Los Cerezos en Diciembre inlcuye capitulo extra
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Los Cerezos en Diciembre
Sabes en que consiste el proceso de la destilacin? Consiste en separar, mediante el
calor, los componentes ms voltiles de otros que lo son en menor medida. De esta
forma, lo que queda, es la esencia concentrada del lquido. Este relato que has ledo
intenta hacer lo mismo: separar las palabras vacas de los conceptos importantes que te
pueden resultar de utilidad para afrontar, da a da, los problemas con que suele
sorprendernos la vida.
Todos, absolutamente todos, tenemos problemas. Es inherente al hecho de vivir. Sabes
dnde radica la diferencia? La diferencia radica en la forma en que las personas
afrontan esos problemas. Tu conocers muchas de ellas: estn las que se esconden, las
que miran para otro lado, las que piden consejo, las que afrontan la situacin sin ms hay casi tantas maneras como personas bajo el cielo. Pero una de las cosas ms
importantes que podemos aprender en la vida es que todo depende de la perspectiva con
que se observa una situacin. La prxima vez que te enfrentes a un problema, imagnate
elevndote sobre l. Como si flotaras en el aire, contemplando desde las alturas tu
propia persona frente a la dificultad. Si fueras un observador externo qu consejo te daras? Verdad que las cosas, cuando se miran desde la distancia, cobran una
perspectiva ms enriquecedora? Nos permite recobrar la calma, la templanza, y la
responsabilidad. Recuerda que la palabra responsabilidad significa habilidad para responder. Esta habilidad se aprende, y eso es de agradecer:
APRENDER A ENFRENTARNOS A UN PROBLEMA
Lo primero es abandonar la expectativa del resultado. Es infinitamente mejor
concentrarnos en la forma, ya que si sta es correcta, el resultado llegar por si solo.
Ser una consecuencia de hacer correctamente las cosas. Lo importante es, entonces, ser
concientes de la decisin que tomamos. Si decidimos ignorar el problema, seamos
concientes de esta eleccin. Si elegimos enfrentarnos a l, tambin. Reconocer nuestras
propias pautas, nuestra programacin profunda que nos hace elegir uno u otro camino,
es el primer paso para cambiarlo. Si no somos concientes, estaremos actuando como
autmatas, reaccionando en lugar de accionar, y como consecuencia de esto no
podremos cambiar nuestros patrones mentales por otros ms enriquecedores.
Concentrmonos, pues, en la forma en que elegimos actuar. Para esto, afortunadamente,
contamos con varias herramientas muy prcticas que nos pueden ser de utilidad en
mltiples situaciones:
1. Encontrar un punto de calma dentro de la tempestad
Por ms urgente y crtica que sea la situacin que te rodea, recuerda que puedes
retirarte a tu interior y reencontrarte con tu esencia. Es en tu ncleo donde residen tus valores, tus principios, y de ellos puedes valerte para encontrar la gua necesaria para
responder a una situacin. Una de mis frases preferidas es: en las profundidades no hay olas. Has visto alguna vez el mar encrespado? Seguramente s. Pues piensa que si ests flotando en medio de l, todo a tu alrededor te parecer catico y desesperante. Sin
embargo, si pudieras descender a las profundidades, encontraras que la calma reside
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incluso en medio de las tormentas. Con los problemas ocurre lo mismo: todo a tu
alrededor puede desmoronarse, pero t, en tu interior, guardas un espacio de calma al
que puedes recurrir. Quiero que entiendas que no insino que esto sea fcil. De hecho,
s que no lo es. Sin embargo sabemos que esta all. Que est all para nosotros. Para ti,
para m y para todo aquel que quiera encontrarlo. La prxima vez que te enfrentes a una
situacin difcil procura cerrar por un momento los ojos, ralentizar el ritmo de tu
respiracin y mantenerte unos minutos en silencio. No es necesario que te sientes en una
postura especial ni que prendas inciensos ni que sigas ningn ritual en particular.
Recurre a la sencillez. No se necesita ms. Desciende a las profundidades de tu propio
ser y encuentra all tu esencia, tu calma, tu centro.
2. Despersonaliza la situacin
Cuando sales a la calle por la maana y est lloviendo no dices me llueve, a que no? Dices est lloviendo. El hecho de que t ests debajo de esas nubes es circunstancial. No te lo tomas como algo personal. Sencillamente abres el paraguas y sigues
caminando. Sin embargo te has puesto a pensar cuntas veces utilizamos expresiones como:
l me miente ella me ha engaado l me ha traicionado mi jefe no me valora De alguna manera, al expresarnos as, estamos tomando como algo personal una
circunstancia que no depende de nosotros. Permteme que te d otro punto de vista para
enfrentarte a la misma situacin: en lugar de pensar l me miente, piensa: l miente. Punto. Que circunstancialmente ests t delante no significa nada. El mentiroso es l.
