ESENCIALES DEL NUEVO NACIMIENTO · 2020-06-01 · Esenciales del Nuevo Nacimiento por David K....

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ESENCIALES DEL NUEVO NACIMIENTO DAVID K. BERNARD Traducción por Kelly Nix Asistencia editorial por Neil Stegall 1

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ESENCIALESDEL

NUEVONACIMIENTO

DAVID K. BERNARD

Traducción por Kelly NixAsistencia editorial por Neil Stegall

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Esenciales del NuevoNacimientopor David K. Bernard

©1991 David K. Bernard

Reprint History: 1993, 1998

ISBN 0-932581-94-3

Diseño gráfico por Tim Agnew

Si no son identificadas de otra manera, todas lasescrituras citadas en este libro son de la versiónReina Valera, 1960.

Todos los derechos reservados. Ninguna porción deesta publicación puede ser reproducida, guardada enun sistema electrónico, o transmitida en cualquierforma o por cualquier modo, electrónico, mecánico,por fotocopia, por grabación, o de otra forma, sin elpermiso previo de David K. Bernard. Se puede citarbrevemente en revistas literarias.

Impreso en E.E.U.U.A.A.

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CONTENIDO

Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .51. La Necesidad Universal de la Salvación . . .92. La Salvación es Solamente por Gracia

Mediante la Fe en Jesús . . . . . . . . . . . . . . . .93. La Fe Salvadora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .114. El Evangelio y el Nuevo Nacimiento . . . . .145. El Arrepentimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . .166. El Bautismo en Agua . . . . . . . . . . . . . . . . .187. El Bautismo del Espíritu Santo . . . . . . . . .228. Estudios de Casos Bíblicos . . . . . . . . . . . .249. Un Plan de la Salvación . . . . . . . . . . . . . . .28

10. El Nuevo Nacimiento es un Total . . . . . . . .2911. Cuatro Aspectos de la Salvación . . . . . . . . .3012. Perspectivas Históricas . . . . . . . . . . . . . . . .3313. El Exclusivismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .4014. Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .45

Notas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47

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PREFACIOEste folleto creció de un discurso presentado a

la Junta de Presbíteros Generales de la Iglesia Pen-tecostal Unida Internacional en Enero de 1987 enHazelwood, Missouri, solicitado por la JuntaEjecutiva. En sustancia, el mismo mensaje fue entre-gado en la Conferencia Districtal de Louisiana enMarzo de 1987. El propósito de la presentación era deresumir la enseñanza bíblica sobre la Salvación delNuevo Testamento.

Esenciales del Nuevo Nacimiento ha retenidoeste propósito original, a la vez añadiendo informa-ción bíblica e histórica adicional. Se espera que estefolleto tendrá una función doble: (1) una referenciaconcisa para el estudio personal y para ayudar en eltestificar sobre el tema del Nuevo Nacimiento y (2)una introducción condensada pero completa a laexperiencia apostólica de la salvación para los que nola han recibido. Es diseñado particularmente parademostrar al creyente sincero de la Biblia la impor-tancia del arrepentimiento, el bautismo en agua en elnombre de Jesucristo, y el bautismo del EspírituSanto.

La Biblia es nuestra única autoridad parainstrucción en la salvacíon, y no intentamos depen-der de cualquier denominación, credo, o líderhumano. La posición tomada aquí está de acuerdocon la Doctrina Fundamental de la IglesiaPentecostal Unida Internacional como se expresa ensus Artículos de Fe:

La doctrina fundamental y básica de

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esta organización será el modelo bíblico dela salvación plena, la cual consiste enarrepentimiento, bautismo por inmersiónen agua en el nombre del Señor Jesucristopara el perdón de pecados, y el bautismodel Espíritu Santo con la señal inicial dehablar en otras lenguas como el Espíritudé que se hablen.

Nos esforzamos en guardar launidad del Espíritu hasta que lleguemos ala unidad de la fe, al mismo tiempo amon-estando a los hermanos que no contiendanpor sus diferentes puntos de vista, trayen-do así la desunión del cuerpo.

Más de cuarenta años han pasado desde queeste pasaje fue escrito, y el deseo de los fundadoresde la iglesia de alcanzar la unidad de la fe se hacumplido hasta un punto notable. Como resultado dela dirección del Espíritu Santo, hay un consensofuerte y conservativo, particularmente sobre las doc-trinas básicas de la salvación. Este folleto se dedica ala meta de ayudar a preservar este atesorado men-saje apostólico.

La presentación dictada existe en cassette comola Cinta #4 de la Conferencia Sobre la Santidad delautor. Para una discusión detallada del tópico entero,el lector es dirigido a El Nuevo Nacimiento por DavidK. Bernard y a su obra acompañante, Una Guía deEstudio para El Nuevo Nacimiento por David K.Bernard y Neil Stegall, la cual contiene bosquejos,preguntas, y respuestas.

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ESENCIALES DELNUEVO NACIMIENTO“Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros

en el nombre de Jesucristo para perdón de los peca-dos; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos2:38).

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La Necesidad Universal De La SalvaciónLa Biblia declara enfáticamente que todos los

seres humanos son pecadores (I Reyes 8:46; Prover-bios 20:9; Isaías 64:6). Toda la humanidad está bajoel pecado y es culpable ante Dios (Romanos 3:9, 19).“No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:10). “Porcuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloriade Dios” (Romanos 3:23).

Por causa de esto, toda la humanidad está bajola sentencia de muerte. “Porque la paga del pecado esmuerte” (Romanos 6:23). “El pecado, siendo con-sumado, da a luz la muerte” (Santiago 1:15). Todosnecesitan ser salvos del pecado y su pena, la muerte.

En general, salvación puede referirse acualquier forma de liberación o preservación. En elcontexto de la Escritura, la salvación significa liber-tad de todo el poder y los efectos del pecado, y tieneaspectos pasados, presentes, y futuros.

La Salvación Es Solamente Por GraciaMediante La Fe En Jesús

Una persona no puede hacer nada para sal-varse a sí mismo. Ninguna cantidad de buenas obraso adherencia a la ley puede salvarle. “Porque por gra-cia sois salvos por medio de la fe; y esto no devosotros, pues es don de Dios; no por obras para quenadie se gloríe” (Efesios 2:8, 9). La salvación es un

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regalo gratis de Dios, el cual el hombre no puedemerecer o ganar. La obra propiciatoria deJesucristo—Su muerte, sepultura, y resurrección—ha hecho que este regalo gratis de la salvación seaobtenible, y la única manera de recibirlo es creer enJesús y en la eficacia de Su sacrificio (Romanos3:24-28; 4:22-25).

No hay salvación fuera del Señor Jesucristo.Jesús afirmó, “Yo soy el camino, y la verdad, y lavida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).“Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados;porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecadosmoriréis” (Juan 8:24).

La santidad de Dios demanda que El se separedel hombre pecaminoso. Ultimamente, la separaciónde Dios, quien es la fuente de toda vida, significamuerte—físicamente, espiritualmente, y eterna-mente—entonces la santa ley de Dios requiere lamuerte como la pena para el hombre pecaminoso.Dios escogió atarse a sí mismo por el principio demuerte para el pecado. Sin el derramamiento de san-gre (la entrega de una vida) no puede haber remisióno liberación de esta pena ni restauración a comunióncon el Dios Santo (Hebreos 9:22). La muerte de ani-males no es suficiente para remitir el pecado delhombre (Hebreos 10:4), porque el hombre es muchomayor que los animales, puesto que fue creado en laimagen espiritual de Dios (Génesis 1:27). Tampocopuede un hombre ordinario ser el sacrificio sustitu-cionario para otro, pues cada uno merece la muerteeterna por sus propios pecados.

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Para poder proveer un sustituto aceptable, Diosse manifestó en carne como Cristo Jesús (II Corintios5:19; Colosenses 2:9; I Timoteo 2:5; 3:16). Cristo es elúnico hombre sin pecado, el único que no merecíamorir y que podía ser un sustituto perfecto. Sumuerte vino a ser una propiciación—el medio por elcual Dios perdona los pecados sin violar Su santidady justicia (Romanos 3:23-26). Dios no excusa nue-stros pecados pero ha infligido la pena por esos peca-dos en el inocente hombre Cristo. Esta sustituciónnos es ventajosa cuando ponemos nuestra fe enCristo y aplicamos Su evangelio a nuestras vidas.Entonces la muerte sustitucionaria y propiciatoriade Cristo fue hecha necesaria por (1) la pecaminosi-dad del hombre, (2) la santidad de Dios, (3) la ley deDios que requiere la muerte como castigo por elpecado, y (4) el deseo de Dios de proveer para el hom-bre pecaminoso una manera de ser salvo.

