Imperio Persa

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Cronologa del Imperio Persa.

830 a.C. Primera mencin histrica de los medos y persas (iranios) como pueblos tributarios de los asirios. Luego, los medos se independizan formando Media (Imperio Medo), sometiendo a la tradicin del sur iran: los persas. 559- 529 a.C. Ciro II, de la familia de los persas aquemnidas, conquista Ecbatana (capital de los medos), Babilonia, y Lidia. Nace un nuevo imperio. 529- 522 a.C. Reinado de Cambises II. Conquista de Egipto. 522- 486 a.C. Daro I: Conquistas de Etiopa, hasta el ro Indo. 486- 465 a.C. Jerjes I. Fracaso militar en las luchas contra los griegos. Los sucesores de Jerjes corren con la misma suerte. 330 a.C. Alejandro Magno somete al Imperio Persa. Los aquemnidas son reemplazados por los sasnidas. Orgenes y marco geogrfico. Al este de la Mesopotamia se halla una extensa planicie de ms de 1000 metros de altura, con respecto al nivel del mar: Irn. Se trata de una meseta de casi dos millones de km2, rodeada en todo su permetro por un cinturn de altas montaas que se aslan del exterior y la convierten en un verdadero desierto de piedras y arena. Su clima es seco y extremo: en verano, hace demasiado calor, con temperaturas superiores a los 40C, mientras que en invierno; la temperatura es glacial (muy fra). Adems, un continuo viento _de fuego o de hielo, segn la estacin_ sopla constantemente. En cambio, en la periferia de la meseta, en las laderas de las montaas, o en los grandes valles a lo largo de los ros, el aspecto es totalmente distinto. El suelo es fertilsimo, y las tierras son muy aptas para toda clase de cultivos. All abundan los cereales y los rboles frutales: el peral y el duraznero, entre muchos otros, son originarios de Irn. La abundancia de sus pastos permite la cra de una afamada raza de caballos y la explotacin ganadera. No se sabe con exactitud quienes fueron los primeros ocupantes del Irn. Solo sabemos que a mediados del segundo milenio antes de Cristo, y en ocasin del gran desplazamiento de los pueblos indoeuropeos, la meseta fue ocupada por grupos de familias de esta raza blanca provenientes de Turkestn. Eran pastores nmades organizados en clanes independientes y gobernados por jefes familiares, de acuerdo a un rgido sistema aristocrtico. Los clanes que ocuparon la zona Media, al sur del Mar Caspio, fueron llamados medos (tradicin del norte); a los otros establecidos en Persia, a orillas del Golfo Prsico, se los llam persas (tradicin del sur). En general, eran de carcter tranquilo y de costumbres pacficas, y muy humanos y hospitalarios. Hablaban un mismo idioma y posean la misma escritura cuneiforme creada por los sumerios. Su

vestimenta consista en una larga tnica de colores y se cubran con un gorro de piel llamado "tiara". Al establecerse en Irn, y volverse sedentarios, se dedicaron al cultivo del suelo, ayudados por elementos que traan consigo: el hierro, el caballo, y el camello; desconocidos en esas regiones. Aunque no eran de carcter belicoso, la vida sobria y dura de la meseta, hizo que los iranios sean muy buenos soldados; permitindoles fundar uno de los mayores imperios de la antigedad. Breve resea del Imperio Medo. Unificacin de dos tradiciones. Desde aproximadamente el 835 a.C. las tribus medas estuvieron sometidas intermitentemente a los reyes de Asiria. Hacia el 715 a.C. el jefe meda Dayaukku, denominado por el historiador griego Herdoto Deoces, condujo a los medos a una rebelin sin xito contra el rey asirio Sargn II (que rein en 722-705 a.C.). Los gobernantes posteriores de Media consideraron a Dayaukku fundador de la dinasta meda. Posteriormente, otro jefe llamado Khshathrita (que rein hacia 675-653 a.C.), conocido por los griegos como Fraortes, uni las tribus medas y expuls a los asirios. Khshathrita fue muerto por los escitas, que invadieron Media desde el noroeste. El hijo de Khshathrita, Ciaxares (que rein en 625-585 a.C.) eligi Ecbatana (actualmente Hamadn, Irn) como su capital. En el 625 a.C. expuls a los escitas de Media e impuso su dominio sobre los persas. Posteriormente atac a los asirios y captur la destruyendo Assur en el 614 a.C. En alianza con el reino de Babilonia, que haca poco tiempo se haba independizado, tom la ciudad de Nnive y derrot al Imperio asirio en el 612. Despus Ciaxares aument el territorio de su reino incluyendo todo el este de Anatolia. Ciaxares fue sucedido por su hijo Astiages (que rein hacia el 584-550 a.C.). Los persas, bajo el mando de Ciro el Grande, se rebelaron contra l hacia el 550 a.C. Reforzados por una parte del Ejrcito meda comandado por un jefe llamado Harpagus, tomaron Ecbatana y depusieron al rey meda. Desde este momento en adelante, Media estuvo polticamente sometida a Persia; sin embargo, los persas, trataron a los medos como sus iguales, y posteriormente ambos pueblos se consideraron como uno solo. Media se constituy desde entonces en una satrapa del Imperio persa, hasta que la peculiaridad meda decay con el reinado de la dinasta persa de los Sasnidas desde el siglo III d.C. Principales monarcas del Imperio Persa: Ciro, Cambises, y Daro. Ciro II 'el Grande', fundador de un Imperio El persa Ciro, vencedor de los babilonios y libertador de los judos, en su origen fue un vasallo de los medos, pero hacia 550 se sublev y acab con el Imperio medo. Cuatro aos ms tarde venci a Creso, el rico rey de Lidia, y someti su reino, que se extenda por casi toda el Asia Menor. En 539 era el dueo de Babilonia. Y Siria cay bajo su dominio a la vez, que Babilonia. Ciro practic una poltica de reconciliacin en los pases sometidos. Respetaba las practicas religiosas de los distintos pueblos y se preocupaba por sus intereses comerciales. Sus esfuerzos para atraer a la poblacin siria a su causa, sin duda formaban parte del plan de ataque inmediato a Egipto. Dentro de esta lnea poltica, debemos considerar su conducta con el pueblo que viva "en el destierro de Babilonia" y que deseaba volver al "pas de sus antepasados" ms ardientemente que ningn otro. No es inverosmil que Ciro sacase partido de los sentimientos de los judos incluso antes de atacar Babilonia, en cuyo caso le habran podido ayudar a atacar esta capital; uno de los primeros decretos promulgados por Ciro despus de la toma de Babilonia autoriza a los judos a volver a su ciudad sagrada y reconstruir el Templo, lo que puede interpretarse como seal de agradecimiento del vencedor hacia sus fieles aliados.