Cuando esta noche vuelvas a tu casa y apoyes la cabeza sobre la almohada, quien
tendr el problema: t o l? Exacto, lo tendr l. l seguir siendo mentiroso, ests t
enfrente o est otra persona. Y t estars en calma, porque habrs logrado
despersonalizar la situacin. Cuentan que Buda deca: Una persona llama a la puerta de tu casa y te ofrece una caja. Si t la rechazas, qu tiene que hacer esa persona? Pues
no le queda mas remedio que marcharse nuevamente con su caja a cuestas. La caja la sigue portando l. T te mantienes intacto. Con un insulto es exactamente lo mismo.
Una vez ms: esto es fcil de decir y difcil de hacer. Cuando nos sentimos traicionados,
nuestra primera reaccin (observa que utilizo la palabra reaccin y no accin) es tomrnoslo como algo personal y obrar en consecuencia. Pero eso slo nos causar
infelicidad, porque nosotros no podemos gobernar los actos de las otras personas ni sus
actitudes. Estn, casi siempre, fuera de nuestro crculo de influencia. Por lo tanto, si
nuestra felicidad depende de algo que no podemos controlar, entonces estamos a
merced de otros. Realmente queremos vivir as? Procura distinguir lo que depende de
ti y lo que depende de otros, y centrarte en lo que s puedes cambiar (tus propias
acciones).
3. Agradece ser parte del problema
Agradecer ser parte del problema? Y por que no? No podemos elegir que surja o no la
dificultad, pero s podemos contentarnos con ser parte de ella. Por qu? Sencillamente
porque slo as podremos ser parte de la solucin. Una vez me preguntaron Cmo le explicaras esto a un nio de diez aos?. Respond: Le dira que se imaginara que est dentro de una suma algebraica. Vamos a suponer que la suma es 3 + 6 = 9 y que l es el
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3. Bien, ahora supongamos que nuestra felicidad, o siendo menos pretenciosos, la
solucin del problema, radica en que logremos sumar 10. Si estoy fuera de la ecuacin,
nada puedo hacer. Si, en cambio, estoy dentro, puedo procurar esforzarme y de 3 pasar a convertirme en un 4. As, sencillamente, sumara 10 Parece obvio verdad? Y, sin embargo, a menudo nos lamentamos por estar sumergidos en un problema.
Preferiramos acaso no ser parte de l? No, lo que podramos preferir en todo caso es
no tener ese problema. Eso desde luego. Pero si el problema existe, si indefectiblemente
debemos enfrentarnos a l, es mejor estar dentro para poder convertirnos en un factor
desencadenante de la solucin. Estoy convencido de que toda dificultad guarda la
semilla de algo potencialmente beneficioso. No es fcil de ver a simple vista, y muchas
veces slo lo comprendemos con el tiempo, con la distancia. Como deca Nietzsche:
aquello que no te mata te hace mas fuerte. Una vez ms estamos cambiando la perspectiva. Elegimos aprender de la situacin en lugar de sucumbir a ella. Un camino
nos enriquece, el otro nos entristece. Nadie puede elegir por ti, eres t quien debe
hacerse responsable de la decisin que tomas. En el futuro no podrs decir que te viste
obligado a ello, o que no te quedaba ms alternativa, o que la virtud no era propicia.
Somos nosotros los que creamos nuestra realidad, con cada eleccin que hacemos.
Djame que te cuente una historia. Dicen que cuando nacemos, la vida nos regala un
gran bloque de mrmol. Es una piedra enorme y sin forma alguna, lista para ser tallada.
Con cada accin que tomamos, o que elegimos no tomar, con cada palabra que decimos,
o que elegimos callar, con cada pensamiento que tenemos, o que dejamos pasar, vamos
dando una cincelada a esa piedra. Un golpe de martillo tras otro, da a da, ao tras ao.
Algunas cinceladas son dolorosas, nadie dice que no. Pero al final de nuestros das, la
escultura que quede ser nuestra propia obra de arte. Nuestra vida. nica e irrepetible.
No ser perfecta. Pero s debe ser la mejor versin de nosotros mismos.
4. Elige una actitud proactiva
Determinas t la circunstancia o dejas que la circunstancia te determine? No hay un
punto medio. O eliges una de ellas, o la otra te elige a ti. Tener una actitud proactiva no
te exime de equivocarte, pero el mero hecho de intentarlo abre la posibilidad de obtener
el resultado que quieres. Es una verdad que de tanto repetirse suena a frase hecha, pero
no por eso es menos cierta: si no lo intentas, no lo conseguirs.
Ser proactivo implica orientarse a los resultados, s, pero sobre todo a la forma. Al
camino, y no slo a la meta. Sabes qu es lo que distingue a las personas que realmente
tienen xito (y no me refiero nicamente al monetario) en la vida de las que no? Est
estudiado. No es slo el hecho de ser optimistas, o de saber relacionarse con los dems,
o de un golpe de suerte. Las personas que finalmente alcanzan sus metas son aquellas
que hacen lo que otros prefieren no hacer. Las tareas difciles. Lo que la mayora elige
dejar para maana. Esto no implica que les guste hacerlo. Muchas veces no son cosas de
su agrado. Y sin embargo, lo hacen. Aceptan la responsabilidad y estn a la altura de las
circunstancias. Porque ellas las determinan.
