Gentes de Brihuega n.21 - Navidad 2015

revista 21:Maquetación 1 11/01/2016 17:02 Página 1

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E d i t o r i a lE d i t o r i a l

Feliz NavidadFeliz Navidad

Otro año más, la Asociación Cultural Gen-tes de Brihuega queremos compartir connuestros socios, colaboradores y patrocina-dores la edición en formato digital de unasencilla revista literaria.

Es tiempo de villancicos y cuentos de Na-vidad. Y es tiempo de música, deporte ymucha solidaridad. Así, asociaciones, enti-dades educativas, instituciones y voluntariosse unen a la Campaña Solidaria Briocensepara conseguir la mayor cantidad de fondosposibles para necesidades diversas, organi-zando entre todos numerosas actividadesdentro del programa de actos que por estasfechas se ofrece a vecinos y visitantes.

Hay gente anónima que en nuestra locali-dad ayuda a otras con necesidad, la CruzRoja se afana en un buen reparto de alimen-tos con otros productos y también Proteción

Civil pone de su parte recogiendo alimentosy vela por prevenir en actividades varias.

La música es y será protagonista en nues-tros hogares y calles de Brihuega. Así laRonda nos deleita con jotas y cantos de Na-vidad por las callejuelas y bares. La Banda,la Escuela de Música y la Filarmónica nosofrecen y nos sorprenden con sus recitales yel Coro ameniza la Misa del Gallo, la Navi-dad y festivos.

Son días, en definitiva, para hacer felicesa los demás, especialmente a los más pe-queños y también a nuestros mayores.

Y todo para celebrar la Pascua de la Navi-dad.

Feliz Navidad y Próspero año 2016

A.C. Gentes de Brihuega

Gentes

de Brihuega


P r e g ó n d e N a v i d a dP r e g ó n d e N a v i d a d

Pregón de

Navidad

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Buenas tardes. Quiero agradecer, a la FundaciónSiglo Futuro por haberme invitado a ser pregonerade esta Navidad en Brihuega, localidad que me en-canta y en la que ya he estado recitando poemas.Gracias a todos ustedes por acompañarnos en esteacto.

Pregón.- Anuncio que se hace en voz alta, en lu-gares públicos, para que sea conocido por todos.

Discurso elogioso que anuncia la celebración deuna fiesta e invita a participar en ella.

Pregón de Navidad.- Anuncio festivo de la Na-vidad, rito heredado de la antigua liturgia romana,rito que ambienta y da colorido a la celebración dela Navidad.

Navidad.- Derivado de Natividad. Periodo detiempo en que se celebra el nacimiento de Jesús;siendo propias las reuniones familiares.

Érase una vez, hace muchísimos años, que ocu-rrió una historia realmente maravillosa. Fue en laaldea de Belén, donde no había ni palacios, ni gran-des riquezas. Sus habitantes eran gente humilde

que cuidaban rebaños de ovejas y se dedicaban aoficios artesanales.

Este acontecimiento fantástico nos lo cuenta SanJuan de la cruz en su poema.

Los primeros en recibir el anuncio de tan maravi-lloso acontecimiento fueron los pastores, gente hu-milde que cuidaba su ganado. Así nos lo cuenta ensu poema Santa Teres de Jesús.

Y si alguien fue protagonista de esta historia fueuna Mujer, llamada María, quien en aquel portal friopuso a su hijo en un pesebre entre pajas. GloriaFuertes escribió un poema dedicado a la madre deJesús.

María Madre - Gloria Fuertes

La Virgen,sonríe muy bella.¡Ya brotó el Rosal,que bajó a la tierrapara perfumar!La Virgen Maríacanta nanas ya.Y canta a una estrella

Pregón de Navidad


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que supo bajara Belén volandocomo un pastor más.Tres Reyes llegaron;cesa de nevar.¡La luna le ha visto,cesa de llorar!Su llanto de nievecuajó en el pinar.

Mil ángeles cantancanción de cristalque un Clavel nacióde un suave Rosal.

También llegan nuevos pueblos para adorarlo yrendirle su homenaje. Los magos son símbolo deestos nuevos pueblos paganos que un día abraza-rían la fe cristiana. Ellos nos representan a todosnosotros, símbolo de la unidad de las naciones.

En estos momentos de dificultades entre los pue-blos, en este tiempo, en el que aun hay guerras, faltade unidad entre las naciones, la Navidad nos re-cuerda un mensaje de esperanza, para todos aque-llos que tienen dificultades, para los pueblosoprimidos y los que no encuentran la paz. Que aquelacontecimiento que tuvo lugar hace 2015 años nosde la alegría, el amor, la Paz y la esperanza.

Yo quisiera, invitarles a realizar un ejercicio de in-trospección y revivir las vivencias y los sentimientosexperimentados a lo largo de su vida en estas fechastan señaladas.

Si de alguien son estas fechas es de los niños,ellos son los protagonistas, en definitiva celebramosel Nacimiento de un niño, ellos disfrutan de la alegríade estos días, de las vacaciones de las luces, los be-lenes, los regalos, de pasar más tiempo con la fami-lia. Es verdad que todo ha cambiado y no lo hacenigual que nosotros, pero sigue existiendo esa emo-ción que no sabemos explicar muy bien pero que noshace sentirnos felices.

Recordemos como pasábamos la Navidadcuando éramos niños. Sobre todo como se vivía enlos pueblos.

