LA BIBLIOTECA COMO INSTITUCION

LA BIBLIOTECA COMO INSTITUCION

LA BIBLIOTECA NO ES UN LUGAR, ES UN SERVICIO

Por: Isabel Forero de Moreno

Dar una visión de conjunto de la Biblioteca como Institución, es un asunto complejo. La sola búsqueda de una definición adecuada de la Biblioteca ha exigido el trabajo centenario de especialistas. Con miras a la claridad en la exposición, se inicia este artículo sobre la Biblioteca con una aproximación a los aspectos más generales que permitan acercarnos a una definición de la Biblioteca como una de las instituciones del saber (aquella en la que éste asegura su reproducción y difusión) vinculada a la noción de Información.1 Para iniciar, se emplea un método indirecto haciendo un listado de las definiciones más comunes acerca del significado de la Biblioteca2, para llegar a probar que se puede definir a partir de sus funciones, su tipología, su destinación y sus procedimientos:

La Biblioteca es un lugar en el que se encuentran libros y otros materiales bibliográficos. Esta definición es desde luego muy elemental. En efecto, podemos encontrar una bodega con libros listos para ser quemados, o una bodega con libros listos para la venta y en ninguno de los dos casos estamos hablando de una Biblioteca. Luego esta definición no se acerca a lo que significa la Biblioteca. A lo sumo lo hará sí a la sola descripción del sitio le agregamos una función; entonces afirmamos que una Biblioteca es un lugar donde se encuentran libros disponibles para que cualquier lector los consulte. En este caso nos acercamos más a la idea global de Biblioteca, aunque aún nos encontremos lejos de una definición cabal.

En efecto, existen entre los posibles lugares llamados Biblioteca algunos que están abiertos a la posibilidad de acceso para cualquier tipo de lector, pero generalmente las Bibliotecas poseen un tipo objetivo de consultantes que se encuentran en grupos específicos de la población, siendo tan sólo las Bibliotecas generales aquellas que colocan la totalidad de sus fondos al acceso indiscriminado de todo tipo de lectores, incluso éstas suelen tener algunos libros con acceso restringido a especialistas o a investigadores.. Por el momento, examinaremos otras ideas acerca de lo que aparentemente es una Biblioteca.

1 Litton, Gaston. (1975). Información bibliotecológica. Bogotá : Voluntad. 143 p. 2 Eco, Humberto. (1981). Biblioteca = en= Biblioteca de Milán: conmemoración 25 años. 175 p.



ISABEL FORERO DE MORENO. MAGISTER

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La Biblioteca es un lugar con libros donde se va a leer. Aquí el asunto es más fácil, incluso que con el primer ejemplo. En efecto, si bien la idea de la lectura es determinante, no es necesario que ésta se efectúe in situ, máxime en los últimos años, en los que el concepto de consulta remota ha desprovisto en algunos casos el desplazamiento físico, hasta el espacio ocupado por la Biblioteca con el fin de leer. Un lector frente a su computador podrá consultar los fondos de la Biblioteca del Congreso en una sesión (actualmente con un pequeñísimo porcentaje de las colecciones, pero en algunos años, de la totalidad) y la idea de lectura asociada al hecho físico del libro no está presente. Sin embargo, nos encontramos frente a uno de los rasgos centrales definitorios de la Biblioteca: la lectura.3

La Biblioteca es una organización destinada a la promoción del saber. Con esta definición descuidamos los aspectos físicos, nos acercamos a otro de los puntos centrales: la relación entre la Información (entendida como el saber) y la disponibilidad de ésta centralmente organizada. Ahora bien, podemos pensar en un contra-ejemplo cuando hablamos de una Biblioteca que alguien posee por simple decoración y que nunca es consultada (el ejemplo no es traído de los cabellos), aquí la relación con el saber se suprime.

Sin embargo, en los ejemplos enunciados tenemos en líneas generales algunos de los componentes de una Biblioteca. A partir de ellos adelantaremos una primera definición de carácter general:

Una Biblioteca, es un conjunto organizado de Información (independientemente de su sustrajo, aunque mayoritariamente compuesta por libros) con miras a su uso por parte de los lectores a quienes esté destinada. Para no repetir lo que ya se encuentra presente en la bibliografía, nos permitimos citar en extenso la definición de Biblioteca que trae José Antonio Magán Wals:4:“A lo largo de la historia, las Bibliotecas son centros que han servido a las sociedades de cinco maneras principales:

1. Seleccionando materiales 2. Adquiriendo materiales informativos diversos 3. Conservándolos de manera adecuada 4. Organizándolos para un acceso público 5. Ayudando al público a la localización de la Información pertinente.”

En definitiva, son centros ligados al proceso de Información con vista a su uso. La definición que da Magan, está hecha desde el punto de vista de la función.

3 Manguel, Alberto ( 1998). Una historia de la lectura. Madrid : Alianza. 396 p. 4 Magan Wals, José Antonio.( 1995). Los servicios Bibliotecarios y las autopistas de la Información

Madrid : Universidad Complutense. .62 p.




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En este sentido parece adecuada porque permite (frente a otras definiciones de carácter formal o físico, como las posibilidades anotadas) determinar los hechos fundamentales que la caracterizan, las que posteriormente en este escrito nos permitirá centrarnos en la idea de un cierto tipo especial de Biblioteca: la Universitaria. Sin embargo, un análisis puntual de la definición anotada nos permite ajustarla a nuestros propósitos de mejor manera, como veremos.

Cuando Magan anota la definición sucinta, en efecto afirma que “las Bibliotecas son centros". En este caso falta incluir algunos aspectos con miras a que la generalidad de la definición no sea empobrecedora. Los centros de este tipo no surgen espontáneamente. El inicio de una Biblioteca es una decisión de carácter personal o institucional que funda un centro dedicado al transporte y difusión de la Información.

