La Educación Socialista

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Trabajadores / número 5 / marzo de 2014 / página 75 Educación socialista, laica, racional y práctica. Apuntes para la construcción de la metodología pedagógica propuesta por el socialismo (1899-1905) Sebastián Mauro [email protected]

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  • Trabajadores / nmero 5 / marzo de 2014 / pgina 75

    Educacin socialista, laica, racional y prctica.

    Apuntes para la construccin de la

    metodologa pedaggica propuesta por el

    socialismo (1899-1905)

    Sebastin Mauro

    [email protected]

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    Presentacin

    a intervencin sistemtica del Estado, a nivel poltica educativa, comenz

    a manifestarse en las ltimas dos dcadas del siglo XIX, con el

    establecimiento de leyes e inspecciones escolares. En este proceso gradual,

    que se fortaleci con la sancin de la ley 1.420, un conjunto de instituciones

    educativas dispersas devino en un sistema estructurado, en el que se fueron

    interrelacionando, diferenciando internamente y articulando funcionalmente. El

    nuevo sistema de enseanza se adecu a la situacin imperante del pas: en lo

    econmico, el modelo agroexportador; en lo poltico, el sistema restringido. La

    educacin burguesa, nacionalista y enciclopedista -o como la denomin el

    socialismo, poco prctica-, persigui la formacin de ciudadanos para sustentar

    la base democrtica del rgimen conservador.

    El socialismo argentino critic duramente este modelo de enseanza y al Estado

    que no lograba reducir los ndices de analfabetismo. La instruccin pblica era

    deficiente cuantitativamente, por falta de escuelas y docentes, y cualitativamente,

    porque no se respetaba la laicidad y no se daba una capacitacin acorde a los

    docentes. El PS breg a favor de una educacin laica, positiva y racional que se

    adaptase a los avances de la ciencia moderna. Para llevar adelante este modelo, no

    slo reclam al Estado mejorar el sistema pblico, sino que decidi crear escuelas

    propias que siguieran estos principios.

    Sin embargo, ni en la burguesa ni en el socialismo haba acuerdo respecto a los

    mtodos de enseanza que llevaran a la prctica sus ideas pedaggicas. Entre

    1899 y 1900, durante el segundo gobierno de Julio Roca, el Ministro de

    Instruccin Pblica, Osvaldo Magnasco, present al Congreso de la Nacin dos

    proyectos de reforma de enseanza general y universitaria, que pretendan llevar la

    educacin hacia una orientacin prctica. Estos proyectos abrieron un debate de

    fondo tanto en la burguesa como en el socialismo, sobre cules deberan ser las

    formas de enseanza ms propicias para los jvenes de comienzo del siglo XX.

    L

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    Este artculo se propone observar un problema que no ha sido abordado

    anteriormente: las dos posiciones que se entrevieron en el socialismo a partir de la

    reforma Magnasco. Por un lado, se encontraban los que defendan, en sintona con

    la burguesa liberal, la enseanza humanista-enciclopedista y atacaban el proyecto

    del ministro. Esta corriente abrigaba el normalismo sarmientino y la pedagoga

    clsica que favoreca la formacin de profesionales liberales. Por otra parte,

    estaban los que pretendan una enseanza tcnico-profesional. Este sector no

    amparaba las reformas pero sostena que era necesario incorporar un tipo de

    educacin til para los trabajadores.

    El perodo investigado comienza con las reformas impulsadas por el Ministro de

    Instruccin Pblica y se clausura con la ley 4.878 presentada por el senador por la

    Provincia de Buenos Aires, Manuel Linez, el 4 de septiembre de 1905, que busc

    expandir la escuela pblica, creada por la ley 1.420, por todas las provincias. La ley

    propuesta por Linez es considerada por varios autores como el cierre del proceso

    de conformacin del Sistema de Instruccin Pblica Centralizado Estatal iniciado

    unas dcadas atrs.1 Para el socialismo, en lo particular, se inicia una etapa de

    quiebre respecto a los proyectos de crear escuelas propias, que de a poco se fueron

    dejando de lado. Pero tambin fue un perodo de fractura porque en 1906 se

    separa del PS el grupo sindicalista revolucionario, que propugnaba una tctica

    poltica de accin directa contraria a la parlamentaria que postulaba el partido.

    Este grupo tambin adhera a la educacin prctica a travs de escuelas de artes y

    oficios.

    El artculo est dividido en cinco apartados que intentan abordar la problemtica

    desde una perspectiva integral. En la primera parte desarrollamos el modelo

    educativo surgido a partir de la ley 1.420, con el objetivo de caracterizar la

    1 De esta manera, lo que se pretenda con esta ley era que la escuela fuese un medio para combatir el analfabetismo y construir la nacionalidad (Linares, 2005: 39). Los contenidos mnimos para estas escuelas quedaban circunscriptos a los tres saberes elementales: leer, escribir, contar y a los que construiran al concepto de nacin: historia y geografa nacional (Linares, 2005:40). Lo fundamental de la ley era crear smbolos y valores generadores de pertenencia. Linares sostiene que esta legislacin fue concebida como un mecanismo de segmentacin social.

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    educacin burguesa, nacionalista, religiosa y enciclopedista que desarroll la

    oligarqua argentina durante los sucesivos gobiernos nacionales. Luego,

    analizaremos las crticas que realiz el socialismo a este modelo e indagaremos en

    las propuestas pedaggicas que llev adelante este movimiento poltico durante el

    primer lustro del siglo XX. A continuacin, estudiaremos las reformas planteadas

    por el ministro Magnasco y su intento de construir una educacin burguesa

    utilitaria. En el siguiente tramo, nos adentraremos en el corazn de la

    investigacin, donde a travs de las fuentes intentaremos echar luz a las dos

    posiciones metodolgicas que se escindieron dentro de la educacin socialista.

    Para concluir, expondremos las consideraciones finales y algunas lneas de

    investigacin para continuar en la investigacin.

    Educacin burguesa, nacionalista, religiosa y poco prctica

    Dentro del proceso de construccin del Estado nacional argentino (1862 - 1916) se

    diagram el modelo pedaggico. Podemos marcar dos instancias claves, que

    fueron los pilares de este modelo: en primer lugar, la ley 1.420 (1884) que

    introduca la educacin primaria laica, obligatoria y gratuita y; en segundo

    trmino, la ley 1.597 (Avellaneda - 1885) que estableca una forma parcial de

    autonoma universitaria pero reservaba atribuciones legislativas, financieras y

    polticas importantes al Poder Ejecutivo Nacional. La educacin media qued por

    fuera de la reglamentacin. El diseo de estas polticas educativas fortaleci al

    Estado en el control y la centralizacin creciente de la educacin, en un proceso

    gradual que fue desde la existencia inicial de un conjunto de instituciones

    dispersas a un sistema estructurado. Adriana Puiggrs (1991) denomina a este

    conjunto de medidas Sistema de Instruccin Pblica Centralizado Estatal (SIPCE).

    El SIPCE se caracteriz por la hegemona del Estado y la subsidiariedad privada;

    laicismo o catolicismo subordinados a la lgica del Estado; escolarizado,

    verticalizado, centralizado, burocratizado, oligrquico-liberal, no participativo,

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    ritualizado, autoritario y discriminador de los sectores populares (Puiggrs, 1991:

    17).

    De esta forma, las polticas estatales se fueron desplazando paulatinamente de una

    lgica excluyente hacia la integracin de aquello que antes era expulsado o

    reprimido. Este movimiento tuvo cabida a partir de la disolucin de la

    heterogeneidad cultural caracterstica de los procesos de inmigracin masiva. El

    momento bisagra estuvo dado por la ley Lainez en 1905, constituyndose de este

    modo en uno de los momentos ms solidos en la lnea de construccin hegemnica

    en materia educativa del perodo.

    La burguesa liberal agrupada en el normalismo sarmientino2 se apoy en la ley

    1.420, que model un tipo de pedagoga que conceba al mtodo enciclopedista

    como la forma paradigmtica de trasmicin de saberes. En el contexto de la

    cuestin social, la escuela normalizadora tuvo la funcin de trasmitir un hbitus

    corrector del que portaba el inmigrante y una serie de rituales que lo ubicaron en

    lugares subordinados dentro del vnculo pedaggico con el Estado, con la cultura

    poltica oligrquica nacionalista y con la propia escuela (Puiggrs, 1991: 109). Para

    colaborar en este proceso se le dio lugar a la moral cristiana, que complement la

    formacin de los jvenes. El catolicismo segui siendo parte de la formacin de los

    estudiantes: en parte, por la falta de escuelas y, en parte, porque de acuerdo a la

    norma, en las escuelas fscales poda impartirse educacin religiosa no obligatoria

    por las tardes.

