Es La Conciencia Un Proceso Cerebral (Place)

7
Página 1 de 7 ¿Es la conciencia es un proceso cerebral? Introducción La opinión de que existe una clase separada de los acontecimientos, los eventos mentales, que no puede ser descrita en términos de los conceptos empleados por las ciencias físicas ya no tiene la aceptación universal e indiscutida entre los filósofos y psicólogos que una vez tuviera. El moderno fisicalismo, sin embargo, a diferencia del materialismo de los siglos XVII y XVIII, es conductista. La conciencia según esta opinión, o bien es un tipo especial de comportamiento, "muestreo", o comportamiento “de ida y venida”, como considera Tolman (1932, p. 206), o una disposición a comportarse de cierta manera, siendo una picazón, por ejemplo, una propensión temporal a rascarse. En el caso de conceptos cognitivos como 'saber', 'creer', 'comprender' y 'recordar', y conceptos volitivos como 'querer' y 'tener la intención', no hay duda, creo, que un análisis en términos de disposiciones a comportarse (Wittgenstein, 1953; Ryle, 1949) sea fundamentalmente correcto. Por otra parte, parece que existe un residuo insoluble de conceptos agrupándose en torno a las nociones de conciencia, experiencia sensación e imaginería mental, en donde algún tipo de historia de proceso interno es inevitable (Place, 1954). Es posible, por supuesto, que pueda hallarse un buen recuento conductista de este residuo conceptual en última instancia. Para nuestros propósitos actuales, sin embargo, voy a suponer que esto no puede hacerse y que las declaraciones acerca de dolores y punzadas, acerca de cómo se ven, suenan y se sienten las cosas, acerca de las cosas soñadas o imaginadas con en el ojo de la mente, son enunciados referentes a los acontecimientos y procesos que son en cierto privados o interiores para el individuo de quien son predicados. La pregunta que deseo plantear es la de que si al hacer esta suposición estamos inevitablemente comprometidos con una posición dualista en la que las sensaciones y las imágenes mentales forman una categoría distinta por arriba y más allá de los procesos físicos y fisiológicos con los que se sabe que están correlacionados. Argumentaré que una aceptación de procesos internos no implica al dualismo y que la tesis de que la conciencia es un proceso en el cerebro no puede ser descartada por motivos lógicos. El "es" de definición y el "es" de composición Quiero enfatizar desde el principio que, en la defensa de la tesis de que la conciencia es un proceso en el cerebro, no estoy tratando de argumentar que cuando describimos nuestros sueños, las fantasías y sensaciones, estamos hablando de un proceso en nuestro cerebro. Es decir, no estoy afirmando que las declaraciones acerca de las sensaciones y las imágenes mentales sean reductibles o suceptibles de ser analizadas en enunciados sobre los procesos cerebrales, en la manera en que los 'enunciados de cognición' son enunciados susceptibles de ser analizados en la forma de enunciados sobre el comportamiento. Decir que los enunciados acerca de la conciencia son enunciados sobre los procesos cerebrales es manifiestamente falso. Ello es mostrado (a) por el hecho de que usted puede describir sus sensaciones e imágenes mentales sin saber nada sobre los procesos de su cerebro o incluso que tales cosas existen, (b) por el hecho de que los enunciados acerca de la conciencia de uno y los enunciados acerca de los procesos cerebrales de uno son verificado en maneras totalmente diferentes, y (c) por el hecho de que no hay nada en sí auto-contradictorio sobre la declaración, "X tiene un dolor pero

description

filosofia

Transcript of Es La Conciencia Un Proceso Cerebral (Place)

  • Pgina 1 de 7

    Es la conciencia es un proceso cerebral?

