CUARENTENA EN

CALMA

Con todo el

cariño del mundo

Equipo de Interioridad

PÁRATE, AHORA, A PENSAR…

7 HÁBITOS PARA ESTAR EN CALMA1. Una rutina matutina tranquila. Es importante

encontrar la tranquilidad de la mañana y sacarel máximo provecho de ella. - Respira. Abrela ventana, cierra los ojos y respiraprofundamente el aire puro. Inspira concalma… Repite 3 o 4 veces.

- Disfruta del desayuno. Prepáralo con los niños o levántate un poco antes para poderlo saborear con más calma.

- Planifica el día con tranquilidad. Es bueno quelos niños sepan qué vais a hacer y a qué vais adestinar los momentos del día. Así que reunirosen familia y elaborad un horario en el que reflejéislo que haréis: Tareas de casa, tareas del cole oteletrabajo, tiempo de ocio, manualidades,ejercicio físico, tiempo de juegos y televisión,videollamadas a la familia y amigos…

¡Hay tiempo para todo!

2. Crear rutinas para afrontar el estrés

Muchas veces, cuando tenemos estrés, solemosreaccionar de forma no muy saludable – ira oenfado, sentirse agobiado, abandonarse, comercomida basura, perder el tiempo, postergar lascosas, y así sucesivamente.

En cambio, necesitamos formas saludables delidiar con el estrés. Cuando notes el estrés,piensan en cómo lidiar con él y, a continuación,sustituye cualquier rutina poco saludable conotras rutinas más saludables: hacer ejercicios derelajación, yoga, tomar una infusión, hablar conalguien que te importa, leer un buen libro,escuchar música, darse un baño…

3. Ser consciente de tu respuesta

Si estos días te sientes estresado ¿cuál es tu respuesta? Algunaspersonas pasan a la acción, se enfadan, gritan, lo pagamos con losniños, con la pareja….

Y otros comienzan a sentir lástima de sí mismos y a desear que todosea distinto. ¿Cómo estoy reaccionando yo? ¿Cómo podría hacerlomejor?

Dar respuesta a estas preguntas es un hábito importante. Es unejercicio de autoconciencia y autoconocimiento. Aprende a gestionartus emociones en tu respuesta.

4. No tomarse las cosas personalmente Muchas veces con el hábito anterior te das cuenta de que tu respuesta es

tomarte las cosas personalmente.

Si alguien hace algo que no nos gusta, a menudo tendemos a interpretar estocomo una afrenta personal. ¿Nuestros hijos no limpian sus habitaciones?¡Ellos nos están desafiando! ¿Nuestro cónyuge no muestra afecto hoy? ¡Esoes que ya no me quiere!

Algunas personas llegan a pensar que el universo confabula personalmentecontra ellos. Pero la verdad es que no es personal. Normalmente la otrapersona está tratando de resolver sus propios problemas y lo hace lo mejorque puede. Todos lo hacemos lo mejor que podemos. Aprender a nointerpretar los acontecimientos como una afrenta personal puede llevarmucha calma a tu vida. Se trata de ver estas situaciones como un eventoexterno no personal, en la que puedes responder sin una actitud estresante,o no tengas que responder en absoluto.

5. Gestiona tu tiempo Continuamente tenemos la sensación de que nos falta

tiempo, y eso no ayuda a nuestra calma interior. Para ellogestiona tu tiempo, enfocándolo en lo que de verdad esimportante. La multitarea es de las cosas que másansiedad produce. Intenta centrarte en lo que estáshaciendo… Si pretendo mirar el móvil mientras atiendo amis hijos, twittear o publicar en Facebook mientrascocino, ver la televisión mientras como o planificar mi díamientras hago tareas….

Ésta es una gran manera de aumentar el nivel deansiedad que corre a través de todo lo que haces, porquesiempre estás preocupado de que deberías estarhaciendo más, haciendo otra cosa. ¿Y si, en cambio,acabas de hacer una cosa, y aprendes a confiar en queno deberías estar haciendo otra cosa? Se necesitapráctica: Ser consciente en cada momento de lo queestás haciendo: simplemente comer. Simplemente estarcon tus hijos. Hablar con alguien…. Aprenderás que haypaz en sólo hacer una cosa, y dejar ir todo lo demás

6. Ser agradecido/a

Claro, mucha gente habla de la gratitud… pero¿con qué frecuencia lo aplican en su día a día?Cuando las cosas no van muy bien, o nuestroshijos se portan mal, cuando no puedo salir decasa, se acumulan las tareas… y no podemossentir más que enfado, ansiedad e infelicidad…¿podemos estar agradecidos? Reduce tusquejas, y encuentra una manera de estaragradecido, no importa qué. Y luego sonríe.

Dedica un tiempo de tu vida a agradecerle a lavida todo lo bonito que te ha dado: a primerahora de la mañana, a última de la noche… Estehábito puede cambiar su vida.

Desde el Equipo de Interioridad teproponemos cerrar el día en familia,haciendo una lista deagradecimientos, solo una palabra,un gesto…que cada uno comparta:¿Por qué quiero dar gracias hoy?

7. Reducir el ruido

Nuestras vidas están llenas de todo tipo de ruido: el desorden visual,notificaciones, redes sociales, noticias, todas las cosas que tenemos que leer,correos electrónicos por contestar…

Y la verdad, nada de eso es necesario.

Reduce aquellos compromisos que realmente no te aportan nada ydesconecta.

Reduce todas las cosas que generan ruido en tu día a día, y crear un poco deespacio, un poco de silencio, en tu vida. Poco a poco llevarás el control de tuvida y notarás el equilibrio, la calma y la paz en todo lo que haces.

¡Mucho ánimo! Y recuerda: “Todo irá bien”

Señor, así como María supo acoger elanuncio del ángel, permite que yo sepaescuchar y aceptar lo que hoy quieresdecirme en mi oración, permite quesiempre diga un «sí», alegre y confiado,a lo que Tú quieras pedirme.

Oración

Dios mío, gracias por quedarte en la Eucaristíay por darme a María como madre y modelo demi vida. Contemplar su gozo, su actitud de acogida y aceptación, suhumildad, me motivan a exclamar con gozo: heme aquí Señor, soydébil, pero lleno de alegría por saber que con tu gracia, las cosaspueden y van a cambiar.

Propósito

Rechazarpreocupaciones sobrelas que no puedo hacernada, para actuarconfiadamente sobre loque sí puedo cambiar.