Letra errante Año 2, Número 2

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Revista electrónica de arte, literatura y entretenmiento

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5. Editorial

6. Antonio Nariño

8. La Palabra y el poeta: “Un padre nuestro latinoamericano” de Mario Be-nedetti

10. Recomendación Cinematográfica

12. Juan 1:1

- “Madre de los Muiscas” por Rusvelt Nivia Castellanos

- “Seguir buscando” por Miguel García Q

- “Sangrando Luz” por José Montaño

16. Al son del Poeta: Daniel Viglietti

18 Inventario

20. Juan 1:1

- “El extraño caso de Támesis Zamora” por Ewald Meyer Monsalve

- “El deseo” por Mar Skult

28. Conversando de… La dictadura perfecta

30. Ecos del cine

34. La palabra y el poeta: “América insurrecta” de Pablo Neruda

37. La ciudad de humo

Índice

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Directorio

Dirección General:

Miguel Ángel Montoya Casasola

Dirección de Redacción:

Alicia Díaz Rojas

Dirección de diseño:

Miguel Ángel Montoya Casasola

Dirección de publicidad:

Redactores:

Miguel Ángel Montoya Casasola, Alicia

Díaz Rojas y Fernando Palacio

Colaboradores:

Ewald Meyer Monsalve, Miguel García

Q, Rusvelt Nivia Castellanos, Mar

Skult y José Montaño

Fe de erratas:

En el número 1 del año 2 de La Letra

Errante en el cuento “El sacrificio” de

Jorge Eliécer Triviño Rincón se publi-

có una imagen de Simón Bolívar cuan-

do debió hacer sido de Antonio Nariño.

Por este motivo agregamos una sección

sobre el prócer colombiano al inició de

este número

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Portada: “Zapata, líder agrario” de Diego Rivera

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Editorial N

uestra América Latina es el producto de un choque de civilizaciones, de

aquellos conquistadores hispanos y esos indios que se negaron a perecer

en el olvido. Nuestra cultura, es en gran parte el reflejo de aquel movi-

miento vivo de aquello que se reinventa y se adapta frente a ese cambian-

te mundo que se impuso por la fuerza y que sin embargo nos hizo ser fuerte ante el in-

vasor y abnegados frente al sacrificio. Como

latinoamericanos tenemos la identidad de aque-

llos que se opusieron firmemente al dominio

español y que impusieron con valor los princi-

pios de la Ilustración, tal vez con más decisión

que los europeos (sin contar a los franceses).

Aquella lucha contra el imperio permeo nuestro

ser y nos hermanó entre los pueblo, no obstante,

los intereses egoístas de unos cuantos separó

nuestras tierras por medio de fronteras.

Nuestros pueblos son los de la lucha anticolo-

nial, los que exigen la liberación nacional, so-

mos la tierra que vio nacer a Morelos, Bolívar,

Sucre, Artigas, Manuel Rodríguez, Juárez, San-

dino, Martí, Camilo Torres y demás héroes que

lucharon incansablemente por la dignidad de

una tierra que se niega a ser sometida por ex-

tranjeros.

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Antonio Nariño

"Dios mío, Dios Justo a quien el hombre no puede engañar, yo te presento mi corazón;

y estoy seguro de que a tus ojos no he delinquido! Diez y seis años de prisiones, que

ahora se han renovado en diez y seis años de oprobio y miseria, no han sido bastantes

para castigar el delito, el enorme delito de traducir e imprimir los derechos del Hombre"

A ntonio Nariño fue un neogranadino nacido en Santa Fé de Bogotá en 1765 y es considerado uno

de los precursores de la Independencia de América del Imperio Español. Nariño fue un hombre

ilustrado que seguía las ideas de la filosofía europea que proclamaba la igualdad de los hombres.

Por este motivo, abandonó el ejercitó cuando observó la brutalidad y barbarie con que éste repri-

mió la Rebelión de los Comuneros. Fiel a sus ideales, decidió difundir la palabra de la Razón por medio de

su imprenta. Tradujo al español la Declaración de los derechos del hombre, motivo por el cual fue perseguido

por la inquisición bajo el cargo de sedición. Fue puesto en prisión pero logró escapar. Posteriormente partici-

pó en la Batalla de San Victorino entre Federalistas y Centralistas donde demostró sus habilidades militares.

Después luchó en la Campaña del Sur para evitar la reconquista, sin embargo una traición le costó el ser to-

mado preso y enviado a una cárcel en Cádiz. Finalmente, regresó a su patria, ya libre, y ocupó el cargo de

senador. Nariño murió el 13 de diciembre de 1823 siendo una importantísima figura de la independencia de-

jando un legado no sólo político y militar sino también intelectual.

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Un padre nuestro latinoamericanoUn padre nuestro latinoamericanoUn padre nuestro latinoamericano sin embargo una vez cada tantosin embargo una vez cada tantosin embargo una vez cada tanto

tu voluntad se mezcla con la míatu voluntad se mezcla con la míatu voluntad se mezcla con la mía la dominala dominala domina

la enciendela enciendela enciende la duplicala duplicala duplica

más arduo es conocer cuál es mi volun-más arduo es conocer cuál es mi volun-más arduo es conocer cuál es mi volun-tadtadtad

cuándo creo de veras lo que digo creercuándo creo de veras lo que digo creercuándo creo de veras lo que digo creer así en tu omniprescencia como en mi así en tu omniprescencia como en mi así en tu omniprescencia como en mi

soledadsoledadsoledad así en la tierra como en el cieloasí en la tierra como en el cieloasí en la tierra como en el cielo

siempresiempresiempre estaré más seguro de la tierra que pisoestaré más seguro de la tierra que pisoestaré más seguro de la tierra que piso que del cielo intratable que me ignoraque del cielo intratable que me ignoraque del cielo intratable que me ignora

pero quién sabepero quién sabepero quién sabe no voy a decidirno voy a decidirno voy a decidir

que tu poder se haga o se deshagaque tu poder se haga o se deshagaque tu poder se haga o se deshaga tu voluntad igual se está haciendo en el tu voluntad igual se está haciendo en el tu voluntad igual se está haciendo en el

vientovientoviento en el Ande de nieveen el Ande de nieveen el Ande de nieve

en el pájaro que fecunda a la pájaraen el pájaro que fecunda a la pájaraen el pájaro que fecunda a la pájara en los cancilleres que murmullan yes en los cancilleres que murmullan yes en los cancilleres que murmullan yes

sirsirsir en cada mano que se convierte en puñoen cada mano que se convierte en puñoen cada mano que se convierte en puño claro no estoy seguro si me gusta el es-claro no estoy seguro si me gusta el es-claro no estoy seguro si me gusta el es-

tilotilotilo

PPPadre nuestro que estás en los cielosadre nuestro que estás en los cielosadre nuestro que estás en los cielos con las golondrinas y los misilescon las golondrinas y los misilescon las golondrinas y los misiles

quiero que vuelvas antes de que olvidesquiero que vuelvas antes de que olvidesquiero que vuelvas antes de que olvides cómo se llega al sur de Río Grandecómo se llega al sur de Río Grandecómo se llega al sur de Río Grande Pdre nuestro que estás en el exilioPdre nuestro que estás en el exilioPdre nuestro que estás en el exilio casi nunca te acuerdas de los míoscasi nunca te acuerdas de los míoscasi nunca te acuerdas de los míos

