¿CÓMO HACER UNIDADES DIDÁCTICAS INNOVADORAS? · En el ámbito de la enseñanza se suele hablar...

95
¿CÓMO HACER UNIDADES DIDÁCTICAS INNOVADORAS? Fernández González, José Elortegui Escartín, Nicolás Moreno Jiménez, Teodomiro Rodríguez García, José Fernando 1

Transcript of ¿CÓMO HACER UNIDADES DIDÁCTICAS INNOVADORAS? · En el ámbito de la enseñanza se suele hablar...

¿CÓMO HACER UNIDADES DIDÁCTICAS

INNOVADORAS?

Fernández González, José

Elortegui Escartín, Nicolás

Moreno Jiménez, Teodomiro

Rodríguez García, José Fernando

1

¿CÓMO HACER UNIDADES DIDÁCTICAS

INNOVADORAS?

Fernández González, José

Elortegui Escartín, Nicolás

Moreno Jiménez, Teodomiro

Rodríguez García, José Fernando

2

Ante lo que

este trabajo contiene

existe la posibilidad

de considerarlo

incompleto, de

considerarlo superfluo o

de sentirse abrumado

ante lo que no se sabe.

Esta última posibilidad

es la que más nos

preocupa y por ello

queremos señalar que la

tensión, el stress por

no saber, causa más

problemas que asumir

con tranquilidad que

nuestra práctica es

mejorable. Por

tanto ... ANTE TODO,

MUCHA CALMA.

En este documento hemos intentado reflejar

nuestra experiencia en la tarea de elaborar unidades

didácticas. Al hacerlo, no tenemos la intención de

proporcionar ningún tipo de receta mágica o método formal,

sino de sugerir una pauta de trabajo abierta. Tampoco

queremos ser exhaustivos, sino hacer una rápida pasada con

la pretensión de abrir horizontes, de proponer posibles

líneas de trabajo y estudio.

1

2

ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN 1

2. ¿CÓMO ESTÁ CAMBIANDO LA EDUCACIÓN? 3

2.1. ¿QUÉ CAMBIOS IMPLICAN PARA EL DOCENTE LAS INNOVACIONES EDUCATIVAS?

HACIA UN NUEVO PERFIL PROFESIONAL. 3

2.2. ¿QUÉ ES UNA UNIDAD DIDÁCTICA PARA LA INVESTIGACIÓN/INNOVACIÓN?

DEFINIENDO LA HIPÓTESIS DE TRABAJO. 10

3. ¿CÓMO SE HACE UNA UNIDAD DIDÁCTICA? 12

3.1. ¿QUÉ SE FIJA PRIMERO? EL COMIENZO DE LA PLANIFICACIÓN. 13

3.2. ¿SOBRE QUÉ TÓPICO SE TRABAJA? LA ELECCIÓN DE LA UNIDAD. 16

3.3. ¿DE QUÉ MANERA SE EVALÚA LA UNIDAD DIDÁCTICA? LA EVALUACIÓN.19

TRIANGULACIÓN 23

RESPECTO A LO PLANIFICADO: 23

3.4. ¿QUÉ PIENSAN LOS PROFESORES ACERCA DEL TÓPICO Y DE CÓMO ENSEÑARLO? LO

QUE PIENSAN LOS PROFESORES. 27

3.5. ¿CUÁLES SON LAS IDEAS PREVIAS DE LOS ALUMNOS? LO QUE PIENSAN LOS

ALUMNOS. 30

3.6. ¿QUÉ IDEAS-FUERZA HAN DE REGIR LA UNIDAD? LA FILOSOFÍA DE LA UNIDAD.

34

3.7. ¿CUÁLES SON LAS METAS DE LA UNIDAD? PRINCIPIOS, OBJETIVOS, INTENCIONES,

FINALIDADES. 36

3.8. ¿DE QUÉ INFRAESTRUCTURA SE DISPONE? LOS CONDICIONANTES MATERIALES.

38

3.9. ¿QUÉ CONTENIDOS INCLUIR? LOS CONTENIDOS. 40

3.10. ¿CÓMO SE ESTIMULA EL INTERÉS DEL ALUMNO EN EL TÓPICO? LA MOTIVACIÓN.

42

3.11. ¿QUÉ PROBLEMAS PLANTEAR PARA GUIAR LA UNIDAD? EL HILO CONDUCTOR. 46

3.12. ¿QUÉ ACTIVIDADES PROPONER PARA RESOLVER LOS PROBLEMAS? LA SECUENCIA

DE ACTIVIDADES. 48

3.13. ¿DE QUÉ TIEMPO SE DISPONE Y CÓMO SE AGRUPAN? LA TEMPORALIZACIÓN. 56

3.14. ¿CÓMO CONJUGAR TODO LO ANTERIOR? LA PROGRAMACIÓN. 58

4. ¿QUÉ SABER PARA HACER UNA UNIDAD DIDÁCTICA? 61

4.1. SOBRE LOS ALUMNOS, SUS INTERESES Y SU VISIÓN DEL MUNDO. 64

4.2. SOBRE EL DOCENTE Y SU NUEVO PERFIL PROFESIONAL. 68

4.3. SOBRE LA ENSEÑANZA COMO INTERACCIÓN SOCIAL. AULA, CENTRO Y SOCIEDAD.

70

3

4.4. SOBRE LA ENSEÑANZA, LA METODOLOGÍA Y LA DIDÁCTICA. 75

4.5 SOBRE LA CIENCIA, LOS CIENTÍFICOS, LA INVESTIGACIÓN, LA ENSEÑANZA DE LA

CIENCIA. 82

4.6. ¿POR DÓNDE EMPEZAR? 86

BIBLIOGRAFÍA 87

BIBLIOGRAFÍA CITADA. 87

RECOMENDACIONES PARA COMPLETAR EL DOCUMENTO. VER, PARA MEJORAR EL

TRABAJO: 88

PARA AMPLIAR. 89

4

1. INTRODUCCIÓN

En el ámbito de la enseñanza se suele hablar de unidades

didácticas como si hubiera un consenso sobre el significado del término y,

por tanto, tuviera el mismo sentido para todo el mundo. Sin embargo, al

intentar profundizar sobre cómo hacer una unidad didáctica, o qué incluir

en ella, o cómo evaluarla, surgen fuertes discrepancias. En realidad,

parece haber tantas concepciones como docentes, en una nueva visión del

refrán "cada maestrillo tiene su librillo".

La idea de lo que es una unidad didáctica, como tantas otras

cosas en la enseñanza, está profundamente ligada al pensamiento del

profesor. Las concepciones sobre la enseñanza, el modelo didáctico que

subyace en ellas, son elementos determinantes de lo que cada docente

entiende por unidad didáctica.

Vamos a hacer un somero repaso de algunas de las principales

posiciones didácticas para ver su efecto sobre cómo se conciben las

unidades didácticas y su elaboración.

Desde un modelo didáctico transmisor, el punto de partida de

una unidad didáctica vendrá dado por los contenidos conceptuales que la

unidad debe incluir, a su vez fijados por la estructura tradicional del

conocimiento científico. Una amplia y bien seleccionada colección de

ejercicios será la aplicación práctica de la teoría de la unidad.

Un modelo didáctico tecnológico se basará en una pedagogía por

objetivos, partiendo de éstos a la hora de diseñar la unidad. Puesto que la

eficacia en la enseñanza depende de una buena planificación, se

establecerán en primer lugar los objetivos de todo orden necesarios para

lograr una buena calidad de la enseñanza. A continuación, se seleccionarán

los contenidos adecuados a esos objetivos y, con ellos, los ejercicios

para la aplicación práctica de los mismos.

Sin embargo, el punto de partida de un modelo didáctico

artesano-humanista será muy diferente. Desde este modelo, se considera que

lo que los alumnos aprenden es aquello que les interesa o lo que consideran

necesario o útil. Por tanto, la motivación de los alumnos será el punto de

partida de la elaboración de la unidad didáctica, buscando un proyecto

interesante o un fenómeno llamativo y cercano que provoque preguntas en los

alumnos. A partir de ahí, se seleccionarán las actividades sobre las que

1

girará la enseñanza, sin separar trabajo práctico y conceptual, pero

supeditando siempre la secuenciación a lo que pudiera suceder en el aula.

Para ello, se dispondrá de una amplia batería de actividades alternativas

que permitan varios desarrollos diferentes a la hora de la puesta en

práctica en función de la interacción con los alumnos.

Otra posibilidad es elaborar unidades desde el punto de vista

de un modelo didáctico por descubrimiento, en el que se considera que lo

que se aprende es lo que cada cual redescubre por sí mismo. En este caso,

la unidad didáctica empezará por la selección de proyectos de investigación

asequibles para el alumno, muchas veces extraídos de la historia de la

disciplina, que permitan volver a descubrir las leyes y conceptos que se

esconden tras el tema investigado. De esa forma la solución del caso

estudiado se podrá generalizar a otros casos e inducir las leyes y

conceptos generales que rigen lo estudiado. Considera el placer de

descubrir como la principal motivación, y la imaginación y la creatividad

de los alumnos como el motor del trabajo. La planificación dejará margen a

las investigaciones propuestas por los alumnos.

Para terminar, desde un modelo didáctico constructivista, muy

influido por la psicología del aprendizaje, el punto de partida es lo que

los alumnos ya saben. Por tanto, el conocimiento de las teorías de los

alumnos y sus ideas previas determinarán una secuencia en la que dichas

ideas se irán poniendo en cuestión y reelaborando. El trabajo práctico

avanzará en paralelo con el teórico, sin una separación definida y bajo la

guía del profesor.

No creemos que sea posible inclinarse totalmente y sin matices

por uno de los modelos. Diferentes historias personales y visiones de la

docencia nos harán preferir unos u otros. Y todos ellos, en mayor o menor

medida, tienen aspectos útiles para el perfil profesional emergente en los

nuevos sistemas educativos y en los avances e innovaciones de la enseñanza.

2

2. ¿CÓMO ESTÁ CAMBIANDO LA EDUCACIÓN?

2.1. ¿Qué cambios implican para el docente las innovaciones educativas?

Hacia un nuevo perfil profesional.

Durante la práctica totalidad de la historia de la educación en

España, los docentes han trabajado bajo diseños curriculares elaborados por

el Ministerio de Educación, caracterizados por fijar el 100% (¡o más!) del

tiempo disponible. A partir de la idea de que todos los ciudadanos deben

pasar por la misma educación, se fijaban la totalidad de los contenidos

curriculares, las "programaciones oficiales", que todo docente debía

seguir.

Los cambios que supone la Ley Orgánica de Ordenación del

Sistema Educativo (1990) modifican esta situación: bajo una filosofía de

descentralización y diversificación, se reconoce institucionalmente que

cada persona es distinta de otra y aprende de diferentes maneras y

posiciones de partida. Y, en coherencia con lo anterior, queda establecido

que cada centro docente es diferente, tanto por las personas que lo

componen como por el entorno social en que se sitúa. De esta forma se abre

paso la idea de la autonomía de los centros, que deja en sus manos, entre

otras cosas, la determinación de parte del currículo.

Con ello, se plantea un problema hasta ahora desconocido en

nuestro sistema educativo: el profesorado, en general, no domina las tareas

de diseño curricular, porque no se ha tenido que dedicar a ellas hasta el

momento. Estas tareas se añaden, por iniciativa (y con presión)

institucional, a la labor profesional habitual. Es lógico que surja la

preocupación por conocer más a fondo qué es el diseño curricular.

El diseño curricular contempla los fines que persigue la

educación escolar, es decir, aquellos aspectos del desarrollo de los

estudiantes que se tratan de impulsar. En él se concretan y toman cuerpo

los principios, criterios, planteamientos y condicionantes de todo tipo

(económicos, ideológicos, políticos, psicopedagógicos, etc.) que

contribuyen a dar una determinada orientación a la enseñanza. Para ello,

será necesario tomar decisiones que compaginen aspectos contrapuestos y

frecuentemente en conflicto. Por ejemplo, se intenta alcanzar un equilibrio

entre la enseñanza-aprendizaje de los conceptos y de los procesos, entre

comprensividad y selectividad y entre uniformidad y diversidad.

3

El diseño curricular propone un plan de acción para llevar a la

práctica sus principios, resolviendo el qué, quién, cómo, cuándo, dónde y

para qué enseñar y evaluar. Ha de concretar pues, objetivos actitudinales y

procesuales, contenidos, metodología, elaboración de materiales didácticos,

actividades, organización del centro, del ciclo, del área, formación inicial

y permanente del profesorado que ejecuta la enseñanza, el tipo y grado de los

aprendizajes que tiene que realizar el alumno, etc.

Debido a la complejidad de los factores que afectan al diseño

curricular y a la diferente extensión de cada uno, se suele articular en tres

niveles de menor a mayor concreción:

El primer nivel abarca las competencias estatales y autonómicas

para establecer el marco general en el que se deberán insertar todas las

decisiones educativas. En este nivel se definen los aspectos generales,

habitualmente más marcados por razonamientos políticos y económicos que por

razonamientos didácticos (titulaciones, estructura del sistema educativo,

distribución de asignaturas por cursos, etc.). En lo que se refiere a

aspectos didácticos, este nivel queda abierto, lo que deposita sobre el

profesional de la enseñanza una mayor libertad y una mayor responsabilidad

sobre su trabajo, redefiniendo, como antes se comentaba, su perfil

profesional.

La existencia de este primer nivel, junto con la estructura

docente pública o privada, determinan una innegable influencia de lo

institucional en el trabajo docente. Este factor institucional, con una

estructura rígida y burocrática, tiende a la uniformidad, mientras que los

factores más cercanos a centros, profesores y alumnos tienden a la

diversidad, con el consiguiente conflicto de intereses.

En el segundo nivel es donde se perfilan las líneas directrices

de cómo se articula el diseño curricular en el centro docente. Por tanto, se

planifican las áreas, materias, etc. en un proyecto asumido por el colectivo

educativo del centro y que constituye el "Plan de Centro" o "Proyecto de

Centro", donde aparece qué enseñar (los bloques temáticos), cómo, cuándo,

dónde y para qué.

El Proyecto o Plan de Centro suele constar de tres elementos

bien diferenciados: el Reglamento de Régimen Interior, el Proyecto Educativo

y el Proyecto Curricular. Los proyectos curriculares ilustran concretamente

4

la manera de utilizar el currículo oficial bajo determinados supuestos.

Tienen una función ilustrativa y ejemplificadora, carecen de valor

prescriptivo y deben estar fuera del ámbito de la ordenación educativa.

5

Figura 1. Niveles de concreción del Diseño Curricular

Queda un tercer nivel que atañe ya a los profesores de un mismo

curso, área, etc. y que es el más cercano al trabajo diario. Es aquí donde

se puede optar por la organización del proceso de enseñanza-aprendizaje

alrededor de unidades didácticas. El equipo de profesores elaborará los

materiales didácticos concretos que utilizará en la unidad, siendo ésta el

punto de confluencia entre la teoría y la práctica, puesto que lleva tras

de sí toda una reflexión sobre el "modelo didáctico" que queremos plasmar

en el aula.

A la hora de dar cuerpo a una unidad didáctica debemos tener

presente la "fundamentación teórica" por la que nos guiamos. En la práctica

docente actual, la ausencia de esta fundamentación teórica es,

probablemente, una de las principales causas de la baja calidad de la

enseñanza. Propicia la transmisión de gran cantidad de contenidos de todo

tipo, no reflexionados, justificados frecuentemente con un "siempre se ha

hecho así" y que pueden ser incoherentes con la teoría docente o el

discurso profesional de quienes lo llevan a cabo. Esto nos lleva a algunas

reflexiones sobre la didáctica, campo de conocimiento frecuentemente mal

visto por los docentes, tal vez como consecuencia de una aplicación poco

afortunada en las aulas y de una transmisión de sus contenidos a los

profesores bastante desgraciada.

6

Vamos a intentar exponer nuestra concepción de la didáctica

como disciplina que se ocupa de explicar los procesos de la enseñanza y del

aprendizaje y de concretar modelos de trabajo docente.

Hasta hace muy poco tiempo la didáctica trataba de explicarle

teóricamente al profesor "como debían hacerse las cosas", "¿cómo se debía

enseñar, planificar, etc.?" Su finalidad era tratar de hacerle ver las

condiciones ideales en que debían desarrollarse las situaciones de

enseñanza para que el aprendizaje fuera eficaz. Hoy va abriéndose paso la

idea de que la "didáctica" debe tener un enfoque distinto en cualquiera de

las situaciones en las que se haga uso de ella, sin excepción. Esta nueva

óptica parte de no querer llevar al profesor a ningún estado idílico, que

ni siquiera tiene por qué conocer, sino considerar que lo importante es que

reflexione sobre su concepción de la enseñanza y adopte una actitud crítica

y analítica con respecto a su quehacer (¿cómo planifico?, ¿cómo trabajo?).

La didáctica ofrece recursos, capacitación en el análisis, información,

formación y ejemplos de situaciones para que el docente las incorpore a su

acervo profesional y sea él mismo, desde su concepción y postura frente a

la profesión, quien decida su evolución.

La didáctica ha evolucionado, ha pasado de ofrecer unas

prescripciones sobre cómo trabajar ("las cosas se deben hacer así", "la

receta es....") a ser vehículo de reflexión sobre la práctica, llevada a

cabo por el propio docente (¿por qué trabajo así?) para, conociéndose a sí

mismo, decidir hacia dónde moverse.

Un tipo de investigación didáctica, que está creciendo en

importancia en los últimos tiempos, es la que “estudia el pensamiento del

profesor”. En ella se considera que los docentes son profesionales con

ideología, creencias frente al mundo y la vida, experiencias y

planteamientos pedagógicos y vitales que, inevitablemente, tienen una

repercusión en una parte tan importante de su vida como es la que dedica a

sus alumnos por la intervención profesional. Se enseña en función de cómo

se piensa.

Donde mejor se refleja el pensamiento del profesor acerca de lo

que es enseñar y aprender es en su trabajo docente en el aula, y con los

alumnos. Pero ante la dificultad de esta observación directa de la

práctica, se puede empezar por el análisis de la planificación de la clase

diaria, ya que este nivel de decisiones también está impregnado de lo que

piensa el profesor. Aquí se pueden observar los cambios paulatinos que se

7

producen en su pensamiento acerca de cómo es y cómo debe llevarse a cabo el

proceso de enseñanza-aprendizaje.

La planificación es un proceso de reflexión-previsión-propuesta

de acción del profesor con sus propias limitaciones: pensamiento del

profesor, contexto de la enseñanza, realidad del aula, etc. También podemos

verla como un proyecto de acción dentro de una determinada realidad social

y cultural, que parte de las experiencias de alumnos y profesores y que

pretende mejorar el aprendizaje del estudiante y la función del educador.