La Fe SalvadoraNo hay mérito en la fe misma, pues la salvación

mediante la fe sería meramente un modo por el cualel hombre podría salvarse a sí mismo. La eficacia dela fe depende totalmente del objeto de la fe. La fe esel medio de la salvación solamente cuando creemos aDios y a Su palabra, poniendo nuestra fe en Jesús yen Su evangelio.

El creer en Jesús incluye el creer Su Palabra, yel creer Su Palabra incluye obediencia. La fe es másque asento mental, aceptación intelectual, o profe-sión verbal; incluye confianza, dependencia, dedi-cación, apropiación, y aplicación. No podemos sepa-rar la fe salvadora de la obediencia (Hechos 6:7;

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Romanos 1:5; 2:6-10; 10:16; 16:26; Hebreos 11:6-8).La obediencia a la Palabra de Dios es absolutamentenecesaria para la salvación (Mateo 7:21-27; Juan14:15, 23; Romanos 6:17; 15:18; II Tesalonicenses1:7-10; Hebreos 5:9; I Pedro 4:17; I Juan 2:3-5; 5:1-3).La fe es viva solamente mediante reacción yoperación (Santiago 2:14-26). Es posible tener unacantidad inicial de fe en Cristo y todavía no ser salvosi no hay una completa aceptación, dedicación, y obe-diencia (Mateo 7:21; Juan 2:23-25; 12:42, 43; Hechos8:12-23; Santiago 2:19).

Abraham fue salvo por fe, pero Dios honró su fesolamente porque incluyó obediencia (Génesis 15:6;22:16; 26:5; Hebreos 11:8). Por fe los israelitas apli-caron la sangre a los dinteles de las puertas de sushogares para que el ángel de la muerte pasara sobreellos y los librara de la esclavitud egipcia (Hebreos11:28, 29). Si un israelita hubiera profesado fe perono hubiera aplicado la sangre, el ángel de la muertehabría visitado su casa. A pesar de su creencia men-tal o su profesión verbal, para ser librado el israelitatenia que aplicar la sangre a su casa (Exodo 12:13).Para que su fe fuera genuina y efectiva, él tenía queobedecer.

La fe salvadora es una relación continua y unamanera de vivir, y no solamente una condiciónintelectual en un cierto momento (Romanos 1:16, 17;11:22; I Corintios 15:1, 2; I Timoteo 4:16). En el sen-tido eterno, la salvación todavía es futura (Hechos15:11; Romanos 8:24; 13:11; Hebreos 9:28). Paraheredar la vida eterna, tenemos que vivir continua-mente por fe, que significa caminar en obediencia yvivir en santidad.

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Mediante la fe nos arrepentimos del pecado(Marcos 1:15). Mediante la fe obedecemos el man-damiento a ser bautizados (Marcos 16:16; Hechos2:41; 18:8). Mediante la fe recibimos el EspírituSanto (Juan 7:38, 39; Hechos 11:15-17, Gálatas 3:14;Efesios 1:13). Creemos en el Señor Jesucristo porobedecer a Hechos 2:38.

El obedecer a Hechos 2:38 no es salvación porobras. El arrepentimiento, el bautismo en agua en elnombre de Jesús, y el bautismo del Espíritu Santo noson obras del hombre que ganan la salvación, sinoobras de Dios que cumplen la salvación en nosotros.O nosotros permitimos que Dios obre en nosotros(por fe/obediencia) o rehusamos que El obre (porincredulidad/desobediencia). Es El que nos llama,nos guía hacia El, cambia nuestra mente y dirección(en el arrepentimiento), lava nuestros pecados (en elbautismo en agua), nos llena con su Espíritu, nos dapoder para vivir santamente, y nos guarda en su gra-cia. Nuestros esfuerzos para recibir estos beneficiosno nos aprovecharían si no fuera por la gracia deDios. La muerte, sepultura y resurrección de Cristolos compraron para nosotros. Nuestra fe en Cristo losaplica a nuestra vida. Las doctrinas de la gracia y dela fe no eliminan el nuevo nacimiento, sino que expli-can cómo recibimos el nuevo nacimiento.

La confeisión de Jesús como Señor y la fe en laresurrección nos guían hacia la salvación (Romanos10:6-13). Sin embargo, para que esa fe sea genuina yesa confesión sea verdadera, tenemos que actual-mente obedecer a Jesús como Señor (Deuteronomio30:10-14; Lucas 6:46). Clamamos a Jesús, le hacemosnuestro Señor, y aplicamos su resurrección a nues-

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tras vidas mediante el arrepentimiento, el bautismoen agua en Su nombre, y el recibir Su Espíritu(Hechos 2:4, 21; 22:16; I Corintios 12:3).

En sumario, fe es la manera de apropiarse de lagracia de Dios. Es el modo por lo cual nos rendimos aDios, obedecemos Su Palabra y le permitimos hacerSu obra salvadora en nosotros. La fe salvadora es,entonces, (1) aceptación del evangelio de Jesucristocomo el único medio de nuestra salvación y (2) la obe-diencia al evangelio (aplicación o apropiación delevangelio a nuestras vidas).

El Evangelio Y El Nuevo NacimientoEl evangelio de Jesucristo es las “buenas nue-

vas” de que Jesús murió, fue sepultado, y resucitópara nuestra salvación (I Corintios 15:1-4). Nosotrosrespondemos a ese evangelio, o aplicamos el evange-lio a nuestras vidas, mediante el arrepentimiento delpecado (muerte al pecado), el bautismo en agua porinmersión en el nombre de Jesucristo (sepultura conCristo), y el recibir el Espíritu Santo (nueva vida enCristo) (Hechos 2:1-4, 38). De este modo nosidentificamos con la muerte, sepultura, y resurrec-ción de Cristo (Romanos 6:1-7; 7:6; 8:2).

Jesús dijo, “De cierto, de cierto te digo, que elque no naciere de agua y del Espíritu, no puedeentrar en el reino de Dios” (Juan 3:5). Cuandocreemos en el Señor Jesucristo y obedecemos aHechos 2:38 experimentamos el nuevo nacimiento deagua y del Espíritu. Somos “nacidos de nuevo” (Juan3:3, 8). Actualmente llegamos a ser una nuevacreación en Cristo Jesús. En el arrepentimiento y elbautismo en agua, sepultamos nuestra manera

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antigua y pecaminosa de vivir, el registro de pecadospasados, y la pena de muerte por el pecado. Cuandorecibimos el Espíritu empezamos a vivir vidasnuevas y santas mediante el Espíritu que habita ennosotros.

En el día de Pentecostés, el día del nacimientode la iglesia del Nuevo Testamento, el Apóstol Pedropredicó el primer mensaje evangélico a la multitudque se juntó para observar a los discípulos reciénllenados del Espíritu, mientras ellos hablaban enlenguas y alababan a Dios. El predicó acerca de lamuerte, la sepultura, y la resurrección del Señor ySalvador, Jesucristo. Convencidos del pecado poreste mensaje sencillo pero poderoso, los oyentes cla-maron, “Varones hermanos, ¿qué haremos?” (Hechos2:37). Ellos querían saber cómo podían ser perdona-dos por rechazar y asesinar al Salvador y cómo acep-tarle—en breve, cómo ser salvos.

Estas personas eran judíos religiosos quieneshabían venido a Jerusalén para celebrar la Fiesta dePentecostés. Ellos entendían los conceptos y la ter-minología bíblica, tal como el arrepentimiento, la re-misión de pecados, y el Espíritu Santo. Muchos deellos conocían las profecías del Antiguo Testamentoacerca del derramamiento del Espíritu Santo yhabían oído el mensaje de Juan el Bautista dearrepentimiento, bautismo en agua para el perdón depecados, y el venidero bautismo del Espíritu Santo.Pedro entonces pudo dar una respuesta precisa, com-pleta e inequívoca: “Arrepentíos, y bautícese cadauno de vosotros en el nombre de Jesucristo paraperdón de los pecados; y recibiréis el don del EspírituSanto” (Hechos 2:38). Esta respuesta comprensiva a

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una pregunta acerca de la conversión neotestamen-taria expresa muy claramente la respuesta correctaal evangelio.

La misma respuesta debe ser dada hoy en día atodos los que preguntan acerca de la salvación. Haysolamente un pasaje bíblico además que mencionauna pregunta equivalente que se hizo a la iglesia delNuevo Testamento: “¿Qué debo hacer para sersalvo?” (Hechos 16:30). El que preguntaba era uncarcelero pagano de la ciudad de Filipos, de los gen-tiles, quien fue aterrorizado por un terremoto mila-groso y estaba a punto de suicidarse. En vista de lasituación de emergencia y de la falta de conocimien-to bíblico del hombre, Pablo y Silas dieron unarespuesta que era breve y sencilla, y a la vez exacta.Ellos le dijeron que el camino a la salvación era eldejar a los dioses falsos y el poner fe en Jesucristo:“Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo” (Hechos16:31).

