Hutchinson, R. W. - La Creta Prehistórica

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cp ______________ BREVIARIOS y J e Fondo de Cultura Económica LA CRETA PREHISTORICA R.W. HUTCHINSON

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Hutchinson, R. W. - La Creta prehistóricaAl publicar el libro de Pendlebury, Arqueología de Creta, el Fondo de Cultura Económica contrajo con su público lector el compromiso tácito de traducir y sacar a la luz la presente obra de R. W. Hutchinson sobre la Creta prehistórica. Hutchinson acompañó al célebre Sir Arthur Evans en sus extraordinarios trabajos arqueológicos de 1900, y de ello hace un relato completo y fascinante. Aquellos hitos fundamentadores de la arqueología moderna han visto su culminación en los descubrimientos de Ventris y Chadwick, particularmente su desciframiento de la Escritura Lineal B.Los minoicos de la Edad de Bronce -es decir, los primeros europeos- alcanzaron un nivel de adelanto semejante al de las grandes civilizaciones que les fueron contemporáneas en el Viejo Mundo: Egipto, Siria, Anatolia, Mesopotamia. Hoy sabemos que aquella cultura prehelénica del Mediterráneo fue cuna de la civilización occidental, y que su herencia fue transmitida por la vía de las grandes culturas clásicas. Alcanzó la cima de su desarrollo durante la primera mitad del segundo milenio antes de Cristo. El libro de Hutchinson que ahora presentamos es un compendio de los conocimientos sobre la prehistoria en Creta, es decir sobre los fundamentos mismos de esa maravillosa cultura.ÍNDICE GENERALADVERTENCIA PREFACIO CUADRO CRONOLÓGICO IntroducciónI. LAS ISLAS DE CRETA: GEOLOGÍA, GEOGRAFÍA, CLIMA, FLORA Y FAUNA La piratería y la distribución de la poblaciónTerremotos y marejadas Geología y topografía de superficie La fauna Clima, precipitación pluvial y suministro de agua Recursos minerales Plantas comestibles y cultivos Vegetación natural II. LA EDAD DE PIEDRA Evidencias paleontológicas El periodo Neolítico Temprano El periodo Neolítico Medio El periodo Neolítico Tardío Artes plásticasIII. LOS PUEBLOS, LENGUAS Y ESCRITURAS CRETENSESCaracterísticas raciales de los cretensesLenguas y escriturasEl Disco de FestosEscritura Lineal AEscritura Lineal BLa solución de Ventris a la Escritura Lineal B Argumentos en pro de Ventris Argumentos en contra de VentrisLas matemáticas minoicasNota IV. LA MARINA, EL COMERCIO Y LAS COMUNICACIONES MINOICASLas embarcaciones cretenses más antiguas Los primeros barcos para travesía marítima Barcazas sagradas Buques mercantes con cubiertaBarcos de guerra Bahías minoicasNavegación con pichones El barco de Odiseo Comercio con Egipto y la costa feniciaExportaciones minoicas a Egipto, Siria y Chipre Egipto y los keftiu Comercio cretense con las CicladasComercio minoico y micénico con el Occidente El transporte terrestre en CretaCarros de guerra V. El arte minoico Decoración de espiralesLa torsión como principio decorativoEl arte minoico y la eidética La policromía minoica en la cerámica y los frescosFiguras de bulto VI. El periodo Minoico Temprano El periodo Minoico Temprano IEl periodo Minoico Temprano II La joyería del Minoico Temprano de la Creta oriental Sellos y tallas de marfil en miniatura Los trabajos en cobreEl arte de la estereotomíaLa cultura de Mesara y sus tholoí El periodo Minoico Temprano IIIInfluencias de Egipto y el Levante Influencias cicládicasVII. EL PERIODO MINOICO MEDIO La revolución urbana en Creta La planeación de los centros urbanos en la Creta minoicaEl hipogeo de Cnosos El primer Palacio de MinosEl cementerio del Minoico Medio I en CnososEl edificio oval en CameziEl periodo Minoico Medio II El periodo Minoico Medio III El naturalismo en los frescos del Minoico Medio III La industria del vidriado en CnososJuegos minoicos de tablero El Palacio de Malia El cementerio de Malia en CrisolacosEl Palacio de GurniaEl Palacio de Festos Joyería del Minoico MedioCronología del Minoico MedioEl gran terremoto de 1570(?) a. C.VIII. LA RELIGION MINOICAElementos prehelénicos en la religión cretense El n

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  • c p ______________ BREVIARIOSy J e Fondo de Cultura Econmica

    LA CRETA PREHISTORICA

    R.W. HUTCHINSON

  • LA CRETA PREHISTRICA

    por

    R. W. HUTCHINSON

    FONDO DE CULTURA ECONMICAMXICO

    ArmauirumqueArmauirumque

  • Primera edicin en ingls, 1962 Primera edicin en espaol, 1978

    Traduccin de T e r e s a E . R o h d e

    Ttulo original:Prehistoric Crete 1962, R. W. HutchinsonPublicado por Penguin Books Ltd. Harmondsworth, Middlesex, Inglaterra.

    D. R . 1978, F o n d o d e C u l t u r a E c o n m ic a Av. de la Universidad, 975; Mexico 12, D. F .

    ISBN 968-16-0023-1

    Impreso en Mxico

  • A D V E R T E N C IA

    H a c e m s de treinta aos viaj extensamente por Creta y Hutchinson me sirvi de gua al recorrer la isla. l era curador de la Villa Ariadna, que sir Arthur Evans haba construido cerca del sitio de Cnosos.

    Result fascinante hallarse en compaa de un hombre que haba excavado con Evans, que estaba familiarizado con todo lo que Evans haba hecho y encontrado, y que comprenda hasta el ms nimio detalle estructural de la gran armazn arqueolgica que aqul haba erigido. De all en adelante tuve la intencin de persuadir al seor Hutchinson de que escribiera lo ms que le fuera posible acerca de sus conocimientos sobre la antigua Creta. Y as lo ha hecho finalmente y por fortuna, ya que l es uno de los pocos eslabones que nos unen an directamente con el gran Evans, quien resucit para nosotros el antiguo mundo minoico.

    Como escribir este libro llev varios aos, el texto se termin antes que empezaran las discusiones ms violentas respecto a ciertos problemas minoicos, de manera que, con referencia a uno de ellos, el problema cronolgico de las tablillas de la Escritura Lineal B, Hutchinson se ha visto obligado a escribir un breve comentario adicional en las pginas 116-117. El autor puede considerarse idneo en varios sentidos para actuar como vnculo personal superviviente entre Evans y Ventris, cuyo genio descifr aquella escritura despus de la muerte de sir Arthur, y para trasmitir un juicio sobre estos complementos al conocimiento del tema. L a problemtica que se debate en el Captulo III respecto a Los pueblos, lenguas y escrituras cretenses , nos proporciona un examen objetivo de las crticas sobre

  • 8 ADVERTENCIA

    el desciframiento de las tablillas, y Hutchinson logra tratar este problema y otros ms, con una admirable renuncia a todo prejuicio personal. Por supuesto que ha debido criticar inevitablemente algunas de las conclusiones a que lleg J. A. Evans, aunque, por lo general, eso no sucede con asuntos de importancia fundamental. El autor plantea una hiptesis bien concebida y razonada sobre los eventos que condujeron a la catstrofe que arras a Cnosos. La arqueologa sera algo muy deficiente si una generacin no aadiera profundidad a los logros de las otras.

    Arthur Evans se percat sagazmente de que una clasificacin tripartita del gran Periodo Minoico en Temprano, Medio y Tardo, con subdivisiones para cada uno de ellos era lo suficientemente amplia como para cubrir el desarrollo general de Creta; y de que, al mismo tiempo, su elasticidad admita las modificaciones inevitables que acarrearan los descubrimientos subsiguientes, no solamente en Cnosos, sino en otras partes de la isla. Precisamente, con referencia al final del periodo Minoico Tardo, el profesor L. R. Palmer ha atacado seriamente sus conclusiones, pues l, como algunos otros arquelogos, cree difcil explicar el hecho de que los textos de las tablillas de Cnosos sean, salvo en algunos detalles menores, extraordinariamente parecidos a aquellos encontrados por Biegen en Pylos, aunque el hallazgo de Evans implica una diferencia de, por lo menos, dos siglos entre ambos. El profesor Denys Page, en su gran obra History and the Homeric Iliad (1959), aunque admite que este punto era sorprendente, acepta la laguna cronolgica sin ninguna discusin. El hecho es que muchas de las tablillas de la Escritura Lineal B se quemaron, parece ser, cuando ardi el palacio tardo, del cual eran contemporneas. No hay evidencia de un segundo incendio, ni tampoco

  • ADVERTENCIA 9

    bases para rechazar las conclusiones de Evans y Mackenzie respecto a que las vasijas en estribo que se encontraron intactas sean posteriores a aqul.

    Y, como lo ha sealado el seor Hutchinson, aun cuando el profesor Palmer llama la atencin hacia las dificultades del caso no proporciona pruebas que apuntalen su punto de vista en tanto que su elaborada reorganizacin de las secuencias arqueolgicas no es aceptada por otros que todava se adhieren a los conceptos ortodoxos. En cuanto a la parte temprana de la escala cronolgica, casi todos los estudiosos admiten que la cronologa de Evans para el periodo' Minoico Temprano debe reducirse; pero las tres subdivisiones que Evans hizo del propio periodo parecen ampliamente justificadas. Es muy probable que el trabajo en Creta y, por supuesto, en otros sitios como Grecia y toda la zona egea, aporten con el tiempo la solucin a todos estos problemas.

    No menos emocionante y sintomtico del bullente estado en que se encuentra la arqueologa cretense definida claramente por los trabajos de Evans a principios de siglo es el hecho de que, en el curso de 1961, las excavaciones del profesor John Evans (no confundirlo con sir Arthur), quien estuvo trabajando los niveles neolticos profundos del Cnosos Temprano, hayan producido! fechas de carbono 14 que nos llevan hasta el 6 y 9 milenio a. c., lo cual ha echado por tierra las fechas tope del seor Hutchinson, cuando la tinta del manuscrito estaba todava fresca. Y tambin en este caso, Arthur Evans con su extraa facultad premonitoria se haba ya adelantado al sugerir la posibilidad de que las fechas fueran an ms anteriores de lo que indican los nuevos descubrimientos.

    M . E. L. M a llo w a n30 de abril de 1962.

  • PREFACIO

    E s t e libro no intenta ser una revisin, sino ms bien un suplemento de la obra Arqueologa de Creta de Pendlebury,* que trat ms detalladamente y en forma tan admirable y pormenorizada el arte minoico y helnico en Creta, pero que casi no toc los temas que expongo en mis captulos I, III, IV y IX. He procurado, adems, resumir los resultados de investigaciones posteriores sobre la prehistoria cretense, especial- mente las del doctor Michael Ventris y del doctor John Chadwick en el campo del desciframiento de la Escritura Lineal B.

    Estoy en deuda con varios amigos por la ayuda que me prestaron, pero no deber responsabilizrseles por ninguna de mis aserciones. Primero y antes que nada, debo agradecer al profesor M. E. L. Mallowan el que se haya tomado la molestia de leer y criticar mi primer borrador. Tambin debo mencionar al seor R. M. E. McCaughan, quien dibuj tantos mapas y figuras; al doctor J. G. Trevor, que cotej y revis mis pginas referentes a la antropologa fsica; a mi madre, que escuch gran parte de mi manuscrito, y a la seora Hilda Pendlebury, que me permiti reproducir, sin ningn cargo, algunas ilustraciones del libro de su difunto esposo.

    Aprovech tambin, mediante plticas o correspondencia, los conocimientos del difuto seor John Myres

    * J . D, S. Pendlebury; The Archaeology of Crete (An Introduction). Ed. en espaol, Introduccin a la arqueologa de Creta, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1965, 480 pp.. 53 ilustraciones y 24 mapas (traduccin de Margarita V. de Robles, revisada por Pedro Bosch-Gimpera.)

