo al número

que se ha indicado entre paréntesis. 2 El origen etimológico del parlamento se ha extraído de VAUCHEZ, A., DOBSON, B., LAPIDGE, M.,

The Encyclopedia of the Middle Ages. Cambridge, James Clarke & Co, 2002, p. 1088.

Page 9: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

2

y eclesiásticos, los representantes de las provincias y de las ciudades; y la segunda, en el

aspecto político, cuando las asambleas pasen a controlar, aparte de la labor fiscal,

medidas que tienen que ver con la actividad gubernamental3.

En cuanto a Inglaterra porque es el caso que nos ocupa en el presente trabajo, el

parlamento del siglo XIII bebe directamente de dos instituciones anteriores: el

“witenagemot” anglosajón y la “curia regis” normanda4. En cuanto al “witan” o

asamblea de hombres sabios, su origen procede de tiempos del rey anglosajón Athelstan

(924-939), considerado de facto como el primer monarca inglés, quien organizó una

asamblea formada por el cuerpo representativo de todo el reino, los grandes hombres,

los que más méritos habían conseguido. Entre las funciones del “witan” se encontraban

tres principalmente: la articulación de carisma al líder, la vinculación social entre los

poderosos y el apoyo en temas políticos. Tras la conquista normanda en 1066 por

Guillermo I el Conquistador (1066-1087), éste trajo las instituciones feudales que

existían en el Ducado de Normandía y el “witan” fue sustituido por la “curia regis”, es

decir, una especie de consejo real en el que se ayudaba de una serie de magnates, que se

habían apoderado de las tierras y eran, así, grandes propietarios con muchos vasallos a

sus espaldas, por lo que además de prestar ayuda al rey, se preocupaban de sus asuntos

privados dentro del propio órgano. Asimismo, también existían los “concilia” y los

“colloquia” en los que se daba cuenta de la política regia dentro de todo el reino a los

sectores más poderosos.

1.1.- Objetivos.

Una vez que sabemos algunos aspectos básicos sobre el parlamento medieval

inglés, cabe destacar los objetivos del presente trabajo, que podemos dividir en cuatro

grupos: el primero, conocer los aspectos históricos dentro de un contexto que dieron

lugar al parlamento en el reino de Inglaterra destacando sobre todo la minoría de edad

del rey Enrique III y la figura de Simón de Montfort como el líder del movimiento de la

reforma, sin olvidar los aspectos más notables del reinado de Juan I, que llevaron a la

3 Estas condiciones se han estipulado de acuerdo a MADDICOTT, J. R., The Origins of the English

Parliament 924-1327. New York, Oxford University Press, 2010, pp. 201-202

4 Esta es la tesis que sostiene Maddicott, The Origins of the English Parliament 924-132, pp. 160-175 y

nos parece muy acertada.

Page 10: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

3

firma de la Magna Carta y el exitoso reinado de Eduardo I, quien aparte de conquistar

Gales, también contribuyó sobre manera a la articulación del parlamento dentro de los

resortes del poder del reino de Inglaterra y haciendo de él, un poder fáctico, influyente

en la política gubernamental. Además, se hace hincapié en todos los grupos sociales que

posibilitaron el advenimiento de la institución para tener una descripción somera del

bagaje social de todo el proceso, ya que ante todo el parlamento es una institución que

representa a la sociedad; en el Medievo a una parte pequeña, pero al fin y al cabo a una

comunidad importante del reino.

Asimismo, el segundo gran grupo de fines sería conocer los principales

documentos legales, que dieron lugar al desarrollo y posterior evolución del parlamento,

de tal forma que al final de nuestra lectura podamos tener en mente los cambios

institucionales más importantes producidos en el siglo XIII, que pueden ser comparados

con otros reinos como Francia o los territorios de la Corona de Aragón.

También es importante dentro de este punto que sepamos analizar la ideología que

estaba copando todo el desarrollo de la institución, sobre todo de la doctrina

eclesiástica, así que la aparición de la máxima “quod omnes tangit”5 por su gran

envergadura dentro del desarrollo constitucional de los países anglosajones, es estudiada

activamente para que veamos que el desarrollo político también tiene que ver con el

bagaje cultural, además del conjunto social.

Igualmente, en tercer lugar, pretendemos llegar al conocimiento del desarrollo

interno de un parlamento medieval respondiendo a quiénes estaban allí representados,

qué hacían dentro de la institución y cómo se movían para conseguir sus objetivos

últimos de acuerdo a las relaciones de conveniencia entre el rey y las élites o entre el

monarca y los comunes.

Por otra parte, y en último lugar, es importante realizar un poco de historia

comparada y así establecemos un balance entre el sistema inglés que dará lugar al

constitucionalismo y el sistema francés que evolucionará hacia el absolutismo para

dirimir las variaciones de los distintos parlamentos europeos.

5 Recordemos que esta máxima fue utilizada por los patriotas en los albores de la independencia de los

Estados Unidos de América, tras la aprobación de la Stamp Act en 1765.

Page 11: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

4

1.2.- Metodología.

En cuanto a la metodología utilizada, hemos ido desarrollando diferentes

planteamientos a la hora de acercarnos al hecho histórico como es el nacimiento del

parlamento.

Si nos fijamos en el contexto, hemos establecido unos parámetros que responden

a la historia más cercana al positivismo para desarrollar los acontecimientos históricos

siguiendo la cronología con el objetivo de clarificar conceptos en un aspecto tan

complicado con numerosos problemas, asambleas, actos violentos y leyes que ha sido

necesario poner de manifiesto con su explicación.

Tomando como modelo el segundo punto del desarrollo de nuestro trabajo,

titulado la creación del corpus constitucional, nos hemos acercado más a la Historia del

Derecho porque hemos tenido que descubrir y analizar las claves más importantes de los

textos normativos del momento como son la Magna Carta, las Disposiciones de Oxford

y Westminster y los estatutos eduardianos, regulaciones y normas, en las que hemos

respetado los tecnicismos, que entroncan directamente con el complicado mundo del

derecho feudal donde todos los aspectos del reino estaban subsumidos por el estamento,

la desigualdad jurídica y política y la propiedad dentro de unas normas muy poco claras.

Además, hemos tratado un punto sobre ideología desde el punto de vista cultural,

tomando a la Iglesia como la principal generadora de doctrina política en la Edad

Media.

En el tercer punto del estudio, hemos utilizado el punto de vista de la historia

social para conocer la estructura estamental representada en el parlamento con el

objetivo de saber cuál fue el poder real de cada uno de los sectores en relación con la

política gubernamental, destacando el caso de los caballeros y los burgueses, ya que era

la primera vez que tenían una posición política dentro del reino. Igualmente hemos

desarrollado un punto sobre el ceremonial que, siguiendo el paradigma de la historia

social, nos permite destacar los puntos más importantes de la pompa dentro del

efectismo propio de las instituciones públicas con el fin de formar una separación clara

entre los distintos poderes de facto y el común de la población.

Por último, en el cuarto apartado, la historia comparada toma las riendas de la

redacción y su interés radica en dirimir si el parlamento fue una institución propiamente

inglesa, que proyectó su buen hacer sobre el resto de los reinos europeos o si por el

contrario, otros estados tomaron otro camino para llegar a sus instituciones

Page 12: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

5

representativas.

En fin, la metodología nos muestra un trabajo de corte histórico, pero con un

cariz multidisciplinar, puesto que utilizamos todos los ámbitos de la historia para

desarrollar qué es un parlamento medieval en su conjunto sin olvidarnos de su

desarrollo político, social y cultural. Asimismo, todo el estudio tiene el objetivo final de

llegar a conclusiones generales a través de los datos históricos, que se apoyan en la

transcripción literal de las fuentes primarias, textos tomados de volúmenes de

reconocido prestigio, que corroboran las ideas que vamos poniendo por escrito.

Page 13: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

6

Page 14: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

7

2.- ESTADO DE LA CUESTIÓN.

El desarrollo del parlamento en Inglaterra siempre ha sido y sigue siendo un

tema de historiadores británicos, puesto que pertenece a la historia de su país y muchos

son unos enamorados del sistema político que tiene Reino Unido, en parte heredero del

período medieval. Nosotros dividimos el estado de la cuestión en dos partes: una

primera en la que tratamos la aportación de los historiadores pioneros en su estudio y

una segunda en la que desarrollamos algún aspecto de la historiografía más actual.

2.1.- La historiografía tradicional6.

La historia del Parlamento inglés comenzó en el siglo XVIII con los documentos

editados y publicados por W. Prynne en su Brief Register Kalendar and Survey of the

several Kinds and Forms of all Parlamentary Writs (1659-1664), pero fue en 1819

cuando la Cámara de los Lores publicó el Report from the Lords Committees...touching

the Dignity of a Peer en la que emprendió la tarea de dar una visión de conjunto a todo

el tema.

Ya en el siglo XIX, tenemos la gran construcción de W. Stubbs (1825-1901), un

inglés, clerical y conservador de la época victoriana que quería mostrar cómo el pueblo

de Inglaterra, ya desde tiempos pretéritos, había llevado a cabo la misión de instaurar su

gran sistema político: el parlamentarismo. Su Constitutional History, son tres

volúmenes escritos entre 1874 y 1878, que desde el principio cosechó un inmenso éxito.

Para Stubbs, el Parlamento era una asamblea de carácter esencialmente político, que

había sido creada por unos barones patriotas en el siglo XIII y cristalizada bajo la

iniciativa de Eduardo I, considerado como el Justiniano inglés, cuya principal gloria fue

convocar el Parlamento modelo de 1295, nombre creado por el propio Stubbs.

Durante el siglo XIV, el órgano hizo grandes progresos y se transformó en una

institución fundamental que controlaba todo el espectro político del reino, llegando

incluso al apoyo de Enrique IV (1399-1413) en el destronamiento de su primo el rey

Ricardo II (1377-1399), que significó el triunfo de los Comunes sobre los magnates

6 Para conocer la historiografía temprana sobre el parlamento, hemos utilizado VAUCHEZ, DOBSON,

LAPIDGE, The Encyclopedia of the Middle Ages, pp. 1089-1090

Page 15: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

8

laicos y eclesiásticos, inaugurando el denominado “parlamento lancasteriano”,

calificativo del propio autor.

Aun así, desde 1885 comenzaron a arreciar críticas contra esta gran obra, pero

no fue hasta principios del siglo XX cuando se formó un grupo de historiadores anti-

Stubbs, dentro del cual se encontraban A. F. Pollard, quien desmontó los viejos mitos

del parlamento modelo y los autores H. G. Richardson y G. O. Sayles, que afirmaban

que el parlamento era un órgano eminentemente judicial y que no llegó siquiera a influir

ni un poco en la política regia, ya que los Comunes no fueron más que unos títeres de

los sectores poderosos.

De todos modos, desde los años setenta se ha ido imponiendo una visión que

pretende conciliar los dos enfoques siendo su principal autor J. G. Edwards, quien aduce

que los parlamentos eduardianos no tenían objetivos políticos ni judiciales sino que

tomaban las funciones del Consejo Real más alguna otra prerrogativa más.

En fin, podemos afirmar que para la historiografía tradicional todavía no ha

llegado el momento de hacer balance y que falta un poco más de historia comparada

para descubrir las particularidades del parlamento inglés en relación con otros.

2.2.- La historiográfica actual7.

A día de hoy, el parlamento inglés está siendo poco estudiado, destacando solo

unas pocas obras de algún historiador británico de reconocido prestigio, pero la tónica

general, como comentamos, es la preferencia por otros temas de la historia medieval

inglesa como la Guerra de los Cien Años.

En cuanto a las obras propias sobre la institución destaca la figura de J. R.

Maddicott, cuyo libro The Origins of the English Parliament 924-1327 del año 2010 es

la obra más novedosa acerca del tema, inaugurando una nueva visión sobre la

institución como órgano directamente vinculado con las instituciones centrales

anglosajonas y normandas. Asimismo, el autor pone de manifiesto la importancia de la

ideología para su desarrollo y niega significación de la llegada de los caballeros y los

burgueses como un punto de inflexión dentro de su actividad porque también ocurría en

el resto de Europa. Asimismo, la obra de J. S. Roskell sobre Parliament and Politics in

7 Hemos utilizado todos los libros referenciados, pero los autores más utilizados para realizar el presente

trabajo han sido D. Carpenter y J. R. Maddicott.

Page 16: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

9

the Late Medieval England (1981) es muy acertada si queremos relacionar el consejo

real y el órgano parlamentario. Otras obras son: The English Parliament in the Middle

Ages (1981) de R. R. Garfield Davies y J. H. Denton, Justice and Grace: Private

Petitioning and the English Parliament in the Late Middle Ages (2007) de G. Dodd y A

Short History of Parliament (2012) de C. Jones, aunque trata más la Edad Moderna.

Además, la página web del Parlamento Británico, así como la de los Archivos

Nacionales y la página web de la BBC tienen una muy buena colección de información

sobre el asunto.

Igualmente destacan otras obras, que a pesar de no desarrollar el tema

estrictamente, tienen que ver con su origen y evolución, como la obra de Maddicott

sobre Simón de Montfort (1994) o las distintas monografías sobre el reinado de Enrique

III de D. Carpenter como The Minority of Henry III (1990), The Reign of Henry III

(2003) en las que pone de manifiesto los principales hitos de este monarca destacando la

formación de la oposición nobiliaria y su proyección en el movimiento de reforma.

Otros títulos son: Simón de Montfort and Baronial Reform (1986) de R. F. Treharne,

Kings and Nobles in the Later Middle Ages (1986) de R. A. Griffiths y J. W. Sherborne,

así como una obra sobre la generación de la gentry de P. Coss, The Origins of the

English Gentry (2003). Además de los anteriores libros, algún historiador francés se ha

dedicado a investigar la vida del líder de los barones, dada su ascendencia francesa

como J. P. Genet con Simón de Montfot: baron ou homme politique (1998).

Además, tenemos varias obras en las que se comentan expresamente los textos

normativos sobre este período destacando Why Magna Carta? (2001) de N. Fryde,

Edward I (1988) e English Politics in the Thirteenth Century (1990), ambas de M.

Prestwich y Magna Carta (1992) de J. C. Holt en la que va desgranando todos los

aspectos más importante de la carta, así como las explicaciones de cada una de las

cláusulas. Otro libro más sobre textos sería el volumen III de la conocida obra English

Historical Documents, editada por la editorial Routledge.

Además, los diccionarios sobre Edad Media como The Encyclopedia of the

Middle Ages (2002) tienen un apartado expreso sobre el parlamento inglés y francés,

que permite compararlos y hay otras obras generales sobre Edad Media como The

Cambridge Medieval History (2005) y su apartado sobre los reyes de la dinastía

Plantagenet, realizado por D. Carpenter y Medieval England: A Reader 1000-1500

(2008) de E. Amt.

Page 17: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

10

Page 18: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

11

3-. CONTEXTO HISTÓRICO.

La historia del reino de Inglaterra en el siglo XIII está marcada, sin duda, por la

aparición del Parlamento como institución, así que nuestro objetivo en este punto, trata

sobre los acontecimientos políticos que dieron lugar a la puesta en marcha de dicho

organismo, tomando como referencia tres reinados: Juan I, Enrique III y Eduardo I.

3.1.- El Reinado de Juan I (1199-1216)8.

El 27 de mayo de 1199, Juan I fue coronado Rey de Inglaterra, tras la muerte de

su hermano, el rey Ricardo I, de quien heredó vastos territorios: el Imperio Angevino,

que estaba constituido por las tierras de Inglaterra, Irlanda, y los Ducados de Normandía

y Aquitania y el Condado de Anjou en Francia.