    Introduccin

    La opinin de que existe una clase separada de los acontecimientos, los eventos

    mentales, que no puede ser descrita en trminos de los conceptos empleados por las

    ciencias fsicas ya no tiene la aceptacin universal e indiscutida entre los filsofos y

    psiclogos que una vez tuviera. El moderno fisicalismo, sin embargo, a diferencia del

    materialismo de los siglos XVII y XVIII, es conductista. La conciencia segn esta

    opinin, o bien es un tipo especial de comportamiento, "muestreo", o comportamiento

    de ida y venida, como considera Tolman (1932, p. 206), o una disposicin a

    comportarse de cierta manera, siendo una picazn, por ejemplo, una propensin

    temporal a rascarse. En el caso de conceptos cognitivos como 'saber', 'creer',

    'comprender' y 'recordar', y conceptos volitivos como 'querer' y 'tener la intencin', no

    hay duda, creo, que un anlisis en trminos de disposiciones a comportarse

    (Wittgenstein, 1953; Ryle, 1949) sea fundamentalmente correcto. Por otra parte, parece

    que existe un residuo insoluble de conceptos agrupndose en torno a las nociones de

    conciencia, experiencia sensacin e imaginera mental, en donde algn tipo de historia

    de proceso interno es inevitable (Place, 1954). Es posible, por supuesto, que pueda

    hallarse un buen recuento conductista de este residuo conceptual en ltima instancia.

    Para nuestros propsitos actuales, sin embargo, voy a suponer que esto no puede

    hacerse y que las declaraciones acerca de dolores y punzadas, acerca de cmo se ven,

    suenan y se sienten las cosas, acerca de las cosas soadas o imaginadas con en el ojo de

    la mente, son enunciados referentes a los acontecimientos y procesos que son en cierto

    privados o interiores para el individuo de quien son predicados. La pregunta que deseo

    plantear es la de que si al hacer esta suposicin estamos inevitablemente comprometidos

    con una posicin dualista en la que las sensaciones y las imgenes mentales forman una

    categora distinta por arriba y ms all de los procesos fsicos y fisiolgicos con los que

    se sabe que estn correlacionados. Argumentar que una aceptacin de procesos

    internos no implica al dualismo y que la tesis de que la conciencia es un proceso en el

    cerebro no puede ser descartada por motivos lgicos.

    El "es" de definicin y el "es" de composicin

    Quiero enfatizar desde el principio que, en la defensa de la tesis de que la conciencia es

    un proceso en el cerebro, no estoy tratando de argumentar que cuando describimos

    nuestros sueos, las fantasas y sensaciones, estamos hablando de un proceso en nuestro

    cerebro. Es decir, no estoy afirmando que las declaraciones acerca de las sensaciones y

    las imgenes mentales sean reductibles o suceptibles de ser analizadas en enunciados

    sobre los procesos cerebrales, en la manera en que los 'enunciados de cognicin' son

    enunciados susceptibles de ser analizados en la forma de enunciados sobre el

    comportamiento. Decir que los enunciados acerca de la conciencia son enunciados sobre

    los procesos cerebrales es manifiestamente falso. Ello es mostrado (a) por el hecho de

    que usted puede describir sus sensaciones e imgenes mentales sin saber nada sobre los

    procesos de su cerebro o incluso que tales cosas existen, (b) por el hecho de que los

    enunciados acerca de la conciencia de uno y los enunciados acerca de los procesos

    cerebrales de uno son verificado en maneras totalmente diferentes, y (c) por el hecho de

    que no hay nada en s auto-contradictorio sobre la declaracin, "X tiene un dolor pero

  • Pgina 2 de 7

    no pasa nada en su cerebro". Lo que quiero afirmar, sin embargo, es que aunque el

    enunciado "La conciencia es un proceso en el cerebro" no es necesariamente cierto,

    tampoco es necesariamente falso. El enunciado "La conciencia es un proceso en el

    cerebro," en mi opinin, no es ni auto-contradictorio ni autoevidente; es una hiptesis

    cientfica razonable, de la misma manera en que el enunciado, "El rayo es un

    movimiento de cargas elctricas," es una hiptesis cientfica razonable.