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  • 12 PREFA CIO

    del seor Frederick Bartlett, del doctor R. W. Hey y del seor T. C. Lethbridge. Deseo tambin manifestar mi agradecimiento a mi prima, la seorita May Clarke, que mecanografi los numerosos cambios y agregados.

  • CUADRO CRONOLGICO

    C r e t a G r e c i a c o n t i n e n t a l E g ip t o

    5000 Neoltico3000 Postneoltico Neoltico Dinastas I y II

    Minoico HeldicoTemprano I Temprano I

    Minoico HeldicoTemprano II Temprano II

    Dinasta III

    Dinastas IV y V

    Dinasta VI

    HeldicoTemprano III

    Primer Periodo Intermedio

    Minoico Temprano III

    Dinasta X I

    Minoico Medio I

    Heldico Medio I

    MinoicoMedio II Heldico Medio II

    Dinasta X II

    Segundo PeriodoIntermedio y Reyes Hyksos

  • Minoico Medio III

    14

    1700

    165016001550 --------------1500 Minoico

    Tardo I 1450 --------------

    1400135013001250

    12001150

    1100105010201000 Subminoico

    970

    CUADRO CRONOLGICO

    Heldico Medio III

    Minoico Tardo II

    Minoico Tardo III

    Heldico Tardo I

    Heldico Tardo II

    Heldico Tardo III

    Guerra de Troya Regreso de los

    herclidas?

    Submicnico

    Cermicaprotogeomtrica

    950 Protogeomtrico T emprano

    920 -----------------900 Protogeomtrico

    Medio 870 -----------------

    850

    ProtogeomtricoTardo

    Cermica protogeo- m trica en el tica

    Dinasta X V III Hatshepshut Tutmosis III

    Dinasta X IX

    Dinasta X X

    Dinasta X X I

  • CUADRO CRONOLGICO 15

    835 Protogeomtrico S e escribieron los B poemas homricos?

    820 ----------------800 Geomtrico

    Temprano

    750

    770

    735

    700.

    680

    650

    640

    635630

    620

    600

    GeomtricoMaduro

    GeomtricoTardo

    Primera Olimpiada

    Orientalizante Temprano

    Escultura Cer- -Dedlica mica Tempra- Orienta- nalizante -----------

    TardaDedlicoMedio

    Cermicaprotocorintia

    Arcaico Dedlico Tardo

    Postdedlico

    Dinasta X X II

    Dinastas X X III y XXIV

    Dinasta X XV Esarhaddon conquista de Egipto

    Los asirios expulsan a la Dinasta XXVI

  • INTRODUCCIN

    E n l o s tiempos histricos, Creta aparece frecuentemente como un lugar salvaje e indomable, cuna montaosa de rebeliones, matanzas y piratera. Se recuerdan, por ejemplo, las guerras civiles del periodo clsico, el nido de piratas destruido por Metelo Crtico y Pompeyo, los invasores sarracenos que excavaron el foso del que Canda tom su nombre, las historias de los venecianos, que utilizaron la isla como una fortaleza contra los turcos, y las innmeras rebeliones, reprimidas en forma salvaje, de los montaeses de Creta, amantes de la libertad, en contra de los romanos, los sarracenos, los venecianos y los turcos sucesivamente y, en poca ms reciente an, en contra de los alemanes.

    En la Edad del Bronce, sin embargo, Creta fue un lugar muy diferente; constituy el centro del primer podero naval que se conoce en la historia; era una tierra donde la gente viva en paz y con prosperidad en ciudades que carecan de murallas; un pueblo que se enorgulleca de poseer una cultura, que nosotros llamamos minoica , que poda compararse ventajosamente con las grandes culturas contemporneas del Asia Menor, Siria, Mesopotamia y Egipto. Era ste un pueblo que, sin duda, debe de haber visto como brbaros a sus contemporneos europeos.

    Durante un milenio y medio, esta cultura, que asociamos con el nombre del legendario rey Minos, continu sin interrupcin, aunque ciertos desastres locales, tales como algunos incendios y terremotos, afectaron aisladamente algunos sitios, y los griegos micnicos

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  • INTRODUCCIN 17

    empezaron a establecerse en las islas alrededor del ao 1500 a. c.

    Hacia 1400 a. c. aconteci en la isla una gran catstrofe de la que no tenemos un registro histrico claro, pero que qued sealada por el abandono y la destruccin de aldeas y ciudades, de todo lo cual ja ms se recobr totalmente la civilizacin cretense. Es verdad que casi todos los antiguos lugares volvieron a poblarse, pero los cuatrocientos aos siguientes se caracterizaron por la decadencia segura de la esplndida civilizacin minoica.

    Despus surgieron en Creta una nueva vida y una nueva cultura, pero ello se debi fundamentalmente a la creacin de los colonizadores griegos que se haban establecido all, y no a los sobrevivientes de la vieja raza minoica. Este resurgimiento cultural de Creta, empero, no lleg a alcanzar el siglo vil a. c., y la isla volvi a decaer ; proceso este que dur a travs de todas las grandes pocas de Atenas y de Esparta y todo el periodo del Imperio de Macedonia.

    Es indudable que Creta prosper moderadamente durante el Imperio romano, pero sus habitantes vivan estancados, sin tomar parte en los acontecimientos ms emocionantes de la poca. En los periodos clsico y helenstico, cuando Atenas, Esparta, Corinto y dems Estados peninsulares estaban en auge, Creta era una tierra despedazada por las luchas internas; un lugar que proporcionaba arqueros y tiradores de honda a sus vecinos ms afortunados. ste era el tipo de mercenario ms pobre y peor armado seal segura de que las cosas andaban mal en casa, y Creta lleg a su periodo final de degradacin precisamente antes de la ocupacin romana, cuando se convirti en el cuartel general de los piratas del Mediterrneo.

  • 18 INTRODUCCIN

    No obstante, la memoria folklrica griega conserv siempre el recuerdo de una edad dorada, cuando el rey Minos gobernaba a Creta, la de las cien ciudades y mltiples islas, y su flota haba arrasado con los piratas de los mares circunvecinos. El folklore haba tomado nota tambin de un gran ingeniero el ateniense Ddalo que trabaj para Minos y haba construido un saln de baile especialmente para la princesa Ariadna e, inclusive, haba confeccionado un par de alas que causaron la muerte a su hijo caro, quien vol demasiado cerca del Sol y cay, ahogndose, al lado de la isla que an lleva su nombre. Omos hablar tambin del Minotauro, el monstruoso toro antropocfalo, hijo de Pasifae, la esposa de Minos, A este monstruo se le sacrificaban siete donceles y siete doncellas de Atenas cada nueve aos, hasta que Teseo, prncipe de Atenas, lo mat y escap del laberinto, donde el monstruo haba sobrevivido gracias a una clave que le proporcion Ariadna.

    La memoria folklrica y los poemas homricos haban situado a Teseo como perteneciente a la generacin inmediatamente anterior a la guerra de Troya. Por qu entonces se lee la historia de Minos como un cuento de hadas, mientras se considera la Iliada una saga con trasfondo histrico? Naturalmente, hay que hacer ciertas concesiones a la personalidad del narrador y al carcter del auditorio ; pero creo que existen dos razones fundamentales por las que el elemento' histrico en las leyendas cretenses es tan tenue. Primero, aquellos que habitaron Creta durante la mayor parte de la Edad del Bronce, hablaban, probablemente, lo que los griegos llamaron una lengua brbara ; esto es, no griega, en tanto que los habitantes del Continente ya hablaban griego. Segundo, la destruccin de los establecimientos de la Edad del Bron

  • INTRODUCCIN 19

    ce en Creta fue mucho ms devastadora y definitiva que la de otros en la zona continental.

    La Grecia clsica careci de arquelogos o prncipes anticuarios, como el rey Nabnido de Babilonia. Si un hombre abra una antigua tumba, lo haca con la esperanza de encontrar joyas u oro que fundir; si excavaba un antiguo1 palacio, era slo como si abriera una cantera de piedras que poda volver a usar en cualquier edificio en construccin o reparacin. De esta suerte, quedaron pocos restos visibles, para la poca clsica de Grecia, de los objetos monumentales de la cultura minoica. Los sellos grabados y las cuentas continuaron pasando de mano en mano como ornamentos, amuletos o talismanes para dar leche , que se daban a las madres que amamantaban. Este prctica subsiste y se llama a esos objetos piedras de leche , pero su historia original y su significado se perdieron.

    El pueblo minoico que habit Creta en la Edad del Bronce, no fue exterminado y algunos habitantes continuaron hablando su lengua indoeuropea hasta la poca helenstica y an ms tarde. La caracterstica ms permanente de la cultura minoica, empero, fue la religin, que afect profundamente la clsica de Creta y, en menor grado, la de Grecia en general. La amalgama de los cultos minoicos y helenos debe de haber comenzado a mediados del 29 milenio a. c., pero aun en tiempos del Imperio romano continuaban existiendo cultos y prcticas que eran peculiarmente cretenses, y cuyos elementos no griegos fueron con toda probabilidad heredados de la civilizacin minoica de la Edad del Bronce, Ciertas deidades, como Britomartis, Velcanos y Eilitia, fueron verdaderamente cretenses, pero aun algunas figuras olmpicas, como Zeus, Hera, Apolo y Atenea, solan retener caractersticas minoicas en cuanto a su ritual y al folklore que las rodeaba.

  • 20 INTRODUCCIN

    Se ha sugerido que el relato que Platn hace de la Atlntida, esa isla de maravillosa cultura cuya deidad era Poseidon, y se preocupaba; especialmente por las carreteras y cisternas, pudiera ser una referencia, derivada de algunas fuentes folklricas, a la perdida cultura insular de Creta; y se ha pensado, inclusive, que la versin de que Soln deriv sus informes de Egipto puede significar que existan ciertos conocimientos respecto a la Creta minoica en los archivos sacerdotales egipcios.1 Queda claro, sin embargo, que el mismo Platn no identific a la Atlntida con Creta y que, si utiliz algo de folklore referente a la Creta minoica, no tuvo conciencia de que existiera conexin alguna entre ambos lugares. Platn conoca la tradicin que hablaba de las leyes de Minos y la relacin existente entre las costumbres dorias de Esparta y Creta y, por supuesto, como todos sus contemporneos, saba cmo haba sido llamado Epimnides de Creta para purificar a Atenas, tras el asesinato de los asociados de Celn en 632 a. c .*

    El eclipse de Creta durante el periodo clsico nos ha dejado muy poca informacin de los autores clsicos, quienes, en general, no se interesaron mucho por la isla.

    Algunos comentarios aislados, pero muy valiosos, se conservan en los poemas de Homero y en las Historias

    1 C. Seltman: Life in Ancient Crete: Atlantis , History Today, 1952, p. 332.

    * La hiptesis de la historia de la Atlntida ha adquirido importancia nuevamente en los crculos cientficos desde 1967, cuando Angelo Galanpulos, James W. Mayor, Emily Vermeule y Spyridn Marinatos descubrieron, en la isla de Tera o San- torino, las ruinas de una fabulosa ciudad minoica que fue destruida enteramente por un gran sismo, y qued enterrada bajo cenizas volcnicas. [T.]

  • INTRODUCCIN 21

    de Tucdides y Herodoto, y tenemos que emplear estos testimonios como prueba de la veracidad de las aserciones de algunos autores de la poca helenstica y romana.

    Los poemas de Epimnides y las obras de los historiadores que escribieron especialmente sobre Creta en el periodo helenstico se han esfumado, y casi todo lo que queda de ellas se conserva en la Historia de Diodoro de Sicilia, un autor honrado, pero poco crtico, que hizo su compilacin alrededor del ao 40 a. c. Su contemporneo, Estrabn, el gegrafo, mucho mejor crtico y ms preparado para usar las fuentes a su alcance, nos ha dejado alguna informacin interesante sobre la religin de. Creta, pero casi nada de lo que se refiere a su historia poltica. Polibio, por supuesto, es digno de confianza respecto a la historia poltica de su propio tiempo; pero en sus das las fuerzas cretenses se movan nicamente como peones en el ajedrez que ju gaban los monarcas helensticos de Egipto y Macedonia.