Recién llegado al trono, debió enfrentarse contra el rey de Francia, Felipe II

Augusto (1180-1223), quien atacó sus posesiones continentales con intención de

absorberlas por parte de la monarquía capeta. La derrota del rey Juan entre 1202 y 1204

se ha explicado mediante dos enfoques: por una parte, los Capetos habrían llevado a

cabo para el 1200 numerosas reformas administrativas, que les permitieron aumentar los

ingresos del fisco real y superar con creces el nivel económico del reino de Inglaterra, lo

que posibilitó la adquisición de nuevos territorios. Por otra parte, la dinastía Plantagenet

tendría una superioridad económica considerable, pero la pérdida de los ducados se

produjo por la incompetencia militar del rey Juan, denominado Sin Tierra.

Por tanto, la pérdida de sus posesiones, hizo que muchos barones tuvieran que

elegir entre establecer homenaje al monarca inglés o al francés y la mayoría eligieron la

traición a Inglaterra como la única forma de mantener sus posesiones. Asimismo, el

resto de su reinado lo dedicó infructuosamente a recuperar sus antiguas posesiones en el

reino de Francia gastándose grandes sumas de dinero, que obtenía de una desmesurada

presión fiscal sobre el reino de Inglaterra. Al final, organizó una alianza con Otón IV,

sacro emperador romano, Fernando, conde de Flandes y Enrique I, duque de Brabante

8 Para la realización de este punto nos hemos servido, sobre todo, de FRYDE, N., Why Magna Carta?:

Angevin England revisited. Münster, LIT, 2001 y HOLT, J. C., Magna Carta. New York, Cambridge

University Press, 1992.

Page 19: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

12

para derrotar a Felipe II, a quien se enfrentaron en Bouvines en 1214, recibiendo una

desastrosa derrota que, como Holt advierte, “Bouvines condujo directamente a

Runnymede”9.

Si la derrota en Francia significó para Juan I, la desafección de la nobleza hacia

su persona, el interdicto papal entre 1208 y 1213 implicó la animadversión de toda la

Iglesia inglesa en la amarga contienda que mantuvo el rey con el Papa Inocencio III por

la elección del nuevo Arzobispo de Canterbury. En 1206, los monjes de Canterbury

habían elegido para el cargo a petición del Papa a Stephen Langton, lo que provocó la

furia del monarca, que deseaba la elección de un candidato de su confianza para

intervenir en los asuntos eclesiásticos. El rey se negó a reconocer la elección y el Papa,

que se encontraba en su máximo poder, contestó con la aplicación de un Interdicto al

reino de Inglaterra en 1208 y excomulgó a Juan al año siguiente.

La aplicación de dicha medida significó en palabras de un cronista: “que los muertos

tenían que ser enterrados fuera de los cementerios consagrados y los esponsales y

matrimonios no podían ser celebrados en una iglesia, ni el servicio dominical ni la

entrega de los Sacramentos”10

.

Con todo, Juan I había puesto en su contra a todo el sector baronial y eclesiástico

del reino, pero el malestar aumentó una vez que nombró a su favorito Peter des Roches,

un poitevino, como Justiciar, una de las más altas magistraturas del reino, lo que causó

un tremendo revuelo en la nobleza ya que era considerado un extranjero y más tras el

fracaso en la guerra contra Francia. Ya en 1214, cerca de la batalla de Bouvines, el

Justiciar pidió la recaudación de un nuevo impuesto, el llamado “scutage” que sustituía

la obligación feudal de dar auxilio militar al señor, lo que determinó la negativa de los

barones del norte a pagar dicha tasa.

Todos estos acontecimientos que estamos presentando no hicieron más que

horadar el débil poder del rey Juan y cuando se produjo la derrota en Francia, una

guerra civil no tardaría en llegar, la Primera Guerra de los Barones (1215-1217)11

.

Debemos ver esta rebelión como una forma de la nobleza de frenar la arbitrariedad real

que pusieron en práctica los reyes normandos, por lo que no se trata de una

animadversión contra la figura del rey Juan, muy denostado por los cronistas como

9 HOLT, Magna Carta, p. 14.

10

FRYDE, Why Magna Carta?: Angevin England revisited, p. 30. 11

Su explicación la encontramos en FRYDE, Why Magna Carta: Angevin England revisited, pp. 4-24.

Page 20: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

13

sabemos, sino la manera de articular el poder real sin que sus actuaciones fueran en

contra de los intereses de las élites laicas y eclesiásticas. El poco afán del rey Juan por

adaptarse a las circunstancias, sus escasos éxitos militares y su injusticia a la hora de

gobernar, que eliminaba los dos pilares de la monarquía medieval: los éxitos militares y

un rey justo, fueron el “casus belli” que hizo que estallara una revuelta contra él, pero

los verdaderos antecedentes, debemos achacarlas al ambiguo derecho feudal que trajo la

dinastía normanda.

En cuanto al desarrollo de los hechos de la guerra baronial, debemos tener

presente que la oposición a Juan I se había formado ya al perder el Ducado de

Normandía, pero fue tras la derrota de Bouvines cuando la rebelión se precipitó. En la

Semana Santa de 1215 se encontraron en Stamford (Lincolnshire) cuarenta barones,

cinco condes y dos mil caballeros procedentes en su mayoría de los condados del norte

y del centro de Inglaterra y eligieron a Robert Fitz Walter como mariscal de la Armada

de Dios y de la Santa Iglesia. El nombre no es casualidad ya que el sector eclesiástico

tuvo un importante papel en esta disputa. Entonces los barones fueron hacia el sur y el

rey, que se trasladó a Oxford, envió a Stephen Langton y a William Marshal a

encontrarse con ellos, quienes les dieron los llamados Artículos de los Barones, germen

de lo que será la Magna Carta. Una vez que el rey tuvo el documento en su poder, las

crónicas nos cuentan que espetó: “¿por qué estos barones no piden mi reino de una

vez? Sus demandas son sueños vanos sin una sombra de razón”.12

Al rey no le quedó más remedio que negociar y citó a los rebeldes en el prado de

Runnymede el 15 de junio del mismo año donde puso su sello real a la Magna Carta.

La guerra no terminó ahí, puesto que los barones sabían que Juan I no iba a seguir los

postulados marcados por la carta. Además, el rey recibió una ayuda inesperada, el Papa

quien declaró ilegal la carta y escribió sobre los hechos acaecidos lo siguiente: “rechazo

y condeno totalmente este acuerdo porque significa que la Sede Apostólica ha sido

deshonrada, los derechos del rey lesionados, la nación Inglesa avergonzada y todo el

plan para una cruzada puesto en serio peligro”, y terminaba descalificando a los

barones porque “son peores que los sarracenos”.13

Al final, la facción baronial eligió como líder al delfín de Francia, Luis, quien

invadió Inglaterra, pero el 19 de octubre de 1216 el rey Juan moría dejando un reino

devastado por la guerra e invadido por las tropas francesas. Entonces los barones, que

12

FRYDE, Why Magna Carta?: Angevin England revisited, p. 19. 13

FRYDE, Why Magna Carta?: Angevin England revisited, p. 22.

Page 21: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

14

ya no veían peligro lucharon contra el delfín hasta que lo derrotaron un año más tarde.

Según algunos historiadores y a modo de balance del reinado de Juan I, “el mejor

servicio que el rey hizo a su reino fue morir en el momento adecuado”14

.

3.2.-. El Reinado de Enrique III (1216-1272)15

.

Ningún rey de Inglaterra ascendió al trono en una situación tan desesperada

como Enrique III debido a la invasión francesa que estaba asolando el reino. Su reinado

se puede dividir en dos períodos con una cesura en 1227: la minoría de edad, hasta esa

fecha y el gobierno personal hasta su muerte. Asimismo, en esta segunda parte, vamos a

dedicar unos apartados a explicar en primer lugar, la figura de Simón de Montfort desde

1258 y la Segunda Guerra de los Barones (1264-1267), en segundo término.

3.2.1.- La minoría de edad.

Como hemos anunciado, el reinado de Enrique III comenzó con una minoría, lo

que significa que el poder de facto lo detentaba un Consejo de Regencia que había

nombrado su padre. De esta forma, el regente era William Marshal, que se apoyaba en el

Justiciar, Hubert de Burgh y dos legados papales. Su primer cometido fue expulsar del

territorio a las tropas francesas, objetivo que fue cumplido y después, llevar a cabo la

reconstrucción del reino en dos frentes: el económico, es decir arreglar la destrucción

del territorio y el político, esto es, reconstruir los poderes reales detentados antes de la

guerra contra la baronía.

Para enfrentar los problemas se convocó el “magnum concilium” del 2 de

febrero de 1225, que ha sido considerado como un antecedente de los parlamentos del

siglo XIII, que vamos a desarrollar más adelante.

14

FRYDE, Why Magna Carta?: Angevin England revisited, p. 24. 15

Para la redacción de todo este epígrafe hemos utilizado todas las obras de Carpenter, D., The Reign of

Henry III, London, Continuum International Publishing Group, 2003.

Page 22: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

15

3.2.2.- El gobierno personal.

Como hemos anunciado, en 1227, Enrique III tomó las riendas del reino de

Inglaterra, una vez cumplida la mayoría de edad y sus primeros años como rey muestran

un largo período de paz tanto en el contexto europeo como en el interior del reino. La

razón fundamental es el propio carácter del monarca contrario a su padre en todos los

sentidos: Enrique III era piadoso, casto y vago y tenía como modelo a Eduardo el

Confesor, aunque también debemos pensar en la falta de recursos financieros como

freno a cualquier acción bélica.

Aun así, su gran interés residía en recuperar el Ducado de Normandía, pero la

verdad es que Enrique era la última persona capaz de dirigir una expedición militar

exitosa por lo que, con gran pragmatismo el consejo real puso en marcha una política

diplomática que comenzó dando frutos, pero acabó siendo un desastre. Los problemas

en su política exterior, que empeoraron su situación en el interior, comenzaron en 1255

cuando Enrique aceptó la oferta papal del trono siciliano en beneficio de su segundo

hijo Edmundo. Su intención era doble: derrotar por la vía diplomática a cualquier

candidato Capeto y establecer un reino muy rico en el Mediterráneo como

compensación por la pérdida de Normandía. A su vez, el rey tenía intención de colocar a

su hermano Ricardo, conde de Cornwall como emperador del Sacro Imperio para que la

dinastía Plantagenet fuera de nuevo, la familia real dominante en Europa. El problema

fue que ninguna de las dos candidaturas llegaron a hacerse con el poder mientras el

Papa demandaba a Enrique las 90.000 libras por colocar a su hijo en el trono de Sicilia,

un montante que debió pagar la Iglesia inglesa, a quien elevó intensamente la presión

fiscal. De esta forma, al igual que su padre, Enrique perdió el favor de la Iglesia que

había tenido en sus primeros años de gobierno.

Además, perdió el favor de los grandes magnates del reino tras su fracaso en la

expedición que llevó a Gales en 1257, lo que demostraba su incapacidad militar, pero

sobre todo, fueron las pugnas cortesanas por la articulación del patronazgo regio lo que

terminó por horadar su poder. En la corte encontramos dos familias nobiliarias que

competían por obtener el favor real: en primer lugar, los saboyanos liderados por Pedro

de Saboya, familiares de la reina Leonor de Provenza y en segundo lugar, los Lusignans

liderados por Guillermo de Valence, hermanastro del rey al casar su madre en segundas

nupcias con el conde de Lusignan.

Como observamos, el consenso de la comunidad del reino consagrado en la

Page 23: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

16

Magna Carta fue silenciado, lo que fue horadando los apoyos del monarca tanto de los

magnates como de la “gentry” condal.

3.2.3- Simón de Montfort16

.

Al igual que cualquier personaje histórico, Simón de Montfort ocupa en la

memoria colectiva británica una posición ambigua: para unos, fue un simple dictador

que defendía sus intereses personales y para otros, fue el creador de la monarquía

parlamentaria al defender el bien común.

Simón nació en 1208 en el seno de una prestigiosa dinastía nobiliaria: su padre

era Simón III de Montfort, el líder de la Cruzada contra los albigenses y su madre Alicia

de Montmorency. Veamos brevemente la figura de Simón III cuya madre era una de las

herederas de su hermano Robert de Beaumont, conde de Leicester, que comprendía

asimismo el título de “Steward”17

de Inglaterra. Por ello, Simón III debió rendir

homenaje al rey de Inglaterra para reivindicar las posesiones Beaumont aunque no

consiguió convertirse en el propietario. Fue su hijo, Simón IV quien se benefició de las

disputas cortesanas entre los Saboyanos y los Lusignan cuando Enrique III le otorgó en

1231 el título y las posesiones del condado de Leicester en un intento por generar una

nobleza que lo apoyara.

Convertido en un magnate inglés, rápidamente las deudas condales comenzaron

a sangrar su fisco con lo que buscó un matrimonio con una mujer de alta alcurnia. Para

ello, se alió con Guillermo de Saboya, tío de la reina obteniendo la mano de la hermana

del rey, la princesa Leonor y concertando una unión real, que lo catapultó a la fama, al

enriquecimiento y al centro del poder político, la corte. Para 1258 Simón de Montfort es

un barón de gran prestigio, que va trazando sus alianzas de acuerdo a sus intereses para

participar en la articulación del poder dentro del reino.

16

Para la realización este apartado hemos utilizado GENET, J. P., “Simón de Montfort: baron ou homme

politique”, en Médiévales, 1998, 34, pp. 53-68 y MADDICOTT, J. R., Simón de Montfort. Cambridge,

Cambridge University Press, 1995.

17

Mayordomo de Inglaterra.

Page 24: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

17

3.2.4.- La Reforma y la Segunda Guerra de los Barones18

.

La problemática con el Papado, el fracaso de la intervención militar en Gales, la

sublevación gascona, las disputas cortesanas, los problemas condales llevaron al rey a

perder gran parte de los apoyos que se habían gestado durante su minoría. Todo ello dio

paso a dos momentos clave para la historia del parlamentarismo inglés: el período de la

reforma entre 1258 y 1263 y la guerra civil entre 1264 y 1265.

Todos los problemas llevaron a los condes de Gloucester (Richard de Clare),

Leicester (Simón de Montfort), y Norfolk (Roger Bigod) y Hugh Bigod, John Fitz

Geoffrey, Pedro de Saboya y Pedro de Montfort a aliarse y enfrentarse al monarca

obligando a expulsar de la corte a los extranjeros y a aceptar la reforma del reino por un

comité de 24 miembros. Así, con el beneplácito regio, se forma un grupo de trabajo con

doce representantes de los barones (cuatro de ellos, son hombres de Montfort: Walter

Cantiloupe, Ricardo de Grey, Pedro de Montfort y Hugo Despenser) y doce

representantes del rey, reuniéndose en la ciudad de Oxford el 11 de junio. De esta

reunión saldrán las Petitions of the Barons, que cristalizarán en las Provisions of Oxford,

una vez que los representantes reales se queden en tres formando entonces un comité de

quince miembros. De esta forma se va limitando el poder arbitrario del monarca y los

barones extienden esas restricciones no sólo a sus vasallos sino también a toda la

comunidad del reino.

Asimismo, bajo el liderazgo de Simón de Montfort surgen las Provisions of

Westminster (1259), que muestran a un líder carismático preocupado por aunar

esfuerzos en incluir a los sectores importantes de la población inglesa, incluso en

detrimento de los intereses de los barones, lo que va minando su confianza. La guerra

civil parece inminente, pero entran en escena los sectores de la “gentry”, quienes se

oponen a la nulidad de las Provisions of Westminster, pero esto no hace más que dividir

al sector baronial entre Montfort, partidario de extender el movimiento de reforma, y los

demás magnates liderados por el conde de Gloucester, quienes acuerdan establecer un

pacto con el monarca para limitar la reforma únicamente a la corte regia. De esta forma,

el único barón que se muestra contrario al arbitraje con el monarca es Simón de

Montfort, que decide partir al exilio en Francia en 1261 y el monarca vuelve a tomar el

control del consejo real.

