El giro narrativo

El giro narrativoJos SnchezCiesas Abril, 2014Ricoeur y el giro narrativoLas narrativas conllevan la memoria de la experiencia humana desarrollada en el tiempo. En cualquier relato podemos encontrar que, al menos, dos acontecimientos separados en el tiempo configuran una secuencia narrativa o trama temporal. Debido a que no existe un cronista ideal que de cuenta fehaciente del cauce de los acontecimientos, todo relato o narrativa es una refiguracin de tiempo, es decir, una forma de texturizar la experiencia humana. Por consecuncia, afirma Ricoeur (Tiempo y Narracin), las narrativas son composiciones (fictio).Relato de ficcin e histricoSi no existe un cronista ideal que pueda corroborar el ciclo efectual de los acontecimientos, y dado que las narrativas refiguran la experiencia humana, entonces no hay diferencia entre la ficcin (composicin), y el relato histrico.Una implicacin del argumento anterior es que la accin lo que comporta el sentido del hacer-, refigura la experiencia humana o constituye las tramas de significacin que conforman la cultura.

Crtica de la ficcionalizacinMarc Aug (Las formas del olvido), afirma que tanto Ricoeur como Geertz no logran dar cuenta del acontecimiento. El primero porque parece olvidarse de la experiencia vivida y lo deja todo del lado de la ficcin, y el segundo porque no hay una relacin simtrica entre cdigos y cultura que no sea mediada por la interpretacin del etngrafo.Sin embargo, a decir de Jerome Bruner (La fbrica de historias), no conocemos otro medio ms recursivo que las narrativas para dar cuenta de nuestras experiencias: a) nuestra relacin con otras personas, b) nuestra relacin con el mundo. Sin las historias que nos contamos sera difcil habitar el mundo, sin las historias que nos contamos seran impensables los cambios socioculturales.De la interpretacin hacia el carcter performativo de las narrativasEl giro narrativo desde Ricoeur nos ha permitido pensar en las tramas narrativas como la refiguracin del tiempo o la experiencia vivida. Por otra parte, la etnografa del habla, interesada en los usos del lenguaje, ha potenciado una veta fructfera para profundizar en el estudio de las estructuras narrativas. Justamente Labov y Waletzky (1967) proponen algunas condiciones mnimas para definir la forma de una estructura narrativa.Hacia la pragmticaLabov y Waletzky definen las narrativas como una forma particular de reportar acontecimientos pasados mediante secuencias temporalmente ordenadas. Adems, una narrativa es algo que se dice acerca de alguien o de un acontecimiento.Tema (abstract)./orientacin o desarrollo/ evaluacin de las acciones o sucesos/ resolucin o coda. Sobre todo los actos de habla casuales, productos dialgicos o conversacionales, nos permiten acceder a las narrativas de la experiencia.Clusulas narrativasSi el cauce de los acontecimientos se altera, cambia la trama de una historia. El ordenamiento temporal o secuencial de una narrativa se compone de clusulas narrativas, es decir, relaciones de antecedentes y consecuentes. Cuando entre una secuencia y otra se intercalan frases que no conllevan una dimensin temporal se les denomina clusulas libres. Al distinguir entre secuencias temporales y clusulas narrativas, Labov descubri lo que denomina como narrativas completamente formadas:Estructura general de las narrativasAbstractOrientacinComplicacin de la accinTurnos de hablaEvaluacinResultado Coda

Un evento es reportable

Modalidades del anlisis narrativo

Construccionismo (Gergen y Bruner)

Antropologa mdica narrativa (Mattingly, Kleinman, Scheper-Hughes, Briggs)

Dialogismo y polifona (Bajtn, Levinson, Haviland)ConstruccionismoGergen:Las historias son, despus de todo, formas de rendir cuentas, y parece equvoco equiparar la explicacin con su objeto supuesto. Sin embargo, los recuentos narrativos estn inmersos dentro de la accin social; hacen socialmente visibles los eventos, y tpicamente establecen expectativas de los eventos futuros. Debido a que los eventos de la vida diaria estn inmersos en narraciones, quedan cargados con un sentido historiado: adquieren la realidad de un comienzo, un punto intermedio, un climax, un final, y as sucesivamente. Las personas viven los acontecimientos de este modo y, junto con otros, los catalogan justamente en esta forma. Lo cual no quiere decir que la vida imite al arte, sino ms bien que el arte se convierte en el medio a travs del cual la realidad de la vida se manifiesta. En un sentido significativo, entonces, vivimos a travs de historias, tanto al contar como al comprender al yo. (2007: 154)

ConstruccionismoBruner:

Mediante la narrativa construimos, reconstruimos, en cierto sentido, hasta reinventamos, nuestro ayer y nuestro maana. La memoria y la imaginacin se funden en este proceso. Aun cuando creamos los mundos posibles de la fictio, no abandonamos lo familiar, sino que lo subjuntivizamos, transformndolo en lo que hubiera podido ser y en lo que podra ser. La mente del hombre, por ms ejercitada que est su memoria o refinados sus sistemas de registro, nunca podr recuperar por completo y de modo fiel el pasado. Pero tampoco puede escapar de l. La memoria y la imaginacin sirven de proveedores y consumidores de sus recprocas mercaderas. (: 130)Narrativas en antropologa mdicaLa antropologa mdica narrativa investiga los procesos de salud y enfermedad en un sentido dialctico e intersubjetivo. Autores como Kleinman y Scheper-Hughes, hacen nfasis en la lingistificacin de los procesos de biomedicalizacin y de la experiencia de circulacin de significados para asumir o bien una propedutica que permita a los enfermos tomar las mejores decisiones mdicas mediante el modelo de la informacin y la eleccin racional- y, por otra parte, dar cuenta de la manera como se establecen y autorizan las categoras diagnsticas y la prognosis mdica. Biocomunicabilidad y pragmtica en las narrativas de la antropologa mdicaDe acuerdo con Briggs los estudios narrativos de la antropologa mdica carecen de la dimensin metapragmtica y metanarrativa. Esto es de suma importancia porque no se cuestionan por la manera como se elaboran y comunican los discursos mdicos o la biomedicalizacin, sino slo por sus representaciones: Muchos trabajos recientes en antropologa mdica se caracterizan por lo que Marcus refiere como trabajo multi-situado, es decir, los investigadores no trabajan simplemente en diferentes lugares, sino que registran la circulacin de los cuerpos, las tecnologas, los agentes patgenos, etc., entre ellos. Como tal, los antroplogos mdicos generan una gran cantidad de material sobre la pragmtica de la circulacin del discurso. Sin embargo, la metapragmtica ha sido mal documentada. MetapragmticaCmo es producido, circulado y recibido el conocimiento? La comunicabilidad es el modelo que conjuga el anlisis del proceso narrativo de la elaboracin/reelaboracin del sentido. Como resultado Briggs y Hallin proponen mapas metapragmticos del conocimiento biomdico, mismo al que denominan como biocomunicabilidad. Desde mi punto de vista la idea de mapa o cartografa cognitiva que proponen se parece ms a la idea de cartografa inestable o en movimiento de Deleuze y Guattari (2008):El mapa es abierto, conectable en todas sus dimensiones, desmontable, alterable, susceptible de recibir constantemente modificaciones. Puede ser roto, alterado, adaptarse a distintos montajes, iniciado por un individuo, un grupo, una formacin social Un mapa es un asunto de performance, mientras que el calco siempre remite a una supuesta competance. (:18)

Implicaciones de la metapragmtica de BriggsLa circulacin del conocimiento a travs de hermeneutas o traductores que lo hacen asequible a un pblico ms amplio permite la circulacin y no el monopolio de la informacin. Muchas personas con base en este tipo de modelos biocomunicables llegan a elaborar mapas biomdicos de la salud, contrastando entre versiones de uno u otro mdico, aunque la calidad de la informacin no necesariamente sea probada cientficamente, sino cotejada contra su eficacia en quienes padecen una enfermedad que ha sido tratada por varias personas. En esta direccin las personas elaboran metanarrativas, es decir, interpretaciones de acontecimientos o informacin mdica para glosar o reflexionar sobre sus propios padecimientos en contraste con las versiones y procedimientos mdicos, o las versiones y prcticas de sus pares. Este tipo de narrativas, como veremos en el ltimo captulo, le permiten a las personas hacer valer modelos morales desde los cuales sitan de manera jerrquica su propia experiencia de sentido y sus trayectorias como enfermos, as como sus experiencias curativas, en contraste con aquellos procedimientos fallidos que juzgan errneos por haber seguido un cauce distinto al de su propia experiencia.Caeteris Paribus o la calidad de la informacinCrtica: Siendo optimistas con el modelo de Briggs y Hallin, el uso reflexivo o metapragmtico/metanarrativo de los saberes biomdicos podra traducirse en la emergencia una suerte de teora y prctica- de una ciudadana informada sobre los procesos que afectan su salud, para bien o para mal, tomando como eje del debate que los sujetos son racionales y que actan con base en informacin disponible. Cuando la informacin no circula y no existen los espacios biomdicos adecuados y suficientes para mitigar las necesidades de una poblacin mayoritariamente rural y con problemas de abasto de sus necesidades bsicas, podemos hablar de que las desigualdades estructurales necesariamente se traducen en diferendos narrativos.