Mis recuerdos más tiernos eran; la ceremoniade poner el belén, la cena, la pandereta y los vi-llancicos.

El ritual inicial era poner el belén en casa o el Na-cimiento, como decía mi abuela, siempre los nerviosestaban a flor de piel esperando la llegada de mi her-mano para ponerlo juntos. Entonces todo se hacíade forma más artesanal: Cogíamos arena del rio, eltípico musgo, que hoy está prohibido y la madera ylas piedras�.que recuerdos, y allí estaba mi belénen un rincón de la sala grande, supongo que muchosde ustedes también lo hacían así.

La cena de noche buena, solía ser entrañable ano ser que algún problema familiar, la enturbiara.Todo el año para comer los mejores manjares. Secriaba durante todo el año el pavo, el capón o elgallo. Las castañas cocidas o asadas en la lumbre,el turrón, excelente manjar que entonces solo erablando y duro, de almendras, o turro de pobres,hecho con higos y nueces, el calor de los brasas o laestufa de leña que daba esa candidez al hogar.

Se reunía la familia en torno a la mesa para ce-lebrar el nacimiento del Mesías, siempre el abuelo ola abuela narraba la historia, del nacimiento de Jesúsy a mí me llamaba la atención, ese frío que siempremarcaba mi abuela y esos pobres pastores a la in-temperie.

Después se cantaban villancicos, se visitaba a lostíos y familiares acompañados siempre por esa tra-


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dicional pandereta, o la zambomba que se hacía deforma artesanal.

Esos villancicos de los pueblos, muchos ya olvi-dados, otros recuperados por muchos. Recuerdostiernos de la infancia que nos siguen acompañandocada Navidad, Después crecimos, nos empezaron afaltar los seres queridos, pero vinieron nuevas ge-neraciones que nos trajeron nuevas alegrías.

Noche vieja, despedida del año, hoy celebradacon gran algarabía, con vestidos de fiesta y derro-ches de alcohol. Antaño era todo más sencillo, losmozos entraban en quinta, organizaban el baile enel salón del pueblo y rondaban toda la noche can-tando villancicos.

Lope de Vega

La Niña a quien dijo el Ángelque estaba de gracia llena,cuando de ser de Dios madrele trujo tan altas nuevas,

ya le mira en un pesebre,llorando lágrimas tiernas,que obligándose a ser hombre,también se obliga a sus penas.

¿Qué tenéis, dulce Jesús?,le dice la Niña bella;¿tan presto sentís mis ojosel dolor de mi pobreza?

Yo no tengo otros palaciosen que recibiros pueda,sino mis brazos y pechos,que os regalan y sustentan.

No puedo más, amor mío,porque si yo más pudiera,vos sabéis que vuestros cielosenvidiaran mi riqueza.

El niño recién nacidono mueve la pura lengua,aunque es la sabiduríade su eterno Padre inmensa.Mas revelándole al almade la Virgen la respuesta,cubrió de sueño en sus brazosblandamente sus estrellas.

Ella entonces desatandola voz regalada y tierna,así tuvo a su armoníala de los cielos suspensa.



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Pues andáis en las palmas,Ángeles santos,que se duerme mi niño,tened los ramos.Palmas de Belénque mueven airadoslos furiosos vientosque suenan tanto.No le hagáis ruido,corred más paso,que se duerme mi niño,tened los ramos.

El niño divino,que está cansadode llorar en la tierrapor su descanso,sosegar quiere un pocodel tierno llanto,que se duerme mi niño,tened los ramos.Rigurosos yelosle están cercando,ya veis que no tengocon qué guardarlo.

Ángeles divinosque vais volando,que se duerme mi niño,tened los ramos.

Y uno de mis entrañables recuerdos, era unpoema anónimo que me recitaba mi madre cuandoera niña.

LA VIRGEN VA CAMINANDO LA VIRGEN VA CAMINANDOCAMINITO DE BELÉN,COMO EL CAMINO ES TAN LARGOEL NIÑO LLORA DE SED.¡CALLA NIÑO DE MI VIDA!¡CALLA NIÑO DE MI BIEN!QUE MÁS ALLÁ ENCONTRAREMOSUN FRONDOSO NARANJAL.EL DUEÑO DE LAS NARANJASES UN CIEGO QUE NO VE.-¡DAME CIEGO UNA NARANJAPARA EL NIÑO ENTRETENER!- ENTRE MI SEÑORA Y CORTELAS QUE LE SEAN MENESTER.LA VIRGEN COMO ES TAN CORTANO CORTABA MÁS QUE TRES:UNA LE DA AL NIÑO DIOS,OTRA LE DA A SAN JOSÉ,OTRA LE QUEDA EN LA MANOPARA EL CAMINO ENTRETENER.

QUIEN HA ENTRADO EN EL PORTAL

Gerardo Diego

¿Quién ha entrado en el portal,en el portal de Belén?¿Quién ha entrado por la puerta?¿quién ha entrado, quién?.

La noche, el frío, la escarchay la espada de una estrella.Un varón -vara florida-y una doncella.


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¿Quién ha entrado en el portalpor el techo abierto y roto?¿Quién ha entrado que así suenaceleste alboroto?

Una escala de oro y música,sostenidos y bemolesy ángeles con panderetasdorremifasoles.

¿Quién ha entrado en el portal,en el portal de Belén,no por la puerta y el techoni el aire del aire, quién?.

Flor sobre impacto capullo,rocío sobre la flor.Nadie sabe cómo vinomi Niño, mi amor.

