Los Últimos Doce Versos del Evangelio de...

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“Los Últimos doce versos Del Evangelio Según San Marcos” Por: Dean John William Burgon B.D. Este Libro digital es para el uso de cualquier persona en cualquier lugar sin pago alguno y con casi ninguna restricción del todo. Puede leerlo, copiarlo y recibir la bendición del mismo en forma gratis, debido a que ha sido traducido al español a partir de varias fuentes http//Ladoctrina.org Título del libro: “Los Últimos doce versos del Evangelio Según San Marcos Autor: Dean John William Burgon Fecha de emisión original: Junio 14, 1871 Fecha de traducción al español: 24/ Abril/ 2015 Idioma original: inglés

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  • Los ltimos doce versos Del Evangelio Segn San Marcos

    Por:

    Dean John William Burgon B.D.

    Este Libro digital es para el uso de cualquier persona en cualquier lugar sin pago alguno y con casi ninguna restriccin del todo.

    Puede leerlo, copiarlo y recibir la bendicin del mismo en forma gratis, debido a que ha sido traducido al espaol a partir de varias

    fuentes

    http//Ladoctrina.org

    Ttulo del libro: Los ltimos doce versos del Evangelio Segn

    San Marcos

    Autor: Dean John William Burgon

    Fecha de emisin original:

    Junio 14, 1871

    Fecha de traduccin al espaol:

    24/ Abril/ 2015

    Idioma original: ingls

  • VERSOS DEL SANTO EVANGELIOSEGN

    Vindicados Contra

    Vicario de la UniversidadMiembro de la Universidad de

    De la Universidad de

    Con Facsmiles

    "Puedo aconsejarle,' seordiera unas cuantas palabras de consejo seor?

    Entonces djeme recomendarle la prctica de siempre verificar todas

    James Parker

    LOS LTIMOS DOCE VERSOS DEL SANTO EVANGELIO

    SEGN SAN MARCOS

    Vindicados Contra las Recientes Objeciones CrticasY Establecidos por:

    John W. Burgon B.D.

    io de la Universidad Sta. Ma. La VirgMiembro de la Universidad de ORIEL,

    Y Catedrtico graduado

    De la Universidad de Gresham en Teologa

    Facsmiles de los Cdices ( ) Y Cdice

    seor, 'en su estudio de Divinidad?' Dijo usted que deseaba

    diera unas cuantas palabras de consejo seor?...

    Entonces djeme recomendarle la prctica de siempre verificar todas sus referencias seor

    Explicacin del difunto PRESIDENTE ROUTH

    En Oxford y Londres:

    James Parker y Compaa. 1871.

    Objeciones Crticas

    Virgen, ,

    en Teologa.

    dice L

    Dijo usted que deseaba 'que le

    sus referencias seor!

  • Por favor lea atentamente esta nota de la traduccin al espaol: [NTE] Es Nota de Traduccinayuda de nuestro Seor Jesucristo y su Espritu Santo; algunos dichos, y expresiones de este importante documentova entre corchetes aunque sin nota NTE a excepcin de la numeracin, es una traduccin efectuaddel griego, el texto que solo estaba en eruditos y del Autor etc., lo he traducido sin colocarlo en esos idiomas sino solo entre corchetes evitando que este volumen sea muy grande. Este tratadopie, que van aparte no en negrita, y bajo numeraciones, que corresponden a los superndices que el Autor ha colocado e indican en bajo en cada numeracin: la fuente de donde se tom la evidencia o bien se da una anumeracin entre corchetes para orientarse en la lecturatodo el cuerpo del documento y sirvenun nmero de pgina de este algn dato, y no coincidretenerse la numeracin original del libro impreso sirve para buscar las referencias internas que el Autor hace, toda otra referencia de pginas que no sea de este volumen no lleva corchetes. palabras griegas y los evitar que alguno no pueda leerlordenador, dejndolas en lnea con el texto. se pronuncia LEF acentuado en la primera letra. Bien, ahora solo me resta dar gracias a Jesucristo nuestro SEOR Quien me permite que sea aunque solo una leve parte de esta lucha por mantener pura Su Bendita y Poderosa Palabra Viva. Esperando que usted amado Lector pueda aprovechar este pequeo servicio a nuestro comn SALVADOR Aleluya! Diciendo siempre a Su Palabra Amn, Amn y Amn!La oveja Betthy de Mendoza Lmpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi caminoSalmo 119:105

    Por favor lea atentamente esta nota de la traduccin al

    Traduccin al espaol, sirve para aclarar con la ayuda de nuestro Seor Jesucristo y su Espritu Santo; algunos dichos, y expresiones de este importante documento. Todova entre corchetes aunque sin nota NTE a excepcin de la numeracin, es una traduccin efectuada de algn idioma

    l texto que solo estaba en latn y expresiones de eruditos y del Autor etc., lo he traducido sin colocarlo en esos idiomas sino solo entre corchetes evitando que este volumen sea

    tratado est todo en negrita y consta de notas al pie, que van aparte no en negrita, y bajo numeraciones, que corresponden a los superndices que el Autor ha colocado e indican

    cada numeracin: la fuente de donde se tom la evidencia o bien se da una aclaracin pertinente

    entre corchetes para orientarse en la lecturatodo el cuerpo del documento y sirven cuando el Autor se refiere a un nmero de pgina de este tratado, al que deber referirse para algn dato, y no coincide con la numeracin digital, pero por retenerse la numeracin original del libro impreso sirve para buscar las referencias internas que el Autor hace, toda otra referencia de pginas que no sea de este volumen no lleva corchetes.

    los pergaminos estn en formato imagen para evitar que alguno no pueda leerlos por no tener la fuente en su ordenador, dejndolas en lnea con el texto. La letra Hebrea

    se pronuncia LEF acentuado en la primera letra.

    , ahora solo me resta dar gracias a Jesucristo nuestro SEOR Quien me permite que sea aunque solo una leve parte de esta lucha por mantener pura Su Bendita y Poderosa Palabra Viva. Esperando que usted amado Lector pueda aprovechar este pequeo servicio a nuestro comn SALVADOR

    Aleluya! Diciendo siempre a Su Palabra Amn, Amn y Amn!La oveja Betthy de Mendoza

    Lmpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino

    Por favor lea atentamente esta nota de la traduccin al

    para aclarar con la ayuda de nuestro Seor Jesucristo y su Espritu Santo; algunos

    . Todo lo que va entre corchetes aunque sin nota NTE a excepcin de la

    idioma. Aparte expresiones de

    eruditos y del Autor etc., lo he traducido sin colocarlo en esos idiomas sino solo entre corchetes evitando que este volumen sea

    est todo en negrita y consta de notas al pie, que van aparte no en negrita, y bajo numeraciones, que corresponden a los superndices que el Autor ha colocado e indican

    cada numeracin: la fuente de donde se tom la claracin pertinente. Hay una

    entre corchetes para orientarse en la lectura [001] en cuando el Autor se refiere a

    , al que deber referirse para e con la numeracin digital, pero por

    retenerse la numeracin original del libro impreso sirve para buscar las referencias internas que el Autor hace, toda otra referencia de pginas que no sea de este volumen no lleva corchetes. Todas las

    formato imagen para s por no tener la fuente en su

    letra Hebrea

    , ahora solo me resta dar gracias a Jesucristo nuestro SEOR Quien me permite que sea aunque solo una leve parte de esta lucha por mantener pura Su Bendita y Poderosa Palabra Viva. Esperando que usted amado Lector pueda aprovechar este pequeo servicio a

    Aleluya! Diciendo siempre a Su Palabra Amn, Amn y Amn!

    Lmpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.

  • Hermanos y amigos,

    Agradecemos a nuestro Padre Celestial, a su Hijo Jesucristo y al Espritu Santo porque nos permite poner a la disposicin del Cuerpo de Cristo de habla espaola esta nueva traduccin, con la esperanza de que sea apreciada por todos aquellos que aman profundamente la Palabra de Dios.

    Esta vez les presentamos la traduccin al espaol del libro titulado "The Last Twelve Verses of the Gospel According to S. Mark" escrito por el erudito John W. Burgon que aborda el asunto de los ltimos doce versos del Evangelio de Marcos, los cuales s aparecen en el Texto Recibido, pero no aparecen en el corrupto "Nuevo Testamento Griego" de Westcott y Hort, y por ello no aparecen en las recientes traducciones/revisiones de la Biblia.

    Una vez ms tenemos la esperanza de que este material sirva para la edificacin del Cuerpo de Cristo a fin de que no seamos engaados, sino que nos preparemos para el encuentro con nuestro amado Jesucristo en su pronto regreso.

    En Cristo,

    Juan Antonio Vsquez

    HistoriaYVerdad.org

    Noviembre de 2015, Ao de la Misericordia

  • 1

    Contenido: Pgina:

    El Cdice. [00I] Dedicatoria: Sir ROUNDELL Palmer, Q.C., M.P

    [00V]

    Prefacio [VII] Los ltimos Doce Versos [XI]

    Captulo I. DECLARACIN DEL CASO DE LOS DOCE

    VERSOS DEL EVANGELIO DE SAN MARCOS

    [001]

    Captulo II. EL VEREDICO HOSTIL DE LOS CRTICOS

    BBLICOS DEMOSTRADO QUE ES DE UNA BASTANTE RECINTE FECHA

    [005] Captulo III.

    APELACIN A LOS PADRES PRIMITIVOS DE LA IGLESIA, QUE DEMUESTRAN DAR

    SU FAVORABLE TESTIMONIO

    [ 019] Captulo IV.

    EXAMEN DE LAS VERSIONES PRIMITIVAS, QUE SE HALLA QUE

    PORTAN UN RESUELTO TESTIMONIO HACIA LA AUTENTICIDAD DE ESTOS

    VERSOS

    [ 032]

    Captulo V. EL PRESUNTO TESTIMONIO HOSTIL DE CIERTOS DE LOS PADRES PRIMITIVOS, DEMOSTRANDO QUE SE TRATA DE UNA

    IMAGINACIN DE LOS CRTICOS

    [ 038] Captulo VI.

    TESTIMONIO MANUSCRITO QUE MUESTRA ESTAR ABRUMADORAMENTE A FAVOR DE ESTOS VERSOS. PARTE I

    [ 070]

    Captulo VII. TESTIMONIO MANUSCRITO QUE

    MUESTRA ESTAR ABRUMADORAMENTE A FAVOR DE ESTOS VERSOS. PARTE II

    [091]

  • 2

    Captulo VIII. EL PROPSITO DE LOS ANTIGUOS

    ESCOLIOS Y NOTAS EN LOS MANUSCRITOS, RESPECTO AL TEMA

    QUE TRATAN ESTOS VERSOS, DEMOSTRANDO QUE SON LO INVERSO

    DE LO QUE COMNMENTE SE HA SUPUESTO

    [114]

    Captulo IX. LA EVIDENCIA INTERNA DEMUESTRA

    SER TODO LO CONTRARIO A DESFAVORABLE PARA ESTOS VERSOS

    [136] Captulo X.

    EL TESTIMONIO DE LOS LECCIONARIOS DEMUESTRA SER ABSOLUTAMENTE DECISIVO EN LO REFERENTE A LA AUTENTICIDAD DE ESTOS VERSOS

    [191] Captulo XI.

