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Ficha de comprensión1El dragón y Rasputín

En un lejano país, se alzaba un hermoso castillo al que nadie quería ir, ya que por las noches a alguien se le oía gemir. Cierto día, Rasputín, un muchacho curioso y osado, quiso probar subir al castillo. Caminó colina arriba y conforme se iba acercando sentía miedo.Llamó despacito a la puerta pues no quería molestar. Y al no obtener respuesta entró sin contemplación.Recorrió largos pasillos, atravesó una gran sala, y allí, acurrucado en un sillón chiquitito se escondía… ¡un pequeño dragoncito!Rasputín se quedó helado. Entonces de eso se trataba, era aquella criatura quien se lamentaba y lloraba.–¿Qué te pasa dragoncito? ¿Tienes hambre? ¿Tienes frío?–Tengo miedo de estar solo, –contestó el dragoncito muy apenado.Y continuó Rasputín: –¿Y por qué no sales al mundo? Este es un bello país. Si vivieras con nosotros te sentirías feliz.Y contestó el desolado dragoncito, gimiendo: –Porque yo asusto a la gente. Soy feo, peludo y gris.Rasputín lo agarró despacio, le acarició, y le dijo: –Ni una palabra más. Vendrás conmigo y verás que al conocerte, todo el mundo te querrá.Y en efecto, así fue, que el dragón creció feliz en aquel bello país.

Rosa Herrera (España)

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1 Encierra a los personajes del cuento.

2 Dibuja el lugar donde se encontraba el dragón.

3 ¿Por qué crees que el dragón no le abrió la puerta a Rasputín?

4 Dibuja una escena para cada momento de la historia según el orden en que suceden los hechos.

5 ¿Crees que el Dragón hacía lo correcto al esconderse en el castillo? ¿Por qué?

Inicio Nudo Desenlace

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Ficha de comprensión 2

Daniel y las palabras mágicas

El abuelo de Daniel es muy aventurero y este año le ha enviado, por su cumpleaños, un regalo muy extraño: una caja llena de letras brillantes.

En una carta, su abuelo le dice que esas letras forman palabras amables que, si las regala a los demás, puede conseguir que las personas hagan muchas cosas: hacer reír al que está triste, llorar de alegría, entender cuando no entendemos, abrir el corazón a los demás, enseñarnos a escuchar sin hablar.

Daniel juega muy contento en su habitación, monta y desmonta palabras sin cesar.

Lleva unos días preparando un regalo muy especial para aquellos que más quiere.

Es muy divertido ver la cara de mamá cuando descubre por la mañana un “buenos días, preciosa” debajo de la almohada; o cuando papá encuentra en su coche un “te quiero” de color azul.

Sus palabras son amables y bonitas, cortas, largas, suenan bien y hacen sentir bien: “gracias”, “te quiero”, “buenos días”, “por favor”, “lo siento”, “me gustas”. Daniel sabe que las palabras son poderosas y a él le gusta jugar con ellas y ver la cara de felicidad de la gente cuando las oye.

Sabe bien que las palabras amables son mágicas, son como llaves que te abren la puerta de los demás. Porque si tú eres amable, todo es amable contigo.

Susanna Arjona Borrego (España)

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1 ¿Quién le regaló a Daniel la caja de letras brillantes? Colorea.

2 ¿Qué palabras mágicas formaba Daniel?

3 ¿Cómo se sienten las personas cuando Daniel usa las palabras mágicas? Encierra la expresión que consideres.

4 Completa el organizador con las palabras mágicas.

5 ¿Usas las palabras mágicas en el colegio y en tu casa? ¿Cuándo?

Palabrasmágicas

51Comunicación 1

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Ficha de comprensión 3

Uga, la tortuga¡Todo me sale mal!, se lamenta constantemente Uga, la tortuga. Y es que no es para menos: siempre llega tarde, es la última en acabar sus tareas, casi nunca consigue premios a la rapidez y, para colmo es una dormilona.

Uga decía: –¿Para qué preocuparme en hacer un trabajo que luego acaban haciendo mis compañeros? Mejor es dedicarme a jugar y a descansar.

–No es una gran idea, –dijo una hormiguita– lo que verdaderamente cuenta no es hacer el trabajo en un tiempo récord; lo importante es terminarlo realizándolo lo mejor que sabes, pues siempre te quedará la recompensa de haberlo conseguido.

–¡Bueno hormiguita, ya lo comprendí! Esto es lo que yo necesitaba: alguien que me ayude a comprender el valor del esfuerzo; te prometo que lo intentaré.

Pasaron unos días y Uga, la tortuga, se esforzaba en sus quehaceres.

Se sentía feliz consigo misma pues cada día conseguía lo poquito que se proponía, porque era consciente de que había hecho todo lo posible por lograrlo.

–He encontrado mi felicidad: lo que importa no es marcarse grandes e imposibles metas, sino acabar todas las pequeñas tareas que contribuyen a lograr grandes fines.

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1 ¿Qué decía la hormiguita, cuando se lamentaba?

a. b.

c.

2 Colorea los carteles que mencionan las actitudes de la tortuga al inicio de la historia.

3 ¿Cómo crees que se sentían las compañeras de Uga cuando no terminaba sus tareas?

4 ¿Por qué crees que Uga la tortuga se dedicaba a jugar?

5 Escribe dos características de cada animal.

6 ¿Crees que es más importante terminar rápido, que hacer las cosas bien?

7 ¿Es correcto que mientras algunos trabajan, otros jueguen? ¿Por qué?

Terminaba rápido sus tareas.

Siempre llegaba tarde.

Se quedaba dormida.

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Ficha de comprensión 4El caracolillo Gustavillo

Gustavillo era un caracolillo que vivía feliz en el fondo del mar; se mecía al ritmo de las corrientes marinas, reposaba en la arena, buscando algún rayo de sol y de vez en cuando daba sus paseos.

Un día un cangrejo lo vio y le dijo:

–¿Puedo vivir contigo? Y Gustavillo aceptó.

Empezaron a vivir juntos el cangrejo y el caracol y al poco tiempo comenzaron los problemas: el cangrejo se metía las pinzas en la nariz, hacía ruidos cuando comía, no ayudaba en la limpieza...

Una mañana Gustavillo le dijo al cangrejo todo lo que no se debía hacer, explicándole que:

–Hurgarse en la nariz, es de mala educación y además puede hacer daño.

–Se mastica siempre con la boca cerrada.

–Hay siempre que colaborar en la limpieza y orden de donde se vive.

El cangrejo se quedó callado, salió de la casa y se perdió durante varios días.

Cuando volvió habló con Gustavillo y entre los dos juntitos hicieron una lista de las cosas que, juntos debían hacer para que todo funcionara bien.

A partir de ese momento los amigos fueron muy felices, el cangrejo, daba a Gustavillo largos paseos y el caracolillo arropaba al cangrejo cuando había marea.

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1 ¿Quién vio al caracolillo? Encierra la respuesta.

2 ¿Qué comportamiento manifestaba el cangrejo?

3 ¿Crees que el cangrejo podía tener muchos amigos? ¿Por qué?

4 ¿Adónde crees que fue el cangrejo por varios días?

5 Haz una pequeña lista de las cosas que podían hacer para que todo funcione bien.

6 Escribe dos normas de convivencia de tu aula.