    L a numismtica y la epigrafa han proporcionado pruebas seguras en muchos asuntos, pero ninguna de ellas da mucha informacin antes del ao 500 a c., aunque de ah en adelante, estas fuentes se hacen cada vez ms abundantes y de mayor importancia. La evidencia ms valiosa que nos brindan es una inscripcin larga, si bien incompleta, conservada en los muros de un teatro romano en Gortina, en Mesara. En ella se dan las leyes de la ciudad, vlidas en el siglo V a. c. La inscripcin est labrada bellamente y es un buen ejemplo de la variedad local, un tanto arcaica, del dialecto drico, aunque es ms valiosa an por constituir la informacin ms completa que poseemos sobre el derecho de propiedad de una ciudad griega del periodo clsico.

  • 22 INTRODUCCIN

    Despus de Diodoro no vuelven los historiadores clsicos a investigar la historia cretense, a pesar de que ciertos tratadistas de religin, tanto paganos como cristianos, llegan, de vez en cuando, a citar algn detalle interesante. Los escritores bizantinos tampoco investigaron Creta, aunque algunos cronistas, como Eusebio y Malalas, citan autoridades ms antiguas y los historiadores eclesisticos nos dan un material interesante sobre la Iglesia cristiana primitiva fundada por San Tito.

    En el ao 832, Creta cay en manos de una gavilla de sarracenos aventureros, procedentes de Egipto (y de Crdoba, en ltima instancia), al mando de Ah K aab ,* y permaneci bajo la frula islmica hasta ser liberada por Nicforo Focas en el ao 960 de la Era cristiana.

    Los sarracenos fundaron la ciudad de Canda, llamada as por el foso que excavaron alrededor del villorrio original. Sin embargo, eran solamente aventureros rudos interesados en saquear, y en Creta jams se desarroll una universidad islmica como las que florecieron en Espaa.2 As que podra decirse que Creta carece de historia durante el periodo de la ocupacin sarracena, aunque debemos anotar el esfuerzo que hizo el emperador Alejo Comneno para sustituir la clase gobernante islmica por doce familias nobles bizantinas, llamadas los Arcontpulos.

    En 1204, Creta cay bajo el dominio de los Cruzados y se le asign a Bonifacio, el marqus de Montfe- rrat, quien vendi sus derechos a Venecia; as las cosas en 1210, se design para Creta un gobernador vene

    * E l apstrofo aqu es un signo convencional para indicar un golpe gltico, tpico de las lenguas semticas. [T.]

    2 Ni siquiera se lia descubierto en Creta el sitio de alguna mezquita de fecha islmica.

  • INTRODUCCIN 23

    ciano. Los venecianos colonizaron la isla, le impusieron contribuciones, la explotaron y suprimieron las rebeliones; pero tambin construyeron ciudades e implantaron su propia cultura, a la par que la Iglesia latina. Poco a poco la isla se calm, y algunos colonizadores venecianos, lo mismo que los colonos ingleses en Irlanda, fraternizaron y se casaron con cretenses; de manera que, en 1363, muchos venecianos, que se haban unido con los cretenses, se rebelaron contra la ciudad de Venecia y aun llegaron a adherirse a la Iglesia ortodoxa.

    L a unin entre Creta y Venecia cre no slo una cultura crtico-veneciana, sino tambin cierto inters respecto a la historia antigua de la isla, aunque el primer escritor medieval que dio muestras de inters por la arqueologa cretense fue el monje florentino Buon- delmonte, quien visit la isla en 1492, y cuyas observaciones fueron utilizadas por Cornelio en su Creta sacra, publicada en 1577. En 1596, Honorio de Belli produjo su historia de Canda, a base de observaciones personales de muchos monumentos e inscripciones. Por lo que se refiere a algunos escritores posteriores, como Meursio, en Creta, de 1675, y Hoeck, en su Kreta, de 1823, se preocuparon por estudiar la historia del periodo clsico, basndose en textos ms que en monumentos.

    Tournefort, Pococke y otros describieron la vida cretense contempornea y la isla misma, pero el primero que; combin los estudios clsicos con detalles topogrficos y sociolgicos fidedignos, fue Robert Pashley en sus Travels in Crete, 1837. Lo sigui el capitn (posteriormente almirante) T. A. B. Spratt, con sus Travels and Researches in Crete, obra publicada en 1865, pero que contiene los resultados de un estudio interrumpido por la guerra de Crimea. Spratt y Downes

  • 24 INTRODUCCIN

    compilaron las cartas del Almirantazgo referentes a Creta, las cuales fueron los mejores mapas en existencia hasta que se elaboraron los del Estado Mayor durante la segunda Guerra Mundial. Victor Rawlin public su Description physique d lle de Crte, en 1869, en la que proporciona un informe excelente de las partes que visit, aunque no es tan completo como sugiere su ttulo. Sin embargo, no fue sino hasta las ltimas dos dcadas del siglo pasado que se hizo un intento serio de excavar los sitios antiguos de la isla, y el crdito por la fundacin de la arqueologa cretense debe darse principalmente a tres hombres: el doctor Joseph Hazzidakis, fundador de la Syllogos (sociedad arqueolgica local de Creta), el profesor Federigo Halbherr, quien condujo las primeras excavaciones de la misin italiana en Creta, y sir Arthur Evans, cuyos infatigables esfuerzos se vieron coronados con el descubrimiento del palacio de Minos y revelaron nuevamente la gran civilizacin minoica de la Edad del Bronce cretense y de su predecesora neoltica.

    Evans visit Creta por vez primera en 1893, atrado por el estudio1 de los sellos grabados, entonces conocidos como gemas insulares y, al ao siguiente, public su libro Cretan Pictographs, and Pre-Phoenician Script. En 1897 obtuvo autorizacin para excavar parcialmente el sitio del palacio de Minos, que entonces era terreno virgen, salvo por dos calas tentativas, una realizada por Heinrich Schliemann, y la otra por Minos Kalolcairinos. L a rebelin cretense de 1897 indujo a los turcos de Canda a asesinar a algunos cristianos del lugar, incluyendo en la matanza, imprudentemente al vicecnsul britnico y a diecisiete marinos de la misma nacionalidad. El almirante Noel volvi sus caones hacia,la ciudad y dio al baj diez minutos para que se rindiera. Por lo menos, sa es la

  • INTRODUCCIN 25

    versin local del incidente, y el nombre de Noel todava se honra en Creta. Arthur Evans, cuyo espritu liberal simpatizaba con esta rebelin y otras ms, fue apoyado por las nuevas autoridades cretenses, quienes le concedieron el derecho sobre su terreno segn la nueva ley arqueolgica propuesta por Hazzidakis y Jan- tdides.

    Hogarth describi as la escena de cuando cabalg con Evans para iniciar la excavacin del nuevo sitio1: Minos nos esperaba desde que abandonamos Canda; a nosotros, y no a ningn otro de los que llegaron durante el siguiente ao. Sobre el lugar mismo del trono enterrado languideca un asno triste, nico ser viviente a la vista. Se sac de all al burro y se empez a excavar Cnosos. El 23 de marzo de 1899, Evans, auxiliado por Duncan Mackenzie y Theodore Fyfe en su calidad de arquitecto, iniciaron esas campaas que habran de continuar anualmente hasta el ao 1914, y. reanudarse de 1920 a 1932. En 1901 Evans dio a conocer su divisin de la Edad del Bronce cretense concebida como Minoica Temprano, Medio y Tardo, as como su artculo The Mycenaean Tree and Pillar Cult . En 1906 dio a la estampa tambin su Essai de classification des poques de la. civilisation rrdnoenne (una revisin de su informe al Congreso de Atenas, en 1905), ms un artculo breve, pero importante, respecto a las medidas de peso y la moneda minoicas, y su obra Prehistoric Tombs of Knosos.

    Estos descubrimientos atrajeron la atencin mundial, y el primer libro general que trat de ellos (notablemente bien realizado, si se toma en cuenta su fecha temprana) fue el de H. R. Hall, Oldest Civilization of Greece} publicado en 1901; seguido luego de The Decorative Art of Crete in the Bronze Age (1907), por Edith H all; La Crte ancienne, por L. P. Lagrange

  • 26 INTRODUCCIN

    (1908) ; The Discoveries in Crete (tambin de 1908), por R, M. Burrows; Zeit und Dauer der kretisch- mykenischen Kultur, por Diedrich Fimmen; Crete, the Forerunner of Greece, por C. M. Hawes, y Proistoriki Archaeologia, por P. Kavadias: estos ltimos publicados en 1909.

    En 1906 haba construido Evans la Villa Ariadna para que le sirviera de cuartel general, y en 1907 y1908 no slo sigui excavando en el Palacio de Minos, sino que tambin descubri el Pequeo Palacio. En1909 public el primer volumen de sus Scripta i Minoa, y en 1911 fue nombrado caballero, por sus servicios a la arqueologa.

    Las excavaciones en Creta se interrumpieron debido a la pi'imera Guerra Mundial, pero continuaron en 1920, y en 1921 Evans public el primer tomo de su Palace of Minos. Mackenzie, su devoto ayudante, estuvo presente en todas las campaas hasta 1928, cuando tuvo- que retirarse por motivos de salud, y fue sucedido en su cargo de curador de Cnosos por J. D. S. Pendlebury.

    En 1932 Evans abri la Tumba del Templo, en Cnosos, y, en 1935, visit Creta por ltima vez y public el cuarto tomo de su gran obra.

    L a Escuela Arqueolgica Britnica de Atenas empez a excavar en Creta en el siglo xix. cuando Hogarth abri la cueva Dictea en Psicr, y al ao siguiente, excav un sitio minoico en Zacros, en el extremo oriental de la isla. En 1901, Bosanquet, que haba estado excavando el lugar cicldico ms importante de la Edad del Bronce: Filacopi de Melos, transfiri sus actividades a Creta y explor el sitio arcaico y helenstico de Presos donde encontr una inscripcin eteo-cretense (la primera haba sido encontrada por H albherr).

    En 1902 Bosanquet comenz a excavar tambin la

  • INTRODUCCIN 27

    ciudad minoica y las tumbas de Palecastro, en la costa oriental, y R. M. Dawkins continu el trabajo de este arquelogo.

    En 1928 Evans obsequi su propiedad cretense a la Escuela Arqueolgica Britnica de Atenas, y desde esa fecha condujeron las excavaciones en Cnosos los sucesivos directores: Humfry Payne, Alan Blakeway, Gerard Young y Sinclair Hood; as como los sucesivos curadores: Pendlebury, yo mismo y P. de Jong. Payne, Blakeway, Young, J. K. Brock y T. J. Dunbabin abrieron un gran nmero de tumbas de la Edad del Hierro Temprana.

    Pendlebury inici en 1935 un examen completo de los sitios de la llanura de Lasiti, trabajo que fue interrumpido por la segunda Guerra Mundial. Durante ella, Pendlebury hizo su caballerosa salida contra los paracaidistas alemanes y fue herido primero, y por fin muerto, en abril de 1941. Antes de su muerte, empero, termin la excavacin de la aldea postminoica de Karfi, hecho que slo haba sido igualado por la seorita Boyd en el sitio de Gurnia. Pendlebury hizo excavaciones en un lugar de cuevas neolticas (en Trpeza) y en otros sitios circunvecinos.

    En enero de 1940, abr tres tumbas del periodo Orientalizante en Khaniale Tekke, cerca . de Cnosos ; una de ellas contena un tesoro formado por joyas del siglo vil a. c.

    En el mes de mayo de 1941, los alemanes ocuparon la zona alrededor de Cnosos, y la Villa Ariadna se convirti en el cuartel del general Ringel, quien no slo saque las antigedades que all haba, sino que cometi un crimen arqueolgico todava peor al destruir la Tumba Real de Ispata, y utilizar sus piedras para construir tres albergues militares. Sin embargo, hay que hacer notar que los oficiales alemanes que

  • 28 INTRODUCCIN

    siguieron a Ringel trataron las antigedades con un gran respeto.