Las Bibliotecas surgen como resultado de las necesidades que con respecto a la Información experimentan las sociedades; las razones de su creación son poderosas y unen la Biblioteca a una función central: la conservación y difusión de los saberes. En este primer sentido, la Biblioteca emerge como una institución en la que una sociedad o un grupo social experimenta necesidades de incrementar o conservar la Información que cohesiona a lo social en torno al saber, inaugura un espacio en el que la Información, en sus diversos soportes, se coloca al alcance de los lectores.

Esto exige que los lectores puedan tener un acceso sencillo a las informaciones que buscan. Para esto, las Bibliotecas requieren un esquema de organización tanto de la Información que las componen, como de los empleados que atienden, con el fin de no entorpecer la finalidad última, que es la consulta.

Otra definición de carácter general es la siguiente:

La Biblioteca, cualquier Biblioteca, es una colección de libros y de otros documentos impresos, audiovisuales, electrónicos o informáticos, convenientemente organizada en razón de su utilización, esto es, para servir a una demanda general o específica de lectura e Información. Es, en síntesis, la suma de tres elementos:




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Colección, organización y servicio.

El primer elemento clave es el de colección.

La colección de una Biblioteca es el conjunto de materiales que contiene; estos son primarios (Información en la forma tradicional: libro, material audiovisual físicamente existente) o secundarios (materiales que funcionan como recursos documentales en soportes diversos, que abarcan las informaciones en medios electrónicos). Así, las Bibliotecas se pueden diferenciar de acuerdo con el contenido de las colecciones al menos en dos grupos: Bibliotecas generales (Biblioteca Luis Angel Arango), en las que la colección intenta abarcar todas las ramas del saber, con el fin de poner en manos de todo tipo de público la Información requerida; las Bibliotecas especializadas generalmente forman parte de instituciones específicas (Colciencias) y contienen colecciones determinadas por la función de la institución a la que pertenecen; poseen un tipo específico de público lector, reunido por intereses comunes.

Desde este punto de vista, los documentos que componen la colección de una Biblioteca se deben clasificar en varios tipos, a saber::

De acuerdo con el soporte: impresos, audiovisuales, micro formas y documentos electrónicos (estos últimos, como veremos más adelante, han complementado las funciones de la Biblioteca)

Según la finalidad: obras de consulta y referencia, de ficción o entretenimiento; publicaciones periódicas (que exigen un espacio físico diferenciado: la hemeroteca).

Las Bibliotecas deciden, teniendo en cuenta el tipo al que pertenecen, el tamaño de sus colecciones: desde el monumental de la Library of Congress, hasta mínimo de una Biblioteca pequeña dentro de una dependencia de una Universidad.

Los principios que rigen la adquisición de la Información y substratos de las mismas que la conforman, lo cual plantea para toda Biblioteca, la necesidad de asegurar de antemano una política coherente para la adquisición de las colecciones, en el término «selección».

La selección en una Biblioteca es la clave para su apropiado funcionamiento. En efecto, al ser una institución del saber, los materiales que coloca en disposición de los lectores, deben poseer las características necesarias para




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adecuarse a la demanda del público que asiste a esta unidad de información. La selección se efectúa con un criterio externo y en uno interno.

El externo, consiste en la valoración de los catálogos y bibliografías disponibles

en el mercado, con base en la política propia de la Biblioteca, con el fin de tomar decisiones de adquisición

El interno, consiste en el análisis de los materiales presentes en la Biblioteca,

para dar de baja aquellos que son obsoletos o están afectados por el uso y deben ser repuestos por materiales nuevos y actualizados.

La adquisición en la Biblioteca depende evidentemente del presupuesto que ésta maneje o de otros recursos y se puede dar en alguna de las siguientes formas: compra, donación, canje o biblioteca depositaria. Colección y adquisición, son entonces los dos aspectos que nos permiten tener un mejor acceso a la definición inicialmente mencionada y nos indican lo complejo de acertar con una definición precisa de Biblioteca.

Ahora bien; la definición posee un segundo aspecto: es el de la organización. A éste dedicamos más espacio en el tercer capítulo de este documento cuando presentamos el estudio relacionado con la clasificación de las ciencias ; por el momento nos permitimos tan sólo introducirlo brevemente.

Una vez tomada la decisión de establecer una Biblioteca y determinado su tipo con los criterios de la colección y las políticas de adquisición, resta definir la adecuada organización de los materiales; para esto, contamos con la milenaria experiencia acumulada a lo largo de la historia: desde las marcas con tarjeta de arcilla, a los cestos o anaqueles en los que se guardaban los papiros, rollos, tabletas de arcilla en la antigüedad, hasta los métodos modernos de clasificación, los cuales cada vez se multiplican más, dependiendo de los diferentes tipos de documentos que se producen y los múltiples formatos que emplean. Estos conforman parte de los procesos técnicos de la Biblioteca5; la clasificación en una categoría que desde el punto de vista del contenido y la asignación de un código que facilite su ubicación en las estanterías de acuerdo con el área del conocimiento a la cual pertenece la unidad clasificada. Es en función de estos códigos que los diversos tipos de conocimiento presentes en los materiales de las colecciones se agrupan de acuerdo con un orden preestablecido de categorías según las diferentes materias contenidas en los documentos. La organización es pues, un factor clave en la gestión de la Biblioteca y la toma de decisión con respecto al sistema clasificatorio, permite

5 Cenzer, P S., Cozzi, Cynthia Y..( 1998). Evaluating acquisitions. New York : Haworth Press. 338 p.




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tanto la facilidad en la disposición del material, como el orden y eficiencia del servicio Bibliotecario.

