De La Carreta Al Brillante-Tomo1

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Historia de Rufino relatada por Antonio Martin

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  • D E L A C A R R E T A

    A L B R I L L A N T E

    R U F I N O :

    H I S T O R I A D E U N A

    C I U D A D

  • ANTONIO MARTIN

    D E L A C A R R E T A

    A L B R I L L A N T E

    RUFINO: HISTORIA

    DE UNA CIUDAD

    T O M O I

    EDITORIAL ALL PUBLICITY

    SAN MARTIN

    450

    R O S A R I O

  • PR1NTED 1N ARGENTINA IMPRESO

    EN LA ARGENTINA,

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  • A MANERA DE PROLOGO

    Cuando yo era nio, y a medida que iban transcurriendo los saos, siempre escuchaba los relatos de mi padre con especial atencin. Me deca que en tal lado de Rufino, all por el ao 1905 (por ejemplo), donde hoy t ves ese edificio exista entonces un campo abierto que haca las veces de matadero. All, los hombres con un lazo muy grande, montados en briosos caballos, corran al vacuno .sin darle tregua y, en cuanto alargaban la cuerda, sta se anudaba; con fuerza en el pescuezo del animal el cual, dando media vuelta, qneclaba estaqueado en el suelo. Mientras el jinete mantena su posicin, uno de los diestros, que participaba en la tarea, desenvainaba el facn que inmediatamente se perda entre los chorros de sangre que coloreaba la mano hasta la mueca. Otras veces, me contaba que a las pocas cuadras del centro haba perdices y martinetas; que las comadrejas hacan desastres en los gallineros; que pesados carros transportaban gran cantidad de cereales; que los barberos sacaban muelas; que en la mayora de los comercios los empleados dorman sobre los mostradores; que las inundaciones hacan temblar a las precarias viviendas; que las epidemias ponan dolorosas cruces en cada casa... Bueno, me relataba tantos hechos y me hablaba de tantos personajes que acuciaban mi curiosidad de tal modo que para mi coleto yo pensaba; ;qu lindo sera poder escribir algn da todo eso...!.

    Pasaba el tiempo, y ya con aquello que tena insuflado en el espritu por mi padre, conversaba con otras personas que, al darme razn de un sinnmero de acontecimientos, estimulaban an ms el deseo de llevar al papel el maravilloso cmulo de referencias depositadas en el sediento vaso que yo extenda ansiosamente.

    Una vez tuve en mis manos los relatos, transmitidos por otros escritores, de Plinio el Joven, en donde gracias a ste se haba podido conocer el gran desastre que el Vesubio provoc en Pompeya y Hereulano, y me hice esta pregunta: y si no lo hubiese contado

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    Flinio e! Joven? Todo hubiese quedado sepultado para siempre: Y lo relacionaba con lo que permaneca sepultado en ios pueblos, sin que sus habitantes tuvieran la menor idea del lugar donde estaban, quines haban sido los forjadores del terruo, qu luchas realizaron para darnos paulatinamente el goce ci las comodidades que hoy disfrutamos...

    En otra ocasin, leyendo la Ilada y la Odisea, de Homero, acarici la legendaria figura de este errante poeta ciego y asimismo pens: y si no se hubiera recogido todo sto? Cunto habra perdido la humanidad!.

    Y asaltaron mi pensamiento, adems, las reconstrucciones que se han llevado a cabo en srael siguiendo paso a paso la gua orientadora demarcada por el Libro de les Libros: La Biblia. Veamos qu ocurri en ese desierto. El primer rbol que Abraham plant en el suelo de Bersabe explic hace poco tiempo el botnico doctor Jos Weitz fue un tamarindo. Tomando ese ejemplo, se plantaron en ese lugar dos millones de retoos! El doctor Weitz comenta que "Abraham hizo lo nico acertado, pues el tamarindo es uno de los pocos rboles que, segn hemos podido comprobar, prosperan en aquellos parajes del Medioda donde la precipitacin anual alcanza slo un valor inferior a los 150 milmetros.

    En un pasaje de La Biblia se lee: Y come (Jacob) de los fru tos de los campos; dale a chupar miel de la pea y aceite del duro pedernal. Luego de intensas bvisquedas, la solucin del enigma se hall en el Negueb, donde se encontraban a millares unos pequeos- crculos rodeados con piedras. A su alrededor no se encontr agua nt tampoco manantiales ni un solo pozo digno de mencin. Cuando la arena fue apartada aparecieron restos de antiguas races de olivos y de vides. Las valias de piedra haban prestado un buen servicia leteniendo aguas pluviales. Su disposicin da a entender una considerable experiencia y conocimientos sobre los procesos de la condensacin. Las piedras que forman parte de los muros estn colocadas de manera que dejen pasar el aire. De esta forma la humedad se condensa en ellas, en cantidades suficientes para alimentar de agua a un olivo o una cepa. En cada crculo amurallado haba una planta. El dulce zumo de la uva era designado a menudo, en Sos tiempos antiguos, con el trmino de miel. El olivo suministra el aceite. MIEL Y ACEITE ERAN EXTRAIDOS DE LA PESA, DEL DURO PEDERNAL. Los modernos israelitas, al proceder al replanteo, asignan tambin un considerable valor a los pequeos recolectores de roco, inteligentemente dispuestos.

    Y de esa manera, el erial convirtise en un vergel. En donde hubo uvas y aceite, volvi la uva y el aceite. Y constantemente conducidos por La Biblia arrancaron de la tierra todo lo que antes haba dado. Surgi el cobre, como en tiempos del Rey Salomn (Porque Yahv, tu Dios, te conduce a una tierra excelente... pas cuyas piedras son hierro y de cuyas montaas extraers el cobre Dt. 8, 7, y 9. Y el petrleo tambin... vio que sala de la tierra una humareda, como la humareda de un horno. Gn. 19, 28.

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    Mirando todo eso, me puse a meditar: y si no se hubiese escrito La Biblia? Aparte de lo que todo ella encierra, las tierras en que se levanta el nuevo estado de Israel habran continuado siendo vaya a saber uno por cuanto tiempo nada ms que piedra, sequedad y tristeza.

    Tratando de buscar una relacin, mnima, diremos que antes poi la zona de Rufino, La Pampa, etc. no se perda una cosecha, pues era abundante el rgimen de lluvias y a veces excesivo. Los caadones colmados de agua, pedan... agua. Ser que el endicamiento de los ros aledaos, que antes al desbordarse llenaban los caadones y esa humedad traa lo dems? Habr que compensar, en vista de lo expuesto, forestando racionalmente todos los radios afectados? Habr que hacer un estudio amplio y paciente de las causas como lo han realizado los Hebreos por las cuales nuestros sectores geogrficos variaron tan fundamentalmente? En fin...

    Observando las distintas circunstancias, empec a ordenar algunas ideas de lo que haba odo y a procurar documentos que dieran fe a todo ello. Las antiguas flores multicolores guardadas en las pginas del viejo libro de este pueblo no tenan ya color para m ni para muchos, pero estaban impregnadas con el ms sutil de los aromas, el aroma del recuerdo. Y di jeme muchas- veces, "s yo pudiera rescatar un poco tan siquiera de ese perfume, qu feliz sera!. Repetame: los sobrevivientes de las pocas pasadas, refrescaran sus atardeceres con la lejana brisa del ayer; los jvenes tendran referencias de sus familias y quiz un ejemplo que defender; los que van entrando en aos comenzaran a tocar puntas de un camino que va tomando fisonoma sintindose actores de esas vueltas que llamamos evolucin y all, a la distancia, los que van asomando en siluetas de porvenir recibirn en estas hojas un antecedente que en principio, como a casi todos nos ocurre, no revestirn mucha importancia, pero s la tendra cuando la rueda de la vida echara a girar en su trono mostrndoles el panorama que qued atrs elaborado por otros tiempos y que por imperio de las aconteceres se reitera en ellos mismos.

    Y en virtud de lo expresado, me puse a hilvanar ms que con capacidad con verdadero cario la historia ce nuestra ciudad, de acuerdo a mi modestsima manera de verla en sus distintos aspectos.

    No pretendo refulgencias, por cuanto no las merezco lo digo con toda sinceridad; pues si algn valor tiene lo que dejo escrito l radica nicamente en la intencin.

    Eso s, quiero dejar perfectamente establecido que jams anid en m el instinto de la serpiente que conquista las cumbres confundida con la vulgaridad de la maleza. He desechado la mentira buscando la verdad no por el precio de un apellido sino por la profundidad de su significado social, en la ms amplia acepcin de la palabra.

    Deseo agradecer a las Autoridades y funcionarios Municipales por haber comprendido y facilitado mi cometido, como as tambin a todas las personas e instituciones en que de una forma u otra, es

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    pontneamente, me brindaron su colaboracin al par que estimularon la iniciativa. Y digo esto, por cuanto he efectuado ms de 500l entrevistas y ledo alrededor de 4.000 actas.

    Rufino cumple 75 aos el 29 de Marzo de 1964. As como la le-gitimidad de una perla se juzga por la pureza de su oriente, busquemos a la legitimidad de estas Bodas de Brillantes en los esforzados inmigrantes que llegaron a estas tierras de donde hicieron brotar ricas mieses al lado de sus clulas continuadoras; clulas que unidas a otras venidas de distintos lares levantaron la ciudad eu medio del campo. Hombres y mujeres que doblaron sus cuerpos irguiendo la frente hacia el porvenir. Busquemos aqu la razn de nuestra existencia, y pidamos que la luz de ese metal, hecho de tiempo, d vida por un instante largo a los entornados ojos que un da desbrozaron sendas en procura de alturas, para todos.

    Asistamos a estas Bodas con los que labraron el progreso: Comercio, Industria, Campo, Empleados, Obreros, Instituciones Sociales, Gremiales, Culturales; concurramos conjuntamente con los que tuvieron grandeza de sentimientos, pero no permitamos bajo ninguna excusa que participen de esta fiesta, en donde estarn ausentes y presentes, los que arrastraron, de espalda a la sensibilidad de su pueblo, la infame pequenez de sus apetitos.

    Transformemos al pasado en lumbre, y aunque hemos crecido entre guijarros de postergaciones sigamos luchando ya que la fe con sacrificios al final se consolida, para volver hasta los que nos precedieron hasta nosotros mismos y hasta los que vengan, fecundados de ideales y de esperanzas, pero sin abandonar jams la brega.

    Una cinta de la gran celebracin envuelve al tardo paso de la vieja carreta... Hermanadas sin distancias se dibujan en matizados horizontes, palpitan en un solo pulso, suean con iguales sueos y cantan con la misma voz: RUFINO, Adelante...! Las letras de tu nombre saltan del barro al pavimento y rodando sobre el brillante n quieren caer en retrasos, y del coro arracimado de los hijos fluye ntidamente: Siempre adelante!.

