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Ekonomiaz N.º 9-10 189

EL ORIGENGEOGRÁFICO DE LOSINMIGRANTES Y LOSINICIOS DE LATRANSICIÓNDEMOGRÁFICA EN ELPAÍS VASCO (1877-1930).CONTRIBUCIÓN ALESTUDIO DE SUSINTERINFLUENCIAS

ÁNGEL GARCÍA-SANZ MARCOTEGUIUniversidad del País VascoEuskal Herriko Unibertsitatea

0. INTRODUCCIÓNEn 1898 Telesforo de Aranzadi (568)

refiriéndose a la masiva llegada deforasteros y extranjeros al País Vasco y ala emigración de la población autóctonaseñalaba que podía conducirá unverdadero desquiciamiento del modo deser del país, a una pérdida de carácter, auna disolución en los mares del egoísmoindividualista; pero que es inútil rechazarde frente y únicamente se podría con unpoco de buena voluntad encauzar eimpregnar con los perfumes del almaeuskara.

Independientemente del tono un tantoapocalíptico, aunque a la vez pragmático,de Aranzadi, no cabe duda de que algunode los problemas del País Vasco en elúltimo siglo se derivan del diferenteorigen geográfico, y por lo tanto, enalguna medida al menos, de los distintoshábitos culturales, etc. de sus habitantes(1). Varios autores han puesto ya derelieve la importancia de la inmigraciónen diversas áreas del país y hansubrayado que los recién llegadosconstituyeron buena parte de la mano deobra asalariada de sus zonas fabriles (verreferencias bibliográficas). Igualmente, seha establecido de forma fehaciente

(1) Azaola (1976, 1, 28-30) refiriéndose a lainmigración de la posguerra, considera el demográficocomo uno de los grandes problemas del País Vasco.

la relación entre este fenómeno y elsurgimiento y desarrollo del nacionalismovasco (González Portilla, 308, nota 402).

Todos estos extremos son bienconocidos, incluso por el gran público.Sin embargo, no se ha prestado excesivaatención al análisis de las diferenciassocio-culturales entre la poblaciónautóctona y la inmigrante, sobre susmutuas influencias, etc. (2). Por estarazón, aparte de las generalidades y lostópicos sociológicos al uso, todavía notenemos un conocimiento profundo sobreel alcance real de tales diferencias, sitendieron a desaparecer o por elcontrario a mantenerse, etc. En definitiva,el estudio de las relaciones entre ambosgrupos poblacionales, el grado deintegración, o de marginación, de losinmigrantes, a nuestro juicio, en el PaísVasco está todavía por hacer.

Obviamente, esta cuestión essumamente compleja y puede y debe serabordada desde diversos puntos de vista,el sociológico, antropológico, etc. De ahí,

(2) Sobre los problemas que presenta la integraciónde los inmigrantes en las últimas décadas ver lasdistintas comunicaciones presentadas en las jornadassobre Sociedad y Política en Catalunya y Euskadi (RoizCélix, 1982) y el trabajo de Arpal (1982). Algunasobservaciones sobre la incidencia de la inmigración enÁlava, Guipúzcoa y Vizcaya en la transición demográficaen S. del Campo y M. Navarro (1972,19-23).

Palabras clave: Inmigración, transición demográfica, País Vasco.Nº de clasificación JEL: J61, O15, R23

El origen geográfico de los inmigrantes de la transición demográfica en el País Vasco ( 1877-1930)...


que su estudio requiera análisis denumerosas variables en distintas zonasgeográficas a lo largo de muchasdécadas, al menos si se quiere llegar aobtener resultados fiables. Dentro deeste planteamiento general, nuestrotrabajo se propone un objetivo modesto.Únicamente pretendemos poner derelieve la importancia que para desbrozarel tema tiene la utilización de las fuentesdemográficas.

A este respecto, en un reciente trabajosobre las tendencias generales y loscontrastes comarcales de la nupcialidady la fecundidad en el País Vasco, entre1787 y 1930 (García-Sanz Marcotegui,1987 c), llegué a las siguientesconclusiones:

a) Los núcleos industriales formadosgracias a un gran aporte inmigratorio,Baracaldo, Sestao, en menor medidaEibar, etc. se caracterizaban a principiosde este siglo por la precocidad en elacceso al matrimonio y la alta tasa denupcialidad femenina y por lo tanto por laescasa proporción del celibato definitivo.Este comportamiento contrastaba con losdel resto del país, en el que se registradesde finales del XIX una tendencia aadoptar el modelo de matrimonio tardíode las comarcas húmedo-atlánticas porlas que hasta entonces no lo seguían (3).

