Homenaje a Emilio Mignone IIDH 2001

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  • III

    Instituto Interamericano de Derechos Humanos - IIDH

    Centro de Estudios Legales y Sociales - CELS

    VERDAD Y JUSTICIA.HOMENAJE A

    EMILIO F. MIGNONEEditores:

    Juan E. MndezMartn Abreg

    Javier Mariezcurrena

  • IV VVerdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    Emilio F. Mignone

  • VI VIIVerdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    Derechos Reservados Instituto Interamericano de Derechos Humanos. -Octubre, 2001

    NDICE

    Presentacin ...............................................................................

    I EMILIO F. M IGNONE

    IntroduccinPedro Nikken ................................................................................

    Un catlico en defensa de los derechos humanosMario del Carril ...........................................................................

    Mignone y la singularidad argentinaHoracio Verbitsky ........................................................................

    Recopilacin de bibliografa de Emilio Fermn MignoneIsabel Mignone Cristina Caiati ...............................................

    II LUCHA CONTRA LA IMPUNIDAD

    Los aportes y desarrollos del poder judicial en la luchacontra la impunidadEugenio Ral Zaffaroni ...............................................................

    La impunidad no es solo cuestin de hecho. Sobre lapersecucin en Espaa de los crmenes de la dictaduramilitar argentinaPerfecto Andrs Ibez ................................................................

    Nios desaparecidos por motivos polticos en la repblicaArgentina (1976-1983). La labor de abuelas de Plaza de MayoEstela Carlotto ..............................................................................

    Equipo a cargo de la edicin:Juan E. Mndez, edicinMartn Abreg, edicinJavier Mariezcurrena, edicinGuisella Snchez, correccin de estiloFelipe Snchez, correccin de pruebasMarisol Molestina, produccin

    Diagramacin, Artes Finales e Impresin: MARS Editores S.A.Portada: Karla Castro

    Las ideas expuestas en los trabajos publicados en este libro son de exclusiva responsabilidadde los autores y no corresponden necesariamente con las del IIDH o las de sus donantes.

    Se permite la reproduccin total o parcial de los materiales aqu publicados, siempre ycuando no sean alterados, se asignen los crditos correspondientes y se haga llegar unacopia de la publicacin o reproduccin al editor.

    Instituto Interamericano de Derechos HumanosApartado 10081-1000San Jos, Costa RicaTelfonos: (506) 234 04 04 Fax.: (506) 234 09 [email protected]

    363.233.6I59v Instituto Interamericano de Derechos Humanos

    Verdad y Justicia: Homenaje a Emilio F. Mignone / Instituto Intera-mericano de De rechos Humanos-- San Jos, C.R. : IIDH, 2001 .454 p . ; 22 1/ 2 x 15 cm.

    ISBN 9968-778 -82-6

    1. MIGNONE, EMIL IO FERMN - HOMENAJES PSTUMOS.2. COMISIONES DE L A VE RDAD. 3. JUSTICIA PENAL INTERNA-CIONAL. 4. NIOS DESAPARECIDOS - ARGENTINA. I. Ttulo.

    XI

    3

    7

    25

    29

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    65

    87

  • VIII IXVerdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    Cultura de paz y lucha contra la impunidad: el papel de lasociedad civilAdolfo Prez Esquivel ..................................................................

    Memoria, olvido, reconciliacin y justicia en el caso chi-lenoManuel Antonio Garretn M. ....................................................

    III COMISIONES DE LA VERDAD

    Las comisiones de la verdad. IntroduccinPatricia Valdz .............................................................................

    Las comisiones de la verdadRodolfo Mattarollo .......................................................................

    La experiencia del Cono Sur en materia de comisiones dela verdadFelipe Michelini ...........................................................................

    Las experiencias de El Salvador y Honduras en la bsque-da de la verdadAlfredo W. Forti ...........................................................................

    La bsqueda de la verdad y la justicia despus de lascomisiones de la verdad en CentroamricaMargaret Popkin ..........................................................................

    South Africas tTruth and Reconciliation Commission andthe International CommunityAlexander Boraine .......................................................................

    IV LA IMPUNIDAD Y EL DERECHO INTERNACIONAL

    La justicia penal internacional, la paz y la reconciliacinnacionalJuan E. Mndez ............................................................................

    Universal Justice for Crimes Against HumanityKevin Boyle ...................................................................................

    La lucha contra la impunidad ante el sistema interame-ricano de derechos humanosDouglass Cassel ...........................................................................

    Ius gentium y concepcin estatalista del derecho en rela-cin con los nuevos desarrollos de la doctrina y la juris-prudencia argentinaLeopoldo Schiffrin ........................................................................

    Notas curriculares de los autores ..........................................

    Indice

    95

    101

    123

    129

    173

    207

    223

    259

    303

    331

    357

    411

    433

  • X XIVerdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    PRESENTACIN

    Emilio Mignone luch por todos los derechos humanos. Enun primer lugar, y como parte del movimiento civil de laArgentina, gan la guerra sucia a la dictadura; esa gesta fueuno de los ms visibles estandartes para otros pases de Am-rica Latina. Completamente decidido a promover la estabili-dad democrtica de su pas y a defenderla, apost a una mayordemocratizacin de las instituciones y de la vida social comomanera de incrementar las oportunidades sociales para larealizacin de los derechos humanos.

    Emilio Mignone y el Centro de Estudios Legales y Sociales(CELS), simultneamente al esfuerzo de combatir la impuni-dad de las ms graves violaciones a los derechos humanos,comenzaron a enfrentar y a dar respuesta a los que seran losretos del futuro de estos derechos en la Argentina. Pero Emiliofue ms all: tena una visin completa de la evolucin delmovimiento civil por los derechos humanos en las Amricas.Ejemplo de su papel relevante fue su permanencia co-mo miembro del Consejo Directivo del Instituto Interamerica-no de Derechos Humanos (IIDH), durante ms de quince aos.Mignone fue responsable de promover y de alentar varioscambios institucionales y de poltica educativa en el Instituto.

    Emilio Mignone dej una huella indeleble en su pas y en

    instituciones como el CELS y el IIDH. En estas organizacionespuso al servicio humanitario por encima de pasiones polticasy jams dej de lado sus ideales de justicia y de libertad,que impuls en la poca ms sangrienta de Argentina. Justa-mente la idea de publicar este libro surgi en el pas de EmilioMignone, en abril de 1999, cuando el CELS, una de las msprestigiosas organizaciones de la sociedad civil americana, y elIIDH le rindieron un emotivo homenaje en el Aula Magna de la

  • XII XIIIVerdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires con lapresencia de familiares, amigos, organizaciones de derechoshumanos y una gran cantidad de estudiantes y pblico gene-ral.

    En ese homenaje nos acompaaron como expositores EstellaCarlotto, Leopoldo Schiffrin y Horacio Verbistky, quienes con-tribuyen en este libro; tambin estuvieron presentes, comodisertantes, dos personas de profunda experiencia en el siste-ma universal de proteccin de derechos humanos, como sonCecilia Medina Quiroga y Roberto Garretn. En aquella opor-tunidad el IIDH tambin organiz otras actividades en honora Emilio Mignone, como el lanzamiento, junto a varias organi-zaciones locales, de una campaa por la ratificacin del Estatu-to de Roma para el establecimiento de la Corte Penal Interna-cional, compromiso que el Estado argentino asumi posterior-mente.

    Este libro que tengo el honor de presentar trata amplia yprofundamente, aunque de manera amena, los temas funda-mentales para aquellas sociedades que, como muchas de lasnuestras, hacen esfuerzos por superar las causas y los efectosde las ms terribles atrocidades del pasado. El libro comienzapor una semblanza de Emilio Mignone y su obra (Nikken, DelCarril, Verbitksy, Mignone, Caiati) y en su primera seccin tratalas distintas dimensiones de la problemtica de la impunidad(Zaffaroni, Andrs Ibez, Carlotto, Prez Esquivel, Garretn).Luego incluye un captulo especfico sobre las comisiones de laverdad, tal vez unos de los aportes ms variados y actuales so-bre estos organismos en el mundo (Mattarollo, Valdez, Michellini,Forti, Popkin, Boraine). Finalmente, se tratan los avances que sehan registrado en el derecho internacional en trminos de jus-ticia (Mndez, Boyle, Cassel, Schiffrin).

    La lucha por la verdad y la justicia, dos valores fundamen-tales para las sociedades democrticas, es un tema de una ac-tualidad central en nuestra regin. Al momento en que sepublica esta obra estn funcionando comisiones de la verdaden Panam y Per, mientras que en Uruguay se desarrolla laexperiencia de la comisin para la paz y en Argentina conti-nan los llamados juicios de la verdad. Simultneamente a

    estas acciones, en casi todos los pases de la regin se renuevanlos esfuerzos de someter a la justicia a quienes aparecen comoresponsables de las ms graves violaciones de derechos huma-nos conocidas en nuestra historia.

    Por su trayectoria en la lucha por los derechos humanosbajo regmenes dictatoriales, es un ejemplo para todos aquellosquienes de alguna manera hemos enfrentado situaciones simi-lares. La bsqueda incansable de la verdad y justicia es el ttulode nuestro libro homenaje a nuestro amigo; pero tambin es elculto que Emilio Mignone rindi cada da de su vida y, funda-mentalmente, es el ejemplo y el legado que deja a las nuevas ge-neraciones, a los jvenes pensadores y a los activistas de dere-chos humanos.

