El Anarquismo Social y Popular en Argentina (Auge y decadencia) - Osvaldo Bayer

7/29/2019 El Anarquismo Social y Popular en Argentina (Auge y decadencia) - Osvaldo Bayer

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coleccin de la BIBLIO-POPSECCIN MOVIMIENTOS SOCIALES

ELANARQUISMOSOCIAL YPOPULAR

EN LAARGENTINA.

AUGE Y DECADENCIA[*]

porOSVALDO BAYER

Tapa:Collage hecho a partir de Xilografas de VCTOR L.REBUFFO

Diseo y edicin pedaggica:BIZARROSA

Impresin y digitalizacin:BIBLIOTECA POPULAR LOS LIBROS DE LA BUENA MEMORIA

[email protected] / www.labibliopop.blogspot.com

Buenos Aires, 5-III-2013.

[*] Este texto fue ntegramente extraido del libro LOSANARQUISTAS EXPRO-PIADORES,SIMNRADOWITZKY, Y OTROS ENSAYOS, editado y compagina-do por SOMBRAYSN EDITORES, en Coyhaique, Patagonia 2008.
mailto:[email protected]://www.labibliopop.blogspot.com/http://www.labibliopop.blogspot.com/mailto:[email protected]


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INDICE

pg.INFLUENCIA DE LA INMIGRACIN ITALIANA EN EL MOVIMIENTO ANARQUISTA ARGENTINO 3MALATESTA YGORI

ANARQUISMOORGANIZACIONISTA INICIOS DEL MOVMIENTOOBRERO 4

ANARCOSINDICALISMO DEMASAS INMIGRACIN OBRERA 5SOCIALISMO VS.ANARQUISMO POPULARES VS.ELITISTAS 6

ANARQUISMO,CULTURA POPULAR 7MALATESTA Y EL ANARQUISMOSOCIAL

MALATESTA Y EL SINDICALISMOREVOLUCIONARIO 9LA POLMICA MALATESTAMONATTE LA UNIDAD OBRERA (?) 10LPEZARANGO YABAD DESANTILLN 11LA PUREZA IDEOLGICA 12

EL VIAJE DEPIETROGORI 12DEMOLIENDO TABES 14

ALGUNAS CONSIDERACIONES

FASCISMO ENITALIA,VIOLENCIA ENARGENTINA 15QU PASABA ENITALIA CON ELANARQUISMO? QU PASABA CON LOS ITALIANOS EXILIADOS Y LA VIOLENCIA SOCIAL? QU PASABA ENARGENTINA CON LOSANARQUISTAS? 16

ACELERAMIENTO DE LA DEBACLE ANARQUISTA EPLOGO DELANARQUISMOITALIANO ENARGENTINA 17

LA HUELLA DE LA MILITANCIA POLTICO SOCIAL 18


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LA INFLUENCIA DE LA INMIGRACIN ITALIANAEN EL MOVIMIENTO ANARQUISTA ARGENTINO

por

OSVALDO BAYER

os preguntas han preocupadopermanentemente a los estudio-sos del movimiento obrero ar-

gentino:

Por qu el XITO delanarquismo en la Argentina?[*]

Y como contraposicin:Por qu su DECADENCIAdespus de tres dcadasy su rpida desaparicin

a partir de 1930y su casi total absorcin

por el peronismodesde 1943?,

es decir,cmo explicar el cambio

de movimiento antiautoritariodescentralizado

en movimiento autoritarioverticalizado?

No es el tema a debatir esos inter-rogantes pero s lo menciono porque

precisamente LA INFLUENCIA DE LA IN-MIGRACIN ITALIANA EN LA ARGENTINA AC-TU EN FORMA DIRECTA TANTO EN ELAUGE COMO EN LA DECADENCIA DEL

[*] Todos los subrayados, itlicas, ne-gritas y MAYSCULAS son delEditor.

De igual forma, los SUBTTULOS

pertenecen al mismo pedaggicoafn.

(N. del E.)

MOVIMIENTO OBRERO ANARQUISTA en larepblica del Plata.

[MALATESTA YGORI]

Sin ninguna duda dos figuras delanarquismo italiano: ERRICO MALATESTA

y PIETRO GORI tuvieron una influen-cia definitiva en la formacin yconsolidacin del anarquismoorganizado argentino. Sin la largaestancia de Errico Malatesta (1885-1889) y de Pietro Gori (1898-1902) esmuy posible que el movimiento nohubiera crecido tan aceleradamenteni se hubiera cohesionado, cayendoen nuevas divisiones y en discusiones

destructivas, caractersticas constantesen el movimiento socialista libertariomundial.

[ANARQUISMO ORGANIZACIONISTA]

Con Malatesta llega a la Argentinaun gran propagandista y un hombre detalento organizativo. La importancia desu accionar qued marcada por tres ca-

ractersticas esenciales:1. su INTERNACIONALISMO (por

ejemplo, su contacto con anar-quistas espaoles y criollos a suarribo a Buenos Aires es inme-diato);

2. su predisposicin a ver en losOBREROS y sus ORGANIZACIONESEL MEJOR MEDIO para predicar

su ideologa, y3. su tendencia ORGANIZATIVA y

COMBATIVA.

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OSVALDO BAYER4

Son precisamente estas tres carac-tersticas las que sirven para delinear elrumbo del anarquismo argentino, quefue importante slo en cuanto a suarraigo en el movimiento obrero.

Con razn dice Diego Abad deSantilln que LA LLEGADA DE MALATES-TA CONTRIBUY A RETARDAR LA FORMA-

CIN DEL SOCIALISMO EN LA ARGENTINA ysu desarrollo.

[INICIOS DEL MOVIMIENTO OBRERO]

A este respecto, es fundamental laFUNDACIN DEL SINDICATO DEOBREROS PANADEROS.

Malatesta, al REDACTAR EL ESTA-TUTODE LA ORGANIZACINmarctoda una lnea que iba a servir denorma para otras organizacionesobreras combativas.