b) El hecho de que en Vizcaya yGuipúzcoa las tasas de fecundidadmatrimonial fuesen más elevadas de lasque se consideran propias de unas zonasindustrializadas (Leasure, 1963, 275 y LiviBacci, 1968, 2, 228-231 y 1987, 13)puede ser relacionado con la influenciade la inmigración, dado que los reciénllegados procedían en gran parte deregiones, como Castilla la Vieja y León,en las que predominaba una fecundidadnatural (4). Con todo, —añadía (nota24)— es evidente que el retraso en laadopción de técnicas de control de lanatalidad debieron influir otras causascomo los propios valores sociales, etc. dela población autóctona, incluso

(3) Una introducción a la variedad de patronesmatrimoniales en el País Vasco en el Antiguo Régimenen Ángel García-Sanz Marcotegui (1987 a).

(4) Este retraso puede comprobarse en losnumerosos Estados de mujeres casadas y viudas quehan tenido hijos, clasificadas por grupos de edad ynúmero de hijos vivos, fallecidos y en conjunto de 1920,etc. (Censo de población de España de 1920, T. IV, pp.VIII-LXXXVIII).

—añado ahora—guipuzcoana y vizcaína,(Iriso y Reher, 93), que, al igual que lainmigrante, en sus regiones de origen,estaba muy influenciada por la Iglesia.

Sin embargo, a pesar de lo dicho,aunque en el citado trabajo no apareceresaltado como debiera, es preciso ponerde relieve la magnitud de los cambiosregistrados en las pautas demográficasde los inmigrantes. Me refiero, tal comose desprende del cuadro n.° 1, a larápida adopción de los comportamientosdel resto de la población urbana durantela segunda década de este siglo.

Una de las conclusiones másinteresantes que podemos extraer delcuadro n.° 1 es que en Baracaldo, y lomismo ocurre en Sestao, etc. el inicio delcontrol de la natalidad coincidió casi conel de Bilbao y que, dado su nivel departida, la caída de la fecundidad fueincluso más rápida. Si tenemos encuenta que los patrones de nupcialidadapenas cambiaron en el mismo períodoen estas localidades fabriles, podemospercatarnos de las profundastransformaciones que tuvieron lugar ensus pautas de fecundidad, y en definitivaen los hábitos culturales y actitudesmentales de los inmigrantes. Así pues, almenos en este aspecto, disponemos deun buen indicador del grado deintegración de la sociedad vasca urbanade la época.

Por otro lado, la constatación delfenómeno aludido nos lleva apreguntarnos quiénes fueron losprotagonistas primeros de la adopción delas prácticas de control de la natalidad yen definitiva qué papel desempeñaronlos inmigrantes en este proceso y situvieron comportamientos distintos segúnsus zonas de establecimiento, etc.

Diversos autores (Martín Moreno y A.de Miguel, 49 y 50 e Iriso y Reher, 93)han señalado que en el País Vasco nose cumple la regla de que el desarrolloeconómico va asociado a una bajafecundidad y lo atribuyen a la influenciade la Iglesia. Los dos primeros (51)añaden además que dicho influjo cadavez es menor conforme avanza lacorriente migratoria (y naturalmente lacorriente secularizada). Así pues, parecededucirse que habrían sido losinmigrantes los que iniciaron el control dela natalidad y que paulatinamente lohabrían transmitido al resto de lapoblación. La explicación es sugerente,

Ángel García-Sanz Marcotegui




pero es necesario demostrarla. Losmismos Iriso y Reher (89 y 93) y DiezNicolás y J.M. de Miguel (37) han puestode relieve que los inmigrantes al PaísVasco procedían de medios rurales conaltas tasas de fecundidad matrimonial yque tendían a seguir las mismas pautasen los centros urbanos.Independientemente de estacircunstancia, existe otro factor queayuda a entender esta disonancia vascaque consiste, como ha puesto demanifiesto Arango (1980, 190), en que aprincipios de siglo en el País Vasco laindustrialización era muy reciente yademás, puede añadirse, muy limitadageográficamente. Por nuestra parte,hemos comprobado que el descenso dela fecundidad fue, aunque muyligeramente, más rápido en SanSebastián que en Bilbao. Estaprecocidad donostiarra provoca nuevosinterrogantes ¿se debió a la menorpresencia y/o distinto origen geográficode los inmigrantes o tuvo más influenciael gran número de extranjeros, su«cosmopolitismo», situación fronteriza,etc.?