de todos modos dondequiera que estésde todos modos dondequiera que estésde todos modos dondequiera que estés santificado sea tu nombresantificado sea tu nombresantificado sea tu nombre

no quienes santifican en tu nombreno quienes santifican en tu nombreno quienes santifican en tu nombre cerrando un ojo para no ver las uñascerrando un ojo para no ver las uñascerrando un ojo para no ver las uñas

sucias de la miseriasucias de la miseriasucias de la miseria en agosto de mil novecientos sesentaen agosto de mil novecientos sesentaen agosto de mil novecientos sesenta

ya no sirve pedirteya no sirve pedirteya no sirve pedirte venga a nos el tu reinovenga a nos el tu reinovenga a nos el tu reino

porque tu reino también está aquí abajoporque tu reino también está aquí abajoporque tu reino también está aquí abajo metido en los rencores y en el miedometido en los rencores y en el miedometido en los rencores y en el miedo

en las vacilaciones y en la mugreen las vacilaciones y en la mugreen las vacilaciones y en la mugre en la desilusión y en la modorraen la desilusión y en la modorraen la desilusión y en la modorra en esta ansia de verte pese a todoen esta ansia de verte pese a todoen esta ansia de verte pese a todo

cuando hablaste del ricocuando hablaste del ricocuando hablaste del rico la aguja y el camellola aguja y el camellola aguja y el camello y te votamos todosy te votamos todosy te votamos todos

por unanimidad para la Gloriapor unanimidad para la Gloriapor unanimidad para la Gloria también alzó su mano el indio silenciosotambién alzó su mano el indio silenciosotambién alzó su mano el indio silencioso

que te respetaba pero se resistíaque te respetaba pero se resistíaque te respetaba pero se resistía a pensar hágase tu voluntada pensar hágase tu voluntada pensar hágase tu voluntad

La Palabra y el Poeta

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que tu voluntad elige para hacerseque tu voluntad elige para hacerseque tu voluntad elige para hacerse lo digo con irreverencia y gratitudlo digo con irreverencia y gratitudlo digo con irreverencia y gratitud

dos emblemas que pronto serán la mis-dos emblemas que pronto serán la mis-dos emblemas que pronto serán la mis-ma cosama cosama cosa

lo digo sobre todo pensando en el pan lo digo sobre todo pensando en el pan lo digo sobre todo pensando en el pan nuestronuestronuestro

de cada día y de cada pedacito de díade cada día y de cada pedacito de díade cada día y de cada pedacito de día ayer nos lo quitasteayer nos lo quitasteayer nos lo quitaste

dánosle hoydánosle hoydánosle hoy o al menos el derecho de darnos nues-o al menos el derecho de darnos nues-o al menos el derecho de darnos nues-

tro pantro pantro pan no sólo el que era símbolo de Algono sólo el que era símbolo de Algono sólo el que era símbolo de Algo

sino el de miga y cáscarasino el de miga y cáscarasino el de miga y cáscara el pan nuestroel pan nuestroel pan nuestro

ya que nos queda pocas esperanzas y ya que nos queda pocas esperanzas y ya que nos queda pocas esperanzas y deudasdeudasdeudas

perdónanos si puedes nuestras deudasperdónanos si puedes nuestras deudasperdónanos si puedes nuestras deudas pero no nos perdones la esperanzapero no nos perdones la esperanzapero no nos perdones la esperanza

no nos perdones nunca nuestros crédi-no nos perdones nunca nuestros crédi-no nos perdones nunca nuestros crédi-tostostos

a más tardar mañanaa más tardar mañanaa más tardar mañana saldremos a cobrar a los fallutossaldremos a cobrar a los fallutossaldremos a cobrar a los fallutos tangibles y sonrientes forajidostangibles y sonrientes forajidostangibles y sonrientes forajidos

a los que tienen garras para el arpaa los que tienen garras para el arpaa los que tienen garras para el arpa y un panamericano temblor con que se y un panamericano temblor con que se y un panamericano temblor con que se

enjuganenjuganenjugan la última escupida que cuelga de su la última escupida que cuelga de su la última escupida que cuelga de su

rostrorostrorostro poco importa que nuestros acreedores poco importa que nuestros acreedores poco importa que nuestros acreedores

perdonenperdonenperdonen

así como nosotrosasí como nosotrosasí como nosotros una vezuna vezuna vez por errorpor errorpor error

perdonamos a nuestros deudoresperdonamos a nuestros deudoresperdonamos a nuestros deudores todavíatodavíatodavía

nos deben como un siglonos deben como un siglonos deben como un siglo de insomnios y garrotede insomnios y garrotede insomnios y garrote

como tres mil kilómetros de injuriascomo tres mil kilómetros de injuriascomo tres mil kilómetros de injurias como veinte medallas a Somozacomo veinte medallas a Somozacomo veinte medallas a Somoza como una sola Guatemala muertacomo una sola Guatemala muertacomo una sola Guatemala muerta no nos dejes caer en la tentaciónno nos dejes caer en la tentaciónno nos dejes caer en la tentación de olvidar o vender este pasadode olvidar o vender este pasadode olvidar o vender este pasado

o arrendar una sola hectárea de su ol-o arrendar una sola hectárea de su ol-o arrendar una sola hectárea de su ol-vidovidovido

ahora que es la hora de saber quiénes ahora que es la hora de saber quiénes ahora que es la hora de saber quiénes somossomossomos

y han de cruzar el ríoy han de cruzar el ríoy han de cruzar el río el dólar y su amor contrarrembolsoel dólar y su amor contrarrembolsoel dólar y su amor contrarrembolso

arráncanos del alma el último mendi-arráncanos del alma el último mendi-arráncanos del alma el último mendi-gogogo

y líbranos de todo mal de concienciay líbranos de todo mal de concienciay líbranos de todo mal de conciencia amén.amén.amén.

Mario BenedettiMario BenedettiMario Benedetti

UruguayUruguayUruguay

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Recomendaciones de Cine

Conducta, Cuba (2014) de Ernesto Daranas

Estado de Sitio, Francia e Italia (1972) de Costa-

Gavras

Los olvidados, México (1950) de Luis Buñuel

Tropa de Élite, Brasil (2007) de José Padilha

Como agua para chocolate, México (1992) de Alfonso

Arau

Ciudad de Dios, Brasil (2002) de Fernando Meirelles

y Kátia Lund

Plata Quemada, Argentina (2000) de Marcelo Piñeyro

El lado oscuro del corazón, Argentina y Canadá

(1992) de Eliseo Subiela

La Malquerida, México (1949) de Emilio Fernández

Una vida mejor, Estados Unidos (2011) de Chris

Weitz

Con motivo de la temática, La letra errante se permite compartir con sus estimados lecto-

res una lista de películas sobre nuestra América Latina esperando sean de su agrado.

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Juan 1:1

E n la selva, te levantas con lucimiento.

