CLASE 3 - Red de Salud Enlazos · la percepción estética, lo viejo y lo nuevo se reintegran en...

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CLASE 3

Bienvenidos estimados Colegas a la Clase 3

Seguimos transcurriendo juntos estas temáticas, haciéndonos preguntas y

acercándonos a posibles respuestas sobre el arte, sus orígenes, fundamentos e

implicancias en la vida y salud de las personas.

En esta clase abordaremos lo siguiente:

¿Arte curativo o sacralización del arte?

Nuevas concepciones de arte, nuevos símbolos.

¿Arte curativo o sacralización del arte?

¿El arte cura? ¿Podemos hablar de eficacia de la cura en relación al arte?

Ya hemos esbozado la temática en clases anteriores a través de autores como

Winnicott y Milmaniene desde la teoría psicoanalítica, también lo abordamos desde

la estética (filosofía); y los fundamentos del arte y la creación desde las

neurociencias y sus efectos en el cerebro. Ampliaremos esto último cuando

abordemos Neuroestética.

Hablamos del arte y la creatividad como inherente a lo humano, como recurso y

herramienta terapéutica. Apelamos al arte y la creatividad como herramienta que

moviliza al sujeto hacia la resolución sintomática y le otorga a su existencia lo

salugénico. Conceptualizamos lo salugénico como aquello que le brinda al sujeto la

posibilidad de generar salud o aspectos saludables para su existencia.

Desde el sujeto en sí mismo embarcarse en la creatividad, en el hacer, le otorga a

su existencia lo salugénico. Hemos descripto esta posición subjetiva desde

http://www.saludenlazos.com.ar/


Winnicott. Recordemos: “La creatividad que me ocupa aquí es un universal.

Corresponde a la condición de estar vivo” (Winnicott)

El sujeto puede encarar su vida desde una posición creadora (pulsión de vida) o de

otra forma quedar atrapado en el acatamiento, el padecimiento y el síntoma.

Desde la concepción deleuziana de la creación, ésta es trascender lo dado y

transcurrir la vida por esas líneas de fuga.

El arte y la creatividad se transforman en una herramienta terapéutica, en una

instancia terapéutica, en presencia de un sujeto terapeuta que pone también en

juego su intención de curar.

El síntoma es aquel que el o los pacientes “llevan” a los consultorios/instituciones:

síntomas médicos, psicológicos, psiquiátricos, neurológicos, otros. Me estoy

refiriendo aquí, al síntoma singular, no al síntoma que podría apelar a una

comunidad, grupo, cultura, que nos podría llevar a pensar en los malestares de la

cultura.

El paciente lleva su síntoma, las voces de todos sus Otros (la voz del inconsciente),

y la pregunta fundamental: ¿qué deseo?

El sujeto expone el conflicto y se enfrenta al primer sacrificio: abandonarlo,

resignarlo o cambiarlo por otro conflicto que le provea menor u otro sufrimiento.

Cambiar de conflicto significará una nueva modalidad, una redistribución de la

energía y del sufrimiento, conformando esto parte del proceso de cura.

El terapeuta puede ocupar el lugar de ese Otro (los Otros primordiales del paciente).

El paciente lleva sus Otros a la instancia terapéutica, esos Otros primarios y

fundamentales. El paciente despliega así su conflicto fundamental. Cuando la cura

ocurre el terapeuta cae, se produce su caída como Otro y el conflicto es sustituido.

El arte y la creación como instancia pre-verbal y más allá de lo verbal, surgen como

recurso y herramienta.

Recordemos: “Pero no habrá destino psíquico si no se produce una transformación

interior durante la experiencia. La propuesta de los sentidos al yo será entonces la

de ligar y abrir horizontes de representabilidad…”1

El sujeto devela, desoculta su verdad y la representa. El arte y la creación permiten

esta posibilidad y brindan la oportunidad de la resolución sintomática brindando al

sujeto la posibilidad de realizar una ligazón entre lo representado, expresado (la

obra) y su yo, su experiencia y su conflicto.

De esta manera el arte y la creación están relacionados con un proceso de

transformación.

