La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

download La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

of 196

Transcript of La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    1/196

    1

    Thomas Kempis

    DE LA IMITACI ON DE CRISTO

    O

    MENOSPRECIO DEL MUNDO

    Franciscus fecit

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    2/196

    2

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    3/196

    3

    Esta edici ones la transcripci on manual de la edici on de 1817 cuya porta-da hemos incluido. El texto puede encontrarse en Googlebooks ,donde tambien se hallar an otras ediciones m as antiguas, en par-ticular de la del P. Eusebio Nieremberg. Hemos acometido estatranscripcion para hacer el texto mas asequible y facil de leer,transmitir y, sobre todo, imprimir. Hemos respetado la puntua-cion, aunque ahora pudiese parecer excesiva. Hemos moderniza-do la grafa de algunas palabras (p. ej. dejar en lugar de dexar ).Hemos introducido algunas notas a pie de p agina para aclararexpresiones o palabras que al lector corriente pudiesen contra-riar y tambien hemos actualizado la acentuaci on, para facilitarla lectura.

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    4/196

    4

    Prologo de Fray Luis de Granada

    Tres cosas hay, amado lector, que notablemente aprovechanal anima que desea salvarse. Una es la palabra de Dios: otra esla continua oracion: otra es el recibir muchas veces el preciosoCuerpo de Nuestro Se nor Jesucristo. Estas tres cosas leemos

    haber sido muy usadas en el principio de la iglesia cristiana, ypor eso fue tan pr ospera en Dios: y as lo sera en todo tiempocualquiera anima que estas tres cosas usare, con las cuales sehar a una tan fuerte atadura de ella con Dios, que ni demonio,ni carne, ni mundo sepan, ni puedan romperla. Y si es raz onque sea muy estimado aquello que nos ayuda a alcanzar unasola cosa de estas tres, pues cada una de por s es tan alta ytan preciosa; que te parece, en cu anta estima debemos tenerlo que nos acarrea todas estas tres cosas? Mucho ha hecho unpredicador o un libro, cuando ha hablado o inducido a cualquiercosas de estas: y as es verdad.

    Mas ruegote, por amor de Dios, que sepas mirar y estimar es-te presente libro, y veras en t mismo cu an de verdad ha obradoDios en t, mediante estas palabras, no una de estas tres cosas,mas todas juntas; y no como quiera, mas muy apuradamente. Ydgolo as, porque aunque muchos libros hay que nos ense nan a

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    5/196

    5

    obrar, orar y comulgar; mas mucha diferencia va, como dicen,de Pedro a Pedro, y de libro a libro. Cierto no es pequena obrasaber encaminar en el camino de Dios, para que el que caminano caiga en barrancos. Ni es arte pequena el saber hablar conDios en la oracion, ni cosa liviana el saberse aparejar para bienrecibir el Cuerpo de Cristo. Y todo esto hallar as tan abundo-samente en esta mesa, tan pobre en pompa de palabras, y tanrica y harta en las sentencias, que cierto yo tengo muy credoque t u me reprehendas despues de ledo, de corto, por no haber

    sabido alabar este libro como merece ser alabado. Y dir as con elrey David 1: as como lo omos, as lo vimos; y a un con la reinade Saba, cuando deca 2: mayor es tu hecho que tu fama. Prue-ba, toca, gusta, y veras la gran ecacia de aquestas palabras, ycomeras un man a que te sepa muy bien a todo lo que hubieresgana, como el otro haca: lo cual signicaba, como Orgenes di-ce, la virtud que tiene la palabra de Dios, que a quien de buenagana la recibe, obra en el lo que ha menester.

    Pues ten una cosa por averiguada, que si te llegar a este librocon alguna atencion y gana de aprovechar, hallar as remedio paratu necesidad. De manera, que muchas veces dir as: este captu-lo que ahora abr, al prop osito de lo que yo haba menester hahablado. Aqu, si fueres soberbio, hallar as palabras que te humi-llen. Si demasiadamente desconfas, y tienes las alas del coraz on,como dicen, cadas, aqu hallar as mucho esfuerzo. Si eres descon-tentadizo y congojoso, lleno de voluntad propia, madre de todamaldad y de todo trabajo, aqu te ense nar a a poner todas tuscosas en Dios, y vivir en un santo descuido debajo de la conan-za de aquel Senor que todo lo provee. Y si has sido descuidado,y caes en otro extremo, que es no poner diligencia en las cosasque conviene, aqu hallar as aguijones con que eches de t aquelfalso sosiego. O si estas alegre demasiadamente, como muchas

    1 Sal 472 3 Reg 10

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    6/196

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    7/196

    7

    lo uno y por lo otro da gracias al Senor, y sabete aprovechar deello con el aparejo que las mercedes de Dios deben ser recibidas, oa lo menos recbelo con el amor que yo te le ofrezco. Y aunque nohemos de mirar tanto el autor que habla, cuanto lo que habla, esbien que sepas que quien hizo este libro no es Gerson, como hastaaqu se intitulaba, mas s Fr. Tom as de Kempis, can onigo reglarde S. Agustn. El cual comienza as en el nombre de Jesucristonuestro Se nor.

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    8/196

    8

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    9/196

    9

    Libro primero

    Contiene avisos provechosos para la vida espiritual

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    10/196

    10

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    11/196

    11

    Captulo IDe la imitaci on de Cristo y desprecio de toda vanidad.

    1 El que me sigue no anda en tinieblas, mas tendr a lum-bre de vida . Estas palabras son de Cristo, con las cuales somosamonestados, que imitemos su vida y costumbres, si queremosser librados de la ceguedad del coraz on, y alumbrados verda-deramente. Sea pues todo nuestro estudio pensar en la vida deJesucristo, la doctrina del cual excede a la doctrina de todos lossantos; y el que tuviese espritu, hallar a en ella man a escondi-do. Mas acaece que muchos aunque a menudo oigan el evange-lio, gustan poco de el, porque no tienen el Espritu de Cristo.Mas el que quiere sabia y cumplidamente entender las palabrasde Cristo, convienele que procure de conformar con el toda suvida. Que te aprovecha disputar altas cosas de la Trinidad, si

    careces de humildad por donde desagrades a la misma Trinidad?Por cierto las palabras subidas no hacen santo ni justo, mas lavirtuosa vida hace al hombre amable a Dios. Mas deseo sentirla contrici on, que saber su declaraci on. Si supieses la Biblia ala letra, y los dichos de todos los losofos, que te aprovecharatodo sin caridad y gracia de Dios?

    Vanidad de vanidades y todo vanidad, sino amar y servir asolo Dios. Esta es la suma sabidura, por desprecio del mundo ir

    a los reinos celestiales. Y pues as es, vanidad es buscar riquezasperecederas, y esperar en ellas. Tambien es vanidad desear hon-ra, y ensalzarse vanamente. Vanidad es seguir el apetito de lacarne, y desear cosa por donde despues te sea necesario ser gra-vemente castigado. Vanidad es desear larga vida, y no curar quesea buena. Vanidad es pensar solamente en esta presenta vida,y no proveer a lo venidero. Vanidad es amar lo que tan prestopasa, y no apresurarse donde est a el gozo perdurable. Acuerda-

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    12/196

    12

    te continuamente de la escritura que dice: no se harta el ojo dever, ni la oreja de oir. Pues as es, estudia desviar tu corazonde lo visible, y trasp asalo a lo invisible; porque lo que siguen susensualidad, ensucian su conciencia, y pierden la gracia de Dios.

    Captulo IIC omo debe el hombre sentir humildemente de s mismo.

    Todo hombre naturalmente desea saber; mas que aprovechala ciencia sin el temor de Dios? Por cierto mejor es el r usticohumilde que sirve a Dios, que el soberbio l osofo, que dejandode conocerse, considera el curso del cielo. El que bien se cono-ce tienese por vil y no se deleita en loores humanos. Si supiesecuanto hay en el mundo y no estuviese en caridad que me apro-vechara ante Dios, que me juzgar a segun mis obras? No tengas

    deseo demasiado de saber; porque en ello se halla grande estorboy engano. Los letrados huelgan de ser vistos, y tenidos por tales.Por eso muchas cosas hay, que saberlas, poco o nada aprovechaal anima; y mucho es ignorante el que en otras cosas entiendesalvo en las que tocan a la salud. Las muchas palabras no hartanel anima: m as la buena vida le da refrigerio, y la pura concienciacausa gran conanza en Dios.

    Cuanto m as y mejor entiendes, tanto mas gravemente ser as

    juzgado si no vivieres santamente: por eso no te ensalzes poralguna alta ciencia que sepas; mas teme del conocimiento quede ella te fue dado. Si te parece que sabes mucho, y entiendesmuy bien, ten por cierto que es mas lo que ignoras. No quierassaber altivamente, mas conesa tu ignorancia. Por que te quie-res tener en m as que otro, hall andose otros muchos m as doctos ysabios que t u? Si quieres saber y aprender algo provechosamen-te, desea que no te conozcan, y que te estimen en nada. Esta

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    13/196

    13

    es altsima y utilsima lecci on, y el verdadero conocimiento ydesprecio de s mismo.

    Gran sabidura y perfecci on es sentir siempre bien y grandescosas de otros, y tenerse y reputarse en nada. Si vieres algunopecar p ublicamente, o cometer cosas graves, no te debes estimarpor mejor; porque no sabes cu anto podras perseverar en el bien.Todos somos acos; mas t u no tengas a alguno por m as acoque a t.

    Captulo IIIDe la doctrina de la verdad.

    Bienaventurado aquel a quien la verdad por s misma ense na,no por guras y voces que se pasan, mas as como es. Nuestra es-timaci on y nuestro sentido a menudo nos engana, y conoce poco.Que aprovecha la curiosidad por saber cosas obscuras; pues que

    del no saberlas 3 no seremos en el da del juicio reprehendidos?Gran ignorancia, que dejadas las cosas utiles y necesarias, y muyde gana entendemos en las curiosas y danosas, y teniendo ojos,no vemos. Que se nos da de los generos y especies que platicanlos logicos? Aquel a quien habla el Verbo Eterno de muchas opi-niones es libre. De aqueste Verbo salen todas las cosas, y todospredican este uno, y este es el principio que nos habla: ningunoentiende o juzga sin el rectamente. Aquel a quien todas las cosas

    le fueren en uno, y todas las cosas trajere a uno, y todas las cosasviere en uno, podr a ser rme de corazon, y permanecer paccoen Dios. Oh verdadero Dios, hazme permanecer uno contigo encaridad perpetua!

    Enojame muchas veces leer y oir muchas cosas: en t 4 esta to-do lo que quiero y deseo. Callen todos los doctores, no me hablen

    3 hacerlas en el original4 Jesucristo

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    14/196

    14

    las ciaturas en tu presencia: t u solo hablame 5. Cuanto algunofuere mas unido contigo, y m as sencillo de corazon, tanto mas ymayores cosas entendera sin trabajo: porque de arriba recibe lalumbre de la inteligencia. El espritu puro, sencillo y constanteno se distrae aunque entienda en mcuhas cosas; porque todo lohace a honra de Dios, y se esfuerza a estar desocupado en s detoda curiosidad. Quien m as te impide y enoja que la afeccionde tu coraz on no morticado? El hombre bueno y devoto prime-ro ordena sus obras dentro de s, que las haga de fuera, y no le

    inclinan ellas a deseos de viciosa inclinaci on; mas el trae a ellasal albedro de la derecha raz on.