18

Hemos extraído los datos de aquí: GENET, J. P., “Simón de Montfort: baron ou homme politique”, pp.

53-68

Page 25: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

18

Vemos, por tanto, el triunfo indudable del rey Enrique III, que desde el interior

del movimiento de reforma, lo va vaciando de contenido. Es sin duda, la división en el

sector aristocrático, lo que hace fracasar el reformismo baronial. A pesar de todo, el rey

continúa errando en su política y el descontento es cada vez mayor en todas las partes

del reino. Podemos afirmar que la reforma del reino para acercarlo al siglo XIII era

necesaria, puesto que no se podía vivir con estructuras estamentales del primer rey

Plantagenet, pero mientras que en otros reinos, la reforma se hizo desde arriba, es decir

desde la más alta institución del reino, la corona, como es el caso de Francia con Luis

IX, pero en Inglaterra la monarquía no deseaba llevar a cabo cambios y por ello los

sectores descontentos de la sociedad liderados por las élites fueron los que impulsaron

la reforma del reino, pero al no contar con el beneplácito regio, el proceso de

transformación se hizo por medio de la violencia y la guerra.

De esta forma, Simón de Montfort es de nuevo llamado por los barones para

liderar una revuelta, que fuerce al rey a potenciar la reforma del reino instaurando de

nuevo las Disposiciones de Westminster. Una vez que llega a Inglaterra, el reino se

divide en dos facciones, la baronial y la real. Comenzando por la primera, los barones se

encuentran liderados por Simón de Montfort, quien considera el combate como una

verdadera cruzada y ve en sus filas el ejército de Dios, pero sus apoyos son escasos y

frágiles. El más importante es sin duda la ciudad de Londres, que se rebela contra el rey

cuando su hijo el príncipe Eduardo llama a mercenarios templarios para defender el

trono de su padre. Asimismo, el burgo de Canterbury y la Confederación de los cinco

puertos también le presta ayuda, así como amplios sectores de la Iglesia y de las

universidades, además de los caballeros y la “gentry” de los distintos condados sobre

todo de las “Midlands”. Por contra, dentro de la facción aristocrática hay muchos

magnates que aprovechan la situación de fuerza para imponer su autoridad sobre las

élites locales y realizar pillajes en los condados, lo que enfría el favor inicial de la baja

nobleza y la burguesía por la figura de Montfort. Por contra, la facción real está liderada

por el Príncipe Eduardo, que cuenta con unos apoyos sólidos entre los sectores de la alta

nobleza, sobre todo del centro y suroeste del reino (los señores de las Marcas Galesas

destacando Roger Mortimer), además de mercenarios a sueldo, que inclinarán la balanza

a su favor.

Montfort establece el castillo de Kenilworth como la base de las operaciones de

los barones pensando ya en la inevitable guerra. Aun así, el rey y el líder aristocrático

piden el arbitraje de Luis IX, rey de Francia para que arbitre una posible salida sin

Page 26: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

19

violencia, que resuelve en la Mise d´Amiens el 23 de enero de 1264, en el que deja sobre

papel mojado las Disposiciones, ya que el rey tiene el derecho de elegir a los miembros

de su consejo regio. El rechazo de la Mise d´Amiens por los barones significó el

comienzo de la guerra civil, la denominada Segunda Guerra de los Barones entre 1264 y

1265.

La batalla de Lewes (14 de mayo de 1264) fue el gran enfrentamiento de esta

guerra, desarrollada por Montfort con gran fervor religioso y con mucho éxito. De esta

forma, se capturó al rey y su hijo Eduardo, a quienes se impusieron unas condiciones de

liberación muy duras: el rey debía reafirmar su intención de cumplir los mandaros de las

Provisiones de Westminster, eliminar los sectores extranjeros de la corte y el consejo

real y restaurar a los barones sus prerrogativas. De esta forma, fue liberado, pero se

mantuvo cautivo al príncipe Eduardo para verificar el cumplimiento de la palabra del

rey. Rápidamente se crea una ideología que legitima el golpe de fuerza de Simón de

Montfort y en su generación se encuentra la Iglesia, sobre todo los franciscanos que

afirmaban que su inesperada victoria fue obra de Dios, que le mandó terminar con la

injusticia del monarca. Así, encontramos la Canción de Lewes escrita por un teólogo de

la Universidad de Oxford. (Ver Anexo, texto 1).

Su inesperada victoria y la captura del monarca y el heredero, aumentaron su

prestigio y lo que es más importante, consiguió disponer de toda la administración real a

su voluntad, utilizando de una forma nueva el título de Mayordomo de Inglaterra. En

efecto, desde mayo de 1264 a agosto de 1265, Simón de Montfort tiene todo el poder y

todas las prerrogativas de un monarca. El “Steward” decide convocar un Parlamento

reunido en Westminster en junio de 1264 para legitimar su situación, de tal forma que el

consejo del reino será elegido por un triunvirato. Con su poder intacto, decide convocar

otro Parlamento reunido en Westminster de nuevo el 20 de enero de 1265, para liberar a

Lord Edward bajo unas estrictas condiciones basadas principalmente en el

cumplimiento de las distintas Provisiones.

Las tropas del hijo de Montfort debían encontrarse con las de su padre, pero

Eduardo lo interceptó y tomó los pendones baroniales, llegando al fin donde se

encontraba el ejército de Simón. La sorpresa fue mayúscula y Eduardo engañando a los

barones con sus propias insignias, tomó las principales colinas y arrastró a todo el

ejército baronial en la llamada batalla de Evesham el 4 de agosto de 1265. Al final,

Simón de Montfort fue asesinado y su cuerpo cercenado, dando comienzo su

santificación por el campesinado y el bajo clero afirmando que se aparecía y realizaba

Page 27: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

20

milagros.

Aun así la guerra no terminó y el resto del ejército de los barones se hizo fuerte

en el castillo de Kenilworth cuando Enrique III sentenció la ocupación real de las

propiedades de los barones que habían apoyado a Montfort. Esta situación se irá

resolviendo poco a poco mediante el Dictum de Kenilworth (octubre de 1266), por el

cual los desheredados podían volver a comprar sus propiedades a la corona, una medida

para obtener liquidez en las arcas regias tras la guerra civil.

3.3.-El Reinado de Eduardo I (1272-1307)19

.

Cuando Enrique III murió en 1272, su hijo el príncipe Eduardo se encontraba

inmerso en la Novena Cruzada (1271-1272) en Tierra Santa y no volvió hasta agosto de

1274. Como hemos visto, su trayectoria en su juventud como heredero lo convirtió en

un líder increíblemente preparado. Ciertamente, Eduardo I había aprendido mucho

durante el período de Reforma y la Segunda Guerra de los Barones, sobre todo, a tratar

de mejorar las instituciones de la monarquía para controlar mejor el reino mediante la

incorporación de la mayoría de los sectores sociales de Inglaterra; y para ello vio en el

Parlamento, el órgano fundamental que le permitió ejercer el poder de acuerdo a los

intereses de los poderosos sin marginar al resto. Por una parte, se dedicó a pacificar el

reino del descontento popular y, de otra, reconstruyó las finanzas reales que se habían

colapsado hace ya largo tiempo. Asimismo, este rey es recordado en la memoria de

cualquiera como el conquistador de Gales y el azote de los escoceses, aunque sin éxito

en este último aspecto. Como podemos observar, su afán de reforma y su liderazgo

bélico son dos diferencias con la forma de gobernar de su padre, que harán de su

reinado un período de estabilidad, crecimiento y autoridad de la figura del monarca.

Recién llegado a Inglaterra comenzó a realizar una serie de medidas de reforma

del reino. Estamos hablando del Período de los Estatutos eduardianos que como

estipula el Estatuto de Westminster “tratar de corregir el estado del reino en aquellas

políticas que sea necesaria una rectificación”20

.

19

Hemos utilizado dos obras, CARPENTER, D., “The Plantagenet Kings”, en AA.VV., The Cambridge

Medieval History. New York, Cambridge University Press, 2005, vol. III y PRESTWICH, M., Edward I.

Los Ángeles, California University Press, 1988.

20

CARPENTER, D., “The Plantagenet Kings”, pp. 342-343.

Page 28: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

21

4-. LA CREACIÓN DEL CORPUS CONSTITUCIONAL.

Una vez que hemos desarrollado el contexto político en el que se desenvolvió el

Parlamento, debemos continuar analizando los pormenores de su articulación como

institución a la par que el desarrollo político, mediante el estudio de las distintas

disposiciones que lo llevaron a su creación y posterior evolución, a partir del desarrollo

del contexto ideológico en el que se inspiraron las distintas resoluciones.

4.1.- Los inicios: Magna Carta, 1215 21

.

La Magna Carta es un documento poco gratificante para la lectura general. Está

llena de tecnicismos de la ley feudal, y cuando éstos se terminan comprendiendo, la

mayoría de las disposiciones parecen excesivamente mundanas. No hay en ella ninguna

declaración altisonante de principios, ni una teoría política claramente definida. De

hecho, podemos afirmar que se trata de una carta de libertades y no de una carta de la

libertad, ya que se trata de poner por escrito unos preceptos para proteger a las clases

altas de la iniquidad de un monarca omnipotente y no se enuncian en ningún caso unos

derechos abstractos del hombre. Incluso un decano de la Facultad de Derecho de

Harvard estableció el siguiente juicio desmitificador: “Quienquiera que haya leído la

Magna Carta, ya sea en latín o en su traducción inglesa se habrá quedado sorprendido

de lo que encontró allí o de lo poco que encontró allí”.22

En el presente trabajo vamos a dedicar unas líneas a presentar únicamente las

cláusulas principales para comprender The Great Charter como un antecedente del

Parlamento, dejando constancia de que hay otros artículos muy novedosos que no

podemos analizar debido al tema que estamos tratando.

El Capítulo I proclama la libertad de la Iglesia de Inglaterra, garantiza sus

derechos con particular hincapié la libertad e independencia de sus elecciones;

21

Existen cuatro copias originales de la Magna Carta y todas están escritas en latín aunque luego fue

traducida al francés. Recordemos, asimismo, la importancia de la carta para los Estados Unidos en su

independencia de la metrópoli.

22

Citado por SATRÚSTEGUI GIL-DELGADO, M., “La Magna Carta: Realidad y Mito del

Constitucionalismo pactista medieval”, en Historia Constitucional, 2009, 10, p- 251.

Page 29: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

22

recordemos la pugna entre el rey y el Papa por la elección del Arzobispo de Canterbury.

(Ver anexo, texto 2.1)

Pero, sin duda los dos artículos más importantes y más innovadores desde el

punto de vista político y que entroncan directamente como antecedentes del

parlamentarismo son dos: el primero es el capítulo XII, que requería la autorización del

“per commune consilium regni nostri”, una frase que implícitamente requiere un órgano

para aprobar ciertos impuestos como el “scutagium” y el “auxilium” o servicios. (Ver

Anexo, texto 2.2).

No hay duda de que estas cláusulas daban un enorme poder al consejo común

del reino, es decir, una institución en el que estuvieran representados los sectores

sociales para aprobar ciertos impuestos, aunque en la actualidad hay muchos que

rebajan las expectativas de que esta frase tan corta fuera el embrión del poder tributario

del parlamento, ya que sólo serían convocados a ese consejo común, únicamente los

sectores más cercanos al rey. Aun así, debemos pensar que es un articulado muy

novedoso, que limita el poder real en algo tan importante como la forma en la que

desarrolla su hacienda y mediante la evolución de esta prerrogativa fiscal, este órgano

en principio tributario y con poco poder decisorio, va a ir nutriéndose de más

disposiciones y más sectores sociales representados.

Por otra parte, el segundo capítulo importante y en relación con el anterior sería

el LXI, que pretendía asegurar la vigencia de la Magna Carta frente a la más que

probable resistencia del rey Juan. (Ver Anexo, texto 2.3). Se estipula, por tanto, la

creación de un mecanismo de garantía basado en la elección por los barones de un

consejo formado por veinticinco nobles, quienes velarían por el cumplimiento de las

libertades consagradas en la carta.

Por tanto, la Magna Carta es un texto fundamental, en el que encontramos una

gran extensión social de los derechos o de la imposibilidad del rey de saltárselos, ya que

no sólo afecta al sector más privilegiado de la sociedad sino también a un amplio elenco

de personas, instituciones y burgos como la Iglesia, la ciudad de Londres o incluso,

todos los hombres libres (freemen). Sin duda estas dos ideas podemos compararlas con

nuestro país; recordemos que en la Corona de Aragón el rey otorgó en 1287 los

Privilegios de la Unión a los nobles, que basaban el poder del monarca en el pacto de

proteger a sus súbditos y conservar las leyes del reino. En sí, un historiador liberal del

siglo XVIII como Blackstone afirmó que lo que hace la Carta es recuperar los principios

del viejo derecho sajón, previo a los normandos y, por tanto, dulcifica y atenúa el rigor

Page 30: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

23

del sistema feudal establecido por estos conquistadores. Por último, la Carta instaló un

precedente de limitación del poder real, que al ser eliminado por el monarca, terminará

por legitimar una guerra en contra de los abusos regios23

.

4.2.- La Comunidad del Reino24

.

Ya hemos comentado que la cláusula XII de la carta señala que los “servicios” al

monarca serán autorizados por el “consejo común del reino” y, por tanto, lo que vamos

a realizar en este punto es dirimir quién, cómo y cuándo se forma la Comunidad del

Reino, que al fin y al cabo es la que puede variar la política regia.

Para continuar con la articulación de un Parlamento en el Reino de Inglaterra, el

siguiente momento clave tras la aprobación de la carta es, sin duda, el Gran Consejo de

1225, durante la minoría de edad de Enrique III cuando el reino estaba dominado por el

Regente, William Marshall. El 2 de febrero de ese año, el Consejo de Regencia convocó

una asamblea que las crónicas califican de “magnum concilium” reunida en Londres

para hacer frente a una crisis. Poitou estaba en manos francesas desde un año antes,

Gascuña se encontraba bajo amenaza y una invasión francesa de Inglaterra era cada vez

más probable. Tras más de una semana de intenso debate, el acuerdo fue alcanzado el 11

de febrero en los siguientes términos: los magnates concederían al monarca una

contribución general del 15 % de todos los bienes muebles a condición de que el rey

reeditara la Magna Carta y la Carta de los Bosques. Según las crónicas, la tasa general

fue concedida al rey por: “los arzobispos, obispos, abades, priores, condes, barones,

caballeros, arrendatarios libres y todo el mundo en nuestro reino”25

, formándose la

denominada Comunidad del Reino.

En muchos aspectos, el Gran Consejo significó el comienzo de un paradigma

para el resto de las asambleas de los siglos XIII y XIV, pero debemos recordar que

todavía no se había producido la convocatoria de los representantes de las ciudades.

23

Esta idea la hemos obtenido de SATRÚSTEGUI GIL-DELGADO, “La Magna Carta: Realidad y Mito

del Constitucionalismo pactista medieval”, p. 253 de donde recoge la opinión de Sir W. Blackstone.

24

Hemos extraído la información de MADDICOTT, The Origins of the English Parliament 924-1327, pp.

106-156. 25

MADDICOTT, The Origins of the English Parliament 924-1327, pp. 152.

