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Nº 231 • Abril • 2009 Capital Humano 24 DESARROLLO DE LOS RR.HH. El estrés laboral. Causas, efectos y acción RAQUEL GONZÁLEZ SUEIRO, consultora de MakeaTeam El estrés en el trabajo esta reconocido como uno de los factores clave en la salud de los empleados y de las orga- nizaciones en las que trabajan. Cada vez son más crecientes los problemas que se manifiestan en baja producti- vidad, poca motivación, absentismo y bajas por enfermedad. Todas estas situaciones tienen su traducción en cifras nada alentadoras. Los distintos informes de La Unión Europea sugie- ren que entre el 50 y el 60 por ciento del total de días laborables perdidos están vinculados al estrés, lo que esto supone un gasto de más de 20.000 millones de euros. Otros estudios afir- man que el coste para nuestros país ronda los 3.000 millones de Euros anuales. Las cifras son abrumadoras y nos confirman que no estamos an- te un tema baladí, más aún si cabe, dentro del contexto económico-social en el que nos encontramos. La Directiva 89/391/CEE del Consejo de la Unión Europea, así como nuestra propia legislación (véase Ley de Pre- vención de Riesgos Laborales) obliga a los empresarios a cuidar de la salud y seguridad de sus empleados e incluye la gestión de problemas relacionados con el estrés entre otros, por lo que las empresas deben estar familiarizadas con el problema. En este punto, nos planteamos una pregunta ¿qué podemos hacer para gestionar el estrés laboral en nuestra organización? Antes de buscar solucio- nes, vayamos al origen del problema. ¿QES EL ESTRÉS EN EL TRABAJO? Según la Organización Mundial de la Salud se define como la “reacción que puede tener el individuo ante exigencias y presiones laborales que no se ajustan a sus conocimientos y capacidades, y que ponen a prueba su capacidad para afrontar la situación”, según esta definición el estrés en el trabajo podría ser la respuesta a situa- ciones donde la carga de trabajo y la presión no son acordes con el conoci- miento y las habilidades del individuo. Sin embargo, el estrés se puede gene- rar en un amplio abanico de situacio- nes y por causas muy diversas. La presión en el trabajo es inevitable debido al entono competitivo en el que viven las organizaciones. Si la presión es percibida como aceptable por parte del empleado entonces sus efectos son positivos, pues mantiene al empleado en un nivel de activación óptimo, motivado, alerta y dispuesto a aprender. Estamos ante “el estrés positivo”. Sin embargo, cuando so- brepasamos ese nivel de activación, nuestro rendimiento ya no es óptimo: cometemos más errores, descuidamos la calidad, tomamos decisiones preci- pitadas, surge el “estrés negativo”. Así como la salud no puede ser defi- nida como ausencia de enfermedad, un entorno de trabajo saludable no es aquel en el que no se dan condiciones 024_s_Desarrollo RRHH_231.indd 24 024_s_Desarrollo RRHH_231.indd 24 24/03/2009 18:44:59 24/03/2009 18:44:59

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Nº 231 • Abril • 2009Capital Humano 24

DESARROLLO DE LOS RR.HH.

El estrés laboral. Causas, efectos y acción

RAQUEL GONZÁLEZ SUEIRO, consultora de MakeaTeam

El estrés en el trabajo esta reconocido como uno de los factores clave en la salud de los empleados y de las orga-nizaciones en las que trabajan. Cada vez son más crecientes los problemas que se manifiestan en baja producti-vidad, poca motivación, absentismo y bajas por enfermedad. Todas estas situaciones tienen su traducción en cifras nada alentadoras. Los distintos informes de La Unión Europea sugie-ren que entre el 50 y el 60 por ciento del total de días laborables perdidos están vinculados al estrés, lo que esto supone un gasto de más de 20.000 millones de euros. Otros estudios afir-man que el coste para nuestros país ronda los 3.000 millones de Euros anuales. Las cifras son abrumadoras y nos confirman que no estamos an-te un tema baladí, más aún si cabe, dentro del contexto económico-social en el que nos encontramos.

La Directiva 89/391/CEE del Consejo de la Unión Europea, así como nuestra propia legislación (véase Ley de Pre-vención de Riesgos Laborales) obliga a los empresarios a cuidar de la salud y seguridad de sus empleados e incluye la gestión de problemas relacionados con el estrés entre otros, por lo que las empresas deben estar familiarizadas con el problema.