Implica un conjunto de valores curriculares, pero también de naturaleza

socio-cultural y política. La adopción de una forma de planificar significa

e implica asumir un determinado modelo didáctico.

Desde nuestro punto de vista, el trabajo de planificación del

profesor debe adoptar principios tales como:

"La planificación no es la aplicación de una técnica o

procedimiento universal establecido o reconocido desde fuera del aula".

"No es la marcha de la clase la que se adapta a la

programación, sino que es la programación la que se adapta al ritmo de la

clase".

"La planificación no es pensar lo que se debe hacer, sino

pensar en lo que se puede hacer" (Salinas, 1990).

La articulación total del proyecto de acción (la

planificación), en una concreción de determinados

principios/conceptos/problemas, así como la secuencia de actividades en una

unidad didáctica determinada, es a lo que atribuimos el término

“programación”.

Así, la programación es la preparación previa del profesorado

(en un proyecto de todos) sobre lo que va a hacer, dónde lo hará, cómo lo

va a hacer y para qué sirve. Esta programación suele tener un reflejo en

parrillas, esquemas o plantillas.

Desde nuestro punto de vista, la evaluación ocupa un lugar

especial dentro de la planificación. Es el aspecto del trabajo docente que

mejor refleja la forma de pensar profesional (y personal) del enseñante, al

mostrar la concepción que se tiene de lo que es y debe ser su función y su

trabajo en la sociedad. En nuestra propuesta de trabajo, la forma de ver la

evaluación ocupa un lugar preferente a lo largo de todo el proceso de

8

elaboración y puesta en práctica de la unidad didáctica: lo que está bien,

lo evaluado positivamente, cambia con las circunstancias (temporales,

espaciales, sociales, etc.), por lo que todo elemento del trabajo debe ser

reevaluado periódicamente. En consecuencia, ningún proceso tiene final,

únicamente etapas de avance.

Todas estas reflexiones llevan a contemplar la implantación del

nuevo sistema educativo español desde un punto de vista diferente al que

puede tener la sociedad en general. Si para ésta supone "un cambio de

planes de estudio" o "una nueva estructura del sistema educativo", para el

profesor supone una reconversión de la profesión docente, la redefinición

del perfil profesional, que ha de asumir a corto plazo nuevas tareas y

responsabilidades para las que, en general, no ha sido preparado.

Las armas que permitirán solucionar este problema serán su

experiencia docente y su capacidad de reflexión sobre la misma y la

formación que sea capaz de adquirir por diferentes mecanismos de desarrollo

profesional.

Diseño curricular.

Se configura como una de las nuevas tareas profesionales docentes debido a

la descentralización establecida por el nuevo sistema educativo. El tercer

nivel de concreción, el más cercano a la tarea diaria, implica la

elaboración, por parte de equipos de profesores, de propuestas curriculares

adaptadas al contexto que tengan en cuenta el pensamiento y los intereses

del propio grupo.

Didáctica.

Campo de conocimiento orientado a la descripción y teorización de los

procesos de enseñanza-aprendizaje con el fin de fundamentarlos y facilitar la

toma de decisiones acerca de lo que se debe hacer.

Pensamiento del profesor.

Conjunto de conceptos, procedimientos y actitudes que determinan la práctica

docente y el desarrollo profesional, cuya explicitación, evaluación y

modificación sirve como base para el cambio del modelo profesional.

9

2.2. ¿Qué es una unidad didáctica para la

investigación/innovación? Definiendo la hipótesis de

trabajo.

Ante los planteamientos que hacen los distintos modelos

didácticos, perfectamente defendibles desde cada uno de ellos, debe quedar

claro que no hay una "receta" para elaborar unidades didácticas. Esta tarea

no tiene una tecnología definida paso a paso en una secuencia aceptada y de

alta eficacia.

Los criterios y la forma de elaborar unidades didácticas va a

depender, como se ha dicho, de las personas implicadas en el proceso y de

la gestión del mismo. Además, cambia a lo largo del tiempo, según la

dinámica del grupo y de la evolución de la formación de sus componentes.

La elaboración de unidades didácticas debe partir de la

integración de: los procesos de investigación educativa como línea de

trabajo, la innovación educativa como aporte de nuevas perspectivas y el

trabajo en equipo como dinámica de interacción social y toma de decisiones.

La experiencia muestra que las unidades didácticas elaboradas de esta forma

son aplicables en su integridad únicamente por los componentes del grupo de

trabajo (y no siempre). Para los demás docentes pueden ser una buena

referencia pero raramente una guía adaptada a sus necesidades. Una de las

características más importantes de nuestro planteamiento, por tanto, es la

idea de que la unidad va a estar muy condicionada por la manera de pensar

del equipo de profesores que la va a elaborar y poner en práctica.

La unidad didáctica tiene su origen en la necesidad de

encontrar una estrategia capaz de organizar la enseñanza y el aprendizaje

de manera que ambas competencias resulten eficientes. Se infiere que todo

curso de estudios puede y debe organizarse en parcelas o ejes por algún

procedimiento adecuado (proyectos, centros de interés, lecciones, análisis

de casos, unidades didácticas, módulos, áreas, ciclos, etc.).

Es posible que no todas las materias de un mismo curso se

puedan organizar por la técnica de unidades, ni siquiera todos los aspectos

o tópicos de una misma materia, sino sólo aquellos que por su epistemología

y naturaleza hacen posible la configuración del esquema de "unidad".

Consideramos que la unidad didáctica es un conjunto de ideas,

una hipótesis de trabajo, que incluye no sólo los contenidos de la

10

disciplina y los recursos necesarios para el trabajo diario, sino unas

metas de aprendizaje, una estrategia que ordene y regule en la práctica

escolar los diversos contenidos del aprendizaje y la forma de pensar del

equipo de docentes que impregna todo el conjunto con su filosofía y sus

métodos de trabajo, casi siempre implícitos pero determinantes.

Todo ello debe ser acorde, en la medida de lo posible, con las

nuevas investigaciones en el campo de la educación y con los principios que

se han venido desarrollando alrededor del nuevo sistema educativo.

Una de las tareas prioritarias, quizás la primera preocupación

al intentar planificar un curso, es identificar o reconocer los tópicos o

cuestiones que pueden ser organizados por el procedimiento de unidades. Así

pues, una primera tarea será la delimitación de las unidades.

Tradicionalmente ha sido un enfoque disciplinar el que ha

determinado la selección de unidades, ajustándose a una estructura y a una

cierta secuencia de contenidos, cuya lógica se basa más en la disciplina de

referencia que en su aplicación o utilidad en la vida real. Sería ésta una

forma “vertical” de delimitación de unidades, en la que una unidad prepara

el terreno a la siguiente con los ojos puestos en la estructura académica.

Bajo esta perspectiva, la selección de las unidades exigiría analizar

lógicamente la materia, buscando los principios, los conceptos y las

generalizaciones más importantes.

Sin embargo se va abriendo paso otro enfoque más centrado en el

mundo del alumno que en el de la disciplina, que podemos denominar

"horizontal" o "transversal" y en el que las unidades vendrán organizadas

por el estudio de un centro de interés desde múltiples puntos de vista y en

el que convergen conocimientos de varios campos académicos.

La unidad didáctica,

- Es un conjunto de ideas, una hipótesis de trabajo.

- Está muy condicionada por la manera de pensar del equipo de

profesores que la elabora.

- Busca organizar la práctica de la enseñanza y el aprendizaje de

manera eficiente.

- Es difícilmente transferible de un equipo de profesores a otros.

- Puede ser disciplinar o transversal.

11

3. ¿CÓMO SE HACE UNA UNIDAD DIDÁCTICA?

En este capítulo se desarrollan las etapas que se pueden seguir

para elaborar una unidad didáctica. En cada apartado se hace una

descripción de las decisiones que se han de tomar y, para una mejor

comprensión, se cita al final un ejemplo en un recuadro de texto.

Por tanto, el desarrollo de cada apartado se sustenta en dos

elementos: una descripción teórica fundamentada acerca de cómo elaborar una

unidad didáctica y una ejemplificación práctica.

La ejemplificación aborda la contaminación de las aguas y está

orientada a alumnos del segundo ciclo de la Educación Secundaria

Obligatoria (14-16 años).

Como se ha indicado, las ideas que tienen distintos colectivos,

administraciones, gabinetes, profesionales de la didáctica, grupos de

trabajo, etc., sobre ¿qué es y cómo se hace una unidad didáctica? son

diversas. Más que hacer una nueva aportación, se pretende desarrollar un

marco general de lo que puede ser una unidad didáctica atendiendo, sobre

todo, al procedimiento. Con esto, no se intenta dar ninguna receta cerrada,

ya que la forma específica de diseñar una unidad didáctica concreta no

tiene por qué obedecer a un modelo o formato único.

Se pretende unificar dentro de la diversidad, esto es, aportar

unos criterios abiertos y remodelables que funcionen como hipótesis de

trabajo, teniendo como referencia las concepciones de los profesores

(conocimientos de la materia, de la enseñanza, de...), las ideas de los

alumnos y las innovaciones que se vayan produciendo en el campo de la

investigación sobre la práctica del proceso enseñanza-aprendizaje.

Por tanto, no se pretende aportar grandes novedades a la

estructura de una unidad didáctica, sino que se señalarán algunos

fundamentos teóricos que deben regir los procedimientos para su

realización.

Uno de los problemas más prácticos y operativos que se

encuentra con frecuencia el profesor se puede resumir en la cuestión:

"después de conocer todo lo relativo a una unidad didáctica, ¿cómo se

hace?". Lo razonable es plantearse una serie de interrogantes que permitan

ir acotando el problema, pasando de la situación inicial en que la

12

propuesta de trabajo es totalmente abierta a un ámbito cada vez más

restringido, en el que la concreción permita llegar a buen puerto.

3.1. ¿Qué se fija primero? El comienzo de la planificación.

Para comenzar la planificación, hay un mecanismo muy extendido

y fácilmente observable entre los docentes, aún en aquellos con

experiencia, que se muestra en la Figura 2: primero seleccionan el tema;

después, en unos casos seleccionan lo que se llama “la materia”, es decir

los contenidos conceptuales (a esto se le suele llamar "lo que hay que

saber"), en otros seleccionan un conjunto de actividades y experiencias.

Luego, entresacan las actividades que posibiliten a los alumnos el

aprendizaje de los conocimientos señalados o, en el caso de aquellos que

seleccionan actividades previamente, ahora relacionarán los conceptos que

el alumno adquiere con las actividades. Más tarde se seleccionan los

objetivos que encuadran en el marco que se ha creado, o se formulan

objetivos aislados, acorde con lo planificado, pero desconectados del

proceso de la educación sistemática, y en muchos casos, hasta desligados

del contenido de la unidad.

Figura 2 . Primeros pasos para comenzar la planificación.

Estos procedimientos plantean una serie de problemas que no se pueden

soslayar.

13

Respecto a la primera tendencia, "lo que hay que saber" no puede

estar centrado sólo en los contenidos conceptuales, como si razonar,

estudiar, desarrollar habilidades, procesos, actitudes, etc. no tuviera que

enseñarse también, y por consiguiente aprenderse. Programar exclusivamente

desde los conceptos supone transmitir mecánicamente la asignatura sin

cuestionarnos para qué enseñamos. Esta concepción responde a una

planificación desde la asignatura, primando la estructura de ésta.

Respecto a la tendencia de fijar primero las actividades sin

plantearse los conceptos que se desarrollan al hacerlas, la consecuencia

inmediata es el activismo. Programar desde las actividades supone actuar

sin cuestionarse qué se quiere enseñar y por qué.

Es más lógico establecer una estructura basada en el

aprendizaje. Ello implica comenzar por la determinación de una serie de

metas, a la vista de las cuales poder secuenciar y temporalizar las

actividades en función de los diferentes factores implicados.

Desde nuestro punto de vista, la elaboración de una unidad

didáctica es algo demasiado complejo como para proponer una secuencia

lineal de trabajo. Diferentes partes del proceso interaccionan con las

demás, componiendo un sistema que ha de abordarse en su conjunto.

De forma resumida, se proponen unas sugerencias de planificación de

unidades didácticas en las que, partiendo de los conceptos de alumnos y

profesores, y tras la elaboración de las ideas-fuerza, se trabajan

simultáneamente en una primera etapa, principios, objetivos, contenidos y

problemas para, después, establecer una relación de actividades y su

secuenciación, una programación y una experimentación.

Se llaman ideas-fuerza a un pequeño conjunto de metas (o de

contenidos de cualquier tipo) y a sus aplicaciones prácticas, que

constituyen el núcleo de los aprendizajes que pretendemos conseguir. Estas

ideas-fuerza siempre están presentes cuando enseñamos, aunque muchas veces

no lo están explícitamente, por lo que es muy importante ponerlas de

manifiesto y analizarlas críticamente.

Un proceso tan complejo como el de preparar la enseñanza-

aprendizaje de los alumnos por un equipo de docentes no puede considerarse

14

lineal: es intrínsecamente sistémico al estar todos los factores

interrelacionados.

Figura 3. Esquema general de elaboración de una unidad didáctica.

Separamos dos etapas, una de concepción, de reflexión y

análisis crítico de “lo que se quiere hacer”, y otra de realización

práctica y formalización, en la que se adapta lo anterior a “lo que se

puede hacer”.

Y todo ello presidido por una evaluación del proceso

deslocalizada, a lo largo de todas las etapas, de manera que este trabajo

no es claramente secuencial, se realimenta continuamente y durante todo el

proceso las decisiones posteriores modifican las anteriores.

15

3.2. ¿Sobre qué tópico se trabaja? La elección de la unidad.

La elección del tópico de la unidad suele estar determinada por

las necesidades del grupo de profesores que la abordan. Las motivaciones

son muy variadas. Entre las motivaciones internas, es frecuente que la

insatisfacción que produce un material con el que se esté trabajando lleve

a reelaborarlo a partir de otro enfoque, o a añadir un nuevo bloque de

aprendizaje que lo complemente.

En otras ocasiones la elección de la unidad esta provocada por

motivaciones externas, como cambios en la legislación educativa, en el

proyecto de centro, la realización de prácticas de un curso de formación

del profesorado, etc.

Al elegir el tópico sobre el que se va a trabajar se ha de

analizar si es idóneo para la edad y para la diversidad de niveles de

desarrollo de los alumnos. Todo esto requiere:

a) Conocer los intereses que tienen los alumnos y los que se pueden

suscitar con dicho tópico.

b) Tener información de los conocimientos, habilidades, destrezas de los

alumnos con los que se va a trabajar.

c) Conocer los recursos materiales y didácticos con que se puede contar.

d) Analizar la situación de la unidad dentro de los distintos niveles de

concreción curricular, recogiendo su relación con otras unidades,

otras asignaturas y con el proyecto de centro. Como los diferentes

niveles de concreción del currículo suelen recoger la materia

agrupada en bloques temáticos (por ejemplo: luz y sonido, literatura

castellana del siglo XVII, la II República Española) habrá que

considerar si la unidad recoge uno sólo de estos bloques o si agrupa

partes de diferentes bloques y éstos se van analizando en distintos

momentos del curso.

Al elegir tópico, se pueden observar dos vías nítidamente

diferenciadas.

La primera es la vía disciplinar, que tiende a seleccionar tópicos

determinados previamente por la estructura de la disciplina en la que se

trabaja. Así, se pueden elaborar unidades didácticas sobre el teatro de

Lope de Vega, la guerra contra Napoleón o el movimiento rectilíneo, esquema

16

de trabajo frecuente en los libros de texto y muy cercano a la definición

del primer nivel de concreción curricular de las administraciones

educativas.

Una segunda opción es aproximarse a los conocimientos de los

alumnos y al entorno de la vida diaria (es decir, el acercamiento del

conocimiento escolar al conocimiento cotidiano). Esta opción está animando

nuevos enfoques menos disciplinares. Podemos elaborar unidades didácticas

que aborden temas transversales, centros de interés, estudio de casos, etc.

Un tema transversal como el que usamos en las ejemplificaciones de

este libro, la contaminación de aguas, permite trabajar contenidos de

varias disciplinas, como las ciencias sociales, la meteorología, la

biología o la química.

Una unidad sobre la figura del pícaro puede romper con la estructura

temporal en la literatura, o una unidad sobre las comunicaciones permite

ver su efecto sobre la estabilidad de los imperios e introducir la

tecnología en las ciencias sociales.

Un caso de distribución temporal discontinua puede ser una unidad

didáctica sobre medición y unidades o sobre el método científico, que

aparecerán prácticamente en cada tópico de física o química que se estudie

a lo largo de un curso.

Podemos ver varios métodos de enfocar unos mismos contenidos en el

siguiente cuadro:

Disciplina Núcleos de interés Estudio de casos

Cinemática Física del

Estudio de una carrera de

100 m lisos Energía mecánica deporte. Estudio del salto de

altura.Calor Física de la cocina. Estudio de un calentador de

gas.Electricidad La electricidad en casa Estudio de una cocina

eléctrica.Ondas Física de varar olas (o

de surfear).

Estudio de las olas en la

playa de ......

17

Otros ejemplos de unidades didácticas organizadas de forma

menos ligada a la estructura de la disciplina pueden ser los

siguientes:

Núcleos de interés Estudio de casos

- Ciencia de los

materiales.

- Reciclado de residuos

sólidos.

- Energías alternativas.

- Estudio de la calidad de

diferentes marcas de

aguafuerte.

- Estudio de la reutilización de

papel del centro.

- Construcción de un

aerogenerador.

Otra forma de elaborar unidades es la de condicionarlas a la

metodología; así, una unidad trabajada mediante resolución de situaciones

problemáticas puede tener la siguiente estructura:

Problema 1

Problema 2

Problema 3

Subproblema 3.1

Subproblema 3.2

Problema 4

Problema 5

Subproblema 5.1

Problema 6

Subproblema 6.1

Subproblema 6.2

¿Por qué en muchas especies de animales acuáticos no

pueden vivir en aguas estancadas?

Puesto que el petróleo flota y se mantiene en la

superficie, ¿por qué es tan dañina una marea negra para

los animales sumergidos?

¿Cómo funciona una estación depuradora de aguas?

¿En qué se diferencia una estación depuradora de una

potabilizadora de agua?

Si el agua que sale de la depuradora no es potable,

¿para qué sirve y cómo es que dicen que aumenta la

disponibilidad de agua para beber?

¿Qué efecto causa tirar al suelo el aceite usado de los

coches?

¿Por qué se cambió la gasolina con plomo por gasolina

sin plomo?

¿Para qué sirve el catalizador del tubo de escape

de los coches?