La conquista de Egipto deba suceder a la de Babilonia, pero parece que Ciro tuvo mucho trabajo en contener a las tribus nmadas que invadan regularmente los oasis del nordeste de Persia partiendo del ro Araxes, y tuvo que dejar a su hijo Cambises la tarea de preparar la campaa contra Egipto. Ciro merece el sobrenombre de Grande con que le distingue la historia. Como conquistador sobrepas a todos los soberanos de Asira, Babilonia y Egipto. Contrariamente a los procedimientos asirios y neobabilnicos, dio cierta autonoma a los pueblos sometidos y, aunque esta independencia fuera slo una fachada poltica, sus habitantes vivieron felizmente engaados con esta aparente libertad, Qu diferencia entre la poltica de Ciro y la de los conquistadores que le precedieron en cuanto a las religiones de los pueblos sojuzgados! , Y qu progreso, comparado con las matanzas en masa ordenadas por los conquistadores asirios en honor del dios Asur! Ciro mostr verdadera tolerancia y adaptacin ante las dems religiones: en Babilonia sacrific a Marduk, imitado en esto por su hijo, y a los judos les ayud a reconstruir el Templo. Por ltimo, Ciro merece un lugar de honor en la historia, con Hamurabi y Soln, por su obra de legislador. Humaniz el derecho con una reforma muy importante: prohibir que cada uno hiciese justicia por su cuenta, colocando el derecho penal en manos de los tribunales del Estado. Cambises II: 'el soberano'. Como hemos dicho, Ciro decidi emprender una expedicin contra Egipto, pero el proyecto no pudo ser llevado a efecto hasta el reinado de su hijo y sucesor, Cambises. Cuando ste hubo terminado los preparativos, invadi el delta del Nilo, donde en esa poca se encontraba la capital de Egipto, y entabl sangrienta batalla en una de las desembocaduras del ro, que termin con la derrota y huida del ejrcito egipcio. Menfis cay despus de corto asedio. El ltimo faran, Psamtico III, fue hecho prisionero y los egipcios reconocieron a Cambises por rey, en el ao 525 antes de Cristo. Una vez conquistado Egipto, Cambises lanz una expedicin hacia el sur, al pas que habitaban "los etopes de larga vida". Deba de tratarse de hombres de un vigor extraordinario, que alcanzaban la edad de ciento veinte aos o ms, empresa que se frustr por las enormes prdidas que hubo en las filas persas. Cambises era ms enrgico y tambin ms dspota que su padre. As se desprende de su poltica exterior, claramente dirigida hacia un objetivo: unir en un solo estado, voluntariamente o a la fuerza, todos los reinos antes independientes del Imperio persa. Y para ello, Cambises rompi con los principios ms humanos de Ciro, que permita una gran autonoma a las distintas partes del Imperio; la meta de Cambises era la centralizacin del territorio, lo que implicaba un poder personal ilimitado. Detalle significativo es que los persas denominaban a Ciro "el padre", y a Cambises le daban el nombre de "soberano". Daro I: 'el organizador'. Cambises nicamente rein siete aos y no dej sucesin, por lo que su corona recay en Daro, vstago de la rama ms joven de la familia de Ciro. Fue uno de los ms grandes estadistas de la historia; comenz por reprimir con mano dura las tentativas de rebelin que siguieron a la expedicin de Cambises al pas de los etopes e hizo grabar estas victorias logradas contra sus rivales en la famosa roca de Behistn; los Jefes rebeldes estn citados all con la frase de "nueve reyes mentirosos". Daro reinaba sobre un imperio mundial que se extenda desde la segunda catarata del Nilo al mar Negro, y desde el Mediterrneo al Indo y al Araxes. Pero las rebeliones le ensearon que para asegurar la existencia y continuidad de un imperio no basta la fuerza de las armas, sino que era imprescindible organizarlo. Daro fue, en verdad, el gran organizador del Imperio persa, pues Ciro y Cambises tuvieron que dedicar demasiado tiempo a sus campaas militares y no haban podido cumplir con la misin que les estaba asignada; o sea, la fusin de sus