    Roberto Cullar M.Director Ejecutivo

    Instituto Interamericano de Derechos Humanos

    San Jos, Costa Rica, Agosto de 2001

    Presentacin

  • 1IEMILIO F. MIGNONE

    Las sociedades emergidas del terrorismo de Estado tienennecesidad de procurar la sancin de los crmenes cometi-dos, para evitar que vuelvan a repetirse... las organizacio-nes de derechos humanos juegan un papel fundamental.

  • 2 3Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    INTRODUCCINPedro Nikken

    Es difcil expresar satisfaccin al rendir homenaje a unamigo que se ha muerto. La muerte, como evento inexorable,marca la frontera de la vida. Cuando se extingue un hombrecomo Emilio Mignone, es un privilegio acercarse con reveren-cia a su recuerdo y a sus sueos, a su obra, a sus luchas, a lapasin que siempre puso a las causas con las que se comprome-ti. Al amor, que fue la brjula de los momentos ms importan-tes de su vida. Desde su produccin como intelectual, sucompromiso como militante de la causa universal de los dere-chos humanos; pasando por el amor a su familia y a su prjimoy por el dolor irrevocable por el crimen perpetrado contraMnica, su hija, y contra toda su familia sumida en el supliciode la desaparicin forzada, por la dictadura que avergonz aAmrica Latina, Emilio Mignone volc su existencia en la luchapor la justicia, por el esclarecimiento pleno de la verdad y porla suerte de las vctimas indefensas del despiadado uso de lafuerza bruta desde el poder pblico y del ms indigno despre-cio hacia la dignidad humana y el sufrimiento ajeno.

    Tuvimos la suerte de que nos acompaara en el ConsejoDirectivo del Instituto Interamericano de Derechos Humanosdesde el 16 de enero de 1984 (fecha de la primera eleccin demiembros de ste1) y compareci a nuestras reuniones hasta lasesin ordinaria del Consejo que tuvo lugar los das 5 y 6 demarzo de 1998. Antes de que volviramos a reunirnos ocurri

    1 Los miembros del Consejo Directivo del IIDH se eligen por cooptacin, de modo que suprimer Consejo Directivo, que se instal en 1981, no fue, ni poda ser, producto de una elec-cin, sino que fue designado, por va excepcional y transitoria, por el entonces Presidentede la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Magistrado Rodolfo Piza Escalante.

  • 4 5Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    su fallecimiento el 21 de diciembre de aquel ao. Durante sularga permanencia en nuestro rgano directivo, Emilio Mignonesupo combinar extraordinariamente dos vertientes fundamen-tales en su vida: la de educador y la de luchador por la causa delos derechos humanos.

    Fue un disciplinado integrante del Consejo Directivo delIIDH. Nunca hizo concesiones a la diplomacia mal entendida oa los clculos sobre cmo seran recibidos sus puntos de vistaentre los dems colegas del Consejo. Se expres siempre claray francamente, con el valor y la autenticidad que lo caracteri-zaron. Fue en ms de una ocasin la voz de la conciencia denuestro mximo rgano de direccin y su aporte para que elIIDH se mantuviera siempre dentro de la fidelidad a su objetoy el apego a los principios que le dieron vida, representandoas uno de nuestros trminos de referencia ms preciados.

    Particip en numerosas actividades en el rea educativa delIIDH. Considero, que uno de los aportes que ms lo entusias-m, ya hacia el final de sus das, fue el Proyecto de Educaciny Derechos Humanos en Argentina, tema que propuso y quelogr incorporar en el curriculum del sistema educativo de supas. Emilio no slo particip en el diseo y puesta en prcticadel proyecto, sino que tambin particip en los cursos de ca-pacitacin y en la validacin del libro en el que habra de plas-marse, en la prctica, la educacin en derechos humanos en laArgentina.

    Como resultado del proyecto, el gobierno argentino impri-mi 50.000 copias del texto, mismas que fueron distribuidas alos maestros. Hoy ese texto se considera parte de la bibliotecadocente. Lamentablemente, no sobrevivi para ver este ltimoresultado. Desde luego, en el acto de presentacin del libro, enel ao 1999, se rindi un merecido homenaje a su vida y a sumemoria.

    Es un verdadero honor que me ha reservado la vida el dehaber tenido el encargo institucional de escribir estas brevespalabras introductorias a este Libro en Homenaje a EmilioMignone. En el se recogen trabajos de destacados especialistasde las Amricas, de Europa y de Africa, alrededor de un eje

    temtico, sobre una materia por la que Emilio luch sin desma-yo y con pasin: el esclarecimiento de la verdad sobre la suertede las vctimas de graves violaciones a los derechos humanosy el cese de la impunidad contra sus perpetradores. En amboscasos, se ha enfocado el tema tanto desde el punto de vista delderecho interno, como del internacional.

    Muchas cosas han cambiado desde el trgico procesoargentino y las atrocidades que se cometieron frente a los ojosde tres generaciones de seres humanos, dentro y fuera denuestro continente, an despus de la II Guerra Mundial. Laconsagracin irreversible de la jurisdiccin penal universalcontra los delitos de lesa humanidad, los procesos nuevos con-tra los tiranos argentinos, el enjuiciamiento al dictador Pinochety a varios de sus cmplices, las acciones adoptadas por tribu-nales europeos, los resultados de las Comisiones de la Verdad,marcan otros tantos hitos que muestran cmo luchas a las quese consagr Emilio Mignone con calor, han comenzado a pro-ducir frutos tangibles. Estamos convencidos de que se ha em-prendido un nuevo camino, sin retroceso, en procura de la pro-teccin de la dignidad del ser humano.

    En ese sentido, al ofrecer este libro homenaje a Emilio Mig-none, el Instituto Interamericano de Derechos Humanos confaen que, si con l nos unir para siempre el recuerdo, mucho mslo har la esperanza que Emilio ayud a cultivar.

    San Jos, junio de 2001

    Pedro Nikken

  • 6 7Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    UN CATLICO EN DEFENSADE LOS DERECHOS HUMANOS

    Mario del Carril

    ... quiero expresarle que lo he ledo con emocin. Encontr en el relato de su vida una notable coherencia

    entre la fe y la libertad de espritu; la firmeza en los principios y un sano pragmatismo;

    el pensamiento y la accin. Siempre he aspirado a esa coincidencia.1

    Hacia el final de su vida a los 76 aos, Emilio Mignone es unhroe, un organizador y una bandera del movimiento de losderechos humanos en la Argentina. Pero en su adolescencia, ensu juventud y al comienzo de su vida adulta, Mignone fueabanderado y protagonista de un catolicismo militante, que aveces se asociaba con el nacionalismo neutralista argentino yque no se dejaba identificar fcilmente con la defensa de losderechos humanos.

    En la Juventud de la Accin Catlica (JAC) Mignone estuvo alservicio de la jerarqua eclesistica y en los aos de la SegundaGuerra Mundial estuvo comprometido con el neutralismo na-cionalista. Despus de la guerra, Mignone estudi derecho enBuenos Aires, fund y dirigi Antorcha (el peridico de la JAC),se recibi de abogado y fue Director General de Enseanza enel gobierno de la Provincia de Buenos Aires, donde colaborestrechamente con el episcopado en temas relacionados con laenseanza religiosa.

    1 Carta Mignone a Hesburgh, 30 de enero, 1991, Archivo Mignone.

  • 8 9Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    En la segunda parte de su vida, Mignone luch contra unadictadura militar que se apoyaba ideolgicamente en la iglesiay reclam contra la jerarqua eclesistica argentina por haberabandonado a miles de familias y personas, entre ellas muchosfieles, afectados por las desapariciones2. El primer Mignone nobuscaba colaborar con quienes no pensaban como l; el segun-do Mignone se una a todos los que buscan la verdad y lajusticia.

    La oposicin entre los compromisos que asumi Mignoneentre los 20 y 30 aos y los compromisos de su edad adulta ymadura, es tan obvia que un observador que intenta ser obje-tivo no la puede ignorar. Se dice -a manera de explicacin-, queEmilio se dedic casi exclusivamente a los derechos humanosa los 54 aos porque los militares secuestraron, torturaron ymataron a su hija Mnica y seguramente tiraron su cuerpo almar. Esto es cierto, pero este cambio en Emilio Mignone no sepuede entender en forma cabal sin tomar en cuenta su militanciacatlica de toda la vida.

    ****

    A las 5 de la maana del 14 de mayo de 1976, Mnica, quetena entonces 24 aos, fue llevada de la casa de sus padres porun grupo de tareas de las Fuerzas Armadas para ser interroga-da por unas horas en un cuartel. Por lo menos eso fue lo que dijoquien pareca ser el jefe del grupo de hombres armados queentr en el departamento de Emilio esa madrugada. Nuncams se supo de Mnica.

    Sin duda, la desesperacin de Mignone por la desaparicinde su hija se agudiz porque nadie en el gobierno o en la es-tructura del poder militar y del poder eclesistico le pudo oquiso decir algo sobre el paradero de su hija: ni quin se lahaba llevado, ni por qu, ni cul fue su destino. Este hechosacudi a Mignone, quien se haba manejado en la proximidaddel poder durante muchos aos. Pero esta desesperacin nocambi su manera de pensar; no hizo que sintiera o valorara la

    vida de otro modo. El efecto en Emilio de la desaparicin de suhija fue otro.

