cuentos de valores

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El respeto consiste en el reconocimiento de los intereses y sentimientos del otro en una relación. Aunque el término se usa comúnmente en el ámbito de las relaciones interpersonales, también aplica a las relaciones entre grupos de personas, entre países y organizaciones de diversa índole. No es simplemente la consideración o deferencia, sino que implica un verdadero interés no egoísta por el otro más allá de las obligaciones explícitas que puedan existir. A veces se confunde al respeto con alguna conducta en particular, como los buenos modales o la amabilidad, pero el respeto es algo diferente a esto, es una actitud. Esta actitud nace con el reconocimiento del valor de una persona, ya sea inherente o también relacionado con una habilidad o comportamiento. (por ejemplo respetar el "buen juicio" de alguien en particular. Uno de los filósofos que mayor influencia ha ejercido sobre el concepto de respeto en el mundo de la academia ha sido Immanuel kant. En su filosofía moral este pensador sostiene que los seres humanos deben ser respetados porque son un fin en si mismos. Al ser un fin en si mismos poseen un valor intrínseco y absoluto. Por este motivo es que los seres humanos tenemos este valor tan especial, llamado por Kant la "dignidad". Otra forma importante de este concepto consiste en el respeto a uno mismo. Hay gran consenso entre los pensadores en cuanto a que esta manifestación del respeto es una habilidad esencial para vivir la vida de manera satisfactoria y llena de significado. Además, es vital para la vida en sociedad que llevamos. Por todo esto, respetémonos a nosotros mismos y a los demás. Jamina, la jirafa curiosa Valor Educativo Respeto a la intimidad

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El respeto consiste en el reconocimiento de los intereses y sentimientos del otro en una relación. Aunque el término se usa comúnmente en el ámbito de las relaciones interpersonales, también aplica a las relaciones entre grupos de personas, entre países y organizaciones de diversa índole. No es simplemente la consideración o deferencia, sino que implica un verdadero interés no egoísta por el otro más allá de las obligaciones explícitas que puedan existir.

A veces se confunde al respeto con alguna conducta en particular, como los buenos modales o la amabilidad, pero el respeto es algo diferente a esto, es una actitud. Esta actitud nace con el reconocimiento del valor de una persona, ya sea inherente o también relacionado con una habilidad o comportamiento. (por ejemplo respetar el "buen juicio" de alguien en particular.

Uno de los filósofos que mayor influencia ha ejercido sobre el concepto de respeto en el mundo de la academia ha sido Immanuel kant. En su filosofía moral este pensador sostiene que los seres humanos deben ser respetados porque son un fin en si mismos. Al ser un fin en si mismos poseen un valor intrínseco y absoluto. Por este motivo es que los seres humanos tenemos este valor tan especial, llamado por Kant la "dignidad".

Otra forma importante de este concepto consiste en el respeto a uno mismo. Hay gran consenso entre los pensadores en cuanto a que esta manifestación del respeto es una habilidad esencial para vivir la vida de manera satisfactoria y llena de significado. Además, es vital para la vida en sociedad que llevamos. Por todo esto, respetémonos a nosotros mismos y a los demás.

Jamina, la jirafa curiosa

Valor Educativo

Respeto a la intimidad

Elementos principales

Idea y enseñanza principal Ambientación PersonajesLa curiosidad por las intimidades ajenas falta contra el respeto a los demás. Todos tenemos derecho a cierta intimidad.

Una selvaUna jirafa, un mono y otros animales

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En la selva de Chin Pum, todo era paz y alegría hasta que llegó Jamina. Jamina era una jirafa altísima, con el cuello largo y flexible como un bambú, que apareció un día cualquiera para acabar por enfadar a todos, pues era el animal más curioso e indiscreto que nadie había conocido, y gracias a su altura no había guarida o nido de animales que escapase a sus miradas.Todo lo miraba y todo lo contaba, irritando a cuantos allí vivían, hasta que consiguió poner a todos de acuerdo para darle una lección.

Por aquella época el gran Manuato, el mono más importante, decidió trasladarse a unas antiguas ruinas, y arregló todo aquello para que fuese la casa más acogedora. Jamina no pudo contener su curiosidad, y disimuladamente una noche se acercó a la ventana. Por ella pudo ver al mono el tiempo justo para ver cómo salía de la habitación, así que le siguió hasta otra pequeña estancia, pero tampoco llegaba a ver bien, y tuvo que seguirle con la cabeza por uno de los pasillos, y luego otra habitación, y luego otra.... Hasta que Jamina no pudo seguirle más ¡Manuato había dado tantas vueltas, que la jirafa tenía ahora un enorme enredo en su largo cuello!

Entonces todo el resto de animales, conocedores del engaño, aparecieron para hacer ver a la arrepentida jirafa lo irritante de su comportamiento. Y ante la vergüenza que ella misma sintió, decidió que a partir de entoces dedicaría su largo cuello a cosas más útiles que tratar de avergonzar a los demás.