    ANTONIO MARTIN

  • E n l a Fundacin de los Pueblos

    RESEA HISTORICA DE LOS FERROCARRILES

    La extensin extraordinaria de nuestro pas, salpicada por escasas poblaciones, generalmente ranchos, cubiertos por desiertos avasalladores, sin vecindades, y, por lo tanto, con absoluta carencia de recproco aliento, un da, por obra de las paralelas de acero, comenzaron a acercarse los lmites y a florecer las esperanzas. Los pajonales, el pasto puna y la cortadera, en donde las ovejas y las vacas cimarronas se criaban en medio de huellas indgenas, se transformaron, muy pronto, en sendos, establecimientos. El omb, del que tanto nos habla Hudson en su obra homnima y en All lejos y hace tiempo, aoso rey de las pampas, ceda el paso al otro gigante, el hombre, que decidido y fuerte y con sanas ambiciones surga a la v e r a del augurante y progresista metal para labrar su propio porvenir y el de la patr ia. Lo dems... estaba ah, palpitante, en la tierra virgen que iba a ser en poco tiempo el granero del mundo. La sierpe de acero empezaba a ondularse por los campos argentinos; esa mquina cual len con melena de centellas, como dijera Campoamor, devoraba las distancias construyendo en trecho nuevos baluartes y fuentes de trabajo.

    B.A.P (Buenos Aires al Pacfico), hoy GraL San Martn La empresa del Ferrocarril de Buenos Aires al Pacfico fue

    fundada en Londres el 10 de Octubre d 1882 con un capital de 1.000.000 en acciones preferidas, 1.312.340 en Debentures y

    3.000.000 en acciones

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    diferidas, con el objeto de adquirir del Sr. Juan E. Clark una parte del contrato que este seor haba celebrado con el gobierno argentino en 1874 para la construccin de dos ferrocarriles, uno e n t r e Buenos Aires y San Juan, pasando Por Rojas o Junn, Villa Mercedes, San Luis, La Paz y Mendoza; y el otro desde Mendoza a San Juan e,n direccin a San Felipe de los Andes (Chile) hasta el lmite fronterizo, ya sea por el paso de los Pa -tos o por el de Uspallata, segn lo que resultara ms prctico y econmico una vez hechos los estudios respectivos. (En el contrato se estableci originariamente que la trocha sera de un metro, pero fue modificada a la actual de 1.67,6 metros en 1877 adaptndose el contrato en 1878. La construccin comenz el 9 de Julio de 1882).

    La concesin Clark fue otorgada en base a la Ley de 1872, una de cuyas clusulas estipulaba que el 50% de las entradas brutas debera ser entregado al Estado. En estas condiciones no era posible la explotacin de un. ferrocarril y la Ley de concesin fue modificada en 1877 con el fin de establecer las siguientes condiciones:

    1) El Gobierno Argentino, garantizaba por 20 aos un inters anual del 7%, pagadero en oro, sobre las acciones, ttulos o debentures que representasen el costo kilmetro de cada seccin abierta al trfico pblico.

    2) Pago semestral de la garanta en oro.. 3) Entrega semestral al Estado de los beneficios netos de

    cada seccin, hasta tanto se reembolsara ntegramente la suma adeudada en la cuenta de garanta. Debemos aclarar que la construccin de la lnea frrea entre los dos puntos citados, trajo como consecuencia la necesidad de transportar los materiales por el F. C. Oeste hasta Mercedes, o desde Rosario (Va F. C. An-dino) a Villa Mercedes. Este hecho fue la causa de grandes demoras, pues el Ferrocarril Oeste no poda atender ni a su propio trfico debido a la carencia de material rodante. Las dificultades se acrecentaron al tener principio de eje

  • RUFINO: HISTORIA DE UNA CIUDAD

    cucin las obras de Villa Mercedes, porque el F. C. Andino considerando al Pacfico como un competidor se rehus a trasportar los materiales, pero, al observar que el Sr. Clark contrataba carretas tiradas por bueyes para este trabajo (midan el esfuerzo de estos pioneros que luchaban en la Argentina sin estpidas palabras), lleg a la conclusin de que toda resistencia era intil y permiti el trnsito de los mate-riales por sus lneas. De haberse comenzado la concesin desde Buenos Aires todas estas dificultades se habran evitado, como as tambin los grandes gastos que origin, ms tarde, el acceso a la Capital.

    En la poca de su fundacin el Pacfico adquiri el brecho comprendido entre Mercedes (Bs. Aires), a unos 112 Kmts. de la Capital Federal y Villa Mercedes (San Luis). El 14 de Setiembre de 1886, los accionistas autorizan a la compaa para que negociara la concesin con el objeto de extender la lnea desde Mercedes a Buenos Aires. La transferencia de esta concesin fue debidamente ratificada por el Gobierno Argentin0 con fecha 10 de Enero de 1887.

    La primera seccin del Ferrocarril Pacfico, entre Mercedes y Chacabuco, (una distancia de 97 Kmts.) fue habilitada al servicio pblico el l

    9 de Marzo de 1885; la segunda seccin desde

    Chacabuco a Diego de Alvear (en ese entonces llamado Orellanos) 157 Kmts. lo fue el 15 de Febrero de 1886 y el resto, desde Diego de Alvear a Villa Mercedes (San Luis) 324 Kmts. el 8 de Octubre de 1886.

    El primer tren de pasajeros que traspuso los 578 kilmetros que medan entre Mercedes y Villa Mercedes, corri el 15 de Octubre de 1886 y tena tan slo 50 mts. de largo, careciendo de coche comedor y dormitorio. (No es raro ver hoy trenes con una longitud de 300 metros). El viaje de regreso 19 de Octubre fue efectuado con la misma locomotora y personal siendo in-teresante recordar el nombre de los que la condujeron: Seor Alfredo Marsh, maquinista; Seor Patricio Wyn-

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    ne, fogonero. A estos hombres, que fueron los primeros en pasar por nuestro pueblo a travs de esas cintas det progreso, les decimos: SIN TIEMPO, SIN OLVIDO, SIN DISTANCIA.

    El 20 de Marzo de 1888 se libr al servicio la extensin de la lnea hacia el Este, desde Mercedes hasta Palermo (Capital Federal), habiendo corrido el p r i m e r tren de pasajeros el 25 de Marzo del mismo ao. En esa poca, para llegar del centro de la ciudad, los trenes del Pacfico utilizaban las vas del F. C. C. A. (en ese entonces F. C. del Norte). La Estacin Central estaba situada cerca de la Casa de Gobierno. Recin el 7 de JUNIO de 1912 pudo el Pacfico entrar con sus trenes en la actual estacin terminal, ubicada en las inmediaciones de los diques y obras portuarias. Con el transcurso del tiempo se hizo de vital importancia para el ferrocarril la necesidad de extender su radio de accin con el fin de propender al aumento de sus ingresos y de evitar la prdida del trfico a causa de la competencia, pero, debido a la situacin financiera y a la dificultad de obtener nuevos capitales, el progreso en este sentid0 fue muy lento hasta el ao 1900 que marc el comienzo de una poca de rpido desarrollo para las actividades del ferrocarril.

    En 1889 se obtuvo una concesin para la explotacin de un ferrocarril entre Pilar y Campana, y otra en 1893 para vincular a Junn con Lincoln. Por los productos de ese punto y de la zona que se extiende a 193 kilmetros al Sud de la lnea del Pacfico se transportaban a Vedia. El propsito de tender estas nuevas lneas, empero, se vio malogrado nuevamente por la situacin financiera imperante y como consecuencia de ello el Ferrocarril Oeste (en ese entonces F. C. Provincia de Buenos Aires), construy un ramal de Bragado a Lincoln con lo cual, el Pacfico, al tener una lnea paralela a la suya en un trayecto de 160 Kmts. perdi la oportunidad de servir esa zona de gran potencialidad econmica.

    DIFICULTADES Y PROGRESO HASTA 1900 Durante su primer decenio la empresa llev una

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    vida precaria y en una ocasin estuvo al borde la bancarrota. En 1886-87, antes de que las secciones abiertas al trfico hubieran experimentado los beneficios que se derivaban del transporte por ferrocarril, una gran epidemia de clera azot todo el pas; los estragos que esta enfermedad caus en las provincias del Oeste fueron de tal magnitud que el comercio qued prcticamente de-tenido. En 1889, extraordinarias inundaciones ocasionaron enormes daos a las vas paralizando el trfico en la lnea principal entre Castellanos y Mackenna desde Marzo hasta Diciembre inclusive. Las inundaciones cubrieron una extensin de 180 kmts. encontrndose unos 20 kilmetros de va bajo el agua que, en partes, llegaba a un metro de altura sobre el nivel de los rieles, mientras que en unos 76 Kmts. ms el agua se hallaba al mismo nivel que los rieles, pues los terraplenes estaban tan sa- surados que era imposible correr trenes.

    Se procedi al levante de la va permanente hasta dejarla a unos 45 ctms. bajo el nivel del agua, despus de lo cual el trabajo prosigui con tanta lentitud que resultaba de mayor valor el tiempo que se perda que la! va y, en consecuencia, qued enterrado un trecho de 1.600 metros entre Castellanos y Roseti. Aos ms tarde ese trozo de va fue desenterrado. Estas inundaciones, adems de causar la interrupcin del trfico directo en varias ocasiones por perodos largos, irrogaron fuertes gastos para reparar la lnea y levantar su nivel. Ms adelante hacemos unas pequeas citas acerca de la laguna La Picasa.

    Durante los aos 1889-90 muchos o t r o s inconvenientes obstaculizaron la marcha de la empresa y en el ao 1889 la explotacin arroj un dficit de $ 380.000. moneda nacional que sobrepas el $ 1.000.000 m|n. en el ejercicio siguiente.

    En el ao 1900 se celebr un convenio con el F. C. de Villa Mara a Rufino, por el cual se estableci que a partir del l

    9 de

    Setiembre de ese ao, el Pacfico administrara su lnea, que corre de Rufino hacia el Norte en una extensin de 227 Kmts.

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    ADELANTOS POSTERIORES

    Los aos 1901-2 se caracterizaron por una gran sequa, lo que afect sensiblemente los ingresos, como as tambin por la obra iniciada al renovar la va con rieles tipo 4, 49.60 kilogramos por metro desde Junn afuera, la cual en el curso de ese ao lleg hasta Alberdi, y en el ao 1907 se complet la renovacin en toda la extensin comprendida entre Junn y Villa Mercedes, o sea en una distancia de 435 kilmetros. Esto permiti poner en servicio la locomotora ms poderosa en la Amrica del Sud cuyo peso era de 132

    1/2 toneladas, con una capacidad de remolque de 2.700

    toneladas. Fue por entonces cuando el trfico de carga experiment un

    constante aumento; la agricultura progresaba rpidamente en las zonas servidas por el ferrocarril, extendindose, como consecuencia lgica, la superficie bajo cultivo mientras que el desarrollo y mejoramiento de la industria ganadera avanzaba a grandes pasos. En el ejercicio 1903-4, por primera vez en los anales de la empresa, el nmero de pasajeros transportados sobrepas el 1.000.000.

    El 1o de Julio de 1904 la empresa se hizo cargo de la

    administracin del F. C. Baha Blanca y Nord-Oeste, que tena 388 Kmts. de vas libradas al servicio pblico y los muelles y elevadores de granos en Puerto Galvn, habiendo continuado su explotacin hasta el l de Noviembre de 1924 fecha en que fue transferida la red al F. C. Sud. En 1905-6 se inici el balastro de las vas con piedras provenientes de Sampacho (Crdoba), donde se adquiri una cantera, a la que se equip con maquinarias modernas. El 1 de Julio de 1907 el Pacfico tom a su cargo la administracin del F. C. Gran Oeste Argentino (lnea que a su vez fue adquirida por esta Em presa del Gobierno Nacional en 1887), cuya red alcanzaba a 500 Kmts. y se extenda desde Villa Mercedes (San Luis), hasta las ricas zonas vitivincolas de Mendaza y San Juan, con un ramal al Distrito de San Rafael.