Paralelamente y siempre refirin-donos a la parte organizativa tambiniba a ser fundamental, casi tres lus-tros despus, la presencia en Bue-nos Aires del abogado italiano Pietro

Gori, en la formacin de la Federa-cin Obrera Argentina (FOA), la pri-mera central obrera, cuyo congresoinaugural se llev a cabo en el saln Li-gure, calle Surez 676, del barrio pre-dominantemente genovs de la Boca.De los 47 delegados obreros,ms de la mitad 26 tenan ape-llidos italianos: Colombo, Magrassi,Ponti, Montale, Moglia, Larrossi, Cneo,Garfagnini, Ferraroti, Cavallieri, Barsan-ti, Berri, Di Tulio, Rizzo, Negri, Oldani,Mosca, Bernasconi, Lozza, Barbarossa,Grivioti, Patroni, Basalo, Mattei, Bribbioy Pietro Gori.

Entindase bien:la importancia deMalatesta y Gori

radica en que precisamenteestos dos pertenecan a la

TENDENCIA ORGANIZACIONISTA

y no a la delINDIVIDUALISMO ANARQUISTA.

SI ESTA LTIMA CORRIENTEHUBIERA TENIDO LA AYUDA DE LAS

PERSONALIDADES COMO LA DE ESOS DOS

VIAJEROS,ES POSIBLE QUE ELSOCIALISMO LIBERTARIONO HUBIERA ALCANZADO

TANTO ARRAIGO EN

EL MOVIMIENTO OBRERO.

[ANARCOSINDICALISMO DE MASAS]

Esto en cuanto a organizacin; perohubo otra caracterstica que sirvi decatapulta a la ideologa anarquistadentro del movimiento obrero: fue elXITO DE LA PRIMERA HUELGA delos panaderos, en enero de1888. Los fundadores del sindicatode los obreros panaderos fueron ETTO-RE MATTEI Y FRANCESCO MORNO, dositalianos de Livorno (Novara) y quienredact el estatuto y programa de laorganizacin fue ERRICO MALATESTA.El papel de este y de Mattei fue funda-mental porque en vez de hacer unasociedad mutualista lucharon pa-ra que fuera una autntica socie-dad de resistencia, la que ademsllevaba el calificativo de COSMOPO-LITA.

Un ao despus de su fundacin serealiza la primera huelga de ese gremio

que llama la atencin por su combativi-dad a pesar de la dura represin poli-cial. El xito queda como antecedentepara otros movimientos del mismo ca-rcter el de zapateros, por ejemplo,orientado tambin por MALATESTA,autor de manifiestos del movimientode fuerza- y que va definiendo todauna conducta que hace de losanarquistas hombres confiables

en la ORIENTACIN DE LA TCTICAOBRERA DE ESA POCA.


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LA INFLUENCIA DE LA INMIGRACIN ITALIANA EN EL MOVIMIENTO ANARQUISTA ARGENTINO 5

[INMIGRACIN OBRERA]

Por supuesto que las caractersticasCOMBATIVAS DE LAS HUELGAS y el ecoque encontraban las SOCIEDADES DE

RESISTENCIA se deban a diferentes cir-cunstancias sociales y econmicasde esa ARGENTINA en expansin. Sibien el obreroalla fines de sigloperciba un salario medio infe-rior en un 32% al obrero estadouniden-se, 12% al obrero francs, 9% al obreroingls y 3% al obrero alemn, era su-perior de todas maneras al que

perciban en ITALIA y ESPAA.Pero esto, que de alguna manerahubiera tranquilizado a cualquier emi-grante de esos dos pases tena tam-bin sus aspectos negativos socia-les y espirituales: la inseguridad delnuevo pas, la falta casi absolutade leyes obreras, con grandescrisis econmicas a corto plazo y laesperanza defraudada de muchos

que haban hecho el sacrificio de de-jar lugares de origen y familia conotras expectativas, no ya la de hacerla Amrica rpidamente y poder regre-sar y gozar de una vejez tranquila sinopara por lo menos no fracasar y no su-frir hambre como all.

En el periodo que abarca la ltimadcada del siglo XIX y los primerosaos del presente lapso en que se

conforma definitivamente la organi-zacin del movimiento obrero argen-tino debe tenerse en cuenta este as-pecto emocional de las masasde obreros inmigrantes en un pa-s que realizaba una tremenda y rpidatransformacin.

Y es aqu donde vamos a encontrarlas PRIMERAS RESPUESTAS

al PORQU de la difusin delanarquismo en la Argentina

con preponderanciasobre el socialismo.

[SOCIALISMO VS. ANARQUISMO]

A todas esas masas inmigrantes, elSOCIALISMO les propona obtenerCARTA DE CIUDADANA argentina parapoder votar y elegir a sus represen-tantes;

el ANARQUISMO, en cambio, pre-dicaba la accin directa, la negacinde un Estado reservado a los hijosdel pas en cargos electivos y basadoen el fraude y el caudillismo parroquial, y la defensa de sus intereses en lu-cha directa contra el patrn con lastres armas bsicas: la huelga, el sa-botaje y el boicot.

El partido Socialista le ofreca unainterpretacin cientfica y determinista alargo plazo; el anarquismo noaceptaba discutir con el Esta-do, pero s con el patrn que loexplotaba.

En tanto EL ESTADO con sus insti-tuciones todava no se haba des-arrollado lo suficiente para to-mar a su cargo las relacioneslaborales, la solucin anarquista apa-reca como la ideal para toda una masainsegura, apresurada para obtener losfrutos de su trabajo. NADA IBAN A LO-GRAR POR EL LARGO CAMINO DE LAS

ELECCIONES Y EL PARLAMENTO ESOS

HOMBRES SIN VOTO, EN UN PASGOBERNADO POR LA OLIGARQUA.

Si bien los socialistas obtendrn en1904 la primera banca socialista de

Amrica en el Congreso y precisa-mente ese diputado representaba al ba-rrio genovs de la Boca la decepcinfue muy rpida: Qu poda hacer esenico representante frente a todo unaparato al servicio de los interesesde la clase alta?