    Quien tiene mayor combate que el que se esfuerza en vencer as mismo? Y esto debiera ser nuestro negocio, vencer el hombrea s mismo, y cada da hacerse m as fuerte, y a provechar enmejorarse. Toda perfeccion de esta vida tiene anexa a s ciertaimperfeccion, y toda nuestra especulacion no carece de algunaobscuridad. El humilde conocimiento de t es m as cierta senda

    para Dios, que escudri nar la profundidad de la ciencia.No es de culpar la ciencia u otro cualquier conocimiento de lacosa, aunque sea peque no; porque la tal ciencia en s consideradabuena es, y de Dios es ordenada: mas siempre se ha de anteponerla buena conciencia y la vida virtuosa. Mas porque muchos es-tudian m as por saber que por bien vivir, por eso yerran muchasveces, y poco o ningun fruto hacen. Oh si tanta diligencia pu-siesen en extirpar los vicios, y sembrar virtudes, como en movercuestiones: no se haran tantos males y esc andalos en el pueblo,ni habra tantas disoluciones en los monasterios! Ciertamenteel da del juicio no nos preguntaran que lemos, mas que hici-mos; ni cuan bien hablamos, mas cuan honestamente vivimos.Dme: d onde est an ahora todos aquellos se nores y maestros quet u conociste cuando orecan en los estudios? Ya poseen otrossus rentas; y por ventura de ellos no se tiene memoria. En su vida

    5 t u solo me habla en el original

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    15/196

    15

    algo parecan, mas ya no hay de ellos memoria. Oh cuan prestopasa la gloria del mundo! Plugiera a Dios que la vida concorda-ra con su ciencia, y entonces hubieran bien estudiado y ledo. Cuantos perecen en este siglo por su vana ciencia, que curan tanpoco del servicio de Dios! y porque mas eligen ser grandes quehumildes, por eso se hacen vanos en sus pensamientos.

    Verdaderamente es grande el que se tiene por peque no, y tieneen nada la cumbre de la honra. Verdaderamente es prudente elque todo lo terreno tiene por estiercol para ganar a Cristo: y

    verdaderamente es sabio aquel que hace la voluntad de Dios, ydeja la suya.

    Captulo IVDe la prudencia de las cosas que se han de hacer.

    No se debe dar credito ligeramente a cualquier palabra, ni acualquier espritu, mas con prudencia y espacio se deben exami-nar las cosas segun Dios. Mucho es de doler que las mas vecespor nuestra aqueza antes se cree y se dice el mal del otro, queel bien. Mas los varones perfectos no creen de ligero cualquiercosa que otro les cuenta; porque saben que la aqueza humanaes presta del mal, y muy deleznable en palabras. Gran saber esno ser el hombre inconsiderado en lo que ha de hacer, ni tam-

    poco porado en su propio parecer. A esta sabidura perteneceno creer a cualesquier palabras de hombres, ni parlar luego a losotros lo que oye o cree. Toma consejo con hombre sabio de buenaconciencia, y ten por mejor ser ense nado del tal, que seguir tuparecer. La buena vida hace al hombre sabio seg un Dios, y expe-rimentado en muchas cosas. Cuanto alguno fuere m as humildeen s, y mas sujeto a Dios, tanto sera mas sabio y sosegado entodas las cosas.

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    16/196

    16

    Captulo VDe la lecci on de las santas escrituras.

    En las santas escrituras se debe buscar la verdad, y no laelocuencia. Cualquier escritura se debe leer con el espritu que sehizo: y mas debemos en ellas buscar el provecho que la sutileza.De tan buena gana debemos leer los libros sencillos y devotos,

    como los profundos. No te cures de mirar si el que escribe esde grande o peque na ciencia; mas convdete a leer el amor dela pura verdad. No cures quien lo ha dicho, mas mira que tales el dicho. Los hombres pasan; la verdad del Se nor permanecepara siempre. En diversas maneras nos habla Dios, sin aceptarpersona 6: nuestra curiosidad nos impide muchas veces entenderlas escrituras; porque queremos escudrinar lo que llanamente sedeba pasar.

    Si quieres aprovechar, lee llanamente con humildad, el ysencillamente, y nunca desees nombre de letrado. Pregunta debuena voluntad, y oye callado las palabras de los santos, y no tedesagraden las doctrinas de los viejos; porque no las dicen sincausa.

    Captulo VI

    De los deseos desordenados.

    Cuando el hombre desea algo desordenadamente, luego pierdeel sosiego. El soberbio y el avariento nunca huelgan; el pobre yhumilde de espritu vive en mucha paz. El que no es perfecta-mente morticado en s, presto es tentado y vencido de cosas

    6 Sin distingos de clase o condici on

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    17/196

    17

    pequenas y viles: el aco de espritu, y que a un est a algo incli-nado a lo sensible, con dicultad se puede abstener totalmentede los deseos terrenos; y cuando se abstiene, muchas veces recibetristeza, y asmismo se indigna presto si alguno le contradice: ysi alcanza lo que deseaba, luego le viene descontentamiento, porel remordimiento de la conciencia, porque siguio su apetito, elcual ninguna cosa le aprovecho para alcanzar la paz que busca-ba. En resistir pues a las pasiones se halla la verdadera paz delcorazon, y no en seguirlas. Cierto no hay paz en el corazon del

    hombre sensual, ni en el que se ocupa en lo exterior, sino en elque anda en fervor espiritual.

    Captulo VIIC omo se debe huir la vana esperanza y la soberbia.

    Vano es el que pone su esperanza en los hombres o en lascriaturas. No te afrentes en servir por amor de Jesucristo, yparecer bajo en este siglo. No cones en t, sino en Dios. Haz loque est a de tu parte, y Dios favorecera tu buena voluntad. Noconfes en ciencia, ni astucia tuya ni ajena, sino m as en la graciade Dios que levanta los humildes, y abaja los presuntuosos. Sitienes riquezas, no te glores en ellas, ni en los amigos, aunquesean poderosos; mas en Dios que todo lo da, y sobre todo se deseadar a s mismo. No te ensalces por la hermosa disposicion delcuerpo, que peque na enfermedad la destruye y afea. No tomescontentamiento con tu habilidad o ingenio; porque no desagradesa Dios, cuyo es 7 todo bien natural que tuvieres.

    No te estimes por mejor que otros; porque no seas quiza te-nido ante Dios por peor, que sabe lo que hay en el hombre. Note ensoberbezcas de tus obras, porque de otra manera son los

    7 del cual es

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    18/196

    18

    juicios de Dios que los de los hombres: al cual muchas veces de-sagrada lo que contenta a los hombres. Si tuvieres alg un bien,piensa que son mejores los otros; porque conserves la humildad.No te da na si te sojuzgares a todos; mas es muy peligroso si teantepones a s olo uno. Continua paz tiene el humilde, mas en elcorazon del soberbio hay sa na y desden muchas veces.

    Captulo VIIIC omo se ha de evitar la mucha familiaridad.

    No descubras tu corazon a quien quiera; mas comunica tus co-sas con el sabio y temeroso de Dios. Con los mancebos y extra nosconversa poco. Con los ricos no seas lisonjero, ni estes de buenagana delante de los grandes; mas acompanate con humildes ycon los que son sin doblez, y con devotos y bien acostumbrados,y trata con ellos cosas de ediciaci on.

    No tengas familiaridad con ninguna mujer; mas encomiendaa Dios todas las buenas. Desea ser familiar a solo Dios y a susangeles, y huye de ser conocido de los hombres. Justo es te-ner caridad a todos; mas no conviene la familiaridad con todos.Acaece que la persona no conocida resplandece por fama, y ensu presencia parece obscura. Pensamos algunas veces agradara los otros con nuestra conversacion, y mas los desagradamos;porque ven en nosotros desabridas, y no buenas costumbres.

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    19/196

    19

    Captulo IXDe la obediencia y sujeci on.

    Gran cosa es estar en obediencia, y vivir debajo de prelado, yno ser suyo propio. Mucho m as seguro es estar en sujeci on queen mando. Muchos est an en obediencia m as por necesidad quepor caridad. Los tales tienen trabajo, y ligeramente murmuran,y nunca tendran libertad de anima, si no se sujetan por Diosde todo coraz on. Anda por ac a y por alla, que no hallar as des-canso sino en la humilde sujeci on al prelado. La estimacion ymudanza del lugar a muchos engano. Verdad es que cada unose rige de gana por su propio parecer, y es m as inclinada a losque concuerdan con el. Mas si Dios est a en nosotros, necesarioes que dejemos algunas veces nuestro parecer por el bien de lapaz. Quien es tan sabio que sepa todas las cosas cumplidamen-te? Pues no quieras conar demasiadamente en tu sentido; masoye de buena gana el parecer de otros. Si tu parecer es bueno,

    y lo dejas por Dios, y sigues el de otro, mas aprovecharas deesta manera. Porque muchas veces he odo ser mas seguro oir ytomar consejo que darlo. Bien puede acaecer que sea bueno elvoto de cada uno, mas no 8 querer sentir con los otros, cuando larazon o la causa lo demanda, se nal es de soberbia y pertinacia.

    Captulo XC omo se ha de cercenar la demasa de las palabras.

    Excusa cuanto pudieres el ruido de los hombres, pues muchoestorba el tratar de las cosas del siglo, aunque se digan con

    8 Faltan dos p aginas en el original o bien dos p aginas fueron omitidas al hacer la copiaelectronica. Las sustituimos con el texto de la versi on del P. Eusebio Nieremberg: desdeeste punto al nal del captulo y el captulo X completo

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    20/196

    20

    buena intencion; porque presto somos amancillados y cautivosde la vanidad. Muchas veces quisiera haber callado, y no haberestado entre los hombres. Pero que es la causa, que tan de ganahablamos y platicamos unos con otros, viendo cu an pocas vecesvolvemos al silencio sin dano de la conciencia? La raz on es quepor el hablar buscamos ser consolados unos de otros, y deseamosaliviar al coraz on fatigado de pensamientos diversos, y de muybuena gana nos detenemos en hablar y pensar de las cosas queamamos, o sentimos adversas.

    Mas !ay dolor, que muchas veces vanamente y sin fruto! por-que esta exterior consolacion es de gran detrimento a la interiory divina. Por esto velemos y oremos, no se nos pase el tiempoen valde. Si puedes, y conviene hablar, sean cosas que ediquen.La mala costumbre y la negligencia de aprovechar ayuda muchoa la poca guarda de nuestra lengua; pero no poco servir a pa-ra nuestro espiritual aprovechamiento la devota pl atica de cosasespirituales, especialmente cuando muchos de un mismo espritu

    y corazon se juntan a Dios.

    Captulo XIC omo se debe adquirir la paz, y del zelo de aprovechar.