Yo les invito a celebrar estas fiestas con alegría,con esperanza e ilusión para el Nuevo Año.

Que los magos de oriente traigan la Paz y enten-dimiento de los pueblos, que unidos caminemos porel camino del amor. Los niños disfrutar de estos, serbuenos para que los reyes os traigan muchas cosas,sois los protagonistas de estas fiestas.

Este es mi mensaje y mis mejores deseos de fe-licidad y amor.

Y para terminar un poema de creación propia.

CANTO POR LA PAZ

Carmen Niño

Aves, peces, animales de toda especie.Gritad al aire libertad.Voces infantiles que escucháis sin entender.Gritad a los hombres sonrisa.Jóvenes enamorado envueltos en perfumes,rosas, ilusiones. Gritad al mundo Amor.Ancianos que vivís y veis la evoluciónde un mundo que no comprendéis.Gritad descanso, PazPrincesas, sílfides, sirenas hadas.Gritad ilusión.Semilla germina la tierra seca y agrietadaPara que renazca la paz.Ilusiones, fantasias, cuentos, poemas,venid para recatar al mundo del odio,a las mentes retorcidas, a los corazones despiadados.Sonrisas, sueños, manos, amor,enterrad las armas, destruid el odio.Gritad hasta los confines de la tierra,Libertad, sonrisa, amor, descanso, paz, ilusión, esperanza.


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C r e a c i ó n l i t e r a r i aC r e a c i ó n l i t e r a r i a

Son las nueve de la noche. Desde la calle seven todas las cocinas iluminadas y la gente quevoy que vengo preparando la cena y dando los úl-timos toques a la decoración de la casa. Se pre-paran los más deliciosos manjares y en todos losrincones se respira algo especial. Es Nochebuena.

Después de cenar, por lo menos en casa desdeque éramos pequeñas, se recoge la mesa y hace-mos la Vigilia de Nochebuena y aunque ahora lafamilia ha crecido, lo seguimos haciendo. Así Car-litos va aprendiendo. Leemos dos pasajes delevangelio de san Lucas: El nacimiento del NiñoJesús y la adoración de los pastores. A continua-ción, rápidamente nos ponemos los abrigos parair a Misa del Gallo.

Las campañas de Santa María comienzan atocar con su más alegre y fuerte sonido, como siquisieran que toda la Alcarria se enterase de queya viene, ya llega de un momento a otro el Mesíasesperado. La iglesia está llena. Grandes y peque-ños están allí. Y a medianoche comienza la másgrande de las fiestas, el mayor de los aconteci-mientos: ¡Cristo ha nacido!

La Nochebuena estalla en Santa María entre vi-llancicos, alegría y solemnidad. Al final de la misa,mientras nos dirigimos a adorar al Recién Nacidovamos cantando El Aguinaldo. Parece que la igle-sia se fuera a caer. Los más pequeños con su len-gua de trapo y los más mayores con su vozpotente cantan y adoran al Redentor. Desde elaltar mayor la Virgen de la Peña, majestuosa y se-ñorial, contempla con maternal ternura cómo pas-tores y sabios se acercan a adorar al Niño comoocurriera en Belén hace más de dos mil años.

A la salida de misa notamos la helada en nues-tras caras. Está cayendo lo que en estas tierrasllaman “una buena pelona” y los mayores comen-tan entre ellos: “Va pasmo”. La Nochebuena ha lle-gado y la rondalla comienza su recorrido por lascalles del pueblo cantando jotas. Y la marcha co-mienza. Zambombas, bandurrias, laudes, guitarrasy... la botella del anís. Y en ese momento no hacefrío, ni hielo, ni hay escarcha sobre los coches o en

los tejados porque el calor que sale del corazón decada uno es más que suficiente para calentar estanoche tan fría. Cuando acaba la ronda son cercade las dos de la madrugada y las estrellas brillancon especial intensidad. Entonces es un buen mo-mento para descorchar unas botellas y remojar lasgargantas secas de tanto cantar y compartir lafresca bebida con amigos y familiares.

En Santa María las luces han quedado apaga-das y en el silencio de la noche el Niño duerme.En los Belenes de las casas el más grande de loshombres descansa en el Portal convertido en elmás pequeño de los infantes.

Feliz Navidad.

Guillermina de la Encina Cebrián

Nochebuena en Brihuega


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El villancico, en su acepción como canción popu-lar, está asociado desde antiguo a la Navidad. Pero¿reflejan fielmente las letras de los villancicos el es-píritu navideño? Para responder a esta pregunta,antes tendríamos que aclarar si estamos seguros desaber cuál es ese espíritu.

No parece que la celebración del nacimiento deun niño al que los creyentes cristianos consideranhijo de Dios, venido a este mundo para salvarnos,diga gran cosa a los hombres de hoy, ni sea, portanto, motivo de especial alegría.

El mismo relato evangélico está lleno de incon-gruencias e inverosimilitudes. ¿Cómo una mujer enavanzado estado de gestación se decide a empren-der un viaje, penoso por fuerza dados los medios detransporte, los caminos y los hospedajes de laépoca? Y si María y José iban a empadronarse enBelén, la ciudad de sus antepasados, ¿no tenían allíningún familiar que los acogiera, y María hubo de dara luz en un establo?