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[POPULARES VS. ELITISTAS]

El otro aspecto del anarquismo ar-gentino en esos aos es su popularis-mo: el proletariado y de este sus capas

ms bajas entienden su idioma directo.Varios autores socialistas que vivie-ron esa poca han detallado casicon asco el aspecto de las masasanarquistas que concurran a lasconcentraciones del 1 de mayo oa las asambleas. Lo mismo que ridi-culizan a los oradores anarquistas. Esefenmeno se reproducir luegocon el peronismo: los socialistas

volvern a emplear las mismas pa-labras de arrogante censura parajuzgar comportamientos del nuevoproletariado argentino que surga en1946.

No por nada el origen del socia-lismo en la Argentina se debe enmayor medida a los socialdemcra-tas alemanes exiliados a raz de laley antisocialista de Bismarck. Fue-ron los primeros en ensear las teorasmarxistas, en organizarse con localpropio y en editar un vocero, elVORWRTS (ADELANTE!). En este as-pecto hay una diferencia notable:mientras los peridicos anarquis-tas italianos a los pocos nme-ros ya traan pginas en espaoly por su parte, LA PROTESTA

HUMANArgano de los anarquis-tas organizacionistas locales, tra-a un suplemento en idioma ita-liano, mostrando a las claras el espri-tu de integracin y de entendimientoentre los diferentes pueblos de esa Ba-bel del Plata que era Buenos Aires, losalemanes socialdemcratas prosi-guieron durante muchos aos suvocero exclusivamente en alemn.

No quiere decir esto que los alemanesno buscaran la discusin y el intercam-bio de ideas; lo hicieron y con muchapaciencia, pero no pasaron de ser

reuniones acadmicas y un tan-to eruditas para la masa traba-

jadora que buscaba febrilmentereivindicaciones ya y un mudoms justo.

(Es notable leer en el VORWRTSrepetidas quejas contra la falta de dis-ciplina de los pueblos romnicos, pa-labras para designar como denomina-dor comn a italianos, espaoles, por-tugueses y a los argentinos descen-dientes de europeos meridionales).

Se les atribua una mentalidad inca-paz de comprender un cambio organi-zado de la sociedad. Los desesperados

socialdemcratas alemanes cayeronms de una vez en un no deseado ra-cismo ante los repetidos incidentes conlos anarquistas italianos, espaoles yargentinos. Pero no slo los socialde-mcratas alemanes sino tambin losprimeros socialistas argentinos, co-mo JUAN B.JUSTO, miraban con nos-talgia modelos de desarrollo comoAustralia, Nueva Zelandia y Sudfri-

ca, con corrientes migratorias sajo-nas y no romnicas.En cambio, el anarquismo pareca

ser, con su espontaneismo y su nega-cin de la autoridad, el que interpreta-ba cabalmente la idiosincrasia de losdenominados pueblos romnicos. Aestas caractersticas hay que agregar elespecial sentido misional que tuvo en parte el movimiento anarquista, su

total desprecio por cargos pblicos yttulos en contraposicin con el je-rarquismo que tuvo el socialismoautoritario, mismo en su aspecto or-ganizativo. En las organizaciones anar-quistas tanto en las polticas como enlas sindicales, al no haber cargos nirentados ni ad honorem- llev a facili-tar el plano solidario de considerarsetodos iguales, sin distincin de gra-

dos de inteligencia, habla, raza u oficio.Les bastaba un mero secretario de ac-tas, o administrativo o un responsable.Con todas las ventajas que aca-


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rreaba la DEMOCRACIA DE BASE,este sistema comenz a fla-quear en cuanto se complicla sociedad, se acentu el in-

tervencionismo estatal y au-ment la represin, QUE NECE-SITABA RPIDAS RESPUESTAS Y

NO LARGOS DEBATES.

[ANARQUISMO, CULTURA POPULAR]

El sentido de la solidaridad, casiun concepto evanglico, fue realmentenotable en las organizaciones bonae-

renses de trabajadores agrcolas. LasSOCIEDAD DE RESISTENCIA anar-quistas crecieron como hongos enlos pequeos pueblos de la extensapampa. Fueron organizaciones ejem-plares donde adems de lo gre-mial se hizo una amplia vidaeducacional y cultural, con con-

juntos filodramticos, con cursos

nocturnos para aprender a leer yescribir, con conferencias de esclare-cimiento cientfico. El trabajador golon-drina de nuestros campos fue italianoen su mayor parte. Venan a recoger lacosecha para volver a Italia y regresaral ao siguiente. Este trabajadorvenda su fuerza de trabajo al mejorpostor. Y debi afrontar problemas dif-ciles de resolver por s mismo ante acti-

tudes patronales. Es explicable querecurriera entonces a quien pudie-ra aconsejarlo, aunque ese conse-jero estuviera rotulado como agi-tador anarquista.

En la pampa argentina sur-gi un personaje tpico, el lla-mado LINYERA. Y no por na-da esa palabra es de origen italia-

no. Segn algunos autores proviene delinghera, el BOLSO DONDE ESTOS VAGA-BUNDOS POLTICOS LLEVABAN TODOS SUS

ENSERES, PRINCIPALMENTE VOLANTES Y

PERIDICOS ANARQUISTAS. Eran figu-ras tolstoianas que viajaban enlos trenes de carga, trabajabanen el campo y enseaban lasideologas de la rebelin social.

Don Tolstoyy su linyersimo way of life

[MALATESTA Y EL ANARQUISMO SO-CIAL]

MALATESTA llega al Plata con los an-

tecedentes de su actuacin revolucio-naria en Benevento, en 1874, y por suposicin junto con Cafiero en el CON-GRESO DE RIMINI, durante el cual la FE-


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DERACIN ITALIANA de la ASOCIACIN IN-TERNACIONAL DE TRABAJADORES se vol-car al ala bakuninista.