    Mucha paz tendramos si en los dichos y hechos ajenos, que no

    nos pertenecen, no quisiesemos ocuparnos. C omo puede estaren paz mucho tiempo el que se entremete en cuidados ajenos,y busca ocasiones exteriores, y tarde o nunca se recoge? Biena-venturados los sencillos, porque tendr an mucha paz. Que fue lacausa por que muchos de los santos fueron tan perfectos y con-templativos? Cierto porque estudiaron en morticarse del todo atodo deseo terreno; y por eso pudieron con lo ntimo del corazon juntarse a Dios, y ocuparse libremente en s mismos. A la verdad

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    21/196

    21

    nosotros ocup amonos mucho con nuestras pasiones, y tenemosmucho cuidado de lo que se pasa, y tambien pocas veces ven-cemos un vicio perfectamente, ni nos avivamos para aprovecharun da mas que otro: y por eso nos quedamos tibios y fros. Sifuesemos muertos a nosotros mismos, y de dentro desocupados,entonces podramos gustar las cosas divinas, y experimentar al-go de la contemplaci on celestial. El mayor impedimento y eltodo es, que no somos libres de nuestras inclinaciones y deseos,ni trabajamos de estar por el camino perfecto de los santos. Y

    tambien cuando alguna adversidad se nos ofrece, muy presto noscaemos, y nos volvemos a las consolaciones humanas.

    Si nos esforzasemos en la batalla a estar como fuertes varones,ciertamente veramos el favor del Senor sobre nosotros. Porqueaparejado esta a socorrer a los que pelean y esperan en su gra-cia. El cual nos procura ocasiones de pelear para que tengamosvictoria. Si solamente en las observaciones de fuera ponemos elaprovechamiento de la religion, presto se acabara nuestra devo-

    cion. Mas pongamos la segur 9

    a la raz, porque libres de laspasiones, poseamos nuestras animas paccas. Si cada ano des-arraig asemos un vicio, presto seramos perfectos. Mas al contra-rio lo experimentamos, que nos hallamos mas faltos despues demuchos anos, que al empezar. Nuestro fervor y aprovechamientocada da debe crecer; mas ahora en mucho se estima perseveraren alguna parte del primer fervor. Si al principio hiciesemos al-guna resistencia, podramos despues hacer las cosas con ligerezay gozo. Grave cosa es dejar la costumbre, pero mas grave es ircontra la propia voluntad. Mas si no vences, las cosas peque nasy livianas, como venceras las dicultosas? Resiste en los prin-cipios a tu inclinaci on, y deja la mala costumbre, porque no telleve poco a poco a mayor dicultad. Oh si mirases cu anta paza t, y cu anta alegra daras a los otros rigiendote bien!

    9 el hacha

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    22/196

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    23/196

    23

    tener cuidado, y velar en oracion contra sus tentaciones porqueno halle el diablo lugar de enga narlo, que nunca duerme, bus-cando por rodeos a quien tragar. Ninguno hay tan santo ni tanperfecto, que no sea algunas veces tentado. Y es muchas vecesprovechoso al hombre ser tentado, porque es humillado, purgadoy ensenado. Todos los santos por muchas tribulaciones y tenta-ciones pasaron, y aprovecharon; y los que no quisieron sufrir bienlas tentaciones, fueron habidos por malos, y desfallecieron. Nohay orden tan santa, ni lugar tan secreto, donde no haya tenta-

    ciones y adversidades. No hay hombre seguro de tentaciones deltodo en tanto que vive; porque en nosotros est a la causa, quenacemos con inclinaci on de pecado; y una tentacion o tribula-cion ida, sobreviene otra. Siempre tenemos que sufrir, porque seperdi o el primer estado de la inocencia.

    Muchos quieren huir las tentaciones, y caen en ellas m as gra-vemente. No se pueden vencer con s olo huir; mas con pacienciay verdadera humildad somos hechos mas fuertes que todos los

    enemigos. El que solamente desva lo de fuera, y no arranca laraz, poco aprovechar a; antes tornaran a el m as presto las ten-taciones, y hallarse ha peor. Poco a poco con paciencia y largaesperanza, con el favor divino, venceras mejor que no con tupropia importunidad y fatiga. Toma muchas veces consejo enla tentacion, y no seas tu desabrido con el que es tentado; masprocura de consolarlo, como tu querras ser consolado.

    El principio de toda mala tentaci on es no ser constante en el

    bien comenzado, y no conar en Dios, porque como la nave singobernalle por ac a y por alla la baten las ondas; as el hombredescuidado, y que deja su proposito, es tentado de diversas ma-neras. El fuego prueba al hierro, y la tentaci on al justo. Muchasveces no sabemos lo que podemos; mas la tentaci on descubrelo que somos. Debemos empero velar principalmente al princi-pio de la tentaci on; porque entonces m as facilmente es vencidoel enemigo, cuando no lo dejamos pasar de la puerta del ani-

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    24/196

    24

    ma. Por lo cual dijo uno: resiste a los principios: tarde viene elremedio cuando la llaga es muy vieja.

    Lo primero que ocurre al anima es solo el pensamiento, luegola importuna imaginacion, despues la delectacion y el feo mo-vimiento, y el consentimiento, y as se apodera poco a poco elenemigo del todo, por no resistirle al principio. Y cuanto unofuere mas perezoso en resistir, tanto cada da se hace m as a-co, y el enemigo contra el m as fuerte. Algunos padecen gravestentaciones al principio de su conversion, otros al n, otros casi

    toda su vida padecen. Algunos son tentados blandamente, seg unla sabidura y juicio de la divina ordenaci on, que mide el esta-do y los meritos de todos, y todo lo tiene ordenado para saludde los escogidos. Por eso no hemos de desesperar cuando somostentados, mas antes rogar a Dios con mayor fervor, que tengapor bien de nos ayudar en toda tribulaci on. El cual sin duda,segun el dicho de San Pablo 11 , nos pondr a tal remedio, que lapodamos sufrir, y salgamos de ella con provecho.

    Pues as es, humillemos nuestras animas debajo de la mano deDios en toda tribulacion y tentaci on; que el salvar a y engrande-cera a los humildes de espritu. En las tentaciones y adversidadesse ve cuanto el hombre ha aprovechado, y en ellas consiste el ma-yor merecimiento, y se conoce mejor la virtud. No es mucho serel hombre devoto y ferviente cuando no siente pesadumbre; massi en el tiempo de la adversidad se sufre con paciencia, esperan-za es de gran bien. Algunos hay que son guardados de grandestentaciones, y son vencidos muy a menudo de peque nas, porquese humillen, y no confen de s en cosas grandes, pues no songrandes en cosas chicas.

    11 1 Cor 10

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    25/196

    25

    Captulo XIVC omo se debe evitar el juicio temerario.

    Los ojos pon en t mismo, y guardate de juzgar las obrasajenas. En juzgar a otros trabaja el hombre en vano, y yerramuchas veces, y peca facilmente; mas juzgando y examinandosea s, trabaja con fruto. Muchas veces juzgamos la cosa conformea nuestro apetito, mas perdemos ligeramente el verdadero juiciopor el amor propio. Si fuese Dios siempre el n puramente denuestro deseo, no tan presto nos turbara la contradicci on denuestra sensualidad; mas muchas veces tenemos algo de dentroescondido, u de fuera ocurre, cuya acion nos lleva tras s.

    Muchos buscan propio interes secretamente en las honras quehacen, y no lo entienden, y pareceles estar en buena paz cuandose hacen las cosas a su proposito; mas si de otra manera suceden,presto se alteran y entristecen. Por la diversidad de los pareceresmuchas veces se levantan discordias entre los amigos y vecinos,entre los religiosos y devotos. La vieja costumbre con dicultadse deja. Ninguno tacha de buena gana su propio parecer. Si en turazon e industria te esfuerzas mas que en la virtud de la sujeci onde Cristo, tarde, y pocas veces tendras lumbre; porque quiereDios que nos sujetemos a el perfectamente, y que trascendamostoda raz on, inamados de su amor.

    Captulo XVDe las obras que proceden de la caridad.

    No se debe hacer algun mal por ninguna cosa del mundo, nipor amor de alguno; mas por el provecho de quien le hubieremenester, alguna vez se puede dejar la buena obra, o trocarse

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    26/196

    26

    por otra mejor; porque de esta manera no se pierde la buenaobra, mas m udase en mejor. La obra exterior sin caridad noaprovecha; mas todo cuanto se hace con caridad, por poco quesea, desechado, todo es fructuoso. Por cierto m as mira Dios elcorazon que el don. Mucho hace el que mucho ama; y muchohace el que hace bien la cosa; y bien hace el que sirve mas alcomun que a su voluntad. Muchas veces parece caridad lo que escarnalidad. Porque la inclinaci on de la carne, la propia voluntad,la esperanza del galardon, la afeccion del provecho, pocas veces

    nos dejan.El que tiene verdadera y perfecta caridad no se busca a s en

    cosa alguna, mas en toda cosa desea que sea Dios gloricado.No ha envidia de ninguno, porque no ama ningun bien propio,ni se quiere gozar en s, mas desea sobre todas las cosas gozar deDios. A nadie atribuye ningun bien, mas reerelo todo a Dios, delcual como de fuente manan todas las cosas; en el cual nalmentetodos los santos descansan con perfecto gozo. Oh quien tuviese

    una centella de verdadera caridad! por cierto que sentira sertodas las cosas de vanidad llenas.

    Captulo XVIC omo se han de sufrir los defectos ajenos.

    Lo que no puede el hombre enmendar en s ni en los otros, debesufrir con paciencia, hasta que Dios lo ordene de otra manera, ypensar que quiz a te es as mejor, para que te conozcas, y tengaspaciencia, sin la cual no son de estimar en mucho nuestros me-recimientos. Mas debes rogar a Dios por los tales impedimentos,que tenga por bien de socorrerte para que lo lleves buenamente.Si alguno amonestado una vez y dos, no se enmendare, no con-tiendas con el, mas encomiendalo a Dios, para que se haga su

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    27/196

    27

    voluntad a honra suya en todos sus siervos: el cual sabe sacarde los males bien.

    Estudia de sufrir con paciencia cualesquier defectos y aque-zas ajenas, mirando que tienes muchos que te sufran los otros.Si no puedes hacerte a t cual deseas, como quieres tener alotro a tu sabor? De gana queremos hacer a los otros perfectos,y no enmendamos nuestros defectos propios. Queremos que losotros sean corregidos estrechamente, y nosotros no queremos sercorregidos. Despl acenos si a los otros es dada larga licencia, y

    no queremos que cosa alguna nos sea negada. Queremos que losotros sean apremiados con constituciones, y en ninguna mate-ria sufrimos que nos sea defendida cosa alguna. As parece clarocuan pocas veces estimamos al projimo como a nosotros mismos.Si todos fuesen perfectos, que habra que sufrir por Dios? Masas lo orden o Dios, para que ayudemos a llevar las cargas unosa otros. Porque no hay ninguno sin defecto, ninguno sin carga,ninguno es suciente para s, ninguno es cumplidamente sabio

    para s. Y por tanto conviene llevarnos, consolarnos, y junta-mente ayudarnos unos a otros, instruirnos y amonestarnos. Decuanta virtud sea cada uno, mejor se muestra en la ocasi on de laadversidad; porque las ocasiones no hacen al hombre aco, masdeclaran que tal es.

    Captulo XVIIDe la vida de los monasterios.

    Conviene que aprendas a quebrantarte a t en muchas cosas, siquieres tener paz con otros. No es poco morar en congregacionessin queja, y perseverar elmente hasta la muerte. Por ciertobienaventurado es el que vive all bien, y acaba santamente. Siquieres estar bien, y aprovechar, estmate como desterrado y

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    28/196

    28

    peregrino sobre la tierra. Conviene hacerte loco por Jesucristo,si quieres seguir la vida perfecta.