Finalmente, otro aspecto de la definición hace referencia al servicio. La organización de una Biblioteca gravita también en torno a este aspecto. En efecto, la función de la Biblioteca está predeterminada por la relación que ésta posee con los usuarios. Como parte integrante de este aspecto, la Historia de la Biblioteca indica la evolución del concepto de servicio, de un acceso restringido hasta el siglo XIX, en el que el usuario forma parte de una comunidad generalmente cerrada, hasta la Biblioteca Pública (vuelvo a nombrar la Biblioteca Luis Angel Arango) abierta a todo tipo de lector, en la que se presentan las múltiples posibilidades de consulta en sala ( requieren la participación de todo el equipo de trabajo), el préstamo a domicilio, hasta el préstamo interbibliotecario. Esto demuestra aún más la necesidad de haber establecido una definición de la Biblioteca con respecto a su utilización.

De esta manera, quedan anotadas las funciones centrales de una Biblioteca:

selección, adquisición ,conservación, organización, servicio. Los aspectos señalados sirven como introducción al tema central de este proyecto, que es la concepción de la Biblioteca como un centro de Información6; las funciones generales señaladas en lo anterior, comportan como elemento central el flujo de la Información. Para efectos de este proyecto entendemos por Información lo siguiente: La Información es todo lo que está contenido en el lenguaje. Siempre que hay un intercambio entre seres humanos, mediado por el lenguaje, hay un intercambio de Información (dejamos de lado por no ocupar parte central de este escrito, las informaciones que no son propiamente lingüísticas, por ejemplo los gestos, los golpes y otros asuntos por el estilo que aportan contenidos). Cuando el lenguaje se fija por escrito en cualquier tipo de sustrajo, asistimos al origen de la inscripción o registro de la información; nos hallamos en la Prehistoria de la Biblioteca entendida como un centro de información7. El efecto de la inscripción o registro del lenguaje ha sido prodigioso y se encuentra en el centro de nuestra historia. La necesidad de controlar la información, de mantenerla a lo largo del tiempo, de llevar un registro de los acontecimientos, dieron origen a la escritura (la palabra es la voz del espíritu, la escritura es el

6 Godden, Irene ( 1997). Advances in librarianship. London : Academic Press. 149 p. 7 Escolar, Hipólito.( 1901). Historia de las Bibliotecas. Madrid : Fundación Sánchez Rupérez. 245 p.




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dibujo del espíritu)8, que originalmente estaba dedicada a dos procesos fundamentales: el control contable y el registro de acontecimiento relevantes en la vida de las comunidades. En la modernidad, la información es el elemento central de la cultura; es incluso un programa, sentado en la frase de Bacon9 «saber es poder», que es en últimas el programa de la modernidad. Este programa, con todo, es relativamente reciente y es una traducción al nivel externo de una forma de pensar que determina al mundo moderno, pero que no siempre ha funcionado de esta manera; tal es el caso, por ejemplo, de los periodos de la historia en los que el centro en torno al cual gravitaba la vida de los hombres, era la religión. En ambos casos, sin embargo, hay una constante: el intercambio de informaciones por medio del lenguaje. La Biblioteca funcionó, hasta el inicio de la modernidad, al servicio de un lenguaje que estaba dominado por los centros de poder, que no eran necesariamente los centros del saber. Existe una concepción de la Biblioteca para cada una de las épocas en las que el saber y la información circulan de determinada manera. En nuestra época, centrada en torno a la posesión de la información10, que es tan importante como la posesión de medios económicos, la función de la Biblioteca radica en permitir la libre circulación de la información, existiendo de esta manera coincidencias entre las Bibliotecas y los centros de información, los que sin embargo, deben estar diferenciados. Encontramos en la bibliografía al menos dos posturas con respecto al tema:11 1. La primera postura destaca la concepción de la Biblioteca como un recinto de

acumulación de documentos; estos están al alcance de los lectores quienes son los que se encargan de rastrear en ellos las informaciones que necesiten. Este tipo de concepción supone una función pasiva de la Biblioteca con respecto al saber y una concepción extensiva de los fondos. En efecto, se trata de colocar la mayor cantidad de documentos en los estantes, de manera pasiva, esperando que el lector venga a su encuentro. La Información es concebida como accesoria, privilegiando una concepción procedimental de las funciones del Bibliotecario y de la comunidad relacionada con la toma de decisiones. La tesis central de esta concepción es que la función de la Biblioteca como receptora de documentos, define tanto los mecanismos de su empleo, como su tamaño y funciones sociales. Es nuestra opinión que en esta

8 Zapata, León Jaime ( 1950). La Escritura: un alumbramiento difícil. Bogotá: Ascolbi. 35 p. 9 Bacon, Francis (1974). Ensayos sobre moral y política. México : UNAM. 246 p. 10 Litton, Gaston ( 1970). Información Bibliotecológica. Bogotá : Voluntad. 143 p. 11 Estuearth, R.D. ; Eastlick, J.T (1977). Library Management. Littleton : : ALA. 325 P.




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concepción se malogran las posibilidades reales de concebir a las Bibliotecas como centros de difusión y creación del saber, al determinarlas por las funciones pasivas de acumulación y circulación dependiente de los intereses de los lectores. Por supuesto que se puede suponer que al existir lectores profesionales y de alto nivel educativo, la Biblioteca así concebida, cumple con todas sus funciones, pero se descuida la labor pedagógica de una Biblioteca entendida como un laboratorio en el que la cultura se ejercita en su mejoramiento y como un sitio en el que se aprende a leer.

