Impulsividad y autocontrol

2

Click here to load reader

Transcript of Impulsividad y autocontrol

Page 1: Impulsividad y autocontrol

06/05/13 Impulsividad y Autocontrol

revista.universidaddepadres.es/index.php?view=article&catid=301%3Atema-del-mes&id=1216%3Ala-motivacion&tmpl=component&print=1&layout=default&… 1/2

Impulsividad y Autocontrol

Impulsividad y autocontrol son dos apectos interdependientes y muyrelacionados entre sí. Ambos funcionarían como dos extremos de unmismo continuo si entendemos la impulsividad como la incapacidadpara controlar los propios impulsos provocados por estímulos tantointernos como externos y manejarlos voluntariamente, de esta manerala persona queda a merced del contexto no pudiendo autocontrolarse yestando gobernada por las emociones que acontecen en cada instante.

Madrid | Enero 2012 | Cayetana García | Psicóloga y Tutora de la UP on-line

Los niños impulsivos actúan sin apenas pensar, no son capaces de pararse a reflexionar en las consecuenciasde sus actos y suelen tener problemas por su comportamiento inapropiado. Les cuesta mucho trabajo mantenerla atención en algo concreto durante un tiempo prolongado; normalmente se muestran impacientes, tienenverdaderas dificultades para prolongar su tiempo de espera o para resistir a la tentación, cuando tienen unanecesidad se ven obligados a satisfacerla en el momento. Sienten mucha frustración cuando no consiguen lo quequieren y pueden acabar teniendo una rabieta, llorando o dando patadas como reacción a este malestar.

Sus comportamientos son desordenados y tienden a pasar de una actividad a otra, se distraen con muchafacilidad con cualquier cosa y en muchas ocasiones se dejan tareas a la mitad. Sus emociones sufren muchosaltibajos y pueden pasar de la alegría al enfado rápidamente. Además, cuando están inmersos en algunaemoción no son capaces de pensar con claridad y reaccionan en función de éstas aunque no sea adaptativo parael contexto en el que se encuentren. En la base de la impulsividad encontraríamos por tanto un fallo en sucapacidad para autorregularse.

En el polo opuesto se situaría el autocontrol, definido por lacapacidad que tienen las personas para autodirigirse de formavoluntaria y adaptativa en función de las características ynecesidades del contexto. Se relaciona con la anticipación, yaque actuamos de una manera u otra para controlar posiblesconsecuencias futuras no deseadas o provocar activamente lasque queremos conseguir. El autocontrol permite a la personaexpresarse, actuar y rectificar en la forma en que más leconvenga en función de sus necesidades y en el momento quequiere.

El autocontrol es algo que los niños aprenden con el tiempo yque empieza a establecerse cuando comienzan su proceso desocialización y existe mayor interacción con el entorno. Durante elprimer año de vida no existe apenas autocontrol, el niño estádeterminado por su medio y se deja guiar de los estímulos que lerodean. Meses después empiezan a ser más conscientes de lo

que esperan sus padres de ellos y pueden obedecer voluntariamente en algunas ocasiones a las cosas que seles pide que hagan aunque, por otra parte, el niño necesita también reafirmar su independencia por lo quemuchas veces hará caso omiso de los requerimientos de los adultos. En el paso hacia los dos años la capacidadde autocontrol del niño progresa. Varios estudios demuestran que la capacidad para resistir tentaciones mejoraconsiderablemente durante este tiempo. Aunque de momento no les es suficiente con los recordatorios verbales,por lo que será más efectivo que a una prohibición verbal le siga una acción, por ejemplo, decirle que no puedetocar el mando de la tele y además retirarlo de su vista.

En el periodo que transcurre entre los 25 y los 30 meses y coincidiendo con la adquisición de mayoreshabilidades verbales, el niño muestra un mayor dominio de sí mismo. El lenguaje juega un papel clave puestoque ahora puede expresar sus deseos sin tener que llevarlos a cabo en el momento,y pueden utilizar su lenguajepara dirigir su propio comportamiento. Unos meses más tarde los pequeños desarrollan su sentido del futuro y lacapacidad para adelantar acontecimientos. Además la empatía empieza a aparecer, lo que le permite tener encuenta sus propios deseos y los del otro y poder moderar sus propios impulsos teniendo en cuenta lossentimientos de los otros.