    El habito y la corona poco hacen; mas la mudanza de lascostumbres, y la entera morticaci on de las pasiones hacen alhombre verdadero religioso. El que busca algo fuera de Dios,no hallar a sino tribulaci on y dolor. Por cierto no puede estarmucho en paz el que no procura ser el menor y el m as sujeto.Advierte que viniste a servir, y no a regir. Mira que te llamaronpara trabajar y padecer, no para holgar y parlar. Pues que asi

    se prueban los hombres como el oro en el crisol, aqu no puedealguno estar, si no se humilla de todo corazon por Dios.

    Captulo XVIIIDe los ejemplos de los santos padres.

    Mira bien los vivos ejemplos de los satnos padres, en los cualesresplandece la verdadera perfeccion, y veras cuan poco, y cuasinada sea lo que hacemos. Ay de nosotros! que es nuestra vidacotejada con la suya? Los santos, amigos de Cristo, sirvieron alSenor en hambre, en sed, en fro, en desnudez, en trabajos, enfatigas, con vigilias y ayunos, en oraciones y santos pensamien-tos, y en persecuciones, y muchos y grandes denuestos. Oh cuanmuchas y graves tribulaciones padecieron los apostoles, m arti-

    rres, confesores y vrgenes, y todos los que quisieron seguir laspisadas de Jesucristo, los que en esta vida aborrecieron sus vidaspara poseer sus animas en la perdurable vida!

    Oh cuan estrecha y apartada vida hicieron los santos padresen el yermo! cuan largas tentaciones padecieron! cuan continua-mente fueron atormentados del enemigo! cuan continuas y fer-vientes oraciones ofrecieron a su Dios! cuan fuertes abstinenciascumplieron, y cuan gran zelo tuvieron al espiritual aprovecha-

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    29/196

    29

    miento! cuan fuerte pelea pasaron para vencer los vicios! cuanpura y recta intencion tuvieron con Dios! En el da trabajaban,las noches ocupaban en la divina oracion, aunque trabajando nocesaban de la oraci on espiritual. Todo el tiempo gastaban en elbien. Toda hora les pareca poco para darse a Dios. Y por lagran dulzura de la contemplaci on se olvidaban de la necesidaddel mantenimiento. Renunciaban riquezas, honras, dignidades,parientes y amigos: ninguna cosa queran en el mundo: apenastomaban lo necesario a la vida, y tenan dolor de servir a su

    cuerpo aun en las cosas necesarias. Cierto muy pobres eran delo temporal; mas riqusimos en gracias y virtudes. En lo de fueranecesitados, y en lo de dentro eran de la gracia divina, y de con-solacion recreados. Ajenos eran al mundo, mas a Dios cercanos yfamiliares amigos. Tenanse por nada cuanto a s, y el mundo losdespreciaba; mas en los ojos de Dios eran preciosos y escogidos.Estaban en verdadera humildad, vivan en sencilla obediencia,andaban en caridad y paciencia, y por eso cada da crecan en

    espritu, y alcanzaban mucha gracia ante Dios. Fueron puestospor dechado en la Iglesia; y m as nos deben estos mover a bienaprovechar, que la muchedumbre de los tibios a aojar.

    Oh cuanto fue el fervor de los religiosos al principio de la san-ta ordenacion! Oh cuanta la devoci on de la oracion! cuanta laenvidia de la virtud! cuanto oreca en aquel tiempo la discipli-na! cuanta reverencia y obediencia hubo al mayor de todas lascosas! Aun hasta ahora dan testimonio los rastros que quedaron,

    que fueron verdaderamente varones santos y muy perfectos, quetan varonilmente peleando, hollaron el mundo. Ahora ya se esti-ma en mucho aquel que no quebranta la regla, y que con muchapaciencia puede sufrir lo que voto. Oh tibieza y negligencia denuestro tiempo, que tan presto declinamos del fervor primero, ynos enoja el no vivir descansados y ojos! Pluguiese a Dios queno durmiese en t el aprovechamiento de las virtudes, pues vistetantos ejemplos devotos.

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    30/196

    30

    Captulo XIXDe los ejercicios del buen religioso.

    La vida del buen religioso debe resplandecer en toda virtud, yque sea tal de dentro cual parece de fuera. Y con raz on debe sermejor de dentro, porque nos mira nuestro Dios, a quien debemossuma reverencia, adonde quiera que estuviesemos. Y debemosandar limpios como angeles en su presencia, y renovar cada danuestro proposito, y despertarnos a mas fervor, como si hoy fueseel primer da de nuestra conversi on, y decir: Senor Dios mo,ayudame en mi buen proposito en tu santo servicio, y dadmegracia ahora, que comience hoy perfectamente; que no es nadacuanto hice hasta aqu. Seg un es nuestro proposito, as es nuestroaprovechar.

    El que quiere bien aprovechar, ha menester que sea diligente.

    Si el que propone rmsimamente falta muchas veces; que ser a delque tarde o nunca propone? Mas acaece de diversas manerasel dejar nuestro proposito: y dejar de ligero los acostumbradosejercicios de los buenos, pocas veces pasa sin algun da no. Elprop osito de los justos mas pende de la gracia de Dios, que delsaber propio; y en Dios confan en cualquier cosa que comienzan.Porque el hombre propone, mas Dios dispone; y no es en manodel hombre su camino.

    Si se deja alguna vez el ejercicio acostumbrado por piedad opor el provecho del pr ojimo, ligeramente se cobra; mas si porenojo de corazon, o negligencia, muy culpable y da noso se sen-tir a despues. Esforcemonos cuanto pudieremos, que a un en mu-chas faltas caeremos ligeramente; empero alguna cosa determi-nada debemos proveer, y principalmente remediar la que m asnos estorba. Debemos examinar y ordenar todas nuestas cosasexteriores e interiores, que todo conviene para nuestro provecho.

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    31/196

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    32/196

    32

    bienes. 12

    Captulo XXDel amor de la soledad y silencio.

    Busca tiempo convenible para estar contigo, y piensa a me-nudo en los benecios de Dios. Deja las cosas curiosas, y lee

    tales tratados, que te den mas compunci on que ocupaci on. Si teapartares de platicas superuas, y de andar en valde, y de oirnuevas y murmuraciones, hallar as tiempo suciente y apareja-do para pensar buenas cosas. Los mas principales de los santoscuanto podan evitaban las compa nas de los hombres, y elegande servir a Dios en secreto. Dijo uno: cuantas veces estuve entrelos hombre, volv menor hombre. Lo cual experimentamos porcierto cuando mucho hablamos. Mas segura cosa es callar siem-

    pre, que hablar sin errar. M as facil es encerrarse en su casa, queguardarse del todo fuera de ella.Por tanto el que quiere llegar a las cosas interiores espiri-

    tuales, convienele apartarse con Jesucristo de la gente. Ningunose muestra seguro en p ublico, sino el que se esconde de grado.Ninguno manda seguramente, sino el que aprende a obedecerde buena gana. Ninguno se goza seguramente, sino el que tie-ne su conciencia limpia. Ninguno habla con seguridad, sino elque calla muy de gana. Mas la seguridad de los santos siempreestuvo llena de temor divino. Ni por eso fueron menos solcitosy humildes en s, aunque resplandecan en grandes virtudes ygracia.

    La seguridad de los malos nace de presunci on: y al n se vuel-ve en engano de s mismos. Nunca te tengas por seguro en estavida triste, aunque parezcas buen religioso o devoto ermita no.

    12 Lc 12

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    33/196

    33

    Los muchos estimados por buenos muchas veces han cado engraves peligros por su mucha conanza. Por lo cual es utilsimoa muchos que no les falten del todo tentaciones, mas que seanmuchas veces combatidos, porque no esten muy seguros de s,porque no se levanten con soberbia, ni se derramen demasiada-mente en las consolaciones de fuera.

    Oh quien nunca tomase alegra transitoria! Oh quien nuncase ocupase en el mundo, cu an buena conciencia guardara! Ohquien cortase todo vano cuidado, y pensase solamente las cosas

    saludables y divinas, y pusiese toda su esperanza en Dios, cu ansosegada paz poseera! Ninguno es digno de consolacion celestial,sino el que se ejercitare con diligencia en la santa contrici on.

    Si quieres arrepentirte de coraz on, entra en tu retraimiento,destierra de t todo bullicio, seg un est a escrito: reprehendeos envuestra c amara 13 . En el recogimiento hallar as lo que pierdes mu-chas veces por defuera. El rinc on usado se hace dulce, y el pocousado causa fastidio. Si al principio de tu conversi on guardares

    bien el recogimiento, serte ha despues dulce amigo y gratsimoconsuelo.En el silencia y sosiego se perfecciona el anima devota, y

    aprende los secretos de las escrituras. All halla arroyos de l agri-mas con que se lave todas las noches, para que sea tanto m asfamiliar a su Hacedor, cuanto mas se desviare del tumulto delsiglo. Pues as el que se aparta de amigos y conocidos, sera mascerca de Dios y de sus angeles. Mejor es esconderse y cuidar des, que con descuido propio hacer milagros.

    Muy loable es al hombre devoto salir fuera pocas veces, y huirde mostrarse. Para que quieres ver lo que no te conviene tener?El mundo pasa, los deseos sensuales nos llevan a pasatiempos;mas pasada aquella hora, que nos queda, sino derramamientodel corazon y pesadumbre de conciencia? La salida alegre mu-chas veces causa triste y desconsolada vuelta, y la alegre tarde

    13 Sal 4

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    34/196

    34

    hace triste manana. Y as todo otro gozo carnal entra blando;mas al cabo muerde y mata. Que puedes ver en otro lugar, queaqu no lo veas? Aqu ves el cielo y la tierra, y los elementos, delos cuales fueron hechas todas las cosas. Que puedes ver quepermanezca mucho tiempo debajo del sol? Piensaste hartar?Pues cree que no lo alcanzar as. Si todas las cosas vieses ante t,que sera sino una vista vana? Alza tus ojos a Dios, y ruegapor tus pecados y negligencias. Deja lo vano a los vanos, tu tencuidado de lo que manda Dios. Cierra tu puerta sobre t, y lla-

    ma a tu amado Jesus. Est a con el en tu c amara, que no hallarasen otro lugar tanta paz. Si no salieres, ni oyeres nuevas, mejorperseverar as en buena voz. Pues te huelgas en or novedades,conviene que te venga turbacion del corazon.

    Captulo XXIDel remordimiento del coraz on.

    Si quieres aprovechar algo, conservate en el temor de Dios,y no quieras ser muy libre, mas refrena todos tus sentidos, yno te des a vana alegra. Date al remordimiento del coraz on, yhallar as devocion. La compunci on descubre muchos bienes, quela soltura suele perder en breve. Maravilla es que el hombrese pueda alegrar perfectamente en esta vida, considerando sudestierro, y pensando los peligros de su anima.

    Por la liviandad del corazon, y por el descuido de nuestrosdefectos, no sentimos los dolores de nuestra anima. Mas muchasveces remos cuando deberamos llorar. No es buena la alegra,ni verdadera libertad, sino en temor de Dios con buena concien-cia. Bienaventurado aquel que puede desviarse de todo estorbo,y puede recogerse a la uni on de la santa compuncion. Bienaven-turado el que puede renunciar toda cosa que puede amancillar

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    35/196

    35

    o agravar su conciencia. Pelea como varon; que una costumbrevence a otra.