Allí, propagas lo paradisiaco. Exhibes

como siempre, una piel de follajes. De

complacencia; cuando ves el sol, haces

germinar pastizales con orquídeas. Adornas a la vez la

tierra nativa. Le das olor a las plantas. Por esta divini-

dad tuya, parlotean las guacamayas y chillan los micos

con regocijo. Estos animales; se recrean contigo, te

curiosean porque eres tropical, por fructífera. Entre

tanto, tú les riegas hojas de colores, les emanas sabo-

res de frescura. Según lo prodigiosa, oleas sus pluma-

jes y pelajes, limpias sus cabezas encopetadas. De

más, recomienzas a volar con ellos hasta las montañas.

Vas paseando por entre los eucaliptos y enramadas de

rosales. Después; extiendes tus alas, explorando la

pradera, asciendes hacia la cordillera del dorado.

Una vez en la cumbre, desbocas tu río de peces

plateados. En armonía, haces fluctuar el agua con sus

sardinas. A lo abundante, lo vivificante prolifera. Re-

vuelcas asiduamente la gravilla. Todo en augurio pros-

pera. Inundas la senda que renace como cristalina. Y

por ese caudal, van brincando los sábalos mientras

varias ranas se arriman a la orilla. Unas de ellas son

verdes, otras son rojas. De repente, se disponen a

croar con gusto. Arman un coro de músicas, generan

energías de dulzura. En cuanto a ti, las oyes y te

emocionas. Entonces corres más protectora y las

abrazas. De a poco, las acaricias con tus manos mus-

gosas, te unificas a su hábitat exótico. Para lo sagra-

do, palpitas lo virgen junto a estas anfibias.

Ya de camino, entre unos helechos, adviertes

una aldea a lo lejos. Ves diversas chozas de bareque.

Por allí, moran los muiscas en paz. Tú, los examinas

con mansedumbre. Ellos están haciendo su ritual

para invocarte a ti. Yacen en ronda reunidos. A ele-

vación, piden por la gracia tuya. Todos se bañan con

oro en belleza como susurran sus rezos. Te cautivan

en lo sincero a ti. Por esto místico, la tribu te descu-

bre y sin miedo cada indio corre a tu presencia.

Cuando quedan al frente tuyo, primorosamente te

alaban por ser fecundadora. Más eterna tú, suspiras y

sigues sembrándoles el paisaje de los andes. Tanto,

que le rocías esporas a ellos y a sus campos. Así pri-

maveral; tú, produces y reverdeces en sus jardines.

Por tal causa, los muiscas emprenden un carna-

val. Juntos; se toman de las manos, van batiendo sus

túnicas. A ritmo, se mueven con gentileza. En fe,

celebran como comunidad este día, tan munífico. Y

entusiasmados, no paran de decirte, Bachué.

Rusvelt Nivia Castellanos

Tolima, Colombia.

Blogs: http://ficcionezliterariaz.blogspot.com http://

losarchivosdeveltiskin.blogspot.com

Madre de los Muiscas

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Seguir buscando

Cuarenta y tres veces he soñado

que mi país se lava tanta sangre

de los ojos,

y mira al cielo para levantarse,

y canta un himno

que ojalá

resucitara

a

los

caídos

Cuarenta y tres veces he soñado

que nuestra tierra

llora de alegrías,

y se mira en el espejo roto

del pasado

para evitar concurrir dolores

y democracias mentirosas

Cuarenta y tres veces he muerto

pero jamás desvanecido

en el crimen de callarse.

Miguel García Q.

Ciudad de México, México.

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D os de la tarde….

Mientras la batalla terminaba

las calles eran desiertos, un

niño observaba las calles de

rojo, donde quedaron los sueños en una ciu-

dad ahora lúgubre, nada pasó, el mundo siguió

y la vida comenzó con su común esencia. No

quedo nada, rastros de papel y cenizas en las

banquetas. Carlos se preparaba para salir, a

sus 10 años había conocido como era el mun-

do ante su ventana, policías golpeando, gente

corriendo, sangre derramada, calles de pólvo-

ra y lo único que pasaba por su mente era ¿por

que?

_Mamá, ¿Dónde esta Ricardo? Me dijo que

hoy iría a ver mi partido y el nunca llega tar-

de_

Como se puede responder algo como eso, no

se sabe, un mar de llanto brota desde el vien-

tre y desemboca en la cabeza de un niño.

_ mmm.....… nadie sabe… yo creo que va

Sangrando Luz allegar mas tarde… no te desesperes_

Como sirve una mentira para tapar el do-

lor, no se sabe que hacer y lo único que

intentó no pensar fue ¿Dónde está?

_ ¿a que hora llega? ¿Qué esta haciendo?

El me dijo que vendría_

_estará estudiando que se yo, no te preo-

cupes, vete a tu cuarto a jugar y yo te avi-

so cuando llegue-

Al entrar a su mundo fantástico, la sala se

derrumbaba ante Laura, un ama de casa

de clase media con 3 hijos, soltera y espe-

rando cada tarde que dos de ellos llegasen

de la escuela; esa noche no llego nadie,

esperando en los departamentos

Chihuahua con velas que apenas permi-

tían ver unos libros viejos, dejados por su

padre, esperaba con ansia, o con miedo

quizá, una respuesta de lo que ya era un

secreto a voces.

Nunca llegaron, noche tras noche con la

Juan 1:1

misma pregunta y nada, un solo día tuvo

pista de lo que pasaba, vio a su madre

llorar en el rincón de la casa creyendo

que nadie la veía.

Por las calles los informantes regaban

sus noticias:

-Mama ¿Qué no Ricardo estaba en esa

marcha?- - ¿Donde se fue?¿qué paso

con mis her…?- no termino de hacer la

afamada pregunta cuando su madre de

inmediato lo calló y siguieron a casa.

Las heridas nunca cierran, menos una

tan reciente, Laura abrió lentamente la

puerta del edificio, cabizbaja subió las

escaleras y sin decir nada en ese camino

abrió la puerta del departamento, estaba

casi en blanco, parecía una alucinación,

la sala ordenada, las puertas de Ricardo

y Antonio cerradas como de costumbre.

Laura entro, cerró la puerta suavemente

y se sentó en el comedor, sin predecirlo

comenzó a llorar, Carlos con un miedo

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que nunca había sentido se le acerco.

-¿qué pasa?¿qué tienes?- esperando una respuesta del largo ca-

mino de preguntas que había creado en toda la semana le levanto

la cara y le dijo.

-no llores, ya pasara- la ingenuidad del niño no era consoladora

para su madre, la decisión debía tomarse; ella lo sentó junto a él y

le explico lo que en un mundo tan callado los gritos casi no se

escuchan. Una realidad que nadie quiere ver y que a pocos le

importa, desde esa ocasión Carlos supo lo que era el dolor, tener

a dos hermanos desaparecidos, que se habían esfumado entre

tantos jóvenes, nadie sabia donde estaban, ni quienes existían.

Dejo de mostrarse interesado, una cortina de fantasía se derrum-

baba ante el y se vislumbraba un mundo inconsciente y peligroso.

Todo paso en un instante, y lo único que podía recordar era ese

día, trágico y extraño, ahora lo entendía todo, las calles vacías,

humo en las banquetas y sangre sobre el edificio, un olor a sole-

dad abundante que llenabas de

miedo el ambiente; todo se le

había aclarado, ya no era un

niño, las pesadillas no lo deja-

ban dormir y los gritos que

emanaba podían escucharse

hasta el fin del mundo, nunca lo

pudo olvidar.