Cuando el carcelero expresó un deseo dededicar su vida al único Señor verdadero, Pablo ySilas le proclamaron la palabra de Dios más amplia-mente. Como un resultado, él fue bautizado inmedi-atamente esa noche y recibió una experiencia que lehizo regocijarse (Hechos 16:32-34). Los mensajes dePedro en Hechos 2 y de Pablo en Hechos 16 estabande acuerdo.

El ArrepentimientoEl arrepentimiento es una vuelta desde el peca-

do hacia Dios (Hechos 26:18-20). Tiene tres aspectosnecesarios: un cambio intelectual (cambio de ideas),un cambio emocional (cambio de sentimientos), y un

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cambio de volición (cambio voluntario de propósito).Incluye:

* reconocimiento de pecado (Marcos 2:17)* confesión de los pecados a Dios (Proverbios

28:13; I Juan 1:9)* contrición o tristeza según Dios por el pecado

(Salmo 51:17; II Corintios 7:10)* una decisión de abandonar el pecado (Prover-

bios 28:13; Lucas 3:7, 8; Hechos 26:20).Juntamente con el arrepentimiento viene la

disposición a hacer toda la restitución posible por lospecados pasados (Mateo 5:23, 24; Lucas 19:8).

El arrepentimiento es la primera reacción de lafe al llamado de Dios (Marcos 1:15). Es absoluta-mente necesario para la salvación (Lucas 11:3, 5;Hechos 17:30; II Pedro 3:9). Sin el arrepentimiento,el bautismo no tiene eficacia, y sin el arrepentimien-to, no se puede recibir el Espíritu Santo (Hechos2:38; 3:19).

En el momento del arrepentimiento una per-sona empieza a permitir que Dios obre en su vida. Sedecide a volverse del pecado hacia Dios, y permiteque Dios le cambie. Como una parte de este cambio,Dios le empodera para dejar los hábitos y deseospecaminosos. Como una parte de la vuelta haciaDios, el arrepentimiento prepara el camino para queél tenga una relación personal con Dios, calificándolepara el bautismo en agua y el bautismo del EspírituSanto.

La obra interna de la salvación empieza en elarrepentimiento, pero el arrepentimiento sólo no esla obra completa de la salvación. El bautismo enagua completa la vuelta desde el pecado por sepultar

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al viejo hombre. El arrepentimiento y el bautismojuntos traen la obra completa de la remisión de peca-dos (Hechos 2:38). Quizás podemos decir que Diostrata con las consecuencias presentes del pecado enel arrepentimiento y con el registro pasado y lasconsecuencias futuras del pecado en el bautismo enagua. Ambos componentes son necesarios. Por ejem-plo, si una persona derrama tinta en una alfombraperteneciente a otro, se requieren dos pasos para unarestauración completa: una expresión de lamento yuna disculpa al dueño, y el quitar la mancha.

El bautismo del Espíritu Santo completa lavuelta hacia Dios por impartir una nueva naturalezacon el poder para vencer al pecado. Solamente elEspíritu trae poder sobre el pecado y poder paracumplir toda justicia. (Hechos 1:8; Romanos 8:2-4).El Espíritu residente hace de una nueva vida enCristo una realidad diaria (Romanos 8:10, 13). Paraque el Espíritu Santo habite continuamente en lavida de una persona, esa persona tiene que seguirviviendo una vida arrepentida.

El Bautismo En AguaEl bautismo en agua es una parte de la sal-

vación. (I Pedro 3:21). Es una expresión de fe en Diospor obediencia a Su palabra (Marcos 16:16; Hechos2:41). El modo bíblico de bautizar es por inmersiónen agua, y únicamente este método retiene el sim-bolismo bíblico de una sepultura (Mateo 3:16; Hechos8:36-39; Romanos 6:4). La fe en Cristo y el arrepen-timiento de los pecados son necesarios para suvalidez; entonces el bautismo de niños no es válido(Mateo 3:8; Hechos 2:38; 8:37).

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El bautismo es más que una ceremonia simbóli-ca y más que una declaración pública de una unión ala iglesia. El eunuco etíope fue bautizado en eldesierto sin la presencia de observadores. Elbautismo era tan urgente para el carcelero filipenseque el lo recibió a la medianoche, en cuanto que oyóel mensaje del evangello.

El significado bíblico del bautismo en agua es losiguiente:

1. Dios perdona los pecados en el bautismo enagua (Hechos 2:38; 22:16). Dios borra la lista depecados y cancela la pena por el pecado. El lava lospecados; los sepulta para siempre.

2. El bautismo es una parte del nuevonacimiento (Juan 3:5; Tito 3:5).

3. El bautismo nos identifica con la sepulturade Jesús (Romanos 6:4; Colosenses 2:12). Indica quehemos muerto al pecado por el arrepentimiento yestamos sepultando nuestros pecados pasados, eldominio del pecado, y la manera pecaminosa de vivir.

4. El bautismo en agua es una parte del únicobautismo de agua y Espíritu que nos coloca en Cristo(Romanos 6:3, 4; Gálatas 3:27; Efesios 4:5). Es unaidentificación personal con Jesús y es una parte de laentrada a Su familia.

5. El bautismo es una parte de nuestracírcuncisión espiritual (Colosenses 2:11-13). Por elnuevo nacimiento entramos a la relación del NuevoPacto con Dios.

La Biblia enseña que el bautismo debe seradministrado en el nombre de Jesucristo (Hechos2:38). Esto incluye el actualmente invocar el nombre

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de Jesús oralmente (Hechos 22:16; Santiago 2:7) y elrebautizar a los que han sido bautizados en algunaotra forma (Hechos 19:1-5). El usar el nombre deJesús en la fórmula bautismal expresa fe en:

* la persona de Cristo (Su identidad verdadera)* la obra de Cristo (muerte, sepultura, y

resurrección para nuestra salvación)* el poder y la autoridad de Cristo (abilidad de

salvarnos por sí mismo).Las razones bíblicas para el bautismo en el

nombre de Jesús son las siguientes:1. La Iglesia Apostólica adhería exclusiva-

mente a esta fórmula. La Biblia registra cinco relatoshistóricos del bautismo en la iglesia neotestamen-taria que describen un nombre o una fórmula. Encada caso, es el nombre de Jesús (Hechos 2:38; 8:16;10:48; 19:5; 22:16). Las epístolas también hacen ref-erencia a esta fórmula del nombre de Jesús(Romanos 6:3, 4; I Corintios 1:13; 6:11; Gálatas 3:27;Colosenses 2:12). Aún Mateo 28:19 se refiere a estafórmula, puesto que describe un nombre singular querepresenta a todas las manifestaciones redentoras dela Deidad, y ese nombre es Jesús (Zacarías 14:9;Mateo 1:21; Juan 5:43; 14:26; Apocalipsis 22:3, 4).Además, Jesús es el nombre que se describe en losotros relatos de la Gran Comisión (Mateo 16:17;Lucas 24:47).

2. El bautismo es una sepultura con Jesucristoy nadie más (Romanos 6:4).

3. El bautismo es una identificación personalcon Jesucristo, y Su nombre nos identifica como Suposesión (Romanos 6:3; Hechos 15:14-17).

4. El bautismo es para el perdón de pecados, y

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Jesús es el único nombre que se asocia con el perdónde pecados (Hechos 2:38; 10:43).

5. El nombre de Jesús representa todo el podery la autoridad de Dios (Mateo 28:18; Juan 14:14;Hechos 4:7, 10). Cuando invocamos Su nombre en fe,Su poder y Su autoridad nos vienen a ser ventajosos(Hechos 3:6, 16).

6. Todo lo que hacemos en palabra o en hechodebe hacerse en el nombre de Jesús (Colosenses 3:17),y el bautismo es ambos: palabra y hecho.

7. El nombre del Señor Jesucristo es el nombremás alto que la humanidad conoce, y todos haránreverencia a ese nombre (Filipenses 2:9-11).

8. El bautismo es una parte de nuestra sal-vación, y Jesús es el único nombre que salva (Hechos2:21; 4:12; I Pedro 3:21).

9. El bautismo es una confesión pública de feen Jesús, significando aceptación de El comoSalvador (Hechos 8:12; 8:37; 19:5), y Jesús es nuestroúnico Salvador y nuestro único acceso a Dios (Juan14:6-11).

10. El bautismo en el nombre de Jesús significafe en que la plenitud de la deidad está en Jesús(Colosenses 2:9).

11. El bautismo en el nombre de Jesús demues-tra reverencia y obediencia hacia la Palabra de Diosmás que a la tradición humana.

12. La dogma moderna trinitaria no se enseñaen la Escritura, y por lo tanto, no hay justificaciónteológica para una fórmula trina.1

En breve, la fórmula del nombre de Jesús parael bautismo en agua tiene el apoyo de la exégesisbíblica, la teología sistematica, y, como consider-

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aremos, la historia de la iglesia.Cuando una persona recibe el Espíritu Santo

antes del bautismo en agua, tiene vida nueva espi-ritual; sin embargo, es mandado a ser bautizado enel nombre de Jesús (Hecho 10:48), y tenemos queobedecer los mandamientos de Dios siempre parapermanecer en una relación correcta hacia El.