    Si tu sabes dejar los hombres, ellos te dejaran hacer tus he-chos. No te ocupes en cosas ajenas, ni te entremetas en las causasde los mayores. Mira primero por t, y amonestate a t m as espe-cialmente que a todos cuantos quieres bien. Si no eres favorecidode hombres, no te entristezcas. Mas una cosa te sea grave, queno tienes el cuidado de mirar por t, como conviene a devotosiervo de Dios. Muy util y seguro es muchas veces que el hombre

    no tenga en esta vida muchas consolaciones, mayormente seg unla carne.

    Mas no sentir o gustar las divinas, nuestra es la culpa, que nobuscamos la contrici on del corazon, ni desechamos del todo lasvanas consolaciones. Con ocete por indigno de la divina consola-cion, y muy merecedor de tribulaciones. Cuando el hombre tieneperfecta contricion, luego le parece grave y amargo todo el mun-do. El buen hombre siempre de continuo halla raz on para dolerse

    y llorar. Porque ahora se mire a s, ahora piense en su pr ojimo,sabe que ninguno vive sin tribulacion en este siglo. Y cuantomas de verdad se mira, tanto mas halla de que dolerse. materiade entra nable dolor son nuestros pecados, en que estamos tancados, que pocas veces podemos contemplar lo celestial.

    Si de continuo pensases m as en tu muerte que en largo vi-vir, no hay duda sino que te enmendaras con mayor fervor. Sipusieses tambien ante tu coraz on las penas del inerno u del pur-gatorio, creo yo que muy de gana sufriras cualquier trabajo ydolor, y no temeras ninguna aspereza. Mas como estas cosas nopasan al coraz on, y (lo que pero es) aun amamos las blanduras,por eso nos quedamos muy fros y perezosos. Muchas veces porfalta de espritu se cansa el cuerpo miserable tan presto. Ruegapues con humildad al Se nor, que te de espritu de contrici on;y di con el profeta 14: Hartame, Se nor, del pan de l agrimas, y

    14 Sal 79

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    36/196

    36

    dame a beber l agrimas en medida.

    Captulo XXIIConsideraci on de la miseria humana.

    Miserable eres do quiera que fueres y do quiera que te volvie-

    ses, si no te vuelves a Dios. Por que te turbas si no te sucede loque deseas? Quien es el que tiene todas las cosas a su voluntad?Por cierto ni yo ni t u, ni hombre sobre la tierra. No hay hom-bre en el mundo sin tribulacion, aunque sea rey o Papa. Quienes el que esta mejor? Ciertamente el que se pone a padecer al-go por Dios. Dicen muchos acos: mirad cu an buena vida tieneaquel hombre, cu an rico, cuan poderoso, cu an hermoso, cu angran senor. Mas para mientes a los bienes celestiales, y verasque todo lo temporal es casi nada, muy incierto, y que muchoagrava, porque no lo podemos poseer sin cuidado y temor.

    No esta la felicidad del hombre en tener abundancia de lotemporal; basta una vida mediana, que harto verdadera miseriaes vivir en la tierra. Cuanto el hombre quisiere ser m as espiritual,tanto le ser a mas amarga la vida; porque siente mejor y m asclaro los defectos de la corrupcion humana; porque comer, beber,velar, dormir, reposar, trabajar y estar sujeto a toda la necesidadnatural, de verdad es grandsima miseria y aicci on al cristianodevoto, el cual de gana desea ser libre de todo pecado. Por ciertoel hombre interior recibe mucha pesadumbre con las necesidadescorporales. Por eso el profeta ruega devotamente, que pueda serlibrado de ellas diciendo 15: lbrame, Se nor, de mis necesidades.

    Mas ay de los que no conocen su miseria, y mucho mas de losque aman esta miseria y corruptible vida! Porque hay algunos

    15 Sal 24

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    37/196

    37

    tan abrazados con ella, que aunque con mucha dicultad, traba- jando o mendigando, tengan lo necesario, si pudiesen vivir aquisiempre, no curaran del reino de Dios. Oh locos y descredos decorazon, que tan profundamente se envuelven en la tierra, queno saben sino las cosas carnales! Mas en n sentir an los mseroscuan vil y cuan nada era lo que tanto amaron. Los santos deDios y amigos de Cristo no curaban de lo que agradaba a lacarne, ni de lo que oreca en este tiempo: toda su esperanza eintenci on suspiraba por los bienes eternos, todo su deseo suba

    a lo que dura para siempre, porque no fuesen trados a las cosasbajas con el amor de las cosas visibles.

    No quieras, hermano, perder la conanza de aprovehar en lascosas espirituales; a un tiempo y hora tienes: por que quieres di-latar tu proposito? Levantate en este momento y comienza y di:ahora es tiempo de obrar, tiempo de pelear, tiempo conveniblepara enmendarme. Cuando tienes alguna tribulaci on, es tiem-po de merecer. Conviene pases por fuego y por agua, antes que

    llegues al descanso. Si no te haces fuerza, no vencer as el vicio.En tanto que tratemos este cuerpo no podemos estar sin peca-do, ni vivir sin enojo y dolor. Facil cosa fuera tener descansode toda miseria: mas como perdimos la inocencia por el peca-do, perdi ose con ella la verdadera felicidad. Por eso convienenostener paciencia, y esperar la misericordia de Dios, hasta que seacabe la maldad, y la vida trague a la muerte.

    Oh cuanta es la aqueza humana, que siempre est a inclina-

    da a los vicios! Hoy conesas tus pecados, y manana te tornas aellos. Ahora propones de guardarte; y de aqu a una hora hacescomo si no propusieras nada. Con gran raz on nos podemos hu-millar, y nunca sentir de nosotros cosas grandes, pues somos tanacos y tan mudables. Por cierto presto se pierde por descuidolo que con mucho trabajo dicultosamente se gan o por gracia.Que ser a de nosotros al n, cuando ya tan temprano estamostibios? Ay de nosotros, si as queremos ir al reposo como si ya

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    38/196

    38

    tuviesemos paz y seguridad; como no parezca senal de verda-dera santidad en nuestra conversaci on. Bien sera menester queaun fuesemos instruidos otra vez como ni nos en buenas costum-bres, si por ventura hubiese alguna esperanza en enmienda, y demayor aprovechamiento espiritual.

    Captulo XXIII

    Del pensamiento de la muerte.

    Muy presto ser a contigo este negocio; por eso mira como vi-ves. Hoy es el hombre, y manana no parece. En quitandolo delos ojos, se va del corazon. Oh torpeza y dureza del corazonhumano, que solamente piensa lo presente, sin cuidado de lo porvenir! Habas de ordenarte en todo como si luego hubieses demorir. Si tuvieses buena conciencia no temeras mucho la muer-

    te. Mejor sera huir de los pecados que la muerte. Si hoy noestas aparejado, como lo estar as manana? El da de manana esincierto: y que sabes si amaneceras manana? Que aprovechavivir mucho, cuando tan poco nos enmendamos? La larga vidano todas veces enmienda lo pasado; mas muchas veces anadepecados. Oh si hubiesemos vivido un da bien en este mundo!Muchos cuentan los a nos de su conversion, y muchas veces espoco el fruto de la enmienda. Si es temeroso el morir, puede serque sea mas peligroso vivir mucho.

    Bienaventurado el que tiene siempre la hora de su muerte an-te sus ojos, y se apareja cada da a morir. Si viste morir alg unhombre, piensa que por aquella carrera has de pasar. Cuandofuere de manana, piensa que no llegaras a la noche. Y cuandonoche, no te oses prometer de ver la ma nana, porque muchosmueren subitamente. Por eso vive siempre aparejado y con tan-ta vigilancia, que nunca la muerte te halle desapercibido; porque

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    39/196

    39

    vendr a el Hijo de la Virgen en la hora que no se piensa. Cuan-do viniere aquella hora postrera, de otra manera comenzar as asentir de toda tu vida pasada; y mucho te doler as porque fuistetan negligente y perezoso. Que bienaventurado y prudente es elque vive de tal manera, cual desea ser hallado en la muerte!

    Ciertamente el perfecto desprecio del mundo, el ardiente de-seo de aprovechar en la virtud, el amor de la buena vida, elmucho trabajo de la penitencia, la prontitud de la obediencia,el renunciarse a s mismo, la paciencia en toda adversidad por

    amor de nuestro Se nor Jesucristo, gran conanza le dar an de vi-vir bienaventuradamente. Muchos bienes podras hacer cuandoestas sano: cuando enfermo, no se que podr as. Pocos se enmien-dan con la enfermedad, y tambien los que muchas romeras an-dan, tarde son santicados. No confes en amigos ni en vecinos,ni dilates tu salud a lo por venir; porque mas presto que piensasseras olvidado.

    Mejor es ahora con tiempo hacer algun bien ante t, que es-

    perar en el cuidado de otros. Si tu no eres solcito para t aho-ra, quien tendr a cuidado de t despues? Ahora es el tiempomuy precioso: mas ay dolor, que lo gastas desaprovechadamen-te pudiendo en el ganar como eternamente vivas! Vendr a cuan-do desear as un da o una hora para te enmendar, y no se site ser a concedida. Oh hermano, de cuanto peligro te podraslibrar, de cu an gravsimo espanto, si ahora fueses temeroso ysospechoso de la muerte! Trabaja ahora de vivir de tal manera,que en la hora de la muerte puedas antes gozar que temer.

    Aprende ahora a morir al mundo, para que despues comien-ces a vivir con Cristo. Aprende ahora a despreciar todas lascosas, para que entonces puedas libremente ir a Cristo. Castigaahora por penitencia tu cuerpo, porque entonces puedas tenerconanza cierta. Oh loco! Por que piensas vivir mucho no te-niendo un da seguro? Cuantos han sido enga nados y sacadosdel cuerpo cuando no lo pensaban? Cuantas veces oste contar

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    40/196

    40

    que uno muri o a espada, otro se ahog o, otro cay o de alto y sequebr o la cabeza, otro comiendo se qued o pasmado, y otro ju-gando le viene su n? Uno es muerto a fuego, otro a hierro, otroen pestilencia, otros a manos de ladrones: y as la muerte es eln de todos; y la vida de los hombres se pasa as como sombra.

    Quien se acordara, y quien rogara por t despues de muer-to? Ahora, ahora, hermano, haz lo que pudieres, que no sabescuando morir as, ni que te sucedera despues de la muerte. Ahoraque tienes tiempo allega espirituales riquezas inmortales, y no

    cures, salvo de tu salud y de las cosas de Dios. Hazte amigode los santos, h onralos, imitando sus obras, para que cuandosalieres de esta vida, te reciban en las moradas eternas.

    Tr atate como huesped y peregrino sobre la tierra, al cual nova nada en los negocios del mundo. Guarda tu coraz on libre ylevantado a Dios; porque aqu no tienes ciudad durable. All en-dereza tus oraciones de continuo con gemidos y lagrimas, porquemerezca tu espritu despues de la muerte pasar al Se nor con mu-

    cha honra. Amen.

    Captulo XXIVDel juicio, y de las penas de los pecados.