    Despus que muri Emilio, el Padre Fernando Storni S.J.dijo en una misa: Emilio fue un hombre en que ante todo seadmiraba de cmo se reflejaba en su vida la Gloria de Dios,encarnada en su servicio al prjimo.3 Estas palabras expresanuna de las claves para entender qu pas en el alma de Emilio.La desaparicin de Mnica no cambi la naturaleza de Emilio,pero s cambi sus prioridades: el servicio al prjimo se trans-form en el principio regulador de su vida. l mismo reconocieste cambio cuando escribi: Yo le debo mucho a muchagente, pero fundamentalmente estoy en deuda con Mnica,que fue la causa para que pusiera mi vida al servicio de losdems.

    Esta aparente sutileza es una diferencia crucial para enten-der la vida de Mignone. La desaparicin de Mnica por si solano lleva a Emilio a dedicar el resto de su vida a los derechoshumanos en la forma abnegada como lo hizo. El motivo de esadedicacin fue el martirio y la vocacin de servicio de su hija.

    Por lo tanto, identificarnos con una parte de la vida deEmilio, rechazando la otra como algo extrao y monstruoso, esno comprender aquello con lo que uno se identifica. Esto es tancierto para quienes lo conocieron de joven y militaban con lpara defender a la religin en la vida del hombre, como paraquienes lo conocieron como defensor de los derechos humanosy militaron con l para proteger a la persona humana. Una vidaque siempre estuvo centrada en Dios, como fue la vida deEmilio, no puede admitir el rechazo del Otro.

    No existen fisuras ni contradicciones en el catolicismo deEmilio Mignone, ni en su compromiso con los derechos huma-nos. S existen equivocaciones, interpretaciones erradas, sim-plificaciones histricas, impulsos errneos e imprecisiones ensu vida, como las hay en la vida de todos.

    ****

    2 Mignone, Emilio F. (1986) Iglesia y Dictadura. Ediciones del Pensamiento Nacional, Bue-nos Aires.

    Mario del Carril

    3 El Padre Storni S.J. comenz su sermn con una cita de San Ireneo Homo Vivens, GloriaDei (El hombre viviente es la Gloria de Dios).

  • 10 11Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    Mignone pertenece a esa primera generacin de catlicosargentinos formada por instituciones creadas en las primerasdcadas del siglo XX en un esfuerzo por romanizar la iglesia yproteger a los fieles del avance del modernismo. Un listado delas instituciones ms importantes que fueron creadas y de losacontecimientos eclesisticos significativos que ocurrieron enlos primeros 18 aos de su vida, nos da una idea de la magnitudde este esfuerzo que aprovech un trabajo ya iniciado tras elingreso al pas de congregaciones religiosas de ambos sexos, enla segunda mitad del siglo XIX y a principios del siglo XX.

    En 1922, cuando nace Emilio, se inauguran los Cursos deCultura Catlica en Buenos Aires, un calificado instituto deestudios superiores catlicos en un pas en el cual el sistemauniversitario era laico. En 1928, cuando Emilio cumple seisaos, se funda la revista Criterio4 , la publicacin intelectual msvaliosa del catolicismo argentino. En 1931, cuando Emilio yatiene nueve aos, se establece la Accin Catlica Argentina y en1934, cuando cumple doce, se crea la Juventud de la Accin Cat-lica (JAC)5, una organizacin en la que tendr una destacadaactuacin.

    Por otra parte, en los primeros aos de su vida se inaugurala Baslica de Nuestra Seora de Lujn, que consolida a supueblo natal como el centro de peregrinacin del pas. En 1934se realiza en Buenos Aires el Congreso Eucarstico Internacional ,el primer congreso eucarstico que se realiza en Sudamrica yen el que por primera vez visitan la Argentina cardenales de laiglesia, entre ellos el Cardenal Eugenio Pacelli, despus inclusoel mismo Papa Po XII.

    En esa oportunidad se celebr en Palermo una misa dehombres de la que se coment: por primera vez se han vistocomulgar hombres en la Argentina. En la segunda mitad delsiglo XIX y principios del siglo XX, el pas era una sociedadpolticamente dominada por hombres despreocupados de lo

    religioso, en parte porque a lo largo del siglo XIX la presenciade la iglesia haba sido dbil. La dirigencia poltica liberal,positivista y conservadora, no tomaba en serio la religin. Peroen la dcada del treinta, por distintas razones, la religin setransform en un factor poltico. Quiz la principal razn fueque la clase dirigente empez a valorarla y a darle espaciocomo una valla de contencin contra el avance ideolgico delsocialismo y del comunismo.

    Adems, como mencion, las rdenes religiosas que habanestado llegando al pas junto con los inmigrantes en la segundamitad del siglo XIX y principios del siglo XX, tambin ayuda-ron a impulsar una renovacin del espritu religioso. Se esta-blecieron escuelas y centros catlicos, que difundan una vi-sin poltica opuesta al liberalismo y al laicismo dominantes6.Algunos de los religiosos haban llegado casi como refugiados,de Europa sintindose perseguidos por los liberales y por lossocialistas de fin y principio de siglo.

    Emilio hace su bachillerato en el Colegio Secundario Nues-tra Seora de Lujn, que haba sido fundado por los HermanosMaristas en 1904. Un ao antes, miembros de esa orden llega-ron expulsados de Francia, donde se les haba quitado elderecho a ensear, el cual era su medio principal de subsisten-cia. Es de pensar, entonces, que los profesores de Emilio en esecolegio no eran entusiastas de las instituciones republicanas ydel liberalismo.

    La historia tambin influy en la generacin de Emilio. Laguerra civil espaola repercuti poderosamente en el pas,dividiendo a la sociedad civil. Para muchos catlicos, el con-flicto confirmaba lo peor de lo que se deca de las institucionesrepublicanas, liberales y democrticas: haban abierto las puer-tas de la sociedad al anarquismo, al socialismo y al comunismo,los enemigos principales de la iglesia. A la vez, la informacinsobre las atrocidades cometidas contra la iglesia enardeca a la

    Mario del Carril

    4 Montserrat, Marcelo (1999) El Orden y la Libertad, una Historia Intelectual de Criterio.1928-1968. Separata de la obra Cuando Opinar es Actuar. Revistas Argentinas del SigloXX, Academia Nacional de la Historia, Buenos Aires.

    5 La Accin Catlica fue definida por el Papa Po XI en 1927 como la participacin de loslaicos en el apostolado de la jerarqua.

    6 En la revista anual de los hermanos maristas en la Argentina, se encuentra la reproduccinde una carta escrita en 1940, firmada por sacerdotes y religiosas de veinte rdenes argenti-nas, agradeciendo al Mariscal Petain el haber reinstaurado en ese mismo ao la enseanzareligiosa en Francia (abolida por un gobierno socialista en 1904). En esa carta se observanclaramente las prioridades de los religiosos que enseaban en la Argentina.

  • 12 13Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    juventud catlica. Segn el historiador Hugh Thomas, a lolargo de la guerra, fuerzas leales a la Repblica asesinaron a7939 religiosos: 12 obispos, 283 monjas, 5255 sacerdotes, 249novicios y 2492 hermanos7 , entre ellos 60 maristas8.

    ****

    En la Introduccin a la Metafsica, el filsofo alemn MartnHeidegger, que se form en un seminario catlico y que seadhiri al nazismo por un tiempo indefinido, expresa como losintelectuales de orientacin religiosa en el perodo deentreguerras se sentan atrapados en el mundo moderno.

    Esta Europa, escribe Heidegger en atroz ceguera y siemprea punto de apualarse a s misma, yace hoy bajo la gran tenazaformada entre Rusia, por un lado, y Amrica, por el otro. Rusiay Amrica, metafsicamente vistas, son la misma cosa; la mismafuria desesperada de la tcnica desencadenada y de la organiza-cin abstracta del hombre normal 9.

    La generacin catlica a la que perteneca Emilio tambin sesenta atrapada, pero a diferencia de Heidegger, que se habaalejado de la religin, crea en una renovacin cristiana quepudiera librarla de esa tenaza. Para Emilio y sus amigos, lasalvacin estaba en recuperar la sociedad cristiana autnticadel medioevo. Lean a Jacques Maritain, Nicols Berdyayev,Gilbert Chesterton, Giovanni Papini, Hilaire Belloc, PaulClaudel y Charles Peguy. Eran, sin embargo, vctimas tambinde una gran confusin, encubierta en una excesiva admiracinpor la accin. De esta forma, unos, por razones tcticas, seranpartidarios de Hitler, y otros, como Maritain, optaran por lasdemocracias, pero casi todos coincidan en que el destino de lacivilizacin cristiana exiga oponerse al modernismo.

    ****

    La primera carrera de hombre pblico de Emilio Mignonefue rpida. Es uno de los organizadores de la exitosa asambleade la Juventud de la Accin Catlica , que rene en Buenos Airesa 20,000 personas. Los congresales realizan marchas de nochepor las avenidas de Buenos Aires con antorchas encendidas ysesionan en Luna Park. En esa asamblea se crea el peridicoAntorcha de la JAC, que Emilio dirige hasta 1949. En los aossiguientes se recibe de abogado, viaja a Espaa por la JAC y esdesignado Director General de Enseanza de la Provincia deBuenos Aires. Tena 27 aos de edad y era el hombre ms jovenque haba ocupado ese puesto segn las crnicas de la po-ca.