Un ao antes de la llegada de Ma-latesta, 17 obreros italianos entreellos el panadero Marino Garbaccio, elebanista Michele Fazzi y el grabadorMarzoratti constituyeron el crculoCOMUNISTA ANARQUISTA, representantede la ASOCIACIN INTERNACIONAL DETRABAJADORES. Reciban y distribuanLA QUESTIONESOCIALE, que publicabaMalatesta en Firenze; IL PARIA, de

Ancona, y LA RVOLTEde Pars.Ettore Mattei escriba lo siguiente

sobre el arribo de Malatesta al Ro delPlata:

La propaganda del comu-nismo y la anarqua fue ms in-tensa despus de dos o tres me-ses de la llegada a Buenos Aires(en febrero de 1885) del camaradaMALATESTA, se constituy congran entusiasmo un CRCULO DEESTUDIOSSOCIALES, situado en lacalle Bartolom Mitre 1375, en elcual ste y otros camaradas dieronlas primeras conferencias pblicascomunistas anarquistas publicndo-se entonces en italiano 'La Questio-ne Sociale'

Todo esto hace el ncleo principal de laactividad de Malatesta en lo poltico. Lofundamental es que cumple lo que yase haba propuesto en Firenze: la fun-

dacin de grupos afines para la acti-vidad ideolgica y propagandstica,con publicaciones, conferencias y po-lmicas con representantes de otrasideologas.

Para concretar, suscribimos el p-rrafo de GONZALO ZARAGOZA RUVIRA,quien seala:

El italiano (Malatesta) insistaen dos puntos esenciales:

unidad de la familia anar-quista y acercamiento alala socialista, y

fomento del movimientohuelgustico.Deca que en la Argentina, debi-

do al escaso nmero de trabajado-res, las huelgas haban terminado

victoriosamente; de ah que stasdeban continuar, y el obrero, por laprctica, deba irse formando unaconciencia revolucionaria.

Tanto Malatesta como des-pus Pietro Gori propugnaronsiempre la idea de la unidad,la humildad de la discusincon otras ideologas y des-preciar el sectarismo.

La visita de Malatesta tambin poreso es importante: porque ya ausentede la Argentina permanece constantesu personalidad humana a travs delrelato de quienes lo conocieron en eselapso de pocos aos y as se explicaque hasta su muerte la prensa anar-quista argentina haya publicado casiabsolutamente todo lo que escribi estecombatiente durante su estancia en Ita-lia y en el exilio. Su constante fue latemperancia. No hay nada mejor que loretrate que estas palabras escritas cua-renta aos despus en PENSIERO EVOLONTdel 1 de abril de 1926:

Entre los anarquistas haylos revolucionarios que creenque es necesario abatir por la

fuerza a la fuerza que mantie-ne el orden presente, paracrear el ambiente en el cualsea posible la libre evolucinde los individuos y de las co-lectividades,

yHAY EDUCACIONISTASque piensan que slo se

puede llegara laTRANSFOR-MACIN SOCIAL modificandoantes a los individuos por


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medio de la educacin y lapropaganda.

Existen partidarios de la no violencia, ode la resistencia pasiva, que rehuyen laviolencia aunque sea para rechazar laviolencia, los cuales se dividen a suvez, en lo que respecta a la naturaleza,alcances y lmites de la violencia lcita.

Adems, hay discordancia respecto dela actitud de los anarquistas frente almovimiento sindical, disenso sobre laorganizacin o no organizacin propiade los anarquistas, diferencias perma-nentes u ocasionales sobre las relacio-nes entre los anarquistas y los otros

partidos subversivos. Justamente sonestas y otras cuestiones semejantes lasque requieren que tratemos de enten-dernos; o si, segn parece el entendi-miento no es posible, hay queaprender a tolerarse, TRABA-JAR JUNTOS CUANDO SE EST DE

ACUERDO, y CUANDO NO, DEJARQUE CADA UNO HAGA LO QUE LE

PAREZCA SIN OBSTACULIZARSEunos a otros. Porque, en ver-dad, si se toman en cuentatodos los factores, nadiesiempre tiene razn.

Adems del aspecto organizativo delos sindicatos combatientes, dos aspec-tos encararon en su propaganda los pe-ridicos anarquistas de Buenos Aires,

Rosario y Baha Blanca en lengua ita-liana: la EMANCIPACIN DE LA MUJERy el ANTIMILITARISMO. Con respecto alprimer tema se insisti en la organiza-cin femenina en pro de sus reivindica-ciones, campaa iniciada principalmen-te por La Questione Sociale.

ALATESTAY EL SINDICALISMOREVOLUCIONARIO

El primer periodo histrico delmovimiento obrero argentino desdesus orgenes hasta la Revolucin Rusade Octubre estuvo caracterizado en suscomienzos pordos movimientos ideo-lgicos: uno mayoritario, anarquista;el otro, socialista.

Pero a stos iba a agregarsebien pronto el denominadoSINDICALISMO REVOLUCIONARIO

o sindicalismo puro, inspirado enlas teoras de GEORGES SOREL ydel italiano ARTURO LABRIOLA.

[POLMICA MALATESTAMONATTE]

El sindicalismo puro en la Argenti-na curiosamente surgi de las filas so-cialistas; tuvo una influencia tal quedeterior el avance tanto del movi-

miento anarco-comunista como delsocialismo. De minora pasar a serpoco a poco mayora.

LOS ANARQUISTAS SE RESISTIERONSIEMPRE A ACEPTAR LA UNIDAD SINDICAL

CON ELLOS, A PESAR QUE LOS UNANMUCHOS PUNTOS COMUNES.

La central anarquista, la FORADEL V CONGRESO, persegua segn

su prembulo la consecucin delcomunismo anrquico. En este puntotenemos que regresar al pensamientomalatestiano. En la clebre polmi-ca del pensador italiano con PIE-RRE MONATTE, en el CONGRESO DEAMSTERDAM, en 1907, aqul RECHAZLA TEORA sindicalista de que elsindicalismo se basta a s

mismo para hacer la revolu-cin.

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OSVALDO BAYER10

MALATESTA comenzar claramen-te diciendo que el

movimiento obrero esuna realidad que nadie pue-

de ignorarmientras que elsindicalismo (revolucionario)es una teora, un sistema ytenemos que cuidarnos mu-cho de confundir una cosacon la otra.

El MOVIMIENTO OBRERO aadir ha tenido en m un defen-sor decidido pero de ninguna mane-ra ciego. Vi en l un

campo deactuacin que era espe-cialmente apropiado paranuestra propaganda revolu-cionaria y al mismo tiempoun punto de contacto entrelas masas y nosotros.