No profundizaremos la concepción de una reciente disciplina, Arteterapia, ya que

excedería el objetivo de este Seminario. El Arteterapia hace una división entre

Psicoterapia con mediación artística y Proceso Creativo como Terapia. Citamos la

1 Melgar, M.C., Salvarezza, R y otros. Ob.Cit. pag. 14



definición de la Asociación Profesional Española de Arteterapeutas (A.T.E.) que

aúna definiciones de asociaciones europeas y de la Asociación Americana de Arte

Terapia (A.A.A.T.): "El

arteterapia es una profesión de

ámbito asistencial que se

caracteriza por el uso de

medios y procesos artísticos

para ayudar a contener y

solventar los conflictos

emocionales o psicológicos de

las personas. En arteterapia los procesos de creación artística y los objetos

resultantes actúan como intermediarios en la relación terapéutica, permitiendo que

determinados sentimientos o emociones conflictivas encuentren vías de expresión

complementarias o alternativas a la palabra. Los campos de aplicación del

artererapia se extienden a la salud, la educación y la asistencia social.”

Nuestra intención, como hemos enunciado desde el comienzo de nuestro Seminario

es profundizar sobre los fundamentos del arte y la creatividad. Nos convoca aquí el

proceso creativo en sí mismo y a su vez relacionado con diversas manifestaciones

del arte y la creación.

El arte no es una entidad curativa per se, lo es en tanto es una expresión,

manifestación de lo humano. Lejos de poseer poderes, posee una función para el

hombre y un valor. Nos hemos explayado ampliamente al respecto. El arte no posee

valores sagrados. “La investigación epistemológica de toda la problemática de los

fenómenos estéticos, que es la tarea propia de la estética, debe fundarse sobre el

supuesto de que la función, la norma y el valor estéticos son válidos sólo en su

relación con el hombre, y más precisamente con el hombre como ser social”. 2

En esta particular instancia vincular: terapeuta, paciente y su proceso/objeto

creativo, el arte se convierte en la herramienta a través de la cual el sujeto se pone

a hacer, poiesis pura, multiplicidad de significaciones, símbolo e ir más allá de lo

dado. Lo novedoso se instaura como la posible transformación y la resolución del

conflicto o síntoma. A través del proceso y objeto creativo el sujeto halla nuevas

vías de acceso a su mundo intrapsíquico y nuevos destinos que anteriormente se

encontraban velados. La asociación libre es un recurso en esta creativa instancia

terapéutica, se pone e disposición del sujeto para develar, desocultar a través de

imágenes, sonidos, expresiones por el cuerpo, entro otros.

“…La aplicación de un marco de referencia psicoanalítico al arte revelará que este

(como toda conducta expresiva) proporciona, tanto al artista como al espectador,

una forma posible de canalizar todos los conflictos inconscientes que acosan la

condición humana. Además de brindar una descarga para presiones inconscientes,

2 Mukarovsky, J. Función, norma y valor estéticos como hechos sociales. Pag 108. Ed. El cuenco de Plata.



también ofrece el efecto estabilizador del trabajo ordinario y las gratificaciones de la

resolución consciente de problemas”.3

La creación a la que me refiero no es privativa de los artistas. La creación a la que

me refiero es la que como terapeuta pretendo para todo ser social.

En la instancia terapéutica y en la soledad de la creación artística, el creador es uno

con su obra, de la cual posteriormente podrá separarse/desprenderse. Este primer

momento de fusión tiene su correlato histórico en la vida de casa sujeto. “Incluso la

vivencia de fusión que se produce con el objeto artístico es bien distinta de la fusión

narcisista original del yo con la madre. Las amalgamas de fantasías y recuerdos de

uno mismo pertenecientes al pasado remoto son recuperadas para una asociación

pensada-sentida con el objeto artístico, el cual resuena no solo con el pasado sino

también el presente. La manera en la que pasado y presente influyen sobre el objeto

artístico se asemeja a la percepción estereoscópica de profundidad, que depende

de que cada ojo se enfoca en el cuadro desde un ángulo ligeramente diferente. En

la percepción estética, lo viejo y lo nuevo se reintegran en profundidad cuando el

pasado y el presente enfocan el objeto desde distintos ángulos. En este proceso,

tiempo, espacio y persona se vuelven a formar, repitiendo las primeras

construcciones de realidad, pero actualizadas”.4

A través del arte y la creatividad el

sujeto puede actualizar escenas

primarias y el proceso creativo puede

dar paso a un momento de irrupción

consciente. La irrupción es “el instante

en que el producto de un proceso que

se desarrolla en un nivel no consciente

de nuestro psiquismo, se abre paso y

llega a la conciencia con la respuesta,

la solución, la palabra, la imagen, la melodía, aquello que nos mantuvo inquietos y

que a veces, fatigados por la búsqueda, abandonamos. A partir de ese momento la

lógica se aparta y deja que la creación ocupe su lugar y traiga las respuestas. La

