Entrega 6a Proceres de mi tierra

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12 Entrega 6/12 de las páginas informativas que complementan a Próceres de Mi Tierra. Recortar y coleccionar Hoy circulan los vestidos de Policarpa Salavarrieta, espera el próximo lunes 11 de abril, el figurín y ficha técnica de Antonio Nariño Patrocinan: Otras mujeres en la independencia colombiana Bibliografía Historia de Colombia para la enseñanza secunda- ria por Henao y Arrubla. Historia de Colombia –Significado de la obra co- lonial, independencia y república- Hermano Justo Ramón S.C. Gran Enciclopedia de Colombia. Biblioteca El Tiempo. Círculo de lectores. Credencial Historia. –artículo de Beatriz Castro C.- Historia de Colombia –La independencia y la repú- blica- Rafael María Granados. http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/bio- grafias/gaitana.htm por Marta Herrera Ángel http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/bio- grafias/abremerc.htm por Javier Ocampo López Apoteosis de Antonia Santos. Primer centenario de su muerte. Bogotá, Imprenta Nacional, 1919. Monsalve, José Dolores; Mujeres de la Indepen- dencia. Biblioteca de Historia Nacional. Bogotá, Academia Colombiana de Historia, 1926. “Ved que aunque mujer y joven me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más…” Esta fra- se pronunciada por la Pola sobre la tarima del cadalso tiene la fuerza suficiente para significar la pre- sencia de la mujer, la juventud y la sociedad civil en el magno pro- ceso de nuestra independencia. La historia y con ella la poesía, el drama, la novela, el ensayo, la oratoria y todos los medios que el ser humano ha tenido a su al- cance para comunicar sus sen- timientos, han pregonado y han otorgado tintes de grandeza a la gesta emancipadora, como un hecho que fue producto de unos varones experimentados y a la sombra de recintos exclusivos de las élites políticas y culturales de la época. Han dejando de lado la intervención de la mujer, de la juventud y de la sociedad civil, a no ser como simples instrumen- tos al servicio de las intenciones de quienes orientaban los movi- mientos sociales. 200 años después, los historia- dores desempolvan y revisan do- cumentos con el fin de encontrar una verdad más real sobre los he- chos y sus protagonistas. Es una tarea difícil pero es la posibilidad de llevar al conocimiento de la so- ciedad de hoy, cómo se comportó el pueblo llano y sencillo ante los sucesos mediante los cuales se buscaba destronar a un monarca y poner en su lugar… a quién? Es in- negable que al lado de los hombres que expresaban ideas de libertad e independencia y a renglón se- guido tomaron el mando, estaban sus esposas, quienes a pesar de no tener títulos universitarios, por- que a eso las condenaba no solo la sociedad sino el régimen de en- tonces, pusieron su inteligencia, la fuerza de su afecto, su sentido práctico de previsión y su forta- leza física como soporte eficaz y definitivo para las empresas que acometían sus esposos. No pode- mos ignorar que junto al ejército de los varones marchaba o tra- bajaba un grupo igualmente nu- meroso de mujeres, conformado por las esposas, novias, madres o hermanas de quienes cargaban las armas, encargadas de preparar alimentos, arreglar ropa y unifor- mes, prevenir alojamiento, servir como mensajeras, espías y divul- gadoras de las ideas, y hasta pro- veer de armas y municiones. Tam- bién ellas arrostraban los miedos, fatigas, incomodidades, riesgos y peligros de la guerra. Mediante el mestizaje llevamos sangre de aborígenes valientes como la cacica La Gaitana, he- roína indígena que gobernaba gran número de grupos indíge- nas asentados en lo que hoy es el Huila y quien en 1538, tras la ejecución de su hijo por Pedro de Añasco, conformó una unión de tribus conocida como la fe- deración Pijao, conformada por más de quince mil guerreros, quienes opusieron fuerte resis- tencia a los españoles, pero fi- nalmente serían derrotados en 1540. También destacaron por su va- lor las indígenas Zoratema y en Antioquia, la cacica Agrazaba, quien se conoce como la líder en el asalto que logró penetrar en el campamento de los expe- dicionarios españoles dirigidos por Pedro de la Vega, Juan de Valor indígena “La Gaitana, primer grito de libertad” obra presentada en el marco del bicentenario de la Independencia, por el Grupo Danza Concierto con musical original del Taller de composición de la Universidad Eafit. Cortesía, Lucrecia Piedrahita. Policarpa Salavarrieta por el maestro Luis E Rodriguez Fonseca Ortega y Fermín Sánchez, dando muerte a algunos de ellos y liberando a sus hombres que estaban siendo sometidos a torturas.