¿Qué sucede con las basuras de nuestros domicilios?

¿Cómo se hace el reciclado del vidrio?

¿Qué ventajas y problemas da el reciclado de papel?

18

3.3. ¿De qué manera se evalúa la unidad didáctica? La

evaluación.

En la evaluación se suelen poner de manifiesto muchas

paradojas. Una de ellas es que, tanto si se habla con los profesores como

si se observa una programación, se proponen objetivos de razonamiento,

comprensión, aplicación de conceptos, interpretación de datos, trabajo con

gráficas, formulación de hipótesis de hechos observables, desarrollo de

actitudes, etc. Pero, aunque todo esto se trabaje en clase (que no siempre

es así), lo que el profesor suele evaluar, a fin de cuentas, es el volumen

de conocimientos conceptuales que el alumno posee, frecuentemente a través

de un "examen". No se suelen evaluar otros objetivos, aún cuando estén

programados, ni la secuencia de actividades seguidas, ni la programación de

la unidad, ni el interés y actitudes de los alumnos, ni la actuación del

profesor, ni las repercusiones de lo aprendido, etc.

La evaluación debe referirse al proceso de aprendizaje completo

y, dado que éste depende tanto del alumno como del profesor, aula y demás

factores del entorno, es el conjunto lo que debe ser evaluado.

Se piensa que la evaluación es un proceso de reflexión sobre la

práctica que orienta la toma de decisiones en la enseñanza-aprendizaje.

Proporciona al alumno y al profesor información sobre cómo están, a dónde

han llegado y qué pueden hacer.

Desde esta posición, es conveniente adoptar el enfoque de la

evaluación formativa, en la que la información que se recoge en la

evaluación se utiliza para reconducir continuamente aquello que no va

adecuadamente. Toda la planificación de la unidad adquiere el carácter de

hipótesis que se contrasta con su puesta en práctica.

Es por estas razones por lo que se señala en el esquema general

que la evaluación es algo que no va al final del proceso sino que está

presente desde el principio y en todo momento, para reconducir la situación

y orientar la marcha. Es una estrategia para obtener información

significativa que mejore el proceso, en todos los ámbitos y en todo

momento.

19

Al considerar la evaluación debemos tener en cuenta, al menos,

dos perspectivas: la evaluación de la propia unidad y la evaluación del

aprendizaje de los alumnos.

Para hacer una evaluación de la unidad, hay que considerar que,

como ya se ha dicho anteriormente, una unidad didáctica es una "hipótesis

de trabajo" con la que se espera que, mediante una secuencia de

actividades, se alcance un aprendizaje significativo de las habilidades,

actitudes y conceptos que se consideran deseables para los alumnos. Por

tanto se debe controlar la marcha de esta hipótesis y realimentarla

continuamente con la información que la evaluación suministra.

Para llevar a cabo la evaluación de la unidad se ha de disponer

de indicadores e instrumentos que proporcionen datos y observaciones sobre

su marcha en clase para reestructurarla. Al mismo tiempo, esta información

permitirá tomar decisiones sobre futuras sesiones, el papel como docentes,

el clima de relaciones y las orientaciones que se han de dar a los alumnos

para reconducir su proceso de aprendizaje.

En la evaluación de la unidad podemos utilizar indicadores como

los siguientes:

- Respecto a la idoneidad de los planteamientos de la unidad:

a) La investigación de aspectos concretos del proceso de aprendizaje.

b) La eficacia de las actividades respecto al aprendizaje.

- Respecto a la idoneidad de la planificación:

a) La puesta en marcha de la unidad.

b) La temporalización prevista y la real.

c) La idoneidad de los materiales.

- Respecto a la adecuación a los alumnos:

a) La valoración del diseño por parte de los alumnos.

b) La actitud de los alumnos.

c) El interés manifestado por ellos.

d) Las dificultades de comprensión.

e) Las dificultades de manipulación.

20

Para seguir estos indicadores necesitaremos instrumentos de

evaluación adecuados. Los profesores pueden utilizar plantillas de

observación que les permitan controlar algunos aspectos clave o utilizar lo

reflejado por los alumnos en sus cuadernos. También se suelen utilizar

cuestionarios que cumplimentan tanto los alumnos como los profesores que

ponen en práctica la unidad didáctica en el aula. La adecuación a los

alumnos se puede evaluar, en gran parte, mediante su cuaderno.

Pero de entre las herramientas para evaluación de unidades

didácticas más habituales queremos destacar, por su eficacia, el diario de

clase del profesor y los procesos de triangulación.

El diario de clase consiste básicamente en un archivo o una

memoria de lo observado por el profesor en el aula. Será utilizado como una

guía de reflexión sobre la práctica, favoreciendo tanto la toma de

conciencia del profesor sobre su proceso de evolución y sobre sus modelos

de referencia como el establecimiento de conexiones significativas entre

conocimiento práctico y conocimiento disciplinar para fundamentar sus

decisiones (Porlán y Martín, 1993).

La información que se suele recoger en el diario de clase del

profesor se refleja en el Cuadro 1.

DIARIO DE CLASE DEL PROFESOR

█ Puesta en acción de la Unidad██ Tiempo previsto y dedicado a cada actividad██ Situaciones imprevistas incorporadas██ Ideas previas de los alumnos detectadas, extensión,█ modificación██ Actitud de alumnos y alumnas██ Interés que han mostrado██ Ilusión y gratificación con que nos encontramos nosotros██ Dificultades estructurales: centro, aulas, recursos██ Dificultades manipulativas██ Idoneidad de cada aspecto diseñado: alternativas posibles██ Opiniones externas a los alumnos, profesores que

21

█ participan en el proceso█

Cuadro 1. Esquema del seguimiento de la unidad mediante el diario de

clase.

Para hacer una evaluación total de la unidad didáctica, es

conveniente hacer una triangulación de la forma más completa posible, en la

que intervengan como elementos un observador interno, el profesor y los

alumnos.

La triangulación consiste en incorporar al aula un observador

(habitualmente, otro profesor) que no interviene en los procesos que tienen

lugar en el aula, lo que le permite dedicarse a registrar todo aquello que

considere significativo para evaluar.

Otra posibilidades serían triangular sólo entre profesores y

alumnos (cada uno con su respectivo diario) o hacer observaciones cruzadas

entre compañeros de un mismo equipo o seminario.

Siendo tres los elementos que intervienen en la triangulación,

como se muestra en la Figura 4, la intervención del profesor como primer

vértice de la triangulación, del alumno como segundo vértice y del

observador interno como tercero, debe estar avalada por un documento-

informe que permite hacer una interpretación del contenido del triángulo,

esto es, de lo planificado, del proceso seguido y de los hechos acaecidos

con los puntos de vista de todos ellos.

Figura 4. Los elementos de la triangulación

22

TRIANGULACIÓN

Respecto a lo planificado:

Modificaciones del guión respecto a lo planificado, hipótesis de

partida erróneas, situaciones no previstas, situaciones de

desconcierto ante una actividad, etc.

Respecto al profesor:

Habilidades de comunicación: entonación, presentación, claridad en la

exposición de objetivos, vocabulario, etc.

Habilidades en la dinámica de grupos: modera, deja tiempo para

reflexionar, facilita el debate entre alumnos, monopoliza el debate,

etc.

Respecto a los alumnos:

Organización y relaciones en los grupos: líderes, tensiones, quién

habla y quién no, intervenciones fuera de contexto, distribución del

trabajo, actitudes hacia el profesor y hacia los compañeros, etc.

Ideas previas de los alumnos, cómo se manifiestan, cuál es su

extensión entre ellos, cómo y cuándo se modifican, etc.

Cuadro 2. Aspectos que suele analizar el observador.

Para hacer la evaluación de los alumnos tenemos que considerar que,

para éstos (y para parte del profesorado) la evaluación es sinónimo de

calificación. Es necesario cambiar esa visión, haciéndolos protagonistas

del proceso. La evaluación habitualmente no es entendida como diagnóstico

de lo que los alumnos han aprendido sino como la valoración cuantitativa

del “nivel” alcanzado con respecto a unas exigencias de conocimiento

establecidas previamente. Esta visión es coherente con una concepción

selectiva de la educación.

Así, el modelo de evaluación más frecuente en los centros es la

sumativa y criterial. Con ella se trata de medir la consecución de las

metas o finalidades, con unos criterios establecidos previamente.

Normalmente se realiza al final de un periodo de aprendizaje y mide a todos

los alumnos con un mismo baremo, como si partieran del mismo sitio y

tuvieran que llegar al mismo punto. En este modelo, los alumnos piensan que

cuando se les pregunta, se les corrigen tareas, se les proponen trabajos o

se les desaprueba algo, se les está calificando. Esto provoca una actitud

negativa hacia la evaluación, que no es una ayuda sino un obstáculo.

23

Sin embargo, los niveles obligatorios de la educación no deben

tener una función selectiva, por lo que la evaluación debe ir por otros

derroteros. Por ello, frente a este modelo, proponemos una evaluación

formativa, en la que el profesor se preocupe mas del “cómo” que del “qué”

están aprendiendo los alumnos. Sus principios generales son:

- Es un instrumento de ayuda y no de censura, que aprecia lo aprendido por

los alumnos de acuerdo a su situación de partida.

- No es un fin en sí misma; no se evalúa para compensar o castigar, sino

para mejorar el progreso general del alumno. Deben contemplarse tres

aspectos:

- El punto de partida.

- Las metas propuestas para el final del aprendizaje

- El momento en que se realiza la evaluación.

- Es integral. No sólo se valora la adquisición de conocimientos sino,

además, otros aspectos fundamentales del aprendizaje: actitud crítica,

capacidad creativa, razonamiento lógico, habilidades, etc.

- Tiene un alto componente subjetivo, por lo que es necesario el diálogo

entre profesores, padres y alumnos

De esta forma, el alumno toma conciencia de sus propios avances,

estancamientos y retrocesos en relación a sus esfuerzos. Su participación

en la evaluación sólo puede proporcionarle ventajas: autoestima,

independencia y conocimiento de las metas educativas.

Para evaluar a los alumnos se pueden utilizar, entre otros, los

siguientes indicadores:

- El interés hacia la unidad.

- La capacidad de análisis ante la situaciones problemáticas.

- La capacidad de síntesis de la información manejada.

- El grado de implicación en el desarrollo de las actividades.

- La organización de su cuaderno de clase.

- Actitud en clase.

Estos indicadores necesitan instrumentos adecuados en los que

basarse. Algunos de ellos pueden ser los siguientes:

24

- Tablas de observación directa del trabajo en clase.

- Exposiciones orales de trabajos del alumno.

- Explicaciones de pósters sobre el tema.

- Informes de investigación.

- Cuaderno del alumno.

- Autoevaluación.

- Pruebas escritas.

La evaluación es uno de los temas más controvertidos en educación.

Es un tema abierto que difícilmente se cerrará. La búsqueda de una

objetividad muy difícil de encontrar, el temor a sus resultados cuando se

aplica en carne propia y su complejidad, hacen de éste uno de los asuntos

didácticos con más investigación por hacer.

25

EJEMPLO: "LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS"

EVALUACIÓN

Se plantea la evaluación desde dos perspectivas:

- Evaluación de la propia unidad.

- Evaluación de los alumnos.

INDICADORES PARA EVALUAR LA UNIDAD:

Se trata de ver en qué medida los distintos elementos de la

unidad contribuían a su coherencia y a la adecuación a los alumnos para los

que fue diseñada. Los indicadores fueron:

- Flexibilidad y realismo de la planificación.

- Elección de la unidad.

- Motivación de los alumnos.

- Adecuación de principios, objetivos, intenciones,

finalidades.

- Adecuación de los materiales y la infraestructura.

- Adecuación de la selección de contenidos.

- Relevancia de los problemas-guía y cercanía a los

conocimientos buscados.

- Adecuación de la secuencia de actividades.

- La temporalización prevista y real.

INDICADORES PARA LA EVALUACIÓN DE LOS ALUMNOS:

Para evaluar a los alumnos se observaron los siguientes

aspectos:

- Actitud de los alumnos hacia el tópico elegido.

- Interés manifestado por el problema de la contaminación.

- Evolución de sus ideas y obstáculos de aprendizaje.

- Capacidad de análisis de las situaciones problemáticas.

- Capacidad de síntesis de la información manejada.

- Capacidad de emisión de hipótesis.

- Implicación del alumno en el desarrollo de las actividades.

- Organización del cuaderno del alumno.

26

3.4. ¿Qué piensan los profesores acerca del tópico y de cómo

enseñarlo? Lo que piensan los profesores.

La profesión docente se desarrolla en un sistema complejo, en

el que se interacciona con otras personas (padres, alumnos, compañeros,

etc.), con los conocimientos científicos de la disciplina en la que trabaja

(que se ha de adaptar al conocimiento escolar y relacionarla con el

conocimiento cotidiano) y con un sistema educativo que incluye marcos

legales, temporales, espaciales y exigencias sociales.

Toda esta interacción se filtra mediante las concepciones

ideológicas personales del docente, condicionando mucho su juicio sobre el

proceso de enseñanza-aprendizaje.

El trabajo docente tiene un carácter eminentemente práctico, aunque no

debe ser sólo eso.

Detrás de la práctica debe haber un cuerpo teórico que lo fundamente.

No hay nada más práctico que una buena teoría.

La selección y estudio de los principales aspectos asociados al

pensamiento docente y a la práctica educativa permiten caracterizar

diversos modelos didácticos. Éstos son, en esencia, distintas formas de

abordar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Tienen elementos que pueden

actuar como indicadores de diferentes concepciones y prácticas docentes. En

trabajos recientes (Fernández y Elortegui, 1996) se han descrito los

distintos modelos didácticos señalando los indicadores que afectan a la

teoría y a la práctica docente.

Teoría - Concepciones sobre el conocimiento científico.

- Concepciones sociológicas.

- Concepciones psicológicas.Práctica - Ideas metodológicas.

- Ideas sobre la planificación.

- Ideas sobre la formación.

- Ideas sobre la evaluación.

Al elaborar una unidad didáctica concreta, lo que piensan los

profesores determina el resultado; por ello, es importante reflexionar

27

sobre las concepciones del profesorado acerca del tópico que se va a

enseñar:

- La importancia científica del tema y la incidencia que tiene respecto al

resto del curso, así como su opinión sobre los contenidos que debe

abarcar la enseñanza.

- La utilidad y valoración social del tópico elegido.

- La adaptación a los alumnos con los que se va a trabajar.

- El método de trabajo que se empleará en el aula: solapamiento o

separación del trabajo teórico y el trabajo práctico, formas de acceso a

la información por parte de los alumnos, sistemas de comunicación entre

los alumnos entre sí, entre profesor y alumnos, etc.

- Cómo debe organizarse el tema.

- La función de la evaluación.

En resumen, es conveniente explicitar todos los aspectos

cognitivos y didácticos que mantienen los profesores sobre el tema para

delimitar el campo de actuación que abarcará la unidad.

28

EJEMPLO: "LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS"

ALGUNAS IDEAS DE LOS PROFESORES SOBRE LA CONTAMINACIÓN

1. Se dice que existe contaminación cuando un cambio en las

condiciones físicas, químicas y biológicas del medio afecta

gravemente a la calidad de vida, incluyendo efectos sobre

industrias, elementos culturales y estéticos.

2. Hay contaminación cuando cualquier alteración del medio creada

por el hombre puede tener efectos perjudiciales y ocasionar

molestias, teniendo presente el estado actual de los

conocimientos científicos.

3. La contaminación del agua es la alteración de su calidad natural

por la acción humana, que hace que no sea apta para el uso al

que se destina.

Y ALGUNAS PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN:

Sobre la idea nº 1: ¿hemos de preocuparnos de la contaminación

en zonas deshabitadas o sin utilidad económica, cultural o estética?

Sobre la idea nº 2: el DDT o los CFC se emplearon masivamente

cuando el estado del conocimiento científico no los contemplaba como

dañinos; ¿cómo hemos de contemplarlos según esta idea? ¿Una fatalidad, un

accidente, una irresponsabilidad? ¿Es lícito contaminar por

desconocimiento?

Desde la expansión de su uso, el PVC no era claramente

perjudicial para la salud, y aún hoy se debate su uso. ¿Cómo hemos de

contemplarlo desde el punto de vista de la contaminación?

Sobre la idea nº 3: ¿Puede la naturaleza producir

contaminación? ¿Por qué no crece nada debajo de un pino?

¿Está la contaminación del agua ligada a su uso? ¿Tiene menor

importancia la contaminación de un agua no utilizada por el hombre? (por

ejemplo, la contaminación radioactiva de Nueva Zembla respecto a la

contaminación química del Mediterráneo).

29

3.5. ¿Cuáles son las ideas previas de los alumnos? Lo que

piensan los alumnos.

Para la puesta en práctica de la unidad didáctica se han de

conocer y tener a disposición las distintas estrategias de detección de

ideas previas. Es básico disponer de una recopilación de las publicaciones

que puedan existir acerca del estudio de ideas previas de los alumnos sobre

este tema, porque resultará muy orientativo para acercarse a las ideas de

los estudiantes.

Los alumnos aprenden a partir de lo que ya saben y, por lo

tanto, sus ideas previas condicionan fuertemente sus aprendizajes. El

diseño de un aprendizaje significativo exigirá hacer una hipótesis de lo

que piensan los alumnos respecto al tema que se va a trabajar, tanto en lo

que se refiere a sus contenidos como a sus intereses.

Sondear las ideas previas sobre los conceptos, actitudes,

valores y destrezas que los alumnos poseen acerca de la unidad elegida es

prioritario para tener una visión de lo que ya saben.

Esta idea, relativamente nueva, ha emergido en el sistema

educativo español con extraordinaria fuerza, tal vez debido a la facilidad

con que se pueden detectar las ideas de los alumnos y lo inmediato de su

efecto sobre lo que aprenden. Esto ha provocado una fortísima moda respecto

a las "ideas previas" que corre el riesgo de sacarlas de su contexto, de

manera que parece que la utilización de los planteamientos constructivistas

consiste sólo en detectar y usar lo que piensan los alumnos como núcleo de

la enseñanza.

Hay bastante consenso en que una concepción constructivista

implica también la búsqueda del cambio conceptual de los alumnos mediante

la resolución de situaciones problemáticas. Estas situaciones problemáticas

se plantean para lograr un aprendizaje en condiciones de interés para los

alumnos y no para modificar sin más sus ideas previas. Es decir, lo que

piensan los alumnos es una condición de partida que tiene gran importancia,

pero no es el objetivo de la enseñanza. Va siendo demasiado frecuente la

situación en la que, después de detectadas gran cantidad de ideas previas,

30

tanto en el aula como en la bibliografía, no se sabe muy bien qué hacer con

ellas.