Deseo hoy tanto como ayer quelos anarquistas participen en el mo-

vimiento obrero. Sigo siendo unsindicalista en el sentidode que soy partidario delos sindicatos. NO EXIJOSINDICATOS ANARQUIS-TASYA QUE LEGITIMARANLOS SINDICATOS SOCIAL-DEMCRATAS, REPUBLI-

CANOS, REALISTAS O CO-MO SE LLAMEN Y ASDIVI-DIRAN MS QUE NUNCAA LA CLASE TRABAJA-DORA.No quiero los sindicatosrojos porque no quiero los sindica-tos amarillos. Deseo ms bienorganizaciones que estn

ABIERTAS A TODOSlos

obreros, sin posibles repa-ros a diferencias polticas. Esdecir: sindicatos totalmente neutra-

les. () Pero represento antetodo los intereses de nuestra

propaganda que as ampliaraen gran medida su campo deaccin. Esa participacin no signi-

fica de ninguna manera renunciar anuestros caros ideales. En lossindicatos debemos PER-MANECER ANARQUISTAS, entoda la extensin y profun-didad de ese concepto.

EL MOVIMIENTO OBRERO ESpara mslo UN MEDIO, peroel mejor de los medios de que dis-

ponemos.

[LA UNIDAD OBRERA (?)]

Como ya dijimos, los escritos deMalatesta siguieron ejerciendo gran in-fluencia en el anarquismo rioplaten-se. De ah que MUCHOS BUSCARONUNA Y OTRA VEZ FORMAR UNA CEN-

TRAL OBRERA CONJUNTA CON SO-CIALISTAS Y SINDICALISTAS.No se logr jams esa unidad SALVO

PEQUEOS PERIODOS;no slo por culpade socialistas y sindicalistas sinotambin de los libertarios, que con-siderndose mayora siguieron insis-tiendo que la FORA tuviera en los es-tatutos como basamento ideolgicoel comunismo anrquico.

Ese abandono del pensamien-to malatestiano y cierto ACERCA-MIENTO AL MODELO ESPAOLllev al movimiento obrero anarquistaargentino a ir perdiendo su carc-ter multitudinario del principioencerrndose en el CAMINOSIN SALIDA DEL SECTARIS-MO.


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[LPEZ ARANGO y ABAD de SANTILLN]

De esto ltimo se mostraron siem-pre orgullosos los dos ms conspicuosrepresentantes del anarquismo ar-gentino de la dcada del veinte: L-PEZ ARANGO y DIEGO ABAD DE SANTI-LLN, los dos espaoles. En su libroEL ANARQUISMO EN EL MOVIMIENTOOBRERO remarcaron la necesidad demantener una federacin obrera exclu-sivamente anarquista independiente delas otras tendencias obreras:

Lo que tenemosdicen bueno o ma-lo, vale tanto o ms que lo que nos pue-

dan ofrecer otros. Porque este movimientoes hijo de nuestras ideas y el producto demltiples esfuerzos y tiene un largo proce-so de gestacin y de desarrollo tras s.

Qu nuestra posesin en el movi-miento obrero y nuestras actividadesrevolucionarias en relacin con la ac-cin del proletariado no se ajustan a losmtodos que pasan por los clsicos enel anarquismo europeo?

Qu nuestra concepcin del sin-dicalismo no es la de los compaerosde Italia, de Francia, de Portugal?

Y qu? Ese hecho no significaotra cosa que la confirmacin denuestra propia personalidad y la exis-tencia de un movimiento caractersti-co, tan lgico como el que ms, pues-to que tiene ms de un tercio de siglode existencia real y no es la obra de

un hombre ni la consecuencia de uncapricho pasajero.

Vemos que el idioma un tanto alta-nero y arrogante es muy distinto al deMalatesta. Llega a tanto el orgullo porel modelo argentino que, a conti-nuacin, los dos idelogos hispanosen la Argentina sugieren que esemodelo tendra que ser adoptado porlos europeos:

El anarquismo europeo, pensa-mos, terminar por orientarse en estesentido pues las mismas circunstan-cias obligarn a los compaeros adefinir su posicin frente a las ten-dencias que desvirtan la accingremial de los trabajadores.

Diegote Abad y su purezaanarco-anarquista

Si el MOVIMIENTO OBREROANARQUISTA ARGENTINO hubie-ra seguido la lnea que mar-caba MALATESTA la REPRE-

SIN del ESTADO SE HUBIE-

RA TENIDO QUE CARGARSOBRE TODO EL CONJUNTOSINDICAL y no casi exclusi-

vamente sobre la FORA.EEEssscccuuuccchhheeemmmooosss aaalll vvviiieeejjjooo,,, bbbooo!!!!!!


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OSVALDO BAYER12

As, con una central anar-quista se facilit la represin

que apunt, por supuesto, a lams combativa de las centra-

les, a la iniciadora de las grandes

huelgas de tres dcadas. El cuadrofue casi siempre el mismo: LAS AC-CIONES POR LAS CONQUISTAS SE

INICIABAN EN LA FORAY LAS CAPI-TALIZABAN LUEGO LOS SOCIALIS-

TAS Y SINDICALISTAS que eran losllamados por el gobierno para trans-

ar.

[LA PUREZA IDEOLGICA]

Queremos finalizar este corto anli-sis del pensamiento de MALATESTA so-bre el movimiento obrero transcribiendopalabras de 1907 de la citada polmicaque advirtieron un peligro que luegose confirm: se refiere a LOSSINDICA-LISTAS PUROSy a su prescindencia deideologas.

Aun cuando elMOVIMIENTOSINDICAL se adorne con un atribu-to absolutamente intil: 'revolu-cionario'sostiene ES Y SEGUI-R SIENDO UN MOVIMIENTO LE-

GAL YCONSERVADOR SIN PER-

SEGUIR OTRA COSA QUE MODI-

FICAR CONDICIONES DE TRA-

BAJO, Y ESTO APENASSI LOCONSEGUIR.