diferentes reinos en un conjunto coherente. Los asirios slo haban allanado el camino hacia la unidad del Imperio con su dureza y su crueldad acostumbradas. Daro puso en el cumplimiento de su tarea mucha humanidad y un profundo sentido de la organizacin, plenamente dentro del espritu del gran Ciro. Atrajo los Estados vasallos a su causa, dando pruebas de una diplomacia magistral y respetando sus tradiciones nacionales y religiosas. Con los egipcios se port como un egipcio; se senta babilonio entre los babilonios, y era un griego ms entre los griegos. Persia disfrut, con su inteligente reinado, de una riqueza material y cultural como nunca consigui anteriormente. Daro dot a su vasto Imperio de una administracin slida y lo dividi en veinte satrapas, regida cada una por un strapa o gobernador. Para que estos funcionarios no adquirieran demasiada fuerza ni se hicieran peligrosos para la unidad del Imperio, no les otorg mas poder que el civil, y en cada satrapa acantono tropas que slo reciban rdenes directas suyas. Adems, someti a los strapas a la vigilancia de enviados secretos que viajaban por todo el Imperio y a quienes la poblacin llamaban "los ojos y odos del rey". Cuando encontraban algo sospechoso, daban cuenta de ello al soberano. El propio rey estudiaba estos informes y nunca dejaba de imponer graves sanciones en caso de abuso de poder. "Como no hagas caso de mis disposiciones hacia los dioses - escriba Daro a un strapa - te dar, si no cambias, prueba de mi descontento. Pues so pretexto del tributo has extorsionado a los cultivadores sagrados de Apolo, hacindolos labrar una tierra profana..." Los sucesores de Daro: el ocaso del imperio. Los sucesores de Daro no siguieron el impulso de los monarcas que les precedieron. Su hijo Jerjes sufri uno de los mayores descalabros de la historia al enfrentarse con los griegos del continente europeo, que repercuti en el movimiento general de liberacin de los griegos del Asia Menor. Los primeros contactos de los persas con Occidente fracasaron de modo deplorable, acaso por haberse coloreado de violencia. En el rgimen interno del extenso imperio se acentuaron las tensiones desintegracionistas. Los egipcios, siempre extraos y hostiles a la influencia irania, se rebelaron durante el reinado de Artajerjes I (465-424) y gozaron de un perodo de efmera independencia - la llamada dinasta XXVIII-. Por su parte, los strapas tendan a convertirse en una especie de seores feudales, llegando a enfrentarse con el propio; soberano. El caso ms espectacular fue el de Ciro el Joven, strapa de Lidia - Asia Menor -, quien se rebel contra su hermano, el rey Artajerjes II y llam en su ayuda a los griegos. stos demostraron no slo su capacidad militar en la victoria de Cunaxa (401 antes de Cristo), sino su resistencia fsica y tenacidad en una famossima retirada, la de "los Diez Mil", a travs de territorios hostiles y a lo largo de unos seis mil kilmetros.

La poltica imperial Los persas se diferenciaron de los dems pueblos de Asia Menor, gracias a su capacidad de mantener un imperio enorme, homogneo y heterogneo, a la vez: lo primero se refiere a las polticas de centralizacin del poder, de formar una conciencia nacional compartida por todos (donde la representacin mxima de dicha unidad fuera el rey- emperador); lo segundo no es ms que el gran adelanto de los persas: gobernar con tolerancia cultural. Esto significa que no hacan como los asirios, quienes sofocaban rebeliones mediante la fuerza militar y el miedo (que formaban parte de sus costumbres), en lo que se conoce como una especie de borrado cultural. Dentro de la historia del imperio persa, Ciro y Daro fueron dos emperadores que se destacaron por su gran tolerancia hacia los pueblos sometidos, mediante el respeto cultural e incluso la ayuda material (como el caso de Ciro, que ayuda a reconstruir el templo de los judos repatriados). No as