Que un ángel anunciara a unos pastores la buenanueva del nacimiento del Mesías no hace sino in-crementar el escepticismo del hombre actual, pocodado a aceptar intervenciones angélicas, y paraquien el concepto y la realidad de un Mesías estánmuy lejos de su mentalidad y de sus intereses. Peroresulta que es el afán por demostrar que en Jesússe cumplen las profecías bíblicas que anunciaban

que el Mesías nacería en Belén de la estirpe deDavid el que mueve a los evangelistas a trasladar deNazaret a Belén a María y José. Muchos expertosexegetas sostienen que Jesús no nació en Belén,sino en Nazaret, y así es llamado siempre en losEvangelios Jesús de Nazaret, nunca Jesús de Belén.

Si repasamos las letras de los villancicos, com-probaremos que hablan del Niño de Belén, del NiñoDios, del Hijo de Dios, al que debemos adoración:

Niño Dios que en humildes pajitas reclinado te veo en Belén, tú eres, Niño, mi Dios, mi alegría, tú eres, Niño, mi dicha y mi bien. Yo te adoro con toda mi alma y me acerco a besarte los pies, que aunque en pobres pañales envuelto tú eres, Niño, mi Dios y mi rey.No faltan los pastores: Vamos, pastores, vamos,vámonos a Belén, a ver en aquel Niño las glorias del Edén� Y el anuncio de un ángel:A un pastor haciendo gachas un ángel se apareció y le dijo: Pastorcito, va a nacer el Redentor.

Villancicos por Navidad


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Hay un constante empeño en hacer dormir alNiño, en que deje de llorar, en no despertarle, y asíafloran toques poéticos y de gran ternura:

Duerme, duerme, no te despiertes, no, que te arrulla en silencio el latido de mi corazón.

Pero los villancicos no serían populares ni espa-ñoles sin otras notas fatalistas, desenfadadas o bur-lonas:

La Nochebuena se viene, la Nochebuena se va, y nosotros nos iremos y no volveremos más. �Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, saca la bota María que me voy a emborrachar. �En el portal de Belén han entrado los ratones y al bueno de san José le han roído los calzones.

Y, ya puestos en lo absurdo, se nos invita a mirara los peces en el río:

Pero mira cómo beben los peces en el río, pero mira cómo beben por ver a Dios nacido.Beben y beben, y vuelven a beber,los peces en el río por ver a Dios nacer.

El villancico quizá más universal, el famoso StilleNacht, conocido en español como “Noche de Dios” o“Noche de paz”, pone el acento en la paz y el amorque trae al mundo un Dios que se hace niño para sal-varnos.

Noche de paz, noche de amor, ha bajado el Niño Dios desde el trono de luz celestial a la cuna de un pobre portal, démosle adoración, démosle adoración.

Con la música y las letras de los villancicos olvi-damos las objeciones de una lógica racional y acep-tamos el espíritu de paz y amor de la Navidad.

Mensaje de paz y amor que el Jesús de los Evan-gelios, naciera en Belén o en Nazaret, fuera o no elMesías, fuera Dios o hijo de Dios como lo somostodos, transmite hoy, más de veinte siglos después,a los hombres de buena voluntad.

Alberto Martín Baró


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Casinada era una estrella tan pequeña que ape-nas se distinguía en el inmenso sistema solar. Erabonita, sus puntitas eran afiladas y bien pulidas y susuperficie lisa y tersa, pero estaba triste, sus lágri-mas apagaban la poca luz que le quedaba de aqueldía inolvidable en que la miró el sol. El sol buscabaalgo, corría como loco esparciendo su vivacidad, depronto se fijó en Casinada y exclamó: ─Nunca penséque en mi reino existieran súbditos tan pequeños,pero es linda. Y Casinada iluminada por el fuego delsol y enrojecida por la vergüenza brilló intensamentedestacando más su insignificancia. Poco a poco elardor de aquella mirada fue apagándose quedandocomo siempre, oscura, pequeña, insignificante.

La estrellita se quejaba de no servir para nada.Soy tan pequeña que nadie me ve y como apenastengo luz yo no puedo ver a nadie. Por qué perma-nezco aquí años y años. ¿Quién me acompaña?

Un día un ángel del Señor voceó por el firma-mento ¿Quién quiere servir a una misión secreta.¿quién me acompaña para ver al Señor?

Las grandes estrellas se negaron diciendo: Nopodemos abandonar nuestros puestos, somos juntoa la luna, la única luz que en la noche alumbra a latierra, no podemos abandonar nuestros sitio, si almenos supiéramos de qué se trata el trabajo.

El Ángel negó. No me es posible deciros nada.Unas tras otras fueron poniendo pretextos al Ángel.

¡Señor Ángel! ¡Señor Ángel!

El ángel se volvió para descubrir de donde veníala llamada, pero no vio a nadie.

─¿Quién me llama? –dijo sin saber dónde diri-girse.

–Soy yo señor Ángel, Casinada, No me puede verporque no tengo luz, pero estoy entre las dos geme-las. Soy muy pequeña y le costará trabajo encon-trarme, pero seguiré hablando para orientarle con mivoz.

El Ángel guiado por la voz fue acercándose hastatropezar con Casinada.

─¡Caray! -dijo el ángel─ podías al menos ponerun farolito, me he dado un golpe tremendo.

Casinada ayudó al Ángel a ponerse de pie y sedeshizo en disculpas y perdones. Yo –dijo despuésde las disculpas─ quisiera ofrecerme para la misiónespecial.

El Ángel la miró, frunció el ceño y exclamó─Mucho me temo mi pequeña estrella que de nadavalga tu ofrecimiento, mas como eres la única que tehas ofrecido y yo soy solamente un mensajero,acompáñame y expondremos tu deseo a la supe-rioridad.