Dialogismo y polifonaA travs del dialogismo es posible no solamente revalorar el habla prosaica, sino restituir las voces de las personas y sus problemas invisibilizados por grilletes epistemolgicos (ausencia de diagnsticos y laxitud taxonmica que elude el compromiso con las categoras gnoseolgicas de tipo neuro-toxicolgico) y grilletes polticos (desestimacin de un problema de salud pblica al situar los procesos de salud-enfermedad en el plano de los estilos de vida y los riesgos culturales, de los que son hechos responsables o corresponsables los habitantes del distrito minero del manganeso).

DialogismoBajtn:

Toda palabra sirve de expresin del uno en relacin con el otro. A travs de la palabra, yo me defino en relacin con el otro, es decir, en ltimo anlisis, en el vis vis de la colectividad. La palabra es una suerte de vnculo entre yo y los otros. Si ella se apoya en un extremo sobre m, en el otro extremo se apoya sobre mi interlocutor. La palabra es el territorio comn del locutor y el interlocutor. (Bakhtine: 124)Carcter social del dilogoEl objeto del discurso de un hablante, cualquiera que sea el objeto, no llega a tal por primera vez en este enunciado, y el hablante no es el primero que lo aborda. El objeto del discurso, por decirlo as, ya se encuentra hablado, discutido, vislumbrado y valorado de las maneras ms diferentes; en l se cruzan, convergen y se bifurcan varios puntos de vista, visiones del mundo, tendencias. El hablante no es un Adn bblico que tena que ver con objetos vrgenes, an no nombrados, a los que deba poner nombres. (Batjn, 1999: 284)Expresiones multimodalesOchs y Capps:

Las narrativas no son usualmente monomodales, sino que integran dos o ms modos comunicativos. Las representaciones visuales, los gestos, las expresiones faciales, as como las actividades fsicas, por citar un ejemplo, pueden ser combinadas con el habla, canciones o escritos para contar un relato. (: 20).Modelo dialgico, polifnico y multimodal

Ejemplo: reenvos y descentramiento de las categoras especializadas (pluralidad de voces)Vino un ingeniero, [pregunta]: -qu se contamin?, cul es la contaminacin?-de los peces.-De eso, no hay problema. Busquen un venero de agua y les damos peces, del mejor. Ustedes se encargan de cuidarlo. Le avisan a la gente que se les prohbe pescar en el ro, porque est contaminado el ro.Viene un tcnico de Molango:-Iban a dar peces de clase, porque el ro ya lo tienen contaminado y ustedes ni se han movido para nada. La minera est contaminando, que les haga un criadero! Y van a jalar agua con mangueras de los arroyos.Ni as nos animamos [a reclamarle a la minera].-[Hagan] un grupo de 10, 12 gentes, un oficio a Pachuca y viene el material y la mano de obra les toca a ustedes.Varios se anotaron [pero] se dieron cuenta de que llevaba trabajo [era tedioso cuidarlo por las noches para que no se lo robaran]. Ya no hicieron caso.Reenvo a regmenes de diferente signo

Descentramiento de las visiones hegemnicasDespus pidieron juguetes a la minera. A Romero, el representante de Autln y eso s no les apoyaran. -Cosas que valgan la pena el gobierno si les toma en cuenta. Pedan 500 rollos [de alambre de pas para cercar sus linderos]. Aceptaron [dar] cincuenta rollos.-Nada mas van a firmar un documento de que hasta ah [ya no van a pedir ms] Cosas chiquitas a cada rato, no le parece al jefe, el gobierno no nos lo toma en cuenta, pero si son cosas de valor, entonces s. Cosas chiquitas como que no.Dicen:-Levantamos el acta!...Una carta-Noms vamos con el ingeniero para que no se queden descontentos.Tacho se da cuenta bien. Tres personas cada comunidad, firmaron un acta en la [colonia] Industrial [Otongo], de que les iban a dar una ayuda. Les dieron 50 rollos de alambre y las cosas chiquitas de antes. Ya no tuvieron que alegar ms! Cuando se unieron los tres pueblos les dieron una cantidad, y ah muere!...Ni pa que moverse [no hubo necesidad de hacer un movimiento social] (Bruno San Miguel, abril 2000)

Impersonal Otro (Representante Minera)Plural activoReenvos: emergencia del testimonio

Performance: devolviendo rostridad a las vctimas16.Quin sabe cunto tiempo tard ya enfermo? No tiene tiempo que muri, puede que vayan a ser como nueve aos. 17.Diecinueve?18.Nueve nueve.19.Y entonces cmo empez l [Pastor Trmulo] a sentirse enfermo?20.Noms empez a adelgazarse, a adelgazarse. Y empez con un temblor y una flema del pulmn

Iconicidad y performance

Iconicidad y perfomance

ConclusionesLa pluralidad de voces que se reproduce a travs de las narrativas dialgicas nos permite reconstituir las voces de aquellos quienes han sido invisibilizados por el triple grillete: epistemolgico, poltico y estructural.Epitafio