En este punto, nos planteamos una pregunta ¿qué podemos hacer para gestionar el estrés laboral en nuestra organización? Antes de buscar solucio-nes, vayamos al origen del problema.

¿QUÉ ES EL ESTRÉS EN EL TRABAJO?

Según la Organización Mundial de la Salud se define como la “reacción

que puede tener el individuo ante exigencias y presiones laborales que no se ajustan a sus conocimientos y capacidades, y que ponen a prueba su capacidad para afrontar la situación”, según esta definición el estrés en el trabajo podría ser la respuesta a situa-ciones donde la carga de trabajo y la presión no son acordes con el conoci-miento y las habilidades del individuo. Sin embargo, el estrés se puede gene-rar en un amplio abanico de situacio-nes y por causas muy diversas.

La presión en el trabajo es inevitable debido al entono competitivo en el que viven las organizaciones. Si la

presión es percibida como aceptable por parte del empleado entonces sus efectos son positivos, pues mantiene al empleado en un nivel de activación óptimo, motivado, alerta y dispuesto a aprender. Estamos ante “el estrés positivo”. Sin embargo, cuando so-brepasamos ese nivel de activación, nuestro rendimiento ya no es óptimo: cometemos más errores, descuidamos la calidad, tomamos decisiones preci-pitadas, surge el “estrés negativo”.

Así como la salud no puede ser defi-nida como ausencia de enfermedad, un entorno de trabajo saludable no es aquel en el que no se dan condiciones

024_s_Desarrollo RRHH_231.indd 24024_s_Desarrollo RRHH_231.indd 24 24/03/2009 18:44:5924/03/2009 18:44:59

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favorecedoras de estrés sino aquel en el que se promueve de manera activa el equilibrio entre carga de trabajo y posibilidades del individuo.

Este equilibrio puede generarse me-diante un adecuado asesoramiento sobre los riesgos para la salud deri-vados del estrés y la implantación de prácticas empresariales que promue-van la salud como una prioridad.

¿CUALES SON LAS CAUSAS MÁS FRECUENTES DE ESTRÉS EN EL TRABAJO?

Las causas pueden ser muy diversas: la carga excesiva de trabajo, la presión sobre el mismo, los fallos de gestión de los empleados y unas malas con-diciones de trabajo pueden generar estrés.

La obra “Mejores prácticas para la gestión del estrés” reconoce hasta nueve tipologías de origen del estrés laboral:

1. Contenido de trabajo

• Monotonía, falta de estímulo y tareas insignificantes

• Escasa variedad

• Tareas desagradables

2. Carga y ritmo de trabajo

• Tener mucho trabajo o demasia-do poco.

• Trabajos a contrarreloj

3. Horas de trabajo

• Poca flexibilidad horaria

• Jornadas excesivamente largas

• Fin de jornada impredecible

• Mal diseño de turnos

4. Participación y control

• Falta de participación en la toma de decisiones

• Falta de control (en los métodos y el ritmo de trabajo, el horario y el entorno)

5. Desarrollo de carrera, considera-ción y salario

• Inseguridad en el trabajo

• Falta de expectativas de promo-ción

• Promoción muy por debajo ó muy por encima de las expec-tativas

• Trabajo con escaso valor social

• Sistemas de evaluación poco claros ó injustos

• Déficit o superávit de habilida-des para el puesto

6. Rol dentro de la organización

• Falta de claridad

• Solapamiento con otras perso-nas en la misma empresa

• Responsabilidad sobre equipos

• Gestión prolongada de personal y de sus problemas

7. Relaciones interpersonales

• Supervisión inadecuada, con fal-ta de consideración y de apoyo

• Mala relación con compañeros

• Bullying

• Trabajos aislados y solitarios

• Falta de acuerdo/procedimiento para la gestión de problemas

Distintos informes de La Unión Europea sugieren que

entre el 50 y el 60 por ciento del total de días laborables

perdidos están vinculados al estrés, lo que esto supone

un gasto de más de 20.000 millones de euros

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8. Cultura organizacional

• Comunicación escasa

• Falta de liderazgo

• Falta de claridad sobre los objeti-vos empresariales y la estructura

9. Conciliación empresa-trabajo

• Conflicto entre las obligaciones familiares y laborales

• Falta de apoyo en el trabajo so-bre los problemas del hogar

• Falta de apoyo en el hogar sobre los problemas en el trabajo

EFECTOS DEL ESTRÉS EN EL TRABAJO

El estrés afecta individualmente a las personas pero también a las organi-zaciones donde trabajan y aparece en cualquier nivel jerárquico.

