El Padre y Los Dos Hijos en Clave Hospitalaria (Misericordia)

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También conocida como el padre misericordioso o el hijo pródigo. Siempre con los brazos abiertos

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  • El Padre y los

    dos hijos

    en clave

    HOSPITALARIA

    Lc. 15, 11Lc. 15, 11Lc. 15, 11Lc. 15, 11----32323232

  • Un hombre tenia dos hijos; y el menor de ellos dijo al

    padre: Padre, dame la parte de la hacienda que me

    corresponde. Y l les reparti la hacienda

    Pero si nos fijamos bien, esto ocurre

    cuando estamos en lo mejor de la vida,

    llenos de salud, fuertes. Cuando se goza

    de buena salud la dimensin espiritual

    puede quedar infravalorada, por la

    primaca que se da en nuestros das a

    todo lo material.

    El hijo pide lo que cree que es suyo, y el padre les reparti la hacienda; o,

    como dice el texto griego, reparti entre ellos la vida. La hacienda que el

    padre reparte es su misma vida.

  • ...pocos das despus, el hijo menor lo reuni todo y

    se march a un pas lejano, donde malgast su

    hacienda viviendo como un libertino

    No existen respuestas fciles para los profundos

    desafos e interrogantes que brotan del sufrimiento

    humano. El sufrimiento es un misterio. El dolor no se

    deja domesticar. Adems hay que recorrer un largo

    camino y nadie puede hacerlo por nosotros. Se

    requiere paciencia. Hay que darse tiempo y dejarse

    ayudar, no es fcil. En ocasiones tendemos a huir,

    en lugar de enfrentarnos a ello, preferimos marchar

    a un pas lejano, lejano tanto espacial como

    espiritualmente.

    El hijo menor decida abandonar la casa y marcharse a un pas lejano.

  • ... me levantar, ir a mi padre y le dir

    Ante el riesgo de quedarnos totalmente absortos en nuestros dolores y

    problemas, como si nada ms existiera, un modo eficaz de superar o de aliviar

    nuestro sufrimiento es romper el crculo en el que pretendemos encerrarnos. La

    realidad no se agota en el sufrimiento. Se cierran unas puertas pero se abren

    otras. Cuando se sufre, los lazos que vinculan a unos con otros no se rompen,

    sino que adquieren un sentido nuevo y una forma nueva.

    La vulnerabilidad puede ser ocasin de conocer

    a otros y de ver su bondad, de conectar con

    personas de las que nos hemos alejado y de

    abrirnos en profundidad a los dems. Nada ni

    nadie puede quitar el poder amar a los dems,

    el ser solidarios, el orar por ellos.

  • y levantndose, parti hacia su padre

    En Getseman Jess nos muestra su humanidad. Ante el sufrimiento que le invade,

    siente miedo y angustia, necesita desahogarse y que alguien le acompae (Mc 14,

    33-34). No juzga o reprime sus sentimientos: Me muero de tristeza.

    El que sufre necesita desahogarse, dejar que afloren sus sentimientos y

    expresarlos ante alguien que le acompae y escuche. El desahogo emocional

    mediante la expresin de sentimientos es de suma importancia para la reduccin

    de la tensin emocional y del estrs inherente al afrontamiento de una situacin

    de dolor o de sufrimiento. La tensin emocional disminuye despus del llanto. Es

    pertinente evitar incomodarse con las lgrimas de la persona acompaada y no

    tratar de obstaculizar que las mismas broten. Las lgrimas constituyen un

    mecanismo natural de expresin de sentimientos y de alivio de la tensin

    emocional.

  • Muchas veces, para recapacitar en el

    verdadero amor, tenemos que bajar hasta lo

    ms hondo de nuestra vida, y descubrir nuestra

    pequeez, para all experimentar que he sido

    amado y volver a amar Arrepentimiento

    Como la medida del amor es un amor sin medida, a Dios no se va caminando,

    sino amando. Si no tengo amor nada me vale nada, la vida carece de sentido, la

    esperanza no existe, el mundo est descalabrado. Pero si tengo amor se

    encuentran ms que razones para vivir y para esperar, la fe lo llena todo de

    vida, la esperanza es gozo y compromiso, el mundo se contempla como espacio

    para la gloria de Dios, para hacer el bien y servir

  • Por dnde comenzar la acogida? No hay

    duda: la cogida comienza por la realidad

    que est delante de nosotros. Por la

    realidad que est a la vista, la persona

    concreta aqu y ahora. Por lo que al ser

    que sufre le interesa, no por lo que a

    nosotros nos interesa. Acoger no es estar

    al acecho para disparar a la primera.