En consecuencia, por todo lo dicho alprincipio, parece oportuno intentarresponder a estas preguntas.Obviamente en la fecundidad convergentoda una serie de factores económicos,sociales, culturales, demográficos, cuyopeso varía en el espacio y en el tiempo.Sería preciso, pues, el análisis de variosindicadores para conocer como influyenen la fecundidad matrimonial (A. deMiguel, 49-50 e Iriso y Reher, 49 y 80).Además, para conseguir nuestrospropósitos, deberíamos llevar a caboprolijos estudios locales, mediante lautilización de técnicas microdemográficasdiferenciando los grupos de poblaciónsegún su procedencia y comprobando laintensidad de los comportamientosendogámicos y homogámicos, etc. (5).Esta tarea rebasa los objetivosperseguidos en este trabajo, que se limitaa aportar algunos datos globales sobrelos inmigrantes, fundamentalmentereferidos a su origen geográfico, y suinfluencia en el paso de una fecundidadnatural a otra controlada.

Así pues, nuestro estudio es otro de losmuchos que ofrecen datos empíricos

(5) Desde esta perspectiva G. Sarrible (1987 a) haestudiado la población actual de Barcelona.

sobre las migraciones (Arango, 1985,11).Sin embargo, dado que los que versansobre la nupcialidad y la fecundidad en elPaís Vasco son sumamente escasos(Ortega, Fernández, Rodríguez, Macías yAcedo, 230), creemos que su elaboraciónestá justificada y que al menos servirápara plantear el tema a la espera de quenuevos trabajos de «mayor complejidadmetodológica y una mayorresponsabilidad teórica» permitan llegara interpretaciones convincentes (DíazMedrano, 17-18).

En consonancia con el objetivo que noshemos marcado, más que insistir aquí enla importancia numérica de lainmigración, suficientemente conocida,centraremos nuestra atención en analizarlas diferencias provinciales, o capitalinas,en cuanto al ritmo de llegada, y a suprocedencia con el fin de conocer loscomportamientos demográficos al llegaral País Vasco (Sarrible, 1987 b, 50) y unaspecto al que hasta ahora se haprestado poca atención, su sexo. De estaforma, estaremos en condiciones deevaluar correctamente la intensidad delos cambios experimentados al instalarseen él. Igualmente, por la presumibleinfluencia en el inicio de la caída de lafecundidad, es preciso averiguar todosestos extremos referidos a los extranjerosestablecidos en el país. El análisiscomparado de esta información entre lasdistintas provincias vascas y sobre todoentre sus capitales y el resto,fundamentalmente en Vizcaya yGuipúzcoa, permitirán acercarnos a lasrespuestas de los interrogantesplanteados más arriba o en el peor de loscasos para comprobar si esta vía esadecuada o no para conseguir nuestroobjetivo.

Las fuentes utilizadas sonfundamentalmente los diversos censosque incluyen información al respecto, esdecir desde 1877, cuando comienza laemigración masiva a Vizcaya (6).Lamentablemente, estos recuentosofrecen una información muy desigual(7). todos ellos suministran datos por

(6) El censo de 1887 sólo aporta información sobrelos inmigrantes de cada localidad por lo que es precisoefectuar las agregaciones correspondientes paraobtener los datos de cada partido judicial. No utilizamosel de 1897 por la provisionalidad de sus datos y suproximidad con el de 1900.

(7) Como puede comprobarse, no hacemosmención de los datos de A.G. Barbancho sobre las



Cuadro n.° 2. Origen de la población vasca en 1877

provincias, pero mientras los de 1887,1900 y 1910 aportan su desglose porpartidos judiciales, no ocurre lo mismocon los de 1920 y 1930, que sin embargosi dan los de las capitales. Sin embargo,la deficiencia más importante, es que hayque esperar a estos dos últimos paradisponer de noticias sobre el origengeográfico de la población. Con todo, lostrabajos de Corcuera (1979) sobre lospadrones de Bilbao de 1890 y 1900palian en parte esta carencia.

1. LA EVOLUCIÓN DEL NÚMERODE INMIGRANTES Y SUSZONAS DE ASENTAMIENTO

Al finalizar la tercera guerra carlista, lasprovincias vascas, exceptuando Vizcaya(González Portilla, 313 y 316-321),todavía no ejercían ningún atractivo parala mano de obra forastera y por elcontrario, como es sabido, eran zonasexpulsoras de población (Homobono,244, Zárate, 279, García-SanzMarcotegui, 1987 b, García-SanzMarcotegui y Arizcun Cela, 1987,Castells, 1987).

