EL SACO DE PROPOSICIONES

Dentro de la ritualidad masónica, encontramos el llamado Saco de Proposiciones o el mensaje de la viuda, como se denomina en varios Orientes, para que los QQ:. HH:., comuniquen los trabajos que quieren desarrollar en la Log:.

En el desarrollo de toda Tenida Masónica se hace circular dicho saco; es más, se dice que si no cumple este paso litúrgico la Tenida no se consuma en su totalidad el rito.

La circulación del Saco de Proposiciones es, sin duda, la máxima expresión de libertad que existe dentro del conglomerado masónico, por cuanto allí se pone de latente el derecho de expresión de todos los QQ:. HH:: presentes en la Tenida.

Este saco es el oído del taller, pues contiene el pensamiento masónico para y fuera de la Logia, pero además, en él se encuentra el contacto puro y níveo de todo profano que quiere ingresar a la Fraternidad, en mejores palabras, es el camino que tiene el profano para conectarse con la Masonería, mediante petición directa o mediadora de un masón, así como las afiliaciones y regularización de masones.

El saco de proposiciones debe circular antes que transite el cepillo o Tronco de beneficencia, sin cuyo requisito, no se puede proceder al cierre de los trabajos.

El saco de proposiciones es una bolsa oblonga de boca bastante ancha y de regular dimensión para que en ella se puedan introducir los pliegos de correspondencia, pero además, que no sean perceptibles, si así conviene o desea, por otro Q:. H:., que no sea el que lo deposita.

Esta circulación la realizan los HH:: Expertos del Taller o el M:. de Cer:. O en su defecto a quien designe el V:. M:.

El Q:. H:., que haga el recorrido con el tronco de proposiciones debe colocar la bolsa oblonga a su espalda para evitar mirar quién o quiénes depositan correspondencia, pues es su deber cumplir su trabajo en silencio auditivo y visual a fin de no distinguir posteriormente, con la observancia de los pliegos, que QQ:. HH::, enviaron correspondencia, debemos recordar que el sigilo es uno de los arcanos de todos los HH:., o mejor, es uno de los grandes secretos de la Masonería.

Este sigilo auditivo y visual evita conocer de antemano el contenido del saco, pues el primero de todos, el V:. M:, es a quien le corresponde enterarse del número de epístolas que llegan al O:., y anunciarlo al Taller por conducto de los Vigilantes.

El H:., que hace el recorrido y se entera de quién o quiénes envían misivas al O:., pero además, se entera del número enviado, incumple el rito y desordena la Tenida y viola su propio derecho al respeto masónico.

SÍSALO WANCJERM:. M:.