    LA OMISIN DE ESTOS DOCE VERSOS EN CIERTAS COPIAS ANTIGUAS DE LOS

    EVANGELIOS, EXPLICADA Y CLARIFICADA

    [212] Captulo XII.

    REVISIN GENERAL DEL ASUNTO: RESUMEN DE LA EVIDENCIA; Y

    CONCLUSIN DE TODO EL TEMA

    [243] APNDICE (A) [257] APNDICE (B) [265] APNDICE (C) [267] APNDICE (D) [269] APNDICE (E) [288] APNDICE (F) [291] APNDICE (G) [295] APNDICE (H) [313] POSTSDATA [319] LA MISIVA [324]

    NDICE GENERAL [326]

  • [00I] EL CDICE:

    En la siguiente pgina se muestra un exacto facsmil, obtenido por medio de fotografa del folio 28 b del CODICE SINAITICO en san Petersburgo. (El Tischendorf): mostrando la abrupta terminacin del evangelio de San Marcos con las palabras (

    ) [porque tenan miedo]explica en la pgina [070] y en las pginas [086 La fotografa original, la cual est aqu reproducida en una escala disminuida, mide de altooctavo; de ancho mide trece pulgadas completas [Aproximadamente 36 centmetros de alto y 33.02 centmetros de ancho] Esta fotografa me fue entregada por medio de la afanosa asistencia del Ingls que funge como Reverendo en San Petersburgo, el el favor del Guardador de la Biblioteca Imperial, quien tiene mis clidos agradecimientos por su liberalidad y consideracin. Se percibir que el texto se inicia en San Marcos 16:2, y termina con las primeras palabras dHasta esta fecha, todo esfuerzo por obtener una Fotografa de la pgina correspondiente del CDICE VATICANO, B (nmero 1209, en el Vaticano,) haba sido infructuosa. esta simple forma e inusual modo, aadira alguna palabra de ceremonial respeto si supiera el protocolo para hacerlo,) Papa que me permita poseer una Fotografa, en el tamao correspondiente al original de la pgina del CDICE B (ste est numerado folio 1303,) el cual mueterminacin del Evangelio de San Marcos. Esopresente vindicacin de la autenticidad de los Doce Versos del Evangelio sempiterno tiene la misma. J. W. B. UNIVERSIDAD DE Junio 14, 1871.

    3

    En la siguiente pgina se muestra un exacto facsmil, obtenido por medio de fotografa del folio 28 b del CODICE SINAITICO en san Petersburgo. (El Tischendorf): mostrando la abrupta terminacin del evangelio de San Marcos con las palabras (

    [porque tenan miedo] (Captulo 16:8) como se explica en la pgina [070] y en las pginas [086 088].La fotografa original, la cual est aqu reproducida en una escala disminuida, mide de alto catorce pulgadas y un octavo; de ancho mide trece pulgadas completas Aproximadamente 36 centmetros de alto y 33.02 centmetros

    ] Esta fotografa me fue entregada por medio de la afanosa asistencia del Ingls que funge como Reverendo en San Petersburgo, el Reverendo A.S. Thompson, B.D.; por el favor del Guardador de la Biblioteca Imperial, quien tiene mis clidos agradecimientos por su liberalidad y

    Se percibir que el texto se inicia en San Marcos 16:2, y termina con las primeras palabras de San Lucas 1:18Hasta esta fecha, todo esfuerzo por obtener una Fotografa de la pgina correspondiente del CDICE VATICANO, B (nmero 1209, en el Vaticano,) haba sido infructuosa. esta simple forma e inusual modo, (al cual con gusto

    palabra de ceremonial respeto si supiera el protocolo para hacerlo,) muy humildemente solicito al Papa que me permita poseer una Fotografa, en el tamao correspondiente al original de la pgina del CDICE B (ste est numerado folio 1303,) el cual muestra la abrupta terminacin del Evangelio de San Marcos. Eso solopresente vindicacin de la autenticidad de los Doce Versos del Evangelio sempiterno tiene la dicha de confirmarse a s

    UNIVERSIDAD DE ORIEL, OXFORD,

    En la siguiente pgina se muestra un exacto facsmil, obtenido por medio de fotografa del folio 28 b del CODICE SINAITICO en san Petersburgo. (El de Tischendorf): mostrando la abrupta terminacin del

    (Captulo 16:8) como se 088].

    La fotografa original, la cual est aqu reproducida en una lgadas y un

    octavo; de ancho mide trece pulgadas completas Aproximadamente 36 centmetros de alto y 33.02 centmetros

    ] Esta fotografa me fue entregada por medio de la afanosa asistencia del Ingls que funge como Reverendo en

    Reverendo A.S. Thompson, B.D.; por el favor del Guardador de la Biblioteca Imperial, quien tiene mis clidos agradecimientos por su liberalidad y

    Se percibir que el texto se inicia en San Marcos 16:2, y e San Lucas 1:18

    Hasta esta fecha, todo esfuerzo por obtener una Fotografa de la pgina correspondiente del CDICE VATICANO, B (nmero 1209, en el Vaticano,) haba sido infructuosa. En

    (al cual con gusto palabra de ceremonial respeto si supiera el

    muy humildemente solicito al Papa que me permita poseer una Fotografa, en el tamao correspondiente al original de la pgina del CDICE B

    stra la abrupta solo si la

    presente vindicacin de la autenticidad de los Doce Versos de confirmarse a s

  • [0II]

    CODICE SINATICO

    4

    CODICE SINATICO FOTO:

    FOTO:

  • 5

    MIS PALABRAS NO PASARN"

    [0III]

  • 6

    [0IV]

    [NTE de la pgina anterior]

    Mis palabras no pasarn"

    Porque de cierto os digo que antes que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasar de la Ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:18 Pero ms fcil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la Ley. Lucas 16:17 De cierto os digo que no pasar esta generacin hasta que todo esto acontezca.35 El cielo y la tierra pasarn, pero mis palabras no pasarn

    Mateo 24:34-35

    Yo advierto a todo aquel que oye las palabras de la profeca de este libro: Si alguno aade a estas cosas, Dios traer sobre l las plagas que estn escritas en este libro. Y si alguno quita de las palabras del libro de esta profeca, Dios quitar su parte del libro de la vida y de la santa ciudad y de las cosas que estn escritas en este libro.

    Apocalipsis 22:18-19

  • 7

    [OOV] Dedicatoria: A Sir Roundell Palmer,

    Q.C., M.P.

    Querido Seor ROUNDELL,

    Es para m un honor inscribirle este volumen a usted.

    Permtame explicarle la razn del porqu.

    No es solamente que yo lo haga como una expresin de un sentimiento de amistad

    privada la cual se remonta hasta ese placentero tiempo cuando yo era un Ministro para

    su Padre, cuya memoria nunca recuerdo sin amor y veneracin; ni tampoco hago

    esto para procurarme la oportunidad de testificar cuanto lo honro por el noble ejemplo

    de rectitud de conciencia e integridad la cual usted nos mostr en una ocasin pblica

    reciente. No es por ninguna de tales razones que yo le dedico a usted esta vindicacin de

    los ltimos Doce Versos de San Marcos.

    Sino es, debido a que deseo supremamente presentar el argumento contenido en las

    siguientes pginas ante un experimentado intelecto discriminativo de la clase ms

    honorable. Los recientes Editores del Nuevo Testamento insisten en decir que estos

    ltimos Doce Versos no son genuinos. Los Crticos, casi sin excepcin alguna, afirman

    la misma opinin. El prejuicio popular desde hace mucho tiempo ha sido solicitado

    cordialmente por parte de ellos. Estoy tan convencido, como lo estoy de mi vida, que lo

    contrario de lo que ellos afirman es la verdad. No sucede conmigo como ocurre con

    ciertos erudito amigos mos, quienes admitiendo las premisas del adversario, se

    contentan con negar la validez de su inferencia. Sin embargo aunque sea cierto, y es

    cierto, que a partir de esas premisas no se sigue la conclusin propuesta, me atrevo

    incluso a negar la exactitud de aquellas premisas completamente.

    Insisto, por el contrario, que la evidencia en la que se est confiando no es digna de fiar,

    es indigna de confianza en todo detalle.

    [OVI] Mientras tanto, Cmo una persona como yo, puede tener la esperanza de persuadir al mundo que la verdad es como yo digo, mientras que la mayora de los ilustres Crticos

    Bblicos en casa y en el extranjero todos concuerdan contra m?

    Claramente, la primera cosa a efectuarse es asegurarme una completa y paciente

    audiencia. Con este punto de vista, he escrito un libro. Pero en seguida, en lugar de

    esperar a que se d el lento veredicto de la Opinin Pblica, (la cual, s que se suscitar

    luego de muchos das,) yo necesito para la Evidencia que he colectado, a un Juez

    competente e imparcial. Y por ello es que le dedico mi libro a usted. Si logro que este

    caso obtenga un juicio justo, no tengo ninguna duda cual ser el resultado.

  • 8

    Ya sea que usted pueda tener el tiempo para leer estas pginas, o no, me contentar con haber mostrado de esta manera la confianza con la cual yo defiendo mi causa; la clase de

    prueba a la cual propongo que se expongan mis razonamientos. Si se me permite decirlo,

    los ltimos Doce Versos de San Marcos ya no sern un objeto de disputa entre los hombres. Soy capaz de demostrar que esta porcin del Evangelio ha sido declarado

    espurio, basndose en conceptos completamente errneos: y en justicia esto deber cerrar

    la discusin. Pero asevero haber hecho ms. Aseguro haber demostrado, a partir de

    consideraciones las cuales hasta ahora haban sido pasadas por alto, que su autenticidad

    necesariamente deber ser conceptuada entre las cosas que son absolutamente ciertas.

    De usted, con sincera estima y respeto,

    Querido Seor Roundell,

    Muy fielmente suyo,

    J. W.B.

    ORIEL

    Julio, 1871.