Casinada siguió al Ángel en su vuelo por el fir-mamento, hasta llegar a un grupo de Ángeles y Ar-cángeles que hablaban acaloradamente.

─¿Traes a la estrella? ─le preguntó un arcángelque tenía pinta de ser el principal.

Verá Señor, las grandes estrellas llenas de luz nose han atrevido a abandonar su puesto sin conocerel objeto de la misión a la que iban a someterse ycomo vuestras órdenes eran terminantes, no me heatrevido a decir nada. He cumplido como prometí.Solo esta niña, esta minúscula estrellita me llamópara ofrecerme sus servicios. Ya sé que de nadapuede servir tan pequeña y sin luz, pero no quise re-gresar sin nada y por eso le permití que me acom-pañara.

El Arcángel se sonrió y acercándose a la estrellitapreguntó afirmando: ─Te llamas Casinada, ¿verdad?

─Si señor, contestó la estrellita extrañada de queaquel Arcángel tan importante conociera su nombre.

El Arcángel siguió hablando. Toda tu vida has sidouna estrella pequeña y sin luz.

─Si, señor, volvió a contestar Casinada a punto

La estrella Casinada


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de contarle la historia de aquel día en que la alumbróel sol, pero se arrepintió de su vanidad.

Ahora mi pequeña estrellita ─siguió hablando elArcángel prepárate a cumplir la misión más impor-tante que jamás hayas podido soñar. Pasarás a lahistoria y, generación, tras generación, hablarán deti. Vas a servir de guía a tres Reyes que desde laslejanas tierras de Oriente desean llegar a Belén paraadorar al Señor nuestro Dios que ha nacido en unhumilde portal.

Casinada abrió sus ojos muy espantada, aquelArcángel no sabía lo que decía. el trabajo era mag-nífico, precioso, pero como ella que jamás fue vista,no ya desde las lejanas tierras de Oriente, ni siquierade la estrella más cercana a la suya. ¿Cómo ella qu

e no tenía luz podía guiar a nadie desde el cielo?─¿Qué te parece? ─le preguntó el Arcángel sa-

cándola de sus pensamientos.

─Señor, ─contestó la aturdida Casinada. Metemo que estoy siendo victima de una broma. entodo el firmamento existe una estrella menos capa-citada para esta misión. Yo soy torpe, pequeña y ca-rezco de luz ¿cómo podría cumplir vuestro mandatosi carezco de todo lo necesario?

El Arcángel contempló complacido a la azoradaestrella. ─Tampoco María comprendió en su humil-dad, la grandeza de Dios que era la elegida para sermadre. Y tú mi pequeña estrella serás la más ra-diante, la más potente del firmamento para guiar contu luz a esos generosos Reyes que quieren ponersus coronas a los pies del niño Jesús.

Casinada se sintió feliz, pero su felicidad no pro-venía de saberse la más linda estrella del sistemasolar, ni de ver cumplidos sus anhelos de tener luzpropia. Casinada era feliz porque iba a cumplir lamás bella misión que ha cumplido estrella alguna.Sus puntitos empezaron a brillar intensamente y suluz se esparció por la oscuridad iluminando cuantomiraba.

El Arcángel le entregó los planos del camino quedebía seguir ordenándole que una vez cumplida sumisión permaneciera junto al portal para dar luz ycalor a cuantos se acercaran.

Casinada emprendió el camino siguiendo siem-pre las indicaciones del Arcángel. Durante el díaavanzaba kilómetros y kilómetros sin ser vista. Lle-gada la noche, su luz era tan intensa, que millares

de hombres contemplaban su ardua carrera.─¿Dónde irá esa estrella tan deprisa, ─decían unos,y los más cultos, los que conocían las profecías delos Libros Sagrados añadían: Debe de ser la estre-lla de los Reyes Magos, ha debido de nacer el Me-sías como se prometió.

Casinada a, sin envanecerse, no detuvo la ca-rrera hasta alcanzar su destino.

Cuando llegó a Oriente, era de día. Aquellas fue-ron las horas más largas de su existencia, las quepasaron hasta cerrar la noche. Parada ante el pala-cio de uno de los Reyes esperó a que el sol se ocul-tase. Cuando cayó el crepúsculo, su brillante luz sedistinguió como una antorcha. ─¡Señor Rey! ¡SeñorRey!, llamó desde las alturas. Soy la estrella que osmanda el Señor, debéis seguirme para estar enBelén cuanto antes.

Los tres Reyes que desde sus palacios habíanvisto los parpadeos de Casinda, recogieron sus pre-sentes y caminaron tras la estrella. Ahora su pasoera lento acomodado al de los camellos.

Por fin llegaron a destino, los pastores cercanosal suceso también reconocieron a Casinada, a la es-trella que había de llevarlos hasta el Señor. De estaforma, la que hasta ahora había sido una pobre os-cura y olvidada estrella, se convirtió en la Estrella delos Reyes Magos.

Carmen de Silva


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La niña no habla. La niña no ríe. La niña no quierejugar.

