Cuentos de Valores

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Cómo enseñar a través de valores

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La libertad es la parte fundamental de la vida, lo que le da color, y hay que respetarla siempreEl campoUn tigre y un pintor chiflado

Cuento

escchaloclick en la flecha del idiomaCuentos con valores similares Las columnas de la tierra La extraa pajarera El misterioso ladrn de ladronesHaba una vez un tigre sin color. Todos sus tonos eran grises, blancos y negros. Tanto, que pareca salido de una de esas pelculas antiguas. Su falta de color le haba hecho tan famoso, que los mejores pintores del mundo entero haban visitado su zoolgico tratando de colorearlo, pero ninguno haba conseguido nada: todos los colores y pigmentos resbalaban sobre su piel.Entonces apareci Chiflus, el pintor chiflado. Era un tipo extrao que andaba por todas partes pintando alegremente con su pincel. Mejor dicho, haca como si pintara, porque nunca mojaba su pincel, y tampoco utilizaba lienzos o papeles; slo pintaba en el aire, y de ah decan que estaba chiflado. Por eso les hizo tanta gracia a todos que Chiflus dijera que quera pintar al tigre gris.Al entrar en la jaula del tigre, el chiflado pintor comenz a susurrarle a la oreja, al tiempo que mova su seco pincel arriba y abajo sobre el animal. Y sorprendiendo a todos, la piel del tigre comenz a tomar los colores y tonos ms vivos que un tigre pueda tener. Estuvo Chiflus mucho tiempo susurrando al gran animal y retocando todo su pelaje, que result bellsimo.Todos quisieron saber cul era el secreto de aquel genial pintor. Chiflus explic cmo su pincel slo serva para pintar la vida real, que por eso no necesitaba usar colores, y que haba podido pintar el tigre con una nica frase que susurr a su oido continuamente: "en slo unos das volvers a ser libre, ya lo vers".Y viendo la tristeza que causaba al tigre su encierro, y la alegra por su libertad, los responsables del zoo finalmente lo llevaron a la selva y lo liberaron, donde nunca ms perdi su color.

La ley de "ojo por ojo, y diente por diente" no es solucin a nada; si algo puede solucionar las cosas, es saber perdonarUn restaurante de ranas junto a una charcaUna rana, un sapo y una sartn

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escchaloclick en la flecha del idiomaCuentos con valores similares La justicia exacta La espada pacifista El pulgar rencorosoLa rana Renata era la mejor cocinera de los pantanos y a su selecto restuaurante acudan todas las ranas y sapos de los alrededores. Sus"moscas en salsa de bicho picante"o sus"alitas de liblula caramelizadas con miel de abeja"eran delicias que ninguna rana deba dejar de probar, y aquello haca sentirse a Renata verdaderamente orgullosa.Un da, apareci en su restaurante Sopn dispuesto a cenar. Sopn era un sapo grandn y un poco bruto, y en cuanto le presentaron los exquisitos platos de Renata, comenz a protestar diciendo que aquello no era comida, y que lo que l quera era una buena hamburguesa de moscardn. Renata acudi a ver cul era la queja de Sopn con sus platos, y cuando este dijo que todas aquellas cosas eran "pichijiminadas", se sinti tan furiosa y ofendida, que sin mediar palabra le arre un buen sartenazo.Menuda trifulca se arm. A pesar de que Renata enseguida se dio cuenta de que tena que haber controlado sus nervios, y no dejaba de pedir disculpas a Sopn, ste estaba tan enfadado, que deca que slo sera capaz de perdonarla si l mismo le devolva el sartenazo. Todos trataban de calmarle, a sabiendas de que con la fuerza del sapo y la pequeez de la rana, el sartenazo le partira la cabeza. Y como Sopn no aceptaba las disculpas, y Renata se senta fatal por haberle dado el sartenazo, Renata comenz a hacer de todo para que le perdonara: le dio una pomada especial para golpes, le sirvi un exquisito licor de agua de charca e incluso le prepar.. una estupenda hamburguesa de moscardn!Pero Sopn quera devolver el porrazo como fuera para quedar en paz. Y ya estaban a punto de no poder controlarle, cuando aparecio un anciano sapo caminando con ayuda de unas muletas.- Espera Sopn-dijo el anciano- podrs darle el sartenazo cuando yo te rompa la pata. Recuerda que yo llevo muletas por tu culpa.Sopn se qued paralizado. Recordaba al viejo que acababa de entrar. Era Sapiencio, su viejo profesor que un da le haba salvado de unos nios gamberros cuando era pequeo, y que al hacerlo se dej una de sus patas. Recordaba que todo aquello ocurri porque Sopn haba sido muy desobediente, pero Sapiencio nunca se lo haba recordado hasta ahora...Entonces Sopn se dio cuenta de que estaba siendo muy injusto con Renata. Todos, incluso l mismo, cometemos errores alguna vez, y devolver golpe por golpe y dao por dao, no haca sino ms dao . As que, aunque an le dola la cabeza y pensaba que a Renata se le haba ido la mano con el sartenazo, al verla tan arrepentida y haciendo de todo para que le perdonase, decidi perdonarle. Y entonces pudieron dedicar el resto del tiempo a reirse de la historia y saborear la rica hamburguesa de moscardn, y todos estuvieron de acuerdo en que aquello fue mucho mejor que liarse a sartenazos.