    Sospecho que la opinin casi universalmente aceptada de que una afirmacin de la

    identidad entre conciencia y procesos cerebrales puede ser descartada meramente por

    motivos lgicos deriva de un fracaso en distinguir entre lo que podramos llamar el 'es'

    de definicin y el 'es' de composicin. La distincin que tengo en mente aqu es la

    diferencia entre la funcin de la palabra 'es' en los enunciados como, "Una plaza es un

    rectngulo equiltero", "El rojo es un color", o "Entender una instruccin es ser capaz

    de actuar adecuadamente bajo las circunstancias apropiadas ", y su funcin en

    enunciados como:" Su mesa es una vieja caja de embalaje", "Su sombrero es un manojo

    de paja atada junto con una cuerda", o "Una nube es una masa de gotitas de agua otras

    partculas en suspensin". Estos dos tipos de enunciados de la forma 'es' tienen una cosa

    en comn. En ambos casos tiene sentido aadir el calificativo "y nada ms". En esto

    difieren de las declaraciones en las que el 'es' es un 'es' de predicacin; los enunciados

    "Toby tiene 80 aos y nada ms", "Su sombrero es rojo y nada ms", o "las jirafas son

    altas y nada ms", por ejemplo, son sinsentidos. Esta caracterstica lgica puede ser

    descrita diciendo que en ambos casos el sujeto gramatical y el predicado gramatical son

    expresiones que proporcionan una adecuada caracterizacin del estado de cosas a la que

    ambos se refieren.

    En otro sentido, sin embargo, los dos grupos de enunciados son notablemente

    diferentes. Enunciados como "Una plaza es un rectngulo equiltero" son enunciados

    necesarios que son verdaderos por definicin. Enunciados como "Su mesa es una vieja

    caja de embalaje", por otro lado, son enunciados contingentes, los cuales tienen que ser

    verificados por observacin. En el caso de enunciados como "Una plaza es un

    rectngulo equiltero", o "El rojo es un color," hay una relacin entre el significado de

    la expresin que conforma el predicado gramatical y el significado de la expresin que

    conforma el sujeto gramatical, de tal manera que siempre la expresin del sujeto sea

    aplicable, el predicado tambin debe ser aplicable. Si se puede describir una cosa

    describir como roja, entonces tambin debe poderse describirla como 'de color'. En el

    caso de enunciados como "Su mesa es una vieja caja de embalaje", por otro lado, no

    existe tal relacin entre los significados de la expresin 'su mesa' y 'vieja caja de

    embalaje'; simplemente ocurre que en este ambas expresiones son aplicables y al mismo

    tiempo proveen una caracterizacin adecuada del mismo objeto. Sospecho que los que

    sostienen que la declaracin "La conciencia es un proceso cerebral" es lgicamente

    insostenible basan su reclamacin, en la errnea suposicin de que si los significados de

    dos enunciados o expresiones estn bastante desconectadas entre s, no pueden

    proporcionar una adecuada caracterizacin del mismo objeto o estado de cosas: si algo

    es un estado de conciencia, no puede ser un proceso cerebral, puesto que no hay nada

    auto-contradictorio en el supuesto de que alguien sienta un dolor cuando no haya nada

    ocurriendo dentro de su crneo. De la misma manera, podramos ser llevados a concluir

    que una mesa no puede ser una vieja caja de embalaje, dado que no hay nada auto-

    contradictorio en suponer que alguien tiene una mesa, pero no est en posesin de una

    vieja caja de embalaje.

  • Pgina 3 de 7

    La independencia lgica de expresiones y la independencia ontolgica de entidades

    Hay, por supuesto, una diferencia importante entre el ejemplo de la mesa/caja de

    embalaje y el ejemplo de la conciencia/proceso cerebral en tanto que el enunciado "Su

    mesa es una vieja casa de embalaje" es una proposicin particular que slo se refiere a

    un caso concreto, mientras que la proposicin "La conciencia es un proceso en el

    cerebro," es una proposicin general o universal que aplica a todos los estados de

    conciencia. Es bastante claro, creo, que si viviramos en un mundo en el que todas las

    cajas sin excepcin fueran cajas de embalaje, los conceptos de 'mesa' y 'caja de

    embalaje' en nuestra lengua no tendran su presente estado lgicamente independiente.