El Bautismo Del Espíritu SantoEl bautismo con, por, en, o del Espíritu Santo es

una parte de la salvación neotestamentaría, y no unaexperiencia opcional y postconversional (Juan 3:5;Romanos 8:1-16; Efesios 1:13, 14; Tito 3:5). “Porquepor un solo Espíritu fuimos todos bautizados en uncuerpo” (I Corintios 12:13). “Y si alguno no tiene elEspíritu de Cristo, no es de él” (Romanos 8:9). Estafrase describe cómo el creyente es sumergido en yllenado del Espíritu de Dios. En Hechos los términos“bautizados,” “llenos,” “recibido,” “cayó sobre,” y “der-ramase” todos describen esta experiencia (Hechos1:4, 5; 2:4; 10:44-47; 11:15-17). Se ha prometido atodos los que creen en Jesús y obedecen Su palabra(Juan 7:38, 39; Hechos 5:32; 11:15-17; 19:2; Gálatas3:14; Efesios 1:13).

La Biblia registra cinco relatos históricos derecibir el Espíritu Santo en la iglesia del Nuevo Tes-tamento: los judíos, los samaritanos, los gentiles, elApóstol Pablo y los discípulos de Juan en Efeso. Esteregistro establece que el bautismo del Espíritu real-mente sí es para todos (Lucas 11:13; Hechos 2:39) yes acompañado por la señal de lenguas (Marcos16:17). El hablar en lenguas significa hablar sobre-naturalmente, como el Espíritu da que se hable, en

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un idioma que él que habla jamás haya aprendido(Hechos 2:1-11).

Tres de los relatos describen explícitamente elhablar en lenguas como la evidencia inicial de recibirel Espíritu. En el día de Pentecostés, un sonido deviento significó la venida del Espíritu y las llamascomo lenguas de fuego señalaron su obtenibilidad acada persona, pero el hablar en lenguas “como elEspíritu les daba que hablasen” era la señal inicialde cada llenura individual (Hechos 2:1-4). El hablaren lenguas era lo que convencieron a los judíos escép-ticos y atónitos que los gentiles en verdad recibieronel Espíritu Santo; las lenguas solas identificaron estaexperiencia Pentecostal (Hechos 10:44-47; 11:15-17).Sabían que ellos habían recibido “el don del EspírituSanto. Porque los oían que hablaban en lenguas”(Hechos 10:45, 46). Los discípulos efesios tambiénhablaron en lenguas como la primera señal de recibirel Espíritu (Hechos 19:6).

Las lenguas son implícitas en los otros dos rela-tos. Una señal milagrosa no nombrada indicó elmomento exacto cuando los samaritanos recibieronel Espíritu; su ausencia anterior denota que ellostodavía no tenían el Espíritu a pesar de tener gozo,fe, y de haberse bautizado. Esta señal era tan espec-tacular que Simón el Mago codiciaba el poder paraotorgarlo (Hechos 8:8, 12-18). Hechos 9:17 mencionala experiencia de Pablo sin describirla, pero ICorintios 14:18 dice que él hablaba en lenguas amenudo.

El bautismo del Espíritu Santo es la experien-cia normal y básica neotestamentaria con Dios—elnacimiento del Espíritu. El Espíritu es nuestro

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reposo, guía a toda la verdad, adoptador, intercesor,santificador, sello, y las arras de nuestra herencia(Isaías 28:11, 12; Juan 16:13; Romanos 8:15, 26;Efesios 1:13, 14; I Pedro 1:2). Se puede recibir elEspíritu por arrepentirse, tener fe en Dios, y pedirlea Dios su don. Siempre debemos esperar que alguienhable en lenguas al recibir el Espíritu. Las lenguasno salvan en ningún sentido, pero el bautismo delEspíritu produce lenguas como la señal inicial. Encuanto una persona recibe el Espíritu, tiene poderpara vencer al pecado y vivir una vida santa (Hechos1:8; Romanos 8:4, 13). Si permitimos que El nos llene(controle y guíe) continuamente, daremos el fruto delEspíritu y vendremos a ser como Cristo (Gálatas5:22, 23).

¿Cuál es el estado de una persona que se arre-piente, y es bautizada, recibiendo mediante esto elperdón de pecados, pero no recibe el Espíritu Santo?No puede ser condenado por los pecados ya perdona-dos, sin embargo no puede entrar en el reino de Diossin el nacimiento del Espíritu y la santidad imparti-da por el Espíritu Santo. Algunos suponen queheredará la tierra nueva, pero esto no se declaradefinitivamente en la Biblia. Jesús le ha mandadoser bautizado con el Espíritu, y para que Jesús sea elSeñor completo de su vida él tiene que obedecer(Lucas 24:49; Juan 20:22; Hechos 1:4, 5).

Estudios De Casos BíblicosAlgunos dicen que la conversión neotestamen-

taria, o el nuevo nacimiento, se completa en elmomento de fe mental, confesión verbal o arrepenti-miento solamente, sin el bautismo de agua o del

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Espíritu. Analicemos brevemente algunos relatos deconversión en el Nuevo Testamento para examinaresta teoría.

Primeramente, debemos reconocer que los quefueron salvos en los Evangelios fueron salvados bajoel Antiguo Pacto mientras esperaban el Nuevo. ElNuevo Pacto no entró en efecto hasta después de lamuerte, sepultura, y resurrección de Cristo (Lucas7:28; 24:47-49; Juan 7:39; 16:7; Hechos 1:4-8 ;Hebreos 9:15, 16). En los días de Cristo, los judíos yaestaban en una relación de pacto con Dios. El perdónvenía cuando ellos se arrepentían y confesaban suspecados a Cristo, tal como viene a los que ya hanentrado al Nuevo Pacto hoy por el nuevo nacimiento(I Juan 1:9). Durante Su ministerio terrenal, Jesúsperdonó los pecados de judíos arrepentidos, amon-estándolos a que continuaran viviendo por el AntiguoPacto hasta que el Nuevo viniera a ser (Mateo 8:4;19:16-19; 23:1-3, 23; Lucas 10:25-28; 17:14; Juan8:11). Jesús era tanto sumo sacerdote como sacrificiopor el ladrón en la cruz.

El día de Pentecostés después de la asención deCristo señaló la inauguración del Nuevo Pacto, o sea,el nacimiento de la Iglesia del Nuevo Testamento(Mateo 16:18; Lucas 24:47-49; Hechos 1:4-8). Desdeese entonces en adelante, la entrada a la iglesia delNuevo Testamento se ha efectuado por obediencia aHechos 2:38.

De acuerdo a Hechos 8:5-17, cuando Felipepredicó a los samaritanos, ellos creyeron su mensajey recibieron grandes milagros, incluyendo la sanidaddivina y el echar fuera de demonios. Ellos tuvieronexperiencias emocionales sujetivas de gran gozo.

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Felipe les bautizó en el nombre del Señor Jesús, queindica que ellos se arrepintieron de sus pecados, puesel bautismo se administraba solamente a creyentesarrepentidos. Pero de algún modo su fe no era com-pleta, pues no habían recibido el Espíritu, y sin elEspíritu una persona no es un Cristiano (Romanos8:9; I Corintios 12:13). El relato bíblico no enseña queya habían recibido el Espíritu para salvación peroestaban esperando una segunda experiencia opcionaly postconversional. Simplemente dice que aún nohabían recibido el Espíritu, y es imposible que unapersona posea el Espíritu o sea llena del Espíritu sijamás ha recibido el Espíritu. La conversión de lossamaritanos no fue completa hasta que recibieron elEspíritu Santo.

Cuando Saulo (Pablo) cayó al suelo por causa deuna luz que vino de Dios, él le reconoció a Jesús comoSeñor, clamó a El y expresó una disposición a obede-cerle. “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” (Hechos9:6). Aparentemente él se arrepintió en ese momen-to. Pero, no recibió el Espíritu Santo hasta queAnanías vino y oró por él (Hechos 9:17, 18). Ademásde orar por él, Ananías le dijo a Pablo, “levántate ybautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre”(Hechos 22:16). Antes de ser bautizado, Pablo yahabía confesado y clamado a Jesús como Señor, sehabía arrepentido de sus pecados, y posiblementeaun había recibido el Espíritu. Pero, todavía nece-sitaba que sus pecados fueran lavados en el bautismoen agua en el nombre de Jesús.