    En este sentido, es interesante observar cmo la educacin media se construy

    exclusivamente para la burguesa. Este tipo de enseanza, francamente elitista, se

    propuso crear una clase ilustrada que pudiera dirigir y administrar el pas. De esta

    2 La corriente que se denomina normalizadora, hija de la Escuela Normal de Paran fundada por Domingo Sarmiento, se asuma como detentora del saber y consideraba que educar al ciudadano era su misin (es decir, acabar con la barbarie). Sus adherentes crean profundamente en la necesidad de una escuela pblica y, aunque consideraban que la religin era el sustento del orden moral, adscriban con conviccin al laicismo. Influida por el positivismo e higienismo, el vnculo pedaggico era el bancario (el formador deposita el conocimiento en la mente vaca del educando). (Puiggrs, 2013: 96).

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    forma, se crearon colegios nacionales en casi todas las capitales provinciales. Esta

    modalidad se erigi con la orientacin enciclopedista y humanista: El nuevo plan

    no solo no provea ninguna orientacin productiva para la enseanza, sino que

    tampoco separaba los establecimientos de contenido humanista de los de

    contenido cintifico. Estableca una escuela nica, mantena el latn como materia

    y acentuaba el prodominio de las materias humansticas sobre las cientficas

    (Tedesco, 2009: 67). A la educacin media se le asign la tarea de formar una capa

    de dirigentes con mentalidad de administradores del pas-estancia, de la

    exportacin y de la utilizacin del Estado para los intereses privados. Poltica

    mediante, el proyecto educativo de la repblica conservadora aport a reproducir

    las condiciones de la patria ganadera y antindustrialista (Puiggrs, 1991: 98-99).

    Esta organizacin del nivel secundario se debi a que la sociedad no estaba

    suficientemente complejizada, al punto de requerir recursos humanos para

    puestos medios, es decir, superiores a la mera mano de obra especializada e

    inferior al tcnico de nivel universitario. (Tedesco, 2009: 156)

    La orientacin enciclopedista y humanista como nica forma de trasmitir saberes

    planteaba un claro mecanismo de exclusin para los hijos de los trabajadores.

    Qu sentido tena para el hijo de un obrero, que en su adolescencia tena que

    trabajar, hacer un esfuerzo para ir al Colegio Nacional a aprender latn?3 No slo

    era prohibitivo econmicamente sino tambin poco til. En este sentido, la tesis de

    Tedesco sostiene que la educacin fue una necesidad poltica y no econmica:

    Las razones de esta expansin parecen encontrarse en las necesidades polticas del

    rgimen, cuya estabilidad dependa () de la educacin de las masas y de la accin

    de las elites locales con capacidad de direccin. Las motivaciones polticas

    3 En La Vanguardia (LV) se pueden observar las dificultades que tenan los trabajadores para enviar a sus hijos a cumplir el ciclo primario. Un padre escribi al peridico denunciando que la ley de educacin de la capital, obliga a los padres a mandar a sus hijos a la escuela, pero en el caso del presente lo rechazan porque no tiene todos los libros Esto es justo? qu culpa tengo yo de no tener dinero para comprarle los libros? Trabajo da y noche y el mezquino salario que recibo apenas me alcanza para el alquiler y la comida de mi compaera y mis tres hijos que tengo (Educacin Obligatoria y Gratuita por Un padre de familia, La Vanguardia, 16/3/1901).

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    impulsaron el desarrollo de la enseanza y le dieron un carcter formativo general

    y enciclopedista (Tedesco, 2009: 155).

    Tedesco explica que a la clase dominante se le presentaron dos caminos

    antagnicos sobre el desarrollo de la educacin: por un lado, los que promovan la

    educacin popular laica, gratuita y obligatoria para la etapa inicial, y una

    educacin elitista, enciclopedista y humanista para la secundaria y, otro lado, un

    grupo que pretenda modernizar la orientacin de la enseanza, diversificando los

    estudios medios hacia carreras tcnico-profesionales (dem, 75). La

    transformacin de la orientacin educativa tena un doble inconveniente: por un

    lado, alejaba a un sector social de la capacitacin como clase poltica y, por otro

    lado, el pas no tena la ventaja material que presentaban los pases capitalistas

    avanzados, pues en lo concreto, haba pocas posibilidades de incorporar personal a

    la producin, mas alla de su nivel de capacitacin tcnica. (dem, 163)

    La crisis de 1890 fue clave para que surgiera dentro de la elite un movimiento

    favorable a la reforma del sistema educativo hacia orientaciones tcnico-

    profesionales. Esta corriente fue amplia y provoc fuertes discusiones en el seno de

    la propia oligarqua. Pedro Scalabrini, Juan Zubiaur y Juan Agustn Garca, por

    dar algunos ejemplos, propusieron diversos proyectos para introducir la enseanza

    utilitaria. En este marco tambin se incluyen los proyectos de reformas propuestos

    por el ministro de Instruccin Pblica Osvaldo Magnasco, de los cuales nos

    ocuparemos ms adelante. El producto inmediato de este movimiento fue la

    creacin de las primeras escuelas comerciales e industriales en Buenos Aires y

    Rosario.

    Sin embargo, la forma en que se presentaron los proyectos destinados a la

    educacin tcnico profesional, revel que se operaba sobre la base de una relacin

    directa con la economa. Este sector de la burguesa supona que para mejorar la

    produccin agrcola, minera o industrial, no haba ms que fundar escuelas

    especializadas en esos rubros. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedi en

    Europa luego de la revolucin industrial, donde la educacin se adapt a los

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    nuevos grupos sociales y econmicos, en la Argentina los proyectos de

    modificacin fueron un intento previo al cambio econmico y llevaban la intencin

    de promoverlo:

    En ltima instancia, las razones del fracaso de los intentos diversificadores en la

    educacin residi en la ausencia de una base social que lo sustentara () A su vez,

    advertir cmo el desarrollo de la educacin cumpli ms que una funcin

    econmica, una funcin esencialmente poltica (Tedesco, 2009: 57).

    En cambio, la burguesa liberal apoyada en el normalismo fue la que impuso las

    formas de trasmisin de saberes: enciclopedista, humanista, nacionalista y

    dudosamente laica. La educacin burguesa, nacionalista y poco prctica estuvo

    dirigida a la clase dominante que le permiti acceder al dominio de los

    instrumentos que posibilitaban algn nivel de creacin de conocimiento. De esta

    forma, el Estado financi la educacin de la clase dirigente para fortalecer la

    reproduccin del sistema capitalista. La clase obrera, por su parte, accedi slo a

    un mnimo de enseanza bsica que garantizaba la homogeneidad cultural. La

    educacin de los trabajadores qued recluda a las sociedades populares y a

    circuitos no formales, como los lugares de trabajo.

    Educacin socialista, laica y racional

    Durante esta etapa, el socialismo estuvo preocupado por mostrar que el sufragio y

    la vida parlamentaria eran las formas ms idneas de conquistar una

    transformacin que podra ser igualmente profunda, la clave de esa evolucin no

    poda ser otra que el mejoramiento de la educacin. En consecuencia, la lucha por

    la naturalizacin de los extranjeros y la educacin se incribieron en el marco de las

    dos tareas centrales que el partido se planteaba entonces: la defensa corporativa de

    los intereses de los trabajadores en tanto clase explotada, as como la

    democratizacin de la vida social y poltca argentina.

    En este apartado recorreremos lo que denominamos la educacin socialista, es

    decir la educacin propuesta por el PS en base a la crtica a la educacin

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    nacionalista, dudosamente laica y poco prctica, impulsada por la clase

    dominante. Para realizar este anlisis nos centraremos en los tres trabajos ms

    relevantes que estudian esta temtica: el de Dora Barrancos (1991), el citado

    trabajo de Puiggrs (1991), y un reciente estudio de Marina Becerra (2003).

    Barrancos, una de las primeras investigadoras que estudi la educacin socialista,

    busca comprender las estrategas concretas de difusin de saberes cientficos por

    parte de los integrantes de la cpula del socialismo, as como por un segundo nivel

    de estos. Puiggrs indaga las alternativas a los enunciados de la pedagoga

    normalizadora (laica y catlica) que provenan de diferentes fundamentos poltico-

    ideolgicos: conservadores, anarquistas, democrtico radicalizados y socialistas.

    Becerra, a partir de los trabajos anteriores, observa cules fueron las estrategias

    que antepuso el PS a las polticas educativas hegemnicas del Estado. Es

    pertinente aclarar que ninguno de las investigaciones problematizan la

    metodologa de la enseanza propuesta por el socialismo, aunque s la describen.

    Durante el periodo comprendido entre 1896 y 1910 se plante en el interior del

    socialismo un conflicto en torno al tema educativo, problemtica que se volva

    central en tanto su perspectiva poltico social sostena como eje la integracin

    cvica de los trabajadores. En este marco, se planteaba, por un lado, la demanda al

    Estado por extender la educacin a las masas, y por el otro, la creacin de polticas

    educativas propias (Becerra, 2003: 12-13). Los socialistas sostuvieron que la

    escuela pblica era mejorable en lo cuantitativo, extendiendo la educacin a los

    trabajadores; y en lo cualitativo: por un lado, deshacindose del real control que la

    Iglesia ejerca sobre la educacin estatal, ms all de la -restringida- laicidad

    formal; por otro lado, oponiendo a la educacin burguesa y nacionalista de las

    escuelas estatales una educacin libre de prejuicios, prctica y renovada, que

    siguiera las orientaciones del movimiento escolanovista (Barrancos, 1991: 9).