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Hoy circulan los vestidos de Policarpa Salavarrieta, espera el próximo lunes 11 de abril, el figurín y ficha técnica de Antonio Nariño

Patrocinan:

Otras mujeres en la independencia colombiana

BibliografíaHistoria de Colombia para la enseñanza secunda-ria por Henao y Arrubla.

Historia de Colombia –Significado de la obra co-lonial, independencia y república- Hermano Justo Ramón S.C.

Gran Enciclopedia de Colombia. Biblioteca El Tiempo. Círculo de lectores.

Credencial Historia. –artículo de Beatriz Castro C.-

Historia de Colombia –La independencia y la repú-blica- Rafael María Granados.

http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/bio-grafias/gaitana.htm por Marta Herrera Ángel

http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/bio-grafias/abremerc.htm por Javier Ocampo López

Apoteosis de Antonia Santos. Primer centenario de su muerte. Bogotá, Imprenta Nacional, 1919.

Monsalve, José Dolores; Mujeres de la Indepen-dencia. Biblioteca de Historia Nacional. Bogotá, Academia Colombiana de Historia, 1926.

“Ved que aunque mujer y joven me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más…” Esta fra-se pronunciada

por la Pola sobre la tarima del

c a d a l s o tiene la f u e r z a

suficiente para significar la pre-sencia de la mujer, la juventud y la sociedad civil en el magno pro-ceso de nuestra independencia. La historia y con ella la poesía, el drama, la novela, el ensayo, la oratoria y todos los medios que el ser humano ha tenido a su al-cance para comunicar sus sen-timientos, han pregonado y han otorgado tintes de grandeza a la gesta emancipadora, como un hecho que fue producto de unos varones experimentados y a la sombra de recintos exclusivos de las élites políticas y culturales de la época. Han dejando de lado la intervención de la mujer, de la juventud y de la sociedad civil, a no ser como simples instrumen-tos al servicio de las intenciones de quienes orientaban los movi-mientos sociales.200 años después, los historia-dores desempolvan y revisan do-cumentos con el fin de encontrar una verdad más real sobre los he-chos y sus protagonistas. Es una tarea difícil pero es la posibilidad de llevar al conocimiento de la so-ciedad de hoy, cómo se comportó el pueblo llano y sencillo ante los

sucesos mediante los cuales se buscaba destronar a un monarca y poner en su lugar… a quién? Es in-negable que al lado de los hombres que expresaban ideas de libertad e independencia y a renglón se-guido tomaron el mando, estaban sus esposas, quienes a pesar de no tener títulos universitarios, por-que a eso las condenaba no solo la sociedad sino el régimen de en-tonces, pusieron su inteligencia, la fuerza de su afecto, su sentido práctico de previsión y su forta-leza física como soporte eficaz y definitivo para las empresas que acometían sus esposos. No pode-mos ignorar que junto al ejército de los varones marchaba o tra-bajaba un grupo igualmente nu-meroso de mujeres, conformado por las esposas, novias, madres o hermanas de quienes cargaban las armas, encargadas de preparar alimentos, arreglar ropa y unifor-mes, prevenir alojamiento, servir como mensajeras, espías y divul-gadoras de las ideas, y hasta pro-veer de armas y municiones. Tam-bién ellas arrostraban los miedos, fatigas, incomodidades, riesgos y peligros de la guerra.

Mediante el mestizaje llevamos sangre de aborígenes valientes como la cacica La Gaitana, he-roína indígena que gobernaba gran número de grupos indíge-nas asentados en lo que hoy es el Huila y quien en 1538, tras la ejecución de su hijo por Pedro de Añasco, conformó una unión de tribus conocida como la fe-deración Pijao, conformada por más de quince mil guerreros, quienes opusieron fuerte resis-tencia a los españoles, pero fi-nalmente serían derrotados en 1540. También destacaron por su va-lor las indígenas Zoratema y en Antioquia, la cacica Agrazaba, quien se conoce como la líder en el asalto que logró penetrar en el campamento de los expe-dicionarios españoles dirigidos por Pedro de la Vega, Juan de

Valor indígena

“La Gaitana, primer grito de libertad” obra presentada en el marco del bicentenario de la Independencia, por el Grupo Danza Concierto con musical original del Taller de composición de la Universidad Eafit. Cortesía, Lucrecia Piedrahita.

Policarpa Salavarrieta por el maestro Luis E Rodriguez Fonseca

Ortega y Fermín Sánchez, dando muerte a algunos de ellos y liberando a sus hombres que estaban siendo sometidos a torturas.