Creación: mundo inconsciente, preconsciente, subliminal, umbral de la conciencia,

"esfera", etc. Crear es dejar crear.”5

3 Rose, G. El poder de la forma estética. Ed. Lugar. Pag. 27. Buenos Aires, 2012. 4 Rose, G. Ob. Cit. Pag. 45 5 Moccio, F. Teorías, metodologías y experiencias en creatividad. Cuadernos de Campo. Año III. N° 8 Agosto

2009.



Nuevas concepciones de arte, nuevos símbolos.

Arte, creatividad, aspectos sociales. La estética relacional. El arte como estado de

encuentro.

Hemos hecho durante el curso de estas clases un breve recorrido por la historia del

arte. Nos excedería profundizar sobre el tema. Luego, son muchas y por demás

interesantes las publicaciones sobre arte contemporáneo, no haremos un recorrido

descriptivo de los movimientos que lo componen desde el siglo XX y XXI. Aclarado

esto, ¿sigue conformando el arte hoy una experiencia sensible o simplemente

retiniana como describiera Marcel Duchamp?



Es la metáfora, sobre todo, la que produce conocimiento.

(Aristóteles)

Elena Oliveras en su libro Cuestiones de Arte Contemporáneo se refiere al arte en

la actualidad como síntoma del tiempo, definición que comparto. Continúa

refiriéndose a nuestro tiempo como el de la contradicción y la especialización a nivel

de lo científico. Esta especialización está referida a la fragmentación de la ciencia,

la especialización disciplinar. A esta le agrego la fragmentación de la vida en sí

misma. La experiencia fragmentada de lo humano. La pregunta que se realiza

Oliveras es ¿cómo podría definirse un arte para todos?

Las formas de arte en la actualidad están lejos de la belleza, cercanas a la

contradicción, la fealdad y lo abyecto que están presentes en la expresión artística.

Lejos de las pretensiones de alcanzar el cielo a través del arte como en los tiempos

en los que la Iglesia marcaba las formas artísticas, y lejos de las vanguardias que

pretendían resistir el orden burgués y salvar al hombre de la sujeción, el arte

aparentemente en la actualidad no posee definición. “En un mundo de sospechas

y escepticismo como el nuestro, el artista "crea su propia comunidad, con todo el

pluralismo que corresponde a la situación". Ya no existen narrativas maestras en la

historia del arte ni en la historia general. Estamos en la poshistoria del arte, que

pondrá en juego —y en duda— todos los estilos, desde la abstracción a la figuración

y todas las estrategias de presentación, llegándose al punto de desconfiarse hasta

de la misma noción de arte. De ese modo, la separación obra-espectador tiene una

causa inherente a la misma obra: su des-definición”6

Nos hemos explayado en clases anteriores sobre qué es arte. La no definición de

arte derrapa ocasionalmente en lo chabacano de la expresión, lo que hace dudar al

espectador de que si lo que ve es arte…¿o qué? El espectador es crítico,

espectador y protagonista en la actualidad. Un espectador que deja su posición

contemplativa y al que se le exige su posición protagónica. La obra se transforma

en relacional.

LA OBRA

EL CREADOR EL ESPECTADOR

6 Oliveras, E. Cuestiones de arte contemporáneo. Emecé.



El paradigma relacional de la obra de arte pone en evidencia la fugacidad de las

relaciones humanas, la crisis de la representación y crítica las convenciones

preestablecidas. La obra es tal cuando el espectador se hace presente e interjuega

con los objetos que la componen.

Los cambios en lo social se reflejan hoy en el arte, un arte que pretende implicar la

interacción.

A su vez Oliveras refiere que el espectador puede utilizar los espacios de arte como

desaceleración. La vida cotidiana en la actualidad nos requiere de manera completa

y absoluta. Nuestros sentidos son invadidos con multiplicidad de estímulos

principalmente de nuestras pantallas. El ser humano en la actualidad vive en un

estado de anestesia. La estética implica una experiencia sensible. El arte provee al

sujeto la posibilidad de desacelerarse, de transcurrir una experiencia sensible, una

experiencia estética.