    En sintona con estas ideas, Puiggrs distingue dos lneas de educadores

    complementarios dentro del socialismo: el partido y las sociedades populares. Las

    sociedades populares canalizaron las iniciativas educacionales socialistas que no

    tenan cabida dentro del sistema estatal, y se hicieron cargo de las demandas que el

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    Estado no cubra. Tambin constituyeron una importante fuerza dentro del

    sistema educativo, que impuls una educacin democrtica, luchando contra la

    normalizacin represiva (Puiggrs, 1991: 237). Asimismo, Barrancos sostiene que

    el socialismo vea en la educacin dos circunstancias polares pero igualmente

    participes de un sitial equivalente: por un lado ella era percibida como un fin en s

    misma, cuyo mximo valor se hallaba en la mayor legitimidad social que viniera a

    encontrar; por otro, en tanto medio, facilitara el impulso constructivo de las

    masas para obtener transformaciones que garantizarn mayor justicia y equidad

    (Barrancos, 1991: 10-11). De esta forma, el socialismo no propuso alternativas

    pedaggicas sino ms bien oposiciones pedgogicas en relacin a la propuesta

    educativa de nios y adultos (dem, 12).

    El socialismo dispuso una formula de complementariedad en su propuesta

    pedaggica: segn Barrancos, ello resulta tan evidente como el hecho de que, si

    bien no se reservaron crticas para mostrar la fragilidad y endeblez de sus alcances,

    imputndole, asimismo, no ser suficiente severa con la acechanza confesional,

    tambin es cierto que propagandizaron la escuela pblica de diversas maneras

    (1991: 13). En La Vanguardia pueden hallarse avisos destinados a difundir la

    accin de las escuelas de adultos del Consejo Nacional de Educacin (CNE),

    animando a concurrir a sus clases, bien como tomando posiciones a favor de las

    escuelas normales contra la instalacin de bachilleratos, si era a expensas de las

    primeras, y adhiriendo a favor de las escuelas de artes y oficios sostenidas por el

    Estado, demostrando as una prolija aceptacin con el papel de instancia

    opositoria-complementaria que se haba instruido (dem).

    Al mismo tiempo que un grupo de socialistas bregaba por modificar la educacin

    estatal, criticando duramente su contenido (nacionalista y religioso), haba otro

    sector que promova una educacin propia financiada por la comunidad. De

    acuerdo con Dora Barrancos, durante este lapso coexisistieron ambas tendencias,

    mostrando finalmente decidida inclinacin por estimular y apoyar, casi sin

    reticencias, las iniciativas del Estado en materia educacional (1991: 9). En 1910, a

    raz del X Congreso del Partido Socialista, se abandon totalmente la idea de una

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    escuela al margen de la gestin oficial. Atrs quedaban las disposiciones de los V y

    VI Congresos de 1903 y 1904, respectivamente. En el primero de estos, el PS

    haba dispuesto fomentar la creacin de escuelas populares bajo un plan especial

    a fin de sustraer la educacin burguesa y poco prctica de las escuelas del Estado,

    el mayor nmero posible de nios proletarios. En el VI Congreso se aconsej

    que todo Centro Socialista, cuando sea posible, patrocine una escuela obrera

    pblica y gratuita costeada por el peculio de cada adherente, para lo cual cada

    Centro fijar una cuota mnima adhisional. (Barrancos, 1991: 15-16).

    Podemos afirmar, siguiendo a Becerra, que el cambio de postura del socialismo

    estuvo vinculado, en parte, a la capacidad hegemnica que comenzaba a ejercer el

    Estado, a nivel de poltca educativa, cuando comenz aplicarse la Ley Lainez. Esta

    ley, que destinaba mayor presupuesto para la edificacin de escuelas primarias,

    constituy un punto de cristalizacin del intento estatal de conformacin del

    sistema escolar. A partir de 1906, cuando la ley entr en vigencia, comenz la

    fundacin masiva de escuelas por parte del Consejo Nacional de Educacin en

    territorios provinciales, donde anteriormente el Estado nacional no tena

    injerencia directa. Se fundaron entre 665 y 700 escuelas primarias nacionales en el

    primer ao de aplicacin de la ley (Becerra, 2003: 7).

    Indudablemente los socialistas estuvieron influenciados por las corrientes

    positivistas surgidas en el siglo XIX. Pero cules fueron sus ideas pedaggicas?

    Puiggrs, que compone un complejo sistema de categoras, los ubica dentro del

    sistema democrtico-liberal y como fervientes defensores del paradigma

    pedaggico sarmientino. Entenderlos as, implicaba identificar sus ideas de

    educacin popular con el sistema de instruccin pblica y como renuentes a

    aceptar modalidades no escolarizadas, de educacin no formal y de educacin a

    distancia. La relacin entre el educador y el educando era bancaria4 o de

    instruccin (Puiggrs, 1991: 15). Promovan el desarrollo de la sociedad civil, y su

    actividad educacional se articulara con el sistema educativo estatal, sera 4Consiste en depositar conocimientos en la mente supuestamente vaca de cultura o poseedora de una versin inferior, de los educandos

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    financiada por l, pero independiente. Aceptaban el modelo de la instruccin

    pblica, luchando por su aplicacin democrtico radicalizada,5 aunque los

    separaba su concepcin antiespiritualista, su gran carga positivista y su

    antinacionalismo (Puiggrs, 1991: 46).

    Barrancos y Becerra simplifican la caracterizacin y sostienen que el socialismo

    adhiri a la pedagoga racionalista, donde se haca hincapi en la historia natural

    para mostrar el origen del hombre. En cuanto a los contenidos que se proponan,

    haba una tensin entre lo nacional y lo internacional. La estrategia era utilizar los

    mismos elementos del Estado nacional o proponer una alternativa pedaggica que

    construyera conciencia de clase: En fin, la existencia y la creencia en el ritual -

    patritico en un caso, socialista en el otro- era la misma. Lo que aparece

    nuevamente aqu es la contradiccin entre una identidad puramente socialista, y

    una integrada que dara cuenta de cierta voluntad hegemnica de incluir en su

    propia identidad elementos de otros particularismos, resultando as en una cierta

    hibridizacin de su identidad (Becerra, 2003: 66-67). Los socialistas se

    diferenciaron de las prcticas educativas estatales al criticar el signo (patritico)

    propio de los ritos escolares estatales. Sin embargo, coicidieron en la creencia en la

    indiscutible fuerza smbolica de los mismos.

    El problema estaba en aquello que no deca el socialismo al creer tambin

    ciegamente en los rituales, estos es, que toda la simbolizacin es producida

    histrica y conflictivamente, o en otros trminos, que es precisamente el producto

    de la lucha de clases. De este modo, la operacin de erradicacin de la polisemia de

    los rituales, al ser presentados como fenmenos naturales, quitndoles as sus

    fundamentos histricos y por tanto en las polticas educativas estatales

    nacionalistas, como en las polticas socialistas (Becerra, 2003: 68).

    5 Pedagoga de corte Krauso-positivista en oposicin a la pedagoga autoritaria. Esta postura considera a la educacin moral, como el medio ms idneo para producir una revolucin pacfica y al sistema educativo escolarizado la va para consecucin de tal tarea, junto a la lucha contra la corrupcin y la burocratizacin. Adems, desde esta postura se reclam por una mayor participacin de los sectores democrticos de la comunidad educativa y la promocin del papel docente en los sectores populares. Impulsaron decisivamente la participacin de la comunidad educativa en las escuelas y experimentaron formas de cogestin (Puiggrs, 1991: 43).

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    Para contrastar la educacin burguesa, desde el seno de los nucleamientos

    sindicales y las sociedades populares de educacin, se pretendi promover una

    educacin tcnico-profesional con conocimientos tiles para los estudiantes, con

    mtodos de observacin dentro y fuera de la escuela. Desde estos sectores pareci

    privilegiarse, despus de este perodo, una educacin enteramente prctica.

