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    ESTADO MUNDIALDE LA INFANCIA 2003

    Para toda la infanciaSalud, educación, igualdad, protecciónASÍ LA HUMANIDAD AVANZA

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    © Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia(UNICEF), 2002

    Para reproducir cualquier sección de esta publicaciónes necesario solicitar permiso. Sírvase dirigirse a la

    Sección de Edición y Publicaciones, División deComunicaciones, UNICEF NY (3 UN Plaza, NY, NY10017 USA, Tel: 212 326 7513, Fax: 212 303 7985Correo electrónico: [email protected]).Se garantizará el permiso de reproducción gratuitoa las organizaciones educativas o sin fines de lucro.A otro tipo de entidades se les solicitará que paguenuna pequeña cantidad de dinero.

    ISBN: 92-806-3784-7

    UNICEF, UNICEF House, 3 UN Plaza,Nueva York, NY 10017, USA.

    Correo electrónico: [email protected]: www.unicef.org/spanish

    UNICEF, Palais des Nations,CH-1211 Ginebra 10, Suiza

    Foto de portada: Umuhoza, 12 años‘Through the Eyes of Children’/The Rwanda Project

    AgradecimientoEste informe ha sido preparado con la colaboración de muchas personas y organizaciones,entre ellas las siguientes oficinas del UNICEF sobre el terreno y Comités Nacionales:Afganistán, Albania, Angola, Argentina, Austria, Azerbaiyán, Bangladesh, Bélgica, Benin,Bhután, Bolivia, Botswana, Brasil, Burundi, Camerún, China, Colombia, Costa Rica, Egipto,El Salvador, Eritrea, Etiopía, Ex República Yugoslava de Macedonia, Federación de Rusia,Filipinas, Gabón, Georgia, Ghana, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, India, Indonesia,Iraq, Jamaica, Jordania, Kenya, Leshoto, Madagascar, Malawi, Maldivas, Mauricio, México,Mongolia, Mozambique, Nepal, Nigeria, Oficina de Zona del Caribe, Pakistán, Perú,República Árabe Siria, República Centroafricana, Repúblicas de Asia Central y Kazajstán,República Democrática del Congo, República Dominicana, República Islámica de Irán,República de Moldova, República Unida de Tanzanía, Santo Tomé y Príncipe, Senegal,Somalia, Sri Lanka, Sudán, Sudáfrica, Tailandia, Territorio Palestino Ocupado, Timor-Leste,Turquía, Ucrania, Uruguay, Venezuela, Yugoslavia, Zambia, Zimbabwe. También se recibióinformación de las oficinas regionales del UNICEF, el Centro de Investigación Innocentiy la Oficina del UNICEF en Japón.

    Las fotografías tomadas por los niños y las niñas son de Deutsche Gesellschaft fürTechnische Zusammenarbeit (Agencia Alemana para la Cooperación Técnica) (GTZ)(www.imagine.gtz.de), ‘Through the Eyes of Children’/The Rwanda Project, Save theChildren UK, Fundação Casa Grande, Kemetic Institute y Photo Voice (www.photovoice.org).Las ilustraciones proceden de “Amazed World”, una exposición del artista Ik-Joong Kang,

    y las oficinas del UNICEF en Omán y Timor-Leste.

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    CONTENIDO

    4APRENDIZAJEACTIVO

    Página 27

    3INTEGRARSEEN LA VIDA

    Página 19

    2¿POR QUÉ LAPARTICIPACIÓN YPOR QUÉ AHORA?

    Página 9

    1HAY QUEESCUCHARA LA NIÑEZ

    Página 1

    1. Los niños muestran lo que ven .............................................................................................2. La participación infantil: Mitos y realidades........................................................................

    3. El derecho de los niños a la participación ..........................................................................4. ¡Gran victoria para las niñas!................................................................................................5. La rehabilitación de los países..............................................................................................6. Les pedimos que hablaran ....................................................................................................7. Los niños en los medios de comunicación.......................................................................... 58. Somos los niños del mundo ................................................................................................

    1. Participación infantil ............................................................................................................2. El mundo es cada vez más democrático..............................................................................3. Declive en la participación electoral en los países del G7 ................................................ 1

    .....................................................................................................................................................

    Recuadros

    Gráficos

    Referencias

    Capítulos

    Con un prefacio de Kofi A. Annan, Secretario General de las Naciones Unid

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    7/136vESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2003

    5EL PUNTOMÁS CRÍTICO

    Página 35

    6ESCUCHARA LA NIÑEZ

    Página 43

    7ESPACIOSPARA LAPARTICIPACIÓN

    Página 53

    8EN LA SESIÓNESPECIAL DELAS NACIONESUNIDAS EN FAVORDE LA INFANCIAPágina 61

    9EL CAMINOHACIAADELANTE

    Página 69

    ........................................................................................................................................................ 731 ¿Qué piensan los niños? ........................................................................................................ 742 ¿Qué quieren los niños?: Salud, educación, medio ambiente saludable .......................... 763 ¿Qué quieren los niños?: Participación ................................................................................ 78Notas generales ............................................................................................................................80

    ........................................................................................................................................................ 811 Indicadores básicos ................................................................................................................ 842 Nutrición .................................................................................................................................. 883 Salud ........................................................................................................................................ 924 Educación ................................................................................................................................ 965 Indicadores demográficos .................................................................................................... 1006 Indicadores económicos ...................................................................................................... 1047 Situación de las mujeres ...................................................................................................... 1088 VIH/SIDA y paludismo............................................................................................................1169 Ritmo del progreso .............................................................................................................. 118

    ...................................................................................................................................................... 128

    ...................................................................................................................................................... 131

    Mapas

    Tablas

    Índice analítico

    Glosario

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    “Nos trajeron susideas, sus esperanzas

    y sus sueños.”Kofi A. Annan

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    El tema principal del Estado Mundial de la Infancia de este año, la participación infantil, tiene porobjetivo recordar a los adultos su obligación de obtener los puntos de vista de los niños, las niñasy los jóvenes y considerarlos cuando toman las decisiones que afectan a sus vidas.

    El tema del informe corresponde al espíritu de la histórica Sesión Especial de la Asamblea General enfavor de la Infancia, celebrada en mayo de 2002. Por primera vez, la Asamblea General se reunió paraanalizar de manera exclusiva cuestiones relacionadas con la infancia; y, también por primera vez,numerosos niños y niñas participaron como miembros oficiales de las delegaciones, representandoa los gobiernos y a las organizaciones no gubernamentales.

    La presencia de los niños transformó la atmósfera de las Naciones Unidas. En medio de nuestros debatesgeneralmente mesurados y diplomáticos, los niños introdujeron sus pasiones, sus preguntas, sus temores,

    sus desafíos, sus entusiasmos y su optimismo. Nos trajeron sus ideas, sus esperanzas y sus sueños.Dieron vida a los valores de la Convención sobre los Derechos del Niño. Y contribuyeron con algo quesólo ellos conocen: la experiencia de ser un joven en el siglo XXI, en una época en que el VIH/SIDAsigue aumentando a un ritmo devastador; en un época en que una riqueza sin precedentes coexistecon una pobreza extrema; en una época en que los derechos de la infancia, al tiempo que han sidoreconocidos de manera casi universal, sufren violaciones sistemáticas y cotidianas en todo el mundo.

    En el documento final de la Sesión Especial, los gobiernos declararon su compromiso para cambiar elmundo con los niños y construir un mundo apropiado para los niños en el siglo XXI. Solamente conse-guiremos lograrlo si los gobiernos cumplen con la promesa de escuchar a los niños y los jóvenes cuandoexpresen sus opiniones en voz alta y clara; si aseguramos la participación plena de los niños en la laborde construir un futuro mejor.

    Kofi A. AnnanSecretario General de las Naciones Unidas

    PRÓLOGO

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    Cuando la niña de 10 años Mingyu Liao, de China,habló en septiembre de 2002 ante la CumbreMundial sobre el Desarrollo Sostenible deJohannesburgo, Sudáfrica, era una de las tresrepresentantes de la Conferencia Internacional delos Niños del Programa de las Naciones Unidas

    para el Medio Ambiente, que tres meses anteshabía reunido a 400 niños y niñas de más de 80países. “Todos teníamos muchas cosas que decir”,informó la niña, “sin embargo, lo que más preo-cupaba a todos los delegados era que la mayorparte de los líderes no escuchan”.

    Mingyu Liao compartía el estrado con otroscuatro niños, Justin Friesen, de Canadá, AnalizVergara, de Ecuador y Julius Ndlovena yTiyiselani Manganyi, ambos del país anfitrión,Sudáfrica, cuando entre todos lanzaron su desafío.“¡No pedimos demasiado! ¡Dijeron que esta

    Cumbre se centraba en acciones! Necesitamosalgo más que sus aplausos, o sus comentariosde ‘bien hecho’ o ‘buen discurso’. NecesitamosACCIÓN”.

    Nadie iba a negar a estos jóvenes activistas sus

    propuestas. Con su visión del futuro y su pasión,inspiraron a los delegados del mismo modo queotros ya lo habían hecho durante la SesiónEspecial en favor de la Infancia de mayo de 2002.“Piensen en los niños”, solicitaron. “¿Qué clasede mundo quieren dejarles?”

    Al final, los niños lograron algo que no había sidoposible durante el proceso habitual de negociacio-nes entre los adultos para obtener una declara-ción final de la Cumbre: los dirigentes mundialesreconocieron que tenían la responsabilidad nosólo ante los demás líderes, sino ante los niños ,

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    “En el espacio inmenso, ¿qué pasa por los ojos de estos dos niños? ¿De qué manera podemos comprender lo que desean expresar? Tal vez es su aspiración de disfrutar un futuro mejor.” Nguyen Chau Thuy Trang

    © Nguyen Chau Thuy Trang / Viet Nam / Street Vision / PhotoVoice

    “Los adultos no lo entienden. ¿Cuándo se considera que un niño sabe lo bastante como para contribuir y participar de forma activa? Si no se les da la oportunidad de participar,no adquirirán los conocimientos. Dadnos antes esa oportunidad, y veréis cómo volamos.” Khairul Azri, de 17 años, delegado de Malasia ante la Sesión Especial de las Naciones Unidasen favor de la Infancia

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    HAY QUE ESCUCHARA LA NIÑEZ

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    cuando se comprometieron a liberar al mundode la pobreza, la degradación del medio ambientey las pautas de desarrollo insostenible 1.