Las ideas previas de los alumnos, aunque importantes, no lo son

más que otros elementos del proceso de enseñanza-aprendizaje, si no es

porque habitualmente no se han tenido en cuenta. No son el eje alrededor de

lo cual pivota todo, como en los últimos tiempos se ha querido hacer ver,

sino uno más de los elementos que permitirán lograr la mejora de los

esquemas conceptuales de los alumnos.

Al fin y al cabo, ¡más mediatizadoras son las ideas previas de

los profesores!.

Hay que tener en cuenta cuáles son las limitaciones sobre ideas

previas de la bibliografía. En ella se suelen encontrar generalizaciones

sobre las ideas previas de los alumnos, lo que no descarta que alumnos

concretos tengan otras diferentes. Puede darse el caso que una idea de un

alumno no sólo sea particularmente difícil de erradicar, sino que sea muy

contaminante, extendiéndose entre sus compañeros con facilidad, al estar

más cercana al planteamiento de los alumnos que las que pretenda

desarrollar el profesor.

Con frecuencia, las investigaciones sobre concepciones erróneas

dejan la impresión de que éstas siguen típicamente el curso de la evolución

histórica del pensamiento científico, de manera que la mecánica

aristotélica marca las ideas previas en mecánica o las ideas preatómicas

marcan las ideas previas en química. Sin embargo, hay gran cantidad de

ideas erróneas de otro tipo, con fuerte influencia sobre la forma en que

los alumnos aprenden.

Así hay ideas erróneas que provienen del significado que damos

a las palabras; el significado científico y el significado cotidiano de una

palabra no tienen por qué coincidir. Es clásico el ejemplo del significado

de peso en la vida cotidiana y la dificultad para cambiar su significado

por uno más científico. Cotidianamente llamamos vapor a la niebla que se ve

sobre el agua caliente, aunque el vapor de agua es un gas invisible.

Decimos que el agua sale del grifo con fuerza y no con velocidad y es

difícil entender que un velocímetro mide la rapidez, no la velocidad.

31

Otra fuente de errores es la tradición cultural. Se dice que

las plantas quitan el oxígeno por la noche y hay que sacarlas de la

habitación; sin embargo no parece haber ningún peligro de asfixia por

dormir en un bosque o en compañía. La tradición de poner el polo Norte

hacia arriba en los mapas hacen ininteligibles las fotos de la Tierra o los

mapas en que no se cumpla ese convenio.

En ocasiones los errores provienen de la propia escuela. Hay

libros de texto y docentes que explican que las nubes están hechas de vapor

de agua, es decir, son gaseosas; o señalan que el equilibrio entre

atracción terrestre y fuerza centrífuga mantienen a la Luna en órbita.

Algunos dibujan la Tierra más cerca del Sol en verano que en invierno (del

hemisferio norte) a una escala totalmente inadecuada.

En otros casos, imágenes muy frecuentes se interpretan mal o se

dan por ciertas. Las fotos de los cometas siempre dan la impresión de gran

velocidad en el cielo a causa de su cola. Los rayos láser de las películas

del espacio se pueden ver cuando viajan de una nave a otra y las

explosiones son perfectamente audibles, los vaqueros se tiran del caballo

cuando oyen un disparo para esquivar la bala, aunque vaya a una velocidad

superior a la del sonido, o el ácido sulfúrico disuelve al momento la cara

del malvado que lo manipulaba. Y el coyote de los dibujos animados, al

perseguir al correcaminos y saltar a un precipicio, siempre pierde

velocidad hasta detenerse antes de empezar a caer verticalmente.

Todas estas fuentes de errores tienen un punto en común: están

basados en la falta de análisis crítico de los hechos y sus consecuencias.

He ahí el punto de partida para combatir el error.

En cuanto a las estrategias de detección, se pueden agrupar en

pruebas de papel y lápiz (test, pruebas previas en general,

representaciones gráficas) y orales (debates, torbellinos de ideas,

entrevistas). Pero una fuente esencial es la experiencia del profesor. Por

ello es recomendable conservar un registro escrito de lo sucedido y lo

detectado en las ocasiones en que se trabajó el tópico.

32

EJEMPLO: "LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS"

ESTRATEGIAS PARA DETECTAR LAS IDEAS PREVIAS DE LOS ALUMNOS

- Torbellino de ideas sobre la contaminación.

Se trata de apuntar todas las ideas de los alumnos sobre la

contaminación de las aguas, durante un tiempo aproximado de cinco

minutos.

- Proponerles un cuestionario.

- ¿Qué se entiende por contaminación del agua?

- ¿Qué materiales/sustancias contaminan el agua?

- ¿Qué medidas se pueden tomar para evitar la contaminación de las

aguas?

EJEMPLO: "LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS"

IDEAS PREVIAS MAS FRECUENTES EN LOS ALUMNOS

- La principal utilidad del agua es el consumo humano y cuando no es apta

para este uso, está contaminada.

- El agua contaminada tiene aspecto sucio, turbio. Si el agua está limpia,

clara, transparente, no está contaminada.

- El agua contaminada no permite la vida.

- La contaminación del mar la ocasionan los derrames de petróleo.

- La contaminación ocasiona la destrucción de la naturaleza.

- El agua que más se contamina es la del mar.

- Muestran sensibilidad por la proporción de los contaminantes.

- Se suelen referir sólo a los contaminantes químicos.

- La contaminación es un problema de falta de cultura.

33

3.6. ¿Qué ideas-fuerza han de regir la unidad? La filosofía de

la unidad.

El núcleo de la unidad (core-curriculum) o las "ideas-fuerza"

de ésta no son más que los pensamientos centrales sobre los que se basarán

todas las actividades y experiencias de aprendizaje. También se les ha

denominado "el eje de la unidad" o "contenidos estructurantes" y actúan

como núcleo orientador de todo el plan de trabajo. Su selección y redacción

son asuntos que se deben cuidar mucho. Se debe procurar encontrar un

interés, un propósito, una necesidad, una información, una situación o un

acontecimiento sugestivo que resulte apropiado como base de la unidad. Por

ello han de ser una síntesis de las ideas de los profesores (mapa

conceptual) y de las ideas previas de los alumnos (correctas o no), así

como de otros conocimientos e intereses de éstos. Es decir, han de imbricar

lo que el profesor desea enseñar con lo que ya sabe el alumno y con lo

quiere aprender.

Por tanto, deben aparecer dos o tres ideas que recojan las

intenciones finales que han de quedar en los alumnos al terminar el proceso

de aprendizaje, siendo aglutinadoras del "pensamiento del profesor sobre el

tópico" y el "pensamiento de los alumnos sobre el tópico". Las ideas-fuerza

se acercan más a una filosofía de la unidad que a un objetivo, definen para

qué servirá lo que se va a trabajar.

A la hora de fijar las ideas-fuerza es frecuente que surjan

dificultades. Durante el intercambio de pareceres entre los profesores,

suele ponerse en evidencia que un título de la unidad e incluso unos

objetivos más o menos generales son interpretados de manera muy diferente

cada uno de ellos, lo que lleva a la concreción de unidades didácticas muy

diferentes. A la hora de concretar la unidad, todo el tiempo empleado en la

definición de estas ideas-fuerza supondrá un gran ahorro de esfuerzo.

34

EJEMPLO: "LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS"

IDEAS-FUERZA O EJES DE PENSAMIENTO QUE DEBEN CENTRAR LA UNIDAD

- El agua de calidad es un bien inapreciable para los seres vivos y para

la salud humana.

- La contaminación no puede justificarse ni por desconocimiento ni por su

aparente inocuidad.

- Los recursos de agua dulce son escasos y agotables, tanto si son

subterráneos como si son superficiales. El ahorro y el reciclado son una

necesidad.

35

3.7. ¿Cuáles son las metas de la unidad? Principios,

objetivos, intenciones, finalidades.

Cuando un profesor prepara su clase y entra en el aula a

trabajar, tiene en mente una idea más o menos clara de lo que pretende que

sus alumnos aprendan. Un elevado grado de reflexión sobre esta pretensión

da una mayor conciencia de lo que se está haciendo y, con ello, una mayor

capacidad de decisión ante los imprevistos que surgen en el aula.

La necesidad de esta reflexión sobre lo que se pretende ha

llevado a profesores e investigadores a desarrollar diferentes

procedimientos detallados de concreción y explicitación, con una

terminología muy amplia. Sobre estos métodos y sus terminologías no hay

acuerdo, sino bastante polémica y confusión.

Hasta hace muy poco era frecuente encontrar un desarrollo muy

pormenorizado de objetivos: generales, comunes, de ciclo, de área, de

etapa, de materia, específicos, terminales, etc. Todo ello formaba parte

del poderoso aparato tecnocrático del que ha estado cargada la enseñanza,

siguiendo con ello un determinado modelo o concepción del quehacer en el

aula. Esta profundidad en el detalle no parece adecuada, porque supone un

encorsetamiento de la clase, al considerar que todo se puede ajustar a una

estructura cerrada. Implica que todos los alumnos y aulas son parecidos y

tienen los mismos intereses y desarrollo y desvía la atención del profesor

de lo que sucede ante sus ojos, ocupado en llevar a la práctica de manera

eficaz lo que planificó previamente.

Es mejor explicitar, sin tanto formalismo, los principios e

intenciones que se tienen de la forma más llana posible. El profesor tendrá

así la libertad de maniobra suficiente para adaptarse a las circunstancias

del aula, nunca previsibles en su totalidad.

Las metas o principios deben englobar los procedimientos, los

conceptos y las actitudes, y se deben formular como objetivos didácticos,

como capacidades a desarrollar o como orientaciones. Se trata de recoger

todas las pretensiones que se han fijado en la unidad.

Una mejor y más oportuna explicitación de todas las intenciones

e ideas implícitas se recoge en las orientaciones del "planteamiento de los

problemas" que trataremos posteriormente (apartados 3.11 y 3.12).

36

Es muy frecuente en muchas unidades didácticas que, al analizar

su secuencia de actividades, ésta no responda a la formulación de objetivos

e intenciones que se formularon inicialmente. ¿Por qué ocurre esto?

Probablemente porque no coinciden los objetivos considerados como "ideales"

con los que en realidad se tienen en mente y, por ello, son éstos últimos

los que se exteriorizan en la práctica. Esta es una forma de curriculum

oculto que viene determinada por el pensamiento del profesor, el verdadero

controlante de la situación.

EJEMPLO: "LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS"

PRINCIPIOS, OBJETIVOS, INTENCIONES Y/O FINALIDADES QUE DEBEN PRESIDIR LA

UNIDAD

Para su selección se tienen en cuenta las ideas previas detectadas, las

ideas fuerza propuestas y las orientaciones del Proyecto Curricular.

- Potenciar actitudes de rechazo ante todo lo que pueda contaminar.

- Desarrollar hábitos de respeto y conservación del medio natural.

- Promover la sensibilización ante aquellas actividades humanas

transformadoras del medio natural y de rechazo de los factores

responsables de la contaminación y degradación del mismo.

- Adquirir una visión global de los aspectos que abarquen la

contaminación de las aguas.

- Conocer las sustancias y factores que contaminan el agua

(industriales y de la vida cotidiana).

- Desarrollar en el alumnado su capacidad de análisis para prevenir

los efectos de la contaminación.

- Valorar críticamente el efecto de las sustancias contaminantes

presentes en el entorno, sobre la salud, la calidad de vida y

sobre el patrimonio natural y artístico.

- Apreciar la importancia que tiene el agua para los seres vivos.

- Conocer el efecto de la dilución de los contaminantes.

- Apreciar que el agua dulce no es renovable.

- Promover una actitud positiva hacia el uso del agua depurada.

- Promover una actitud favorable hacia la participación en

iniciativas que tengan por objetivo la conservación y mejora del

medio natural.

- Valorar el equilibrio entre la actividad industrial (desarrollo) y

calidad de vida (conservación).

37

3.8. ¿De qué infraestructura se dispone? Los condicionantes

materiales.

El trabajo docente se realiza habitualmente en un lugar físico

y con un material didáctico que en muchos casos no es el más idóneo. Será

necesario conocer las características de los materiales y de las

instalaciones y, dentro de lo posible, adaptarlo las necesidades del

profesor. En cualquier caso, los condicionantes materiales van a determinar

una buena parte de lo que se puede hacer.

Por otra parte, la concepción metodológica que tenga el

profesor determinará las necesidades de recursos; pormenorizando, se debe

tener en cuenta:

Respecto a las fuentes de información:

- Documentos y bibliografía del nivel del alumno que se necesite

disponer en el aula para la puesta en acción. Es preciso, por ello,

disponer de una biblioteca de aula, por muy rudimentaria que sea.

- Material audiovisual necesario: transparencias, diapositivas,

murales, vídeos, películas, programas informáticos, etc.

Respecto a la dinámica de trabajo:

- Recursos estratégicos necesarios al tipo de intervención de los

alumnos (métodos de puesta en común, de recogida de torbellinos de

ideas, de exposición de resultados, etc.).

- Materiales que requiere la dinámica de grupo que se seguirá en la

realización (cartulina para pósters, rotuladores y transparencias,

etc.).

- Instrumentos que necesita la forma de evaluar todo el proceso:

alumno, material, profesor, diseño, etc. (plantillas de observación,

diario del profesor, vídeos, grabadoras, encuestas, etc.).

- Disposición de un mobiliario móvil en el aula que posibilite el

trabajo en equipo del alumnado, y la organización de debates.

Respecto al trabajo práctico:

- Concreción de los materiales necesarios para el trabajo práctico.

- Adecuación de aparataje, preparación de materiales fungibles,

bibliografía, etc.

- Ensayo previo del funcionamiento, para la puesta a punto de todo el

material y técnicas antes de proponerlas a los alumnos.38

- Disponibilidad de trabajos viables alternativos para los equipos de

alumnos que entren en callejones sin salida al diseñar sus tareas.

EJEMPLO: "LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS"

RECURSOS DISPONIBLES

Para resolver las situaciones problemáticas que se puedan

presentar se proponen:

- Vídeos - Experiencias

- Actividades - Tareas

- Lecturas - Juegos/simulaciones

- Comics - Murales

- Programas informáticos de

simulación

39

3.9. ¿Qué contenidos incluir? Los contenidos.

Después de conocer los principios y de tener presente las

ideas-fuerza, se ha de desarrollar qué conocimientos se infieren de las dos

plataformas anteriores.

Como ya se ha señalado, es frecuente que el diseño de la unidad

didáctica se empiece por los conceptos, dándose de esta manera una especial

preponderancia a la disciplina que se enseña, por encima del aprendizaje

propiamente dicho. Es un lastre producto de la enseñanza académica a que

hemos estado sometidos en nuestra formación y que hace que el profesor se

sienta mucho más cómodo en el terreno de los contenidos conceptuales "de

siempre" que en cualquier otro campo. Si se pudiera llevar control de las

páginas más fotocopiadas o leídas del currículo oficial, las que describen

los conceptos ganarían con gran ventaja: es lo primero que miramos todos.

Ello no quiere decir que la determinación de la parte

conceptual no tenga importancia, que la tiene; es simplemente que hay que

situarla en sus justos términos. Tampoco se deben considerar válidas

posturas que rechazan los contenidos "de siempre" como algo que no se

necesita porque los fija la propia dinámica del aula y los intereses de los

alumnos. El profesor debe dirigir el aprendizaje, lo orienta y, por tanto,

facilita a los alumnos su avance. Por tanto, es responsabilidad del

profesor diseñar los contenidos coherentemente.

Hay bastante consenso en separar los contenidos en tres grupos:

conceptuales, procedimentales y actitudinales, como se muestra en la Figura

5. Permite tener presente que no solo los conceptos tienen importancia.

Figura 5. Tipos de contenidos.

40

Aun así, en el aula es frecuente que el tiempo y el énfasis

dedicado a éstos sea muy superior al de los procedimientos y actitudes.

¿Pueden enseñarse los contenidos actitudinales? Desde luego,

pueden aprenderse, y la propia actitud del profesor será fundamental.

Difícilmente se puede promover en los alumnos una actitud que uno mismo no

mantiene. Por eso es tan importante la explicitación previa del pensamiento

del profesor, para que haya coherencia entre éste y la planificación.

EJEMPLO: "LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS"

CONTENIDOS DE LA UNIDAD

DE CONCEPTO

Ciclo del agua en la naturaleza

- Tipos de aguas

- Aprovechamiento y usos del agua

Importancia del agua para los seres vivos

- Agua fisiológica

- Agua medio de vida

Calidad del agua: factores por los que se ve afectada

- Productos químicos

- Residuos urbanos y agrícolas

- Gérmenes

Tratamiento y manipulación de los contaminantes

- Depuración de aguas

DE PROCEDIMIENTO

- Análisis de las consecuencias que se derivan de la ubicación de industrias y

plantas de tratamiento y producción de materiales y su repercusión sobre la

contaminación de las aguas.

- Utilización de diversas técnicas e instrumentos de medida, tales como

balanza, probetas, termómetros, así como de diversas técnicas de separación

de materiales y purificación del agua.

- Análisis de la utilización que hace la sociedad actual de determinados

materiales, y especialmente del tratamiento de los residuos.

- Consulta de diversas fuentes de información, libros, videos, etc.

- Formulación de hipótesis o explicaciones de fenómenos relacionados con la

contaminación.

41

DE ACTITUD

- Valoración crítica del efecto de los productos químicos contaminantes de uso

cotidiano sobre la salud personal, la calidad de vida y el patrimonio natural

y cultural.

- Sensibilidad ante las actividades humanas transformadoras del medio natural

acuático y rechazo de los factores causantes de la contaminación y

degradación del mismo.

- Valoración positiva del uso del agua depurada.

- Actitud favorable a participar en iniciativas de defensa y conservación del

medio natural.

- Potenciación y respeto del entorno acuático.

- Valoración del equilibrio entre actividad industrial (desarrollo) y calidad

de vida (conservación).

3.10. ¿Cómo se estimula el interés del alumno en el tópico? La

motivación.

Del interés y la motivación que muestren todos los

participantes en la puesta en práctica de la planificación, depende en gran

parte el éxito de ésta, como sucede en todo proceso de aprendizaje. El

docente debe procurar, con un tacto exquisito y una habilísima discreción,

que la motivación de la unidad no sólo sea el punto de partida para el

desarrollo de las actividades, "sino una pauta permanente de operación

didáctica".

Para lograr la curiosidad, se ha de conseguir en la unidad un

enfoque interesante, un título sugestivo, un desarrollo con "suspense" y un

final con utilidad. Es decir, se usan tácticas de cine.