    Asimismo se foment la educacin artstica, en particular la pintura y la msica

    (Barrancos, 1991:76). Becerra agrega que esta educacin prctica fue uno de los

    puntos que aparece continuamente como crtica a las escuelas estatales: se refera

    al modo de aprender que se produca en el mismo trabajo, en el hacer cotidiano,

    vinculado a la -imaginada- identidad socialista, distinto al modo de aprender

    abstracto, propio de las escuelas fiscales, que no les serva a los obreros. En este

    sentido, se opona la escuela laica, prctica, socialista, una escuela renovada y al

    aire libre, frente a la escuela burguesa, poco prctica, nacionalista, e incluso

    religiosa, del Estado (Becerra, 2003: 107)

    Puiggrs, por su parte, si bien no historiza el debate sobre la enseanza prctica,

    asegura que en la debatida cuestin de la vinculacin de la capacitacin laboral en

    la enseanza media, Juan B. Justo rechaz, en la sesin de la Cmara del 10 de

    septiembre de 1912, la polifurcacin, una especializacin incomprensible en los

    colegios nacionales, a donde se va antes de ir a la Universidad. En los proyectos

    de reforma del nivel medio, Justo se limit a advertir el intento de promover

    circuitos de escolarizacin que deriven a los hijos de las clases populares hacia

    especializaciones laborales tempranas y al resto hacia una educacin universalista

    y universitaria pero que en el afn de rebatir esos intentos justific la enseanza

    clsica (PUIGGROS; 1991: 273).

    Puiggrs sostiene que hubo un sntoma de abandono por parte de los socialistas

    de la posibilidad de disear un proyecto poltico-pedaggico distinto al oficial, que

    fuera abarcativo del conjunto de los procesos educativos nacionales (1991: 275).

    Los socialistas renunciaron a la lucha por la hegemona en el terreno poltico-

    pedaggico y se refugiaron en las sociedades populares y los espacios excedentes,

    no totalmente ocupados por los normalizadores, de la escuela pblica.

  • Trabajadores / nmero 5 / marzo de 2014 / pgina 88

    La izquierda de fines del XIX y principios del XX, no supo en la Argentina elaborar

    un nuevo humanismo, que necesariamente deba ser nacionalista y capaz de

    articular las diversas culturas inmigrantes y los elementos dispersos de la cultura

    popular nativa-hispnica. Esa insuficiencia los arrincon en las posiciones laicistas y

    positivistas y les impidi actuar decisivamente proponiendo una alternativa

    profunda al curriculum normilazador (Puiggrs, 1991: 276).

    Para Becerra, en cambio, el resultado de la lucha hegemnica no est decidido a

    priori, sino que depende de las disputas de poder que se dieron en el campo

    educativo. Como en la lucha misma las identidades en pugna son transformadas, el

    desplazamiento socialista hacia una posicin de defensa (con crticas) de la

    educacin estatal, no puede ser interpretado como la renuncia a luchar por la

    hegemona educativa.

    De esta forma, si bien el socialismo particip de dichas disputas, dada la existencia

    de un sustrato comn de produccin de creencias ligado a cierta cultura poltica

    democratizante (que el socialismo se vinculaba fundamentalmente a su referencia

    a los partidos radicales europeos y a la creciente parlamentarizacin de su vida

    poltica; y en la poltica estatal a cierto esptitu reformista e incluso que fue

    definindose hacia el Centenario), fue finalmente integrado en el discurso

    educativo del Estado (Becerra, 2003: 132).

    A partir de lo expuesto, nos parece preciso introducir brevemente nuestra

    perspectiva del problema. Las autoras no observan que haba dentro del socialismo

    dos posturas sobre educacin que en parte eran complementarias y que a partir de

    la ley Linez iniciarn caminos paralelos. Por un lado, se encuentra la cpula del

    PS, que defenda el normalismo sarmientino y la escuela pblica, pero criticaba

    durantemente los contenidos nacionales y la injerencia religiosa que tena el

    catolicismo dentro de las mismas. El Partido apoy durante la primera dcada del

    siglo las propuestas pedaggicas de las sociedades populares pero luego se volc

    nitidamente a demandar al Estado el monopolio absoluto de la educacin. Este

    sector, sobre la base del racionalismo y positivismo, tena una postura favorable a

    la enseanza enciclopedista-humanista que se imparta en los colegios. Por otro

  • Trabajadores / nmero 5 / marzo de 2014 / pgina 89

    lado, se encontraban las sociedades populares de educacin y los gremios, que

    impulsaron las escuelas laicas, a veces para suplir la falta de escuelas pblicas y

    otras, para complementar la educacin poltica para la transformacin de la

    sociedad. Al igual que el otro sector, tenan una mirada crtica respecto a la

    educacin nacionalista y la asechanza religiosa. Sin embargo, sobre la misma base

    ideolgico-poltica, propusieron una enseanza renovadora: en primer lugar,

    porque se trataba de escuelas despojadas de religin, as como, en segundo

    trmino, de elementos xenfobos y racistas del nacionalismo hegemnico (que

    justificaba adems el orden social capitalista) que se manifestaba en las escuelas

    estatales (Becerra, 2003: 105). Por ltimo, las escuelas socialistas seran

    instituciones modernas, de orientacin prctica, a diferencia de las escuelas del

    Estado.

    Educacin burguesa, religiosa y prctica. El debate por los proyectos

    de reformas Magnasco (1899-1900)

    Los proyectos de reforma de los planes de enseanza media y universitaria

    propuestos al Congreso por el ministro de Justicia e Instruccin Pblica, Osvaldo

    Magnasco, durante la segunda presidencia de Julio A. Roca, fueron el primer

    intento relevante por parte de la oligarqua de modificar la educacin hacia una

    orientacin tcnico-profesional. Constituyeron uno de los dos intentos (el otro fue

    el proyecto Saavedra Lamas en 1916) de modificar en parte la ley 1.420. Los

    proyectos fracasaron porque la burguesa liberal se opuso fuertemente a los

    cambios propuestos.

    En esta parte de nuestra investigacin nos interesa observar las interpretaciones

    histricas que se realizaron en torno a estas reformas. Para realizar este anlisis

    nos concentraremos en los tres trabajos ms relevantes que estudian los proyectos

    en base a las discusiones parlamentarias que se dieron en torno a estos: Puiggrs

    (1991), Tedesco (2009) e Ines Dussel (1997). Es oportuno aclarar que si bien el

    socialismo no particip de los debates legislativos, dio una discusin interesante

  • Trabajadores / nmero 5 / marzo de 2014 / pgina 90

    dentro del perodico partidario La Vanguardia sobre las reformas, que

    intentaremos reconstruir en el siguiente apartado.

    El 31 de mayo de 1899, con la firma de Roca y del propio Magnasco, se elev al

    Congreso Nacional un proyecto de Plan de Enseanza General y Universitaria.

    Este proyecto avanzaba y contradeca las tres leyes que regan en educacin hasta

    entonces y que desarrollamos anteriormente. El objetivo del gobierno estaba

    centrado en eliminar el enciclopedismo y reorientar el sentido de los estudios de

    un sector importante de la juventud hacia una enseanza utilitaria. Para

    Magnasco, la educacin deba preocuparse sobre todo por generar un espritu

    industrioso y trabajador, de valores capitalistas que ayudaran a motorizar el

    desarrollo econmico (Dussel, 1997: 94).

    El plan planteaba la articulacin de todos los niveles, incluida la educacin inicial.

    Supona un sistema organizado en 4 etapas:

    1- La enseanza primaria preparatoria, de los 6 a los 8 aos;

    2- La enseanza primaria inferior, media y superior, de seis aos de duracin,

    divida en 3 ciclos de dos aos cada uno;

    3- La enseanza secundaria, organizada en un ciclo general de 4 aos y uno

    especial preparatorio para las universidades de 3 (salvo para la Facultad de

    Agronoma que requea dos aos de enseanza preparatoria);

    4- La universidad, estructurada en ramas profesionales y doctorales, mientras

    que la segunda quedaba a arbitro de las propias instituciones (Dussel, 1997: 86).

    Un ao despus, lleg al Congreso Nacional otro proyecto de ley que intentaba

    suprimir varios colegios nacionales y transformarlos en escuelas de tipo prctico.

    El proyecto estableca que, de los 19 colegios nacionales existentes, se conservaran

    seis (Buenos Aires, Crdoba, Tucumn, Mendoza, Rosario y Concepcin del

    Uruguay), y se transformara a los trece restantes en institutos prcticos de artes y

    oficios, agricultura, industria, minera, comercio, u otras ramas productivas. A

    nivel poltico y financiero, la reforma implicaba transferir progresivamente el

    control y el subsidio nacional a las provincias. Con los gastos anteriormente

  • Trabajadores / nmero 5 / marzo de 2014 / pgina 91

    asignados a los colegios, se sostendran becas para el traslado y sostn de los

    alumnos que ameritaran cursar en los escasos colegios nacionales, y se procedera

    a fundar y sostener estas escuelas prcticas especiales. El proyecto tambin prevea

    traspasar el subsidio a las escuelas normales de las provincias, cubrindose

    inicialmente el 100% del monto actual para ir reducindolo un 10% cada ao,

    hasta establecer un fondo permanente de ayuda a las escuelas normales

    provincializadas del 20% de su costo de funcionamiento. El dinero ahorrado por la

    Nacin podran destinarse a la escolaridad primaria (Tedesco, 2007; Dussel, 1997:

    91).