    Halbherr haba empezado a excavar en Creta algunos aos antes que Evans, pero sus primeras investigaciones se restringieron a los restos del periodo clsico incluyendo la famosa inscripcin legal de Gor- tina. En 1900, empero, comenz a trabajar el sitio palaciego de Festos, en el extremo oriental de un macizo aislado en la llanura de Mesara. En 1901, el profesor Luigi Pernier tom el mando de las excavaciones y pudo completar el primer tomo de la publicacin final de II Palazzo di Festos, en tanto que el segundo volumen qued inconcluso a su muerte acaecida en 1937 y fue terminado y editado por la profesora Luisa Banti, en 1950.

    Desde que concluy la segunda Guerra Mundial se han efectuado ms excavaciones, las cuales han sido dirigidas, principalmente, por los profesores Levi y Banti, Savignoni y Paribene, quienes publicaron sus trabajos acerca de los cementerios de Festos y Hagia Triada en el undcimo volumen de Monumenti Antichi. nicamente se han publicado sumarios de las campaas ms recientes en Festos.

    Tampoco han sido publicadas del todo las excavaciones de Fernier y Banti en Hagia Triada, aunque ya hay excelentes informes preliminares. De los periodos arcaico: y clsico, Pernier rindi cuentas de sus trabajos en Prinias durante 1914, y Doro Levi las present de su trabajo en Arcades en 1924. Por ltimo, aun cuando no sea por ello menos importante est el explndido corpus de inscripciones clsicas cretenses que la seorita M. Guarducci ha venido elaborando desde 1935. Tambin los norteamericanos llegaron pronto al trabajo de campo y se concentraron en el golfo de Mirabello.

  • INTRODUCCIN 29

    Durante todo este periodo, el Servicio Arqueolgico Griego ha estado llevando a cabo una gran labor que, aunque no es espectacular, s ha resultado delicada. Las obras se han realizado bajo los sucesivos funcionarios del Servicio, doctores: Hazzidakis, Jantdides, Marinatos, Teofnides, Platn, Petru (muerto durante la guerra de Albania) y Alexu.

    La Escuela Francesa de Atenas se demor ms en concentrar su atencin en Creta, pero, de 1899 a 1900, P. Demargne excav la atractiva ciudad de Lato. Los franceses continuaron interesndose por este distrito; sin embargo, recientemente dedicaron mayor atencin a Malia, donde se descubri un esplndido palacio minoico, el lugar que fue descubierto y calado originalmente por Joseph Hazzidakis.

    Los alemanes no tomaron parte en las excavaciones cretenses antes de ocupar la isla militarmente en 194.1, pero despus de esa fecha llevaron a cabo algunos trabajos de poca monta.

    Todas estas investigaciones han producido una gran cantidad de material que necesita ordenarse y correlacionarse con los hallazgos contemporneos de otras partes de Levante.

    Mucho de este trabajo de excavacin y correlacin de culturas fue ejecutado por el mismo Evans, como se ve en su magna obra The Palace of Minos, pero haba varios puntos discutibles y se organiz una verdadera batalla campal entre Evans y Wace respecto al enfadoso' asunto del grado hasta el cual podra considerarse que Micenas hubiera estado bajo la influencia minoica o que inclusive hubiera existido una dominacin cretense durante los periodos I y II del Mi- noico Tardo.

    No es posible suministrar aqu la bibliografa sobre

  • 30 INTRODUCCIN

    las excavaciones que han tenido lugar fuera de la propia Creta, pero los lectores pueden consultar los diversos informes arqueolgicos de los respectivos especialistas.

  • I. L A S IS L A S D E C R E T A : G E O LO G A ,

    G E O G R A F A , C L IM A , F L O R A Y F A U N A

    L a la r g a y montaosa isla de Creta (mapas 1 y 2) forma un peldao natural entre Europa y frica, y entre Europa y Asia. Pero aunque existen numerosos escalones entre estas dos ltimas, Creta, en cambio, es el nico eslabn conveniente entre Europa y Egipto. As, pues, no fue por accidente que esta isla se convirtiera en la trasmisora de las influencias culturales que, procedentes de las ms antiguas civilizaciones del Cercano Oriente y del Oriente Medio, llegaron hasta la Europa brbara, ni tampoco que constituyera la primera civilizacin que podemos llamar europea.

    En los ltimos tiempos del Mioceno y del Plioceno, la isla parece haber estado conectada ms bien con el Asia Menor y no con Europa, puesto que ciertas variedades de caracoles terrestres y escarabajos sin alas que aparecen en Creta y Anticitera son afines a las variedades del Asia Menor, mientras que aquellas que viven en Citera se asemejan a las de la Grecia continental, por lo que sugieren la probabilidad de que en alguna poca la cisura entre Europa y Asia haya sido el estrecho que divide Citera de Anticitera. Lo que ahora es la parte norte del Mar Egeo fue entonces, con toda probabilidad, un lago ; y ya desde 1856 T. A. B. Spratt not que los depsitos miocnicos cercanos al Quersoneso, en Creta, contenan tal abundancia de moluscos de agua dulce que era lcito suponer que se trataba de un depsito lacustre, ya que los montculos del lugar no habran permitido que se formara un depsito fluvial tan grande.

    31

  • o

  • CRETA: GEOLOGA Y GEOGRAFA 33

    Durante el Pleistoceno se produjeron algunas convulsiones geolgicas evidentes, las cuales provocaron el hundimiento de la zona llamada ahora mar Egeo ; las mismas convulsiones hicieron surgir algunas cordilleras y separaron a Creta del Asia Menor. Desde entonces, Creta qued relacionada ms estrechamente con la Grecia continental, y su flora y fauna actuales son europeas, aunque tienen todava leves rastros de sus antiguos vnculos con el Asia Menor y Cirenaica. Una de estas reliquias es el agrimi, o sea el bice o cabra cretense, que tambin se encuentra en la islita cicl- dica de Antimelos. Este esplndido animal, a pesar de su parentesco con los bices de Cerdea y Crcega, se parece ms a los de Chipre y del Asia Menor.

    Los contactos de Creta con Europa se fortalecieron an por el hecho de que casi todos los puertos de la primera estn situados en la costa norte y porque despus de los primeros ochenta kilmetros m ar adentro hay un doble cordn de islas que une a Creta con tierra griega continental. Otro puente de islas formado por Casos, Crpatos, y Rodas, vincula a Creta con el Asia Menor. Al sur, sin embargo, no hay ms que aguas profundas y ms de trescientos kilmetros de m ar abierto, sin que el navegante tope con isla alguna entre Creta y la costa africana.

    L a isla de Creta no ha sido todava objeto de un examen geolgico sistemtico, aunque algunos gelogos han explorado individualmente ciertas zonas particulares.1

    El mapa geolgico ms reciente de Creta es el que

    1 Por ejemplo, Ardaillon y Cayeux exploraron la Creta occidental. Annual of the American Geographical Society, 1901, p. 445 ; y en los depsitos de las cuevas del centro de Creta trabaj Simonelli: Rendiconti Accademia dei Lincei Roma, 1894, p. 236.

  • 34 C R ETA : GEOLOGIA Y GEOGRAFA

    se bas en la obra de N. Liatsikos y que public la Fundacin Rockefeller, al llevar a cabo su estudio de Creta. Es indudable que este mapa corrige en algunas partes aquel que levant el capitn Spratt, pero para el lector comn resulta descorazonado! porque es ms sinttico y deja fuera una gran cantidad de informacin que s contiene el trabaja de Spratt, Segn Liatsikos, el gran espinazo calcreo de la isla, incluyendo los promontorios que cierran las bahas de Kisamos, Jan ia y Suda al oeste, las grandes cordilleras de los Montes Blancos ; el Ida y Lasiti ; el macizo de Cofinos al sur, y los pramos ms all de Setia al oriente, quedan sealados como formaciones de piedra caliza oscura y dolomita de la subzona Tripolitza . Los elementos que componen las llanuras costeras de Jaina y Retim- nn, los valles al sur de Hercleo entre el macizo de Ida al occidente, los valles de Pediada al oriente y tambin ai llanura aluvial cuaternaria de Mesara, al sur, son caliza impura y margosa, arenisca calcrea y guijarros.

    En este grupo ms o menos heterogneo, Liatsikos incluye evidentemente los blancos depsitos calcreos de Cuscuras y, a pesar de que indica yacimientos de sulfato de cal en la lnea divisoria de Kisamos-Selinn, no seala, en cambio, el montculo histrico de Guip- sades, que provey de cal a los constructores del Palacio de Minos, ni las canteras de Mesara, que suministraron bloques enteros de este material para los palacios de Festos y Hagia Triada.2

    El distrito costero al oriente de Cofinos y alguno1 que otro lugar son, segn la clasificacin de Liatsikos, de caliza del grupo adritico-jnico. Finalmente, hay un

    2 Esta observacin no deber interpretarse como una crtica a Liatsikos, ya que estos yacimientos, aunque importantes arqueolgicamente, aparecen en un sector reducido solamente.

  • CRETA: GEOLOGIA Y GEOGRAFIA 35

    gran sector alrededor de Cndanos, al oeste, algunas tierras al sur de la llanura de Retimnn y otras partes aisladas, que aparecen anotadas como esquisto, filita, pizarra, cuarzo y mrmol.

    Las rocas gneas (serpentina, gabro, sienita y un poco de granito), principalmente de los periodos Ju rsico y Cretceo, y posiblemente algunas del Eoceno, aparecen hacia el extremo oriental de los montes Aside- roto y al sur del macizo de Lasiti. Existen dos reducidas localidades volcnicas en Glatas y Jerocambos, en el distrito de Jania, y Spratt asegura que las islas de Pondiconisi y Guedaronisi son de formacin volcnica, aunque la ltima de ellas, segn otro autor ms reciente, es de caliza del Terciario.

    En general, empero, la base del terreno de la isla consiste en filitas metamrficas, pizarras, esquistos de mica y cuarzos, los cuales salen a la superficie en los distritos de Kisamos y Selinn. En el resto del pas las rocas metamrficas aparecen cubiertas casi siempre por una gran masa de caliza de grano grueso, originaria de los perodos Jursico, Cretceo y Eoceno y arrastradas por los resumideros en vez de haberlo sido por las corrientes. Las cuevas aparecen tan frecuentemente y han brindado refugio de modo tan constante en pocas de peligro que fue menester aumentar una palabra al vocabulario antiguo: cresfgueton, o sea, refugio cretense.

    Las zonas inferiores tambin estuvieron cubiertas en gran parte por rocas marinas del Terciario1 Superior, especialmente conglomerados que incluyen calizas, tierras margosas, gredas y areniscas.

    Los depsitos del Cuaternario y del Terciario superior, aunque no son muy-extensos, formaron los terrenos ms frtiles, como la llanura de Mesara y los llanos costeros de Hercleo y Retimnn. Se pueden

  • 36 C RETA : GEOLOGA Y GEOGRAFA

    llenar muchos de los pormenores que faltan en la versin Rockefeller del mapa de Litziakos3 al leer los libros y artculos de algunos exploradores anteriores, como el del capitn Spratt y el de M. Victor Rawlin, resumido, este ltimo, por Burchard.4

    Tambin se discuti detalladamente la provincia de Setia en un libro que L. Jalikipulos escribi en alemn. H. Lehmann examin la misma zona ms recientemente y en su breve sumario de los distritos que visit, asegura que la Creta oriental se compone fundamentalmente de caliza, esquisto cristalino y guijarros del Mesozoico y del Terciario antiguo, sobre todo lo cual se superpuso la caliza del Terciario Tardo, ms los guijarros y marga en las depresiones marginales de Hierapetra y Setia.