    En las aldeas rurales del sur de la India, la ONGMyrada organizó a grupos de niños y niñas de lacomunidad en torno a dos cuestiones relacionadascon la justicia social: el trabajo en condiciones deservidumbre, que obliga a los niños a trabajar y asoportar unas condiciones laborales a menudo per-judiciales durante largos períodos con el fin de pagarlas deudas de sus padres, y el matrimonio en lainfancia, por el cual niñas de incluso 11 años se venobligadas a casarse y, por tanto, a asumir unasfunciones maritales perjudiciales para su bienestar.

    Varios clubes infantiles de distintas comunidadestrabajaron juntos para entablar un diálogo respe-tuoso con los padres, otros adultos de la comuni-dad y las autoridades locales con dos objetivos:convencer a algunos terratenientes y dueños defábricas de la zona de la importancia de liberara los niños de la servidumbre, y persuadir aalgunos padres de niñas destinadas a contraermatrimonio para que revocaran su decisión decasar a sus hijas. En ambos casos los esfuerzostuvieron éxito.

    Además, el proyecto de Myrada creó una “comu-nidad de apoyo” en torno a temas educativos, enla que dirigentes comunitarios y autoridades loca-les, padres y notables, jóvenes y niños trabajaronjuntos para hacer un seguimiento del absentismoescolar y de los alumnos que dejan los estudios,dirigiéndose a los padres de los niños que noestaban en la escuela.

    En los parlamentos escolares, los niños y niñasasumieron tareas dentro de la escuela y en suentorno, y también en la comunidad. Eligieronun “partido de la oposición” cuya responsabilidadera llevar a cabo un control de los proyectos,compromisos, promesas y acciones de los estu-diantes que ya ocupaban cargos. Mediante elejercicio del liderazgo, los niños aprendieronque tienen unas responsabilidades y deben rendircuentas a quienes los eligieron, y que asumir un

    cargo electo exige entrega, y estar a la altura delas promesas y responsabilidades 2.

    Estos no son sino dos de los muchos ejemplos

    de distintos contextos y diferentes culturasque demuestran que es posible lograr cambiosque de otro modo no podrían conseguirsecuando se ofrece a los niños y a los jóvenesla oportunidad de contribuir.

    Aptitudes para la vidaCada generación debe afrontar nuevos desafíos:estar atentos a los puntos de vista de los niños yniñas, y prestarles atención, es uno de nuestrosdesafíos. Este año, el informe sobre el Estado Mundial de la Infancia se centra en la responsabi-lidad que tienen los adultos de recabar los puntosde vista y las opiniones de los niños, y tomárselosen serio; y en la responsabilidad de los adultospara ayudar a niños y adolescentes a desarrollarsus aptitudes para participar en el mundo de unaforma auténtica y significativa.

    Con este fin, los propios adultos deben desarro-llar nuevas aptitudes. Debemos aprender a reca-bar de una forma efectiva los puntos de vista de

    los niños y los jóvenes, a reconocer sus opinionesdiversas, las distintas maneras que tienen niños yjóvenes de expresarse, y a interpretar sus mensajes,sean verbales o no verbales. Es más, debemosgarantizar que hay oportunidades, tiempo y lugaresseguros para que las opiniones de niños y niñassean oídas y se les de el peso que merecen. Ydebemos desarrollar nuestras propias capacidadespara responder de una forma apropiada a losmensajes y opiniones de niños y jóvenes.

    Los objetivos del UNICEF con este informe son:

    " Llamar la atención del público sobre la impor-tancia, motivo, valor y viabilidad de una partici-pación activa de los jóvenes en la familia, laescuela, la comunidad y la vida nacional;

    " Alentar a los Estados, las organizacionesde la sociedad civil y al sector privado a

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    que fomenten una auténtica participación delos niños y niñas en las decisiones que afectansus vidas;

    " Ofrecer ejemplos de cómo las vidas de niñosy niñas, familias y comunidades han cambiadocuando los niños han tenido la oportunidadde aportar su contribución en asuntos queles afectaban; y

    " Promover actividades, en las que se incluyaa los niños y los jóvenes, para cumplir conlas metas de “Un mundo apropiado para losniños” y los Objetivos de Desarrollo para elMilenio. A medida que avanzan las laboreshacia el logro de estos objetivos, la mejora enlas vidas de los niños, las niñas y los jóvenesserá necesariamente el núcleo de todas las

    actividades; la participación de los niños, lasniñas y los jóvenes será el elemento centralde todos los triunfos que se logren.

    Definición de participaciónLa participación es una cuestión sujeta a unadefinición amplia y a múltiples interpretaciones(véase el Recuadro 2, “Participación Infantil: Mitos y Realidades”, pág. 16) . Lo cierto es que los niñoshan participado siempre en la vida de distintasmaneras: en el hogar, en la escuela, en el trabajo,en las comunidades, en las guerras. En unas oca-siones de forma voluntaria y heroica, en otras a lafuerza y sometidos a la explotación. No hay culturaque no tenga un héroe infantil en su panteónhistórico y cuentos de hadas que hablen de niñosy niñas que han contribuido a cambiar su mundo.

    ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2003

    Sociedad

    Decisiones de pol í tica p ública

    Escuela

    Comunidad

    Familia

    Elecciones Foros

    Mediosde comunicaci ón

    Consejos dederechosPlanes de

    ense ñanzaConsejosescolares

    Asociacionesde estudiantes

    Asociaciones de vecinos

    Programas institucionalesGrupos

    informalesGrupos

    culturales

    (Competenciasfamiliares)

    Participaci ón infantil

    Adaptaci ón de la presentaci ón en Powerpoint realizada por R. Nimi en el Seminario Mundial sobre Aptitudes para la Vida del UNICEF, celebrado enSalvador (Bah í a), Brasil, junio de 2002.

    A medida que los ni ños crecen y se desarrollan, sus oportunidades para la participaci ónse ampl í an desde los espacios p úblicos hasta los privados, desde la influencia localhasta la mundial.

    GRÁFICO 1 PARTICIPACI ÓN INFANTIL

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    Lo que ha sucedido es que la ni ñez, como con-cepto social, ha evolucionado a medida quecambiaban las sociedades y los valores, y losni ños como grupo han ido poco a poco transfor-m ándose en personas con derechos y en actoressociales. Sin embargo, puesto que la marginaci ónes todav í a una realidad insoslayable para lamayor í a de los ni ños y ni ñas del mundo, losesfuerzos estructurados para garantizar suparticipaci ón y para protegerlos han pasadoa ser esenciales.

    La participaci ón se define a menudo como el“proceso por el que se comparten decisiones queafectan la propia vida y la vida de la comunidaden la que uno habita. Es el medio por el cual seconstruye la democracia, y es un patr ón quedebe servir para las democracias ”3.

    Reconocida como un fen ómeno de m últiplesfacetas, la participaci ón puede incluir una ampliagama de actividades que difieren en forma y estiloseg ún sea la edad del ni ño: buscar informaci ón,expresar el deseo de aprender incluso a una edadmuy temprana, formarse puntos de vista, expresarideas; intervenir en actividades y procesos; serinformado y consultado en la toma de decisiones;

    iniciar ideas, procesos, propuestas y proyectos;analizar situaciones y elegir entre varias opciones;respetar a los otros y ser tratado con dignidad 4.

    El objetivo para ni ños y j óvenes no consistesimplemente en obtener un mayor grado departicipaci ón, sino en aumentar al m áximo susoportunidades para conseguir una participaci ónsignificativa. Es importante se ñalar, sin embargo,que por muy atractiva que pueda parecer la ideade participaci ón infantil, no se trata, como amenudo se cree, de un “bien gratuito ”; tampocoest á garantizado que introduzca mayor racionali-dad en un proyecto. Tiene costos directos y cos-tos de oportunidad. Los conocimientos pr ácticospara la participaci ón deben aprenderse y practi-carse teniendo en cuenta los costos a medio ylargo plazo que para una sociedad tiene el nofacilitar la participaci ón: un mundo de adultosjóvenes que no saben expresarse, negociar

    diferencias, entablar un di álogo constructivoo responsabilizarse de s í mismos, su familia,su comunidad y su sociedad.

    Lo m ás importante es, sin embargo, que laparticipaci ón infantil es una responsabilidad yuna obligaci ón de todos cuantos se rigen por laConvenci ón sobre los Derechos del Ni ño. En elcontexto de la Convenci ón, la participaci ónsupone el acto de animar y capacitar a los ni ñosy ni ñas para que hagan saber su punto de vistasobre los asuntos que les afectan.

    Cuando se pone en pr áctica, la participaci ónrequiere que los adultos escuchen a los ni ños, queest én atentos a sus m últiples y variadas formasde comunicarse, y que garanticen su libertad deexpresarse; asimismo, cuando llegue el momentode tomar decisiones que les afecten, requiere quetengan en cuenta sus puntos de vista.

    El principio de que los ni ños deben ser consulta-dos sobre aquello que les afecta se encuentra amenudo con la resistencia de aquellos que lo vencomo una forma de socavar la autoridad de losadultos dentro de la familia y la sociedad. Sinembargo, escuchar las opiniones de los ni ños no

    significa simplemente respaldar sus puntos devista. M ás bien, de lo que se trata es de entablarcon ellos un di álogo y un intercambio que lespermita aprender formas constructivas de influiren el mundo que les rodea. El toma y daca socialde la participaci ón alienta a los ni ños a asumirresponsabilidades cada vez mayores comociudadanos activos, tolerantes y democr áticosen proceso de formaci ón.

    Participaci ón aut énticaPuesto que la participaci ón infantil puede adoptarvarias formas de intervenci ón, entrega y compro-miso, es necesario actuar con cautela, ya que notoda participaci ón infantil es activa, social, signifi-cativa o constructiva. A menudo, la participaci ónde los ni ños, incluso cuando ha sido concebidapor adultos con buenas intenciones, se convierteen una falta de participaci ón si se les manipula o

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    se les utiliza como elementos decorativos o demanera protocolaria (v éase “the ladder of partici-pation ”5). Con demasiada facilidad, la participaci óninfantil puede convertirse en una actividad centrada

    en el adulto, puede imponerse sobre ni ños que nodesean participar o resultar inapropiada para laedad y la capacidad del ni ño. En su peor manifes-taci ón, la participaci ón infantil puede ser represiva,explotadora o abusiva.

    Por el contrario, la aut éntica participaci ón infantildebe partir de los propios ni ños y j óvenes, ensus propios t érminos, dentro de sus propiasrealidades, y orientada a sus propias visiones,sue ños, esperanzas o preocupaciones. Para quepuedan participar de una forma apropiada yque refuerce su dignidad y autoestima, los ni ñosnecesitan informaci ón, apoyo y unas condicionesfavorables.

    Si se lleva a cabo en el espacio adecuado, laaut éntica participaci ón tiene que ver con valorar

    a las personas –los ni ños y las ni ñas – dentro deun contexto inmediato en el que intervienenotras personas, y en relaci ón con los dem ásy el mundo.