    Las reformas, de acuerdo a lo que sostienen Tedesco y Dussel, tuvieron varios

    aspectos negativos. Los autores basan sus explicaciones en la postura del grupo

    poltico que ms fuertemente se opuso al proyecto: los normalistas y liberales

    humanistas liderados por el diputado Alejandro Carb.6 La disidencia

    parlamentaria gir en torno a la defensa del sistema educativo unificado, como

    base de la consolidacin republicana (Dussel, 1997: 83). Se le atribuy un carcter

    antidemocrtico al proyecto de reforma, ya que se basaba en mantener colegios

    nacionales exclusivamente en algunas provincias y, sobre todo, en la Capital

    Federal. De esta forma se priva del mecanismo de formacin de lites dirigentes a

    un sector importante del interior, ya bastante marginado y dependiente de los

    ncleos centrales (Tedesco, 2009: 169).

    Para Tedesco, las razones que impulsaron a parte de la oligarqua a promover estos

    proyectos eran una combinacin de factores, donde, adems de la crisis

    econmica, actuaba como motivo importante de la crisis poltica que sobrevino con

    la Revolucin del 90 (2009: 77). De acuerdo a esta tesis, la reforma habra sido

    movilizada por motivos polticos para quitarle poder a los sectores medios que

    estaban enfrentndose al gobierno por la democratizacin del sufragio. El autor

    sostiene que estos sectores fueron los principales opositores a la diversificacin de

    6 La fuente utilizada por ambos trabajos es el Diario de Sesiones de la Cmara de Diputados de la Nacin, Buenos Aires, Ca. Sudamericana de Billestes de Bancos, ao 1900, Tomo I

  • Trabajadores / nmero 5 / marzo de 2014 / pgina 92

    la enseanza, ya que sta les obstaculizaba el camino para tener una formacin

    igualitaria a la de los sectores gobernantes. La hiptesis de la necesidad econmica

    de la enseanza tcnica aparece desdibujada y ocupando un lugar similar o

    inferior a otro tipo de justificaciones de carcter social o poltico (Tedesco, 2009:

    168). Parte de esta idea est avalada por el propio ministro, quien conceda que la

    medida intentaba motorizar la industria en el pas.

    Por su parte, Dussel califica al proyecto de Magnasco como el ms autoritario y

    conservador, () creando un sistema educativo fuertemente segmentado. La

    autora sostiene que el Plan fue un recurso de la oligarqua para cerrarle la

    posibilidad a otros sectores sociales de ascender al poder. Enarbolando

    argumentos sobre la ineficiencia del sistema y las restricciones presupuestarias,

    pero sobre todo alertando contra los peligros de una educacin nica que creara en

    todos los sectores sociales ms expectativas de las recomendables para el orden

    conservador oligrquico, Magnasco propuso el cierre de la mayor parte de los

    colegios nacionales y su transformacin en institutos de enseanza prctica,

    industrial y agrcola (Dussel, 1997: 83).

    La otra preocupacin de la burguesa liberal, adems del carcter antidemocrtico

    de la reforma, giraba en torno a la privatizacin encubierta de la enseanza a

    manos de la Iglesia Catlica. Ambos autores destacan la argumentacin que realiz

    en el Congreso el diputado Carb, respecto a la imposibilidad ecnomica de

    muchas provincias de mantener los nuevos colegios. Obviamente, las dificultades

    econmicas de stas hacan presumir que la atencin prestada a esos

    establecimientos decarera notoriamente, permitiendo de esta forma el

    resurgimiento de la Iglesia como agente educativo importante (Tedesco, 2009:

    169).

    Dussel afirma que la actuacin del normalismo en este debate anud otros

    sentidos menos democrticos de lo que podra sospecharse a primera vista, a la

    educacin secundaria (Dussel, 1997: 84). De aqu se desprende una crtica a la

    postura de la burguesa liberal que consigui mantener el status quo en materia

  • Trabajadores / nmero 5 / marzo de 2014 / pgina 93

    educativa: ya que en el mismo acto, se estableci como contenido de este sistema

    a la educacin humanista clsica, a la que hizo equivaler a la nica enseanza

    general y democrtica posible (Dussel, 1997: 84). Para la burguesa liberal, la

    enseanza secundaria deba recaer en el humanismo clsico; slo era posible un

    tipo de instruccin; las otras no eran legtimas ni valiosas. Para el grupo que

    encabeza Carb, la enseanza utilitaria no era una enseanza general; la nica

    enseanza general deseable era la que persegua ms inters que proporcionar una

    gimnasia especial a la mente que preparase para la universidad y para la vida. Por

    lo tanto, no deban realizarse cambios en los programas educativos. En cambio, el

    Estado deba hacer frente al analfabetismo, que en el pas ascenda a 1.819.031

    personas.7 Para este sector, se deba profundizar la ley 1.420 como la nica forma

    de combatir el analfabetismo para sostener y mejorar la democracia.

    En su investigacin, Puiggrs plantea una alternativa tanto al proyecto Magnasco

    como a la postura normarlizadora de la burguesa liberal. Para tal fin utiliza la

    perspectiva del grupo educativo que denomina democrtico-liberal, encabezado

    por Carlos Vergara. El pedagogo insista en la necesidad de dotar al nivel medio de

    un currculum que atendiera al trabajo, la relacin con la realidad y la relacin con

    la poltica (Puiggrs, 1991: 199). Este artculo de Vergara ser una de nuestras

    fuentes de anlisis en el prximo apartado, porque si bien el director de la escuela

    7En La Vanguardia se publican los siguientes datos: La poblacin actual de la Argentina se calcula en 4.453.000 habitantes distribuidos as: a) mayores de 6 aos 3.710.000; b) menores de 6 aos 813.000. El analfabetismo se computa sobre los nios que estn en edad escolar y sobre los adultos:Saben leer y escribir 1.334.000No saben.. 1.382.000

    2.716.000Hay, pues, entre cada 100 adultos, 51 que no saben leer ni escribir.Entre los nios en edad escolar:Saben leer y escribir 556.000No saben.. 438.000

    994.000Resulta que de 100 nios en edad escolar, 56 van a la escuela o saben leer y escribir, y 44 carecen de toda instruccin. En trminos generales el 49% de la poblacin del pas se compone de analfabetos. Ver LV 19-09-1900 - Las Reformas Proyectadas

  • Trabajadores / nmero 5 / marzo de 2014 / pgina 94

    de Mercedes no era socialista, s tuvo un acercamiento importante al PS y fue uno

    de los referentes pedaggicos del socialismo.

    El propsito de una educacin burguesa, religiosa y prctica demostr que la clase

    dominante a comienzos de siglo XX tena grietas respecto al proyecto educativo

    que le permitiese construir su discurso hegemnico. La reforma impulsaba una

    modernizacin social y cultural conservadora, fuertemente clasista, tibiamente

    industrialista y federalista. Tedesco y Dussel plantean que el proyecto persigui un

    fin poltico que alejaba a los sectores medios de la posibilidad de acceder al poder.

    Sin embargo, como Tedesco menciona, dentro del debate parlamentario8 se desliz

    que la enseanza tcnico-profesional adherida al retorno de la moral cristiana

    como eje de la enseanza, poda aprovecharse para frenar a los trabajadores que

    comenzaban a fortalecerse a comienzo de siglo. La burguesa liberal, por su parte,

    escudndose detrs del argumento antidemocrtico de la reforma, busc

    perpetuar la ley 1.420, que tambin impona lmites a los hijos de los trabajores

    dentro del mbito educativo.

    A partir de lo expuesto, nuestra hiptesis sostiene que la reforma educativa tena

    como principal objetivo frenar el avance poltico de la clase obrera a travs de la

    privitazacin encubierta que emprenda el proyecto, destinando a la Iglesia

    Catlica el control del aparato de trasmisin cultural ms importante de la

    modernidad. La educacin, de esta forma, cumpla una doble funcin: por un lado,

    se desempeaba como disciplinadora de la clase trabajadora; mientras, por otra

    parte, seguira formando a un pequeo grupo de burgueses para gobernar el pas.

    8 Tedesco relata que el diputado Castellanos sostuvo que la educacin secundaria clsica era perjudicial para los hijos de obreros por alejarlos de su centro natural, sostiene que el Estado debe proveer a este sector de un tipo especial de educacin (Tedesco, 2009). Por su parte, Dussel transcribe parte de la argumentacin de Magnasco que iba dirigida en este mismo sentido: Las clases gobernantes y directivas -que son las ms escasas, naturalmente- es claro que requerirn otro gnero de ilustracin, mucho ms amplia. Pero la masa del pueblo no responder jams a sus destinos si comienza a rebelarse, o si los gobiernos, mejor dicho, la hacen rebelarse contra las contingencias que constituyen la primera condicin de vida. Por eso conviene tener en cuenta estas reglas de sociologa elemental: son indispensable so pena de extraviarse, Diario de Sesiones, 1900, 21 de septiembre de 1900. Citado en Dussel (1997: 96).

  • Trabajadores / nmero 5 / marzo de 2014 / pgina 95

    Sin embargo, el proyecto promova la posibilidad de darle sentido a la educacin

    de los trabajores en el contexto de la conformacin social de la Argentina. La

    educacin prctica permita la capacitacin tcnico-profesional de los educandos.

