Fenomenologia y Marxismo

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GUILLERMO HOYOS VASQUEZ . FENOMENOLOGIA y MARXISMO EN LA OBRA DE HERBERT MARCUSE "S610 una uni6n de los dos métodos: una fenomenología dialéctica, que sea un método de lo que siempre es lo más concreto, está en capacidad de dar raz6n de la historicidad de la existencia humana", Herbert Marcuse /1/. Uno de los primeros trabajos mosóficos de H. Marcuse se titula: "Aportes para una fenomenologia del materialismo histórico" (1928) /2/. Ocho años más tarde vuelve a ocuparse de motivos de la fenomeno- logia en su estudio sobre "El concepto de esencia" (1936) /3/. Final- mente en 1965, retomando ideas expuestas en El hombre unidimensio- nal (1964), escribe "Sobre la ciencia y la fenomenologia" /4/, una reseña cuidadosa de la Krisis de Husserl. Sin ignorar alusiones y referencias a la fenomenologia en otras obras de Marcuse, nos proponemos fijarnos en los tres estudios indicados pa- /1/ Herbert Marcuse: "Beitrlige zu einer Phiinomenologie des Historischen Materialismus" in: Philosophische Hefte, 1, Berlin, 1928, p. 59. /2/ Ibid., págs. 45·68 13/ Herbert Marcuse: "El concepto de esencia" en: La agresividad en la sociedad industrial a· vanzada. Alianza. Madrid, 1971, págs. 10·69. 14/ HerbertMarcuse: "Sobre la ciencia y la fenomenologia" en: La sociedad opresora. Tiempo Nuevo. Caracas, 1970. págs. 73·87. -3-

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Fenomenologia y Marxismo, la historicidad en Herbter Marcuse

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  • GUILLERMO HOYOS VASQUEZ .

    FENOMENOLOGIA y MARXISMOEN LA OBRA DE

    HERBERT MARCUSE

    "S610 una uni6n de los dos mtodos:una fenomenologa dialctica, que seaun mtodo de lo que siempre es lo msconcreto, est en capacidad de darraz6n de la historicidad de la existenciahumana",

    Herbert Marcuse /1/.

    Uno de los primeros trabajos mosficos de H. Marcuse se titula:"Aportes para una fenomenologia del materialismo histrico" (1928)/2/. Ocho aos ms tarde vuelve a ocuparse de motivos de la fenomeno-logia en su estudio sobre "El concepto de esencia" (1936) /3/. Final-mente en 1965, retomando ideas expuestas en El hombre unidimensio-nal (1964), escribe "Sobre la ciencia y la fenomenologia" /4/, una reseacuidadosa de la Krisis de Husserl.

    Sin ignorar alusiones y referencias a la fenomenologia en otras obrasde Marcuse, nos proponemos fijarnos en los tres estudios indicados pa-

    /1/ Herbert Marcuse: "Beitrlige zu einer Phiinomenologie des Historischen Materialismus" in:Philosophische Hefte, 1, Berlin, 1928, p. 59.

    /2/ Ibid., pgs. 456813/ Herbert Marcuse: "El concepto de esencia" en: La agresividad en la sociedad industrial a

    vanzada. Alianza. Madrid, 1971, pgs. 1069.14/ HerbertMarcuse: "Sobre la ciencia y la fenomenologia" en: La sociedad opresora. Tiempo

    Nuevo. Caracas, 1970. pgs. 7387.

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  • ra analizar las posibles relaciones, que all se sugieren, entre la fenomenologa y el materialismo histrico. Desde un punto de vista an no temtico, es importante tener en cuenta por un lado la formacin filosfica de Marcuse en Friburgo bajo el influjo de Heidegger y resaltar porotro lado que los estudios de que nos ocupamos estn repartidos prcticamente en todo el tiempo de su produccin filosfica. El problema delas posibles relaciones entre fenomenologia y marxismo no fue algo espordico en su obra. No basta con descubrir en su pensamiento motivosde la fenomenologia de Husserl y Heidegger, como el privilegio por elsujeto histrico, la critica al positivismo de la sociedad unidimensional,la recuperacin del nivel de la cotidianeidad como el de las vivencias vi.tales donde se ubicara la "nueva sensibilidad" (neue Sinnlichkeit) /5/;nuestro objetivo especifico es documentar tambin la lectura marcusiana de la fenomenologia.

    Podra decirse que el primer estudio de Marcuse al que nos referimoses pionero en el anlisis de las relaciones entre fenomenologia y marxismo de una manera constructiva. Otros pensadores de la Escuela deFrankfurt han sido ms negativos en el anlisis de estas relaciones /6/,sin que ello permita negar el influjo de la fenomenologia en su pensamiento. En Francia y en Italia bastaria con citar nombres como Sartre,MerleauPonty, Ricoeur, Paci y la Revista AutAut para encontrarsecon el problema que ocup tambin a Marcuse. En los pases socialistestambin ha persistido la problemtica: en Polonia con R. Ingarden ysus discipulos; el Circulo de Praga, Patovka, Kosik; la Escuela deBudapest muy influenciada tambin por Luckcs; finalmente enYugoslavia el grupo "Praxis", donde las obras de Husserl, Heidegger,Sartre y MerleauPonty han ejercido mucho influjo. Que el inters por elproblema sealado persiste hoy, queda suficientemente documentadopor los recientes estudios sobre Fenomenologa y Marxismo compiladospor B. Waldenfels, J.M. Broekman y A. Pavzanin /7/.

    Volviendo ahora al problema como lo afronta Marcuse nos pareceque para l el ncleo de la discusin es el sentido de lo concreto. Recurdese que el lema inicial de la fenomenologia de Husserl fue un volver alas cosas mismas ("Zuruck zu den Sachen selbst"), mientras la intencin fundamental de Marx y sus mejores discpulos siempre han sidollegar a lo concreto como historia material del hombre. Pero hasta qupunto lo concreto de la fenomenologa -la historicidad que sta devela,la cotidianeidad (Lebenswelt), la experiencia antepredicatva- por ser

    /5/ Herberi; Mareose: "La rebelin de los instintos vitales" en: Ideas:y Valores. Bogot, 1979,pgs. 69-73.

    /6/ Ver: Theodor W. Adorno: Sobre la metacritica de la teoria del conocimiento. Estudios sobreHusserl y las antinomias fenomenolgicas. Monte Avila. Caracas, 1970. Jurgen Habermas: "Cono-cimiento e inters" en: Ideas y Valores, 4245. Bogot, 1973-1975, pgs. 61-76.

    17/ Bernhard Waldenfels, Jan M. Broekman u. Ante pazanin (Hrsg.)j PlUinomenolcgie undMarxismus, Bd.I: Konzepte undMethoden; Bd.2: Praktische Philosophie; Bd.3: Sozialphilosophie;Bd.4: Erkenntnis und WissenschaftstheQrle. Subrkamp. Frankfurt. 19771979.