No buscar otro ejemplo que elque nos ofrecen los grandes sindi-catos norteamericanos. Cuandotodava eran dbiles presentabanuna posicin radicalrevoluciona-ria, pero cuando su poder y su ri-queza aument, pasaron a serorganizaciones conservadoras

que por lo nico que se preocu-paron era crear privilegios parasus miembros ().

Agregar adems por eso losanarquistas tienen que entrar enesos sindicatos para luchar contralos privilegios y la corrupcin de losdirigentes.

El funcionario sindical sostena-es para el movimiento obreroun PELIGROparecido al del

parlamentario. Ambos llevana la corrupcin ().

Esto se confirm plenamente en laArgentina, no slo con el sindicalismoperonista despus de 1943 sino ya an-tes, en las diversas tendencias de la

dcada del treinta.

L VIAJEDE PIETRO GORI

Pietro Gori llega en 1898 a la Ar-gentina. Buenos Aires, ciudad eurocen-trista y vida de saber de Europa, deparecerse a Europa, fue siempre esce-

nario predispuesto para aplaudir a pol-ticos, conferencistas, filsofos, prnci-pes, ex presidentes, charlatanes, teno-res, sopranos, directores de orquestaeuropeos. Explicable, por cierto, por elorigen europeo de sus habitantes y porla orientacin de sus polticos y de susociedad, que miraban a Inglaterra enlo econmico, a Francia en lo cultural ya Prusia en su militarismo. La burgue-sa argentina aplaudi y viv a BlascoIbez, Clemenceau, Enrico Ferri(1910), Lerroux, Jaurs, Anatole Francey muchsimos otros, algunos de loscuales venan a explicar teoras quepodan perturbar las digestiones peroque no pasaban de ser cosquilleos ex-citantes, lo importante es que procedie-ran de Europa y estuvieran all de mo-da. El historiador alemn MAX NETTLAUescribir que tales visitantes vendrn a

cumplimentar al gobierno argentino y aadmirar la prosperidad de ese capita-lismo. En cambio dice- GORI habl afavor de los odiados anarquistas, a fa-

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ErricoMalatesta

vor de los ms pobres de los inmigran-tes, de los trabajadores organizados

peligrosos para el capitalismo en creci-miento, y l supo triunfar.

En la historia de los visitantes de laArgentina pocos ha habido que tuvieronel eco de Gori. El pblico: obreros, lite-ratos, liberales, garibaldinos, mazzinis-tas, socialistas de todas las tendencias-se apretujaban en los salones para es-cucharlo. Eran conferencias de msde tres horas en medio de un silenciocasi religioso. Las obras de Gori sepusieron de moda, la pequea piezade teatro PRIMERO DEMAYOse repre-sent centenares de veces en esa po-ca en las zonas ms alejadas del pas.En su gira por poblaciones de la provin-cia de Buenos Aires, Santa Fe y Men-doza era esperado por bandas de m-sica de organizaciones obreras o mu-tualistas en la estacin ferroviaria yacompaado hasta el hotel.

MAX NETTLAU escribe que

Pietro Gori abandon Italia du-rante o despus de los grandes dis-turbios de mayo de 1898 que culmi-

naron en la insurreccin de Miln,

lugar de donde de cualquier maneralo hubieran deportado a una isla. Se

dice que en Pars no se le permitihablar pblicamente y que le acon-sejaron viajar a Buenos Aires a tra-

vs de Barcelona.l ya conoca el exilio londinen-

se y en Estados Unidos y tiene quehaber considerado a Buenos Aires

debido a los aos de la reaccin en

Italia con todo derecho como la granciudad en la cual poda encontrar el

ms amplio medio y posibilidadesde vida.

Llega a fines de junio de 1898 yparte el 12 de enero de 1902 de re-

greso a Italia. Cuando el tiro deBresci del verano de 1900 cre una

nueva situacinen Italia desde

los ltimos aosde Crispilos


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anarquistas, republicanos y algu-nos socialistas se haban aproxi-

mado entre s en el aspectohumano a raz de las persecucio-nes que cayeron sobre todos. Esasaproximaciones fueron siempre pla-tnicas y Malatesta, en 1899, consi-der que nunca era demasiado tar-de para combatir juntos a la monar-

qua.Gori que no era un hombre de

accin fue un entusiasta de estosactos unitarios si bien vea clara-

mente todo lo que separaba a lasdistintas corrientes polticas a las

que tuvo que enfrentar tambin enBuenos Aires, en distintas discusio-nes pblicas. Gori poda hacer eso

porque realmente siempre mantuvouna posicin y aprovechaba las

ocasiones de EXPONER LASIDEAS LIBERTARIAS CON AMA-

BILIDAD en vez de arrojar esasideas sobre el rostro del enemi-

go, con desprecio. A pesar de eso,muchos lo odiaban, en parte, por-

que no posean esa capacidad deexpandir ideas con simpata y por-que tenan miedo que sus propiospartidarios podan ser 'convenci-

dos'.

[DEMOLIENDO TABES]

Tal vez LA VIRTUD predominantede GORI en la Argentina FUEHACER ENTRAR EN SOCIE-

DAD A LAS IDEAS ANARQUIS-TAS. La opinin pblica pudocomprobar que stos no sloeran tirabombas y lumpenprole-tarier. l pudo actuar en los escena-rios ms calificados. Durante el congre-so obrero que llev a la formacin de laprimera federacin de trabajadores, enel cual Gori tuvo un papel preponderan-te, mostr una gran ductilidad. Por

ejemplo, seal que el ARBI-TRAJE en un CONFLICTOOBRERO-PATRONAL PODAACEPTARSE como tcticaobrera. Rompa as l mismo conun tab anarquista y no le fue fcilconvencerlos. All dio una prueba decmo haba que ADAPTARSE ACIERTAS FORMAS PARA CREARPLATAFORMAS COMUNES.

[ALGUNAS CONSIDERACIONES]

Para resumir, las visitas de MALA-TESTA y GORIsirvieron para fortale-cer decididamente la corrienteorganizadora contra la individua-lista del anarquismo argentino. Es de-

cir, el movimiento tomaba los li-neamientos que el socialismo li-bertario haba emprendido en Ita-lia bajo el nombre de socialismoanrquico. En el congreso anarquistade Capolago, en 1890, los argentinoshaban sido representados por un dele-gado. La corriente organizacionis-ta fue, a la postre, la que produjo

la tendencia ms revolucionariade toda la historia del movimien-to obrero argentino.