    Eran los tiempos de la primera presidencia de Pern (1946-1952). La influencia de la iglesia catlica en el gobierno parecahaber llegado a un nivel nunca visto en la Argentina, a juzgarpor la imposicin de la educacin religiosa en las escuelas y porla reforma de la Constitucin de 1949 que incluy elementosidentificables con la doctrina social de la iglesia. Pero estainfluencia que fue llamada clerical por sus detractores nodur.

    En 1951, haca ya dos aos que Emilio estaba en la funcinpblica, tena 29 aos y se haba casado con Anglica Sosa(Chela) en enero de 1950. Pern (o el entorno de Pern) seenemist con el gobernador Domingo Mercante de la Provinciade Buenos Aires, seguramente porque ste figuraba como susucesor natural, y Pern o su entorno no quera sucesores.

    Por tal motivo al terminar su perodo como gobernador dela Provincia de Buenos Aires, Mercante fue expulsado delPartido Peronista, acusado de traidor y sus colaboradoresfueron perseguidos. Arturo Sampay, el brillante fiscal de laProvincia de Buenos Aires que fuera el arquitecto de la reformade la Constitucin del 49, tuvo que huir del pas disfrazado desacerdote. Julio Avanza, Ministro de Educacin de la provinciay jefe directo de Mignone, fue acusado de estafa contra elEstado, juzgado y condenado a prisin. Estuvo en la crcelcuatro aos y muri despus de recobrar la libertad. A Mignonelo busc la polica federal por unas semanas, pero l se refugientre parientes y amigos en Lujn y Buenos Aires.

    7 Thomas, Hugh (1961) The Spanish Civil War. Eyre & Spottiswoode, London. Pgina 173.8 El estimado de los muertos maristas es de Emilio Mignone. Mignone, Emilio (1954) Rese-

    a Histrica del Colegio Nuestra Seora de Lujn de los Hermanos Maristas (1904-1954).Lujn, Provincia de Buenos Aires.

    9 Heidegger, Martn, Introduccin a la Metaf sica . Traduccin de Emilio Est i. Editorial Nova,Buenos Aires.

    Mario del Carril

  • 14 15Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

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    En los siguientes diez aos de su vida (1952-1962), a Emiliole toca un relativo aislamiento poltico. Su mbito de accinpblica se reduce primordialmente a Lujn, pero mantiene suscontactos con la iglesia y participa activamente en el proceso decrear un partido poltico catlico nacional. Desde el punto devista material fueron aos desafortunados, pero fueron aosimportantes para su desarrollo personal: tuvo tiempo parareflexionar y participar como opositor en la vida poltica delpas. Adems, cont con un modesto peridico, La Voz de Lujn ,en el que expresaba sus opiniones y en el cual dej registradala evolucin de su pensamiento.

    La Voz de Lujn era poco ms que una hoja de pueblo queEmilio compr en 1952 con Juan Manuel Mndez. El peridicose ocupaba de los temas del pueblo, la cooperativa elctrica, lasobras del municipio, la seguridad y el deporte. Los editorialesde La Voz eran comentarios sagaces y bien informados sobremucho de lo que pasaba en el mundo y en el pas y se caracte-rizaban por su marcada orientacin catlica y por suanticomunismo.

    El 26 de diciembre de 1953, Emilio 10 comenta en un editorialsobre el peligro de una guerra nuclear:

    Pareciera que la subordinacin de la humanidad a los principiosinmutables del Declogo y la aceptacin de la Redencin comen-zada hace dos mil aos por Cristo quedan abiertos como expecta-tiva posible para lograr la paz verdadera y el amor y la justiciaentre los hombres.

    El nacionalismo exagerado de los discursos y escritos juve-niles de Emilio no aparece en estas lneas: solo hay un cristia-nismo depurado de contenido nacional. Es ms, en su anlisisde la realidad contempornea europea, critica el nacionalismocomo algo que forma parte de un modo de pensar que hacaducado, aunque limita la crtica a los nacionalismos marxistao liberal, pero no menciona el nacionalismo catlico:

    El triunfo de Adenauer... significa tambin el triunfo de la ideaEuropa sobre los nacionalismos anticuados y excluyentes. Deleuropeismo que acabar con las guerras del viejo continente yhar de las antiguas naciones europeas una sola gran nacin. LaEuropa cuyos campeones son Adenauer y De Gasperi y a la cualse oponen los que poseen la mentalidad anacrnica de un nacio-nalismo liberal o marxista que carece ya de sentido en el mundooccidental11 .

    Los gobiernos son importantes, pero impotentes para resol-ver el verdadero problema del hombre que es asegurar la paz.sta se asegura slo con la subordinacin a los principiosinmutables del Declogo y la aceptacin de la Redencin.Emilio tambin aprueba lo que est pasando en Europa, porquecree que la democracia cristiana de los gobiernos europeos estrealizando la Doctrina Social de la iglesia:

    Desde el punto de vista social el rgimen del Dr. Adenauer esprogresista sobre las bases, como se ha dicho, de una doctrinasocial cristiana. As Alemania est a la cabeza de los movimientosde coparticipacin y cogestin de obreros en las empresas; en ladifusin de la propiedad (y no en su eliminacin para empobreci-miento general como procuran los socialistas) y en la interven-cin sindical en las relaciones laborales ...

    ****

    Otro tema de sus editoriales es el sectarismo argentino. El4 de enero de 1954 Emilio invita a dialogar y a ser tolerante enel campo de la gramtica. Pero sus lectores enfadados, o quizsaburridos, se quejaron. Mignone les respondi con la siguientefilpica en La Voz de Lujn:

    Estas reacciones -las quejas- son naturales y tienen su origen enla dificultad que existe para muchos en convivir con respeto ytolerancia hacia sus semejantes y esforzarse por apreciar loshechos y las ideas con objetividad. El ver las cosas como son esbastante difcil. El juzgar con equidad ms an. El permitir elintercambio de opiniones, aun en un mismo peridico, no es

    10 Segn Carlos Mignone, hermano de Emilio que colaboraba en La Voz de Lujn , casi todaslas editoriales eran escritas por Emilio. 11 La Voz de Lujn , 21 de septiembre de 1957.

    Mario del Carril

  • 16 17Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    habitual entre nosotros y sin embargo revela una amplia libertadde espritu y un anhelo de permitir la ms amplia informacinpara una adecuada formacin de juicio.

    Creo que la experiencia de ser perseguido -y en algn casocalumniado- sufrida por Sampay, Avanza, Mercante y por lmismo, empez a convencer a Mignone de que la intoleranciay el sectarismo son males de los argentinos que se encuentranen cualquier parte, an en discusiones sobre gramtica. Volve-r sobre el tema con mayor urgencia y en un contexto trgico,despus de la exitosa revolucin de 1955 contra Pern.

    En estos aos Emilio est en contacto con los ex dirigentesde la Accin Catlica que se van abriendo paso en la vida.Naturalmente, forma parte de los cuadros catlicos que seresisten a la persecucin de la iglesia catlica a partir de 1953.Las tensiones entre el gobierno peronista y la iglesia se agra-van; Emilio participa activamente en la resistencia de los cat-licos a la persecucin del gobierno de Pern y se lo identificacomo uno de los principales redactores de los panfletos queatacan al gobierno peronista en los aos 1954-5512 .

    Sin embargo, cuando la revolucin antiperonista triunfa en1955, Mignone se encuentra en el crculo de los nacionalistascatlicos catalogados de nazis y fascistas, que son despla-zados del poder por los liberales de la Revolucin Libertadora.Este tiene que haber sido un golpe fuerte, tan fuerte como elque recibi cuando el peronismo atac a Mercante y a suentorno, en el que l estaba incluido.

    En junio de 1956 el gobierno militar de la RevolucinLibertadora enfrenta una contrarrevolucin peronista y recu-rre a fusilamientos extra-judiciales de militares y civilesinsurrectos, declarando la ley marcial en el pas. Emilio disienteclaramente en un editorial de La Voz de Lujn que predice elfuturo triste y sangriento que le espera al pas porque ese da sedecidi actuar al margen de la ley:

    Pocas cuestiones han dado lugar en el pas a una poltica tanapasionada como la provocada por los fusilamientos dispuestos

    por el gobierno provisional. Digamos en pocas palabras, nuestraopinin. No eran necesarios, ni dieron sensacin de energa ninada de soluciones. Si a lgo demuestra la historia de todos lospases y en particular la Argentina es que medidas de estanaturaleza suelen iniciar perodos sangrientos y no concluirlos ...Jurdicamente no es posible admitir la aplicacin, an por regme-nes de facto, de leyes aprobadas despus de los hechos. Moralmen-te se requerira una adecuada medicin de las responsabilidades.Y polticamente ha sembrado el odio y el rencor por muchos aosentre vastos sectores del pas alejando las posibilidades de laconcordia y la normalidad13 .

    Aunque la circulacin de La Voz de Lujn no era nada encomparacin con los grandes diarios de la capital federal, senecesit coraje y clarividencia para escribir este editorial, com-prometido de hecho con los derechos humanos. Los fusila-mientos del 10 de junio de 1956 ocurrieron 20 aos y 26 dasantes de la desaparicin de Mnica, un hecho violento incluidoen el ciclo de sangre que se inici con esos fusilamientos. Enjunio del 56 Mnica tendra cuatro aos.