    Debido a las grandes pendientes en la lnea principal del Gran Oeste Argentino, entre Villa Mercedes y

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    La Paz, se estudi la conveniencia de establecer una ruta con declives ms suaves, resolvindose entonces la construccin de un tramo de va de 287 Kmts. que, pasando por Beazley uniera Justo Daract y La Paz, obra que se llev a cabo en los aos 1908-9 por cuenta del ferrocarril Buenos Aires al Pacfico.

    Durante el ao 1906 se sancion la Ley 5315, hecho de vital importancia en la historia de los ferrocarriles argentinos, en virtud del gran alcance de las medidas legislativas que ella encierra. Esta Ley fue proyectada por el Ingeniero don Emilio Mitre, y a ello se debe que comnmente se la denomine Ley Mitre.

    En Noviembre de 1909, las empresas del Pacfico y Central Argentino, adquirieron al Gobierno Nacional la lnea frrea conocida por el nombre de Ferrocarril Andino. De la parte que correspondi al Pacfico, se anex a la red de esta empresa, el ramal de Villa Mercedes a Ro Cuarto, y al gran Oeste Argentino la seccin de Villa Mercedes a Villa Dolores, la longitud de las lneas anexadas al sistema de cada empresa, es como sigue: Central Argentino 135 Kmts.; Pacfico, 118 kilmetros, y Gran Oeste Argentino, 224 Kmts.

    La depresin comercial que se inici en el segundo semestre de 1913 se acentu al ao siguiente al estallar la Guerra Europea, reagravndose debido a la escasez del medio circulante, lo que trajo aparejada la paralizacin casi total de los negocios.

    En 1914-15 la depresin comercial se hizo an ms aguda en el pas, pues a los males reinantes se agregaron los perjuicios causados por las grandes lluvias. La reparacin de los daos producidos por las inundaciones a los puentes y vas de la empresa, origin un egreso superior a $ 570.000.- mjn.

    Como una prueba de la gran precipitacin pluvial puede mencionarse que el ao calendario 1914 ha sido el ms lluvioso que se ha registrado en la provincia de Buenos Aires, siendo el agua c a d a por estacin de 1.370 milmetros, comparado con un trmino medio de 790 milmetros en el ao siguiente.

    En el ao 1917, a raz de la intensa campaa desa

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    rrollada por los submarinos alemanes el ferrocarril perdi cuatro de los cinco buques que posea.

    El hecho ms saliente de este perodo lo constituyen sin duda alguna, los prolongados y serios conflictos obreros. Tres huelgas casi consecutivas se produjeron en el Pacfico, las que tuvieron lugar en las siguientes fechas: setiembre, octubre 1917; febrero, marzo 1918; y abril y mayo 1918.

    La primera huelga fue de carcter general habiendo paralizado completamente los servicios ferroviarios en todo el pas, durante tres semanas. Este movimiento se caracteriz por actos de violencia, estimndose en $ 2.300.000.- m/n. los perjuicios sufridos por la empresa.

    El fenmeno ms extraordinario del ao 1926 fue la gran helada tarda cada el 16 de noviembre, que perjudic ms del 50% de la produccin de la Provincia de Mendoza, siendo sta la que caus daos de mayor magnitud en los ltimos decenios. O t r o acontecimiento de importancia fue el terremoto habido en Abril de 1927, a consecuencia del cual muchos de los edificios de la ciudad y de los alrededores de Mendoza, sufrieron deterioros de consideracin. En Julio de 1927 ocurri un grave accidente como as tambin el 29 de Enero de 1918. Veamos esto en GRAVES ACCIDENTES FERROVIARIOS.

    OTRAS ACOTACIONES

    La laguna La Picasa en la historia del F.C.B.A.P.

    Segn se sabe, el ferrocarril cruza una extensin grande de agua (hoy disminuida considerablemente) constituida por la laguna La Picasa, situada entre Diego de Alvear y A. Castellanos. En ms de una ocasin, esta laguna ha causado serios inconvenientes y graves perjuicios a la corrida de trenes y a la estabilidad de la va, como consecuencia de crecientes inusitadas.

    Al inaugurarse la lnea en 1886, el rea ocupada por sta era relativamente pequea y, aun cuando la va cruzaba la laguna en su parte ms ancha, apenas tena unos 600 metros de recorrido. Sin embargo, en

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    1889 (el ao de la fundacin de Rufino) las inundaciones produjeron un aumento del caudal hasta hacerlo alcanzar a 1.20 mts. del nivel del riel, rebasando las obras de proteccin. El oleaje producido por la ms leve brisa destrua los terraplenes, de modo que, para neutralizar erosin continua, hubo que construir obras de proteccin constituidas por una fajuna de mimbre y unas 24.000 toneladas (,nada menos) de tierra que se echaron para aumentar las bases del terrapln.

    Durante el transcurso de los 30 aos que siguieron, el agua jams lleg al nivel apuntado y en varias ocasiones la laguna se sec por completo.

    En 1922 nuevamente se produjeron grandes inundaciones y las aguas de la laguna crecieron con tanta rapidez que la empresa se vio obligada a aumentar en 0.75 mts. la altura del terrapln, consolidndolo, adems, con unas 80.000.- toneladas de piedra! durante los dos aos siguientes. Estas medidas de precaucin so vieron ampliamente justificadas, pues, a fines de 1923, las aguas alcanzaron el nivel mximo registrado hasta ahora, y los rieles habran sido cubiertos por 0,15 metros de agua de no haberse llevado a cabo estas obras.

    En la poca referida, la laguna cubra una superficie de 100 kilmetros cuadrados, y el terrapln que hubo necesidad de construir tiene una longitud de 8 kilmetros.

    En ciertos perodos ha existido abundancia de pesca e inumerables aves y animales acuticos.

    INAUGURACION DE RAMALES

    RUFINO-ITALO el 19-6-1900, primera seccin del ramal a Buena Esperanza, terminado el 1-3-1903.

    VILLA MARIA-LA CARLOTA el 25-10-1890, primera seccin, 113 K|m. 683 metros.

    LA CARLOTA-RUFINO el 23-3-1891, segunda seccin, 113 Km. 674 metros.

    Debemos aclarar que el ramal comnmente llamado de Rufino a Villa Mara, fue construido desde Villa Mara a Rufin 0 como bien se puede observar. Adems, es necesario sealar que dicho ramal perteneca a otra

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    empresa pasando al Ferrocarril Pacfico el 1 de Setiembre de 1900 en carcter de arrendamiento, Al poco tiempo fue adquirido por esta ltima compaa.

    INAUGURACION DEL ACTUAL EDIFICIO

    DE LA ESTACION

    Esto se llev a cabo ante un jbilo indescriptible, en el ao

    1907.

    COMO DATO ILUSTRATIVO

    El ramal de Laboulaye a Sampacho, de 180 kilmetros de

    longitud, fue librado al servicio de cargas el 1 de Febrero de

    1929.

    FERROCARRIL CENTRAL ARGENTINO

    (Hoy Bartolom Mitre)

    Progresivamente, este Ferrocarril ha llegado a ser uno de los primeros del pas, y, como su nombre lo indica, sirve precisamente el centro de la Argentina. Fue uno de los primeros que comenzaron a abrir las rutas del porvenir, fundando colonias, habiendo establecido a los primeros chacareros en Roldn hasta llegar (9 aos antes de la fundacin de Rufino) a la considerable cifra de 60 colonias en la Provincia de Santa Fe y 66 en Crdoba.

    Inaugurados los primeros 114 kilmetros de va, de Rosario a Tortugas, en el ao 1886, recin en 1870 lleg el riel a Crdoba. Aunque hasta 1889 no comenz la consolidacin de la Empresa, sin embargo la iniciacin de la construccin de Ferrocarriles por el Estado que partan de Villa Mara y de Crdoba, contribuy a afianzar el radio de accin de la empresa. En 1894 tuvo acceso propio a la Capital Federal. La Fusin que en 1902 realiz con el Ferrocarril Buenos Aires y Rosario ue trascendental para la vida de la Empresa. Desde mucho antes y sucesivamente, la empresa vena adquiriendo concesiones y empresas de menor importancia hasta llegar a Tucumn, Santa Fe, San Francisco, Morteros, etc. En 1900 adquiri el Ferrocarril Gran Sud de Santa Fe y Crdoba que comprenda las lneas de Villa Constitucin a Carlota y de VENADO TUERTO a RUFINO que fue abierta al servicio en 1889.

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    El Ferrocarril Central Argentino tiene tambin otros antecedentes de honor: hasta los ltimos aos de su existencia como empresa particular fue una de las pocas tal vez la nicaque construy nuevas lneas frreas. Asi, en 1930, construy las lneas de Landeta a San Jorge, de Landeta a San Francisco y de La llamada a Burruyac. Y en 1932, en plena crisis, dio trmino al importante ramal de Villa del Rosario y Ferreyra a Forrts, en la provincia de Santiago del Estero, abriendo proficuas fuentes de vida y produccin, penetrando en las selvas vrgenes de la comarca y entregando a la produccin una enorme zona hasta entonces poco menos que desconocida.

    SINOPSIS DE LOS FERROCARRILES

    De la mano de Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Roca Pellegrini, en el orden nacional y de aquellos pocos gobernantes de larga visin que tuvo nuestra provincia. Los Glvez, Los Oroos, Los Zuvira, lleg el progreso y la civilizacin a esta tierra. Eran hombres que no se detenan ante los primeros obstculos. Avanzaban a zancadas, con paso resuelto, como quien sabe adonde va, procediendo con mano firme, aplastando la barbarie y embobando a los pusilnimes. Por eso fueron grandes, porque obraron y porque contribuyeron a crear la riqueza del pas.

    No se decan discursos as noms, por decirlos, no obstante ser, por aquel entonces, la oratoria un gnero literario cultivado. Cuando un varn de aquellos hablaba al pueblo, sus palabras eran para la historia. Cualquier sencillo; acto, cualquier acontecimiento, era una oportunidad para decir cosas grandes. Cmo no iba a ser el Ferrocarril, obra de tanta trascendencia en aquellos tiempos y an hoy, un motivo para estampar en el suelo patrio el concepto del enorme paso que se daba! As Zuvira, ministro en nuestra provincia, respondiendo a1 discurso inaugural del General Mitre, en Rosario en

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    1886, del primer gran Ferrocarril del Interior, deca estas palabras memorables que no deben olvidarse:

    La Provincia de Santa Fe y su gobierno saludan al pas en presencia de la obra ms grandiosa que se haya iniciado por gobierno alguno, desde que los libertadores de la Repblica nos dieron su independencia.

    Y, hombre que saba que hablaba para la historia, le deca a Mitre:

    Vuestra palabra autorizada, al inaugurar esta obra, purifica la atmsfera de las mismas y turbios nubarrones que se alzan todava en las remotas llanuras de La Rioja; y la lnea que acaba de trazar la rueda de ese carro, es un meridiano feliz entre el pasado de las luchas sangrientas, de atraso y desorden y un porvenir de libertad, de paz y de grandeza.

    Acaba de sealarse en este pedazo de tierra, en esta ciudad de Rosario, el punto que ser un dia el corazn palpitante de la Repblica; y vuestros pasos conduciendo ese carro, han marcado la arteria principal por donde ha de venir la savia y tornar la riqueza a tantos pueblos pobres y aislados hasta aqu por la bar-barie y los desiertos.