Dos de la tarde...

No se sabe más de la historia, solo hay paginas, fotos que

nos recuerdan el santuario que fue el pasado, memorias ob-

soletas si un porque para recordar, en las noticias del sábado

una madre lloraba frente a periódico, -joven desaparecido,

no se sabe su paradero, dicen que se perdió en las calles- era

uno de tantos periódicos de los que la gente acostumbraba

leer para no dejar su tiempo pasar, esta ves era cierto, había

elegido un sendero parecido al de sus hermanos, sólo que

deformado por su condición, nada paso, perdido por una

estupidez, el único rastro que quedo fue una madre desola-

da, inundaba de tristeza y un periódico, manchado de san-

gre.

José Montaño

Toluca, México.

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Al son del Poeta

Daniel Viglietti

Daniel Viglietti, Silvio Rodríguez y Mario Benedetti

D aniel Viglietti, nacido en Uruguay, es uno de los compositores más importantes de América La-

tina. Nacido en 1939 (mismo año en que es derrotada la República Española a manos del Fascis-

mo), vivió las grandes luchas en contra de las dictaduras del cono Sur. La música de Viglietti

refleja el sentir del latinoamericanismo que busca una tierra donde los distintos pueblos sean

hermanos, ya que si las dictaduras se unieron con el Plan Cóndor, por qué no deberían hacerlo los pueblos en

su lucha por la libertad. Su vida ha estado íntimamente ligada al activismo y la militancia, y por ello fue pre-

so en 1972 durante la dictadura cívico-militar de Pacheco Areco. Jean Paul Sartre, François Mitterrand, Julio

Cortázar y Oscar Niemeyer lucharon desde el extranjero por su libertad , finalmente es exiliado a Argentina

en 1973 y regresa a su patria hasta 1984.

Viglietti ha colaborado con otros artistas a lo largo de su trayectoria, sin embargo su trabajo colaborativo más

destacado fue el que realizó con el poeta Mario Benedetti con quien ofreció varios conciertos-recitales.

Algunas de sus canciones más destacadas son: “A desalambrar” “Por todo Chile” y “Otra voz canta”

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A desalambrar

Yo pregunto a los presentes

si no se han puesto a pensar

que esta tierra es de nosotros

y no del que tenga más.

Yo pregunto si en la tierra

nunca habrá pensado usted

que si las manos son nuestras

es nuestro lo que nos den.

A desalambrar, a desalambrar

que la tierra es nuestra

es tuya y de aquel

de Pedro y María, de Juan y José.

Si molesto con mi canto

a alguno que ande por ahí

le aseguro que es un gringo

o un dueño del Uruguay.

A desalambrar, a desalambrar

que la tierra es nuestra

es tuya y de aquel

de Pedro y María, de Juan y José.

Yo pregunto a los presentes

si no se han puesto a pensar

que esta tierra es de nosotros

y no del que tenga más.

A desalambrar, a desalambrar

que la tierra es nuestra

es tuya y de aquel

de Pedro y María, de Juan y José.

Que la tierra es nuestra

es tuya y de aquel

de Pedro y María, de Juan y José.

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Inventario

S imón Bolívar a pesar

de haber recorrido

más de 112 mil kiló-

metros a caballo a lo

largo de su vida y de que sus

campañas militares abarcaron

el doble de las de Alejandro

Magno, fue también un gran

pensador político que legó una

inmensa cantidad de textos so-

bre la materia, muchos de ellos

bastante avanzados para la

época.

D urante su estancia en México, el es-

critor colombiano Álvaro Mutis pres-

tó su voz como actor de doblaje para

dar vida al narrador de la famosa se-

rie de televisión Los Intocables. Su talento en este

ámbito fue destacado y realizó gran número de

traducciones-adaptaciones para libretos de dobla-

je.

19

A lgunos comentan que la canción “Mi unicornio azul” del autor cubano Silvio

Rodríguez, es en realidad un homenaje al poeta salvadoreño Roque Daltón

quien fuera un gran amigo suyo y a quien admirara por su talento y su con-

gruencia política.

...Mi unicornio y yo

hicimos amistad,

un poco con amor,

un poco con verdad.

con su cuerno de añil

pescaba una canción,

saberla compartir

era su vocación...

M ario Vargas Llosa, escri-

tor de “La fiesta del

Chivo” “La guerra del

fin del mundo” y gana-

dor del premio Nobel de literatura, se

postuló en las elecciones presidenciales

de Perú por el derechista Frente Demo-

crático. Sin embargo su oponente, Al-

berto Fujimori lo derrotó obteniendo el

62.4 por ciento de los votos

20

Juan 1:1

El extraño caso de Támesis Zamora ¿Y piensas que te creeré?, replicó con esa mueca femeni-