Cambises, que solo deseaba expandir el imperio al mejor estilo asirio, y que en solo siete aos supo destruir todo lo que Ciro haba construido. Sea cual fuere el caso, la poltica imperial se vio representada en una fuerte organizacin y administracin. La organizacin imperial: Las satrapas. La mxima extensin del imperio persa la consigui el rey Daro I, la cual comprenda de oeste a este: desde el Mar Mediterrneo hasta las orillas del ro Indo; y de sur a norte: desde la segunda catarata del ro Nilo (incluido Etiopa), hasta las orillas del Mar Negro. As el imperio fue dividido y organizado en 20 satrapas, gobernadas por nobles designados por el rey, llamados strapas. Eran funcionarios dedicados a la recoleccin de tributos y constituan la mxima autoridad civil de su satrapa, pero no militar; para evitar cualquier clase de conspiracin en contra del emperador. Frecuentemente, esto altos dignatarios estaban acompaados de un consejo de familias medas y persas influyentes. Para comandar la milicia de la satrapa, el emperador designaba a un jefe de guarnicin que solo poda rendir cuentas ante l, y nadie ms. Este hombre de confianza generalmente era un medo, por tradicin. Al ejrcito de los persas se les llamaba "La Guardia de los Diez mil Inmortales", apodo que luego analizaremos. Es importante constar que la milicia tambin era heterognea (no solo cuerpos militares de medos y persas). Una administracin y economa eficientes.

Pese al tamao del Imperio, fue el mejor administrado de todo Cercano Oriente, debido al sistema de rutas que unan todas las ciudades y puntos distantes. Uno de los principales caminos fue el Camino Real, que iba desde Susa (capital del imperio, en la mesera iran) hasta Sardes (en pennsula de Anatolia); un recorrido de ms de 2700 km, a lo largo del cual haba 111 postas donde se poda descansar y cambiar los caballos. Este sistema de postasfue tan eficiente, que permita que los mensajes del reino tuvieran un retraso de solamente una semana. Este sistema permiti la fluidez de tributos dirigidos a las capitales administrativas (Susa y Perspolis), aunque antiguas capitales de imperios anteriores (como Ecbatana y Babilonia) tambin fueron importantes centros. Para los documentos administrativos y civiles, se utilizaba al arameo, pues era la lengua que hablaban la mayora de los pueblos sometidos mucho antes de los persas. El soberano constantemente probaba la fidelidad de sus strapas, por medio de sus inspectores, los "ojos y odos del rey"; quienes informaban la regularidad o irregularidad en el manejo de las funciones civiles de los strapas y las milicias locales. Daro I, tambin mand a acuar unas monedas llamadas dricos, por primera vez en la historia. Eran aleaciones de oro, pero sin embargo, no se utilizaron para circular entre las tiendas, sino como smbolo de prestigio entre la nobleza. Tenan justamente, el emblema del podero persa: un arquero.El imperio se mantuvo en gran cohesin, gracias a las polticas de la organizacin y la falsa libertad: se toleraba la libertad civil, administrativa y religiosa, con la condicin de una obediencia poltica y tributaria ciega para con el emperador. Esto para los pueblos sometidos, durante mucho tiempo, signific un buen cambio.

La sociedad: castas, moralidad, educacin y costumbres.