    Emilio no gan amigos con esta protesta, pero s se gan elrespeto de muchos y tuvo que sufrir, por supuesto, los insultosde los sectarios a quienes encar directamente y sin pelos en lalengua, como lo hara tantas veces en la vida:

    Quien no est en un cien por cien con el gobierno incluso con losfusilamientos es, para algunas mentalidades sectarias pero-nista. En vez de razonar y argumentar se lanzan calificativos:nazi, comunista, nacionalista, masn. No se admite que cual-quier ciudadano piense con su propia cabeza y tenga opininpropia. Se denigra al que juzga libremente y segn la conviccinsurgida de sus estudios a cualquier hecho o actor de la historiaArgentina14 .

    ****

    Hemos visto reflejada en La Voz de Lujn la evolucin delpensamiento de Emilio en estos aos. Esta evolucin tambin

    12 ARNAUDO, Florencio Jos, El ao en que quemaron las iglesias .13 La Voz de Lujn , 23 de junio de 1956.14 La Voz de Lujn , 30 de junio de 1956.

    Mario del Carril

  • 18 19Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    se percibe en su actuacin en la Unin Federal, el partidopoltico catlico al que perteneca, el cual ayud a organizar ydirigir.

    Efectivamente el catolicismo no tena un partido poltico enlos primeros aos del peronismo. Pero de hecho, durante elperonismo, los catlicos fueron un factor de poder: ayudaron acrear el primer gobierno de Pern y fueron la fuerza msimportante en el derrocamiento del segundo perodo de go-bierno de Pern. Los tanques de las fuerzas militares contrariasal gobierno peronista solan llevar pintadas en blanco la cruz yla leyenda de la Accin Catlica: Cristo Rey.

    Durante el periodo de oposicin al segundo mandato dePern los catlicos crearon, a falta de un partido poltico, dospartidos polticos: Unin Federal, que se identificaba con loscatlicos nacionalistas y presida Basilio Serrano y en el cualparticipaba Emilio, y el Partido Demcrata Cristiano , identifica-do con lo que se llamaba el catolicismo liberal. El esfuerzoelectoralista fracas pues los dos partidos catlicos compitie-ron entre ellos, dividieron los votos catlicos del pas y nofueron un factor decisivo en la eleccin.

    Visto el fracaso del esfuerzo poltico parlamentario de loscatlicos y en un intento muy consciente de superar las divisio-nes internas del catolicismo, dirigentes catlicos amigos deMignone convocan al Primer Encuentro Nacional de DirigentesCatlicos, que se realiza en Buenos Aires en julio de 1959. stefue diseado para establecer un dilogo y un entendimientoentre catlicos que se podra proyectar a todos los argentinos:

    El clima del pas pesa sordamente sobre todos escribe Emilio .Los argentinos estn divididos, profundamente divididos y quie-nes debieran dar testimonio del amor para cumplir la misinapostlica a la cual ofrendaron su vida tambin parecieran estarlo 15.

    Las divisiones que existan entre catlicos en esos aosrespondan a los cambios producidos por la Segunda GuerraMundial. El modernismo, visto por muchos catlicos como un

    enemigo mortal, triunf en la guerra en sus dos manifestacio-nes ideolgicas: la democracia liberal y el comunismo. Laguerra elimin el espacio que exista para una tercera posi-cin. El peronismo para el sector del catolicismo militante enque se ubicaba Emilio se haba vivido como un intento derealizar, polticamente, esa tercera posicin anti-modernista enla posguerra. Pero este intento fue un fracaso estrepitoso yllev a la persecucin de la iglesia. Fracasado el peronismocomo un intento de realizar esa tercera posicin y divididos loscatlicos en dos partidos polticos que no pesaban en laselecciones, no es de extraar que los catlicos se sintierandbiles, desubicados y desorientados. En estas circunstanciasse lanza la idea de repensar el pas y llamar a los dirigentescatlicos para hacerlo.

    Un resultado del Primer Encuentro Nacional de DirigentesCatlicos fue la creacin de la Revista Encuentro, de la que sepublicaron 16 nmeros. Entre 1959 y 1961 Mignone escribecuatro ensayos y dos reseas bibliogrficas en Encuentro, quepresentan caractersticas de una lnea de investigacin que enel futuro llamara desmitologizacin de la historia16 . El pro-psito tico implcito en esta lnea de investigacin era desar-mar conflictos ideolgicos aparentemente irreducibles, cuyosdesenlaces podran ser trgicos. Mignone escribi en 1961:

    ...Muchas cosas han perdido prestigio y muchas otras estn encrisis. La convivencia estable y pacfica, sometida a reglas dejuego aceptadas por todos, no existe. El camino a recorrer aparecelleno de obstculos y de incomprensiones y no es el menor, porcierto, la notoria incapacidad de los argentinos de hoy para eldilogo y el esfuerzo comn17.

    Su objetivo era establecer reglas del juego aceptadas portodos que permitieran la convivencia estable y pacfica. Peropara establecer estas reglas del juego es necesario desmitologi-zar (no us esta palabra en 1959) ideas que despiertan recelo ymiedo. Para los catlicos la idea de marxismo nacional no

    Mario del Carril

    15 Mignone, Emilio (1959) Razn de un Encuentro. En Encuentro, diciembre, pgina 5.

    16 Ver Proyecto de Investigacin sobre Catolicismo, nacionalismo y laicismo y la cultura ar-gentina en el siglo XX , presentado a FLASCO el 22 de junio de 1976. Archivo Mignone.

    17 Mignone, Emilio. Ob. cit.

  • 20 21Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    era en absoluto confiable. Mignone entonces publica en En-cuentro un Informe sobre Marxismo Nacional y su Juicio so-bre el Marxismo Nacional 18 , en los que desmitologiza estefenmeno ideolgico. Los trabajos fueron bien recibidos porlos catlicos y por los marxistas nacionalistas, segn contMignone ms de treinta aos despus en su libro UniversidadNacional de Lujn: Origen y Evolucin :

    Pese a la escasa circulacin de la publicacin (Encuentro) y aestar la misma restringida a crculos catlicos, el texto lleg amanos de los personajes analizados, quienes, generalmente objetode brulotes, recibieron con inters y complacencia un ensayo que,aunque crtico, los trataba con respeto. Adems, para su sorpresa,provena de un campo filosfico distante del suyo. Yo era paraellos un desconocido, que para peor viva aislado en Lujn.Comenzaron entonces a buscarme para conocerme. Un da recibun llamado telefnico de Rodolfo Puigrs quien, a boca de jarro,me pregunt cmo saba yo tanto de su vida y de su obra, pues todolo que deca acerca de su evolucin poltica era exacto. Le dije quelo haba seguido a travs de los diarios y ledo sus libros yartculos. Me invit entonces a visitarlo y a dar una charla en uncenculo donde reuna semanalmente a sus discpulos. Fui a sudomicilio, en una calle de Palermo... El caso es que empezamos aconversar a eso de las 4 de la tarde y era la medianoche y seguimoshacindolo. A todo eso llova copiosamente y como se me hacadifcil trasladarme a Lujn llam por telfono a mi esposa paraavisarle que me quedaba a dormir en un divn que Puigrs meofreci. Al da siguiente me trajo el desayuno, luego el almuerzoy seguimos la charla hasta las 18. Fue una verdadera maratndonde me cont su vida y milagros. Fui luego a dar la charla a suescuela y quedamos muy amigos19 .

    En el segundo artculo Juicio sobre el Marxismo NacionalMignone escribi que esperaba recriminaciones originadasen todos los campos, an en los ms prximos e insisti quehaba procurado cuidadosamente que los afectos, las antipa-

    tas o los deseos no me aparten de aquello que es, a mi entender,lo verdadero20 .

    En este trabajo Mignone presenta un marco que en teorapermite entablar un dilogo con personas con las cuales nocomparte principios metafsicos fundamentales. Por ejemplo,el dilogo que se entabla entre el marxista nacionalista RodolfoPuigrs y el catlico Emilio Mignone. Para muchos catlicos unmarxista nacional es Satans, y con Satans, el mal supremo, nose dialoga. Un propsito de estos ensayos era mostrar que elmarxismo nacionalista no era una doctrina satnica y que eldilogo era posible.

    Al presentar este marco que permite el dilogo, Mignonedestaca sus diferencias con las tesis filosficas fundamentalesde Marx:

    El marxismo nacional, aqu descrito, es marxismo. Y decir mar-xismo implica la aceptacin de las tesis filosficas fundamentalesde Marx. Yo he expuesto mi punto de vista a este respecto ne-gativo y no vuelvo a l sino para recalcarlo.

    Pero inmediatamente cambia de tema y reflexiona sobre laevolucin del pensamiento de su generacin, que lleg a lavida poltica e ideolgica a fines de la dcada de los treinta. Unageneracin que pas virtualmente por las experiencias de laguerra civil espaola y la Segunda Guerra Mundial:

    ... en la evolucin del pensamiento y de la vida de los hombresnadie puede estar seguro cul ser su porvenir. Hay quienes porel nacionalismo llegaron al catolicismo. Y quienes por el naciona-lismo salieron del catolicismo. Hay marxistas que fueron nacio-nalistas catlicos, o al menos maurrasianos. Y hay catlicos quefueron marxistas. No voy a dar nombres ni ttulos. Ya he nombra-do a demasiados libros y personas y no quiero aparecer ni comoerudito ni como un chismoso.

    Esta reflexin nos pone en guardia frente a los peligros deldogmatismo. La gente cambia y tambin cambian los juicios de

    Mario del Carril

    18 Encuentro, enero-febrero, 1961. Pgina 2.19 Mignone, Emilio, Universidad Nacional de Lujn: Origen y Evolucin. Editorial de la Uni-

    versidad Nacional de Lujn. 20 Encuentro, enero-febrero, 1961. Pgina 2.