    El Ferrocarril trajo la oportunidad de crear riqueza y, con

    ello, la de poblar el pas. Cada metro de riel que se tenda sobre nuestro suelo, era un nuevo avance en la conquista del desierto. El jbilo con que las poblaciones reciban los primeros convoyes, las solicitudes que llegaban a los poderes pblicos, el desunieres con que los hombres ms representativos propiciaban a los primeros capitales que se aventuraban (como puede observarse, con toda imparcialidad, no fue cuestin de arrojar los pesos y recoger oro), nos demuestra el alcance de la obra que se cumpla mediante los primeros ferrocarriles que tuvimos a fines del siglo pasado y que han sido, en definitiva, los verdaderos fundadores de pueblos.

    El actual estado de los ferrocarriles, nacionalizados, es cosa del presente y cualquier ciudadano argentino o usuario puede efectuar con los hechos las respectivas comparaciones.

  • La Fundacin de Nuestro Pueblo

    DON GERONIMO SEGUNDO RUFINO Y DON

    FRANCISCO MERCEDES RUFINO

    Entre los hermanos Rufino, Gernimo, era el que empuaba la caa del timn (por ser el mayor), para afrontar los vaivenes de la vida, y es por lo tanto, a quien se le adjudica, por 1o menos oficialmente, el ttulo de fundador de Rufino, aun cuando a este hecho se hallan ntimamente ligados los dos por la hermanada ac-tuacin con que operaban y por los intereses que luego fueron estrechndolos.

    Nacieron en San Juan, al promediar el siglo pasado. Eran hijos de don Gernimo Enrique Rufino y de doa Leonor Coll. Por la lnea paterna heredaron sangre itlica (el abuelo paterno era don Gernimo Rufino, italiano de origen, que haba llegado a nuestro pas a fines del siglo 18) y por la rama materna llevaban sangre hispana, pues la madre, doa Leonor Coll, era descen-diente de espaoles, ms precisamente de catalanes. De este matrimonio nacieron en San Juan: don Gernimo Segundo Rufino, Francisco Mercedes, Laureano (mdico luego en San Juan), Mauro (padre del coronel Mauro Rufino) y Leonor, casada despus con Juan Coll, profesor de uno de los colegios ms viejos de San Juan.

    Don Gernimo Segundo Rufino, el fundador, hizo sus primeros estudios en San Juan, trasladndose ms tarde a Crdoba para hacer su bachillerato. Ingres en ia vieja Facultad de Derecho y alcanz a cursar el primer ao de abogaca, carrera que a esa altura debi abandonar por falta de recursos. Tuvo que alejarse de

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    la Docta, y venirse al litoral sentando plaza de dependiente de almacn. El era hijo de genoveses y los genoveses en aquellos aos eran los dueos del 90 % de los almacenes que haba en Buenos Aires, y eran, adems, propietarios de un formidable espritu de iniciativa comercial. Luego se fue a trabajar a la famosa estancia San Juan, en Quilmes, de los Pereyra Iraola, donde lleg a ser mayordomo por espacio de 14 aos. Diremos de paso que en esa misma estancia don Francisco Mercedes Rufino desempeaba el cargo de tenedor de ibros, puesto para el que lo habilitaba sus rudimentarios estudios primarios y una natural vocacin por mejorarlos.

    En esa estancia don Gernimo aprendi a luchar con la vida frente a frente, y amas una fortumta material y una fortuna intelectual envidiable, pues se familiariz con las cosas del campo, intuy el porvenir de las tierras y templ su carcter para acometer esas grandes e mprecisas batallas econmicas que hierven en la imaginacin de todo muchacho que aliente deseos de trabajar en algo. Y de triunfar en todo.

    El hecho es que, un buen da del ao 1879, Gernimo Rufino se despidi de la estancia de los Pereyra Iraola. Por qu?. . . Porque haba comprado al gobierno de la Provincia de Crdoba, y en remate pblico, aproximadamente, 18 leguas cuadradas de tierra al precio de $ 501.- m/n. cada una. Antes de eso, ya se haba producido otro hecho trascendental en la vida de este animoso joven sanjuanino: haba contrado nupcias con doa Celia Coll (ao 1877). Bueno: la estirpe ligur de l y la estirpe catalana de ella, hicieron el resto en esta pareja de argentinos trabajadores y resueltos. Tanto es as que en 1880, el joven y argentino matrimonio se estableci en el desierto, vale decir, en esto que hoy es nuestra ciudad de Rufino.

    Pronto empezaron a circular en las extensas soledades, habitadas por muy pocos hombres, diseminados ms bien fuera de nuestros lmites, y por animales salvajes o semisalvajes, noticias de toda ndole y por cierto sumamente interesantes. Primera: que un mocito re

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    cin cado al pago iba a fundar una estancia y que, adems, pronto iba a llegar al mismo pago el ferrocarril.

    La primera de esas noticias se confirm en seguida, En cuanto al ferrocarril, la crnica del progreso nacional nos dice que el 8 de Octubre de 1886 corri el primer tren del B.A.P. en el tramo que va desde Diego de Alvear a Villa Mercedes, San Luis, tramo de 324 kilmetros en el que hoy se encuentra Rufino. A la nueva estancia el seor Rufino le dio el nombre de La Celia en homenaje a su compaera. Como siempre andaban juntos, pro-tegindose uno a otro cual pichoncitos solitarios, don Gernimo trajo a su hermano Francisco y a un allegado por parte de su seora: don Francisco Guillermo Coll.

    Bueno; pero con la estancia no bastaba. Eran muchas leguas para una estancia! Haba que fundar un pueblo all. Cuando Sarmiento los visit en la estancia 'La Celia (hoy El Refugio, en Roseti), como observamos en la nota Domingo Faustino Sarmiento en Rufino, los entusiasm con esa su forma enardecedora para que fundaran el pueblo. Tal ocurri muy poco despus de 1880, y las predicciones de Sarmiento y la fe de los Rufino se cumplieron.

    Y es as como surgi el pueblo, .por lo menos en el papel. En efecto, el agrimensor don Parmenio Ferrer dibuj en 1886 un plano en el que aparece un pueblo de amplias calles y plazas. Ese plano tard tres aos en ser aprobado por el gobierno de Santa Fe.

    El decreto que los aprueba lleva la fecha del 29 de Marzo de 1889 y lo f'rman el gobernador Glvez y el ministro de gobierno, doctor Cafferata.

    Cabe aclarar que estas tierras del hoy departamento santafe sino de General Lpez, que, al ser adquiridas, dependan de la provincia de Crdoba, haban pasado a integrar la provincia de Santa Fe por ulterior sentencia de la Suprema Corte Nacional de Justicia.

    Cunto tard en hacerse el nuevo pueblo o co lonia Rufino, al que el fundador dio su apellido y el de su hermano Francisco?. .. Godofredo Daireaux, el .notable escritor costumbrista argentino, nacido en Francia pero aclimatado irremisiblemente en estas zonas del Sud

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    de Santa Fe y Crdoba, ha dejad0 una sabrossima crnica sobre la forma en que se vendieron las tierras urbanas de lo que es Rufino. (Ver A Rufino le falta una calle Godofredo Daireaux y la vida de este pueblo-). Cuntas de las pintorescas escenas descriptas por Daireaux han reflejado hechos y cosas ocurridos aqu, en la gaucha y naciente poblacin, que poco a poco se fue agringando, y colmando de italianos, espaoles y hasta de ingleses maquinistas y foguistas de locomotoras! Y todo ello a medida que fueron saliendo o convergiendo en Rufino distintos ramales, entre ellos el Ferrocarril de Villa Mara a nuestro pueblo.

    Ambos hermanos se caracterizaron por su conducta modesta y por su decidido temperamento para la accin. Sobre todo don Gernimo, que tuvo siempre la iniciativa en todas las empresas que emprendieron. Rufino les reconoce la virtud de haberlo fundado y las generaciones que se sucedan tendrn siempre para ellos un merecido recuerdo.

    Don Gernimo falleci en nuestra ciudad el 27 de Abril de 1901. Haba nacido en San Juan el 3 de Marzo de 1842. Segn nos cuenta don Juan Cantarela, que ha sido tambin uno de los primeros habitantes de este pueblo, mucha gente y criaturas con velas prendidas (entre las que estaba l), acompaaron hasta algo entrada la noche el atad de nuestro fundador, que fue depositado en el terreno que se hallaba destinado para erigir el Templo Parroquial, justamente donde est hoy. All, don .Antonio Durini, uno de los primeros herreros que, hubo en Rufino, cerc el lugar con una pequea verja. Esta se encontraba situada en el mismo sector en que hoy descansan los restos de don Gernimo. Nos dice don Juan Cantarella que los chicos jugaban alrededor de la verja y que de tanto en tanto los corran con esta advertencia: No molesten, que ah est el fundador descansando... Entonces agrega nos retirbamos en frente, donde hoy se halla la plaza Sarmiento, y cuando se escapaban los gritos descontrolados surga de entre todos nosotros un largo chisss! y las siguientes palabras: No griten, que est descansando don Fundador!. ..

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    No est dems recalcar que el Templo lo hizo construir doa Erminia Peccorini Vda. de Rufino, en el ao 1914, en memoria de su esposo don Francisco Rufino, segn surge de las debidas constancias y de la inscripcin que se lee en el frontis de la Parroquia.

    Don Francisco Mercedes Rufino, nacido el 24 de Setiembre de 1843, falleci lejos de aqu el 5 de Abril de 1906 y sus restos fueron trados por su esposa doa Erminia Peccorini, y descansan, asimismo, en el Templo local.

    Posteriormente, en fecha 6 de Diciembre de 1906. la nombrada seora hizo trasladar desde San Juan, donde se hallaban sepultados, a los padres de nuestros fundadores que tambin duermen su ltimo sueo en la Parroquia. Son ellos don Gernimo Enrique Rufino, nacido el 20 de Julio de 1815 y fallecido el 25 de Febrero de 1881, y doa Leonor Coll de Rufino, nacida el 19 dS Setiembre de 1821 y fallecida el 31 de Diciembre de 1888. Y como nada se parece tanto al altar como la misma muerte, doa Erminia Peccorini de Rufino, nacida el 26 de Junio de 1876 y fallecida el 6 de Marzo de 1915, que vel cristianamente a los suyos, se encuentra al lado de ellos, levando anclas hacia el cielo. Y por ltimo queremos dejar esta curiosa constancia: Gernimo Rufino, abuelo, Gernimo E. Rufino, padre, y Gernimo S. Rufino, hijo y fundador de este pueblo, tenan por respectivas esposas a Mara Elena Coll,. Leonor Coll y Celia Rosa Coll, y la nica mujer Rufino, hermana de los fundadores se cas con un Coll.

  • Origen y Fundacin de Rufino

    En el ao 1939, con motivo del cincuentenario de nuestra ciudad, el Escribano don ARGENTINO I. NERI, accediendo al pedido que le formulara la Comisin que tuvo a su cargo los festejos, present unos trabajos de su pertenencia relacionados con el origen y fundacin de Rufino. Por estar estrechamente vinculados a los aconteceres ms importantes de este pueblo, y contando con la autorizacin del distinguido profesional, a continuacin los damos a conocer.

    LI M I N A R E S

    Tierras aborgenes, sin horizontes, feraces y propicias a las correras; inmenso pilago verde, donde la vista se pierde sin tener donde posar. . . a s eran nuestras pampas. Frente al alto espritu de colonizacin que indujo a conquistarlas, la heroica resistencia de los indios...