    Era una forma de darle a los hijos de los obreros herramientas cintificas y

    tcnicas de la moderna sociedad insdustrial que les posibilitase una mejor

    insercin al mundo del trabajo.

    Educacin socialista, laica, racional, cientfica. Tcnico-profesional o

    humanista-enciclopedista? El debate a partir de los proyectos de

    reforma Magnasco dentro del socialismo

    Ms all de las crticas que sucitaron las reformas impulsadas por Magnasco

    dentro del socialismo, los proyectos abrieron un debate acerca de la metodologa

    que deba aplicarse para incorporar los saberes de la pedagoga racional, cientfica

    y laica. Durante esta primera etapa, se pueden apreciar dos posturas que sostenan

    la educacin socialista pero planteaban formas antagnicas de acercarse a las

    mismas. Intentaremos en este ltimo apartado reconstruir estas dos posiciones a

    partir de las notas publicadas en La Vanguardia.

    El profesor Angel Sesma fue el representante del socialismo que estudi el

    proyecto Magnasco en profundidad. Por este motivo, el Comit Ejecutivo le

    encomend que dictara una conferencia pblica en el Centro Socialista Obrero

    sobre las reformas, y que realizara un artculo sobre los cambios que planteaba el

    Poder Ejecutivo con el ttulo Educacin: Las Reformas Proyectadas. El texto es un

    anlisis crtico del proyecto, en particular en torno al problema del analfabetismo y

    la falta de infraestructura y de docentes para solucionarlo. La otra inquietud que

    aparece es la consecuencia de la supresin de los colegios nacionales y escuelas

    normales:

    Todo cuanto tienda a suprimir analfabetismo es bueno. Lo que tienda a

    perpetuarlo, es malo. El gobierno suprime escuelas normales so pretexto que son

    invernaderos de policastros y de ignorantes. Es solo pretexto. Nosotros sabemos

  • Trabajadores / nmero 5 / marzo de 2014 / pgina 96

    que las Universidades, los Colegios Militares y los Seminarios han producido

    polticos abominables y el gobierno tambin lo sabe, y no por eso pide la supresin

    de esos institutos de enseanza. La saa es para los Colegios Nacionales y Escuelas

    Normales. Han producido malos frutos, y hay que estirparlos. Se prodran

    reformar los programas, modificar la organizacin, enaltecer el magisterio

    libertndolo de las infames imposiciones que gravitan sobre l desde el momento

    que el profesor acepta el puesto hasta que decepcionado o muerto lo abandona.

    Pero el gobierno no quiere perfeccionar; prefiere destruir, y destruye.9

    Esta medida conllevara a la privatizacin de la educacin, a los que slo podrn

    asistir los hijos de la pequea burguesa,

    los hijos de los proletarios quedarn ms que nunca desamparados en educacin

    () Entonces las rdenes religiosas asumirn el papel de providencia. En cada

    ciudad, en cada pueblo fundarn asilos y escuelas en las cuales ensearn

    gratuitamente a los pobres, catecismo y primeras letras. () Frente a las hbridas y

    costosas escuelas prcticas que funde el gobierno, los religiosos fundarn escuelas

    de artes y oficios; en ellas recibirn a centenares de nios, a los cuales vestirn,

    darn de comer, instruirn catlicamente y ensearn un oficio; en cambio

    exigirn pequeas mensualidades, o bien se reembolzarn de los gastos con el

    producto del trabajo de los menores, como hacen los religiosos del Colegio San

    Carlos.10

    La nota refleja el desasosiego del partido ante las reformas. Sin embargo, fue a

    partir de la conferencia del profesor Sesma, realizada el domingo 23 de marzo de

    1901, que se abrieron claramente dos posiciones antagnicas respecto al proyecto

    Magnasco: La primera porque obliga a los jvenes a estudiar materias que no son

    necesarias para los fines que persiguen, ni para los prpositos de las carreras

    liberales y la segunda porque con la reforma ha dejado un plan incompleto y

    estril, pues no sirve ni para los fines anteriores al decreto, ni tampoco para los

    9 Las Reformas Proyectadas, La Vanguardia, 19 de septiembre de 1900. 10 dem.

  • Trabajadores / nmero 5 / marzo de 2014 / pgina 97

    propsitos que persigue el ministro Magnasco.11 El artculo firmado por Manuel

    Lobo desnuda las dos concepciones que haba dentro del socialismo respecto a las

    tcnicas y planes de estudio. A la que defenda el antiguo plan la denominaremos

    humanista-enciclopedista, por un lado, y a la que planteaba que haba que

    modificar el plan junto con los mtodos de enseanza la llamaremos tcnico-

    profesional, por otro.

    Los humanista-enciclopedistas criticaban la reforma porque se alejaba de la

    educacin clsica que postulaba el liberalismo: Concepto estos -aseguraba Guido

    Anatolio Cartei- como una nueva manifestacin de la decadencia y del espritu

    reaccionario que vase acentuando cada da ms en una nacin donde, poco a poco,

    aumenta la densidad de las nubes que se han interpuesto entre nosotros y aquellas

    estrellas de primera magnitud que fueron Rivadavia, Alberdi y Sarmiento.12 En

    este sentido, se estableci una frrea defensa al normalismo. Mientras dentro de

    las escuelas primarias han llegado a un inconcebible grado de complejos y pesados,

    a los de la escuela secundaria se los va podando, puesto que se les quita lo til y se

    le deja y acrecienta lo superfluo.13 En medio de esta disputa se realiz el Primer

    Congreso Pedaggico Argentino, del cual el socialismo form parte. El Comit

    Ejecutivo del PS public tres artculos en La Vanguardia donde subrayaba los

    puntos que creemos de trasendencia:

    1- Creacin de ms escuelas normales de maestros y repudio del sistema

    implantado por el actual gobierno al refundir las Escuelas Normales en los

    Colegios Nacionales. La Repblica necesita cien Escuelas Normales

    2- Creacin de bibliotecas, museos y talleres escolares y comunales. Fomento

    de la educacin por medio de las asociaciones locales tendientes a propagarla y

    arbitrar recursos para el sosteniemiento y vestido de los nios pobres.

    3- Enseanza laica. El maestro, en la escuela, los padres en el hogar, los

    sacerdotes en sus templos: todos tienen determinada su esfera de accin.

    11 Manuel Lobo, El decreto de Magnasco y nuestros intereses, La Vanguardia, 30 de marzo de 1901.12 Guido Anatolio Cartei, Los planes de estudio y nosotros, La Vanguardia, 6 de abril de 1901.13 dem.

  • Trabajadores / nmero 5 / marzo de 2014 / pgina 98

    4- Necesidad de la creacin de un Consejo de Enseanza Secundaria y

    Normal.14

    La preocupacin estaba puesta en la ausencia de la educacin moral: la formacin

    y disciplina del espritu democrtico del pueblo argentino () cuya solucin urge,

    para consolidar las conquistas que el trabajo ha hecho en los ltimos 20 aos y

    romper para siempre con la tradicin de la barbarie que ha hecho tristemente

    celebre a Sud-Amrica. El analfabetismo facilitaba la explotacin de los

    trabajadores: las masas anlfabetas o semi-analfabetas, incapaces de atender con

    decoro a las premiosas necesidades de la existencia por causa de la falta de

    educacin profesional, encuentran los corruptores del sugrafio numeroso ganado

    humano que secunde sus designios.15

    La educacin profesional que hace referencia el texto era una educacin positiva y

    cintifica, donde se deba ensear principalmente: Economa Poltica (que debe

    ser el Catecismo razonado de las personas que comienzan), Higiene, Ciencias

    Naturales, Instruccin Cvica y Sociologa. La relacin que deba establecerse entre

    el educando y el educador era bancaria: En nuestro pas los padres son muy

    ignorantes y supersticiosos. Atraed esos padres, celebrad reuniones, conferencias,

    lecturas pblicas, y enseadles higiene, economa, y en general todo aquello que

    segn las localidades pueda serles til.16

    La cuestin docente aparece en el debate por las reformas: en el aspecto

    cuantitativo se estimaba, segn afirmaba Sesma, que hacan falta 12 mil maestros

    en 2.400 escuelas para educar a 438 mil nios que estaban en edad escolar y no

    iban a la escuela. Para aumentar el plantel docente se precisaban 120 escuelas

    normales para obtener 12 mil maestros despus de 10 aos. Refirindose al

    atributo cualitativo se sostena que haba que mejorar la capacitacin de los

    maestros:

    14 Primer Congreso Pedaggico Argentino, La Vanguardia, 15 de diciembre de 1900.15 dem.16 dem.

  • Trabajadores / nmero 5 / marzo de 2014 / pgina 99

    Debe estimularse la formacin de buenos profesores de profesin mediante

    mejores sueldos y mayores consideraciones. Esto es lo que ha debido hacer el

    ministro Magnasco, en lugar de fraguar esos famosos planes de estudios con los

    que pretende orientar en un sentido prctico la educacin de la juventud, pero que

    en realidad servirn para intensificar la ignorancia que an manda en el pas.17

    El artculo de Cartei sostena que la reforma perjudicaba a la educacin de la

    burguesa, que se alejaba de los contenidos cintificos y se acercaba a los

    religiosos. Las consecuencias de esta rancia educacin (): el clero cada vez ms

    influyente en la poltica interior y exterior del gobierno; la instruccin pblica cada

    da menos laica, el espritu teocrtico dominando las leyes y decretos. Por lo

    tanto, afectaban a los intereses de los trabajores que deberan exigir la formacin

    de una burguesa inteligente, moderna y atrevida, cuya mirada vaya explayndose

    por amplios horizontes, ni tacaa ni derrochadora, ordenada y econmica y que

    sepa hacerse cargo del rol que histricamente le corresponde.18

    En tanto, una nota firmada por Una mujer que piensa agregaba: si la clase

    pudiente se vuelve ignorante ser orgullosa y sostendr el clericalismo y a todos los

    enemigos de la libertad del pueblo; en cambio, cuanto ms ilustrada sea esa clase,

    ms amar la justicia y la libertad y, en busca de esos ideales, formar causa con

    los trabajadores.19 De esta forma, la enseanza cientfica, racional y positiva

    podra cooperar a la formacin de () una clase burguesa cual la preferimos

    nosotros.20

    Desde esta perspectiva se consideraba la enseaza prctica poco ventajosa para la

    vida moderna, tanto para los hijos de los trabajadores como para los de la

    burguesa:

    En los nuevos planes de enseanza secundaria, nos encontramos con que la

    educacin cientfica y la instruccin cvica ocupan en ellos un lugar secundario,

    17 Reformas Educacionales, La Vanguardia, 23 de marzo de 1901.18 Guido Anatolio Cartei, Los planes de estudio y nosotros, La Vanguardia, 6 de abril de 1901.19 Las Reformas del ministro Magnasco, La Vanguardia, 13 de abril de 1901.20 Guido Anatolio Cartei, Los planes de estudio y nosotros, La Vanguardia, 6 de abril de 1901.

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    ms secundario an que en los programas anteriores, puesto que se las sacrifica a

    muchas pamplinas y paparruchas y a un simulacro de trabajo manual, que tendr

    por resultado hacer perder el tiempo a la juventud, sin ventaja alguna.21

    No era la nica crtica a la educacin prctica. Lotus sealaba que en un rapto

    final los ha transformado en escuelas en las cuales se les ensear a cultivar

    repollos y zanahorias. Magnasco quiere que el pas se pueble de verduleros

    eruditos en historia.22 El Estado deba que sostener la educacin clsica

    humanista-enciclpedica y, si quera evitar la proliferacin de profesionales

    liberales, haba que establecer ms severidad en los exmenes y aumentar los

    impuestos de los alumnos, en vista de que ese argumento sin vuelta de hoja que a

    medida que aumenta el precio de una cosa diminuye el nmero de los que pueden

    alcanzarla.23 Por otra parte, si se tratara de fomentar la enseanza prctica en

    agricultura, lo que se deba hacer es fundar en todas las provincias colonias

    agrcolas, llamando a ellos a los nios y los jvenes analfabetos, a los que al

    mismo tiempo se deba ensear a leer, escribir y contar, como tambin los deberes

    y derechos del ciudadano y de ese modo haran una doble obra de progreso.24

    Sin embargo, la enseanza tcnico-profesional era reclamada por otra parte del

    socialismo y se reflejaba en la prctica de las escuelas laicas fundadas por la

    militancia. Para reforzar esta postura sumaremos un texto sobre al debate

    Magnasco del profesor Carlos Vergara,25 que si bien no fue militante del socialismo

    era muy respetado por los componentes del partido.

    21 dem.22 Notas, La Vanguardia, 9 de marzo de 1901.23 Guido Anatolio Cartei, Los planes de estudio y nosotros, La Vanguardia, 6 de abril de 1901.24 Las Reformas del ministro Magnasco, La Vanguardia, 13 de abril de 1901.25 Carlos Vergara fue un docente y director de la escuela de Mercedes, donde implement su modelo educativo. El pedagogo no fue socialista aunque era uno de los referentes en materia educativa. A ttulo informativo diremos que entre otros, tienen asiento en el Congreso: Mercante, Vergara y Ferreyra, etc., las ms altas personalidades del magisterio contemporneo (La Vanguardia, 8 de diciembre de 1900) o Tenemos pensadores en educacin, de la talla de Carlos Vergara, el cual puede ponerse ventajosamente al lado de Tolstoy, de Pestalozzi, de Rousseau, etc., pero como no es, este por ejemplo, extranjero creis que es conocido dignamente apenas por unos pocos? (La Vanguardia, 31 de agosto de 1901). Barrancos y Puiggrs, tambin, afirman que

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    Desde esta posicin se criticaba el proyecto del Ministro de Instruccin Pblica

    pero se observaba positivamente la inclusin de la enseanza prctica:

    Si las reformas no son completas, lo juicioso sera pedir que lo sean, pero no

    combatirlas en absoluto, porque eso conducira a dejar las cosas como estaban

    antes del decreto y ese estado de cosas no conviene a los intereses de los obreros,

    porque contribuye a fomentar la empleomana en la juventud y a formar una clase

    dirigente inepta y movida solo por el lucro. Fomentar en la juventud los trabajos

    manuales es contribuir a formar ciudadanos tiles y que se basten asi mismos y

    estos seran los socialistas del porvenir, mientras que de la juventud actual nada o

    muy poco podemos esperar.26

    El problema de la educacin clsica humanista-enciclopedista era que fomentaba

    las profesiones liberales y estas, a su vez, el empleo pblico y la carrera poltica en

    busca de ventajas puramente personales:

    No pudiendo aquellos vivir del ejercicio de sus profesiones, se ven en la necesidad

    de buscar en la poltica los medio de existencia. El decreto que tiende a disminuir

    el nmero de aquellos, facilita la regularidad de la vida pblica, y en este sentido el

    decreto de Magnasco puede convenir a los intereses de los obreros, que estn

    interesados en que se reforme la poltica del pas.27

    De esta forma solo se preparaba a la juventud pudiente para comprender los

    variados sistemas de filosofa, para gozar las sublimes grandezas de la literatura

    clsica y para admirar a los genios de la Ciencia y el Arte.28 En cambio, uno de los

    deberes primordiales del Estado era preparar para la vida a los ciudadanos,

    principalmente a los desheredados de la fortuna. Pero en nuestro pas el pobre

    instruido contempla con desesperacin su pobre porvenir, que se ve condenado al

    servilismo para poder recoger las mijagas del rico.29 Vergara pensaba el conflicto

    Vergara estuvo muy cerca del socialismo, apoyando, colaborando y asesorando a las escuelas socialistas. 26 Manuel Lobo, El decreto de Magnasco y nuestros intereses, La Vanguardia, 30 de marzo de 1901.27 dem.28 Escuelas de Artes y Oficios, La Vanguardia, 24 de marzo de 1901.29 dem.

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    en la misma direccin: la educacin de los Colegios nacionales lejos de ser ms

    democrticos son elitistas que forman empleados pblicos que no generan

    ninguna riqueza (Vergara, 1911).

    Desde esta corriente la instruccin y la enseanza de las artes manuales eran los

    agentes que modelan el carcter y las costumbres de los individuos; son ellas las

    que convierten al nio en hombre y al hombre en ciudadano til y las que deben

    ser suministradas convenientemente por el Estado, para asegurar el porvenir con

    los medios para ganarse la vida a la juventud proletaria de nuestro pas. Entonces,

    la reforma Magnasco en vez de formar hombres instruidos y artesanos

    competentes produce fanticos estpidos, subyugados a la religin que

    profesan.30 Vergara, por su parte, sealaba que los proyectos del Ministro de

    Instruccin Pblica pretendan separar la educacin general de la llamada de

    aplicacin. En tanto que, toda enseanza debera tener bases prcticas, de modo

    que la teora vaya estudindose en sus aplicaciones,

    an los mismos futuros abogados y mdicos, si necesitan estudios preparatorios,

    stos, para ser de verdad, para que sean estudios realmente beneficiosos, deben ser

    de ciencia viva, de ciencia en accin que les de conocimiento en el mundo tal como

    es, y para el cual tiene que dictar leyes el abogado, hacer construcciones el

    ingeniero, y el mdico buscar remedios para enfermedades que tiene orgenes en

    las condiciones de ese mundo, a que la ciencia debe siempre referirse, an desde la

    nociones ms elementales (Vergara, 1911: 270).

    Los ejemplos de las escuelas tcnico-profesionales exitosas haba que buscarlos al

    norte, en los pases industrializados, como Gran Bretaa, Alemania o EE.UU.