Cornelio era un hombre devoto, quien temía aDios, daba muchas limosnas, y oraba constante-mente (Hechos 10:1, 2). Aparentemente él estaba

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viviendo una vida arrepentida. El hasta recibió unavisión de parte de Dios con una visitación angelical.Pero, él no era salvo, pues el ángel le instruyó a quebuscara a Simón Pedro, pues “él te hablará palabraspor las cuales serás salvo tú, y toda tu casa” (Hechos11:14). Cuando Pedro predicó acerca de Jesucristo,Cornelio inmediatamente recibió el Espíritu Santo,no como una experiencia postconversional, sino comouna respuesta inicial al mensaje del evangelio.Entonces Pedro le mandó ser bautizado en el nombrede Jesús (Hechos 10:43-48). Let iglesia reconoció enseguida que Cornelio había recibido el bautismo delEspíritu Santo y, entonces, el “arrepentimiento paravida” (Hechos 11:15-18).

Apolos era un predicador quien era un “varonelocuente, poderoso en las Escrituras . . . instruido enel camino del Señor . . . de espíritu fervoroso”(Hechos 18:24, 25). El tenía muchas cualidades espir-ituales admirables, pero él no formaba parte de laiglesia neotestamentaria, pues él solamente conocíael bautismo de Juan. Evidentemente, como los dis-cípulos de Juan en Efeso, él no había oído acerca deJesucristo como el cumplimiento de la predicación deJuan o acerca del derramamiento del Espíritu Santo(Hechos 19:1-6). Estos hombres se habían arrepenti-do, pues Juan solamente bautizaba a los que searrepentían y confesaban sus pecados. Pablo recono-ció que los discípulos efesios habían creído hasta unpunto, pero ellos no eran cristianos porque noconocían a Cristo ni tenían Su Espíritu. (Si Apolos olos discípulos efesios hubieran sabido acerca deJesús, es seguro que habrían estado bajo conde-nación por no seguir a Sus apóstoles u obedecer Sus

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mandamientos). ¿Qué se necesitaba para que losseguidores de Juan vinieran a formar parte de laiglesia del Nuevo Testamento? Ellos necesitaban elbautismo en el nombre de Jesús y el bautismo delEspíritu Santo. Lo mismo es verdad hoy.

Un Plan De SalvaciónA través de la historia, Dios siempre ha provis-

to la salvación al hombre por gracia mediante la febasada en la muerte propiciatoria de Cristo. Dios hatratado con el hombre en varias maneras por lasedades, pero todos sus tratos descansan sobre esteplan. Nuestra era ha visto la plenitud de la graciatanto que la podemos llamar la edad de gracia (Juan1:17), pero la salvación siempre ha sido por la graciade Dios, y no de las obras del hombre.

El principio de la fe también se ha hecho tanclaro que podemos nombrar a esta era la era de la fe(Gálatas 3:23, 25), pero Dios siempre ha requerido lafe. Abraham (antes de la ley) y David (bajo la ley)fueron justificados por fe (Romanos 4:1-9). Aunquealgunos de los judíos pensaban que su salvacióndependía de las obras de la ley, en realidad elguardar los mandamientos de la ley no tenía valorsin la fe (Romanos 2:29; 4:11-16; 9:30-32). Porsupuesto, la fe salvadora siempre incluye obediencia,pues la fe es genuina solamente cuando es puesta enacción.

La salvación en cada edad ha descansado sobrela muerte propiciatoria de Cristo. El era el único quejamás podía remitir el pecado (Hechos 9:22; 10:1-18).La muerte de Cristo cubrió los pecados de todas lasedades (Romanos 3:25). Los creyentes del Antiguo

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Testamento fueron salvados por fe en el plan futurode propiciación de Dios, la cual ellos expresaban (sincomprenderla totalmente) por obedecer el sistema desacrificios que Dios había ordenado (Hebreos 11:28,29). Los creyentes del Nuevo Testamento son sal-vados por fe en el plan pasado de Dios de propi-ciación, la cual expresan por obedecer el evangelio deJesucristo. Los requisitos de obediencia del AntiguoTestamento, tales como la circuncisión y sacrificiosde sangre, eran consistentes con la justificación porla fe, y también lo son los requisitos de obediencianeotestamentaria, tales como el arrepentimiento y elbautismo en agua.

El Nuevo Nacimiento Es Un TotalEl nuevo nacimiento es un total unitario e

integrado. Aunque Jesús identificó a dos compo-nentes—agua y Espíritu—habló, sin embargo, de unsolo nacimiento (Juan 1:3-5). El Espíritu, el agua y lasangre concuerdan (I Juan 5:8). Hay solo unbautismo (Efesios 4:5), compuesto de ambos agua yEspíritu, y este bautismo singular nos coloca en elcuerpo de Cristo (Romanos 6:3-4; I Corintios 12:13;Gálatas 3:27). A pesar de lo que el arrepentimiento,el bautismo en agua, y el bautismo del Espíritulogran individualmente, la obra total de conversiónes completada en la unión de los tres. Jamás debe-mos poner tanta importancia en un solo elementoque consideramos a los otros como innecesarios. Elmodelo bíblico es el experimentar los tres practica-mente simultáneamente o en sucesión rápida(Hechos 2:38; 8:15-17; 9:17, 18 con 22:16; 10:44-48;19:1-6).

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Puesto que el nuevo nacimiento es un total sin-gular e indivisible, es aparente que la sangre deCristo se aplica a través de todo el proceso. La san-gre de Jesús se refiere a la muerte propiciatoria deCristo que pudo satisfacer la justicia de Dios e hizoobtenible la misericordia de Dios para nosotros. Sinla propiciación de Cristo no podríamos buscar a Dios,arrepentirnos efectivamente, recibir el perdón depecados en el bautismo en agua, o recibir el EspírituSanto. La muerte sustitucionaria de Cristo haceobtenible y efectivo el arrepentimiento, el bautismoen agua, y el bautismo del Espíritu.

La sangre es aplicada al oir por primera vez elevangelio para hacer posible que busquemos a Dios,en el arrepentimiento para hacer posible que volva-mos del pecado, en el bautismo en agua para per-donar los pecados, y en el bautismo del Espíritu parahacer posible que recibamos el Espíritu de Dios.Después del nuevo nacimiento, seguimos viviendouna vida victoriosa y santa por el poder de la sangre.La sangre es aplicada a lo largo del proceso de sal-vación, desde la primera instancia de oir la palabrahasta la venida de Cristo por Su iglesia.

Cuatro Aspectos De La SalvaciónLa Biblia describe la obra espiritual asociada

con la conversión en varias maneras: regeneración,justificación, adopción, y santificación. La conversiónresulta en regeneración, o nuevo nacimiento (Juan3:3; Tito 3:5). Esto significa más que una reformaciónde la naturaleza antigua, puesto que el hombreregenerado recibe una nueva y santa naturaleza conpoder sobre la naturaleza antigua y pecaminosa. El

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nuevo nacimiento incluye dos elementos: (1) ladestrucción del poder de la naturaleza antigua (IICorintios 5:17) y (2) el impartir de una nueva natu-raleza—actualmente la naturaleza de Dios (Efesios4:24; Colosenses 3:10; II Pedro 1:4).

La nueva naturaleza trae un cambio de deseosy de actitudes (Efesios 4:23-32) y poder para viviruna vida nueva (Hechos 1:8; Romanos 8:4). Sinembargo, el nuevo nacimiento no elimina la natu-raleza antigua. El cristiano tiene dos naturalezas—la carne (naturaleza pecaminosa o carnal) y elEspíritu (Gálatas 5:16-18). Si él sigue la carne, nopuede vivir una vida que sea victoriosa, santa, yagradable a Dios (Romanos 7:21-25; 8:12-13; Gálatas5:19-21). Si él sigue al Espíritu, puede gozarse deuna vida victoriosa sobre el pecado (Romanos 8:1-4;Gálatas 5:22-23; I Juan 3:9).

La justificación es el hecho por el cual Diosdeclara como justo al pecador. El pecador no llegaactualmente a ser justo en sí mismo en este punto,pero Dios le cuenta o le considera como justo, sintener en cuenta sus pecados pasados. Justificación esel término legal que denota un cambio de posición enla vista de Dios. La justificación consiste en dos ele-mentos: (1) Dios le perdona al pecador, removiendo laculpa y la pena asociados con sus pecados (Romanos4:6-8; 8:1) y (2) Dios imparte (transfiere) la justiciade Cristo al pecador para que él pueda recibir todo loque pertenece al Cristo sin pecado a causa de Su jus-ticia (Romanos 3:22; 4:3-5; II Corintios 5:20-21).

La adopción es el escoger y colocar a un niño enuna familia. Regeneración significa que somos hijosde Dios por razón de un nuevo nacimiento espiritual;

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adopción significa que llegamos a ser hijos de Diospor Su elección conciente. Llegamos a ser Sus here-deros adultos. La adopción, entonces, se refiere anuestra posición como hijos de Dios con todos losderechos asociados con tal estado (Romanos 8:14-17;Gálatas 4:1-7).