    Acoger es estar, sin ms pretensin que

    escuchar, servir, comprender, hablar de

    corazn a corazn

    estando l todava lejos,

    lo vio su padre y conmovido corri...

  • No se puede ayudar al que sufre a

    distancia. Hay que acercarse a l y

    adentrarse en lo que est viviendo, movidos

    por el deseo de consolar, alentar y servir de

    apoyo. Es preciso hacerlo sin prisas, con

    tacto y con respeto, sin paternalismos,

    dejando y facilitando que el enfermo sea en

    cada momento el protagonista.

    se ech a su cuello y lo bes efusivamente

    La solidaridad tiene un poder curativo: activa y hace presente al que sufre el

    amor de los hermanos y de Dios.

    El tiempo de sufrimiento o alejamiento es largo, se acorta tan slo con la

    cercana y el calor humano de quien corre para estar a su lado, para tenderle

    una mano,

  • La comprensin de las reacciones del que sufre es

    un medio teraputico que alivia el peso del

    corazn herido. Por el contrario la incomprensin

    constituye un dolor sobreaadido para quien est

    sufriendo y se queja.

    Cuando actuamos desde la incomprensin, nos convertimos en consoladores poco

    oportunos y falsos, como los amigos de Job, que en lugar de llevar alivio y paz,

    provocan su irritacin y le sublevan contra todos.

    El Cardenal Veuillot, despus de largos sufrimientos, confiaba a un sacerdote

    cercano: sabemos decir bellas frases sobre el sufrimiento, yo mismo he hablado

    con calor. Decid a los sacerdotes que no digan nada.

    porque este hijo mo estaba muerto y ha vuelto a

    la vida; estaba perdido y ha sido hallado

  • Participar de la presencia simblico-celebrativa de Dios, mediante la celebracin

    de los sacramentos. Se puede actuar en la dimensin celebrativa de la fe

    propiciando espacios de celebracin litrgica, centradas en la persona que sufre.

    Para la celebracin de los sacramentos, el agente de Pastoral de la Salud,

    especialmente si es presbtero o dicono, ha de poner de relieve la dimensin

    simblica de los gestos realizados, por medio de una adecuada catequesis y la

    creacin de un clima humano que est en sintona con los valores proclamados

    por la celebracin sacramental. Ha de procurar, igualmente, que los signos

    sacramentales sean verdaderamente significativos.

    Hay que tener presente que lo importante es la persona a la que se administra

    los Sacramentos. Una celebracin sacramental se da en la persona, encuentro

    con Dios, por ello, el Sacramento hay que presentarlo como medio de encuentro

    entre las dos realidades persona-Dios.

    y comenzaron la fiesta

  • Por lo que se refiere al servicio que se ofrece a los que sufren, es preciso que sean

    competentes profesionalmente: quienes prestan ayuda han de ser formados de manera que

    sepan hacer lo ms apropiado y de la manera ms adecuada, asumiendo el compromiso de

    que se continen despus las atenciones necesarias. Un primer requisito fundamental es la

    competencia profesional, pero por s sola no basta. En efecto, se trata de seres humanos, y

    los seres humanos necesitan siempre algo ms que una atencin slo tcnicamente correcta.

    Necesitan humanidad. Necesitan atencin cordial. Deben distinguirse por su dedicacin al

    otro con una atencin que sale del corazn, para que el otro experimente su riqueza de

    humanidad. Por eso, dichos agentes, adems de la preparacin profesional, necesitan

    tambin y sobre todo una formacin del corazn: se les ha de guiar hacia ese encuentro

    con Dios en Cristo, que suscite en ellos el amor y abra su espritu al otro, de modo que, para

    ellos, el amor al prjimo ya no sea un mandamiento por as decir impuesto desde fuera,

    sino una consecuencia que se desprende de su fe, la cual acta por la caridad.BENEDICTO XVI, Deus caritas est. Dios es amor (San Pablo, Madrid 2006)

  • EL PADRE Y LOS DOS HIJOS

    MISERICORDIA

  • Norka C. Risso Espinoza

    Centro San Juan de Dios Ciempozuelos

    http://pastoralsanitaria.blogspot.com.es/

    Imgenes: Internet