    Comienza as, a travs de la historia, una era de hondas vicisitudes, de austero sacrificio, hasta que la implantacin de la colonia consolida los esfuerzos alcanzados. El medio de este progresivo desarrollo, una trepidacin popular sacude lo existente y logra un reconocimiento social. Es la revolucin de Mayo, que, a travs oe varias proyecciones, marca un ndice de partida para la poltica de expansin territorial. A los primeros jalones de conquista, sobrevienen, con nobles propsitos patriticos, las tentativas de colonizacin. Efmeras unas, de xitos otras. Nacen, as, aldeas y villorrios; se

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    transforma la perspectiva de las campaas, las distancias comienzan a reducirse, y el fenmeno de la civilizacin logra desarrollarse con inusitada expansin.

    Tras esta liminar resea retrospectiva, y con una aurora de esplndido progreso, llegamos hasta Rufino, en donde una verdadera poca de ingente florecimiento nos sorprende.

    Como obedeciendo a un solo plan, podramos decir que la teora y prctica de la colonizacin tuvieron un contacto armnico. Pese a las dificultades y desconfianzas que todava ofreca la organizacin nacional, inmensos capitales extranjeros venan al pas, orientados hacia una explotacin de comunicaciones ferroviarias a base de largas concesiones. As, hasta plasmar una extensa red en forma de abanico, comenzaron a extenderse las vas frreas. Gobierno y particulares, conscientes de que las grandes extensiones, que tanto combatiera Rivadavia, eran una rmora para el pas, empezaron a ofrecer en venta suertes de chacras que no eran si no verdaderos latifundios. Ajustados a este orden de ideas, el Superior Gobierno de la Provincia de Crdoba, resolvi llevar a cabo, en remate pblico, la venta de una considerable extensin de tierra. Fue en el ao 1879.

    Estimulado, no slo por la sobrevalorizaoin artificial que le traera el fraccionamiento posterior, sino tambin por el propicio campo que se ofreca para un desenvolvimiento general de colonizacin, entre otros pionners all estuvo presente el seor Gernimo S. Rufino. Adquiri 17 leguas, 522 cuadras y 20.100 varas cuadradas, a razn de quinientos un pesos fuertes la Legua cuadrada. Tales son, en sntesis los antecedentes jurdicos vinculados con el origen de los terrenos de Rufino.

    ANTECEDENTES NOTARIALES

    Llenados los extremos legales, la propiedad de aquellas dilatadas llanuras que constituan las suertes fiscales Nros. 18, 19, 20, 21 y 22 de la serie B. del Departam e n t o Ro Cuarto (Crdoba), fue elevada a escritura publica el 17 de Julio de 1879, mediante la intervencin

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    del Escribano Pblico de Nmero y Hacienda del Gobierno de la Provincia de Crdoba, don Secundino del Signo; y en representacin del Gobierno la firmaren los seores que formaban la Mesa de Hacienda, o sea el Ministro del ramo, don Carlos Bouquet, el Fiscal de Gobierno y Tierras Pblicas, doctor Moiss Escalante y el Contador Principal de Hacienda, don Ramn F. Ferreyra. Posteriormente, mediante escritura de fecha 11 de Marzo de 1881, pasada en la ciudad de Buepos Aires ante el Escribano don Bernab Burgos, el seor Gernimo S. Rufino, declar que la compra efectuada al Gobierno de Crdoba la haba realizado por partes iguales con su legtimo hermano Francisco M., de quien haba recibido, en dinero efectivo, la mitad del importe del precio de compra de esa suerte de chacra; que la escritura no se haba hecho otorgar en aquel entonces a nombre de ambos, porque de un mandato en forma que acreditara su representacin, y que en consecuencia su expresado hermano Francisco M. tena la propiedad y absoluto dominio de la mitad indivisa de los terrenos.

    A la poca de la venta de los terrenos por el Gobierno de Crdoba, los lmites interprovinciales no estaban an definidos.

    Entre las cuestiones pendientes a resolverse estaba la de los lmites entre las Provincias de Buenos Aires, Crdoba y Santa Fe. El pleito fue zanjado por la Suprema Corte de Justicia Nacional, quien en su fallo, dictamin la configuracin de los lmites definidos. En esta forma es como la mayor parte de los terrenos de Rufino vinieron a quedar circunscriptos a la jurisdiccin de la Provincia de Santa Fe.

    Como consecuencia del fallo de la Suprema Corte, los terrenos de Rufino quedaron bajo la soberana de la Provincia de Santa Fe. Este hecho llev a la necesidad legal de protocolizar en esta provincia el ttulo otorgado por el Superior Gobierno de Crdoba, es decir, llev a la obligacin, para su eficacia, de reducir a Protocolo el ttulo originario. Ya en aquel entonces, la Suprema Corte haba interpretado extensivamente en dos resoluciones que la protocolizacin era requisito indispensable

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    tanto para las escrituras otorgadas en el extranjero, como las otorgadas en otras provincias.

    En virtud de estos extremos legales, el seor Gernimo S. Rufino, solicit al Superior Gobierno de Santa Fe la protocolizacin de su ttulo de propiedad y de declaratoria posterior. Substanciado que fue el pedido, se orden la protocolizacin en el Archivo General de Santa Fe. Ello resulta de la copia expedida por el Archivero, don Pedro C. Puig, con fecha 9 de Abril de 1883;

    COMIENZOS DE LA COLONIZACION

    Sera en vano negar que los Hermanos Rufino al adquirir tales tierras no procedieron con preconcebido plan de colonizacin de las mismas. Posiblemente, aunque en forma rudimentaria, primitiva, si se quiere, la colonizacin ya exista. En base a ciertas referencias, recogidas de personas de alto testimonio, all por el ao 1883 existieron incursiones de arrieros que traan a estas tierras, ricas en pastos naturales, sus variedades de ganados.

    Con estas correras se dice que comenz la colonizacin. Primero los permisos de estacionamiento; luego, los arriendos; despus las ventas iniciales. Todo ello, unido a las primeras viviendas, al establecimiento de factoras comerciales, al paso de las cuadrillas del ferrocarril, que a la sazn llegaba hasta lo que hoy es Castellanos, trajo el primitivo movimiento desenvolvente de la Colonia. As llegamos hasta el ao 1886; se nota ya la existencia de un fuerte ncleo de hacendados colonizadores. La subdivisin de la tierra se impone; por un lado la especulacin activa de sus dueos, sobrevalorizndola con el fraccionamiento; por otro lado el estmulo a los primeros pobladores de convertirlos en propietarios. La iniciativa propicia el incremento. Y, Rufino, an cuando oficialmente no est fundado, ya es una virtual aldea en marcha: se habla de casas de comercio, de la Estacin del Ferrocarril, de Estafeta de Correos. Frente a este rpido desenvolvimiento, la fundacin, del Pueblo se hace forzosa.

  • NUESTROS FUNDADORES. Gernimo Segundo Rufino.

  • NUESTROS FUNDADORES. Francisco Mercedes Rufino.

  • RUFINO: HISTORIA DE UNA CIUDAD 33

    Considerada la necesidad de la fundacin del Pueblo y Colonia, los hermanos Rufino inician las gestiones pertinentes. En virtud de las reglamentaciones existentes, para su aprobacin oficial no slo se haca necesaria la confeccin de un plano figurativo y particionario de terrenos, sino que era previa la donacin de los terrenos para edificios y plazas pblicas y para la Iglesia, Cementerio, Lazareto y Hospital. Tales extremos fueron ejecutados por escritura pasada ante el Escribano, Hermenegildo Basualdo, de la ciudad de Santa Fe, con fecha 21 de Marzo de 1889.

    Realizada la donacin al Superior Gobierno de Santa Fe, se elevaron las actuaciones al Ministerio de Gobierno y ste, previo los informes del Departamento Topogrfico de la Provincia y con los antecedentes del pedido de fundacin, aprob la traza de la Colonia y Pueblo de Rufino, en el Departamento General Lpez, declarndose a los mistaos comprendidos en los beneficios acordados por la Ley del 6 de Diciembre de 1887. El decreto que sirvi de base para la fundacin oficial del Pueblo y Colonia , lleva fecha 29 de Marzo de 1889, y fue firmado por el Gobernador Glvez y su Ministro de Gobierno, don Juan M. Cafferata.

    CONFLICTO DE FECHAS

    A. decir verdad, la fecha de fundacin del Pueblo y la Colonia, nunca fue sealada con precisin. Las diversas fechas atribuidas han promovido un conflicto tal, que slo se allana congruentemente, despus que las altas autoridades municipales actuales, siguiendo el ejemplo pblico de otras, resuelven celebrar el cincuentenario de la fundacin. Discutir una fecha epnima, como es la de una fundacin, resulta, por cierto, intere-sante, pues aparecen a la luz ciertas referencias que aunque se tilden de superficiales, no dejan por ello de importar. Tal es el caso de Rufino.

    En un anlisis objetivo, se destacan como dignas de mencin dos fechas: la inserta en las medallas conmemorativas de Rufino Ciudad, 26/3/ 1886 y la del decreto

  • aprobatorio del trazado, 29/3/1889. Como puede observarse hay una dualidad de fechas, en cuyo conflicto ha primado la que expresa el decreto aprobatorio. Capciosamente? Ya veremos que no. Ante todo, preguntmonos en virtud de qu antecedente las autoridades comunales consintieron la insercin en las medallas, de tal fecha (26/3/1886) como cierta de fundacin. Alguna prueba verosmil? Algn informe fidedigno, alguna cita origi -nal? Escapa a nuestro ajuste el averiguarlo, mucho ms an si se denuncia la falta de antecedentes municipales que demuestren una oportuna discusin acerca de la fecha cierta de fundacin de Rufino.

    Hay antecedentes verosmiles que refieren que ya en 1886 existan en Rufino vestigios de colonizacin avanzada; pero, de las bsquedas en los anales administrativos de Santa Fe, con relacin a la fundacin de Rufino, no hay otra fecha oficial que la que expresa el decreto premencionado.

    Y la necesidad de determinar cul era en definitiva la fecha que deba subsistir se impuso, pues, frente a todas las enunciaciones que fijan una fecha de manera verosmil, surge, cierta y expresa, la fecha normal del decreto.

    Con la aceptacin oficial de esta ltima 29 /3/ 1889, qued solemnizada la fundacin de Rufino.

    DIVISION DEL CAMPO DE LOS RUFINO

    Aprobado oficialmente el trazado, aparece Rufino en la nomenclatura de los pueblos, y colonias, con un grado, ya, de florecimiento. En tales condiciones, sus fundadores, inician una efectiva venta de solares, quintas y chacras. Las primeras escrituras se otorgan en Rosario ante el Escribano Inocencio Bustos, adscripto, entonces, al Registro del Escribano Lisandro Paganini. En medio de estas actividades, cuando la colonizacin entraba verdaderamente en auge, sobrevino la crisis econmica de 1890 que, virtualmente, afect al pas durante nueve aos. Y Rufino comenz a sentir los efectos: una postracin transitoria de ms de un lustro determin la detencin de su progreso.

  • RUFINO: HISTORIA DE UNA CIUDAD 35

    No conocemos, a ciencia cierta, por qu causa los hermanos Rufino, por escritura pasada ante el Escribano don Antonio Palacio y Hoz, ya establecido en el pueblo con Registro, con fecha 20 de Julio de 1894, se dividieron el condominio de cerca de 37.500 hectreas de terreno que posean en Rufino, con un sobrante en la Provincia de Crdoba. Quizs no nos aventuraramos si dijsemos que altas razones de carcter econmico influyeron en ello. Como una derivacin de la crisis preexistente, acentuada en 1893, no es extrao que hubieren resuelto liquidar precipitadamente el condominio de sus tierras, para intentar en forma independiente la restauracin de sus resentidos negocios.

