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LIBERTADCien afios de anarquismo en Espafia

J u l i a n Casanova (coord.)

Y LIBERTADCien afios de anarquismo en EspaEa

DlPUTAClON

ZaragozaI\YUNTAMIENTO

DE HUESCA

DPU

B ZARAGOZA

Primera edicion: septiembre de 2010 Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizaci6n escrita de 10s titulares del copyrzght, bajo las sancioncs establecidas en las lepes, la reproduccion total a parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografia y el tratamicnto informatico, y la distribucih de ejemplarea de ella mediante alquiler o prCstamo pitblicos. Disefio de la cubierta: Jaime Fernindez Ilustracion de la cubierta: O Gerda Taro, O 2002, International Center pt Photography / Contacto Realizaci6n: Atona, S.L.

0 2010 de sus rcspectivos capitulos: 10s autores O 2010 de la presente edicion para Espaiia y AmCrica: Critica, S.L., Diagonal, 662-664, 08034 Barcelona www.ed-critica.es editorialoed-criticaxs ISBN: 978-84-9892-1 19-9 Deposito legal: M. 28.928-2010 201 0 - Impreso y encuadernado en Espalia por Rrosmac, S.L. (Madrid)

IntroduccionJuliiin Casanova

C H E N T A ANOS. ESO ES lo que durci la semilla, la siembra y la cosecha anarquista, desde que Guiseppe Fanelli, enviado por Bakunin, llegd a Espaiia en noviembre de 1868 hasta el exilio de miles de militantes en 10s primeros meses de 1939 y su participacidn en la resistencia contra la dictadura de Franco y 10s fascismos en la de'cada siguiente. Ochenta aiios acompaiiados de una frene'tica actividad propagandistica, cultural y educativa; de terrorism0 y de violencia; de huelgas e insurrecciones; de revoluciones abortadas y sueiios igualitarios. Desde Fanelli a1 exilio republicano, el anarquismo arrastrd tras su bandera roja y negra a sectores populares diversos y m u y amplios. Sin ellos, nunca hubiera llegado a ser u n movimiento de masas, se hubiera quedado en una ideologia util para individualidades rebeldes, m u y revolucionaria pero fragil, arrinconada por el crecimiento socialista y relegada a la violencia verbal. Pero su historia quedd tambie'n asociada a la bomba y a1 revdlver, a la siniestra k u r a del hombre de capa negra con el cartucho de dinamita y a1 pistolero, a1 comecuras y a1 justiciero de la Federacidn Anarquista Ibe'rica (FAI). Habia algo de anormal, de excepcional, de atipico, en todo ello, porque lo normal hubiera sido el socialismo, la c> necesitaba que el proletariado. Anormal, sobre todo, porque ese anarquismo habia arraigado en Barcelona, en la ciudad mas industrial y moderna de Espaiia, en donde ademas, hasta la guerra civil espaiiola, nunca habia podido abrirse paso el socialismo organixado. En realidad, habia otras muchas cosas peculiares en la historia contemporanea de Espaiia, como el republicanismo, el anticlericalismo, 10s nacionalismos, las guerras civiles o 10s golpes de Estado. Y tampoco parece que en 10s demas paises el socialismo cosechase e'xitos sonados: en Europa occidental, el marco comparativo en el que conviene insertar Espaiia, hasta la

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Primera Guerra Mundial scilo una pequeiia proporcidn de 10s obreros pertenecian a organizaciones politicas o sindicales socialistas y, en te'rminos electorales, unicamente en Alemania se hahia consolidado u n influyente partido socialista de masas. Convendria, por ello, recordar algo que las investigaciones mas recientes parecen probar: el anarquismo n o fue u n fen6meno crexcepcional)>y ccextraordinario~ la historia de Espaiia, si se entiende por ccnormalu y >, inevitables en una sociedad como la espafiola, tan impregnada de tradicidn catolica. Escriben en estas paginas algunos de 10s mejores especialistas sobre el z , anarquismo, empezando por Clara E. Jida y Jose' ~ l v a r e~ u n c o10s przmeros historiadores que, junto con Josep Termes, abrieron las puertas a un estudio alejado de la militancia y de 10s topicos. Este libro ha sido posible gracias a1 patrocinio de varias instituciones aragonesas: la Diputacion Provincial de Huesca, la Diputacion Provincial de Zaragoza, el Ayuntamiento de Zaragoza y el programa ((Amarga Memoria,, del Gobierno de Arag6n. Doy las gracias a Victor Lucea, Victor Pardo, Javier Navarro y Antonio Calzado por la ayuda prestada en la localizaci6n del material fotografico. Y a Carmen Esteban y a la Editorial Critica, por llevar a 10s lectores esta historia.JULIAN CASANOVA, Zaragoza, abril de 201 0

La filosofia politica del anarquismo espaiiolJosC Alvarez Junco Universidad Complutense

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NA DE LAS PREGUNTAS con las que se podria iniciar una reflexion sobre

el anarquismo como filosofia politica consistiria en cuestionar si se inscribe logicamente, como se ha dado por supuesto tantas veces en el caso espafiol, dentro del )>, > mediante la violencia. Terminada la Segunda Guerra Mundial en Francia, y celebrado el Congreso del MLE-CNT en Paris en mayo de 1945, Sabati se postul6 para establecer una base de operaciones en Espafia para la lucha armada. Sus acciones, que complementaban la tarea de organizar una extensa red de apoyo, se sucedieron sin descanso: asaltos, propaganda, atentados, contrabando y liberation de presos. Entre sus primeros compafieros de armas se contaban Juan Salas y Jaime Paris, el Abisinio. En esta primera etapa consiguio esca-

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TIERRA Y LIBERTAD

par de la policia franquista per0 no asi de la francesa, que le apreso en 1948 por contrabando de armas y de nuevo un afio mas tarde. Entre una y otra detencibn, contact6 con el grupo eLos M a i i o s ~ Barcelona y preparci con en ellos un a la postre fallido atentado contra Quintela. Tambith participo en una campaiia de ataques con motivo de la visita de Franco a Barcelona, en esta ocasion apoyando a1 grupo de Facerias. Para cuando salici por segunda vez de la circel en Francia, en 1949, la policia franquista habia desarticulado la base operativa en Cataluiia. Idalucha armada no se recupero hasta mediados 10s cincuenta, si bien con menos intensidad, cuando Sabati mont6 en Barcelona 10s Grupos Anarcosindicalistas, desautorizados por la CNT en Francia. Durante casi otros dos afios volvi6 a sonar el