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  • sistematizado desde perspectivas trascendentales llega a perder denuevo lo especifico de la concrecin? Y a la vez, hasta qu punto loconcreto del anlisis marxista, por pretender un nivel cientifico, no estexpuesto a diluirse en modelos estructuralistas o mecanicistas, tan po-sitivistas como el empirismo que el materialismo histrico pretenderecusar?

    Veamos ahora en detalle, en los tres estudios indicados, cmo anali-za Marcuse los aportes de la fenomenologia y del materialismo histricocon respecto al problema filosfico de lo concreto en relacin con el serdel hombre histrico.

    1

    En sus "Aportes para una fenomenologla del materialismohistrico" /8/, el joven discpulo de Heidegger pretende, quiz condemasiado optimismo, mostrar las posibilidades del mtodofenomenolgico, concretamente los desarrollos de Ser y tiempo paradeterminar ms fundamentalmente el problema de la historicidad comoestructura originaria del Dasein, estructura que a su vez ha sidosealada por el marxismo como la ms real y ms concreta.

    Marcuse comienza su trabajo con un esbozo de lo que es la situacinfundamental analizada por el marxismo: "Se trata de la posibilidadhistrica de la accin radical que libere una nueva realidad necesariaque sea realizacin del hombre como totalidad. El hombre que se hacfconsciente es el agente, su campo de accin es la historia, que se develacomo categoria fundamental de la existencia humana. Con esto laaccin radical se manifiesta en la accin histrica revolucionaria de'clase' como unidad histrica" /9/.

    A partir de esta caracterizacin global del marxismo, Marcusedesarrolla sus elementos: el diagnstico de la sociedad capitalista comoaquella en que no es posible la realizacin de una existencia humanaautntica /10/; por ello se exige la accin radical como accin necesariatanto desde el punto de vista del hombre mismo como desde el punto devista de su mundo circundante. "La esfera de esta necesidad concretadel acaecer es la historia" /11/. Por esto en el marxismo todas lasdeterminaciones de la praxis son historicidad como determinacinfundamental.

    Para Marcuse el sentido de las primeras pginas de la Ideologaalemana consiste precisamente en desarrollar de manera puramente

    /8/ Quiero referirme a dos comentarios sobre este trabajo de Marcuse: Alfred Schmidt:"Ontologa existencial y materialismo histrico en Jos escritos de Harbert Marcuse" en: JrgenHabermas y otros: Respuestas a Marcuse. Anagrama, Barcelona, 1969, pgs. 1849. Gian EnricoRusconi: Tearia critica de la sociedad. Martlnez Roca. Barcelona, 1969. pgs. 248258.

    /9/ Herbert Marcuse: "Beitrlige...", S. 47./10/ Ibid./11/ Ibid., p. 48.

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  • fen
  • muestra un punto de ruptura en la historia de la filosofia: "el puntodonde la filosofa burguesa se rompe desde su interior mismo y dejalibre el camino para una nueva ciencia 'concreta' " /17/.

    Pasamos por alto la resea de la manera como Marcuse expone eldesarrollo de la obra de Heidegger, ya que nos parece que su exposicinen nada diverge de las lecturas corrientes de la obra. Para l tambin el"punto clave de la fenomenologia de Heidegger" es el haber "despejadoel camino para sealar la historicidad como determinacin fundamentaldel Dasein" /18/.

    Para Marcuse hay sin embargo dos limitaciones del planteamientoheideggeriano que hay que tener muy en cuenta. En el momento que lahistoricidad del hombre sigufica no slo su posibilidad de accin, sinouna especie de ser obligado a la accin, es decir, la necesidad de deci.sin, parece como si Heidegger entendiera este imperativo histrico entrminos individuales, como en la esfera del Dasein privatizado. Elhecho histrico de la accin humana, anota criticamente Marcuse, no estanto una modificacin de la existencia privada, cuanto una transformacin que llega a todos los niveles de la vida pblica /19/.

    Ms an, cuando Heidegger habla de las estructuras constituyentesdel Dasein en su ms fundamental concrecin, Marcuse opina crticamente que no llega al ltimo nivel de la concrecin histrica, el de lamaterialidad de la historia misma, que es el nico nivel que pel'lllteestablecer la ltima diferenciacin o especificidad de una historicidadautntica. Porque "no slo el mundo de las significaciones de lasdiversas culturas de una misma poca histrica es diferente, sino que enuna misma cultura hay abismos en la comprensin del mundo. Precisamente en el comportamiento esencialmente existencial no se da, porejemplo, ningn entendimiento entre el mundo del burgus moderno delcapitalismo avanzado y el mundo del pequeo campesino o delproletario" /20/. Aqui las investigaciones de Heidegger fracasan al nopoder penetrar desde planteamientos estructural-existenciales en esteltimo fundamento de la historicidad, el de la materialidad concreta.

    A pesar de estas dos anotaciones criticas sustanciales -el indivi.dualismo y la falsa concrecin de la fenomenologia - Marcuse pretendepoder seguir adelante y plantear las posibilidades de una"fenomenologia dialctica" /21/. Esta tendria que ocuparse necesariamente del "contenido material de la historicidad" /22/. Es decir, quepor un lado la fenomenologa como ruptura de la filosofa hacia las es

    /17/ Ibid" p. 52./18/ Ibid . p. 54./19/ Ibid., p. 5556./20/ Ibid., p. 56./21/ Ibid., p. 5761./22/ Ibid., p. 57.

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  • tructuras fundamentales de la listoricidad indica el espacio en el que elmaterialismo histrico realiza el anlisis cientfico de la realidad; peropor otro lado este mismo anlisis indica los ltimos niveles de laconcrecin material histrica para cuya descripcin la fenomenologiapodria aportar su mtodo de anlisis.

    Este tipo de anlisis, como lo detecta acertadamente Marcuse, debetener en cuenta la problemtica de los valores. Porque aunque todas lasestructuras de la existencia humana pudieran, inclusive desde unareflexin trascendental como la de Husserl, ser develadas, si tendria queser posible una distincin entre lo autntico y lo no autntico en lainterpretacin y el significado de tales estructuras articuladas histricamente; o si se quiere, lo esencial de la estructura para la existenciahumana no depende nicamente de su significacin para la subjetividado para el Dasein, sino que tiene que depender del ltimo nivel de laconcrecin, la materialidad de la historia con diversas implicacionesvalorativas y finabnente con diversas motivaciones reales y concretaspara la praxis. Es asi mismo esta materialidad de la historia en relacindialctica con el sujeto de la historia lo que explica en ltimo trmino elmovimiento de la historia misma.