    Afianzada la crisis, por causa de los nuevos beneficios que iba extendiendo el crdito nacional, la vinculacin del trabajo con las distintas actividades del progreso recobr de nuevo energas. Nuevos factores fueron reanimando la situacin general del puebl0 y la colonia; comenzaron las iniciativas, el comercio comenz a ubicarse y la edificacin se fue extendiendo. Se llega as a una nueva era de desenvolvimiento que pone a Rufino a la vanguardia de los pueblos y colonias de la zona.

    Mediante la correlacin de antecedentes fidedignos he tratado, en sntesis, de modelar los relieves del origen y fundacin de Rufino. Con ello, creo revivir, por la evocacin, el panorama de lo que aquello era y fue; pues lo que es, en su eclosin despus de cincuenta aos de existencia, se palpa a travs de su progreso, por la accin colectiva de esfuerzos de su pueblo, que ; en una lenta pero pujante renovacin de valores, lo conduce a un plano de superacin cada vez ms ascendente.

  • A Rufino le Falta una Calle

    GODOFREDO DAIREAUX Y LA COMPRA A

    LOS RUFINO DE LA MITAD DE ESTE PUEBLO

    Tenemos en nuestras manos varios libros de Godofredo Daireaux: Las Veladas del Tropero, Las Dos Patrias, Los Milagros de la Argentina, etc., y sentimos la voz del autor que se perpeta a travs de las pginas que vamos recorriendo, y nos detenemos en una que dice Venta de Solares, que es un relato relacionado con la compra de la mitad de este pueblo que efectua-ra el autor a los hermanos Rufino. Diremos, de paso, que tal relato es parte del libro Los Milagros de la Argentina, que mereci el alto honor de ser publicado en la coleccin del diario La Nacin, de Buenos Aires. Estimados lectores, vayamos penetrando en las pginas de la naciente historia de Rufino para nutrirnos de la sustancia de todo esto que tanto queremos. Muchas personas desarrollaron sus vidas aqu, otras se fueron y muchas otras dialogan en un mundo silencioso. En el vaivn de todo acontecer existe un punto de equilibrio, el punto del equilibrio emocional. Partamos desde all y demos la primera vuelta a la historia, que no es otra cosa que las vueltas de la vida.

    Don Jernimo (respetando la fidelidad del relato lo escribimos con J, ya que debe leerse con G, si nos atenemos al respectivo asiento de nombres), estaba desconsolado. Despus de muchos aos de trabajo como mayordomo de estancia, haba empleado en 1876, sus econo

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    mas, $ 3.200 oro, en comprar ocho leguas de campo. Poseer ocho leguas de campo est bien, aunque sean de

    pasto puna, y sin ms animales encima que unas cuantas vacas y los bichos silvestres de la llanura; pero guardarlas ocho aos sin provecho alguno, ya no le pareca hazaa.

    Era, efectivamente, como para desesperar, cuando de repente supo que les iba a cruzar una va frrea, y dando en seguida con habilsima liberalidad, a la compaa del Pacfico, catorce hectreas en una esquina de las ocho leguas, haba conseguido don Jernimo la estacin justamente anhelada por todo dueo de campo, y haba mandado inmediatamente levantar alrededor de ella el plano el futuro pueblo de Rufino con el cual esperaba, no solamente hacer pesos, muchos pesos, sino tambin legar su nombre a la posteridad.

    El plano era hermoso: en l figuraban, pintadas de verde, a cada lado de la estacin (pintada de rojo), dos amplias plazas pblicas, de dos hectreas cada una, con sitios reservados para escuelas, iglesia y casa municipal. El pueblo constaba de setenta y cuatro manzanas, mitad al norte, mitad al sur de la va, de ocho solares cada una, con un total de quinientos noventa y dos sitios ofrecidos a precios acomodados a los pobladores deseosos de vivir por poca plata en casa propia.

    Alrededor del pueblo, las quintas, de una a cuatro hectreas, slo costaban de cien a cuatrocientos pesos, pagaderos a largos plazos, y seguan innumerables chacras en condiciones accesibles para los ms pobres.

    Irresistible tentacin le pareca a don Jernimo que sera para cualquier hombre de pocos recursos el poder hacerse de una chacra, de una quinta o siquiera de un rolar. Y calculaba que nada ms que los solares, tasados uno con otro, en cien pesos papel, le vendran a pagar, con sus setenta y cuatro hectreas pongamos cien con las calles algo como diez veces el costo primitivo de las veinte mil hectreas compradas, haca ocho aos, con sus precarias economas de mayordomo. Y las quintas?' Y las chacras? Y todava quedaran seis leguas para pastoreo y agricultura! Se pasaba los das haciendo

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    clculos, clculos alegres, s, y de veras, pues en ellos amontonaba cifras hasta quedarse asombrado de tanta fortuna.

    Desgraciadamente transcurran los meses sin que nadie se presentase a comprar y quedaba el hermoso plano virgen de todo apunte de venta.

    Tres veces por semana vena un tren de ida y otro de vuelta, pero sin traer pasajeros ni carga, o trayendo tan poca cosa que, de seguir as, nunca dejara de ser la estacin Rufino una de tantas.

    Y dejando los clculos de lado, don Jernimo se desesperaba. Era el suplicio de Tntalo: tener a .mano, viejo ya, y despus de haber sido pobre, se puede decir, toda la vida, semejantes riquezas y no poder disfrutarlas!

    Dos aos haban pasado desde la aprobacin del plano, sin que el pueblo existiera nada ms que en el papel. Bien se haban interesado por algunos solares en las orillas, dos o tres gauchos, conocidos por cuatreros, pero don Jernimo, temiendo con razn que no fuera ms que para robarle sus vacas con ms comodidad, no se haba apurado en vendrselos, cuando un da se le present un negociante de la campaa pidindole precio para una manzana entera, la ms cerca a la estacin de pasajeros y con frente a la plaza. Don Jernimo se estremeci de gusto; tuvo como un plpitQ de que ese hombre iba a ser el eje de su fortuna y de ninguna manera deba dejarlo ir sin la manzana que deseaba. Asimismo, no pudo impedir que la natural codicia hiciese de las suyas y resueltamente contest a su pregunta.

    Mil cuatrocientos pesos, seor. -Ah! dijo el hombre, entonces quedar sin ella.

    Pensaba poner en Rufino una casa de negocio, pero es muy caro el terreno.

    No crea insisti don Jernimo; esta manzana es la mejor situada; tiene agua buena. Pero agreg al ver que ya se iba a retirar el interesado, ya. que es para una casa de negocio, pngale usted precio.

    Quinientos pesos -contest el otro. Es suya dijo don Jernimo, casi, casi sin vacilar.

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    'Aqu tiene los quinientos pesos. Y los entreg, recibiendo en cambio de don Jernimo una

    boleta de venta provisional. La casa de negocio no fue ms que un simple rancho, de

    paredes de barro y techo de hierro; pero el surtido era regular, y de veinte leguas en derredor acuda la. gente a surtirse, pues no haba otra en la comarca. Cualquier carrera de matungos daba lugar a reuniones tan numerosas que era como si hubiese manado gente del suelo; y el hombre, al ver esto, bien comprendi que para que ah mismo se fundara un pueblo, no haba ms que querer, y pens que sera lindo probar el negocio.

    Pero no tena fondos disponibles. Para vender solares, era preciso primero comprarlos; por otra parte, el que los posea no saba qu hacer con ellos, y estimando el comerciante que el ingenio tambin vale, se atrevi a ofrecer a don Jernimo comprrselos... sin plata.

    El primer movimiento de don Jernimo fue de profunda sorpresa; pero el hombre era tan convincente, lo que propona presentaba tan poco peligro y poda dar tan grandes resultados, que acept la combinacin. Compraba firme el negociante, aunque sin dinero, la mitad del pueblo: treinta y siete manzanas, con sus doscientos noventa y seis solares, a cien pesos el solar, saltando las manzanas como si tomara l de un damero las casillas de un color y dejara al dueo las otras, pero sin que, du-rante dos aos enteros, pudiera ste vender ningn solar de los suyos, debiendo recibir mes por mes el total de lo que el comprador cobrase de los nuevos pobladores, debindose, al terminar los dos aos de plazo, abonar el saldo, si hubiera, en dos o tres pagos.

    Negocio sencillo, ventajoso para ambos, que a uno permita lucir, con provecho, sus aptitudes comerciales y dara al dueo, a ms del producto de la venta, un gran aumento de valor en las manzanas que quedasen de su propiedad.

    Empez la propaganda con atinada distribucin de planos a todos los clientes de la casa posiblemente susceptibles de gastar doscientos pesos por un solar. Diez meses para pagar! Quin no tiene veinte pesos?

  • RUFINO: HISTORIA DE UNA CIUDAD 41

    Y con esto queda usted afincado, amigo; propie tario! como quien dice nada. Sin contar que los que elijan primero sern dueos de lotes en la misma plaza o en las calles adyacentes, todos llamados a valer, en poco tiempo, mucho ms. Compre, hombre! Qu son veinte pesos por mes? Y as, con un ranchito que de cualquier modo edifique, ya tiene techo seguro y propio para la familia; lo ms necesario, pues carne no le ha de faltar, aunque se la regalen.. . o la robe, qu diablos;

    Antes de que haya acabado de pagar su solar, valdr el doble; y antes de cinco aos, si es cierto lo que dicen que en Rufino van a venir a dar dos o tres, o ms ramales de ferrocarril, tiene una fortunita.

    Este va a ser un gran pueblo, amigo, con el tiempo; y un solar de mil doscientos cincuenta metros cuadrados, veinticinco por cincuenta, por doscientos pesos es realmente tirado Cuando uno piensa que en Buenos Aires hay lotes as que no han costado quizs ni eso, y que, hoy, vale mil pesos el metro cuadrado! Mire, el da que ofrezcan a sus hijos un milln por el solar!

    Y muchos ojos, al runrn de esa conversacin em-briagadora, se abran tamaos, soadores, como divisando un porvenir de paraso, lejano, pero posible, al fin. Y dos napolitanos de la cuadrilla encontraron medios para economizar en el pan y la cebolla con que se mantenan, lo suficiente para comprar entre ambos un sitio, pagadero en 20 meses, en vez de 10; el jefe de la estacin, el proveedor de las cuadrillas, el telegrafista, el cambista, compraron, para especular uno, para poner un almacn el otro, para ver si se haca gente aqul, para albergar a su familia el ltimo. Un pen de estancia que haba entrado en la casa de negocio para tomar la copa y jugar al truco, sala todo admirado de s mismo, un boleto de compra en el tirador, y no poda casi contener la risa al pensar que ya no lo tratara de vago su china, pues iba a dejar de tomar para pagar las mensualidades y comprar un alambre y chapas de hierro para una choza. Y acababa por rerse del todo al acordarse que era un seor propietario, l! Y lo mismo que l, se sentan otros hombres, muchos de los que sin haber pensado nunca

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    antes sino en salir del da, se haban lanzado a comprar solares. Algunos, por supuesto, tenan la inquietud de no poder cumplir con las condiciones del boleto y de no tener siempre con qu pagar las mensualidades con exactitud.