Madre va al lavadero del pueblo. De camino,quiere pasar por la plaza Herradores. Sabe que porallí cerca estará Gabriela, su hija, sabe nadie ha-ciendo qué. Esta chiquilla es muy rara, se lamentala madre mientras agarra el cesto de la ropa suciacon las dos manos. Siempre callada, observandotodo con sus ojos color café muy abiertos. En ver-dad, ha tenido que salir a mi suegra, piensa Madremientras se intenta recolocar un mechón que, ha-biendo escapado del moño, ha ido a caer sobre sufrente perlada en sudor. Los veranos suelen ser ca-lurosos en Brihuega, pero en especial lo fue aquélde

1936. Cuando Madre llega a la plaza, la niña estásentada a la sombra cerca de la fuente de los DoceCaños, mirando fijamente el agua, metiendo a vecesla mano y observando el caer de las gotas. Una yotra vez.

La mujer sacude la cabeza al verla sola otra vez,y prosigue su camino sin que su hija se dé cuenta desu presencia. Está demasiado ocupada, hipnotizadapor el sonido de la fuente. Además, está tranquila.Los muchachos llevan un rato sin molestarla, segu-ramente están persiguiendo a algún pobre perro, o ti-rándose por las empinadas cuestas del pueblo consus bicicletas rotas y antiguas. Nadie tiene dineropara bicis durante una Guerra Civil. Ni para bicis,ni apenas para comida. La guerra está golpe-ando duramente a España. Pero estos pensamien-tos no tienen cabida en la mente de la pequeña, quesigue sentada sobre la fuente de piedra. Pero, ¿quétendrá el agua?

Lo que nadie sabe es que el agua de Brihuegatiene su propia magia.

La niña es la única portadora del Secreto. Ella síconoce el misterio que encierra el pueblo. No separan a mirar, no se detienen, no observan. Si lo hi-cieran, verían lo que ella ve; creerían en lo que ellacree. En el agua habitan unas pequeñas haditaslilas, guardianas de la inocencia de los niños. Estashaditas están afligidas, pues han visto tanta miseriaen tan poco tiempo�

Por eso solo Gabriela las ve. Porque no hay másniños en este pueblo, solo adultos y personas quese han visto obligadas a crecer a base de disparos.Todos los habitantes se han visto afectados, ya seapor la pérdida de un ser querido, heridas, pobreza,hambre�Como las gotas que caen de la fuente,todos estos hechos han ido haciendo mella en la in-fancia y el alma pura de los niños. No, no son niñosy es mejor evitar llamarles eso. Son producto delodio ciego, que no reconoce lazos de sangre ni tienemoral.

Pero ella es distinta. Ella sabe que están su-friendo y quiere ayudarlas, pero no ve cómo. Susalas se están resquebrajando, ya no brillan, ya novuelan danzando de fuente en fuente. Como la vidade muchos, su luz se está apagando. Por eso Ga-briela está siempre cerca de la fuente, intentando re-confortar a las hadas. Guardando el Secreto.

Pero al esconderse el sol, tiene que volver a sucasa y abandonarlas. Allí, alrededor del escaso calorde una estufa mal alimentada, se reúne toda la fa-milia. Padre está en el frente y nunca le pueden ver.Gabriela y sus hermanos suelen cenar unas lentejascon un mendrugo de pan. Y de postre, leche de unade las pocas vacas que quedan en el pueblo. Unvaso entre cuatro hermanos que pocas veces llega aprobar Gabriela, al ser la más pequeña. Siempregana el más fuerte en tiempos de guerra. El débil esel primero en caer. No hay compasión, la muertenunca hace distinción ni acepta excusas.

Las noches son una eterna vigilia para Madre,que, atenta a cualquier ruido, sabe que debe reac-cionar rápido si comienzan a caer las bombas. Elladescansa sobre el colchón, agarrada a un rosario.Gabriela y sus hermanos a veces escuchan cómollora, pero todos prefieren ignorar ese hecho, secretoque queda entre las noches teñidas de naranja porlos proyectiles y ambientadas con el sonido de la me-tralla.

A la mañana siguiente todos empiezan de cero.Quién sabe, quizás esa noche Gabriela pueda bebermás leche, cuando se oculte el sol puede que seanuno menos. De día, los hermanos mayores se echanal monte a cazar algo para comer, y la madre busca

Lavanda de mi pueblo


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Existen en la tradición budista del Japón unasleyendas llamadas Cuentos que confortan el co-razón, que tratan de la búsqueda de la verdad, dela bondad, de la amabilidad y de la compasiónpara con todos los seres vivientes. En ellas des-taca como algo fundamental la gratitud que, aun-que es especialmente importante en la culturajaponesa, en realidad es inherente a todo ser hu-mano.

Uno de estos cuentos que confortan el corazónempieza narrando cómo un día un anciano rescatóuna grulla que había quedado atrapada en unatrampa. Aquella misma noche, una joven aparecióen la puerta de la casa donde el anciano vivía consu mujer, explicando que se había perdido y notenía dónde ir. El matrimonio le ofreció su casa, yla joven se quedó a vivir con ellos. Cuando se diocuenta de que el matrimonio era pobre y apenastenían lo suficiente para comer, la joven se puso atejer, y con el producto de su trabajo iba luego a laciudad donde vendía a buen precio las telas quehabía tejido, gracias a lo que el matrimonio pudodisponer de algún dinero más y comprar suficientecomida.

Pero pasaba algo muy extraño. La joven iba de-bilitándose, adelgazando a medida que iba te-jiendo, y el anciano empezó a preocuparse.Finalmente, a pesar de que ella les había pedidoque no la observaran nunca cuando tejía, decidióir a verla mientras trabajaba. ¿Y qué vio? Una gru-lla que se arrancaba las plumas para tejer conellas. La grulla había recibido permiso para con-vertirse por una vez en ser humano y así poder vi-sitar, bajo la apariencia de una joven, al ancianomatrimonio en recompensa por su corazón tangentil y honesto.