  • 22 23Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    valor. No se debe ser dogmtico porque el dogmtico, al cam-biar en el tiempo, se condena dos veces: por lo que era antessegn lo que piensa despus, y por lo que es despus segn loque pensaba antes. Frente a este relativismo, se necesita algnmarco de referencia que permita dialogar con el Otro que esajeno, y tambin con el Otro que uno fue en el pasado. Estemarco de referencia, que tiene que ser el mismo para todos,Emilio lo encuentra en el Evangelio:

    Por encima de todo confo en la fecundidad de la bsqueda de laverdad y en la afirmacin de la verdad. Pero decir la verdadimplica a la vez dar testimonio del amor porque el amor a loshombres por el amor de Dios es la ms operante verdad delEvangelio. Por eso es posible encontrar coincidencias parciales ototales con muchos hombres, en esa conformidad con la realidadque es la verdad, cualquiera sea el punto de partida y el mtodoempleado para llegar 21 .

    La bsqueda y la afirmacin de la verdad se justifican paraMignone en trminos cristianos: porque el amor a los hombrespor el amor de Dios es la ms operante verdad del Evangelio.Agregara que es un amor que acepta el error cometido en esabsqueda, porque los hombres se equivocan de buena fe. Por lotanto, es un amor que requiere tolerancia y en religin estolleva al ecumenismo. Si miramos el calendario nos damoscuenta que Emilio escriba estos ensayos en 1960 y 1961, esdecir, en el segundo y tercer ao del papado de Angelo GuiseppeRoncalli (Juan XXIII).

    En una carta de Mignone para agradecerle al padre TheodoreM. Hesburgh el hecho de que haya escrito su autobiografaGod, Country, Notre Dame22, Emilio le comenta a quien fuerector de la Universidad de Notre Dame:

    Somos relativamente contemporneos y para m tambin el Con-cilio Vaticano II me mostr, por primera vez, la iglesia que hesoado23 .

    Los artculos de Mignone en Encuentro fueron publicadoscuando el Concilio, la gran iniciativa de Juan XXIII, no habaempezado. Se inici recin en 1962, durante el primero de seisaos que Mignone pas en Estados Unidos. Pero la iglesia ya seestaba aggiornando, es decir: empezaba a ingresar y a transfor-mar al mundo moderno, en vez de aislarse y oponerse intil-mente. En su carta, Emilio le explica a Hesburgh por qu legust tanto la autobiografa del sacerdote norteamericano:

    Encontr en el relato de su vida una notable coherencia entre lafe y la libertad de espritu; la firmeza en los principios y el respetohacia el prjimo, el idealismo y un sano pragmatismo, el pensa-miento y la accin. Siempre he aspirado a esa coincidencia24 .

    Es cierto, y en los ensayos de la revista Encuentro la empeza alcanzar. Emilio no escriba como un acadmico para unmundo platnico desligado por definicin de la accin cotidia-na. Lo mejor de Mignone se encuentra en esos escritos decoyuntura que pesan sobre la realidad y la transforman. Des-pus de la desaparicin de Mnica, puso al servicio de losderechos humanos su talento de hacer coincidir pensamiento yaccin con la verdad operativa que encontr en el Evangelio.Como le respondi en carta a su viejo y respetado amigo JosLuis Cantini al explicarle por qu haba escrito Iglesia y Dicta-dura25, un reclamo a la jerarqua de la iglesia por su comporta-miento durante la dictadura militar y por qu estaba tan absor-bido en el tema:

    Lo que ocurre es que lo conozco ms de cerca que otros porquellevo 14 aos de mi vida en su anlisis. Y estoy obligado aexponerlo. Ms an, tanto Chela como yo entendemos que Diosnos ha dado la misin de dar testimonio del Evangelio en el campode los derechos humanos26 .

    El Hermano Septimio Walsh, con quien colabor Mignoneen muchas empresas y quien lo conoca desde el ColegioSecundario Nuestra Seora de Lujn, deca que Emilio era un

    Mario del Carril

    21 Encuentro, enero-febrero, 1961. Pgina 10.22 Creo que un sueo incumplido de Mignone fue escribir Dios, Patria y Lujn.23 Carta de Emilio Mignone a Father Theodore M. Hesburgh, 30 de enero 1991. Archivo

    Mignone.

    24 Idem.25 Mignone, Emilio F. (1986) Iglesia y Dictadura, Ediciones del Pensamiento Nacional, Bue-

    nos Aires.26 Carta de Emilio Mignone a Jos Luis Cantini, Archivo Mignone.

  • 24 25Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    27 Encuentro, enero-febrero, 1961. Pgina 10.

    manga con tutti, por su capacidad de dialogar con todo elmundo. La frase se puede entender en un sentido peyorativoque no tiene. Emilio era un manga con tutti, por una simplerazn que lo motiv toda su vida:

    buscar coincidencias parciales o totales con muchos hombres enesa conformidad con la realidad que es la verdad, cualquiera seael punto de partida y el mtodo empleado para llegar27 .

    Buscaba coincidencias tiles y provechosas para todos losque se sientan en la misma mesa buscando la verdad, y en sumesa no haba excluidos. Slo el pecado estaba excluido, comoescribi una vez. Por todo esto -y hay mucho ms- EmilioMignone fue un verdadero catlico en defensa de los derechoshumanos.

    MIGNONE Y LA SINGULARIDAD ARGENTINAHoracio Verbitsky

    Los ex dictadores Jorge Videla, Emilio Massera y BenitoBignone y el ex comandante en jefe del Ejrcito, CristinoNicolaides, junto con otra decena de oficiales de rango menor,estn bajo arresto domiciliario por su participacin en el se-cuestro, sustitucin de identidad y entrega en falsa adopcin,de nios detenidos-desaparecidos durante la guerra sucia mi-litar contra la sociedad argentina de la dcada de 1970. Entribunales federales de las principales ciudades argentinas sellevan a cabo Juicios de la Verdad, tendientes a esclarecer eldestino de cada una de las personas secuestradas durante ladictadura y de las que no volvi a saberse.

    El juez Baltasar Garzn instruye una causa por genocidio yterrorismo en la Audiencia Nacional de Madrid, en la que hapedido la detencin de medio centenar de militares argentinos.Tambin el juez francs Roger Le Loire ha pedido el arresto delos responsables del secuestro y muerte de ciudadanos france-ses en la Argentina, entre ellos las religiosas Alice Domon yLonie Duquet. Uno de ellos, el mayor Jorge Olivera, fuedetenido en Italia y logr escapar a la extradicin falsificandodocumentos como un vulgar ratero. Un oficial que actu enaquellos aos en la Escuela de Mecnica de la Armada, AlfredoAstiz, fue condenado en ausencia en Pars y otro, RicardoCavallo, fue detenido en Mxico.

    Las leyes de punto final y de obediencia debida fueron deroga-das por el Congreso y varios tribunales federales dictaminaronque por el periodo en que tuvieron vigencia deben ceder anteel derecho de gentes, que no admite la amnista ni la prescrip-cin de los crmenes de lesa humanidad.

  • 26 27Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    Esto implica que los perpetradores de la peor catstrofecontra los derechos humanos ocurrida en el hemisferio occi-dental desde la finalizacin de la Segunda Guerra Mundial, nopueden estar tranquilos ni fuera ni dentro de la Argentinadonde, en algn momento, es previsible que tambin se reabrala dimensin penal de las causas cerradas por las leyes y de-cretos de impunidad de los ex presidentes Ral Alfonsn yCarlos Menem.

    No se hubiera llegado a este estado de cosas, que singula-riza a la Argentina respecto de los dems pases de la regin,sin el aporte de Emilio Mignone, la figura central del movi-miento por los derechos humanos, que muri a los 76 aos endiciembre de 1998.

    Mientras los organismos formados por familiares directosde las vctimas sufran por la ausencia de formacin poltica ymilitancia previa, Mignone haba sido, mucho antes del secues-tro de su hija, ministro de Educacin en el gobierno peronistabonaerense del coronel Domingo Alfredo Mercante y luegoviceministro de la Nacin en el gobierno de Juan Ongana.

    Formado en la Iglesia Catlica, entenda las relaciones depoder. Por eso, ya el 12 de agosto de 1976, pudo escribir eldocumento ms perspicaz de la poca, con una capacidad deanticipacin que slo hoy puede valorarse. No menos de15.000 argentinos han sido muertos o estn detenidos en luga-res ocultos, encapuchados, encadenados por cuadros milita-res, en reparticiones militares, pero se niega su detencin y semantiene en la angustia ms cruel a miles de familias, deca lacarta que remiti al periodista Bernardo Neustadt y que stenunca difundi. Esta situacin nos llevar a una verdaderaguerra civil y a la destruccin de las mismas Fuerzas Arma-das, agregaba. Estamos sometidos a la irresponsabilidad deoficiales de grado inferior, fanatizados, vidos de venganza,que constituyen fuerzas irregulares que, cuando terminen -si loconsiguen- con la subversin crearn un problema a la autori-dad militar porque intentarn copar el poder.