Dos ideas: que las guerras y batallas no tienen nada de romntico, y que todos, hasta los menos pensados, podemos hacer algo por conseguir la pazUna batalla entre dos antiguos reinosUna espada y los reyes de dos pases vecinos

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escchaloclick en la flecha del idiomaCuentos con valores similares El mejor robot El sartenazo Enfadator, el terminador de discusionesHaba una vez una espada preciosa. Perteneca a un gran rey, y desde siempre haba estado en palacio, partipando en sus entrenamientos y exhibiciones, enormemente orgullosa. Hasta que un da, una gran discusin entre su majestad y el rey del pas vecino, termin con ambos reinos declarndose la guerra.La espada estaba emocionada con su primera participacin en una batalla de verdad. Demostrara a todos lo valiente y especial que era, y ganara una gran fama. As estuvo imaginndose vencedora de muchos combates mientras iban de camino al frente. Pero cuando llegaron, ya haba habido una primera batalla, y la espada pudo ver el resultado de la guerra. Aquello no tena nada que ver con lo que haba imaginado: nada de caballeros limpios, elegantes y triunfadores con sus armas relucientes; all slo haba armas rotas y melladas, y muchsima gente sufriendo hambre y sed; casi no haba comida y todo estaba lleno de suciedad envuelta en el olor ms repugnante; muchos estaban medio muertos y tirados por el suelo y todos sangraban por mltiples heridas...Entonces la espada se dio cuenta de que no le gustaban las guerras ni las batallas. Ella prefera estar en paz y dedicarse a participar en torneos y concursos. As que durante aquella noche previa a la gran batalla final, la espada buscaba la forma de impedirla. Finalmente, empez a vibrar. Al principio emita un pequeo zumbido, pero el sonido fue creciendo, hasta convertirse en un molesto sonido metlico. Las espadas y armaduras del resto de soldados preguntaron a la espada del rey qu estaba haciendo, y sta les dijo:- "No quiero que haya batalla maana, no me gusta la guerra".- "A ninguno nos gusta, pero qu podemos hacer?".- "Vibrad como yo lo hago. Si hacemos suficiente ruido nadie podr dormir".Entonces las armas empezaron a vibrar, y el ruido fue creciendo hasta hacerse ensordecedor, y se hizo tan grande que lleg hasta el campamento de los enemigos, cuyas armas, hartas tambin de la guerra, se unieron a la gran protesta.A la maana siguiente, cuando deba comenzar la batalla, ningn soldado estaba preparado. Nadie haba conseguido dormir ni un poquito, ni siquiera los reyes y los generales, as que todos pasaron el da entero durmiendo. Cuando comenzaron a despertar al atardecer, decidieron dejar la batalla para el da siguiente.Pero las armas, lideradas por la espada del rey, volvieron a pasar la noche entonando su canto de paz, y nuevamente ningn soldado pudo descansar, teniendo que aplazar de nuevo la batalla, y lo mismo se repiti durante los siguientes siete das. Al atardecer del sptimo da, los reyes de los dos bandos se reunieron para ver qu podan hacer en aquella situacin. Ambos estaban muy enfadados por su anterior discusin, pero al poco de estar juntos, comenzaron a comentar las noches sin sueo que haban tenido, la extraeza de sus soldados, el desconcierto del da y la noche y las divertidas situaciones que haba creado, y poco despus ambos rean amistosamente con todas aquellas historietas.Afortunadamente, olvidaron sus antiguas disputas y pusieron fin a la guerra, volviendo cada uno a su pas con la alegra de no haber tenido que luchar y de haber recuperado un amigo. Y de cuando en cuando los reyes se reunan para comentar sus aventuras como reyes, comprendiendo que eran muchas ms las cosas que los unan que las que los separaban.