    En tal mundo, una mesa sera una especie de caja de embalaje de la misma manera que

    el rojo es una especie de color. Parece ser una norma del lenguaje que siempre que una

    variedad determinada de objeto o un estado de cosas tenga dos caractersticas o dos

    conjuntos de caractersticas, una de las cuales es exclusiva de la variedad de objeto o

    estado de cosas en cuestin, la expresin utilizada para referirse a la caracterstica o al

    conjunto de caractersticas que define la variedad de objeto o estado de cosas en

    cuestin siempre implica la expresin utilizada para referirse a la otra caracterstica o

    conjunto de caractersticas. Si esta regla no admitiese ninguna excepcin, se seguira

    que cualquier expresin que es lgicamente independiente de otra expresin que

    caracteriza de manera nica a una variedad dada de objeto o estado de cosas debe hacer

    referencia a una caracterstica o conjunto de caractersticas que normalmente no est

    normal o necesariamente asociada con el objeto o estado de cosas en cuestin. Sugiero

    que es debido a que esta regla aplica casi universalmente, que normalmente estamos

    justificados al argumentar desde la independencia lgica de dos expresiones hacia la

    independencia ontolgica de los estados de cosas a los que se refieren. Esto explicara

    tanto la indudable fuerza del argumento de que los procesos de la conciencia y el

    cerebro deben ser entidades independientes porque las expresiones utilizadas para

    referirse a ellos son lgicamente independientes y, en general, el curioso fenmeno por

    el cual las preguntas sobre el mobiliario del universo suelen ser combatidas y no sea

    raro que sean decididas meramente sobre la base de la lgica.

    El argumento desde la independencia lgica de dos expresiones hacia la independencia

    ontolgica de las entidades a que se refieren se rompe en el caso de los procesos del

    cerebro y la conciencia, creo, porque este es uno de un nmero relativamente pequeo

    de casos en los que la regla antes enunciada no aplica. Sugiero que estas excepciones se

    encuentran en los casos en que las operaciones que deben realizarse a fin de verificar la

    presencia de los dos conjuntos de caractersticas inherentes al objeto o estado de cosas

    en cuestin rara vez o nunca pueden realizarse simultneamente. Un buen ejemplo es el

    caso de la nube y la masa de gotas u otras partculas en suspensin. Una nube es una

    gran masa semitransparente de textura aborregada suspendida en la atmsfera, cuya

    forma est sujeta a cambio continuo y caleidoscpico. Cuando se observa de cerca, sin

    embargo, se encuentra que consiste en una masa de partculas pequeas, generalmente

    gotas de agua, en continuo movimiento. Sobre la base de esta segunda observacin

    llegamos a la conclusin de que una nube es una masa de partculas pequeas y nada

    ms. Pero no hay ninguna conexin lgica en nuestro lenguaje entre una nube y una

    masa de partculas diminutas; no hay nada auto-contradictorio en decir de una nube que

    no est compuesta de partculas pequeas en suspensin. No hay ninguna contradiccin

    involucrada en suponer que las nubes consisten en una densa masa de tejido fibroso; de

    hecho, tal coherencia parece estar implcita en muchas de las funciones desempeadas

    por las nubes en los cuentos de hadas y en la mitologa. Es claro a partir de esto que los

    trminos 'nube' y 'masa de partculas pequeas en suspensin' significan cosas muy

  • Pgina 4 de 7

    distintas. Sin embargo, no concluimos de ello que debe haber dos cosas, la masa de las

    partculas en suspensin y la nube. Sugiero que la razn de ello es que, aunque las

    caractersticas de ser una nube y ser una masa de pequeas partculas en suspensin

    estn invariablemente asociadas, nunca hacemos las observaciones necesarias para

    verificar el enunciado "Esa es una nube," y aquellas necesarias para verificar el

    enunciado "Esto es una masa de partculas pequeas en suspensin" en uno y el mismo

    tiempo. Podemos observar la microestructura de una nube slo cuando estamos

    envueltos por ella, una condicin que efectivamente nos impide la observacin de

    aquellas caractersticas que, a partir de una distancia, nos llevan a describirla como una

    nube. De hecho, son tan dispares estas dos experiencias que usamos palabras diferentes

    para describirlas. Aquello que es una nube cuando la observamos desde la distancia se

    convierte en una niebla o roco cuando estamos envueltos por ello.

    Cundo dos series de observaciones son del mismo evento?