Page 31: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

24

Como hemos visto, el consejo fue convocado con anticipación a una campaña bélica y

no sólo para proveer de fondos al rey a la hora de llevarla a cabo sino también para

organizar la futura defensa del reino. Fue, por tanto una causa sobrevenida, el peligro

del reino ante el invasor, por la que se forjó un consenso entre todas las fuerzas

importantes de la sociedad siguiendo el siguiente modelo: el rey demanda un servicio y

la comunidad del reino lo concede a cambio de que vuelva restablecer la Magna Carta,

es decir, a cambio de una rectificación en los agravios cometidos.

4.3.- Los inicios de la política parlamentaria26

.

La minoría de edad de Enrique III había establecido un gran consejo como la

fuerza principal en la acción política del momento y confirmó el alineamiento con las

libertades consagradas en las Cartas. En los años centrales del reinado de Enrique III el

Parlamento emergió como una institución que fue tomando forma y que con algunas

variaciones, llegó incólume al final de la Edad Media.

Una señal de la consolidación de la institución es la aparición del nombre como

la conocemos hoy en día, esto es el uso frecuente de la palabra “parlamento”. Para

1230, la mayor parte de las asambleas en las que se reunía la comunidad del reino, eran

conocidas como “parlamentos” y en 1236 tenemos constancia del primer escrito oficial

en el que aparece la palabra “parlamentum”. A partir de ahí, la propia literatura y los

distintos cronistas comenzaron a utilizar el término; el primero, Mateo de París en La

Estoire de Seint Aedward le Rei, pero en el ámbito de la cronística del momento es en su

Chronica Maiora donde aparece reflejado el término “parlamentum” para la asamblea

de abril de1239. Tras Mateo de París, numerosos cronistas tomaron el testigo y el

nombre acabó por calar en la sociedad inglesa, un hecho que nos hace pensar en la gran

importancia que estaba tomando el órgano dentro del reino y de la población.

En cuanto al desarrollo de la que podemos llamar la primera edad del

Parlamento, caben destacar dos hechos que supusieron el crecimiento y la consolidación

de la institución: el primero de ellos, la pérdida de la mayoría de las posesiones

continentales de la corona y el consecuente descenso de la itinerancia de la monarquía

inglesa, ahora vuelta hacia sus posesiones insulares, más que a Francia; y, el segundo, la

26

MADDICOTT, The Origins of the English Parliament 924-1327, pp. 157-232.

Page 32: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

25

emergencia de Westminster como la sede de gobierno del reino y el foco de los intereses

religiosos del monarca. De acuerdo al primer punto y para que nos hagamos una idea,

Enrique II, el primer rey Plantagenet, estuvo casi 22 años de 34 fuera de Inglaterra, es

decir más de la mitad de su reinado mientras que Enrique III, su nieto, estuvo en el

extranjero 4 años y cinco meses de un total de 57 años de reinado, uno de los más largos

de la historia inglesa. A pesar de este cambio, su contribución al crecimiento del

parlamento no fue directa, pero marcó un precedente: con el rey en Inglaterra, las

asambleas podían ser convocadas y desarrolladas con una gran regularidad y

previsibilidad y por tanto, su majestad no podía escabullirse de su control, puesto que se

daba por sentado que un parlamento debía establecerse con la presencia del monarca. En

cuanto al segundo punto, Enrique estableció en términos prácticos la sede de su

gobierno en Westminster, ya que antaño desde el pasado anglosajón, la base del poder se

encontraba en la ciudad de Winchester. Al final, el lugar presentaba todos los elementos

para ser considerado como capital: santuario dinástico, un centro de culto, la residencia

palaciega y la sede del gobierno.

Una vez que dio comienzo el gobierno personal de Enrique III en 1227, primero

gobernó con ayuda de unos ministros y luego fue cada vez más independiente y

presionó a las élites, que utilizaron el parlamento como una forma de responder a los

cambios abusivos que estaba realizando rompiendo el consenso. Aun así, el rey

necesitaba el apoyo nobiliario para llevar a buen término estas cuatro vías que acabamos

de explicar y eso significaba una mayor influencia para el consejo y más a largo plazo

para la aparición y posterior evolución del parlamento. Entre 1237 y 1258, hasta en diez

ocasiones, el monarca demandó un nuevo impuesto y en todas ellas, todos fueron

denegados.

Estas negativas forzaron a Enrique a buscar nuevas formas de financiación y

encontró que en los condados no necesitaba el “common council of the realm” para

demandar mayores contribuciones a la hacienda regia. Los recursos que tomó de las

provincias fueron cuatro: el primero, las propiedades del sheriff; el segundo, los propios

beneficios derivados de la economía condal; el tercero el impuesto a los judíos, que

aumentaron la presión fiscal sobre sus deudores, en esencia miembros de la “gentry” y

los caballeros; y por último la Iglesia provincial. Las consecuencias fueron claves, hubo

un crecimiento rápido e intenso de la presión fiscal sobre los condados y ello repercutió

en el aumento de los abusos de los oficiales reales y nobiliarios para obtener los

recursos demandados por la corona, así que al final un profundo malestar de la

Page 33: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

26

“gentry”, los caballeros y los pequeños barones se apoderó de la campiña inglesa. Aquí

tenemos la razón que diferencia a la Magna Carta de las Disposiciones de Oxford y

Westminster, sin duda es la distinta aportación social a su elaboración que marca el

contenido de las mismas, es decir, mientras que la Magna Carta fue una creación

estrictamente baronial, las distintas provisiones recibieron el aporte de las gentes de los

condados, asfixiados por los atropellos no sólo de los oficiales reales sino también de

los nobiliarios, así que su temática se refiere ya a todo el reino y no sólo al centro del

poder.

Desde un primer momento, se intentó desde el parlamento presionar al monarca

para que éste eligiera a sus oficiales, pero no hubo manera y es el dominio en temas

políticos lo que le faltaba a la institución para constituirse como tal. Vemos cómo en

materia fiscal, el organismo sí tiene prerrogativas, pero no así en la política diaria,

donde sus poderes se ven limitados. A pesar de todo, se realizaron intentos por elegir al

consejo real, pero no será hasta 1258 cuando el propio parlamento se apropie del mismo

gobierno.

Ya sólo queda comentar de este período, la representación parlamentaria, es

decir quién era convocado al parlamento. Es, sin duda, la otra pata para que podamos

afirmar que existía una institución parlamentaria, además de su dedicación a temas

fiscales y políticos, aunque éstos no se conseguirán hasta 1258. Según J. Maddicott para

el año 1240 se fue formando un parlamento con prácticamente representantes de todos

los sectores sociales libres, sin el campesinado. Para ese año, la asamblea era mucho

más representativa que en el año 1225, ya que todo ese conglomerado de “todos los

hombres libres en nuestro reino” se había ido concretando. No fue hasta la parte central

del reinado de Enrique III cuando se llevó a la práctica la noción de representación

implícita en la carta; esto es, los intereses de muchos representados por unos pocos, sin

ninguna clase de elección. Para llegar a ese punto, los tres períodos en los que el rey

demandó servicios, en 1225, 1232 y 1237 fueron vitales. Según los cronistas, en cada

uno de esos períodos, se fue explicitando cada vez más quién era esa masa de hombres

libres. Recordemos que sobre éstos recae la mayor parte de la presión fiscal y por tanto,

de la contribución al monarca y fue una respuesta pragmática de la corona, hacerlos

llamar a una asamblea dada su escasez de dinero.

Aun así, los cambios en la representación desde el gran consejo de 1225 no sólo

son necesidad del monarca. Paralelamente, hay un componente ideológico de gran

importancia, proveniente de la ley canónica romana e introducido en el reino de

Page 34: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

27

Inglaterra por los clérigos en sus concilios diocesanos y que en ese momento estaba

impregnando la sociedad secular. Este proceso responde a dos principios: el primero, las

contribuciones no podían ser impuestas sin el consentimiento del contribuyente y el

segundo, el conjunto de los contribuyentes podía mandar a un representante para actuar

en su nombre y buscar un acuerdo. La máxima de estos dos principios, “Quod omnes

tangit ab omnibus approbari”, “lo que afecta a todos, debe ser aprobado por todos”

fue migrando desde el derecho privado a la esfera pública27

. Esta máxima procede del

IV Concilio de Letrán (1217) cuyos preceptos fueron llegando a Inglaterra en la década

siguiente. Gracias a este principio, los preceptos de la Magna Carta sobre la aprobación

por el consejo común del reino fueron cristalizando en el gran consejo de 1225 y

después en la convocatoria de los caballeros, sectores de las “gentry” y los

representantes de los burgos.

Fue en el parlamento de abril de 1254 cuando por primera vez se tiene

constancia de la convocatoria de los caballeros de los condados a través de un proceso

electivo. Este hecho demuestra dos procesos: el primero, no fue como tradicionalmente

se piensa la convocatoria de los representantes de los condados en el Parlamento de

Simón de Montfort de 1265 sino antes, y el segundo, tan hondo había calado la máxima

de “quod omnes tangit” en la sociedad, que los propios magnates laicos y eclesiásticos

presionaron al rey para convocar a sus vasallos, ya que según ellos, no podían imponer

un nuevo impuesto sin el consentimiento de los afectados. Asimismo, en este

Parlamento se convocó también al bajo clero por las mismas razones que con los

caballeros, pero la llegada de los representantes de las ciudades es más compleja porque

no tenemos tantas crónicas ni tan fehacientes. Al final, las razones para convocarlos son

tres: la riqueza de los burgos, la necesidad de dinero y la ideología eclesiástica. Aun así,

sabemos que antes del parlamento de Montfort, en 1225, habían sido convocados

representantes de las ciudades de los Cinque Ports.

En resumen, podemos observar cómo entre 1225 y 1258 las primigenias

asambleas se han convertido en un parlamento cuyos representantes proceden de

muchos estratos sociales. Además, es un órgano reconocido por la población inglesa

para presentar sus quejas y debatir el estado del reino, en temas fiscales, pero no

políticos. Por último, la máxima “quod omnes tangit” permitió el paso de una asamblea

de notables a un parlamento representativo de la sociedad inglesa plenomedieval.

27

Nos parece muy importante reseñar esta máxima como una ideología inmersa en las mentalidades

inglesas de entonces y de hoy.

Page 35: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

28

4.4.- El movimiento de Reforma.

En 1258, el período conflictivo entre el rey y los magnates desde 1230 culminó

en una crisis final y un nuevo comienzo. Tras más de veinte años de quejas y protestas,

las tentativas para influir en el gobierno del rey e incluso la negativa continuada a

garantizar la imposición de nuevos impuestos habían probado la insuficiencia política

del parlamento y las limitaciones de la Magna Carta. Se trataba, por tanto, de hacer del

órgano parlamentario una institución de tipo político, capaz de influir en la política

cotidiana del consejo real. Con todos estos problemas, la única solución que se

presentaba ante los ojos de los barones era la reforma profunda del reino, es decir la

asignación de influencia política al parlamento, y ello pasaba por establecer el control

baronial del gobierno del reino.

Encontramos tres iniciativas reformistas: la supervisión política, la provisión de

justicia y la reforma legal del reino. Y es que los críticos con Enrique sólo veían una

forma de satisfacer sus peticiones: la apropiación de facto de la autoridad regia, es decir

de su poder, no de su persona aunque Simón de Montfort consiguió las dos. Tenemos

dos disposiciones legales importantes: las Disposiciones de Oxford y las Disposiciones

de Westminster, que marcan el punto culminante de la Reforma del reino28

.

Normalmente, se estudia más la rebelión de los barones como ya hemos

analizado, que el movimiento de reforma, pero para entender el desarrollo del

parlamentarismo es una parte inexcusable a tratar.

Las reuniones cristalizaron en las Provisions of Oxford, la primera regulación

parlamentaria de la historia. Los veinticuatro dispusieron la elección de un consejo

formado por quince barones, que sustituiría al gobierno del monarca, de tal forma que

tenía capacidad para nombrar a los más altos oficiales del reino. Sin duda es una

respuesta a la anterior debilidad del parlamento: su incapacidad para influir en el día a

día del consejo real. Asimismo, le dan al parlamento un lugar claro dentro del nuevo

esquema político de Inglaterra: se convocaría tres veces al año, el 6 de octubre, el 3 de

febrero y el 1 de junio. En este parlamento los quince consejeros barones, elegidos para

el monarca, darían cuenta del estado del reino y de todo lo que afecta a los asuntos

generales de la población inglesa. (Ver Anexo, texto 3.1). Además, la comunidad del

reino elegiría a doce representantes para velar en el parlamento por el cumplimiento de

28

Los originales se escribieron en francés y luego fueron traducidos al latín.

Page 36: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

29

los compromisos gubernamentales. De esta forma, aunque el régimen social del

parlamento quedó reducido a doce comisionados, pasó de ser un lugar de confrontación

a entrar dentro de la articulación del gobierno del reino. (Ver Anexo, texto 3.2).

Una vez que hemos desarrollado los puntos más importantes de las

Disposiciones de Oxford, como conclusión, podemos afirmar la pérdida de toda

iniciativa política por parte del rey, que era transferida al parlamento. Con todo, entre

1258 y 1261, se siguieron aprobando más reformas: dos que tienen que ver con la

mejora política en los condados, The Ordinance of Sheriffs y Ordinances of the

Magnates, las cuales, pretendían acabar con los malos usos de los oficiales reales dando

mayor poder al Justiciar nobiliario, imponer la ley de la Magna Carta e igualar los

requerimientos de los sheriffs reales y nobiliarios.

Además, se aprobó un nuevo código legal, las Provisions of Westminster en

1259. Son bien interesantes porque se incluyeron en una única acta un buen número de

iniciativas legislativas, que traían a colación la ley anglosajona en un intento por

atemperar el feudalismo normando imperante. No son leyes ad hoc, como se habían

hecho hasta ese momento, es un acta que queda registrada por escrito con numerosas

libertades de tipo feudal, no lo olvidemos. Es aquí donde encontramos la omnipresencia

de la “gentry” y de los burgueses porque es una reforma cuyos principales beneficiarios

son los habitantes de los condados, de tal forma, que los barones extendieron los

beneficios del cambio institucional y legal a todos los hombres libres, con lo que

podemos imaginarnos cómo había calado la máxima del “quod omnes tangit”, puesto

que se trata de hacer partícipes a los caballeros y los habitantes de las ciudades del

proceso reformista.

Entre las medidas de las Provisions encontramos algunas para controlar a los

oficiales reales y nobiliarios en los condados. (Ver Anexo, texto 4.1).

Por último, hay preceptos para incluir a los caballeros en la política condal. (Ver Anexo,

texto 4.2). Como podemos observar, hemos escrito unas pocas normas adoptadas, pero

se observa el cariz de quienes fueron los grandes beneficiarios, la “gentry”. Asimismo,

el campesinado es el gran olvidado, sin duda de este proceso de reforma aunque es

verdad que la propia “gentry” ejercía como intermediaria de este sector social ante el

parlamento, pero es el gran marginado de la sociedad.

Durante dieciocho meses el parlamento funcionó bien en la impartición de

justicia, en temas impositivos y en política exterior consiguiendo el fin de las

desavenencias con Francia por el Tratado de París (1259).

Page 37: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

30

Al final, ya sabemos que Enrique III volvió a tomar todo el poder y que

Montfort partió al exilio en 1261, pero este período estuvo lleno de confrontación entre

el rey y los barones, que cristalizó en la vuelta del líder baronial para dirigir una

revuelta en contra de la tiranía real. Fue un momento tan caótico que no hubo

posibilidad de aprobar nuevas reformas, ni de volver a imponer las de 1258-61.