Santificación significa literalmente “sepa-ración.” En nuestro contexto, equivale básicamente asantidad, que significa separación del pecado y con-sagración a Dios. La santificación es el proceso deactualmente llegar a ser justos—actualmente venir aser como Cristo. En el nuevo nacimiento Dios nossepara del pecado, pero esto es solamente el principiodel proceso (I Corintios 1:2). El Espíritu de Dios pro-gresivamente nos transforma, nos perfecciona, y noshace santos (II Corintios 3:18; II Tesalonicenses 2:13;I Pedro 1:3). Si nos sometamos al proceso san-tificador, al final recibiremos perfección absoluta ypura a la venida de Cristo (I Tesalonicenses 3:13;5:23; I Juan 3:2).

Todas estas obras de la salvación originan en lagracia de Dios (Romanos 3:24; Efesios 1:4-6; Tito3:5), son compradas por la sangre de Cristo(Romanos 3:25; Hebreos 10:10), y nos llegan medi-ante la fe en Cristo (Juan 1:12-13; Romanos 3:28;Gálatas 3:26). Además, las cuatro ocurren todascuando nos arrepentimos, somos bautizados en elnombre de Jesús, y somos llenados del EspírituSanto. “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lava-dos, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justi-ficados en el nombre del Señor Jesús, y por elEspíritu de nuestro Dios” (I Corintios 6:11).

En el arrepentimiento y el bautismo en agua el

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hombre viejo es matado y sepultado, que significaque la antigua manera de vivir y el dominio del peca-do son destruidos (Romanos 6:1-7). El bautismo delEspíritu Santo nos imparte la nueva naturaleza conpoder permanente patra mantener muerto al hombreviejo (Romanos 8:8, 9, 13). La experiencia de Hechos2:38, entonces, cumple los dos elementos de laregeneración. En el arrepentimiento y el bautismo enagua Dios remite el pecado (Hechos 2:38; 22:16). ElEspíritu Santo imparte la justicia de Cristo, pues elEspíritu es Cristo en nosotros y nos califica para serco-herederos con Cristo (Romanos 8:4, 9-11, 15-17;Gálatas 3:14). Entonces, la experiencia de Hechos2:38 también imparte los dos elementos de la justifi-cación. Además, la Escritura indica que la adopciónocurre mediante el bautismo en agua y en elEspíritu; pues esto es lo que nos coloca en la familiade Dios (Romanos 3:26, 27; I Corintios 12:13; Gálatas3:26, 27). La santificación inicial viene en la experi-encia de Hechos 2:38 (I Corintios 6:11). La santifi-cación continua viene mediante el Espíritu que habi-ta en nosotros (II Tesalonicenses 2:13; I Pedro 1:2).

En breve, la regeneración, la justificación, laadopción, y la santificación inicial empiezan todas enel arrepentimiento y se completan en el bautismo enagua y el bautismo del Espíritu. Es maravilloso vercomo Dios ha arreglado que los varios aspectos de lasalvación se cumplan cuando creemos y obedecemosel sencillo mensaje del evangelio.

Perspectivas Históricas¿Cómo compara esta explicación de la conver-

sión con puntos de vista en la historia religiosa?

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Podemos identificar tres puntos de vista mayores dela salvación en el Cristianismo.

1. El punto de vista Católíco/Ortodoxo. L asalvación viene mediante la administración de lossacramentos de la iglesia. En particular, la regenera-ción viene mediante la ceremonia del bautismo enagua, aun sin fe o arrepentimiento conciente. Enton-ces, se bautiza rutinariamente a infantes. Bajo estepunto de vista, no hay salvación fuera de la organiza-ción, la jerarquía, y el sacerdocio de la iglesia.

2. El punto de vista de la Reformación. La salva-ción es un hecho objetivo que debe ser aceptado me-diante la fe mental. La salvación ocurre fuera delhombre; no incluye una transformación sujetiva den-tro del hombre. Esta vista es cercanamente ligada ala doctrina de la predestinación, la cual expusieronfuertemente Lutero, Calvino, y Zwingli. Dios escogea los que serán salvos y les da la fe que El requiere.Los escogidos reconocen mentalmente que lapropiciación de Cristo les ha salvado y entoncesviven como pecadores justificados, incapaces deperder jamás la salvación.

3. El punto de vista Anabautista/Piedista/Wesleyano enseña la justificación por fe, pero rechazageneralmente la predestinación y enfatiza que la sal-vación incluye una experiencia sujetiva que trans-forma la vida, y que se expresará en santidad. LosPentecostales caen bajo esta categoría, con ciertamodificación.

Todos los vástagos del cristianismo reconocen,por lo menos en teoría, la necesidad del arrepen-timiento. La iglesia primitiva post-apostólica enfati-zaba fuertemente el arrepentimiento y demandaba

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evidencia de arrepentimiento antes del bautismo enagua. Había tanta insistencia en una transformacióntotal de la vida que algunos enseñaban que no habíaperdón para pecados mayores cometidos después delbautismo. El cambio gradual al bautismo de infantesacabó con el verdadero arrepentimiento, hasta queen la Iglesia Católica Romana se evolucionó a peni-tencia y salvación por obras. Los reformadores rec-hazaron esta distorción, pero por causa de su énfasisen la fe mental y la predestinación, no restauraronpor completo la doctrina bíblica del arrepentimiento.Ellos mantuvieron que el arrepentimiento precede almomento de la fe o es equivalente al momento de lafe. La mayoría de los Evangélicos hoy en día enfati-zan una decisión mental instantánea para Cristo,consistiendo típicamente en un simple gesto, unaoración repetida, o un pensamiento silencioso.Desafortunadamente, esto incluye a menudo poco onada de tristeza según Dios, decisión a desampararal pecado, o transformación de vida.

Por los primeros cinco siglos, el bautismo enagua se aceptaba universalmente como esencial parala salvación, aunque llegó a considerarse como unaceremonia mágica en vez de un hecho de fe.Católicos, Ortodoxos, muchos Luteranos, muchoseruditos protestantes, y las Iglesias de Cristo loenseñan como siendo parte de la salvación. Lutero, laConfesión de Augsburgo (un credo primitivoLuterano), y el Catequismo Luterano todos declara-ban que el bautismo es necesario para la salvación,hecho efectivo por la fe. Sin embargo, la mayoría delos protestantes hoy en día lo ven como únicamentesimbólico.

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La mayor parte del cristianismo utiliza la fór-mula bautismal trinitaria, con la excepción de losPentecostales Unicitarios y muchos Carismáticos.Un estudio de la historia religiosa revela que la fór-mula original fue en el Nombre de Jesús y que laiglesia primitiva post-apostólica la usaba. Así con-cluye la Enciclopedia de Religión y Etica y elDiccionario del Intérprete de la Biblia, a la vez quelos historiadores religiosos Otto Heick, Wi l l i s t o nWalker, Jean Danielou, Wilhelm Bousset, y muchosotros. Esta fórmula fue endosada o usada porHermes, la iglesia en el día de Marción, posiblementelreneo, muchos en día de Cipriano, Los Hechos dePablo y Tecla, Un Tratado sobre el Rebautísmo por unEscritor Anónimo, algunos en el tiempo de MartínLutero, muchos Antitrinitarios y A n a b a u t i s t a s ,algunos ingleses del siglo diecisiete, algunos de laHermandad de Plymouth, el ministro Presbiterianodel siglo diecinueve Juan Miller, y muchos líderesPentecostales primitivos. Es mencionada favorable-mente por el Didache, el Papa Esteban, Ambrosio,Bede, el Concilio de Frejo (792), y el Papa Nicolás I,y se hace referencia a ella por las Constituciones delos Santos Apóstoles, los Concilios de Constantinoplade 381 y 553, Martin Damiún, Pedro Lombardo,Hugo Victor, y Tomás Aquinas.2 El estudio de docu-mentos originales descubrirá sin duda muchos otrosejemplos que hasta ahora son desconocidos. Porejemplo, un documento Bautista inglés de 1660endosaba la fórmula de “en el nombre del SeñorJesucristo,” citando Hechos 2:38.3

En teoría, todos los vástagos mayores del cris-tianismo enseñan que el bautismo del Espíritu Santo

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es necesario para la salvación. Católicos, Ortodoxos,y Protestantes todos enseñan que ellos reciben elEspíritu Santo. Algunos de la Santidad,Pentecostales Trinitarios, y Carismáticos enseñanque el bautismo del Espíritu Santo es una bendiciónextra, opcional, y postconversional.