La alta sociedad medo- persa. Ciro dio sensacin de ser un gobernante inteligente y humano, preocupado del bienestar de los pueblos; un prncipe, dirase, que requiere un ttulo jurdico para justificar sus conquistas. Su trato moderado a los vencidos, fruto era del genio indoeuropeo y de la religin persa, ms humana y tica que los politesmos orientales. Durante su reinado, el Imperio ofreca an el carcter de una gran confederacin de pueblos que conservaban su fisonoma peculiar y sus autonomas locales. En esta confederacin, los persas tenan una situacin privilegiada, estaban exentos de impuestos y se escoga de entre ellos a los altos dignatarios, entre los que destacaban los siete prncipes que constituan el Consejo Real. Representantes de los siete pueblos que iniciaron la formacin del Imperio. En un principio, estos dignatarios fueron los jefes de tribu, pero ms tarde los nombrara libremente el monarca con carcter vitalicio. El rey deba elegir de entre las familias de dichos prncipes a su esposa legtima y slo de ella poda nacer el sucesor a la corona. Aquellos funcionarios, militares u otras gentes que se haban distinguido en el servicio del monarca eran esplndidamente recompensados y constituan una clase preeminente, una especie de nobleza llamada "los bienhechores del rey"; reciban, adems, otras distinciones a modo de condecoraciones: cadenas de oro, brazaletes, coronas, vestidos, sables, etctera, y a veces eran invitados a los banquetes regios, aunque fueran de raza no persa. En especial, Daro I se preocup de que la justicia fuese la norma de la administracin y de que se extendiese y divulgase la cultura, organizando una educacin esmerada de los hijos de los miembros de la nobleza. Una etiqueta severa, segn el ceremonial asirio, rega la vida de la corte. El rey no era accesible, sino mediante una serie de ceremonias; se aboli el derecho de los prncipes a presentarse delante de l sin previo aviso. En cuanto a la cancillera imperial, estaba perfectamente organizada, con archivos en donde se conservaban copias de todos los documentos que aqulla expeda. Se inici tambin una especie de catastro de las provincias para calcular los impuestos segn su respectiva riqueza.Educacin, moralidad y costumbres. Con los persas nos hallamos ante un pueblo fuertemente influido por la irradiacin de las viejas civilizaciones mesopotmicas que, aunque ya a la baja, no por ello dejaban de ofrecer conocimientos de gran valor. La inmensa monarqua persa repos siempre en la fidelidad de los nobles y estuvo encuadrada en una sociedad repartida en castas de vocacin profesional; tambin crey en los mismos mitos conocidos desde las estepas del sur de Europa hasta el mismo centro de Asia. Y estos tres rasgos, indicadores de otras tantas tendencias pedaggicas, sitan sin demasiado esfuerzo a los persas dentro de la estirpe aria. En una inscripcin se contiene: "Yo Jerjes, gran rey, rey de reyes, rey de los pases de populosas razas, [...], persa, hijo de un persa, ario de raza aria.". La fidelidad exigida a los nobles hace que uno de los valores ms importantes del ideal de educacin persa sea la sinceridad. La particin de la sociedad en castas implica una restriccin de la educacin y en el caso de los persas sta estaba reservada a la nobleza. En cuanto a la moral y a las costumbres, la religin persa exiga la prctica de las virtudes, en especial la laboriosidad, el trabajo de la tierra, la liberalidad, la fidelidad, el horror a la mentira, etc. Todo fiel deba trabajar - como el dios Ahura- Mazda - para extirpar el mal de la tierra, destruir las serpientes, las hierbas venenosas y los insectos dainos. La prctica de la agricultura responda a la perfeccin a estas normas de saneamiento: "Cul es el precepto ms puro de la ley? Y Ormuz respondi: sembrar en la tierra granos robustos. El que siembra granos y lo hace con pureza, cumple en todo su rigor la ley y es grande a mis ojos, como si hubiese dado vida a cien criaturas o hubiera ofrecido mil sacrificios" El libertinaje estaba proscrito como obra del dios del mal. Al parecer, prevaleca la monogamia, como en la mayora de los pueblos de origen ario, pero como veremos a continuacin, nuevamente ejerce la influencia de los pueblos conquistados, sobre estos factores.

La educacin familiar La sociedad tena a la familia y la propiedad sus pilares fundamentales. Los primeros aos de la vida estaban regulados por la madre y solo a partir de los siete aos sala el nio del ambiente femenino. Antes de los cinco aos el nio no compareca ante su padre, segn Herodoto, para evitar que ste se afligiera en caso de que el hijo muriera en el curso de su primera educacin. Se practicaba la poligamia y aunque esto disminua el papel de la mujer en la familia parece que sta no se vea tan relegada como en otras zonas de Oriente. An as la mujer deba obediencia absoluta al marido y el adulterio se pagaba con la muerte. Era recomendacin unnimemente aceptada casarse joven. Ms o menos a los quince aos. Como los egipcios, los persas fomentaban el matrimonio entre los parientes ms prximos, lo que en otras civilizaciones consideraron siempre un incesto. La educacin de la mujer entre los persas estaba orientada a servir a los hombres. "...entre nosotros los persas, es costumbre, despus que servimos un gran banquete, que entren y se sienten con nosotros las concubinas y las esposas legtimas." La educacin militar Si creemos a Herodoto, la primera educacin dada a los nios desde los cinco hasta los veinte aosera montar a caballo, servirse del arco y decir la verdad*. Sabemos que los nobles se dedicaban con pasin a la caza y al polo (la etimologa nos lleva a algunas regiones de la India en las que designan as la pelota). Tambin jugaban al ajedrez, juego que haba sido importado de la India. La educacin en las armas era muy importante y duraba hasta los veinte aos segn Jenofonte. sta estaba destinada tanto al prncipe como a los nobles. El resto de la educacin estaba a cargo de los magos (moghan). Ellos eran los responsables de ensear a leer, escribir y contar. En cambio, la prctica del deporte y de los ejercicios fsicos era tarea de los antiguos militares. La educacin militar era especialmente dura y severa para el rey pues l deba sobresalir en todo para ser as ejemplo de todos los guerreros. Los frutos ms logrados de la tradicin militar persa fueron los "diez mil inmortales". Se preparaba a los soldados para sobrevivir en las condiciones ms duras y comer cualquier cosa por desconocida que fuera. Jenofonte nos habla as en La expedicin de los diez mil: "...los soldados comieron por primera vez grumos de palmera y la mayora admiraron su forma y agradable sabor, pero tambin les produca mucho dolor de cabeza". *Las mximas virtudes que deba alcanzar un nio persa eran: andar a caballo, manejar el arco, y decir la verdad. Probablemente, las primeras dos se referan a una cuestin elemental: haba que proteger el imperio de las invasiones. La ltima mxima se refera a otra realidad imperial: decir la verdad era garanta de menos actos de conspiracin para con el estado, y signo de fidelidad al rey.