na Paloma. Sus pupilas azules incrustadas en mi nuca

eran como cancerberos cuando comenzaba con estas his-

torias, ya que como un niño pequeño, yo le daba la espal-

da. Deje pasar unos segundos para disipar su clásico en-

fado y comencé el relato: El museo de arqueología

Fonck que en su entrada tiene una estatua de piedra del

pueblo Rapa Nui, si claro un Moái, agregó Paloma, tú y

tus casos remató con tono de sorna haciendo una ademán

de desprecio. Es una casona pequeña con artefactos ar-

queológicos de culturas locales o donaciones, si se lee

las reseñas del recinto es posible deducir que sus valores

son solo en relación a la comunidad, es decir Viña del

Mar y alrededores, pero hay un detalle, y es que posee

unas tablillas de la isla de Pascua, unas tablillas indesci-

frables en una lengua extraña, quebradero de cabeza para

cuanto arqueólogo trató infructuosamente de darle una

traducción plausible. Hasta ahora querido nada nue-

vo ,por favor si eso lo saben hasta los niños de una es-

cuelita en el cerro. Algunos especialistas dicen que las

tablillas del museo son falsas, pero es aquí donde entra

nuestro “ caso ”; bueno al menos la historia toma un nue-

vo rumbo, agrega Paloma, al tiempo que con sensualidad

se baja su enagua negra de satín. La historia de Támesis

es la de un ciudadano de vida corriente; nació en Valpa-

raíso, cursó estudios en un liceo con número de la ciu-

dad, la mejor educación por esos años, e ingresó a la ca-

rrera de arqueología en el norte, único lugar donde ense-

ñan esta disciplina de verdad. Bajo el polvoriento desier-

to de atacama hizo sus primeras armas como reco-

lector de artículos prehispánicos, pero las penurias

económicas y una enfermedad repentina de su ma-

dre lo obligaron a volver a Viña del Mar, cuando

solo restaba hacer su trabajo de título. Támesis

Zamora a pesar de los problemas no mostró arre-

pentimiento alguno y continuó su vida, según pu-

de constatar. Tenía un espíritu incorregible en

cuanto a lo que se proponía, lo conseguía. Era lo

que hoy llamaríamos un emprendedor. Lo recluta-

ron en el Museo, su historial intachable y conoci-

mientos eran de mucha utilidad, además por un

sueldo módico, pronto Támesis Zamora se trans-

formó en un funcionario ejemplar de la institu-

ción. Hacia turnos interminables, dominaba la ca-

talogación de todas las colecciones y su portentosa

memoria recordaba cada detalle de las piezas ex-

puestas. Aquellos que pasaban por el museo como

ayudantes o voluntarios se llevaban una grata im-

presión de este joven. Hasta aquí nada nuevo que-

rido, solo un memorioso funcionario de un museo

regional, disparó con sarcasmo mi adorada Palo-

ma. Una noche como de costumbre, se quedó lim-

piando la colección de tablillas indescifrables del

museo, su madre muerta hace tiempo, ya no impe-

día que durante la noche pudiera avanzar en el tra-

bajo delicado de limpieza de artefactos. El director

del museo le permitía cubrir esos turnos, ya que

21

Zamora era un funcionario abnegado y responsable. Retiró

las tablillas con cuidado de las vitrinas, esto aparece en el

informe, porque un empleado que hacia la limpieza lo ob-

servó, luego las colocó sobre una mesa habilitada con to-

dos los implementos químicos permitidos por el consejo

nacional de monumentos de la circular número cuatro mil

ciento uno del año mil novecientos setenta y cuatro firma-

da por el ministro de la época. Zamora tenía mucho cuida-

do con estos detalles, sabía que el museo recibía fondos

desde la mismísima secretaria general de la presidencia,

gracias a un decreto exento firmado por el dictador Pino-

chet. Ya te salió lo comunista, siempre en tus historias mi

amor sale el general, si a ti no te hizo nada, porque ese

empeño en ponerlo mal, mejor continúa. El registro de lo

que sucede después de ese relato escrito, es una conjetura

de años de análisis, y lo cierto es que los hombres del aseo

se retiraron a eso de la media noche. Zamora limpia cuida-

dosamente durante toda la noche las tablillas Rapa Nui, y

a eso de las tres de la mañana, esto pudo ser certificado

por una prueba documental que luego mencionare, una de

ellas cae al suelo por accidente, es la tablilla catalogada

como A04 FMRP 17, y se parte en dos al caer en el piso

del museo, Támesis Zamora, observa que hay un pequeño

rollo de lo que parece un documento escrito en un cuero

que a modo de papel, está envuelto con una pitilla de To-

lomiro, de eso hay pruebas documentales, y con sorpresa

la observa. Su preocupación es la rotura de la tablilla y se

apresura a dejarla separada para realizar el informe perti-

nente, pero el “papiro” así le llamaremos, se lo lleva con

él. Esa mañana Támesis Zamora, anota en el libro de sali-

da del museo que una tablilla sufrió un accidente y que la

separará de la colección, su informe será redactado a la

brevedad para dar cuenta hecho. Nunca lo escribió. El di-

rector del museo fue informado de este hecho esa misma

mañana, pero dado que Zamora era un buen fun-

cionario y que la pieza permanecía en la oficina

del taller entre cabezas de monos africanos y

cuernos de rinocerontes, el episodio no pasó a

mayores. Zamora no apareció ese día en el mu-

seo. Extendió una licencia médica y se ausentó

durante toda la semana. Presumiblemente y esto

es una hipótesis del director del museo nacional

de arqueología en Santiago, un marino en retiro,

que redactó un informe extenso fechado en 1976,

Támesis se dedicó a traducir el enigmático “ pa-

piro ”, pascuense durante ese tiempo, sin sospe-

chas ni investigación, evacuado el informe a la

Dirección de Inteligencia Nacional, la mítica DI-

NA, policía sangrienta del dictador Pinochet. A

decir verdad Zamora volvió al museo tres meses

después, pero desde el Ministerio del Interior del

cual dependían todas estas reparticiones, fue exo-

nerado, no dieron motivo, tampoco tenían porque

justificar un despido en esos tiempos. En un in-

forme reservado redactado por la policía de in-

vestigaciones al Ministerio, sin embargo, se

menciona que director escuchó de un empleado,

nunca individualizado, que Támesis abrió delibe-

radamente esta tablilla y que la reliquia contenía

otro vestigio, no precisado, robado por Zamora,

y eso constituía una falta grave. Se sugirió en el

mencionado informe, una investigación acuciosa,

dada la importancia estratégica que la Isla de

Pascua representaba para Chile, dada su triconti-

nentalidad y la posibilidad de constituirse en un

bastión defensivo en el pacífico sur ante la cre-

ciente amenaza del marxismo internacional. Ves,

22

interrumpió Paloma, los marxistas querían ocupar

Chile, como vi en un documental cuando era chica.

De espalda sus caderas hermosas me hicieron olvidar

ese comentario fascistoide. En esos meses Zamora

sin trabajo, pero con el cheque del Banco del Estado,

que gracias a una caja ya extinta, le consiguió un

desahucio y jubilación al mismo tiempo, eso está

consignado en un informe del instituto de normaliza-

ción previsional, junto a la cantidad en escudos de la

jubilación mensual. El caso se archivó, para la policía

chilena que un oscuro funcionario de un museo regio-

nal se robara un cuero envuelto, no era digno para

destinar siquiera un policía o auto sin patente. Pocos

meses después Zamora se embarcó en un viaje a Bue-

nos Aires con un manuscrito bajo el brazo, no tuvo

problemas en la frontera, a pesar de la disputa limí-

trofe con Argentina que ya empezaba a escalar. Del

papiro no se supo nada, la aduana en un sucinto in-

forme que huele a cumplimien-

to, nada menciona del paso de

Támesis Alejandro Zamora Ri-

quelme. Esa fue la primera vez

que leí su nombre completo, y

no es un detalle menor, luego

te explicare porque querida Pa-

loma. Ah bueno, sigue, lograste

que apagara la tele, puras lese-

ras están dando. El manuscrito

se transformó en libro, una edi-

torial pequeña, ligada a una

facción de la izquierda en Bue-

nos Aires lo publicó por una

Juan 1:1

contribución, ese vínculo fue registrado en un infor-

me de la policía secreta argentina que siguió a una

guitarrista presumiblemente guerrillera y que se enre-

dó con Zamora. Esta guerrillera tuvo también relacio-

nes con Lucas Prodham.¿Te acuerdas el pelado de

esa banda llamada Sumo?, obvio es icono de la ordi-

nariez y pestilencia claramente. Bueno la leyenda en

Buenos Aires dice que componiendo la rubia tarada

en la estrofa que dice “oigo Tame, tú no te metas, te

gusto de nuevo Bartolucci ”, sería en alusión a Táme-

sis Zamora. La verdad todas sus canciones me pare-

cen iguales, agregó Paloma, pura marihuana y copete,

en fin sigue. La pista se pierde durante el conflicto

con Argentina el 78´, algunos dicen que se fue a Uru-

guay, otros a Brasil, pero lo cierto es que volvió a

reaparecer en Chile hacia mediados de 1979. Aquí

comienza la leyenda popular de Támesis y se confun-

de el mito con la realidad. Sin embargo, logré sacar

23

esas hojarascas que distraen para dejar lo más real y

creíble este relato .Él pues, el académico que busca la

verdad, remató Paloma sarcástica; Támesis Zamora

ahora se llamaba Alejandro Riquelme, ¿qué?; sigo

mujer, ya te explico. Entró a Chile con pasaporte

Uruguayo, pero traía documentos avalados por el

consulado chileno en Montevideo que su partida de

nacimiento había sido expedida en la Serena y que en

definitiva era chileno, extrañamente en el registro

civil de Santiago no habían fotos de Támesis Zamora,

ni huellas, pero tampoco aparecía como extraviado.

