ESQUEMAS NORMATIVOS

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  • LOS DOS ESQUEMAS NORMATIVOS.

    Planteamiento deontolgico:las acciones intrnsecamente malas.(Praxis, 330-332)

    El deontlogo de la norma intenta hacer un estudio sobre la naturaleza de unadeterminada funcin o el significado especfico que reviste una determinada facultad, y ensu anlisis descubre por ejemplo, que, si la sexualidad humana tiene una dimensin unitivay procreadora, vivirla de una manera solitaria y egostica constituye una deshumanizacin.La masturbacin, en cualquier hiptesis, sera un comportamiento incorrecto, que nuncapodra justificarse por ninguna finalidad positiva, aunque con ella llegara a producirse algnbien importante. Si un hombre infecundo tuviera que hacerse un anlisis espermtico paraconocer la raz de su esterilidad, la obtencin del semen no podra hacerse por esemecanismo . El fin nunca justifica los medios y cuando se ha demostrado, al margen de lasconsecuencias, que una accin es deshonesta, ninguna otra finalidad, por muy buenaque sea, podr convertirla en tica y positiva. La misma aplicacin habra que hacer a otroscomportamientos parecidos. Siempre se haba dicho que una mentira jams sera lcita,aunque se salvara con ella la vida de muchos inocentes.

    Esta postura llevaba por lgica coherencia a la aceptacin de algunas acciones que sedenominaban intrnsecamente ilcitas. La prohibicin contenida en una norma concretaapareca con una validez tan universal y absoluta que no haba otra posibilidad que aplicarlaen la prctica, sin ningn tipo de excusa o excepcin. El no cumplir con semejantemandato, a no ser por falta de libertad o conocimiento, sera siempre condenable ypecaminoso. La tica personal tendra que someterse por completo al imperativo de esanorma, ya que no es posible otra interpretacin, ni podra tolerarse algn disentimiento.Se supona, por hiptesis, que su formulacin resultaba tan exhaustiva y completa queningn dato nuevo de la realidad llevara a reformarla.

    Sin embargo, hay que reconocer, como decamos al principio, que la existencia de estasnormas absolutas era muy poco numerosa en nuestra moral tradicional. En el fondo, existauna clara conciencia de que no pueden prohibirse ciertas conductas en todas lascircunstancias posibles. Aunque el matar no es lcito, hay ocasiones en las que seconvierte hasta en una obligacin. Si guardar el secreto es obligatorio, otras veces sermejor revelarlo, incluso contra la voluntad del confidente. Y a pesar de que nunca se debementir, sera bueno, en un determinado momento, provocar el error o la equivocacin de laotra persona. Esto significa, dicho de otra manera, que los autores ms clsicos admitanque casi todas las normas universales necesitan de ciertas "excepciones" en su aplicacin,de un ulterior complemento para una formulacin ms exacta y adecuada, o, en ltimotrmino, quedaba la posibilidad de una dispensa otorgada por la autoridad competente.

    Muchos principios de nuestra moral tenan precisamente este carcter reductor deotras normas ms universales. La teora de la justa defensa explicaba cundo resultabalcito atentar contra la vida de otras personas. La distincin entre cooperacin material yformal permita colaborar en una accin pecaminosa, cuando por serias razones no fueseposible una completa ruptura. El problema de las mentiras "necesarias" qued resueltocon la restriccin mental. Y la virtud de la epiqueya y de la prudencia buscaban unaaplicacin diferente o matizada de la norma, cuando las circunstancias dificultaban su fielcumplimiento. La lista podra alargarse mucho ms. Lo nico que me interesa, por elmomento, es indicar cmo muchas de las obligaciones que aparecen como absolutas no mentir, no matar, no hacer el mal quedaban despus reducidas en su aplicacinprctica. Exista, en el fondo, como una intuicin de que no se puede cumplir con todoslos valores en cualquier hiptesis, y se intentaba de esta forma armonizar, por unaparte, la validez del principio y, por otra, permitir ciertas acciones que aparentementeiran contra l. Por el influjo e importancia que ha tenido en la tradicin, vamos adetenernos en el clsico principio de doble efecto, que tena esta misma finalidad reductora.

  • La fundamentacin teleolgica: los valores pre-morales(Praxis, 334-335)

    El telelogo de la norma deduce su valor tico analizando, sobre todo, las malas obuenas consecuencias que puedan producirse, pues para descubrir la moralidad concretade una accin no le basta tener en cuenta solamente las exigencias de su naturaleza.Mantener la absolutez de un principio, cuando con su cumplimiento se destruyen otrosvalores mucho ms importantes, constituye como una idolatra del deber, justamentecondenable. El que por no mentir permite la matanza de unos inocentes, no es ningnhroe por mantenerse fiel al valor de la veracidad, pues por delante de sta habra quedefender el derecho de unas vidas, y una mentira en tales circunstancias no debera serjuzgada como pecaminosa.Si la moralidad depende de las consecuencias, aunque hayan de considerarse tambinotros aspectos de la accin, el juicio tico no podr darse, como decamos antes, sintener en cuenta todas las circunstancias que la rodean. Cuando de una obligacindeterminada brotaran unos efectos que impidiesen alcanzar otros valores tan importantes oms que los que ella protege y defiende, su no cumplimiento seria plenamente lcito. Aquno se buscan interpretaciones sutiles u otros principios complementarios para encontraruna escapatoria a la perplejidad de estas situaciones. Simplemente se defiende que, fueradel principio absoluto y radical del amor, no existen otros valores o normas con talescaractersticas. En lugar de hacer una distincin neta entre la mentira y la restriccinmental, se afirma yo dira que con una apariencia de mayor honradez que el mentirest permitido en tales ocasiones. Puesto que con anterioridad a la situacin no es posiblevalorar la eticidad de esa conducta, la norma que manda o prohbe es slo un bien o un malpre-moral. Su adjetivacin tica deber encontrarse en la totalidad de la accin.

    No respetar la vida, decir una mentira, provocar la esterilizacin ser siempre un mal, undesorden, una lstima, pues se trata de valores profundamente humanos que no se vivenen esos casos y que, como ideal, deberamos defender siempre; pero si para impedir unatragedia mucho mayor hubiera que matar o matarse, esa muerte no sera inmoral. Slocuando no se cumple con el valor ideal, sin ninguna razn proporcionalmente grave, elmal fsico o pre-moral se convertir tambin en tico. En contraposicin a la teora anterior,aqu no se admiten acciones intrnsecamente malas, valores que, en cualquier hiptesis ysituacin, hayan de considerarse siempre como absolutos.