    El que un ni ño participe de forma efectiva en elmundo depende de varios factores, entre ellos lascapacidades de desarrollo del ni ño, la disposici ónde sus padres y otros adultos a dialogar, y que enla familia, la comunidad y la sociedad existanespacios seguros que permitan ese di álogo.Tambi én depende de un determinado contextosociocultural, econ ómico y pol í tico.

    Sobre todo, una participaci ón aut éntica y signifi-cativa exige un cambio radical en la forma depensar y la conducta de los adultos, de una acti-tud exclusiva hacia los ni ños y sus capacidadesa otra inclusiva; de un mundo definido exclusiva-mente por los adultos a otro en el que los ni ñoshagan su aportaci ón al tipo de mundo en el quequieren vivir.

    ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2003

    “Si creen ustedes que los niños no pueden influir de un modo apreciable, están muy

    equivocados. ¿Quiénes, sino los niños, pueden describir todo lo que de malo hay en el mundo? Hay que escuchar a los niños, y prestar atención a sus ideas y opiniones. Quizá entonces los dirigentes mundiales pensarían en todo el daño que están haciendo al mundo, y es posible que intentaran ayudar a todos los niños del mundo”.Urska Korosec, de 16 a ños, EsloveniaLa Juventud Opina, Sitio Web24 de marzo de 2002

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    La mayor í a de las fotograf í as y dibujos de este n úmero delEstado Mundial de la Infancia fueron realizados por ni ños yni ñas, y se publican como parte del compromiso de aprenderacerca de sus vidas escuchando sus “voces ”, independiente-mente de la “voz ” que esos ni ños y esas ni ñas escojan paraexpresarse.

    LOS NI ÑOS MUESTRANLO QUE VEN

    RECUADRO

    1

    de la Secretar í a de las Naciones Unidas, en Nueva York,constituyen la exposici ón “Un mundo asombrado ”. Elproyecto, que alienta a los ni ños a expresar sus sue ños ypuntos de vista mediante la pintura (véanse las ilustraciones en la página 18) , est á patrocinado por el Gobierno de laRep ública de Corea, el UNICEF, la Fundaci ón Corea yel Comit é de Corea en pro del UNICEF.

    Fotos y realidades

    Mediante el aprendizaje de la fotograf í a, los j óvenespueden lograr mayor confianza en ellos mismos y m ásamor propio, en la medida en que adquieren nuevos

    Los ni ños no s ólo ven el mundo de un modo distintoque los adultos, sino que su capacidad de compartirlo que observan difiere seg ún sus edades. Mientrasque los adultos y los ni ños de m ás edad –quienes,despu és de todo, ya tuvieron a ños de pr áctica – sepueden expresar con relativa facilidad con palabrasy frases, para los ni ños de corta edad los medios m ásid óneos de expresi ón suelen ser las c ámaras y loscrayones. Como explica Nguyen Chau Thuy Trang,un joven vietnamita de 17 a ños: “Hay algunas cosasque no podemos decir con palabras; determinadasemociones que se expresan mejor con im ágenes ”1.

    En Rwanda, por ejemplo, donde cerca de 1 mill ón de per-sonas fueron asesinadas durante el genocidio de 1994,los 13 ni ños que aparecen a la derecha (de arriba haciala izquierda) Frederick, Gasore, Bakunzi, Dusingizimana,Uwamahoro, Imanizabayo, Ingabire, Elizabeth, Twagira,Jacqueline, Umuhoza, Gadi y Musa, aprenden el arte denarrar sus propias vidas en una serie de seminarios quese llevan a cabo como parte del programa “Through theEyes of Children: The Rwandan Project ”. Fotos como lasque aparecen en portada, a la derecha o en la p ágina 68,forman todas ellas parte de un muestrario cada vez masamplio a medida que estos ni ños nos hablan del pa í s talcomo lo ven.

    Pinturas y sue ñosEl dibujo brinda a los ni ños la oportunidad de “hacero í r sus voces ”, y en muchos programas que se ponenen pr áctica en todo el mundo se les pide a los ni ñosque muestren en im ágenes lo que el mundo significapara ellos. Durante la Sesi ón Especial de las NacionesUnidas en favor de la Infancia, m ás de 34.000 ni ños dem ás de 125 pa í ses hicieron o í r sus voces por medio desus pinturas. Sus obras, que se exhibieron de maneradestacada en el vest í bulo de la entrada de visitantes

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    conocimientos y aptitudes y descubren nuevas pers-pectivas en sus vidas. “Cuando saco fotograf í as, tengola esperanza de ser feliz … y cuando atravieso el centro dela ciudad, tengo la esperanza de que alg ún d í a mi pa í s separecer á a esto ”, comenta Onesmus, un ni ño refugiadode 15 a ños de edad, que vive en Londres 2.

    En diversos proyectos que se llevan a cabo en distintaspartes del mundo, las voces de los ni ños se reflejan ensus fotos. M ás de 500 ni ños y j óvenes de 45 pa í ses, porejemplo, capturaron con sus c ámaras im ágenes de susvidas, que pasaron a formar parte del proyecto “Imag í nate:Tus fotos me har án abrir los ojos ”. Se trata de un proyectofotogr áfico juvenil conjunto del Organismo Alem án parala Cooperaci ón T écnica (GTZ) y de Philipp Abresch, unperiodista berlin és. Superando todas las barreras ling üí s-ticas, “Imag í nate ” establece v í nculos entre los ni ños y losadolescentes, y entre generaciones y culturas diversas.“Imag í nate ” tambi én ofrece a los ni ños la oportunidadde comunicarse e intercambiar informaci ón y opinionessobre las fotograf í as y lo que ellas representan. Eso esposible mediante los sitios de tertulia, las tarjetas, uncat álogo y exposiciones en l í nea en Internet (véanse las fotos en las páginas 17, 26, 41, 42, 52) .

    De manera similar, el proyecto PhotoVoice, basado enLondres, ofrece la oportunidad a los grupos marginadosde la sociedad, como los ni ños refugiados y los ni ños dela calle, de que expresen sus opiniones. Esa organizaci óncrea conciencia sobre las vidas de esos ni ños y ni ñas almismo tiempo que les ayuda a generar ingresos medianteesas aptitudes recientemente adquiridas (véase la foto,Capítulo 1) . En Mound Bayou, un poblado predominante-mente afroamericano del delta del Mississippi, en losEstados Unidos, as í como en las zonas vecinas, la foto-graf í a forma parte de las actividades que lleva a cabo elKemetic Institute para ayudar a los ni ños a convertirseen ciudadanos productivos. El instituto cumple con esa

    misi ón mediante la creaci ón de un ámbito que desaf í a,orienta y motiva a los j óvenes a fin de que descubransus propios talentos (véanse las fotos en las páginas 25,54) . Y los j óvenes que participan en “El derecho a saber ”,una iniciativa conjunta de las Naciones Unidas, el UNICEFy diversas ONG, reciben capacitaci ón que les permite tomardecisiones con conocimiento de causa y medidas positivasen pro de una vida sana. Esos adolescentes sacan fotosmediante las cuales les comunican a otras personas desu edad y a los adultos lo que es importante en sus vidas.Las fotos de los j óvenes se emplear án como parte de unaestrategia mundial de comunicaciones destinada a sumi-nistrar informaci ón sobre el VIH/SIDA a los adolescentesde 13 pa í ses (véanse las fotos en las páginas 20, 51) .

    Sigan adelanteLos ni ños palestinos que participan en el proyecto “Eyeto Eye ”, (véase la foto en la página 8), de la ONG brit ánicaSave the Children, disponen de una rara oportunidad deexpresarse de manera creativa y de compartir su trabajocon sus pares de todo el mundo. Las fotos de esos ni ñospueden apreciarse en la Web. Inspirados por esas im áge-nes, Kim y Daventry, dos j óvenes del Reino Unido de 14 y15 a ños de edad, respectivamente, dejaron el siguientemensaje en la pizarra en l í nea: “Queremos expresarlescu ánto nos conmovi ó ver fotos de personas de nuestramisma edad en situaciones absolutamente distintas a lasnuestras … sin embargo, ustedes pueden sentirse felices,positivos y optimistas con respecto a su modo de vida. Noshan hecho comprender cu án felices somos, en realidad.Entret énganse practicando deportes … ¡EL FÚTBOL …!¡NOS APASIONA EL F ÚTBOL! Sigan adelante, siempresonriendo ”.

    1 On the Record , 10 de mayo de 2002, ver foto en p ág. 1.

    2 De la exposici ón PhotoVoice, “Transparency: Living without borders ”,Londres, 2002.

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    di álogo y a los usos democr áticos en casa, enla escuela, en la comunidad y en el pa í s.

    Porque los ni ños han demostrado que, cuando seinvolucran, pueden influir de un modo apreciableen el mundo que les rodea. Poseen las ideas, laexperiencia y las intuiciones que enriquecen elentendimiento de los adultos y realizan una apor-taci ón positiva a las acciones de los adultos.

    Porque cuando en mayo del 2002, en la clausurade la Sesi ón Especial de las Naciones Unidas enfavor de la Infancia, la Asamblea General se com-prometi ó a construir “un mundo apropiado paralos ni ños y las ni ñas ”, los dirigentes mundialespusieron de manifiesto su compromiso decambiar el mundo no s ólo para los ni ños sinocon su participaci ón 6.

    Porque la construcci ón de la democracia es untema de gran importancia para la paz y el desa-rrollo internacionales 7; y los valores de la demo-cracia, tales como el respeto por los derechos y la

    ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2003

    “Mi nombre es Heba. Quiero ser doctora … Si Dios quiere.”

    Fotografía tomada por un joven palestino donde se muestra una faceta de la vida en los campos de refugiados de El Líbano y el Territorio Palestino Ocupado.

    En un mundo en el que a tantos adultos se lesniega la oportunidad de participar de forma plenaen la sociedad –a las mujeres, por ejemplo –fomentar la participaci ón de los ni ños y ni ñas, ¿noes ir demasiado lejos? En un momento en el que150 millones de ni ños de los pa í ses en desarrolloest án todav í a desnutridos, cuando todav í a hay120 millones de ni ños en edad escolar primariaque no van a la escuela, cuando cada d í a 6.000jóvenes se infectan con el VIH, cuando hay ni ños

    que sufren en la guerra o trabajando en condicio-nes peligrosas, ¿por qu é es tan vital escuchar lasvoces y opiniones de los ni ños?

