3. ¿Cómo ocupar el espacio? Como les he dicho no les voy a enseñar a diseñar, pero si quiero que reflexiones sobre algunos recursos que son los menos utilizados. El diseñador dispone de varias estrategias básicas para organizar las formas dentro del formato de una composición. Cada estrategia que utilice creará relaciones claramente distintas entre las formas, y entre éstas y el espacio que las rodea. Romper el espacio. El considerar esta opción ofrece al diseñador la oportunidad de involucrar al espectador y de empezar a transmitir mensajes importantes literales y conceptuales, antes que el espectador tenga la oportunidad de asimilar el contenido.

Espacio inactivo- En este ejemplo, hay un elemento visual que interviene en el espacio, y hace un punto de atención, mediante la escala, el tamaño y la forma.

El espacio en si es estático y simple sin embargo logra su cometido con la imagen central.

Simetría y asimetría. Generalmente preferimos la simetría sobre la asimetría. Sin embargo la asimetría es un buen recurso para ocupar el espacio, provoca una participación más exigente, requiere que el cerebro evalúe las diferencias que existen en el espacio y estimula un movimiento visual mayor.

Movimiento. La superposición, la composición a sangre y la rotación de unos elementos con respecto a otros pueden inducir una sensación de movimiento cinético. El grado de movimiento creado por estos efectos debe ser controlado por el diseñador para que apoye al mensaje y no desvíe la atención del espectador.

Contraste compositivo. Aunque el término contraste se aplica a relaciones específicas: claridad frente a oscuridad dinámico frente a estático, etc., también se aplica a la cualidad resultante en las diferencias entre las formas y los espacios que interactúan dentro de un formato.

El espacio negativo es mágico. “Se dice a menudo que el espacio negativo (también llamado espacio en blanco) es en ocasiones más importante, ya que llama la atención sobre el contenido” Joan Costa

Activar el espacio. Un espacio inerte o inactivo llamará la atención ya que no se comunica con los demás espacios de la composición. Activar estos espacios significa obligarlos a entrar de nuevo a un diálogo con los demás espacios de la composición.

En ocasiones este espacio negativo embellece la propuesta conceptual, sin embargo a veces pareciera crear un vacío, pero también si se “llena” se creará un espacio opresivo que nadie querrá ver. Hay que buscar el equilibrio.