Muchas veces no tenemos en cuenta a los dems, y provocamos en los dems sentimientos que nunca querramos para nosotrosUna ciudad modernaUn ladrn y la polica

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escchaloclick en la flecha del idiomaCuentos con valores similares Las honradas mariquitas Las monedas encantadas El nio sper campenCaco Malako era ladrn de profesin. Robaba casi cualquier cosa, pero era tan habilidoso, que nunca lo haban pillado. As que haca una vida completamente normal, y pasaba por ser un respetable comerciante. Robara poco o robara mucho, Caco nunca se haba preocupado demasiado por sus vctimas; pero todo eso cambi la noche que robaron en su casa.Era lo ltimo que habra esperado, pero cuando no encontr muchas de sus cosas, y vio todo revuelto, se puso verdaderamente furioso, y corri todo indignado a contrselo a la polica. Y eso que era tan ladrn, que al entrar en la comisara sinti una alergia tremenda, y picores por todo el cuerpo.Ay! Menuda rabia daba sentirse robado siendo l mismo el verdadero ladrn del barrio! Caco comenz a sospechar de todo y de todos. Sera Don Toms, el panadero? Cmo podra haberse enterado de que Caco le quitaba dos pasteles todos los domingos? Y si fuera Doa Emilia, que haba descubierto que llevaba aos robndole las flores de su ventana y ahora haba decidido vengarse de Caco? Y as con todo el mundo, hasta tal punto que Caco vea un ladrn detrs de cada sonrisa y cada saludo.Tras unos cuantos das en que apenas pudo dormir de tanta rabia, Caco comenz a tranquilizarse y olvidar lo sucedido. Pero su calma no dur nada: la noche siguiente, volvieron a robarle mientras dorma.Rojo de ira, volvi a hablar con la polica, y viendo su insistencia en atrapar al culpable, le propusieron instalar una cmara en su casa para pillar al ladrn con las manos en la masa. Era una cmara modernsima que an estaba en pruebas, capaz de activarse con los ruidos del ladrn, y seguirlo hasta su guarida.Pasaron unas cuantas noches antes de que el ladrn volviera a actuar. Pero una maana muy temprano el inspector llam a Caco entusiasmado:- Venga corriendo a ver la cinta, seor Caco! Hemos pillado al ladrn!Caco salt de la cama y sali volando hacia la comisara. Nada ms entrar, diez policas se le echaron encima y le pusieron las esposas, mientras el resto no paraba de rer alrededor de un televisor. En la imagen poda verse claramente a Caco Malako sonmbulo, robndose a s mismo, y ocultando todas sus cosas en el mismo escondite en que haba guardado cuanto haba robado a sus dems vecinos durante aos... casi tantos, como los que le tocara pasar en la crcel.

La vanidad y el orgullo de los que suelen ser superiores, y las lecciones de humildad que pueden recibir por elloEl pas de los animalesUn canguro, un pingino y un zorro

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escchaloclick en la flecha del idiomaCuentos con valores similares El gato con botas El rey indigno Los dos conjurosHaba una vez un canguro que era un autntico campen de las carreras, pero al que el xito haba vuelto vanidoso, burln y antiptico. La principal vctima de sus burlas era un pequeo pingino, al que su andar lento y torpn impeda siquiera acabar las carreras.Un da el zorro, el encargado de organizarlas, public en todas partes que su favorito para la siguiente carrera era el pobre pingino. Todos pensaban que era una broma, pero an as el vanidoso cangur se enfad muchsimo, y sus burlas contra el pingino se intensificaron. ste no quera participar, pero era costumbre que todos lo hicieran, as que el da de la carrera se uni al grupo que sigui al zorro hasta el lugar de inicio. El zorro los gui montaa arriba durante un buen rato, siempre con las mofas sobre el pingino, sobre que si bajara rondando o resbalando sobre su barriga...Pero cuando llegaron a la cima, todos callaron. La cima de la montaa era un crter que haba rellenado un gran lago. Entonces el zorro dio la seal de salida diciendo:"La carrera es cruzar hasta el otro lado". El pingino, emocionado, corri torpemente a la orilla, pero una vez en el agua, su velocidad era insuperable, y gan con una gran diferencia, mientras el canguro apenas consigui llegar a la otra orilla, lloroso, humillado y medio ahogado. Y aunque pareca que el pingino le esperaba para devolverle las burlas, ste haba aprendido de su sufrimiento, y en lugar de devolvrselas, se ofreci a ensearle a nadar.Aquel da todos se divirtieron de lo lindo jugando en el lago. Pero el que ms lo hizo fue el zorro, que con su ingenio haba conseguido bajarle los humos al vanidoso canguro.