Sin embargo, según el censo de 1877,las cuatro provincias tenían un

migraciones interiores españolas. Ello se debe a que,como ha señalado Castells (1987, 166, nota 655)algunas de sus estimaciones son en alguna medidainexactas por no tener en cuenta la migraciónintraprovincial en la evaluación del saldo migratorio decada provincia.

porcentaje de población nacida fuera decada una de ellas mayor que la mediaespañola, que era del 7,7 % Álava, con el16,3 %, sería la tercera del conjunto de lamonarquía por este concepto; Vizcaya,13,7%, la quinta; Navarra, 9,2 %, laonceava, seguida de Guipúzcoa, 8 %(cuadro n.° 2).

Estos porcentajes, sobre todo los dosprimeros, parecen indicar, contra lo dichomás arriba, que la llegada de inmigranteshabía comenzado al terminar el citadoconflicto o incluso antes. Sin embargo, taldeducción es errónea y debe sermatizada, puesto que entre uno y dostercios de los contabilizados comonacidos en otra provincia corresponden,como pueden verse en el cuadro n.° 3, alas nutridas guarniciones militaresestablecidas entonces en el País Vasco.Solamente, ocho provincias en el casode Álava, seis en el de Guipúzcoa ycinco en el de Vizcaya superabancuantitativamente a las fuerzas delejército instaladas en ellas. El caso deNavarra, con cerca de cien guarniciones,veinte de más de cien soldados,distribuidas por toda la provincia es elcaso más extremo, pues con 35271militares —12476 empadronados en lapoblación de hecho y el resto en la dederecho— superaba ampliamente atodas las demás.

Probablemente, el número de militaresincluidos en la población de hecho,reflejado en el cuadro n.° 3, sea algoinferior (ver nota de dicho cuadro), pero,



Cuadro n.° 3. Militares comprendidos en la población de hecho

(*) Según la Memoria del Censo de 1877 correspondiente a Navarra (45), los militares comprendidos enla población de hecho en la provincia eran 12.476, de ellos 4.192 en Pamplona. En el censo de 1860los militares inscritos en la población de hecho ascendía en Navarra a sólo 2.867.

Cuadro n.° 4. Origen de la población vasca por provincias y partidosjudiciales en 1887

(*) Dada su escasa relevancia se ha incluido en este concepto a 35 hombres y 28 mujeres que figuran en elapartado NO CONSTA.



con todo, debemos considerar que lapoblación masculina foránea de lascuatro provincias era similar a lafemenina y que, por lo tanto, lainmigración era inferior a la que sedesprende del cuadro n.° 2. Por otro lado,es interesante destacar que Guipúzcoadespertaba menos alicientes que Álava yque en ésta última las mujeresinmigrantes eran muy numerosas por elpresumible peso del servicio domésticode Vitoria, que era asimismo importanteen las otras tres capitales.

En 1887 (ver cuadro n.° 4) el mayornúmero de forasteros se había asentado

en los partidos judiciales de Valmaseda,Bilbao, Vitoria y San Sebastián. En elresto, únicamente en los de Amurrio, porla influencia de la Vizcayaindustrializada, Laguardia y Tudela losnacidos en otras provincias superaban el10% de la población, destacando que enotros siete partidos ese porcentaje erainferior al 5 % y que en otro estaproporción era rebasada muyligeramente.

Así pues, hace un siglo, con lasexcepciones señaladas, el contingentede los nacidos fuera del país era escasoen las distintas comarcas vascas, e

Cuadro n.° 5. Origen de la población vasca por provincias y partidos judiciales en1900

(*) En este partido judicial no se han incluido 22 hombres y 82 mujeres que figuran en el apartado NO CONSTA.



incluso inferior al que se recoge en elcuadro n.° 4, puesto que en suestimación no se tiene en cuenta lasmigraciones internas entre las cuatroprovincias especialmente intensas enesta época. Como veremos, estacircunstancia afecta sobre todo a lospartidos, cuyas cabeceras son lascapitales provinciales, precisamente enlos que por lo general la inmigración eramás numerosa.

A principios del XX (ver cuadro n.° 5),la situación era sustancialmente igual enÁlava y Guipúzcoa, aunque con unatendencia clara al incremento

de la proporción de inmigrantes. Sinembargo, en Navarra su presenciadisminuye en todos los partidos y enVizcaya ocurre todo lo contrario,aumentado sobre todo en el de la capitaly el de Valmaseda.