2. La segunda postura privilegia una concepción de la Biblioteca como centro

de información, sobre la concepción anterior. En esta segunda postura, los caracteres de eficiencia y efectividad dan origen a una concepción activa de la Biblioteca como institución al servicio del saber y en relación viva no sólo con sus lectores, sino con la cultura como un todo. Enfrentada a una extensión infinita de los fondos, se concibe la posibilidad de ofrecer la mayor cantidad de información con una adecuada provisión de documentos; para esto, es necesario que el personal de Biblioteca sea muy activo en su relación con los lectores. En esta concepción de la Biblioteca, la tesis de fondo es que el lector requiere ser entrenado en el conveniente manejo de los fondos, con miras a mejorar tanto sus capacidades propias como lector, como sus destrezas en el descubrimiento de las fuentes donde se encuentran las mejores informaciones acerca del asunto central de su búsqueda y en la generación de nuevos conocimientos. El personal de la Biblioteca requiere, según esto, de un elevado grado de profesionalidad, a la vez que de actualización en el estado del saber.

Esta concepción de la Biblioteca posee entonces al menos las siguientes ventajas comparativas sobre la primera:

Concibe la Biblioteca como un centro activo de circulación de información.

Exige una relación activa entre el lector y el personal de la Biblioteca.

Da importancia a la Biblioteca como núcleo de creación del saber.

Agiliza el manejo de los fondos tanto por parte del lector, como de los Bibliotecarios.

Define el conocimiento como un proceso y no como un resultado.

Vitaliza constantemente tanto las funciones como los resultados de las investigaciones.

Fortalece la relación entre Biblioteca y sociedad..




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Por último, permite concebir tanto la Biblioteca, como a todos aquellos que tienen relación con ella, formadores de cultura y no solamente receptores.

Estas características nos llevan a inclinarnos por una concepción de este tipo para la definición general de Biblioteca ya que permite además, una adecuada comprensión de la Biblioteca Universitaria y/o Biblioteca Militar12 como institución y dentro de otra institución, fuertemente cohesionada con los currículos y los planes educativos, de los cuales es parte importantísima en el proceso de búsqueda del conocimiento. Una última precisión nos permitirá completar nuestra visión de la Biblioteca como institución formadora y conformadora del saber, en lo que tiene que ver con la relación entre acceso a la información y progreso de la cultura. Las Bibliotecas en su historia han demostrado que tan sólo al colocar al alcance del público lector la mejor información posible, las sociedades, especialmente las modernas, se desarrollan notablemente en un aceleramiento de la calidad y alcance de los saberes.. La Biblioteca más grande de la antigüedad, la de Alejandría, si bien no era una Biblioteca abierta (y en efecto, no podía serlo por la falta de lectores), ponía al alcance de la comunidad de los investigadores, la mejor calidad de información disponible y permitió de esta manera descubrimientos novedosos y fundamentales, en las más variadas áreas del saber. Una Biblioteca moderna no puede ser concebida como un organismo aislado del todo de lo social;13 su interacción debe estar asegurada desde el momento mismo de su formación por medio de una concepción previa de la Biblioteca como institución activa al servicio del saber. El ejemplo vivo de la Biblioteca es el de la contribución a la conservación y progreso del conocimiento en dos niveles:

En un nivel pasivo, al permitir, por medio de la acumulación de materiales escritos (entre mejores sean los procesos de selección, colaborarán de mejor manera al proceso de su asimilación), la perdurabilidad en el tiempo del saber descubierto y escrito.

En un nivel activo, por medio de una radicalización de la relación entre el público lector e información, previamente mediada por criterios de excelencia en la adquisición de los documentos, coloca la Biblioteca a disposición del lector los resultados de los avances más recientes en las diferentes áreas del saber, permitiendo la generación de nuevos saberes sobre los previamente obtenidos.

12 Thompson, J. (1997). Biblioteca Universitaria. Madrid : Gredos. 199 p. 13 Sciapi, Diana. ( 1996). Función Social de la Biblioteca. Madrid : Gredos. 106 p




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De esta manera, la Biblioteca es una institución del saber, de las más importantes ya que coloca los saberes en un solo lugar, los independiza de las contingencias externas al mantenerlos en un sitio especial para su consulta en el que estos se encuentran adecuadamente organizados y los coloca al servicio inmediato de los lectores interesados, e incrementa las posibilidades de los lectores mismos, al ofrecerles nuevas opciones de consulta por medio tanto del enriquecimiento de sus fondos, como por el mejoramiento constante de su funcionamiento. Es tan sólo una concepción como esta la que permite colocar a la Biblioteca en el lugar central que debe ocupar en las sociedades actuales, sin perder de vista sus funciones de preservación.

Las bibliotecas militares en la era de la información

Las Bibliotecas Militares han experimentado a lo largo de la Historia, un proceso de consolidación y expansión muy notables. A nivel mundial, dicho proceso ha estado sometido a mediaciones de carácter sociológico, económico, cultural y militar. El crecimiento de las Bibliotecas y su organización y distribución de la información bibliográfica y especial, no ha tenido la misma tónica en los países del primer mundo y los del tercer mundo.. Desde el punto de vista de sus funciones, la Biblioteca tiene como responsabilidad primordial el proporcionar a los Militares, a la Clase Política, a los empresarios, a los profesores, a los investigadores, a los estudiantes y a los empleados, los textos, libros, revistas, trabajos de grado, manuales, guías, cartillas, reportes, diapositivas, CD, y demás documentos de consulta que sean necesarios para el desarrollo de las actividades académicas, de formación, investigación e incremento del conocimiento individual y social, así como para el progresivo perfeccionamiento de la aplicación práctica de estos saberes en la realidad social inmediata. En el caso de la gran mayoría de las Bibliotecas Universitarias de América Latina, el denominador común que las distingue, consiste en su carácter de centros de acopio de información y de conocimientos mayoritariamente producidos en los países industrializados. Desde luego, se hace énfasis en la circunstancia de que las Bibliotecas del primer mundo, cuentan con fondos bibliográficos y especiales de varios millones de unidades mientras que las Bibliotecas en Colombia, especialmente las de las Instituciones de Educación Superior, a duras penas alcanzan la veintava parte de esas cifras, lo cual permite pensar que la tradicional distinción entre países pobres y países ricos no sólo es válida en términos económicos, sino también en términos de volumen de información disponible.