Los amigos estn para animar en los malos momentosUna casaUn nio enfermo y su amigo

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escchaloclick en la flecha del idiomaCuentos con valores similares La cara perfecta Un trato con Santa Claus El irrecuperable tesoro de las Reinas del MarHaba una vez un nio que cay muy enfermo. Tena que estar todo el da en la cama sin poder moverse. Como adems los nios no podan acercarse, sufra mucho por ello, y empez a dejar pasar los das triste y decaido, mirando el cielo a travs de la ventana.Pas algn tiempo, cada vez ms desanimado, hasta que un da vio una extraa sombra en la ventana: era un pingino comiendo un bocata de chorizo, que entr a la habitacin, le dio las buenas tardes, y se fue. El nio qued muy extraado, y an no saba qu habra sido aquello, cuando vio aparecer por la misma ventana un mono en paales inflando un globo. Al principio el nio se preguntaba qu sera aquello, pero al poco, mientras seguan apareciendo personajes locos por aquella extraa ventana, ya no poda dejar de rer, al ver un cerdo tocando la pandereta, un elefante saltando en cama elstica, o un perro con gafas que slo hablaba de poltica ...Aunque por si no le crean no se lo cont a nadie, aquellos personajes teminaron alegrando el espritu y el cuerpo del nio, y en muy poco tiempo este mejor notablemente y pudo volver al colegio.All pudo hablar con todos sus amigos, contndoles las cosas tan raras que haba visto. Entonces, mientras hablaba con su mejor amigo, vio asomar algo extrao en su mochila. Le pregunt qu era, y tanto le insisti, que finalmente pudo ver el contenido de la mochila:all estaban todos los disfraces que haba utilizado su buen amigo para intentar alegrarle!!Y desde entonces, nuestro nio nunca deja que nadie est solo y sin sonreir un rato.Ingeniosa comparacin para explicar por qu no puede hacerse nada utilizando la mentira, porque antes o despus se descubre la verdad y todo se desmorona. Aplicable tambin a los adultos!! :-)El mundo de los duendesLos duendes y sus palacios

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escchaloclick en la flecha del idiomaCuentos con valores similares El zorro bocazas El valiente jefe cobarde El dragn nubeTodos los duendes se dedicaban a construir dos palacios, el de la verdad y el de la mentira. Los ladrillos del palacio de la verdad se creaban cada vez que un nio deca una verdad, y los duendes de la verdad los utilizaban para hacer su castillo. Lo mismo ocurra en el otro palacio, donde los duendes de la mentira construan un palacio con los ladrillos que se creaban con cada nueva mentira. Ambos palacios eran impresionantes, los mejores del mundo, y los duendes competan duramente porque el suyo fuera el mejor.Tanto, que los duendes de la mentira, mucho ms tramposos y marrulleros, enviaron un grupo de duendes al mundo para conseguir que los nios dijeran ms y ms mentiras. Y como lo fueron consiguiendo, empezaron a tener muchos ms ladrillos, y su palacio se fue haciendo ms grande y espectacular. Pero un da, algo raro ocurri en el palacio de la mentira: uno de los ladrillos se convirti en una caja de papel. Poco despus, otro ladrillo se convirti en arena, y al rato otro ms se hizo de cristal y se rompi. Y as, poco a poco, cada vez que se iban descubriendo las mentiras que haban creado aquellos ladrillos, stos se transformaban y desaparecan, de modo que el palacio de la mentira se fue haciendo ms y ms dbil, perdiendo ms y ms ladrillos, hasta que finalmente se desmoron.Y todos, incluidos los duendes mentirosos, comprendieron que no se pueden utilizar las mentiras para nada, porque nunca son lo que parecen y no se sabe en qu se convertirn.