De ese documento uruguayo, posteriormente estalló

un escándalo de venta de pasaportes en ese consulado

y no es de extrañar que Támesis sobornara al funcio-

nario para obtener los documentos. Te puedo asegu-

rar Paloma que es Zamora, tomó su segundo nombre

y apellido, claro como en realidad la investigación

comenzó con Alejandro Riquelme nadie lo asoció a

Zamora, más evidencia que esa no puede haber. Za-

mora, lo prefiero para llevar el hilo de la historia, se

instaló en un céntrico apartamento de Viña del Mar,

se presentaba como escritor Uruguayo nacido en Chi-

le y trató sin mucho éxito hacia principios de 1980 de

promocionar su libro. El texto no tuvo eco, era una

mezcla de la historia contada por Tohr Heyerdal y

Ogú de Mampato, un crítico en La Estrella de Valpa-

raíso que se dignó a leerlo, dijo que el relato era tan

descabellada como increíble. Según la reseña publi-

cada el 7 de febrero de 1980, un manuscrito Rapa

Nui, encontrado, no dice donde, revelaría el lugar

exacto donde Hotu Matua, navegante polinésico y

venerado por los pascuenses habría llegado a las cos-

tas de Valparaíso, en una travesía continuadora a la

llegada a Rapa Nui, desembarcando en la bahía de

Quintil, explorando la zona, se

abría internado por un río, bueno

ahora estero, Marga Marga, Viña

actual claramente, depositando

un tesoro con todas las reliquias

verdaderas del pueblo pascuense

que no sería otra cosa que todo el

oro polinésico. El autor, Alejan-

dro Riquelme sugiere que Hotu

Matua no buscaría una isla en la

polinesia, ni menos establecerse

en Rapa nui, sino encontrar un

lugar seguro para sus tesoros,

ante las guerras tribales que en

esa época asolaban la región. Es-

24

Juan 1:1

detalle de la expedición y sus motivaciones científi-

cas. Intenta explicar el financiamiento, pero no cita

ningún documento fiable al respecto, como suelen

hacer los historiadores, solo se remite a una supuesta

entrevista al explorador ocurrida en el diario O globo

de Brasil a fines de los ochenta. En pocas líneas dice

que los dineros fueron donados por un magnate Búl-

garo y el resto colocado por la fortuna personal de

Támesis. Escarbando en unos archivos estatales del

periodo encontré un informe del ministerio del inte-

rior que a petición de unos funcionarios de seguridad

del municipio que deambulaban por cafeterías del

centro de Viña del Mar, y solicitaban investigar a este

Alejandro Riquelme y su expedición, argumentando

que sus movimientos más bien parecían cubrir una

escuela de guerrilla en los sectores altos de Lo Oroz-

co en Quilpué. Dos informes más de estos funciona-

rios municipales que autorizados por el Alcalde y a la

espera de un pronunciamiento de la intervención de la

policía secreta, ya convertida en Central Nacional de

Informaciones, iniciaron el seguimiento de la expedi-

ción de cerca. Ahí está descrito el recorrido, compo-

nentes y conclusiones. Lo cierto es que hay fotos de

Zamora, las únicas montado en un bote rojo, con una

pica escarbando el estero, junto a dos asistentes vesti-

dos con esos trajes de hule amarillo y cascos blancos

de la construcción, Támesis tiene barba, pero es de

contextura delgada, aunque las fotos fueron tomadas

con un teleobjetivo según el análisis de un amigo fo-

tógrafo. A ratos estos asistentes arrastran el bote co-

mo un carro con Zamora oteando los puentes de viña

y la gente agolpada viendo este espectáculo. Locura

total amor, parece que Viña es un resumidero de tipos

ta investigación llevada a cabo por Riquelme también

habría determinado el lugar exacto entre la cuarta y

sexta región de Chile, de la tumba de Hotu Matua,

pero no señala el lugar exacto para evitar excavacio-

nes clandestinas. Busqué el libro, fui al diario La Es-

trella pero nunca escucharon del periodista que publi-

có eso, por lo que presumo que para variar Zamora

pagó el artículo, no sin hacerlo creíble con una crítica

destructiva. Hábil este Támesis, pero nunca escuche

tamaña historia, es de verdad delirante, un tesoro en

el Marga - Marga, con mapuches esclavizados por

rugbistas polinésicos, que nos queda, la tumba de ese

indio en la virgen de Lo Vásquez camino a Santiago.