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No obstante, la razón de fondo que sustenta esa diferencia abismal, se basa en el hecho innegable de que las Bibliotecas del primer mundo están pensadas ante todo como centros productores de conocimiento y como núcleos motores de la investigación tecnológica, científica y humanística que el desarrollo requiere y no como receptáculos pasivos de una información procedente de otros lugares, esto es, Bibliotecas como las nuestras, desafortunadamente dedicadas casi por entero a la retransmisión y a la diseminación de información foránea en un nuevo contexto y muchas veces con fondos desactualizados y contenidos obsoletos. Esta situación de dependencia con respecto a la información ha provocado un quiebre que afecta a la totalidad de las Bibliotecas colombianas, consistente en que se ha tendido siempre, a privilegiar la concepción de la Biblioteca como depósito inerte del saber y no como una de las principales herramientas destinadas a producir y a retroalimentar dinámicamente la innovación de conocimientos y el desarrollo curricular. No se invierte en los cambios estructurales y en el tipo de material informativo que le permitiría a la Biblioteca, convertirse en una eficaz herramienta de apoyo y refuerzo para la investigación y a la Escuela convertirse en productora de su propio saber.. No se trata simplemente de hacer crecer por crecer el área y el número de fuentes de la Biblioteca. Es preciso privilegiar la índole y la calidad de la información que se incorpore a la colección (evaluada con base en criterios de actualización y de aplicabilidad práctica al entorno social inmediato) antes que la cantidad acumulada. La Biblioteca de la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova (1907), no se define como un lugar en el que reposan libros, revistas, manuales, guías, que deben ser puestos al alcance del usuario, sino como un centro de recursos de información debidamente organizados que satisface la demanda de un tipo muy especial de lectores, mediante las acciones que desarrolla en función de la organización y difusión de la información, popularización de la cultura y apoyo a la investigación. El servicio de la Biblioteca está centrado cada vez menos en el libro, en la revista o en el documento y se va desplazando hacia las bases de datos, las redes de información y las fuentes mismas donde se genera el conocimiento. De aquí la importancia de disponer de una red de información para uso no sólo dentro de la dependencia sino del campus castrense. EDUCACIÓN CONTINUADA DE EGRESADOS No podemos olvidar que los egresados de la Escuela están ausentes del aula desde el mismo día de su asenso a Oficiales, pero que su formación profesional no termina en ese momento sino que recorre un largo camino que debe constituirse en educación continuada por medios presénciales y virtuales




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recurso este último que debe proyectarse desde la Biblioteca para enviar a los usuarios remotos la información que necesiten para actualizar sus estudios especialmente los relacionados con las carreras complementarias.

BIBLIOTECA GENERAL RAFAEL NUÑEZ: 1907-2007

SUGERENCIA

La Escuela va a construir el Edificio Inteligente dentro del cual se debe incorporar esta unidad de información que podemos denominar el templo de la cultura con las siguientes características: 1. El Edificio debe llamarse: Centenario de la Escuela Militar de Cadetes

General José Maria Córdova: 1907-2007 2. La Biblioteca debe llevar el nombre de nuestro fundador por lo tanto debe

colocarse una placa con el nombre del General Rafael Reyes Prieto: 1849-12-05-1921-02-18. Presidente de Colombia durante el Quinquenio 1904-1909

3. El edificio debe tener entre otras, las siguientes dependencias:

COSTADO ORIENTE TORRE PIRAMIDAL

La torre debe terminar en una pirámide indicativa de nuestra jerarquía militar y cuya arquitectura guarde relación con las demás torres, pero utilizando la luz de tal forma que refleje en su base la rosa de los vientos cuyo modelo puede replicarse del existente en el Archivo General de la Nación. El resto de la torre desde el primer piso hasta la cúpula debe proyectarse para la Biblioteca de la Escuela con las siguientes dependencias: PRIMER PISO DE LA TORRE: Hemeroteca (Revistas, periódicos, diarios, boletines) con los respectivos revisteros, colección general, mapoteca, publicaciones militares, publicaciones elaboradas por el cuerpo militar del país, oficinas administrativas de la Biblioteca, una sala de lectura, una fotocopiadora electrónica con tarjeta individual para su uso (puede ser instalada por Xerox) El proceso es el de los cajeros electrónicos. Entre las principales colecciones que debe tener esta dependencia son:

Military Review

Revista del Ejército

Revista Fuerzas Armadas

Revista y Boletines de ACORE

Boletín Mensual de Estadística. DANE




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Boletín de Historia y Antigüedades

Boletín de la Academia Colombiana de Historia Militar

Jurisprudencia y Doctrina

Military Review

Revista Ciencia Tecnología y Desarrollo. Colciencias

Revista Escuelas de Formación Militar del país y del exterior

Diarios locales, nacionales. regionales

Series Legis: en papel, en CD, Internet, etc.

Revistas especializadas en cada una de las áreas relacionadas con el currículo académico y las áreas complementarias.