¿Qué es lo que motiva?

- La curiosidad. Una situación inesperada, chocante, con algo de

espectáculo garantiza la atención.

- La utilidad. Ver rápidamente cuál es la aplicación práctica, lo que

nos puede facilitar la vida de cada día, la aplicación a un problema

habitual.

- La utilidad. Ver rápidamente cuál es la aplicación práctica, lo que

nos puede facilitar la vida de cada día, la aplicación a un problema

habitual.

42

Una de las formas más inmediatas para provocar y mantener la

motivación a lo largo de todo el desarrollo de la unidad consiste en

interesar a los alumnos en su contenido y en el logro de los propósitos

previamente señalados. Para ésto es necesario plantear una situación

problemática interesante. Se deben ofrecer oportunidades de conexión con

experiencias anteriores, situar a los escolares en formas de agrupación

variables, permitir y fortalecer el nacimiento de las iniciativas, crear en

las aulas los puntos de información necesarios y procurar, finalmente, la

participación activa de todos los escolares y su intervención oportuna e

inteligente.

En lo posible, se ha de vincular el tema de estudio con el

entorno cultural, social, económico y físico en el que se desenvuelve la

vida escolar. La implicación de las unidades didácticas en la problemática

del entorno es necesaria para la formación del individuo como ciudadano,

explotando los recursos que brinda el mundo cercano al alumno y proyectando

conclusiones y conocimientos de aplicación y crítica del mismo.

El primer contacto de los alumnos con la unidad vendrá dado por

el título de la misma que, bien elegido, deberá ofrecer una idea clara de

las finalidades y de los contenidos de la unidad. Será necesario encontrar

epígrafes atractivos que despierten su atención e interés. El título ha de

indicar de alguna manera que no se trata de un mero aprendizaje

diferenciado por asignaturas independientes. Organizando las unidades

didácticas en función de la disciplina su número es reducido, mientras que

delimitándolas por centros de interés puede ser mucho mayor.

Hay que resaltar que la presentación constituye la primera

operación docente de la unidad, ya que el profesor es el responsable de

mostrar los propósitos e intenciones iniciales de la unidad, procurando que

los alumnos no conciban ideas equivocadas respecto al trabajo que van a

desarrollar. Se debe situar la unidad en el contexto del curso de estudios

que se trate, valorar su interés describiendo ante los alumnos su alcance

formativo, su importancia cultural, las actividades que habrán de ser

realizadas, el tiempo disponible, los materiales posibles, etc.

Se debe tener presente que la unidad ha de estar ubicada en la

planificación del curso, con unidades que le preceden y otras que le

siguen.

43

La presentación no debe dar a los alumnos la impresión de que

la unidad está totalmente cerrada y que hay que desarrollarla

inflexiblemente conforme al esquema proyectado. Por el contrario, una buena

presentación debe incitar a los alumnos para que, en su momento, sean

capaces de contribuir directamente con sus intervenciones al desarrollo de

la unidad.

Parte de esa impresión de que no todo está definido, se logra

manteniendo el "suspense", es decir, no haciéndoles saber desde el

principio cuál es la solución del problema planteado. Ello nos muestra dos

concepciones muy diferentes de la enseñanza de las ciencias, que se

muestran en las siguientes propuestas:

Propuesta 1.

Este problema ya se resolvió en el

siglo XIX. La conclusión fue la

expresada por esta ley, resumida

en esta ecuación. Vamos a realizar

ésta práctica que nos permita

comprobarla.

Propuesta 2.

Vamos a investigar este problema.

Primero discutiremos las variables

afectadas, buscaremos información y

haremos alguna experiencia que

creamos necesaria. (Y sólo al final

sacaremos a relucir quién y cómo

resolvió el problema la primera vez

y cuáles fueron las conclusiones o

leyes desarrolladas a partir del

mismo).

Estas propuestas llevan implícitas determinadas concepciones

del trabajo científico, que se dejan al análisis del lector. Al respecto,

sólo una pregunta: ¿quién sabe, al empezar a investigar, el lugar exacto al

que va a llegar?

Por último, se debe llegar a una conclusión en el estudio,

cuya utilidad debe ver el alumno, so pena de considerar su esfuerzo (y el

de todos) como inútil. El entorno del alumno, los medios de comunicación,

la tecnología brindan abundantes posibilidades de hacer ver la aplicación

de lo estudiado, buscando siempre que quede en el aire la sensación de que,

tras el estudio, entiende mejor algo de lo que le rodea.

44

EJEMPLO: "LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS"

LA MOTIVACIÓN

- Visitar un espacio natural donde haya aguas contaminadas, discutiendo

los efectos biológicos, estéticos y económicos de la situación.

- Facilitarles un texto impactante sobre la contaminación.

- Ver un vídeo sobre el tema.

Utilizar secuencias de una película, o de varias, que presenten

situaciones críticas y que estimulen el posicionamiento del

chico o de la chica sobre el problema.

- Elaboración/participación en un debate sobre el tema con reparto de

roles.

45

3.11. ¿Qué problemas plantear para guiar la unidad? El hilo

conductor.

El aprendizaje en la vida no escolar está basado en la

resolución de dificultades, en enfrentarse a situaciones ante las cuales no

se sabe, de entrada, cómo actuar. Tras estudiarlas, se elaboran pautas de

comportamiento que permitan superarlas, con lo que a partir de ese momento

no serán dificultades y se habrá aprendido.

En la vida escolar no se suele actuar así, sino que primero se

estudia la solución y luego se plantea el problema, que no es tal, sino un

ejercicio de aplicación de la forma de solución (la teoría) estudiada

previamente. El alumno aprende a reaccionar ante situaciones conocidas (lo

hecho en clase) pero queda inerme ante lo desconocido, ante lo nuevo.

Obsérvese el efecto de proponer a los alumnos un ejercicio que no se haya

trabajado anteriormente o de dar varios datos inútiles.

Vivir fuera del entorno escolar requiere estar preparado para

lo que no se conoce, de ahí la sensación de alumnos y profesores de que el

mundo escolar y el extraescolar se alejan más cada vez.

Todo el proceso enseñanza-aprendizaje se ha de gestionar en

torno a la resolución del planteamiento de problemas, situaciones o

dificultades abiertas acordes con las ideas-fuerza. La principal dificultad

con se encontrará el docente será la de su elección, ya que han de ser

suficientemente relevantes con respecto a la construcción del conocimiento

y al mismo tiempo han de motivar e implicar a los alumnos.

Como ya se explicó en el apartado 3.7, la resolución de

problemas a través de una secuencia de actividades va a conducir a trabajar

los contenidos y a intentar cubrir los principios programados, todos bajo

el techo de las ideas-fuerza. La enseñanza por resolución de problemas

requiere, para cada uno de ellos:

1º Elaborar una relación de actividades de acuerdo con las ideas-fuerza

para atender los principios y los contenidos que enfoquen la resolución de

cada uno de los problemas planteados. Se ha de buscar un título atractivo

para cada actividad.

2º Redactar cada una de las actividades, porque su título puede no ser

indicativo de su contenido y puede ocurrir que bajo distintos títulos se

46

encubran actividades análogas y, al revés, actividades muy diferentes

pueden encuadrarse bajo la misma denominación. Es frecuente que, bajo el

mismo título, dos profesores interpreten actividades bastante diferentes.

EJEMPLO: "LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS"

SITUACIONES PROBLEMÁTICAS QUE SE PLANTEAN

PROBLEMA 1º.

¿Como influye la calidad del agua en los seres vivos y en la salud humana?

PROBLEMA 2º.

¿Qué hacer ante todo aquello que contamina a las aguas?

PROBLEMA 3º.

¿Son agotables los recursos de agua dulce?

47

3.12. ¿Qué actividades proponer para resolver los problemas?

La secuencia de actividades.

Suele haber confusión acerca del significado de lo que es una

actividad. Con frecuencia, este término se asocia al movimiento de alumnos

por el aula o fuera de ésta y cierto nivel de ruido y desorden, por

contraposición a la quietud y al orden de la lección magistral. También se

asocia al activismo, a la acción por sí misma, llegando a tener el término

un significado peyorativo.

Actualmente una actividad es cada una de las acciones

encaminadas al desarrollo de una unidad didáctica. Por tanto, cada

actividad supone una o varias tareas realizadas por los alumnos y el

profesor dentro de una secuencia organizada. Las actividades son un medio

para guiar el aprendizaje, nunca un fin en sí mismas y no requieren

necesariamente una ejecución manipulativa o una salida del recinto aula.

LA SECUENCIA DE ACTIVIDADES

El concepto de actividad es muy genérico y no necesariamente

lleva aparejado un acto manipulativo o el ejercicio de una habilidad por

parte del alumno, sino que, por el contrario, para nosotros una “actividad”

es cualquier acto o acción que nos lleva a facilitar el proceso de

enseñanza/aprendizaje.

Si hacemos una relación (no exhaustiva) de las posibles

actividades, en función de las tareas que en ellas se realizan, obtendremos

con facilidad una gran diversidad:

- Actividades de observación.- Actividades de lápiz y papel.- Experiencias.- Resolución de ejercicios.- Lecturas.- Planteamiento y análisis de

problemas.- Juegos educativos.- Informes y memorias.

- Visionado de vídeos y diapositivas.- Debates y puestas en común.- Clases magistrales.- Pruebas.- Visitas.- Salidas fuera del centro.- Torbellinos de ideas.- Búsquedas bibliográficas.

Según sea el modelo didáctico que se practique, se prefieren

unas actividades a otras. Cada vez es más evidente que uno de los papeles

del profesor es seleccionar la actividad más idónea manteniendo una

diversidad que favorezca la motivación del alumnado. Por tanto, el profesor

48

debe conocer las virtudes y dificultades de cada uno de esto tipos de

actividades en su puesta en práctica.

Figura 6. Tipos de actividades según su finalidad

Al preparar una relación de actividades se ha de seguir una

estructura lógica para la "resolución de los problemas" planteados. Éstas

suelen tener un comienzo, un desarrollo y un final. Para cada problema se

suelen escoger actividades de iniciación, desarrollo, acabado y evaluación.

En la Figura 6 se muestra un esquema con los tipos de actividades.

Las actividades de iniciación o presentación se utilizan para

situar al alumno en el problema, relacionar el problema con lo que ya sabe

y, a menudo, para sacar a relucir su visión del mismo. Su forma puede ser

muy variada: desde análisis de vídeos o artículos periodísticos hasta

experiencias de laboratorio, pasando por las diversas formas de

presentación de una información, a poder ser intrigante y motivadora. Pero

en todos los casos se busca llegar a una puesta en común en la que queden

planteados los términos generales del problema, de manera que sirvan de

punto de partida y de evaluación de la situación en que se encuentran

inicialmente los alumnos.

49

Las actividades de desarrollo o exploración se orientarán a la

recopilación de información significativa, de manera que permita a los

alumnos formarse una imagen del problema contrastable con su posición

inicial. Se buscará el análisis cualitativo, la emisión de hipótesis, el

diseño experimental y, en todo caso, el conflicto entre lo que el alumno

piensa y el esquema conceptual que el profesor desea desarrollar.

Las actividades de acabado o reestructuración se orientarán a

la construcción, por parte del alumno, de la nueva imagen del problema que

se busca, que incluye contenidos, procedimientos, actitudes, destrezas y

todo lo que en las ideas-fuerza se había detallado. Esta etapa pretende la

ampliación y modificación o la sustitución de la idea que el alumno tenía

inicialmente. Por tanto se buscará la síntesis, la obtención de

conclusiones, la elaboración de esquemas y modelos que den solución al

problema planteado. Probablemente son las actividades más difíciles de

concluir con éxito, por cuanto exigen del alumno una reestructuración de

sus esquemas conceptuales.

Las actividades de evaluación son aquellas que permitirán al

alumno y al profesor comprobar el avance realizado para, en su caso,

corregir o reorientar el aprendizaje. La principal función de estas

actividades es la de informar al alumno de cómo va su aprendizaje,

señalando los puntos en que tiene dificultades y haciéndole ver en qué

conocimientos ha avanzado satisfactoriamente. En los niveles de la

educación obligatoria, es muy importante lograr que el alumno vea estas

actividades como una información que debe usar y no como una tasación de su

valía o una fiscalización de su trabajo.

Al hacer esta secuencia de trabajo de cada problema es conveniente

tener en cuenta que no todos los alumnos avanzan de igual forma. Habrá

alumnos que tengan dificultades para seguir y comprender las actividades

propuestas y necesitarán actividades de refuerzo. También habrá alumnos que

avancen muy deprisa, quedándose sin trabajo y aburriéndose mientras los

demás terminan; independientemente de que éstos ayuden a los demás, es

conveniente disponer de actividades de profundización que les permitan

avanzar por sí mismos. Un alumno aburrido distorsiona tanto como un alumno

descolgado y para ellos deberemos tener actividades adecuadas. En general,

la principal necesidad de refuerzo y de profundización se da al trabajar

las actividades de desarrollo y de acabado, al afectar a la recopilación y

reestructuración del conocimiento.

50

Por otro lado, parece apropiado y conveniente la determinación

de tres tipos de actividades, en función de la dinámica que se utilice,

repartidas en intervalos variables:

- Actividades de grupos numerosos (introducciones, estímulos,

explicaciones, planes, enriquecimientos, generalizaciones,

valoraciones, etc.).

- Actividades en pequeños grupos (debates, trabajos, solución de

dificultades/problemas, puntos de acuerdo y desacuerdo, mejora de

las relaciones interpersonales, estudio de situaciones, etc.

- El trabajo individual (lecturas, valoraciones propias, audición de

material audio, observaciones, análisis, reflexión, redacción,

memorización, indagación, estudio, etc.).

Cuando un grupo de profesores prepara una unidad didáctica, hay

que proponer unas pautas para elaborar las actividades. Si se establece

previamente el formato para cada tipo de actividad se evitará la tendencia

que tiene el profesor a utilizar el suyo propio; no hay dos profesores que

hagan las cosas igual.

Al establecer el formato, es útil hacerse algunas de estas

preguntas:

- ¿Qué información se va a suministrar al alumno y cuál debe encontrar

por sus medios?

- La actividad, ¿será muy cerrada y guiada o se dejará al alumno margen

a su propia iniciativa?

- ¿Qué dinámica se utilizará para realizar la actividad?

- ¿Entenderá el vocabulario que se está utilizando? ¿Qué vocabulario

nuevo se va a incluir?

- ¿Está la actividad al alcance de todos los alumnos o se necesitarán

complementos?

La puesta en práctica de la unidad exigirá la elaboración de

documentos o materiales didácticos en los que se recoja claramente la

descripción de cada actividad tanto para los alumnos como para el profesor.

Como mínimo, se suele elaborar una Guía del Profesor y una Guía del Alumno.

La primera contendrá tanto el material del alumno como las anotaciones e

información complementaria necesarias para la puesta en práctica de la

unidad didáctica. La Guía del Alumno contendrá las hojas de orientación del

trabajo del alumno.

51

Por ejemplo, al preparar las actividades basadas en

experiencias, sus elementos estructurales pueden ser:

- Título atrayente.

- Presentación motivante que sondee en las ideas previas de los alumnos

y los lleve a la parte central de la experiencia.

- Material.

- Descripción o procedimiento de la parte experimental.

- Cuestionario. Algunas preguntas se pueden intercalar a lo largo de la

experiencia.

Mientras se trabaja la unidad didáctica, normalmente se elabora

un cuaderno de clase del alumno, que recoge todo lo trabajado y un diario

de clase del profesor con las impresiones de éste y la nueva información,

basada en la experiencia, para su uso futuro.

LOS TIPOS DE ACTIVIDADES

Los tipos de actividades que habrá que elaborar son:

AI- Actividades de Iniciación. Presentación, puesta en situación y

detección de lo que ya saben.

AD- Actividades de Desarrollo. Orientación y recopilación de información

significativa.

AA- Actividades de Acabado. Reestructuración de conocimientos.

AE- Actividades de Evaluación. Comprobación del avance, corrección y

reorientación del aprendizaje.

AE- Actividades de Refuerzo. Orientadas a los aprendizajes más lentos.

AP- Actividades de Profundización. Atención a la mayor facilidad de

aprendizaje.

52

EJEMPLO: "LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS"

SECUENCIA DE ACTIVIDADES

AE. Cuestionario sobre contaminaciones de agua y sus efectos conocidas por

el alumno.

PROBLEMA 1º: ¿Cómo influye la calidad del agua en los seres vivos y en la

salud humana?

AI. Audiovisual: Visualización de un vídeo sobre la contaminación de un

río, un barranco, una playa, etc.

AI. Lectura de la “Carta europea del agua”, proclamada por el Consejo de

Europa en 1968.

AD. Crecimiento de plantas con aguas de diferentes calidades.

AD. Análisis de los efectos de la lluvia ácida.

AD. ¿Por qué muchas especies acuáticas no pueden vivir en aguas estancadas?

AR. ¿Qué oxígeno respiran las especies acuáticas?

AR. ¿Por qué hay burbujeadores en los acuarios?

AA. Confección de un esquema calidad del agua a partir de lo trabajado y de

libros de texto.

AA. Confección de murales sobre efectos de la contaminación.

AP. Trabajo de análisis sobre casos concretos de

contaminación de aguas:

- El petróleo del Exxon Valdez en Alaska

- El mercurio de la bahía de Minamata.

- La contaminación en el Guadalquivir

debido a la rotura de la balsa de

Aznarcollar.

AE. Cuestionario sobre tipos de contaminación.

53

EJEMPLO: "LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS"

SECUENCIA DE ACTIVIDADES

PROBLEMA 2º: ¿Qué hacer ante todo aquello que contamina las aguas?

AI. Observación crítica de fotografías de aguas contaminadas.

AI. Audiovisual: Visualización de vídeos que muestren el efecto de la

contaminación de las aguas sobre la flora y la fauna marina.

AI. Audiovisual: Visualización de un vídeo sobre efectos de aguas o

ambientes contaminados sobre el patrimonio artístico.

AI. Subproblema: ¿Qué hacer con el aceite usado de los coches?

AI. Confección de una relación de residuos líquidos domésticos que se

tiran por los desagües.

AR. Experiencia: separación de sustancias

disueltas.

AD. Análisis de aguas de riego, de mar, de ríos, minerales, etc., haciendo

notar que aún no estando contaminadas, no son puras.

AD. Construcción de un modelo de contaminación de acuíferos.

AA. Elaboración en esquema del circuito de abastecimiento de agua potable

a una vivienda desde el manantial hasta la depuradora.

AP. Estudio del funcionamiento de una depuradora

de aguas residuales.

AA. Mural sobre la contaminación provocada por cada alumno.