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ASCISMO EN ITALIA,VIOLENCIA EN ARGENTINA

As como a italianos se debe granparte de las caractersticas anarquistasdel comienzo del movimiento obrero ar-gentino, se deber tambin a italianosparte del aceleramiento de la deca-dencia de esa ideologa en el Plata.

La Argentina en la dcada del 20pas a ser escenario de las disiden-cias italianas como consecuencia dela instalacin del fascismo en la pe-nnsula y las emigraciones polticasconsiguientes.

QUE PASABA ENITALIA CONEL ANARQUISMO?

GINO CERRITO, en IL DISORIENTAMIENTODEL VENTENNIOseala:

La crisis de la libertad que ca-racteriza elperiodo entre las dosguerras, la

debilidad demostra-da por el movimiento anarquistafrente a la difusin de los reg-menes fascistas, la agudizacin delos conflictos de clase y unAN-LISISSUPERFICIAL DE LAREVOLUCIN SOVITICA yde sus efectos sobre el movimientodeterminan sobre los anarquistasaspectos sumamente interesantes:

un breve RETORNO A LAPROPAGANDA INDIVIDUA-LISTA YTERRORISTA conmanifestaciones peculiares enItalia y la Argentina, bien dis-tintas a las que caracterizan almovimiento en Espaa.

Inmediatamente despus de es-tos hechos generalmente carac-tersticos de todos los perio-dos de CARENCIA IDEOLGICAse reinician las polmicas ideolgi-

cas en el movimiento, que enlnea general condena las ma-nifestaciones terroristas.

[QUE PASABA CON LOSITALIANOSEXILIADOS Y LA VIOLENCIA SOCIAL?]

Obviamente DISTINTA ES LAACTITUD de los anarquistas frentea la violencia revolucionaria de los

conflictos de clase, particularmentesperos EN ESPAA Y LA AR-GENTINA (), frente a las accionescontra los dictadores o directos res-

ponsables de las represiones; ofrente a los atentados demostrati-vos, incruentos, como los realizadosen Estados Unidos. All, mientraslos grupos de lengua yiddishasuman progresivamente una

orientacin socialdemcrata,los grupos de lengua italiana con-tinan defendiendo una lneaintransigente y conocen aosde rigurosas persecucio-nes policiales. El CASO SAC-CO Y VANZETTI es el ms difun-dido.

Y otro de esos fenmenos que se pro-duce es segn CERRITO

un REAGUDIZARSE DE LAS POL-MICAS SOBRE LA CUESTIN DE LA OR-

GANIZACIN, que se manifiesta endiversas tentativas de asociacionesfederales de grupos y con propues-tas frentistas, consideradas necesa-rias ante el extenderse de la reac-cin.

F


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[QUE PASABA ENARGENTINA CONLOS ANARQUISTAS?]

Este clima llega a los anarquistasitalianos en la Argentina, que ser in-

fluido especialmente por los exiliadosdel fascismo que arriban al Platadespus de la toma del poder por elDuce, y que traer como consecuenciauna profunda crisis en el anarquismolocal.

Entre los exiliados italianos que lle-gan figuran anarquistas organiza-cionistas como LUIGI FABBRI yUGO FEDELI, que salvo cortas estadas

se instalaron en Montevideo e indivi-dualistas.Entre estos ltimos lleg un grupo

que bien pronto demostr que, ante laradicalizacin del rgimen poltico desu patria, ellos estaban dispuestos acombatirlos tambin con mtodosradicales.

El ms decidido de ellos, SEVERINODI GIOVANNI (nacido en Chieti, en1901) inaugurar en Buenos Aires unperiodo de violencia tal que bien puedecalificarse como el antecedente msdirecto de la guerrilla urbana,que volver a repetirse en muchomayor medida y bajo otro signoideolgico en la Argentina de losaos 70.

Sin ninguna duda, la cabeza ms

sobresaliente del movimiento anar-quista italiano en la Argentina duran-te el fascismo fue ALDO AGUZZI, naci-do en 1902, en Voghera, Pava y que,segn la prefectura local se expatriclandestinamente a la Argentina en1923. Ya en diciembre de ese ao apa-rece en Buenos Aires bajo su direccinL' AVVENIRE, PUBBLICAZIONE ANAR-CHICA DI CULTURA E DI LOTTA, de ten-

dencia comunista anrquica. Adminis-trador del peridico ser CAMILO D'A-LEFFE, tambin de Voghera.

AGUZZI trat de aglutinar a losanarquistas italianos de todas lastendencias que iban llegando alRo de la Plata procurando salvarlas diferencias internas. Sostena

como nica premisa la campaa an-tifascista desde todos los ngu-los, para llegar posteriormente a unFRENTE CON LAS DEMS FUERZAS

DEMOCRTICAS italianas. Al princi-pio lo logr. Prueba de ello es, porejemplo, el acto que se realizo el 1de mayo de 1925.

[ACELERAMIENTO DE LA DEBACLEANARQUISTA]

El 6 de junio de ese ao co-mienza casi inocentemente elVERTIGINOSO CICLO DE VIOLENCIA.Ese da, la colonia italiana fascista fes-teja en Buenos Aires el 25 aniversariode la asuncin al trono de VctorManuel III. La gran fiesta se realizaen el Teatro Coln con la presenciadel presidente de la Nacin, MarceloT. De Alvear, y del embajador italianoLuigi Aldrovandi Marescotti conde deViano. Cuando la orquesta ejecuta elhimno italiano se produce un ruido-so incidente: un grupo de anarquis-tas entre los cuales se destaca Seve-rino Di Giovanni interrumpir el actolanzando volantes y dando mueras al

fascismo.Ese es el punto de partida.Todos pertenecen al grupo de L'

AVVENIREmenos DI GIOVANNI quien in-tegra el crculo RENZO NOVATORE ypublica la revista CULMINE.