    Y si me quitan el solar, y si pierdo lo abonado? No tenga cuidado, hombre, que no lo voy a comer vivo;

    no porque me deba una mensualidad atrasada le voy a quitar nada. Mi inters es que se pueble.

    Y efectivamente, muchos de estos pobres no alcanzaban siempre a cumplir; pero nunca se les aplicaban las condiciones por dems leoninas del dorso del boleto. Para asustarlos, noms, un poco, las haba puesto el vendedor, y tambin para obligar, en un caso, a los compradores de mala voluntad que hubiesen querido especular a sus costillas.

    Y la confianza una vez asentada, empezaron a volar los solares a los mismos precios siempre, pero apurarse los que queran elegirlos en buena situacin!, pues se iban, y se iban, noms. El pueblo ya se formaba; las calles se delineaban con los mismos edificios que de todos lados surgan, modestos todos, muy pobres algunos, y de barro, pero con promesa tcita de mejorar pronto, a medida que tomase incremento la poblacin.

    Cuatro hornos de ladrillos se haban instalado y no daban abasto; dos carniceros se disputaban las pocas vacas gordas que mantena don Gernimo en su estancia; los herreros y carpinteros se enriquecan; los boliches se multiplicaban; vena gente de todas partes, a poblar, a poner algn negocio, atrada por la prosperidad creciente del ya nombrado pueblo.

    El ferrocarril al Pacfico haca estudiar varios ramales que todos vendran a dar a Rufino, y diez pedidos de concesiones de lneas frreas a todos rumbos, con Rufino por cabeza de lnea, se tramitaban ante el Congreso.

    Don Gernimo, cada mes, reciba con regularidad un montoncito de pesos; mil, dos mil, hasta cuatro mil. una vez, pagados a cuenta de sus solares por los compradores y vea con placer cun acertada haba sido la

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    combinacin del hombre y se felicitaba, bajo todo concepto, de haberla aceptado.

    A los dos aos, haba recibido los veintinueve mil seiscientos pesos del trato: primer resultado; se haba, por lo menos duplicado el valor de la mitad del pueblo, que le quedaba por vender: otro resultado, rico, y poda decirse ya con visos de razn, fundador del pueblo, aunque hubiera sido de otro el trabajo.

    El iniciador tampoco, por su lado, quedaba del todo malparado; tena ciento cuarenta solares de su propiedad que, sin haberle costado un peso, representaban un valor no solamente regular, sino tambin de curiosa peculiaridad elstica; pues, cada vez que, a los precios ya ms altos que estaba en derecho de pedir, por el crecimiento de la poblacin, venda uno de ellos, aumentaba por eso mismo el valor de todos los linderos, tan bien que menos solares le quedaban, ms plata representaban.

    Sin contar que la famosa manzana de una hectrea de la cual se haba hecho dueo por quinientos pesos, iba en tren, con los aos y por su situacin excepcional, de valer cincuenta mil, y de producirle por mes el doble de lo que haba costado de compra haca unos cuantos aos.

    Pero lo ms lindo no era el resultado material conseguido por don Gernimo y por su hbil colaborador, por inesperado que pudiese parecer y por incalculable que prometiese hacerse en un porvenir cercano, sino la suma de dichosa quietud que haban proporcionado con la feliz realizacin de su bien pensada combinacin, a centenares de familias pobres, a quienes, en riquecindose ellos mismos, legtimamente, haban sugerido la salvadora idea y ofrecido un medio fcil de fundar sus hogares en tierra propia, con un pequesimo esfuerzo de labor y economa.

  • A Rufino le Falta una Calle

    GODOFREDO DAIREAUX Y LA VIDA DE ESTE PUEBLO

    Godofredo Daireaux, cuyo talento literario no estaba reido con su ingenio comercial, fue uno de los artfices de este pueblo. A Rufino le falta una calle.

    Naci en Pars el 29 de Mayo de 1849 y lleg al pas el 1 de Marzo de 1868. Emprendedor, prctico en sus iniciativas (que fueron muchas) e instruido, luego de algunos reveses comerciales y de especulaciones en tierras de lo que sali muy mal parado, orient sus pasos (subyugado por la pampa an semi desierta) hacia las faenas agropecuarias. Pero, adems de esas actividades aprovech su estada en el campo para fundar algunos pueblos, resabio seguramente de sus anteriores negocios en tierras. Tales pueblos tomaron gran importancia y desde aqu se lo agradecemos con toda sinceridad en virtud de que fue su mximo forjador. Rufino, Laboulaye, Viamonte, Olascoaga, Rojas y Echeverra, tienen sobre sus esencias la mano creadora de Godofredo Daireaux. En la provincia de Buenos Aires hay una localidad que lleva su nombre y que es cabecera del partido de Caseros. Como este reconocimiento hay varios. A Rufino le falta una calle con un rostro.

    El da 21 de Enero de 1888 compr Daireaux a los hermanos Rufino la mitad de este pueblo, que desde hacia largos aos estaba trazado sin que ningn poblador lo habitara. Estableci aqu una pulpera (donde hoy est la casa Osman, frente a la plaza Sarmiento) y a los paisanos que venan a tomar la copa les ofreca lotes a

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    pagar en pequeas cuotas mensuales, y de esa forma pronto logr hacer de Rufino una poblacin importante.

    Con la ayuda de conocimientos adquiridos en su juventud y habiendo logrado ser conocedor como ninguno de los procedimientos agropecuarios, public sus obras didcticas: La Cria del Ganado en la Argentina y el Manual del Agricultor Argentino, que han sido profundizados por todos los estancieros que se interesaron por los libros clsicos de ese gnero. Tambin public, bajo el ttulo de Cada mate un cuento, una versin espaola de las fbulas de La Fontaine y, asimismo, de su propia inspiracin, las Fbulas Argentinas. Otras obras, siempre relativas a asuntos camperos, son: Los Tipos y Paisajes Argentinos, Recuerdos de un Hacendado, Costumbres Criollas, Los Milagros de la Argentina, Los Dioses de la Pampa, Las Dos Patrias, Las Veladas del Tropero, Las 100 Hectreas de don Pedro Villegas y un texto de estudios para la lengua francesa intitulado Cuadro metdico de verbos france -ses. Esta breve resea nos muestra la interesante personalidad del seor Daireaux, a la que agregaremos el hecho de que posea un espritu generoso ya que senta el placer de comunicar a otros sus conocimientos en forma sencilla. . . y festiva.

    Surge de lo expuesto que don Godofredo Daireaux fue una, verdadera autoridad literaria, tanto en francs como en el idioma nacional. Ha prestado, en consecuencia, un gran servicio a la Argentina con sus obras (que siempre coste de su propio peculio), contribuyendo con ello a estrechar los lazos que nos unen a Francia. Su actuacin de casi cincuenta aos en nuestro pas, no obstante su origen francs, lo haba transformado en un criollo encariado a nuestras cosas y quienes lo conocieron ntimamente recuerdan que se senta un patriota en sta su segunda patria. Falleci el 18 de Marzo de 1916 en Buenos Aires. A Rufino le hace falta una calle con el rostro vivificado de Godofredo Daireaux. Una avenida, diramos, por donde vengan y vayan simblicamente los solares con que Daireaux dio vida a este pueblo.

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    Este pequeo retrato de don GODOFREDO ya lo habamos terminado. Pero, una de esas raras cosas que pasan se cruz en el camino trastornando por mera coincidencia algunos conceptos que habamos emitido sobre olvidos, etc. Aconteci, que en la lista de Escuelas obrante en nuestro poder no apareci la denominada: Taller de Educacin Manual N 100, que es justamente la nica Institucin en Rufino pensamos; no quisiramos errar de nuevo que se llama GODOFREDO DAI-REAUX. Los invitamos a leer en Instruccin Pblica la resea de aquel Establecimiento.

    Cada vez que una mano se deslice calando una madera estar tocando bajo el nombre de DAIREAUX a quien fue, en grado superlativo, diseador en la madera de pueblos.

  • El Desierto Convertido en Ciudad

    LOS PRIMEROS POBLADORES Y UN HISTORICO

    DECRETO

    Hombres de trabajo, colmados de esperanzas y de fe, duros para la lucha, llegaron a un desierto en donde se perda la vista y se hunda el cuerpo en medio de los pajonales. Comenzaron a desbrozar las malezas paulatinamente y despus de respirar en la inmensidad, cual el solitario peregrino Bblico que en horas del crepsculo se sienta al borde de la fuente, arrancaban a la tierra el futuro de un pueblo, la pujanza de una ciudad.

    PRIMEROS POBLADORES

    Los Rufino, los Manzanarez, los Bruni, Esnaola, Canals, Algn, Godofredo Daireaux, Bulgheroni, Cristn, Justo Saligari, hermanos Ventos, Bernab Bravo, Antonio V. Emanuelli, Angel Alfani, Rafael Arena, Santiago Canilln, Giordano, Luis Durante, Mrmol, Francisco Dilauro, Girldez, Vaccari, Lpez y Fernndez (de los primeros comerciantes), Miguel Sosa, Eugui y los primeros colonos Pedro Rasso y Roaro, Martignoni, Angel Armella, Vargas y tantos otros que se encallecieron al comps de las sendas que se abran para dar paso a este que pisamos hoy, a este querido Rufino.

    Prendamos los manes de todos ellos juntos con los de Durini, Cayetano Pardo, Cantarella, Dopico, Aldama, Gernimo Coll, Luis Boglioli, Celestino Fernndez, Galo Llorente, Mauricio Boireau, al histrico decreto que eleva a la categora de ciudad al pueblo de Rufino. Ilumi

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    nemos la pgina amarilla del tiempo con la clara luz de nuestros inolvidables visionarios.

    R U F I N O C I U D A D

    El 25 de Octubre de 1929 se declara ciudad a nuestro pueblo. He aqu la copia del decreto:

    Considerando que por decreto de fecha 9 de Agosto ppdo., ha sido aprobado el censo practicado por la Comisin designada por este P. E. , en el que declara a esta localidad incluida en los centros urbanos que deben darse su gobierno municipal propio, conforme con. lo dispuesto por el Art. 131 de la Constitucin;

    Que la poblacin de Rufino, por su desenvolvimiento econmico acusa dentro del progreso general de la provincia, ser uno de los pueblos que han contribuido con mayor aporte al engrandecimiento de la capacidad productiva y cultural; Por ello, en concordancia con los trminos del precitado decreto y efectos legales que surgen del mismo.