La Religin: la influencia de Zoroastro.

Los iranios fueron, despus de los hebreos, el pueblo de la antigedad que posey la religin ms espiritualista y la moral ms elevada, En los comienzos los primeros pobladores adoraban a Mitra, el Sol, representado por la llama del fuego, y a varios otros astros. Pero a mediados del siglo VII antes de Cristo, un personaje legendario llamado Zoroastro o Zaratustra impuso en todo el Irn una nueva religin monotesta, a la que denomin "Mazdesmo" y cuyas enseanzas y preceptos estn contenidos en el Zend- Avesta, o Libro Sagrado La base de esta nueva religin es la siguiente:

Existe un solo Dios, Ahura- Mazda (llamado tambin Ormuz o "Seor de la Sabidura") en perpetua y titnica lucha contra Arhimn, el principal de los malos espritus. Entre ambos se halla el hombre que por su vida, buena o mala, se adhiere y contribuye al triunfo de uno u otro de los dos bandos. Siendo Ormuz un puro espritu no tena estatuas ni se levantaban templos en su honor. Se lo representaba por el Fuego, constantemente encendido en "piras" o altares de piedra elevados en las cimas de las montaas. All tambin se ofrecan perfumes, frutas, panes, y a veces animales, aunque se consideraba, de acuerdo al Zend- Avesta que el sacrificio ms grato a Ormuz consista en la vida pura y en las buenas acciones. La moral del Mazdesmo basada en la creencia de la inmortalidad del alma, era muy elevada; propiciaba la honradez de vida, la laboriosidad y la justicia. Prohiba la impureza y todo lo malo e innoble, aun de pensamiento o deseo. A la muerte, el alma del hombre era juzgada por Ormuz. En caso de hallarse pura, entraba en el Reino del Bien; en caso contrario, ingresaba en el reino de Arhimn. Los cadveres eran considerados impuros, por lo qu no podan ser ni sepultados, ni quemados, ni arrojados al ro, para no contaminar a la tierra, ni al fuego, ni al agua. Por ello los depositaban en altas torres sin techos o en los huecos de las montaas donde eran devorados por las aves de rapia. Los cadveres de los reyes podan ser enterrados, pero cubiertos de cera para evitar la contaminacin de la tierra. En la religin de Zaratustra no tienen cabida los sacrificios humanos y no se encuentran los ritos expiatorios propios de las religiones orientales. Constituye un paso muy importante hacia una religin ms espiritualizada y pura que sus coetneas. Aadiendo a la mencionada moral, Zaratustra propugnaba que el hombre tiene que pensar siempre y antes que nada en funcin de verdad y justicia. Esta escrito en el Avesta "buenos pensamientos, buenas palabras, buenas acciones". El ideal humano de estas escrituras incluye la franqueza, la fidelidad, el amor al trabajo, la justicia, la pureza, la piedad, la caridad, la benevolencia y el respeto a los superiores. Condena, en cambio, la impureza, el robo, la hipocresa, el orgullo, la envidia, las querellas, la maledicencia y la calumnia. Los antiguos historiadores Jenofonte y Herodoto coincidieron en destacar la franqueza como valor ms alto del mazdesmo y la mentira como lo ms execrable. Parece pues, que entre aquellos hombres no haba palabra vanamente empleada y que un apretn de manos era garanta total de cumplimiento de una promesa. Arte, arqueologa y cultura: pruebas de la heterogenizacin. En el siglo VIII antes de Cristo se fund Ecbatana, capital de los medos, cuyas fortificaciones describe Herdoto diciendo que constaban de siete recintos sobre una colina, cada uno ms alto que el anterior, de modo que sucesivamente sobresalan las almenas, de distintos colores. A su vez, el historiador Polibio describe el palacio principal como una construccin hipstila (sobre columnas), en la que emplearon maderas de cedro y de ciprs revestidas de oro y plata. Por desgracia, apenas quedan vestigios que permitan conocer el verdadero carcter del arte medo. En general, la arquitectura persa aparece como una mezcla de formas asirias, egipcias e indias, con especial predileccin por los prticos abiertos de columnas. Empleaban para sus construcciones piedra, adobes y ladrillo, y madera de los bosques del Lbano y de las comarcas al sur del mar Caspio. Se debe a los persas el desarrollo del adintelado, estructura que realizaron durante los siglos VI al IV antes de Cristo, creando nuevas formas artsticas y con ellas un estilo propio y caracterstico. Los monumentos religiosos tuvieron escasa importancia y se reducen a los llamados "altares del fuego". Ello era debido a la naturaleza de la religin persa, que reconoca una divinidad suprema e increada, tan grande que ocupaba la bveda entera del cielo, por lo que no deba tener templos ni