    El ejemplo de la nube y la masa de pequeas partculas en suspensin fue elegido

    porque es uno de los pocos casos de una proposicin general que involucra lo que he

    llamado el 'es' de composicin, que no nos involucra en tecnicismos cientficos. Es til,

    porque pone de manifiesto la conexin entre los casos ordinarios de la vida diaria del

    'es' de composicin, como el ejemplo de la mesa/embalaje caso, y los casos ms

    tcnicos, como "un rayo es un movimiento de cargas elctricas," en donde la analoga

    con el caso del proceso conciencia/cerebro es ms marcada. La limitacin del caso

    nube/pequeas partculas en suspensin es que deja suficientemente claro el problema

    crucial de cmo se ha establecido la identidad de los estados de cosas mencionados por

    las dos expresiones. En el caso de nubes, el hecho de que algo es una nube y el hecho de

    que algo es una masa de pequeas partculas en suspensin son verificados a la vez a

    travs de los procesos normales de observacin visual. Ms an, es discutible que la

    identidad de las entidades mencionadas por las dos expresiones sea establecida por la

    continuidad entre los dos conjuntos de observaciones mientras el observador se mueve

    hacia la nube o se aleja de ella. En el caso de los procesos del cerebro y la conciencia

    no existe continuidad entre las dos series de observaciones involucradas. Un escrutinio

    introspectivo ms cercano nunca revelar el paso de los impulsos nerviosos por un

    millar de sinapsis en la manera en que un examen ms detenido de una nube revelar

    una masa de partculas pequeas en suspensin. Las operaciones necesarias para

    verificar los enunciados sobre la conciencia y las declaraciones sobre los procesos

    cerebrales son fundamentalmente diferentes.

    Para encontrar un paralelo para este rasgo hay que examinar otros casos en que una

    identidad se afirma entre algo cuya ocurrencia es verificada a travs de los procesos

    ordinarios de observacin y algo cuya ocurrencia es establecida a travs de los

    procedimientos cientficos especiales. Con este propsito he elegido el caso en que

    decimos que el relmpago es un movimiento de cargas elctricas. Como en el caso de

    conciencia, por muy de cerca que examinemos el relmpago, nunca seremos capaces de

    observar las cargas elctricas; y as como las operaciones para determinar la naturaleza

    del estado de conciencia de uno son radicalmente diferentes de aquellas involucradas en

    determinar la naturaleza de los procesos cerebrales de uno, as tambin las operaciones

    para determinar la incidencia de un relmpago son radicalmente diferentes de las que

    estn involucradas en la determinacin de la ocurrencia de un movimiento de cargas

    elctricas. Qu es, por tanto, aquello que nos conduce a decir que los dos conjuntos de

    observaciones son observaciones del mismo evento? No puede ser meramente el hecho

  • Pgina 5 de 7

    de que las dos series de observaciones estn correlacionadas de forma sistemtica de tal

    forma que siempre que hay un rayo tambin hay un movimiento de cargas elctricas.

    Hay innumerables casos de tal tipo de correlaciones donde no tenemos ninguna

    tentacin de decir que los dos conjuntos de observaciones son observaciones del mismo

    evento. Existe una correlacin sistemtica, por ejemplo, entre el movimiento de las

    mareas y las fases de la luna, pero esto no nos lleva a decir que los registros de los

    niveles de marea son los registros de las fases de la luna, o viceversa. Hablamos, ms

    bien, de una conexin causal entre dos fenmenos o procesos independientes.

    La respuesta aqu parece ser que tratamos a las dos series de observaciones como las

    observaciones del mismo evento, en aquellos casos en que la tcnica de observaciones

    cientficas puestas en el contexto del apropiado cuerpo de teora cientfica provee de una

    explicacin inmediata de las observaciones formuladas por el hombre de la calle. As,

    concluimos que el rayo no es nada ms que un movimiento de cargas elctricas, porque

    sabemos que un movimiento de cargas elctricas a travs de la atmsfera, tal y como

    ocurre cuando se reporta un relmpago, da lugar al tipo de estimulacin visual que

    conducira a un observador a reportar un destello de un relmpago. En el caso

    luna/marea, por otro lado, no existe tal conexin causal directa entre las fases de la luna

    y las observaciones hechas por la persona que mide la altura de la marea. La relacin de

    causalidad es entre la luna y las mareas, no entre la luna y la medicin de las mareas.