    Para determinar esta resea, conviene traducir -asi sea un pocoextenso- el que para. nosotros es el texto central de Marcuse conrespecto a las relaciones entre fenomenologia y materialismo histrico.

    "El anlisis fenomenolgico habia mostrado la existencia humanacomo histrica segn su esencia misma, habia reconocido la praxiscomo su comportarse originario y habia mostrado la perspectiva para lafundamentacin de la 'razn terica' en la existencia histricaconcreta, no como una facticidad casual del ser, sino como suvinculacin esencial. Ahora, el materialismo histrico da la interpreta.cin concreta de tales realidades al sealar el 'ser social' (el concreto 'seren el mundo' con otros) como agente del movimiento histrico y su'modo de produccin' (la praxis como el ocuparse del mundo circundante) como el factor determinante del acaecer. En cuanto se realiza estaruptura desde el anlisis fenomenolgico de la historicidad como talhacia su contenido material concreto, tal ruptura slo puede adquirir laforma liistrica de una teoria de la revolucin. En el momento que sereconoce la praxis como la actitud definitiva de la existencia humana ycomo la que propiamente poduce realidad y cuando se capta la situacinhistrica dada como 'la realidad de la existencia inhumana' en sudecadencia histrica, en ese momento la praxis llega a significar como'praxis revolucionaria' la completitud de la necesidad histrica. Elmovimiento de la historia es el acaecer de la existencia humana.Cadanueva realidad histrica exige una nueva existencia humana. Esta nopuede nunca realizarse como mero cambio de la realidad dada, porqueentonces nunca podria ir ms all de la existencia dada; ms an con laaceptacin de lo dado se cae necesariamente en el mundo de significa.ciones de lo dado y en su 'ideologia' (cada reforma, cada rvisin de lo

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  • vigente presupone el reconocimiento de lo vigente como establecido).'Nueva' existencia slo es posible como 'revocacin'. Desarrollo orgni.co e histrico y revolucin no son contradictorios sino que por elcontrario la revolucin se manifiesta como la forma necesaria del movimiento histrico; slo ella puede cambiar la existencia del hombre histrico" /23/.

    Marcuse ha descubierto que el sentido de historicidad de la fenome-nologia es la praxis, desde la cual adquiere su significacin la 'raznterica'; pero esta praxis est determinada no slo en cuanto estructurafundamental sino tambin en cuanto articulada en la realidad material.El anlisis de las condiciones socioeconmicas de la sociedad capitalista devela la contradiccin entre una praxis que lucha por su autenticidad y una situacin histrica que la hace ser inhumana. La conclusines la necesidad para el sujeto histrico que asume su responsabilidad ya la vez su facticidad, la necesidad de una accin transformadora revolucionaria.

    Intentemos en este momento un balance provisional. Es posible ytiene algn sentido relacionar la fenomenologia y el marxismo? Comoprimer intento, al ao de aparecer Ser y tiempo, el estudio de Marcuseaparece muchas veces forzado: esto se muestra no slo en el estilomismo, recargado de expresiones heideggerianas, sino en pretensionesms programticas como "esbozo de una fenomenologia dialctica" o"una fenomenologia del materialismo histrico". Esto sin embargo noimplica el que la "cosa misma" no sea digna de anlisis: pueden relativizarse y complementarse o son necesariamente excluyentes ycontradictorios el materialismo histrico y la fenomenologia en su concepcin del problema de la flosofia.la existencia autntica del hombre?

    Marcuse entrev desde su formacin filosfica, marcadamente feno-menolgica como lo delata este articulo, y desde su compromiso pollticomarxista la no incompatibilidad de ambas perspectivas sobre elhombre. Ms an, reconoce en la fenomenologia de Heidegger el ltimoesfuerzo de la filosoffa burguesa por llegar desde su reflexin filosficamisma a la concrecin del hombre al develar su esencia comohistoricidad. Parece como si la fenomenologia pudiera sealar filosficamente la verdad de las estructuras que el marxismo trabaja en su msfundamental nivel de concrecin. Con esto se mostrara que la verdaddel anlisis marxista de la realidad no es 'verdad cientifica" entrminos empiricos o meramente positivos, sino que su verdad se fundamenta legitimamente en la reflexin filosfica. Pero de nuevo, laverdad del marxismo consistira en mostrar a la fenomenologia que supretendida 'objetividad' -no la de las ciencias pero si la del anlisis fenomenolgico puro- puede llegar a bautizarse como falsa concrecin ycomo 'neutralidad valorativa' frente a la historia concreta: entoncescareceria la filosoffa del criterio ltimo para romper aquellas ideologias

    /23/ bid. p. 68.

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  • que se sustantivan a partir de la falsa concreci6n del positivismo.Volveremos ms adelante sobre este problema.

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    En. su trabajo sobre "El concepto de esencia" Marcuse analiza eldesarrollo de este concepto enla historia de la filosofa y sobretodo elsentido de "su posici6n y su funci6n dentro de los sistemas filos6ficos"/24/. Su inters primordial es mostrar cmo frente a un conceptoesttico, descriptivo y subjetivista de esencia de la tradici6n cartesiana

    . y husserliana, la concepci6n de esencia del materialismo .histricopennite hablar del hombre como sujeto histrico, agente de transformaci6n de la sociedad.

    Si en el estudio anterior Marcuse vela las posibilidades de unarelacin intima de fenomenologla y materialismo histrico, en cuantoHeidegger lIbrla el camino hacia una tematizacin fundamental de lahistoricidad, ahora (193436) Marcuse ve cerrada toda posibilidad y no .duda en vincular el existenciaJismo de Heidegger /25/ y las corrientesesencialistas de la fenomenologla con la ideologia fascista. El conceptode esencia de la fenomenologia es el obstculo insalvable para tematizarconcretamente la historicidad, tanto desde la perspectiva del hombrecomo de la realidad misma: este concepto de esencia carece de tododinamismo, es esttico y cOJ;1templativo y termina por hacer claudicar yresignar a la filosofa ante lo fctico y lo dado, sugiriendo inclusive sulegitimacin y sublimacin. Si lo concreto del contenido material de lahistoria, su incongruencia en un momento dado podria ser motivo decritica y accin transformadora para Una conciencia histrica, tambinpuede ser motivo de resignacin y legitimacin ideolgica para llnaconciencia falsa, es decir, para aque~quepretendediscurrir sobre elhombre y la historia a espaldas de su realidad histrica material y de lasposibilidades de transformarla radicalmente.