AE. Informe sobre medidas anticontaminación que puede tomar cada alumno.

54

EJEMPLO: "LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS"

SECUENCIA DE ACTIVIDADES

PROBLEMA 3º: ¿Son agotables los recursos de agua dulce?

AI. Investigación: ¿Cuánta agua potable se utiliza cada día en tu casa?

AD. Visita a una depuradora de aguas y observación de jardines regados con

aguas depuradas.

AD. Subproblema: ¿de dónde viene el agua potable?

AD. Informe: el caso del mar de Aral.

AR. ¿Cuánto llueve aquí?

AD. Experiencia: Crecimiento de vegetales con agua depurada.

AP. Diseño y montaje de un destilador solar de

agua de mar.

AA. Elaboración de una relación de medidas a tomar casa para ahorrar agua.

AA. Elaboración de un esquema sobre el ciclo del agua insertando en el

mismo el circuito de agua potable del problema anterior.

AP. Estudio del efecto sobre la depuración de

aguas de separar el alcantarillado doméstico

del que lleva el agua de lluvia.

AE. Informe reducción del consumo y reutilización de agua.

AE. Cuestionario sobre contaminaciones de agua y sus efectos y comparación

con el cuestionario inicial.

55

3.13. ¿De qué tiempo se dispone y cómo se agrupan? La

temporalización.

Este es un factor clave y condicionante de toda la puesta en

práctica de la unidad didáctica. Suele oscilar entre dos extremos: unidades

que absorben todo el curso y unidades que pueden ser culminadas en un par

de jornadas de trabajo. La temporalización va a estar condicionada por el

tipo de área, ciclo, materia, tópicos dentro de una misma materia,

características del grupo que la va a practicar (profesores y alumnos),

etc. Parece que conforme la madurez del alumno aumenta, como consecuencia

de su escolarización, las unidades pueden afrontarse con un formato más

breve.

En cualquier caso la distribución del tiempo no es tarea fácil.

Va a venir afectada por factores como:

- Dificultades conceptuales del tema, que supondrán un mayor o menor

número de actividades y de detenimiento en las mismas.

- Dinámica de trabajo y tipos de actividades. Un torbellino de ideas

tiene una duración muy diferente que un trabajo experimental o un

debate con una puesta en común respecto a una explicación del

profesor.

- Madurez de los alumnos y estilo de trabajo al que están

acostumbrados. La misma tarea al principio y al final del curso

suelen suponer tiempos bastante diferentes.

Estudios recientes indican que la organización de la jornada

escolar, formada por seis sesiones, con cincuenta o sesenta minutos de

trabajo, no es la más idónea. Tampoco mantener durante todo el día, y menos

aún durante todos los días, la misma dinámica de trabajo. Con la premisa de

que el aprendizaje se realiza en el interior de cada una de las personas, y

por tanto es un proceso mental personal, hay que buscar todos los elementos

externos que ayuden a excitar esta actividad intelectual y para ello es

interesante plantearse la temporalización de la unidad en agrupamientos

temporales flexibles.

En cualquier caso, hemos de tener siempre presente que aprender

significativamente es lento, enseñar "más cosas" no implica que se aprendan

"muchas" cosas.56

EJEMPLO: "LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS"

TEMPORALIZACIÓN

A título orientativo una distribución del tiempo podría ser:

¿Cómo influye la calidad del agua en los seres vivos y en

la salud humana? 10 horas¿Qué hacer ante todo aquello que contamina las aguas?

10 horas¿Son agotables los recursos de agua dulce?

8 horas

57

3.14. ¿Cómo conjugar todo lo anterior? La programación.

La programación se refleja en un documento que recoge todas las

etapas anteriores de forma agrupada para permitir controlar su coherencia.

En un proceso complejo como el que se ha ido describiendo es fácil

desviarse de los propósitos iniciales.

Figura 7. Hoja de programación

Por tanto, al hacer la programación se trata de conjugar los

principios, actividades, contenidos y otras observaciones en una tabla de

varias entradas como la mostrada en la Figura 7, donde se ponga de

manifiesto que todas las ideas-fuerza, los principios y los contenidos

quedan cubiertos con alguno de los problemas propuestos y sus actividades,

y que cualquier actividad está relacionada con aquellos.

Los principios, contenidos e ideas-fuerza cumplen el papel de

guía para seleccionar la secuencia de problemas y las actividades que los

acompañan, pero su relación no es lineal, ya que es posible que uno de

estos se corresponda con varios de los otros.

58

Una vez elaborada la secuencia de actividades asociada a cada

problema, no se necesita estar tan pendientes de principios, contenidos e

ideas-fuerza, puesto que la adecuada selección de los problemas y de sus

actividades garantiza que queden correctamente atendidos. Además, esta

selección permite concentrarse en el desarrollo de la actividad en el aula

y en el aprendizaje de los alumnos.

Sin embargo, la costumbre, la experiencia y el pensamiento del

profesor hacen que muchas de las actividades redactadas no cubran

adecuadamente el fin propuesto, sobrando varias. En otras ocasiones, por el

contrario, se necesita redactar otras para cubrir algunos de los principios

o conceptos que pueden haber quedado sin atender.

Una vez se tenga estructurada la programación, se deben

organizar los documentos, que se disponen siguiendo la secuencia preparada.

Así se obtiene una "Guía del Profesor" que, además de todas las

actividades del alumno, incluye algunas sugerencias y la planificación que

se ha hecho. El profesor debe disponer además de una colección de

actividades alternativas para profundización, para refuerzo o simplemente

que no han encajado en la unidad. El papel de este material complementario

es permitir ir cambiando alguna de las actividades incluidas en un

principio por otras alternativas o modificadas. Esta flexibilidad permite

atender tanto cambios de dirección provocadas por la dinámica del aula como

las necesidades individuales de alumnos cuyo aprendizaje es más rápido o

más lento que el de los demás.

Terminada la guía del profesor se puede hacer un material que

sirva de "Guía del Alumno", conteniendo la secuencia de actividades que se

detallaban en la programación.

Una idea que se debe tener siempre presente es que la unidad

didáctica es una hipótesis de trabajo. Cuando se llegue a poner en

práctica, por la interacción con un sistema complejo como es el aula, se

va a modificar.

No olvidemos que el objetivo es que los alumnos aprendan, por

encima del cumplimiento riguroso de lo programado.

59

PRINCIPIOS

- Potenciar

actitudes de

rechazo a todo

aquello que

pueda

contaminar.

- Desarrollar

hábitos de

respeto y

conservación del

medio natural.

- Adquirir una

visión global de

los aspectos que

abarquen la

contaminación de

las aguas.

- Conocer las

sustancias y

factores que

contaminan el

agua

(industriales y

de la vida

cotidiana)

PROBLEMAS

AE. Cuestionario sobre contaminaciones de

agua y sus efectos conocidas por el

alumno.

1º. ¿Cómo influye la calidad del agua en

los seres vivos y en la salud humana?

AI. Audiovisual: Visualización de un

video sobre la contaminación de un río,

un barranco, una playa, etc.

AI. Lectura de la “Carta europea del

agua”, proclamada por el Consejo de

Europa en 1968.

AD. Crecimiento de plantas con aguas de

diferentes calidades.

...............

2º. ¿Qué hacer ante todo aquello que

contamina el agua?

AI. Observación crítica de fotografías

de aguas contaminadas.

AI. Audiovisual: Visualización de videos

que muestren el efecto de la

contaminación de las aguas sobre la flora

y la fauna marina.

.......

3º. ¿Son agotables los recursos de agua

dulce?

AI. Investigación: ¿Cuánta agua potable

se utiliza cada día en tu casa?

AD. Visita a una depuradora de aguas y

observación de jardines regados con aguas

depuradas.........

CONTENIDOS

Conceptuales:

Ciclo del agua en la

naturaleza:

- Tipos de aguas.

- Aprovechamiento y usos

del agua.

Procedimentales:

- Análisis de las

consecuencias que se

derivan de la ubicación

de industrias y plantas

de tratamiento y

poroducción de

materiales y su

repercusión sobre la

contaminación de las

aguas.

Actitudinales:

- Potenciar actitudes de

rechazo ante todo lo que

pueda contaminar.

- Desarrollar hábitos de

respeto y conservación

del medio.

.......

60

4. ¿QUÉ SABER PARA HACER UNA UNIDAD DIDÁCTICA?

Hacer unidades didácticas supone manejar conocimientos

aparentemente alejados del aula o, al menos, de la disciplina en la que

trabajamos.

Muchos de esos conocimientos se usan de forma superficial e

implícita; es más correcto explicitarlos, analizarlos, ponerlos en tela de

juicio y actualizarlos.

Hoy ya nadie discute que saber enseñar va mucho más allá que

saber la asignatura. En la acción de enseñar hay una componente muy

importante de comunicación entre profesores y alumnos, en la que factores

culturales, percepciones sociales o relaciones de poder condicionan la

eficacia de esa comunicación. Los alumnos tienen muchas formas de aprender,

lo que exige encontrar y dominar pautas generales de asimilación de los

conocimientos que permitan mejorar el rendimiento global del proceso. En la

forma de enseñar las disciplinas escolares hay múltiples enfoques

determinados por diferentes filosofías, por la historia, por la forma en

que se introdujeron en la escuela. Esto ocasiona que cada docente perciba

las materias de diferente manera.

La profesión docente exige que el profesor domine, al menos

rudimentariamente, una serie de campos de conocimiento cambiantes para

adaptarlos a su situación personal: su estilo docente, su aula, sus

alumnos, su experiencia, su modelo didáctico.

Todas estas cuestiones empiezan a llegar al aula de forma

parcial, muy deformadas durante la transmisión y con mucho “ruido de

fondo”. La práctica profesional sigue dominada por un esquema de trabajo

que se refleja en la Figura 8 y se describe a continuación:

61

Figura 8. Fundamentos de la elaboración de la Unidad Didáctica.

- Todo docente tiene una idea de lo que hay que hacer en clase, una

concepción (modelo teórico) de cómo debe ser lo que suceda en el aula. Esta

concepción está mediatizada por los fundamentos sociológicos, psicológicos

y epistemológicos de su pensamiento docente.

- Este modelo teórico de cómo debe ser lo que suceda en el aula está

condicionado por el entorno (ratio, recursos, normativa, centros,

compañeros, etc.) y, como consecuencia, cuando se trabaja en la clase, se

adaptan las ideas a la realidad. Esto constituye un esquema de actuación

(modelo de planificación) que se puede traducir en una unidad didáctica

(propuesta de trabajo).

- Una vez en la práctica, la puesta en escena de la unidad didáctica suele

diferir de lo previsto, en parte por la interacción con los alumnos, en

parte por cómo la óptica personal distorsiona la visión del profesor; suele

haber cierta distancia entre lo que piensa, lo que dice que hace y lo que

realmente hace, tal y como puede ver un observador externo.

Por ello, se señalan en las próximas páginas algunos tópicos de

didáctica que conviene conocer para la elaboración de cualquier material de

aula, acordes con las actuales tendencias e investigaciones educativas.

62

Aunque son muchos más que los que se mencionan, sólo se hará referencia a

aquellos que más han cambiado y que, por consiguiente, exigen mayor

esfuerzo de actualización para tenerlos en cuenta adecuadamente en la

planificación.

63

4.1. Sobre los alumnos, sus intereses y su visión del mundo.

Teorías cognitivas del aprendizaje

¿Cómo aprenden los alumnos?

¿Qué, cómo, cuándo, dónde se aprende?

¿Cómo creen los profesores que aprenden los alumnos?

Dificultad en la comprensión significativa de los conceptos.

La respuesta a estas preguntas es objeto de una afanosa

búsqueda por parte de psicólogos y pedagogos. La evolución en los últimos

tiempos ha sido bastante notable, abandonándose las teorías conductistas al

uso en la primera mitad del siglo XX y emergiendo teorías más complejas que

explican facetas del aprendizaje con mayor o menor validez. Desde las

teorías sobre la evolución psicológica de Piaget, hasta conceptos como el

de "área de aprendizaje próximo" de Vigotsky o las aportaciones de las

teorías del procesamiento de la información desarrolladas por ingenieros

cibernéticos y la teoría general de sistemas dinámicos (especialmente de

sistemas dinámicos no lineales), se va formando una imagen cada vez más

compleja, pero capaz de aportar mayor comprensión de los procesos de

aprendizaje.

Psicología del niño y del adolescente

Puesto que el alumno es una parte fundamental del proceso de

enseñanza-aprendizaje, para tomar decisiones adecuadas en el aula y

controlar mejor los incidentes normales provocados por la psicología de

estas edades, habrá que conocer las pautas de su comportamiento y los

mecanismos por los que van evolucionando las relaciones con sus compañeros,

adultos y sociedad en general. Las relaciones de pandilla, liderazgos y

subordinaciones, los conflictos planteados por la pubertad, las relaciones

entre sexos, la autoestima, los mecanismos de motivación, son elementos de

gran importancia para establecer una comunicación correcta con el alumnado.

64

Ideas previas. Errores conceptuales de los alumnos

¿Cuál es el origen?

¿Qué características tienen las ideas previas de los alumnos?

¿Cómo detectarlas? ¿Se resisten al cambio?

¿Cómo interfieren en el aprendizaje?

¿Cómo son y cómo cambian los esquemas los alumnos?

¿Hay diferentes estrategias para el cambio conceptual?

¿De qué forma se elaboran modelos conceptuales en el aula?

No es difícil comprobar que los alumnos, antes de llegar a la

instrucción formal, ya tienen sus propias concepciones sobre lo que se les

va a enseñar y sobre los fenómenos de la Naturaleza; este conjunto de

conocimientos es lo que se denominan ideas previas.

Pero la situación es compleja, puesto que se ha comprobado que

en la mayoría de los casos estas ideas previas no se modifican después de

un periodo de instrucción normal. Es decir, el que aprende tiene unos

esquemas mentales previos, que son los que utiliza para interpretar todo lo

que percibe, incluso lo que se le está enseñando y que filtran de manera

decisiva todo el conocimiento que le llega.

El docente necesita conocer lo que el alumno ya sabe, cuáles

son sus ideas previas ante cualquier tema. Debe ser consciente de las

características de estas concepciones, de sus causas para poderlas poner en

cuestión y, si es necesario, provocar un conflicto cognitivo que sirva de

primer paso para el cambio. Sólo las ideas puestas en duda pueden

sustituirse por otras científicamente más apropiadas. Este cambio es lo que

se denomina cambio conceptual.

Hay que conocer lo que el alumno ya sabe, sus ideas previas

ante cualquier tema, y enseñar de forma acorde a esta situación.

65

Para cualquier profesional con experiencia, el estudio de los

errores conceptuales le permite hallar explicación a situaciones muchas

veces observadas en el aula y ante las cuales no suele haber reflexionado.

Hay algunos errores conceptuales de los profesores y de los

alumnos que el sistema educativo no consigue eliminar. Tras esta

resistencia al cambio suele haber lo que se denomina un obstáculo de

aprendizaje.

La persistencia de estos errores y las técnicas para detectar

las ideas previas y esquemas alternativos se han convertido en los últimos

años en un tema de gran actualidad entre los profesionales de la enseñanza.

Los estudios en todos los campos y disciplinas se multiplican, hasta el

punto de ser frecuentes las recopilaciones y listados de artículos sobre

este tema.

Sin embargo, estos estudios parecen estar dejando de lado el

problema que se suscita inmediatamente después: una vez conocidos los

errores, ¿cómo se combaten?

Este es un terreno en el que la investigación de los propios

docentes tiene mucho que decir: destacar aquellos errores más frecuentes,

buscar sus causas y su posible tratamiento didáctico, evaluar las

diferentes alternativas didácticas para un mejor cambio conceptual o

señalar las condiciones de aplicación.

Aprendizaje significativo

Una de las finalidades básicas de la intervención educativa es

garantizar la construcción del aprendizaje de forma significativa, esto es,

aprender de forma que trascienda.

El aprendizaje significativo es aquel aprendizaje en el que el

alumno, desde lo que ya sabe, y a través de la guía del profesor hacia

nueva información, reorganiza su conocimiento del mundo. De esta forma

encuentra nuevas dimensiones y aplicaciones, transfiere ese conocimiento a

otras situaciones, descubre los procesos y los principios que las explican.

Así logra una mejora en su capacidad de organización y asimilación de

ideas.

66

Esto le va a ser útil para otros casos, otras experiencias y

situaciones. El aprendizaje debe ser lo suficientemente versátil,

extrapolable, trasladable, polivalente (es decir, significativo) como para

que pueda tener aplicación fuera del aula. Esta es una concepción del

aprendizaje que sobrepasa al aprendizaje tradicional.

¿Qué saber para hacer una unidad didáctica?

Sobre los alumnos, sus intereses y su visión del mundo.

Teorías cognitivas del aprendizaje

- conductismo

- evolucionismo de Piaget

- área de aprendizaje próximo de

Vigotsky

- teorías de procesamiento de la

información

Ideas previas

- errores conceptuales

- obstáculos cognitivos

- conflicto cognitivo

- cambio conceptual

Psicología del niño y del adolescente

- relaciones de grupo

- conflictos de pubertad

- relaciones entre sexos

- autoestima

- motivación

Aprendizaje significativo

- Aprendizaje propio del alumno.

- Transferencia a otras

situaciones

67

4.2. Sobre el docente y su nuevo perfil profesional.

Pensamiento del profesor

¿Qué concepciones tienen los profesores de todo esto?

¿Qué es enseñar? ¿cómo es quien enseña?

¿Por qué una reflexión sobre la práctica educativa?

¿A qué se deben las diferencias existentes entre lo que un profesor

quiere hacer, lo que cree haber hecho y lo que realmente hace?

Para poder mejorar la práctica es necesario recapacitar sobre

por qué se lleva a cabo un tipo de enseñanza determinado, sobre cuál es

actualmente el papel de los profesores. Todo docente tiene unas

aspiraciones, pero a veces esa clara perspectiva teórica no es acorde con

la práctica diaria. Creencias, ideas sobre la enseñanza, actitud ante el

conocimiento, determinan un modo de hacer peculiar que, con frecuencia, se

encuentra perturbado por factores adversos (internos o ajenos al docente),

lo cual motiva contradicciones que, en muchas ocasiones, no son abordadas

como problemas sino aceptadas sin cuestionamiento. En cierto sentido, todas

esas ideas, creencias y actitudes condicionan al profesor del mismo modo

que a los alumnos les mediatizan las suyas. LOS DOCENTES TAMBIÉN TIENEN

IDEAS PREVIAS.