    [VII] PREFACIO: Este volumen es mi contribucin hacia un mejor entendimiento del asunto al cual est destinado, cuando haya crecido hasta ser una Ciencia, para vindicar por s mismo una poderosa jurisdiccin, y para disfrutar de suprema atencin. Aludo a la Critica Textual de las Escrituras del Nuevo Testamento. Todos podrn notar que este Estudio est an en su infancia. Los propios principios en los cuales este se basa son an entendidos solo imperfectamente. La razn de ello es obvia. Es debido a que sus propios cimientos an no han sido desplegados, (excepto hasta una extensin totalmente inadecuada,) sobre los cuales la

  • 9

    futura superestructura deber elevarse. Una cuidadosa comparacin de cada Cdice existente, (ejecutada segn el sistema de labores en este departamento por parte del Reverendo F. H. Scrivener,) es la parte preliminar indispensable para lograr un verdadero progreso. Otra cosa, es un Texto revisado, no digamos un ms exacto conocimiento, de las Versiones ms antiguas. Sern escasamente de inferior importancia las ediciones Crticas de los Padres de la Iglesia; y estos debern por todos los medios ser provistos con ndices mucho ms completos de sus Textos que lo que hasta ahora se ha intentado hacer. No existe ni un solo Padre que se pueda nombrar, cuyas Obras hayan sido hasta ahora dotadas con un

    [VIII] Indexado tolerablemente completo de los lugares los cuales l cita, o bien a los que claramente se refiere, del Texto del Nuevo Testamento: mientras que escasamente un dcimo de los Manuscritos conocidos de los Evangelios han sido hasta ahora comparados satisfactoriamente. Es extrao de notar, pero estamos hasta este momento sin un Catlogo satisfactorio de las Copias que se saben que existen. Pero cuando todo esto se haya efectuado, (y la Ciencia merece y requiere un poco de ms nimo pblico de lo que hasta ahora se le ha dado al arduo y que no me avergenzo de agregar la palabra labor no remunerativo de la Crtica Textual,) se descubrir que la Teora popular y prevaleciente es una teora errnea. Las hiptesis plausibles en las cuales las recientes recensiones del Texto han sido en gran parte conducidas, se ver que ya no son aceptables. Las ltimas decisiones en consecuencia sern generalmente reversadas. Por supuesto que no pierdo de vista lo que ya se ha logrado en este departamento de Sagrado Estudio. Mientras que nuestro conocimiento de los Manuscritos Unciales ha sido traducido tolerablemente exacto y completo, un excelente inicio se ha hecho ya, (principalmente por el Reverendo F. H. Scrivener, el ms juicioso Maestro de la Crtica Textual que vive,) al familiarizarnos con los contenidos de alrededor de setenta de los Manuscritos Cursivos del

  • 10

    Nuevo Testamento. Y aunque es imposible negar que los Textos publicados por los Doctores Tischendorf y Tregelles como Textos sean totalmente inadmisibles, sin embargo es igualmente cierto que por medio de la diligencia con la que aquellos mismos distinguidos Eruditos han ido trabajando, respectivamente han erigido monumentos de su saber y habilidad que perdurarn para siempre.

    [IX] Sus Ediciones del Nuevo Testamento no sern superadas por nuevos descubrimientos, por ningn avance futuro de la Ciencia de la Crtica Textual. Los Manuscritos que ellos han editado permanecern entre los ms preciados materiales de futuro estudio. Todo el honor para ellos! Si en el calor de la controversia yo parezca haber hablado de ellos algunas veces sin la adecuada deferencia, permtanme que aqu de una vez y por todas confiese que soy culpable, y exprese mi arrepentimiento. Cuando ellos pblicamente le hayan pedido perdn a San Marcos por el grave dao que le han efectuado a l, yo humildemente les pedir perdn tambin. En conclusin, deseo ofrecer mi agradecimiento al Reverendo John Wordsworth, antiguo miembro de la BRASENOSE COLLEGE, por su paciente inspeccin de estas hojas conforme fueron pasando por la prensa, y por favorecerme con varias prudentes sugerencias. A l se le puede aplicar el dicho del Presidente Routh al recibir la visita del Obispo Wordsworth en su domicilio, Seor, Veo a un erudito hijo de un erudito Padre! Permtame agregar que de, mi amigo hereda el fino gusto del Obispo, as como su preciso criterio tambin.

    [X] Y ahora despido esta Obra, en la cual he trabajado concienzudamente por muchos das y muchas noches; comenzando con gozo y terminando con tristeza. A la universidad en la cual he escrito la mayor parte de esta obra, la designo en el prembulo de esta Carta y en sus Estatutos de Fundacin, (los cuales ya tienen ms de la mitad de un ciento de aos,) como [Colegio Escolstico de Estudio de Sagrada Teologa, duradera por tiempo perpetuo] Endeudada, bajo DIOS, a la piadosa

  • 11

    magnanimidad del Fundador de ORIEL por mis oportunidades de estudio, me aventuro, en lo que necesariamente deber llamar das malos, esperando que hasta cierto punto pueda emplear mis ventajas, (la expresin ocurre en una oracin empleada por esta Sociedad en su tercer solemne aniversario,) como nuestros Fundadores y Benefactores hubieran aprobado si ellos estuvieran en la tierra para evidenciar lo que hacemos. J. W. B. ORIEL, Julio, 1871.

    [XI] Los ltimos Doce Versos

    Adjuntos, para conveniencia, estn los ltimos Doce Versos.

  • 12

    9 Habiendo, pues, resucitado por la maana, el primer da de la semana, apareci primeramente a Mara Magdalena, de quien l haba echado siete demonios. 10 Yendo ella, lo hizo saber a los que haban estado con l, los cuales estaban tristes y llorando. 11 Ellos, cuando oyeron que viva y que haba sido visto por ella, no lo creyeron. 12 Pero despus apareci en otra forma a dos de ellos que iban de camino al campo.13 Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos les creyeron.

    [XII]

  • 13

    14 Finalmente se apareci a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reproch su incredulidad y dureza de corazn, porque no haban credo a los que lo haban visto resucitado.15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, ser salvo; mas el que no creyere, ser condenado. 17 Y estas seales seguirn a los que creen: En mi nombre echarn fuera demonios; hablarn nuevas lenguas; 18 tomarn en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortfera, no les har dao; sobre los enfermos pondrn sus manos, y sanarn.

    [XII]

  • 14

    19 Y el Seor, despus que les habl, fue recibido arriba en el cielo, y se sent a la diestra de Dios. 20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudndoles el Seor y confirmando la palabra con las seales que la seguan. Amn.

    [001] Captulo I.

    EL CASO DE LOS DOCE VERSOS DEL

    EVANGELIO DE SAN MARCOS DECLARADO

    Estos Versos en la poca presente se han rodeado

    de sospecha. La popularidad de esta opinin explicada.

    ltimamente se ha vuelto una moda hablar de los Doce ltimos Versos del Evangelio segn San Marcos, como si fuera un hecho ya comprobado que esos versos no constituyen parte integral del Evangelio. Parece ser que hay una suposicin general de que: (1) La evidencia de los Manuscritos es completamente

    fatal para el reclamo de esos derechos por parte de ese texto.

    (2) Que la evidencia de los Padres primitivos claramente testifica en contra de la autenticidad de los mismos.

  • 15

    (3) Que, a partir de consideraciones efectuadas en la evidencia interna ciertamente debe renunciarse a ellos.

    Por lo tanto, ser mi empresa en las siguientes pginas, mostrar, todo lo contrario: Que la evidencia Manuscrita ert tan abrumadoramente a favor de esa porcin de texto, que no cabe espacio de duda ni de sospecha: Que no hay tanto como ni uno solo de los Padres,

    primitivo o tardo, quien de como opinin personal que estos versos sean espurios:

    Y, que el argumento derivado de las consideraciones internas demuestra por medio de una investigacin, que no tiene fundamento y es tan insustancial como un sueo.

    Pero yo espero que pueda tener xito en hacer ms. Ser mi esfuerzo demostrar no solo, que realmente no hay ninguna razn del todo para desafiar la exactitud de la autenticidad de esta porcin de las Santas Escrituras, sino tambin que existen suficientes razones para sentir confianza en que necesariamente han de ser genuinas.

    [002] Esto es claramente tanto cuanto me es posible lograr. Pero cuando esto haya sido hecho, me atrevo a esperar que los versos ahora en disputa, en el futuro se permitir retenerlos en su lugar en el segundo Evangelio y sin perturbarlos. Por supuesto que se preguntarn, Y sin embargo, si todo esto es as, Cmo es que sucede que tanto en cada poca antigua como en cada poca moderna, esta proposicin de suprimir los doce versos del Evangelio ha gozado de cierta cantidad de popularidad? (Yo respondo,) en los dos diferentes perodos, por muy amplias y diferentes razones resulta que: (1.) En los das antiguos, cuando era una creencia universal de la Cristiandad que la Palabra de DIOS necesariamente debera ser consistente consigo misma en cada parte, y mostrarse en cada porcin (como su Divino autor) perfectamente fiel y verdadera, la dificultad (la cual fue tenida en todo menos como insuperable) de traer ciertas afirmaciones de los ltimos Doce Versos de San

  • 16

    Marcos en armona con ciertas otras cosas dichas por otros Evangelistas, sea descubierto que hubo preocupado a los Telogos sobremanera. De hecho, (dice el Sr. Scrivener,) esto trajo sospecha sobre estos versos, y ocasion su omisin en algunas copias vistas por Eusebio. No soy capaz de persuadirme a creer que el proceso de mutilacin sea en verdad atribuible a esta causa y que haya surgido en esta forma particular; pero, si no fue el deseo de proveer un escape de una seria dificultad crtica lo que en verdad ocasion que las copias del Evangelio de San Marcos fueran mutiladas, esa es la razn por la cual, desde remotos tiempos, tales copias mutiladas fueran vistas sin desagrado por algunos, y fueran solicitadas con complacencia por otros. (2.) Pero los tiempos han cambiado. Recientemente se nos ha asegurado en alta autoridad que la Iglesia ha dado marcha atrs a sus antiguas convicciones en este sentido; que ahora, la mayora de los Telogos de buen criterio, no tienen ningn pavor del todo en admitir los diminutos puntos de desacuerdo (en otras palabras diminutos errores) en la cudruple narrativa incluso de la vida del Redentor.1 En estos ltimos das, se ha suscitado una singular impaciencia respecto a la Verdad Dogmtica, (especialmente Dogma de una clase desagradable.) lo cual incluso ha hecho popular el pretexto dado por estas mismas copias mutiladas por la grave resucitacin de dudas, las cuales nunca fueron tomadas en cuenta seriamente por ninguno de los antiguos; y las cuales, en todo caso por ms de 1300 aos, merecidamente fueron lanzadas al olvido

    [003] A pesar de que yo escribo, que mucha explicacin teolgica de los principales artculos de nuestra fe Cristiana, el credo de Atanasio 2 es hecho el objeto de incesantes ataques 3 Pero entonces debe recordarse que los enunciados un tanto inmisericordes como cualquiera de todos los que este Credo contiene, resultan hallarse en el verso 16avo del captulo concluyente de San Marcos; son de hecho las palabras de Aqul cuyo propio Nombre es Amor. La preciosa clusula de advertencia, digo yo (mal

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    llamada condenatoria, 4) la cual un impertinente entrometimiento ha hecho que la parafraseen con un encabezado y la debiliten con una disculpa, pero estos dichos proceden de los labios Divinos, por lo menos si estos versos concluyentes son genuinos. Cmo podremos tratar con mayor efectividad esta inconveniente circunstancia que por medio de aceptar la sugerencia de los ms recientes editores, que los versos concluyentes del Evangelio de San Marcos son una adicin no autorizada de su Evangelio? Si se admite que el pasaje tiene un sonido severo, (afirma Dean Stanley,) a diferencia de los dichos usuales de Aqul quien vino no a condenar sino a salvar, los descubrimientos de los postreros tiempos han mostrado, casi ms all de toda duda, que esto no es parte del Evangelio de San Marcos, sino una adicin hecha por otro escriba; con lo cual coincide la falta en la evidencia externa con la evidencia interna demostrando su origen posterior. 5

    [004] Entonces el prejuicio moderno, aadido a la estimacin exageradamente singular de la importancia crtica del testimonio de nuestros dos ms antiguos Cdices, (otro de los descubrimientos de los postreros tiempos, respecto a lo que tengo ms que decir despus,) deber explicar por qu la opinin es incluso popular de que los ltimos doce versos de San Marcos son un espurio apndice a su Evangelio.

    No es que los Crticos Bblicos nos quieran hacer creer que el Evangelista termin en el verso 8, con la intencin que las palabras, y no dijeron nada a nadie, porque tenan miedo, fuera la conclusin de su Evangelio. Ninguno puede imaginarse eso, (escribe Griesbach,) que Marcos cortara el hilo de su narrativa en ese lugar. 6 ________________________ 1. Armona del Arzobispo TAIT de Revelacin y las Ciencias, (1864,) p. 21.