    En SU trabajo Marcuse comienza por mostrar brevemente el significado del concepto de esencia en la tradicion griega, donde l encuentra"la primera forma en la que el carcter critico y dinmico del conceptode esencia se realiz completamente" /26/. Pasando a la filosofacristiana de la Edad Media, Marcuse caracteriza su desarrollo delproblema de la esencia en los siguientes trminos: "Por mucho que mitigara las tensiones criticas implicltas en el concepto de esencia, la filosofa tomista persever en concebir la diferencia entre esencia yexistencia como indicativa de una caracteristiC de los seres mismos,tal y como son dados al hombre en la realidad espaciotemporal. De

    'lA! Harben Marcuse: "El concepto de esencia", ~g. 9./25/ Ver: Herbert Marcuse: "La lucha contra elliberaliamo en la concepcin totalitaria del

    Estado" en: La sociedad opresora. Tiempo Nuevo. Caracas, 1970, pgs. 11~131,/261 Herbe.rt Marouse: "El concepto de esencia", pg. 13.

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  • este modo, se impidi la reduccin del problema de la esencia a unacuestin lgicoepistemolgica" /27/.

    Para Marcuse el problema de la reduccin del concepto de esencia aun nivel promordialmente lgicoepistemolgico con la consecuenteprdida de su incidencia prctica, critica y dinmica se inicia conDescartes y culmina con Husserl. Marcuse seala acertadamente lareduccin de la problemtica de la verdad a la certeza subjetiva como unconvertir la esencia en el objeto de la razn: "La forma trascendental,subjetiva, del concepto de esencia es tipica de la teoria burguesa y fuepor vez primera elaborada de manera completa por Descartes" /28/.Adems en la posibilidad absoluta de dudar de todo se agota la esenciamisma de la libertad: un motivo vlido de la responsabilidad radical delfilsof, como lo anotar Husserl, reconocindose en esto cartesiano,pero a la vez el comienzo de la huida de la libertad del campo de loconcreto a lo abstracto. Una vez establecida la primaca de la razn y desu esfera terica y sacrificada a ella la libertad, la filosofa prcticase convierte en una consecuencia lgica, casi tcnica.pragmtica delconocimiento racional. Marcuse sustenta su interpretacin con estasdos citas de Descartes: "Basta con juzgar bien para actuar bien, ybasta con juzgar lo mejor que se pueda para actuar lo mejor posible, enesto es, para adquirir... todos los otros bienes que se pueden adquirir"/29/. Inmediatamente indica en qu sentido propone Descartesuna filosofia prctica, "por medio de la cual, conociendo la fuerza ylas acciones del fuego, del agua, del aire, de las estrellas, de los cielos, yde todos los otros cuerpos que nos rodean... tendramos que ser capacesde utilizarlos en la misma manera para todos los usos para los que sonadecuados, y, de esta manera, convertirnos en dueos y propietarios dela naturaleza" /30/.

    De esta forma la libertad ha sido intelectualizada en el camino haciala certeza absoluta de la existencia del yo: "la mente que usando de sulibertad congnita supone que todas esas cosas no existen (an aquellascUya existencia es casi indudable), se da cuenta de que no puede ser queella misma no exista" /31/. Esta intelectualizacin de la libertadconlleva el que en un primer momento el razonamiento cartesianoprivilegie una teoria desvinculada totalmente de la sensibilidad y detodo contenido material de la historia.

    Por eso, este planteamiento racionalista es impotente ante la baseconcreta de su historicidad, la realidad misma de la sociedad en que sevive, momento no despreciable constitutivo de la esencia histrica delindividuo. Este puede entenderse a si mismo como libre y ejercer su

    /27/ Ibid., pg. 15./281 Ibid./291 Citado por Herbert Marcuse: ibid., pg. 17./30/ bid./31/ Ren Descartes: Meditaciones metaftsicas. AguUar. Buenos Aires, 1970. pg. 39.

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  • libertad a nivel del pensamiento, pero en el momento de la prctica seencuentra prisionero de las condiciones reales de su prctica: "se ve a smismo sujeto a las leyes del mercado, que operan a ,sus espaldas comofuerzas econmicas ciegas". /32/ Qu sentido tiene determinar alhombre en un primer momento como autnomo y sujeto solamente a surazn, si en la vida diaria y en su comportamiento en la polis todo estotiene que invertirse al ser nicamente consciente de una libertadabstracta? El primer paso, el de la reflexin y responsabilidad filosficas puede parecer libre, pero "todos los pasos siguientes le sonprescritos por las condiciones de una sociedad productora demercancas, cuyo cumplimiento tiene que observar, si no quieresucumbir. " /33/.

    De esta forma la filosofia cartesiana al reducir el problema de laesencia al ego cogito y a sus posibilidades de conocer adecuadamentetodo lo real solo a partir de la subjetividad autnoma e independiente,choca con un obstculo real: la organizacin social concreta, Esta tendra que ser objeto de la responsabilidad radical, con la que se aborda elproblema de la verdad. Es decir, tiene que plantear la posibilidad de unaorganizacin social que trascienda los lmites de la sociedad como apa-rece en un momento histrico determinado. "Mientras la filosofia noadopte la idea de una transformacin real, la critica de la razn se de-tendr ante el statu qua y se convertir en una critica de pensamientopuro" /34/, La mpotencia de la filosofia racionalista se hace manifiestacuando ante la irracionalidad y falta de libertad real de una sociedadconcreta, el sujeto se pavonea de su certidumbre y su libertad autnomae independiente.

    Marcuse ubica la fenomenologa, con toda legitimidad, en la lineadel pensamiento cartesiano. Husserl mismo se identifica en sus Medita-ciones cartesianas con el motivo de la radicalidad y con la necesidad deun regreso a la subjetividad trascendental. Marense desarrolla el temade la esencia tal como es elaborado por Husserl desde las Investigado-nes lgicas pasando por las Ideas y que culmina en la L6gica formal ytrascendental. A partir de un texto de este libro de Husserl, que tamobin reproducmos a continuacin, analiza las principales caracte-risticas del concepto de esencia de la fenomenologa. La esencia es elresultado de un proceso de variacin, posible a partir de lo fctico; lavariacin que conduce a la captacin de la esencia se efecta "con lalibertad de la fantasa pura y con la conciencia pura de lo arbitrario - delo 'puro' en general-; as, la variacin se extiende en un horizonte demltiples posibilidades libres, abiertas al infinito, susceptibles de otrasvariantes siempre nuevas. En una variacin semejante, completamentelibre, desprendida de toda liga con hechos vlidos previos, todas las

    /32/ Herbert Marcuse: "El concepto de esencia", pg. 17./33/ bid" pg. 18,/34/ bid.