Es de gran importancia explicitar las ideas que se tienen, la

propia visión sobre la práctica docente, para revisar las ideas personales

que subyacen en este modo de hacer. Al manifestar las inquietudes

personales o las contradicciones, se podrá iniciar un proceso de reflexión

individual y de grupo sobre si deben cambiar sus ideas sobre la enseñanza-

aprendizaje. Sólo si se es consciente de la propia práctica se podrá

teorizarla y dirigirla de modo óptimo.

Este proceso de análisis de la práctica es difícilmente

realizable de forma individual, ya que exige el intercambio de ideas y

puntos de vista, el dudar de aspectos que parecen incuestionables, por lo

que es muy útil disponer de quien señale la viga en el ojo de cada cual.

Pero la tradición profesional es un obstáculo: el individualismo

profesional, el tabú de abrir el aula a otros compañeros, será la principal

dificultad.

68

Desarrollo profesional docente

¿Cómo evoluciona el pensamiento didáctico?

¿Es provechoso el trabajo en grupos de innovación?

¿La experimentación de proyectos y la difusión de experiencias

innovadoras sirve para elevar la calidad educativa?

Es fácil observar las diferentes formas de plantearse la

enseñanza entre profesores con distinta experiencia. Si en el comienzo de

la carrera profesional los planteamientos son "de supervivencia", luego se

desarrollan, en etapas posteriores, rutinas de trabajo. A lo largo de los

años, en etapas más o menos avanzadas de docencia, se van modificando estas

rutinas en función de muchos factores. La evolución de las actitudes hacia

el trabajo en equipo con otros profesores, la búsqueda de una mayor

eficacia docente, la actitud hacia la innovación didáctica y la

investigación educativa, el autoperfeccionamiento, etc., configuran un

perfil profesional docente en evolución del que, a menudo, no se es

consciente.

Tener conocimientos sobre esta evolución permite controlarla,

planificarla y lograr un desarrollo profesional satisfactorio.

¿Qué saber para hacer una unidad didáctica?

Sobre el docente y su nuevo perfil profesional.

Pensamiento del profesor

- Ideas sobre la enseñanza

- Actitud ante el conocimiento

- Concepción de la escuela

- Concepciones sobre el aprendizaje

Desarrollo profesional docente

- Etapas de la carrera profesional

- Trabajo en equipo de docentes

- Innovación didáctica

- Investigación didáctica

- Perfeccionamiento del profesorado

69

4.3. Sobre la enseñanza como interacción social. Aula, Centro

y Sociedad.

Sociología. La cultura de la escuela

¿Para qué la escuela? Contexto social de la institución

escolar en el momento actual.

El decorado del mundo en que vivimos cambia continuamente y,

consecuentemente, la escuela debe adaptarse a estos cambios y dar respuesta

a las nuevas necesidades: cuestionándose la concepción académica de la

cultura y analizando el papel y el valor de la cultura científica no

académica en el momento actual, para ver cuales son las exigencias que la

sociedad tiene en este momento sobre la escuela. Si se tienen en cuenta

estos cambios para adaptar la institución escolar al nuevo contexto, la

labor como docentes se podrá desarrollar de una forma más coherente y

armónica.

Por ello, el análisis del contexto social y antropológico de la

escuela, del papel social que juega actualmente y el que debería jugar, de

su función ideológica, etc., será el punto de partida para abordar el resto

de los problemas, ya que en éste están implicados los demás. Hay muchas

cuestiones fundamentales que no se suelen explicitar: qué se entiende al

hablar de formación de ciudadanos, cómo forma la escuela para el trabajo y

cómo forma para el ocio, qué se entiende por cultura, cuál es el papel

socializante de la escuela, qué valores y actitudes se deben transmitir y

qué ideas políticas se deben transmitir y cuáles evitar.

Se debe explicitar la concepción del hombre, de la sociedad y

de la realidad, para exteriorizar la dimensión ideológica de la educación y

las facetas ocultas del currículo, para ver en qué medida se reproducen los

valores que imperan en la sociedad, para analizarlos críticamente y

proponer alternativas.

La enseñanza también tiene un componente sociocultural sexista.

Este es un problema cultural, del que frecuentemente no se es consciente, y

sobre el que hay interesantes investigaciones en las que se reflejan las

diferencias de rol entre varones y mujeres que transmiten los libros de

70

texto y los mensajes del sistema educativo en general. El hecho de que

quien emita el mensaje, hombre o mujer, prácticamente no afecta a esa

segregación de roles, señala hasta qué punto son pautas de comportamiento

asumidas culturalmente por nuestra sociedad.

Para muestra, dos ejemplos: el papel de la mujer en la historia

europea o en el desarrollo científico. Si se pregunta a los alumnos y a las

alumnas por su imagen de una persona que se dedica a la investigación o a

gobernar un país, un altísimo porcentaje de respuestas mostrarán varones

según estereotipos muy extendidos.

Estrategias de aula

Una vez que se ha reflexionado sobre los principios de un

diseño curricular y todo lo que ello conlleva (ideas previas, psicología,

modelos didácticos, etc.) hay que plantearse las estrategias que se pueden

utilizar para introducir conceptos científicos. Habrá que hacerlo

conectando con las ideas que los alumnos tienen y estudiando qué

actividades e interacciones se pueden establecer en el aula para facilitar

el aprendizaje, qué capacidades (intelectuales o prácticas) o qué actitudes

(científicas, sociales, culturales, etc.) interesa potenciar en los

alumnos.

Ante los posibles problemas que se puede encontrar un profesor

se necesitan estrategias de aula, es decir, un conjunto de habilidades,

procesos ejecutivos y técnicas de actuación para conseguir sus propósitos

de ejecución de la planificación.

Dinámica de grupos

Toda la labor docente se lleva a cabo interaccionando con los

alumnos, tanto individualmente como con el grupo, estableciéndose gran

cantidad de relaciones complejas. Se dan situaciones ante las que el

profesor se ve obligado a tomar rápidas decisiones sobre la marcha. Si se

quiere mantener el interés del grupo y llevar a cabo una clase ágil y con

rendimiento, se ha de desarrollar cierta habilidad para llevar al grupo

allí donde el profesor ha planificado hacerlo, y además sin que se note.

Para ello, subdividir la clase en pequeños equipos requiere tener 71

conocimiento de dinámica de grupos; ésto puede aportar herramientas que

faciliten esa delicada y complicada labor.

Un alumno determinado aprende en el grupo en cuanto contribuye

a que aprendan sus compañeros de grupo. El grupo no es una suma de

individualidades, sino una actuación de equipo que favorece las relaciones

de comunicación.

La concepción del aprendizaje en grupo, polo opuesto del

tradicional aprendizaje individual, incluye la potenciación de la

comunicación entre alumnos, la concepción del grupo como algo más que la

suma de individualidades, el reconocimiento de los propios alumnos como

fuentes de aprendizaje para sus compañeros: el lenguaje y los conceptos

próximos de un compañero pueden ser más asequibles que los del profesor, y

el esfuerzo de explicar a un compañero puede ser mucho más productivo que

muchas horas de estudio.

Conocimiento cotidiano, científico y escolar

En el aula se manifiestan distintos tipos de conocimientos,

interviniendo todos ellos en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se puede

distinguir el conocimiento cotidiano, el conocimiento científico y el

conocimiento escolar.

Por conocimiento cotidiano se entiende el conocimiento popular,

el de la persona de la calle. Está formado por representaciones o teorías

implícitas con las que sustentar sus puntos de vista sobre el mundo, sus

tomas de decisiones y su actividad. No son ideas aisladas y, generalmente,

no se es consciente de su existencia, por lo que sustentan una visión del

mundo identificada con la "realidad".

Por conocimiento científico se entiende el conocimiento

académico de las diferentes disciplinas, que está afectado por la

concepción epistemológica de cada una y el método científico. Desde una

postura actualizada, adopta las nuevas corrientes del pensamiento y la

filosofía de la ciencia y plantea dudas sobre anteriores posiciones

72

empiristas, positivistas, cientificistas, etc. Esta concepción se refleja

en que:

- Los datos no resultan únicamente de observar, sino que se buscan a la luz

de teorías explícitas o implícitas.

- Las teorías son creaciones humanas, ideadas para entender el mundo y no

son acumulaciones de hechos o enunciados de fenómenos.

- Los datos, su sistematización, clasificación, tabulación, tratamiento

matemático, y sus enunciados inferentes en leyes son secundarios frente al

análisis del planteamiento de un tema. Este posicionamiento ante una

investigación, observación o estudio es la clave de la fidedignidad

posterior.

- La investigación científica no es objetiva, viene condicionada por las

teorías preexistentes, las convicciones y expectativas del propio

investigador. Avanza pasando por sucesivas realimentaciones y no acaba

nunca.

Por conocimiento escolar se entiende el conocimiento que se

elabora en la escuela, que trasciende las explicaciones cotidianas del

mundo extraescolar. No es un conocimiento científico, pero es una

elaboración del conocimiento de las disciplinas. Toma como sustrato y marco

el saber científico adaptado a las características propias del contexto

escolar. Son los conocimientos científicos que aprenden los alumnos, es

decir, la formación científica escolar. Así pues, habría que preguntarse

¿qué ciencia es la que se puede enseñar? ¿y cuál es la que se debe

enseñar?, o en otras palabras ¿en qué consiste el conocimiento escolar?

73

¿Qué saber para hacer una unidad didáctica?

Sobre el docente y su nuevo perfil profesional

La cultura de la escuela

- la formación de ciudadanos

- la formación para el trabajo

- la formación para el ocio

- la escuela socializante

- el sexismo

Estrategias de aula

Dinámica de grupos

Filosofía de la ciencia

- empirismo

- Positivismo

- Cientificismo

- Corrientes recientes

74

4.4. Sobre la enseñanza, la metodología y la didáctica.

Teoría curricular, diseño curricular

En el tratamiento de un currículo hay ideas implícitas acerca

de aspectos concretos de la materia (contenidos, objetivos...) y de cómo y

dónde quedan en un diseño curricular. La nueva responsabilidad de los

docentes en el diseño curricular, que se concreta en su intervención en el

Proyecto de Centro y en la adaptación de su docencia al aula, hace

necesaria la explicitación y revisión de estas ideas para adaptarlas a las

necesidades que se aproximan.

Esta cuestión se debe abordar orientándola hacia el significado

de un diseño curricular, en qué pilares se fundamenta, sus distintos

niveles de concreción y el papel del profesor, relacionado todo ello con el

currículo oficial. Además, se debe tener en cuenta la existencia de algunas

ideas previas de los profesores, tales como identificar el diseño

curricular con una programación o querer ver una imagen de los antiguos

programas oficiales en el currículo renovado.

Metodologías, métodos y técnicas

A veces, a los profesores les parece imposible que una

situación de clase se pueda abordar de una forma distinta de las que usa

habitualmente. Sin embargo, un sondeo de las metodologías, métodos y

técnicas que conocen y practican un grupo de profesores muestra

generalmente que hay notables diferencias entre los usos de unos y otros.

La tradicional falta de comunicación entre docentes, sobre las innovaciones

que hacen en clase y la escasa circulación de investigaciones y

descripciones sobre el tema, hace que cada uno piense que su método es el

único serio existente y, por tanto, todos los compañeros utilizan el mismo

método.

En realidad en distintas áreas, etapas y sistemas educativos

hay diferentes metodologías con algo que aportar. Conocerlas permite al

docente, más que escoger la mejor (que probablemente no existe), utilizar

diferentes situaciones y, por tanto, disponer de más recursos personales en

su aula.

75

Modelos didácticos

¿Qué modelos didácticos subyacen en determinadas propuestas

curriculares?, ¿y en la práctica habitual?

Todo docente, aunque lo haga inconscientemente, practica unos

determinados modelos didácticos que obedecen a distintas teorías sobre el

aprendizaje y la enseñanza. Muy frecuentemente, los modelos que practica

los ha desarrollado a partir de su experiencia profesional y de su instinto

didáctico, más que a partir de teorías o hipótesis elaboradas y

reflexionadas, por lo que adolecen de incoherencias y lagunas que merman su

posible eficacia didáctica.

Por otra parte, en cuanto que son modelos, la adopción de uno u

otro varía en función de la situación de enseñanza en que se encuentre. Un

estudio de los modelos más generales existentes, que se describieron en el

capítulo 1, su crítica razonada y el análisis del modelo personal nos

permiten llevar a cabo una práctica docente menos intuitiva, más racional y

por ello más eficaz.

Enseñanza comprensiva

Algunos sistemas educativos se decantan por esta opción en las

etapas obligatorias. Esto supone abandonar su papel de filtro social. La

enseñanza comprensiva no determina la valía del estudiante únicamente por

sus resultados escolares, sino que lo que adquiere importancia es "lo

avanzado" por cada individuo y no el punto alcanzado.

La enseñanza comprensiva pretende ofrecer la misma educación a

todos los alumnos, partiendo de que una selección temprana es inoportuna.

Busca la igualdad de acceso para todas las clases sociales y tiende a una

escuela común, unificada.

Algunas características de esta enseñanza son:

76

- Trata de comprometer a la sociedad en la que está inmersa para que

sociedad/educación sea un binomio inseparable.

- Ofrece un currículo común y polivalente.

- Trata de evitar la selección de los alumnos antes de llegar a una

etapa formal avanzada.

- La diversificación, opcionalidad, optatividad o flexibilidad son

estrategias (delicadas de tratar) pensadas para "no segregar".

- Trata de retrasar lo más posible la elección de itinerarios

irreversibles por parte del alumno.

Atención a las diferencias entre los alumnos.

¿Cómo atender la diversidad de los alumnos en una misma aula y con un mismo

nivel?

Tal vez sea éste uno de los problemas docentes que más preocupa

de cara a la mejora de la calidad de las enseñanzas no universitarias. La

eliminación del carácter selectivo de las etapas de enseñanza obligatoria,

la constatación de las diferencias entre individuos y las exigencias

educativas que ello supone, así como procesos como el de integración de

niños con deficiencias, suponen que el docente no puede seguir actuando

bajo la máxima de que "todos los alumnos son iguales". Además, técnicas

como la evaluación formativa suponen un cambio radical en la atención

diferente a distintos alumnos. En el futuro se han de imponer tareas y

exigencias diversas, no en vano "cada alumno es un mundo".

Todo esto debería llevar a un proceso de diferenciación

progresiva del trabajo con los alumnos, distinguiéndolos primero por grupos

que se irían subdividiendo hasta llegar a individuos. Para ello, se

necesitarían tantos instrumentos diferentes como capacidades personales

están presentes en los individuos que forman el alumnado. Esta atención

diversificada está muy limitada por el número de alumnos en el aula. Habrá

que mantener la subdivisión del trabajo en unas condiciones asequibles a la

resistencia física e intelectual del profesor.

Resolución de situaciones problemáticas

77

Como ya se ha comentado anteriormente, el aprendizaje debe

situar a los alumnos ante dificultades y situaciones problemáticas que

exijan, para su resolución, seguir pautas semejantes a las que seguimos

para resolverlas en la vida no escolar. Este tipo de actividades suponen un

trabajo de investigación en el aula, que realiza el alumno y que le permite

acercarse a los procedimientos y situaciones de investigación reales. Por

operatividad se pueden diferenciar en estos procesos la resolución de

ejercicios, la resolución de problemas y la resolución de trabajos

prácticos.

En la resolución de ejercicios se muestra el camino de

resolución en unos casos tipo y se proponen otros casos similares para su

ejercitación hasta que resulten familiares a los alumnos. Se sabe que hay

solución, y que existe una respuesta adecuada siguiendo un camino

rutinario. Juega un papel importante en el aprendizaje de habilidades y

técnicas que son la base para la resolución de ejercicios más abiertos,

ejercicios-problemas.

La resolución de problemas requiere que los alumnos aprendan su

replanteamiento, es decir, intentar desarrollar sus propias estrategias de

resolución, sabiendo de antemano que puede no haber solución o que pueden

ser varias las soluciones. Los problemas son situaciones novedosas y de

dificultad para los alumnos, extraídas a ser posible de la vida cotidiana,

que emanen de situaciones reales.

La resolución de trabajos prácticos suele ser programada para

desarrollar habilidades y aprender técnicas manipulativas, pero no se debe

dejar de lado su utilidad para:

- Adquirir conocimiento vivencial de los fenómenos naturales.

- Servir como soporte para la comprensión de conceptos y teorías.

- Utilizarse para aprender los procesos y las estrategias de investigación

propios de una metodología empirista.

En función del modelo didáctico del docente, los trabajos

prácticos pueden ser un complemento prescindible de la teoría, el contexto

a partir del cual se formalizan los conocimientos o uno más de los

instrumentos que se utilizan para elaborar los conocimientos del alumno.

78

Constructivismo

Uno de los conceptos que aparece en relación con las nuevas

formas de enseñar es la teoría constructivista del aprendizaje. Esta teoría

describe un mecanismo de aprendizaje evolutivo, a partir de la situación

inicial de cada individuo, que implica ciertas pautas de trabajo en el

proceso de enseñanza-aprendizaje. Describe, pero no explica completamente,

ni mucho menos predice, el resultado del aprendizaje, si tal cosa es

posible. Es cierto que aporta informaciones y esquemas de gran utilidad

para el profesor, permitiendo una planificación más eficaz del trabajo en

el aula.

Causa cierta confusión el que no haya una única versión del

constructivismo; y es que no se debe confundir teoría psicológica con las

diferentes didácticas que de ella surgen. El trasvase de la teoría

constructivista al aula viene afectado por las concepciones sobre la

escuela y las concepciones sobre la disciplina de la persona que va al

aula: podría haber muchas concreciones diferentes.

Investigación - acción

Partiendo de la base de que el proceso de enseñanza-aprendizaje

se lleva a cabo en un sistema complejo como es el aula y que en el mismo

hay frecuentes realimentaciones que reorientan el proceso continuamente, el

papel del profesor queda profundamente modificado. Pasa de ser la fuente de

conocimiento a tener una función de investigador de un proceso que no se

conoce sino parcialmente. Esto requiere adoptar un papel de estudioso del

proceso de aprendizaje que tiene lugar en el aula, estudio que debe

llevarse a cabo mediante investigación. Pero esa investigación va a

realimentar sus acciones en el aula, surgiendo el concepto de

investigación-acción como base de un rol profesional mucho más amplio que

el actualmente vigente. El profesor, al mismo tiempo que ayuda a aprender,

aprende de sus alumnos, que le muestran las dificultades de su aprendizaje,

lo que le permite la experimentación de nuevos enfoques de la enseñanza. El

profesor, al enseñar, aprende a enseñar.79

Evaluación

Un tópico profesional: ¿qué es el nivel de los alumnos?

¿Qué entiende por evaluación cada persona individual?

Evaluación objetiva ¿por qué no se aborda?