Revistas Generales: Semana, Cambio, Nueva Frontera, Kinesis

Alrededor de las paredes de la Hemeroteca se deben colocar placas conmemorativas y mosaicos que rescaten la memoria institucional de la Escuela, a saber:

Misiones Extranjeras que participaron en la fundación y desarrollo de la

Escuela. Deben descubrirse estas placas por sus respectivos Embajadores el día de la inauguración del edificio, a saber:

Misiones Militares Francesas ( 1896, 1919-1921) Misiones Chilenas (1907, 1909, 1912-1915), Misión Militar Suiza (1924-1933) Misión Militar Alemana (1929-1934)

Escuelas Militares anteriores a la ESMIC: Debe colocarse un mosaico

relacionado con este aspecto con los siguientes datos y las fotografías de sus gestores:

Escuela Militar del Coronel José Ramón de Leiva (1810), Colegio Militar del Sabio Caldas y Don Juan del Corral (1813) Colegio Militar del General Tomás Cipriano de Mosquera (1847,

1866.), Escuela de Ingenieros Civiles y Militares del General Sergio

Camargo (1883) Academia Militar Dr. Carlos Holguín (1891) bajo la dirección del

Coronel Norteamericano Henry M. Lemly y el Gr. Alemán Sophus Hoeg Wamming como instructor de artillería.

Academia Militar, Presidente Miguel Antonio Caro (1896)

* Asociaciones de los Cursos de Egresados cuyas placas deben ser descubiertas por el más antiguo de los sobrevivientes (por ejemplo: General Pedro Alcántara Herrán) y las de otros héroes epónimos




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Asociaciones de Acción Social (por ejemplo Asociación General

Matamoros, etc.) Otras. Por ejemplo ACORE Academia Colombiana de Historia Militar

Presencia de la Escuela en conflictos internacionales (Conflicto

Colombo-Peruano( 1932-1934), Guerra de Corea (1950-1953), Misiones en el Sinaí - Cascos Azules (1956) cuyas placas deben ser descubiertas por los militares que participaron en aquel entonces, por ejemplo el General José Jaime Rodríguez Rodríguez (Guerra de Corea).

SEGUNDO PISO DE LA TORRE: Sala de referencia con sus colecciones, libros raros y curiosos, trabajos de grado (1999-2006), Enciclopedias, Diccionarios, Manuales, Almanaques, Guías, Catálogos, Atlas, sala de lectura y una oficina administrativa

TERCER PISO DE LA TORRE: Sala virtual con un mínimo de 50 terminales, servicios en línea, Internet, multimedios., oficina administrativa y aulas especializadas con circuito cerrado de televisión. Para consulta en línea de la información de la red nacional e internacional de Biblioteca Universitarias y Bibliotecas de las Escuelas de Formación Militar.

CUARTO PISO DE LA TORRE: División de Investigación Científica, Oficinas de

Asesores, Cubículos para Investigadores y coordinadores de las Facultades con servicio de computador, comunicaciones, colecciones generales de consulta, oficina administrativa.

No obstante que nuestros ojos están puestos en la Biblioteca electrónica, en la concepción y desmaterialización de los fondos que la conforman, en la Biblioteca del futuro, en la Biblioteca militar - universitaria deseada, no podemos desconocer que no se pretende inventar una nueva institución, sino readecuar y modernizar la ya existente a sabiendas de que en la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova seguirá existiendo la la Biblioteca y centros de documentación especial que han existido en el pasado. Partiendo de la concepción de la Biblioteca Cadete Samper como centro vivo de recursos informativos, se propone con este proyecto explorar sistemáticamente el origen, la problemática vivida y su repercusión en la sociedad del futuro, lo que obliga a la aplicación emergente de tecnologías avanzadas.




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TRANSFORMACIÓN14 Se sugiere una sucesión de tres fases para los efectos previos a la automatización: de la Biblioteca: 1. Modernización (hacer lo que se está haciendo pero de manera más eficiente) 2. Innovación ( experimentar con las nuevas capacidades que la tecnología hace

posible) 3. Transformación (alteración fundamental de la naturaleza de la organización a

través de estas capacidades) Teniendo en cuenta estas tres fases llegamos a la automatización en las siguientes etapas: 1. Computarización ( bases de datos y código de barras con el sistema Winisis. 2. Acceso Público ( catálogo en línea vía Internet y préstamo ínter bibliotecario,

mediante la red en toda la Escuela 3. Automatización (los contenidos impresos se vuelven electrónicos) = La

Revolución de la Red de Información = “Biblioteca Digital= Educación remota= tecnología de la instrucción = aprendizaje independiente=aprendizaje asincrónico

4. Información en red ( la biblioteca se involucra en redes de información para

ampliar sus fuentes y compartir sus recursos) RECOMENDACIONES

En la primera etapa de la automatización, la Biblioteca puede estar sola.

En la segunda etapa, la Biblioteca es dependiente de las estrategias de las redes de las universidades y de otras unidades de información.

En la tercera etapa la Bibliotecas depende de manera crítica de las redes locales y generales y en la gran variedad de accesos a las estaciones de red y a los servicios de ella de manera muy diversa, como la impresión y la autenticación.

14 Forero de Moreno Isabel. La Biblioteca. Tesis para optar al título de Magister en Docencia Universitaria.

Bogotá : 2000. From automation to transformation forty years of libraries and information technology in

higher educacion =en= Educause Review, Jan-Feb. 2000. Pp. 60-57




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En la revolución de la información en red, la Biblioteca no sólo ofrece sus servicios de red propios sino que se involucra ampliamente en el manejo y organización de actividades externas en la red.

A lo largo de la Historia Militar de Colombia encontramos los siguientes escenarios:

De la Escuela Militar fundada por el Sabio Caldas a los Ejércitos de Santander y Casanare.

Los ejércitos patriotas desde Casanare hasta las Batallas de Ayacucho.

Participación Granadina, la Campaña Libertadora de l8l9 y posteriores de Carabobo, Bomboná, Pichincha, Junín y Ayacucho.