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  • variantes de ese mbito ilimitado - en las cuales est incluido tambinel ejemplo mismo, liberado de toda facticidad, como un ejemplo 'cualquiera' - tienen una referencia sinttica reciproca y estn enlazadas enuna totalidad unitaria: mejor dicho: estn en una sintesis continuadade 'coincidencia en la discrepancia'. Pero justamente en esta coincidencia se destaca lo permanente de la variacin libre que se transformasiempre de nuevo: lo invariable, lo que permanece inquebrantablementeidntico en las alteraciones siempre nuevas: la esencia general: a ella seencuentran sujetas todas las variaciones 'concebibles' del ejemplo eincluso todas las variaciones de estas variaciones. Este factor invariablees la forma ntica esencial (forma a priori), el eidos que corresponde alejemplo en cuyo lugar hubiera podido servir igualmente cualquiervariante del mismo" /35/.

    Indiquemos lo que Marcuse critica en esta concepcin de la esencia.Para l la fenomenologia de Husserl ha transformado todos loselementos de la teoria de la esencia: La libertad, elemento intrinseco deun concepto de esencia critico del hombre, se convierte aqui en undistintivo de la "fantasia pura" perdiendo toda posibilidad de incidirsobre la historia concreta del hombre. Lo constante, lo idntico y Icnecesario, elementos definitivos para poder preguntar por el ser de 10&seres se han interiorizado y aparecen como lo invariable de las infinitasposibilidades de variacin de la subjetividad. La posibilidad derealizacin, esa especie de deber ser del concepto de esencia, no es yauna fuerza ni una exigencia del ser mismo, sino que se ha disuelto al nivel subjetivo de la imaginacin. /36/.

    De esta suerte, sin haber abandonado su primera concepcin de laesencia como susceptible de una intuicin pura, habria recaido Husser!en el positivismo que resigna y claudica ante lo puramente fctico y espor tanto impotente para proponer tareas histricas transformadoras.La fenomenologia, a pesar de sus pretenciones criticas frente alpositivismo, no logra desde este concepto de esencia superar el niveldescriptivo y recae por tanto en el positivismo: "El concepto de esenciade la fenomenologia est tan alejado de toda significacin critica queconsidera como 'hechos', tanto a lo esencial como a lo no esencial, tantoal objeto de la fantasia como al objeto de la percepcin. El antipositivismo epistemolgico de esta doctrina a duras penas oculta suorientacin positivista" /37/.

    Desde este punto, en que el concepto de esencia de la. fenomenologiaaparece como descripcin neutral y contemplativa de las posibilidadesfcticas como camino para llegar a "las cosas mismas", estableceMarcuse la relacin con la eidtica material de los valores de la escuela

    135! Edmund Husserl: Lgica formal y lgica trascendental. UNAM. Mxico, 1962, pgs.258259.

    /361 Ver: Herbert Marcuse: "El concepto de esencia", pg, 3l./37/ bid. 32.

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  • de M. Scheler. Alli, el mtodo fenomenolgico de intuicin de lasesencias se convierte fatahnente en instrumento dogmtico de afirma-cin de lo dado y de resignacin ante toda posibilidad de transformacinde lo real:

    "Yo afirmo, en otras palabras, que los sistemas de valores, y espe-ciahnente los sistemas de nOrmas y leyes que dependen de ellos y a losque el hombre obedece o desobedece, han de ser reducidos siempre en elltimo anlisis a prototipos personales, a modelos de valores en laforma de una persona. Nosotros no los elegimos, pues ellos nos poseen ynos atraen antes de que podamos elegir" /38/.

    Marcuse no duda en vincular esta tica material de los valores con laideologa del fascismo. Basta reproducir la cita tomada de Otto Dietrichen Fundamentos filosficos del Nacionalsocialismo, con la que corrobo-ra su afirmacin:

    "La filosofa moderna dice que la 'visin' intuitiva de las 'esencias'(Wesensschau) es la intuicin inmediata de lo que es legal. Estacualidad encuentra su expresin ms slida en la personalidad de AdolfHitler... el Fher posee no slo la capacidad infinitemente valiosa de verlo que es esencial en las cosas, sino tambin, en sumo grado, el instintopara la accin atrevida y exactamente oportuna" /39/.

    Para Marcuse, en este momento, no es nada extrao que tambin laotra corriente fenomenolgica, la de Heidegger, haya tambin llegado alegitimar ideolgicamente la concepcin totalitaria del Estado /40/.

    Antes de seguir adelante para exponer el concepto de esenciapropuesto por Marcuse es necesario hacer un balance critico sobre lacritica de Marcuse a Husserl. La vinculacin que establece Marcuseentre Husserl y Descartes es correcta, como ya se anot antes. PeroMarcuse no acierta a tematizar el motivo fundamental de la critica deHusserl a Descartes.

    La fenomenologa adopta ciertamente la radicalidad cartesiana de laresponsabilidad en la fundamentacin de la filosofa y busca esta fun-damentacin en la subjetividad: pero para Husserl, Descartesnaturaliza la subjetividad, una vez descubierta, la sustantiviza y lacosifica: "Con Descartes el ego se estableci, por una evidenciaabsoluta, como un pequeo fragmento del mundo (Endchen der Welt)

    /38/ Max Scheler: "Der Formasmus in der Ethik und die materiale Wertethik" in: EdmundHusserl (Hrsg.): JaJ,rbueh fur Philosophie. II. Halle, 1916, p. 465: citado por: HerbertMarcuse: "Elconcepto de esencia", pg. 36.

    /39/ Otto Dietrich: Die philosophischen Orundlagen des Nationalsozialismus. Breslau. 1935, p.3&37: Citado por: Harbert Marcuse: "El concepto de esencia", pg. 37 (nota 40).

    140/ Ver: Harbert Mareuse: "La lucha contra el liberalismo...", op. cit., pg. 130: alllMrcuse se refiere a la trgicamente famosa frase de Heidegger: "Las reglas de vUestro ser no sonlas mximas y las ideas. Slo el caudillo (Fhrer) es la realidad actual y futura de Alemania y estambin su ley".ten el Freiburger Studentenzeitung del 3,11.1933).

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  • primero e indudablemente existente (mens sive animus, subtantiacogitans); se trataba nicamente entonces de inferir a partir de l,mediante un procedimiento deductivo lgicamente fehaciente, el restodel mundo" /41/.

    Husserl atribuye este desvio cartesiano a su prejuicio naturalis-ta-cientificista: "Nuestra consideracin critica del procedimientocartesiano mostr como l en lugar de tomar para su trabajo lo queyacia ya como fundamento con su ego cogito ante sus ojos, Se dejdistraer inmediatamente, cautivado interiormente por el ideal del cono-cimiento matemtico, por una direccin del pensamiento, que hizo deaquella idea fatal de la ciencia racional la de mayor dignidad y laabsolutamente normativa" /42/.