Hay mujer no seas racista, cada uno inventa lo que

puede repliqué. El caso es que el libro no está por

ninguna parte, aunque en la biblioteca nacional están

en eso y prometieron avisarme. Támesis Zamora, des-

pués de intentar sensibilizar a la aristocrática opinión

pública viñamarina, sin éxito, organizó una expedi-

ción, así de simple, tal como te cuento, una expedi-

ción por el Marga – Marga hacia arriba para buscar el

tesoro Rapa Nui. Támesis, claro es el nombre del río

londinense, su madre le dio al clavo con el nombre,

como pez en el agua resultó este personaje, agregó

Paloma. Un dato interesante que nadie reparó es el

dinero que gastó en esta empresa. Hace dos años un

estudiante de Historia, de la Universidad Católica de

Valparaíso, ganó unos fondos para financiar una in-

vestigación en torno a la expedición. La tesis no fue

posible ubicarla en la Universidad, fue retirada por el

profesor guía y nunca la devolvió y su autora vive en

Moscú, sin embargo, un artículo en la revista de la

universidad católica del Maule, da cuenta con mucho

25

locos desde siempre, ya en ropa interior interrumpió

Paloma con mirada picara. Hay una foto de un cam-

pamento efectivamente con tres carpas y unos bultos,

según los informes que vienen después fue esta foto

la que hundió a Zamora. Dos días antes del final de la

expedición Zamora o Riquelme, a estas alturas da

igual, llamó a una conferencia de prensa en el mismo

Marga- Marga. Entre los puentes Villanelo y Liber-

tad. Ahí este explorador, arqueólogo y aventurero dio

su mayor golpe publicitario y que es parte de la le-

yenda: Levantó entre sus manos un objeto de oro ma-

cizo con incrustaciones de piedras preciosas e inscrip-

ciones atribuidas a la cultura Rapa Nui. Los periodis-

tas lo apodaron el Indiana Chileno y ese día acaparó

la portada del diario La Estrella de Valparaíso y sen-

dos artículos alabándolo como un científico, con cer-

teza el mejor científico de la década por su descubri-

miento que vendría a reescribir todos los libros de

historia en Chile. La orden del ministerio del interior

para encarcelar a Zamora fue emitida esa misma tar-

de, pero ante el revuelo mediático aplazaron su cum-

plimiento. La noche subsiguiente un piquete de agen-

tes llegaron con sigilo hasta el departamento en el

centro de Viña del Mar, se llevaron al explorador y

todo lo valioso incluido el supuesto collar de oro de

Hotu Matua encontrado en el estero. Lo sacaron a

empellones y de él jamás se supo hasta la fecha. Los

informes del ministerio que siguen son tres, en ellos

dan fe que encarcelado, Zamora reconoció que todo

era un montaje para encubrir acciones de una facción

de Movimiento de Izquierda Revolucionario, destina-

da a realizar una acción militar en el Cerro Castillo

cuando el General Pinochet pasará el fin de semana

de fiestas patrias en esa residencia. El último informe

relata la expulsión o supuesta expulsión de Alejandro

Riquelme de Chile, rumbo a Montevideo, en carácter

de exiliado político. Zamora nunca salió de Chile, y

dos semanas después entre los cochayuyos de la playa

Los Lilenes se encontró el cuerpo de un NN, supues-

tamente un indigente que murió al caer a los reque-

ríos. Sospecho que fue Támesis Zamora. Solo encon-

tré una copia del diario La Estrella en la biblioteca

Severín de la portada y el artículo donde Zamora se

ve radiante mostrando el collar Rapa Nui. Nada me

hace pensar que sea falso, pero lo cierto es que nadie

volvió a saber del mentado collar de oro. Ya termi-

naste amor con tú historia, no, aún un detalle; fíjate

que encontré en los diario siguientes, porque seguí

con la investigación para ver si encontraba algo, unas

excavaciones de la compañía de agua en el sector

donde estuvo el campamento de Zamora y otro dato

que pude constatar fue que la tablilla hueca desapare-

ció y solo quedó una foto en su lugar.¿Y eso fue todo

cariño?, Interrumpió Paloma ya sin ropa interior. Me-

jor ven a mi lado porque esa historia tuya se volvió

aburrida, mañana continúa con ese tal Támesis Zamo-

ra, hoy serás mío…

FIN

Ewald Meyer Monsalve

26

Juan 1:1

El Deseo

E n la ciudad más sucia, pestilente y conta-

minada de un país corrupto, Fernanda

despertó con un seno desinflado entre

manchadas sábanas y el espeso maqui-

llaje corrido. Con voz rasposa que traslucía resaca

llamó a su mejor inversión, según decía a sus clientes.

La güerita le decía, porque nunca se preocupó en sa-

ber su nombre. Se la compró a un traficante ebrio por

un ínfimo precio, una oferta que la había hecho ganar

más del triple.

La noche anterior había sido salvaje, su amante en

turno la magulló, flageló y mordió hasta atrofiar uno

de los implantes que tanto le había costado conseguir.

Estaba casi satisfecha, pero el “casi” o el tener que

conseguir otra bolsa de gel para su seno adolorido, la

hacía rabiar. Las voces en su cabeza comenzaron a

susurrar, unas reprochaban los implantes y otras le

sugerían complacer a ese político pervertido, que te-

nía como cliente habitual, para poder costear el im-

plante nuevo:

«- ¿Por qué no pedírselo? Fue su hijo quien lo ha da-

ñado»

«-¿Qué importa? De cualquier manera eres fea, eras

fea antes de ellos. Esos implantes sólo te hacen ver

grotesca, que falte uno no te afecta en nada, seguirás

siendo horrible.»

«-Seguro él mismo te lo sugiere. Sabes que eres su

favorita, nadie le permite todo lo que tú, nadie lo

complace tanto.»

-Zdravsvuiti! Vcié jarasho?- Preguntó la joven de

cabellos rubios que hasta hacía pocos meses había

habitado un frío y olvidado pueblo de un país euro-

asiático.

-¡¡TE HE DICHO QUE NO ME DIRIJAS LA PA-

LABRA EN LO QUE SEA QUE HABLES, POR

ALGO ME HE EMPEÑADO EN ENSEÑARTE!!-

Explotó Fernanda, con las venas saltando de su mu-

griento cuello.

-¿Cómo tú estás? ¿Tú necesita algo?- Volvió a pre-

guntar la joven.

-Llama al doctor Sánchez, ese que me puso éstas ho-

rribles cosas. No olvides decir que es urgente.- Dijo

Fernanda con ese tosco tono de voz que estremecía a

la chica.

Masha salió con rapidez de la siempre desordenada

habitación de Fernanda, antes de que ésta quisiera

otro tipo de servicio, el que pedía con más frecuencia,

ese que le provocaba el vómito y la hacía llorar cada

noche. Fernanda le repugnaba, le causaba asco. Verla

siempre desnuda en la cama con esos muñones en

donde alguna vez hubo piernas, esos muñones que la

miraban sin ojos y le revolvían el estómago. Estaba

harta, harta de aquella que la compró con sexo y un

par de billetes al supuesto hombre que la sacaría de la

miseria trayéndola a éste país que tanto dolor le causó

desde su llegada. Masha no entendía cómo esa muti-

27

lada y asquerosa mujer podía tener tantos amantes, se-

guro que todos estaban enfermos o locos. La odiaba.

Fernanda comenzó a sentir esa necesidad nuevamente,

ese cosquilleo en la entrepierna, ese que la convirtió en

lo que era, una prostituta por placer: una especie de ar-

dor que la quemaba por dentro cada día de su miserable

existencia, nunca estaba satisfecha de verdad, eso fue lo

que la orilló a terminar con aquella vida que creyó la

complacía, pero nunca logró el éxtasis que buscaba, só-

lo consiguió la mutilación. Ese pasado no importaba

ahora sino su deseo, lo único que tenía realmente en su

vida. Quiso que Masha volviera para que ayudara a apa-

ciguar un poco aquel ardoroso impulso que sentía. De

pronto, como si una de las voces que a veces gritaban en

su cabeza se lo hubiese sugerido, abrió el cajón del buró

situado junto a su cama y tomó uno de sus artículos fa-

voritos, presionó el botón que lo accionaba, después lo

introdujo en su gastada y hambrienta vagina, la cual lo

devoró al instante, con aquella

ansia que nunca la dejaba.

Poco antes de alcanzar el clí-

max, Masha entró en la habi-

tación con una bandeja en la

que se posaba una botella ba-

rata de vino tinto chileno y un

vaso de vidrio; la colocó sobre

el buró, tomó la botella con la

mano izquierda, con delicade-

za se sentó en la cama, se

acercó a su dueña, con la

mano derecha, con sumo cuidado retiró el apa-

rato que alimentaba el ansia de esa sudorosa,

despeinada y repugnante mujer de grasiento ca-

bello negro, sus muñones se estremecieron

cuando retiro aquel miembro de plástico húme-

do, sus pupilas verdes ambiciosas de placer en-

focaban a Masha, sus brazos intentaban abrazar-

la. Masha casi febril estrelló la botella en el bu-

ró y con rapidez sus restos ocuparon el lugar de

aquel objeto fálico que seguía vibrando en su

mano.

El matiz rojizo maravilló a Masha, la extasió a

un punto en el que supo lo que significaba la

palabra libertad.

Fernanda finalmente logró el éxtasis que tanto

había deseado toda su vida entre borbotones de

sangre, olor a uva y alcohol.

Mar Skult

Zacatecas, México “Natasha Zakólkowa “ Diego Rivera

28

Conversando de …

Un satírico reflejo: La dictadura perfecta

H oy día está en boca de todos hablar de la situación de varios gobiernos alrededor

del mundo, como España, Venezuela, Argentina, Estados Unidos y por supuesto

México. La actual administración bajo el mandatario Enrique Peña Nieto es una de

las que más rechazo ha mostrado en al menos los últimos 15 años.