    Porque fomentar una participaci ón significativa yde calidad de los ni ños y adolescentes es esencialpara garantizar su crecimiento y desarrollo. Unni ño cuya integraci ón activa en el mundo ha sidoalentada desde el principio ser á un ni ño apto paradesarrollarse durante la primera infancia, pararesponder a las oportunidades educativas y parapasar a la adolescencia con confianza, firmezay las capacidades necesarias para contribuir al

    Cortes í a de Save the Children UK, abril de 2001

    2

    ¿POR QU É LAPARTICIPACI ÓN YPOR QU É AHORA?

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    dignidad de todas las personas, por su diversidady su derecho a participar en las decisiones que

    les afectan, se aprenden por primera vez, y deun modo m ás eficaz, en la ni ñez. La participaci ón,con todo el entendimiento que proporciona a losni ños involucrados, es la piedra angular de unasociedad cohesionada que, a su vez, es la piedraangular de la paz en el mundo.

    Porque no tenemos otra opci ón que prestar aten-ción ahora. El impulso a la participaci ón es innatoen los seres humanos, y est á a punto para desa-rrollarse en cada beb é reci én nacido, listo paraser influenciado en cada uno de los 2.000millones de ni ños que hay hoy d í a en el mundo.

    Cuando no se respeta ni se fomenta este impulso,cuando los adultos excluyen o pasan por alto alos ni ños, se pone en peligro su potencial paracontribuir a sus comunidades. Es muy probableque estos ni ños act úen de la misma manera quese les ha tratado –es decir, como marginados de

    la sociedad – y dirijan sus energ í as y creatividadhacia determinadas subculturas en lugar de

    ponerlas al servicio de la creaci ón de unasociedad unida.

    No se trata de plantearse c ómo ser í an las cosassi los ni ños participaran, sino de cómo participan;ésa es ahora la cuesti ón fundamental, cuandotantos millones de ni ños sufren a causa delhambre, las enfermedades o la explotaci ón.Lo que ahora nos corresponde mejorar es lacalidad de su forma de interrelacionarse, yde la forma en que todos los ni ños tienende relacionarse con su entorno social.

    Una revoluci ón silenciosaA lo largo de los dos últimos decenios, se haexhortado a los adultos, los padres y las madres,los maestros, los dirigentes, los encargados deformular pol í ticas, las autoridades, diversossectores de la sociedad civil y los gobiernos,

    10 ¿POR QU É LA PARTICIPACI ÓN Y POR QU É AHORA?

    GRÁFICO 2 EL MUNDO ES CADA VEZ M ÁS DEMOCR ÁTICO

    Número de pa í ses

    Avance de los reg í menes democr áticosa medida que disminuye el autoritarismo

    Fuente: Polity IV 2002, citado en el Informe sobre el Desarrollo Humano de 2002, PNUD.

    1985

    67

    Másdemocr áticos

    Autoritarios

    Intermedios

    26

    82

    44

    13

    39

    1990 1995 2000

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    a que asuman la responsabilidad que tienen entretodos en lo que se refiere al derecho de ni ños yni ñas a la supervivencia, el desarrollo, la protec-ción y la participaci ón. Y es mucho lo que se haaprendido a lo largo de los a ños: que trabajarconjuntamente con familias, padres y madres,comunidades y autoridades locales puede servirpara crear las condiciones y el contexto necesa-rios para el desarrollo; que quienes se ven afec-tados por las decisiones pol í ticas son quienesdeber í an participar en su dise ño, aplicaci ón yevaluaci ón; y que la discriminaci ón y la exclusi óntienen costes humanos. Millones de d ólares enayuda al desarrollo y miles de proyectos en elmundo entero han demostrado que es necesarioescuchar las opiniones y las realidades de laspersonas, y aprender de ellas.

    Hasta hace poco, estas ense ñanzas no se han apli-cado al trabajo con ni ños y j óvenes. A menudo,los adultos y las organizaciones no han sabidoconsiderar como recursos a los ni ños y los j óve-nes, ni tampoco como individuos con derechos nicomo personas con dignidad, con todo el derechoa que las escuchen y tengan en cuenta en lo quese refiere a las decisiones que les afectan.

    Al mismo tiempo se ha estado produciendo otrarevoluci ón silenciosa y respetuosa. Los ni ños ylos j óvenes han mostrado su voluntad y suenerg í a, sus intuiciones y sus aportaciones, paralograr que el mundo sea mejor. En pa í ses distintos,en tradiciones religiosas y culturales diferentes,en contextos pol í ticos, castas y clases diversas,los ni ños y ni ñas que obtuvieron el espacio y laoportunidad para participar de un modo apropiadoactuaron en la mayor í a de los casos de formaresponsable y efectiva.

    La democracia comienza por la infancia

    Enfrentados al fantasma y a la realidad del terro-rismo, con unos niveles de pobreza extremos ydegradantes en todo el mundo y un sentimientocada vez m ás extendido de privaci ón de derechos,los dirigentes mundiales han reconocido la nece-sidad de “ahondar la democracia ”, de fomentar

    ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2003

    OBJETIVOS DE DESARROLLOPARA EL MILENIO

    Para 2015, los Estados Miembros de lasNaciones Unidas se han comprometido a:

    1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre

    2. Lograr la ense ñanza primaria universal

    3. Promover la igualdad entre los g énerosy la autonom í a de la mujer

    4. Reducir la mortalidad infantil

    5. Mejorar la salud materna

    6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otrasenfermedades

    7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente

    8. Fomentar una asociaci ón mundial para eldesarrollo.

    ESFERAS PARA UNA ACCIONPRIORITARIA EN “UN MUNDOAPROPIADO PARA LOS NI ÑOS ”

    1. Promover vidas sanas

    2. Proporcionar una educaci ón de calidad

    3. Ofrecer protecci ón contra la violencia, laexplotaci ón, los malos tratos y la discriminaci ón

    4. Luchar contra el VIH/SIDA.

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    una democracia que sea m ás integradora y abierta 8.Esta necesidad, y el compromiso de tomar medidassobre el estado de la democracia en el mundo, sehizo patente cuando los Estados Miembros de lasNaciones Unidas manifestaron en la Declaraci óndel Milenio que “no escatimaremos esfuerzo algunopara promover la democracia y fortalecer el imperiodel derecho y el respeto de todos los derechoshumanos y las libertades fundamentales interna-cionalmente reconocidos, incluido el derecho aldesarrollo ”9.

    Como parte de sus esfuerzos en aras del desarro-llo, los Estados Miembros de las Naciones Unidasse comprometieron a lograr hacia 2015 ocho obje-tivos, seis de los cuales est án directamente rela-cionados con los ni ños (véase “Objetivos de Desarrollo para el Milenio”, página 11) . Estosocho objetivos, a su vez, est án estrechamente

    vinculados a los principales compromisos surgidosde la Sesi ón Especial en favor de la Infancia del2002, es decir: que todos los gobiernos trabajar ánpara fomentar y proteger los derechos de todoslos ni ños; y que, mediante la adopci ón de medi-das en el plano nacional y la cooperaci ón interna-cional, fomentar án una vida sana para los ni ñosy las ni ñas, les proporcionar án una educaci ón decalidad, los proteger án contra los malos tratos,la explotaci ón y la violencia, y combatir án elVIH/SIDA (véase “Un mundo apropiado para los niños”, página 11) .

    Lo que resulta evidente es que si los gobiernos ylos organismos nacionales y los diferentes aliadosinternacionales no se ocupan de los derechos yel bienestar de los ni ños, no ser á posible alcanzarlos objetivos de desarrollo. Y si no se cumplenlos Objetivos de Desarrollo para el Milenio ni los

    12 ¿POR QU É LA PARTICIPACI ÓN Y POR QU É AHORA?

    Canad á

    Promedio de % de votos, 1945-90

    FranciaAlemania Jap ón ReinoUnido

    Estados Unidos**

    **Excepto en Italia, donde el voto es obligatorio.**Elecciones presidenciales. La participaci ón en las elecciones legislativas es incluso m ás reducida.

    P a r

    t i c i p a c

    i ó n e l e c

    t o r a

    l ( % )

    100

    90

    80

    70

    60

    50

    40

    30

    20

    10

    0

    GRÁFICO 3 DECLIVE EN LA PARTICIPACI ÓN ELECTORAL EN LOSPAÍ SES DEL G7*

    Fuente: Recopilado de las estad í sticas sobre elecciones reunidas por el Instituto Internacional de Democracia y Asistencia Electoral.

    Promedio de % de votos en la última elecci ón

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    compromisos alcanzados en la Sesi ón Especialde las Naciones Unidas en favor de la Infancia,no cabe duda de que la pobreza persistir á y lademocracia languidecer á.

    Las opiniones, intuiciones, experiencias, capaci-dades y energ í as de los propios ni ños y j óvenesconstituyen un recurso para afrontar los desaf í osde la Convenci ón sobre los Derechos del Ni ñoy las promesas y objetivos incluidos en laDeclaraci ón del Milenio y en “Un mundo apropiadopara los ni ños ”. Esto no significa que los adultos,los gobiernos y la sociedad civil del mundo pue-dan abandonar sus responsabilidades o trasladarla carga a los ni ños. Sin embargo, s í significa quees posible establecer una nueva asociaci ón entreadultos, ni ños y j óvenes, recabando sus opinionesy teni éndolas en cuenta en la familia, la comuni-dad, la escuela, en nuestras organizaciones y enla sociedad.

    Las necesidades de la democracia

    Hoy d í a, el n úmero de pa í ses que, al menos nomi-nalmente, son democr áticos es muy superior al dehace 20 a ños, y la mayor parte de los habitantesdel mundo pueden emitir un voto que contribuir á

    a la formaci ón del gobierno nacional o servir ápara influir en él. Adem ás, 140 pa í ses del mundocelebran actualmente elecciones multipartidistas,m ás que en cualquier otro momento de la historia 10.No obstante, la buena salud de esas democraciases motivo de preocupaci ón en todos los pa í sesindustrializados y en desarrollo.

    En primer lugar, el desencanto de los j óvenes conel proceso democr ático es quiz á el mayor motivode preocupaci ón. En algunas regiones del mundo,menos de la mitad de los ni ños encuestadosconsideraba el voto como una forma efectiva demejorar su pa í s, y casi un tercio dec í a que des-confiaba de su gobierno (véase el recuadro 6,“Les pedimos que hablaran”, página 50) .

    Dada esta situaci ón, las opiniones de los j óvenesdel mundo son extraordinariamente similares alas de los adultos: el Estudio del Milenio de

    Gallup Internacional realizado entre 57.000 perso-nas de 60 pa í ses, indic ó que s ólo 1 de cada 10cre í an que su gobierno obedec í a a la voluntaddel pueblo 11 . Incluso pa í ses industrializados quese sienten relativamente seguros en su percep-ción de s í mismos como democracias maduras,se ven afectados por un desencanto cada vezmayor de los votantes con respecto a los pol í ticosy al sistema pol í tico en su conjunto. En la mayorparte de los pa í ses occidentales el porcentaje depersonas en edad de votar que realmente emitensu voto no ha dejado de disminuir durante eldecenio de 1990 (véase el Gráfico 3 , página 12) .

