La Verdad News - Julio 2,010

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Pág. 6 Kaká contra la prostitución Kaká contra la prostitución Myrka Dellanos Estuvo a punto de morir. Ahora dice estar del lado de Jesús. Gran expectación causa la Biblia firmada por Elvis Presley Pág. 6 Pág. 4 Presenta su Libro Año 11 / No. 308 / GUATEMALA, JULIO 2010 / PRECIO Q.2.00

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Esta es la edición impresa de Julio 2,010 de La Verdad News, el periódico cristiano más leído en Guatemala, con lo último de la noticia cristiana.

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Pág. 6Kaká contra la prostituciónKaká contra la prostitución

Myrka DellanosEstuvo a punto

de morir.Ahora dice estar del

lado de Jesús.

Gran expectación causa la Biblia firmada por Elvis Presley

Pág. 6

Pág. 4

Presentasu Libro

Año 11 / No. 308 / GUATEMALA, JULIO 2010 / PRECIO Q.2.00

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Vencer... ¡Cuánto nos gusta este verbo! Hay en todos nosotros el impulso a vencer. La victoria es un fruto dulce y apetecible. Pero, ¿qué es vencer? En la generalidad de las personas, la respuesta natural que surge a esta pregunta es la de dominar a o t r o s , a u n l l e g a r a exterminarlos si es necesario. Es derramar sangre porque fuimos más fuertes o más h á b i l e s q u e n u e s t r o contrincante. Es dejar en la calle a quien le hicimos víctima de nuestra codicia desenfrenada. Mas no, eso no es vencer. Vencer no es d o m i n a r a o t r o s , s i n o dominarnos a n o s o t r o s m i s m o s . Vencer no es aplastar sino s o b r e s a l i r . Vencer es dejar q u e t o d a n u e s t r a capacidad de hacer el bien entre en función. Conseguir el expresarme a mí mismo, eso es vencer. Nadie vence porque otro haya sido derrotado.

Es indudable que en todo sentido vivimos en un mundo de luchas. ¿Qué hay que no lo hayamos obtenido a través de algún tipo de lucha? La lucha nos presenta el campo d e l d e s a r r o l l o , d e l c r e c i m i e n t o , d e l perfeccionamiento. Casi siempre nuestros nobles e s f u e r z o s t i e n e n q u e conducirse entre fuerzas hostiles. Pero, si salimos avantes, hemos vencido. Nunca se triunfa afuera si primero no se venció adentro. Primero, toda victoria es de índole espiritual para después poder ser de índole material o social.

El Apóstol Juan hace una

declaración de alcances tremendos. Dice él: “Y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”. (1ra. Juan 5:4b)

La fe, la fe en Dios y en Su Palabra, es un arma poderosa. Sin fe, no hay batalla que no se pueda ganar. Y es que la fe nos une a la fuente de poder, que es Dios. Puedes notar, mi amigo, mi amiga que esta victoria está al alcance de todos cuantos quieran creer. No tienes que pagar nada; no tienes que viajar lejos; no tienes que hacer grandes sacrificios. Simplemente cree,

y te colocarás e n l a plataforma del triunfo.

“Nuestra fe” n o s h a c e v e n c e r l a ignorancia, la doctrina falsa, las tendencias de la carne y el

pecado en todas sus formas. La fe es el ojo que mira lo que las tinieblas del presente esconden. La fe nos hace gigantes aun cuando somos pigmeos. Por la fe derribamos murallas, saltamos abismos, silenciamos a los enemigos, despejamos el camino y ascendemos a alturas de poder. Fe no es credulidad, ni fanatismo, ni superstición. Fe es asirse del Señor Jesucristo. Fe es depender de Dios. Fe es confianza en la Palabra divina.

¿Es tu vida una vida de derrota, de fracasos, de frustraciones? ¿O es una vida de triunfo, de avance, de optimismo? En un acto de fe, humíllate ante el Señor Jesucristo. Con Él a tu lado serás poderoso. ¿Quieres probarlo? Ahora mismo, cree en Cristo y hazlo tu Salvador y Señor.

¿Qué Es Vencer?

“Manuel, por favor, cuando termines de cortar el pasto, hazme el favor y pódame las rosas, luego riegas el jardín, y por favor no olvides de ir a recoger los niños a la escuela”. Así le decía Rosy a su esposo, una tarde en que éste estaba en el hogar con un día libre. Y no era que Rosy se estaba aprovechando de su marido, o lo que es peor, que lo estaba mandando como si fuera un niño. No, Rosy estaba muy ocupada con el quehacer de la casa, y todavía tenía una cena por delante que debía ser preparada.