Sin embargo, la mayoría del cristianismo noreconoce el hablar en lenguas como la evidencia ini-cial del Espíritu Santo. En la historia primitiva de laiglesia lreneo, Tertuliano, y Celso (registrado enOrigen) reportaron lenguas, y Novatio, Hilario, yAmbrosio endosaron las lenguas. El hablar enlenguas se reportó en o entre grupos de las edadesmedias, Franciscanos, Anabautistas, un movimientode profecía del siglo dieciséis en Inglaterra,Camisardos (Cevenoles) en Francia, conversos deCamisardos en Inglaterra, Cuáqueros, Jansenistas,Piedistas (incluso Moravios), Metodistas, avivamien-tos y campamentos del siglo diecinueve en América,seguidores Luteranos de Gustav Von Below,Irvingitas, la Hermandad de Plymouth, Lectores enSuecia, avivamientos en Irlanda, los de la Santidad,Pentecostales, y Carismáticos modernos de todadenominación.4

La cuestión de que el hablar en lenguas es o noes la señal inicial del bautismo del Espíritu harecurrido por toda la historia religiosa. En el siglosegundo, Ireneo indicó que las lenguas eran la señalde una persona llena del Espíritu:

El apóstol . . . determina como “per-fectas” a aquellas personas quienes hanrecibido el Espíritu de Dios, y quienesmediante el Espíritu de Dios hablan en

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todas idiomas. . . . De igual maneranosotros también oímos a muchos her-manos en la iglesia . . . quienes medianteel Espíritu hablan en todas clases deidiomas . . . a quienes también el apóstoldetermina como “espirituales,” ellos sien-do espirituales porque participan delEspíritu.5

A fines del siglo cuarto la homilia de Crisóstomosobre I Corintios 12 admitió que, aunque las lenguashabían cesado en su iglesia, en tiempos anteriores lagente esperaba las lenguas como la señal delEspíritu. Su discusión hace referencia a instanciasextrabíblicas y aparentemente post-apostólicas:

Todo este lugar es muy oscuro: perola oscuridad es producida por nuestraignorancia de los hechos a los cuales nosreferimos y por su cesación, siendo talescomo en aquel tiempo antes ocurrían peroahora ya no suceden. . . . Bueno: ¿Quesucedía en aquel entonces? Cualquieraque era bautizado hablaba inmediata-mente en lenguas. . . . Ellos recibían deuna vez en su bautismo el Espíritu. . . .Empezaban a hablar, uno en lengua de lospersas, otro en la de los romanos, otro enla de los indios, o en algún otro idioma. Yesto hacía saber a los de afuera que era elEspíritu en él que hablaba.6

En el siglo quinto Agustín discutió en contra delas lenguas en su día pero admitió que las lenguaseran previamente la evidencia esperada delbautismo del Espíritu:

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Pues el Espíritu Santo no es dadosolamente por la imposición de manosentre el testimonio de milagros tempo-rales juiciosos, como lo fue en días pasa-dos. . . . ¿Pues quién espera en estos díasque los sobre los cuales son impuestas lasmanos para que puedan recibir el EspírituSanto empíezen en seguida a hablar enlenguas?7

El líder de la Santidad R.A. Torrey observó a lasinstancias bíblicas de lenguas como la señal del bau-tismo del Espíritu: “Si uno es bautizado con elEspíritu Santo, ¿No hablará en lenguas? Pero anadie vi así hablando, y muchas veces me pregunté,¿Hay alguno hoy en día quien es actualmente bauti-zado con el Espíritu Santo?”8 El razonó finalmente deI Corintios 12 que las lenguas no siempre ocurrían.

Aun hoy en día, muchos no-P e n t e c o s t a l e sluchan con la posición bíblica sobre las lenguas, yofrecen negaciones notablemente débiles. Respecto aCornelio, los Comentarios Tyndale del NuevoTestamento declaran, “No podemos saber por cierto siel don de lenguas era el acompañamiento inevitablede la venida del Espíritu.”9 En un sentido parecido,Billy Graham escribió:

Entre muchas iglesias que se consid-eran como carismáticas, el hablar enlenguas no se considera como un esencialde haber nacido de nuevo. . . . Yo no puedover pruebas bíblicas sólidas para la posi-ción que las lenguas como una señal sondadas a todos los que son bautizados conel Espíritu. . . . El don de lenguas no es

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necesariamente una señal del bautismodel creyente por el Espíritu Santo paraentrada al cuerpo de Cristo.10

Juan Wimber, anteriormente profesor adjuntoen el Seminario Teológico Fuller y quien habla enlenguas, reconoció que el bautismo del Espírituforma parte de la salvación y que las lenguas son suevidencia iniciatoria. El ha intentado reconciliar estocon el hecho que la mayoría de los evangélicos no hanhablado en lenguas:

Los evangélicos . . . saben que recibenel Espíritu Santo cuando nacen de nuevo. .. . ¿Qué significa el nacer de nuevo en elNuevo Testamento? Si, como creen muchosevangélicos, la experiencia de Hechos 2:38fue el nacimiento de la iglesia, es conectadoentonces con la venida del Espíritu y donesespirituales. Mi pregunta a cualquierevangélico es: Si eso es cierto, entonces¿porqué no están los dones en la iglesiahoy? . . . Todo lo que se requiere es que ellosliberten los dones. . . . Hablar en lenguas op r o f e t i z a r. . . . Yo siempre utilizo a esos dosdones como iniciatorios porque eso pareceser el modelo en el Nuevo Te s t a m e n t o .11

Charles Parham, fundador del movimientoPentecostal del siglo veinte, enseñaba que una per-sona tiene que ser bautizada con el Espíritu Santocon la evidencia de lenguas para poder estar en laiglesia, la Esposa, el Cuerpo de Cristo, y el Rapto.12

(El aparentemente creía, sin embargo, que un gradomenor de la salvación era obtenible sin el bautismodel Espíritu).

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El ExclusivismoAlgunos se oponen al mensaje del nuevo naci-

miento como siendo demasiado exclusivo. La cristian-dad histórica siempre ha sido altamente exclusiva; lacuestión no es de dibujar o no la línea, sino de dóndedibujarla. Las iglesias conservativas hoy excluyen dela salvación a la gran mayoría de la humanidad,incluso a paganos altamente morales, judíos quienesdemuestran gran entendimiento del Antiguo Te s t a-mento, cultistas quienes confiesan a Cristo, mártiresde otras religiones, y humanitarios quienes demues-tran grande amor y desempeñan muchas buenasobras pero quienes no confiesan a Cristo.

La Iglesia Católica Romana ha pretendido tradi-cionalmente que solo los que se someten a su jerarquíason salvos. Así mantuvieron Cipriano en el siglo ter-cero y Agustín en el quinto. Cuando el CatolicismoRomano y la Ortodoxia Oriental se separaron en 1054,cada cual pretendía ser la única iglesia verdadera ypronunciaba anatemas sobre la otra. En 1302, el PapaBonifacio proclamó que era absolutamente necesario ala salvación que todos se sujetaran al pontíficeromano. Durante la Sima Papal (1378-1415), doslíneas opuestas de pontífices excomunicaron a todoslos seguidores de la otra. Después de la Reformación,la Iglesia Católica Romana consignó a todos losProtestantes a la condenación y hasta hoy no se haretirado oficialmente de esta posición.

Los reformadores protestantes demostraron vis-tas semejantes. Martín Lutero mantuvo que laIglesia Católica Romana era la iglesia apóstata, lagran ramera del Apocalipsis, y que el papa era el

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anticristo. El se rehusó a unirse con su co-reformadorUirich Zwingli porque Zwingli creía que el Eucaristíano contenía el cuerpo físico y la sangre física deCristo. Lutero llamó a Zwingli un “pagano total” y “elmártir del diablo,” y le dijo, “Tú tienes un espíritudiferente del nuestro.”1 3 Lutero rechazó a losAnabautistas como herejes, condenando y hastaadvocando la persecución de ellos.

Zwingli permitió que sus seguidores persiguier-an a los Anabautistas; ellos ahogaron a uno en el ríocomo un castigo apropiado para su insistencia en elbautismo por inmersión. Los Protestantes acostum-braban ejecutar a los Anabautistas por ahogamientoo por la espada, mientras que los Católicos usabanfuego para no “derramar sangre.”

Miguel Serveto fue quemado por los Calvinistasporque insistía en el rebautismo y negaba la trinidad(aunque afirmaba la absoluta deidad de Jesucristo).Juan Calvino le enjuició y consintió plenamente a suejecución, aunque Calvino hubiera preferido quefuera decapitado.

La Iglesia de Inglaterra persiguió a losPuritanos y los otros Separatistas. Los Puritanos, encambio, persiguieron a Bautistas y Cuáqueros en laAmérica Colonial.

Los fundamentalistas típicamente llaman a laIglesia Católica Romana un culto, niegan que losProtestantes liberales son salvos, y clasifican al Pen-tecostalismo como diabólico. Algunos Evangélicos, eincluso algunos Pentecostales Trinitarios, han clasi-ficado a los Pentecostales Unicitarios como herejes ocultistas. Las Iglesias de Cristo creen que solamenteellas son salvas.