Un pobre esclavo dela antigua Roma, en undescuidode su amo, escap al bosque. Se llamaba Androcles.Buscando refugi seguro, encontr una cueva. A la dbil luz que llegaba del exterior, el muchacho descubri un soberbio len. Se lama la pata derecha y ruga de vez en cuando. Androcles, sin sentir temor, se dijo: Este pobreanimaldebe estar herido. Parece como si el destino me hubiera guiado hasta aqu para que pueda ayudarle. Vamos,amigo, no temas, vamos

As, hablndole consuavidad, Androcles venci el recelo de la fiera y tante su herida hasta encontrar una flecha profundamente clavada. Se le extrajo y luego le lav la herida con agua fresca.Durante varios das, el len yel hombrecompartieron la cueva. Hasta que Androcles, creyendo queya nole buscaran se decidi a salir. Varios centuriones romanos armados con sus lanzas cayeronsobrel y le llevaron a prisionero al circo.

Pasaron unos das, fue sacado de su pestilente mazmorra. El recinto estaba lleno a rebosar de gentes ansiosas de contemplar la lucha.

Androcles se aprest a luchar con el len que se diriga hacia l. De pronto, con un espantoso rugido, la fiera se detuvo en seco y comenz a restregar cariosamente su cabezota contra elcuerpodel esclavo.

Sublime! Sublime! Csar, perdona al esclavo, pues ha sojuzgado a la fiera! Gritaron los espectadores.

El emperador orden que el esclavo fuera puesto en libertad. Lo que todos ignoraron fue que Androcles no posea ningn poderespecialy que lo ocurrido no era sino la demostracin de la gratitud delanimal

Mensaje:Aquel que no agradece un pequeo favor, no agradecer una grande

La ilusin por hacer el bien hasta el final mejora la actitud vital, y es fuente de esperanza y salud para quienes sufren enfermedades graves, sea cual sea el desenlace.Un hospitalUn nio y un payaso

CuentoCuentos con valores similares La llegada inesperada El pequeo bosque junto al mar Juanija LagartijaHaba una vez un nio enfermo llamado Juan. Tena una grave y rara enfermedad, y todos los mdicos aseguraban que no vivira mucho, aunque tampoco saban decir cunto. Pasaba largos das en el hospital, entristecido por no saber qu iba a pasar, hasta que un payaso que pasaba por all y comprob su tristeza se acerc a decirle:- Cmo se te ocurre estar as parado? No te hablaron del Cielo de los nios enfermos?Juan neg con la cabeza, pero sigui escuchando atento.- Pues es el mejor lugar que se pueda imaginar, mucho mejor que el cielo de los paps o cualquier otra persona. Dicen que es as para compensar a los nios por haber estado enfermos. Pero para poder entrar tiene una condicin.- Cul? - pregunt interesado el nio.- No puedes morirte sin haber llenado el saco.- El saco?- S, s. El saco. Un saco grande y gris como este dijo el payaso mientras sacaba uno bajo su chaqueta y se lo daba. - Has tenido suerte de que tuviera uno por aqu. Tienes que llenarlo de billetes para comprar tu entrada.- Billetes? Pues vaya. Yo no tengo dinero.- No son billetes normales, chico. Son billetes especiales: billetes de buenas acciones; un papelito en el que debes escribir cada cosa buena que hagas. Por la noche un ngel revisa todos los papelitos, y cambia los que sean buenos por autnticos billetes de cielo.- De verdad?- Pues claro! Pero date prisa en llenar el saco. Llevas mucho tiempo enfermo y no sabemos si te dar tiempo. Esta es una oportunidad nica Y no puedes morirte antes de llenarlo, sera una pena terrible!El payaso tena bastante prisa, y cuando sali de la habitacin Juan qued pensativo, mirando el saco. Lo que le haba contado su nuevo amigo pareca maravilloso, y no perda nada por probar. Ese mismo da, cuando lleg su mam a verle, l mostr la mejor de sus sonrisas, e hizo un esfuerzo por estar ms alegre que de costumbre, pues saba que aquello la haca feliz. Despus, cuando estuvo solo, escribi en un papel: hoy sonre para mam. Y lo ech al saco.A la maana siguiente, nada ms despertar, corri a ver el saco All estaba! Un autntico billete de cielo! Tena un aspecto tan mgico y maravilloso, que el nio se llen de ilusin, y el resto del da no dej de hacer todo aquello que saba que alegraba a los doctores y enfermeras, y se preocup por acompaar a otros nios que se sentan ms solos. Incluso cont chistes a su hermanito y tom unos libros para estudiar un poquito. Y por cada una de aquellas cosas, ech su papelito al saco.Y as, cada da, el ni despertaba con la ilusin de contar sus nuevos billetes de cielo, y conseguir muchos ms. Se esforzaba cuanto poda, porque se haba dado cuenta de que no serva el truco de juntar los billetes en el saco de cualquier manera: cada noche el ngel los colocaba de la forma en que menos ocupaban. Y Juan se vea obligado a seguir haciendo buenas obras a toda velocidad, con la esperanza de conseguir llenar el saco antes de ponerse demasiado enfermo...Y aunque an tuvo muchos das, nunca lleg a llenar el saco. Juan, que se haba convertido en el nio ms querido de todo el hospital, en el ms alegre y servicial, termin curando del todo. Nadie saba cmo: unos decan que su alegra y su actitud tenan que haberle curado a la fuerza; otros estaban convencidos de que el personal del hospital le quera tanto, que dedicaban horas extra a tratar de encontrar alguna cura y darle los mejores cuidados; y algunos contaban que un par de ancianos millonarios a los que haba animado mucho durante su enfermedad, haban pagado un costossimo tratamiento experimental para l.El caso es que todos decan la verdad, porque tal y como el payaso haba visto ya muchas veces, slo haba que poner un poquito de cielo cada noche en su saco gris para que lo que pareca una vida que se apaga, fueran los mejores das de toda una vida, durase lo que durase.