Entre las batallas de Lewes y Evesham hay dos parlamentos, uno en junio de

1264 y otro en enero de 1265, en el primero fueron convocados los caballeros y en el

segundo los burgueses según las crónicas. Veamos su importancia: tras la batalla de

Lewes, Montfort tenía el control del rey y del heredero y ante la falta de legitimidad y

los peligros del nuevo régimen (legado papal con la excomunión y el interdicto)

convocó un primer parlamento. El segundo parlamento, una vez que se solventaron los

problemas volvió a ser un nuevo golpe de fuerza de Montfort para consolidar y legalizar

su posición como “Steward” de Inglaterra y para ello convocó a dos caballeros y a dos

representantes de las ciudades, la primera vez que estuvieron juntos en una asamblea.

Ya sabemos que la llamada de esos representantes no fue algo innovador y por tanto, su

importancia no radica en quiénes son los convocados sino en qué hicieron ahí. Hasta

1258 este grupo había tratado únicamente las contribuciones fiscales, pero en este

parlamento, los impuestos nunca estuvieron sobre la mesa, por lo que su convocatoria

fue en términos estrictamente políticos y gubernamentales y esto sí que constituye una

novedad.

Tras la derrota y muerte de Simón de Montfort, se inauguró un período de

desorden, confusión y continuación de la resistencia de lo que quedaba del ejército

baronial rebelde. La apropiación real de las propiedades de los barones hizo que

continuarán la lucha hasta que el rey concedió el Dictum of Kenilworth (1266) por el

que los barones rebeldes podían volver a comprar sus antiguas heredades. La iniciativa

política volvió a manos del rey y en 1267 promulgó el Statute of Marlborough por el

que imponía de nuevo las Disposiciones de Oxford, pero revisadas eliminando los

aspectos más “revolucionarios”.

Aun así, el parlamento todavía no funcionaba como años atrás y llegamos al año

1268 cuando el todavía príncipe Eduardo decidió partir a una nueva cruzada a Tierra

Santa, la que sería la novena, pero no se puso en marcha hasta 1270. Las razones del

retraso tienen que ver con las dificultades para financiar la expedición y, por ello, el

monarca vio cómo el parlamento era un órgano necesario para el buen funcionamiento

del reino, pero también para la consecución de sus intereses particulares. Así dejó de

Page 38: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

31

utilizar comités ad hoc como lo venía haciendo y dispuso de nuevo el consenso con los

representantes parlamentarios, que aceptaron concederle el servicio a cambio del

restablecimiento de los textos del período de la reforma. Los últimos dos años del

reinado de Enrique III supusieron la vuelta de todas las prerrogativas parlamentarias y el

inicio de una etapa de pacto que cristalizará en el período de los Estatutos de Eduardo I.

4.5.- El Período de los Estatutos (1275-1295)29

.

La decisiva victoria del rey en 1265 llevó a los magnates a pensar en la

imposibilidad de establecer una serie de reformas sin la voluntad del rey, ya que éste

tenía la iniciativa política. Podrían establecer medidas, pero su duración sería escasa sin

la aprobación real y posiblemente quedarían en papel mojado. Ya hemos visto, que tras

la derrota baronial, el parlamento volvió poco a poco al lugar en el que estaba en 1258 y

con el nuevo rey Eduardo I llegaría a su mejor momento, ya que recordemos, era

partidario de la reforma del reino, pero sin eliminar el poder de la corona. De esta

forma, el rey retomó el acuerdo con la comunidad del reino, pero siempre subrayando

que quien tenía la iniciativa era él y no el parlamento. Él marcaba la pauta legislativa y

luego negociaba con los representantes, pero siempre la última palabra del gobierno la

tenía el monarca, no hay que olvidar que nos encontramos inmersos en la Plena Edad

Media, donde los reyes son los que mandan. Podemos decir que había un parlamento,

pero no parlamentarismo.

Insistiendo en la autoridad y supremacía regias, Eduardo se dispuso a tomar gran

parte del plan del movimiento de reforma para ponerlo en marcha siempre con la forma

de acta para hacer notar su oficialidad. La primera ley aprobada fue el Statute of

Westminster I (1275), que intentó poner remedio a los abusos perpetrados por los

oficiales reales aunque con un éxito cuestionable, puesto que la monarquía no podía

controlar efectivamente la política condal sin delegar el poder.

El problema de la usurpación de los derechos reales trajo consigo el acta

conocida como Quo Warranto en 1278; su título latino hace referencia a “¿por qué

garantía?”, es decir un privilegio mantenido por alguien. Esta acta disponía que si un

beneficiario de un determinado fuero no podía demostrar que éste se encontraba en una

29

Hemos obtenido de PRESTWICH, M., Edward I, pp. 2-10.

Page 39: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

32

carta real, quedaría revocado. Este estatuto trajo consigo la queja y el descontento de los

nobles porque muchos de ellos no podía demostrar la legalidad de sus privilegios,

puesto que provenían de tiempos de la conquista normanda y que habían pasado

hereditariamente, así que el rey, consensuando con la nobleza, estipuló que todo aquel

que pudiera demostrar la posesión de una prebenda desde antes de la coronación de

Ricardo I, podría mantenerla. Vemos cómo, a pesar de mantener su supremacía, el rey

debía tomar en consideración los intereses de los sectores más notables de la sociedad.

Para continuar con más reformas legislativas, sería un error considerar el

programa legal del rey como un proceso totalmente preconcebido por la corona. En

algunos casos sí, pero en otros no porque Eduardo I, al igual que otros reyes europeos,

debía reaccionar ante las presiones y las demandas de la nobleza y otros sectores de la

comunidad y muchas veces una petición individual se convertía en la base de la

legislación general. De esta idea surgieron las siguientes leyes: el Statute of Acton

Burnell (1283), que se ocupaba de la recuperación de las deudas y parece que fue

originado por las demandas de un mercader flamenco, que no había recibido la parte

proporcional de los beneficios de una operación mercantil con un comerciante inglés.

Asimismo, otro problema sobrevenido: la conciencia de los terratenientes para proteger

los servicios de sus arrendatarios en sus tierras y en particular para prevenir la erosión

de los servicios, que prestaban los subarrendatarios, trajo tres nuevas promulgaciones.

El estatuto Quia Emptores de 1290 prohibía la subinfeudación y protegía a los grandes

señores de la pérdida de los servicios cuando la tierra era concedida a subarrendatarios

sin su conocimiento. La cláusula De Donis Conditionalibus del Statute of Westminster II

de 1285, tenía por objeto asegurar las condiciones vinculadas a las concesiones de

tierras hechas por los grandes señores en momentos como el matrimonio de una hija. Y,

por último, el Statute of Mortmain de 1279 que prohibía la donación de tierras a la

Iglesia sin el consentimiento regio, de tal forma que el monarca imponía una tasa que

permitía la existencia de tierras enajenadas a la Iglesia.

Por último, dentro de este tema, cabe resaltar una duda sobre si la expulsión de

los judíos de Inglaterra y Gales en 1290 fue ordenada con la aprobación y la presión del

parlamento, tras las quejas en la asamblea del mismo año en las que se estipulaba el

empobrecimiento de la población por sus demandas usurarias. Parece ser que la corona

entendía las consecuencias de la deportación, ya que no podría establecer más

impuestos opresivos y arbitrarios sobre esta comunidad, que recordemos estaba

directamente ligada al monarca. Pero, una vez aprobado el Edicto de Expulsión,

Page 40: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

33

Eduardo fue compensado con un impuesto por el parlamento.

Una vez que hemos visto toda la labor legislativa del reinado, debemos destacar

el desarrollo del parlamento, que fue muy fecundo en estos años dada la aprobación de

todas estas leyes aunque algunas no pasaron por el filtro de los representantes. A pesar

de la preponderancia del rey, el parlamento fue tomando gran importancia y en muchos

momentos, el pacto fue la tónica general, puesto que Eduardo necesitaba el apoyo de la

comunidad del reino, sobre todo para sus guerras de conquista, que necesitaban

financiación. En cuanto a la representación, hasta 1295 la convocatoria de delegados fue

muy irregular, ya que siempre había un grupo de nobles laicos y eclesiásticos, pero de

forma intermitente de representantes de la gentry y burgueses. Fue en 1295 cuando se

inauguró el denominado parlamento modelo, es decir, el primer parlamento regio con

todos los representantes de la comunidad, es decir “arzobispos, obispos, priores,

abades, barones, condes, caballeros y burgueses”, según las crónicas; recordemos que

el primer parlamento con todos los representantes fue en 1265, pero era ilegítimo,

puesto que el rey no lo presidía sino un barón, así que esta asamblea se convirtió en

paradigma para años venideros en que ya fueron llamados todos de forma

ininterrumpida. La razón que se ha esgrimido, la necesidad de liquidez del rey, habida

cuenta de que un año después comenzó la invasión del reino de Escocia.

A partir de ahí, ya a mediados del siglo XIV durante el reinado de Eduardo III

(1327-1377), se procedió a la división de los sectores estamentales del parlamento en

dos cuerpos, los lores, con un título nobiliario y los comunes, es decir la “gentry” y los

burgueses.

Page 41: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

34

Page 42: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

35

5-. EL INTERIOR DEL PARLAMENTO MEDIEVAL30

.

En este gran bloque tratamos los aspecto más sobresalientes sobre el desarrollo

interno del parlamento medieval, comenzando por un análisis de los representantes

convocados a un parlamento en la Edad Media, así como las funciones y el

funcionamiento del órgano y por último, escribimos un poco de historia comparada

entre el parlamento medieval en Inglaterra y los parlamentos franceses. Esta parte es

muy importante porque nos muestra cómo se vivía el día a día dentro de la institución y

cuáles eran los pasos del ceremonial y del desarrollo de la pompa, que hoy día

caracteriza al Parlamento Británico. Es, por tanto, la parte más social del trabajo, que

nos lleva a introducirnos de lleno en los aspectos internos del parlamento, dejando de

lado el típico desarrollo político del mismo ya comentado anteriormente.

5.1.- Bases sociales.

Desde el reinado de Enrique III y, sobre todo, de su hijo Eduardo I, las

asambleas feudales de notables dejan de existir y sus competencias son transferidas a

una institución, el parlamento que recoge los tres estamentos del reino, esto es, según

los cronistas, todos los tipos y condiciones de los hombres libres, dejando entrever la

posición en la que queda el campesinado. Los tres estamentos son, de acuerdo con la

típica división tripartita de la sociedad feudal: los barones, los que luchan; los clérigos,

los que rezan, y los comunes, los que trabajan. Todos los representantes eran

convocados por el monarca y no había otra posibilidad de asistir al parlamento, sino era

por medio de un decreto real (en inglés, “writ”) en el que se estipulaba el nombre del

convocado, la razón y la fecha. En el caso de los magnates laicos y eclesiásticos, dada

su posición, la orden contenía su nombre directamente, pero en el caso de los comunes,

así como del bajo clero, el monarca enviaba el decreto al sheriff y al arzobispo

respectivamente para que procedieran a la puesta en marcha de la elección en asambleas

condales/diocesanas de un determinado número de representantes.

30

MADDICOTT, The Origins of the English Parliament 924-1327, pp. 106-156 nos ha sido muy útil para

desarrollar este epígrafe.

Page 43: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

36

a) Los Oficiales reales.

De acuerdo con su presencia en el parlamento, comencemos por los oficiales del

rey, conocidos en las crónicas como “curiales”. En el centro de la actividad

parlamentaria se encontraban los oficiales del rey destacando por encima del resto el

“Justiciar”, el “Treasurer” y el “Chancellor” entre otros, que formaban parte del

Consejo Real, una vez que habían jurado dar buen consejo al rey, proteger sus intereses

e impartir una justicia imparcial. Normalmente eran magnates laicos y eclesiásticos

nombrados por el monarca. Dentro del consejo el rey era quien mandaba e imponía las

decisiones políticas a seguir y sus oficiales debían apoyarle y aconsejarle fielmente: el

rey legislaba, imponía y juzgaba en el consejo.

Siendo el cuerpo político del reino, su presencia en el parlamento para dar

cuenta del estado del reino era muy necesaria y existía una tensión constante entre

ambos cuerpos; ya desde su origen, el consejo estaba formado por unos pocos elegidos a

dedo por el rey y el parlamento por toda la comunidad del reino desafiando la autoridad

y los intereses de los oficiales reales. Recordemos que el parlamento no cesó en su

intención por controlar a los oficiales regios o su nombramiento, pero tras la derrota de

Evesham en 1265, el rey era quien tenía la voz cantante.

b) El Clero.

Los “oratores” al igual que todos los sectores sociales era un grupo muy

heterogéneo y tradicionalmente se ha dividido en dos: el alto clero, en el caso inglés, los

arzobispos de Canterbury y York, los obispos y los priores y los abades; y el bajo clero

con los arcedianos, los deanes y por último los párrocos.

Comenzando por el alto clero, cabe destacar su relación ambigua con el

parlamento, ya que de una parte, su cargo era espiritual por ser cabeza de la Iglesia

inglesa, pero por otra, tenían una preponderancia política indudable, dado que también

eran ministros del rey en algunos casos y barones poseedores de gran cantidad de tierras

en su mayoría. Por ello las reclamaciones que hacían en el parlamento eran de dos tipos,

preservar la libertad de la Iglesia y preservar los intereses económicos de los

privilegiados. Los arzobispos y obispos estaban muy interesados en la política

parlamentaria, no así los abades cuyo número descendió de 72 a 27 entre el reinado de

Eduardo I y el de Eduardo III.

Page 44: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

37

El clero inferior también estaba representado y la razón es de nuevo la máxima

“Quod omnes tangit”, puesto que los propios arzobispos y obispos deseaban que todos

los asuntos parlamentarios que afectaban a la Iglesia fueran votados por todos los

sectores eclesiásticos, de tal forma que se prepararon elecciones en las distintas diócesis

para elegir a los delegados parlamentarios del bajo clero. Dada la rivalidad entre la sede

de Canterbury y York, en el reino de Inglaterra nunca se realizó un concilio eclesiástico

conjunto y tan sólo se unían cuando visitaba el reino el legado papal. De tal forma que

se disponían dos convocatorias, una dirigida para las diócesis dependientes del

arzobispo de Canterbury y otra para las que dependían del de York. Normalmente se

elegían dos procuradores de cada diócesis y un representante de cada catedral. (Ver

Anexo, texto 5.1).

Dentro del juego parlamentario, al clero no le gustaba mezclarse con los

magnates laicos aunque sus requerimientos e intereses fueran muy parecidos y su

riqueza e influencia fueran muy importantes, así que prefería despachar directamente

con el monarca y votar sus disposiciones en asambleas eclesiásticas, pero al final su

juicio fue igual que el de los barones laicos. Es más lo que les unía que lo que les

separaba y es que además, se creían los garantes de un gobierno justo por su papel en la

redacción de la Magna Carta.

c) La Baronía.

El estudio de este sector social es muy complejo, puesto que la presencia de los

magnates laicos en el parlamento tiene que ver con su riqueza, prestigio y lo más

importante, la posesión de un título nobiliario, que muchos afirmaban tener desde

tiempos pretéritos y oscuros. Recordemos que según el sistema feudal, eran propietarios

de tierras y detentaban un título nobiliario, pero a cambio debían al rey “auxilium” y

“consilium” y tenían también sus relaciones encomendaticias con sus caballeros y

demás vasallos. Aun así, hay una gradación en esta nobleza, desde la más alta cuya

riqueza era de más de 1500 libras al año, la media con hasta 400 libras al año y luego la

baja con menos de 100 libras.

Vemos un “writ” o carta real de convocatoria de un representante al parlamento

en relación con el conde de Cornwall. (Ver Anexo, texto 5.2).

