Síntomas de la candidiasis

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La candidiasis crónica puede ser la causante, tanto de forma directa como indirecta, de un gran número de trastornos así como generar un cuadro de síntomas muy extenso y confuso.

Los síntomas de la candidiasis crónica pueden ser diversos y muy variados, ya que realmente produce un cuadro muy extenso y confuso del que, a continuación, citamos algunos de los más generales o comunes. Cabe destacar que no todos se darán simultáneamente, cada persona desarrollará un determinado conjunto de síntomas que en la mayoría de los casos serán persistentes y/o recurrentes. Es decir, alguno de nuestros síntomas puede remitir durante un determinado periodo de tiempo pero reaparecerá o se repetirá.

Síntomas más comunes de la candidiasis:

Cansancio o fatiga (a veces resulta imposible realizar las tareas cotidianas). Malestar general. Dolor muscular y/o de las articulaciones. Hinchazón abdominal. Diarrea y/o estreñimiento, evacuar de forma explosiva. Depresión anímica. Irritabilidad y/o inquietud. Incapacidad para concentrarse. Molestias vaginales o prostáticas. Dolores de cabeza. Dolores abdominales. Digestiones pesadas. Disminución de la capacidad de concentración. Reacciones alérgicas de diversa incidencia. Picor anal. Síndrome premenstrual. Aparición de aftas bucales. Inflamación y sangrado de encías. Laringitis y faringitis recurrentes o crónicas. Gases intestinales. Desorientación o sensación de borrachera. Pérdida de memoria. Mareos, falta de equilibrio y/o vértigo. Uñas quebradizas.

Deseo de comer dulces,pan, chocolate o bollería.. Dificultad a la hora de tomar decisiones. Hongos en las uñas. Acné. Zumbido en los oídos o acúfenos.

A continuación se detallan algunos trastornos asociados directa o indirectamente a la candidiasis y/o que pueden estar relacionados con esta, como son:

Autismo Trastorno por déficit de atención/hiperactividad. Síndrome de Rett. Convulsiones. Depresión. Ansiedad. Psicosis infantil. Cistitis intersticial. Prostatitis. Fibromialgia. Síndrome de Fatiga Crónica. Trastorno generalizado del desarrollo. Colitis. Parasitosis. Esquizofrenia. Migrañas. Enfermedad de Alzheimer. Trastorno obsesivo compulsivo. Síndrome de Down. Síndrome de Tourette's Inflamación intestinal crónica. Enfermedad de Crohn. Colitis ulcerosa. Colon irritable. Hipoglucemias. Patologías alérgicas. Patologías de carácter autoinmune. Ulcera gastroduodenal.

Como tratar una candidiasis

El tratamiento más efectivo contra la candidiasis será mediante una dieta especial unida al uso combinado de antifúngicos naturales y otros remedios herbales y homeopáticos.

Una vez diagnosticada una infección por cándida en nuestro intestino debemos comenzar lo antes posible a tratar la misma. El tratamiento puede ser mediante el uso de antimicóticos sistémicos de síntesis farmacéutica o de forma natural mediante el uso de antifúngicos naturales y una dieta equilibrada en la que deberemos prestar especial atención a disminuir el consumo de hidratos de carbono refinados, azúcares y levaduras.

Tratar la candidiasis mediante el uso de medicamentos no es efectivo de cara a la erradicación del problema siendo desaconsejable el uso de antimicóticos sistémicos como por ejemplo: fluconazol, Itraconazol, ketoconazol, cotrimazol, miconazol, sertoconazol, terbinafina o naftilina; debido a las siguientes razones:

Causan daños al hígado (hepatotóxicos). Lesionan la mucosa gastrointestinal (agravando el problema de

hiperpermeabilidad). Erradican el resto de la flora por lo que es muy usual que se produzcan

rebotes de la infección, apareciendo con más fuerza.

Por las razones expuestas anteriormente se recomienda un tratamiento natural mediante el uso de antifúngicos naturales, una dieta especial y consumir tanto remedios herbales como determinados complementos alimenticios. Las limitaciones son tantas que las trataremos con más detenimiento en nuestra sección de alimentación donde encontraréis artículos dedicados por completo a los alimentos que son beneficiosos para nuestra recuperación y que podemos consumir sin peligro así como otros artículos dedicados a los alimentos prohibidos. De todas formas, a continuación os ofrecemos una pequeña introducción con una lista de alimentos permitidos y otra de alimentos prohibidos.

Lista de alimentos permitidos:

Todas las carnes especialmente si son ecológicas. Pescado especialmente el pescado azul (arenques, sardinas, caballa,

trucha, atún y salmón). Todas las legumbres. Tofu. Huevos. Cereales integrales sin gluten como arroz, quinoa, trigo sarraceno,

amaranto y mijo. Frutos secos y semillas de calabaza, amapola,de sésamo,de lino, de

girasol, de cáñamo y piñones. Aceites prensados en frío como por ejemplo de oliva, girasol, cáñamo, lino y

de sésamo. Frutas como el limón, pomelo, coco y frutas rojas como las fresas y los

arándanos. Algas de mar.

Todas las especias. Infusiones excepto aquellas que contengan cafeína o teína. Leches vegetales (de coco, de soja (con moderación), de almendras, de

quinoa, de mijo, de avellanas,...). Harinas sin gluten (de arroz, de garbanzos, de quinoa, de castañas, de

almendras,...). Todos los vegetales excepto zanahorias, patatas, boniatos, yuca y

calabaza. Achicoria. Estevia y Xilitol. Brotes tiernos o germinados (de soja, de alfalfa, de brócoli, lentejas,

cebolla, garbanzo,...). Ghee (mantequilla clarificada). Harina de Algarroba. Cacao puro ecológico.