¿Se puede incluir la evaluación dentro de las actividades del curso?

La posición adoptada ¿es esto extrapolable a nuestro trabajo diario?

¿Nos ayuda la evaluación a ver la clase de otra manera?

¿Para qué evaluar?, ¿qué?, ¿cómo?, ¿a quién?, ¿con qué?, ¿cuando?,...

La evaluación es un tópico fundamental de la enseñanza. De

alguna forma, la evaluación se ha convertido en la ventana a través de la

cual un sistema educativo "se asoma al exterior", transmite sus resultados

al resto de la sociedad, bien hacia los padres, bien hacia las siguientes

etapas educativas, con lo que queda contagiada de la fiebre de "quedar

bien". A falta de otro tipo de evaluación del sistema, se suele tomar como

criterio evaluador los resultados del alumno y, como resumen de éstos, su

calificación, como si ésta explicara la calidad del sistema educativo en

que ha estado inmerso. La muestra de esta forma de pensar es el concepto de

fracaso escolar como porcentaje de suspensos o de aprobados en la prueba de

entrada a la universidad.

Esto lleva directamente a un papel de la evaluación como filtro

social, buscando la selección más que el aprendizaje, convirtiendo la

escuela en punto de clasificación, por encima de su papel como lugar de

aprendizaje.

Desafortunadamente, los trabajos acerca de este tema suelen

provocar cierto desencanto, ya que su tratamiento suele ser expositivo, muy

teórico y de defensa de posiciones concretas. Por otro lado, su fuerte

tecnicismo no está apoyado por ideología alguna que lo respalde, siendo el

concepto que rige la evaluación la búsqueda de una supuesta "objetividad"

que permita al evaluador (o mejor, al calificador) quedar fuera de la

recriminación personal a que se vería sujeto por una evaluación subjetiva.

80

Abundan cada vez más los trabajos que prueban que las

propuestas de exámenes y su calificación son muy subjetivas y que el

"nivel" de los alumnos es un concepto ambiguo y fácilmente rebatible, ya

que está basado en concepciones previas del profesor.

Por ello es necesario un conocimiento de diferentes modelos de

evaluación, tanto del alumno como del proceso de enseñanza aprendizaje, así

como de las diferentes estrategias de evaluación disponibles para evaluar

no sólo contenidos, sino todas las metas propuestas en la planificación.

¿Qué saber para hacer una unidad didáctica?

Sobre la enseñanza, la metodología y la didáctica.

Teoría y diseño curricular

- fuentes del currículo

- niveles de concreción

- currículo oficial

- proyecto de centro

Metodologías, métodos y técnicas

- centros de interés

- temas transversales

- estudio de casos

- resolución de situaciones

problemáticas

- enseñanza socrática

- enseñanza por descubrimiento

- mapas conceptuales

- .........

Modelos didácticos

- transmisor

- tecnológico

- artesano

- descubridor

- constructivista

Enseñanza comprensiva

- con fin social

- no selectiva

- diversificada y opcional

Atención a las diferencias de los

alumnos

- evaluación formativa

- diferenciación del trabajo de los

alumnos

- agrupamientos flexibles

Resolución de situaciones

problemáticas

- ejercicios y problemas.

- prácticas y trabajo experimental

Constructivismo

Investigación-acción

Evaluación

- evaluación y calificación

- evaluación de los alumnos, del

proceso y del sistema

- modelos y estrategias de evaluación

- criterios e indicadores de evaluación

- instrumentos de evaluación

81

4.5 Sobre la Ciencia, los científicos, la investigación, la

enseñanza de la Ciencia.

Si lo apuntado hasta ahora es aplicable a un amplio espectro de

disciplinas del conocimiento, se van a repasar ahora algunos aspectos

característicos de las ciencias de la naturaleza que deben ser tenidos en

cuenta a la hora de elaborar unidades didácticas.

La Ciencia y el Método Científico

¿Qué es la Ciencia?

¿Por qué aprender Ciencia?

¿Qué características tiene el trabajo científico?

¿Tienen una visión correcta del trabajo científico alumnos y

profesores?

¿Qué aporta la epistemología de las Ciencias?

Tal vez uno de los aspectos diferenciadores de las ciencias de

la naturaleza respecto a otras áreas de conocimiento sea la relación que

mantiene con una "forma de hacer" como es el método científico. En lo que

se refiere a intenciones, el método científico ocupa un lugar central en la

enseñanza de las ciencias. Pero la realidad muestra que frecuentemente se

abandona su uso en la docencia, reduciéndose su presencia en el aula a algo

anecdótico.

Por otro lado, tanto si se escucha a los estudiosos del tema

como si se intenta analizar las opiniones de un grupo de profesores de

ciencias, la existencia de un método científico de características bien

definidas queda en entredicho. Esto se debe a que no es un proceso lineal,

sino que tiene numerosas realimentaciones (según la corriente

teórico-histórica en que se sustente), y está influido por tal cantidad de

variables, que un intento de corte determinista para definirlo se encuentra

rápidamente en un callejón sin salida.

En cuanto a la Ciencia en sí y su naturaleza, es decir, el

problema de qué es la Ciencia, debe abordarse en distintos momentos, tanto

desde el punto de vista del papel de la Ciencia en el aula, como de su

82

estructura interna, de su historia, de su incidencia en la sociedad actual

y de la perspectiva que de ella tiene el alumno.

Hay que tener en cuenta la visión de la Ciencia que, en muchos

casos tienen los propios profesores, ya que se trata como actividad neutral

y objetiva y no se analiza la repercusión social de los acontecimientos

científicos. Se presenta como un producto acabado, como un cuerpo de

conocimientos cerrado y estructurado, como un compendio de verdades

incuestionables halladas por los científicos.

Figura 9. Relación entre Ciencia, aprendizaje y alumnos.

Se puede establecer una relación entre la Ciencia, el

aprendizaje y los alumnos, en la forma en que se muestra en la .

Habitualmente se atiende el camino que lleva de la Ciencia al alumno,

descuidando los demás.

Como se ha señalado anteriormente, los procesos de aprendizaje

son unos de los conocimientos más específicos del perfil profesional

docente. Además, en el caso del profesor de ciencias, debe dominar la

relación entre el aprendizaje y las ciencias, que se ve afectada por la

epistemología y la filosofía de la Ciencia. La visión de la Ciencia que se

ofrezca a los alumnos y la comprensión del cuerpo teórico de ésta, va a

estar influenciada por los aspectos anteriores.

83

Historia de la Ciencia

Dentro de la teoría de que los procesos de aprendizaje son

semejantes aunque tengan lugar a distintas escalas, se enmarca la idea de

que el aprendizaje de las Ciencias por parte de los alumnos sigue pautas

semejantes al "aprendizaje" de las Ciencias por parte de la comunidad

científica a lo largo de la Historia. Esta postura plantea los mismos

problemas que cualquier modelo a escala, es decir, que es muy difícil que

las diferentes variables cambien de escala de manera semejante, más aún

siendo dinámico el sistema estudiado. En cualquier caso es innegable que

existen algunas semejanzas y por tanto el conocimiento de la Historia de la

Ciencia puede aportar información útil para la práctica docente.

Relación Ciencia/Técnica/Sociedad

¿Qué estrategias se utilizan para proporcionar una imagen correcta de

la ciencia, contextualizada y en relación con la sociedad actual?

¿Cómo se relacionan el conocimiento científico no escolar y el

escolar?

¿De qué estrategias se dispone para desarrollar actitudes positivas

hacia la Ciencia?

Uno de los problemas que con más intensidad se suscita al

estudiar la enseñanza de las Ciencias es la separación cada vez mayor entre

el mundo de la Ciencia y el resto de la sociedad. En el intento de que la

Ciencia sea un todo coherente, autosuficiente y completo, se han ido

soltando las uniones que había con la vida de cada día. Se ha desarrollado

un léxico cada vez menos accesible y la ciencia se ha centrado cada vez más

en modelos, aumentando el aparato matemático, la abstracción de sus

conceptos, provocando una imagen de inaccesibilidad para grandes sectores

de la población. Se ha reforzado una imagen negativa de la Ciencia basada

en el desarrollo de armas y en el aumento de la contaminación y una imagen

de los científicos basada en estereotipos como "el sabio loco" fácilmente

detectables en los alumnos.

84

Todo ello lleva a plantearse la necesidad de hacer un esfuerzo

por transmitir una imagen adecuada de la Ciencia y los científicos,

mostrando una visión equilibrada del mundo científico.

Otra propuesta de acercamiento de la Ciencia a la sociedad es

la de relacionar continuamente los avances científicos con sus aplicaciones

tecnológicas, omnipresentes en nuestro entorno. Los alumnos suelen

relacionarlos más con las habilidades comerciales de una multinacional que

con el trabajo científico, aceptando con toda naturalidad que estos objetos

sean "cajas negras" absolutamente misteriosas en cuanto a su

funcionamiento.

Hay que poner al alumno en contacto con el trabajo de las

Ciencias, haciendo pequeñas investigaciones para buscar información

relevante, cómo analizarla y valorarla, bien proponer conclusiones de

acción y/o aplicación, acordes con sus principios y valores.

¿Qué saber para hacer una unidad didáctica?

Sobre la Ciencia, los científicos, la investigación, la

enseñanza de la Ciencia.

La Ciencia y el método científico

- concepciones sobre el método científico

- corrientes epistemológicas

- filosofía de la Ciencia

Historia de la Ciencia

Relación ciencia/técnica/sociedad

- léxico científico y comunicación

- imagen social de la ciencia

- efecto sociel y técnico de los avances científicos

85

4.6. ¿Por dónde empezar?

Termina aquí la relación, siempre ampliable, de lo que sería

conveniente saber para hacer unidades didácticas. En realidad, todos estos

saberes están relacionados con un cuerpo de conocimientos en construcción

que define la profesión docente hoy en día.

La falta de concreción de este cuerpo de conocimientos docente

se refleja en muchas actitudes de la sociedad ante la enseñanza. Si para

abogado se estudia derecho, o para programador de ordenadores se estudia

informática, para profesor no se adquiere unos conocimientos concretos más

allá de la disciplina (excepto en el caso de profesores de primaria, y aún

habría que discutirlo). La enseñanza secundaria y la universitaria viven en

otro mundo al respecto.

Otro reflejo de la situación es la facilidad y alegría con que

cualquiera opina sobre cómo se debe enseñar, desde padres hasta políticos o

técnicos. Es el reflejo social de que para enseñar vale cualquiera si

conoce la disciplina.

¿Por qué los informes sobre el estado de la enseñanza o sobre

las modificaciones que necesita, los elabora todo tipo de profesional

excepto los docentes del nivel educativo afectado?

Este panorama deja a los profesores actuales en una situación

singular: el sistema educativo ha cambiado, las exigencias de la sociedad

también y no han sido preparados para su nuevo trabajo, pero se les exige

que lo realicen y aprendan sobre la marcha. La relación de conocimientos

necesarios puede ser agobiante y descorazonadora.

No intentemos cambiar la educación en dos días, coincidiendo

con un mandato de la legislación. La educación tiene una inercia de varios

siglos. Innovemos a buen ritmo, sin detenernos, pero sin vuelcos en la

situación.

Ante todo, mucha calma. Nuestros alumnos, que aprenden a pesar

de nosotros, nos lo agradecerán.

86

BIBLIOGRAFÍA

Bibliografía citada.

- Almeda Estrada, L.F. (1993): "Elaboración de unidades didácticas desde el

punto de vista de la enseñanza educativa". Qurriculum, nº 6-7, 175-192.

- Antúnez, S.; del Carmen, L.; Imbernón, F. y col. (1993): "Del proyecto

educativo a la programación del aula". Graó. Barcelona.

- Area Moreira, M. (1993): "Unidades didácticas e investigación en el

aula". Consejería de Educación Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias.

- Caamaño, A.; Hueto Pérez de Heredia, A. (1992): "Orientaciones teórico

prácticas para la elaboración de unidades didácticas: curso de

actualización científica y didáctica, ciencias de la naturaleza. Madrid.

Subdirección General de Formación del Profesorado, M.E.C. Madrid.

- Carnicer, J. y de Lama, D. (1994): "Estructura de una unidad didáctica y

su relación con el Proyecto de Centro: La unidad didáctica cero". Aula de

Innovación, nº 31, 6-15.

- Fernández, J.; Elortegui, N. (1996): “Qué piensan los profesores acerca

de cómo se debe enseñar”. Enseñanza de las Ciencias, 14(3), 331-342.

- García, J.J.; Pro, A. y Saura, O.: "Planificación de una unidad

didáctica: el estudio del movimiento". Enseñanza de las Ciencias, 13(2),

211-226.

- Garret, R. (1988): "Adaptación curricular 'del fin hacia el principio':

una táctica alternativa para el desarrollo curricular" Investigación en la

Escuela, nº 5,

- Imbernón, F. (1992): "La programación en el aula, ayer y hoy". Aula de

Innovación Educativa, nº 1, 6-8.

- Juan, E. y Caballer, M.J. (1989): "Programación de unidades didácticas".

Cuadernos de Pedagogía, 169, 30-33, Abril 1989.

- Parcerisa, A. (1992): "La planificación de las actividades". Aula de

Innovación Educativa, nº 1, 37-39.

- Pérez Gómez, A. (1987): "El pensamiento del profesor: vínculo entre la

teoría y la práctica". Revista de Educación, nº 284, 199-221.

- Porlán Ariza, Rafael; Jiménez Aleixandre, María Pilar; Bautista García

Vera, Antonio (1992): Teoría y práctica del currículo: curso de

actualización científica y didáctica, ciencias de la naturaleza. Madrid .

Subdirección General de Formación del Profesorado, M.E.C.

- Rué, J. (1992): "La programación a examen". Aula de Innovación Educativa,

nº 1, 9-12.

87

- Salinas Fernández, D.: "Los profesores y la planificación de la

enseñanza; ¿qué hago el lunes?". Cuadernos de Pedagogía, nº 184, 96-100,

Sep. 1990.

- Sánchez Blanco, G. y Valcárcel Pérez, M.V. (1993): "Diseño de unidades

didácticas en el área de las Ciencias Experimentales" Enseñanza de las

Ciencias 11(1), 33-44.

Recomendaciones para completar el documento. Ver, para mejorar

el trabajo:

- Callejo, M. Luz (1992): "Orientaciones para la elaboración de unidades

didácticas: área de matemáticas". Madrid. Instituto de Estudios Pedagógicos

Somosaguas.

- Coll, C. y Solé, I. (1987): "La importancia de los contenidos en la

enseñanza". Investigación en la Escuela, 3, 19-26.

- Díaz Rodríguez, J. J. (1993): "Guía para la elaboración de unidades

didácticas en la enseñanza secundaria. Jaén. Junta de Personal Docente de

Centros no Universitarios de la Provincia de Jaén.

- Driver, R. (1986): "Psicología cognoscitiva y esquemas conceptuales de

los alumnos". Enseñanza de las Ciencias, 4, 3-15.

- Driver, R. (1988): "Un enfoque constructivista para el desarrollo del

currículo en Ciencias". Enseñanza de las Ciencias, 6, 109-21.

- Elliot, J. (1993): “El cambio educativo desde la investigación-acción".

Morata. Madrid.

- Fernández, T. y Fernández, J. (1994): "Técnica de trabajo con profesores

sobre su práctica docente: Terapia de Knoll". Investigación en la Escuela,

nº 22, 91-104.

- Hernández, P. (1989): "Diseñar y enseñar: teoría y técnicas de la

programación y del proyecto docente". Narcea/ICE Universidad La Laguna.

- Pablo, P. de y otros (1992): "Diseño del currículo en el aula. Propuesta

de autoformación". Mare Nostrum Ediciones. Madrid.

- Porlán, R. (1991): "El diario del profesor". Diada Editoras. Sevilla

- Reigeluttz, y Stein, : "Teoría de la elaboración"

- Rodríguez, M. (1991): "Las unidades didácticas y el aprendizaje del

profesor". Signos, nº 3, 4-13.

- Tann, S.C. (1990): "Diseño y desarrollo de Unidades Didácticas en la

Escuela Primaria". Morata/MEC. Madrid.

88

Para ampliar.

- Antúnez, S. (1992): "Necesidad de la planificación en los centros

escolares". Aula de Innovación Educativa, nº1, 43-48.

- Area Moreira, M. (1994):"Un modelo para la planificación, desarrollo y

evaluación de Unidades Didácticas". Consejería de Educación. Gobierno de

Canarias.

- Barahona, S.; Buiza, C.; Nieda, J. y Puente, J.(1980):"Una unidad

didáctica". Cuadernos de Pedagogía, 180, 42-50.

- Fernández González, J. y Trujillo Jacinto, D.(1981):"Fundamentos de una

programación en Física y Química". Revista de Bachillerato. Cuaderno

monográfico de Física y Química., suplemento al nº 17.

- García Ramos, J.A. (1989):"Modelo educativo para la enseñanza

obligatoria". ICE Universidad de La Laguna.

- Hernández Aguilar, J.M. y Sepúlveda Barrios, F. (1993): "Diseño de

unidades didácticas de Lengua y Literatura en la Secundaria Obligatoria. Un

enfoque comunicativo basado en tareas". Cap. 6. Ed. Cincel. Madrid.

- Hierrezuelo Moreno, J.; Molina Glez, E.; Montero Moreno, A.; Mozas

Arroyo, T.; Ruiz Rodríguez, G. y del Valle Núñez, V.:"Aprendizaje en Física

y Química". Seminario de Física y Química de la Axarquía.

- Ibáñez, G. (1992): "Planificación de Unidades didácticas: una propuesta

de formalización". Aula de Innovación Educativa, nº 1, 13-15.

- Maqueda Blasco, Mª A. y Cancer Pomar, Mª P. :"El espacio y el tiempo en

el aula: las unidades didácticas". CEP de Guadalajara. 1990.

- Martín Montalvo, J. (1993): "Es el diseño de unidades didácticas una

tarea al alcance de todos los profesores?: Propuesta de Itinerario-Guía

para hacerlo posible". Enseñanza de las Ciencias. Actas del IV Congreso

Internacional de Investigación en Didácticas de las Ciencias y las

Matemáticas). Barcelona.

- Pacios, A. y Suárez, L.A. (1994): "Cómo evaluar el diseño, la ejecución y

los resultados de una unidad didáctica". Aula de Innovación, nº 31, 26-30.

- Rabadán, L.M. y Flor, J.I.(1993): "Investigación sobre el pensamiento del

profesor. Análisis de unidades didácticas tanto escritas como su puesta en

práctica". Poster. Actas del IV Congreso Internacional de Investigación en

Didácticas de las Ciencias y las Matemáticas. Barcelona.

89