    2 Por todos los medios vea HOOKER, E. P., v. XLII. 11-13. 3 El Arzobispo TAIT es de la opinin que no debera retener su lugar en el Servicio Pblico de la Iglesia; y el Decano

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    Stanley da diecisis razones para tener la misma opinin, la quinceava de las cuales es que muchos excelentes laicos, incluyendo al Rey Jorge III, han declinado tomar parte en la recitacin. (Final) Reporte de la Comisin del Ritual de 1870, pginas VIII y XVII

    4 En las palabras de un considerado amigo, (el Reverendo C. P. EDEN). Estas Clusulas no son Condenatorias en absoluto, comprendo que al decir estas palabras, no condeno a una creatura humana, sino que reconozco una verdad de las Escrituras, que es el juicio de DIOS {FNS sobre el pecado de incredulidad. La siguiente pregunta, de en quin se halla el pecado de incredulidad?; esa horrible pregunta la dejo enteramente en Sus manos Quien es por S solo el Juez de los corazones; quien nos cre, y conoce nuestras debilidades, y cuyas tiernas misericordias estn en todas Sus obras.

    5 El Credo de Atanasio, por el Decano de Westminster (Revisin Contempornea de Agosto, 1870 pginas 158 a 159)

    6 Comentarios Crticos, ii. 197. ________________________

    Se admite ansiosamente de parte de todos que un final tan abrupto hubiera supuesto una obra incompleta o fragmentaria de parte de Marcos. Cmo se supone entonces que en el autgrafo original del Evangelista, prosigue la narrativa? Esto es lo que ninguno se ha aventurado tanto como siquiera conjeturarse. Sin embargo, se asume, que el final original del Evangelio, cualquiera que este haya sido, ha perecido. Nosotros abogamos, por supuesto, a su terminacin actual: y, (preguntamos) De qu naturaleza entonces es la supuesta necesidad de tener a los doce ltimos versos del Evangelio de San Marcos como un espurio substituto de lo que el Evangelista originalmente escribi? Dicho en otras palabras Cul ha sido la historia de estas modernas dudas; y por medio de que pasos las han establecidos en los libros, y han ganado la atencin pblica? Explicar esto, ser el objetivo de los siguientes captulos.

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    [005]

    Captulo II EL HOSTIL VEREDICTO DE

    LOS CRTICOS BBLICOS DEMOSTRANDO QUE ES

    DE UNA FECHA BASTANTE RECIENTE Griesbach fue el primero en negar la autenticidad de estos Versos Pgina [006]. El principio fatal de Lachmann Pgina [008] la clave para el veredicto desfavorable de Tischendorf Pgina [009], de Tregelles Pgina [010], de Alford Pgina [012]; el cual ha sido adoptado generalmente por los subsecuentes Eruditos y Telogos Pgina [013]. La naturaleza de la presente investigacin explicada Pgina [015].

    Ha sido solo desde la aparicin de la segunda edicin de Griesbach (1796-1806) que los Crticos del Nuevo Testamento se han permitido manejar los ltimos doce versos de San Marcos con falta de respeto. Las previas ediciones crticas del Nuevo Testamento estn libres de este reproche. No hay razn para dudar de la autenticidad de esta porcin de las Escrituras, escribi Mill en 1707, luego de efectuar una revisin de la evidencia (hasta donde l estaba familiarizado con ella) toda la evidencia a favor y en contra. Veintisiete aos posteriores, apareci la edicin del Nuevo Testamento de Bengel (1734); y al cabo de otros diecisiete aos la de Wetstein, (1751-2), que sigui en el mismo campo. Ambos editores, luego de explorar el testimonio adverso en forma extensa, dejaron el pasaje en indiscutible posesin de su lugar original. ALTER en 1786-7, y Birch en 1788, 7 (sospechando pues la ltima evidentemente era de su autenticidad,) siguieron el ejemplo de sus predecesores. Pero MATTHAEI, (quien tambin emiti su trabajo al final del ao 1788,) no se sinti satisfecho con dar un sufragio silencioso.

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    [006] l haba sido por ms de catorce aos, un laborioso confrontador de los Manuscritos Griegos del Nuevo Testamento, y estaba tan convencido de la insuficiencia de argumentos que haban sido aportados contra de estos doce versos de San Marcos, que sin ningn apasionamiento ordinario, sin ninguna sensibilidad comn, l insisti en su autenticidad. Con Griesbach, (afirma el Doctor Tregelles,)8 Se inician los Textos que pueden ser llamados realmente crticos: y Griesbach es el primero en insistir que los versos concluyentes del segundo Evangelio son ilegtimos. Ya hemos dicho anteriormente, que l no supona que el Evangelio siempre hubiese terminado en el Octavo verso, 9

    Sin embargo, l era de la opinin, que en algn remoto perodo, el final original del Evangelio pereci, desapareci quiz de la copia del Propio Evangelista, y que el final actual fue substituido por alguien en su lugar. Posteriormente, Griesbach invent la siguiente y extraordinaria hiptesis para poder explicar la existencia de San Marcos 16:9-20 _________________________________ 7 Cuatro Evangelios en GRIEGO con diferentes lecturas del texto Cdices Manuscritos de la Biblioteca Vaticana, etc. Publicado por orden expensas del rey, Andrew Birch, HAVNIAE 1788. Una copia de este muy raro y suntuoso folio puede verse en la Biblioteca del Rey (Museo Britnico.) 8 Narrativa del texto Impreso, p. 83. 9 Vea arriba, p. [003]. __________________________________ l invita a sus lectores a creer que cuando, (antes del final del siglo segundo,) las cuatro narrativas Evanglicas fueron reunidas en un volumen y dignificadas con el ttulo de El Evangelio, la narrativa de San Marcos fue elaborada por algn desconocido individuo con la terminacin actual para poder remediar su manifiesta inconclusin; y que este volumen se hizo la norma de la recensin Alejandrina del texto: dicho en otras palabras, se hizo la fuente principal de una poderosa familia de

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    Manuscritos que son designados por Griesbach como Alejandrinos. Pero debieron existir aqu y all copias aisladas de uno o ms Evangelios; y en todos estos, (segn la hiptesis,) el Evangelio de San Marcos habra terminado abruptamente en el verso ocho. Estas copias de Evangelios nicos, cuando fueron reunidos en conjunto, se presume por Griesbach que han constituido, la Recensin Occidental Si, se est en Cdices de esta familia, tambin la mismsima terminacin es ahora universalmente hallada, el hecho debe ser explicado, (dice Griesbach,) por el natural deseo que experimentaron los poseedores de los Evangelios para complementar sus copias imperfectas lo mejor que pudieran. Dejemos que se acepte la conjetura, procede el erudito veterano, (inconsciente aparentemente de que ha estado solicitando la aceptacin de por lo menos media docena de conjeturas infundadas totalmente as como totalmente injustificadas,) --y cada dificultad desaparece; hacindose as

    [007] claramente inteligible como all ha penetrado sutilmente en casi cada Cdice que se ha escrito desde el siglo segundo en adelante, una seccin un tanto diferente del final original y genuino de San Marcos, el cual desapareci antes que los cuatro Evangelios fueran compendiados en un solo volumen. Dicho en otras palabras, si los hombres son tan acomodaticios como para asumir que la conclusin del Evangelio de San Marcos desapareci antes que nadie tuviera la oportunidad de transcribir el autgrafo inspirado del Evangelista, entonces no tendrn ninguna dificultad en comprender que la presente conclusin del Evangelio de San Marcos no fue escrita en verdad por San Marcos.

    Quiz deba decirse de paso, que Griesbach fue motivado a entrar en este curioso laberinto de conjeturas infundadas por las exigencias de su Teora de Recensin; la cual puesto que ya desde hace tiempo que fue expuesta en sus partes, no se hace necesario que nos ocupemos de ella ahora. Pero es digno de notarse que el argumento ya expuesto, (tal como est,) se rompe bajo el peso del

  • primersimo hecho el cual su erudito autor se ve obligado a colocarle encima. El Cdice B, el nico manuscrito qomisin de la clusula en cuestin, (porque el Cdice no haba sido descubierto,) Griesbach ser el principal exponente de su tal llamada Recensin Alejandrina. Pero entonces, hiptesis del Crtico, (como ya hemos visto,) debiera, por el contrario, haberlo de pasarse ese factor inconveniente? Griesbach silenciosamente afirma en una nota al pie, que el Cdice B tiene afinidad con la familia de Manuscritos Or El infortunio de estar seguramente nunca fue ms aparente. En el momento que hemos alcanzado este punto en la investigacin, nos recuerda solamenteperseguido pacientemente noche, contempla que ste al final desaparece; pero no hace sino hasta que lo ha conducido a barbilla dentro del Ni HUG, ni SCHOLZ su alumno, 1830 respectivammodificaciones de su Teora de recensin, en la sentencia desfavorable con la cual su ilustre predecesor hubo pasado en

    [008] su porcin concluyente del Evangelio de San Marcos. Los postreros incluso vindicaro10 Pero con Lachmann, Evangelios apareci en 1842, principio de Revisin Textual; el principio, especficamente, de tomarle absoluta y exclusiva deferencia al testimonio de unos pocos documentosseleccionados arbitrariamente; sin prestarle atencin a otros documentos de la misma o de incluso mayor antigedad. Este no es el lugar correcto para discutir este plausible y ciertamente muy convincente esquema de revisin textual. Y que ste conduce menos que irracionales es cierto. Lo anoto aqu, solo

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    primersimo hecho el cual su erudito autor se ve obligado a el nico manuscrito que atestiguaba la

    de la clusula en cuestin, (porque el Cdice no haba sido descubierto,) ya le haba atribuido Griesbach ser el principal exponente de su tal llamada Recensin Alejandrina. Pero entonces, bajo la propia

    tico, (como ya hemos visto,) el Cdice B debiera, por el contrario, haberlo contenido. Cmo habra de pasarse ese factor inconveniente? Griesbach silenciosamente afirma en una nota al pie, que el Cdice B

    con la familia de Manuscritos Orientales El infortunio de estar cargado con una teora inservible

    seguramente nunca fue ms aparente. En el momento que hemos alcanzado este punto en la investigacin, nos

    solamente al cansado viajero quien, habiendopacientemente un fuego fatuo en el medio de la

    noche, contempla que ste al final desaparece; pero no sino hasta que lo ha conducido a que se suma hasta

    cieno del que sala. Ni HUG, ni SCHOLZ su alumno, quien en 1808 y en 1830 respectivamente siguieron a Griesbach con modificaciones de su Teora de recensin, concurrieron en la sentencia desfavorable con la cual su ilustre predecesor hubo pasado en su porcin concluyente del Evangelio de San Marcos. Los postreros incluso vindicaron ansiosamente su autenticidad