Las Escuelas Militares entre 1824-1886. Diferentes ensayos que no prosperaron

Las Escuela Militar entre l886-1907. Primeras misiones militares extranjeras.

La Escuela Militar de l907. Hacia el ejército profesional. Misión militar chilena y la proyección del ejército.

La Escuela Militar – el Ejército y la reactivación definitiva de las otras fuerzas armadas y fuerza aérea con motivo del conflicto colombo-peruano.

La Escuela Militar y la creación de las escuelas de aplicación de artillería, infantería, blindados e ingenieros militares.

La Escuela Militar y los sucesos del 9 de abril de l948

Colombia en la Guerra de Corea. El Batallón Colombia y su responsabilidad en el frente. Abandono de la doctrina alemana y adopción de la doctrina y dotación norteamericana.

Hacia una nueva modalidad de la guerra. El conflicto interno. Violencia política. El bandolerismo.

Los criterios liberales en la Escuela Militar, un nuevo concepto en la formación de oficiales del ejército. En guerra irregular interna, preparados para la guerra regular. Para la Guerra Asimètrica.

El profesional militar

La Escuela Militar y las exigencias de la guerra de guerrillas. Un nuevo concepto de combatiente, líder y conductor.

Los derechos humanos y el derecho internacional humanitario

La Escuela Militar, la nación, el estado y el sistema democrático

La Escuela Militar y la Universidad Nueva Granada.

Antecedentes del problema

Reforma Militar de l907 relacionada con la aplicación de la carta Política de 1886 relacionada con la creación de un solo ejército nacional que estuviera por encima de los intereses regionales y de partido.

Decreto presidencial No. 434 del 13 de abril de 1907

Ley 30 de 1992, artículo 137




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Decreto 2422 del 6 de septiembre, 1962 Todos estos aspectos los debe registrar la Biblioteca de la Escue.a. SERVICIOS QUE DEBE PRESTAR LA BIBLIOTECA DE LA ESCUELA Vivimos la transición de la sociedad industrial a la sociedad de la información y el conocimiento. Las instituciones educativas de países desarrollados, ponen un especial énfasis en el conocimiento que deben tener sus alumnos sobre los avances tecnológicos, especialmente, en el campo de la informática y de la telemática. Una manifestación de estos avances lo constituye el crucial papel que jugarán las redes de información en el futuro cercano en el importante campo de la educación, entendida ésta como el proceso enseñanza-aprendizaje-investigación que propenden porque se elimine en sus educandos la barrera entre su profesión y el avance tecnológico y buscan con ello que el profesional de la Información continúe jugando un rol clave entre la organización de la Información y su acceso por parte del usuario, para lo cual debe apropiarse, por decir lo menos, de las sofisticadas tecnologías que caracterizan nuestra era digital. Ahora bien hablar de los servicios que debe prestar una Biblioteca Militar o un centro de información, es abordar el tema relacionado con su esencia, su razón de ser, el objeto primordial de su existencia. Así como en la actualidad se utiliza como uno de los parámetros para medir el avance tecnológico de un país, la cantidad de brazos de robots que tiene en funcionamiento, la funcionalidad de una Biblioteca se mide por la calidad de los servicios que presta. Los servicios, son la consecuencia lógica de las fatigantes labores inherentes a la organización y procesamiento de la información. Los podríamos resumir como el hecho de llevar la información al encuentro con el destinatario, eliminando las distancias y barreras que se pudieren presentar. Conceptos más que válidos hoy en día en que se plantea la conformación de una "Biblioteca electrónica mundial" llamada "Biblioteca universalis" por el Grupo de los Siete (7), pregonando el acceso universal al conocimiento. Los servicios del proveedor de información, aunque se denominen de la misma manera que en su nomenclatura tradicional, tendrán una cobertura más amplia y contarán con una forma y medio de presentación diferentes; serán servicios y productos individualizados, personalizados, es decir, hechos a la medida del cliente-usuario, suministrados de acuerdo con la filosofía del justo a tiempo y sometidos a un mejoramiento continuo. Entre las fortalezas de la Biblioteca Samper se resalta la organización de sus bases de datos en las cuales aparecen registrados no sólo los libros, manuales y




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guías de su colección general sino cada uno de los trabajos de grado de sus alferéces y diferentes publicaciones elaboradas por el estamento militar. Las exigencias de optimización no se refieren únicamente a la instancia de la prestación de servicios directos a los usuarios, sino también a procesos tales como el de la adquisición de materiales electrónicos, de libros, videos y demás tipos de información, e incluso a la circunstancia de tener que darle a dicha información un adecuado y eficaz almacenamiento. A nivel del sistema bibliotecológico colombiano implica retos tales como la necesidad de compartir la información, la urgencia de crear bancos de datos que superen las estrechas fronteras regionales, así como el uso intensivo de las redes electrónicas locales e internacionales actualmente disponibles. Esto sin duda deberá ir acompañado (pues de no serlo, el fracaso no se hará esperar) de campañas de orientación y capacitación entre los profesores, investigadores y estudiantes acerca de la importancia de la cultura de la lectura y de la investigación documental, así como de un gran esfuerzo destinado a inculcar en los usuarios de la Biblioteca las habilidades y competencias necesarias para el eficaz aprovechamiento de los equipos ubicados en el Departamento de Sistema, en otras dependencias de la Escuela, en la Biblioteca misma y las tecnologías puestas a su disposición. LA BIBLIOTECA CADETE SAMPER DE CARA AL FUTURO La determinación de lo que la Biblioteca Cadete Samper deberá ser en el futuro próximo depende tanto de sus antecedentes y sus condiciones actuales de gestión y servicio, como de los proyectos que orientan la evolución institucional de la Escuela en su reposicionamiento y en la acreditación de sus programas. En este orden de ideas, el actual Proyecto Educativo Institucional. PEI, 2003, hace énfasis en la necesidad de orientar a las instituciones de educación superior hacia el cultivo de la investigación como tarea fundamental. Dicha investigación deberá ser formativa en la medida en que proporciona a los estudiantes herramientas que le permiten, en un alto porcentaje, efectuar por sí mismo su proceso de aprendizaje, es decir, lo hacen capaz de aprender a aprender, de enseñar a enseñar y lo habilitan para profundizar por su cuenta en aquellas áreas del saber que constituyan su espectro de intereses académicos y profesionales. Asimismo, la investigación que se realice deberá priorizar aquellos temas que sean de interés para la solución de los diferentes problemas de la sociedad colombiana y deberá contribuir a afianzar la presencia de la ESMIC en el contexto social. El proyecto de convertir a la Escuela en una Universidad Castrense que gira en torno a la investigación, constituye uno de los ejes fundamentales del Plan