En el plano individual puede ge-nerar desorden en el comportamien-to y un empeoramiento de la salud física y mental. En casos extremos de estrés duradero puede originar des-orden psíquico y terminar en baja del empleado e incluso impedir la vuelta al trabajo. Cuando las personas están sometidas a estrés les resulta difícil mantener un equilibrio entre la vida personal y profesional.

Los efectos del estrés más frecuentes entre las personas son: aumento de la irritabilidad; incapacidad para rela-jarse y concentrarse; dificultad para desarrollar pensamientos lógicos y tomar decisiones; menor entreteni-miento y concentración en el trabajo; sentimiento de cansancio, depresión y ansiedad; dificultades para conciliar el sueño y problemas físicos (desorden en el sistema digestivo, aumento de la presión sanguínea, dolores de cabeza y espalda…)

En el plano organizacional, si el estrés afecta a un número elevado del personal, la salud y el rendimiento de la empresa pueden empeorar. En el extremo, en mercados crecientemen-te competitivos, el estrés organizacio-

nal puede afectar a la supervivencia de la organización. Los efectos más comunes son: aumento del absentis-mo; menor dedicación; aumento de la rotación del personal; menor ren-dimiento y productividad; aumento de la tasa de accidentes; incremento de quejas y reclamaciones de clientes; mayores dificultades para la contrata-ción de nuevo personal; aumento de demandas legales por parte de tra-bajadores y deterioro de la imagen corporativa.

GESTIÓN DEL ESTRÉS: ¿QUÉ SE PUEDE HACER PARA COMBATIRLO?

Idealmente los gestores de la em-presa deben desarrollar una política de salud empresarial que contem-ple herramientas de cara a prevenir y combatir el estrés. Las estrategias organizativas para combatir el estrés suelen estar enfocadas en el origen del problema pero deben contemplar también otras fases como la gestión y el seguimiento.

Las preguntas clave que la empresa puede hacerse son: ¿Existe un proble-ma de estrés? ¿Puede este nivel de estrés afectar a la salud de mis traba-jadores? ¿Cómo podemos solucionar este problema? ¿Estamos poniendo en práctica medidas que ayuden di-rectamente a nuestros trabajadores?

El objetivo fundamental de estas pre-guntas es poder identificar las prác-ticas empresariales y condiciones de trabajo que pueden ayudar a que surja estrés. Para ello la cercanía a los colaboradores es fundamental.

El directivo puede utilizar distintas pautas para identificar estos des-equilibrios, entre otras, preguntar directamente a los trabajadores por las dificultades que tienen en su día a día laboral y qué aspectos de su labor podrían afectar negativamente a su salud, o bien haciéndoles partícipes activamente, pidiéndoles que indi-quen los tres aspectos más positivos de su trabajo y tres áreas o condicio-nes que le ayudarían a que su trabajo fuera más satisfactorio.

CÍRCULO PARA LA GESTIÓN DEL ESTRÉS

El gráfico a continuación muestra las fases esenciales a la hora de gestionar los riesgos derivados del estrés.

1. Pensar en los diferentes grupos de trabajo que componen la or-ganización. Hay que preguntarse cuáles son más susceptibles a su-frir estrés.

2. ¿Cuáles son las evidencias que tenemos para identificar estos grupos?

3. Analizar las condiciones de traba-jo y el estilo de gestión que se está practicando.

4. Identificar, recopilar y discutir las evidencias disponibles que mues-tren lo anterior dentro de un equi-po de trabajo formado por perso-nas que comprendan cada grupo.

5. Identificar los principales proble-mas y sus efectos.

6. Discutir los resultados del análisis con responsables de la organiza-ción capaces de aprobar un plan de acción apropiado.

7. Definir la implementación de dicho plan e informar a los trabajadores sobre el mismo.

8. Establecer cómo se va a hacer el seguimiento del plan antes de su implementación.

9. Implementación y evaluación.

10. Análisis de los resultados y revisión del plan.

Los directivos no pueden proteger a sus empleados del estrés generado fuera del trabajo, como tampoco pueden obligarles a hacer deporte, a comer y a dormir lo suficiente, pero sí pueden salvaguardarles del estrés que surge en el desempeño de sus funciones.

Por ser un problema real la gestión del estrés requiere de buenas medidas para la prevención y atenuación de esta pandemia.

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