    Pero con Lachmann, cuyo insatisfactorio texto de los Evangelios apareci en 1842, se origin un nuevo principio de Revisin Textual; el principio, especficamente, de tomarle absoluta y exclusiva deferencia al testimonio de unos pocos documentos seleccionados arbitrariamente; sin prestarle atencin a otros documentos de la misma o de incluso mayor antigedad. Este no es el lugar correcto para discutir este plausible y ciertamente muy convincente esquema de revisin textual. Y que ste conduce a conclusiones un poco menos que irracionales es cierto. Lo anoto aqu, solo

    primersimo hecho el cual su erudito autor se ve obligado a

    ue atestiguaba la de la clusula en cuestin, (porque el Cdice an

    ya le haba atribuido Griesbach ser el principal exponente de su tal llamada

    bajo la propia el Cdice B

    Cmo habra de pasarse ese factor inconveniente? Griesbach silenciosamente afirma en una nota al pie, que el Cdice B

    ientales con una teora inservible

    seguramente nunca fue ms aparente. En el momento que hemos alcanzado este punto en la investigacin, nos

    al cansado viajero quien, habiendo en el medio de la

    noche, contempla que ste al final desaparece; pero no lo a hasta la

    quien en 1808 y en Griesbach con

    concurrieron en la sentencia desfavorable con la cual su ilustre

    su porcin concluyente del Evangelio de San Marcos. Los n ansiosamente su autenticidad cuyo insatisfactorio texto de los

    se origin un nuevo principio de Revisin Textual; el principio, especficamente, de tomarle absoluta y exclusiva deferencia

    antiguos seleccionados arbitrariamente; sin prestarle atencin a otros documentos de la misma o de incluso mayor antigedad. Este no es el lugar correcto para discutir este plausible y ciertamente muy convincente esquema de

    a conclusiones un poco menos que irracionales es cierto. Lo anoto aqu, solo

  • 23

    porque esto provee la clave del resultado al cual, hasta a donde concierne a San Marcos 16: 9-20, se ha llegado hasta entonces por parte de los Doctores Tischendorf, el Doctor Tregelles, y Dean Alford, 11 los tres ltimos crticos quienes formalmente han tomado la tarea de reconstruir el Texto Sagrado. Ellos concuerdan en asegurarle a sus lectores que el Evangelio genuino de San Marcos no se extiende ms all del captulo 16: verso 8; en otras palabras, que todo lo que sigue despus de las palabras ( ) [pues tenan miedo] es una adicin desautorizada hecha por algn otro escriba posterior; un fragmento, distinguible del resto del Evangelio no menos que por su evidencia interna como por su testimonio externo. Este veredicto se hace ms importante debido a que procede de hombres de los ms indudablemente sinceros de alta habilidad; de los que no se puede sospechar que estn juntamente en desconocimiento y sin ninguna familiaridad con la evidencia sobre la cual descansa el punto en disputa, ni tampoco son inexpertos en el arte de sopesar tal evidencia. An ms, su veredicto se ha dado por separado; y es unnime: es resuelto, sin dudas; ha sido ansiosamente proclamado por todos los tres en muchas diferentes ocasiones as como en muchos diferentes lugares; 12 puede decirse que est al presente en indiscutible posesin de este campo. 13

    [009] El primer editor nombrado goza de una vasta reputacin, y ha sido generosamente designado por el Sr. Scrivener, el primer Crtico Bblico de Europa, Los otros dos han producido libros de texto que merecidamente estn en alta estima, y se hallan en las manos de todos los estudiantes. Los puntos de vista de tales hombres indudablemente le darn su color a las convicciones de la siguiente generacin de Ministros de la Iglesia Britnica. Por consiguiente, se hace absolutamente necesario, examinar con el ms sumo cuidado las bases de sus veredictos, el resultado directo que es el presentarnos un Evangelio mutilado. Si ellos estn en lo cierto, no hay ms que decir sino que las convicciones sostenidas durante dieciocho siglos deben ser

  • abandonadas. Pero si Tiscequivocados en este asunto particular, necesariamente sigue que recaiga caso es crucial. Cada una de sus pginas incurre en sospecha, si su veredicto deliberado enser equivocado. _____________________10"Es autntico resultaexternas. 11 Yo hallo difcil decir cunto dolor me ocasiona la sbita remocin de este amigable y logrado Erudito, justo cuando estoy terminando mi labor. Consigno estas pginas a impresas con el sentido de absoluto desgano, embargo por la importanno est entre nosotros ya sea para aceptar o para disputar una sola proposicin. Todo lo que puedo hacer es borrar cada palabra que pueda haberle ocasionado la menor molestia; y en verdad, introducir su respetado nombrtumba abierta me recuerda a m lo nada que es la controversia terrenal; como ninguna otra cosa lo hace, o en verdad puede ser. 12 Tischendorf, aparte de ocho ediciones de su laboriosa revisin crtica del Texto Griego, ha editado nuAutorizada Inglesa (Introduccin dirigida a los las lecturas variadas de los Cdices (en Ingls al pi de cada pgina. Edicin del Texto del Nuevo Testamento, trata en forma muy completa el tema de San Marcos 16:9del Texto Impreso, y en su Introduccin a la Critica Textual del Nuevo Testamento (Volumen IV de la HORNE) Dean Alford, aparte Testamento Griego, y una condensacin para las formas superiores de Escuelas y para loslicenciaturas en las UniversidadesNuevo Testamento para Anglo Lectores, yla Versin Autorizada nuevamente comparada con el Griego original revisado;

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    abandonadas. Pero si Tischendorf y Tregelles estn equivocados en este asunto particular, necesariamente

    que recaiga duda sobre todo su mtodo crticocaso es crucial. Cada una de sus pginas incurre en sospecha, si su veredicto deliberado en este caso demuestra

    _____________________ "Es autntico resultan ms graves razones internas y

    Yo hallo difcil decir cunto dolor me ocasiona la sbita remocin de este amigable y logrado Erudito, justo cuando estoy terminando mi labor. Consigno estas pginas a

    con el sentido de absoluto desgano, (obligado sin embargo por la importancia del asunto,) viendo que no est entre nosotros ya sea para aceptar o para disputar una sola proposicin. Todo lo que puedo hacer es borrar cada palabra que pueda haberle ocasionado la menor molestia; y en verdad, introducir su respetado nombre lo menos posible. Una tumba abierta me recuerda a m lo nada que es la controversia terrenal; como ninguna otra cosa lo hace, o en verdad puede

    aparte de ocho ediciones de su laboriosa crtica del Texto Griego, ha editado nuestra Versin

    Autorizada Inglesa (TAUCHNITZ, 1869,) con una Introduccin dirigida a los lectores comunes no eruditoslas lecturas variadas de los Cdices ( ), B y A, las establece en Ingls al pi de cada pgina. Tregelles, adems de su

    l Texto del Nuevo Testamento, trata en forma muy completa el tema de San Marcos 16:9-20, en su Explicacin del Texto Impreso, y en su Introduccin a la Critica Textual del Nuevo Testamento (Volumen IV de la Introduccin de

    Dean Alford, aparte de seis ediciones de su Testamento Griego, y una condensacin para las formas superiores de Escuelas y para los estudiantes de cursos de

    en las Universidades," emiti dos ediciones del Nuevo Testamento para Anglo Lectores, y tres edicionesla Versin Autorizada nuevamente comparada con el Griego

    en cada una de las cuales se establece

    hendorf y Tregelles estn equivocados en este asunto particular, necesariamente se

    duda sobre todo su mtodo crtico. El caso es crucial. Cada una de sus pginas incurre en

    caso demuestra

    ms graves razones internas y

    Yo hallo difcil decir cunto dolor me ocasiona la sbita remocin de este amigable y logrado Erudito, justo cuando estoy terminando mi labor. Consigno estas pginas a ser

    (obligado sin viendo que l ya

    no est entre nosotros ya sea para aceptar o para disputar una sola proposicin. Todo lo que puedo hacer es borrar cada palabra que pueda haberle ocasionado la menor molestia; y en

    e lo menos posible. Una tumba abierta me recuerda a m lo nada que es la controversia terrenal; como ninguna otra cosa lo hace, o en verdad puede

    aparte de ocho ediciones de su laboriosa estra Versin

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    las establece Tregelles, adems de su

    l Texto del Nuevo Testamento, trata en forma muy 20, en su Explicacin

    del Texto Impreso, y en su Introduccin a la Critica Textual Introduccin de

    de seis ediciones de su Testamento Griego, y una condensacin para las formas

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    tres ediciones de la Versin Autorizada nuevamente comparada con el Griego

    en cada una de las cuales se establece

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    que estos doce versos son probablemente una adicin, colocada aqu en un tiempos muy antiguos 13 El Reverendo F. H. Scrivener, El Obispo Ellicott, y el Obispo Wordsworth, son honorables excepciones a esta afirmacin. El ltimo nombrado, el excelente doctor en Divinidad, con renuencia admiti que esta porcin puede no haberse escrito por San Marcos; y el Obispo Ellicott (en sus Conferencias Histricas, pginas 26 a 27) preguntando Por qu no puede esta porcin haber sido escrita por San Marcos en un perodo posterior?: ambos igualmente determinadamente insisten en su autenticidad y realidad cannica. Para el honor del mejor maestro viviente de la Critica Textual, el Reverendo F.H. Scrivener, (de quien deseo que se entienda que hablo como un discpulo de su maestro,) debe decirse que l nunca en ningn momento ha dado la menor sancin al clamor popular contra esta porcin del Evangelio. Sin el menor escrpulo l uniformemente ha sostenido la autenticidad de San Marcos 16:9-20 (Introduccin, pginas 7 y 429 a 432.) 14 ["Esto no es un argumento escrito que se demuestre que es adecuado para Marcos] (p. 320). [Las cosas de los testimonios de otros, hace el argumento ms fuertes, de modo que lo que se est combinado desde el primer versculo 9. No es particularmente apropiado pues se agregan las palabras (

    ) del mismo modo que todos los datos en muchos lugares, por lo que es completamente aborrecible para Marcos." (p. 322.) Estoy citando a partir de la sptima edicin de LEIPSIC; pero en la octava edicin de Tischendorf (1866, Pginas 403, 406,) se repite el mismo veredicto, con la siguiente adicin: Dado que estas cosas son as, parecen estar en contra de que sonara la piedad hacia el texto sagrado de la marca que por los Apstoles a vender de otro hombre el cual seguir siendo tan claramente nos ensea." (P. 407.) 15 [Evangelio Apcrifo], 1853, Prlogo pgina. LVI. _________________________________

    [010] 1. Tischendorf despacha todo el asunto en una sola oracin as: Que estos versos no fueron escritos por Marcos, (dice l,) se admite a partir de pruebas satisfactorias.