    Adem ás, el desencanto de los habitantes de lospa í ses en desarrollo con la pol í tica interna y conel proceso pol í tico internacional causa una preo-cupaci ón todav í a mayor. “Los poderes mundialesse percatar án cada vez m ás de que un sentimientogeneral de impotencia y marginaci ón de lospa í ses en desarrollo puede poner en peligro elcrecimiento econ ómico y la seguridad tanto enlos pa í ses industrializados como en los pa í sesen desarrollo ”12 .

    La esperanza de la democracia

    Desarrollar la democracia no consiste simplementeen celebrar elecciones mutipartidistas. Fomentarla ciudadan í a democr ática y el entendimientoexige “…un proceso profundo de desarrollo pol í ticopara que la cultura y los valores democr áticospuedan arraigar en todos los sectores de la socie-dad (proceso que nunca llega a completarse) ”13 .Es un proceso que comienza en la primera infanciay conlleva “ampliar las capacidades en materiastales como la ense ñanza, hacer posible que lagente desempe ñe una funci ón m ás activa en talespol í ticas [democr áticas], y fomentar el desarrollode grupos de la sociedad civil y de otras institu-ciones extraoficiales ”14 . As í , se debe comenzara construir la democracia con los ni ños, a partirde lo que aprenden en el proceso de crecimientoy desarrollo.

    El ejercicio de la acci ón y de una ciudadan í a res-ponsable no es algo que uno adquiera de pronto

    ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2003

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    al cumplir los 18 a ños. Los ni ños, al igual que losadultos, obtienen la autoestima por medio de unaintegraci ón positiva y activa en el mundo. El senti-miento de respeto y responsabilidad por la propia

    persona y por los dem ás es un valor que se vivedesde los primeros momentos de la vida, y seexperimenta constantemente al relacionarsecon el mundo.

    La esperanza para la democracia est á en losni ños, a quienes desde la primera infancia se lesha preparado para triunfar en la escuela, y cuyasopiniones y perspectivas son valoradas por susfamilias, escuelas, comunidades y sociedades,ni ños que han aprendido lo que es la diversidadde la experiencia humana y cu ál es el valor deldebate, y que han tenido m últiples oportunidadesde adquirir y desarrollar sus competencias. Ni ñosas í fortalecen la sociedad civil, tanto la del presen-te, en su papel de ni ños, como la del futuro, ensu funci ón de adultos.

    La democracia es algo que los ni ños aprenden amedida que van pasando de la infancia a la ado-lescencia. Cuando se les proporciona durante lainfancia las oportunidades de desarrollar las com-petencias y los conocimientos pr ácticos necesa-

    rios para la participaci ón, los ni ños y ni ñas, cuyascapacidades son mucho mayores de lo que gene-ralmente se reconoce, aprenden lo que necesitanpara ser miembros efectivos de una sociedaddemocr ática. Un ni ño cuya integraci ón activa enel mundo se ha visto fomentada desde el primermomento ser á un ni ño y un ciudadano del mundocon m ás posibilidades de valorar su propia opi-ni ón y sus creencias, y las opiniones y creenciasde los dem ás.

    Allí donde vemos aut énticos casos de participaci óninfantil en la familia, la escuela, la comunidad y lasociedad, escuchamos a ni ños y j óvenes que noscuentan que tienen m ás confianza en s í mismos,que tienen m ás conciencia de la comunidad enque viven y de sus problemas, que est án m áscomprometidos a ayudar a otras personas ya colaborar con ellas, y que se sienten m ásoptimistas sobre el futuro y su papel en él.

    Tambi én escuchamos a padres que nos dicen quesus hijos son m ás responsables en la casa, que selevantan m ás temprano, que son mejores estu-diantes, m ás comunicativos y m ás respetuosos,y se preocupan m ás por el mundo.

    Los maestros nos cuentan que se sienten impre-sionados porque sus alumnos prestan m ás aten-ción, se toman m ás en serio sus estudios, y est ánm ás dispuestos a ayudar a los otros alumnos,haciendo de tutores de sus compa ñeros ymejorando su educaci ón.

    Gracias a la participaci ón y la integraci ón a eda-des tempranas en temas que les ata ñen, lejosde fomentar la anarqu í a o la falta de respeto ala autoridad, o de socavar la autoridad paterna,

    vemos una generaci ón de j óvenes que es m ásrespetuosa y se preocupa m ás por sus derechosy los derechos de los dem ás.

    Vemos una generaci ón mejor preparada y capazde enfrentarse a los problemas, desigualdadese injusticias que ha heredado. Vemos a ni ños yjóvenes dispuestos a hacer avanzar los principiosdemocr áticos que los dirigentes mundiales hanabrazado.

    14 ¿POR QU É LA PARTICIPACI ÓN Y POR QU É AHORA?

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    “Los Estados Partesgarantizar án al ni ño que est éen condiciones de formarseun juicio propio el derecho deexpresar su opini ón librementeen todos los asuntos queafectan al ni ño, teni éndosedebidamente en cuenta lasopiniones del ni ño, en funci ónde la edad y madurez

    del ni ño. ”Art í culo 12 de la Convenci ón sobre los Derechos del Ni ño

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    26/13616 ¿POR QU É LA PARTICIPACI ÓN Y POR QU É AHORA?

    “En la calle que hay al lado de mi casa … se puede ver a unhombre que arregla bicicletas ”, dice el fot ógrafo de ChinaYu Pei, de 10 a ños. “La fotograf í a muestra un tipo de trabajomuy frecuente ”.

    Mito: La participaci ón de los ni ños significa que hay queescoger a un ni ño para que represente las perspectivas yopiniones de los ni ños en una reuni ón de adultos.

    Realidad : Los ni ños no son un grupo homog éneo y noes posible esperar que un ni ño represente los interesesde otros ni ños de edades, razas, origen étnico y g énerosdiferentes. Los ni ños tienen que participar en sus propiasreuniones donde pueden mejorar sus aptitudes, definirlas prioridades, comunicarse a su manera y aprender delos otros ni ños. De esta manera, los ni ños est án mejorcapacitados para tomar sus propias decisiones sobrequi én debe representar sus intereses y de qu é manerales gustar í a que se presentaran sus puntos de vista.

    Mito: La participaci ón infantil implica que los adultosdeben ceder todas sus potestades a los ni ños y las ni ñas,que no est án preparados para hacerse cargo de ellas.

    Realidad : La participaci ón infantil no consiste en quelos adultos simplemente cedan todo el poder de decisi óna los ni ños. La Convenci ón sobre los Derechos del Ni ñoestablece con claridad que a los ni ños se les debe otorgarm ás responsabilidad, pero “en consonancia con laevoluci ón de sus facultades ”, a medida que los ni ñosse desarrollan. En muchos casos, los adultos contin úantomando las decisiones finales, manteniendo comoobjetivo “el inter és superior ” de los ni ños. Pero, seg únla Convenci ón, esas decisiones deben tener en cuenta lasopiniones de los ni ños afectados. A medida que los ni ñoscrecen, los padres deben cederles m ás responsabilidadesen la toma de decisiones que les afecten, inclusive aquellasque puedan ser controvertidas, como las cuestionesrelacionadas con la custodia de los hijos tras un divorcio.

    Mito: Los ni ños deben ser ni ños, y no se les debeobligar a hacerse cargo de responsabilidades queles corresponden a los adultos.

    Realidad : Sin duda, se debe permitir que los ni ñossean ni ños, y que reciban la protecci ón necesaria paragarantizar su desarrollo saludable. Y no se deber í aobligar a ning ún ni ño a asumir responsabilidades paralas cuales no est é preparado. Pero el desarrollo saludablede los ni ños depende tambi én de que se les permitarelacionarse con el mundo, tomar decisiones de maneraindependiente y hacerse cargo de m ás y mayoresresponsabilidades a medida que sean m ás capaces dehacerlo. Cuando los ni ños tropiezan con barreras queobstaculizan su participaci ón pueden sentirse frustradoso caer en la apat í a. Por ejemplo, un joven de 18 a ñosque carece de la experiencia de la participaci ón noestar á adecuadamente preparado para asumir lasresponsabilidades propias de los ciudadanos enuna sociedad democr ática.

    Mito: La participaci ón de los ni ños es una farsa. Sesuele elegir a unos pocos ni ños y ni ñas, por lo generalpertenecientes a una elite, para que hablen ante adultospoderosos, que de inmediato ignoran lo que han dicholos ni ños mientras se arrogan el m érito de haberlos“escuchado ”.

    Realidad : La participaci ón de los ni ños ha demostradoser muy eficaz en muchos casos. En lugar de establecerun sistema de participaci ón ineficaz, nos compete a todosdise ñar formas significativas en las que los ni ños puedanparticipar en beneficio propio y de la sociedad engeneral.

    LA PARTICIPACI ÓN INFANTIL:MITOS Y REALIDADES

    RECUADRO

    2

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    27/13617ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2003

    Mito: En realidad, la participaci ón de los ni ños involucras ólo a los adolescentes, a quienes de cualquier manerales falta poco tiempo para convertirse en adultos.

    Realidad : Aunque el rostro p úblico y pol í tico de laparticipaci ón de los ni ños tiende m ás a ser el de unadolescente que el de un ni ño de 6 a ños, resultafundamental que se consulte a los ni ños y las ni ñasde todas las edades sobre las cuestiones que les afecten.Esto entra ña la participaci ón de los ni ños en el quehacerescolar y familiar cuando se traten temas que serelacionen con ellos. Los ni ños, cualquiera sea su edad,tienen m ás capacidades que las que generalmente se lesreconocen; y si cuentan con el respaldo de los adultos,por lo general estar án a la altura de las circunstancias.

    Mito: Ning ún pa í s del mundo consulta a los ni ñosacerca de todas las cuestiones que les afectan, y noexisten posibilidades de que ning ún pa í s lo haga enel futuro cercano.

    Realidad : Eso es en parte cierto. Sin embargo,todos los pa í ses que ratificaron la Convenci ón sobrelos Derechos del Ni ño se han comprometido a garantizarlos derechos de la ni ñez a la participaci ón. Por ejemplo, elderecho a manifestar libremente sus opiniones acerca decuestiones que les afecten, y la libertad de pensamiento,conciencia, religi ón y asociaci ón, y de realizar reunionespac í ficas. Y casi todos los pa í ses ya han obtenido avancessignificativos en lo que concierne a la implantaci ón desistemas y pol í ticas que posibiliten el ejercicio de esosderechos por parte de los ni ños.