Por último, dentro del parlamento ya hemos comentado su alianza con los

magnates eclesiásticos, puesto que sus intereses eran prácticamente los mismos y ya

Page 45: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

38

sabemos que la política real estaba influida por este sector social constantemente y el

rey debía acomodarse ya que el poder de facto también residía en ellos.

d) Los Comunes.

Dentro de los comunes, hay que hacer una matización, ya que este nombre se

puso sobre el siglo XIV cuando la convocatoria de los mismos se hizo de forma

continuada. En cuanto a la propia designación, la palabra procede del francés

“commune”, y en cuanto a su significado cabe destacar dos acepciones según Stubbs31

,

de una parte, los comunes serían aquellos que no detentan la posesión de ningún

privilegio, ni estatus especial, y de otra, los comunes serían el cuerpo organizado de

hombres libres de los condados y las ciudades. El cuerpo social estaría formado por los

caballeros y los burgueses y representan a la Inglaterra regional y local, más que al reino

aunque en sí son ellos junto con los campesinos, la mayoría de la comunidad inglesa. En

cuanto a los caballeros, la “gentry”, debemos comentar que al igual que los barones

poseen tierras y en algunos casos incluso más que algunos otros, y además, son centro

de relaciones clientelares, pero la principal diferencia radica en la ausencia de un título

nobiliario.

Ya sabemos que los caballeros llegaron al parlamento en 1254, pero siempre de

forma no continuada y la elección en cada condado se hacía a mano alzada o de palabra

en los consejos condales, siempre supervisados por el sheriff. Los representantes

potenciales podían ser elegidos si vivían en el condado y tenían tierras por valor de

cuarenta chelines al año. No se sabe muy bien quiénes podían elegir a sus

representantes, si todos los hombres libres o tan sólo los caballeros vasallos

directamente del rey. A pesar de este sistema electoral, al final, los que salían elegidos

siempre pertenecían a la clase más acomodada y eran los que estaban mejor

posicionados dentro del condado por sus relaciones clientelares con otros o por la

corrupción. Las elecciones de representantes normalmente no estaban exentas de

problemas por la arbitrariedad del sheriff al elegir o por la compra de voluntades.

En cuanto a las ciudades o burgos, los historiadores tampoco se ponen de

acuerdo en saber cuáles mandaban representantes, si sólo los burgos dependientes del

31

STUBBS, W., The Constitutional History of England and its Origin and Development. New York,

Cambridge University Press, 2011, pp. 85.

Page 46: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

39

rey o todos. Normalmente, el rey mandaba un decreto al sheriff de cada condado para

que comenzara la elección de dos caballeros y dos burgueses de cada ciudad. Las

ciudades estaban dominadas por el Patriciado Urbano y al final, quienes llegaban al

parlamento eran los propuestos por este poder fáctico dentro de la ciudad aunque la

convocatoria electoral existía, pero amañada por las élites político-económicas.

Veamos un decreto de convocatoria de estos sectores al parlamento de 1295.

(Ver Anexo, texto 5.3). Y un texto sobre la arbitrariedad electoral en un condado. (Ver

Anexo, texto 6).

Una vez que llegaban al parlamento, y como sabemos gracias a la extensión de

la reforma del reino por parte de los magnates, tenían poder aunque, sobre todo, su

presencia en Westminster radicaba en la presentación de quejas al rey y la aprobación de

medidas fiscales, aunque su respuesta afirmativa a un determinado impuesto, dependía

de si el rey concedía unos determinados derechos en beneficio del condado. Para

establecer sus decisiones, mientras que los magnates expresaban su opinión

individualmente, los comunes debían declarar un dictamen corporativo y para facilitar

su disposición, se creó la figura del “Speaker” o “Parlour”, el portavoz de todos los

comunes, siendo Peter de la Mare en 1376 el primero según las crónicas.

5.2.- Las Funciones.

Una vez que hemos analizado los grupos sociales que componían el parlamento,

debemos sintetizar las funciones parlamentarias en el medievo con el objetivo de

conocer qué se hacía en una asamblea de este tipo aunque algunos elementos ya los

hemos ido desgranando en anteriores explicaciones. Comencemos por unas anotaciones

básicas para clarificar conceptos. Lo primero que debemos tener en cuenta es que un

parlamento medieval no es para nada democrático, no se vota en ningún caso, a pesar de

controlar la actividad regia. El órgano de poder gubernamental es el consejo real, que es

donde el monarca despacha con sus oficiales los asuntos de estado. La institución se

reúne cuando los ministros deben dar cuenta de lo que ocurre en el reino y también

cuando el rey tiene una necesidad normalmente de tipo fiscal, y se decide a convocarla.

Dentro del juego parlamentario, el rey expone sus necesidades fiscales y negocia con

Page 47: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

40

los representantes el montante a donar por la comunidad del reino para luego pasar a

desarrollar las quejas de los mismos y su posible solución, por tanto la iniciativa

siempre es del rey y su preponderancia política se subraya constantemente.

Los historiadores han destacado siete funciones del parlamento medieval: la

discusión de asuntos de estado como la política exterior, la aprobación de leyes, la

imposición de nueva fiscalidad, la audiencia de peticiones, los temas referidos a la

justicia como las causas criminales y civiles, los asuntos de promoción personal y los

temas vinculados al derecho feudal como el homenaje32

. De todo ello, vamos a tratar los

cuatro temas más importantes, la ley, la fiscalidad, las reclamaciones y por último, el

estatuto de los delegados.

En cuanto a la legislación, teóricamente, si se establecía una regulación

concerniente a alterar la Common Law, se debía presentar en forma de Estatuto y debía

buscarse, por tanto, el consenso con el parlamento, pero si la ley no afectaba a todo el

reino, se creaba una Ordenanza tan sólo con el mandato del rey. Asimismo, el

parlamento ejercía como tribunal de justicia, por detrás de la jurisprudencia impartida

por el rey. (Ver Anexo, texto 7).

Si analizamos la fiscalidad, parte fundamental de las funciones parlamentarias

debemos destacar que desde Eduardo I las concesiones de servicios (montante

pecuniario otorgado al rey de forma extraordinaria) fueron en aumento destacando el

período de la Guerra de los Cien Años (1337-1453). Los gravámenes eran de dos tipos:

indirectos y directos. En cuanto a los primeros, consistía en gravar los derechos de

importación y exportación, y su demanda por parte del rey debía ser autorizada con el

consenso del parlamento. Estas tasas indirectas comenzaron siendo limitadas en el

tiempo, pero más adelante se establecieron secuencias para concederlas al rey. Los

impuestos directos consistían en gravar la décimoquinta o décima parte de todos los

bienes inmuebles de la población. Recordemos que los privilegiados estaban exentos de

pagar los impuestos directos y no así, la tasación indirecta, por lo que dentro de las

funciones fiscales del parlamento, son los comunes los que más tenían que ganar o

perder con las medidas. Entonces, el parlamento debía decidir cuantas décimoquintas o

décimas debía conceder en cada ocasión, sobre quién y cuántas cuotas se debía

32

RICHARDSON, H. G., SAYLES, G., O., Functions of the medieval Parliament of England. London,

The Hambledon Press, 1988, pp. 12-22.

Page 48: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

41

recaudar. Aun así, en algunas ocasiones se impusieron otros impuestos directos como el

poll tax en 1391.

En cuanto a las peticiones presentadas en el parlamento eran de dos tipos:

singulares y comunes. Las primeras deben su nombre a un individuo o grupo que hacía

un requerimiento al monarca sobre cualquier tema, estuviera el parlamento reunido o

no. Estas peticiones singulares pasaban a manos de unos Jueces especializados, quienes

las analizaban y si no había problema, solucionaban la demanda, pero sino ésta se

elevaba al consejo real y al propio rey para que la tratara en persona. Las peticiones

comunes las generaban los propios comunes parlamentarios, que estaban en el

parlamento y el asunto se trataba como las “quejas hechas por la gente común”. Todas

ellas pasaban al consejo regio y el rey las trataba personalmente y respondía de ellas en

el propio parlamento, dando lugar a numerosos estatutos.

Por último, hay que tratar el tema del estatuto dado a los representantes, sobre

todo a los comunes, puesto que los lores ya tenían la preceptiva posición social. En

1429 se concedió la imposibilidad de ser encarcelados por delitos menores, a excepción

de los más fuertes como la traición o la felonía. Aun así, los lores reclamaron ciertos

privilegios como los obispos que demandaban el juicio por un jurado meramente

eclesiástico y los barones, quienes pedían ser juzgados por pares y que este beneficio

fuera extendido a sus vasallos.

Todas estas funciones fueron complicándose cada vez más y, sobre todo en el

siglo XIV, el parlamento fue asumiendo mayor burocracia, necesaria para tratar

fehacientemente todos los asuntos aunque será en la Edad Moderna cuando llegue tener

mayor desarrollo.

5.3.- El Desarrollo de las sesiones33

.

A pesar de lo extraño que pueda parecer, el parlamento inglés en la Edad Media,

grosso modo a principios del siglo XIV, tenía una reglas muy estrictas sobre la forma de

33

Este apartado ha sido desarrollado gracias a la información al documento anónimo Modus Tenendi

Parliamentum en el que se estipula el procedimiento parlamentario medieval de acuerdo a como se

realizaba en el siglo XIV, aunque el autor afirma que era copia de las asambleas de tiempos de Eduardo el

Confesor (1042-1066), pero creemos que se trata de una invención.

Page 49: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

42

articular el ceremonial, la pompa y, más importante, el propio modo de proceder una

vez que toda la comunidad del reino está reunida con el monarca y su consejo. Por

tanto, en este apartado, desarrollamos la convocatoria parlamentaria desde dentro de la

institución para descubrir cuál era la forma en la que se hacía política y se llegaba a

consensos y acuerdos entre las fuerzas representadas. Para ello, nos ayudamos de unas

aclaraciones personales y unos textos que nos dan mucha información sobre el

desarrollo del órgano en 1316.

En primer lugar, la convocatoria de un parlamento se hacía en el Palacio de

Westminster, exactamente en la “Painted Chamber” (cámara pintada) y en un rango

temporal determinado. (Ver Anexo, texto 8.1).

Seguidamente, se enviaban los decretos reales para la llamada de los

representantes; dada la cantidad de persona, sólo vamos a ver un texto sobre la llegada

de los burgueses. (Ver Anexo, texto 8.2). Una vez que todos los representantes de la

comunidad habían sido convocados, se preparaba la apertura del parlamento, y si los

llamados, no aparecían, se castigaba con multas pecuniarias a todo el condado o ciudad.

Una vez que todos están en sesión, se procede a colocar a los delegados por parte de los

mayordomos. (Ver Anexo, texto 8.3)

Así, puede comenzar la sesión con tres ceremonias de gran pompa: el sermón

realizado por el arzobispo en el que se pone de manifiesto la presencia de Dios en la

asamblea; la declaración, hecha por el Canciller, quien enumera las razones por las que

se ha convocado el parlamento y, por último el discurso del monarca, que escribimos a

continuación. (Ver Anexo, texto 8.4). Asimismo, queda recogido lo que hacer si el rey se

encuentra ausente en la cámara. (Ver Anexo, texto 8.5).

Una vez que da comienzo una nueva sesión, el rey demanda respuestas a

determinadas cuestiones, sobre todo en el ámbito de la guerra, y luego, pide un

determinado impuesto a lo que los comunes deben responder sobre su disposición a

concederlo. Después se pasaba a las peticiones de los delegados y a las quejas, que eran

respondidas por el rey y sus más altos oficiales. Todo este proceso era muy largo y

costoso y normalmente antes del inicio de cada sesión, cada estamento se reunía por

separado para debatir las propuestas al rey, luego se juntaban en pequeños comités y de

ahí en el caso de los comunes se daba una respuesta conjunta, ya que los lores tenían el

derecho a opinar uno por uno personalmente sobre un aspecto concreto. (Ver Anexo,

texto 8.6). El rey podía demandar un servicio en situaciones muy concretas como la

Page 50: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

43

necesidad de dinero por el advenimiento de un conflicto bélico o la dote por el

matrimonio de una hija y es aquí donde los comunes debían concederlo o rechazarlo.

(Ver Anexo, texto 8.7).

Por último, y antes de clausurar la actividad parlamentaria, todo quedaba

registrado por los secretarios en rollos, lo que demuestra dos aspectos: primero, que

para nosotros, los historiadores actuales es más fácil encontrar documentación y

segundo, que toda sesión se hacía con la máxima publicidad y todo quedaba escrito.

(Ver Anexo, texto 8.8).

Page 51: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

44

Page 52: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

45

6-. EL ORIGEN DEL PARLAMENTO, ¿EXCEPCIONALIDAD INGLESA?34

En este punto hemos desarrollado los puntos más sobresalientes del parlamento

medieval en el Reino de Inglaterra comparándolos con otras asambleas medievales en

otros estados, sobre todo en el reino de Francia, de tal forma que podamos dirimir si el

origen de los sistemas parlamentarios se encuentra en Inglaterra, como un aspecto

excepcional o si por el contrario, fue la tónica general en toda Europa.

Primeramente, hay una carta fechada en el año 1225 en el que un ciudadano de

Caen escribió a Enrique III, una conversación que había oído entre el hijo del bailío de

la ciudad y el maestro Nicolás, un funcionario del hermano Guérin, un antiguo

consejero del rey francés Felipe II Augusto. En el curso de la conversación los dos

hombres comparaban la forma gobernar del rey francés con la del monarca inglés

aduciendo lo siguiente: “Felipe tomaba consejo de un grupo muy reducido de

confidentes, el hermano Guérin y Barthélemy de Roye, su gran chambelán, pero el rey

de Inglaterra si quería hacer la guerra, debía tomar consejo de muchos hombres y

como consecuencia el consejo real ya conocía el aviso antes de que fuera dispuesto”.

Asimismo, un cronista inglés del siglo XV, Sir John Fortescue ponía de manifiesto que

el reino de Inglaterra estaba regido por “dominium politicum et regale”, es decir la

autoridad pública y real mientras que Francia estaba gobernada tan sólo por el

“dominium regale”, es decir la supremacía regia35

. Al final estos dos fragmentos nos

dan la clave, la diferencia entre los dos reinos: el rey inglés no podía variar impuestos y

leyes sin el consenso con el parlamento mientras que en Francia todo el poder estaba en

manos del príncipe, quien podía cambiar la política del reino según su libre albedrío.

De todos modos, el origen del parlamento fue una tendencia pan-europea en

torno al año 1200, e incluso, algún historiador ha calificado al período como la época

proto-parlamentaria. En casi todos los reinos de Europa se fue llamando a los

representantes de las ciudades, sobre todo, para dotar al monarca de mayor liquidez con

la asignación de servicios. El cambio europeo, se produjo, por tanto, en la

representación, cuando el “auxilium” y “consilium” pasó de ser una obligación feudal a

un derecho de toda la comunidad, es decir fue transferido de los magnates a las

34

Hemos obtenido la información de nuevo de MADDICOTT, The Origins of the English Parliament

924-1327, pp. 376-453. 35

Las dos referencias proceden de MADDICOTT, The Origins of the English Parliament 924-1327, p.

376.

Page 53: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

46

autoridades regionales y locales.