El artista promueve una experiencia al espectador, lo social está presente con todos

los conflictos actuales (la guerra, la violencia de género, la inseguridad, la

vulnerabilidad social, la vida líquida, lo efímero, otras); el espectador completa la

obra, la cual sin su presencia activa está incompleta. De esta manera el espectador

es co-creador de la obra.

El arte en el Siglo XXI, apela a la incertidumbre, la novedad, la libertad de

movimientos y expresiones, busca el efecto shock en el espectador y le exige un rol

activo. Este espectador se pregunta muchas veces frente a obras “museadas”:

¿esto es arte? La obra puede ser extravagante e inesperada. Ya no son aquellas

obras expuestas en pedestales ni encuadradas para ser expuestas en recintos

exclusivos.

Si la obra devela la verdad. ¿Qué verdad podría develar en la actualidad?, en el

caso de que sea esa la función del arte contemporáneo.

El arte en la actualidad está más cerca de “todos”. ¿Todos podemos hacer arte?

Como terapeuta respondo que sí. A nivel de lo musical la composición ya no

requiere años de estudio de conservatorio, los sonidos pueden ser combinados a

través de la tecnología y software de edición de música y sonido.



Los músicos improvisadores, los cuales sí son músicos y expertos en su técnica (la

improvisación y su instrumento) convocan también al público con quienes crean en

tiempo real su obra. La improvisación musical es composición en tiempo real.

Los artistas plásticos también pueden hacer uso de la tecnología para la

composición y edición de sus obras. ¿Pero es la tecnología la que modificará en el

siglo XXI la manifestación artística? Es el entorno sociocultural la que la modifica.

¿Todo es arte? Arthur Danto apela a la institucionalización. Si la obra es aceptada

institucionalmente sería arte según Danto. Milo Lockett (artista plástico argentino)

manifestó que su obra es arte mientras aporte algo al arte. ¿Qué sería un aporte al

arte? Milo Lockett realiza aportes significativos a diversos sectores vulnerables de

nuestra sociedad. Crea junto a otros.

Lockett integra sectores más vulnerables de nuestra sociedad en su obra, quienes con su hacer participan en su creación. Así ha pintado junto con los concurrentes, la fachada del comedor Los Piletones, de la Fundación Margarita Barrientos, en Villa Soldati, Ciudad de Buenos Aires, donde concurren cientos de niños y familias de escasos recursos. Lo mismo ha hecho en hospitales y otras instituciones de su provincia natal, Chaco.

Estamos expuestos al existismo, el consumo y el individualismo. El arte, como manifestación de lo humano, en este siglo XXI está en plena transformación. El hombre lo está. Dada la globalización, el avance de la tecnología y la comunicación, podemos acceder a diversas formas de expresión a nivel mundial. El ser se expresa con libertad en la actualidad y necesita hacerlo. El arte por supuesto no está ni estará alejado en la actualidad del bien comercial y la sociedad de consumo. La producción artística no estará exenta de ser y transformarse también en un bien comercial.



Francisco Papas Fritas, “Antena parabólica con pintura de Nicolás Maduro”, 2014, cortesía de Francisco Tapia Salinas.

El arte en la actualidad está relacionado con el arte emergente, caracterizado por lo ecléctico de los temas que aborda, la multiplicidad de técnicas y tendencias. El arte emerge de la vida cotidiana. La estética se globaliza y emerge de cada cultura. En el año 1990 Jean Baudillard escribe su ensayo Transestética, parte de su libro La transparencia del mal. Para Baoudillard el arte que separaba arte y vida ha muerto. Propone que todo lo que nos rodea está sujeto a la estetización, por más burdo, obsceno o bello que sea. Lo que parece haberse conquistado es la estetización de nuestro mundo, la transformación de este en una manifestación que pretende ser estética. La estética también media entre nosotros, la imagen, lo sonoro, acompaña la vida cotidiana y de la vida cotidiana surge la intención estética. El poder del arte no solo le incumbe en la actualidad al artista sino que atraviesa todos los aspectos y estratos de nuestra experiencia social. A esta experiencia sirven también las nuevas tecnologías: las pantallas, la edición sonora, internet, otros. El sujeto, aún el sujeto no artista despliega su creatividad como en aquellas épocas ancestrales, expresa su mundo y lo muestra al mundo. ¿Será este un retorno a los comienzos de la expresión de lo humano? La expresión también puede liberarse del poder capitalista y de la comercialización de la obra, también se libera del mundo de las bellas artes. Es un arte para la vida y que muestra la vida, lejos de condicionamientos económicos y del mundo de los museos y críticos de arte.