Igualmente y coincidiendo con este momento, el niño tiene la capacidad cognitiva para formar imágenes mentalesy recordar mejor los sucesos pasados lo que le permite representar sus propias acciones y conectarmentalmente su conducta con lo que se le ha dicho que haga. El autocontrol supondría que el niño

Page 2: Impulsividad y autocontrol

06/05/13 Impulsividad y Autocontrol

revista.universidaddepadres.es/index.php?view=article&catid=301%3Atema-del-mes&id=1216%3Ala-motivacion&tmpl=component&print=1&layout=default&… 2/2

tuviera presente lo que se espera de él y se comportara en función de ello incluso en ausencia de sus padres. Deesta manera se produciría la interiorización de normas y actuarían por convicción. Aunque todavía a esta edad noha desarrollado correctamente la habilidad de adaptarse a nuevas situaciones y su memoria de momento no estádel todo desarrollada, por eso olvida con facilidad las normas impuestas y le es difícil aceptar demorasprolongadas o mantenerse haciendo alguna tarea durante el tiempo requerido.

El autocontrol se logra en torno a los tres años de edad y se irá perfeccionando a lo largo de los años venideros.De los 3 a los 6 años el niño va poniendo en marcha y practicando todo lo aprendido hasta ahora, es mucho másautónomo de sus padres y empieza a relacionarse más con otros niños. Durante estos años son capaces deseguir las instrucciones dadas ayudándose de su habla interna para guiarse, pueden jugar en grupo siguiendounas reglas establecidas y en clase son capaces de aguantar sentados y seguir el protocolo, han aprendido queno siempre pueden conseguir lo que quieren desarrollando así su capacidad de tolerar esta frustración. De los 7a los 12 años el autocontrol pasaría una etapa de transición. Los padres todavía ejercen un control activo ysupervisan aunque el niño cada vez es más capaz de regular su comportamiento y adquiere mayoresresponsabilidades. Hasta los 10 años el tipo de control que se establece es externo, se siguen las normasporque vienen impuestas desde el exterior y su obligación es cumplirlas para evitar un castigo o para conseguiruna recompensa. A partir de esta edad, los niños cumplen las normas que provienen del entorno pero ya las haninteriorizado, son muy sensibles a lo que es ser bueno o malo o a lo que es justo, desarrollan un pensamientocrítico con capacidad para juzgar las intenciones y seguir el sistema de normas impuesto socialmente.

¿Qué podemos hacer los padres? Algunas recomendaciones…

Seleccionar y establecer metas apropiadas a la edad del niño y a sus capacidades que pueda irsuperando. De menor a mayor dificultad.

Que los padres sean un modelo de autocontrol.

Si hay alguna situación conflictiva con otro niño, por ejemplo, sería recomendable alejar al niño de lasituación y tomarse un descanso.

Establecer unos horarios fijos y unas rutinas diarias ayuda a tener un mayor control sobre uno mismoya que esto facilita que los comportamientos se interioricen.

Dotar a los niños de responsabilidades cada vez mayores e ir consiguiendo que sean cada vez másautónomos.

Utilizar técnicas de relajación para disminuir la intensidad de los estados emocionales.

Ayudarles a pararse y pensar antes de actuar, es muy útil contar hasta 10 y respirar, así rompemos elautomatismo entre impulso y acción.

Trabajar con ellos para que desarrollen estrategias de solución de problemas cuando se enfrenten aun conflicto.

Construir unas frases junto con el niño que le ayuden a guiar su comportamiento.

Acostumbrarles a pensar en las posibles consecuencias de sus actos, haciéndoles preguntasdirigidas a la reflexión, ¿Qué puede pasar si…?, ¿cómo te sentirás si pasa…?, etc.

Reforzarles cada logro conseguido y animarles para volver a intentar aquello que no sale como ellosesperan.

Mantener unas expectativas realistas.

Fijar normas muy concretas en cuanto a las consecuencias de sus impulsos. Se deben establecerpocas normas a la vez para facilitar su cumplimiento y ser consistentes en la aplicación de lasconsecuencias.

Los límites deben ser acordados con el niño: él debe tener claro lo que se espera de él, y lo que no estápermitido.

No podemos ceder ante sus comportamientos por muy llamativos que sean como, por ejemplo, frente alas rabietas.

Se necesita una supervisión directa, hay que recordarles cómo deben comportarse y anticiparse acuando tendrán más dificultades y avisarles.