    Mito: Aunque se consulte a los ni ños por una cuesti ónde formalidad, nunca se tienen en cuenta sus opinionespara efectuar cambios.

    Realidad : En los casos en que se solicitan las opinionesde los ni ños con sensibilidad, y se las comprendeaut énticamente, esos puntos de vista suelen determinarmuchos cambios. Por ejemplo, pueden revelar aspectosque los adultos no habr í an sido capaces de descubrirpor su cuenta. O pueden modificar profundamentedeterminados programas o pol í ticas; o, en ciertos casos,proteger a los ni ños de perjuicios futuros. Hasta lasconsultas a ni ños de muy corta edad pueden arrojarresultados notables. El problema consiste en que noson frecuentes los casos en que se consulta a losni ños en forma tan rigurosa.

    Mito: La negativa de los ni ños a participar los privade sus derechos.

    Realidad : En realidad, esa resistencia puede constituirun componente importante de la participaci ón. Ya se tratedel tira y afloja en el hogar, de la negativa a aceptar elcastigo en la escuela, o de la actitud de cada uno conrespecto a la participaci ón c í vica en su comunidad, laresistencia puede reflejar las opiniones de los ni ños olos adolescentes sobre determinada cuesti ón, o sussentimientos con respecto a las condiciones de suparticipaci ón. Los adultos comprenden que la resistenciaes una forma de comunicaci ón, y responden ante lamisma con comprensi ón, di álogo y capacidad pararesolver las diferencias de opini ón, en vez de tratarde impedirla mediante el empleo de la fuerza o lapersuasi ón. Bajo ninguna circunstancia se deber í aobligar a los ni ños a participar.

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    La participaci ón no s ólo parece diferente a distin-tas edades, sino que es diferente. Alentar a losni ños y ni ñas a que participen implica escucharno s ólo a los ni ños mayores, a los m ás aventaja-dos o a los que se expresan mejor, sino a ni ñosy ni ñas de todas las edades y capacidades.Los ni ños participan en la vida desde el primermomento, y su competencia para expresar susnecesidades y frustraciones, sus sue ños y susaspiraciones, cambia con la edad y va haci éndosem ás compleja a medida que avanza la ni ñez y sepasa a la edad adulta. Aunque la participaci óndel ni ño de menor edad difiere de un modo muymarcado de la del adulto joven, la evoluci ón de

    las capacidades mantiene una continuidad quees posible seguir desde los primeros movimientosdel beb é a las acciones pol í ticas del adolescente.

    El desarrollo de cada ni ño es propio y singular. Elentorno, incluyendo la clase social y las condicio-nes econ ómicas, las normas culturales as í comolas tradiciones y expectativas locales o familiares,influyen en su modo de crecer y aprender. Lacompetencia de un ni ño refleja las oportunidadesde participaci ón –o su carencia – que ha experi-mentado en las primeras etapas de su vida. Tanto

    19ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2003

    Dibujos realizados por niños de 4 a 8 años presentados en la exposición de Ik-Joong Kang titulada “Amazed World”,excepto el que aparece en la esquina inferior derecha,que es de Julio da Silva, de 6 años, que aparece en “Tuir Labarik Sira Nia Haree” o “A través de los ojosde los niños”, una publicación del UNICEF con dibujos y reflexiones de los niños de Timor-Leste (Timor Oriental).

    en un sentido negativo como positivo, cada fasede la ni ñez se levanta sobre la anterior.

    El mejor comienzo posible

    Los ni ños de corta edad se comunican mediantemovimientos no verbales y expresiones faciales.No s ólo pueden dar a conocer sus deseos, sino queson capaces tambi én de “hablar ” con sus cuidadores,imitando sus acciones. En los últimos 20 a ños,los investigadores han reconsiderado la creencia,dominante hace a ños, de que los beb és son inca-paces de imitar durante los primeros meses devida; en condiciones controladas de laboratorio,

    beb és nacidos hac í a apenas unas horas hanreproducido una amplia gama de gestos 15 . Cadagesto es por s í mismo una clave para los progeni-tores y otros cuidadores, quienes, al responder,refuerzan y ampl í an el repertorio del ni ño.

    Son cada vez m ás los padres y madres que sedan cuenta de que la interacci ón con su beb é esun camino en dos direcciones. La sonrisa de unbeb é es una se ñal instant ánea que suscita unarespuesta cordial por parte del adulto, aunquehay muchas otras oportunidades de comunica-

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    INTEGRARSE EN LA VIDA

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    ción e integraci ón entre adultos y ni ños muypeque ños. El factor m ás importante en el desa-rrollo psicosocial del ni ño es que tenga al menosuna relaci ón fuerte con un adulto que le dispensecuidados 16 . Si los padres, madres y cuidadoressiguen las indicaciones del ni ño durante su primeraño de vida (como cuando se establece la lactan-cia materna), el intercambio mutuo contribuyea que el ni ño desarrolle una relaci ón sana.

    El que en a ños posteriores la participaci ón delos ni ños en la vida y en la sociedad sea efectivadepende de que la participaci ón se fomente desdeel principio. Para desarrollarse de una forma sana,el crecimiento de los ni ños debe apoyarse en treselementos clave: salud, buena nutrici ón y cuida-dos –y por “cuidados ” se entiende la protecci óny un entorno cari ñoso, receptivo y estimulante 17 .La receptividad de un progenitor o cuidador esimportante, por ejemplo, para el desarrollo inte-lectual y ling üí stico de los ni ños. Puede aumentarel estado nutricional de los ni ños; cuando se ali-menta a los ni ños malnutridos, los que han recibidoest í mulos verbales y cognitivos experimentanunas tasas de crecimiento superiores a las dequienes no han recibido dicho est í mulo 18 .

    Cuanto m ás interactiva y participativa sea la rela-ción entre el ni ño peque ño y su cuidador, m ássano ser á el desarrollo del ni ño, y m ás productivosser án los resultados para la sociedad en su con-junto. Puesto que tanto en las sociedades ricascomo en las pobres la mayor í a de los ni ños enedad preescolar reciben cuidados en sus propios

    hogares y familias, es esencial llegar a los padresy las madres, ofreci éndoles apoyo all í donde seanecesario, y tambi én informaci ón sobre las nece-sidades para el desarrollo durante la primera

    infancia y la mejor manera de responder a ellas.

    Preocupaciones

    Cuando el proceso por el que se desarrollanví nculos sanos se ve perturbado por los malostratos, la desatenci ón o por cambios reiteradosde cuidador, el resultado puede traducirse, entreotras cosas, en desconfianza del ni ño hacia losadultos que detentan la autoridad, en incapacidadpara dar y recibir afecto y una imposibilidad dedesarrollar empat í a, es decir, conciencia o com-pasi ón hacia los dem ás 19 . Estas consecuenciasnegativas son susceptibles de aparecer sobretodo en un entorno institucional: en el sistemapenal y en la poblaci ón de desamparados hayuna representaci ón desmesurada de personasque han crecido en instituciones 20 .

    Estos resultados negativos previsibles forman labase de la enorme preocupaci ón que se ha gene-rado en torno al n úmero cada vez mayor de ni ñospeque ños que se quedan hu érfanos a causa del

    SIDA. Esta preocupaci ón es especialmente agudaen 10 pa í ses de África subsahariana, donde m ásdel 15% de los ni ños menores de 15 a ños sonhu érfanos: Botswana, Burundi, Lesotho, Malawi,Mozambique, Rep ública Centroafricana, Rwanda,Swazilandia, Zambia y Zimbabwe. Se teme que

    20 INTEGRARSE EN LA VIDA I v a n B

    l a z e v /

    R i g h t t o K n o w

    I n i t i a t i v e

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    aumente el n úmero de hu érfanos y se calcula quepara 2010 m ás del 20% de los ni ños menores de15 a ños de cuatro pa í ses –Botswana, Lesotho,Swazilandia y Zimbabwe – ser án hu érfanos 21 .

    Aumentar las posibilidades departicipaci ón del ni ñoLa responsabilidad de garantizar a los ni ñosel mejor inicio posible en la vida mediante laampliaci ón y el refuerzo de su forma de participarla comparten las familias, los gobiernos locales,la sociedad civil y el sector privado. Los gobiernosnacionales deben proporcionar los marcos depol í ticas e institucionales –y la capacidad de lide-razgo – en apoyo de las iniciativas locales.

    El Programa de Servicios de Efectividad Paternade Filipinas es un ejemplo de un tipo de enfoqueque ense ña a las familias a escuchar y entender loque su hijo intenta comunicar. Los padres aprenden,por ejemplo, la importancia de leerle cuentos alni ño, o de ver con él un programa educativo detelevisi ón. El Programa ha mejorado la nutrici óninfantil y reducido tanto los malos tratos a losni ños como los castigos corporales excesivos porparte de los padres. En Turqu í a, la Iniciativa para

    una Paternidad Mejor, que ahora funciona en todaslas regiones del pa í s, utiliza v í deos y grupos dediscusi ón para ayudar a los padres a entenderlo que necesitan los ni ños y lo que ellos puedenhacer para mejorar el entorno de sus hijos. Lasevaluaciones han demostrado la efectividad deestos enfoques en la mejora del desarrollo y laeducaci ón de ni ños y ni ñas.

    En Am érica Latina, como en muchos centros deprimera ense ñanza de todo el mundo, la participa-ción infantil se reconoce como un aspecto crucialde un buen plan de estudios y como algo necesa-rio para una experiencia educativa de calidad. Enel pasado, se ve í a a los ni ños como educandospasivos, como receptores y como el objeto de laeducaci ón; ahora, sin embargo, se les ve cada vezm ás como agentes de su propio aprendizaje, crea-dores de su plan de estudios y promotores de susposibilidades 22 .

    Se ha comprobado que la participaci ón cada vezmayor de los ni ños y ni ñas en su propio apren-dizaje repercute en su rendimiento escolar. EnCuba, por ejemplo, el UNICEF ha trabajado con

    éxito junto al Gobierno para apoyar un programanacional de primera infancia llamado Educa a tuhijo, que ampl í a la participaci ón del ni ño peque ñofuera de la familia al proporcionar servicios basa-dos en la comunidad a m ás de 600.000 ni ños conedades comprendidas entre los 0 y los 6 a ños,entre ellos m ás de 440.000 ni ñas peque ñas y susfamilias. Con m ás de 14.000 promotores y m ásde 60.000 voluntarios, el programa se dirige a losfuturos padres y madres, as í como a familias conni ños peque ños. Durante visitas con m édicos yenfermeras o, despu és del nacimiento del ni ño,durante visitas peri ódicas a domicilio, salidas engrupo o clases y discusiones familiares, las fami-lias reciben informaci ón y asesoramiento para unembarazo sano y sobre las necesidades de desa-rrollo de los ni ños peque ños.