    Mira el n de todas tus cosas, y de que manera estar as ante

    aquel Juez riguroso, al cual no hay cosa encubierta, ni se amansacon dones, ni recibe excusaciones, mas juzgara justsimamente.Oh pecador miserable! que responder as a Dios, que sabe todastus maldades? Tu, que temes a las veces el rostro de un hombreairado, porque no te provees para el da, cuando no habr a quiente deenda, ni ruegue por otro; mas cada uno tendr a que hacerpor s? Ahora tu trabajo es fructuoso, tu lloro aceptable, tus ge-midos se oyen, y tu dolor es satisfactorio. Aqu tiene el hombre

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    41/196

    41

    paciente grande y saludable purgatorio, el cual, recibiendo inju-rias, se duele mas de la malicia del otro que de su injuria; ruegaa Dios por sus contrarios de buena gana, y de coraz on perdonalas ofensas, y no se tarde en pedir perdon de cualquiera; y m asfacilmente ha misericordia que ira, y procura de hacerse fuerza,y de sujetar su carne del todo al espritu.

    Mejor es ahora purgar los pecados y vicios, que dejarlos parael purgatorio. Cierto, nosotros nos enga namos por el amor des-ordenado que tenemos a la carne. Que otra cosa tragar a aquel

    fuego, sino tus pecados? Cuanto mas aqu te perdonas, y siguesla carne, tanto despues m as gravemente ser as atormentado.

    En la cosa que peca el hombre principalmente, ser a mas grave-mente castigado. All los perezosos seran pungidos con aguijonesardiendo: los golosos seran atormentados con gravsima hambrey sed: los lujuriosos amadores de deleites ser an envestidos enpez y azufre ardiendo: los envidiosos ahullaran con dolor, comoperros rabiosos. No hay vicio que no tenga su propio tormento.

    All los soberbios ser an llenos de toda confusi on: los avaros seranpuestos en miserable necesidad. All mas grave sera pasar unahora de pena, que aqu cien anos de penitencia amarga. All nohay holganza ni consolaci on; mas aqu algunas veces cesan lostrabajos, y consuelan los amigos con refrigerios. Pues ahora tencuidado y dolor de tus pecados, porque el da del juicio estesseguro con los bienaventurados.

    Entonces estaran los justos en gran constancia contra los quelos angustiaron y atribularon 16. Entonces estara para juzgar elque as se sujet o humildemente al juicio de los hombres. Entoncestendr a mucha conanza el pobre y bajo, y el soberbio estar a detodas partes espantado. Entonces ser a tenido por sabio el queaprendi o aqu a ser loco y menospreciado por Cristo. Entoncesagradar a toda tribulacion y angustia sufrida con paciencia, ytoda maldad atapar a su boca. Entonces m as se holgara la carne

    16 Sap 5

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    42/196

    42

    aigida, que si siempre fuera criada en deleites. Entonces m as teaprovehcaran las obras santas que las hermosas palabras. Enton-ces resplandecer a el despreciado vestido, y aparecera vil el pre-cioso. Entonces ser a mas alabada la pobre casilla que el palaciodorado. Entonces mas ayudar a la constante paciencia que todoel poder del mundo. Entonces mas ensalzada ser a la simple obe-diencia que toda sagacidad del siglo. Entonces m as alegrar a lapura y buena conciencia que la ensenada losofa. Entonces masse estimar a el desprecio de las riquezas que el tesoro de todas la

    Indias. Entonces mas te consolar as de haber orado devotamenteque de haber comido delicadamente. Entonces m as te gozar asde haber guardado el silencio que de haber parlado demasiado.Entonces se alegrara cualquier devoto, y llorara todo hombreprofano. Entonces mas te agradara la vida estrecha y la reciapenitencia que toda la delectaci on terrena.

    Aprende ahora a padecer lo poco, porque despues seas librede lo muy grave. Primero prueba aqu lo que podr as padecer

    despues. Si ahora no puedes sufrir tan poca cosa, c omo podr asdespues los tormentos eternos? Si ahora una peque na pasi onte hace tan impaciente, que har as entonces en el inerno? Enverdad no puedes tener dos parasos, deleitarse en este mundo,y despues reinar en el cielo con Cristo. Si hasta ahora hubiesesvivido en delectaciones y en honras, y te llevase ahora la muerte,que te aprovechara?

    Pues mira que todo es vanidad, sino amar y servir a Dios. Por

    cierto los que aman a Dios de todo coraz on no temen la muerteni el tormento, ni el juicio ni el inerno; porque el amor perfectosegura entrada tiene a Dios. Mas quien se deleita en pecar no esmaravilla que tema la muerte y el juicio. Mas bueno es que si elamor no nos desva de lo malo, a lo menos el temor del inernonos refrene. Mas el que pospone el temor de Jesucristo no puedeestar mucho tiempo en el bien, mas cae muy presto en los lazosdel diablo.

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    43/196

    43

    Captulo XXVDe la fervorosa enmienda de toda nuestra vida.

    Hermano mo, vela con diligencia en el servicio de Dios, ypiensa muy continuo a que veniste, y por que dejaste el mundo:por ventura no despreciaste el mundo para vivir a Dios, y serhombre espiritual? Corre pues con fervor a la perfecci on, que

    presto recibir as el galardon de tus trabajos, y no habr a de ah enadelante temor y dolor en tus terminos. Ahora trabajar as unpoco, y hallar as despues gran descanso, y aun perpetua gloria.Si permaneces el y diligente en el servir, sin duda sera Diosdelsimo y riqusimo en pagar.

    Debes tener buena esperanza que alcanzar as victoria; masno conviene tener seguridad, porque no te aojes, ni te enso-berbezcas. Como uno estuviese congojado y turbado, y entre laesperanza y temor dudase muchas veces; una vez cargado de an-gustia arrojose ante un altar, y revolviendo en su pensamiento,dijo: Oh si supiese que haba de perseverar! y luego oy o de den-tro de la divina respuesta, que dijo: que haras si eso supieses?Haz ahora lo que entonces haras, y ser as bien seguro. Y en estepunto consolado y confortado se ofrecio a la divina voluntad, leceso la congoja y turbaci on y no quiso mas escudri nar curiosa-mente para saber lo que le haba de suceder; mas estudi o conmucho cuidado inquirir que fuese la voluntad de Dios agrada-ble y perfecta, para comenzar y percionar toda buena obra. Elprofeta dice 17: espera en el Senor, y haz bondad, y mora en latierra, y ser as apacentado en sus riquezas.

    Una cosa detiene a muchos del fervor de su aprovechamiento;el espanto de la dicultad, o el trabajo de la batalla. Ciertamenteaquellos aprovechan en las virtudes principalmente, que ponen

    17 Sal 36

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    44/196

    44

    todas sus fuerzas para vencer las cosas que mas graves y con-trarias les son; porque all aprovecha el hombre m as, y alcanzamayor gracia donde m as se vence y mortica en el espritu. Masno tienen todos iguales los contrarios, ni iguales fuerzas paravencer ni morticarse. Mas el diligente remediador m as fuertesera para la perfecci on, aunque tenga muchas pasiones, que elbien acondicionado, si pone poco aliento a las virtudes.

    Dos cosas ayudan especialmente para mucho enmendarse. Launa desviarse con esfuerzo de aquello a que le inclina la natu-

    raleza viciosamente; y la otra trabajar con fervor por la virtudque mas le falta. Estudia tambien vencer y evitar lo que m as tedesagrada en los otros. Mira que te aproveches donde quiera; sivieres u oyeres buenas obras, te avives a imitarlas. Mas gu ardatesi vieres alguna cosa digna de reprehension, que no la hagas. Ysi alguna vez la hiciste, enmiendalo presto. As como t u miraslos otros, as otros te miran a t. Oh cu an alegre y dulce esver los cristianos devotos y fervientes, bien condicionados y bien

    criados! cuan triste y grave verlos desordenados, y que no hacenaquello a que son llamados! Oh cuan da noso es ser negligente enel proposito del llamamiento divino, y ocuparse en lo que no lesmandan! Acuerdate del prop osito que tomaste, y ponte delantede la imagen del Crucijo; que mucha razon tendr as de aver-gonzarte mirando la vida de Jesucristo, porque no estudiaste deconformarte m as a el, aunque haya muchos a nos que estas en elcamino del Senor Dios.

    El cristiano que se ejercita y medita devotamente en la vida ypasion santsima del Senor, halla all todo lo util y necesario paras cumplidamente, y no hay necesidad que busque algo mejorfuera de Jesucristo. Oh si viniese a nuestro coraz on Jesucristocrucicado, cu an presto y cuan de verdad seramos ense nados!El obediente solcito todo lo que le mandan acepta y lleva muybien. El negligente y perezoso tiene tribulaci on sobre tribulacion,y de cada parte esta angustiado, porque carece de la consolacion

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    45/196

    45

    interior, y no le dejan buscar la exterior.El cristiano que esta y vive descuidado, cerca est a de caer gra-

    vemente. El que busca el vivir m as ancho y descuidado, siempreestar a en angustia; por que lo uno y lo otro le descontentar a.Dime: como viven tanta multitud de religiosos que est an en-cerrados en la observancia? Salen pocas veces, viven apartados,comen pobremente, visten groseramente, trabajan mucho, ha-blan poco, velan largo tiempo, madrugan presto, tienen largashoras, leen continuo, y gu ardanse en toda honestidad. Mira los

    de la Cartuja, los del Cster, y los monjes y monjas de todas lasreligiones, como se levantan cada noche a maitines. Por eso cosatorpe sera que tu emperezases en obra tan santa, donde tantamultitud de religiosos comienza a alabar a Dios.

    Oh si nunca hubiesemos de hacer otra cosa sino alabar a Dioscon todo el corazon y con la boca! Oh si nunca comiesemos nidurmiesemos; mas siempre pudiesemos tener el anima ocupadaen Dios! Mucho mas dulce sera que servir a las necesidades de

    la carne. Pluguiese a Dios que no tuviesemos todas estas ne-cesidades, mas solamente las refecciones espirituales, las cualesgustamos muy tarde.

    Cuando el hombre viene a tiempo que no busca su consolacionen alguna criatura, entonces le comienza a saber bien Dios, ycontentase tambien de todo lo que sucede. Entonces ni se alegraen lo mucho, ni se entristece por lo poco; mas p onese entera yelmente en Dios, el cual lo es todo en todas las cosas; al cualninguna cosa perece ni muere; mas todas las cosas viven, y lesirven sin tardanza. Acuerdate siempre del n, y que el tiempoperdido jam as torna.

    Nunca alcanzaras la virtud sin cuidado y diligencia. Si comien-zas a ser tibio, comenzar a a irte mal; mas si te dieres a la de-vocion, hallar as gran paz, y sentiras el trabajo muy ligero porla gracia de Dios y por el amor a la virtud. El hombre que tie-ne fervor y diligencia a todo ser a aparejado. Mayor trabajo es

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    46/196

    46

    resistir a los vicios y pasiones, que andar en todos los trabajoscorporales. El que no evita los peque nos defectos, poco a pococae en los grandes. Gozarte has siempre en la noche, si gastaresbien el da. Vela sobre t, despierta a t, amonestate a t; seade los otros lo que fuere, no te olvides a t: tanto aprovechar ascuanto m as fuerza te hicieres.

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    47/196

    47

    Libro segundo

    Contiene avisos para el trato interior

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    48/196

    48

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    49/196

    49

    Captulo IDe la conversaci on interior.