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    Luego l recita en detalle el testimonio externo adverso el cual sus predecesores han acumulado; aseverando, que es abundantemente confirmado por la evidencia interna. De esto l provee un solo ejemplo; pero declara que todo el pasaje es repugnante para el modo de San Marcos. Siendo tales los hechos del caso, (y con esto l abandona el asunto,) una sana piedad reclama contra los esfuerzos de aquellos quienes estn haciendo pasar como de Marcos lo que el Evangelista ha demostrado tan claramente que no ha sido de su conocimiento en absoluto.14 Una masa de laboriosa anotacin la cual viene surgiendo desde el cierre del verso 8, y llena dos de las pginas de Tischendorf, en efecto ha divorciado los doce versos en cuestin del Texto inspirado del Evangelista. Por otra parte, la evidencia a favor del lugar es despachada en menos de doce lneas. Cul puede ser la razn para que un Editor del Nuevo Testamento haga desfilar elaboradamente cada punto minucioso de la evidencia, (tal como esta es,) en contra de la autenticidad de una considerable porcin del Evangelio; y sin embargo haga una obra resumida con la evidencia que est a favor de ella? El hecho que Tischendorf ya por completo ha resuelto su mente respecto del asunto que estamos tratando es claro. En otras partes, l habla del Autor de estos versos como el Seudo Marcos 15 2. El Doctor Tregelles se ha expresado a s mismo muy completamente respecto a este tema en su (Explicacin del Texto Impreso del Nuevo Testamento riego, emitido en 1854. El respetado autor intenta mostrar que el primitivo testimonio que muestra que San Marcos no escribi estos versos est confirmado por los documentos existentes. Por consiguiente, l anuncia como resultado de las proposiciones las cuales l cree que ha establecido que el libro de Marcos no se extiende ms all que de las palabras ( ) [Porque tenan miedo]

    [011] l es el nico crtico con el que me he encontrado a quien no le parece increble que San Marcos realmente haya concluido su Evangelio en esta abrupta manera; observando que quiz no sabemos suficiente respecto a las circunstancias de San Marcos cuando escribi su

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    Evangelio como para decir si l lo dej o no lo dej con una terminacin completa. En su modesta sugerencia por lo menos el Doctor Tregelles es incontrovertible, debido a que no sabemos absolutamente nada del todo respecto a las circunstancias de San Marcos, (o de ninguno de los otros Evangelistas,) cuando l escribi su Evangelio: en verdad tampoco estamos totalmente seguros de quien era San Marcos. Pero cuando l pasa de esto y comienza a declarar, a pesar de ello que los restantes doce versos, por quien quiera que hayan sido escritos, tienen un pleno derecho de ser recibidos como una parte autntica del segundo Evangelio: y se queja que existe en algunas mentalidades esa clase de timidez con respecto a las Santas Escrituras, como si todas las nociones de su autoridad dependieran de nuestro conocimiento de quien fue el escritor de cada porcin en particular; en lugar de simplemente viendo y sabiendo que fue dado y vino de DIOS, y que es tan Suya como lo fueron los Mandamientos de la Ley escritos por Su propio dedo en las tablas de piedra;16 es cuando el docto escritor sin intencin revela su malentendido del asunto que se est tratando, el cual nosotros estamos de lo menos preparados para encarar en tal direccin. Admiramos su piedad pero esto va en detrimento de su sagacidad crtica. Porque el asunto no se trata de paternidad de autor, sino solamente de autenticidad. Ser que los cdices que no contienen estos versos han sido mutilados? Si lo han sido, entonces estos versos deben tenerse por genuinos. Pero por el contrario, Ser que a los Cdices que los contienen les han sido aadidos? Entonces estos versos ciertamente son espurios. No queda nada que hacerse de ello, pero estos versos ya sea que deban ser tenidos como parte integral del Evangelio, y por lo tanto, a falta de cualquier prueba de lo contrario, considerados como ciertamente de San Marcos como cualquier otros doce versos que puedan nombrarse; o bien que estos versos san considerados una adicin no autorizada del Evangelio. Si pertenecen a la poca post apostlica, es vano insistir en su Inspiracin, y estar proclamando que es una autntica aadidura annima a

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    lo que Marcos escribi y decir que es tan obra de Dios, como lo fueron los Mandamientos de la Ley escritos por Su propio dedo en las tablas de piedra

    [012] Por otra parte, si estos deben ser recibidos tanto como parte de nuestro segundo Evangelio como el ltimo captulo del Deuteronomio (cuyo escriba es desconocido) y es recibido como la correcta y adecuada conclusin del libro de Moiss, es difcil entender por qu el docto editor debe tomarse la libertad de separar las cosas de su propio contexto, e introducir la inscripcin (KATA MAPCON) despus del verso ocho. Resumiendo, Cmo es que las personas quienes creen que estos versos no forman una parte del Evangelio original de Marcos, sino que fueron aadidos posteriormente, pueden decir que tienen un buen derecho de ser recibidos como autntica Escritura cannica, es algo que se no puedo comprender. Esto incluso escapa la comprensin del Doctor Davidson; (porque las palabras anteriores son de l;) y el Doctor Davidson, como algunos de nosotros sabemos, no es un hombre que se adhiera a trivialidades .17 3. Dean Alford fue un poco ms all que cualquiera de sus predecesores. l dice que este pasaje fue colocado como una conclusin del Evangelio muy cercanamente posterior al perodo Apostlico, habiendo quedado el Evangelio, por razones desconocidas a nosotros, en forma incompleta. La ms probable suposicin (aade l) es, que la ltima hoja del Evangelio original le fue rasgada. No son mas las letras cursivas en esta conjetura (que era originalmente de Griesbach,) [Quiz Alford las coloc para indicar que esa conjetura no era propia como citando a Griesbach] La evidencia interna (declara el mismo docto escritor) est preponderantemente en contra de la paternidad como autor de Marcos: o (como en otras partes lo l lo expresa) contra su autenticidad como una obra del Evangelista. Por consiguiente, en su Prlogo (pgina 38) l lo describe como un extraordinario fragmento al final del Evangelio. Luego de esto, nos sorprende menos hallar que l cierra el segundo Evangelio en el verso ocho; e introduce una

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    inscripcin all; y encierra los doce versos que le siguen en dobles corchetes.

    [013] As, mientras que desde los das de nuestro ilustre compatriota Mill (1707), los editores del Nuevo Testamento ya sea que hayan callado el asunto, o que hayan susurrado solamente que esta seccin del Evangelio ha de ser recibida con menos confianza que el resto, se ha reservado para el presente siglo convertir las antiguas sospechas en verdaderas denuncias. Los ltimos que entraron al campo, han sido los primeros en ejecutar el adverso veredicto de Griesbach pronunciado hace cincuenta aos, y se han encargado de cargar al bendito Evangelista con ataduras ------------------------------------ 17 En su primera edicin (1848, vol. i. p. 163) el Dr. Davidson pronunci que era manifiestamente indefendible lo ltimo escrito en el Evangelio de S. Marcos; y le asign la fecha 64 D.C. {FNS como su ms probable fecha. En su segunda edicin (1868 Volumen II. Pgina 117), l dice: Cuando consideramos que el Evangelio no fue escrito sino hasta el siglo segundo, la evidencia interna pierde mucha de su fuerza contra la autenticidad de estos versos. Introduccin al Nuevo Testamento 18 Volumen II. Pgina 239. 19 Crtica Desarrollada, [1857], Pgina 53. _________________________________________ Yo debiera haber previsto que cuando los Crticos tan conspicuamente se dan la libertad de manejar de esa forma el precioso depsito, otros tomarn valor para lanzar sus relmpagos en la misma direccin con menos preocupacin. Es probable, (dice el Arzobispo Thomson en el Diccionario Bblico,)que esta seccin provenga de un amanuense diferente, y que fue anexada a los Evangelios pronto despus del tiempo de los Apstoles. 18 El Reverendo T.S. Green, 19 (un hbil erudito que nunca debe ser mencionado sin el debido respeto,) considera que la hiptesis de una muy temprana interpolacin es la que satisface el cuerpo de los hechos en evidencia, los cuales sealan inequvocamente en la direccin de un origen espurio. Con respecto al Evangelio de

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    Marcos, (escribe el Profesor Norton en una reciente obre respecto a la autenticidad de los Evangelios,) hay un base para creer que los ltimos doce versos no fueron escritos por el Evangelista, sino que fueron aadidos por algn otro escritor para suplir una corta conclusin par la obra, la cual por alguna causa haba dejado de ser terminada por el autor. 20 El Profesor Westcott quien, conjuntamente con el Reverendo F.J. A. Hort, anuncia un Texto revisado nos asegura que el Texto original, por cualquier causa que haya sido que esto sucedi, termin abruptamente luego del relato de la visin Angelical. El resto fue aadido en otra poca, y probablemente por otro amanuense. Es en vano especular respecto a las causas de este final abrupto. Los versos restantes no pueden ser considerados como parte de la narrativa original de San Marcos. 21 Meyer insiste diciendo que este es un fragmento apcrifo, y reproduce todos los argumentos, externos e internos, los cuales han sido arreglados contra dichos versos, sin una sola partcula de respeto. La nota con

    [014] la cual l termina con el tema es incluso insolente. 22 Una comparacin (dice l) de estos fragmentos (versos 9 al 18 y 19) con los lugares paralelos en otros Evangelios y en los Hechos, demuestra cun indecisas y variadas eran las tradiciones Apostlicas respecto a los aparecimientos de nuestro SEOR luego de Su Resurreccin, y concernientes a Su Ascensin. (Has asesinado y tambin has tomado posesin? [1 Reyes 20:19] Tal, entonces, es el veredicto hostil respecto a los ltimos doce versos los cuales me atrevo a disputar, y el cual confo que vivir para ver cambiar hacia lo contrario. Los escritores anteriormente citados se ver que confan en: (1) En la evidencia externa de ciertos Manuscritos antiguos y

    (2) En los Escolios que establecen las copias ms antiguas y exactas terminaban el Evangelio en el verso ocho.

    (3) Ellos nos aseguran que esto est confirmado por un formidable conjunto de autoridades Patrsticas.

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    (4) Se declara que la prueba interna no falta. Ciertas incoherencias e inexactitudes se sealan.

    En fin, la fraseologa y el estilo de la seccin son declarados como desfavorables para su autenticidad; no pocas de las palabras y expresiones son extraas a la diccin de Marcos. Me propongo demostrar que todas estas afirmaciones confiadas e impositivas son en gran parte ya sea errores o exageraciones, y que el escaso residuo de hecho es casi tan impotente de lograr el propsito de los crticos como fueron los siete mimbres verdes de los Filisteos para atar a Sansn. [Jueces 16:8]

    Para poder mostrar exitosamente lo que tengo que ofrecer respecto a este asunto, hallo necesario iniciar (en el siguiente captulo) desde el mero inicio. Creo correcto, sin embargo, en este lugar el dar unas premisas de unas pocas claras consideraciones las cuales nos sern de utilidad a lo largo de nuestra subsiguiente investigacin; y de las cuales nunca nos podremos dar el lujo de perder de vista por mucho tiempo. ---------------------------------- 20 Edicin de 1847. I. Pgina 17. l recomienda este punto de vista para que lo acepten sus lectores en cinco pginas, Pginas 216 a 221. 21 Introduccin al Estudio de los Evangelios, Pgina 311. 22 Comentario Crtico y Exegtico, 1855, 8vo. Pginas 182, 186-y 192. 23 En la ley Romana este principio es expresado as, PRUEBA DE ELLO ES SOBRE L QUE AFIRMA, NO EL QUE NIEGA. Taylor en la Ley de la Evidencia, 1868, i. p. 369. ----------------------------------

    La pregunta en discusin es simplemente esta, Ser razonable sospechar que los ltimos doce versos de San Marcos son un agregado espurio y un suplemento no autorizado de su Evangelio, o no? toda nuestra empresa,