En la primera década de este siglo seregistran una serie de cambiosimportantes respecto a la última del XIX(ver cuadro n.° 6). En las provinciasinteriores, en Álava, sólo el partido deAmurrio registra un cierto aumento,mientras que en Navarra sigue latendencia a la disminución. Sin embargo,en Guipúzcoa, el crecimiento

Cuadro n.º 6. Origen de la población vasca por provincias y partidosjudiciales en 1910 (*)

(*) No se han incluido 91 hombres y 43 mujeres de Álava, Navarra y Vizcaya que figuran en el apartado NOCONSTA



Cuadro n.° 7. Origen de la población vasca en 1920 y 1930

(*) Las cifras totales no coinciden con la suma de las parciales porque en las cuatro provincias en 1920, y enNavarra en 1930, se les ha agregado los individuos, cuyo origen NO CONSTA.

es notorio en San Sebastián y Tolosa yen Vizcaya el porcentaje de inmigrantesse estabiliza e incluso desciende allídonde había sido más intenso.

El censo de 1920 sirve para constatarque desde 1910 la inmigración aumentasensiblemente en Navarra, Guipúzcoa yÁlava y que continua la propensión a laestabilización e incluso al descenso enVizcaya. Esta doble tendencia, continuaen los años veinte, aunque más mitigadaen lastres primeras provincias e, inclusoen Navarra, sólo para las mujeres (vercuadro n.° 7).

En resumen, podemos decir que sibien Vizcaya, como es sabido, recibedurante todo el período el mayor número

de inmigrantes, desde principios de estesiglo su proporción disminuyeprogresivamente respecto a la poblacióntotal. Por el contrario, en Guipúzcoa, a laque empiezan a llegar más tarde, el ritmose hará más rápido, hasta llegar al 20%,cuando en Vizcaya se hace más lento ydesciende del 28 al 25 %. Por su parte,en Álava el porcentaje es alto, entre el 16y el 20%, y establece por el atractivo deVitoria (ver cuadro n.° 8) y en Navarranunca pasa del 10% de sus efectivosglobales.

Un análisis más detallado delasentamiento de los inmigrantes revelaque gran parte de ellos, aunque enmenor medida en Navarra, se establecíaen las capitales provinciales.



Cuadro n.° 8. Proporción de inmigrantes del total de cada provincia asentados en lacapital respectiva

Cuadro n.° 9. Origen de la población de las capitales vascas en 1887, 1920 y 1930

(*) En algunos casos las cifras totales no coinciden con la suma de las parciales porque se les ha agregado losindividuos, cuyo origen NO CONSTA.



En efecto, exceptuando Pamplona, lascapitales acogen entre el 40 y el 60% delos inmigrantes sobresaliendo por sucapacidad de atracción Vitoria, aunqueen este siglo el porcentaje de hombresnacidos en otras provincias tiende adisminuir, al igual que en Pamplona yBilbao. Por esta razón, tal como puedecomprobarse en el cuadro n.° 9, laevolución del porcentaje de inmigranteses muy similar a la de los conjuntosprovinciales.

2. LOS COMPONENTES DE LAINMIGRACIÓN

Ya en 1896, Gómez (26 y 119) puso demanifiesto la importancia numérica de las

mujeres en la inmigración vasca, no sólopor la amplitud del servicio doméstico,sino también por la oferta de puestos detrabajo para las mujeres en algunasfábricas. Sin embargo, tradicionalmentese viene resaltando el componentemasculino del fenómeno por lo quecreemos que no se ha valorado en sujusta medida la presencia femenina. Porla importancia que reviste esta cuestión,es preciso detenerse en su análisis.

Como puede comprobarse en el cuadron.° 10, los censos reflejan, además de lanumerosa presencia de mujeres entre losinmigrantes, que su proporción va iraumentando progresivamente hasta elpunto de que al final del períodoestudiado van a ser más numerosas quelos hombres, lo que en

Cuadro n.° 10. Tasa de masculinidad de los inmigrantes

(*) Las cifras de Vitoria, San Sebastián, Pamplona y Bilbao corresponden a estas capitales y no a sus partidos judicialesrespectivos.



Cuadro n.° 11. Origen de la población alavesa en 1920 por sexos y ComunidadesAutónomas actuales desglosando el País Vasco en provincias

San Sebastián y Bilbao ocurre desdeprincipios de siglo. Esta tendenciageneral se rompe, sólo durante lasegunda década, en Alava y Navarra porla demanda de mano de obra masculinade sus capitales (Rivera Blanco, 23 yGarcía-Sanz Marcotegui, 1987 b, 541).