    Adems del prejuicio naturalista --esencialista- de la evidencia,que lleva a la cosificacin de la subjetividad en Desearles, influyetambin en ello 10 que Husserl llama desconocimiento de la intenciona-lidad: Descartes cree poder establecer la esencia de la subjetividad in-dependientemente de su actividad constituyente intencional; en el mo-mento que el ego cogito carezca de sus cogitata, ste necesariamentequeda cerrado sobre si mismo. En cambio la intencionalidad analizadaen todos sus niveles ser el camino que lleve a Husserl hasta el reconoci-miento de la historicidad de la subjetividad /43/. Este ser el sentido delos anlisis de la "Lebenswelt" en sus ltimas obras.

    Finalmente el concepto indiferenciado de evidencia - adecuada yapodictica como idntica- es de nuevo para Husserl motivo del natu-ralismo esencialista de Descartes. La evidencia apodictica de la subjeti-vidad, dirigida primordialmente a su existencia es para Husserl la demayor dignidad /44/. Pero Descartes la confunde inmediatamente conla adecuacin, ms referida a la esencia. Husserl admite en cambio laposibilidad de una evidencia apodictica de la subjetividad, cuyaadecuacin esencial slo estaria en el infinito, es decir, en sus operacio-nes intencionales:en cierta forma, la subjetividad constituyente-historicidad- es el horizonte siempre ulteriormente determinable.

    Para Husserl, por tanto, es indispensable que la fenomenologiafrente a Descartes, pueda dar razn del yo como subjetividad operantey no como substancia en si: la posibilidad de un ego cogito idntico a simismo, captado en adecuacin ab-soluta e independiente de todocontenido material, se rompe desde un principio al plantear Husserl laactividad constituyente del yo en su ser intencionalidad de algo

    /41/ Edmund Husserl: Lgica, formal Y lgica trascendental. UNAM. Mxico, 1962, pg. 238./421 Edmund Husserl: Die Crisis der europai8cken Wissenschaften und die transzendentale

    P1Uw.menologie. Den Haag, 1962, S. 436. Para esta critica de Husserl al pensamiento 'de Descartesquiero referirme a mi libro: Intentionalitat als Verantwortung. Geschichtsteleologie und Tekologieder IntentiornUititt bei Husserl. Den Haag, 1976, p. 53-62.

    /431 Ver: ibid., S. 91103 und 194207./441 Ver: Edmund Husserl: Meditaciones cartesianas. El Colegio de Mxico. Mxico, 1942,

    pgs. 2733.

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  • concreto, lo que, al regresar a la cotidianeidad y a la experiencia ante-predicativa desde la reflexin trascendental, queda fuera de toda duda.

    Pero Marcuse no slo no recalca suficientemente las diferenciasentre Husserl y Descartes, sino que, a mi modo de ver, no valora la fun-cin que ocupa el concepto de esencia en las diversas etapas del desa-rrollo de la fenomenologa husserliana.

    E. Tugendhat ha acertado en diferenciar dos motivos en la fenome-nologa de Husserl /45/, no excluyentes -'-no puede hablarse all deruptura-, pero s ms determinante uno u otro en dos etapas de sufilosofa. El motivo dogmtico consistiria en aferrarse en cierta forma aun concepto de verdad casi predado y esttico de acuerdo con el cual lafenomenologa realizara sus anlisis. Es clara la orientacinesencialista dentro de esta concepcin: tambin es cierto el privilego deesta orientacin en las primeras obras de Husserl, hasta La filosofiacomo ciencia estricta e inclusive algunos planteamientos de lasIdeas. Precisamente los extremos a los que llega la eidtica material delos valores, a los que se refiere Marcuse, son resultado de estaorientacin esencialista de la verdad, que en Husserl va perdiendoimportancia gradualmente a medida que la fenomenologa descubre elproblema de la subjetividad trascendental, la temporalidad, lacotidianidad y la historicidad. No en vano los padres legtimos de laeidtica material de los valores permanecieron aferrados a la Wesen-sschau (intuicin de esencias) confundidos ante el retroceso para ellos,del Maestro hacia la filosofa trascendental. Esto no lo observa Marcuseen el trabajo que comentamos.

    La posicin dogmtica es desplazada, en los escritos posteriores deHusserl, por una motivacin crtica: all todo intento de mostracinltima y adecuada de la verdad es comprendido como idea regulativa,desde la cual las verdades particulares son criticadas de acuerdo a laposibilidad real de que se nos d la verdad y a los condicionamientosreales del conocimiento de ella. Este tipo de orientacin filosfica no sereduce a una mera teoria del conocimiento o teoria de la ciencia sino quecompromete al sujeto en todas sus dimensiones comenzando por la ex-periencia. Desde esta nueva perspectiva la concepcin esencialista de lafenomenologa, que Marcuse acertadamente llama descriptiva ypositivista, pasa a un segundo plano y cumple una funcin secundarla yen cierta forma instrumental. Ahora lo importante es descubrir lasestructuras fundamentales de la subjetividad que adquieren suconcrecin ltima en la actividad constituyente de sentido y en la posibilidad de criticar los 'sentidos' y objetividades sedimentados en lahistoria.

    El papel que ahora juega el concepto de esencia, no, es tanto el deuna perspectiva hacia objetos de la exterioridad en el sentido dogmtico

    /451 Ver: Ernst Tugendhat: Der Wahrkeitsbegrlff bei Husserl und Heidegger. BelliD, 1967, p.194196.

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  • de la eidtica material de los valores sino hacia esas estructuras apriori-como las llama Husserl- de la subjetividad constituyente. El hablainclusive del 'apriori' de la 'Lebenswelt' y en uno de los manuscritosllega a formular que "das fMtum ist das apriori" (el factum es elapriori) /46/: hay que tener en cuenta que aqui factum se entiende comoarticulacin histrica de la subjetividad trascendental.

    Adems este giro de la fenomenologia en la comprensin de laesencia y del apriori trae consigo un giro todavia ms radical en lacomprensin del sentido de responsabilidad planteado por Husserlantes en tnninos cartesianos: responsabilidad en la bsqueda de laverdad y de la evidencia. Ahora ya se trata de la responsabilidad comoprometida histricamente en la realizacin de la verdad y de losautnticos ideales de la humanidad. Esta conclusin nos da latransicin al tercer trabajo de Marcuse que queremos analizar.

    IIISi en el primer trabajo que presentamos destacamos el optimismo y

    euforia casi ingenuos con que Marcuse pretendia vincular la fenomenologia de Heidegger y el materialismo histrico y si en el segundo trabajonos encontramos con intentos de vincular casi lgicamente la fenomenologa con el nacionalsocialismo, ahora nos encontramos con una posicin ms madura y moderada. En su estudio"Sobre la ciencia y la fenomenologia", Marcuse resea crticamente la lthna obra de Husserl Lacrisis de las ciencias europeas y la fenomenologa trascendental/47/.