    Dice el Senor: el reino de Dios dentro de vosotros esta 18.Conviertete a Dios de todo coraz on, y deja este msero mundo,y hallar a tu anima reposo. Aprende a menospreciar las cosasexteriores, y date a las interiores, y ver as venir a t el reino de

    Dios.Ciertamente el reino de Dios es paz y gozo en el Espritu

    Santo; lo cual no se da a los malos. Si aparejares digna morada,Jesucristo vendra a t, y te mostrar a su consolacion. Toda sugloria y hermosura es de dentro, y all se agrada. Su continuavisitaci on es con el hombre interior, y con el habla dulcemente,y tiene agradable consolacion, mucha paz y admirable familiari-dad.

    Ea pues, anima el, apareja tu corazon a este Esposo, paraque quiera venir a t, y morar contigo; que el dice as: si algunome ama, guardara mi palabra, y vendremos a el y moraremosen el 19. Pues as es, da lugar a Cristo, y a todo lo demas cierrala puerta. Si a Cristo tuvieres, estar as rico, y bastate. El sera tuproveedor y el procurador en todo, de manera que no tengas ne-cesidad de esperar en los hombres, porque se mudan muy presto,y desfallecen muy ligeramente; mas Jesucristo permanece parasiempre, y est a rmsimo hasta el n.

    No es de poner mucha conanza en el hombre quebradizo ymortal, aunque sea provechoso y amado; ni es de tomar muchapena si alguna vez fuera contrario; porque los que hoy son conti-go, manana te puede contradecir; y al contrario tambien. Muchasveces se vuelven como el viento. Pon en Dios toda tu esperanza,

    18 Lc 719 Jn 14

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    50/196

    50

    y sea en el tu temor y amor. El responder a por t, y lo hara bien,como mejor sea y convenga. No tienes aqu ciudad de morada:donde quiera que fueres, ser as extra no y peregrino, y no tendras jamas reposo hasta que seas unido a Cristo entra nablemente.

    Que miras aqu, no siendo este lugar de tu reposo? En elcelestial ha de ser tu morada, y como de paso has de mirartodo lo terreno. Todas las cosas pasan, y t u con ellas, Guardateno te juntes con ellas, porque no seas preso, y perezcas. En elSoberano sea tu pensamiento, y tu oraci on sea enderezada a

    Cristo sin cesar.Si no saber especular las cosas profundas y celestiales, des-

    cansa en la pasi on de Jesucristo, y mora muy de gana en sussantsimas llagas; porque si te llegas devotamente a las llagas deJesucristo, gran consuelo sentiras en la tribulaci on, y no curar asmucho de los desprecios de los hombres, y facilmente sufrir as laspalabras de los maldicientes; pues que Jesucristo fue en el mundodespreciado y denostado por los hombres, y entre los denuestos

    fue de los amigos y conocidos desamparado en la mayor necesi-dad. Cristo quiso padecer y ser despreciado; y t u osas quejarte?Cristo tuvo adversarios; y t u quieres tener a todos por amigos?De donde se coronar a tu paciencia, si ninguna adversidad se teofrece?

    Si no quieres sufrir algo por Cristo, c omo seras amigo deCristo? Sufre con Cristo y por Cristo, si quieres reinar con Cris-to. Si una vez entrases perfectamente en lo secreto de Jesucristonuestro Redentor, y gustases un poco de su encendido amor,no tendras mucho cuidado de tu provecho o da no, antes te hol-garas m as de las injurias que te hiciesen; porque el amor de Dioshace al hombre despreciarse a s mismo. El amador entra nal yverdadero de Jesucristo, y libre de las afecciones desordenadas,se puede convertir libremente a Dios, levantarse a s sobre s enel espritu, y holgar en el con suavidad.

    Aquel a quien saben todas las cosas a lo que son, no como se

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    51/196

    51

    dicen o estiman, es verderamente sabio y ensenado m as de Diosque de los hombres. El que sabe andar dentro de s, y tener enmuy poco las cosas de fuera, no busca lugares, ni espera tiem-pos para darse a ejercicios devotos. El hombre interior presto secorrige, porque nunca se derrama del todo a las cosas exteriores.No le estorba el trabajo exterior, ni la ocupaci on tomada a tiem-pos de necesidad; mas como suceden las cosas, as se conformacon ellas el que esta de dentro bien ordenado.

    Tanto el hombre se estorba y distrae, cuanto atrae a s las

    cosas. Si fueses bueno y limpio de corazon, todo te sucederaen bien y en provecho. Por eso muchas cosas te turban y des-contentan, porque a un no est as muerto a t prefectamente, niapartado de lo terreno. No hay cosa que tanto ensucie ni em-barace el coraz on, cuanto el amor desordenado en las criaturas.Si desprecias las consolaciones de fuera, podr as contemplar lascosas celestiales, y muchas veces gozarte de dentro.

    Captulo IIC omo debemos tener paciencia con humildad.

    No tengas en mucho quien es por t o contra t; mas ten cui-dado que sea Dios contigo en todo lo que haces. Ten buenaconciencia, y Dios te defender a. Al que Dios quiere ayudar no le

    podr a danar la malicia de alguno.Si tu sabes callar y sufrir, sin duda veras el favor de Dios.El sabe bien el tiempo y la manera de librarte; y por esto tedebes ofrecer a el en todo. A Dios pertenece ayudar y librar detoda confusi on. Algunas veces conviene para nuestra humildadque otros sepan nuestros defectos, y los reprendan. Cuando elhombre se humilla por sus defectos, entonces facilmente aplacay mitiga los otros, y satisface a los que est an airados con el.

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    52/196

    52

    Dios deende y libra al humilde, y al humilde ama y consuela:al humilde se inclina, y al humilde da grande gracia, y despuesde su abatimiento lo levanta a la honra. Al humilde descubresus secretos, y le trae dulcemente a s, y le convida. El humilde,recibida la injuria y afrenta, est a en mucha paz; porque esta enDios, y no en el mundo. No pienses haber aprovechado algo, sino te estimas por el m as bajo de todos.

    Captulo IIIDel hombre bueno y pacco.

    Ponte primero a t en paz, y despues podr as apaciguar a losotros. El hombre pacco mas aprovecha que el letrado. El hom-bre que tiene pasi on, el bien convierte en mal, y muy de ligerocree lo malo. El buen hombre pacco, todas las cosas echa a

    la mejor parte. El que esta en buena paz, de ninguno tiene sos-pecha. El descontento y alterado, de diversas sospechas es ator-mentado: ni el huelga, ni deja reposar a los otros. Dice muchasveces lo que no debera; y deja de hacer lo que m as le convena.Piensa lo que otros deben hacer, y deja lo que el es obligado.

    Ten pues primero amor contigo, y despues podr as tener buenzelo con el projimo. T u sabes excusar y disimular muy bien tusfaltas; y no quieres oir las disculpas de los otros. M as justo sera

    que te acusases a t, y excusases a tu pr oximo. Sufre, si quieresque te sufran. Mira cu an lejos est as de la verdadera y humildecaridad, que no sabe desdenar ni airarse sino contra s. No esmucho conversar con los buenos y mansos, que esto a todosaplace naturalmente: cada uno de grado tiene paz, y ama losque concuerdan con el: mas vivir en paz con los duros, perversosy mal acondicionados, y con quien nos contradice, gran virtudy gracia varonil es y muy loable.

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    53/196

    53

    Algunos hay que tienen paz consigo y con otros tambien. Yalgunos hay que ni tienen paz consigo, ni la dejan tener a otros:enojosos para otros, y m as para s. Hay otros, que ni tienen pazconsigo, y estudian de poner paz a los otros. Mas toda nuestrapaz en este miserable valle mas se conserva en el sufrimientohumilde, que en no sentir contrariedades. El que sabe mejorpadecer tendra mayor paz. Y este tal es vencedor de s mismo,y senor del mundo, amigo de Jesucristo, y heredero del cielo.

    Captulo IVDe la pura voluntad y sencilla intenci on.

    Con dos alas se levanta el hombre de lo terreno, que son:simplicidad y puridad. La simplicidad ha de estar en la intenci ony la puridad de la afecci on. La simplicidad pone los ojos en Dios;

    la puridad le abraza y gusta. Ninguna buena obra te impedir a, side dentro fueres libre de todo desordenado deseo. Si no piensasni buscas sino el buen contentamiento de Dios y el provecho delproximo, gozaras de una interior libertad. Si fuese tu coraz onrecto, a la hora te sera toda criatura espejo de vida y libro desanta doctrina.

    No hay criatura tan baja ni peque na, que no represente labondad de Dios, Si t u fueses bueno y puro de dentro, luego

    podras ver y sentir bien todas las cosas sin impedimento. Elcorazon puro penetra el cielo y el inerno. Cual es cada uno dedentro, tal juzga lo de fuera. Si hay gozo en la tierra, el hombrede puro coraz on lo posee. Y si en algun lugar hay congoja ytribulaci on, la mala conciencia lo siente.

    As como el hierro en el fuego pierde el orn, y se hace todoreluciente, as el hombre que se convierte a Dios enteramente esdespojado de la torpeza, y mudado en nuevo hombre. Cuando el

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    54/196

    54

    hombre comienza a enfriarse, teme el pequeno trabajo, y tomamuy de gana la consolaci on exterior. Mas cuando se comienza avencer varonilmente y andar en la carrera de Dios, estima porligeras las cosas que primero tena por muy graves.

    Captulo VDe la propia consideraci on.

    No debemos conar de nosotros grandes cosas; porque mu-chas veces nos falta la gracia y la discreci on. Poca lumbre hayen nosotros, y presto la perdemos por negligencia, y muchas ve-ces no sentimos cuan ciegos estamos de dentro. Muchas veceshacemos mal, y lo excusamos peor. Y a veces nos mueve pasi on,y pensamos que es zelo. Reprendemos en los otros las cosas pe-quenas, y tragamos las graves nuestras. Muy presto sentimos

    y agravamos lo que de otros sufrimos; mas no miramos cuantoenojamos a los otros. El que bien y derechamente pondera susobras, no tendra que juzgar gravemente de otro.

    El hombre recogido antepone el cuidado de su anima a todoslos cuidados. El que tiene verdadero cuidado de s, poco hablade otro. Nunca ser as recogido y espiritual, si no callares las co-sas ajenas, y especialmente mirares a t mismo. Si del todo teocupares en Dios y en t, poco te movera lo que sientes de fue-

    ra. Ad onde est as cuando no est as contigo? Despues de haberdiscurrido por todas las cosas, que has ganado si de t te ol-vidastes? Si has de tener paz y union verdadera, conviene quetodo lo pospongas, y tengas a t solo ante tus ojos.

    Por cierto mucho aprovechar as, si te guardas libre de todocuidado temporal: y muy falto seras, si alguna cosa temporalestimares en mucho. No te sea cosa alguna alta ni grande, acep-ta ni agradable, sino Dios o cosa que sea puramente por Dios.

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    55/196

    55

    Estima por cosa vana cualquier consolaci on que te viniere dealguna criatura. El anima que ama a Dios desprecia todas lascosas sin el. Solo el eterno e inmenso, que todo lo hinche, es gozodel anima y alegra del corazon.

    Captulo VIDe la alegra de la buena conciencia.