    Tan temprano como en 1978 form el Centro de EstudiosLegales y Sociales. Junto con Augusto Conte fue el primero en

    describir los mecanismos del terror como un Estado dentro delEstado, bajo el rtulo de paralelismo global. Era necesariamucha lucidez, aparte de una voluntad que tambin caracteri-z a los dems organismos de derechos humanos, para enten-der que los abusos que entonces ocurran deban documentarsecon la mayor precisin, conectar el reclamo interno con ladenuncia internacional, y pensar en una futura accin judicialque procurara el castigo de los responsables.

    Su rol fue esencial en las visitas de las misiones internacio-nales que rompieron el aislamiento en que la dictadura habacolocado a sus vctimas: Amnesty en noviembre de 1976, laAsociacin del Foro de Nueva York en 1978 y la ComisinInteramericana de Derechos Humanos en 1979.

    Concluida la dictadura, entendi como pocos la importan-cia del compromiso del Estado en las investigaciones, como lasde la CONADEP y el juicio a las ex juntas militares, a las queotros organismos retacearon apoyo por consideraciones polti-cas.

    El Centro de Estudios Legales y Sociales fue responsable almenos de un tercio de las causas iniciadas en aquellos aos. En1994, luego de las leyes y decretos de impunidad, replante lalabor del CELS, de modo de proyectarlo al futuro y no slo alestudio y la denuncia de las violaciones del pasado. De ello dancuenta los programas de estudio y denuncia de la violenciainstitucional y de la exigibilidad legal de los derechos sociales,que complementan el de memoria y lucha contra la impunidaddel terrorismo de Estado.

    A partir de la experiencia atroz de la dictadura, el CELS esuno de los organismos que se ha planteado con mayor claridadla insercin de la problemtica de los derechos humanos den-tro de la construccin democrtica. Pero en 1995, Mignoneadvirti las posibilidades que abrieron las confesiones delcapitn de la Armada Adolfo Scilingo, y con su presentacin ala Cmara Federal fundamentando el derecho a la verdad y alduelo consigui reabrir el captulo de la revisin judicial.

    En 1998, ya abierto el captulo de la verdad, apoy la nuli-dad de las leyes de punto final y de obediencia debida. Como

    Horacio Verbitsky

  • 28 29Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    lo escribi en un documento interno del CELS, nuestra posi-cin era y sigue siendo la de utilizar todos los espacios deaccin razonables, dejando de lado las diferencias circuns-tanciales y tratando de favorecer la coordinacin y la coopera-cin pluralista en todos los terrenos. Esta ductilidad paraelegir las mejores tcticas en cada momento sin renunciarnunca a la firmeza de sus principios, es la leccin que Mignonedej al CELS, al movimiento argentino por los derechos huma-nos y a todos los que en distintos lugares del mundo se organi-zan para que los peores crmenes no queden impunes y lademocracia pueda crecer sin la sombra ominosa de un pasadoque, al mismo tiempo, condicione su futuro.

    RECOPILACIN DE BIBLIOGRAFADE EMILIO FERMN MIGNONE

    Isabel Mignone Cristina Caiati

    En esta lista de publicaciones hay 135 elementos, entre ellosnueve libros sobre educacin, derechos humanos, poltica ysobre la Iglesia Catlica; decenas de informes, captulos enlibros compilados, ensayos y trabajos en revistas especializa-das, algunos artculos periodsticos y cuatro traducciones dellibro Iglesia y Dictadura. Esta lista de publicaciones no es com-pleta. No incluye todo lo que Emilio Mignone escribi entre1943 y 1998. Faltan sus contribuciones al peridico catlicoAntorcha que fund y dirigi entre 1946 y 1949, ni sus editoria-les en el diario La Voz de Lujn que edit durante 8 aos.Tampoco figura un libro de texto para la materia CulturaCiudadana que escribi con otros dirigentes catlicos en 1954,sobre la base de un seminario para educadores secundarioscatlicos patrocinado por el Hermano Marista Septimio Walsh.Tampoco figuran los artculos periodsticos que escribi enPgina 12 y La Nacin de Buenos Aires en los ltimos aos de suvida.

    HISTORIA

    (en colaboracin con Justo Lpez) Historia de las Ideas Pol-ticas Argentinas (1814-1819). Estatuto Provisional de 1815,Reglamento Provisorio de 1819 y Constitucin Nacional de1819, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Universidadde Buenos Aires, 1943 (mimeo).

    Las ideas polticas de Jos Manuel Estrada, en La Unin , Lujn,Provincia de Buenos Aires, 12 de marzo de 1944.

  • 30 31Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    Resea Histrica del Colegio Nuestra Seora de Lujn , Lujn,Provincia de Buenos Aires, 1954, 34 pginas.

    Los catlicos y la revolucin de 1890, en La Crisis del 90 - Revistade Historia, 1, Buenos Aires, primer trimestre de 1957, pgi-nas 56/60.

    Los catlicos y la revolucin de 1890, en Julio Godio: Larevolucin de 1890, Claves de Historia Argentina, BuenosAires, Granica, 1974, pginas 85/92.

    Como pudo haber sido Amrica, en Amricas, volumen 26,nmero 2, Washington D.C., Secretara General de la Orga-nizacin de Estados Americanos, febrero de 1974.

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    EDUCACIN

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    Evolucin de la autonoma universitaria en la Argentina, Con-greso Pedaggico, Compromiso y Creatividad, 44, BuenosAires, Editorial Docencia, 1986, 26 pginas.

    La Universidad que gira en el vaco, en Unidos, ao IV, nmero10, Buenos Aires, junio de 1986.

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    Matrcula Universitaria en Amrica Latina: riesgos y perspecti-vas, en La Educacin - Revista Interamericana de DesarrolloEducativo, nmero 102, ao XXXII, Washington D.C., 1988,1, II, pginas 1/42.

    Isabel Mignone - Cristina Caiati

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    (en colaboracin con Cristina Victoria Orce y Ana AmaliaSabino) Expectativas sociales y educacin media: un anlisis delbachillerato, Buenos Aires, Centro de Estudios Avanzados,Universidad de Buenos Aires, 1991.

    EVALUACIN: Una prctica indispensable en la educacinargentina , en FORMAR, Buenos Aires, julio de 1991.

    Educacin para Todos: la Conferencia Mundial de Tailandia , enPropuesta Educativa, Buenos Aires, Julio de 1991.

    (en colaboracin con Ana Amalia Sabino, Cristina VictoriaOrce, Rodolfo Fenelli, Elizabeth Liendro, Ana Mara Borzone

    de Manrique, Angela Signorini, Mabel Marro, Celia Rosem-berg, Jos Luis Mezzacasa, Vernica Beatriz Mirillo, HildaLanza, Leticia Walther y Angel Julio Infante) Instrumentosde Evaluacin de sus Logros de Aprendizaje: Propuesta inicial deinstrumentos para lo y 5o ao (reas: lengua, matemticas,ciencias sociales y ciencias naturales), Buenos Aires, Ministe-rio de Cultura y Educacin de la Nacin (BTRP/PNUD/PRONATASS), diciembre de 1991.

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    Educacin en los 90: el desafo de la calidad, la pertinencia, laeficiencia y la equidad, en el Boletn de la Academia Nacional deEducacin , Buenos Aires, nmero 19, julio de 1995, pginas4/l5.

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    Una experiencia de autoevaluacin: el caso de la UniversidadNacional de Lujn , ponencia presentada en el Primer Encuen-tro Nacional: La Universidad como Objeto de Investigacin,Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires, 28/29 de sep-tiembre de 1995.

    Las polticas educativas y de ciencia y tcnica, en Argentina yBrasil en el Mercosur: polticas comunes y alianzas regionales,edicin preparada por Mario Rapoport, Buenos Aires, Fun-dacin Konrad Adenauer / Instituto de Investigaciones deHistoria Econmica y Social / Facultad de Ciencias Econ-micas de la Universidad de Buenos Aires / Fundacin deInvestigaciones Histricas, Econmicas y Sociales / GrupoEditor Latinoamericano / Coleccin Estudios Internacio-nales, 1995, pginas 128/132.

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    La formacin docente en la Argentina (en preparacin).

    La poltica educativa de la Provincia de Buenos Aires entre 1946y 1955 (en preparacin).

    Educacin superior: calidad, pertinencia, eficiencia y equidad(en preparacin).

    POLTICA

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    Informe sobre el Marxismo Nacional, en Encuentro, BuenosAires, junio de 1960.

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    Informe sobre la Izquierda Nacional , en Alberto Methol Ferre,La Izquierda Nacional en la Argentina , Buenos Aires, EditorialCoyoacn, s/d, pginas 43/67.

    Mito y realidad de un hombre singular: Quin fue Alfredo L.Palacios?, en Vivir en Familia , Buenos Aires, nmero 30,1965, pginas 18/23.

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    ESTUDIOS JURDICOS

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    Isabel Mignone - Cristina Caiati

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    DERECHOS HUMANOS

    Desapariciones forzadas de personas: elemento bsico de unapoltica , separata de Punto Final. Los detenidos-desaparecidos,otro crimen de las dictaduras. Suplemento de la entrega n-mero 194, Mxico D.F., junio de 1981.

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    Transicin democrtica y derechos humanos (el caso argentino),Seminario Latinoamericano y del Caribe sobre Educacin para laPaz y los Derechos Humanos, Consejo de Educacin de Adul-tos de Amrica Latina (CEAAL), Caracas, Venezuela, 22-27de septiembre de 1984.

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    Prlogo al Mito de la Guerra Sucia, Ed. CELS, 1984.