Das despus, a propsito de lacampaa pro SACCO Y VANZETTI,el grupo afn a DI GIOVANNIcomenzaruna campaa con bombas contrainstalaciones de empresas nor-teamericanas y del propio consu-lado.


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Di Giovanni mantendr estrechasrelaciones con L' ADUNATTA DEI RE-FRATTARI, de Nueva York, y con lasagrupaciones que siguen la lnea delindividualista italiano LUIGI DAMIA-

NI, lnea a la cual perteneca VAN-ZETTI.

La serie de acciones violentas enBuenos Aires y Rosario llegar a supunto ms alto con una BOMBA dealto poder puesta EN EL CONSULA-DO GENERAL DE ITALIA, que lo des-truir y ocasionar 9 muertos y 34heridos graves.

ESTOS ACTOS ms varios asal-tos a bancos TUVO COMO RE-SULTADO UNA PERSECUCINPOLICIAL INDISCRIMINADACONTRA EL ANARQUISMOITALIANO Y LOCAL.

Por eso LA PROTESTA elprincipal peridico anarquista

argentino y la FORA, la centralobrera, ATACARN ABIERTA-MENTE AL GRUPO DE INDIVI-DUALISTAS italianos autores de loshechos.

El ataque llegar a tal extre-mo que SEVERINO DI GIOVANNIdar muerte de varios balazosal director de LA PROTESTA,

LPEZ ARANGO, ya que este dia-rio lo haba calificado de AGEN-TE FASCISTA.

DI GIOVANNI ser fusilado porla dictadura milita de URIBURU, ungobierno que llev a cabo unarepresin obrera como nunca sehaba vivido en el Plata:

SE ENTREGARON A LA ITALIA DEMUSSOLINI LA MAYORA DE LOSANARQUISTAS DE ESE ORIGEN;

SE EXPULS A LOS ESPAOLES;

SE ENVI A LOS ARGENTINOS ALPRESIDIO DE TIERRA DEL FUEGO,LA SIBERIA ARGENTINA;

SE PROHIBIERON SUS ORGANIZA-CIONES Y PUBLICACIONES.

DEBILITADO POR SUSDISENSIONES INTERNAS Y

SU SECTARISMO,EL ANARQUISMO ARGENTINO

COMENZABA SU OCASO.

[EPLOGO DEL ANARQUISMO

ITALIANO EN ARGENTINA]

Los anarquistas italianos en la Ar-gentina no se dieron por vencidos. Apesar de todos los reveses sufridos,dos aos despus, en diciembre de1932 apareca el peridico SORGIA-MO!(PUBLICAZIONE DE CRITICA E DI PRO-PAGANDA DEGLI ANARCHICI ITALIANI NELL'

ARGENTINA).


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Lo diriga ALDO AGUZZI quienHABA LOGRADO REUNIR LOS RESTOS

DE LAS TRES TENDENCIAS: la deUMANIT NOVA, que inspirabaFABBRI y TRENI, la propia de L'

AVVENIREy la de los INDIVIDUALIS-TAS. La publicacin se sostuvo dosaos, hasta 1934.

Un ao despus, ilegal, apareciLA FIAMMA, pero fue una llama quepoco pudo mantenerse. Fue el ltimotestimonio escrito de la accin de losanarquistas italianos en la Argentina.

Los ms consecuentes marcharonen 1936 a la GUERRA CIVIL ESPA-

OLA, entre ellos ALDO AGUZZI quien,en 1939, a travs de Marsella pudo re-gresar a la Argentina. All, en Buenos

Aires se suicid el 31 de mayo de1939. El suicidio de Aldo Aguzzi sepuede tomar como smbolo del findefinitivo del anarquismo italiano mi-litante en la Argentina.

En esos das llegaba otra ola de emi-gracin poltica: los espaoles vencidospor el fascismo franquista.

A HUELLA DELA MILITANCIAPOLTICO-SOCIAL

Hemos tomado dos periodos clavesde la influencia italiana en el anarquis-mo argentino. Evidentemente, los italia-nos que actuaron en el periodo de lasdcadas del veinte y del treinta fueronmuy diferentes a los que ayudaron aformar ideolgicamente nuestro movi-miento obrero. Los antifascistas llega-ron al Plata precisamente a eso, a con-tinuar la lucha antifascista. No se inte-graron, salvo espordicamente, a lasluchas del pueblo trabajador argentino.No hubo ningn Gori ni ningn Malates-ta, quienes tambin vinieron como exi-liados, pero que se dedicaron a organi-zar, ensear, a participar de las luchas.

Estos encontraron un anarquismoque surga; los antifascistas un anar-

quismo que decaa. Los primeros fa-cilitaron su ascenso, los segundosayudaron a su decadencia.

Actualmente el anarquismo ar-gentino es slo un recuerdo, una tra-dicin, una lnea histrica tal vez lams pura en luchas y sacrificios delmovimiento obrero. Pero si bien laideologa qued atrs, el movimientoobrero que naci con ella y despus

march por otros rumbos, sigue inal-terable. Ninguna de las dictaduras mi-litares ha podido destruirlo. La con-ciencia de los derechos obreros siguepermanente.

Ese tal vez es el mrito de losMalatesta, los Gori, de los inmigran-tes italianos y espaoles y de otrasnacionalidades que llegaron al nuevosuelo y dedicaron todas sus horas li-

bres y hasta sus vidas enteras a lapolitizacin del proletariado que seiba formando. El recuerdo de ese m-rito es el homenaje a todos aquellos

L

AAllddoo AAgguuzzzzii


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que fueron expulsados por leyes re-presivas, o fueron asesinados o su-frieron crceles por sus ideas.

Un lugar comn de nuestros polti-cos demagogos es repetir todos losaos en el Da del Inmigrante que esosextranjeros vinieron a hacer patria conel martillo y con el arado. Se olvidancasi siempre a los que nos trajeronideales de redencin y nos ensearon apronunciar por primera vez la palabrasolidaridad, tan valiosa como el vocablolibertad, del que habla nuestro himnonacional y que, en la Argentina actual,no es nada ms que una dolorosa iro-na.


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El Anarquismo Social y Popular en Argentina (Auge y decadencia) - Osvaldo Bayer

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