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Estratégico por cuanto es evidente que tal lineamiento repercute directamente en la planeación del futuro de la Biblioteca Cadete Samper. Por ello los objetivos generales que debe perseguir el proyecto de desarrollo de la Biblioteca son los siguientes:

Pensar y reformar la Biblioteca en términos que le permitan ser una eficaz herramienta auxiliar en los procesos de investigación y producción de conocimientos.

Diseñar la función de enlace que la Biblioteca entraría a cumplir entre los productores y los receptores del saber.

Pensar la Biblioteca como instancia privilegiada para el estímulo del interés por la investigación científica y humanística.

Mejorar los procesos de reparto y difusión de la información mediante la consolidación de la sistematización de los servicios.

Convertir la Biblioteca en epicentro de cooperación para el acceso a las redes y bases de datos disponibles en otras Bibliotecas militares y universitarias del país y del exterior.

Ser la base para los Procesos de Educación Continuada de los Egrresados Las estrategias de las que depende el logro de estos objetivos deben ser vistas como un paso más en el proceso de secularización del saber que ha caracterizado a las instituciones de formación y carácter militar, las cuales han ido evolucionando desde una concepción monacal y cerrada del saber, hasta la concepción de universidad abierta, proceso al que el Ejército no se ha sustraído. Es un hecho que cuando se investiga se pasa menos tiempo en el aula, en compañía del profesor y más tiempo en la Biblioteca acudiendo en busca de las fuentes de información. Este significa una mayor necesidad de espacio disponible para lectura y consulta en sala de los textos y las bases de datos, así como una actualización y capacitación continuada a los funcionarios de la Biblioteca y a los usuarios. En el ámbito de esta misma propuesta, sería sumamente útil convertir a la Biblioteca “Cadete Samper” en un centro de documentación accesible a consulta remota, en el cual puedan estar interconectadas las bases de datos de la Biblioteca Tomás Rueda Vargas, Universidad Militar Nueva Granada, Marco Fidel Suárez, Escuela Naval Almirante Padilla, Escuela de Policía General Santander y algunas de carácter publico como la Biblioteca Luís Ángel Arango. De esta manera se obtendría no sólo rapidez de acceso a las bases de datos sino que se contribuiría a descongestionar la afluencia de usuarios a las salas de consulta para retiro de publicaciones o simplemente para reserva de fuentes de información y para la toma de decisiones superiores en las nuevas fuentes que se sugiere adquirir.




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Por otra parte, en cuanto al manejo del espacio, es importante impedir que el volumen de nuevas adquisiciones de material bibliográfico, inunde y ahogue las áreas de trabajo entorpeciendo su marcha. La solución más viable, pese a su alto costo, consiste en invertir en la desmaterialización o miniaturización del saber, así como en la creación e implementación práctica del concepto de una Biblioteca multimedia que funcionaría en paralelo a la Biblioteca tradicional y que se haría realidad mediante la compra de publicaciones periódicas, obras de referencia en medios para uso electrónico para ponernos a tono con las exigencias coincidentes en este nuevo milenio, con el nuevo enfoque universitario centrado en la investigación y producción autónoma del saber

ISABEL FORERO DE MORENO

DIRECTORA

BIBLIOTECA CADETE SAMPER

Tarjeta Profesional 003




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BIIBLIOGRAFIA Cohen I, Bernard (1993). La revolución de la ciencia. Barcelona: Gedisa, 561 p. Comte, Augusto (1973). Curso de filosofía positiva. Madrid: Aguilar, 76 p. Cruz Ramos, Rosalba (1995). La política de Información de la UNESCO y su impacto en América Latína. En= Revista Española de Documentación Científica. 15:4, pp 340- 358. Dahl, Svend (1972). Historia del libro. Madrid : Alianza. 319 p. Danna, John. University Library. Washington: Forest Press Inc. 235 p. Eco, Humberto (1992). El nombre de la Rosa. Traducción de Ricardo Pochter y Tomas de la Asención Rico García. Barcelona: Lumen. 670 p. Eco, Humberto (1981). La Biblioteca =en= la Biblioteca de Milán: conmemoración 25 años. 175 p. Edwards, Christ. The essence of information system. New York: Prentice Hall. 179 p. Elliot, John (1991). El cambio educativo desde la investigación. Madrid: Moratá. 324 p. Estuearth, R. D. Eastlick, J. T.(1977). Library management. Littleton: ALA. 325 p. Godden, Irene (1997). Advances in librarianship. London: Academic Press. 144 p. Intermarketing (1998). Servicios de la Biblioteca del futuro. Washington. 15 p. Litton, Gaston.(1970-1985) Breviarios. 12 vols.

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