    L a p ir a t e r a y l a d is t r ib u c i n d e l a p o b l a c i n

    Los dos planos de Lehmann ilustran cmo los establecimientos minoicos siguieron los depsitos aluviales y los valles de esquisto, al mismo tiempo que evitaron la caliza. El esquisto no slo se quiebra ms fcilmente bajo la forma de terrazas de cultivo, sino que favorece la comunicacin al formar senderos naturales en las laderas de los cerros por donde puede transitar cmodamente una mua cargada, sin preocuparse por los duros pedruscos que caracterizan los caminos de caliza. Tales planos ponen de manifiesto, tambin, cmo las zonas de ocupacin derivan de los llanos costeros hacia las tierras altas cuan-

    3 E l mapa original, que no he visto, puede ser mucho ms informativo.

    4 Artculo Kreta , en Real-Enzyklopdie, de Paully-Wis- sowa-Kroll, pp. 177-179.

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    do existe un peligro mayor de ataques corsarios. As pues, los sitios minoicos pocas veces se encuentran a ms de cien metros sobre el nivel del mar, lo cual atestigua el poder de la flota minoica, y creo que esto es verdad tambin con respecto a los establecimientos minoicos de otras partes, aunque, por supuesto, esta regla es aplicable nicamente a las aldeas y no a los lugares de culto como son los santuarios en cuevas o picachos. No obstante, durante los periodos Homrico y Geomtrico, cuando ya no haba una armada minoica y la piratera era la profesin en boga, las aldeas cundieron hacia las caadas altas y las laderas inferiores de los cerros de esquisto.

    La piratera continu hasta la poca clsica y alcanz nuevo auge durante el periodo Helenstico, pero despus de que Metelo Crtico y Pompeyo aniquilaron a los piratas cretenses durante el primer siglo a. c., la isla goz nuevamente de paz y prosperidad y los llanos de la costa florecieron con una poblacin satisfecha, formada por granjeros, artesanos y comerciantes. Sin embargo, con la llegada de los atacantes sarracenos mandados por Ab K aab en el ao 825 de nuestra Era, comenzaron otra vez los malos tiempos, y las llanuras costeras no volvieron a poblarse hasta que la mano firme de la Venecia imperial impuso la paz (una paz menos segura, no obstante, que la que imper durante las pocas minoica y romana).

    En carta a un amigo, R. C. Bosanquet menciona ciertos actos de piratera ms recientes acaecidos en la costa cercana a Palecastro: Curiosamente, hasta la revolucin griega los mares se hallaban tan infestados de piratas que nadie se atreva a vivir en esta playa abierta, y toda la llanura estaba sin cu ltivar.. . Un escritor veneciano cuenta que esa costa era inhabi- hle debido a los corsarios. . . Omos muchas historias

  • 38 C R ETA : GEOLOGIA Y GEOGRAFA

    referentes al ltimo pirata cristiano, un tal Papa Boyat- zes, Pap Tintorero, valiente sacerdote que mandaba una rpida galera de cuarenta remos y era el terror de los turcos.

    El almirante Spratt haba comentado, tiempo antes, el notable conocimiento de los contornos costeros cretenses, Casos, Crpatos y Castelorizo, que posea su piloto, quien haba sido otrora pirata: el dulce y paciente capitn Manias. En el libro XIV de la Odisea, el hroe simula ser cretense y se jacta al decir: nueve veces, antes de la guerra de Troya, ataqu con mis barcos y mi casa creci y mi reputacin qued establecida entre los cretenses .

    T e r r e m o t o s y m a r e ja d a s

    Actualmente el nico volcn que queda activo en Grecia; es el de la isla cicldica de Tera, lugar que es tal vez mejor conocido por su nombre italiano de Santo- rino. Sin embargo, los terremotos afectan frecuentemente muchas partes de Grecia, y Creta sufre un promedio de dos fuertes temblores de tierra cada siglo y varios estremecimientos menores cada ao. Ya sir Arthur Evans not, al excavar el Palacio de Minos en Cnosos, evidencias de destruccin, la cual es especialmente clara en la Casa de las Rocas Cadas y en la del Buey Sacrificado. Estas dos pequeas construcciones se destruyeron debido a la cada de grandes piedras, lanzadas hacia el sur desde el sudeste del palacio, y debe hacerse notar que los terremotos que ahora acontecen sacuden la isla de norte a sur, y su epicentro est en alguna parte entre Creta y Tera.*

    * Como ya se ha dicho, Tera o Santorino qued seinisepul- tada por uno de estos cataclismos. [T.]

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    El gran fuego que destruy el palacio alrededor de 1400 a. c. fue tambin, supuestamente, el resultado de alguna actividad ssmica, en tanto que Evans seal que, para l, eran huellas de otros temblores. Esta teora ha sido elaborada posteriormente por S. M arinatos y C. F. C, Schaeffer. ('Vanse pp. 426-427.)

    G e o l o g a y t o p o g r a f a d e s u p e r f i c i e

    El difunto capitn J. D. S. Pendlebury trat admirablemente la topografa superficial de la isla en su Arqueologa de Creta, en la cual compendi toda la evidencia anterior contenida en el Stadiasmus6 y en las obras de algunos viajeros ms antiguos, y que complement con su inigualable conocimiento personal de los atajos y montaas de Creta. Por supuesto, algunos muleros conocan mejor sus propios territorios, pero nadie conoci la isla entera como Pendlebury, quien subraya el punto que podra olvidrseles a ciertos arquelogos e historiadores de gabinete, respecto a que las distancias sealadas en el mapa significan poco cuando consideramos las antiguas rutas comerciales, y que lo que verdaderamente importa es el nmero de horas a pie que toma a un hombre normal el caminar de un sitio a otro.

    L a isla , el primer captulo de Pendlebury, debe tomarse como base para el estudio de la superficie topogrfica, y ahora ha sido complementado por otras investigaciones que Friedrich Matz, miembro de la expedicin arqueolgica alemana, llev a cabo desde

    5 Op. cit., pp. 13 y 24. Creo, empero, que los templos sealados en el Stadiasmus se citaron principalmente como puntos de referencia prominentes para los navegantes, ms que como lugares de devocin .

  • 40 CRETA : GEOLOGIA Y GEOGRAFA

    comienzos de la segunda Guerra Mundial en el occidente de Creta. Lo mismo puede decirse de los trabajos de T. J. Dunbabin en el distrito de Amari, de los de N. Platn, foro de las antigedades, y del examen de Creta efectuado por la Fundacin Rockefeller en 1948, bajo la direccin de L. G. Allbaugh.

    Si se considera la isla sencillamente como medio ambiental para el desarrollo de ciertas culturas humanas, podemos dividirla en los siguientes tipos de lugar: a ) valles y frtiles llanuras costeras; b) altas mesetas festoneadas de montaas y desaguadas a veces por algn ro, pero ms frecuentemente por unos fosos naturales (llamados katavthra en el Continente y mencionados en Creta generalmente como chnoi) ; estas mesetas quedan rodeadas a veces de nieve durante el invierno y en otras ocasiones, cuando los hoyos se han tapado, se inundan; c) montculos de poca altura y planicies que ofrecen buenos pastos y aun tierra cultivable; d) bosques; e) madara, o tierra estril, en lo alto de las montaas, la cual proporciona pasturas en el verano, pero est cubierta de nieve durante el invierno, y f) los picachos, desfiladeros y torrentes que no tienen utilidad para el pastoreo.

    L a fa u n a

    En el extremo occidental, los valles de esquisto da los distritos de Cndanos y Enea Joria estn mejor irrigados que los dems y son relativamente frtiles, lo mism o que las dos llanuras costeras de Kisamos y Jania. En lo s Montes Blancos existen restos de los vastos bosques de cipreses que todava proporcionaron material a la armada veneciana durante el siglo XVI y que, en el d istr ito de Keramia, an alcanzan los 2 0 0 0 metros

  • CRETA: GEOLOGIA Y GEOGRAFA 41

    de altura. Estos sitios han sido siempre un refugio para los perseguidos, trtese de hombres o de bestias. En tiempos de Plinio, o al menos en la poca en que ste era una autoridad, la provincia de Jania era la nica parte de Creta donde todava haba venados, mientras que las boscosas alturas de la garganta de Hagio Rumeli son en la actualidad los ltimos refugios del agrimi, el bice cretense que an se encontraba hace unos cincuenta aos en los distritos del Ida y de Lasiti. Sin embargo, la aseveracin de Evans respecto a que todava se le hallaba en Da, es incorrecta.

    Debe hacerse notar que de toda la fauna salvaje registrada de Creta ninguna bestia resulta el antepasado de los animales domsticos que aparecieron posteriormente en la isla. Aun los gatos domsticos de los das minoicos parecen haber descendido de las gatos egipcios y no de los felinos salvajes isleos. Los animales domsticos de Creta deben de haber llegado en pocas neolticas o posteriores y por ello se les considerar con mayor propiedad en el captulo referente a la organizacin social. (Vase el captulo V III.)

    No existen datos respecto a las variedades de peces que conocan los primeros pobladores de Creta, pero deben haber incluido casi todas las variedades mediterrneas actuales. An hay abundancia de peces alrededor de la isla, y antes de que los cretenses empezaran a pescar con dinamita, los bancos pisccolas deben de haber sido mucho ms prolficos. La pesca, empero, siempre debe de haber sido dificultosa por el hecho de que las principales zonas pisccolas estuvieron en la costa sudoriental, donde las aguas costeras son extremadamente profundas y no hay buenos puertos.

    El tipo de caza ms comn en la isla incluye pichones y perdices que se consiguen durante todo el ao, mientras que en la temporada de migracin pue-

  • 42 C RETA : GEOLOGIA Y GEOGRAFA

    de cazarse pato, agachadiza, chocha y codorniz. Hasta se han visto pasar cigeas, pero, desde luego, la migracin ms interesante es la de las grullas que vuelan durante la primavera en enormes bandadas sobre Creta, hacia el noroccidente. y retornan volando hacia el sudeste en octubre.

    C l i m a , p r e c ip it a c i n p l u v ia l y s u m in is t r o d e a gu a

    El clima de Creta vara mucho segn la altura. Las llanuras tienen un clima placentero y seco y prcticamente todas las lluvias caen entre octubre y marzo; habitualmente hay algn aguacero en octubre y otros ms en febrero o marzo ( las primeras y las postreras lluvias mencionadas en la B iblia). La temperatura slo ocasionalmente va ms abajo del punto de congelacin, y la nieve es rara.

    Hay solamente un lago en Creta, el Kurnas (con una extensin de 65 hectreas), situado aproximadamente a dieciocho kilmetros al oeste de Retimnn.

    Allbaugh habla de tres ros permanentes, pero este clculo depende del punto en que se trace la lnea entre un ro y un riachuelo. Pendlebury cita cinco, de los que no se sabe que se hayan desecado nunca, a saber: el Platanias, al oeste de Jan ia (la antigua Yrda- nos), el Gazanos, al oeste de Hercleo ( anteriormente Tritn ) ,6 el Metropolitanos o Hieropotams (el antiguo Leteo) y el Anapodiari (antiguamente Katarrac- tes), ambos en Mesara, y el Milopotams (el viejo Oaxes), que fluyen desde el extremo oriental de la baha de Retimnn. Otros lugares que tienen perma-

    G Yo creera que el Gifiros Potamos era ms permanente y que por tanto ste sera el Tritn; en ello coincido con Pashley.

  • II.

    Map

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  • 44 CRETA : GEOLOGIA Y GEOGRAFIA

    nentemente corrientes, aunque no merezcan el ttulo de ros, son Amnisos, Setia, Zacros, y Cato Vanos. As, pues, el agua es relativamente escasa (pese a que, por regla general, es de buena calidad) ; no obstante, de las aldeas escogidas por la Misin Rockefeller slo una tena que transportar su agua potable desde un establecimiento vecino.

    Los manantiales son comunes en las montaas, y en las llanuras de la costa el agua se saca de pozos (en la llanura de Malia, a una profundidad de slo cinco metros, pero en Cnosos a unos doce o catorce metros).