3. EL ORIGEN GEOGRÁFICO DELOS INMIGRANTES

El vaciado de los padrones de 1890 y1900 permitió a Corcuera (73) establecerque a finales del XIX más de la cuartaparte de los inmigrantes residentes enBilbao, no vizcaínos, provenían del restodel País Vasco. En buena medida,

esta proporción se mantuvo en el primertercio del XX. En efecto, los cuadros n.°11 a 15 y los gráficos n.° 1 al 5 ponen derelieve la numerosa presencia en cadauna de las provincias vascas denaturales de las otras tres (8). Así, en1920, el 46 % de los inmigrantesasentados en Guipúzcoa, el 35 % de losalaveses, el 22 % de los vizcaínos y el20% de los navarros procedían del

(8) En 1920, el 25 % de los alaveses, el 11 % de losguipuzcoanos, el 13 % de los navarros y el 10% de losvizcaínos residían fuera de su provincia (no se tiene encuenta en este cálculo la emigración a otros países),pero, de ellos, el 58,48,38 y 33 % respectivamentehabitaban en las otras tres provincias vascas en cadauno de los casos.



Gráfico n.° 1. Origen de la población alavesa en 1920

Gráfico n.° 2. Origen población guipuzcoana en 1920



Cuadro n.° 12. Origen de la población guipuzcoana en 1920 por sexos yComunidades Autónomas actuales desglosando el País Vasco en provincias

resto del País Vasco. Estos porcentajeseran del mismo tenor en sus respectivascapitales y más elevados, en el caso delas mujeres, en las cuatro provincias. Elfenómeno era más acusado enGuipúzcoa y su capital, en las que lapoblación alógena se reducía al 10 y20% respectivamente, es decir era menorque en Vizcaya y Bilbao e incluso que enAla-va y Vitoria.

Una vez establecido el volumen de lasmigraciones internas vascas interesaconocer el origen de la procedente defuera del país. Gracias a Corcuera (73)sabemos que a finales del XIX la mitad

de los inmigrantes bilbaínos procedíande Castilla la Vieja y León y del estudiode González Portilla (320-321), sededucen similares porcentajes enBaracaldo (9).

Los censos de 1920 y 1930 reflejanque los originarios de dichas regionescontinuaron siendo mayoritarios en elconjunto de la inmigración al País Vasco,pues aquellos seguían siendo más de lamitad de los efectivos totales (vercuadros n.° 11 a 15 y gráficos

(9) Sobre la numerosa presencia burgalesa enVizcaya puede consultarse el trabajo de P. PérezCastroviejo(1987).



Gráfico n.° 3. Origen de la población navarra en 1920

Gráfico n.°4. Origen de la población vizcaína en 1920



Cuadro n.º 13. Origen de la población navarra en 1320 por sexos yComunidades Autónomas actuales desglosando el País Vasco en provincias

n.° 1 al 5; no se consignan los datos de1930 por falta de espacio). Estaproporción era algo más elevada enVizcaya, pero muy inferior en Navarra,donde era superada por la aragonesa.Desde el punto de vista cuantitativosiguen después los riojanos, másabundantes en Álava, pero también enVizcaya donde constituían casi el 10%del total. Del resto de las comunidades,hay que destacar la presencia gallega ycántabra en Vizcaya, superior esta última

a la riojana. Como puede comprobarseen los cuadros n.° 16 al 19 (no seconsignan los datos de 1930 por falta deespacio) todo lo dicho hasta aquí esválido también para las capitales. Por lotanto, podemos afirmar que la mayoríade los inmigrantes asentados en el PaísVasco provenían de la España interior,en la que a diferencia de la periferiacatalano-levantina (Livi Bacci, 1987,13,Leasure, 63), no habían adoptado lastécnicas del control de la natalidad.



Cuadro n.º 14. Origen de la población vizcaína en 1920 por sexos yComunidades Autónomas actuales desglosando el País Vasco en provincias

4. LA INMIGRACIÓN EXTRANJERALas diferentes tablas expuestas hasta

aquí ponen de relieve que Guipúzcoaregistraba el mayor número, tantoabsoluto como relativo, de inmigrantesextranjeros con la particularidad que estacuantiosa presencia se hace notar muytempranamente. Por lo demás destacasu escaso número en Pamplona y Vitoria,y que en las cuatro provincias esprácticamente igual el contingente dehombres que el de mujeres.