La verdad por muy derechairo de closet que seas, ni siquiera tú podrías apoyar al baby face con

su administración hasta ahora. Quizás si eres un wannabe que le gusta estar en boca de todos en

redes sociales y eres fan de Aristegui, podría ser que esto te haga brincar de gusto.

El cine como el resto del arte es una ventana a la realidad y esta película producida por bandi-

dos films, es un claro ejemplo. Ya nos habían dado otros arquetipos en los casos particulares de

La Ley de Herodes y El infierno, igualmente denunciando las problemáticas en México más

notables como la corrupción y el narcotráfico.

A veces parece que México no sabe igual sino hablamos de corrupción, y la Dictadura Perfecta

no hace excepción alguna. No sólo es la corrupción, menciones a cierta televisora que hoy está

en boca de todos por su relación con la presidencia o las sátiras a algunos personajes de la vida

real.

29

Es una película de diferentes niveles de lectura, con distintos aspectos que tienen que verse más de una

vez para comprenderlos completamente. En primera instancia el manejo de los medios masivos que

bien es respaldado incluso por autores con relación a la comunicación, la situación política y su relación

con dichos medios, la creación de personajes con la vida real sólo que en esta ocasión sin poder omitir

la situación muy conocida para con el norte de México.

Dicha película puede resumirse en una parodia de México, muy aplicada a lo que es la situación de este

país… Un chiste apenas creíble y misma razón por la cual empeorará. Es tan difícil de creer que seguirá

empeorando y para fortuna de bandidos films, no seguirán entregando cintas como esta.

Sin este México, este tipo de cine no sería tan peculiar.

Fernando Palacio

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Ecos del cine

Poder es cuando tenemos justificación para matar y no lo hacemos. (...) Es lo que tenían los Empe-

radores. Un hombre roba algo, le conducen ante el Emperador. Se echa al suelo ante él e implora

clemencia; él sabe que va a morir. Pero el Emperador le perdona la vida, a ese miserable y deja que

se vaya. Eso es poder.

La lista de Schindler (1993)

Steven Spielberg

No sé por qué me salvó la vida. Quizá en esos últimos él amó la vida con más intensidad que nun-

ca, no sólo su vida, la de cualquiera, mi vida. Y lo único que quería eran las mismas respuestas

que el resto de nosotros: ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿cuánto tiempo me queda? Todo lo

que podía hacer era quedarme allí y verlo morir

Blade Runner (1982)

Ridley Scott

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32

Tengo 47 años, ¿y sabes cómo me he mantenido vivo tanto tiempo, todos

estos años?. Miedo.... el espectáculo de actos terribles. Si alguien me roba, le

corto las manos; si me insulta, le corto la lengua; si se rebela contra mí, clavo

su cabeza en una estaca, y la pongo bien alta, para que puedan verla todos.

Eso es lo que mantiene el orden de las cosas: el miedo

Pandillas de Nueva York (2002)

Martin Scorsese

Nota personal: De niño mi madre me decía que no mirase nunca al sol. A los seis años, lo

hice. Su brillo me deslumbró, pero eso ya lo había visto. Seguí mirando, tratando de no pes-

tañear. La brillantez fue desapareciendo. Mis pupilas se contrajeron y pude verlo todo clara-

mente. Por un momento lo comprendí.

Pi: El orden del caos (1998)

Darren Aronofsky

33

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La Palabra y el Poeta

América InsurrectaAmérica InsurrectaAmérica Insurrecta Nuestra tierra, ancha tierra, soledades,

se pobló de rumores, brazos, bocas.

Una callada sílaba iba ardiendo,

congregando la rosa clandestina,

hasta que las praderas trepidaron

cubiertas de metales y galopes.

Fue dura la verdad como un arado.

Rompió la tierra, estableció el deseo,

hundió sus propagandas germinales

y nació en la secreta primavera.

Fue callada su flor, fue rechazada

su reunión de luz, fue combatida

la levadura colectiva, el beso

de las banderas escondidas,

pero surgió rompiendo las paredes,

apartando las cárceles del suelo.

El pueblo oscuro fue su copa,

recibió la substancia rechazada,

la propagó en los límite marítimos,

la machacó en morteros indomables.

Y salió con las páginas golpeadas

y con la primavera en el camino.

Hora de ayer, hora de mediodía,

hora de hoy otra vez, hora esperada

entre el minuto muerto y el que nace,

en la erizada edad de la mentira.

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“América” de Rufino Tamayo

Patria, naciste de los leñadores,

de hijos sin bautizar, de carpinteros,

de los que dieron como un ave extraña

una gota de sangre voladora,

y hoy nacerás de nuevo duramente

desde donde el traidor y el carcelero

te creen para siempre sumergida.

Hoy nacerás del pueblo como entonces.

Hoy saldrás del carbón y del rocío.

Hoy llegarás a sacudir las puertas

con manos maltratadas, con pedazos

de alma sobreviviente, con racimos

de miradas que no extinguió la muerte,

con herramientas hurañas

armadas bajo los harapos.

Pablo Neruda

Chile

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Arte en las calles de La Habana, Cuba

37

La Ciudad de Humo

M iles de personas, dirigidas el obispo de la diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, mar-

charon este para defender "la verdadera familia". Pero ¿qué entienden por “verdadera familia”

este obispo y la demás jerarquía católica mexicana? Para ellos, la única forma de concebir este

derecho es por medio de una familia nuclear atada por principios católicos donde el padre

manda sobre el resto de la familia y donde no importa que se viva un ambiente dañino en su interior mientras

vayan a misa y paguen si diezmo y limosnas. Olvidan que en un estado laico todos tenemos el derecho a vivir

como mejor nos plazca mientras no dañemos a terceros, que no importa si en la familia hay dos padres o dos

madres mientras se base la relación en amor, cariño y protección y que no tenemos por qué obedecer su moral

si no compartimos su religión. Sin embargo estos obispos se autoproclaman defensores de la familia, pero uno

se pregunta, ¿Dónde están esos miles, esos obispos, cuando verdaderamente se trata de defender a la familia?

¿Dónde se esconden cuando el secretario de educación deja sin sustento a miles de familias?¿Dónde ocultan

sus rostros cuando 43 padres y madres no encuentran a sus hijos?¿Por qué no los vemos cuando los pederastas

con sotana destruyen la inocencia?

Estos mismos, son los cabrones que nos llaman güevones, cuando tomamos las calles a exigir nuestros dere-

chos, cuyas voces furiosas resuenan cuando se busca justicia y sin embargo el día de hoy se manifiestan en

voz de la irracionalidad cuando debería más bien darles vergüenza su cobardía. Su “defensa” de la familia no

es más que una cruda hipocresía basada en el desprecio que tienen a lo diferente o a lo que son pero ocultan.

Ahora bien, ante esos "miles", es nuestro deber responder con cientos de miles.

Debemos salir de nuevo a las calles. No dejarnos engañar por el presidente, cuyas lisonjas no son más que

promesas hueras. Debemos hacer lo que es justo y alzar, con fuerza, la voz de la Razón para construir una

nueva sociedad.

Por un país laico, soberano, socialista e igualitario

GRUPO D3 CHOK3

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La Letra Errante se edita en la Ciudad de Toluca, México.

Mayo de 2016.