imgenes, precepto que no siempre fue observado. As, el objeto del culto fue la llama, smbolo del dios, fuego encendido en altares al aire libre en forma de pirmide truncada, de los que quedan vestigios. Los edificios persas tpicos son sus palacios, lujosas moradas donde transcurra la vida ostentosa y muelle de los prncipes; con un gran macizo por base, a veces ce casi medio kilmetro de longitud, sobre cuya terraza se distribuan las construcciones. A diferencia de los palacios reales mesopotmicos, los persas carecan de fortificaciones. Los ms importantes son los de Pasargada, Perspolis y Susa, con amplias salas hipstilas o apadanas, salas de audiencia con numerosas columnas de piedra, altas y esbeltas, que suelen tener por capiteles esculturas de toros o unicornios, generalmente gemelos y encarados en direccin opuesta. Se conservan tambin interesantes sepulcros, como el de Ciro, en Pasargada; las llamadas "torres de! silencio", monumentos fnebres solitarios en el valle del Peiwar, que .se suponen de Cambises y de otros prncipes, y las tumbas reales de Daro y sus sucesores, en las cercanas de Perspolis: hipogeos o grutas abiertas en un risco montaoso y a gran altura, para resguardar de toda profanacin los cadveres depositados en reducidas cmaras, slo accesibles a las aves de rapia. Parecen, en efecto, nidos de guila.

Fuentes Histricas.Sobre las polticas de Ciro II: El pasaje de Isaas. "Esto dice el Seor a mi ungido Ciro, a quien he tomado de la mano para sujetar a su persona las naciones y hacer volver las espadas a los reyes, y para abrir delante de l las puertas, sin que ninguna pueda resistirle. Yo ir delante de ti, y humillar a los grandes de la Tierra, despedazar las puertas de bronce y romper las barras de hierro. Yo te dar a ti los tesoros escondidos, y las riquezas recnditas, para que sepas que yo soy el Seor, el Dios de Israel, que te llamo por tu nombre. Por amor de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, te llam por tu nombre, te puse el sobrenombre de Mesas, y t no me conociste. Yo el Seor, y no hay otro ms que yo, no hay dios fuera de m, yo te ce la espada, y t no me has conocido, a fin de que sepan de oriente a poniente que no hay ms dios que yo: Yo el Seor, y no hay otro."(Is. XLV, 1-6) Sobre las polticas de Daro: Inscripcin en Behistn. "Yo soy Daro, el Gran Rey, Rey de Reyes, Rey de Persia, Rey de los pases, hijo de Vishtaspa, nieto de Arshama, un Aquemnida. Habla Daro el Rey: mi padre era Histaspes (Vishtaspa); el padre de Histaspes fue Arsames (Arshama), el padre de Arsames fue Ariaramnes (Ariyaramna), el padre de Ariaramnes fue Tespes (Cispis), el padre de Tespes fue Aqumenes (Haxamanais). Habla Daro el Rey: por esta razn somos llamados Aquemnidas. Desde hace mucho tiempo hemos sido nobles. Desde hace mucho tiempo nuestra familia ha ostentado la realeza. Habla Daro el Rey: ocho de nuestra familia fueron reyes con anterioridad. Yo soy el noveno. Nueve reyes hemos gobernado sucesivamente. Habla Daro el Rey: por voluntad de Ahuramazda soy rey. Ahuramazda me entreg la realeza. Habla Daro el Rey: estas son las regiones que se sometieron a m. Yo me convert en su rey por voluntad de Ahuramazda: Persia, Elam, Babilonia, Asiria, Arabia, Egipto, las que estn junto al mar, Sardes, Jonia, Media, Urartu, Capadocia, Partia, Drangiana, Aria, Jorasmia, Bactriana, Sogdiana, Gandhara, Escitia, Sattagidia, Aracosia, Maka, un total de veintitrs regiones. Habla Daro el Rey: stas son las regiones que se sometieron a m. Por voluntad de Ahuramazda se convirtieron en mis dominios. Me entregan un tributo. Lo que ordeno para ellas, de noche o de da, lo hacen. Habla Daro el Rey: en estas regiones al hombre que era leal lo apoy: a quienquiera que fuese malvado lo castigu. Por voluntad de Ahuramazda estos pases respetan mis leyes. Lo que ordeno para ellas, lo hacen. Habla Daro el Rey: Ahuramazda me entreg la realeza. Ahuramazda me ayud y as pude sostener la