En los cuentos de los hermanos Grimm tam-bién aparece algo que va en la misma línea. Elcuento La serpiente blanca nos habla de un jovenque iba cabalgando y, en un momento dado, oyóunos gemidos que venían de un lago. Al acercarsevio tres pececillos atrapados entre los juncos y, aldarse cuenta de que se estaban ahogando, los li-beró, tras lo que siguió su camino, mientras oíaque le decían: “Te lo recompensaremos”.

Tras cabalgar durante un tiempo, escuchó derepente unos gemidos que ascendían hasta él

La grulla



desde el suelo y se dio cuenta de que eran unashormigas a las que los cascos de su caballo esta-ban aplastando. Entonces hizo que su animal sedesviara, y las hormigas, agradecidas, le dijeron:“Te lo recompensaremos.”

Siguió cabalgando hasta llegar a un bosque.Allí de pronto escuchó un piar lastimero y, cuandomiró en la dirección de donde procedía, vio a trespequeños cuervos que se habían caído del nido yestaban hambrientos. El joven sacrificó su caballopara darles de comer: “Te lo recompensaremos”,dijeron los tres pequeños pájaros mientras se ibanalejando.

Tiempo después, esos peces a los que el jovenhabía liberado, le ayudaron a encontrar, en el maren el que se había caído, el anillo de una princesa,superando de esta manera una prueba a vida omuerte. Por su parte, las hormigas, que acudieronen su ayuda, cuando estaba ya desesperado sinsaber qué hacer, le salvaron de morir ayudándolea recoger antes de que saliera el sol todos los gra-nos de mijo esparcidos por el bosque. A su vez lospequeños cuervos, convertidos ya en adultos conbuenas alas, le ayudaron a superar la últimaprueba, que consistía en ir al final del mundo ytraer la manzana de oro del árbol de la vida.

El ser humano que escucha los gemidos, lospercibe en su corazón y se apiada de ellos, se ve

después recompensado con creces. Pero no seactúa nunca por la recompensa, que ni siquierapuede preverse; eso ya sería un cálculo, algo queno surge del corazón.

Me llamó la atención ver cómo uno de los mu-chos refugiados que llegaban de Siria, Irak y Af-ganistán a la estación de Munich, la entrada paraellos a Alemania, levantó los brazos y se puso agritar: “Gracias, os lo recompensaremos”.

¿Quiénes son ahora esa grulla caída en latrampa, esos peces atrapados entre los juncos,casi ahogados en el agua, esas hormigas pisote-adas, esos cuervos hambrientos? Los vemos enlos miles de personas que caminan atrapadas,hambrientas, aplastadas, pasando por otros paí-ses, intentando llegar a Europa. El anciano matri-monio aparece allí bajo la forma de muchísimaspersonas civiles, incluidas tantos ciudadanos ser-bios, croatas y bosnios, que saben por experienciapropia lo que significa huir, porque lo han vivido encarne propia hace solo dos decenios. Personasparticulares que dan de lo suyo: zapatos, ropa, co-mida, bebida, lo que haga falta; para ellos no hayverjas.

El anciano matrimonio apareció también enHungría; eran los civiles, los ciudadanos que ayu-daban de manera extraordinaria, y a los que unode estos refugiados les dijo: “Gracias a vosotros,pero no a vuestro gobierno”.

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Fotografía: http://www.infolibre.es/


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La actitud y el sentimiento del anciano matri-monio se fue extendiendo por toda Europa y elterrible atentado no debe aminorarlo. La solida-ridad ciudadana empezó a crecer de una ma-nera increíble en los primeros días deseptiembre. En París, ante la deplorable políticade los ministros exteriores de la UE, se convocóuna manifestación bajo el lema: “No fronteras enmi nombre, no en mi nombre”; una gran masade gente se reunió y lo coreó a gritos. En Ingla-terra la gente también se solidarizó, y el ministrono tuvo más remedio que ceder y admitir másrefugiados. En Madrid y Barcelona hubo igual-mente concentraciones para exigir la acogida delos refugiados, y se ha creado una comisión dereligiosos y religiosas, Cáritas, Justicia y Paz,Servicio de Refugiados de los jesuitas, confe-rencia episcopal, ante la urgencia de acoger alos refugiados que huyen de las guerras y delhambre.

Hay que escuchar los gritos y los gemidos dedolor de tantos hermanos desplazados en nues-tras fronteras europeas, tal como un día hicie-ron con compatriotas nuestros, que fueronacogidos en Rusia, en México, en Argentina�Ahora están llamando a nuestras puertas.

Mientras tanto en la Unión Europea se dis-cute la cuota de refugiados que cada país debeacoger, un espectáculo lastimoso. “Espero quehaya un despertar”, dijo alguien en Luxem-burgo.

Lo entregado, como en el caso del ancianomatrimonio del cuento de la grulla agradecida,entregado queda; no hay que esperar nada acambio. Hay que compartir lo que se tenga.

La grulla rescatada se convierte en un ser hu-mano para expresar su gratitud, es decir, la gra-titud es algo inherente al ser humano, nace de loprofundo del corazón; y si eso no aparece porningún lado es que se vive en lo superficial.