Manuel había entendido bien su rol de esposo. Él era un hombre muy firme en sus decisiones, muy sólido en sus convicciones pero profundamente amoroso con todos, y de una manera muy particular y muy única cuando se refería a su esposa. En una ocasión, ellos fueron con un grupo para bañarse en un río. La poza donde todos nadaban era muy honda. De pronto, Rosy se paró en una piedra, luego resbaló y la corriente la arrastró a la parte más honda de aquella poza. Manuel no sabe nadar, pero no lo pensó dos veces; se lanzó al agua y poniendo en riesgo su propia vida, como pudo, alargó la mano y le permitió a Rosy asirse de ella. De esta manera la salvó. Todos decían que aquello era un milagro, porque lo normal es que ambos fueran arrastrados por la corriente y murieran ahogados. ¡Pero la fuerza del amor pudo más que la fuerza de la muerte!

Mi amigo lector, hay muchas clases de amor, pero la mayoría de ellos son egoístas, interesados y buscan lo suyo propio. Dice la Biblia que el verdadero amor, el más grande, es que uno ponga su vida por los demás. Y es interesante que cuando Dios define el rol de un marido, dice que el varón debe amar a su esposa de la misma manera que Cristo amó a la iglesia. ¿Cómo? Se entregó hasta la muerte por ella. Es por eso que Manuel cortaba el pasto, lavaba platos, ayudaba a limpiar el piso y colaboraba con el cuidado de los niños. Él y su esposa eran un verdadero equipo de trabajo. Un verdadero milagro moderno.

Pero tú puedes tener ese milagro en tu casa. Basta con que tengas la fe suficiente para clamar al cielo e invocar el nombre de Jesucristo y pedirle que sea el Señor de tu vida; Él vendrá: te salvará, te dará una vida nueva, te dará un hogar nuevo y le pondrá un nuevo propósito y sabor a tu vida.

El hogar no es un campo de batalla, es un lugar donde todos morimos a nuestro propio yo en beneficio de los demás; tu hogar puede ser el Trono mismo de Jesucristo.

“EL MILAGRO DE MORIR PARA QUE ELLA VIVA”

Evangelista Internacional

Las palabras se oían con claridad, serenas y dramáticas: «No puedo ver nada.» Los hombres las escucharon vez tras vez, callados, serios, cargados de pesadumbre. La cinta seguía corriendo y corriendo. Pero ninguna palabra más podía oírse. Sólo aquellas que encerraban toda una tragedia: «No puedo ver nada.»Eran las últimas palabras que había grabado el piloto del Boeing 747 de Iberia, que había chocado con el avión de Avianca en el aeropuerto Barajas de Madrid. La densa niebla, y el deficiente sistema de luces de la pista, habían provocado la tremenda desgracia en la que murieron 196 personas.

«No puedo ver nada.» En su sencillez y brevedad, estas palabras siempre denotan un problema en ciernes o una desgracia que se precipita. No poder ver nada, cuando uno más necesita de una clara y buena visión, es preludio de muerte.

Supongamos que uno corre por un camino de montaña, con precipicios a los lados. De pronto lo envuelve una densa niebla. Si no puede ver nada, el peligro de muerte está en cada vuelta del camino.

Supongamos que uno está dentro de su casa y ocurre un temblor. Las luces se apagan, las paredes se quiebran, las vigas del techo comienzan a caer. Uno busca desesperado el cuarto de los niños. Los oye llorar, pero no puede ver nada, y tropieza con sillas, muebles y escombros. No poder ver nada en esos momentos es horrible.

Supongamos que uno está metido dentro de un grave problema moral. Alguien le ha traído un chisme infame sobre su esposa o sobre su esposo. La duda ha cundido en el corazón. Su alma se debate en la incertidumbre. ¿Será cierto? ¿No será cierto? Uno se toma la cabeza y dice: «No puedo ver nada.»

O supongamos que uno ya está en su lecho de muerte. Ve acercarse el fin, y se da cuenta de que nunca arregló su vida con Dios y no sabe a dónde va. «No puedo ver nada», dice amargamente. Se da cuenta de que en la vida adquirió conocimientos y educación, hizo una carrera, tuvo una familia, y acumuló dinero y prestigio. Pero frente al más allá, «no puede ver nada».

Jesucristo es la luz del mundo. Él dijo: «El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida» (Juan 8:12).

No puedo ver Nada

“Un mensaje a la conciencia”

“Un momento con Alberto Mottesi”

Pastor Jorge H. López

“La mejor fórmula para el estress, es buscar a Jesús de todo corazón”, Pastor Jorge H. López, Fraternidad Cristiana de Guatemala.

Apóstol Norman Parish

“Só lo hay que l ee r detenidamente el Nuevo Testamento para descubrir que Dios nos quiere libertar de todo aquello que nos ata, oprime, atormenta, esclaviza y destruye”, Apóstol Norman Par i sh , Cr i s tocen t ro .

Apóstol Sergio Enríquez

“Debemos aprender a esperar en el Señor. A depositar nuestra confianza en Él y a no solamente recibir bendición, sino también bendecir a los que nos rodean”, Apóstol Sergio Enríquez, Minister ios Ebenezer. [email protected]

[email protected]: 4393 0130

La fe en Dios y en Su Palabraes un arma poderosa

La fe nos hace gigantes aún, cuando somos

pigmeos.

Guatemala, Julio de 2010

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