    El programa hace un esfuerzo especial para llegara ni ños de zonas rurales y alejadas, y para inte-grar a familias y comunidades en las responsabili-dades de la primera infancia. El sistema nacionalcubano de programas de educaci ón para la pri-

    mera infancia y ni ños en edad preescolar, implan-tado desde hace mucho tiempo, hab í a beneficiadoal 98,3 de los ni ños de entre 0 y 6 a ños a finales de2000. Este sistema ha tenido un éxito mensurableen lo que se refiere al incremento de los logrosen materia de desarrollo y educaci ón de los ni ñosde Cuba. Un estudio reciente indic ó que los ni ñoscubanos obtienen unas calificaciones significativa-mente m ás altas en matem áticas y lengua espa-ñola que sus hom ólogos de otros pa í ses deAm érica Latina 23 .

    En Nigeria fue necesario que ni ños mayoresdesempe ñaran papeles din ámicos para asegurarseque miles de ni ños peque ños fueran inmunizados,una de las condiciones para garantizar el mejorcomienzo posible en la vida. En Afugiri, unacomunidad periurbana de Umuahia, en el estadode Abia, donde los escolares participaron en unejercicio de ubicaci ón de reci én nacidos entre la

    ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2003

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    poblaci ón, los trabajadores sanitarios del UNICEFpudieron conseguir y mantener una tasa muy altade inmunizaci ón.

    Antes del inicio del proyecto en el a ño 2000, lacomunidad de Afugiri, cuya poblaci ón se estimaen unas 25.000 personas, apenas utilizaba losservicios del bien equipado y f ácilmente accesiblecentro primario de salud. Durante un per í odo de11 meses, por ejemplo, cada mes se inmunizabasólo a un promedio de entre seis y ocho ni ños decorta edad, de una poblaci ón de 1.000 ni ños conedades comprendidas entre los 0 y los 11 meses.Un promedio de cinco a siete mujeres al mesacud í an a los servicios de atenci ón prenatal, yen ocho meses s ólo seis partos tuvieron lugar all í .

    Entonces, los alumnos de entre 10 y 16 a ños delclub de derechos infantiles de la escuela secunda-ria Williams Memorial decidieron hacer algo porsu cuenta a prop ósito de las abismales tasas deinmunizaci ón de su comunidad y de todo el estadode Abia. Organizaron debates sanitarios sobrela inmunizaci ón, el VIH/SIDA, la terapia de rehi-drataci ón oral, la lactancia materna exclusiva ycuestiones relacionadas con los derechos de losni ños. Movilizaron a las mujeres para que llevaran

    a sus hijos a vacunar y, despu és de asistir a talleresde d í a y medio dirigidos por oficiales exterioresdel UNICEF y funcionarios del ministerio desanidad del estado, asumieron con entusiasmoel reto de localizar beb és y encontrar a quienesse resist í an a la inmunizaci ón.

    Estos alumnos de entre 10 y 16 a ños fueron decasa en casa identificando a los ni ños peque ñosque deb í an inmunizarse. Cumplimentaron com-probantes de localizaci ón que fueron entregados

    a los progenitores y ni ños mayores, a los que sepidi ó que llevaran a los peque ños al centro prima-rio de salud. Los resultados fueron espectaculares:en ocho meses, se inmuniz ó a un promedio de328 ni ños al mes, frente a 8 los ni ños por mesantes del inicio del proyecto.

    Lo que es m ás, los trabajadores sanitarios capta-ron a las madres que llevaron a sus hijos a vacu-nar para que participaran en diversas actividadesrelacionadas con la salud materna e infantil. Seform ó a las madres sobre la maternidad sin riesgo,la prevenci ón y el tratamiento dom éstico deenfermedades comunes, dando especial impor-tancia a la diarrea; se distribuyeron sales de rehi-drataci ón oral, se pes ó a los ni ños y se anotaronlos datos en las tarjetas de control del crecimiento;se ense ñó la lactancia materna exclusiva y se hizouna demostraci ón, como se hizo tambi én con laalimentaci ón complementaria y la diversificaci ónde la dieta.

    Estos servicios adicionales sirvieron para quetodav í a m ás mujeres acudieran al centro.Mensualmente, la asistencia aument ó de menosde 5 a 7 mujeres antes del inicio del proyecto,a m ás de 300. Los partos en el centro ascendieron

    de menos de 6 al mes a poco menos de 15.

    No satisfechos con limitarse a conseguir que lasmadres llevaran a sus hijos para recibir su primerainmunizaci ón, muchos escolares hicieron unseguimiento de varios casos, garantizando quelos ni ños recibieran tres dosis de la vacuna triple.El extraordinario éxito obtenido mediante laparticipaci ón activa de los ni ños en el ejerciciode movilizaci ón ha despertado inter és en otrosestados, que ahora proyectan copiarlo 24 .

    22 INTEGRARSE EN LA VIDA

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    “Para ser sabiono hace faltaser viejo ”Proverbio yoruba

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    34/13624 INTEGRARSE EN LA VIDA

    Deidra Robinson, de 12 a ños, consigue capturar el afecto quereina en el hogar de una familia del sur de los Estados Unidos

    en esta fotograf í a donde dos j óvenes posan ante la c ámara.

    La Convenci ón sobre los Derechos del Ni ño no establecede manera expl í cita el derecho de los ni ños a la participa-ción, excepto en el art í culo 23, donde lo fija como metapara los ni ños con discapacidades. Pero la Convenci óncontiene un conjunto de art í culos referidos a ese temaque, cuando se interpretan en forma colectiva, constitu-yen un poderoso alegato en pro del derecho de losni ños a la participaci ón.

    Art í culo 5. Los Estados Partes respetar án las responsa-bilidades, los derechos y los deberes de los padres o, ensu caso, de los miembros de la familia ampliada o de lacomunidad, seg ún establezca la costumbre local, de lostutores u otras personas encargadas legalmente del ni ñode impartirle, en consonancia con la evoluci ón de susfacultades, direcci ón y orientaci ón apropiadas para queel ni ño ejerza los derechos reconocidos en la presenteConvenci ón.

    Art í culo 9. (2.) En cualquier procedimiento entablado deconformidad con el p árrafo 1 del presente art í culo [que serefiere a la separaci ón del ni ño de sus padres], se ofrecer áa todas las partes interesadas la oportunidad de participaren él y de dar a conocer sus opiniones.

    Art í culo 12. (1.) Los Estados Partes garantizar án al ni ñoque est é en condiciones de formarse un juicio propio elderecho de expresar su opini ón libremente en todos losasuntos que afectan al ni ño, teni éndose debidamente encuenta las opiniones del ni ño, en funci ón de la edad ymadurez del ni ño.(2.) Con tal fin, se dar á en particular al ni ño oportunidadde ser escuchado, en todo procedimiento judicial o admi-nistrativo que afecte al ni ño, ya sea directamente o pormedio de un representante o de un órgano apropiado,en consonancia con las normas de procedimiento dela ley nacional.

    Art í culo 13. (1.) El ni ño tendr á derecho a la libertad deexpresi ón; ese derecho incluir á la libertad de buscar, reci-bir y difundir informaciones e ideas de todo tipo, sin con-sideraci ón de fronteras, ya sea oralmente, por escrito oimpresas, en forma art í stica o por cualquier otro medioelegido por el ni ño.

    Art í culo 14. (1.) Los Estados Partes respetar án el derechodel ni ño a la libertad de pensamiento, de conciencia y dereligi ón.(2.) Los Estados Partes respetar án los derechos y deberesde los padres y, en su caso, de los representantes legales,de guiar al ni ño en el ejercicio de su derecho de modoconforme a la evoluci ón de sus facultades.

    Art í culo 15. (1.) Los Estados Partes reconocen losderechos del ni ño a la libertad de asociaci ón y ala libertad de celebrar reuniones pac í ficas.

    Art í culo 16. (1.) Ning ún ni ño ser á objeto de injerenciasarbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, sudomicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegalesa su honra y a su reputaci ón.(2.) El ni ño tiene derecho a la protecci ón de la ley contraesas injerencias o ataques.

    Art í culo 17. Los Estados Partes reconocen la importantefunci ón que desempe ñan los medios de comunicaci ón yvelar án por que el ni ño tenga acceso a informaci ón ymaterial procedentes de diversas fuentes nacionales einternacionales, en especial la informaci ón y el materialque tengan por finalidad promover su bienestar social,espiritual y moral y su salud f í sica y mental …

    EL “DERECHO ” DE LOSNIÑOS A LA PARTICIPACI ÓN

    RECUADRO

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    35/13625ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2003

    Art í culo 21. Los Estados Partes que reconocen o permitenel sistema de adopci ón cuidar án de que el inter és superiordel ni ño sea la consideraci ón primordial y: (a) Velar án porque la adopci ón del ni ño s ólo sea autorizada por las auto-ridades competentes, las que determinar án, con arregloa las leyes y a los procedimientos aplicables y sobre labase de toda la informaci ón pertinente y fidedigna, que laadopci ón es admisible en vista de la situaci ón jur í dica delni ño en relaci ón con sus padres, parientes y representan-tes legales y que, cuando as í se requiera, las personasinteresadas hayan dado con conocimiento de causa suconsentimiento a la adopci ón sobre la base del asesora-miento que pueda ser necesario;

    Art í culo 22. (1.) Los Estados Partes adoptar án medidasadecuadas para lograr que el ni ño que trate de obtener elestatuto de refugiado o que sea considerado refugiado deconformidad con el derecho y los procedimientos interna-cionales o internos aplicables reciba, tanto si est á solocomo si est á acompa ñado de sus padres o de cualquierotra persona, la protecci ón y la asistencia humanitariaadecuadas para el disfrute de los derechos pertinentesenunciados en la presente Convenci ón y en otros instru-mentos internacionales de derechos humanos o decar ácter humanitario en que dichos Estados sean partes.

    Art í culo 23. (1.) Los Estados Partes reconocen que elni ño mental o f í sicamente impedido deber á disfrutar deuna vida plena y decente en condiciones que asegurensu dignidad, le permitan llegar a bastarse a s í mismo yfaciliten la participaci ón activa del ni ño en la comunidad.