    EL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DECRETA:

    Art. 1 Elvase a la categora de ciudad, al pueblo de

    Rufino, del Departamento General Lpez. Art. 2 Mientras la H. Legislatura no determine con arreglo a lo dispuesto por la Ley N

    9 1053 en su artculo 3, cul ser la

    jurisdiccin definitiva de la ciudad, los lmites municipales de sta, sern los establecidos por la actual Comisin de Fomento. Art. 3 Nmbrase en Comisin por el perodo de Ley, Intendente Municipal de Rufino, al ciudadano don Domingo Minetti Colombo, debiendo solicitarse oportunamente el respectivo acuerdo constitucional. Art. 4 A los fines del Art. 3 in fine, de la Ley 2147, convcase a los habitantes del referido municipio, a inscribirse en el Registro Electoral, a objeto de proceder a su tiempo a la eleccin de los cinco miembros, que de conformidad con el Art. 18 de la citada Ley, han de constituir el H. Concejo Deliberante. Art. 5 El Registro Electoral se abrir el primer Domingo de Diciem- bre prximo por el trmino de dos meses, debiendo efectuarse la inscripcin de acuerdo a lo establecido en la

  • RUFINO: HISTORIA DE UNA CIUDAD 51

    Ley 2147 (Art. 56). Unicamente los das feriados desde las 12 a las 16 horas. Art. 6 - Desgnase una Comisin Administradora compuesta por los seores Angel Bulgheroni, Fernando A. Garn, Juan Senz, Juan Ferioli y Jos Naldi Abdala, la que funcionar hasta que quede constituido el Concejo Deliberante. Art. 7 A los fines de la inscripcin antes mencionada, la Comisin Ad-ministradora cules sern las secciones electorales en que hubiere de dividirse provisoriamente el municipio, e igualmente designar la Junta de Vecinos que ha de presidir la formacin del Registro Electoral Municipal, tenindose presente lo prescripto por la Ley 2.147 en sus artculos N 55, 56 y 57 y concordantes. Art. 8 Los impuestos que por las ordenanzas respectivas estaba autorizada a cobrar la Comisin de Fomento que caduca, sern percibidos por la Intendencia hasta tanto se constituya el Concejo Deliberante y dicte las ordenanzas que deben regir, con arreglo a la Ley Orgnica de las Municipalidades. Art. 9 Comuniqese publquese y dse cuenta oportunamente a la H. Legislatura con remisin de los antecedentes respectivos, e insrtese en el Registro y Boletn Oficiales. Gmez Cello F. Gonzlez Zimmermann.

    PRIMERAS AUTORIDADES MUNICIPALES Tenemos en nuestras manos unos documentos aper-

    gaminados, facilitados gentilmente por la familia Manzanarez, de donde surge la primera autoridad municipal que tuvo este pueblo y que consisti en una Comisin de Fomento designada por decreto del Sr. Jefe de Polica del Departamento.

    Extraa que un Jefe Poltico por simples decretos concentrara en su persona una suma de poder tan importante. Pero, segn alcanzamos a interpretar, a travs de los preciados papeles, la facultad corresponda al Gobierno de la Provincia quien delegaba funciones en los hombres de su mayor confianza, con una amplitud inusitada, por cuanto, claro est, se hallaba todo en perodos de organizacin.

    Para una mejor aclaracin insertaremos el encabe-

  • 52 A N T O N I O M A R T I N

    zamiento de las notas, que llevaban todas este tenor: San Urbano, 17 de Agosto de 1893 (no tener en cuenta las fechas). El jefe poltico interino en virtud de las amplias facultades que le fueron conferidas por el Supr. Gobierno actual, Decreta....

    Y ahora s transcribimos el decreto por donde se nombran las primeras autoridades municipales de Rufino.

    Seor Juan A. Manzanarez. El Jefe Poltico de este Departamento decreta que q u e d a Vd. nombrado Presidente de la Comisin de Fomento de esta localidad y que la componen los Sres. Cayetano Pardo y Agustn Emperador y a quien Vd. se servir comunicar esta resolucin. Dios Guarde a Ud. Clorindo Mendieta. Colonia Rufino, Agosto 12 de 1893.

    Hasta 1913 en que se sancion la ley 1780, la autoridad comunal de Rufino era designada por simple decreto del Gobierno de la Provincia, cuando no por intermedio de los Jefes Polticos como se ha visto precedentemente.

    Se tena en cuenta para la alta misin el antecedente de los, vecinos, todo lo cual se ponderaba debidamente antes de dar el delicado paso.

    Hemos conversado con el Sr. Juan Cantarella, uno de los primeros pobladores de Rufino, quien nos ha confirmado que las autoridades iniciales de este pueblo buscaban nicamente el orden y el crecimiento de la comarca con un entusiasmo y amor propio que no daban cabida a otro inters que no fuera el del semejante. Se trabajaba para adelante y sin mezquindades. Era algo as como la lucha que sobreviene despus de una guerra en donde todo el mundo se une para reconstruir.

    En este pas se han vivido intensos perodos guerreros y de divisiones No es hora de que pensemos en la salida de esos tristes estados y entremos unidos a la reconstruccin de esto que nace y se apaga como una luz agonizante? Aunque parezca mentira, tendremos que volver a los primeros pasos.

    Ya debiramos haber aprendido a nadar en el cauce que nos abri una gran historia de autnticos valores.

  • Viajando en Bote por Rufino

    ($ 0.50 m n. EL PASEO)

    ALUMBRADOS A KEROSENE, AGUINALDOS EN 1912

    DESTRUCCION DEL CEMENTERIO, INFORMACION

    DIARIA AL PUEBLO Y MUCHAS OTRAS COSAS MAS

    PODRA LEER USTED EN:

    G A L E R I A M U N I C I P A L

    Antes que nada deseamos hacer algunas disquisiciones acerca del rgimen municipal imperante en nuestro pas. Claro est, lo sintetizaremos auscultando las distintas opiniones que desde siempre hemos escuchado en nuestro medio, a todo lo cual trataremos de agregar comparaciones que abonen el pensamiento general.

    IMPORTANCIA DEL MUNICIPIO

    Para nosotros la comunidad de un municipio tiene que jugar un papel de mayor preponderancia en la administracin de los intereses comprendidos en su jurisdiccin.

    Constantemente hablamos nosotros y omos hablar hasta el cansancio de que Rufino se viene abajo a pesar de que nos han tocado Comisiones de Fomento e Intendentes decentes y apuntamos distintas circunstancias bien atendibles en casi todos los casos. Y eso de que nos venimos abajo ocurre por cuanto nos contabilizan desde afuera dejndonos la cola del len. Lo que no puede ser en razn de que formamos una clula situada en el organismo general, que si bien no debe estorbar tampoco debe ser estorbada en su libre y justo accionr.

  • A N T O N I O M A R T I N

    COLA DEL LEON

    Nos hemos referido a que nos dejan la cola del len, y con todos ustedes vamos a llegar a la conclusin de que

    CUANTO SE NOS VA DE RUFINO POR ENTRADA EN ESPECTACULOS PUBLICOS

    Aqu tenemos la confirmacin del aserto: Por una entrada de $ 40.- m/n. (sumamente comn en esta

    poca) a un baile, se paga: 12% a SADAYC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de msica) 2% a COMAR (Corporacin Musical Argentina, derecho autores y compositores por grabaciones. Por un slo disco que se toque corre este derecho del 2% por cada entrada). 20% a Direccin General de Rentas (Aclaramos que es casi un 20%). $ 2.- a la Municipalidad.

    No nos extenderemos respecto de que la Suprema Corte de Justicia de la Nacin en una acordada ha considerado al 33% como impuesto confiscatorio.

    No, sobre esta contradiccin no hablaremos ahora. Simplemente interesa destacar que de la totalidad del

    impuesto tributado por nuestro pueblo slo nos quede un miserable 5%, mientras que el treinta y pico por ciento se nos va.

    Otro ejemplo:

    Por entrada de $ 40.- a un cine se abona: A Direccin General de Rentas (llamado impuesto escolar) ....................................... $ 4.35 A Instituto N a c i o n a l Cinematogrfico (Ley 62/57). $ 2.70 A Direccin General Impositiva (Ley 8718/57). $ 4.- A Municipalidad local $ 2.-

    es as.

    TOTAL $ 13.05

    No entraremos en el detalle de cunto se nos puede retornar por todo eso que pagamos, pero s queremos sealar y en forma subrayada que no puede ser que cuan-

  • RU'FINO: HISTORIA DE UNA CIUDAD 55

    do sentimos una necesidad apremiante de cualquier servicio de nuestro pueblo, tengamos que recurrir a mendigar en antesalas y ms antesalas y burocracias y ms burocracias la ayuda de distintos organismos y esperar vaya a saber h a s t a cuando para concretar una emergencia que la comunidad de distintas maneras ya ha ido cubriendo con todos los impuestos tributados, sin que sepa qu tanto por ciento, positivo, le quedar de los millones de pesos oblados por impuestos.

    IMPUESTO A LOS REDITOS, A LAS VENTAS, GANANCIAS EVENTUALES, etc.

    No entraremos a analizar aqu tampoco sobre las ieyes de leyes que tiene nuestro pas (y en donde a veces entre 100 leyes no se ve una ley explcita, clara, terminante); tal, para dar un ejemplo entre tantos, el caso del voto en blanco en las ltimas elecciones del 7 de Julio de 1963, a todo lo cual se le dio mil vueltas en las leyes para computarlos a efectos de que alcanzaran el 3 % de los votos vlidos emitidos. La Prensa, de Buenos Aires, en un editorial y luego de varias consideraciones, afirma hay que consultar un. . . diccionario y sanseacab! Y termina con esto: Para resolver las dudas sugeridas por la opinin del Ministro del Interior y por la resolucin de la Cmara Nacional Electoral (que coincidieron en la validez del voto en blanco, aun cuando esto no es otra cosa que una abstencin) no se requiere, en consecuencia, estudio alguno de carcter jurdico-filosfico. Basta con atenerse a nociones de sentido gramatical, o simplemente de sentido comn. El subrayado es nuestro.

    Por eso nosotros queremos exponer estos asuntos con un poco de sentido comn y nada ms.

    Cuntos millones de pesos se nos van de Rufino por Impuestos a los Rditos, a las ventas, eventuales, etc., etc., y cunto vuelve aqu, precisamente aqu, de todo eso que se nos marcha? A continuacin insertamos, unos datos irrefutables:

    ESCUELA NACIONAL N 31, COLEGIO NORMAL

  • 56 A N T O N I O M A R T I N

    NUESTRA SEORA DE LA MISERICORDIA, COLEGIO NACIONAL DE ENSEANZA SECUNDARIA, MATERNIDAD SALAS COBO, HOSPITAL SALAS COBO, PAVIMENTO RUTA 33, etc., etc.

    Lean ustedes en 'Instruccin pblica lo inherente a cada uno de esos Establecimientos de Enseanza, de la Maternidad y del Hospital, y observarn cunto puso el pueblo a travs de la labor de las Asociaciones Cooperadoras o de donaciones especiales para la ereccin de esos edificios y para sus comodidades. Por otra parte, es bien sabido los millones de pesos que debieron abonar los contribuyentes (por nuevos impuestos creados al efecto) para pagar ese pavimento, a pesar de que ya existen impuestos previstos a la nafta, etc., que pasan o deben pasar a Vialidad con el objeto de que sta construya los caminos.

    Entonces, qu retorno tiene Rufino (como tantos pueblos y ciudades del pas) de toda esa enorme cantidad de impuestos que se perciben en su jurisdiccin? No lo sabemos. Lo nico que conocemos es que cuando hay que hacer algo el habitante debe cotizarse por todos lados, porque si no de otra manera. . .

    INDEPENDENCIA Y CIENCIA DEL GOBIERNO EN LOS

    MUNICIPIOS

    Tocqueville ha dicho que en la comuna es donde reside la fuerza y la vitalidad de los pueblos libres. En la independencia y libertad (por cierto, con algunas limitaciones) del municipio radica el crecimiento de los pueblos y se forja as la ciencia y la prctica para actuar ms tarde en altas tareas de gobierno. De lo contrario, qu pueden hacer los hombres; qu aliento van a tener los hombres, cuando ven empobrecerse a sus comarcas sin tener ms expedientes para restaurarlas en algo que recargar con impuestos adicionales a los agostados contribuyentes