5. CONCLUSIONESEl análisis llevado a cabo hasta el

momento permite establecer algunosrasgos sobre el fenómeno inmigratorio

vasco en el período de 1877 a 1930. Enresumen, por su relación con losinterrogantes planteados al principio deeste trabajo podemos destacar lossiguientes:

a) La numerosísima presencia demujeres entre los inmigrantes con laparticularidad de que, con el paso deltiempo, en 1930 van a ser másnumerosas que los hombres en Vizcayay Guipúzcoa, lo que ocurría en susrespectivas capitales desde principios deeste siglo, e incluso, en el caso de Bilbaoal menos, desde los años 80 del anterior(Gómez, 26).

b) El elevado porcentaje deinmigrantes, entre uno y dos tercios deltotal de cada provincia, asentado



Cuadro n.° 15. Origen la población vasca en 1920 por sexos y ComunidadesAutónomas actuales desglosando el País Vasco en provincias

en las capitales, excepto Pamplona, ysobre todo en Vitoria, en la que en 1920la proporción de nacidos fuera del PaísVasco era mayor que en San Sebastián.

c) El contraste entre el progresivoincremento de la proporción deinmigrantes en Guipúzcoa y su paralelaestabilización y aún descenso en Vizcayadurante la segunda y tercera década deeste siglo.

d) La gran importancia numérica delcontingente de inmigrantes de las otrasprovincias vascas en Guipúzcoa y SanSebastián, así como en Eibar y Rentería(Castells, 185-186).

e) El volumen y la persistencia de lainmigración procedente de las regiones

limítrofes de la España interior—Castilla-León, Rioja y Aragón— en lasque la Iglesia tenía una gran influencia ylos valores sociales y hábitos culturalesimperantes eran muy similares a los delPaís Vasco.

f) La temprana y cuantiosa presenciade extranjeros en Guipúzcoa y SanSebastián, donde las mujeres llegaron aconstituir el 4 % del total.

A partir de estos datos, losconsignados en el cuadro n.° 1 y de lasaportaciones de diversos autores,podemos apuntar algunas conclusionesprovisionales que nuevos trabajos seencargarán de matizar y en su casorectificar y sobre todo ampliar.



Gráfico n.º 5. Origen de la población vasca en 1920

1) Como en buena parte de EuropaOccidental, en el País Vasco la caída dela fecundidad se relaciona con elcomienzo del proceso de industrializacióny urbanización, que, a este respecto,influyó de la misma forma en la poblaciónautóctona que en la de origen inmigrante(10).

2) Dados los comportamientosdemográficos de las regiones de origende los inmigrantes, en un primermomento, su llegada masiva no fue unfactor que contribuyó al paso de unafecundidad natural a otra controlada, sinotodo lo contrario, pues entre ellos habíaun importante contingente de

(10) Aunque cae fuera de los límites geográficos deeste trabajo, no está de más señalar que, al parecer, lafecundidad vasca a finales del siglo XVIII era bastantemenos elevada que lo que se ha venido manteniendo

hasta el momento y que por lo tanto el descensoregistrado en el XIX es sólo aparente (Pérez Moreda,71-74 y nota 55 y García-Sanz Marcotegui, 1987 c,28).



Cuadro n.° 16. Origen de la población de Vitoria en 1920 por sexos yComunidades Autónomas actuales desglosando el País Vasco en provincias

matrimonios jóvenes, que, al no habercambiado sus comportamientos enrelación al control de la natalidad,hicieron que ésta aumentase (Gómez,13, Ortega y otros, 214 y Unda y Ortega,197) (11). Ahora bien, el retraso vasco enel descenso consciente de la fecundidadse debe fundamentalmente a los propioscomportamientos de la poblaciónautóctona.

(11) Quizás a ello se deba el aumento de lafecundidad de Bilbao y San Sebastián entre 1860 y1900 (Iriso y Reher, 93).

3) El inicio de la caída de la fecundidadcomenzó antes, y al menos al mismoritmo o incluso más rápido, enGuipúzcoa, y concretamente en SanSebastián, que en Vizcaya y Bilbao (12).Parece demostrarse así que el

(12) Es interesante señalar que es ahora,segunda década del siglo, cuando una serie deautores (Posse y Villelga, 1912; Yaben, 1916 yChalbaud, 1919) defienden apasionadamente lafamilia tradicional vasca en sus obras, pues eranplenamente conscientes de los cambios que estabaexperimentando. Yaben (225) hace un canto a laconstitución de la familia navarra, caracterizada porsu numerosa descendencia, que haría innecesariala «infecundidad deliberada».