    Art í culo 29. (1.) Los Estados Partes convienen enque la educaci ón del ni ño deber á estar encaminada a:(a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidadmental y f í sica del ni ño hasta el m áximo de sus posibili-dades; (b) Inculcar al ni ño el respeto de los derechoshumanos y las libertades fundamentales y de los princi-pios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas;(c) Inculcar al ni ño el respeto de sus padres, de su propiaidentidad cultural, de su idioma y sus valores, de losvalores nacionales del pa í s en que vive, del pa í s de quesea originario y de las civilizaciones distintas de la suya;(d) Preparar al ni ño para asumir una vida responsable enuna sociedad libre, con esp í ritu de comprensi ón, paz,tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todoslos pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos ypersonas de origen ind í gena; (e) Inculcar al ni ño elrespeto del medio ambiente natural.

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    Las escuelas figuran entre los lugares donde losni ños adquieren conocimientos fundamentalesy aprenden a conocer el mundo, y donde son“socializados ”, donde se les hace tomar concien-cia de lo que la sociedad espera de ellos en elfuturo como ciudadanos. A menudo, esto haconllevado la imposici ón de una obedienciay una deferencia ciegas. Sin embargo, las escuelasson cada vez m ás lugares para una socializaci óndiferente, donde se capacita a los ni ños parapensar cr í ticamente, donde aprenden sobresus derechos y responsabilidades y donde sepreparan activamente para desempe ñar supapel como ciudadanos.

    Los menores apoyan la educaci ónde las ni ñasHace tiempo que las organizaciones para el desa-rrollo de todos los tama ños est án de acuerdo enque es rentable invertir en la educaci ón de la ni ñay en la urgente necesidad de hacer esa inversi ón,sobre todo en el África subsahariana y en el Surde Asia, donde hay m ás de 50 millones de ni ñasen edad escolar primaria que no asisten a laescuela 25 .

    27ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2003

    Una niña que practicaba en una clase de baile en Kurgan,Federación de Rusia, llamó la atención de Michail Garmasch, el fotógrafo de 16 años.

    Sin embargo cuando en agosto del 2001 se lanz óen Uganda el Movimiento para la Educaci ón delas Ni ñas, se diferenciaba de otras medidas delpasado en que eran los propios ni ños y adoles-centes africanos, tanto ni ñas como ni ños, quienesencabezaban la iniciativa, utilizando cuando eranecesario los conocimientos y el consejo de losadultos y aportando al movimiento su propiofervor y entusiasmo.

    La participaci ón infantil fue de por s í educativa:los j óvenes kenianos y ugandeses que participaronen el Movimiento para la Educaci ón de las Ni ñasdesde sus inicios, entre los que hab í a algunos con

    discapacidades, hab í an recibido formaci ón parautilizar m étodos creativos de promoci ón. Esto lespermiti ó organizar en Sud áfrica y Zambia talleressimilares para difundir la informaci ón pocodespu és de la celebraci ón del Parlamento de losNiños y los J óvenes en Kampala. “Esta conferen- cia fue un punto de inflexión para muchas niñas pequeñas que al principio no podían decir nada” ,dijo Caroline, estudiante y voluntaria ugandesa.“Nos dotó de confianza y de seguridad en noso- tras mismas y comenzamos a pensar de forma positiva sobre nuestras habilidades” 26 .

    4

    APRENDIZAJE ACTIVO

    Federaci ón de Rusia/ “Imag í nate: Tus fotos me har án abrir los ojos ” /GTZ/2002

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    El Movimiento para la Educaci ón de las Ni ñas noes la única iniciativa que ha reclutado a ni ños enfavor de la causa de la educaci ón de las ni ñas. Enla provincia de Baluchist án, en el Pakist án, dondela tasa de alfabetizaci ón femenina es del 2%, laoficina local del UNICEF ya hab í a trabajado encolaboraci ón con un movimiento muy motivadode boy scouts en campa ñas para a ñadir yodo a lasal e inmunizar contra la poliomielitis. En el a ño2000, sin embargo, la ampliaci ón de estas campa-ñas a la promoci ón de la educaci ón primaria paralas ni ñas fue una innovaci ón: nunca antes en laregi ón hab í an participado los ni ños en la promo-ción de los derechos de las ni ñas. El proyecto sellamaba los Hermanos se unen a Meena, aludiendoal conocido personaje de dibujos del UNICEF, lani ña peque ña Meena.

    Los scouts, entre los que est á Jehanzeb Khan,el ni ño de 12 a ños que particip ó en la Sesi ónEspecial de las Naciones Unidas en favor de laInfancia como portavoz del proyecto, fue de casaen casa controlando la asistencia de las ni ñas a laescuela y, all í donde era necesario, intentado con-vencer a los padres para que matricularan a sushijas. En parte para paliar la repercusi ón pol émicadel tema, los scouts hablaban tambi én de otros

    temas importantes, como la inmunizaci ón y laconstrucci ón de letrinas. En las aldeas donde nohab í a escuela primaria para ni ñas, los scouts con-venc í an a la escuela de ni ños para que admitierana ni ñas; all í donde una distancia larga hasta laescuela planteaba peligros, los scouts se ofrec í anpara escoltar a las ni ñas.

    Los resultados del primer a ño fueron alentado-res: cada escuela que particip ó en la campa ñamatricul ó entre 10 y 15 nuevas ni ñas, llegandoel total a unas 2.500. En la aldea de KilliAbdul Rasaq, donde los scouts estabanespecialmente bien implantados, los resulta-dos fueron todav í a mejores: 80 nuevas ni ñas

    ingresaron en la escuela de la aldea. “Sol í amosdecir que educar a una ni ña era como regar lasplantas del vecino ”, admite Abdul Malam, elmalik o dirigente tribal de la aldea. “Pero los boyscouts nos han hecho cambiar de opini ón. Ahoraqueremos que nuestras hijas sean maestras, om édicos, o cualquier otra cosa ”27 .

    Las escuelas y los ideales democr áticosAunque en algunas regiones y pa í ses del mundose fomenta cada vez m ás a menudo la creaci ónde escuelas genuinamente acogedoras para losni ños, son todav í a un fen ómeno relativamenteraro. El UNICEF sigue haciendo campa ña en favorde unos m étodos de ense ñanza que potencien alm áximo la participaci ón de ni ños y ni ñas, y quealienten el aprendizaje activo en lugar de la recep-ción pasiva de datos y saberes tal cual se hantransmitido. La experiencia indica que el aprendi-zaje centrado en los ni ños y basado en la vida yel entorno de la comunidad, servir á tambi én paraalentar la matriculaci ón de las ni ñas y su perma-nencia en la escuela.

    Los centros de la Escuela Nueva de Am éricaLatina, por ejemplo, se basan en grupos de

    varias edades en los que los derechos de los

    28 APRENDIZAJE ACTIVO

    “Tenemos derecho a la naturaleza”, por Tohfa Mohammed Al-Wardy, 9 años, Escuela privada Tahjeez Al-Elmi.

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    ni ños y la participaci ón democr ática son funda-mentales. Un estudio reciente llevado a cabo en25 escuelas de dos de las zonas m ás violentas deColombia respalda el argumento de que es posi-

    ble ense ñar cosas como la cooperaci ón, la coexis-tencia y la soluci ón pac í fica a los conflictos.Mediante entrevistas con padres, antiguos alum-nos, maestros y directores de escuela, el estudioconstat ó que los 15 centros que utilizaban lametodolog í a de escuela nueva hab í an tenido unarepercusi ón directa e importante en la participa-ción y la conducta democr ática de sus alumnosdentro de la comunidad, y en los h ábitos de votode los progenitores. Lo que es m ás, el estudiose ñal ó que el apoyo de organizaciones locales yde la sociedad civil hab í a sido uno de los factoresque hab í an contribuido al éxito del modelo, y queun movimiento de voluntarios hab í a desempe ñadoun importante papel dirigente. El marco delmodelo de Escuela Nueva evoluciona constante-mente, conclu í a el estudio, debido a la creatividadde los maestros y los órganos de gobierno dealumnos, padres y comunidades que comprendenel potencial del cambio 28 .

    El modelo original de Escuela Nueva en laColombia rural ha tenido tanto éxito y ha sido tan

    aplaudido internacionalmente que ahora lo hanadoptado otros pa í ses de Am érica Latina, comoHonduras. Guatemala tambi én ha adoptado elmodelo, y en el a ño 2000 el nuevo programaescolar –Nueva Escuela Unitaria Biling üeIntercultural – abarcaba 210 escuelas y 23.000alumnos, justo siete a ños despu és de su iniciocon 12 escuelas.

    Una de las piedras angulares del enfoque enGuatemala consiste en responder a los derechosde los ni ños de la comunidad ind í gena maya, lacual, a pesar de constituir la mitad de la pobla-ción, sufre una discriminaci ón y una marginaci ónconsiderables. La ense ñanza y el aprendizaje sonparticipativos, y hacen un uso pleno de las len-guas y culturas mayas. El juego y el estudio secombinan de forma creativa en “rincones deaprendizaje ”, y cada escuela tiene un gobiernoelegido formado por alumnos, con responsabili-

    dades en cuestiones de disciplina, aprendizaje yactividades culturales. Los gobiernos de estudianteshan sido los responsables de pintar los edificiosescolares y los pupitres, de construir los muros

    alrededor de las escuelas y de distribuir comidadurante una hambruna. La participaci ón de lospadres y de la comunidad en un sentido ampliose considera vital.

    El éxito de las nuevas escuelas puede medirse enparte por medio de la tasa de asistencia y finaliza-ción de estudios, que es un 93%, m ás alta queel promedio nacional, y tambi én por la tasa dematriculaci ón de las ni ñas, que en estos momen-tos superan a los ni ños. Estas escuelas hacentambi én una importante aportaci ón al fomentode una cultura de paz y democracia, en un pa í sen el que todav í a son visibles las hondas heridascausadas por muchos a ños de conflicto civil.El Gobierno ha reconocido la importancia de lasnuevas escuelas, y planea ampliar el programaa 2.000 centros y 120.000 alumnos m ás 29 .

    Introducido en Guyana en 1998, el enfoqueEscuela Nueva ya est á teniendo importantesrepercusiones, entre otros motivos por el funcio-namiento de gobiernos de alumnos en escuelas

    de zonas remotas. Cada gobierno estudiantil haelegido a cargos, as í como a comisiones respon-sables de la disciplina, la sanidad y el saneamiento,la biblioteca y el jard í n. A diario, los alumnos ayu-dan durante las asambleas, limpian el recinto dela escuela, organizan actividades para recaudarfondos e invitan a oradores de otros lugares. Unreciente estudio del UNICEF indic ó que los ni ñosdisfrutan del grado de participaci ón y responsabi-lidad que los gobiernos estudiantiles les propor-cionan, as í como de los conocimientos quedesarrollan en cuestiones de liderazgo, oratoriap ública y organizaci ón 30 .

    Aprender por medio del deporte

    Naturalmente, las escuelas no son el único terrenoen que un ni ño pue