Autor.. Pedro Pablo Sacristan

El ladrón de rubíes

Valor Educativo

Sinceridad y astucia

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Elementos principales

Idea y enseñanza principal Ambientación PersonajesLa verdad siempre termina saliendo a la luz, porque siempre hay quien la conoce

Un palacioUn rey y un enano

Cuento

El en palacio de Rubilandia había un ladrón de rubíes. Nadie sabía quién era, y a todos tenía tan engañados el ladrón, que lo único que se sabía de él era que vivía en palacio, y que en palacio debía tener ocultas las joyas.Decidido el rey a descubrir quién era, pidió ayuda a un enano sabio, famoso por su inteligencia. Estuvo el enano algunos días por allí, mirando y escuchando, hasta que se volvió a producir un robo. A la mañana siguiente el sabio hizo reunir a todos los habitantes del palacio en una misma sala. Tras inspeccionarlos a todos durante la mañana y el almuerzo sin decir palabra, el enano comenzó a preguntar a todos, uno por uno, qué sabían de las joyas robadas.Una vez más, nadie parecía haber sido el ladrón. Pero de pronto, uno de los jardineros comenzó a toser, a retorcerse y a quejarse, y finalmente cayó al suelo.

El enano, con una sonrisa malvada, explicó entonces que la comida que acababan de tomar estaba envenenada, y que el único antídoto para aquel veneno estaba escondido dentro del rubí que había desaparecido esa noche. Y explicó cómo él mismo había cambiado los rubíes aunténticos por unos falsos pocos días antes, y cómo esperaba que sólo el ladrón salvara su vida, si es que era especialmente rápido...

Las toses y quejidos se extendieron a otras personas, y el terror se apoderó de todos los presentes. De todos, menos de uno. Un lacayo que al sentir los primeros dolores no tardó en salir corriendo hacia el escondite en que guardaba las joyas, de donde tomó el último rubí. Efectivamente, pudo abrirlo y beber el extraño líquido que contenía en su interior, salvando su vida.

O eso creía él, porque el jardinero era uno de los ayudantes del enano, y el veneno no era más que un jarabe preparado por el pequeño investigador para provocar unos fuertes dolores durante un rato, pero nada más. Y el lacayo así descubierto fue detenido por los guardias y llevado inmediatamente ante la justicia.

El rey, agradecido, premió generosamente a su sabio consejero, y cuando le preguntó cuál era su secreto, sonrió diciendo:- Yo sólo trato de conseguir que quien conoce la verdad, la de a conocer.- ¿Y quién lo sabía? si el ladrón había engañado a todos...- No, majestad, a todos no. Cualquiera puede engañar a todo el mundo, pero nadie puede engañarse a sí mismo.

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El invisible rey de la selva

Valor Educativo

Sinceridad y credibilidad

Elementos principales

Idea y enseñanza principal Ambientación PersonajesNo se puede exagerar y mentir indefinidamente, si no se puede cumplir lo que se dice, antes o después se descubrirá

La selvaUn mosca y una tortuga

Cuento

En la selva vivía Mariana, la mosca que rugía como un león. Descubrió su particular habilidad siendo muy pequeñita, y cuando se hizo mayor, viajó a las lejanas tierras de la selva, donde nadie pudiera conocerla. Al llegar, lanzó sus temibles rugidos aquí y allí, asustando a todos, haciendo siempre lo mismo: se escondía tras unos matorrales y rugía amenazante; luego volaba rápidamente tras la espalda de su víctima y volvía a rugir:

- ¡GRRRRAUU!

Esperando ver un temible león, nadie se daba cuenta que era una pequeña mosca, que repetía esta y otras cosas parecidas, al tiempo que se burlaba diciendo:

- Jamás me llegarás a ver. Soy un León, el más rápido y fuerte de la selva.- ¿Ves? Podría destrozarte de un zarpazo antes de que te dieras cuenta.- ¿Tienes miedo? Haces bien, porque soy el león más fiero que existe.

Finalmente, aterrorizados, todos los animales terminaron aceptando a este león como rey de la selva.

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Mariana se dedicó entonces a vivir alegremente. Tenía todo lo que quería, y cuando algo le faltaba o buscaba diversión, no tenía más que rugir ferozmente y realizar un par de trucos.

Pero un día apareció por allí Juana, una tortuga un poco loca. Según contaban, había estado años trabajando en un circo con los humanos, y eso la había dejado un poco loca. Mariana no dejó pasar la ocasión de burlarse de la recién llegada, y preparó sus habituales sustos.Pero nada más oír los rugidos y amenazas del invisible león, Juana comenzó a morirse de la risa...

- ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Un león fantasma! Yo conocí un león fantasma, y un burro calvo, y una comadreja coja... ¡qué divertidos eran cuando bailaban! ¡Venga, vamos a bailar, leoncito!

Todos los animales se echaron a temblar, llenos de lástima por la pobre Juana. Era la primera vez que alguien se atrevía a tratar así al temible León, y seguro que el ferocísimo león no tendría piedad de ella.

Mariana, sin embargo, como no podía morder ni golpear a la tortuga, no tenía otro remedio que seguir rugiendo y amenazando. Pero la loca tortuga seguía riendo, sin hacer caso de las furiosas advertencias del león. En unos minutos, quedó claro que el león no iba a hacerle nada de lo que decía, y un atrevido pajarillo se unió a los chistes de Juana sobre el león. Mariana también trató de asustar al pajarillo con sus amenazas, pero tampoco pudo cumplir nada, y poco a poco otros animales se fueron uniendo al grupo de burlones. Finalmente, todos se reían del invisible León, llamándole cosas como: "el león que asustaba pero no mordía", "un rey con mucho rugido y poco valiente " o "el gran león rey fantasma, ése que nunca hace nada"...

Y así acabaron los felices días de Mariana, la mosca que rugía, que amenazó y mintió tanto, tanto, que cuando llegó el momento de cumplirlo, no podía.

Autor.. Pedro Pablo Sacristan