realeza. Por voluntad de Ahuramanzda yo ostento la realeza. Habla Daro el Rey: esto es lo que hice, por voluntad de Ahuramazda, tras convertirme en rey. Un cierto Cambises, hijo de Ciro, Rey de Persia, Rey de las Tierras, de nuestra familia, rein aqu. Este Cambises tena un hermano llamado Bardiya, de la misma madre y del mismo padre. Entonces Cambises asesin a este Bardiya. Despus de que Cambises asesinase a Bardiya, el pueblo no supo que Bardiya haba sido asesinado. Este Cambises march a Egipto con un ejrcito. Cuando Cambises lleg a Egipto el pueblo se dio a la maldad. Despus las mentiras crecieron grandemente sobre la tierra en Persia, Media y otras regiones. Habla Daro el Rey: entonces hubo un hombre, un Mago, un medo, de nombre Gaumata. Proceda de Paishiyauvada, de una montaa llamada Arakadri, cartorce das del mes Viyakna haban pasado cuando se levant. Minti al pueblo del siguiente modo: "Yo soy Bardiya, hjijo de Ciro, hermano menor de Cambises". Despus todas los pueblos se rebelaron contra Cambises y se volvieron contra l, Persia, Media, Babilonia, Elam y otras regiones. Se hizo con la realeza; haban pasado nueve das del mes de Garmapada cuando se hizo con la realeza. Entonces Cambises muri por su propia mano. Habla Daro el Rey: la realeza que este Gaumata arrebat a Cambises, esta realeza haba pertenecido a nuestra familia desde haca mucho tiempo. Entonces Gaumata el Mago arrebat la realeza a Cambises. Hizo suyas Persia, Media, Babilonia y otras regiones. Se convirti en rey. Habla Daro el Rey: no hubo hombre, ni persa, ni medo, ni babilonio ni cualquier otro, ni ninguno de nuestra familia, que pudiera arrebatar la realeza a Gaumata el Mago. El pueblo le tema enormemente, de modo que l podra matar en gran nmero a quienes con anterioridad haban conocido a Bardiya. Por esta razn quiso matar a la gente, "no fuese que ellos me conociesen, que yo no soy Bardiya, hijo de Ciro". Nadie os decir nada sobre Gaumata el Mago hasta que llegu yo. Entonces yo rogu a Ahuramazda: Ahuramazda me proporcion ayuda. Pasaron diez das del mes de Bagayadi; entonces, con unos pocos hombres nobles yo mat a ese Gautama el Mago. En una fortaleza denominada Sikayauvati, en el distrito de nombre Nisaya, en Media, all lo mat. Le arrebat la realeza. Por voluntad de Ahuramazda me convert en rey. Ahuramazda me entreg la realeza. Habla Daro el Rey: restaur la realeza que l arrebat a nuestra familia y la devolv a su anterior ubicacin. Restaur como antes los templos de los dioses que Gaumata el Mago haba destruido. Devolv al pueblo los bienes, los rebaos, los sirvientes y las haciendas que Gaumata el Mago les haba arrebatado. Devolv al populacho a su lugar. Restablec la situacin anterior en Persia, Media y otras regiones que haban sido arrebatadas. Lo hice por voluntad de Ahuramazda. Me esforc hasta que devolv a nuestra casa real su anterior posicin. Me esforc por voluntad de Ahuramazda, de manera que Gaumata el Mago no se apoderase de nuestra casa real. Habla Daro el Rey: esto es lo que hice tras convertirme en rey (...) (sigue el relato pormenorizado de las sucesivas victorias de Daro sobre los rebeldes hasta alcanzar la pacificacin definitiva de los dominios persas) Habla Daro el Rey: esto es lo que hice. Por voluntad de Ahuramazda lo hice en un ao. T que en el futuro leas esta inscripcin, deja que lo que afirmo te convenza. No lo consideres una mentira. Habla Daro el Rey: juro por Ahuramazda que esto de lo que he hablado es cierto y no falso (...) Habla Daro el Rey: por voluntad de Ahuramazda, muchos ms hechos llev a cabo que no han sido recogidos en esta inscripcin. No figuran por esta razn, no sea que a quienes en el futuro lean la inscripcin de mis hechos stos les parezcan excesivos, no les convenzan y los juzguen falsos (...) Habla Daro el Rey: stos son los hombres que estaban conmigo cuando mat a Gaumata el Mago que se llamaba a s mismo Bardiya. En esa poca estos hombres cooperaron como seguidores mos: Vindafarna, hijo de Vayaspara, un persa; Utana, hijo de Thukhra, un persa; Gaubaruva, hijo de Marduniya, un persa; Vidarna, hijo de Bagabigna, un persa; Bagabukhsha, hijo de Datuvahya, un persa; Ardimanish (?), hijo de Vahauka, un persa. Habla Daro el Rey: t que sers rey en adelante, protege bien a estos hombres y a los descendientes de estos hombres. Habla Daro el Rey: sta es la inscripcin que yo he hecho por voluntad de Ahuramazda. Adems figura en ario y ha sido redactada en tablillas de arcilla y en pergamino. Adems hice una figura esculpida de m mismo. Adems hice figurar mi linaje. Y fue inscrita y leda ante m. Despus envi este texto a todos los lugares entre las regiones (...)" R. N. Frye, The History of Ancient Iran, C. H. Beck, Munich, 1984, pag. 363-368. La narracin coincide bsicamente con el relato de Herdoto, pero la historiografa actual considera que la rebelin contra Cambises fue dirigida por el propio Bardiya, y que Daro invent la historia del mago Gaumata y, por ello, la versin oficial de los hechos tal como figura en Behistn y en el autor de Halicarnaso, para justificar su ascensin al trono tras eliminar a Bardiya.

Mapas:Invasin de los europeos (arios, ms adecuado).

ImperioPersa: Mxima extensin con Daro I., , ,