Veamos el proceso en Inglaterra comparándolo con otros reinos europeos. En

Inglaterra hubo demandas de guardar las libertades para paliar los abusos regios, pero

también tuvo lugar en la Corona de Aragón, en Alemania en 1220 o en Hungría con la

Bula de Oro de 1222. Además, en Inglaterra hubo debate político, pero también en

Cataluña en 1180 o en el reino de León en las cortes de 1188 y en cuanto a las

competencias fiscales del parlamento, Alfonso IX de León (1188-1230) en 1203 y Jaime

I de Aragón (1213-1276) en 1236 debieron someterse a las cortes en este tema. En

cuanto a la llegada de los representantes de las provincias y las ciudades sabemos que

en Inglaterra entre 1254-1265 ya se había producido, pero también tuvo lugar en el

reino de Portugal en 1253 y quizás en León en 1188. Incluso el propio nombre de

parlamento, consignado en una crónica inglesa en 1236 se encuentra antes en Francia

(1220). En Inglaterra, los barones se impusieron al rey entre 1258-1261, pero este

aspecto también tuvo lugar en Cataluña hacia 1283 cuando los nobles se impusieron

sobre Pedro III.

Una vez visto todos estos aspectos, la pregunta que nos hacemos, sin duda, es si

el parlamento inglés es un órgano excepcional o no. La respuesta es negativa, puesto

que dicha institución inglesa no es paradigma o modelo de ningún otro, ya que en torno

al siglo XIII se ven florecer estos órganos por toda Europa, aunque sí que es cierto que

lo que tenemos son variaciones nacionales en el desarrollo de las instituciones

representativas, que dan lugar a un mayor o menor peso en la política del reino.

En este caso, el parlamento medieval en Inglaterra va tomando cada vez más peso y

termina por ser un órgano político indispensable, aspecto que no tiene lugar en otros

reinos europeos, al menos viendo el largo recorrido histórico del afamado

constitucionalismo británico.

En cuanto a la comparación de la situación inglesa con el reino de Francia cabe

destacar primeramente que el parlamento inglés tenía muchas más prerrogativas que

cualquier asamblea francesa en temas fiscales de presentación de peticiones populares y,

en ocasiones, sobre temas políticos, mientras que en el país galo la gran competencia

asambleística era la justicia como un órgano de apelación, puesto que dado el

feudalismo francés, cada señor tenía su prerrogativa jurisdiccional.

En cuanto al rol del rey, sabemos que en Francia se produjo una consolidación

del poder real gracias a las figuras de Felipe II Augusto y Luis IX, pero en Inglaterra, la

circunstancia especial de la minoría de edad de Enrique III hizo que el poder regio

Page 54: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

47

estuviera ausente, por lo que sus oficiales debieron consensuar las medidas a tomar.

También se ha escrito sobre otra causa que llevó a la diferente situación entre los dos

reinos y es la mayor burocratización del reino de Inglaterra, la segunda por detrás del

Papado, que llevó a la menor injerencia de los nobles, al revés que en el reino de

Francia, donde detentaban gran autoridad. En los dos reinos se produjo una reforma de

las instituciones, pero mientras que Francia se hizo desde arriba, esto es desde la óptica

del rey para reforzar su poder, en Inglaterra fueron los magnates y los súbditos de las

provincias quienes forzaron al monarca a reformar el reino dotando de poder al

parlamento. Además, cuando hubo problemas sucesorios en los dos reinos, en Inglaterra

las disputas dieron lugar al fortalecimiento del parlamento (destronamiento de Ricardo

II en 1399) mientras que en Francia las pugnas por el poder fomentaron la autoridad

nobiliaria.

Pero, sin duda el gran tema que diferencia a los dos es la fiscalidad: en

Inglaterra, la Magna Carta demandaba el “common council of the realm” y dada la

escasez de recursos financieros, no le quedó más remedio que consensuar su política

mientras que la estabilidad financiera de las arcas reales en Francia gracias a la

incorporación de nuevos territorios, dejó libre al monarca para actuar según su

conveniencia.

En resumen, la insignificancia de las asambleas nobiliarias francesas, la

privatización de las provincias y la solvencia de la corona llevaron al reino de Francia al

absolutismo y todo lo contrario, en Inglaterra, a un régimen constitucional, viendo claro

está, la larga duración.

Page 55: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

48

Page 56: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

49

7-. CONCLUSIONES.

Una vez que hemos desarrollado todos los puntos de nuestro trabajo, debemos

añadir las conclusiones generales que obtenemos de nuestro estudio del parlamento

medieval en Inglaterra y las vamos a presentar siguiendo el esquema expositivo del

índice: primeramente, vemos todo lo relacionado con el contexto histórico, seguido del

marco normativo; en tercer lugar, el tema sobre los aspectos internos del órgano y un

último apartado sobre el excepcionalismo o la ausencia del mismo dentro del espacio

inglés.

En cuanto al contexto histórico, cabe destacar su desarrollo tripartito dentro del

siglo XIII con el reinado de Juan I, Enrique III y Eduardo I, que nos ha permitido

conocer la evolución política del Reino de Inglaterra como un medio para conocer los

cambios que se produjeron dentro de la monarquía y de las élites para dar lugar a dos

revueltas nobiliarias que cristalizaron en sus respectivos cambios constitucionales. En

fin, vemos cómo durante estos reinados la dinastía Plantagenet vivió sus peores

momentos y todo ello debido a la pérdida del Imperio Angevino, que la había dotado de

gran poder, riqueza y prestigio, sin olvidar la debilidad insólita de Juan I y Enrique III,

nunca conocida por el fundador de la dinastía en Inglaterra Enrique II. Juan I y Enrique

III, al no cesar de intentar recuperar esos territorios, se alejaron de una nobleza más

preocupada por los asuntos ingleses que por los continentales y horadaron el poder regio

explotando los condados ingleses para un asunto que no le concernía a nadie más que a

ellos mismos y fue su soledad la que terminó por forzar una rebelión nobiliaria, que se

nutrió de los sectores provinciales y locales forzando la reforma del reino. Eduardo I

cogió el testigo de su abuelo y de su padre y fue mucho más conciliador, lo que le

permitió reforzar la autoridad real perdida por sus antecesores y llevó a cabo reformas,

pero desde la óptica real, sin ceder un ápice de soberanía.

En cuanto a la creación del corpus constitucional, hemos apuntado numerosos

textos legales, que fueron apoyando la creación del parlamento y se ha dicho, y nosotros

lo compartimos, que desde la Magna Carta, pasando por las Disposiciones de Oxford y

Westminster hasta los distintos estatutos eduardianos, lo que se buscaba era atemperar y

dulcificar el rigor del sistema feudal normando imperante que habían traído los

conquistadores y retomar, por tanto, los viejos principios del antiguo derecho

anglosajón, mucho más igualitario. Igualmente, los orígenes del parlamento hay que

buscarlos en el “common council of our kingdom” consagrado en la carta, en esa

Page 57: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

50

búsqueda de consensos entre los fuerzas estamentales inglesas para hacer una política

representativa de los intereses de la comunidad. Saber quién puede llegar a pactos con el

rey es importante y por ello, la generación de la comunidad del reino y su origen

debemos verlos en el gran consejo de 1225, que fue el creador del pacto porque

esclareció quién podía decidir, en un momento especial como es una minoría de edad de

un monarca y la situación de emergencia por una guerra contra Francia, que supuso

aunar los esfuerzos de todos para salvar el reino. Además, dentro de este gran pacto, la

máxima “quod omnes tangit” tiene vital importancia para la llamada de los

representantes de los condados y de las ciudades y en ese bagaje ideológico, traído por

la Iglesia, hay que poner el acento en la formación de la presunción dentro de los

poderosos de que no podían llegar a ese consenso sin dar representatividad a todos los

sectores sociales que mayoritariamente sufrían las imposiciones regias.

Asimismo, hay que desechar el mito del parlamento modelo, puesto que hemos

visto que por los intereses fiscales de los reyes y por necesidades de apoyo de los

nobles, así como por la máxima eclesiástica, los caballeros y burgueses fueron llamados

antes al parlamento y aunque su presencia es importante, todavía lo es más la

consecución de poder político por el parlamento aunque sólo por un período corto de

tiempo entre 1258 y 1261.

No queremos olvidarnos de la marginación política del campesinado en un

momento histórico en el que no tenía ningún derecho sino todo lo contrario, su

privación de libertad y su dependencia, impidió su desarrollo político y su postración

continuó hasta el siglo XIX.

Si escribimos sobre la tercera pata de estas conclusiones, la organización interna

del parlamento, hay que destacar, sobre todo, la representación entre dos grupos los

lores y los comunes, que forman en la Edad Media dos grupos diferenciados económica

y socialmente, lo que redunda al fin y al cabo en la desigualdad política, por lo que es

probable que muchos representantes del común no influyeran en el rey, pero para ello

debemos ver en la larga duración los sucesos del siglo XVII cuando se aprobó The Bill

of Rights (1689) siendo el parlamento de origen medieval su centro de reacción contra

la tiranía regia. Las funciones parlamentarias eran también muy precarias en el medievo,

pero fue sin duda, el control fiscal, al final de la disponibilidad de dinero por parte del

rey, lo que derivó en la capacidad de presión del parlamento a la corona, siendo

decisivos, en este punto, los Comunes como fuerza mayoritaria de los tributarios.

Igualmente, se fue imponiendo un ceremonial y una fastuosidad que benefició al rey y

Page 58: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

51

a la propia institución marcando en la mentalidad de la población la división entre la

comunidad del reino y la gran masa marginada.

El último punto, nos lleva a concluir que la excepcionalidad del parlamento

inglés no existe, puesto que todo lo que aconteció en Inglaterra, también tuvo lugar en

otros reinos, pero sí es verdad que remontando otros siglos, fue el inicio de una

corriente política, el parlamentarismo, pero para ello debemos esperar a fines de la

Modernidad. Aunque si comparamos su situación con el reino de Francia, podemos

aducir que tenían unos sistemas políticos diferentes, dado que uno llevó al

constitucionalismo y el otro al absolutismo, pero en ambos casos, la violencia fue una

constante hasta llegar a hoy, recordemos el período de reinado de Carlos I Estuardo

(1625-1649) y la Revolución Francesa (1789-1799).

Como hemos observado, este tema es fundamental para conocer nuestro sistema

político y debe ser tratado con cautela porque no podemos dejarnos llevar por saber cuál

fue el primer parlamento sino que es mucho más importante dirimir quién estaba

representado y qué se hacía allí, marcando el cambio entre el sistema político de la Alta

Edad Media y parte la etapa pleno-medieval y la forma de gobernar en el preámbulo de

la Baja Edad Media.

Por último, y para concluir, este trabajo no es para nada definitivo, ni pone punto

y final al tema del parlamento medieval, es más es sólo el inicio de un tema que nos

gustaría fuera más desarrollado en nuestros país y siguiendo este estudio podemos

continuar, desde el punto de vista de la historia comparada, por analizar una

comparación entre el caso inglés y el caso ibérico para ver las peculiaridades y las

constantes históricas de la institución o tomar el texto de la Magna Carta y ponerlo en

relación con la Bula de Oro húngara de 1222. Además, la representación es otro tema a

tratar y la forma en la que los sectores más bajos del parlamento, podían presionar a los

poderosos, es decir cómo articulaban el poder político con su escasa influencia entre las

élites para conseguir beneficios para toda la comunidad o simplemente prebendas para

ellos mismos. Por tanto, aún queda mucho por descubrir.

Page 59: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

52

Page 60: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

53

8.- BIBLIOGRAFÍA Y PÁGINAS WEB.

AMT, E., Medieval England: A Reader 1000-1500. Toronto, University of Toronto

Presshigher Education, 2008.

AA.VV., Report from the Lords Committees touching the Dignity of a Peer. London,

House of Lords, 1820.

CARPENTER, D., The Minority of Henry III. London, University of California Press,

1990.

- (2003): The Reign of Henry III. London, Continuum International

Publishing Group.

- (2005): “The Plantagenet Kings”, en AA.VV., The Cambridge Medieval

History. New York, Cambridge University Press, vol. III.

COSS, P., The Origins of the English Gentry. New York, Cambridge University Press,

2003.

DAVIES, R. G., DENTON, J. H., The English Parliament in the Middle Ages.

Manchester, Manchester University Press, 1999.

DODD, G., Justice and Grace: Private Petitioning and the English Parliament in the

Late Middle Ages. New York, Oxford University Press, 2007.

DOUGLAS, D. C., English Historical Documents: 1189-1327. London, Routledge,

1975, vol. III.

EDWARDS, J.G., The Second Century of the English Parliament. Oxford, Oxford

University Press, 1979.

FRYDE, N., Why Magna Carta?: Angevin England revisited. Münster, LIT, 2001.

Page 61: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

54

GENET, J. P., “Simón de Montfort: baron ou homme politique”, en Médiévales, 1998,

34, pp. 53-68.

GRIFFITHS, R., A., SHERBORNE, J. W., Kings and Nobles in the Later Middle Ages.

London, St. Martin's Press, 1986.

HOLT, J. C., Magna Carta. New York, Cambridge University Press, 1992.

JONES, C., A Short History of Parliament. Woodbridge, The Boydell Press, 2012.

MADDICOTT, J. R., Simón de Montfort. Cambridge, Cambridge University Press.

- (2010): The Origins of the English Parliament. New York, Oxford

University Press.

POLLARD, A. F., The Evolution of the English Parliament. London, BiblioBazaar,

2009.

PRESTWICH, M., Edward I. Los Ángeles, California University Press, 1988.

- (1990): English Politics in the Thirteenth Century. Woodbridge, The

Boydell Press.

PRYNNE, W., Brief Register Kalendar and Survey of the several Kinds and Forms of

all Parlamentary Writs (1659-1664). New York, Union Theological Seminary Library,

1759.

RICHARDSON, H. G., SAYLES, G., O., Functions of the medieval Parliament of

England. London, The Hambledon Press, 1988.

ROSKELL, J. S., Parliament and Politics in the Late Medieval England. London, The

Hambledon Press, 1981.

SATRÚSTEGUI GIL-DELGADO, M., “La Magna Carta: Realidad y Mito del

Page 62: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

55

Constitucionalismo pactista medieval”, en Historia Constitucional, 2009, 10, pp- 243-

262.

STUBBS, W., The Constitutional History of England and its Origin and Development.

New York, Cambridge University Press, 2011.

TOWNSON, D., Breve Historia de Inglaterra. Madrid, Alianza, 2012.

TREHARNE, R. F., Simon de Montfort and Baronial Plan Reform. Manchester,

Manchester University Press, 1986.

VAUCHEZ, A., DOBSON, B., LAPIDGE, M., The Encyclopedia of the Middle Ages.

Cambridge, James Clarke & Co, 2002.

http://www.parliament.uk/, 03-04-13.

http://www.nationalarchives.gov.uk/, 06-05-13.

http://www.bbc.co.uk/history/british/middle_ages/birth_of_parliament_01.shtml, 04-06-

13.

Page 63: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

56

Page 64: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

57

9.- ANEXO DE TEXTOS.

Texto 1. The Song of Lewes, siglo XIII, original en inglés.

Tomado de DOUGLAS, D. C., English Historical Documents: 1189-1327. London, Routledge, 1975, vol. III, p. 327.

“En el año de gracia de mil doscientos sesenta y cuatro, en el Miércoles

anterior a la festividad de San Pancras, la población inglesa asustó a Lord

Edward y a sus seguidores en el castillo de Lewes, donde la razón cedió a la ira,

y la vida a la espada.

Por estos hechos merecían caer ante sus enemigos. ¡Que el Señor bendiga a

Simón de Montfort, y no menos a sus hijos, y a su compañía!

Quien noblemente se expuso a la muerte y luchó valientemente, lástima del

pueblo inglés, que había sido pisoteado de una manera que casi no se puede

describir, y casi privado de todas las libertades, o mejor dicho de su vida, que

había languidecido bajo príncipes injustos, así como el pueblo de Israel bajo el

Faraón, gimiendo bajo una devastación tiránica” [...].

Texto 2. Magna Carta, 1215, versión latina.