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    Informe de sntesis, en Grupo de Iniciativa por una convencininternacional sobre la desaparicin forzada de personas. LADESAPARICIN - crimen contra la humanidad. Jornadas sobreel tratamiento jurdico de la desaparicin forzada de personas,Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad deBuenos Aires, 24 y 25 de marzo de 1987, Buenos Aires, Asam-blea Permanente por los Derechos Humanos, 1987, pginas261/269.

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    Letter to the Friends of CELS, Buenos Aires, Centro de Estu-dios Legales y Sociales, CELS, 10 de mayo de 1989, 8pginas.

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    Prlogo al Caso Giorgi: a los hijos de un detenido-desaparecido deAlicia Giorgi, Ed. A. Giorgi, 1990.

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    El movimiento de derechos humanos en la Argentina y losdesafos del fin del siglo, en Y ahora qu? Nuevos desafos parael trabajo de los derechos humanos en Amrica Latina , Lima,Per, Diakona / Instituto de Defensa Legal, 1997.

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    Siglo XIX: De las Invasiones Inglesas a la Generacin del 80, en500 aos de Cristianismo en Argentina , Buenos Aires, CentroNueva Tierra / CEHILLA, 1992, pginas 110/197.

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    Introduccin: 500 Aos de Evangelizacin en Amrica Latina.IDEAS/REDLA, Ediciones Letra Buena, Buenos Aires, 1993.

    Las Incumbencias, Buenos Aires, Centro de Estudios Avan-zados, Universidad de Buenos Aires, Serie Documentos 1/94, 1994, 37 pginas.

    La organizacin de la Iglesia ante el Estado liberal y su crisis:Argentina, en Historia General de la Iglesia en Amrica LatinaIX: Cono Sur: Argentina, Chile y Paraguay. CEHILA / Edicio-nes Sgueme, Madrid, 1994, 672 pginas.

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    La Iglesia argentina en la organizacin nacional, en HistoriaGeneral de la Ig1esia en Amrica Latina IX, Cono Sur (Argenti-na, Chile, Uruguay y Paraguay), Salamanca, Espaa, CEHILA,Ediciones Sgueme, 1994, pginas 335/357.

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    La economa en relacin con la vida de la Iglesia, en ActualidadPastoral, Morn, Provincia de Buenos Aires, ao 1995, n-mero 210/212, pginas 116/118.

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    Dictadura e Iglesia en Quilmes: contexto para una investigacin,en Revista de Ciencias Sociales, Bernal, Provincia de BuenosAires, Universidad Nacional de Quilmes, diciembre de1996, pginas 135/143.

    LIBROS

    Poltica Educacional y Organizacin Poltica Argentina, Bue-nos Aires, Editorial Pallas, 1955, 214 pginas.

    Estudio de la Realidad Social Argentina , para primero, segun-do y tercer ao del ciclo bsico de la escuela media. BuenosAires, Ediciones Coliseo, 1975, tres tomos de 198, 269 y 222pginas, respectivamente.

    Educacin Cvica, para primero, segundo y tercer ao de laescuela media, Buenos Aires, Ediciones Colihue, 1985/1986, tres tomos de 139, 185 y 172 pginas, respectivamente.

    Educacin Cvica - Libro del Profesor, para primero, segundoy tercer ao de la escuela media, Buenos Aires, EdicionesColihue, 1985/1986, tres tomos de 91, 73 y 58 pginas,respectivamente.

    Iglesia y Dictadura: el papel de la Iglesia Catlica a la luz de susrelaciones con el rgimen militar, Buenos Aires, Ediciones delPensamiento Nacional, 1986, 286 pginas.

    Derechos Humanos y Sociedad: el caso argentino, Buenos Aires,Ediciones del Pensamiento Nacional / Centro de EstudiosLegales y Sociales, 1991, 174 pginas.

    Universidad Nacional de Lujn: origen y evolucin , Lujn,Universidad Nacional de Lujn, 1992, 184 pginas.

    Constitucin Nacional 1994: Manual de la Reforma, BuenosAires, Editorial Ruy Diaz, 1994, 310 pginas / Segundaedicin corregida, Buenos Aires, agosto de 1995.

    Poltica y Universidad: El Estado Legislador, Buenos Aires,Lugar Editor / IDEAS, 130 pginas y un disquete con elAnexo Legislativo, 1998.

    TRADUCCIONES DEL LIBRO IGLESIA Y DICTADURA

    Igreja e Ditadura, Porto Alegre, Brasil, Tohe! Editora, tra-duccin de Maria Isabel Caete Ekvanossof, 1987, 252pginas.

    Witness to the Truth: The complicity of Church and Dictatorshipin Argentina, traduccin de Philip Berryman, Maryknoll,New York, Orbis Books, 1988, 162 pginas.

    Isabel Mignone - Cristina Caiati

  • 44 45Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    La Testimonianza Negata - Chiesa e Dittatura in Argentina,traduccin de Silvana Gurizzan y Gabrele Colleon,Bologna, Quedemi EMT / S1JD, 1988, 258 pginas.

    Les disparus dArgentine - Responsabilit dune glise, Martyredun peuple, Prface dAdolfo Perez Esquivel, Prix Nobel dela Paix, Traduit de lespagnol par Daniel Gilbert, Paris, Lesditions du Cerf, Lhistoire vif, 1990, 252 pginas.

    IILUCHA CONTRA LA IMPUNIDAD

    Es indispensable despertar la sensibilidad de la poblacinpara que considere la tortura como un crimen terrible, queafecta la dignidad de la persona humana y degrada a susejecutores y a la sociedad.

    E. Mignone

  • 47

    LOS APORTES Y DESARROLLOSDEL PODER JUDICIAL EN LA LUCHA

    CONTRA LA IMPUNIDAD

    Eugenio Ral Zaffaroni

    I. De qu impunidad se trata?

    1. Impunidad es una expresin esquiva, como todo vocablovinculado al ejercicio del poder de punir por parte de la personajurdica llamada estado. Desde el punto de vista del saber social,es un poder que ejercen agencias integradas por personas fsicasque, a veces con demasiada frecuencia, dejan los carrilesinstitucionales y, so pretexto de evitar peligros inminentes,reales o imaginarios, pasan ellas mismas a cometer delitos. Enotras palabras: el poder descontrolado de las agencias depunicin se traduce en delitos por parte de las personas que lasintegran y que, a su vez, suelen quedar impunes. Cuando sereclama ms poder para las agencias punitivas, argumentandola lenidad o impunidad de la delincuencia, tal como sucede enlas campaas de ley y orden y en las consignas de tolerancia cero yotras anlogas, en el fondo se est reclamando que esas agen-cias cometan delitos, pues nadie ignora que siempre que dispo-nen de esos poderes abusan de ellos cometiendo delitos (co-rrupcin, extorsiones, homicidios, etctera).

    2. De este modo, la lucha contra la impunidad resulta ser unaexpresin incompleta, pues siempre que se habla de impuni-dad cabe preguntar de quin o de quines. Si damos por sentadoque aqu nos referimos a la impunidad de genocidas y responsablesde otros delitos cometidos en ejercicio del poder estatal en nuestrospases sudamericanos, que importan graves violaciones a los Dere-chos Humanos, es conveniente comenzar por analizar cmo se

  • 48 49Verdad y Justicia. Homenaje a Emilio Mignone

    han producido. Cabe reconocer que hubo impunidad en dosmomentos: a) una impunidad absoluta en el momento de lacomisin, es decir, que en ese momento no hubo contrapoderde contencin del poder punitivo y personal de quien cometiesos delitos; b) en un segundo momento no hubo (o huborelativamente poca) punicin para esos delincuentes.

    3. En principio, las agencias de criminalizacin primaria delsistema penal, o sea, las instituciones polticas que emitenleyes, fueron usurpadas mediante la comisin de delitos derebelin, en lo que usualmente se llaman golpes de estado. Todoslos tipos de rebelin se estructuran consumndose en unaetapa previa a la obtencin del objetivo final, o sea, que sontipos con elementos subjetivos trascendentes; tcnicamentehablando, los golpes de estado no son ms que delitos derebelin en que se alcanza el objetivo del elemento subjetivotrascendente o ultra intencional. Esto equivale a decir que ungrupo de personas se apoder de los poderes legislativo yejecutivo del estado, o sea, que desplaz a los funcionarios dela Constitucin. Esa usurpacin implica necesariamente la delpoder constituyente del estado, lo que incluso se teoriza en lasfacultades de derecho, mediante algunas deformacionesdoctrinarias, usualmente atribuidas a Kelsen. Los usurpadorescuentan, pues, con partcipes o cmplices intelectuales, queson algunos tericos del derecho.

    4. A partir de esos primeros delitos de usurpacin delpoder, en los que cuentan con otros cmplices (ministros ydems funcionarios que los ayudan), los usurpadores montanun aparato de poder en el cual sus agencias policiales (integra-das por policas, por militares o por personas ajenas a cualquie-ra de estas actividades) deben contar con fuerza suficiente parasuprimir (matar) o neutralizar (secuestrar o aterrorizar) a to-dos los que se opongan a los objetivos de su delito previo. Deall que deban garantizar la impunidad de esos delitos deriva-dos, o sea, evitar que cualquiera ponga obstculos al ejerciciodel poder de sus agencias punitivas, en particular cuando staslo usan para delinquir con el objeto de suprimir o neutralizar asus reales o potenciales enemigos. La pregunta que frente aestos desarrollos cabe formularse y que el