Esforzarse por hacer las cosas bien es mucho ms gratificante y satisfactorio que hacerlas slo medio bienLa vida de un joven artesanoUn joven artesano y su marioneta

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escchaloclick en la flecha del idiomaCuentos con valores similares El gallo, el pato y las sirenas Que alguien mueva esa sanda! El elefante fotgrafoHaba una vez un joven a quien gustaban tanto las marionetas que se convirti en aprendiz de artesano. Pero era muy torpe, y su maestro y compaeros constantemente le decan que no tena habilidad para ello y nunca llegara a nada.Sin embargo, tanto le gustaba que trabajaba da tras da por mejorar. Y an as, siempre encontraban fallos en sus muecos, hasta que terminaron echndole de la escuela. Entonces, decidido a no rendirse, aquel joven dedic desde aquel da todo su empeo a hacer un mueco, slo uno. Siempre haca la misma marioneta, y en cuanto detectaba un fallo, la abandonaba y volva a empezar desde cero.Pasaron los aos, y con cada nuevo intento su mueco era un poco mejor. Y aunque su marioneta era mucho ms bella que cualquiera de las que hacan sus antiguos compaeros, no dejaba de intentar que fuera perfecta. As, el hombre no ganaba dinero y como era muy pobre muchos se rean de l.Cuando aquel pobre artesano lleg a viejecito, su marioneta era realmente maravillosa. Tanto, que finalmente un da, tras mucho trabajo, termin el mueco y dijo:"No encuentro ningn defecto, esta vez ya es perfecto", y por primera vez en todos aquellos aos, en lugar de abandonar el mueco, lo coloc en un estante, verdaderamente satisfecho y feliz.Lo dems ya es historia. Aquel mueco perfecto lleg a cobrar vida, vivi mil aventuras y dio a aquel viejecito, llamado Gepetto, ms alegras de las que ningn otro artesano famoso consigui con ninguna de sus marionetas.La mala suerte de Pescafrito

Elementos principalesIdea y enseanza principalAmbientacinPersonajes

La actitud de superacin es la forma de convertir las adversidades y la mala suerte en aprendizaje y preparacin para el futuroUna tienda de animalesVarios peces y un experto en acuarios