Aunque no deja de ser también cierto quemuchas veces el ser humano tiene que apren-der del ejemplo de gratitud que dan los anima-les: los mastines del zendo no se tiraninmediatamente sobre la comida que se lespone en el cuenco sino que primero esperan, temiran, y luego empiezan a comer. Son muchaslas cosas que podríamos volver a aprender delos animales.

Pero la gratitud humana llega más allá, a loque no se ve, a lo que de ninguna manerapuede ser visto. Esta es la gratitud inherente alser humano. Nace de lo hondo, y no provoca es-truendo. No se manifiesta por cumplir, por que-dar bien; es algo que nace del corazón y por esomismo es beneficiosa. El agradecimiento de lagrulla convertida en una joven hace bien a esematrimonio anciano. Pero sin embargo, lo quese agradece por cumplido o lo que se agradeceestruendosamente no produce beneficio. El ver-dadero agradecimiento puede adoptar muchasformas: unas veces silencioso, otras puede serexpresado, otras se manifiesta a través de la ac-ción, pero nunca es estruendoso.

La grulla agradecida, un cuento que confortael corazón leído en nuestra actual situación, enla que decenas de miles de refugiados llaman anuestras puertas. Que sepamos evitar que,como la familia de Jesús, no encuentren sitio enel albergue.

Ana María Schlüter Rodés


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Pudiera ser en diciembreen una noche muy fría,cuando nació el Salvadorsin que sonaran las liras.

Vino a la tierra en silencio,ni las estrellas se asíanportando alguna noticia,tan solo estaban reunidas.

La palabra se hizo carneen una Virgen doncella,solo Dios tiene razonesa pesar que a muchos cuesta.

No era pobre la familiapero tampoco era rica,simplemente en la ciudadse encontró muy desprovista.

Escaseaban posadas.Tanto ricos como pobrespasaron aquella la noche,más o menos con insomne.

Nació Jesús como tantos�sin buscar donde naceraunque sí fuese en Belén,y espero lo entenderéis.

Hoy lo que hay que celebrar,es el acontecimientode que Cristo es la Palabra,para dar los cumplimientos.

Los que el Padre desde el cielodispuso para los hombres,en el Verbo que encarnadotodo pecado nos borre.

Autor Sor. Cecilia Codina Masachs

Pudiera ser en diciembre

Romance


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Un cordero de Basilio,una hogaza recién hecha,un tarro de rubia miely vino de la cosecha.olé, olé, olé,caminito de Belén

Las mujeres pañalitos,camisas de tela fina,unos patucos de lanay unas manoplas tejidas.

olé, olé, olé,caminito de Belén

En esta noche gloriosa,todo bulle de alegría,las gentes cantan a corodándole la bienvenida.


Letra: María Carmen Gracia (May)Música: Grupo Alardos

Ilustraciones: Ana Bermejo

Posada para Maríapide el bendito José.El posadero les echanada más aparecer.


Los ángeles celestialesanuncian a los pastores,que en Belén espera un Niñopara darles bendiciones.


Todos ellos jubilososcon sus ovejas a cuestas,trotan a honrarle gozososy llevarle sus ofrendas.


Caminito de Belén


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G e n t e s d e B r i h u e g aG e n t e s d e B r i h u e g a

Brihuego...

y fraile franciscano

Como lo oyen. Brihuego y fraile franciscano.!Todo un lujo! Ese es Javi como le conocemos todos.Y de nombre completo, Francisco Javier Rojo Alique.

El sábado, 5 de diciembre de 2015, este brihuegode pura cepa, hizo la profesión solemne como Her-mano Menor de la Orden Franciscana. Fue a lascinco de la tarde en la parroquia San Francisco deAsís de Alcalá de Henares. La iglesia, por cierto bas-tante grande, estaba llena de gente de allí y de Bri-huega también. Sacerdotes, frailes, religiosas,consagrados... El cielo muy despejado y el Sol ca-lentando con fuerza.

La ceremonia comenzó con una procesión for-mada en primer lugar por una cruz procesional conel Cristo de San Damián, detrás Javi y Pablo, veinti-nueve sacerdotes, el Vicario de la diócesis, el Pro-vincial de los Frailes Menores. A continuacióncomenzó la Santa Misa. Terminada la homilía co-menzó el rito de la Profesión que fue de la siguienteforma:

Primero se les llamó e hicieron la petición de pro-

fesión perpetua. A continuación, postrados en elsuelo los profesos, los fieles rezamos la oración litá-nica y seguidamente hicieron la Profesión Perpetua.Después, los dos se acercaron al altar y firmaron suProfesión. En el lugar reinaba el silencio y parecíacomo si la iglesia estuviera vacía. ¡Y sin embargo es-taba llena! ¡Incluso había gente de pie! Fue un mo-mento muy emocionante y emotivo. Terminada laprofesión todos los frailes y sacerdotes les dieron unabrazo de bienvenida. El resto de la Eucaristía trans-currió con solemnidad y alegría. El coro cantó can-ciones franciscanas y todos les acompañamos. Otromomento muy emotivo fue al terminar la Santa Misa.El coro comenzó a cantar la Plegaria a Nuestra Se-ñora de los Ángeles y todos cantábamos con tantoemoción y alegría que parecía que se iba a caer eltecho.

Terminada la celebración eucarística, felicitamosa Javi y pasamos a compartir una suculenta me-rienda para celebrar tan importante acontecimiento.

¡Felicidades Javi!

Guillermina de la Encina


Gentes de Brihuega n.21 - Navidad 2015

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