Fabiane Borges, Felipe Ribeiro, Luciana Tognon, "Tecnomago pôe tarô para metasubcibertrans", São Paulo. 2010, cortesía de Fabiane Borges

En el año 1996, en la exposición De tráfico, en el Museo de Arte Contemporáneo de Burdeos, dirigida por Nicolás Bourriaud, se utilizó por primera vez el término estética relacional. El autor menciona que el arte siempre ha sido relacional. Presentarse frente a una obra e intentar descifrar su enigma ya conforma un acto comunicacional y un tipo de relación. Es recién en la década del 90 cuando artistas como Rirkrit Tiravanija, Maurizio Cattelan y Vanessa Beecroft, entro otros, parecieran tomar conciencia de esta característica del arte.



Vayamos a un ejemplo, la obra de Félix González-Torres, artista y activista que formó parte del colectivo Grupo Materia. Uno de sus trabajos más conocidos en Estados Unidos fue Candy-Pieces. Esta obra estaba conformada por pilas de caramelos envueltos en brilloso celofán. Estas pilas eran dispuestas en pisos de galerías de arte. El espectador podía tomar los caramelos que desee del montón. González-Torres aborda en esta obra, completada por el espectador, el tema de la muerte ya que de a poco la pieza va acabándose; a su vez aborda la vida ya que cuando los caramelos van terminándose del montón, más caramelos son colocados en la obra, conformándose de esta manera un ciclo.

En la estética relacional es el espectador el que completa la obra, transformándose en activo y una expresión de lo que socialmente nos rodea. “¿es aún posible generar relaciones con el mundo, en un campo práctico –la historia del arte- tradicionalmente abocada a su “representación”? A la inversa de lo que pensaba Debord, que sólo veía en el mundo del arte una reserva de ejemplos de lo que se debía “realizar” concretamente en la vida cotidiana, la realización artística aparece hoy como un terreno rico en experimentaciones sociales, como un espacio parcialmente preservado de la uniformidad de los comportamientos”7

Para Nicolás Bourriaud la obra de arte en la actualidad se presenta como un intersticio social. El arte relacional muestra un cambio en los objetivos estéticos, culturales y políticos. Este da cuenta “del nacimiento de una cultura urbana mundial y de la extensión del modelo urbano a la casi totalidad de los fenómenos culturales”.8

El arte ya deja de ser para unos pocos, el arte se transforma en un estado de encuentro y lo urbano es el espacio adecuado para la manifestación. La creación subjetiva se transforma en intersubjetiva. El espectador, su creador y su obra son partícipes de una experiencia colectiva.

Bourriaud también menciona la posibilidad del arte de escaparse de las garras capitalistas. El arte ya no es aristocrático. Toma el término intersticio de Karl Marx. Marx definió intersticio como “comunidades de intercambio que escapaban al cuadro económico capitalista por no responder a la ley de la ganancia: trueque, ventas a pérdida, producciones autárquicas, etc. El intersticio es un espacio para las relaciones humanas que sugiere posibilidades de intercambio distintas de las vigentes en este sistema, integrado de manera más o menos armoniosa y abierta en el sistema global. Este es justamente el carácter de la exposición de arte contemporáneo en el campo del comercio de las representaciones: crear espacios libres, duraciones cuyo ritmo se contrapone al que impone la vida cotidiana, favorecer un intercambio humano diferente al de las “zonas de comunicación” impuestas. 9

7 Bourriaud, N. Estética relacional. Ed. Adriana Hidalgo. Pag. 8. Buenos Aires, 2008. 8 Bourriaud, N. Ob. Cit. Pag. 13. 9 Bourriaud, N. Ob. Cit. Pag. 16.



Se le exige al espectador su intervención activa. El arte ya no representa lo social sino que se introduce en la trama social a la que pertenece.

Hasta la próxima Colegas.

Valeria Casal Passion.

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®. Podrá ser utilizado para estudio en el curso de este Seminario. Está prohibida su

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