Lista de alimentos prohibidos:

Hidratos de carbono simples o refinados. Pan, pastas, bollería y otros alimentos horneados que contengan levaduras

y/o productos refinados. Alimentos fermentados o que contengan moho. Azúcar blanco e integral. Edulcorantes como: sacarina, erititrol, fructosa, maltitol y sorbitol. Alcohol y otras bebidas fermentadas como la cerveza. Todos los azúcares y productos que contengan azúcar. Bebidas estimulantes como el café y el té (excepto el té verde). Bebidas carbonatas y energéticas. Alimentos con malta como algunas bebidas y/o cereales. Productos lácteos (excepto yogurt natural sin azucarar). Salsas que contengan vinagre como las mayonesas, aliños de ensalada,

aceitunas,... Salsa de tomate, tamari, miso, salsa de soja, tekka, tempeh y umeboshi. Frutos secos que contengan moho como los cacahuetes y los pistachos. Frutas desecadas. Carnes procesadas y ahumadas como salchichas y perritos calientes Todos los tipos de champiñones y setas. Grasas saturadas como la mantequilla. Jarabes, miel y siropes. Pescado ahumado. Todas las frutas excepto algunos cítricos como el limón y frutas rojas como

las fresas. Zumos envasados industriales. Arroz blanco. Caldo en pastillas.

Pero el tratamiento no sólo consiste en cambiar nuestros hábitos alimenticios sino que también será importante tomar otras medidas como: beber por lo menos 2 litros de agua todos los días para eliminar las toxinas que generan los hongos, descansar bien por las noches, actividad física moderada, realizar actividades al aire libre, no usar cremas hidratantes corporales con muchos químicos, intentar reír y ser positivo, . . .

A medida que vayamos destruyendo a los hongos por los cambios introducidos en nuestra dieta y la acción de los antifúngicos, éstos generarán mayor cantidad de residuos tóxicos. Dicho aumento de residuos, producirá un empeoramiento momentáneo de nuestros síntomas, siendo lo que se conoce como el Síndrome de Herxheimer (que viene a ser otra forma de confirmar que sufrimos una candidiasis). Se debe mencionar que a pesar de padecer dicho empeoramiento deberemos seguir con nuestro tratamiento.

Síndrome de Herxheimer

Proceso por el que frecuentemente puede pasar un paciente cuando está desintoxicando su organismo.

Los cambios que se introducen en la dieta cuando se comienza un tratamiento contra la candidiasis, así como la inclusión de determinados antifúngicos, provocarán la destrucción de las cándidas poco a poco. Dichos hongos, cuando mueren, producen un mayor número de residuos tóxicos en nuestro organismo, lo que conlleva un empeoramiento momentáneo de nuestros síntomas que no deben hacernos creer que vamos por mal camino sino todo lo contrario. esta reacción o síndrome de Herxheimer es algo normal en el proceso de recuperación o de restauración del número de cándidas en nuestro organismo.

Cualquiera de nuestros síntomas puede verse aumentado durante un tiempo No sólo la destrucción de las cándidas será la culpable del aumento de residuos tóxicos en nuestro organismo, ya que el tratamiento anticándida también provoca que el cuerpo comience a drenar las toxinas que estaban almacenadas en distintos tejidos. Siendo la sangre la encargada de transportar dichas toxinas hacia el exterior.

Los síntomas relacionados con el síndrome de Herxheimer pueden ser muy variados, siendo los más habituales:

Malestar general. Dolor de cabeza. Dolor en las articulaciones y/o en los musculos. Diarrea. Gases. Picores. Sudoración.

Escalofríos. Nauseas. Cambios de humor y del estado de ánimo.

Los síntomas citados anteriormente son los que se asocian de manera general al síndrome de Herxheimer pero también se debe destacar que otros síntomas relacionados con la candidiasis pueden verse aumentados durante este periodo de tiempo.

Dichos síntomas pueden durar días o incluso semanas, por lo que para disminuir o evitar los mismos se pueden tomar las siguientes medidas:

Si cuando la crisis ha comenzado, o ha aumentado, hace poco que hemos empezado a consumir un determinado remedio homeopático será conveniente cambiar la dosis del mismo empezando por una dosis baja para ir aumentándola gradualmente.

Beber gran cantidad de agua para ayudar al cuerpo a eliminar toxinas. Diluir una cucharada de sales de Epsom o sulfato de magnesio en un litro

de agua y beberlo a lo largo del día. Dichas sales favorecen la eliminación rápida de las toxinas.

Tomar antifúngicos naturales como el extracto de semillas de pomelo, aceite de orégano, aceite de coco, etc. Empezando por pequeñas dosis para ir aumentándolas de manera progresiva.

Intentar descansar lo máximo posible cada noche. Los baños calientes con bicarbonato sódico y sales de Epsom (sulfato de

magnesio) pueden ser de gran ayuda para eliminar las toxinas producidas cuando se destruyen las cándidas.

El primero en describir los síntomas de esta reacción fue el dermatólogo alemán Dr. Karl Herxheimer, por este motivo lleva su nombre.

La aparición de este síndrome, acompañado de nuestros síntomas, es otra manera más de confirmar que padecemos candidiasis.