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    [015] claramente se resume en un examen de lo que ha sido presentado en prueba de que la primera alternativa es correcta. Nuestros oponentes sostienen que estos versos no formaron parte del autgrafo original del Evangelista. Pero es una regla conocida en la Ley de la Evidencia que el peso de la prueba descansa en el bando que asevera lo afirmativo de un asunto.23 Entonces, tenemos que determinar en el presente caso que la prueba supuesta es exactamente til; recordando siempre que en este asunto un alto grado de probabilidad es la nica clase de prueba obtenible. Cuando, por ejemplo, se contiende que las famosas palabras en la primera Epstola de San Juan (1 S. Juan 5:7-8,) no deben ser consideradas como genuinas, se acepta como prueba el hecho que estas no estn presentes en casi todos los Cdices conocidos del autgrafo del Evangelista. De hecho, ante una evidencia de mucho menos peso, estamos siempre preparados para ceder una sincera aquiescencia de nuestro entendimiento en este departamento de ciencia sagrada. Y sin embargo, se hallar que se requiere de evidencia de abrumador peso, si no de una clase totalmente diferente, en la presente instancia: Procedo a explicar. 1. Cuando se contiende que la respuesta de nuestro SEOR al joven gobernante (S. Mateo 19:17) no fue (

    ) [Por qu me llamas bueno? No hay ninguno bueno sino Dios,] al mismo tiempo se insiste que si era: (

    ) [Por qu me preguntas respecto a lo que es bueno?] Esto ltimo es propuesto para omitir las palabras anteriores solo porque una clusula alternativa est a mano, la cual se propone sustituir en su espacio. 2. De nuevo. Cuando se atribuye a algn pasaje dado del Textus Receptus, San Marcos 15:28, por ejemplo (

    ) [Y se cumpli la Escritura que dice: Y fue contado

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    con los inicuos.] o la Doxologa en San Mateo 6:13, diciendo que es espuria, todo lo que se pretende decir es que ciertas palabras son una adicin no autorizada al texto inspirado; y que con simplemente omitirlas estamos hasta ahora restaurando el Evangelio a su integridad original. Lo mismo se dice respecto a cada otro cambio de interpolacin que pueda nombrarse. Si el celebrado texto De la Mujer sorprendida en el acto de adulterio, por ejemplo, resulta que

    [016] no es genuino, tenemos que eliminar esos doce versos del Evangelio de San Juan, y leer el captulo 7:52 y luego seguir con el 8:12; y con ello se nos asegura que poseemos el texto tal como sali de las manos del Autor inspirado. Ni tampoco, (debe admitirse), se ocasiona por ello una dificultad en ninguna mantera; porque no hay razn asignable de por qu los dos ltimos versos nombrados no debieran adherirse; (no hay ninguna improbabilidad interna, quiero decir, segn la suposicin;) ni tampoco existe ninguna razn priori por la cual una considerable porcin de la narrativa deba buscarse en esa parte en particular del Evangelio. 3. Pero el caso es totalmente diferente, como todos pueden ver, cuando la proposicin es de eliminar doce versos que por ms de 1700 aos han formado la conclusin del Evangelio de San Marcos; no existe una conclusin alternativa propuesta para que la aceptemos. Porque debemos darnos cuenta a lo que prcticamente equivale y significa esta proposicin. (a.) Y primero, esto no apunta a que San Marcos mismo, por diseo, cerr su Evangelio con las palabras (

    ) Esa suposicin de hecho sera irracional. Eso no quiere decir, digo, que al simplemente quitar esos doce versos estamos con ello restaurando el segundo Evangelio a su integridad original. Y esto es lo que hace este caso diferente a todos los dems, y requiere necesariamente de una ms completa, si no una diferente clase de prueba. (b.) Qu entonces? Esto significa que aunque se logre una innegable y abrupta terminacin como resultado de la

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    omisin de los versos 9 al 20, no se lograr al presente obtener ninguna mayor aproximacin al autgrafo original del Evangelista. Ya sea que San Marcos fue interrumpido antes de que l pudiese terminar su Evangelio, (como sugieren el Doctor Tregelles y el Profesor Norton;) en cuyo caso se hubiera publicado por su Autor en un estado incompleto: o ya sea que la ltima hoja haya sido rasgada antes que una sola copia del original pudiera lograrse, (un punto de vista que se sugiri a s mismo por Griesbach;) en cuyo caso debi haber tenido una diferente terminacin que la presente; terminacin la cual, segn esa hiptesis, desde entonces se ha perdido irrecuperablemente; (y a una de estas dos infundadas hiptesis se reducen lgicamente los crticos;) esto es lo que ciertamente no se nos dice.

    [017] Los crticos solo han acordado en asumir que el Evangelio de San Marcos estaba al principio sin los versos con los cuales al presente se concluye. Pero esta suposicin, (que la obra que se ha tenido por un trabajo complete por ms de diecisiete siglos era originalmente incompleto,) por supuesto que requiere de prueba demostrativa. Las anteriores teoras improbables, basadas en una suposicin sin fundamento, son confrontadas de entrada, desde su inicio con un formidable obstculo que pueda absolutamente liberarse de ellas antes que se llegue a pensar que merecen ser seriamente atendidas. Es una circunstancia conocida y fatal que el Evangelio de San Marcos haya sido elaborado con su actual terminacin desde los tiempos del siglo segundo de la era Cristiana.24 En ausencia, por lo tanto, de clara evidencia histrica o de una segura prueba documental de que en algn perodo anterior a aqul cuando termin abruptamente, nada menos que la total inadecuacin de los versos que al presente concluyen el Evangelio de San Marcos para ser tenidos como la obra del Evangelista, nos puede garantizar en asumir que son una adicin espuria de la poca post apostlica: y como tal, al final de dieciocho siglos, deben ser deliberadamente rechazados. Para ver esto, tenemos que estar absolutamente equipados, digo yo, con evidencia

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    interna de un carcter del ms inequvoco; o de lo contrario con un testimonio externo de una clase definida y directa, si es que vamos a admitir que la conclusin actual del Evangelio de San Marcos es un substituto no autorizado de algo enteramente diferente que ha sido perdido. Solo puedo imaginarme otra cosa ms que nos pueda inducir a considerar tal opinin; y esa podra ser el consenso general de los Manuscritos, Padres y Versiones que dejaran estos versos fuera. De lo contrario, es evidente que somos lgicamente forzados a adoptar la suposicin ms fcil que (no San Marcos, sino) algn otro copista del siglo tercero dej una copia del Evangelio de San Marcos sin terminar; copia no acabada la cual se convirti en la fuente frontal de las copias mutiladas que han venido hasta nuestros tiempos.25

    [018] He credo correcto explicar el asunto por lo tanto completamente desde el principio; no con el propsito de prejuzgar la pregunta, (porque eso no respondera a un buen propsito,) sino solamente con el objeto de que el lector pueda tener claramente ante s la verdadera naturaleza del problema. Es razonable sospechar que los versos concluyentes de San Marcos son una adicin espuria y un suplemento no autorizado a su Evangelio, o no? Esa es la cuestin que tenemos que considerar, la nica pregunta. Y mientras procedo a pasar bajo cuidadoso examen toda la evidencia de este asunto con la cual estoy familiarizado, estar una vez y otra vez ms obligado a dirigir la atencin de mi lector a su relacin relevante respecto al verdadero punto en cuestin. En otras palabras, nos tendremos que preguntar a nosotros mismos, Hasta dnde se puede interpretar probable por cada nuevo artculo de evidencia que el Evangelio de San Marcos, cuando dej las manos de su Autor inspirado, era una obra inconclusa; terminando el ltimo captulo abruptamente en el verso ocho? ------------------------------------------ 24 Esto es libremente permitido por todos. SE NOS INFORMA DE UNA SECCIN EN EL SEGUNDO SIGLO QUE FUE PARTE DEL EVANGELIO. Tregelles N.T p. 214.

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    25 Esto de hecho es como Bengel (N. T. p. 626) se explica el fenmeno: [Podra ser que el copista, escribiendo un verso 8, el resto del distinta a escribirlo, y que el modelo, el caso no es perfecto, la perfecta seguir a los dems, por as decirlo, sobre todo cuando son muy apropiado con menos de una parte de cuando el resto de la historia de la evangelizacin que la otra.] -----------------------------------------

    Solo voy a sealar, antes de pasar adelante, que el curso que se ha adoptado hacia San Marcos 16:9-20, por parte de los ltimos Editores del Nuevo Testamento, es simplemente ilgico. Ya sea que ellos consideren estos versos como posiblemente genuinos, o bien como ciertamente espurios. Si ellos mantienen (como lo hacen) una decidida opinin que les dicta que no son genuinos, entonces debieran (si tan solo fueran consistentes) eliminarlos del texto.26 Por el contrario, debido a que ellos no los eliminan del texto, no tienen ningn derecho a pasarles una fatal sentencia; designando a su Autor como el seudo Marcos; manejndolos de manera irreverente. La clara verdad es que, estos eruditos hombres son mejores que su teora; la irrelevancia de la misma la cual se hace sentir en la presente ms evidente instancia. Los reduce a la perplejidad. Los ha hecho aterrizar en la inconsistencia y el error. A la postre hallarn que es necesario reversar sus convicciones. No pueden tan rpidamente reconsiderar su veredicto y retractar sus pasos. ----------------------------- 26 Es por ello que Tischendorf amenaza a San Lucas 24:12, y (en su ltima edicin) a San Juan 21:25. -----------------------------

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    [019] Captulo III.

    APELACIN A LOS PADRES PRIMITIVOS DE LA IGLESIA, QUE DEMUESTRAN DAR

    SU FAVORABLE TESTIMONIO. La evidencia Patrstica algunas veces es la ms importante de todas Pgina [020]. La importancia de la evidencia explicada Pgina [021] Presentacin de diecinueve testigos Patrsticos a estos Versos, Pgina [023] Sumario Pgina [030] La presente investigacin debe ser conducida solamente en la base de la Evidencia, externa e interna. Para la plena consideracin de la primera, sern necesarios siete Captulos: 27 para la discusin de la postrera, bastar con un sptimo de ese espacio. 28 Primero tenemos que determinar si el testimonio externo respecto a San Marcos 16:9-20 es de tal naturaleza como para obligarnos a admitir que es altamente probable que aquellos doce versos son un apndice espurio al Evangelio de San Marcos. 1. Es bien sabido que para determinar el Texto del Nuevo Testamento, dependemos de tres fuentes principales de informacin: Es decir (1) de los MANUSCRITOS, (2.) de las VERSIONES, (3.) de los PADRES. E incluso es auto evidente que la mayora de los MANUSCRITOS antiguos, las Versiones ms tempranas, los ms antiguos de entre los Padres, probablemente sean en cada ejemplo los testigos ms fidedignos. ------------------------- 27 Captulo III.-VIII., Tambin Captulo X. 28 Captulo IX. ------------------------- 2. Posteriormente, es obvio que un Cdice verdaderamente antiguo de los Evangelios necesariamente

  • provee mucha ms valiosa ayuda crtica para establecer el preciso Texto de las Escrituras que pueda ser posible de darse por ninguna Trmientras que las citas o referencias de los Padres son en general una autoridad menos decisiva, incluso que las Versiones. Las razones son principalmente estas: (Padres a menudo citan las Escrituras vagamente, si no disolutamente; y algunas veces parecen citar el texto