CuentoCuentos con valores similares Facilitonia, el paraso de las cosas fciles El murcipjaro La ballena calurosaEn aquella tienda de animales la mala suerte tena un nombre: Pescafrito, un pequeo pez famoso porque nunca estaba en el acuario adecuado. Cada vez que tocaba reordenar los tanques, Pescafrito acababa por error o descuido en el ms peligroso para l. Desde otros tanques tranquilos y seguros, sus primos y hermanos vean divertidos sus desesperadas carreras por evitar ser la merienda de algn grandulln.A pesar de su increble mala suerte, Pescafrito no se desanimaba, y en cada carrera pona todo su empeo en librarse de nuevo, aunque sintiera el dolor de algn que otro mordisco en sus aletas o el cansancio de nadar entre plantas y rocas a cualquier hora del da o de la noche.As fue sobreviviendo Pescafrito Malasuerte, como todos le llamaban, hasta que un da de reorganizacin en los acuarios, Pescafrito por fin acab compartiendo tanque con todos sus primos y hermanos. Pero mientras se juntaban a su alrededor para conocer sus desventuras, un cuidador despistado ech en ese mismo tanque al ms grande, hambriento y peligroso de los peces de la tienda. Fueron slo unos minutos, pero el enorme pez no necesit ms para acabar con todos los pececillos... excepto Pescafrito, que acostumbrado a huir de muchos peces a la vez, no tuvo problemas en escapar de uno solo.Poco despus entr en la tienda un gran experto en acuarios, y al ver a Pescafrito vivo en el mismo tanque que el pez grande no se lo poda creer. Estuvo horas en la tienda, observndolo, vindolo escapar una y otra vez con su nadar lleno de giros y piruetas y su increble capacidad para esconderse. No tena dudas: era un pez nico en el mundo, y el experto lo llev consigo para ser la estrella de todas sus colecciones y acuarios.Y All Pescafrito vivi feliz con todo tipo de atenciones y cuidados, pensando lo buena que haba sido para l su famossima mala suerte.Un alto en el camino

Elementos principales story in EnglishIdea y enseanza principalAmbientacinPersonajes

La mejor generosidad consiste en dedicar nuestro tiempo y nuestras ganas a las personas, por encima de los bienes que podamos darlesUna aldea de un pas lejano, hace mucho tiempoTres ricos

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escchaloclick en la flecha del idiomaCuentos con valores similares La economa de la sonrisa La mejor eleccin La varita gastadaEn un lejano pas hubo una vez una poca de gran pobreza, donde slo algunos ricos podan vivir sin problemas. Las caravanas de tres de aquellos ricos coincidieron durante su viaje, y juntos llegaron a una aldea donde la pobreza era extrema. Era tal su situacin, que provoc distintas reacciones a cada uno de ellos, y todas muy intensas.El primer rico no pudo soportar ver aquello, as que tom todo el oro y las joyas que llevaba en sus carros, que eran muchas, y los reparti sin quedarse nada entre las gentes del campo. A todos ellos dese la mejor de las suertes, y parti.El segundo rico, al ver su desesperada situacin, par con todos sus sirvientes, y quedndose lo justo para llegar a su destino, entreg a aquellos hombres toda su comida y bebida, pues vea que el dinero de poco les servira. Se asegur de que cada uno recibiera su parte y tuviera comida para cierto tiempo, y se despidi.El tercero, al ver aquella pobreza, aceler y pas de largo, sin siquiera detenerse. Los otros ricos, mientras iban juntos por el camino, comentaban su poca decencia y su falta de solidaridad. Menos mal que all haban estado ellos para ayudar a aquellos pobres...Pero tres das despus, se cruzaron con el tercer rico, que viajaba ahora en la direccin opuesta. Segua caminando rpido, pero sus carros haban cambiado el oro y las mercancas por aperos de labranza, herramientas y sacos de distintas semillas y grano, y se diriga a ayudar a luchar a la aldea contra la pobreza.Y eso, que ocurri hace tanto, seguimos vindolo hoy. Hay gente generosa, aunque da slo para que se vea lo mucho que dan, y no quieren saber nada de quien lo recibe. Otros, tambin generosos, tratan de ayudar realmente a quienes les rodean, pero slo para sentirse mejor por haber obrado bien. Y hay otros, los mejores, a quienes no les importa mucho lo que piense el resto de generosos, ni dan de forma ostentosa, pero se preocupan de verdad por mejorar la vida de aquellos a quienes ayudan, y dan mucho de algo que vale mucho ms que el dinero: su tiempo, su ilusin y sus vidas.An estamos a tiempo de cambiar al grupo bueno!