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¿Cuál es la respuesta correcta a la acusación deexclusivismo? Primeramente, debemos reconocer queJesucristo mismo estableció al nuevo nacimientocomo el requisito para entrar en el reino de Dios, y Eldijo que nadie podría ser salvo excepto mediante El(Juan 3:3-5; 8:24; 14:6). El indicó que solamente unaminoría sería salva (Mateo 7:14; Lucas 13:23, 24).Sin embargo, El ofreció salvación a “él que quiera.”La salvación no se determina por afiliación o denom-inación religiosa. Cualquier persona, sin tener encuenta el nombre de su iglesia, que cree y obedece alevangelio de Jesucristo será salva.

No rechazamos a los que no han recibido laexperiencia neotestamentaria, sino que simplementeles animamos a que reciban todo lo que Dios tienepara ellos. Hay muchas personas sinceras y aunarrepentidas, como Apolos y los discípulos de Juan enEfeso, quienes necesitan ser guiadas a verdad másavanzada para que puedan tener un nuevo nacimien-to apostólico. Nuestra experiencia y nuestra doctrinadeben conformarse al modelo completo apostólico ybíblico. Los que buscan a Dios sin cumplir con estemodelo rendirán cuentas a Dios. Nuestra respons-abilidad es clara: debemos actuar sobre lo que sabe-mos ser la verdad.

Al considerar estos asuntos, los siguientes prin-cipios son importantes:

1. Dios es soberano, y solamente El es juez(Romanos 2:16, 9:15; Hebreos 12:23).

2. No debemos condenar o atacar a otros, sinopredicar el evangelio y ofrecer la salvación a todos(Marcos 9:39, 40; Juan 3:17; Filipenses 1:15-18).

3. La Biblia es la única autoridad para doctrina

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e instrucción en la salvación (Juan 5:39, 40; Gálatas1:8, 9; II Timoteo 3:15-17). No podemos imponerdemandas no bíblicas u ofrecer excepciones no bíbli-cas. No podemos depender de o ser movidos porrazonamiento humano, situaciones hipotéticas,grandes números de personas, figuras heroicas en lahistoria religiosa, o antepasados piadosos.

4. Dios guiará al buscador diligente a la salva-ción (Jeremías 29:13, 14; Mateo 7:7; Hechos 10:1-6;Hebreos 11:6).

5. El juicio de Dios tomará en cuenta la luz a ladisposición de cada individuo (Marcos 12:38-4 0 ;Lucas 12:42-48; Romanos 2:6, 11-16).

Algunos hipotetizan que Dios podrá permitir uncumplimiento irregular o no usual de Su plan declara-do. Por ejemplo, ¿Podría El aceptar el deseo genuinode una persona de ser bautizada si a esa persona se leimpide bautizarse antes de morir? (El CatolicismoRomano enseña que hay un “bautismo de deseo” entales casos.) ¿Podría Dios aceptar la fe sincera enCristo como Dios y Salvador de una persona en el bau-tismo aun si ella no conocía o no entendía la fórmuladel Nombre de Jesús? ¿Podría Dios dar a algunos elEspíritu Santo sin la señal de lenguas porque ellos noconocían o entendían las lenguas? ¿Podría Dios salvara algunas personas hoy fuera de la iglesia neotesta-mentaria o sin la plena experiencia neotestamentaria,quizás tras un modelo del Antiguo Testamento? A n a l o-gías posibles serían Jetro, Balaam, Nínive, y lacelebración irregular de la pascua por Ezequías (IICrónicas 30). ¿Podría existir un nivel menor de sal-vación u otra oportunidad después de la muerte?

El problema con estas teorías es que no tienen

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apoyo bíblico claro, entonces no tenemos autoridadpara enseñarlas como doctrina. Además, la Escrituraen su totalidad parece excluir las ideas de salvaciónfuera de la iglesia, dos niveles de salvación, o unasegunda oportunidad después de morir. Si Dios tieneplanes más allá de lo que El nos ha revelado, o si Elescoge aceptar un cumplimiento no usual de Su plan,es su prerogativa. Nosotros solamente podemospredicar y practicar lo que la Biblia declara. En vezde tratar de justificar vistas extrabíblicas, debemossostener y obedecer la enseñanza clara de laEscritura, gozando así de certeza y seguridad de sal-vación. Solamente podemos dejar los casos nousuales o hipotéticos en las manos de Dios.

Otro problema con muchas propuestas excep-ciones es que la Biblia, con su mensaje claro de sal-vación, ha sido obtenible a lo largo de la historia dela iglesia. Más y más evidencia está surgiendo de quepersonas en varias edades practicaban el bautismoen el nombre de Jesucristo y recibían el EspírituSanto con la señal de hablar en lenguas. En muchoscasos, individuos redescubrieron estas verdades porsí mismos. Aun en la Biblia, Cornelio aparentementenunca había oído del hablar en lenguas, pero todavíahabló en lenguas cuando recibió el Espíritu.

ConclusiónAl preseritar el mensaje del evangelio, debemos

enfatizar que la salvación es por fe, no por obras.Debemos proclamar un mensaje de esperanza, nocondenación. No hay necesidad de atacar a o hacerburla de otros grupos o individuos. Podemos recono-cer cualquier experiencia espiritual o nivel de verdad

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que hayan alcanzado y todavía proclamar “todo elconsejo de Dios” (Hechos 20:27). Nosotros no somossu juez, pero podemos y debemos proclamar la Pala-bra de Dios y atestar a nuestra propia experienciapersonal. Debemos afirmar la necesidad de obedien-cia continua a la Palabra de Dios- la necesidad de“andar en luz, como él está en luz” y de “crecer en lagracia y el conocimiento de nuestro Señor” (II Pedro3:18; I Juan 1:7).

¿Cuál es la conclusión para predicadores? Pri-meramente, recibirán lo que predican. Solamente sirecalcan la importancia de la experiencia de Hechos2:38 la recibirá la gente. En segundo lugar, si ellospredican el evangelio de Cristo con énfasis en la fe, laesperanza, y el amor, su ministerio será un éxitoespiritual. Si su interpretación doctrinal es correcta,salvarán a muchos. Si resultan ser demasiado exclu-sivos en su interpretación doctrinal pero evitan lacontención, la amargura, y el fariseísmo, todavía sal-varán a muchos y no dañarán a nadie. Finalmente,Hechos 2:38 se halla en la Biblia. Solamente puedeser correcto el predicar su mensaje positivamente atodos sin compromiso.

En sumario, afirmamos cuatro verdades:1. La Biblia es la única autoridad para sal-vación.2. La base de la salvación es la muerte, sepul-

tura, y resurrección de Cristo.3. La salvación viene solamente por la gracia

mediante la fe en Jesucristo.4. La aplicación de la gracia y la expresión de la

fe vienen mientras obedecemos a Hechos 2:38, recibi-endo así el nuevo nacimiento de Juan 3:3-5.

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Notas1. Véase David Bernard, The Oneness of God

(Hazelwood, Mo.: Word Aflame Press, 1983).2. Para documentación y más discusión de este

pàrrafo, véase David Bernard, The New Birth(Hazelwood, Mo.: Word Aflame Press, 1984) pp.264-281; William Chalfant, Ancient Champions ofOneness (Hazelwood, Mo.: Word Aflame Press, 1982),Cap. 5.

3. G.D. para F. Smith, A Brief Confession orDeclaration of Faith (1660) p. 6. El documento origi-nal se encuentra en la Biblioteca Británica enLondres.

4. Para documentación y más discusión de estepàrrafo, véase David Bernard, The New Birth, pp.282-303.

5. Ireneo, Against Heresies, 2.32.4, refiriéndosea I Corintios 2:6.

6. Juan Crisóstomo, Homilies on First Corin-thians, 29.

7. Agustín, “Against the Donatists,” O nBaptism, 3.16.21.

8. Rubén A. Torrey, The Baptism of the HolySpirit (New York: Fleming H. Revell, 1895), p. 18.

9. I. Howard Marshall, The Acts of theApostles, Vol. V de The Tyndale New TestamentCommentaries (Grand Rapids: Eerdmans, 1980), p.194.

10. Billy Graham, The Holy Spirit (Waco, Tex.:Word), pp. 250-258.

11. John Wimber, “John Wimber Calls It PowerEvangelism,” Charisma, Septiembre 1985, p. 35.

12. Charles Parham, A Voice Crying in the

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Wilderness (Baxter Springs, Kan.: Apostolic FaithBible College, 1902), pp. 27, 31, 35.

13. Sherwood Wirt, “You Can Buck the Systemand Win,” Christianity Today, 3 de Febrero de 1984,pp.20, 22.

Para una discusión detallada de los tópicos eneste folleto, véase The New Bírth (El Nuevo Naci-miento) por David K. Bernard, publicado por WordAflame Press.

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