    Vergara propona que las escuelas fueran fiel expresin de la vida, de su labor, en

    el mismo rumbo que sealan los progresos del trabajo, de la moral y de la ciencia,

    es lo que necesitamos (1911: 272). El objetivo para el pedagogo era que cada

    colegio fuera un centro de produccin que se costee a s mismo, donde el trabajo

    sea la base de la ciencia a la vez que como agente de alegra y de felicidad, como

    agente vigorizador, nunca como obligacin enojosa (1911: 276). El educador no 30 dem.

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    escapaba a las concepciones positivistas y darwinianas de la poca: consideraba a

    las razas latinas inferiores a las sajonas; por tanto haba que imitarlas, la

    enseanza prctica y un gobierno republicano federal y democrtico eran el punto

    de partida.

    Un buen ejemplo de la enseanza prctica propuesta por los socialistas aparece en

    una nota firmada por VM y R, donde proponan suprimir el programa de Moral, el

    de Instruccin Cvica, el de Caligrafa y el de Higiene; materias que ensearn en

    todo momento en casos prcticos, y no por motivos rebuscados, lo requieran. El

    programa de cada materia consistira sencillamente en dos o tres indicaciones

    generales o sintticas, que determinen el maximun de enseanza que puede darse;

    a fin de dejar al maestro campo, para el desembolvimiento de sus propias

    aptitudes o ideas, y dar lugar as a la experiencia, o sea a la ciencia.31

    Sin embargo, ser en las escuelas laicas fundadas por las sociedades populares

    donde se puede observar la concepcin de enseanza tcnico-profesional

    incorporada por el socialismo. El profesor Vicente Moyano explicaba los objetivos

    de la Escuela Laica Carlos Marx, en la que colabor en su diseo Vergara:

    Se trata de tener una escuela libre, de carcter popular, () con un horario y

    programa ajustados a los ms altos principios de la higiene y de la pedagoga, se

    pongan en prctica los mejores mtodos educativos descubiertos, y se preocure la

    resolucin de todos los interesantsimos problemas que encierra la educacin.32

    Barrancos, en su investigacin, realiza una profunda descripcin de las escuelas

    fundadas por la militancia socialista, donde se detallan aquellas que tuvieron

    dentro de sus programas mtodos prcticos. El pionero fue el Centro Socialista de

    Estudios de 1896 que incorpor materias bsicas, otras de formacin ideolgica y

    poltica, algunas de corte prctico y otras, finalmente, artsticas que tendiesen a la

    elevacin cultural de los trabajadores (Barrancos, 1991: 26). Asimismo la Escuela

    Laica de la Boca dict cursos de Fsica, Qumica, Materiales, Mquinas e 31 Educacin, La Vanguardia, 28 de julio de 1900.32 Vicente Moyano, Sobre Educacin: Idea de una Escuela Modelo, Popular, La Vanguardia, 31 de agosto de 1901.

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    Instalaciones Industriales, Mquinas a explosin, Generador de Vapor, Geometra

    aplicada, Mquinas a Vapor, Aritmtica, Contabilidad, Dibujo Lineal, Electricidad,

    idioma nacional. Completaba este perfil curricular Derecho Pblico, Historia

    Natural, Higiene y Primeros Auxilios (dem, 44-45)

    Pero indudablemente fue la experiencia de la Escuela Laica de Morn la que marc

    un precedente. A un ao de su fundacin, La Vanguardia resaltaba los logros de la

    institucin dirigida por Pascuala Cueto: el mtodo de enseanza instructivo,

    aplicado continuamente, ha dado resultados esplndidos.33 El programa inclua:

    Castellano, Aritmtica, Historia, Geografa, Historia Natural, Economa domstica,

    Cocina, Agricultura, Labores manuales, corte y costura, dibujo y msica. En

    trminos de innovacin metodolgica no caben dudas sobre las distancias que

    separaban esta escuela de las otras realizaciones educativas pblicas: los alumnos

    practicaban horticultura y en gran medida aprendan as los contenidos de ciencias

    naturales; los conceptos de las matemticas se adquiran a travs de ejercicios

    concretos, como el de mensurar terrenos a propsito de las visitas programadas.

    Las excursiones tambin constituan una fuente de informaciones: algunas

    quintas, fbricas y talleres eran objeto de observaciones directas sobre

    determinados proceso de transformacin, de acuerdo con las apreciaciones ms

    carcterizadas de las nuevas corrientes pedaggicas. De esta manera -sealaba en

    su informe la directora-, los nios adquieren conocimientos prcticos, que dan, por

    cierto, mejores resultados que toda la teora que se les inculca en las escuelas, que

    no hace ms que confundir las inteligencias: los ejercicios que se hacen con estos

    trabajos vigorizan las facultades fsicas y mentales.34 La enseanza prctica se

    mostraba tambin en otras situaciones que tendan a capacitar para algunos

    oficios, como era el caso del taller de carpintera donde se construan muebles

    destinados a ser usados en la escuela como bancos, armarios, mesas, etc.; o el

    taller de costura donde se compona vestimenta para docentes y alumnos. De

    acuerdo con Barrancos, resulta muy evidente la preocupacin de los dirigentes

    33 Escuela Popular de Morn, La Vanguardia, 25 de mayo de 1905.34 dem.

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    pedaggicos en la cuestin de vincular por un lado la enseanza con situaciones

    objetivas y por otro de establecer un inmediato curso de preparacin para el

    trabajo (1991: 64). Otro aspecto curricular introducido de inmediato fue el de la

    iniciacin artstica (pintura y msica) y hay evidencias que adquiri particular

    significado.

    Como se ve, esta escuela nos muestra cuanto se puede con la perseverancia y la f

    en la obra civilizadora. Y con el tiempo debe ser el timbre de honor para toda la

    gente libre de prejuicios, divulgando ideas sanas en el mayor nmero de escuelas;

    educando e instruyendo nuevas generaciones de la clase obrera para el bien de

    ellos mismos y de las futuras generaciones, y marchando as, hacia su redencin

    intelectual, moral y material.35

    Conclusin

    Analizar el modelo educativo planteado por el socialismo, y en particular los

    mtodos para llevarlo a la prctica, es otra forma de aproximarse al modo en que

    se pens la transformacin social de la sociedad. El debate sobre el proyecto de

    reforma Magnasco que se dio en La Vanguardia es apenas el inicio de una

    discusin que no acaba de ninguna manera en esta investigacin: por un lado,

    porque le pusimos coto al trabajo a partir de la sancin de la ley Linez. Nos queda

    por continuar la indagacin en los aos venideros donde el PS dejar de impulsar

    los proyectos de escuelas propias para centrarse en el debate por las escuelas

    pblicas. Por otro lado, porque utilizamos una de las fuentes ms representativas

    del Partido, pero no la nica; quedan por revisar libros escritos por los militantes y

    otras revistas y perodicos afines.

    De todos modos, la disputa nos permiti visibilizar las principales preocupaciones

    de los militantes del socialismo en torno a la educacin. El primer problema estaba

    vinculado con el analfabetismo, y la consecuente falta de escuelas y docentes para

    remediarlo. La escuela normal sarmientina era, en principio, la nica que reuna

    35 dem.

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    las condiciones necesarias para comenzar a zanjar el inconveniente. En segundo

    orden estaba el tema de la intromisin de la Iglesia Catlica en la educacin. Las

    dos escuelas burguesas que estaban en juego tenan a la religin como soporte

    moral. El resultado era la perdida de todo rigor cientfico y moral en la enseanza

    de los jvenes.

    Por debajo de estas cuestiones aparecen las formas y los mtodos de enseanza.

    Hasta aqu no se haba planteado esta diyuntiva acerca de estas dos posiciones y

    nuestra tarea ser en futuras investigaciones seguir profundizando, ya que

    sostenemos la hiptesis de que detrs de esta conyuntura hay un problema

    estructural. Por un lado, porque el PS apoy la corriente humanista-enciclopedista

    que estaba pensada por y para la burguesa. Una pedagoga teoricista y elitista,

    alejada de las necesidades de los trabajadores, que planteaba una enseanza

    bancaria, donde los alumnos estaban en una situacin de inferioridad respecto al

    docente. Por otra parte, porque pensamos que muchos educadores y gremios que

    sostuvieron la postura tcnico-profesional, que estaba diseada para las

    necesidades de los obreros, se alejaron del Partido y se refugiaron (en particular

    los gremios), en el sindicalismo revolucionario. Pero, adems, porque la

    enseanza prctica propona democratizar la relacin docente-alumno y

    transformar el proceso de enseanza aprendizaje en un vinculo ms igualitario. En

    resumen, creemos que un anlisis de estas cuestiones contribuye a problematizar

    la separacin y la prdida de influencia que tuvo el PS sobre el movimiento obrero.

    Asimismo, pensamos que este problema forma parte de las tensiones cada vez

    mayores entre un partido revolucionario, que se define por su identidad de clase, y

    un partido reformista legal de base pluriclasista (Camarero, 2005; 12).

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