    La explicacin fisiolgica de la introspeccin y la falacia fenomenolgica

    Si este recuento es correcto, debera seguirse que con el fin de establecer la identidad

    entre la conciencia y ciertos procesos en el cerebro, sera necesario demostrar que las

    observaciones introspectivas reportadas por el sujeto pueden ser descritas en trminos

    de procesos que se sabe que han ocurrido en su cerebro. A la luz de esta sugerencia es

    muy interesante encontrar que cuando un fisilogo, a diferencia de un filsofo, le resulta

    difcil ver cmo la conciencia puede ser un proceso en el cerebro, lo que le preocupa no

    es cualquier supuesta auto-contradiccin involucrada en este tipo de supuesto, sino la

    aparente imposibilidad de dar cuenta de los reportes dados por el sujeto de sus procesos

    conscientes en trminos de las propiedades conocidas del sistema nervioso central. Sir

    Charles Sherrington ha planteado el problema de la siguiente manera: La cadena de eventos que se extiende desde la radiacin del sol que entra al ojo hasta la

    contraccin de los msculos pupilares, por una parte, y por el otro, hasta las perturbaciones

    elctricas en la corteza cerebral, son todos pasos directos en una secuencia de 'causacin' fsica,

    tal y como son, gracias a la ciencia, inteligibles. Pero en la segunda cadena serial sigue, o asiste,

    la fase de la reaccin de la corteza cerebral, un evento o una serie de eventos bastante

    inexplicable para nosotros como a s mismos, y en cuanto al vnculo de causalidad entre ellos y

    los que les precedieron a ellos, la ciencia no nos ayuda; un conjunto de eventos aparentemente

    inconmensurables con cualquiera de los acontecimientos que condujeron a ella. El s mismo 've'

    el sol; siente un disco brillante bidimensional situado en el 'cielo', siendo este ltimo un campo

    de menor brillo, y con la forma ms bien de un domo aplanado, por encima del s mismo, as

    como tambin de un centenar de otras cosas visuales. No hay ninguna pista de que esto se

    encuentre dentro de la cabeza. La visin es saturada con esta extraa propiedad llamada

    'proyeccin', la inferencia indiscutida de que lo que ve est a una 'distancia' del s mismo que

    est viendo, Se ha dicho lo suficiente para sealar que en la secuencia de eventos se alcanza un

    paso en el que una situacin fsica en el cerebro conduce a una psquica, la cual, sin embargo,

    no contiene ninguna pista del cerebro o de cualquier otra parte del cuerpo La suposicin tiene

    que ser, al parecer, dos series continuas de eventos, una fsico-qumica, la otro psquica y, a

    veces, la interaccin entre ellas. (Sherrington, 1947, pp. XX-XXI)

  • Pgina 6 de 7

    As como no es probable que el fisilogo se impresione por el reparo del filsofo ante la

    idea de que haya alguna auto-contradiccin involucrada en suponer que la conciencia

    sea un proceso cerebral, de mismo modo no es probable que el filsofo se impresione

    por las consideraciones que condujeron Sherrington a la conclusin de que hay dos

    series de eventos, una fsico-qumica, la otra psquica. El argumento de Sherrington,

    por toda su apelacin emocional, depende de error lgico bastante simple, que es, por

    desgracia, cometido con demasiada frecuencia por psiclogos y fisilogos, y no es raro

    que en el pasado por los filsofos mismos. Este error lgico, al que me referir como la

    'falacia fenomenolgica', es el error de suponer que cuando el sujeto describe su

    experiencia, cuando l describe cmo se ven, suenan, huelen, saben, o se sienten las

    cosas para l, l est describiendo las propiedades literales de los objetos y los

    acontecimientos en una peculiar especie de cinema o pantalla de televisin interna, a la

    que se es referida en la moderna literatura psicolgica como 'campo fenomnico'. Si

    asumimos, por ejemplo, que cuando un sujeto reporta una imagen residual verde, l est

    afirmado la ocurrencia dentro de l de un objeto que es literalmente verde, est claro

    que tenemos en nuestras manos una entidad para la que no hay lugar en el mundo de la

    fsica. En el caso de la imagen residual verde no hay objeto verde en el medio ambiente

    del sujeto que corresponda a la descripcin que l da. Tampoco hay nada verde en su

    cerebro; ciertamente no hay nada que pudiera haber emergido cuando l report la

    aparicin de la imagen residual verde. Los procesos cerebrales no son el tipo de cosas a

    las cuales se le puede aplicar adecuadamente los conceptos de color.