    R e c u r s o s m i n e r a l e s

    Los recursos minerales de Creta quedan indicados en dos informes presentados por la Misin Rockefeller. Uno de ellos, preparado en Hercleo, indicaba veinte filones de mineral de hierro, doce de cobre, diez de yeso y de tres a seis de manganeso, talco, lignito, plomo y cinc. Otro informe pretenda que en tres minas no trabajadas cerca de Paleojora, Msela y Castelli Kisa- mu, haba piedras preciosas, oro, plata, cobre,7 tungsteno, platino, magnetita, esmeril, grafito y posiblemente apatita de estao (la mayora, de ellos se supone que en pequeas cantidades).

    Los bosques, que todava suministraban abundante madera de ciprs para la marina veneciana en los tiempos medievales, han quedado ahora destruidos en buena parte. L a mitad de la zona de bosque que queda est en la provincia de Jania (parte son rboles bajos y parte es pino de Alepo mezclado con rboles bajos). Tambin hay, sin embargo, algunos bosques pequeos

    T En Crisocamino se hallaron pruebas de que existi all una mina de cobre del Minoico Medio.

  • CRETA : GEOLOGA Y GEOGRAFA 45

    de castaos en esta provincia. Retimnn tiene bosques de algarrobos y robles. A las vertientes meridional y oriental de la cordillera del Ida las cubren robles y coniferas (que constituyen una quinta parte de toda la zona forestal de la is la ) . Lasiti ostenta almendros y algarrobos y existe all la fina madera de prinri (roble perenne) encima de Kritsa. E l extremo oriental de la isla carece casi por completo de rboles, excepto las plantaciones de olivos o algarrobos y , el bosque- cilio de palmeras salvajes de Erempolis (que, tradi- cionalmente, se supone que naci de los huesos de dtil que arrojaron los primeros invasores rabes).

    P l a n t a s c o m e s t ib l e s y c u l t iv o s

    Grandes zonas de Creta son, siempre han sido, improductivas. No se dispone de estadsticas para los tiempos antiguos, pero Allbaugh da las siguientes cifras para 1948: ocho por ciento del total de tierras tenan cosechas cultivadas, tales como trigo, cebada, frijoles, etc.; diez por ciento eran viedos, olivos y otras huertas; cinco por ciento eran tierras barbechadas; siete por ciento, tierras de pastoreo y praderas de tipo permanente o semipermanente; dos por ciento eran bosques; no menos del cuarenta y ocho por ciento eran tierras que se usaban para pastoreo nmada, y el veinte por ciento restante consista en tierras completamente improductivas, tales como despeaderos de montaas, lechos de torrentes y parajes similares. Es imposible hacer un clculo justo de lo que pudieron haber sido las proporciones en los tiempos prehistricos, pero obviamente mucho de las actuales inadara las tierras baldas que se usan para el pastoreo nmada deben de haber sido entonces bosques vrgenes. Haciendo un

  • 46 C R E TA : GEOLOGIA Y GEOGRAFA

    clculo muy tosco, podra yo imaginar que la tierra cultivada no deba haber sido mucho menos que la actual, y que el veinte por ciento de riscos y torrentes era el mismo, pero cuando menos la mitad de las actuales madra debieron de haber estado entonces cubiertas de cipreses y otros rboles selvticos.

    Antes de 1939, los olivos cretenses tenan un promedio de rendimiento de ms de dos kilos de aceite por rbol, en comparacin con un promedio de uno y medio kilos para Grecia como conjunto, y algo menos todava para Italia y Turqua; ahora bien, la cosecha representaba un gran porcentaje ms de una tercera parte de la cosecha griega en conjunto. Las cosechas de trigo y cebada de antes de la guerra en Creta tenan un promedio de 12.8 y 15 bushels [35 litros] por acre [cada 0.4 de hectrea], respectivamente. Las uvas, generalmente en forma de las llamadas sultanas, forman actualmente la ms grande exportacin cretense, aunque Pashley menciona que, en sus das, el aceite pagaba 8 750 000 piastras de derechos frente a slo 168 000 de las pasas (que, probablemente, incluan a las sultanas). Hoy da, una proporcin considerable de las aceitunas exportadas de la isla se enva simplemente a otras partes de Grecia. L a produccin anual de aceitunas es aproximadamente de 25 000 toneladas y, segn Elliadi8 cerca de 10 000 toneladas de uvas se exportan al ao.

    Tanto olivos como vias se cultivaban en Creta durante la Edad del Bronce. Es asunto de especulacin hasta qu punto se exportaban, pero es interesante ob

    8 Sin embargo en 1937 Creta produjo 32 000 toneladas de aceite de oliva y 2 500 toneladas de aceitunas. Toum efort afirma que la cosecha de aceite durante 1699 fue de 300 000 medidas aunque advierte que la medida de Retimnn pesaba diez okes, mientras que la de Canea pesaba slo ocho y medio.

  • CRETA : GEOLOGA Y GEOGRAFA 47

    servar que la tradicin griega atribua la introduccin del olivo cultivado en el Peloponeso al Heracles ere- tense, de quien se deca que lo haba trado de la tierra de los hiperbreos, que Pausanias interpreta como Creta; y muy probablemente tiene razn en este caso, ya que el cultivo de la aceituna no pudo haberse introducido desde un pas que estaba en el lejano norte. El desarrollo de la aceituna cultivada y la preparacin de su fruto se atribuan a la diosa Atenea (quien, segn una tradicin, haba nacido en Creta).

    Sorprende a menudo a quienes visitan Creta, encontrar los valles llenos de viedos y trigo, plantados en las cumbres y laderas ms planas de las colinas se dice que ese trigo produce harina ms blanca que el de los valles mientras que las colinas ms bajas tie- nen terrazas para olivos. En el oriente de Creta y en algunos distritos occidentales, la algarroba compite, e incluso triunfa, con la aceituna en popularidad, mientras que los frutos ctricos se cultivan en los valles que estn detrs de Jania, pero estos ltimos no se conocieron probablemente en Creta en los tiempos prehistricos. L a actual cosecha por ao de algarrobas asciende a aproximadamente 20 000 toneladas.

    Los cretenses prehistricos estaban bien provistos de plantas leguminosas, como- guisantes, garbanzos y algunas formas de frijol, pero para endulzar sus alimentos deben de haber recurrido fundamentalmente a la miel.

    V e g e t a c i n n a t u r a l

    La vegetacin de Creta no se ha alterado mucho desde los tiempos prehistricos, con dos grandes excepciones : la primera, la disminucin de la madera de bosque, especialmente el ciprs, debido a tala excesiva, a in-

  • 48 CRETA : GEOLOGA Y GEOGRAFA

    cendios y a falta de proteccin de los retoos tiernos de los ataques de las cabras; y la segunda, la introduccin de numerosas frutas como manzanas, duraznos, .albaricoques, ciruelas, ctricos en el oeste, papas y ciertas verduras (que ahora se cultivan ampliamente en la llanura de L a siti) . Si tenemos en mente estas excepciones, podemos tomar la lista de Rawlin, modificada por Trevor Battye, como una indicacin precisa de lo que exista en los tiempos antiguos.

    Desde el nivel del mar hasta ms de 150 metros, encontramos lentiscos, enebros de grandes semillas, tamariscos, ciertos sauces, el Agnus castus, y adelfas. El almendro y el membrillo, ambos probablemente originarios de Creta, slo aparecen en este nivel. Ellia- di, en 1933, menciona la cosecha de almendras con cscara con un promedio de 600 toneladas y dice que cada ao crece.

    De 150 a 600 metros, encontramos el terebinto (lentisco ms suave), un roble caduco, arrayn, madroo, adelfa, morera negra y estoraque. De 600 a 800 metros, en las selvas ms bajas, rosales, sicomoros y hiedra (estas dos ltimas plantas tambin se encuentran ms ab a jo ). De 900 a 1 200 metros, en las zonas arboladas ms altas, existe el rbol Salvia cretica que es peculiar de la isla y muy comn, junto con el roble, el arce, el ciprs y arbustos espinosos.

    Entre 1200 y 1 800 metros, lmite del verdadero bosque, tenemos el ciprs perenne, el arce cretense y la forma baja y espinosa del prinri o roble perenne. Entre 1 800 y 2 400 metros encontramos las laderas subalpinas y desnudas que los cretenses llaman ma- dra. Tambin encontramos el enebro comn, el bbero cretense (que nunca alcanza un tamao mayor al de un arbusto) y, en las regiones ms altas, los bosques se convierten en formas trepadoras tales como el br

  • CRETA: GEOLOGIA Y GEOGRAFA 49

    bero trepador, el ciruelo trepador y el espino, principalmente el Pinus haricio o el Pinus halepensis, aparece todos los niveles basta 900 metros, pero los nicos bosques de importancia estn en el distrito de Ara- dena en el occidente y en las vertientes meridionales de las cordilleras de Dicte y Efendi Kavusi.

    Los cipreses parecen confinados al terreno calizo. El roble perenne y el mirto son muy comunes en el distrito de los esquistos, aunque no slo crecen en ste.

    rboles como el roble y el mirto cretenses tienden a convertirse en arbustos espinosos en las laderas ms elevadas. El centro de la isla se dedica actualmente en gran medida al cultivo de vias y olivos, pero en la llanura de Jania se cultivan ctricos. La pera silvestre puede encontrarse hasta 900 metros de altura y la morera negra hasta 600, pero esta ltima se introdujo probablemente para el comercio de seda y hay tendencia a que cada aldea tenga un rbol. Las moreras blancas crecen hasta los 900 metros.

    El cedro del Lbano1 y el pino de Cefalonia han sido identificados en ciertos bosques del Palacio, pero no se sabe si crecan en Creta o si eran importados. Sabemos que Tutmosis III sola importar cedros del L bano a Egipto en barcos de Keftiu , pero si esto s ig nifica que era en barcos cretenses est abierto a la duda (vase p. 144). Existen unos cuantos depsitos de sal natural en la costa, pero todava no hay pruebas que demuestren que el pueblo cretense intent explotarlos. Sin embargo, parece que pimienta es una palabra prehelnica y la palabra griega para decir mostaza tambin se deriva de una lengua extranjera.

    Las verduras silvestres incluyen las formas no cultivadas del apio, zanahoria, col, lechuga y esprrago (del cual slo se comen los tallos tiernos, puesto que el resto es espinoso) ; pero los cretenses tambin hiei ven.

  • 50 C R ETA : GEOLOGIA Y GEOGRAFA

    cuando hacen el puchero, muchas khorta (yerbas) que desprecian dondequiera las amas de casa: entre aqullas se incluyen bulbos de asfodelo y jacintos.

    Las colinas de Creta son particularmente ricas en yerbas y arbustos aromticos, el ms fragante de los cuales es el tomillo, las diferentes clases de cystus, la salvia, mejorana y menta.

    En julio, la mayora de las flores han desaparecido de los valles, aunque para entonces los pedregosos lechos de los ros dejan crecer adelfas que los ponen color de rosa y Agnus castus, que los tornan malva (esta planta se usa para fabricar canastos) ; las vias son de un hermoso verde y slo se ponen cafs en el tiempo de las lluvias otoales. Pero cuando los valles se doran, las nieves de las altas montaas se funden, las altas llanuras de Nida, Ornalo, Lasiti y otras producen sus mejores pastos y brotan muchas florecillas en las elevadas montaas tales como la kionodoxa, el mastuerzo de las rocas, nomeolvides y el alisn (este ltimo lo encontr Trevor Battye precisamente en la cumbre del Monte Id a ) .

  • II . L A E D A D D E P IE D R A

    E v id e n c ia s p a l e o n t o l g ic a s

    No p o d e m o s decir nada definitivo acerca de la existencia del hombre en Creta durante la Antigua Edad de Piedra. Un tallador de piedra parecido al tipo auri- acense fue encontrado por Pendlebury en Lasiti, pero no en un medio paleoltico. Debe admitirse el que el arquelogo comn y corriente que trabaja en Creta no reconocera el tipo menos obvio de utensilio paleoltico, y no hay un buen gelogo que observe los lugares correspondientes. Sin embargo, ciertos paleontlogos examinaron antiguos depsitos de caverna y hasta la fecha no han descubierto artefactos asociados con los restos fsiles contemporneos a la Antigua Edad de Piedra.