Tomado de HOLT, J. C., Magna Carta. New York, Cambridge, 1992, pp. 126-139.

2.1.- Capítulo I.

Versión latina:

“In primis concessisse Deo et hac presenti carta nostra confirmasse, pro nobis

et heredibus nostris in perpetuum quod Anglicana ecclesia libera sit, et habeat

jura sua integra, et libertates suas illesas; et ita volumus observari; quod

apparet ex eo quod libertatem electionum[…]”.

Page 65: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

58

Traducción española:

“Primero, que hemos otorgado en el nombre de Dios, y por la presente Carta

hemos confirmado para Nos y nuestros herederos a perpetuidad que la Iglesia

inglesa sea libre, conserve todos sus derechos y no vea menoscabadas sus

libertades. Que así queremos que sea observado resulta del hecho de que por

nuestra libre voluntad, antes de surgir la actual disputa entre Nos y Nuestros

barones, concedimos y confirmamos por carta la libertad de las elecciones

eclesiásticas--un derecho que se reputa como el de mayor necesidad e

importancia para la Iglesia” […].

2.2.- Capítulo XII.

Versión latina:

“Nullum scutagium vel auxilium ponatur in regno nostro, nisi per commune

consilium regni nostri, nisi ad corpus nostrum redimendum, et primogenitum

filium nostrum militem faciendum, et ad filiam nostram primogenitam semel

maritandam, et ad hec non fiat nisi racionabile auxilium; simili modo fiat de

auxiliis de civitate London”.

Traducción española:

“No se podrá exigir fonsadera ni servicio en nuestro Reino sin el consentimiento

general, a menos que fuere para el rescate de nuestra persona, para armar

caballero a nuestro hijo primogénito y para casar (una sola vez) a nuestra hija

mayor. Con este fin solo se podrá establecer un servicio razonable y la misma

regla se seguirá con las ayudas de la ciudad de Londres”.

2.3.- Capítulo LXI.

Versión latina:

“Cum autem pro Deo, et ad emendacionem regni nostri, et ad melius sopiendum

discordiam inter nos et barones nostros ortam, hec omnia predicta

concesserimus, volentes ea integra et firma stabilitate in perpetuum gaudere,

facimus et concedimus eis securitatem subscriptam; videlicet quod barones

eligant viginti quinque barones de regno quos voluerint, qui debeant pro totis

Page 66: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

59

viribus suis observare, tenere, et facere observari, pacem et libertates quas eis

concessimus, et hac presenti carta nostra confirmavimus”.

Traducción española:

“Por cuanto hemos otorgado todo lo que antecede por Dios, por la mejor

gobernación de nuestro Reino y para aliviar la discordia que ha surgido entre

Nos y nuestros barones, y por cuanto deseamos que esto sea disfrutado en su

integridad, con vigor para siempre, damos y otorgamos a los barones la

garantía siguiente:

Los barones elegirán a veinticinco entre ellos para que guarden y hagan cumplir

con todo el poder que tengan, la paz y las libertades otorgadas y confirmadas

para ellos por la presente Carta”.

Texto 3. The Provisions of Oxford, 1258, original en inglés.

Tomado de DOUGLAS, D. C., English Historical Documents: 1189-1327. London, Routledge, 1975, vol. III, pp.

361-366.

3.1.- Capítulo XXI.

Versión inglesa:

“Of the parliaments, when they shall be held in the year and how: It is to be

remembered that the twenty-four have ordained that there are to be three

parliaments a year. The first on the octave oh Michaelmas. The second, the

morrow of Candlemas. The third, the first day of June, that is to say, three weeks

before St. John´s day. To these three parliaments shall come the chosen

councilliors of the king, even if they are not summoned, to view the state of the

kingdom and to treat of the common business of the kingdom and of the king

likewise. And at other times they are to meet when there is need, on a summons

of the king […]”.

Page 67: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

60

Traducción española:

“Es necesario recordar que los veinticuatro han ordenado que se deben celebrar

tres parlamentos al año. El primero en Michaelmas. El segundo, al día siguiente

de Candlemas. El tercero, el primero de junio, es decir, tres semanas antes del

día de San Juan. A estos tres parlamentos vendrán los consejeros elegidos para

el rey, incluso si no son convocados, para ver el estado del reino y para tratar

los asuntos comunes del reino y del rey mismo. Y en otras ocasiones se han de

cumplir cuando hay necesidad, por una citación del rey [...]”.

3.2.- Capítulo X.

Versión inglesa:

“These are the twelve who are chosen by the barons to treat in three parliaments

a year with the king´s council for all the community of the land about the

common business: the bishop of London, the earl of Winchester, the earl of

Hereford, Philip Basset, John de Balliol, John de Verdun, John de Grey, Roger

de Sumery, Roger de Mohaut, Hugh the Dispenser, Thomas de Gresley, Giles

d´Argentein”.

Traducción española:

“Estos son los doce que han sido elegidos por los barones para tratar los

asuntos comunes del reino en los tres parlamentos de acuerdo con el consejo del

rey de toda la comunidad de Inglaterra: el obispo de Londres, el conde de

Winchester, el conde de Hereford, Philip Basset, John de Balliol, John de

Verdun, John de Grey, Roger de Sumery, Roger de Mohaut, Hugh the Dispenser,

Thomas de Gresley, Giles d´Argentein”

Page 68: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

61

Texto 4. The Provisions of Westminster, 1259, original en inglés.

Tomado de DOUGLAS, D. C., English Historical Documents: 1189-1327. London, Routledge, 1975, vol. III, pp.

370-376.

4.1.- Capítulo XII.

Versión inglesa:

“It is provided that no bailiff who ought to render account is to take himself off

away from his lord. And if he will not render his account and has no land or

tenement whereby he can be distrained he is to be attached in person, so that the

sheriff in whose bailiwick he is found shall make him come to render account if

he is in arrears”.

Traducción española.

“Se establece que ningún bailío que tenga que rendir cuentas de su cargo, pueda

alejarse del lugar donde lo está llevando a cabo. Y si él no rinde cuentas y no

tiene tierra o dinero para ser embargado, se estipula que el sheriff que esté a su

cargo, vaya en su busca para hacerle rendir cuentas”

4.2.- Capítulo XXIII.

Versión inglesa.

“It is provided that four knights are to be appointed in each county to observe

the wrongs which sheriffs do: that, if it happens that they do wrongs, these four

are to admonish the sheriffs to have them corrected [...]”. “It is provided to put

two good men from the community of the shire with the justices at the bench. And

they have to see that justice is done. And others are to be put at the exchequer

too”.

Traducción española.

Se prevé que cuatro caballeros sean nombrados en cada condado para observar

los errores que hacen los sheriffs: que, si sucede que hacen mal su trabajo, estos

Page 69: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

62

cuatro deben exhortar a los sheriffs a corregir sus abusos [...]. Asimismo, se

estipula que se deben poner dos buenos hombres de la comunidad, con los

jueces en el tribunal para que vean cómo se hace justicia. Y otros se van a poner

en el tesoro.

Texto 5. Summonses to Parliament, 1295, originales en inglés.

Tomado de AMT, E., Medieval England: A Reader 1000-1500. Toronto, University of Toronto Presshigher Education,

2008, pp. 55-58.

5.1.- El Clero.

Versión inglesa.

“The King to the venerable father in Christ, Robert by the same grace

archbishop of Canterbury, primate of all England, greeting. Because, therefore,

darts seen beforehand do less injury, and your interest especially, as that of the

rest of the citizens of the same realm, is concerned in this affair, we command

you, strictly enjoining you in the fidelity and love in which you are bound to us,

that on the Lord's day next after the feast of St. Martin, in the approaching

winter, you be present in person at Westminster […]”.

Traducción española.

“El rey al venerable padre de Cristo, Robert por la misma gracia Arzobispo de

Canterbury, primado de toda Inglaterra, saludos. Porque, por lo tanto, el reino

está en peligro y es su interés especial, como la del resto de los ciudadanos del

mismo ámbito, defenderlo, os mandamos, confiando solemnemente en la

fidelidad y el amor en que estáis obligados a profesar a nos, para que en el día

del Señor siguiente de la fiesta de San Martín, en el invierno que se acerca,

usted esté presente en persona en Westminster”.

Page 70: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

63

5.2.- La Baronía.

Versión inglesa.

“The king to his beloved and faithful relative, Edmund, Earl of Cornwall,

greeting. Because we wish to have a consultation and meeting with you and with

the rest of the principal men of our kingdom, as to provision for remedies against

the dangers which in these days are threatening our whole kingdom; we

command you to be present in person at Westminster […]”.

Traducción española.

“El rey a su amado y fiel pariente, Edmundo, Conde de Cornualles, saludos.

Debido a que desea tener una consulta y reunión con usted y con el resto de los

principales hombres de nuestro reino, en cuanto a la provisión de remedios

contra los daños que en estos días ponen en peligro todo nuestro reino, os

mandamos a estar presente en persona en Westminster [...]”.

5.3.- Los Comunes.

Versión inglesa.

“The king to the sheriff of Northamptonshire, Since we intend to have a

consultation and meeting with the earls, barons and other principal men of our

kingdom with regard to providing remedies against the dangers which are in

these days threatening the same kingdom; and on that account have commanded

them to be with us on the Lord's day next after the feast of St. Martin in the

approaching winter, at Westminster, to consider, ordain, and do as may be

necessary for the avoidance of these dangers; we strictly require you to cause

two knights from the aforesaid county, and two burgesses from each borough

[…]”

Page 71: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

64

Traducción española:

“Ya que la intención de tener una consulta y reunión con los condes, barones y

otros hombres principales de nuestro reino con respecto a medidas correctivas

previstas frente a los peligros que se encuentran en estos días amenazando a

nuestro reino, y por eso les mando a estar con nosotros en el día del Señor

siguiente de la fiesta de San Martín, en el invierno que se acerca, en

Westminster, a considerar, ordenar, todo lo que sea necesario para evitar estos

peligros, requerimos que vengan dos caballeros de la provincia mencionada y

dos burgueses de cada ciudad [...]”.

Texto 6. A county election, 1320, original en inglés.

Tomado de DOUGLAS, D. C., English Historical Documents: 1189-1327. London, Routledge, 1975, vol. III, pp.

384-385.

Versión inglesa:

“[...] And that when a certain writ of the king had come to the same sheriff,

William le Gentil for the election of two knights to go to the king´s parliament,

which knights ought to have been elected by the whole community of the county,

the same William elected Gilbert de Haydok and Thomas de Thornton without

the consent of the community; and when they returned from the parliament, they

brought a writ for levying their expenses, by which the aforesaid Richard and

William de Wynwyk, the bailiffs, were ordered to levy twenty pounds for the

expenses of the aforesaid knights; whereas the community of that county could

have had by their own election two sufficient men to go to the parliament for ten

marks or ten pounds. And, moreover, the same bailiffs levied as much for their

own use as they did for the use of the aforesaid knights [...]”.

Traducción española:

“Y que cuando un escrito real había llegado a manos del sheriff, William le

Gentil para la elección de dos caballeros para ir al parlamento del rey, y que los

Page 72: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

65

caballeros debían haber sido elegidos por el conjunto de la comunidad del

condado, el mismo sheriff eligió a William Gilbert de Haydok y a Thomas de

Thornton sin el consentimiento de la comunidad, y cuando volvieron del

parlamento, trajeron un escrito con sus gastos, por el cual los bailíos, recibieron

la orden de imponer veinte libras para los gastos de los caballeros

mencionados, mientras que si la comunidad de ese condado hubiera tenido sus

propias elecciones, dos hombres habrían ido al parlamento por tan sólo diez

marcos. Y, por otra parte, los mismos agentes judiciales utilizaron ese dinero

tanto para propio uso como para el uso de los caballeros antes mencionados”.

Texto 7. Functions of a Parliament, 1258, original en inglés.

Tomado de RICHARDSON, H. G., SAYLES, G., O., Functions of the medieval Parliament of England. London, The

Hambledon Press, 1988, pp. 89.

Versión inglesa.

“The sheriff of Kent is ordered to postpone until the parliament next held all the

distraints he is making on the men of Favesham on account of certain disputes

arising between the abbot of Favesham and these men because they have

receives a royal writ, appointing a day against them in parliament before Hugh

Bigod, the Justiciar of England”.

Traducción española.

“Se ordena al sheriff de Kent que aplace hasta el próximo Parlamento en el que

se tratarán los embargos que está realizando sobre los hombres de Favesham a

cuenta de las controversias que han surgido entre el abad y estos hombres, así

que han recibido un recurso real, por el que se les convoca un día en el

Parlamento ante Hugh Bigod, el Justiciar de Inglaterra”.

Page 73: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

66

Texto 8. How to hold a parliament, 1316-1324, originales en inglés.

Tomado de DOUGLAS, D. C., English Historical Documents: 1189-1327. London, Routledge, 1975, vol. III, pp.

924-934.

8.1.- Capítulo XIX: Respecto a la convocatoria de un parlamento.

“El establecimiento de un parlamento debe preceder al primer día de sesión por

cuarenta días y debe celebrarse el domingo, pero se puede llevar a cabo el resto

de los días, exceptuando Todos los Santos, Todas las Almas y el Nacimiento de

San Juan Bautista […]”.

8.2.- Capítulo VII: Respecto a los burgueses.

“También, y de la misma forma que los caballeros los bailíos de cada burgo

deben abrir la elección en cada distrito para elegir a dos de los mejores

hombres de cada municipio para que vengan y estén presentes en el parlamento

del rey […]”.

8.3.- Capítulo XIV: Respecto a los asientos en la cámara.

“El rey se sienta en el centro del gran banco y a su lado derecho, se sentará el

arzobispo de Canterbury, los obispos de Londres y Winchester y después de

ellos, a su vez en filas, los otros obispos, abades […]”.

8.4.- Capítulo XII: Respecto al discurso del rey.

“El rey debe pedir a los clérigos y laicos, nombrados según su estamento,

aplicar con diligencia, celo y de todo corazón la consideración y la toma de

decisiones sobre los asuntos del reino en el Parlamento, tal como lo entienden

de acuerdo con la voluntad de Dios, en primer lugar y después según su honor y

privilegio”.

8.5.- Capítulo XIII: En lo concerniente a la ausencia del monarca del parlamento.

“El rey está absolutamente obligado a estar presente personalmente en el

Parlamento, a menos que la enfermedad impida su presencia y por ello, debe

mantenerse en su habitación y nunca fuera del palacio […]”.

Page 74: Los orígenes del Parlamento en Inglaterra

67

8.6.- Capítulo XVIII: Respecto a los asuntos a tratar en la cámara.

“Todos los asuntos deben aparecer en el calendario siguiendo este orden:

primero, cuestiones que hacer con la guerra, y otros temas concernientes a la

situación de la familia real; en segundo lugar, los asuntos del reino en general y

en tercera posición, las peticiones comunes e individuales”.

8.7.- Capítulo XXIII: De acuerdo con los servicios al rey.

“El rey no debe pedir ayuda a su reino, más cuando la guerra es inminente, o

para el homenaje de sus hijos como caballeros o el matrimonio de sus hijas, y

las ayudas de este tipo deberían ser solicitadas cuando el parlamento está

completo. Por tanto, todos los servicios son concedidos de rechazados, por la

comunidad del reino”

8.8.- Capítulo XXV: Respecto a los archivos parlamentarios.

“Los empleados del Parlamento no podrán negarse a dar una trascripción del

proceso, en rollos de diez centímetros de ancho, y deberán suministrarla a todo

el que la solicite, y podrán cobrar un centavo a razón de diez líneas, a menos

que el que la solicita viva en la pobreza, y en este caso, no se cobrará nada”.