    Marcuse comienza por sealar a Husserl como el ms radical de losreexaminadores del concepto occidental de razn, caracterizando elanlisis de Husserl por su profundidad filosfica y por su dimensinprctica que plantea la "posibilidad de una transformacin radical de lahumanidad", entendida en trminos de "liberacin" /48/.

    De manera muy breve pero precisa seala Marcuse la tesis centralde la Crisis: la positivizacin de la razn en la ciencia moderna y susconsecuencias para la ciencia actual y para la sociedad. Esta positiviza-cin consiste en haberse identificado en el concepto de objetividadmatemtica no slo la realidad misma, olvidando su origen en la Le-benswelt sino tambin la razn, olvidando su dinmica propia comoproductuora ella misma de la ciencia. Pero si la ciencia actual se cierraen un sistema de racionalidad matemtica, libre de todo cuestionamiento desde la razn o desde la concrecin histrica, entonces su verdad-la de la ciencia- y su objetividad son ideolgicas. Recuerdese aqulos anlisis de Marcuse sobre la tcnica y la ciencia como ideologia.

    146/ Edmund Husserl: Ms. E III 9, p. 73.147/ Harben Marcuse: "Sobre la ciencia y la fenomenologa", op. cit.148/ lbid., pgs. 7374.

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  • Estos anlisis coinciden con los de Husserl, as! las fuentes y el sentidodifieran. Parece como si Marcuse quisiera reconocer sus tesis de Elhombre unidimensional /49/ en el ltimo Husserl: "la ciencia pura tieneun carcter intrinseco instrumental anterior a cualquier aplicacincientfica; el wgos de la ciencia pura es la tecnologa, la cual dependeesencialmente de fines externos. Esto introduce en la ciencia lo irracional, y la ciencia no puede superar la irracionalidad mientras esta peromanezca oculta a la ciencia" /50/.

    Ahora bien, el proyecto de Husserl en su critica al positivismo cientifico -l habla de ldegTadacin de la lgica a mera tcnica terica/51/ -es rescatar o reconstruir el autntico sentido del wgos de latradicin griega. Este es un wgos con sentido y que permite la preguntapor los fines /52/. Aqu! Husserl vuelve a introducir el problema de unateleologia de la historia y de la subjetividad como actividad constituyente. En sus primeras obras habia desarrollado la temtica de lateleologla de la intencionalidad constituyente; abora esta intencionalidad cobra plena significacin en su articulacin histrica y la teleologiade la historia se hace posible gracias a las estructuras teleolgcas de laintenclonalidad /53/.

    La critica de Husserl al positivismo de las ciancias es una criticadesde la filosofia en el interior de las ciencias mismas: "con el fin delograr una reflexin radical podemos dejarnos guiar por la experienciaintrafectiva de las ciencias, tomndolas como formaciones resultantesde una operacin de conciencia, que atraviesa la unidad de una'mencin' intencional. Igualmente podemos dejarnos guiar por una experiencia semejante de la lgica tradicional en su referencia a lasciencias experimentales puras" /54/.

    Husserl pretende con su reflexin sobre las ciencias positivizadasdesentrafiar el sentido autntico de ciencia, sedimentado en suformacin a partir de la modernidad y cada vez ms olvidado en laciencia actual. No dudamos de la posibilidad de reconstruir el autnticosentido de la ciencia, como producto terico-prctico al servicio defines ms propios del hombre. Lo que no queda claro es si .con esto se haresuelto todo el problema de la crisis de las ciencias, como la mira elfilsofo, y de las consecuencias histricas de la positivizacin de lasociedad.

    149/ Ver: Harben Marcuse: El hombre unidimensional. Joaqtifn Momz. Mxico, 1969. pgs.181185.

    /50/ Herbert Marcuse: "Sobre la ciencia y la fenomenologia", pg. 83./51/ Edmund Husserl: Lgica fonnal y lgica trascendental, pg. 9./52/ bid./53/ Ver: Guillermo Hoyos Vsquez: op. clt./64/ Edmund Husserl: Lgica fonnol y lgica trascendental. pg.t3;

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  • En este punto Marcuse introduce dos anotaciones criticas /55/. Sepueden sintetizar en una pregunta muy semejante a la que se haformulado antes: qu nivel de la concrecin alcanza la critica alpositivismo formulada por Husserl? Parece como si para Marcuse elanlisis critico de las ciencias instaurado por Husserl fuera todaviaabstracto con relacin a la sociedad misma: Despus de la crtica deHusserl al positivismo en busca de un autntico humanismo, "queda elhecho de que el humanismo, an hoy, es una ideologa que apenas rozael carcter inhumano de esta realidad" /56/. Tampoco puede rozarlo-sugiere Marcuse- ya que la crtica al positivismo no-humano de lasciencias se hace en el interior de ellas mismas y lo ms que puede esliberar su carcter histrico e instrumental relativo al sujeto filosficode la reflexin. "La filosofa pura ocupa ahora el lugar de la cienciapura, como ltima legsladora del conocimiento, y establece la objetivi-dad" /57/.

    Por tanto si la reflexin fenomenolgica sobre el sentido autnticode la produccin cientifica pudiera develar lo ideolgico de la ciencia y latcnica y re organizar sus posibilidades de explicacin, dominio y aproopiacin de la naturaleza, todavia segn Marcuse, habra un determi-nante exterior a la ciencia que seguiria interviniendo en la cosificacindel hombre, en su administracin total y que en cierta manera noseria alcanzado por la critica fenomenolgica. Marcuse termina suestudio con una pregunta significativa: "la filosofa, es totalmenteinocente de este desarrollo, o comparte tal vez la ybris de la ciencia?Comparte el rechazo al examen de su fundamento real y de su funcin,y es por lo tanto igualmente culpable del fracaso de la teora, de larazn, en la realizacin de la humanitas?" /58/.

    Nos parece encontrar aqui de nuevo planteada la problemtica de lo"concreto" entendida desde los contenidos y el significado material dela historia. No basta con que la fenomenologa devele el carcterrelativo de la produccin cientifica. Con esto el anlisis est todavia amitad de camino. Tampoco basta con que en este ejercicio de crtica alpositivismo la fenomenologia haya explicitado y ejercido en el nivel mssutil de la positivizacin la responsabilidad del sujeto trascendental. Aespaldas del sujeto trascendental la organizacin social, legitimadatambin por la concepcin de ciencia, que critica Husserl, pero no slopor ella, impone formas de dominacin cuya lgca no llega a serdesbaratada por una lgca trascendental.

    IVPara concluir, regresemos al estudio de Marcuse sobre "El concepto

    de esencia" donde l propone su concepcin de esencia, desde una pers-

    155/ Ver: Herbert Marcuse: "Sobre la ciencia y la fenomenologa", pgs. 8586./56/ Ibid., pg, 87./571 Ibid., pg. 86./58! lbid., pg. 87.