    En 1893, Simonelli excav algunas cuevas en el distrito de Retimnn e identific huesos de un gran elefante y de un pequeo ciervo al que llam Anoglockis cretensis. En 1904 la seorita Dorothea Bate pas algunos meses en Creta examinando la cueva de Spratt y otras doce cerca de Sfinari, dos ms en el extremo norte de la llanura de Falasarna, una a cada lado del promontorio que divide a Jania de Kisamos, cuatro dentro de los lmites de la pennsula de Akrotiri y un gran nmero de cuevas ms cerca de Retimnn. Ms tarde, en el mismo ao, examin depsitos de cuevas en el oriente de Creta, cerca de Milatos, en la llanura de Catar y en Jarumes donde registr huesos de elefantes pigmeos e hipoptamos, lo mismo que los que encontr Simonelli y otros ms que existen en la isla, como el agrimi o cabra monts cretense (Capra; aega-

    51

  • 52 LA EDAD DE PIED RA

    grus cretensis) ; pero no encontr ni Bos primigenius, ni seal alguna de la aparicin del hombre.

    Parecera que el puente de tierra hacia el Asia Menor se hubiera ya hundido cuando los primeros cretenses llegaron en botes, de isla en isla, por la ruta- de Crpatos y Casos, y que despus flaquearon la costa de Creta, lo cual tal vez sirva para explicar el curioso hecho de que todava no se ha encontrado cermica del Neoltico Temprano, excepto en Cnosos. Los primeros colonos del Neoltico en Creta no pueden haber llegado despus de 3000 a. c., y probablemente antes.

    Evans ya se haba percatado y haba puesto de relieve los elementos anatlicos de Creta, tales como las mazas de piedra y las figurillas en cuclillas que parecan indicar el culto de una gran diosa madre como la de Anatolia. Esta prueba se ha visto reforzada por la doctora Audrey Furness, quien destac ciertas analogas entre la decoracin de la cermica del ms antiguo Neoltico de Creta y la cermica calcoltica procedente del distrito de Alaca, en el Asia Menor.

    Tambin puede observarse que la colonizacin de Creta, navegando en los botes primitivos de que probablemente disponan los habitantes neolticos, sera difcilmente factible desde cualquier parte, excepto del Do- descanso o de las Cicladas. (Vanse p. 119 y Fg. 10.)

    M. L. Franchet examin, en 1912, un pequeo lugar de habitacin en la costa, a tres kilmetros al oeste de Hercleo, y pretendi que era anterior al de Cnosos y que produca algunos artefactos de obsidiana microltica.

    E l p e r io d o N e o l t ic o T e m p r a n o

    Aparte del sitio de Franchet cuya fecha es algo incierta , dependemos, para nuestro conocimiento de la

  • LA EDAD DE PIED RA 53

    cultura del Neoltico Temprano y Medio en Creta, enteramente del sitio del Palacio de Minos en Cnosos. Las pruebas permanentes y abundantes, procedentes de los profundos pozos de prueba, estn preservadas en el Museo Estratigrfico de Cnosos. Recientemente este material ha sido estudiado en detalle por la doctora Furness. Retiene ella la divisin hecha por Evans de la cermica, pues la clasifica en tres grandes pe- riodos, llamados Neoltico Temprano, Neoltico Medio y Neoltico Tardo; pero subdivide el primer periodo en Neoltico Temprano I y Neoltico Temprano II. L a cermica procedente de estos depsitos estaba muy bien hecha, bien mezclada y templada con yeso en polvo y algunas veces arenisca algo ms gruesa, pero haba sido cocida irregularmente, tal vez en un horno a la intemperie, de modo que el color de las superficies vara del negro, pasando por el gris, hacia el color ante, e incluso hacia el rojo, aunque el ncleo es duro y no se rompe. No hay descuido alguno, sino que la superficie est, habitualmente, muy bien bruida, aunque algunas veces un bruido irregular dej imperfecciones rojas sobre el color ante, o negras sobre el color gris. La forma ms comn era una vasija muy alta (para almacenamiento ), que poda tener, a la vez, hasta medio metro de dimetro, con grandes asas dispuestas verticalmente, en ocasiones colocadas en el borde pero por lo general un poco ms abajo. El perfil parece variar desde las formas cilindricas, pasando por las cnicas invertidas, hasta las redondas. Haba tambin vasijas ms planas de distintos tamaos, vasijas cnicas con bordes rectos, que se iban adelgazando (recurso neoltico comn a todo el Cercano Oriente), vasijas redondas con bordes invertidos y vasijas aqui- lladas con bordes similares. No son raras las asas inclinadas de tipo espoleta de pechuga de ave y tambin

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    hay un tipo amplio, plano, de doble cuerno, aunque est confinado a Cnosos y ni siquiera all es comn.

    L a doctora Furness divide los materiales del Neoltico Temprano I en a) cermica bruida ruda y 6^ cermica de bruido fino, que slo difiere de la primera en que las paredes de las piezas son ms delgadas, la arcilla est mejor mezclada y el bruido se ha hecho con mayor cuidado. El color de la superficie es generalmente negro, pero tambin hay ejemplos de rojo, color ante o amarillo, algunas veces rojo o naranja brillante y otros en pedacera sumamente variada.

    Observa, con justicia, la propia doctora Furness que como la cermica de las ltimas fases del Neoltico parece haberse desarrollado en Cnosos sin interrupcin alguna, se tiene que acudir a las etapas ms tempranas para buscar pruebas del origen o las relaciones extranjeras y, por ende, subraya la importancia de un pequeo grupo con decoracin plstica que parece principalmente confinado a los niveles del Neoltico Temprano I ; dicha decoracin consiste en hileras de gr- nulos que estn inmediatamente debajo del borde (tienen su paralelo en la cermica bruida de fecha calcoltica procedente de Gullucek, en el distrito de Alaca, Asia M enor), en grandes prominencias dispuestas solas, de tres en tres o hileras principalmente en la parte baja de la vasija, en molduras curvadas que corren paralelamente a los bordes ondeados que hay en ciertas piezas, en bordes dentados imitaciones plsticas de una cuerda, saledizos no perforados y algunas extraezas ms, no clasificadas. En total ella observ 137 fragmentos de la coleccin estratigrfica de Cnosos, todos probablemente del Neoltico Temprano I y con decoracin plstica de esta forma. Los ornamentos recortados eran ms raros y cuando los haba, generalmente eran del estilo pointill o de listn pun-

  • LA EDAD DE PIED RA 55

    teado [Lm. 1 ), pero tambin haba tringulos rellenos, cheurones, dibujos ajedrezados y lneas orladas, Aparecen igualmente figurillas humanas y animales en la misma tcnica que la de la cermica.

    El periodo Neoltico Temprano II est caracteriza, do por una mejor mezcla de la arcilla, una mejor coccin (lo cual reduce las variaciones de color) y por la desaparicin de ornamentos plsticos, manijas con reborde y ciertas formas de asa en forma de espoleta de ave. Todava siguen siendo normales los im- plementos bruidos (blancos o rojos), pero empiezan a ser progresivamente sustituidos por otros menos bruidos, en color ante o gris. Las formas de las vasijas y asas son las mismas, y lo propio ocurre con la tcnica de la cermica bruida, excepto que ocasionalmente la superficie qued ondeada por la herramienta de bruido, caracterstica que apareci entonces por primera vez, pero que haba de ser ms popular posteriormente.

    La decoracin recortada con incisiones era comn (Lm. 2 y Fig. 1) y se aplicaba a la mayor parte de la cermica fina, pero puesto que solamente se pona al exterior, a menudo las vasijas muy" amplias quedaban planas, mientras que la decoracin era ms comn en

    m m i u u u i n n i n u i i i m i ^

    1. Dibujos en cermica del Neoltico.

  • 56 LA EDAD DE PIED RA

    las jarras de cuello estrecho, donde era. ms ventajoso. Los diseos incluan ornamentos trenzado y en zigzag, y bandas en estribo lo mismo que lneas orladas.. Tambin fue,muy comn dispuesta verticalmente sobre las asas de trabilla. Otros ornamentos que ocurran eran los rectngulos sombreados con lneas, los ajedrezados y diamantes y, algunas veces, las bandas en zigzag, y otros ornamentos que se dejaron como base de pointill. Tambin se han encontrado algunos fragmentos de figuras humanas, as como de animales con una decoracin similar.

    E l p e r io d o N e o l t ic o M ed io

    En el Neoltico Medio apareci una tendencia creciente a dejar sin pulir los trabajos de cermica ms corrientes, posiblemente debido a que ahora se horneaban mejor y, por consiguiente, el pulimento era menos necesario para hacerlas impermeables al agua; por otra parte, pulimentos como los que aparecen en estas piezas ms bien rudas eran de tipo hecho a la ligera. Las grandes vasijas y jarras toscas seguan siendo comunes, aunque hasta en stas haba ciertos cambios difciles de definir, en los perfiles de los bordes. Las verdaderas asas en forma de espoleta de ave eran raras y la forma normal constitua una gran asa (no rebordeada) . En el periodo Neoltico Medio se introdujeron los rebordes rectangulares, redondos o puntiagudos, que surgen desde el borde, as como las asas sueltas colocadas sobre ste. Hay un ejemplo, en un vaso tosco, de saliente horizontal con dos perforaciones verticales, forma caracterstica de la ms antigua Edad del Bronce en Creta, las Cicladas, Mitilene y Troya.

    Las formas y materiales de la cermica fina del Neo

  • LA EDAD DE PIED RA 57

    ltico Medio no diferan mucho de los del periodo Neoltico Temprano, aunque las paredes de las vasijas eran ms bien delgadas; por otra parte, los diseos recortados en incisin no difieren mucho de los del Neoltico Temprano II, pero la ornamentacin mediante trazos ondulantes, ejecutada con un instrumento pulidor pesado, se hicieron comunes, siempre como alternativa, nunca como una adicin a la decoracin incisa. En general, los fragmentos de cermica del Neoltico Medio pueden ser negros, cafs, color ante, rojo claro o amarillos, pero los fragmentos ondulantes tenan, por lo general, una coloracin uniforme de negro con visos cafs. Eran muy comunes las tasas de listn y los salientes tubulares. Las vasijas onduladas a menudo tenan pequeas asas que, obviamente, eran slo un ornamento esqueuomrfico [utilitario] : algunas veces aparecen en hileras verticales o diagonales.

    En Cnosos, la gente debe haber vivido en casas de adobe, pero una gran proporcin de la poblacin, sin duda alguna, viva en cavernas. En la transicin de los depsitos del Neoltico Temprano II a los del Neoltico Medio, las hachas aparecen en jade, serpentina, ja- deta, hematita, dioprasa y esquisto, hahitualmente de un tipo pesado con un extremo aplastado para facilitar que se las tomara, o de un tipo trapezoide menor para usarse ms bien como una azuela o cincel. Se encuentran hojas y puntas de lanza de obsidiana, lo mismo que cilindros, que muestran que el material era importado, probablemente de Melos, y que haba sido trabajado in situ. Alfileres y agujas de hueso, carretes y espirales de huso hechos de arcilla testifican la existencia del trabajo de huso y de tejidos, probablemente como lina industria casera.