    [020] (b.) Aparentemente se ve que muy a menudo dependieron de su memoria, y algunas veces son demostrablemente no literales e inexactosmismo Padre cita el mismo lugar de diferentes formas(c.) Los Copistas y Editores pueden no estar completamente de la exacta forma de tales supuestas referencias o citas. Por consiguiente, la evidencia de los Padres siempre debe ser hasta cierto 3. Por otra parte, no puede sealarse muy claramente que cuando, en lugar de certificarse a s mismos con las propias palabras empleadas forma y exacta secuenciasolamente determinar si es que un determinado pasaje de la Escritura es genuino o no; si ha de ser rechazado o retenido; si era conocido o no era conocido en las pocas ms tempranas de la Iglesia; entonces, en lugar de serque proveen la evidencia menos importante, los Padres se convierten en los testigos mucho ms valiosos de todos. Este completo asunto deber ser convenientemente ilustrado por medio de una apelacin al problema ante nosotros. 4. Por supuesto, si poseyracoetneas con sus autores, nada podra competir contra tal evidencia. Pero tristemente no hay nada de esa clase en este caso. Los hechos admiten ser establecidos dentro del rea de unas pocas lneas. Tenemos un Cdice (el VaticB) el cual se cree que pertenece a la primea mitad del siglo IV; y otro, el recientemente descubierto Cdice Sinatico, (est en San Petersburgo,

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    provee mucha ms valiosa ayuda crtica para establecer el preciso Texto de las Escrituras que pueda ser posible de darse por ninguna Traduccin, aunque sta sea fiel: mientras que las citas o referencias de los Padres son en

    una autoridad menos decisiva, incluso que las Versiones. Las razones son principalmente estas: (Padres a menudo citan las Escrituras vagamente, si no disolutamente; y algunas veces aluden solo cuando

    citar el texto. Aparentemente se ve que muy a menudo dependieron

    de su memoria, y algunas veces son demostrablemente no inexactos en sus referencias; observndose que el

    mo Padre cita el mismo lugar de diferentes formasLos Copistas y Editores pueden no estar dependiendo

    completamente de la exacta forma de tales supuestas referencias o citas. Por consiguiente, la evidencia de los Padres siempre debe ser hasta cierto punto precaria.

    Por otra parte, no puede sealarse muy claramente en lugar de certificarse a s mismos con las

    propias palabras empleadas por el Evangelista, la precisa secuencia de ellos nuestro objetivo es

    solamente determinar si es que un determinado pasaje de la Escritura es genuino o no; si ha de ser rechazado o retenido; si era conocido o no era conocido en las pocas ms tempranas de la Iglesia; entonces, en lugar de serque proveen la evidencia menos importante, los Padres se convierten en los testigos mucho ms valiosos de todos. Este completo asunto deber ser convenientemente ilustrado por medio de una apelacin al problema ante

    Por supuesto, si poseyramos copias de los Evangelioscoetneas con sus autores, nada podra competir contra tal evidencia. Pero tristemente no hay nada de esa clase en este caso. Los hechos admiten ser establecidos dentro del rea de unas pocas lneas. Tenemos un Cdice (el VaticB) el cual se cree que pertenece a la primea mitad del siglo IV; y otro, el recientemente descubierto Cdice Sinatico, (est en San Petersburgo, ) el cual ciertamente no es ms

    provee mucha ms valiosa ayuda crtica para establecer el preciso Texto de las Escrituras que pueda ser posible de

    aduccin, aunque sta sea fiel: mientras que las citas o referencias de los Padres son en

    una autoridad menos decisiva, incluso que las Versiones. Las razones son principalmente estas: (a.) Los Padres a menudo citan las Escrituras vagamente, si no

    solo cuando

    Aparentemente se ve que muy a menudo dependieron de su memoria, y algunas veces son demostrablemente no

    en sus referencias; observndose que el mo Padre cita el mismo lugar de diferentes formas

    dependiendo completamente de la exacta forma de tales supuestas referencias o citas. Por consiguiente, la evidencia de los

    punto precaria.

    Por otra parte, no puede sealarse muy claramente en lugar de certificarse a s mismos con las

    , la precisa nuestro objetivo es

    solamente determinar si es que un determinado pasaje de la Escritura es genuino o no; si ha de ser rechazado o retenido; si era conocido o no era conocido en las pocas ms tempranas de la Iglesia; entonces, en lugar de ser los que proveen la evidencia menos importante, los Padres se convierten en los testigos mucho ms valiosos de todos. Este completo asunto deber ser convenientemente ilustrado por medio de una apelacin al problema ante

    mos copias de los Evangelios coetneas con sus autores, nada podra competir contra tal evidencia. Pero tristemente no hay nada de esa clase en este caso. Los hechos admiten ser establecidos dentro del rea de unas pocas lneas. Tenemos un Cdice (el Vaticano, B) el cual se cree que pertenece a la primea mitad del siglo IV; y otro, el recientemente descubierto Cdice Sinatico,

    ) el cual ciertamente no es ms

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    antiguo que este, quiz por 50 aos. Luego vienen dos famosos Cdices; el Alejandrino (se halla en el Museo Britnico, el A) y el Cdice Efraemi (que se halla en la Biblioteca de Pars, el C), los cuales son probablemente entre 50 a 100 aos an ms recientes. El Cdice Beza (est en Cambridge, el D) es considerado por jueces competentes como el depositario de una recensin del texto tan antigua como cualquiera de los otros. A pesar de su extraamente depravada condicin por lo tanto, las muchas MOSTRAR EN LUGAR DE LAS DIVERSAS LECTURAS la cual contiene, podra contarse con los cuatro anteriores, aunque sea de una fecha de 50 a 100 aos posterior al ltimo de ellos. Luego de esto, descendemos, (hasta donde a San Marcos concierne,) a dos Manuscritos Unciales del siglo VIII, a siete del siglo IX, cuatro del siglo IX o X. 29

    [021] Mientras que los cursivos de los siglos XI y XII son muy numerosos en verdad, las copias se incrementan en nmero en una rpida proporcin mientras vamos descendiendo en el torrente del Tiempo. Nuestros testigos manuscritos primitivos, por lo tanto, son solo cinco en nmero lo ms. Y de estos nunca se ha pretendido que los ms antiguos deban remitirse a una fecha ms temprana que al inicio del siglo IV, mientras que se piensa por parte de jueces competentes que los ltimos nombrados pueden haber sido escritos posiblemente bastante al final del siglo VI. ----------------------------------------------- 29 Es decir: E, L, [viii]: ( ) ( ), ( ) (Tischendorf. Octava Edicin) [ix]: G, X, S, U [ix, x]. Los siguientes Unciales se hallan defectuosos aqu, F (Ver. 9-19), H (Ver. 9-14), I, N, O, P, Q, R, T, W, Y, Z. ----------------------------------------------- 5. Ser entonces que nos vemos reducidos a este cuarteto, (o a lo ms un quinteto de documentos,) de evidencia respecto al texto de los Evangelios, una evidencia que no es del todo segura en fecha, y sin embargo (como todos creemos) no es de ms all del siglo

  • IV de nuestra era? Ciertamente que no. Aqu, los PADRES vienen en nuestro auxilio. Existen quiz tantos como cien escritores Eclesisticos ms antiguos que el Cdice manuscrito del Nuevo Testamento ms antiguo en existencia: mientras que entre la feD.C. (dentro de los lmites en donde se considera ciertamente que se ubican nuestros cinco ms antiguos MANUSCRITOS,) existen alrededor de doscientos Padres ms. Cierto, que muchos de estos han dejado demasiado poco tras de s: y que Escrituras de la mayor parte con justicia pueden ser descritas como raras e insatisfactorias. Pero Qu entonces? A partir de los trecientos, hacemos una reduccin liberal; y quedarn un ciento de escritores quienes frecuentementequienes, cuando las citan, son testigos probablemente tan dignos de confianza a la Verdad de las Escrituras como ya sea el Cdice (escuchado demasiadoevidencia: no cercanamente suficiente a las burdas inexactitudes las cuales desfiguran el texto de aquellos dos Cdices. Bastante sorprendente es descubrir hasta que extensin es que las citas Patrsticas del Nuevo Testamento han retenido su exactprincipalmente requerimos en este momento es una ms cuidadosa revisin del texto de los Padres, y unos ndices ms diestramente elaborados de las obras de cada uno: uno de ellos ha sido hasta ahora indexado satisfactoriamente. conferirle mucha ms atencin a este asunto de lo que hasta ahora ha gozado; perosolo ejemplo: y para esto, (para que la atencin del lector no se distraiga), me referir a l en el

    [022] Lo que est por lo menos ms all de los lmites de la controversia, siempre que la autenticidad de un considerable pasaje de las Escrituras sea el punto en disputa, es el testimonio de los Padres que indudablemente reconocen ese pasaje,ms valioso testimonio que podamos disfrutar.

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    IV de nuestra era? Ciertamente que no. Aqu, los PADRES vienen en nuestro auxilio. Existen quiz tantos como cien escritores Eclesisticos ms antiguos que el Cdice manuscrito del Nuevo Testamento ms antiguo en existencia: mientras que entre la fecha de 300 D.C. y 600 D.C. (dentro de los lmites en donde se considera ciertamente que se ubican nuestros cinco ms antiguos MANUSCRITOS,) existen alrededor de doscientos Padres ms. Cierto, que muchos de estos han dejado demasiado poco tras de s: y que las referencias o citas de las Sagradas Escrituras de la mayor parte con justicia pueden ser descritas como raras e insatisfactorias. Pero Qu entonces? A partir de los trecientos, hacemos una reduccin liberal; y quedarn un ciento de escritores

    frecuentemente citan el Nuevo Testamento, y cuando las citan, son testigos probablemente tan

    dignos de confianza a la Verdad de las Escrituras como ya ) o el Cdice B. En verdad hemos

    demasiado de lo precario que es esta evidencia: no cercanamente suficiente a las burdas inexactitudes las cuales desfiguran el texto de aquellos dos Cdices. Bastante sorprendente es descubrir hasta que extensin es que las citas Patrsticas del Nuevo Testamento han retenido su exacta forma original. Lo que principalmente requerimos en este momento es una ms cuidadosa revisin del texto de los Padres, y unos ndices ms diestramente elaborados de las obras de cada uno:

    de ellos ha sido hasta ahora indexado satisfactoriamente. Sera fcil demostrar la importancia deconferirle mucha ms atencin a este asunto de lo que hasta ahora ha gozado; pero estar satisfecho con citar un solo ejemplo: y para esto, (para que la atencin del lector no se distraiga), me referir a l en el Apndice.30 Lo que est por lo menos ms all de los lmites de la controversia, siempre que la autenticidad de un considerable pasaje de las Escrituras sea el punto en

    el testimonio de los Padres que indudablemente reconocen ese pasaje, esto es lejos de toda comparacin el ms valioso testimonio que podamos disfrutar.

    IV de nuestra era? Ciertamente que no. Aqu, los PADRES vienen en nuestro auxilio. Existen quiz tantos como cien escritores Eclesisticos ms antiguos que el Cdice manuscrito del Nuevo Testamento ms antiguo en

    cha de 300 D.C. y 600 D.C. (dentro de los lmites en donde se considera ciertamente que se ubican nuestros cinco ms antiguos MANUSCRITOS,) existen alrededor de doscientos Padres ms. Cierto, que muchos de estos han dejado demasiado

    las referencias o citas de las Sagradas Escrituras de la mayor parte con justicia pueden ser descritas como raras e insatisfactorias. Pero Qu entonces? A partir de los trecientos, hacemos una reduccin liberal; y quedarn un ciento de e