Cuntas veces has ledo frases como la suerte favorece a los valientes o: busca el s, porque el no ya lo tienes o: el que no arriesga no gana? Seguramente te ocurrir lo que a la mayora: dices s, es verdad, y luego pasas pgina y lo olvidas. No lo llevas a tu vida cotidiana. Lo s, creme, porque me ha pasado en
numerosas ocasiones. A menudo tenemos las respuestas que buscamos delante de
nosotros pero somos incapaces de verlas y, lo que es incluso peor, de aplicarlas. Hay
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una diferencia abismal entre conocer acerca de un tema y tener la habilidad para
utilizarlo en nuestra vida cotidiana. Djame que te de un ejemplo. Imagina que vas a esa
librera que est cerca de tu casa. Luego de recorrer las estanteras, compras todos los
libros que encuentras sobre las tcnicas de pintura de Van Gogh. Llegas a tu casa, y
durante unas semanas los estudias a fondo. Al cabo de un mes, te sabes de memoria
hasta los ms mnimos detalles de sus obras. Entonces decides comprar un lienzo, una
caja de pinturas, y te pones a ello. Crees que t, o yo, o cualquier otro podr pintar
como Van Gogh slo por el echo de haber ledo todos esos libros? Difcil verdad? Pues
muchas veces con la vida ocurre lo mismo. No comprendemos la diferencia entre el
conocimiento y la habilidad. Slo si interiorizamos los conceptos y los llevamos a
nuestros actos cotidianos podremos cambiar los resultados en la prctica, y no slo en la
teora. Nos equivocaremos, desde luego. Una vez, y otra, y otra ms. Pero un da, como
los hbitos que se adquieren, comenzaremos a percibir la diferencia. Contestaremos de
manera ms serena, enfrentaremos una situacin difcil de manera creativa, evitaremos
tomarnos de forma personal una crtica que nos hagan no ocurrir de la noche a la maana, pero ocurrir. De la misma manera que nadie aprende a nadar simplemente
mirando el ocano, nosotros slo aprehenderemos (as, con h intermedia) los conceptos que necesitamos si los vivimos en las situaciones cotidianas. En eso consiste
la actitud proactiva. En ser primero, para hacer despus.
5. Descubre el sentido en medio del caos
Lo que te define como hombre es lo que haces cuando llega la tormenta, escribi Alexandre Dumas. La forma en que enfrentamos las situaciones difciles nos descubre
la fuerza que yace en cada uno de nosotros. A menudo permanece dormida, expectante,
esperando el momento preciso en que nuestras fuerzas flaqueen para venir a
socorrernos. Son miles las historias que se cuentan acerca de personas, como t o como
yo, que han logrado salir victoriosas cuando todo pareca perdido. Y si hay un
denominador comn a todas esas personas es el haber encontrado un sentido en medio
del caos.
Frankl deca que cada uno de nosotros debe descubrir el sentido de su vida. Observa
que utiliza la palabra descubrir, y no crear. l sostena que el sentido lo llevamos dentro, pero que pocas veces nos damos el tiempo necesario para encontrarlo y, muchos
menos, para vivir nuestra vida de acuerdo a l. As es que se pasan los das, los aos, y
la vida entera sin que hayamos actuado en consecuencia. Y una vida vivida sin un
sentido, a menudo resulta una vida vaca y sin significado. Cul es el sentido de la
tuya? Te parece acaso una pregunta demasiado compleja o abstracta? Piensa, sin
embargo, que cada da tomas decisiones que te llevan hacia un lado o hacia otro. Sin un
horizonte claro hacia el cul dirigirte cmo puedes saber cul es la eleccin correcta? Incluso ante el problema ms complejo, tu misin en la vida puede darte las
fuerzas y la orientacin que te hace falta. No es algo abstracto. No es teora. Es algo tan
tangible como las pginas que sostienes. Sin sentido somos vctimas del azar. Con
sentido podemos atravesar las tormentas ms amenazantes con la conviccin de que,
tarde o temprano, duela ms o duela menos, alcanzaremos nuestra meta. Y sobre todo,
que ser la meta correcta. No la que dicten los dems o la que estipule la sociedad. Ser
una meta personal, nica, irrepetible. Ser nuestra misin en la vida.
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A PARTIR DE AHORA
Confo en que logres poner en prctica lo que has aprendido en este cuento. Recuerda
que la accin, y slo la accin, produce resultados diferentes. No temas equivocarte. No
temas olvidarte a menudo de estos consejos. Es perfectamente natural. Tan slo procura
tomar conciencia de los errores y de los olvidos, e intenta incorporarlos la prxima vez
que te enfrentes a un nuevo problema. Los japoneses tienen el concepto del kaizen: la
mejor gradual y continua. Pequeos cambios a la vez, pero sostenidos en el tiempo.
Estoy convencido de que la transformacin que perdura, la que realmente nos cambia en
lo ms profundo de nuestro ser, requiere tiempo y constancia. A cambio, la tendremos
para toda la vida.
Ahora, depende de ti.
Ariel Andrs Almada Madrid, febrero del 2011
Los Cerezos en Diciembre Editado por COMANEGRA