    La falacia fenomenolgica sobre la cual se basa este argumento depende de la errnea

    suposicin de que debido a nuestra capacidad para describir las cosas en nuestro medio

    ambiente depende de nuestra conciencia de ellos, nuestras descripciones de las cosas

    son primariamente descripciones de nuestra experiencia consciente, y slo en segundo

    lugar, indirecta e inferencialmente, descripciones de los objetos y eventos en nuestro

    entorno. Se asume que, debido a que reconocemos las cosas en nuestro medio por su

    aspecto, sonido, olor, sabor y tacto, comenzamos por describir sus propiedades

    fenomnicas, es decir, las propiedades de las visiones, sonidos, olores, sabores, y tactos

    que producen en nosotros, e inferimos sus propiedades reales a partir de sus propiedades

    fenomnicas. De hecho, el caso es a la inversa. Empezamos por aprender a reconocer

    las propiedades reales de las cosas en nuestro medio. Aprendemos a reconocerlas, por

    supuesto, por su aspecto, sonido, olor, sabor y tacto, pero esto no significa que hemos

    de aprender a describir el aspecto, sonido, olor, sabor y tacto de las cosas antes de que

    podamos describir las cosas mismas. De hecho, es slo despus de que hemos aprendido

    a describir las cosas en nuestro entorno que podemos aprender a describir nuestra

    conciencia de ellas. Describimos nuestra experiencia consciente, no en trminos de las

    mitolgicas 'propiedades fenomnicas' que se supone son inherentes a los mitolgicos

    "objetos" en el mitolgico "campo fenomnico", sino a travs de la referencia a las

    propiedades fsicas actuales de los objetos fsicos concretos, eventos, y procesos que

    normalmente, aunque quizs no en el presente caso, dan lugar al tipo de experiencia

    consciente que estamos tratando de describir. En otras palabras, cuando describimos la

    imagen residual como verde, no estamos diciendo que hay algo, la imagen residual, que

    es verde; estamos diciendo que estamos teniendo el tipo de experiencia que

    normalmente tenemos y que hemos aprendido a describir como cuando vemos un

    parche de luz verde.

    Una vez que nos libramos de la falacia fenomenolgica nos damos cuenta de que el

    problema de explicar las observaciones introspectivas en trminos de procesos

    cerebrales est lejos de ser insuperable. Nos damos cuenta de que no hay nada que no

  • Pgina 7 de 7

    hay nada que el sujeto que hace introspeccin diga acerca de sus experiencias

    conscientes que sea inconsistente con cualquier cosa que el fisilogo pueda decir acerca

    de los procesos cerebrales que causan que l describa el medio ambiente y su conciencia

    del medio ambiente en la forma en que lo hace. Cuando el sujeto describe su

    experiencia diciendo que una luz que es de hecho estacionaria parece moverse, todo lo

    que el fisilogo o psiclogo fisiolgico tiene que hacer para explicar las observaciones

    introspectivas del sujeto es mostrar que el proceso cerebral que causa que el sujeto

    describa su experiencia de esta manera es el tipo de proceso que normalmente ocurre

    cuando l est observando un objeto en movimiento actual y que, por tanto,

    normalmente causa que l informe el movimiento de un objeto en su entorno. Una vez

    que el mecanismo por el cual el individuo describe lo que est sucediendo en su entorno

    ha sido elaborado, todo lo que se requiere para explicar la capacidad del individuo para

    hacer observaciones introspectivas es una explicacin de su habilidad para discriminar

    entre aquellos casos en los que sus hbitos normales de descripcin verbal son

    apropiados para la situacin estmulo y los casos en los que no lo son, y una

    explicacin de cmo y por qu l aprende a emitir sus protocolos descriptivos ordinarios

    precedidos por una frase calificativa como "parece", "se asemeja", "se ve como", "se

    siente como", etc, en los casos en que la adecuacin de sus hbitos descriptivos

    normales estn en duda.