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  • pectiva materialista, inspirada por su interpretacin de Hegel y del-materialismo histrico. Alli se dice:

    "El hecho de enlazar con sus races el problema de la esencia con laprctica social reestructura el concepto de esencia en su relacin contodos los otros conceptos, ya que lo orienta hacia la esencia del hombre.La preocupacin por el hombre se traslada al centro de la teoria; elhombre debe ser liberado de la necesidad y. miseria reales para llevar acabo la tarea liberadora de llegar a ser l mismo. Cuando la esencia delhombre se convierte de esta forma en objeto de bsqueda, la relaciimentre esencia y apariencia es presentada como una desproporcin histrica (Miss Verhaltnis). En el grado de desarrollo que el hombre halogrado en la actualidad, las potencialidades reales para alcanzar la pIenitud de ia vida humana estn a la mano en todas las reas; sin embargo, esas potencialidades no han sido realizadas en la estructura socialactual. Aqui el concepto de lo que podria ser, de las posibilidades inherentes, adquiere un significado preciso" /59/.

    Nos parece que esta cita sintetiza el proyecto filosfico.politicomarcusiano. Alli la historicidad del hombre se analiza concretamentecomo contradiccin entre las potencialidades reales de la sociedad paraalcanzar la liberacin plena de la vida humana y la organizacin socialfctica. En esta contradiccin el problema de la ciencia y la tcnica jue.ga un papel especifico pero no determinante: gracias a su desarrollo esposible un mayor dominio sobre la naturaleza que tendria que redundar en un grado de libertad real mayor; pero esto no es consecuencia necesaria, antes por el contrario el desarrollo tcnico puede sigonificar destruccin progresiva de los espacios en los que pudiera realizarse la libertad /60/. A partir de esta base concreta de la historicidad,cuyo anlisis ulterior es asunto de las ciencias sociales, se plantea elproblema de la esencia del hombre, como problema central de la filosofa. En cuanto el hombre est de hecho alineado en la sociedad actual, laposibilidad de su plena realizacin histrica surge como tarea emancipadora que a la vez. solo puede ser asumida por l mismo. La realizacinde esta tarea histrica es asunto de la lucha politica.

    El objetivo de este trabajo no era desarrollar el anlisis sociolgiconi el anlisis politico de Marcuse. La vinculacin de stos con la reflexin filosfica queda aqui apenas indicada. La pregunta abora es qu seconcluye de su proyecto de relacionar la fenomenologia y el materialismo histrico.

    Marcuse tematiza los motivos de la fenomenologia que la llevan adescubrir las estructuras de la historicidad como esenciales al hombre oal sujeto trascendental. Pero a su vez seala cmo el discurso sobreestas estructuras se queda en el nivel de lo terico y de lo apriori, tanto

    /59/ Herbert Marcuse: "El concepto de esencia". pg. 48./60/ Ver: Herbert Marcuse: "La rebelin de los instinws vitales", op. cit. pgs. 69-73.

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  • en Heidegger como en Husserl. Marcuse ha mostrado el sentido de esteapriori en la historicidad, en el concepto de esencia y en el concepto detogos, tal como aparece en la fenomenologia; en cada paso ha mostradola impotencia del apriori estructural frente a la materialidad histricaconcreta.

    Qu sentido tiene entonces hablar de historicidad, si a la hora de laverdad este discurso filosfico no logra dar razn de lo concreto, del con-tenido material del movimiento histrico? Lo que la fenomenologiaquiere destacar es el sentido esencial y radical de la historicidad, lo queel materialismo histrico hace es resaltar lo concreto de estahistoricidad. Por eso el pathos radical por la libertad humana comoesencia del sujeto histrico, es algo que la fenomenologia tiene que rescatar, asi la historia concreta sea negacin de ese pathos. Este punto noes suficientemente reconocido por Marcuse. Poder insistir co! toda radicalidad en el sentido de la historia desde la subjetividad operantetrascendental y desde su teologa, y no desde las formas fcticas de estasubjetividad, llega a ser absolutamente necesario en la era de la positi.vizacin y de la unidimensionalidad. La legitimidad de este discurso nose obtiene en las ciencias sociales sino en la reflexin filosfica misma.

    La fenomenologia estara con esto descubriendo estructuras funda-mentales del hombre, ulteriormente determinables: su complementonecesario seria un anlisis critico de esas determinaciones. Aqu tendrael materialismo histrico su campo especifico de trabajo. Este, a la vez,debe ser entendido como fundamentado en la reflexin filosfica y deninguna forma como independiente de ella, so pena de recaer en nuevasformas de historicismo y positivismo.

    Nos parece que esta constatacin de Marcuse en trminos muygenerales es un aporte a la clarificacin de las relaciones entre filosofa yciencias sociales. La filosofa por su esencia debe permanecer en un niveltodava abstracto, desde donde se indiquen las estructuras generalesdel conocimiento y de la accin humana. El costo para la filosofia de laconcrecin ltima de tales estructuras seria la reduccin de las posibili-dades de la reflexin: sta quedara entonces determinada totalmentedesde la sicologa, la sociologa o la historia: el fracaso rotundo de todasociologia del conocimiento. Ciertamente el objeto de la reflexin filosfica ha de ser lo concreto. Pero en cuanto reflexin, la filosofa tiene quetomar distancia de lo concreto; el anlisis especifico de lo concreto no esasunto suyo y s de las ciencias sociales. La vinculacin necesarialtima de la filosofa con la materialidad histrica son las cienciassociales /61/, cuyo trabajo y cuyos resultados enriquecen la reflexin

    /61/ Sobre posibles relaciones entre fenomenologa y Marxismo hice algunas anotaciones quetodavta considero vlidas en mi trabajo: "Fenomenologia como epistemologia. Ruptura del sistemafenomenolgico de'3de la materialidad histrica" en: Revista latinoamericana de FibJso{ta, IV, 1.Buenos Aires, 1978, pgs. 320. Sobre las relaciones entre filosofia y ciencias sociales quiero referirmeIl mi trabajo~ "Sentido de la reflexin epistemolgica sobre las ciencias sociales" en: Cuadernos deFilosof/4 y Letras. nt 6. Bogot. 1979, pgs. 185193.

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  • filosfica problematizndola. Asi, las ~ien~ias so~ales ~omprenderansus anlisis ~omo abiertos a la reflexin filosfi~a: el ~ono~imiento delas ciencias sociales no sera verdad ~errada, sino cara~teriza~in ~riti~a,relativa por un lado a la reflexin filosfi~a y por otro lado a la a~~in

    politi~a transformadora. No hay que olvidar que el positivismo selegitima por un lado en la negacin de la reflexin y por otro lado en lapretendida y aparente neutralidad polti~a.

    Universidad Na~ional de ColombiaBogot, 1980

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