Cuadro n.° 17. Origen de la población de San Sebastián en 1920 por sexos yComunidades Autónomas actuales desglosando el País

Vasco en provincias

fenómeno no se relaciona con lapresencia de inmigrantes, puesto que enSan Sebastián eran inferiores en númeroa los de Bilbao o incluso a los de Vitoria,y sí con la influencia de la numerosacolonia extranjera instalada desde finalesdel siglo XIX en la capital donostiarra(13).

(13) Guipúzcoa se había adelantado ya en lasdenominadas transición malthusiana y epidemiológica(García-Sanz Marcotegui, 1987 c, 27).

4) El hecho de que, a pesar del granincremento de población —en gran partejóvenes— de Baracaldo entre 1910 y1920 —un 40%—, la fecundidaddescendiese casi un 20%, pone derelieve que los núcleos fabriles pasaronen pocos años de una fecundidad naturala otra que comenzaba a controlarse. Enprincipio, y habría que comprobarlo, cabesuponer que los que iniciaron estosnuevos comportamientos en la ciudadfabril fueron los que estaban asentadosen ella desde hacia décadas, pues los



Cuadro n.° 18. Origen de la población de Pamplona en 1920 por sexos yComunidades Autónomas actuales desglosando el País Vasco en provincias

recién llegados continuarían con lospropios de los medios rurales del país(14).

5) Precisamente, el menor ritmo en lallegada de inmigrantes a Vizcaya en latercera década del siglo, al contrario delo que ocurre en Guipúzcoa, explicaríaque ahora en la primera la fecundidad

(14) De igual modo, sería interesante conocer loscomportamientos de los distintos barrios de la capitalbilbaína, pues en ellos el peso de la inmigración eramuy diferente (Unda y Ortega, 185-192).

matrimonial sea más baja que en ésta.

Hasta aquí hemos aislado una variable,el origen geográfico de los inmigrantes alPaís Vasco. Podemos apuntar ahora quesu llegada no contribuyó a que el ritmode la caída de la fecundidad seacelerase. Con todo, lo más importantees que parece evidente que laindustrialización y la urbanizaciónpropiciaron una tendencia ahomogeneizar los comportamientosdemográficos de la poblaciónindependientemente de su origen. Se



Cuadro n.° 19. Origen de la población de Bilbao en 1920 por sexos y ComunidadesAutónomas actuales desglosando el País Vasco en provincias

pone de relieve así, que, al menos eneste aspecto, las diferencias entreinmigrantes y autóctonos tendieron adisminuir.

A lo largo del trabajo se ha puesto derelieve la dificultad de aplicar la teoríademográfica (Revenga Arranz, 240 y

Arango, 1980, 180 y ss.) o de establecerun modelo para la fecundidadmatrimonial urbana (Iriso y Reher, 94) enun caso concreto tan complejo como elPaís Vasco y por lo tanto la necesidadde trabajos monográficos que superenlas explicaciones simplistas basadasmuchas veces en apriorismos.



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APÉNDICE DOCUMENTAL

Cuadro n.° 1.A. Origen de la Población Alavesa en 1920 por sexos, provincias yComunidades Autónomas actuales



Cuadro n.° 1.A. Origen de la Población Alavesa en 1920 por sexos, provincias yComunidades Autónomas actuales (Continuación)



Cuadro n.° 2.A. Origen de la Población Guipuzcoana en 1920 por sexos, provinciasy Comunidades Autónomas actuales



Cuadro n.° 2.A. Origen de la Población Guipuzcoana en 1920 por sexos,provincias y Comunidades Autónomas actuales (Continuación)



Cuadro n.° 3.A. Origen de la Población Navarra en 1920 por sexos,provincias y Comunidades Autónomas actuales



Cuadro n.° 3.A. Origen de la Población Navarra en 1920 por sexos, provincias yComunidades Autónomas actuales (Continuación)



Cuadro n.° 4.A. Origen de la Población Vizcaína en 1920 por sexos, provincias yComunidades Autónomas actuales



Cuadro n.° 4.A. Origen de la Población Vizcaína en 1920 por sexos, provincias yComunidades Autónomas actuales (Continuación)



Cuadro n.° 5.A. Origen de la Población Vasca en 1920 por sexos, provincias yComunidades Autónomas actuales


Cuadro n.° 5.A. Origen de la Población Vasca en 1920 por sexos, provincias yComunidades Autónomas actuales

(Continuación)

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