    La gloria del bueno es el testimonio de la buena conciencia.Si tienes buena conciencia, siempre tendr as alegra. La buenaconciencia muchas cosas puede sufrir; y muy alegre esta en lasadversidades. La mala conciencia siempre est a temerosa e in-quieta. Suavemente holgar as, si tu coraz on no te reprehende.No te alegres sino cuando hicieres alg un bien. Los malos nuncatienen alegra verdadera, ni paz interior: porque dice el Se nor:

    no tienen paz los malos 20

    . Y si dijeron: en paz estamos: novendr a mal sobre nosotros; quien osar a enojarnos? no los creas;porque subitamente se levantar a la ira de Dios, y se tornar an ennada sus obras, y pereceran sus pensamientos.

    Glorarse en la tribulaci on no es dicultoso al que ama. Por-que gloriarse de esta manera es gloriarse en la cruz de Jesucristo.Breve es la gloria que se da y recibe de los hombres. La gloriadel mundo siempre va acompanada de tristeza. la alegra de los justos es Dios y por Dios, y en Dios; y su gozo es de verdad. Elque desea la verdadera y eterna gloria no cuida de lo temporal;y el que busca la temporal, y no la desprecia de corazon, senal esque no ama del todo la celestial. Gran reposo de corazon tieneel que no se cura de las alabanzas ni de los denuestos.

    La limpia conciencia facilmente se sosiega. No eres m as santosi te alabaren; ni m as vil si te despreciaren. Lo que eres, eso

    20 Isa 48

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    56/196

    56

    eres, ni puedes ser dicho mayor de lo que Dios sabe que eres.Si miras lo que eres dentro de t, no tendr as cuidado de lo quefuera hablan de t. El hombre ve lo de fuera; Dios el corazon 21.El hombre considera las obras, y Dios pesa las intenciones.

    Hacer siempre bien, y tenerse en poco, se nal es de humildad:no querer consolacion de criatura alguna, se nal es de gran pu-ridad y de conanza cordial. El que no busca de los hombresprueba de su bondad, claro muestra que se encomienda del todoa Dios. Dice el glorioso apostol 22 : no el que se loa a s mismo es

    aprobado; mas el que Dios alaba. Andar de dentro con Dios, yno embarazarse de fuera en alguna afeccion, estado es de varonespiritual.

    Captulo VIIDel amor que debemos tener a Cristo sobre todas las cosas.

    Bienaventurado el que conoce que es amar a Jesucristo, y des-preciar a s mismo por Jesus. Conviene dejar un amor por otro;porque Jes us quiere ser amado sobre todas las cosas. El amorde la criatura es enganoso y mudable; el amor de Jes us es el ydurable. El que se llega a la criatura caer a con lo caedizo, el queabraza a Jesus, armase ha en el. Aquel ama y ten por amigo,que aunque todos te desamparen, el no te desemparar a, ni te

    dejar a perecer en el n. De los hombres has de ser desampara-do alguna vez, que quieras o no. Tente fuertemente con Jes us,viviendo y muriendo, y encomiendate a su delidad; que el s olote puede ayudar cuando todos faltaren. Tu amado es de tal con-dicion, que no quiere consigo admitir otra cosa: solo el quieretener tu corazon, y como Rey sentarse en su propia silla.

    21 1 Re 1622 1 Cor 10

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    57/196

    57

    Si te supieses bien desocupar de toda criatura, Jes us morarade gana contigo. Cuanto pusieres en los hombres fuera de Jes us,tanto perderas 23. No confes ni estribes sobre la ca na vaca; quetoda carne es heno, y toda su gloria caera como or de heno.Si mirares solamente a la apariencia de fuera de los hombres,presto ser as enganado. Si t u buscas descanso y ganancia en loshombres, muchas veces sentiras da no; mas si en todo buscas aJesus, hallar as de verdad a Jes us. Y si te buscas a t mismo,tambien te hallar as; mas sera para tu mal. Por cierto m as se

    dana el hombre a s mismo si no busca a Jes us, que todo elmundo y sus enemigos le pueden da nar.

    Captulo VIIIDe la familiar amistad de Jes us.

    Cuando Jes us esta presente todo es bueno, no hay cosa difcil:mas cuando esta ausente, todo es duro. Cuando Jes us no habladentro, muy vil es la consolaci on; mas s Jes us habla una solapalabra, gran consolacion se siente. Por ventura la Magdalenano se levant o luego del lugar donde llor o, cuando la dijo Marta:el Maestro est a aqu y te llama? Oh bienaventurada hora cuan-do el Senor Jes us llama de las lagrimas al gozo espiritual! Cu anseco y duro eres sin Jesus; y cuan necio y vano si codicias algofuera de Jes us! Dime: no es este peor da no que si todo el mundoperdieses? Que puede dar el mundo sin Jes us? Estar sin Jesuses grave inerno. Estar con Jesus es dulce paraso. Si Jes us estu-viere contigo, ning un enemigo te podr a empecer. El que halla aJesus halla un tesoro bueno, y de verdad bueno sobre todo bien.Y el que pierde a Jesus, pierde muy mucho, y m as que todo elmundo. Pauperrimo es el que vive sin Jes us, y riqusimo el que

    23 Isa 49

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    58/196

    58

    esta bien con Jesus. Muy gran arte es saber conversar con Jes us,y admirable prudencia saber tener a Jes us.

    Se humilde y pacco, y sera contigo Jes us. Se devoto y sose-gado, y permanecer a contigo Jes us. Presto puedes echar de t aJesus, y perder su gracia, si te abates a las cosas exteriores. Sidestierras de t a Jes us y lo pierdes, ad onde iras, a quien bus-caras por amigo? Sin amigo no puedes vivir mucho: y si no fuereJesus tu especialsimo amigo, estar as muy triste y desconsolado.Pues locamente lo haces, si en otro alguno confas y te alegras.

    Menos mal es tener todo el mundo contrario, que ofendidoa Jesus. Pues sobre todos tus amigos sea Jesus amado singu-larsimamente. Ama a todos por amor de Jes us, y a Jes us pors mismo. Solo Jesus se debe amar singularsimamente, porqueel s olo se halla bueno y delsimo, m as que todos los amigos.Por el y en el debes amar los amigos y los enemigos, y rogarlepor todos para que le conozcan y le amen. Nunca codicies serloado ni amado singularmente; porque eso a solo Dios pertenece,

    que no tiene igual. Ni quieras que alguno se ocupe contigo desu corazon; ni t u te ocupes en amor de alguno, mas sea Jesusen t y en todo hombre bueno. Se libre y puro de dentro, sinocupaci on de criatura alguna.

    Conviene ser desnudo, y tener tu corazon puro a Jes us, siquieres reposar, y ver cu an suave es el Senor. Verdaderamenteno llegaras a esto, si no fueres prevenido y trado de su gracia,para que dejadas y echadas fuera todas las cosas, seas unido conel s olo.

    Ciertamente cuando viene la graciosa visitaci on de Dios alhombre, luego se hace poderoso para toda cosa; y cuando se va,queda pobre y enfermo, y casi dejado a que lo azoten. En estostiempos no debes desmayar ni desesperar, mas estar constante ala voluntad de Dios, sufrir con igual animo todo lo que viniere agloria de Jesucristo; porque despues del invierno viene el verano,y despues de la noche vuelve el da, y pasada la tempestad viene

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    59/196

    59

    gran serenidad.

    Captulo IXC omo conviene carecer de toda consolaci on.

    No es grave cosa despreciar la humana consolacion cuando te-nemos la divina. Gran cosa es, y de verdad grande, ser privadoy carecer de consuelo divino y humano, y querer sufrir destie-rro de coraz on de gana por la honra de Cristo, y en ningunacosa buscarse a s mismo, ni mirar a su propio merecimiento.Que maravilla si estas alegre y devoto cuando viene la graciade Dios? Esa honra todos la desean. Muy suavemente caminaaquel a quien lleva la gracia de Dios: y que maravilla si nosiente carga el que es llevado del Omnipotente y guiado por elsoberano guiador?

    Muy de gana tomamos alg un pasatiempo, y con dicultadse desnuda el hombre de s mismo. El martir santo Laurenciovencio el mundo con Sixto su sacerdote, porque desprecio todolo que en el mundo pareca deleitable, y sufri o por amor de Cristocon paciencia que le fuese quitado el sacerdote del sumo Dios, alcual el mucho amaba. Y as con el amor de Dios venci o el amordel hombre, y troc o el placer humano por el buen contentamientodivino. As t u, hermano, aprende a dejar alg un pariente o amigo

    por amor de Dios, y no te parezca grave cuando te dejare tuamigo: sabe que es necesario que nos apartemos al n unos deotros.

    De continuo y mucho conviene que pelee el hombre consigomismo, antes que se sepa vencer del todo, y poner en Dios cum-plidamente su deseo. Cuando el hombre se est a en s mismo, deligero se desliza en las consolaciones humanas. Mas el verdaderoamador de Cristo, y estudioso imitador de sus virtudes, no se

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    60/196

    60

    arroja a las tales consolaciones ni busca dulzuras sensibles; masantes procura fuertes ejercicios, y sufre por Cristo muy durostrabajos.

    As pues, cuando Dios te diere la consolacion espiritual, recbe-la con hacimiento de gracias, y entiende que es don de Dios, y nomerecimiento tuyo. No te ensalces ni alegres demasiadamente,mas humllate por el don recibido, y se m as avisado y temerosoen todas tus obras; porque pasarse ha aquella hora, y vendr a latentacion. Si te fuere quitada la consolacion, no desesperes lue-

    go; mas espera con humildad y paciencia la visitacion celestial:porque poderoso es Dios para tornarte muy mayor gracia y con-solacion. Esto no es cosa nueva ni ajena de los que han expe-rimentado el camino de Dios; porque en los grandes santos yantiguos profetas acaecio muchas veces esta manera de mudan-zas.

    Por eso deca uno cuando tena presente la gracia 24: yo dijeen mi abundancia: no sere movido ya para siempre. Y ausente

    la gracia, a nade lo que experimento en s, diciendo: volviste dem tu rostro, y soy hecho conturbado. Mas por cierto entre estascosas no desespera, sino ruega a Dios con mayor instancia, ydice: a t Se nor, llamare y a mi Dios rogare, y al n el alcanzael fruto de su oraci on, y conrma ser odo diciendo: oy ome elSenor, y hubo misericordia de m: el Senor es hecho mi ayudador.Mas en que? Responde, y dice: volvsteme mi llanto en gozo, ycercasteme en alegra.

    Y si as se hizo con los grandes santos, no debemos nosotrospobres y enfermos desesperar si algunas veces estamos fros, y aveces en fervor de devocion; porque el espritu se viene y se va,segun la divina voluntad; por eso dice el bienaventurado Job 25:vistaslo en la manana, y s ubitamente lo pruebas. Pues sobreque puedo esperar, o en quien debo conar sino solamente en

    24 Sal 2625 Job 7

  • 8/12/2019 La Imitacion de Cristo - Tomas Kempis

    61/196

    61

    la gran misericordia de Dios, y en la esperanza de la graciacelestial?

    Ciertamente aunque este cercado de hombres buenos, y dereligiosos devotos, y de amigos eles, y aunque tenga libros san-tos, y tratados devotos, y cantos e himnos suaves, todo aprove-cha poco, y tiene poco sabor cuando soy desamparado del favorde Dios, y dejado en la propia pobreza. Entonces no hay mejorremedio que la paciencia, y dej andome a m mismo, pon