  • 58 LA EDAD DE PIEDRA

    E l p e r io d o N e o l t ic o T ardo

    Slo a fines del periodo Neoltico empezamos a formarnos una idea de qu aspecto tena una aldea cretense de ese tiempo. Ya para entonces se est manifestando el principio bsico o la falta de principio, que es tan caracterstico de la arquitectura minoica de la Edad del Bronce. Esta caracterstica inclin a un estudioso a emplear un trmino de la filologa comparada y referirse a la arquitectura minoica llamndola aglutinante , porque el dueo o arquitecto, despus de construir un cuarto rectangular, aada otros, de diferentes tamaos y formas, a medida que se iba presentando la necesidad. El plano resultante era bastante irregular en su diseo y da la impresin de un crecimiento celular orgnico ms que de un trazo arquitectnico. Poda desplegarse un gran ingenio y habilidad arquitectnica en el diseo de ciertas partes aisladas del edificio, pero siempre haba un aire de eventualidad en cualquier construccin minoica como conjunto. Las dos ltimas casas del Neoltico Tardo que se han descubierto en el patio central del palacio de Minos en Cnosos (Fig. 2 ) ilustran esta arquitectura celular. Los cuartos aislados eran rectangulares y estaban bien construidos, pero difieren en tamao y form a; y dos de los cuartos de la Casa A slo eran accesibles desde la calle (probablemente eran tiendas, pero tal vez slo construcciones externas o establos para burros) . La Casa A tena una esquina redonda, sin duda debido a que la calle de la aldea daba una vuelta en ese lugar. Ambas casas tenan hogares fijos, comodidad que qued fuera de lugar en la Edad del Bronce cuando los palacios y las casas por igual parecen haber dependido principalmente para su calefaccin de pequeos braseros movibles, aunque dos pequeas casas

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    de la Edad del Bronce Media en Malia, tienen hogares fijos y Pierre Demargne ha argido que esa prctica no se haba abandonado hasta entonces, es decir, hasta despus del ao 2000 a. c.

    2, Casa del Neoltico Tardo. En Cnosos.

    En Magasa, muy al oriente, haba una casa pequea, pero bien construida, con un cuarto redondo de tamao mediano que se abra partiendo de un pequeo cuarto exterior, y tambin un refugio de roca toscamente amurallado en el frente (Fig. 3 ) . Esta ltima

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    O 5

    3. Casa del Neoltico Tardo. En Magasa.

    parte era, indudablemente, una cabaa de pastor como todava hay muchas que habitan los pastores de las tierras altas, pero la primera, a juzgar por el nmero de hachas de piedra que all se encontraron, bien pudo haber pertenecido a un artesano que hizo tales herramientas y que viva cerca de la fuente de sus materias primas(Fig. 4 ) .

    4. Hachas del Neoltico Tardo. De Magasa.

    Se han encontrado habitaciones en cuevas y refugios en rocas que pertenecen al mismo periodo, pero son pocas y estn ampliamente diseminadas y, segn supongo, fueron habitadas por pastores y cazadores. Una caverna de este tipo, situada en Trpeza, en el borde de la llanura de Lasiti, ms tarde, en el periodo Minoico Temprano, se us como pozo para entierros. Otro refugio del periodo del Neoltico Tardo se ex

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    cav en Miamu,1 en el largo y frtil valle que conecta la llanura de Mesara con la baha de Lebena, y un tercero ms en la parte extrema oeste; es decir, en Kumaro, donde algunas de las vasijas con bordes invertidos o festoneados recuerdan tipos del Neoltico Tardo en la tierra firme. Tambin se han registrado hallazgos de tiestos neolticos procedentes de las cuevas de Zacros, Sfngaras, Scales y Hagia Fotia en el oriente, en Malia y Amnisos en la costa norte, en Festos, Hagia Triada y Gortina en Mesara y en otra cueva en la isla de Gavdos. S. Alexu excav una parte de un establecimiento del Neoltico Tardo en Catsaba, precisamente al oriente de Hercleo.

    Adems, se han encontrado hachas de piedra (la mayora de piedras locales) en diferentes lugares, pero algunas de ellas bien pueden haber pertenecido al periodo Minoico Temprano. La cermica del periodo Neoltico Tardo se ha discutido en detalle por la doctora Furness. L a cermica en bruto consiste principalmente en lo que ella llama cermica escurrida roja y ya no es de color gris negruzco, sino generalmente cocida con un rojo de ladrillo uniforme, lo cual entraa el empleo de un horno. La cermica era menos porosa debido a la mejor coccin, de modo que el bruido de la superficie no era necesario y se tall simplemente dicha superficie con un trapo o un cepillo dejando claramente visibles las estras.

    Las jarras con cuello en forma de embudo se hicieron ms comunes, pero seguan siendo normales las grandes vasijas y las jarras de piedra y (como en periodos anteriores) todava no hay nada que podamos identificar como una olla. Los alimentos podan tos-

    1 Pero S. Alexu considera que sta era slo una cueva para entierros. (Vase p. 188.)

  • 62 LA EDAD DE PIED RA

    tarse y cocinarse en las brasas, pero acaso los cretenses neolticos no deseaban nunca hervir agua o leche o empleaban ollas de cocer para este fin, tal como se us en algunas partes ms al norte? L a cermica escurrida , igual que la de Cnosos, tambin se ha encontrado en otras partes de Creta, por ejemplo en Tr- peza, en Lasiti, donde persiste como un material sub- neoltico hasta el periodo Minoico Temprano, y constituye la variedad primero identificada y mal llamada, por Pendlebury, cermica de Trpeza . Las formas son primordialmente de grandes vasijas y jarras de almacenamiento; las asas grandes son normales, pero las de tipo espoleta de ave han desaparecido.

    En la cermica fina de este periodo casi ha desaparecido el ondulado. E l material todava se parece al

  • LA EDAD DE PIED RA 63

    chas votivas; por esto, probablemente podamos considerar ei depsito como la dotacin de un pequeo ado- ratorio domstico del periodo Neoltico Tardo.

    La decoracin incisa se hizo menos comn en la cermica fina y tambin menos regular en su forma. Los tringulos irregulares aparecen ocasionalmente, como en parte de la ms antigua cermica de la Edad del Bronce de las Cicladas y la tierra firme de Grecia. Hay varias indicaciones de contactos extranjeros que indican que la Edad del Bronce est cercana. Mazas de piedra perforada como las de Mesopotamia aparecen desde el principio en Creta, aunque todava han sido perforadas martillndolas desde ambos lados y no mediante el taladro tubular recto que se emple durante la Edad del Bronce. El ms importante de los contactos extranjeros es con Egipto. Los niveles neolticos tardos en Cnosos nos han dado una cabeza de maza casi en forma de quilla, una pequea vasija de piedra caliza que fue ahuecada con un taladro tubular y unos fragmentos de vasijas de piedra demasiado pequeas para identificarlas, pero hechas de las variadas piedras que tendan a desaparecer en Egipto a fines del periodo Predinstico: todo ello era, probablemente, importacin de dicho pas.

    Sin embargo, las vasijas de piedra se siguen usando, a veces, durante un largo periodo, mientras que la cabeza de maza y la pequea vasija de caliza son, definitivamente, protodinsticas. Por consiguiente, puede inferirse que el periodo Neoltico Tardo en Creta no termin propiamente sino hasta cierto tiempo despus de la fundacin de la primera dinasta en Egipto, que actualmente se fecha hacia el ao 2900 a. c., como lo hacen Stock y la mayora de los egiptlogos, quienes piensan en el ao 3000 a. c. o en una data muy cer

  • 64 LA EDAD DE PIED RA

    cana, no en el 3400, como se pensaba cuando Evans escribi el primer volumen de su obra The Palace of Minos.

    A r t e s p l s t ic a s

    Los cretenses de los tiempos prehistricos no crearon nunca una escultura monumental, pero desplegaron gran habilidad para modelar y tallar en escala de miniatura. Hasta en el periodo del Neoltico Temprano I encontramos ejemplos de estatuillas de arcilla en forma de figuras femeninas en cuclillas o de animales. Los fragmentos son demasiado escasos para identificar a los animales, pero s podemos juzgar por ejemplos posteriores, que deben haber sido animales ordinarios de una granja: vacas, ovejas y perros. Las figurillas humanas del periodo Neoltico Medio siguen siendo, todas ellas, mujeres acurrucadas y con un crecimiento de la regin lumbar y los muslos tan grande que Evans, seguido por Weinberg, las llam esteatopigias ; ste es un trmino que alude tcnicamente al crecimiento anormal que se encuentra en ciertas tribus africanas, como la de los hotentotes. Dicha impresin de esteatopigia la dan no slo las figurillas neolticas cretenses, sino tambin otras de fecha neoltica que proceden de la tierra firme de Grecia y de tumbas de la Edad del Bronce Temprana, en las Cicladas. Sin embargo, las inferencias raciales de esta interpretacin son tan serias y tan extraas que me siento inclinado a seguir a Hogarth y creer que la mayora de estas figurillas pretendan solamente representar a mujeres muy gordas.2 Hasta hoy da, los griegos pueden acompaar la abundancia de carnes con fuerza y vigor y su palabra

    2 Hoggart, D. G.: Essays in Aegean Archaeology, 1927; Hutchinson R. W., Cretan Neolithic Figurines , Ipek, 1938, p. 50,

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    habitual para decir delgado significa sin fuerza. Algunas de estas figurillas eran relativamente realistas. El cuerpo estaba modelado con cierto cuidado, distinguindose muy bien los senos, el estmago y los glteos, aunque, a menudo, las cabezas eran tratadas de modo mucho ms sumario como un simple apndice cruciforme del cuerpo. Otros ejemplos son de forma ms esquemtica, aunque tal vez esto se deba a la torpeza en su ejecucin ms que a una utilizacin deliberada.

    Entre el grupo naturalista de figuras en cuclillas, la muestra ms hermosa, que yo asignara a los principios del periodo Neoltico Tardo, es la esplndida figura que procede de Kato Hierapetra y que actualmente est en la Coleccin Giamalakis, en Hercleo, Es mucho ms grande que cualquiera otra estatuilla completa de este periodo, ya que tiene 14.5 cm de altura y 9 de anchura en la base. L a figura est acuclillada con la pierna izquierda cruzada sobre la derecha, lo que nos da la clave de lo que debe haber sido la postura que se pretende representar en tantas figurillas de tipo ms tosco y esquemtico, que proceden de diversas partes del Levante en tiempos prehistricos, especialmente la de un gran grupo de figurillas conocidas como los dolos en forma de violn, comunes en Anatolia y lag Cicladas, pero raros en Creta (aunque un ejemplo en arcilla, con incisiones a la manera de las vasijas contemporneas, se encontr en un depsito del Neoltico Medio, en Cnosos). La figurilla de Giamalakis, hecha de material rojo, cubierto con una capa bien bruida color gris, es muy detallada en su ejecucin. Los cortos brazos curvados en los codos, los pechos, el largo cuello y la cabeza, con su gorra plana o peinado triangular, estn cuidadosamente modelados; y la cara, de nariz aquilina, boca ligeramente modelada, ojos hundidos y cabellos peinados hacia atrs, es

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    muy superior a cualquiera de las dems figurillas preservadas de este periodo. Los dedos de los pies y de las manos estn indicados por incisiones y las lneas que cortan el cuerpo parecen representar capas de grasa.

    Muchas de las figurillas y fragmentos neolticos procedentes de Cnosos no se encontraron en un conjunto estratigrfico especial, pero up interesante grupo que consiste en dos figurillas completas y fragmentos de otras dos se descubri en una casa del Neoltico Tardo en Cnosos. Debe observarse que entre los ejemplos que sobreviven no hay monstruos como los de Mesopotamia y Egipto; no hay animales fabulosos ni siquiera salvajes, sino simplemente los habitantes de una granja cretense: la vaca, la cabra, el perro y la palom a; si se pretenda que estas figurillas sirvieran de voto o simplemente eran juguetes, no lo sabemos; pero eran tan naturales como el alfarero que supo fabricarlas.

    El propsito de las figurillas femeninas est tambin abierto a la duda. Evans vio en ellas pruebas del culto a la grandiosa madre del Asia Menor; Hogarth estim que las figuras eran parecidas a los ushabtis de Egipto, cuyo fin era garantizar la comodidad del propietario en el mundo venidero. L a explicacin de Hogarth podra servir para figurillas del tipo cicldico que se encuentran en las tumbas, pero las figurillas neolticas cretenses se encuentran en casas y debemos preferir la explicacin de Evans respecto a ellas. Para las excavaciones de 1957-1960 hay que consultar Excavation